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UN ROBO Y UNA LOTERIA (Comedia en dos actos y en prosa) CONSTANCIO S. SUAREZ Personajes: Clarita Doña Mariana Don Gildardo Ángel ACTO PRIMERO Sala lujosamente amueblada, puerta al foro y laterales. Es de día ESCENA I Doña Mariana y Clarita ambos sentados. DOÑA MARIANA.- Sí; Clarita; hay que concederme la razón: debes aceptar al espos que te destino, nadie más que él podrá labrar tu felicidad… CLARITA.- Pero, mamá por Dios, ya te lo he dicho: ese señor me triplica la edad. DOÑA MARIANA.- ¿Y qué? Vamos… ¿y qué te importa eso? Tiene muchísimo dinero y te adora con verdadera pasión. CLARITA.- Además es exageradamente feo y tonto. DOÑA MARIANA.- Eso no se le conoce. Y sobre todo, ¿qué tienes tú qué ver en esas frioleras? CLARITA.- Pero mamá, si yo nunca le de tenido ni el más leve cariño. DOÑA MARIANA.- Eso es lo de menos. Se lo tendrás con el tiempo. Ya ves, su carácter es magnífico, nunca es regañón mi creo será celoso tampoco; posee un gran caudal; está como dicen vulgarmente: nadando en peso. CLARITA._ Nada de eso tendrá poder alguno para que yo lo ame. DOÑA MARIANA.- Te digo que el amor vendrá después: esa es cuestión secundaria

Un Robo y Una Loteria

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Obra de teatro en 4 actos para 4 personajes

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UN ROBO Y UNA LOTERIA(Comedia en dos actos y en prosa)

