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UN ENTERRAMIENTO INFANTIL SINGULAR EN EL YACIMIENTO DE LA EDAD DEL BRONCE DE LA MOTILLA DEL AZUER (DAIMIEL, CIUDAD REAL) A SINGULAR CHILDREN BURIAL FROM THE BRONZE AGE SITE OF LA MOTILLA DEL AZUER (DAIMIEL, CIUDAD REAL) TRABAJOS DE PREHISTORIA 63, N o 1, Enero-Junio 2006, pp. 149-156, ISSN: 0082-5638 TRINIDAD NÁJERA COLINO (*) FERNANDO MOLINA GONZÁLEZ (*) MARGARITA SÁNCHEZ ROMERO (*) GONZALO ARANDA JIMÉNEZ (*) RESUMEN Se presenta el hallazgo de un enterramiento infantil de la Edad del Bronce asociado a un ajuar de especiales carac- terísticas. Presenta varios elementos de muy pequeñas di- mensiones realizados en cerámica y arcilla que reproducen formas típicas de los materiales del asentamiento. ABSTRACT A child burial with special grave-goods belonging to the Bronze Age is presented. Very small items manufactured in pottery and clay reproduce the typical forms of the mate- rials documented in the settlement. Palabras clave: Edad del bronce. Ritual funerario. Infancia. Key words: Bronze Age. Funerary ritual. Childhood. INTRODUCCIÓN En el mes de octubre del 2004, durante la campa- ña de excavaciones arqueológicas en el asentamien- to de la Edad del Bronce de la Motilla del Azuer, se localizó un interesante hallazgo consistente en la sepultura de un individuo infantil, en buen estado de conservación, que había sido inhumado en una fosa revestida por lajas de mediano tamaño y adosada al frente de la muralla exterior en la zona occidental de la fortificación (Fig. 1). Esta sepultura ha proporcio- nado un ajuar de excepcional interés, tanto por el número de sus componentes como por las caracte- rísticas de los mismos. Se trata de la reproducción en miniatura de tres vasos cerámicos, un carrete y dos fichas de arcilla, una de ellas con perforación central, un pequeño canto esférico de piedra y un vaso cerámico carenado de pequeñas dimensiones. Todos los elementos cerámicos tienen un grado de cocción a muy baja temperatura. Dada la ausencia de objetos en la Prehistoria Reciente de la Península Ibérica que hayan podido interpretarse de forma inequívoca como juguetes hemos considerado de interés dar a conocer me- diante una breve nota este hallazgo en donde las especiales características de los elementos de ajuar documentados junto a su asociación con un indivi- duo infantil confirmarían su identificación como elementos relacionados con el proceso de sociali- zación y aprendizaje en las comunidades de la Edad del Bronce. LA MOTILLA DEL AZUER El yacimiento se encuentra situado junto al río del mismo nombre en el término municipal de Dai- miel (provincia de Ciudad Real). A partir de 1974, un equipo de la Universidad de Granada dirigido por T. Nájera y F. Molina, ha realizado hasta el 2004 en este asentamiento 13 campañas de excava- ción y dos de restauración, en el marco de un Pro- (*) Dpto. de Prehistoria y Arqueología. Universidad de Gra- nada. Campus Universitario de Cartuja s/n. 18071- Granada. Co- rreo electrónico: [email protected] Recibido: 13-X-05; aceptado: 21-XII-05.

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UN ENTERRAMIENTO INFANTIL SINGULAR EN EL YACIMIENTODE LA EDAD DEL BRONCE DE LA MOTILLA DEL AZUER(DAIMIEL, CIUDAD REAL)

A SINGULAR CHILDREN BURIAL FROM THE BRONZE AGE SITE OF LA MOTILLA DELAZUER (DAIMIEL, CIUDAD REAL)

TRABAJOS DE PREHISTORIA63, No 1, Enero-Junio 2006, pp. 149-156, ISSN: 0082-5638

TRINIDAD NÁJERA COLINO (*)FERNANDO MOLINA GONZÁLEZ (*)MARGARITA SÁNCHEZ ROMERO (*)GONZALO ARANDA JIMÉNEZ (*)

RESUMEN

Se presenta el hallazgo de un enterramiento infantil dela Edad del Bronce asociado a un ajuar de especiales carac-terísticas. Presenta varios elementos de muy pequeñas di-mensiones realizados en cerámica y arcilla que reproducenformas típicas de los materiales del asentamiento.

