Upload
others
View
6
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD AJUSCO
LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA
UN ACERCAMIENTO PEDAGÓGICO ACERCA DEL BULLYING Y EL TESTIGO
TESINA (ENSAYO)
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADA EN PEDAGOGÍA
PRESENTA:
ROSARIO ARLEN LIBERTAD RAMÍREZ BENÍTEZ
ASESOR: MTRO. HUGO HERNÁN RODRÍGUEZ VÁZQUEZ
MÉXICO D.F. MARZO 2015
2
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................... 7
CAPÍTULO I .......................................................................................................................... 12
Planteamiento del problema .............................................................................................. 12
Antecedentes y estudios en torno al bullying ..................................................................... 14
Definición y características del bullying ............................................................................. 16
Niveles de alcance del bullying ......................................................................................... 17
Tipología de Bullying ......................................................................................................... 20
Contexto del bullying ......................................................................................................... 22
A) ¿Quién es el agresor? .................................................................................................. 23
B) ¿Quién es la víctima? ................................................................................................... 25
C) ¿Quién es el testigo? .................................................................................................... 27
Tipos de testigos ............................................................................................................... 28
CAPÍTULO II ......................................................................................................................... 30
La importancia del testigo.................................................................................................. 32
Testigo: alumno ................................................................................................................. 34
Formas en las que toma partido un testigo ........................................................................ 36
Testigo: la comunidad educativa ....................................................................................... 39
Instrumentos aplicados en España .................................................................................... 41
Asumiendo responsabilidades ........................................................................................... 47
Síntesis ............................................................................................................................. 54
3
CAPÍTULO III ........................................................................................................................ 55
Programa KiVa. ................................................................................................................. 57
Proyecto Aulas en Paz: 2. Estrategias pedagógicas. ......................................................... 59
Propuesta Construir la convivencia para prevenir la violencia: Un modelo Ecológico. ....... 60
Manual Escuelas Aprendiendo a Convivir: Un proceso de intervención contra el maltrato e
intimidación entre escolares –BULLYING- ........................................................................ 61
Protocolo de actuación para una escuela libre de violencia. ............................................. 65
Estrategias de intervención para cada personaje involucrado 70
Comparación de los proyectos .......................................................................................... 75
Similitudes y riquezas de los proyectos seleccionados ...................................................... 76
Conclusiones ........................................................................................................................ 80
Bibliografía ............................................................................................................................ 83
4
Al que da y quita, al que su palabra se cumple no importando la incredulidad, el tiempo y las
circunstancias, aquel que un día me dijo “Sólo yo sé los planes que tengo para ti, y no para
tu mal, para que tengas un futuro lleno de esperanza” y hoy son una realidad, a aquel que no
me suelta y me rodea de las más dulces bendiciones.
A mis papás, hermana, familia y amigos.
5
Agradecimientos
Todo sueño digno de vivir vale la pena compartirlo con otros. Jhon Maxwel
Decir que este logro es totalmente mío es un tanto egoísta pues no es así, hay demasiadas
personas implicadas en este sueño que hoy por fin puede materializarse, es por ello que este
espacio es dedicado a reconocer el trabajo de los y las me ayudaron a hacer esto posible.
Quiero antes que nada agradecerle a Dios el don de la vida, la enorme bendición de tener
salud, las oportunidades, las lecciones dadas pues todo eso formó la persona que hoy soy y
actualmente me lleva a cerrar una etapa más en mi vida. Agradezco también el que me haya
llevado a entender que los sueños se quedan sólo en aspiraciones si uno no trabaja por ellos
y los conquista.
Igualmente me bendijo en demasía al darme una familia excepcional que está al pendiente
de mí en todo momento, y que me hace más agradable el camino a recorrer en medio de
circunstancias favorables y no tan optimistas a través de su amor y cuidado. En este proceso
de titulación agradezco me hayan motivado a no desistir y a dar la milla extra para poder
terminar, gracias por alegrarse conmigo y estar al pendiente de cada detalle de este
proyecto.
Papá y mamá gracias por siempre darme lo mejor que tienen, por ayudarme a no
conformarme y a quitarme mis propios límites mentales para hacer las cosas, por creer y
apostar por mí, por confiar en lo que hago, por velar por mis intereses y necesidades, por la
paciencia, el amor y apoyo incondicional. Gracias por la libertad que me dan y por siempre
estar.
“Sisterna” gracias por siempre creer, confiar en mí, por tu amor y apoyo incondicional, por tu
paciencia, por aventarte días y horas escuchando un tema que probablemente no te hace
brincar de emoción, sin embargo, gracias a eso pude concretar muchas veces las ideas y
con eso empezar a formar párrafos y luego capítulos.
La familia no termina en asuntos de genética, pues existen personas que aunque no tengan
la misma sangre o apellido terminan siendo parte de ella. Siguiendo la línea de la lógica ni en
mis más extraños sueños pensé conocerlos, pero fue a través de la fe, de gustos o intereses
en común como estadísticamente tenía que pasar, que hoy son parte fundamental en mi vida
también. Gracias por ser esos amigos que son como hermanos por estar en el día bueno, en
el no tan bueno, por acompañarme en momentos de enfermedad y de salud, por motivarme,
por ayudarme a crecer, por creer en mí, por compartir triunfos y alegrarse conmigo.
6
Por último y no menos importante:
A mi asesor por aceptar orientarme y creer en el proyecto, por el tiempo invertido y dedicado
al trabajo, por la paciencia a lo largo de todo este tiempo en el que iba y venía, por lo que
parecía un “interminable” cambio de tema, por no dudar del trabajo y ayudarme a defenderlo.
No tengo otra palabra que decir más que GRACIAS.
A mis lectoras porque a pesar de tener una agenda muy solicitada e incluso por atravesar
por distintas etapas personales y profesionales aceptaron leerme. Porque no importando su
experiencia y trayectoria se mostraron amables con una estudiante más que está en busca
obtener un título, por dedicarle tiempo, esfuerzo y dedicación a sus comentarios y votos.
GRACIAS Maestras Dolores, Paula y Cristina.
7
INTRODUCCIÓN
“La vida consiste en relaciones, lo demás son detalles.
Todo lo que en realidad importa en la vida se reduce a relaciones.”
Dr. Scott Sticksel
Una de las necesidades básicas del ser humano es la de pertenencia, es por ello que
naturalmente establecemos vínculos y formamos comunidades. Generalmente todo
sujeto está inserto a dos comunidades: la primera es la familia donde se espera
obtenga sus primeras herramientas para enfrentarse socialmente fuera del hogar, por
ejemplo expresar opiniones de manera respetuosa. La segunda comunidad en la que
continuará su formación es la escuela que tiene como finalidad educar, este proceso
incluye dos dimensiones, una de desarrollo individual y otra de adaptación o
socialización (Merino Fernández, 2006).
Aprender formas de relacionarse nos habla de la manera en que debemos participar
y cooperar con los demás, comprender al otro y la preparación para la resolución de
conflictos, todo esto juega un papel fundamental en la formación de personas, de
nuevos ciudadanos y ciudadanas.
Ubicados en el escenario escolar, es posible señalar que uno de los retos más
importantes dentro del salón de clases es la construcción de un ambiente adecuado
para que se genere el aprendizaje y desarrollo de cada estudiante, tomando en
cuenta su individualidad y a su vez la comunidad que está formando. Dentro de ella
existen también dificultades producto de la diversidad humana y de los distintos
intereses de cada uno de sus integrantes; por ello no es gratuita una dosis de
conflictividad “la cual se traduce como un malestar entre el profesorado que
repercute en su práctica educativa, en disgusto entre el alumnado, así como en su
bajo rendimiento académico y en posibles trastornos en el desarrollo social y
afectivo, entre otros” (Ortega y Córdoba, 2008:304).
8
La conflictividad tiene diferentes caras que nos dejan ver desde su lado más simple
hasta el más complejo. No sólo el conflicto, entendido como una contraposición de
intereses, deseos y creencias expresadas en las conductas de las personas
implicadas forma parte de la dinámica escolar cotidiana, también encontramos la
disruptividad que serán todas aquellas actitudes y acciones por parte del alumnado
que tienen como finalidad impedir que el proceso de enseñanza-aprendizaje se lleve
a cabo.
A lo largo de la trayectoria escolar está presente de igual manera la indisciplina que
como es de común conocimiento son comportamientos que rompen los acuerdos de
convivencia previamente establecidos. Igualmente nos enfrentamos a la violencia
escolar “cuyo fenómeno trasciende la mera conducta individual y se convierte en un
proceso interpersonal, porque afecta al menos a dos protagonistas: quien la ejerce y
quien la padece” (Fernández I, 1999:22).
La violencia puede ser considerada una respuesta inmediata ante la desesperación
que se experimenta al no encontrar un camino eficaz que pueda satisfacer
necesidades, de esta forma nos hace actuar diferente a lo que generalmente
haríamos (Monclús, 2005), y si bien, no es un objeto de estudio nuevo, se podría
decir que con el tiempo se han ido modificando las maneras de manifestarse, es un
asunto que nos ha rebasado significativamente, es por ello que surge la necesidad
de comprenderla y tratarla de manera diferente ajustándose a las necesidades
actuales.
Al ser la violencia un reflejo de nuestra sociedad esta se manifestará en cada una de
las esferas donde se desarrolle el ser humano. En este caso el sector de nuestro
interés radica en la escuela, dentro de ella como decíamos anteriormente se
presentan distintos escenarios producto de la conflictividad que en su versión más
simple encontramos aquellos casos que repercuten de manera inmediata la parte
personal en cuanto a su rendimiento académico o laboral.
9
También aquellas situaciones donde existen contraposiciones de intereses, pero
cuando esto se complica da como resultado actitudes que afectan significativamente
el proceso de enseñanza-aprendizaje, como lo son las interrupciones a través de
actitudes que permitan lograr el objetivo ejemplo de ello es la indisciplina, pero esto
no acaba ahí, la situación se lía aún más cuando ya no son hechos aislados sino
forman parte de lo que se conoce como violencia escolar.
Producto de esta violencia escolar es que encontramos un tema particularmente
delicado que ha llamado la atención mediática e intelectual en los últimos años: el
bullying, tema en el que nos enfocaremos dando a conocer su significado,
modalidades, actores y su impacto.
La palabra bullying tiene diferentes formas para referirse a ella, podemos encontrar
que tiene el mismo argumento hablar de hostigamiento o acoso y es válido de
cualquier manera, sin embargo, en México se ha dado a conocer socialmente el tema
a través de medios de comunicación y trabajos de investigación bajo el término de
bullying es por ello que se maneja esta expresión a lo largo del trabajo.
De manera puntual se puede decir que el bullying es un fenómeno grupal que implica
la participación de tres actores principalmente: el o la agresor (a), el o la víctima y el
o la testigo (a); es un tipo de violencia que afecta directamente las relaciones, por tal
motivo es que nos concentraremos en ponerle especial atención al espectador pues
teóricos del tema han llegado a afirmar que sin él difícilmente existiría el acoso ya
que se rompería con una ley fundamental que impera en esta dinámica: el silencio y
la indiferencia por temor a involucrase y ser penalizado por el o la agresor (a).
El presente trabajo de tipo exploratorio está conformado por tres capítulos en los que
se tiene como objetivo describir el fenómeno del bullying de manera grupal, no sólo
en cuanto a alumnos se refiere, sino involucrando a la escuela como institución y
como comunidad educativa.
10
De este modo se hace referencia a la necesidad que existe de analizar la importancia
que tiene el testigo en mantener o disminuir conductas violentas y de acoso así como
de despertar en la comunidad educativa la identificación con este personaje para
que, una vez cumplido lo anterior se pueda dar inicio a la búsqueda de un espacio
educativo libre de hostigamiento.
Dentro del ámbito escolar se ha trabajado constantemente con los y las agresores
(as), con las víctimas a través de programas que van encaminados a la modificación
de conducta y percepción de sí mismos como de su entorno.Si bien, es posible inferir
la importancia del testigo, lo realmente relevante consiste en destacar el trabajo que
se ha empezado a realizar específicamente con ellos y ellas, para modificar la
participación pasiva por una más activa, como una opción contra el bullying.
El bullying es un tema urgente y con vigencia en nuestra sociedad actual,
particularmente en la educación escolar puesto que es en este contexto donde
aparece dicho fenómeno, por lo tanto, el pedagogo puede encontrar una veta de
reflexión y acción que oriente adecuadamente la práctica educativa escolar y de esta
forma, se llegue al ideal de vivir en una cultura de paz, a partir de la resolución
pacífica de conflictos con la pretensión de mejorar el ámbito escolar. Todo esto
conlleva a la construcción de un pensamiento meditado de sus actos gracias a
distintos procesos de enseñanza.
La presente investigación aborda la violencia y diversos programas de acción que se
han elaborado para contrarrestarla, todo ello desde la perspectiva que el pedagogo
tiene ante esta situación. Este profesional de la educación es el encargado de
reflexionar en torno a los procedimientos que son utilizados para poder determinar si
conviene modificarlos y de ser así de qué manera realizarlo, dirigir y orientar la
acción que correspondan a los requerimientos del presente en materia de bullying.
Razón de ello que en este trabajo se recopilan las medidas que se han
implementado para deliberar sobre el impacto social y las modificaciones generadas
en cuanto a pensamiento y acción.
11
El trabajo se encuentra constituido por tres capítulos. En el capítulo uno se abordan
los antecedentes teóricos en cuanto al bullying, su definición, tipos, actores y las
consecuencias que tiene a largo plazo cada uno de ellos al estar inmersos en un
ambiente de acoso.
En el capítulo dos se habla, por un lado, del papel que juega el testigo en el bullying,
las maneras pasivas o activas en las que lo enfrenta, y por el otro, se hace un listado
de acciones que pueden realizar al respecto alumnos, padres de familia o tutores,
maestros y directivos.
El tercer capítulo busca mostrar la importancia de ocuparse del testigo para formar
una actitud responsable y activa en cuanto a situaciones de acoso, también se
mencionan algunas investigaciones o iniciativas puestas en práctica que se centran
en destacar la importancia de trabajar en equipo para buscar generar espacios libres
de violencia.
Las investigaciones que a lo largo del trabajo se presentan se centran principalmente
en la población estudiantil que corresponde a la educación básica.
12
CAPÍTULO I
BULLYING
Planteamiento del problema
En donde existan relaciones sociales surgirá violencia (Imberti, 2001) razón de ello
no nos es extraño hablar del tema en general como tampoco lo será en un plano
escolar. Dentro de la sociedad actual nos encontramos en una lucha constante con la
siguiente ironía: por un lado sabemos que la violencia no es el medio idóneo para la
resolución de conflictos pues existen otras alternativas, sin embargo, es una
conducta que nos da una salida fácil al permitirnos conseguir objetivos establecidos
previamente.
Por mucho tiempo no sólo se ha validado la violencia en nuestro diario vivir, sino que
se ha justificado este tipo de conductas entre el estudiantado argumentando que no
es una situación grave, que ayuda a formar el carácter y que es algo que siempre ha
pasado. Tristemente, para lograr convencernos de lo contrario tiene que pasar algo
realmente grave para poder despertar un sentido de conciencia en nosotros y
cambiar esa mentalidad.
La violencia estudiantil no es más que un reflejo de la incapacidad actual para
resolver situaciones de manera socializada y es la adquisición de patrones de
conducta aprendidos del medio exterior.
El documento Violencia y victimización entre los escolares (2006) realizado por el
Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación en España establece que
para el desarrollo de conductas violentas el mayor exponente lo conforma la
experiencia de maltrato ya sea que la hayan sufrido personalmente o hayan sido
testigos de dichas conductas.
13
Las relaciones entre los estudiantes están llenas de conflictos que tienen una
trayectoria más o menos compleja y una pronta resolución. No es lo mismo ejercer
violencia como respuesta a una situación específica, como por ejemplo una discusión
generada por malos entendidos que puede derivar en una pelea, a diferencia de
burlarse constantemente de la persona, molestarla todo el tiempo, hasta lograr que
se sienta humillada; es entonces cuando el escenario cambia y empezamos a
referirnos a ello con un término diferente: bullying. Esto no quiere decir de ninguna
manera que cualquiera que sea la manifestación de violencia sea justificada, sin
embargo, se toman sólo como referencia estos ejemplos para puntualizar la
diferencia en cuanto al tiempo y a la complejidad de la conducta.
Para que el bullying se manifieste necesita un escenario propicio para ello: tal es el
caso del contexto grupo-aula. Numerosos estudios sitúan el bullying como una
manifestación de las malas relaciones interpersonales entre los alumnos,
investigaciones previamente realizadas llevan a señalar aspectos como la
ascendencia social y en nivel de relaciones sociales en la génesis y mantenimiento
de conductas bullying (Cerezo, Calvo y Sánchez, 2004). Las respuestas activas de
los alumnos estarán directamente relacionadas con el nivel de admiración o empatía
ya sea con el agresor o con la víctima, de esta forma, tienden a generar alianzas, y
ganar simpatía con el agresor o adoptar una actitud protectora hacia la víctima si es
que el status social del alumno le permite estar “a salvo” con ello. Diferente situación
se presenta con las actitudes pasivas, que sin necesariamente quererlo así ayudan a
que la problemática se estabilice y siga creciendo.