CONSTANCIO S. SUAREZ

Personajes:ClaritaDoa MarianaDon Gildardongel

ACTO PRIMEROSala lujosamente amueblada, puerta al foro y laterales. Es de da

ESCENA I

Doa Mariana y Clarita ambos sentados. DOA MARIANA.- S; Clarita; hay que concederme la razn: debes aceptar al espos que te destino, nadie ms que l podr labrar tu felicidadCLARITA.- Pero, mam por Dios, ya te lo he dicho: ese seor me triplica la edad.DOA MARIANA.- Y qu? Vamos y qu te importa eso? Tiene muchsimo dinero y te adora con verdadera pasin.CLARITA.- Adems es exageradamente feo y tonto. DOA MARIANA.- Eso no se le conoce. Y sobre todo, qu tienes t qu ver en esas frioleras?CLARITA.- Pero mam, si yo nunca le de tenido ni el ms leve cario.DOA MARIANA.- Eso es lo de menos. Se lo tendrs con el tiempo. Ya ves, su carcter es magnfico, nunca es regan mi creo ser celoso tampoco; posee un gran caudal; est como dicen vulgarmente: nadando en peso.CLARITA._ Nada de eso tendr poder alguno para que yo lo ame.DOA MARIANA.- Te digo que el amor vendr despus: esa es cuestin secundariaCLARITA.- No mam; es lo principal para constituir la felicidad en un matrimonio.DOA MARIANA.- Eh! qu sabes t?. Si querrs ensearme a m que no en balde llevo cincuenta aos de vida. Qu no habr yo visto y conocido en todo este tiempo? Tus pensamientos respeto al matrimonio, no pasan de sandeces y de ilusiones que no se logran nunca. Quieres hallar en la poca un novio bonito, rio e inteligente? Eso, jams lo vern tus ojos y te envejecers esperndolo.CLARITA.- Yo no quiero precisamente quesea rico. . . DOA MARIANA.- peor pero va por ah. . .!CLARITA.- Me basta con que tenga un mediano talento y que no sea tan horrible que cause espanto.DOA MARIANA.- Esas dizque cualidades no calen ni un comino. Djate de sueos y de apariencias; en el da Clarita; la inteligencia y la buena figura son ceros a la izquierda; lo que vale es el dinero y nada ms. Yo siempre he sido positivista y ya miras, nunca me va mal, ni pierdo un solo centavo en mi Agencia de Negocios.CLARITA.- Todo eso que dices, es ciertsimo, yo no digo lo contrario; pero siempre que se trate de otra clase de asuntos que no sean del matrimonio. Suponte yo, que no siento ni un tomo de cario por ese Don Gildardo que me destinas para marido; suponte, digo, que me caso con l; Cmo sera nuestra vida domstica?.DOA MARIANA.- Un paraso. . . un cielo. . . desde luego. Sobre todo, que gozars muchsimo.CLARITA.- Todo lo contrarioDOA MARIANA.- Cmo todo lo contrario? Entonces t no llamas gozar el gasta dinero a manos llenas; ir en coche por las tardes al Llano de Guadalupe, y tener tu abono de palco en el Teatro Jurez; vestirte siempre a la moda con ricos vestidos. . . y sobre todo sentarte a una mesa esplndida , comiendo y bebiendo los ms aristocrticos manjares. Pues si esto no es gozar, que venga Dios y lo vea, como dice mi comadre la chipina.CLARITA.- Bien; pero de qu sirven todas esas distracciones, todas esas riquezas, si su presencia me fastidia, me repugna. . . y jams me sera posible dirigirle ni una frase de cario?DOA MARIANA.- Y vuelta con el cario! Te repetir mil veces que eso ser despus; que el mismo comportamiento suyo har nacer en ti, no slo no amor, sino pasin Ya vers. . . ya vers cmo no te engao. Csate y luego. . . al poco tiempo yo te preguntar.CLARITA.- Ms a un; crees que la sociedad no murmurara terriblemente al comprender que slo por inters me una a un anciano feo y achacoso? Seramos tanto yo, como t y l, los objetos del ridculo ms espantoso.DOA MARIANA.- Pero qu ests creyendo que todos piensan tan descabelladamente como t?CLARITA.- Al revs mam. . . t crees que todos son positivistas.DOA MARIANA.- Es claro que lo son. No re acabas de convencer que en todas partes lo nico que reina es el dinero? Y por lo mismo en vez de criticarnos, nos dara todo el mundo su aprobacin unnime. Y mira, aunque as no fuese; Qu nos importa la murmuracin si logramos nuestra comodidad y bienestar eternos? No te recuerdas de un refrn que dice: Ande yo caliente y rase la gente?CLARITA.- ese refrn s es realmente descabellado.DOA MARIANA.- No seor; es muy puesto en razn.CLARITA.- Pues yo definitivamente te digo que no me casar con Don Gildardo; prefiero quedarme para vestir santos.DON MARIANO.- Eso slo un capricho, un capricho altamente necio.CLARITA.- Ser lo que quieras; pero yo. . . DOA MARIANA.- Lo que me parecer es que a ti tal vez te est mareando alguno de esos pollitos simpticos y badulaques que no tienen un oficio ni beneficio, y por eso ests tan opuesta a mis ideas. . . Aj! Quin sabe si el Angelito, tu dizque primo tercero, anda en estas cosas? Pero lbrelo Dios si llego a oler algo Muy caro le va a salir! Qu lindo. . . que el tal estudiantejo Don Angelito, se casara contigo, siendo ms pobre que los ratones! Vaya, vaya, no seas tonta, Clarita, y piensa con la cabeza. Para que se reciba de abogado, falta muchsimo, y aun cuando fuese pronto, la tal carrera es para morirse de hambre, al menos en la poca actual. Piensa bien todo lo que te he dicho y vers que me sobra razn. Dentro de un rato espero tu resolucin definitiva para que sin perder tiempo, se presenten t y don Gildardo en el Registro Civil y luego en la Parroquia del Sagrario. Adis (medio mutis) Y. . . cuidado con pensar en Don Angelito, eh? Ya vengo. (Se va del foro)ESCENA II

CLARITA.- (sola) Casarme con Don Gildargo! Imposible! Qu Barbaridad! Prefiero, como le he dicho a mi madre, quedarme para vestir santos. Ha sospechado ya de Angelito! Si supera que tenemos amores desde hace cuatro meses!. . . Y tiene que saberlo; es claro. Yo cre que no le fuera antiptico y vamos viendo que segn parece, le tiene mucha aversin!. . . Cmo hacer en este caso? Pobre Angelito que tambin pensaba como yo; que aprobara mi madre nuestras relaciones! Yo ignoraba todava que mi boda tuviese preparada de antemano con Don Gildardo! Ahora que ya lo s a punto fijo, sin tardanza debo decrselo a Angelito, para que piense, para que piense algo que pueda salvarnos. Si encontrara en estos das una buena colocacin!... Es difcil, segn estn los destinos hoy. Pues entonces qu haremos? Nada, voy a decrselo y que apure su inteligencia. Oigo pasos. Ah! Es l! Que a tiempo!