ABSTRACT

A child burial with special grave-goods belonging to theBronze Age is presented. Very small items manufactured inpottery and clay reproduce the typical forms of the mate-rials documented in the settlement.

Palabras clave: Edad del bronce. Ritual funerario. Infancia.

Key words: Bronze Age. Funerary ritual. Childhood.

INTRODUCCIÓN

En el mes de octubre del 2004, durante la campa-ña de excavaciones arqueológicas en el asentamien-to de la Edad del Bronce de la Motilla del Azuer, selocalizó un interesante hallazgo consistente en lasepultura de un individuo infantil, en buen estado deconservación, que había sido inhumado en una fosarevestida por lajas de mediano tamaño y adosada al

frente de la muralla exterior en la zona occidental dela fortificación (Fig. 1). Esta sepultura ha proporcio-nado un ajuar de excepcional interés, tanto por elnúmero de sus componentes como por las caracte-rísticas de los mismos. Se trata de la reproducciónen miniatura de tres vasos cerámicos, un carrete ydos fichas de arcilla, una de ellas con perforacióncentral, un pequeño canto esférico de piedra y unvaso cerámico carenado de pequeñas dimensiones.Todos los elementos cerámicos tienen un grado decocción a muy baja temperatura.

Dada la ausencia de objetos en la PrehistoriaReciente de la Península Ibérica que hayan podidointerpretarse de forma inequívoca como jugueteshemos considerado de interés dar a conocer me-diante una breve nota este hallazgo en donde lasespeciales características de los elementos de ajuardocumentados junto a su asociación con un indivi-duo infantil confirmarían su identificación comoelementos relacionados con el proceso de sociali-zación y aprendizaje en las comunidades de la Edaddel Bronce.

LA MOTILLA DEL AZUER

El yacimiento se encuentra situado junto al ríodel mismo nombre en el término municipal de Dai-miel (provincia de Ciudad Real). A partir de 1974,un equipo de la Universidad de Granada dirigidopor T. Nájera y F. Molina, ha realizado hasta el2004 en este asentamiento 13 campañas de excava-ción y dos de restauración, en el marco de un Pro-

(*) Dpto. de Prehistoria y Arqueología. Universidad de Gra-nada. Campus Universitario de Cartuja s/n. 18071- Granada. Co-rreo electrónico: [email protected]

Recibido: 13-X-05; aceptado: 21-XII-05.

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yecto de Investigación sobre “La Edad del Bronceen La Mancha Occidental” (Nájera 1984; Nájera yMolina 2004 a y b; Molina et al. 2005).

Las especiales características de la Motilla delAzuer, así como la monumentalidad de sus estruc-turas de fortificación, con muros de mamposteríaque conservan más de 7 metros de alzado, confie-ren al yacimiento un carácter único dentro de laEdad del Bronce de la Península Ibérica, al tiempoque ofrecen unas condiciones idóneas para su res-tauración y musealización.

Fig. 1. Planta esquemática de la Motilla del Azuer con la situación de la sepultura 39 (punto negro).

Las motillas pueden interpretarse como asenta-mientos fortificados en llanura con una importantefunción de gestión y control de recursos económi-cos durante la Edad del Bronce. En el interior de susrecintos fortificados se protegían elementos básicoscomo el agua, captada del nivel freático mediante unpozo, y se realizaba el almacenamiento y procesa-do de cereales a gran escala, la estabulación ocasio-nal de ganado y la producción de cerámica y otrosproductos artesanales. La serie de dataciones deCarbono 14 permite establecer el inicio de la ocu-

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pación del yacimiento en torno al 2450 cal a.C.,durante el Bronce Antiguo, y el de su abandono acomienzos del Bronce Tardío, hacia el 1540 cal a.C.

El núcleo central de la fortificación del Azuerestá formado por una torre de mampostería de plan-ta cuadrada, a cuyo interior se accede medianterampas embutidas en estrechos pasillos. Dentro delárea fortificada se delimitan otros amplios espacios:un patio y dos grandes recintos separados por unalínea de muralla intermedia. En el interior del pa-tio, de planta trapezoidal, los habitantes del Azuerexcavaron un pozo, que perforó la terraza aluvialhasta alcanzar el nivel freático para abastecer deagua al asentamiento.

El recinto intermedio ocupa la mitad occidentalde la fortificación entre la muralla intermedia y elparamento exterior del pasillo que circunda la torre.La funcionalidad de este recinto experimentó varia-ciones durante las distintas fases de ocupación delyacimiento, siendo su principal uso el de almacénde cereales a gran escala, documentado por la apa-rición de un elevado número de grandes vasijas decerámica, silos, capachos llenos de granos de ceba-da y trigo y grandes depósitos de mampostería.