Una de las principales investigadoras del tema en España, Rosario Ortega en su libro
Agresividad injustificada, bullying y violencia escolar (2010) explica que a la víctima
le lleva días darse cuenta de lo que está sucediendo, el espacio entre que lo hace y
las acciones en su contra empiezan a estabilizarse. Este es el tiempo necesario para
que el agresor forme un grupo de seguidores provocando la indiferencia de los
demás. Lo anterior es una teoría general para explicar el desarrollo de conductas de
acoso, tal como lo sería la misma definición de esta problemática.
14
Mientras que el uso de apodos, la exclusión, los golpes se consideren un divertido
entretenimiento escolar lo que se favorece es una pérdida de sensibilidad ante lo que
realmente está ocurriendo, facilitando de esta forma que el agresor aumente su
confianza para poder dominar a través del silencio de la víctima y la aprobación de
los demás esto se da por la escasa respuesta activa por parte de los testigos, no
necesariamente por indiferencia, más adelante se explican las razones que los llevan
a actuar de esta forma.
El nivel de crueldad de las conductas, la intención de hacer daño y la debilidad de la
víctima convierte al bullying en un fenómeno de victimización cuya finalidad es robar
la voluntad de la víctima, llevarla al extremo de la vulnerabilidad, donde se sienta
desprotegido, sin esperanza e incapaz de salir de ese círculo de agresión hacia su
persona, mientras que para la o el agresor implica ir adquiriendo poder y
reconocimiento.
El humor cruel no es compatible con la empatía con el prójimo. Cuando el humorismo
se asocia y agrega a la violencia con un sentido de burla en la situación de acoso lo
que consigue es que el niño o la niña testigo(a) se insensibilice ante el dolor de los
demás, lo que da como consecuencia que los espectadores presencien con
aumentada indiferencia los abusos realizados por otros con lo que aumenta la
probabilidad de que resulten impunes y se repitan.
Antecedentes y estudios en torno al bullying
De acuerdo con Ortega (2010) en la década de los 70 en Noruega se comienza a
escribir respecto al tema de conductas intimidantes entre el alumnado a partir del
recurso de la observación como método de investigación. El primero en observar las
conductas de los alumnos en los patios de recreo fue el Doctor sueco Meter Paul
Heinemann en los años correspondientes a 1972 y 1973, esta tarea la continúa el
profesor Dan Olweus con su estudio sobre bullying entre varones preadolescentes
suecos en el periodo que abarca los años de 1973 y 1978.
15
Por su parte Anatol Pikas profundiza en el tema con el primer escrito sobre la forma
de detener el bullying en los años de 1975 y 1976. Cabe mencionar que hoy en día el
“Método Pikas” es uno de los principales recursos en la prevención y tratamiento del
bullying el cual consiste en un programa de trabajo de mediación que involucra al
agresor y a la víctima para mejorar el clima de convivencia entre ellos.
Durante una serie de años los estudios estuvieron encabezados por países Nórdicos
y difícilmente otras partes del mundo conocían del tema. No obstante no porque
estas conductas aun no recibieran un nombre que las pudiera identificar
mundialmente no quiere decir que no se vivieran como un problema de conducta
social. Sin embargo, a finales de la década de los 80 y principios de los 90 el
fenómeno del acoso entre escolares generó asombro y esto llevó a países como
Japón, Inglaterra, Países Bajos, Estados Unidos y Australia a realizar estudios con
esta temática.
En Finlandia destaca el profesor Kjersti Lagerspetz que junto con sus colegas
iniciaron una sólida tradición de investigación (1982) que en tiempos más actuales
(2005) la profesora Cristina Salmivalli retomaría su legado para trabajar en ello.
En 1987 El Consejo de Europa acogió el primer congreso internacional sobre el
bullying, que se organizó en Stavanger, Noruega. Este evento naturalmente fue muy
importante para difundir el interés y desarrollar la competencia en Europa Occidental.
Actualmente hay una importante producción en investigación internacional respecto
al tema en donde podemos encontrar a los siguientes autores por mencionar
algunos: en la región Iberoamericana Miriam Abramovay, en Brasil Alfredo Furlán,
Rosario Ortega en España; Peter K. Smith en Inglaterra; en Asia destacan, entre
otros, los trabajos de Johi y Morita y de Mitsuri Taki. En México contamos con
estudios realizados por Sylvia Ortega, Paloma Cobo, Trixia Valle entre otros.
16
Definición y características del bullying
La violencia y el bullying tienen como común denominador la presencia de tres
actores principales: el agresor, la víctima y los testigos. Este trabajo pretende darle
un lugar importante a los testigos, actores que poco se mencionan y se les toma en
cuenta.
Se define bullying como “un proceso prolongado que desgasta psicológica y
moralmente a quienes se ven afectados y deteriora el clima de convivencia necesario
para el buen desempeño de la actividad escolar” (Elliott, 2008:22).
Marano menciona cinco características primordiales con las que podemos identificar
conductas de tipo bullying. La primera de ellas hace referencia a que debe tratarse
de una acción agresiva e intencionalmente dañina, manifestarse de forma repetitiva,
darse en una relación en la que existe un desequilibrio de poder, sin provocación de
la víctima y como consecuencia se genera un daño emocional (Calvo,2007).
Siguiendo esta línea explicaremos a detalle estos indicadores añadiendo otros
encontrados por la investigadora mexicana Paloma Cobo. Hablaremos de bullying
cuando:
Exista una conducta violenta que tenga como principal característica ser
premeditada, repetitiva, con una intensidad más alta de lo normal y la clara intención
de dañar. Se tiene que dar entre pares, es decir, tiene que haber una similitud de
edades entre el agresor y la víctima, sin embargo existe una desigualdad de
condiciones entre ellos debido a que el agresor cuenta con un concepto de
autoimagen superior a la víctima y esta última, debido a la incapacidad de
defenderse se encontrará en una posición más vulnerable, facilitando así una
relación de dominio-sumisión.
Esto provoca un daño emocional, dejando serias consecuencias para los
involucrados si es que no reciben atención, entre las que encontramos para el
agresor dificultad para establecer relaciones sanas, el desarrollo de una
17
personalidad agresiva y una fuerte tendencia a cometer conductas antisociales o
delictivas. En el caso de la víctima disminuye su rendimiento escolar, el deterioro de
su autoestima provocará en ella una personalidad insegura con dificultades para
socializar, una fuerte tendencia a la depresión y ansiedad que en casos extremos
llegan al suicidio. Los testigos desarrollan un carácter pasivo ante situaciones de
injusticia así como una desensibilización ante episodios de violencia.
Dos aspectos que son importantes también considerar son que dentro de esta
dinámica dominio-sumisión la elección de la víctima no es aleatoria los participantes
se conocen entre ellos previamente, dichas conductas se presentan ante un
público, es decir, los testigos y rara vez son denunciadas ya sea por la misma
víctima o por los testigos por miedo (Cobo, 2008).
Una intervención completa para tratar la problemática del acoso requiere el apoyo de
distintas disciplinas, tal es el caso de la psicología, que será la encargada de
determinar cuándo las conductas comienzan a ser dañinas, también establecer el
daño emocional que sufren los alumnos al estar en contacto con este nivel de
violencia, esto se determinará haciendo uso de distintas herramientas dependiendo
del enfoque clínico que estos profesionales tengan.
Es importante destacar que no solo las conductas creídas como hostigantes
fomentan que se generen agresores en potencia, otro factor importante a considerar
es la ausencia de castigo que a su vez permite que permanezca el bullying.
Niveles de alcance del bullying
Los trabajos de observación y teorización continuaron en Europa específicamente en
el Reino Unido de 1984 a 1986. La organización Kidscape a través de una
investigación pionera con el objetivo de conocer los alcances de intimidación entre
los escolares se realiza una encuesta en una población de alrededor de 4000 niños
en edades entre 5 y 16 años dando a conocer los siguientes resultados:
18
“68% de los niños había sido víctima de acoso por lo menos una vez, 38%, por lo
menos dos veces o había experimentado algún incidente especialmente malo; 0.5%
de los estudiantes respondió que habían escapado o negado a ir a la escuela,
haberse enfermado de manera crónica y que las intimidaciones afectaron su vida
hasta el punto de intentar suicidarse” (Elliott, 2008:40).
Las estadísticas nos indican que existe una fuerte exposición a la dinámica bullying
por parte de los alumnos, así como que no es una cuestión que se limite a algún
territorio nacional específico. Es entonces cuando nos ponemos a pensar que el
bullying no hace distinción de personas ni por género, ni por edad, ni por escolaridad,
mucho menos por status social, es una problemática que va desde los niveles
básicos de la educación formal hasta niveles de educación media, interviniendo en el
proceso de desarrollo normal del estudiante, dejando consecuencias para toda la
vida.
En esta manifestación de intimidación todos los estudiantes tienen la misma
probabilidad de verse inmersos en dicho problema jugando alguno de los roles antes
mencionados, nadie está exento a ello, una vez que empieza la intimidación lo más
probable es que ésta se prolongue en tiempo y espacio llevando a la víctima a perder
esperanza y voluntad a lo que se le denomina victimización (Ortega, 2010).
Las investigaciones realizadas en torno a la edad en donde disminuye
considerablemente la problemática, indican que en la adolescencia el proceso de
intimidación está en la cúspide, pero disminuye a lo largo de la enseñanza
secundaria. Mientras en los hombres la intimidación se produce por amenazas y
golpes, en las mujeres se da a través de la manipulación (Sullivan, 2005). Algunas de
las formas en que un alumno puede ser intimidado es a través de lo físico (golpes)
así como de lo no físico (amenazas por medio de gesticulaciones) y verbal por medio
de amenazas.
19
Esta dinámica de bullying tendrá como premisa central el desequilibrio de poder
siendo esto una garantía para el agresor, esto se debe a que la víctima se aísla lo
que garantiza su silencio y de esta forma el agresor no será descubierto. Según los
datos recuperados, algunas de las razones por las cuales una persona intimidada no
explica lo que le ocurre son: porque tiene miedo, temen futuros castigos, daños y
llegar a ser más victimizados, piensan que con el silencio se ganarán a su acosador.
Por otro lado no creen que los profesores de la escuela puedan o vayan a hacer
nada para detener el acoso del que son víctimas, no quieren preocupar a sus padres;
tienen miedo de que si sus padres lo explican a las autoridades escolares el acoso
aún sea peor; delatar a los compañeros está muy mal visto, creen que, de alguna
manera, tienen la culpa de lo que les ocurre. Existe también entre los niños el mito de
que por un lado pedir ayuda implica debilidad de su masculinidad y por el otro se
mira como práctica femenina no masculina.
Debemos recordar que el bullying es un tipo de violencia escolar, si analizamos de
manera puntual a la víctima, será un factor clave que puede pasar por distintos
momentos durante la trayectoria escolar. Cuando es el objetivo en quien se
despliega una conducta que implica el uso y abuso de fuerza, se dice que está
siendo agredida, difícilmente tiene las herramientas necesarias para defenderse o
salir de esa situación, sin embargo, estas conductas no permanecen en un tiempo
prolongado hacia su persona; diferente es el caso en que estas conductas se repiten
a su persona y se perpetúen con el tiempo es entonces cuando son hostigados, lo
cual dificulta aún más que sepan cómo defenderse o pedir ayuda, con el tiempo irán
perdiendo toda esperanza, confianza en sí mismos lo que les llevará a ceder su
voluntad, esto se conoce como victimización, que es uno de los objetivos del bullying.
20
Tipología de Bullying
De acuerdo con Harris (Harris, 2006:19) podemos encontrar dos grandes categorías:
acoso directo e indirecto.
Acoso directo Acoso indirecto
Provocaciones, burlas Influir en otros para que provoquen o se
burlen
Apodos Influir en otros para que usen los
apodos
Crítica verbal injusta Influir en otros para que critiquen
injustamente
Gestos de amenaza u obscenos Extender rumores sobre otras personas
Miradas amenazantes Hacer llamadas telefónicas anónimas
Golpes Ignorar a los otros intencionadamente
Uso de un arma o amenaza de usarla Influir en los otros para que hagan daño
físico a alguien
Robar o esconder las pertenencias de
otra persona
Excluir a otros a propósito
Fuente: Harris Sandra. Petrie Garth F. El acoso en la escuela. Los agresores, las
víctimas y los espectadores.
También de acuerdo a Cobo (2008) podemos clasificar más detalladamente estas
conductas de acoso de la siguiente manera: bullying físico, psicológico (verbal),
social, gesticular, cyberbullying.
Bullying físico.
Esta categoría tiene dos formas de manifestarse una forma directa y una indirecta.
21
La forma directa es visualmente más evidente; se trata de acciones sobre el cuerpo
físico, que en la mayoría de los casos deja huellas corporales. Ejemplo de ello son
los golpes, empujones, patadas, jaloneos, amenazas con armas o formas de
encierro. Estadísticamente se dice que los hombres presentan un mayor índice de
participación en este tipo de violencia aunque eso no significa que las mujeres
queden exentas a reproducir este tipo de conductas.
En la forma indirecta las “huellas” no serán corporales pues no atentan directamente
contra la persona física sino con sus pertenencias; son aquellas acciones que
parecieran parte de un juego entre los mismos alumnos tales como esconder
pertenencias, robar, romper y mutilar cosas.
Bullying psicológico, verbal.
El impacto de estas acciones recae en la parte psicológica, que trasgrede
directamente contra la autoestima de los estudiantes al aumentar la ansiedad e
inseguridad personal que los lleva al límite. También se puede clasificar en directo e
indirecto.
En la forma directa encontramos todo tipo de apodos para referirse a la persona,
insultos, amenazas, expresiones de carácter racial o sexista con el propósito de
discriminar; en tanto que el indirecto se hace referencia a hablar mal de alguien,
difundir “chismes”, generar rumores o propagar difamaciones. Este tipo de acoso
tiene un índice más alto en las mujeres que en los hombres (Figueroa, 2009).
Bullying Social.
Se traduce como exclusión social cuyo principal objetivo es aislar socialmente a la
persona agredida a través de ignorarla, difamarla o simplemente no dejándola
participar en alguna actividad.
22
Bullying mixto (físico y verbal).
Consiste en obligar a la víctima a hacer cosas bajo amenazas o chantajes, o un
acoso sexual; también se puede presentar como amenazas o críticas que agudizan
la señalización de rasgos o limitaciones físicas.
Bullying gesticular.
Dentro de esta categoría encontraremos: miradas amenazantes o señas que
generalmente se presentan incluso aún en presencia de un adulto, cuando éste no
mira, lo que da como consecuencia que el agresor cobre más autoridad sobre la
víctima al no ser sorprendido y en la víctima genera una situación de mayor angustia
e inseguridad.
Cyberbullying.
Supone el uso de difusión de información lesiva o difamatoria en formato electrónico
a través de medios de comunicación como el correo electrónico, la mensajería
instantánea, las redes sociales, la mensajería de texto a través de teléfonos o
dispositivos móviles o la publicación de vídeos y fotografías en plataformas
electrónicas de difusión de contenidos.
Contexto del bullying
Es importante considerar que uno de los fundamentos importantes para que
permanezcan las actitudes intimidantes es el hacer que los hechos no se conozcan
por los adultos o las personas del entorno, es así que se darán en lugares y
momentos en los que ellos no estén presentes, en cualquier espacio que no esté
vigilado como pueden ser los pasillos, salones, descansos, patio, canchas, cuartos
cerrados o baños.
23
La autora Milagros F. Campos (2013) complementa la información diciendo que se
ha reportado que el bullying de tipo físico se presenta con más frecuencia en los
baños en tanto que el psicológico se da tanto dentro como fuera del salón, en tres
momentos específicos entrada, descanso y salida.
Personajes y consecuencias.
Existen tres actores principales que participan en la dinámica del bullying: agresor,
víctima y testigo o espectador.
Las siguientes definiciones, tipologías, y características que a continuación se
mencionan fueron recopiladas de los trabajos de investigación de los siguientes
autores: Cobo (2008), Elliott (2008), Gómez, Harris, Herrera y Moya (2006).
A) ¿Quién es el agresor?
Se considera agresor a quien pone por acción conductas violentas, con la intención
de intimidar, molestar y agredir a otro compañero.
Características del agresor:
A simple vista dan la impresión de ser seguros de sí mismos aunque la realidad es
que son inseguros de su persona y contexto debido a situaciones que les ha tocado
vivir, como es el hecho de crecer en un entorno donde la violencia está presente, lo
que no solo causa efectos negativos en sus emociones y ánimo también se
reproduce en patrones de conductas violentas y de abuso de poder.