ESCENA III(Clarita y angelito por el foro)

ANGEL.- Clarita!... Bien mo!CLARITA.- Llegas oportunamenteANGEL.- Pues qu sucede?CLARITA.- Poca cosa. Que mam esta empeadsima en que me case con Don Gildardo.ANGEL.- Caracoles! Eso s que est grave. Y t?CLARITA.- Es claro que me niego, y me negar siempre. Haba de ser tan frgil para olvidarte y admitir esa unin? Mi mam, como debes haber comprendido desde que nos visitas; es positivista exagerada; para ella no hay mas amor que el dinero yANGEL.- Qu compromiso tan horrible!CLARITA.- Y ms an; ha sospechado ya nuestras relacionesANGEL.- Punto peor. Y qu hacemos?CLARITA.- Pues a ver qu piensas para que te acepte por novio y al mismo tiempo desista del casamiento con Don Gildardo.ANGEL.- Con ese viejo chocho, imbcil, con esa bestia cargado de plata y de achaques!CLARITA.- T vers!ANGEL.- La situacin es dificilsima!CLARITA.- Ah! si t consiguieras un buen trabajo!ANGEL.- Es casi imposible, y ms an, prontamente.CLARITA.- Ay! Qu desgraciados somos!ANGEL.- Como pocos en el mundo! En fin hay que tomar una resolucin Esta es la que se dificulta!CLARITA.- Y lo peor de todo es que el tiempo urge, porque mam quiere que hoy mismo vayamos yo y Don Guildardo al Registro Civil para la primera presentacin.ANAGEL.- Caracoles! Pues estamos fritos!CLARITA.- Mira: en ltimo caso, sabes lo que hacemos?ANGEL Qu di?CLARITA.- Fugarme contigo. Nada importa, aunque luego nos castiguen, hay que arrostrarlo todo. De esta manera, obligamos a mi mam que nos d su aprobacin, y nos case, aunque sea nada ms por cubrir el honor! Si se nos agotan otros medios legales, no hay ms remedio que poner en prctica la fuga.ANGEL.- S, s; realmente no nos queda otro cursoCLARITA.- Pero no por esto, dejemos de buscar un medio puesto en el orden; y hacer todo lo posible por evitar un escndalo.ANGEL.- Me parece muy bien tu idea. Y me retiro, voy a apurar mi entendimiento.CLARITA.- Y yo lo mismo.ANGEL.- Dentro de unos momentos volver. Adis, Clara ma!(le besa la mano)CLARITA.- S adis! y a pensar!ANGEL.- Me voy confiado ciegamente en tu firmeza y en tu amor. Adis.(se va por el fondo)

ESCENA IV

CLARITA .- (sola) Dios! Dios!... Qu situacin tan crtica la nuestra! Que se le ocurra una idea buena, un medio eficaz, para hacer desistir a mi mam de ese viejo setentn! Ya no quiero que acepte a Angelito por novio; me conformo con que se anule el proyectado enlace de Don Gildargo! Despus nos ser ms fcil convencerlo para que d su consentimiento a mi unin con Angelito. Si inventramos alguna mentira en contra de ese viejo verde? Por ejemplo, un billetito amoroso que fingiramos, para hacer creer a mi mam, que tena a Don Gildardo amores con otra mucha?... Pero no, podemos ser descubiertos y entonces sera peor el remedio que la enfermedad. A ver qu le ocurre a Angelito. (se oyen pasos) Ah! mi mam!