La compleja muralla exterior, con varias líneasadosadas, presenta unas características constructi-vas de gran interés por el desplome que experimen-tan sus paramentos hacia el interior de la fortifica-ción, lo que plantea una serie de interrogantes sobrelos sistemas constructivos del yacimiento y el com-portamiento dinámico de los mismos. En el interiordel recinto delimitado entre las murallas exterior eintermedia se construyeron a lo largo de la ocupa-ción del yacimiento numerosos hornos de plantacircular con zócalos de mampostería y cubiertaabovedada de barro junto con depósitos rectangu-lares de mampostería para almacenar cereal.

Esta línea de fortificación más externa, circulary concéntrica a los sistemas de fortificación interio-res, ofrece en su última fase de construcción unparamento ciclópeo de grandes bloques de caliza.El acceso al interior de la fortificación desde el áreadel poblado se realizaba a través de pasillos exterio-res paralelos a las murallas.

El hábitat se sitúa fuera de la fortificación en unradio de unos 50 metros. Las viviendas ofrecenplanta oval o rectangular. Poseen zócalos de mam-postería y alzados de barro con postes embutidos. Aveces presentan tabicaciones internas y muros me-dianeros. Asociadas a las casas se documentan gran-des áreas abiertas dedicadas a actividades de alma-cenamiento y a trabajos de producción, en las que se

localizan una alta concentración de fosas de dimen-siones diversas, que a menudo perforan las gravasdel suelo virgen sobre el que se asienta el yacimien-to, y restos de hogares, hornos y otras estructuras decombustión. Adyacentes al área de las viviendasestán presentes zonas dedicadas a la recepción dedesechos producidos por actividades relacionadascon la matanza de la cabaña ganadera.

A partir de los resultados obtenidos en las exca-vaciones de la Motilla del Azuer, se deduce queestos yacimientos arqueológicos de la Edad delBronce estuvieron ocupados por un grupo de pobla-ción reducido, que habitaría en las viviendas situa-das en torno a las fortificaciones. La gran inversiónde trabajo que implica la construcción y manteni-miento de sus murallas y sobre todo la escala deacumulación de excedentes agrícolas localizadosen el interior, que supera ampliamente las necesi-dades de los grupos que ocupaban este tipo de asen-tamientos, unido a la regularidad de su implanta-ción en el territorio y a la presencia de otros tiposde asentamientos contemporáneos, como los pobla-dos de altura situados en las sierras vecinas y peque-ños núcleos de habitación sin fortificar en llanura,nos ha llevado a plantear la existencia en La Man-cha durante la Edad del Bronce de un sistema po-lítico con un importante grado de jerarquizaciónterritorial y social (Nájera y Molina 2004b).

LA NECRÓPOLIS

La distribución de las tumbas en la Motilla delAzuer coincide con el área del poblado, siguiendoel patrón corriente en otras culturas contemporá-neas de la Edad del Bronce Peninsular. En contadasocasiones, y siempre datadas en la fase más recien-te, se han localizado algunos enterramientos en elinterior de la fortificación, aunque siempre en zo-nas periféricas de la misma, coincidiendo con cam-bios en las técnicas de construcción y en la utiliza-ción del espacio en el asentamiento. Es en estosmomentos finales de la ocupación del Azuer cuan-do se utilizan zonas del interior de la fortificacióncomo residencia de la población.

Hasta el momento, tras la campaña del 2004, sehan excavado 39 tumbas y recuperado además res-tos de al menos otros 36 individuos procedentes desepulturas destruidas durante la ocupación prehis-tórica del sitio. Los difuntos, tanto adultos comoinfantiles, se inhumaban de forma individual enposición encogida, dentro de fosas simples o en

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fosas revestidas por muretes de mampostería o la-jas hincadas, que a veces se adosaban a los murosde las casas o a los paramentos exteriores de la for-tificación. Sin embargo, algunos niños se enterra-ron en el interior de vasijas de cerámica, y en el casode dos sepulturas infantiles, de forma excepcional,se ha documentado la asociación de una estela depiedra con las mismas.