Encuentran en esos efectos negativos la motivación para buscar que alguien más
sufra lo que han experimentado, rechazan cualquier tipo de actitud que pueda
traducirse en debilidad por lo que tienden a descargar esa agresión contra aquellos a
quienes percibe de esa manera.
Han sufrido muchas situaciones de inestabilidad en su vida, como cambios de casa,
de escuela, divorcio o separación de padres, pérdidas de amigos, etc.
24
Su personalidad se caracteriza por ser impulsiva careciendo de autorregulación,
tienen poca tolerancia a la frustración y un nivel casi nulo de empatía con los demás,
lo que se traduce en una necesidad de dominar a otros. Tienen deficiencias en las
habilidades sociales para comunicarse y negociar sus deseos, por lo que realizan
cualquier tipo de acto violento para llamar la atención, y de esta manera, poder ser
admirados y reconocidos. Suelen ser más grandes y fuertes físicamente que los
demás, lo que contribuye a que se fomente en ellos una identidad de poder o
superioridad.
No asumen con responsabilidad las consecuencias de sus actos, prefieren culpar a
alguien más de ello, son poco cooperativos para desarrollar trabajos colectivos pues
manejan altos niveles de hostilidad que hace que se interprete con los otros como
fuente de conflicto y agresión hacia su propia persona, también tienen dificultades
para adaptarse académicamente.
¿El porqué de sus actitudes?
El ambiente en el que se desarrolla sea familiar, social o escolar es un factor que
fomenta las conductas agresivas que manifiesta, la influencia de los medios de
comunicación, los constantes cambios que le crean inestabilidad, enfermedades,
hospitalizaciones pueden ocasionar cambios inesperados en su conducta.
Su conducta agresiva pudiera ser respuesta en defensa propia ante situaciones que
lo hacen sentir mal y de las cuales no puede escapar o bien es la repetición de un
patrón de conducta con el que ha crecido, mismo, que refleja abuso de poder o
fuerza para conseguir las metas deseadas.
Generalmente no cuentan con una guía parental ya que su familia suele carecer de
unidad, donde los valores y la expresión de sentimientos no son una prioridad. Por
otro lado se deberá tomar en cuenta también los ambientes escolares y sus prácticas
de ocultamiento y “tolerancia” que han fomentado este tipo de conductas y que son
muchas de las veces proyección del entorno social dentro de la escuela.
25
Consecuencias para el agresor
Mantener un patrón de conductas agresivas y de abuso de poder, con el paso del
tiempo se traducirá en problemas de tipo personal y social que incluye tener una
adaptación psicosocial deficiente con relaciones inestables; ser propensos a tener
algún tipo de adicción o depresión así como más probabilidades de presentar
características antisociales incluso de tipo psicopático que pueden desembocar en
situaciones violentas y criminales.
B) ¿Quién es la víctima?
Es aquella persona que recibe agresiones e intimidaciones por parte de quien ejerce
violencia y que la mayoría de las veces limitaciones personales, pero también
condiciones externas no le permiten salir delante de manera más rápida y exitosa.
Características de la víctima:
Dentro de los rasgos de personalidad encontramos que son personas calladas,
débiles, que no saben defenderse de ataques, inseguras, ansiosas, sensibles,
tranquilas y tímidas con una versión distorsionada de sí mismas, lo cual refiere
problemas de autoestima y dificultad para adaptarse socialmente por lo que tienen
pocos amigos.
Tienden a desarrollar una fuerte dependencia hacia su agresor, volviéndose, en
ocasiones una obsesión el ser aceptado por él, lo cual tiene que ver con la
importancia y la valoración que el entorno escolar tienen del agresor como persona
poderosa y reconocida.
Existen situaciones que los sitúan en un estado de vulnerabilidad alta frente a los
demás; generalmente tienen alguna característica física que los diferencia
significativamente respecto al grupo en general, pueden ser más altos o bajos, usar
anteojos o tener una malformación física visible; así como tener un nivel socio
26
económico, religión, identidad sexual o raza diferente ó simplemente ser identificados
como frágiles emocional y anímicamente.
Para toda regla existe una excepción y este es el caso, también pueden ser aquellas
personas que no cuentan con alguna diferencia física o que no presentan conductas
que pudieran hacerlos parecer vulnerables, simplemente suscitan este tipo de
conductas por celos.
La situación familiar en la que viven presenta de igual forma dificultades en las
relaciones, la armonía es frágil o ausente; o por el contrario tienen padres sobre
protectores lo que da como resultado hijos dependientes.
Reacciones frecuentes en las víctimas:
Tienden a guardarse el problema para sí, sufriendo en silencio pues se niegan a
contar lo que les está sucediendo, se ausentan del colegio, mienten a los profesores,
evitan los recreos y determinados espacios de encuentro; fingen estar enfermos,
tienen pesadillas, aparecen miedos y temores acompañados de componentes
orgánicos como pérdida del apetito, tensión, inquietud, irritabilidad, colitis a causa de
nervios.
Viven bajo la sombra de la desconfianza con sentimientos de impotencia, pesimismo,
tristeza, se vuelven retraídos y en ocasiones empiezan a tartamudear. Cambian de
ruta para llegar a la escuela o casa, continuamente regresan de la escuela con
golpes, rasguños o cortadas sin tener una explicación conveniente para ello, con la
ropa o los útiles destruidos, aparentemente pierden cosas aunque la realidad es que
se las han quitado, llegan hambrientos porque alguien les quitó la comida o el dinero.
El grado de insatisfacción escolar está relacionado con el grado en que son
acosados física y psicológicamente, se culpan por no saber defenderse lo que en
ocasiones genera pensamientos o intentos suicidas.
27
Consecuencias para la víctima
Son de diferente tipo, son más propensos a abandonar la escuela, aparecen
tensiones y posibles síntomas somáticos como vómitos mañaneros, dolores de
estómago, diarreas inmotivadas, se niegan obstinadamente a ir a la escuela.
Presentan síntomas de inestabilidad, tensión y estrés. En su vida adulta su vida está
propensa a ser marcada por la violencia y en general por relaciones disfuncionales.
Los acosadores-víctimas son quienes muestran una adaptación social y emocional
más deficiente y una conducta más problemática, pues sienten la necesidad de
tomar represalias; su condición física a veces es pobre, y pese a ello dirigen sus
ataques contra alumnos físicamente más débiles.
C) ¿Quién es el testigo?
Son aquellas personas que observan y están presentes ante situaciones de agresión,
acoso, abuso, intimidación o dominación. Cuando somos partícipes de una acción
violenta sin hacer nada, o simplemente callamos nos convertimos en cómplices; la
necesidad de sobrevivencia dentro de un salón de clase justifica el estandarte del
silencio, generando que esta situación vaya en aumento.
Los testigos no tienen características específicas sin embargo, dependiendo de los
sentimientos que genere dicho acto violento en ellos pueden inclinarse hacia la
víctima o el agresor (Cobo, 2008); también tenemos el caso de quienes disfrutan de
tales prácticas por simple morbo. Al estar en constante exposición ante la violencia,
existe la posibilidad de que se acostumbren a vivir en esos entornos y llegar a
disfrutarlos, o en su defecto experimentan sensaciones de impotencia y miedo ante
la posibilidad de ser la próxima víctima.
Esta sensación de miedo da como resultado que no se involucren para ser parte de
la solución, de esta manera se convierten en cómplices del agresor lo cual les genera
culpabilidad, al respecto Rosario Ortega (2011) afirma en una entrevista que el 85%
de los escolares saben decir quién está maltratando a quién, pero le tienen tanto
28
miedo al agresor que no lo dicen lo que significa que todos en el salón saben de las
conductas pero nadie se atreve a hacer algo.
Tipos de testigos
Activos: los que disfrutan que alguien más acose a otra persona pero también
ayudan de manera activa al agresor a lograrlo.
Pasivos: los que refuerzan las conductas de manera indirecta a través de sonrisas o
muestras de atención.
Pro-sociales: los que hacen algo para ayudar a la víctima.
Espectadores: los que observan la situación sin tomar partido ni del agresor ni de la
víctima.
Consecuencias para el testigo
Los espectadores hablan de un sentimiento de impotencia, sufren de una pérdida de
auto respeto, confianza en sí mismos y se desensibilizan ante la conducta del
agresor.
Cobo (2008) menciona que las conductas intimidantes que se dan a nivel grupal no
son estáticas, se pueden jugar dos o tres papeles al mismo tiempo dentro de la
dinámica bullying. Es decir, dependiendo de los diferentes ambientes en los que se
puede relacionar el niño (a), en algunas ocasiones puede ser víctima y en otras
agresor.
La problemática se torna compleja cuando el chantaje que el agresor hace sobre el
grupo provoca que aquél que se salga de la línea que él dicta, se vuelva susceptible
de convertirse en el siguiente abrumado.
29
En cuestión de testigos, dependiendo de la empatía que genera ya sea con el
agresor o con la víctima, se convertirá en el siguiente agresor o la siguiente víctima,
he aquí en donde radica la necesidad de tomar en cuenta esta población ha pasado
casi desapercibido, y pocas veces le damos el valor para trabajar en posibilitar la
resolución y disminución de conductas bullying.
30
CAPÍTULO II
EL TESTIGO
Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor.
Desmond Tutu
Anteriormente se trabajó con la definición del término bullying, las creencias erróneas
que se tienen al respecto, así como los rasgos de personalidad para el agresor y la
víctima. Hablar de un perfil del testigo no es tarea fácil, la realidad es que muy poco
se ha trabajado al respecto o muy poco se conoce. Escasos son los textos
encontrados que abordan el tema del testigo de manera literal como parte del
conflicto, y todavía menos los que hablan de posibles estrategias de intervención
para solucionar dichas dinámicas.
Nos parece importante destacar esta vez la importancia del testigo ya que si bien es
cierto el término se maneja, tenemos una nueva pregunta que es la base de este
trabajo de investigación: ¿El ‘testigo’, sabe que es testigo? Es decir, ¿está
consciente de su papel dentro de la dinámica del bullying?
Es muy sencillo identificar en la génesis de un conflicto y su desarrollo quien tiene
ese perfil o tendencia a ser el que intimida o es intimidado no generando así ningún
problema para saber nombrarlo, es más, los mismos actores del conflicto se saben
identificar y dar ese nombre, de ahí que con alarde el abusón goce de saberse
dominante; por otro lado, tenemos al blanco de ese abuso que con vergüenza,
decaimiento y sin temor a reconocerlo personalmente lo hace, distinto es que lo
exprese verbalmente haciéndole saber a alguien el sufrimiento y agonía que lleva
cargando por mucho tiempo.
Puede uno ser invitado a un salón de clases a dar algún taller y es casi seguro que el
grupo se encargará de hacer notar quién es quién dentro de esa sociedad que han
31
formado siendo un grupo; puedes impartir clases como docente y sin problema
identificar a estos dos personajes, hacer observaciones, llevar un registro e incluso
en el mejor de los casos, proponer soluciones y dar por terminado el problema.
¿Y el testigo? Los niños, la comunidad educativa y la escuela como institución saben
reconocer en los demás un papel de dominio/sumisión en esta problemática, pero
¿pueden reconocer, identificar y nombrarse como un personaje dentro de este
fenómeno?
Si tomamos una postura en donde resaltamos la necesidad de entender al testigo
como consecuencia de ello nos vemos en la necesidad de responder lo que en
términos de acción se espera de ellos.
En este capítulo se retomarán las intervenciones realizadas por autores como
Michelle Elliott (2008), Rosario Ortega (2008), Linda Frost (2008), Fuensanta Cerezo
(2009), entre otros; que abordan el tema desde los diferentes actores de una
comunidad educativa y al juntarlos y le dan voz a dichos trabajos con el interés de
mirar y entender de una nueva manera el bullying dándonos y reconociendo el
nombre que llevamos puesto: el de testigo.
Hablamos entonces del testigo bajo el esquema: alumno, maestros y comunidad
educativa, retomando a los autores previamente mencionados sumado a propuestas
realizadas en Chile y en México como posibles maneras de asumir responsabilidades
y, de esta forma, analizar la problemática con un panorama más completo.
Los objetivos del bullying
La violencia interpersonal se ha justificado en muchas ocasiones a lo largo del
tiempo haciéndolo ver como una conducta que es necesaria e innegable en el
desarrollo y formación del carácter de los niños y las niñas, como personas en
proceso de desarrollo. Al ser aceptada esta conducta a nivel social es comprensible
que los alumnos las reproduzcan a donde quiera que se encuentren pues han
aprendido que les sirve como escalón para obtener respeto, admiración y poder.
32
El bullying persigue objetivos y metas específicas. Se mueve por una razón personal
que no es otra cosa que la necesidad de ser reconocidos dentro del grupo en el que
están inmersos así como por una razón social que es mantener ese estatus siendo
los integrantes del grupo quienes lo determinan, aceptan, legitiman y reproducen.
Para que exista bullying se necesita de personas que se enteren de los hechos para
poder cumplir con la razón personal; es innegable que todo acto de intimidación
atraiga la atención de las personas, sin embargo, lo más probable es que los ataques
comiencen cuando un grupo de compañeros ya está en el lugar de los hechos.
Sus consecuencias no se limitan al nivel personal, también afectan de manera grupal
a todos aquellos que se ven envueltos en el problema. El clima afectivo del grupo
sufre una pérdida de actitudes pro-sociales y favorece, a su vez, la falta de
consideración a los demás, acostumbrándose también al ambiente en el que se
encuentran. Si se entiende como un fenómeno grupal para comprender los niveles
de alcance que se tiene es necesario que se analicen las relaciones sociales entre
los y las integrantes de la comunidad escolar.
La importancia del testigo
Tradicionalmente en las investigaciones de acoso escolar, los escolares se han clasificado como agresores, víctimas y espectadores. El análisis de Salmivalli, ofrece una muestra clara de esta tipología, identificando, a través del estudio, que no sólo los acosadores y sus víctimas influyen en el acoso escolar, sino también otros compañeros de la clase debido a sus acciones o ausencia de ellas. De acuerdo con este estudio, el 87% de los escolares ha asumido uno de los diferentes roles que existen en el acoso escolar, ya que existen los que establecen alianza con los agresores y se convierten en sus asistentes o secuaces, hay otros que se alinean con las víctimas y tratan de defenderlas, y por último están los testigos o mirones. Sin embargo, la evidencia empírica de otras investigaciones ha demostrado que los papeles de agresor, víctima y espectador permanecen uno o dos años. Actualmente existe evidencia empírica que señala que los tipos de estudiantes involucrados en la violencia escolar son: agresor puro, víctima pura, espectador y otro tipo de estudiante que participa con un doble rol: víctima/ bully. Identifican a un estudiante más: el alumno neutral, definido como el que no se involucra en situaciones de acoso escolar o bullying (Citado en Mendoza, 2011).
33
En resumen ya sea a través de acciones, reacciones o indiferencia se determina el
clima escolar que tendrá cada institución educativa, ayudando a favorecer y
mantener conductas bullying.
A partir de esto es necesario aclarar que este grupo denominado testigos no sólo se
conforma por los propios alumnos sino por toda persona que forma parte de la
construcción de dicha comunidad educativa: maestros, directivos, incluso padres de
familia, esto no importando el nivel educativo en donde se presente el bullying, para
efectos de la presente investigación será en el sector de educación básica.
Para este trabajo se toma como referencia el artículo “Maltrato entre pares o
“bullying”. Una visión actual”. Pues es uno de los pocos que considera la importancia
del testigo y no sólo eso sino que lo mantiene presente a la hora de proponer
estrategias de intervención.
En este texto (Trauttman, 2008,13-14) clasifica a los testigos de acuerdo a su postura
en:
Directos: quienes presencian los hechos.
Indirectos: personal, autoridades del colegio, familia y sociedad entera.
Sin embargo sea directo o indirecto este puede tomar una de las siguientes posturas
ante el acoso, llega a ser:
Ayudante o reforzador del agresor a través de la aceptación de una asimetría
de poder y violencia.
Espectador pasivo cuando elude o evita la situación sin incriminarse en la
conflictiva.
Defensor de la víctima cuando abandona el papel de observador haciéndole
frente al agresor. Con esto se establece que es necesario compartir, y no sólo
34
comprender, el sentimiento de la otra persona (el compañero victimizado) para
que se genere la conducta.
Por otro lado, Avilés Martínez (2006) hace hincapié en la necesidad de que se valore
el significado que los sujetos que participan en la situación le dan a estos hechos, la
manera en que comprenden e integran las emociones que les provocan, igualmente
diferenciar los perfiles de los sujetos implicados para poder tener claridad y orientar
las posibles intervenciones a futuro.
Testigo: alumno
Porcentajes
Retomando la información del artículo Maltrato entre pares o “bullying”. Una visión
actual se comenta que los testigos forman la audiencia principal que necesita el
agresor para acentuar el poder que recae en él para conseguir inhibir o estimular las
conductas agresivas son los testigos, en cuanto a porcentajes se refiere tenemos
que:
Los testigos son entre el 60% y 70% del universo restante de los alumnos es por ello
que se hace necesario el establecimiento de programas de prevención en donde los
testigos tengan un rol preventivo, dado el porcentaje significativo que representan.