ESCENA V(Clarita y Doa Mariana)

DOA MARIANA.- Por fin, Clarita, mi obediente Clarita Qu tal? Ests ya dispuesta para ir al Registro Civil con Don Gildardo? Supongo que s Verdad?. S s; t eres razonable, obediente y respetuosa con tu mam. Vas a darme ese placer, No es cierto? Sobre todo que as labras tu felicidad completa.CLARITA.- Estoy firme en mi propsito. Jams me unir con Don Gildardo! Lo he dicho ya, y lo dir mil veces.DOA MARIANA.- Caramba! Ni Aragonesa que fueras! Esto es ya mucha terquedad. un capricho tonto, sin fundamento alguno!CLARITA.- Capricho y terquedad! Todo lo que t quieras; pero mi resolucin es irrevocable.DOA MARIANA.- Pero, mujer, no me hagas quedar en ridculo, Qu dira de mi si retrocediera en mi palabra, en mi palabra de honor que le he dado? Esto es inconcebible! Me morira de vergenza!CLARITA: Pero Cmo le diste tu palabra sin saber mi voluntad? A quin se le ocurre!DOA MARIANA.- A m, a m: por que contaba con tu obediencia y sobre todo, con que habas de ser razonable.CLARITA.- Eso es ser muy aventuradaDOA MARIANA.- Pues ahora, sea como fuere, ya no hay remedio. Te casas con Don Gildardo aunque se junte el cielo con la tierra. Adems ya con autoridad de madre, lo ordeno y lo mando.CLARITA.- Una madre debe ser obedecida en todo por sus hijos, menos en la inclinaciones del corazn, al cual no se manda jams.DOA MARIANA.- Aj! Con que esas tenemos? Con que me pierdes el respeto, hija desnaturalizada?CLARITA.- No, mam; yo solamente digo una verdad palmariaDOA MARIANA.- Y qu sabes t de verdades palmarias?CLARITA.- Mira, mam; acaso pudiste t alguna vez o puedes en la actualidad mandar en tus afecciones? Verdad que no? Pues si a uno no le es posible mandar en su propio corazn, mucho menos puede imponer rdenes al corazn de otro.DOA MARIANA.- Silencio bachillera! Yo no he venido a discutir contigo; lo que quiero es que te cases con Don Gildardo y ser por agrado o por fuerza; ya lo he dicho. Se acab!

ESCENA VI(Doa Mariana, Clarita y Don Guildardo) DON GILDARDO.- Seora Doa Mariana! Ay!... Qu desgracia tan grande!DOA MARIANA.- Que qu le sucedi a usted Don Gildardo! (Alarmado)DON GILDARDO.- Nunca me hubiera imaginado. Me han hecho el hombre ms infeliz del mundo!DOA MARIANA.- Pero qu es ello? Sepamos! Lo han acusado a usted de algo? Lo persigue la Justicia?DON GILDARDO.- No no Seor.DOA MARIANA.- Pues, entoncesDON GILDARDO.- Ay! No quisiera decirloDOA MARIANA.- Pero hombre!DON GILDARDO.- Es una desdicha atroz! Sin hombre!... Terrible Terriblsima!DOA MARIANA.- Acabaremos? Pronto, pronto; hable usted. Si es una desgracia que tenga remedio, ver yo si puedo prestarle ayudaDON GUILDARDO.- Pues es es esDOA MARIANA.- Qu? Hombre! Qu?DON GUILDARDO.- Qu me han robado!DOA MARIANA.- AH!! Pero es verdad lo que est usted diciendo! (sorprendidsimo)CLARITA.- (en voz baja) Gracias a Dios! Me salv de fijo!DOA MARIANA.- Pero hombre; explquese usted. Cmo sucedi eso?DON GILDARDO.- Nada, nada que llegu a mi casa esta maana por que estuve fuera de ella anoche; no pude evadirme, me invitaron a un bautizo y me emborracharon un poco los amigos y y DOA MARIANA.- Bueno, bueno, lleg usted a su casa y?DON GILDARDO.- Y me encuentro. OH TERROR!! Me encuentro con mi caja de dinero abierta, hecha pedazos la chapa y sin un centavo adentro! all estaba todo mi cpita todo todo! Y lo peor es que dentro de tres das, tengo que pagar varias letras, y para hacerlo, me veo obligado a vender la mayora de mis bienes races, y slo me quedarn muy pocosDOA MARIANA.- Vaya qu contratiempo!...CLARITA.- Oh, dicha inesperada!DOA MARIANA.- Pero y el ladrn?DON GILDARDO.- Ya he dado aviso a la Comisaria; vana a hacer las pesquisasDOA MARIANA.- S! si! (con irona y clera) confe usted ahora en las pesquisas! Caramba! Caramba, pero quin le manda a usted irse de bautizo y dejar su casa sin seguridad? Con cien mil demonios!DON GILDARDO.- La desgracia, seora Doa Mariana DOA MARIANA.- Si, la desgracia! la desgracia! (remedndole) Las verduras de usted! Eh; todo ha terminado entre los dos. Por su causa voy a quedar en ridculo; ya todos mis amigos y conocidos saban el prximo enlace de usted con mi hija: y ahora ahora se burlarn de m!... me ha usted arruinado! me usted hundido!...DON GUILDARDO.- Qu vamos a hacer! Sobre que ya no hay remedio!... Adis seora Doa Mariana! Hasta luego seorita (se va por el fondo)CLARITA.- Hasta nunca! (Muy contenta)