Los ajuares son escasos y poco representativos,salvo en casos excepcionales de algunos adultosque fueron enterrados con vasos de cerámica, pe-queños puñales de remaches de cobre arsenicado yalgún punzón de este mismo metal. No aparecenajuares asociados a individuos infantiles, salvo unacuenta tubular de hueso en un enterramiento enurna y en el caso del enterramiento nº 39, objeto dela presente nota, en el que se depositó un ajuar quetanto por el número de ítems como por las caracte-rísticas de los mismos representa un caso excepcio-nal en los patrones funerarios del yacimiento.

El estudio de la totalidad de los restos antropo-lógicos de la Motilla del Azuer procedentes de lascampañas realizadas hasta 2004 ha sido realizadopor I. Al Oumaoui y S. Jiménez Brobeil, amplian-do y modificando resultados de un trabajo ante-rior (1). La muestra analizada asciende a 75 indivi-duos, de los cuales 26 son niños. Entre los adultosestán representados los dos sexos, con una propor-ción aproximada de un 50%, así como todos lossegmentos de edad.

La población de la Motilla del Azuer responde almodelo propio del antiguo régimen demográficocon índices muy elevados de mortalidad infantil yuna baja esperanza media de vida al nacer. Hay quedestacar la presencia, entre una población mayori-tariamente de tipo mediterráneo grácil, de variosindividuos pertenecientes al denominado subtipomediterráneo robusto. A pesar de lo reducido de lamuestra se han podido determinar unas medias deestatura algo superiores a la de las poblaciones ar-gáricas contemporáneas, así como una mayor espe-ranza de vida de los integrantes del asentamientomanchego si se comparan con la de las poblacionesandaluzas del Sureste de la Península Ibérica duran-te la Edad del Bronce (Jiménez et al. e.p.).

Los estudios antropológicos han proporcionadonumerosos datos sobre las paleopatologías de lapoblación de la Motilla del Azuer, estando presente

la periostitis de las tibias, la hipoplasia del esmal-te y la hiperostosis porótica, que indican carenciasnutricionales durante el periodo de crecimiento yestrés medioambiental, así como diversas artropa-tías en hombros, rodillas, vértebras y manos en in-dividuos maduros y seniles.

Entre los traumatismos detectados debe señalar-se la fractura del cúbito bien soldada en algunosvarones. Las causas de este tipo de fracturas puedenser accidentales pero también podrían reflejar ma-nifestaciones de violencia interpersonal. Por losdatos obtenidos se puede deducir que los niños y lasmujeres estuvieron normalmente lejos de la prác-tica de actividades de riesgo.

Entre los marcadores que reflejan el impacto delmedioambiente sobre los individuos infantiles,destaca la hipoplasia del esmalte, que permite co-nocer los problemas de salud que se produjeronentre los 5 meses y los 6 años de vida. Este proce-so es especialmente frecuente durante el periodo deldestete, momento en el que los niños cambian laalimentación y son muy sensibles a enfermedadesinfecciosas y parásitos intestinales (Jiménez et al.e.p.).

EL ENTERRAMIENTO Nº 39

La sepultura 39 se ha localizado en el área oes-te del yacimiento, adosada al frente exterior de lamuralla que delimita la fortificación en esos mo-mentos (Lám. I). Posteriormente, en esta zona sesuceden diferentes replanteamientos de la murallarelacionados con cambios en la utilización de losespacios y en los sistemas de acceso; con estasmodificaciones la muralla exterior avanza hacia elpoblado, construyéndose su cimentación sobredepósitos más antiguos exteriores a la fortificacióny en los que se encuentra ubicada la tumba 39. Elenterramiento pertenece a la fase estratigráfica 5 dela fortificación, que puede datarse en un momentodel Bronce Pleno en torno al 1800 cal a.C.

La tumba consiste en una fosa de un metro de lon-gitud por 40 cm. de anchura máxima revestida delajas de mediano tamaño (Fig. 2; Lám. I). En su in-terior se depositó un individuo inhumado en posi-ción flexionada, en decúbito lateral derecho. Ofre-ce buenas condiciones de conservación (Láms. IIy III).

Según el estudio antropológico se trata de un in-dividuo infantil de 8 a 9 años de edad, con una po-sibilidad entre el 80-90% de pertenecer al sexo

(1) El análisis de los restos antropológicos de las campañasefectuadas entre 1974 y 1986 fue realizado por S. Jimenez Bro-beil, M. García Sánchez y L. Ruiz Rodriguez, del Laboratorio deAntropología Física de la Universidad de Granada.