De acuerdo con Trautmann (2008:15) el 30% de los testigos “intentó ayudar a la
víctima”, mientras que el 70% no intentó intervenir. Desglosada la cifra, el 40% no
hizo nada porque “no era de su incumbencia”, y el 30% no ayudó aunque “sintieron
que deberían hacerlo”, probablemente por temor a ser víctimas. Hay una intención
que no se traduce en conducta, lo que podría ser modificado.
Fuensanta Cerezo (2009) menciona que de acuerdo a observaciones realizadas y
tomando en cuenta el total de alumnos queda muy claro el porcentaje tan alto que les
corresponde a la categoría de neutral, ya que sumando en porcentajes lo
correspondiente al bully, a la víctima, víctima pasiva, dan un total bajo comparado
con la población total observada.
35
Es notorio que a mayor edad sube el porcentaje relativo al bully siendo así que
cuando se llega a la edad de 13 es la mitad de la población a la que pertenece esta
categoría (Ver tabla 1)
Tabla 1. Educación primaria. Muestra aleatoria de centros públicos y privados
concertados. Curso 2006, distribución por edades.
Edad Neutral Bully Víctima Víctima-P1 Total N2
6 84 8 4 4 50
7 79,9 8,6 5,8 5,8 139
8 76 7,4 9,9 6,6 121
9 78,5 10,8 7,7 3,1 65
10 67,9 12,8 15,4 3,8 78
11 82,8 9,4 7,8 - 64
12 73,9 21,7 - 4,3 23
13 - 50 25 25 4
Total % 77 10,1 8,3 4,6 544
Tabla 3. Educación primaria. Muestra aleatoria de centros públicos y privados
concertados. Curso 2006, distribución por sexo.3
Sexo Neutral Bully Víctima Víctima-P Total N
Hombre 67,6 18,3 7,7 6,3 284
Mujer 87,3 1,2 8,8 2,7 260
Total % 77 10,1 8,3 4,6 544
Fuente: Fuensanta Cerezo. Bullying: análisis de la situación en las aulas españolas. 2009.4
1 Víctima Pasiva 2 Total Neutral 3 La tabla 2 no se muestra debido a que se pretende enfatizar en educación primaria y la tabla dos
contiene otros datos estadísticos. 4 Las tablas 1 y 3 corresponden a un estudio aplicado a población española.
36
En esta tabla distribuida por género podemos observar que hay una tendencia en las
mujeres a ser las que menos intervienen en casos de violencia y con un porcentaje
un poco menor los hombres son más activos en ese sentido.
Cuando los testigos consideran que se trata de algo divertido y no como algo que
produce sufrimiento en alguien más, se generan ciertos factores que los ponen lejos
de la posibilidad de poder intervenir posteriormente como es que se insensibilice ante
el dolor de los demás, considerándolo en un futuro como algo normal, en
consecuencia de ello aumenta la probabilidad que estas acciones resulten impunes y
se repitan. La agresión entonces se valora como respetable, reforzando el
individualismo.
Formas en las que toma partido un testigo
Retomando nuevamente a Trautmann encontramos que la intervención del testigo
deberá ser tomada en cuenta dentro de los programas que trabaja la toma de
conciencia para hacer de la escuela un lugar seguro.
También se enfatiza la idea de que existen pocas acciones específicas para orientar
al testigo, sin embargo existen razones para entender el por qué actúa como lo hace,
afirmando que su rol es fuertemente significativo pues en ellos recae el poder de
favorecer o disminuir el acoso esto es afirmado por Christina Salmivalli y Kätlin Peets
(2008) en su texto El contexto diático del bullying escolar en Agresividad Injustificada,
bullying y violencia escolar (Ortega, 2008).
Dentro de los diferentes roles que los niños pueden tomar parte en el momento del
abuso se encontró a través de diversas investigaciones por los autores anteriormente
citados que muchos de ellos en lugar de apoyar a la víctima, debido a las actitudes
mostradas favorecían y mantenían el bullying. Aunque para muchos niños no
necesariamente les sean de agrado los agresores de manera personal, si los
consideran populares y poderosos.
37
Ante una conducta bullying los niños pueden tomar cualquiera de las siguientes
actitudes:
Refuerzo de la conducta a través de las risas o muestras de ánimo al agresor.
Conflicto e incomodidad pues a pesar de no estar de acuerdo con la
intimidación rara vez intervienen pues desconocen la manera en la que
pueden hacerlo.
Miedo a ser la próxima víctima.
Evitan o eluden la situación sin tener parte en el conflicto en cuestión.
Juvonen y Galvan (Ortega, 2008) establecieron dos motivos por los que los niños no
toman partido para ayudar a sus compañeros víctimas de abuso.
Tenemos por un lado el deseo de mejorar su propio estatus social, saben de
antemano que estar de lado de la víctima no es el camino que los llevará a alcanzar
su meta entonces optan por intentar parecerse a la persona que tiene poder es decir
el agresor.
Como siguiente punto tenemos la autoprotección. Esta idea a simple vista podría
interpretarse como una falta de compasión hacia sus compañeros, aunque en
realidad es la idea más inteligente que tienen para no salir heridos al no contar con
herramientas que los convenzan de lo contrario.
Nishina y Juvonen (En Agresividad Injustificada, bullying y violencia escolar, por
Ortega, 2008) demostraron que el hecho de presenciar conductas de intimidación
como testigos está relacionado con mayores niveles de ansiedad diaria, en casos de
niños de 11 años.
“El papel que los niños adoptan en una situación de bullying también podría
depender de su relación personal con el agresor o con la víctima. En cambio los
38
niños que son amigos de la víctima pueden ser más proclives a apoyarla” (Ortega,
2008:89).
El ambiente escolar es un factor sumamente importante en el desarrollo de
conductas defensoras o reforzadoras, esto se entiende por las normas internas que
se establecen y desarrollan en cada clase, si la mayoría de los niños piensan que la
intimidación y abuso son conductas normativas existe una mayor probabilidad de que
se pongan del lado del agresor en vez de ayudar a la víctima (Salmivalli y Voeten,
2004).
Áreas de oportunidad en el testigo
A propósito de este subtema los estudios son relativamente recientes. Caravita y
otros (Ortega, 2008) mencionan algunos motivos que pueden llevar a defender a un
compañero, por ejemplo:
Empatía afectiva que se traduce como la capacidad de sentir de forma
indirecta el estado emocional de otra persona. Incrementa la probabilidad de
defender a la víctima.
Los niños que piensan que es una tarea sencilla defender a la víctima tienen más
probabilidades de hacerlo en comparación con quienes les parece una tarea
sumamente complicada. Representando esta forma de pensamiento un área enorme
de oportunidad de intervención. De aquí podemos decir que:
La posición social que el niño disfruta dentro del grupo se refleja en gran
manera en la conducta activa para defender a sus compañeros.
Para Caravita los niños con alto estatus tienen más probabilidad de defender a la
víctima .Al sentirse apreciados les genera un sentido de confianza en la posición
social que ocupan en tanto estarán más dispuestos a adoptar conductas defensoras
ya que la probabilidad de convertirse en las próximas víctimas es muy bajo.
39
Rigby y Johnson (Ortega, 2008) encuentran de suma importancia que los niños que
apoyan o defienden a la víctima suelen pensar que eso es lo que se espera de ellos
por parte de sus padres y amigos, como resultado tienden a tener amigos que
también apoyan la causa defensora.
El clima escolar
Por su parte Kärnä y otros (Ortega, 2008) obtuvieron como datos que en las aulas en
donde el número de compañeros refuerza las actitudes del agresor se incrementa el
nivel de victimización comparado con otros salones de clase, en tanto que a mayor
cantidad de actitudes defensoras se crean entornos protectores para los niños que
se encuentran en situaciones vulnerables.
Testigo: la comunidad educativa
Otra esfera importante a considerar es la que está formada por los profesores y todo
personal que labora dentro de la institución educativa. La escuela está conformada
por diferentes elementos que en su conjunto son elementales para los procesos de
enseñanza-aprendizaje que se llevan a cabo en ella.
En el artículo Concepciones e implicaciones de tres leyes antibullying en México
(Zurita, 2012:21) se hace referencia a este sector y dada su importancia para este
trabajo, se ha retomado el concepto de escuela la cual considera que “incluye
dimensiones y factores tan variados como la normativa y las políticas públicas
educacionales; el currículo, las herramientas pedagógicas, la acción docente,
espacios extracurriculares de acción estudiantil y las estructuras de participación de
otros agentes de la comunidad educativa, como padres y la comunidad”.
En la Ley General de Educación Artículo 7, fracción VI queda establecido que:
La educación que impartan el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares con autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios tendrá, además de los fines establecidos en el
40
segundo párrafo del artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los siguientes:
VI- Promover el valor de la justicia, de la observancia de la Ley y de la igualdad de los individuos ante ésta, propiciar la cultura de legalidad, de la paz y la no violencia en cualquier tipo de sus manifestaciones, así como el conocimiento de los Derechos Humanos y el respeto a los mismos.
Constituye una exigencia permanente intervenir en la violencia en las escuelas desde un enfoque de derechos humanos, proporciona un sólido sustento para evitar prejuicios y estereotipos, hipótesis arbitrarias, opiniones sin base cierta y propuestas represivas de mano dura (IIDH, 2011, 36 y 37).
Considero que la obligación que tiene cada integrante que forma parte de dicha
comunidad es trabajar en beneficio de una escuela segura que garantice la creación
de ambientes idóneos para el aprendizaje así como el cumplimiento de cada uno de
los derechos tanto de los alumnos como de los trabajadores. No obstante hay una
tarea que es primordial abordar antes de ejercer algún tipo de intervención para
prevenir o erradicar el problema: su definición.
Difícilmente hoy en día no se ha escuchado algo entorno al bullying, es bien sabido a
raíz de investigaciones españolas que los acosos son respuesta a situaciones que no
tienen un orden o supervisión de un adulto, aún así podemos decir que nos
enfrentamos a una tarea un poco más compleja que a la vez nos daría muchas
soluciones al respecto: definir y delimitar dicho comportamiento social.
No es que no se pueda definir en estos momentos, la realidad es que ya existen
distintos portales en los cuales puedes obtener información ya sea en una página
gubernamental o de organizaciones independientes donde nos pueden dar datos
exactos de ello, sin embargo el reto consiste en ver qué de ello se asemeja a lo que
realmente enfrentan los alumnos en la escuela.
Esta idea fue una premisa central en investigaciones españolas las cuales sugieren
que los estudios y definiciones se necesitan apegar más a la concepción y
percepción que tienen los alumnos más que en cuestionarios realizados por un
41
adulto, quedando en el aire lo planteado anteriormente que tan comparable es la
definición de los niños con la de los adultos.
Para la evaluación del fenómeno se necesitan considerar dos aspectos que pudieran
incluso ser dos problemáticas diferentes: la evaluación de los principales actores
dentro de la situación contrastado con el punto de vista del resto del grupo, nuestra
población de interés: los observadores, pues podemos encontrar material valioso en
ello, lo cual nos abrirá más el panorama, tenemos distintas visiones al respecto,
aquellas de quienes lo padecen directamente, los que quieren hacer algo y no
sienten/tienen el valor necesario para hacerlo, los que se sienten más fuertes y por
tanto solidarios y aquellos que molestan a los demás. También importante es la
postura de quienes hacen el trabajo de interpretación, es decir, teóricos y teóricas.
Ante este planteamiento Fuensanta Cerezo (2008) presenta dos perspectivas para
evaluar este fenómeno: una perspectiva individual y otra grupal. Los aspectos a
considerar en la perspectiva individual serán lo personal, lo académico, el nivel de
indefensión/ agresión y valoración conductual, lo relativo a sus relaciones
interpersonales también una valoración del entorno familiar y escolar.
Por el lado de lo grupal será la detección de alumnos directamente implicados y en
situación de riesgo, un análisis sociométrico del grupo, una valoración del grupo
hacia los alumnos implicados; forma, frecuencia y lugares habituales de agresión, la
percepción de gravedad y seguridad de la escuela.
Instrumentos aplicados en España
Dentro de los cuestionarios aplicados están aquellos que de manera anónima y
general nos dan datos sobre la repercusión del acoso en cada sujeto considerado
como observador, víctima o agresor y los que nos dan una visión particular a través
de encuestas personalizadas o situaciones proyectivas.
42
Los que ya forman parte de una tradición son los llamados autoinformes que
consisten en la percepción personal de cada una de las personas a las que se
entrevista respecto al tema de investigación; los datos obtenidos abarcan no solo la
frecuencia del evento también los lugares de riesgos, el aspecto social, las
intervenciones educativas que se han utilizado, las actitudes de los involucrados,
escuela y familia.
Entre sus ventajas radica que cada uno de los entrevistados aporta su visión y
experiencia única respecto al tema a tratar, son más adecuados para obtener
estimaciones generales de la presencia del fenómeno.
Por otro lado, tenemos también los denominados instrumentos de heterominación
entre iguales que están basados en pruebas sociométricas, nos dan a conocer
información sobre diferentes comportamientos a partir de la opinión de las diferentes
personas y su contraste. Estos pueden realizarla los alumnos, profesores, padres y si
se combinan se puede ver de manera global el conocimiento social que se tiene
respecto al maltrato entre iguales. Entre las ventajas con las que cuenta radica la
posibilidad de detectar de manera clara roles específicos y definidos que pueden ser
graves y requieren de la intervención directa y urgentes, asimismo resultan idóneos
para la selección e identificación de roles dentro del maltrato.
Por su parte Michelle Elliott (2008) resalta la importancia de que una escuela esté
involucrada en la prevención y extinción de un fenómeno tal como es el acoso,
primero conociendo el tema una vez que todos ven en un mismo canal la situación se
asignan tareas específicas encaminadas a trabajar en equipo por un mismo objetivo.
Elliott estudió 26 escuelas las cuales arrojaron datos como que el “30% o más de los
niños participaba en una situación que implica un acoso escolar, en tanto que en otra
escuela más del 50% del grupo no lo hacía; la razón que encontraron ante tal
diferencia fue que en donde había menos intimidaciones en la escuela se distinguía
por fomentar una preocupación por los demás” (Elliott, 2008:60- 61).
43
Al analizar a detalle las seis escuelas que contaban con niveles más altos de
intimidación contrastaron los resultados con aquellas seis escuelas que contaban con
los niveles más bajos de intimidación, y encontraron que una de las diferencias
radicaba en que en la escuela de bajos niveles de intimidación identificaba que los
directores se expresaron con ideas más claras y estudiadas acerca del hostigamiento
por tanto le dieron más importancia al tema como a la prevención de incidentes de
este tipo comparado con sus demás compañeros profesionales.
En la siguiente tabla se analiza la relación de los factores escolares que contribuyen
al aumento o disminución del hostigamiento.
Factores escolares Más intimidación Menos intimidación
Tamaño del salón Grande Pequeño
Tamaño de la escuela Grande Pequeño
Grado de carencia Elevado Bajo
Ambiente escolar Competencia y descuido Menos competitivo,
aprecio por el otro
Organización en clase Grupos de la misma edad Edades variadas
Actitud y visión del
director
Falta de conciencia, y
poca prioridad al tema
Conciencia del tema del
acoso y más prioridad al
resolverlo
Con estos datos se realiza un escrito llamado Informe del asesor en administración
(Elliott, 2008:65) el cual con un tinte irónico da un listado de 20 actitudes que
favorecen el incremento y la permanencia del acoso en la escuela:
1. La escuela debe contar con muchas áreas difíciles de supervisar para el personal. Entre estas áreas deben estar los puntos de entrada y salida a la escuela, los patios y el área de baños.