ESCENA VII(Doa Mariana y Clarita)

CLARITA.- Oh dicha! Oh ventura! Oh felicidad! Lo ves mam? Lo ves, cmo pareca que yo adivinada? DOA MARIANA.- Eh, t ahora!CLARITA.- Pero, mam, siDOA MARIANA.- Silencio! Si no quieres que (amenazndola con pegarle) A su cuarto! Pronto! (se va clara)

ESCENA VIII

DOA MARIANA.- Maldito viejo imbcil! Salirme con que lo robaron! En esto haba de para todo! Despus de que AY!... Ay!, Quin iba a figurrselo!... Soy muy desdichada! La mas desdichada de todos los mortales!... Estamos en el ridculo ms espantoso!... Qu dir la sociedad? Y qu dir yo que tena tantas ilusiones para esta boda? Y dnde voy a encontrarme otro rico para mi hija? Maldita, maldita sea la fatalidad!

CIERRE DE TELON

ACTO SEGUNDO

La misma decoracin. Es de noche.(Doa Mariana, Clarita y ngel)

DOA MARIANA.- Pero hombre, Quin iba a imaginarse que te sacaras el premio mayor de la Lotera Nacional?ANGEL.- Pues ya lo ve usted, seora, la casualidad, la fortuna.CLARITA.- Cincuenta mil pesos! es una gran cantidad!DOA MARIANA.- (a Angel) Ya lo creo, ya lo creo. De manera que maana harn ustedes su primera presentacin en la parroquia del Sagrario; ya est lo principal; es decir: con todos los trmites de la ley; pero vaya, lo pronto es lo lucido como dicen, aunque te haya costado un poco ms. S me agrad tu idea no creas. Sobre todo, desplegamos elegancia y buen tono con que el seor Juez viniera aqu a nuestra casa, para tomar los dichos y firmar. Ahora slo falta como digo la ceremonia eclesistica, las amonestaciones, la velacin y para usted de contar; queda listo el matrimonio.CLARITA.- Ay! si yo creo que voy a morirme del gusto!... Eso de casarme con el viejo de Don Gildardo, me espanta como si me fuera a unir con el mismo diablo.DOA MARIANA.- S, s, hija ma; te concedo la razn; tan achacoso, tan feo y sobre todo tan imbcil. Con buena embajada me sali: Que le haban robado su capital, pues el da menos pensado salimos tambin con que hasta a l se lo haban robado. Je, je, je. (re)CLARITA.- Ja, ja, ja, ja, (Rie)ANGEL.- Eh! ya dejemos de hablar de ese horrible pergamino!DOA MARIANA.- Tienes razn, fue tu rival; pero ahora ya debes estar tranquilo; ya es tu esposa Clarita, por lo Civil, que es lo principal. Ah! Por su puesto que ya le habrs mandado hacerUnas magnificas donas, verdad?ANGEL.- Si, seoraDOA MARIANA.- S, mam se dice. Caramba!, hombre, parece que no tienes confianza con tu suegra!ANGEL.- Pues bien, mamDOA MARIANA.- esos es, eso es!ANGEL.- Van a quedar primorosas!DOA MARIANA.- Y cunto re vendrn costando?ANGEL.- Como quinientos pesos; sobre poco ms o menosDOA MARIANA.- Magnifico! Magnifico!CLARITA.- Y qu tal quedar mi vestido blanco, el de la ceremonia?ANGEL.- Ah! Suntuossimo! Encargu que fuera del mejor raso de seda que hubiera en los Cajones; blondas finsimas lo mismo que el velo, los azahares, los guantes, las botitas, etc., etc.CLARITA.- Qu Alegra!DOA MARIANA.- Y tambin t irs muy remonn, muy lagartijo, verdad? ( A ngel)ANGEL.- S, s, desde luego.DOA MARIANA.- Ya parece que los miro muy cogiditos del brazo, bajando del coche Ah! Por que supongo tambin que irn en carruaje a la iglesia.ANGEL.- Ya lo creo. S Mam; quiero para eso comprar uno de los ms lujosos.DOA MARIANA.- Hombre; despus de todo, este casamiento va a ser ms rumboso y agradable que si fuera ste con Don Gildardo.CLARITA.- Ah que diferencia tan notable!ANGEL.- Volvemos con Don Gildardo? Slo or su nombreDOA MARIANA.- No! No! Ya no volveremos a mentarlo. Cuidado quin habla de Don Gildardo! de ese mentecato vejestorio! Bueno, bueno; dejo a ustedes algunos momentos; los recin casados deben tener muchas cosas de qu hablar y desearn estar solios. Bien es cierto que yo no les estorbo pero siempre por el respeto que les inspiro se privarn de En fin, nos vemos luego; ah se quedan; voy mientras a escribir unas cartas. Adis, mis queridsimos hijos. (Los abraza y se va por el foro)