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técnica poco depurada, con paredes irregulares ymuy baja temperatura de cocción. Consta de lossiguientes elementos (Fig. 2):

1. Vaso cerámico carenado de pequeñas dimen-siones con 7.5 cm. de diámetro máximo y 4 cm. dealtura máxima. Presenta una carena muy baja, fon-do plano, cuerpo superior cilíndrico y borde salien-

Lám. I. La sepultura 39 adosada a la muralla exterior de laMotilla del Azuer.

Lám. II. Vista general de la sepultura 39.

masculino. En cuanto a las paleopatologías, el indi-viduo presenta una banda de hipoplasia del esmal-te que indica problemas de salud padecidos entre los2 y los 2,5 años de edad (Jiménez et al. e.p.).

El ajuar de este enterramiento (Lám. IV) desta-ca por las pequeñísimas dimensiones de las piezascerámicas que lo integran, que también ofrecen una

Lám. III. Detalle del individuo infantil.

Lám. IV. Detalle del ajuar de la sepultura 39.

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2. Canto de piedra de forma esférica con un diá-metro máximo de 2.4 cm.

3. Vaso cerámico de muy pequeñas dimensionescon 2.4 cm. de diámetro máximo y 1.6 cm. de alturamáxima. Formalmente presenta las paredes tronco-cónicas, fondo plano y el interior poco profundo detan sólo 0.6 cm. de altura. El acabado de las super-ficies es alisado, de color beige y cocción a bajatemperatura.

4. Vaso cerámico de muy pequeñas dimensionescon 2 cm. de diámetro máximo y 1.6 cm. de alturamáxima. Presenta un perfil troncocónico ligera-mente convexo, fondo rehundido y el interior deescasa profundidad con 0.4 cm. de altura. El acaba-do de las superficies es alisado, de color beige y unacocción baja. Al igual que en el vaso nº 1 formal-mente destaca por su asimetría.

5. Vaso cerámico de pequeñas dimensiones con2.2 cm. de diámetro máximo y 1.9 cm. de altu-ra máxima. Presenta forma ovoide y paredes degrosor irregular. El acabado de las superficies esalisado, de color beige y cocción a baja tempera-tura.

6. Ficha de arcilla de pequeñas dimensiones con1.9 cm. de diámetro máximo y perforación central.Presenta una cocción a baja temperatura.

7. Ficha de arcilla de pequeñas dimensiones con2.2 cm. de diámetro máximo, superficies ligera-mente rehundidas y cocción a baja temperatura.

8. Carrete de arcilla de pequeñas dimensionescon 2.2 cm. de diámetro máximo y 1.7 cm. de alturamáxima. Por su escasa cocción sus paredes se des-hacen con facilidad, habiendo desaparecido unaparte de la pieza.

DISCUSIÓN

Es cada vez más frecuente en los últimos años laaparición en la literatura arqueológica de publica-ciones referidas a los individuos infantiles (Lilleha-mmer 1989; Finlay 1997; Kamp 2001; Sofaer 2000;Baxter 2005; Wileman 2005) en las que se realizauna aproximación al mundo infantil a través de losobjetos materiales con los que se relacionan, losespacios en los que se mueven, sus restos antropo-lógicos y las implicaciones sociales y económicasque sus acciones poseen para las sociedades de laPrehistoria. También en la Península Ibérica hacomenzado a desarrollarse un interés concretado entrabajos específicos en donde se analizan a los in-dividuos infantiles en el mundo ibérico (Chapa

Fig. 2. Ajuar funerario de la tumba 39.

te. El acabado de las superficies es alisado, de co-lor pardo grisáceo y cocción media. Formalmentedestaca su pronunciada asimetría.

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2003) o en las sociedades argáricas (Sánchez Ro-mero 2004).

La escasez de datos relacionados con los niñostiene su origen en varios factores. En primer lugaren la escasa relevancia otorgada al estudio de los in-dividuos infantiles y a su rol social; la principal cau-sa de este desinterés es conceptual y reside en lautilización del concepto de niñez de las sociedadesoccidentales actuales para medir sus capacidadeseconómicas y sociales en las sociedades prehistó-ricas (Chapa 2003:116). El segundo factor se refierea la dificultad de la interpretación del registro ar-queológico relacionado con los individuos infanti-les. Por un lado, por la amplia diversidad de elemen-tos que han podido ser utilizados por los mismos,por ejemplo entre los posibles juguetes encontra-mos objetos fabricados por adultos para que sirvancomo tales, objetos procedentes del mundo adultoque por desecho o rotura son utilizados por los in-dividuos infantiles y por último, objetos sin trans-formar (Politis 1998:10). A este conjunto habría queañadir además los objetos manufacturados por lospropios individuos infantiles dentro de sus procesosde aprendizaje y socialización (Kamp et al. 1999).Por otro lado, es necesario tener en cuenta que laaparición de miniaturas en la cultura material pue-de estar relacionada con contextos rituales o votivosque nada tienen que ver con los niños (Baxter 2005;Wileman 2005).