44
2. Se debe poner a los niños en estas áreas en los momentos en que haya menos supervisión. Estos momentos deben incluir los descansos y las horas para el almuerzo, así como el inicio y el final de la jornada escolar. Sin embargo, en días lluviosos la escuela debe procurar que todos los niños permanezcan dentro de las instalaciones, tal vez limitándolos a las áreas de los salones y, una vez más, con poca o ninguna supervisión. 3. La escuela debe asegurarse de que, en caso de haber supervisión en el tiempo de almuerzo, ésta debe quedar en manos de personal mal capacitado y mal pagado. Estos supervisores tendrán entonces muy poca autoridad y disfrutarán del mínimo respeto de maestros y alumnos por igual.5 4. La jornada escolar deberá estar planeada para que alumnos de todas las edades lleguen y salgan a la misma hora. De igual manera, alumnos de todas las edades podrán convivir juntos en tres distintas ocasiones cada día. No deberá haber áreas designadas de descanso para los niños, y la mayoría de los lugares donde éstos se reúnan deberán estar dominados por juegos rápidos y furiosos (aparte, por supuesto, del área que se encuentra detrás del estacionamiento para bicicletas). No se deberá promover ninguna actividad constructiva y deberá haber muy pocos lugares, si es que los hay, para sentarse. 5. La escuela deberá imponer la firme regla de que cualquier niño que intente entrar en los salones o salir de la escuela para alejarse de estas áreas deberá ser castigado. 6. Cada vez que se pueda, se deberá procurar que grandes números de niños tengan que moverse por la escuela en diferentes direcciones a la vez. Así, se pueden programar los horarios de tal modo que prácticamente toda la escuela tenga que cambiar de un salón a otro en forma simultánea, varias veces al día. A los niños se les pedirá que recorran diferentes distancias entre sus clases pero que utilicen la misma cantidad de tiempo para llegar a su destino. Todos los niños deberán utilizar los mismos pasillos. 7. La escuela deberá estar planificada de tal modo que los pasillos utilizados en los momentos de cambio de salón sean angostos. Tal vez hasta puedan colocar casilleros en una de las paredes del pasillo, para congestionarlo aún más cuando los niños estén tratando de meter y sacar sus cosas de los mismos.
5 Cuando se dice “mal capacitado” se hace referencia que desconozcan sus funciones y responsabilidades o lo
que se espera de ellos.
45
Además, recomendamos puertas abatibles al final de cada pasillo que se puedan abrir en ambas direcciones. 8. Una vez más, es preciso prever muy poca supervisión en estas horas. El personal deberá estarse preparando para la próxima clase o ir apresuradamente al siguiente salón de clases.
9. Sugerimos que el plano de los salones tome en cuenta en grado mínimo o ninguno la manera en que éste pueda afectar la conducta de los niños. Por lo general, deberá haber una sola puerta para entrar y salir del salón. Muchos salones deberán encontrarse en el primero o segundo piso y deberán tener ventanas que den hacia el exterior y no hacia el interior del edificio. La única manera de supervisar el salón desde afuera deberá ser a través de una ventanita en la puerta. Con esto se logrará que cuando los niños queden solos en el salón sientan que hay muy pocas probabilidades de que alguien los vea.
10. Debemos asegurarnos de que haya pocos materiales y equipo, de tal modo que los niños tengan que compartirlo. La mayor parte de los recursos deberá ir a manos de los niños con menos problemas educativos. Esto hará ver a los alumnos cuáles son las prioridades de la escuela. 11. Se deberá fomentar que los maestros lleguen tarde a clase cada vez que puedan. Esto se puede facilitar de muchas maneras. El salón de maestros deberá estar lejos de la mayoría de los salones, tal vez en el edificio administrativo adyacente. Idealmente, la escuela estará distribuida en un lugar dividido, y quienes elaboren el horario deberán prestar atención mínima o nula a las distancias que los maestros necesiten recorrer entre una clase y otra. Se pueden programar las juntas de personal justo antes de las horas de clase, con una agenda que requiera más tiempo del previsto para la reunión. Se deberán programar o modificar las actividades escolares sin tomar en consideración el lugar donde podrán guardarse los materiales necesarios para cada lección. 12. La escuela deberá estar organizada de tal manera que prácticamente no haya ninguna relación entre los departamentos de cada materia y el “sistema pastoral” (de asesoramiento). Los departamentos de cada materia deben considerar que su área de responsabilidad se encuentra comprendida exclusivamente dentro de la esfera académica, sin que haya ningún arreglo formal para relacionarse con los objetivos del sistema de asesoramiento. 13. No deberá existir ninguna forma acordada, clara ni sistemática de registrar ningún incidente. Cada maestro deberá decidir individualmente si presenta algún informe y si registra o no un caso de intimidación. Al momento de registrar los incidentes no se deberán mencionar detalles
46
acerca de las medidas tomadas ni sus resultados. No se deberá decir a los maestros a quién entregar tales informes. 14. Los maestros deberán sentirse plenamente libres de adoptar pautas de conducta que no aceptarían en los alumnos y no deberán establecer correlaciones entre la forma en que ellos se conducen y la manera en que los niños se comportan. Deberán sentirse en libertad de utilizar tácticas intimidantes para controlar a los niños. 15. Los maestros deberán disponer de pocas recompensas para utilizarlas en la escuela, lo cual, junto con muchos de los factores ya mencionados, deberá alentarlos a que echen mano de amenazas y sarcasmos como su principal método de control. 16. Deberá haber una ausencia de políticas claras y acordadas en la aplicación de sanciones. Conductas similares por parte de los alumnos deberán generar amplias variaciones en las respuestas entre un maestro y otro. Esto, con objeto de confundir a los alumnos y que no sepan qué constituye y qué no constituye una conducta apropiada. 17. Recomendamos que cuando haya hostigamientos en la escuela se les considere parte del “proceso normal de crecimiento” y “algo que enseña a los niños a defenderse solos” y “les fortalece el carácter”. Se deberá reconocer que los niños víctimas de acoso “lo estaban pidiendo a gritos” o “son inadaptados”, o una y otra cosa. 18. La escuela deberá fomentar la opinión de que es mucho más deseable alcanzar un alto grado de logros académicos que hacer un esfuerzo o tener un logro relativo. Con esto se garantizará que, para muchos niños, la vida escolar tenga poco que ofrecer y que se sientan inadaptados. Debemos asegurarnos de que las clases no se adapten a las necesidades de los niños.
19. Es preciso cerciorarse de que el plan de estudios esté tan lleno como se pueda de materias académicas, con poco tiempo o ninguno para aspectos de asesoramiento, y que éstos sean tratados aisladamente, no en relación con todo el plan de estudios. 20. Finalmente, debemos evitar a toda costa que se desarrolle nada remotamente parecido a una política escolar en materia de intimidaciones. Si la escuela acepta seguir estas recomendaciones en su totalidad, no nos cabe duda de que se creará un ambiente escolar en el que la conducta intimidante florecerá.
Atentamente, Keith (Flashman) W.
47
Al leer estas 20 actitudes nos damos cuenta que al no considerar que estos aspectos
se dan en la trayectoria escolar cotidiana, podemos estar favoreciendo un ambiente
idóneo para el acoso y después simplemente delegarle la responsabilidad a otra
esfera, para no asumir lo que en materia de institución corresponde.
Actualmente nos enfrentamos a muchos retos relativo a lo social, educativo, familiar
y emocional de los alumnos, es por eso que no solo los países elevados en materia
resaltan la necesidad de asumir tareas específicas desde la trinchera que te ocupa.
Tomando el interés en la creación de ambientes seguros y estables para los alumnos
(as) como prioritario, en este informe resalta desde la ironía y destacando las tareas
que debemos asumir con responsabilidad: la desorganización, la falta de
comunicación, la falta de claridad en cuanto a roles de la comunidad educativa, así
como la necesidad de conocer del tema para despertar el interés y la comprensión
en la importancia de la supervisión de de áreas que no son tan fáciles de observar
para todos, generar un rol de horarios para dicha supervisión en cuestiones como
entrada y salida, recreo.
De igual manera supervisar actividades que forman parte del horario y hacen uso del
patio, clara comprensión del rol que le toca jugar a cada miembro de la comunidad
educativa, la necesidad de ejercer cero tolerancia al abuso, la importancia de trabajar
en equipo, hablar de las problemáticas como la proposición de soluciones, el
conocimiento de reglas y consecuencias claras para padres de familia, maestros y
alumnos; dejando de justificar acciones violentas y/o pasivas.
Asumiendo responsabilidades
Cuando se tiene una perspectiva completa de la problemática, se desglosan las
responsabilidades que le toca a cada miembro de la comunidad educativa asumir
ante dicha situación, si cada uno trabaja de manera individual el resultado a nivel
grupal será de mejoría y persiguiendo así el mismo objetivo: cero tolerancia al acoso
escolar.
48
En la revisión bibliográfica en la que se ha trabajado el tema, se encontró que en un
trabajo realizado en equipo en Puerto Rico (Ley Puerto Rico, 2011) establece de
manera clara las funciones de cada uno. Esta información contrastada con la
obtenida en el documento Concepciones e implicaciones de tres leyes anti-bullying
en México (Zurita, 2012), se deduce a partir de un ejercicio de análisis y síntesis de
los documentos citados que las funciones de cada uno de los actores que participan
en el proceso educativo.
Escuela
Sus tareas serán:
1. Elaborar una directiva clara y precisa, orientada al diagnóstico, prevención,
sanción y erradicación de la violencia, el hostigamiento e intimidación entre los
alumnos, de modo que sea entendida y comprendida por cada miembro de la
comunidad educativa.
2) Diseñar un boletín informativo sobre los principios de una sana convivencia.
3) Supervisión del cumplimiento de las reglas establecidas.
4) Formular estadísticas de incidencias sobre violencia y acoso para poder evaluar el
cumplimiento de la meta propuesta: reducción del fenómeno.
5) Llevar un registro de incidencias en el cual se anotarán los hechos de violencia y
acoso de los estudiantes, resultado de ello la aplicación de sanciones cuando así lo
amerite y conforme al reglamento previamente establecido.
6) Entregar el boletín informativo a cada padre de familia y estudiante a inicio de año
que haga saber las normas bajo las cuales se regirá la escuela, los acuerdos de
sana convivencia y disciplina escolar; mencionando también los tipos de violencia y
formas de hostigamiento entre los alumnos.
49
7) Asignación de responsabilidades a los directores y docentes en torno a la
denuncia, investigación, verificación, atención, canalización y seguimiento de los
casos.
8) Fomentar una cultura de denuncia sana, en donde se tenga como común acuerdo
que informar acerca de incidentes de intimidación es actuar responsablemente y no
es ser un “soplón”.
9) Prestar atención a aquellas acciones puntuales que pudieran acercarse a
propuestas de carácter represivo, ejemplo de ello cuando se alienta a una cultura de
denuncia y se enumeran sanciones que más que solucionar se propone a
amonestar, suspender, cambiar de turno o de escuela a quien cometió la falta.
Dirección
Obligaciones del director:
1) Tener una visión clara y estudiada de lo que implica el acoso escolar, sus actores,
consecuencias, y las acciones específicas que corresponden a cada uno para
abordar el tema del acoso.
2) Contar con una organización clara y puntual de horarios, designación clara de
tareas al personal y a los profesores, facilitando así a los profesores dar su clase,
atender al grupo y supervisarlo, teniendo una tarea a la vez y no la asignación de
tareas improvisadas que generen un ambiente de desorden.
3) Dejar en claro reglas al personal para una convivencia sana en la institución, así
como contar con una comunicación constante con ellos.
4) Seguir el reglamento previamente establecido y hacerlo valer en caso necesario,
contando con las evidencias necesarias que lo justifiquen y avalen.
5) Intervenir cuando tenga conocimiento de un incidente de acoso o violencia
escolar.
50
6) Comunicar la sanción acordada previamente cuando se determine la
responsabilidad de un estudiante agresor ante un incidente de acoso o violencia.
7) Ante esta cultura de denuncia dejar en claro la manera en que estarán protegidos
los alumnos que lo hagan.
8) Trabajar por reconocer, respetar y hacer valer los derechos humanos.
Maestros
Una de las razones por la cual un alumno no dice nada ante un problema de acoso
es porque no creen que realmente pueda intervenir alguien, ni sus padres, ni la
autoridad escolar adulta. Según “la mayoría de los alumnos los profesores no
intervendrían siempre en situaciones de victimización, y sólo un tercio de los alumnos
cree que los profesores están interesados en acabar con bullying” (Trautmann,
2008).
Si partimos de la idea que quienes pueden hablar mejor del problema son quienes
están involucrados, luego entonces son quienes necesitan ser escuchados. La
relación alumno-maestro debe caracterizarse por el respeto y la confianza mutua, el
resultado será que el alumno se sienta en confianza y hable, lo cual nos deja un
buen tema para la reflexión.
“Cuando los testigos son adultos la opción de no involucrarse es una clara
negligencia a su deber de protección integral. El adulto que tiene la responsabilidad
de garantizar el ejercicio de derechos a los niños, no lo hace, está legitimando la
impunidad del agresor y reforzando la vulnerabilidad de la víctima” (OEA, 2011:2).
Ser maestro no es una tarea fácil, tiene una complejidad elevada pues no solo
implica estar de pie casi ocho horas al día, planear la clase tomando en cuenta las
necesidades educativas de la población estudiantil, incluye un esfuerzo físico, mental
e incluso emocional. La carga puede ser bastante demandante y pesada, llenar
51
formularios, elaborar, aplicar y calificar evaluaciones, las tareas no se limitan sólo a
la jornada laboral, muchas veces rebaza las horas establecidas en el contrato.
Una buena evaluación del trabajo como docente en el aula basta con dejarlos jugar
un rato y no faltará quien pretenda ser el maestro, es ahí donde puedes darte cuenta
de cómo manejas muchas veces las cosas, del tono de voz y demás características.
Los niños muchas veces toman como ejemplo al maestro y dichas conductas las
repiten es por ello que desde ahí se debe ejercer el principio cero tolerancia a la
intimidación al no ser de esa forma con los alumnos, no es lo mismo ser autoridad a
ser autoritario.
En el desarrollo de la clase el maestro se enfrenta a la tarea de generar una actitud
positiva y responsable del cuidado del bienestar de todos. Cambiar el ambiente del
salón no es tarea sencilla, pero en talleres psicopedagógicos de modificación de
conducta en han afirmado que cambiando el clima, se mejoran las conductas dentro
de él, ejemplo de ello puede ser al momento de una llamada de atención se debe
tomar en cuenta que lo que no se aprueba es la conducta no al niño en sí, evitando
las etiquetas, dando un trato justo e igualitario por muy difícil que esto sea, así como
el empleo de estrategias que impliquen el apoyo entre compañeros, finalmente y no
menos importante uno de los retos mayores a tratar es la dominación del que
molesta hacia actividades más productivas.
De igual forma se debe tomar en cuenta aquellas conductas repetitivas e
intencionadas que manifiestan los alumnos, lo cual estará denotando un problema
conductual que podría ser cultivo de conductas de acoso más adelante.
Responsabilidades del personal que participa en el proceso pedagógico:
1) Llegar a tiempo y estar bien preparados.
2) Detectar, atender y denunciar los hechos de violencia, intimidación, hostigamiento,
discriminación o cualquier modalidad que se entienda como acoso entre pares,
incluyendo aquellas que impliquen el uso de medios telefónicos o electrónicos.
52
3) Reportar conductas, llevar un registro.
4) Alentar a los estudiantes a tomar una actitud responsable y positiva ante el acoso
por medio de la denuncia, de esta forma se disminuye la ley del silencio que impera
en el acoso y la indiferencia de los demás compañeros.
5) Fomentar un ambiente libre de violencia a través de un acuerdo claro con
consecuencias tangibles y firmes.
6) Buen manejo de la clase. En un foro de radio moderado por Leonardo Kourchenko
se dijo que el buen manejo de una clase, planeación, didáctica hacen que las
probabilidades de que se estén molestando disminuyan6.
7) Exhortar a los alumnos a compartir la responsabilidad por la seguridad y bienestar
de todos.
8) Salmivalli y otros afirman que las conductas en situaciones de bullying se ven
influidas por las características del conjunto de las clases, variando sus niveles de
respuesta respecto a apoyar al agresor, defender a la víctima o mantenerse al
margen de la situación en tanto a las normas internas que se tengan.
9) Trabajar la dinámica de la clase en el entendido que el salón es más que un
espacio en el que se trabaja en los libros y es un espacio vital para la generación de
vínculos sociales y resolución de conflictos.
10) Supervisar los espacios de acuerdo con los roles de horario establecido, en la
entrada, salida y recreo.
6 Transmitido el sábado 12 de enero 2013, 2 pm, 2013 por W-Radio.
53
Estudiantes
Sus responsabilidades serán:
1) Conocer el reglamento de la escuela con las consecuencias claras y tangibles que
esto implica.
2) Conocer sus derechos y obligaciones como estudiante.
3) Conocer que ante la ley de denuncia será protegido, cuya finalidad recaerá en el
incremento de la denuncia ante tales hechos.
4) Una vez que conozcan estos datos poner en práctica aquellos acuerdos a los que
se haya llegado para ponerle fin al bullying, entendiendo que involucrarse es
sinónimo de una postura responsable en beneficio de la mejora de la convivencia en
la escuela.
Padre (s) de familia o tutor
Es bien sabido que con el paso de los años las estructuras familiares se han ido
modificando dando lugar de esta forma a nuevas comunidades donde crece el ser
humano, cualquiera que fuera el caso, su participación con la escuela determina en
gran manera el avance de los alumnos en cuanto al reconocimiento de una
autoridad, límites, consecuencias positivas y negativas ante alguna acción o actitud.
Trabajar de la mano y en la misma visión institución-padres de familia o tutor, les da
a los alumnos una concepción clara que no será tan fácil manipular alguna esfera
pues tienen mutuos acuerdos como el reglamento escolar, que es de mutuo acuerdo
conocido y las consecuencias que podrían tener ciertas actitudes.