ESCENA II(ngel y Clarita)

ANGEL.- Qu te parece del chasco tan furibundo que est llevando tu mam? Cuando sepa la realidad, es capaz creo hasta de matarnos!CLARITA.- Y al fin tendr que saberlo.ANGEL.- Desde luego. No; pero yo buscar la mejor manera de convencerlo para que no haga una barbaridad!CLARITA.- Yo nunca pens que se te ocurriera una idea tan oportuna y eficaz sobre todo. Bueno, y como piensas la manera de desengaarla?ANGEL.- Veremos, veremos; mira (Piensa) Si, s; esto es! Le dir que voy a cobrar cincuenta mil pesos; y luego regreso con la fatal noticia; que me han engaado lastimosamente; que el amigo que me lo avis indudablemente no sabe leer cantidades, y cambio el orden del cero y el cinco y y que aqu estuvo el error. Te parece el plan?CLARITA.- No puede ser mejor Has pensado acertadamente. Tienes mucho talento, mi Angelito, mi serafn. Si por eso te quiero tanto!ANGEL.- Pero ms que yo! Eso nunca, cielo mo.CLARITA.- Mentiroso! (sonriendo y con mimo) ANGEL.- Debers mi Clarita! Te lo digo como lo siento.CLARITA.- Ya veremos con el tiempo.ANGEL.- Aunque no soy rico, ni es cierto lo de la lotera, te prometo una vida muy feliz en cuanto me sea posible. Es verdad que todava no me recibo de abogado; pero tengo, como te consta, un emplello de escribiente en la Corte de Justicia, y adems muchos pleitos que les arreglo constantemente a los indios de Zaachila y de Zimatln, todo lo cual me produce al mes lo suficiente para que podamos vivir si no con el boato que t mama soaba al casarte con Don Gilberto, a lo menos, con algn descanso.CLARITA,. Y aunque fueras mucho ms pobre, Angelito mo, yo vivira muy contenta a tu lado; puesto que nos amamos verdaderamente, y eso basta para ser felices.ANGEL.- Cunto me halagan y satisfacen tus ideas mi Clarita Idolatrada! Eres la excepcin de todas las mujeres de la poca, a las cuales slo gua en un matrimonio el inters, el lujo y nada ms.CLARITA.- A mi slo me gua el amor.ANGEL.- Bendita!... bendita seas una y mil veces! (le besa la mano con pasin)CLARITA.- Mira, ahora lo que importa es que tengas mucha serenidad para darle a mam la tristsima nueva.ANGEL.- No tengas cuidado; ya t sabes que yo en los casos comprometidos, tengo un aplomo que!CLARITA.- Y cundo piensas decrselo?ANGEL.- Ahora mismo; lo que ha de ser que sea temprano; al mal paso darle pronto.CLARITA.- S, s pero caramba! de veras que va a llevarse una sorpresa y enojo, peor que el del robo de Don Gildardo.ANGEL.- Y qu remedio? Tiene que ser as! Mas luego se calmar, perdonando al fin el ardid que tom para lograr mis deseos y los tuyos. Sobre todo que ya somos esposo y de todos modos tiene que conformarse. Ah! Si no me hubiera violentado en casarme por el Civil, entonces s seriamos perdidos al saber l la farsa de la lotera. Pero afortunadamente yo no soy tan bobo y reflexion luego todas las consecuencias de una mentira urdida a favor de nuestra felicidad.