Por tanto, la relación entre estos objetos y losniños debe establecerse en base al contexto de apa-rición de los mismos. La localización en diferentesyacimientos de la Edad del Bronce del Sureste pe-ninsular de vasos cerámicos de pequeñas dimensio-nes y mala factura en contextos domésticos habíallevado a relacionar estas piezas con individuosinfantiles y su proceso de aprendizaje. No obstan-te, ha sido la aparición de este tipo de vasos en ajua-res asociados a niños, como es el caso de la sepul-tura 22 del Cerro de la Encina (Monachil, Granada)en donde se documentó una inhumación infantildoble asociada a un pequeño vaso carenado entreotros elementos de ajuar (Aranda y Molina 2005;2006), la que ha permitido avanzar en la interpre-tación de estos objetos como posibles juguetes oelementos relacionados con la socialización (Sán-chez Romero 2004).

En este contexto hay que valorar la documenta-ción de la sepultura 39 de la Motilla del Azuer. Porun lado confirmaría la relación entre individuosinfantiles y reproducciones a pequeña escala, fun-damentalmente de vasos cerámicos de mala factura,

que aparecen con relativa frecuencia en asenta-mientos de la Edad del Bronce, tanto argáricoscomo manchegos. La singular aparición de estaspiezas en un contexto funerario es un elemento defundamental importancia ya que indica la utiliza-ción de objetos característicos de la vida cotidianaen los procesos de socialización y aprendizaje y losvincula íntimamente a través del ritual funerario aun individuo determinado. La elaboración y uso deestas miniaturas cerámicas, ya sea como un juegoo en un contexto de aprendizaje (aspectos a menu-do indisociables), expresan la manera en la que losindividuos infantiles dan sentido a las actividadesque observan a su alrededor. Estos juegos, que imi-tan el comportamiento de los adultos y que en ciertaforma son impulsados y auspiciados por ellos, seenmarcan dentro de los procesos de socializaciónutilizados por el mundo adulto para asegurar la re-producción de los sistemas sociales y económicos.

En lo que se refiere al sistema económico, larelación entre miniaturas cerámicas de tosca facturae individuos infantiles ya ha sido explorada conanterioridad mediante el análisis de las huellas dac-tilares de una serie de figurillas de arcilla y vasoscerámicos de diferentes tamaños pertenecientes alas poblaciones Sinagua del norte de Arizona. Estainvestigación sugiere que se pueden haber estruc-turado los procesos de aprendizaje usando los jue-gos y la producción de juguetes para familiarizar alos niños con la arcilla y el proceso de manufactu-ra cerámica. De esta manera, los individuos infan-tiles entran en el proceso de aprendizaje desde muypequeños (entre dos y cinco años) y por tanto suincorporación al sistema económico como artesa-nos competentes se produce a muy temprana edad(Kamp et al. 1999:14).

En cuanto a la organización social, destaca laimportancia que los individuos infantiles adquierencomo grupo con entidad propia. En este sentidojunto a su aparición en un ritual perfectamente nor-malizado habría que añadir su asociación con ele-mentos que le son propios y que definen a un gru-po social con escasa visibilidad arqueológica peroque durante la Edad del Bronce adquiere un papelde gran relevancia cuyo análisis se revela funda-mental en una dinámica política y social caracteri-zada por importantes diferencias sociales.

Aunque la asociación entre individuos infantilesy determinadas formas de cultura material no puededefinirse como una norma por los aún escasosejemplos con los que contamos, debemos entenderque la aparición de estas miniaturas cerámicas junto

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en un enterramiento infantil en la Motilla del Azuer,junto con otras asociaciones similares en otros ya-cimientos argáricos, son el reflejo de una tendenciaen las relaciones que se establecen entre los indivi-duos infantiles y los adultos dentro de las socieda-des de la Edad del Bronce. Relaciones que estánmarcadas por la necesidad de transmisión de cono-cimientos y valores que permitan la reproducciónde los sistemas productivos, económicos y socialesde estas poblaciones.

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