54
Síntesis
La investigadora Orte Socías parte de la idea de que gracias a las explicaciones
sobre las causas de comportamientos de acoso es como se ha podido avanzar en
programas y prácticas antibullying a través de la creación de estrategias que
permitan afrontarlo de manera temprana y así poder minimizar las consecuencias
que trae a largo plazo en cuestiones emocionales y sociales.
Michelle Elliott (2008) nos dice que en sus investigaciones ha encontrado la
necesidad de homogeneizar y fomentar un concepto de denuncia a situaciones de
acoso, así como de crear un sentido de conciencia y responsabilidad entre ellos
mismos, haciendo hincapié en que está comprobado que los espectadores tienen
más altas posibilidades de ayudar a las víctimas cuando han sido capacitados y
orientados para saber qué hacer al respecto.
Tomando en cuenta lo anterior es necesario prestar atención a las relaciones entre
iguales que presentan los alumnos debido a que son indicadores importantes acerca
de la condición no sólo emocional en la que se encuentran sino el contexto social
que permite que se facilite o imposibilite de cierta manera la producción y
reproducción de actitudes de acoso, también se deberán observar con detenimiento
aquellos comportamientos que reflejan aprobación o desaprobación de los testigos.
La escasa intervención que llegan a tener los testigos es respuesta clara a la
ausencia de normas que garantizan apoyo en el contexto escolar que entre otras
cosas genera la necesidad de crear estrategias que formen en ellos un rol más activo
implicándolos en comportamientos pro-sociales en los que ayudan a sus compañeros
víctimas.
55
CAPÍTULO III
INTERVENCIÓN
Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes.
Confucio.
Cuando a las causas de conductas de acoso las limitamos a problemas individuales
sin considerar la influencia del contexto en el que se desarrollan esto influye de
manera significativa en la percepción de la responsabilidad que se tiene para poder
solucionarlo. Una de las principales tareas que adquiere la escuela es la de
identificar los roles que juegan los integrantes de ella a nivel individual y grupal para,
de esta forma, trabajar con ellos.
El papel de la educación en este ámbito es el de estudiar estos comportamientos de
forma en que todos y cada uno de los integrantes pueda obtener más que un
conocimiento teórico sea una herramienta útil para su vida diaria, a través de
actividades que permitan involucrarse de manera activa en la construcción de un
nuevo conocimiento, pensamiento y, por tanto forma de actuar.
Aunque los modelos teóricos explicativos sirven como referencia a la hora de plantear estrategias de intervención, en muchas ocasiones éstas no están pensadas desde modelos estratégicos que incluyan a todo el sistema y organización escolar. Es posible que cada escuela tenga prevista alguna estrategia de intervención individual en situaciones puntuales de bullying, pero no tenga un sistema organizado y gradual de respuestas elaborado a partir de un enfoque teórico definido previamente. Ello explicaría por qué en un determinado centro pueden coexistir estrategias de mediación entre pares con reglamentos de funcionamiento de centro basados en planteamientos sancionadores de forma casi exclusiva (Orte, 2008:35)
Para aumentar el porcentaje de éxito en la intervención para combatir el bullying, es
necesario contar con la participación de todos los miembros que forman parte de la
comunidad educativa y no sólo de los alumnos, debido a que es responsabilidad aún
en materia legislativa que la escuela proteja la integridad y trabaje en beneficio de la
seguridad de los que forman parte de ella.
56
Hablar de responsabilidad hace referencia, entre otras cosas, a la creación y puesta
en acción de medidas que promuevan la sana convivencia entre pares, un trabajo
que requiere la participación de todos los que están involucrados y que permita saber
cuándo y cómo actuar ante los posibles escenarios que se puedan presentar. De
esta manera nos enfrentamos a una tarea con un alto nivel de complejidad pues no
solo deberá tocar la parte intelectual sino la parte sensible de las personas,
concientizar de la gravedad y alcances de dicha problemática para poder generar un
sentido de acción por parte de cada uno de los involucrados y de esta forma poder
combatirlo.
Suponiendo que hemos logrado el punto anterior surge una pregunta básica que nos
deja ver que hay mucho camino que recorrer al respecto ¿De qué manera contribuyo
a que el bullying se termine o se prolongue? y cómo ésta seguramente existen
variedad de cuestionamientos afines. En este apartado intentamos darle respuesta a
ello retomando algunas estrategias de intervención que hacen hincapié en un trabajo
grupal para su disminución que van más allá de sólo solicitarle a los alumnos que
denuncien dichas conductas intimidatorias.
Se llevó a cabo la búsqueda de material con un objetivo preciso, encontrar
propuestas de intervención que manejen la línea a la que le hemos estado apostando
a lo largo de este trabajo de investigación, aquel que involucre dentro de la solución
a estudiantes, profesores y padres de familia con el fin de entender la problemática
como algo que le compete a todos los involucrados, así como asumir
responsabilidades especificas con el fin de construir un ambiente libre de violencia y
relaciones interpersonales más sanas.
57
Se considera que los que cumplen con la mayoría de lo mencionado anteriormente
son: el Programa KiVa (Finlandia), el Proyecto Aulas en Paz 2. Estrategias
Pedagógicas (Bogotá), La propuesta bajo el nombre de: Construir la convivencia
para prevenir la violencia: un modelo ecológico (Elliott). En lo que corresponde a
México se encontró El Manual Escuelas Aprendiendo a Convivir: Un proceso de
intervención contra el maltrato e intimidación entre escolares –BULLYING- y el más
reciente que lleva por nombre Protocolo de actuación para una escuela libre de
violencia y de los cuales se presentan las características principales de cada uno de
ellos.
A continuación una breve descripción de dichos programas:
Programa KiVa.
El nombre de KiVa surge de un acrónimo de la expresión Kiusaamista Vastaan que
significa contra el bullying y en finés hace referencia a los siguientes adjetivos
calificativos simpático, bueno y listo. Una de las características principales del
programa es que ponen especial interés en enfatizar el papel que asumen los
testigos para que puedan expresar su oposición al comportamiento intimidante y
apoyar a la víctima en lugar de hacerlo con el agresor.
Se desarrolla en Finlandia, el material va dirigido a estudiantes, profesores y padres
de familia. Las versiones con las que cuenta fueron diseñadas para cada nivel de
desarrollo de los niños que corresponde también a su año escolar, abarcando de
esta forma la escolaridad primaria y secundaria (como aquí en México se le
conocería) y están diseñadas para trabajarlas a lo largo del año escolar.
La forma en la que se trabaja es llegar a hacer del aprendizaje algo significativo para
los alumnos. Se dosifica el material a lo largo del año, teniendo espacios para
trabajar tanto a nivel individual como grupal.
58
Algunas de las estrategias didácticas que se emplean son el debate, el juego de
roles, cortometrajes, un juego virtual con la finalidad de hacer la experiencia más real
cuyo objetivo es afirmar la necesidad de construir espacios que generen respeto y el
desarrollo de una sana comunicación.
El juego virtual habla específicamente del bullying su nivel de impacto y
consecuencias. Los objetivos centrales con los alumnos son (Elliott, 2008:96):
a) Aumentar la conciencia del papel que desempeña el grupo en el
mantenimiento del bullying.
b) Incrementar la empatía hacia las víctimas
c) Fomentar estrategias de apoyo a la víctima por parte de los niños, y por tanto
su auto eficacia en este sentido, y
d) Aumentar el uso de técnicas y estrategias en los niños victimizados que les
sirva para hacer frente a su situación.
El juego KiVa tiene tres componentes: yo sé, yo puedo y yo hago.
Dentro del componente yo sé, no sólo aprenden nuevos aspectos del bullying
también cuenta con un apartado de autoevaluación en el que pueden reflexionar
cómo es su actitud con sus compañeros hasta ese momento.
En el componente yo puedo, son puestos a prueba de manera vivencial/virtual ante
diferentes situaciones que implican la toma de decisiones que impliquen dar una
respuesta a ello, al final obtienen una retroalimentación basada en dichas elecciones.
Por último en el componente yo hago, fue pensado para después de tener una
vivencia previa con los otros dos componentes, a manera de cierre lograr que
puedan sentirse animados a poner en práctica los conocimientos adquiridos en la
vida real, evaluando así cuales de las técnicas aprendidas las han puesto en
práctica, recibiendo también una retroalimentación por ello.
59
En cuanto a la institución educativa se les proporciona una capacitación previa. A los
profesores se les identifica con un distintivo (chaleco) para la supervisión en los
recreos, para que puedan ser reconocidos como los encargados de señalar los
malos tratos y recordar que dichas actitudes se toman en serio en la escuela. Dentro
del ambiente escolar se recuerda con el uso de carteles aspectos del programa.
Para el inicio escolar se cuenta con material que puede fácilmente ser proyectado a
todo el personal de la escuela, involucrando a los padres de familia y haciéndoles de
su conocimiento información y consejos para prevenir y reducir el bullying.
Proyecto Aulas en Paz: 2. Estrategias pedagógicas.
En respuesta a la necesidad actual en las escuelas se desarrolla en Bogotá en el año
2008 con la participación de de los propios alumnos, profesores, padres de familia,
directores, orientadores y trabajadores sociales de los colegios entre otros
especialistas el proyecto enfocado en una educación para la democracia y la paz.
La apuesta está en el desarrollo de competencias que se consideran necesarias para
la resolución constructiva de conflictos y prevención de la agresión; con la educación
de emociones. Las estrategias pedagógicas utilizadas son: manejo de ira, empatía,
toma de perspectiva, generación creativa de opciones, consideración de
consecuencias, escucha activa, asertividad y cuestionamiento de creencias.
Los principios pedagógicos base del proyecto fueron seis: aprender haciendo,
motivación y aprendizaje significativo, nivel de dificultad ajustado a la Zona de
Desarrollo Próximo, reflexión, interacción social y aprendizaje por observación.
Para entrenar las habilidades anteriormente mencionadas se utilizan los siguientes
recursos que los llevan a aprenderlos de manera experimental/vivencial a través de
la identificación/ reconocimiento y nombramiento de emociones, para el manejo de
emociones técnicas como HaReDiM: Háblate, Relájate, Distráete, Imagina.;
representación de situaciones, lluvia de ideas, debate, reloj de emociones, uso de
literatura, imágenes Gestalt, intercambio de roles entre otros.
60
Propuesta Construir la convivencia para prevenir la violencia: Un modelo
Ecológico.
En el libro Intimidación de Michelle Elliott (2008) en el capítulo 12 encontramos la
siguiente propuesta realizada por Rosario Ortega, Rosario del Rey y Francisco
Córdoba en las que después de analizar el impacto de la violencia y los diferentes
dificultades de convivencia que se presentan en la escuela pasando por el bullying,
llegan a la conclusión de la necesidad de trabajar con el agresor, víctima y testigos,
mencionando los beneficios que esto trae consigo.
Este planteamiento tiene componentes como el emocional y moral de las relaciones
interpersonales, el proceso instruccional que con ayuda de los profesores promuevan
valores cooperativos, fomentando una sana comunicación. Destacan que existen
métodos cuya meta es la resolución pacífica de las dificultades escolares dentro de
los que encontramos la mediación escolar, la ayuda entre iguales, programas de
desarrollo de empatía y métodos del tipo Método Pikas o Método de reparto de
responsabilidades.
Dentro de esta propuesta para la resolución pacífica de las dificultades que afectan a
la convivencia impera la necesidad de ayudarse entre todos, trabajar con las tres
partes involucradas hace que los alumnos con problemas encuentren en la
conversación y el apoyo con otros en un lugar de comunicación optimizada, de
estímulo a la reflexión y sobre los propios sentimientos y ajenos y en general de
apoyo a la autoestima de los escolares en riesgo encontrando que:
Trabajar con los testigos hace que puedan madurar en lo social y emocional al poner
en práctica la empatía, la escucha, la comprensión y la ayuda.
Las víctimas desarrollan habilidades sociales necesarias para utilizar estrategias de
afrontamiento eficaces y elevan su autoestima al encontrar en ellas mismas la
respuesta a sus problemas.
Los agresores desarrollan a su vez la empatía (Elliott, 2008:314).
61
Manual Escuelas Aprendiendo a Convivir: Un proceso de intervención contra el
maltrato e intimidación entre escolares –BULLYING-
No solo en Europa y en el Sur de América se ha trabajado en el desarrollo de
propuestas en beneficio de una cultura de paz entre los estudiantes que el día de
mañana serán el futuro de una sociedad. México tiene dos proyectos significativos al
respecto, en 2010 se da a conocer el manual Escuelas Aprendiendo a Convivir: Un
proceso de intervención contra el maltrato e intimidación entre escolares –
BULLYING- para el Distrito Federal, uniendo los esfuerzos del gobierno del Distrito
Federal y la Secretaría de Educación del Distrito Federal y ahora en 2014 el
Protocolo de actuación para una escuela libre de violencia para las escuelas públicas
liderado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
El primero dirigido a educación básica, tenía como lema Por una cultura de no
violencia y buen trato en la comunidad educativa, estaba compuesto por cinco
capítulos que tocaban temas como convivencia escolar, educación para la paz, los
derechos de los niños, niñas y jóvenes; habilidades psicosociales y finalmente un
proceso de intervención.
Tenía como principal objetivo mejorar la calidad de convivencia entre niños, niñas y jóvenes estudiantes de Educación Básica del Distrito Federal mediante un proceso de capacitación en habilidades psicosociales que propicien el desarrollo de una personalidad sana y de relaciones interpersonales libres de violencia y respetuosas de los Derechos Humanos de cada miembro de la comunidad educativa. Involucrando a los principales agentes de cambio, como son el profesorado y las madres, padres de familia, ya que el mejoramiento de la calidad en la convivencia escolar es una responsabilidad entre escuela, familia y sociedad en general (SEP, 2010:10).
Para llevar a cabo el proyecto se emplearon dinámicas con un enfoque lúdico y
vivencial haciendo uso del teatro, dibujo, la música y talleres de reflexión.
62
Cada sesión constaba de los siguientes momentos: actividad de sensibilización
(preparación e introducción), desarrollo del tema, establecimiento de herramientas
concretas y cierre, donde se hace un recuento de lo trabajado y se deja tarea para la
siguiente sesión; todo esto involucra a los alumnos, a los responsables de cuidado y
crianza de los alumnos y al personal escolar.
El proceso de intervención se diseñó con base a tres componentes básicos y tres
líneas de acción estratégicas que se muestran en el siguiente cuadro del Manual
Escuelas Aprendiendo a Convivir (SEP.2010,111):
Proceso de intervención contra el maltrato e intimidación escolar
Líneas estratégicas de acción Componentes básicos
ATENCIÓN A
ESCUELAS
Taller
Escuelas
Aprendiendo
a Convivir
Conferencias
ATENCIÓN
INDIVIDUAL
Y FAMILIAR
Grupos
terapéuticos
para niños
Grupo de
apoyo para
responsables
de cuidado y
crianza
Cine debate
CAPACITACIÓN
A OTRAS
INSTITUCIONES
Talleres
especiales
Seminario
Promoción de
la participación
social
Desarrollo de
habilidades
psicosociales
Fomento a la
expresión
individual
63
Dentro del contenido se explican a detalle conceptos, antecedentes teóricos que dan
sustento al manual, actividades que permiten trabajar con los conceptos deseados
pensados en los distintos públicos a los que están dirigidos: adultos y alumnos
tomando en cuenta una actividad específica para cada grado escolar al que era
dirigido.
A pesar del arduo trabajo que se llevó a cabo para presentar este manual y ponerlo
en marcha, no consiguió que disminuyeran los casos denunciados de bullying sin
embargo encontramos que se obtuvieron logros como los siguientes:
Se trabajó de manera pionera dejando en la historia un antecedente teórico
propiamente mexicano.
Dentro del apartado de experiencias, se dice que
Cuando comenzó́ a diseñarse un modelo que constituyera un proceso que pudiera ser replicable en distintas escuelas del Distrito Federal contra el bullying o maltrato e intimidación escolar, en cierto sentido era pionero. En México no se contaba con más experiencias a nivel macro, de donde apoyarnos. En este proceso, había un énfasis especial en la violencia entre compañeros y compañeras que es un enfoque teórico, en cierto sentido, reciente en nuestro país, pero muy antiguo como realidad social (SEP, 2010:108).
El concepto bullying ya no es solo un concepto de libro, los alumnos
reconocen que es algo que existe en su escuela dando así sus primeras
impresiones al respecto.
Creo que un punto importante sobre nuestro trabajo es que innovamos al dar nombre e imagen a una preocupación antigua de nuestros niños, niñas y jóvenes, maestros, maestras y otros personajes de la escuela, así ́como de los y las responsables de cuidado y crianza: la violencia entre iguales que por tanto tiempo ha sido tolerada en nuestros centros educativos. Esto lo observo cuando los implicados se identifican con los temas, videos y narraciones que les compartimos sobre el bullying, problemática que no les resulta novedosa, sino que lo novedoso es reconocerla como un fenómeno que puede alcanzar dimensiones y consecuencias alarmantes, pero que puede prevenirse y que les interesa intentarlo (SEP, 2010:87).