ESCENA III(ngel y Doa Mariana)

DOA MARIANA.- Eh! Ya despach el correo. Qu tal hijos mos, han platicado mucho? Ya me lo figuro. Estaran haciendo mil proyectos para gozar en la luna de miel, verdad?ANGEL.- Precisamente ha usted adivinado. Pensbamos en la dicha tan inmensa que se respira los primeros das del matrimonio.DOA MARIANA.- je, je, je, je (riendo) Ah picarones! Yo estoy muy contenta, contentsima con este casamiento (a ngel) T eres un buen muchacho, un verdadero Angelito de la gloria! Dame un abrazo, pichn (se abrazan) Y t otro. ( a clarita) je je je (riendo) Y a prepararse para maana; que ser la presentacin con el cura.ANGEL.- Ah! Pero an no he ido a cobrar mis cincuenta mil pesos, y ya se necesita dinero.DOA MARIANA.- Pues luego, muchacho, luego! Vaya, vaya, y en qu piensas hijo de Dios? Yo cre que ya los tenas muy bien guardados. Pues t si que Anda, anda, pero aprisa. Son las siete y tres cuartos. (Ve el reloj) La agencia se cierra a las ocho. Perfectamente te alcanza el tiempo si vas aprisa. Vaya, hombre qu cabeza la tuya! Hasta ahora te va ocurriendo!ANGEL.- Voy, voy en el momento. Pronto estoy de vuelta (Medio mutis)CLARITA.- (ap.) Ahora es el golpe. Dios nos saque con bien.DOA MARIANA.- Ah! Angelito!... (Va hacia la puerta por donde se dirige Angel)ANGEL.- (regresando) Diga usted, mam.DOA MARIANA.- Si exigen fiador, como supongo, para atestiguar que es tuyo el billete, te pasas a ver a Don Ramn Mendiola, mi buen amigo y rico comerciante muy conocido. Ya sabes dnde vive. Calle de San Agustn nmero 13, en los altos. Le dices que vas de mi parte y le manifiestas de lo que se trata. Pero agurdate, es mejor que le escriba una tarjetita. (Saca de su cartera una tarjeta y escribe rpido) con lpiz aunque sea; somos de confianza. (la da la tarjeta) ahora s ; corre!

ESCENA IV(Doa Mariana y Clarita)

CLARITA.-(Ap.) Ay Jess! Lleg el momento terribleDOA MARIANA.- Pero Qu tienes, Clarita, porque te pones tan plida y estas temblando?CLARITA.- Del gusto mam, del gusto . . . (procurando dominarse)DOA MARIANA.- S, tienes razn, hija ma, no es para menos; Cincuenta mil pesos, no son tan mal bocado! Pero vaya qu fortuna de Angelito!. No; y t le has de instar para que con frecuencia compre billetes, siempre que le sea posible; de repente podemos ser hasta millonarios! Ya la dicha est de su parte y no hay que dejarla escapar!