64
Esta experiencia les da a los alumnos la oportunidad de expresar sus
sentimientos y emociones.
Por parte de la población estudiantil se identificó la necesidad de sentirse importantes, respetados y respetadas, escuchados y escuchadas, ya que en su mayoría, si no es que en todos y todas, lo único que hacen es repetir los patrones familiares, sobrevivir por la ley del más fuerte y no sólo física, sino también emocionalmente. Todos y todas demandan ayuda a gritos y no solo para el ámbito escolar, sino también para el familiar (SEP, 2010:88).
El manual tiene datos muy valiosos como los conceptos y estrategias para
desarrollar habilidades sociales, sin embargo, hay que pensar en por qué no dio
resultados más favorables como se esperaba, el tiempo es algo que nos ha ganado,
hasta cierto punto nos lleva ventaja pues nuestra posición ante el bullying no
necesariamente es de prevención en estos momentos, sino de intervención, solución
y en los mejores momentos de optimismo de su erradicación.
Por otro lado, el tiempo con el que las escuelas cuentan la jornada escolar uno
puede ponerse a pensar ¿en qué momento del día, del mes o del bimestre puede
llevarse a cabo un manual tan “bonito” en términos calificativos?
Con la poca o mucha participación de los padres de familia en el proceso de
formación de sus hijos, ¿de qué manera se puede trabajar en conjunto para alcanzar
la meta deseada?
Entonces quizá no es culpa de que un manual no sirvió, quizá valdría la pena
escuchar aquellos debates que dicen que es un trabajo en conjunto el que se
requiere para poder combatir este problema que va dos pasos adelante que
nosotros, que la responsabilidad se debe asumir en conjunto si es que queremos ver
avances.
65
En 2010 se deja en claro que nos hace falta aún experiencia al respecto, que somos
pioneros en dar soluciones a nuestra situación específica, que para nada tiene que
ver con otros países que también enfrentan tan sonada problemática.
Por otro lado tenemos un factor trascendental que puede jugar ya sea a favor o en
contra, dependiendo del uso que se le dé: el conocimiento y aplicación del material,
ya que los manuales, talleres, debates de no ponerse en práctica en la vida diaria y
en las relaciones sociales se quedan sólo en teoría. También el desconocimiento de
los programas o recursos encaminados al favorecimiento de una escuela sin
violencia hace que el trabajo de investigación y análisis no logre alcanzar el objetivo
deseado.
Como dato positivo nos encontramos en 2014 y los medios de comunicación nos han
abierto paso significativamente, para bien y para mal; para bien pues famosos,
reconocidas marcas como RadioShack, canales como Nickelodeon, Cartoon
Network, spots publicitarios, por mencionar algunos, han lanzado campañas para
concientizar de los niveles de alcance del bullying para decirle a los niños y jóvenes
que pueden ser parte de la solución y pueden comenzar diciéndole NO al bullying.
Protocolo de actuación para una escuela libre de violencia.
Una vez más México intenta resolver el problema del bullying poniendo a disposición
de los interesados en la materia un protocolo que pretende ser de ayuda y guía para
saber tratarlo. No deja de lado el trabajo anterior en cuanto al contenido de derechos,
pues este trabajo se realiza en conjunto con la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos.
Una de las diferencias notorias que encontramos entre el trabajo anterior y éste
radica en el contenido, mientras que el manual fue una serie de estrategias para
trabajar en la adquisición de habilidades sociales, propiamente el protocolo es una
guía de pasos a seguir para la denuncia, atención, canalización y acción para
enfrentarse al bullying.
66
La escuela y sociedad tenían la necesidad de saber a quién dirigirse en caso de
conocer y/o padecer una situación de intimidación; y aunque pareciera que es un
proceso burocrático largo, a simple vista da un poco más de estructura y delega de
manera más concreta acciones específicas a cada sector involucrado: escuela,
directivos, docentes, alumnos, padres de familia y personal de apoyo.
Por si quedaran dudas de que se necesita trabajar en equipo, se dice que prevenir el
acoso escolar implica el esfuerzo y compromiso constante del personal directivo,
docente, alumnos, madres y padres de familia, autoridades educativas, instituciones
públicas, medios de comunicación y sociedad en su conjunto. “Es necesario
conceptualizar el fenómeno como un problema complejo, abordarlo desde una
perspectiva multifactorial y multidimensional sin exagerar su incidencia ni transmitir
una visión deformada de la escuela actual, como un escenario de violencia
permanente y generalizada” (SNTE, 2014:6).
También encontramos que los procesos que aquí se enuncian van encaminados a
construir un ambiente de sana convivencia y de seguridad en los centros escolares,
para fortalecer y propiciar espacios donde los alumnos puedan crecer, formarse y
socializar en condiciones armónicas. El objetivo será ofrecer los procedimientos para
atender en la escuela los casos de bullying, así como fortalecer las prácticas de
convivencia armónica, para lograr espacios educativos libres de violencia, en la
inclusión y el respeto a la dignidad humana.
• Contiene indicadores generales para identificar, registrar, notificar, intervenir y
evaluar los procesos de atención a los casos de bullying que se manifiesten en la
escuela.
• Establece los procesos de atención e intervención en los casos de violencia en las
escuelas, articulando el esfuerzo de los directivos, docentes, alumnos, madres y
padres de familia, supervisores, Consejo Técnico Escolar y Consejo Escolar de
Participación Social.
67
• Sugiere la instancia que puede brindar o solicitar apoyos institucionales para
atender los casos de violencia que se presenten en el contexto escolar (SNTE,
2014:7).
En relación a lo anterior es importante no perder de vista que la escuela está inserta
en una sociedad, por tanto, la violencia que manifieste en lo educativo será reflejo de
ella también, en tanto que es la encargada de legitimar, reproducir y retroalimentar
las prácticas sociales entre cada miembro que la forma. Tratar el tema de la violencia
requiere un trabajo multidisciplinario, sin embargo, las propuestas que se establecen
en materia educativa es nuestro trabajo darlas a conocer para analizarlas,
reflexionarlas con el fin de poder más adelante establecer propuestas.
Pasos a seguir
Se establecen sugerencias de cómo actuar para cada integrante de la comunidad
educativa en casos de acoso escolar (SNTE, 2014:10):
Docentes
Ante un acto de violencia entre pares, actúa de inmediato para detener el problema y prevenir situaciones graves.
Identifica en los formatos establecidos los signos y casos de violencia que se presenten.
Registra los signos y casos de violencia en los formatos establecidos.
Valora y decide si con su intervención puede resolver el caso.
Define y documenta las estrategias de intervención que desarrollará, así ́como el
tiempo que estima necesario para evaluar el resultado de esos procesos.
Notifica, siempre, el caso de bullying al presidente del Consejo Técnico Escolar,
en los formatos establecidos.
68
Presidente del Consejo Técnico Escolar
Recibe del o los docentes los formatos de notificación de los casos de bullying.
Convoca, de ser necesario, a sesión extraordinaria del Consejo Técnico Escolar
para presentar el caso.
Identifica si el caso notificado tiene expediente, para ponerlo a disposición del
Consejo Técnico Escolar.
Da seguimiento hasta concluir el proceso de atención de cada caso en la escuela.
Recibe la información del proceso de atención por parte de la instancia superior,
en su caso
Consejo Técnico Escolar
Analiza el expediente de acoso descrito en el formato de notificación recibido.
Diseña y desarrolla el plan de intervención, si se determina que la comunidad
escolar tiene la capacidad institucional para atender el caso.
Establece el tiempo pertinente para evaluar el plan de intervención.
Notifica a los padres de los alumnos involucrados para que participen en el plan
de intervención.
Notifica al supervisor de zona escolar, adjuntando el expediente y acta de la
sesión del Consejo Técnico Escolar.
Si el Consejo determina que el caso requiere apoyo de otras instituciones:
Notifica al Consejo Escolar de Participación Social y a los padres de los alumnos
involucrados, para su conocimiento y colaboración en el plan de intervención.
Notifica al supervisor de zona escolar, la petición de gestión del Consejo Técnico Escolar, para que la autoridad educativa local atienda el caso.
Recibe del supervisor la información sobre las acciones para la atención del caso.
69
Supervisor(a)
Recibe del Presidente del Consejo Técnico Escolar el formato y expediente de notificación del caso de bullying.
Notifica y entrega el expediente a la autoridad educativa local, con el acta del Consejo Técnico Escolar, cuando el caso requiere de atención extraescolar.
Solicita a la autoridad educativa local la información sobre el plan de intervención para los alumnos, familias y escuela, en su caso.
Proporciona esta información al Presidente del Consejo Técnico Escolar, para darle seguimiento al caso hasta su conclusión. Fuente: Protocolo de Actuación para una Escuela Libre de Violencia. 2014.
Proceso de atención a casos
De acuerdo al Protocolo de Actuación para una Escuela Libre de Violencia el proceso
de atención a casos de violencias en las escuelas está conformado por seis
momentos importantes: la identificación, registro, notificación, intervención,
evaluación y retroalimentación.
En la parte de identificación se cuenta con la información para poder
determinar cuándo se considera acoso, quienes participan, las diferentes
formas en las que puede manifestarse el bullying.
Para el registro se cuenta con dos formatos importantes que posibilitan un
panorama completo de la situación con un expediente completo. El primero de
ellos va dirigido específicamente a los alumnos dependiendo si este es el
agresor o la víctima y el segundo considera factores de riesgo familiares. Y
aunque en el formato no se menciona es importante también considerar los
factores de riesgo sociales.
El formato para la víctima consta en un listado de 31 manifestaciones actitudinales
que deberán marcarse con sí/no para poder determinar si está en riesgo o no; en
tanto que para el agresor es un listado de 13 manifestaciones.
70
Para conocer la situación familiar se cuenta con un listado de 26 manifestaciones
que, de igual forma, conciben el factor de riesgo en el que se encuentra el alumno.
Posterior a la identificación y registro se requiere notificar a la instancia
inmediata superior, quien asume la responsabilidad de desarrollar estrategias
de intervención, para facilitar la tarea se cuenta con un formato que incluye los
datos de la escuela, del agresor, los datos de la familia, datos de la víctima y
de su familia, así como la información del caso; lugar y fecha, nombre y firma.
En cuanto a la intervención se contempla a todo el grupo.
Una intervención centrada exclusivamente en el agresor y/o en la víctima, produce
en muchas ocasiones efectos negativos. Culpabiliza a los protagonistas, a la vez que
libera de responsabilidad a los demás miembros del grupo, olvidando que son
precisamente éstos los que tienen capacidad para mantener o inhibir esta violencia.
Al tratarse de un fenómeno relacional cualquier intervención debe atender al agresor,
a la víctima, a los compañeros y al entorno (SNTE, 2014:20).
Estrategias de intervención para cada personaje involucrado
La víctima (SNTE, 2014:20)
- Actuar con prudencia para no exponerle ante sus compañeros(as) ni ponerle en
situación de riesgo.
- Protegerle y hacerle sentir segura a la víctima, darle confianza, que vea el interés y
esfuerzo por acabar con la situación de acoso.
- No evidenciar ante sus compañeros a las partes implicadas.
- Intentar organizar grupos de personas solidarias (alumnos, madres o padres de
familia) que le acompañen, principalmente en los momentos de mayor riesgo.
- Trabajar con él o ella las habilidades sociales y emocionales.
71
El agresor (SNTE, 2014:20)
- Actuar con prudencia para que no destaque ante sus compañeros(as).
- Explicarle muy claramente los comportamientos que no se toleran.
- No evidenciar ante sus compañeros(as) a las partes implicadas.
- Trabajar la empatía, que comprenda cómo se siente su víctima.
- Si es necesario, gestionar que reciba ayuda terapéutica para el control de la
impulsividad y la conducta agresiva.
Los testigos (SNTE, 2014:20)
- Hacerles ver que en la escuela no se toleran las conductas violentas.
- Mostrar las consecuencias de la transgresión de las normas de convivencia.
- Analizar las consecuencias del bullying para todo el grupo-escuela.
- Mostrar los recursos que tienen los alumnos(as) para defenderse, pedir ayuda o
denunciar las agresiones.
- Crear y difundir espacios para advertir los casos de violencia que observa o vive
dentro de la escuela.
- Trabajar las habilidades sociales: la empatía, la asertividad, la solidaridad, la
fraternidad, entre otras.
- Aclarar la diferencia entre “chismoso” y denunciante solidario con la víctima de un
hecho de acoso.
- Detectar a los alumnos(as) con habilidades pro-sociales para que participen
integrando a las víctimas en actividades deportivas, recreativas, artísticas y sociales.
72
Los padres de la víctima (SNTE, 2014:20)
- Explicarles el problema de acoso escolar que vive su hijo(a).
- Hacerles ver la necesidad de acompañar a su hijo(a) en la solución del problema,
cuidando de no forzarle para no producirle mayor temor.
- Solicitarle que actúe con calma y pida a su hijo(a) que le explique lo que sucede.
- Alentarlos a hablar con su hijo(a), del problema para hacerle saber que cuenta con
su ayuda.
- No compartir los sentimientos negativos del hijo(a), enfrentar el problema, no creer
que con el tiempo se solucionará.
- Pedirle que no estimule la agresividad ni la venganza. No utilizar la violencia contra
el agresor.
- Evitar que su hijo(a) se sienta avergonzado por lo que le sucede y hacerle sentir
seguro, valorado.
- Recomendarles la confidencialidad del problema y el respeto hacia su hijo(a)
quitarle los sentimientos de culpabilidad y no reprocharle nada.
- Nunca decirle a su hijo(a) que intente solucionarlo por su cuenta: si pudiera hacerlo
ya lo hubiera hecho.
- Compartirles el plan de intervención para que participen en la gestión del conflicto.
Preguntarles lo que ellos creen que pueden hacer ante esa situación.
- Recomendarle que cualquier paso que den debe ser conocido y acordado con el
hijo(a).
- Propiciar que su hijo(a) se integre con compañeros(as) de su edad para realizar
tareas escolares, practicar algún deporte, pasear con los amigos, entre otras
actividades.
73
- Pedirles que observen cuidadosamente sus posibles cambios, que elogien sus
muestras de seguridad e integración.
Los padres del agresor (SNTE, 2014:20)
- Hablar calmada, pero directamente, de lo que está pasando. No ocultar la
información que se tienen sobre la participación de su hijo(a) en el caso de bullying.
- Solicitarle que actúen con calma y pida a su hijo(a) que les explique lo que sucede.
- Alentarlos a hablar con su hijo(a), del problema para hacerle saber que cuenta con
su ayuda.
- Hacerles ver la necesidad de acompañar a su hijo(a) en la solución del problema.
- No compartir los sentimientos negativos del hijo(a), enfrentar el problema, no creer
que con el tiempo se solucionará.
- Nunca decirle a su hijo(a) que intente solucionarlo por su cuenta.
- Pedirle que no estimule la agresividad ni la venganza.
- Promover que no culpen a otros por la conducta de su hijo(a).
- Compartirles el plan de intervención para que participen en la gestión del conflicto.
Preguntarles lo que ellos creen que pueden hacer ante esa situación, a partir de que
ayude a su hijo(a) a cambiar de actitud y a reparar los daños.
- Recomendarle que cualquier paso que den debe ser conocido y acordado con el
hijo(a).
- Propiciar que su hijo(a) se integre con compañeros de su edad para realizar tareas
escolares, practicar algún deporte, pasear con los amigos, entre otras actividades.
- Orientarles sobre las prácticas para la sana convivencia familiar, porque la violencia
e intolerancia son conductas aprendidas y la mejor escuela es el ejemplo.
74
- Pedirles que observen cuidadosamente sus posibles cambios, que elogien sus
muestras de empatía e integración.
Evaluación (SNTE, 2014:23)
La intervención se considerará exitosa si se logra que:
Las víctimas desplieguen recursos emocionales y personales para construir un
ambiente escolar libre de violencia, y una relación armónica con sus iguales.
Los agresores reconozcan los límites de sus conductas no saludables entre
iguales, adquieran y desarrollen habilidades cognitivas, emocionales y
sociales para construir un ambiente escolar libre de violencia, y una relación
armónica con sus compañeros.
Los copartícipes, conviertan su actitud activa o pasiva en una acción decidida
y comprometida para construir un ambiente escolar libre de violencia, y una
relación armónica con todos sus compañeros.
Retroalimentación
El trabajo de los docentes será en la retroalimentación de las prácticas de
intervención preventiva para erradicar el acoso escolar a través de acciones como la
convivencia democrática entre directivos, docentes y alumnos, a través del trabajo
colaborativo, solidario y no competitivo; la educación de las emociones, sentimientos
y valores; desarticular el triángulo del bullying, la enseñanza de la asertividad, la
estimulación de la empatía, fortalecimiento del papel de la familia, desarrollo de
programas de sensibilización, capacitación e intervención en temas de educación
emocional, prevención de la violencia y con la implementación de programas
culturales de prevención de violencia y promoción de una convivencia escolar
armónica.
75
Comparación de los proyectos
Una vez que hemos mencionado los programas nos dedicaremos a realizar un
trabajo comparativo en el que rescatamos los puntos que consideramos más
importantes en cuanto a la intervención grupal para trabajar en disminuir el bullying.
Lo primero a destacar es la importancia de cómo decíamos anteriormente tomar en
cuenta lo ya trabajado para no comenzar de cero con la condición de que es
necesaria una adecuación a la ubicación geográfica y elementos culturales que nos
distinguen de los demás, además de ello considerar que para llevar a cabo cualquier
tipo de propuesta de intervención son necesarias las siguientes ocho premisas:
La primera consistirá en tener un conocimiento claro y estudiado del problema
a tratar.
Tomar en cuenta la población a la que va dirigida.
Conocer los elementos reales con los que se cuenta para poder intervenir, las
fortalezas, debilidades, oportunidades, amenazas con las que cuenta el
proyecto y el lugar en el que se realizará.
Establecer el o los objetivos deseados, las metas, los criterios de logro así
como las estrategias específicas que nos llevarán a ello.
La riqueza que se tiene al trabajar con un equipo multidisciplinario al
intercambiar ideas y conocimientos en beneficio del proyecto establecido.
La necesidad de trabajar en conjunto, acciones individuales sumadas a las
colectivas harán que los resultados puedan ser en cuestión de tiempo un poco
más rápidos o perceptualmente significativos que intentar enfrentar una
problemática de manera individual.
76
La creación de un plan de acción con el uso y desarrollo de una didáctica
adecuada que se requiere para llegar a cumplir los objetivos deseados en el
proceso de enseñanza-aprendizaje.
La evaluación que se necesita antes, durante y después de ser aplicado para
modificar lo que se considere necesario a fin de alcanzar el objetivo deseado.
Además es importante destacar que todo programa contra el bullying debe:
1) Conseguir que los estudiantes tomen conciencia del papel que desempeñan
en el proceso del bullying.
2) Incluir acciones universales o generales, y también actuaciones concretas.
Las acciones universales se refieren a los esfuerzos que se realizan para influir en las normas del grupo y desarrollar en todos los niños la capacidad de comportarse de manera constructiva, de asumir la responsabilidad de no favorecer el bullying y de apoyar a las víctimas. Las acciones concretas significan que cuando el personal de la escuela detecta un caso de bullying, este debe ser tratado en discusiones individuales y de grupo entre un profesor u otro adulto y las partes implicadas (Elliott, 2008:90).
Teniendo esto a manera introductoria mencionaremos las similitudes y riqueza que
encontramos en estos programas a pesar de su diferencia cultural y regional.
Similitudes y riquezas de los proyectos seleccionados
Se toma como sustento los pilares de la educación, específicamente aprender
a convivir y aprender a aprender.
77
Las propuestas le apuestan a las competencias por medio del entrenamiento
de habilidades sociales que faciliten y desarrollen sanas relaciones sociales
entre pares.
“La OCDE define como competencias básicas o clave como aquellas que
contribuyen al despliegue de una vida exitosa y al buen funcionamiento de la
sociedad, porque son relevantes para las distintas esferas de la vida e importantes
para todos los individuos. La convivencia es necesaria para la realización personal
y/o social” (Elliott, 2008:300-301).
Necesidad de involucrar dentro del currículo conocimientos diversos y
habilidades que permitan participar, tomar decisiones, elegir como
comportarse en determinadas situaciones y ser responsable de las
consecuencias que eso trae consigo.
“El principal objetivo de la educación es que el alumnado sea capaz de utilizar todos
sus recursos personales, incluyendo por tanto conocimientos, actitudes y afectos,
para resolver de forma adecuada una tarea específica en un contexto determinado”
(Elliott, 2008:300).
Creación de observatorio como ayuda destinada a impulsar medidas para la
promoción de la mejora de convivencia.
Considerar que no solo la parte cognitiva es la que se tiene que desarrollar en
la escuela sino que los alumnos también cuentan con una parte emocional y
considerar la importancia de las relaciones interpersonales, la subjetividad, los
sentimientos, actitudes y valores tienen un papel muy importante en su
desarrollo como persona.
78
“El profesorado no solo enseña, sino que también educa y orienta; el alumnado es
parte activa del mismo y las familias y el contexto influyen de forma dinámica y
relevante. Enseñanza y convivencia no pueden ser considerados elementos
independientes. La convivencia no es algo estático fruto de las interacciones entre
las personas de la comunidad educativa” (Elliott, 2008:302).
La necesidad del trabajo en equipo en el que participen todos los agentes
educativos para juntos modificar el ambiente y ver resultados en un periodo
más corto de tiempo.
Coinciden en que las emociones son educables.
Se requiere de una planificación y ejecución específica. Trabajar el componente
emocional y moral de las relaciones interpersonales en la escuela potencia las
relaciones de igual a igual para prevenir el mantenimiento de conductas de abuso,
ley del silencio y dominio/sumisión (Elliot, 2008).
La didáctica como recurso para promover valores cooperativos, una
comunicación eficaz, el diálogo por medio del debate, trabajo en grupo, trabajo
individual, retroalimentación, intercambio de ideas, la literatura, cortos,
internet, juegos encaminados a ello.
Acuerdo en la elaboración de reglamentos que sean conocidos por toda la
comunidad educativa: directivos, profesores, alumnos y padres de familia;
para trabajar en alcanzar el mismo objetivo.
Trabajo multidisciplinario. Se necesita dejar en manos de personas más
experimentadas para llevar a cabo el proceso de mediación entre los
involucrados para que pueda servir como una herramienta útil.
Se desarrolla a través de fases y etapas encaminadas a lograr el objetivo.
79
Incorpora al testigo como parte del proyecto que favorece la disminución del
bullying a través de despertar interés y análisis de la problemática,
haciéndoles ver que juegan un papel fundamental, no como una carga
impuesta sobre ellos, sino por medio de la reflexión de sus comportamientos
para favorecer un cambio de actitud pasiva por una activa.
Con esta información podemos decir que es de suma importancia conocer aquellos
materiales que involucran las intervenciones de todos los involucrados en el tema de
solución para crear ambientes libres de violencia y acoso, igualmente darle
continuidad y seguimiento a dichas propuestas para poder tener resultados que
muestren un significativo avance.
De esta forma podemos darnos cuenta que aunque los avances pareciera han sido
lentos, se sigue trabajando para lograr que sea una realidad la construcción de una
escuela libre de violencia y la formación de personas que aprendan a aprender a
resolver conflictos de manera pacífica a través del diálogo y la empatía, además
personas capaces de aprender a convivir con sus pares de manera sana, equitativa,
igualitaria en un entorno en donde ellos mismos promuevan actitudes que favorezcan
el respeto, la tolerancia, respeten la autenticidad de sus compañeros utilizando a su
favor las cosas que los diferencian, no sin dejar de lado aprender a ser responsables
de las consecuencias de sus actos.
80
Conclusiones
Es de suma importancia, antes de hablar de soluciones que cada miembro
involucrado en la problemática pueda estar sensibilizado ante el tema, identificando
así el rol que está desempeñando al respecto. Esto a través de las distintas
estrategias que se proponen para el manejo y trato de conductas bullying.
Las recomendaciones están orientadas a dar respuesta a cada realidad actual para
poder llegar a soluciones, igualmente, se debe tomar en cuenta que cada escuela es
diferente, es decir, si bien hoy en día existe una guía se tiene también la posibilidad
de adecuar dichas sugerencias dependiendo de lo que cada escuela vive, pues en
ninguna se presenta de igual forma o magnitud la problemática del bullying.
Independientemente de que existan casos de bullying o no dentro de la escuela se
debe tener claro que la apuesta radica en que es responsabilidad de todos hacer de
ese espacio que comparten día a día un ambiente que sea tolerante y que propicie
un crecimiento no solo cognitivo sino emocional y social.
Las estrategias didácticas a implementar tienen infinidad de posibles caminos a
seguir siempre y cuando no se pierda el objetivo principal, que es el de lograr un
ambiente libre de violencia, donde se generen espacios que permitan una sana
convivencia y así faciliten el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es a través de la
información recabada por alumnos, padres de familia, profesores, directivos y
administrativos que se determinará la intervención para el contexto que se tenga.
La escuela contribuye de gran manera en la modificación del ambiente para mejorar
la convivencia que se da entre pares por medio del fomento de relaciones positivas y
empáticas, con los antecedentes de Bogotá y de Finlandia podemos afirmar que se
obtienen mejores resultados cuando el aprendizaje es vivencial se obtiene no sólo
una teoría también un conocimiento que modifica su modo de conducirse
socialmente.
81
Despertar en los testigos una actitud activa depende del ejemplo y compromiso que
muestran los mayores al respecto, si los adultos o figuras de autoridad, se
comprometen a desempeñar el papel que les toca, seguir el reglamento que se
estableció así como cumplir cabalmente con las consecuencias cuando se infrinja,
generará en los alumnos confianza en ellos pero también en su persona para
atreverse a tomar parte activa en la solución.
Cuando en lugar de solo exigirles modifiquen su actitud pasiva ante situaciones de
acoso, se les enseña con el ejemplo, se les orienta en cuanto a la manera, el
momento de cómo actuar sin hacerles sentir que están solos, la respuesta puede que
sea la que se espera, una posición más activa frente al acoso.
Una de las principales creencias a las que se debe enfrentar la figura de autoridad es
a la idea que los alumnos manifiestan de no sentirse tomados en cuenta,
escuchados, protegidos y apoyados. Erradicar este primer y gran obstáculo puede
marcar una significativa diferencia en el actuar de los alumnos, la teoría establece
posibles soluciones para lograrlo, una de ellas es crear un espacio de confianza en
donde los estudiantes puedan expresar de manera libre y sin juicio su perspectiva en
cuanto a la problemática, para que a su vez el educador que ya cuenta con el
conocimiento necesario pueda orientar las acciones del educando hacia una
conducta socialmente aceptable.
Es preciso decir que si los alumnos nos dan el material necesario para abordar una
problemática en el entorno educativo, es nuestra responsabilidad como especialistas
de la educación establecer teorías que vayan encaminadas a los procesos y
relaciones de enseñanza-aprendizaje que favorezcan la creación de un conocimiento
reflexivo en cuanto a situaciones de acoso se refiere así como la resolución de
conflictos de manera pacífica que a su vez mejore la convivencia entre pares.
82
Tomando en cuenta la confiabilidad de la estadística, si más del 70% de la población
que está en contacto con el bullying es testigo, entonces valdría la pena considerar y
reconsiderar esta gran cifra a nuestro favor, lejos de ser un dato que sólo sirva de
relleno en las investigaciones, hagamos que en las intervenciones la mayoría tenga
voz, tenga libertad de acción en beneficio social y personal.
Desarrollar un trabajo de investigación en torno al bullying centrado testigo no fue
tarea sencilla de realizar, el primer reto que se tuvo que superar fue encontrar
documentos que hablaran específicamente de este actor, posteriormente la tarea de
analizar con minuciosidad una y otra vez los textos para poder encontrar aquellas
palabras que ya se han hecho teoría que destaquen la importancia que tiene el
testigo en actitudes intimidantes. El objetivo de juntar todas aquellas reflexiones en
torno a ello para así brindarle un espacio dedicado a ellos se cumplió, en términos
estadísticos se encontró una base que sustentara la posibilidad de reflexionar y
actuar ya no sólo con la víctima o el agresor sino con el espectador también.
Por otra parte se comenzó a citar y a trabajar en el proceso reflexivo en lo
correspondiente a una intervención que incluyera no sólo al alumno como testigo,
también a la escuela y familia. Queda pendiente establecer qué tipo de
modificaciones se consideran pertinentes para seguir trabajando de manera grupal la
problemática del bullying, dejar por escrito que estrategias se pueden implementar
para despertar un reconocimiento genuino con el testigo.
83
Bibliografía
Avilés Martínez José María. Bullying: el maltrato entre iguales: agresores, víctimas y testigos en la escuela. Amaru Ediciones. Salamanca.2006. Calvo Rodríguez Ángel R., Ballester Fernández Francisco. Acoso escolar:
procedimientos de intervención. Editorial EOS. Madrid. 2007.
Cobo Paloma, Tello Romeo. Bullying en México. Conducta violenta en niños y
adolescentes. Quarzo Ediciones. México. 2008.
Elliot Michele. Intimidación. Una guía práctica para combatir el miedo en las
escuelas. Fondo de Cultura Económica. Estados Unidos. 2008.
Fernández Isabel. Prevención de la violencia y resolución de conflictos. El clima
escolar como factor de calidad. Nacea.Madrid.1999.
Harris Sandra. Petrie Garth F. El acoso en la escuela. Los agresores, las víctimas y
los espectadores. Ediciones Paidós Educador. Barcelona .2006.
Imberti Julieta et. Al. Violencia y escuela. Miradas y propuestas concretas. Paidós.
Buenos Aires. 2001.
Merino Fernández José Vicente. La violencia escolar. Análisis y propuestas de
intervención socioeducativas. Arrayan Editores.España.2006.
Muñoz Abundez Gustavo. Investigación. Violencia escolar en México y otros países.
Comparaciones a partir de los resultados del Instituto Nacional para la Evaluación de
la Educación. RMIE, OCTUBRE-DICIEMBRE 2008, VOL. 13, NÚM. 39.
Ortega Rosario [coord.] Agresividad injustificada, bullying y violencia escolar. Editorial
Alianza. Madrid. 2010.
Sullivan Keith, et al. Bullying en la enseñanza secundaria. El acoso escolar: cómo se
presenta y cómo afrontarlo. Ediciones Ceac. Barcelona.2005.
Trianes Torres Ma. Victoria. La violencia en contextos escolares. Ediciones Aljibe.2000.
84
ARCHIVOS FÍSICOS Y ELECTRÓNICOS
Cerezo Fuensanta. Bullying: análisis de la situación en aulas españolas. International
Journal of Psychology and Psychological Therapy. Universidad de Murcia,
España.2009.
Orte Socías Carmen. La corresponsabilidad educativa y social en el acoso e
intimidación escolar. El rol del educador social. Pedagogía Social, No. 15. España.
2008. ISSN (Versión impresa): 1139-1723
SNTE. Protocolo de Actuación para una Escuela Libre de Violencia. ISBN
9786079634971. México.2014.
Trautmann M. Alberto. Maltrato entre pares o “bullying”. Una visión actual. Revista
Chilena de Pediatría. Chile. Enero-Febrero 2008. Volumen 79. No 1.
Zurita Rivera Úrsula. Concepciones e implicaciones de tres leyes anti-bullying en
México. FLACSO. México. 2014.
REVISTAS
Cerezo Fuensanta. Violencia y victimización entre escolares. El bullying: estrategias
de identificación y elementos para la intervención a través del Test Bull-S. Revista
Electrónica de Investigación Psicoeducativa. España. 2006. No. 9 Volumen 4 (2).
ISSN: 1696-2095. Páginas: 333- 352.
Figueroa Campos Milagros. Acoso e intimidación escolar. Revista AZ. Recursos
didácticos para docentes.México.2013. No.34.ISSN: 1870-994X.
Figueroa Campos Milagros. El acoso escolar puede derivar en suicidios. Boletín
UNAM-DGCS-511.México.2009.
Mendoza González Brenda. Bullying entre Pares y el Escalamiento de Agresión en la
Relación Profesor-Alumno. Psicología Iberoamericana, Vol. 19, No. 1, Enero-
junio.México. 2011.
85
Monclús Estella, Antonio. La violencia escolar: Perspectivas desde Naciones Unidas.
Revista Iberoamericana de educación. ISSN-e 1022-6508.No. 38.2005.
Red Interamericana de Educación para la Democracia. RIED. Aulas en Paz 2:
Estrategias pedagógicas. Bogotá. Junio 2008. ISSN: 1941-1799. Volumen 1, No. 2.
PÁGINAS ELECTRÓNICAS
Educación en valores. Definición de ‘bullying’. Entrevista a Rosario Ortega.
Consultado Mayo 2011.
http://www.educacionenvalores.org/spip.php?article79 Instituto Interamericano del niño, la niña y los adolescentes. Organismo
especializado de la OEA. Acoso u hostigamiento entre niños, niñas y adolescentes:
El bullying. Consultado Enero 2012.
http://www.iin.oea.org/IIN2011/index.shtml
Manual Escuelas Aprendiendo a Convivir: Un proceso de intervención contra el maltrato e
intimidación entre escolares. Bullying. Gobierno del Distrito Federal. Consultado Octubre
2010
http://www.educacion.df.gob.mx/docs/Manual_bullyng.pdf