ESCENA VDoa Mariana, Don guildardo y Clarita

DON GUILDARDO.- Buenas noches, seora Doa Marianita, buenas noches, Clarita encantadora, (Le contestan mmicamente. Clara con desdn)DOA MARIAN.- Usted por ac? Que milagro!...CLARITA.- (Ap) Qu querr ahora este vejacn?DOA MARIANA.- Sintese usted seor Don GildardoDON GILDARDO.- Muchas gracias. (se sienta) Les traigo una noticia muy venturosa, muy venturosa, venturissima, esplndida!...DOA MARIANA.- Cul es, seor Don Guildardo?DON GILDARDO.- Le digo a usted que van a recibir un placer incomparable, grandsimo!DOA MARIANA.- Pero qu es ello?DON GILDARDO.- Qu ha de ser? que he restaurado mi capital!!DOA MARIANA.- S? (sorprendida)CLARITA.- (Ap.) Ahora va a estar peor el cuento.!DON GILDARDO.- Vern ustedes Ah, caramba! El Juez anduvo muy listo, y la polica la polica Oh! los gendarmes de Oaxaca valen un Potos! qu actividad! Qu astucia!... qu talento!... Bien; pues ayer lograron capturar al ladronzuelo, fue a dar hasta Santa Catarina hasta la Crcel!; y el juez, como digo, anduvo listo listo como un cerillo! En dos por tres practic averiguaciones y todo lo necesario: entregndome al fin, mi cuantioso capital; que por una gran fortuna, el ladrn apenas habra gastado dos o tres pesos.DOA MARIANA.- (Ap.) A buen tiempo ha recobrado el dinero(con irona coraje)DON GILDARDO.- Pues bien, al hallarme otra vez tan rico como antes, vengo respetuoso y elegantemente a entrar mi palabra de casamiento. . . a que se reanude mi matrimonio con la bellsima Clarita.CLARITA.- (Ap) Que bien hizo Angelito en violentar la boda!DOA MARIANA.- (Que se ha quedado en suspenso y triste) Ay seor don Gildardo! ay Ha venido usted tarde, porque mi hija ya se ha casadoDON GILDARDO.- Que oigo! Y con quin?CLARITA.- Con un joven muy inteligente, de muy buena figura, y DON GILDARDO.- Y pobre como un ratn! Lindo casamiento! (con coraje)DOA MARIANA.- No, no seor; el esposo de esta muchacha le ha pegado al premio mayor de la Lotera de Mxico: cincuenta mil durillos!DON GILDARDO.- (abriendo mucho la boca) Aaaah!DOA MARIANA.- S seor don Gildardo! Pues qu acaso me crea tan imbcil para dar a mi hija a cualquier pobretn? Vaya vaya!DON GILDARDO.- Pero qu desgracia la ma!DOA MARIANA.- Yo siento en el alma lo que ha sucedido; pero lo malo fue que a usted lo robaron; y ya sin un centavo; dgame si sera cuerdo el que hubiera sido usted mi yerno? De ningn modo verdad? Yo vi la fortuna en las puertas de mi casa qu haba de hacer? Dejarla entrar! Estos muchachos se amaban de mucho tiempo antes sin que yo lo supiera y DON GILDARDO.- Pero Cmo tan pronto se han casado?DOA MARIANA.- Ah est mal precisamente! Porque si as no hubiera sido, ahora usted ya con su capital, sera de todos modos el esposo de Clarita!CLARITA.- (Ap.) Que horror!DON GILDARDO.- Pero en qu consisti esa premura?DOA MARIANA.- Consisti en muchas cosas; una e ellas fue que a m me agrad la formalidad del novio, su manera de conducirse, su intencin legal de unirse pronto con mi hija En fin!... Y hoy, como usted ve; ya no hay remedio alguno! Una vez casados! y por lo Civil! Dgame usted nada mas! Si fuera por la Iglesia tal vez podramos hacer una trampita, aunque luego nos excomulgasen, pero por lo Civil!... aqu s no puede uno hacer trampas!DON GILDARDO.- No, ya lo creo que no! Ay, que vamos a hacer! Estoy de malas. Me retiro. Hasta otra vez seora Doa Mariana A los pies de usted seora! (a clara. A doa mariana) Ya casada, debe llamarse seora!DOA MARIANA.- Y vuelvo a repetir a usted que mucho, mucho lo siento, tal vez ms que usted mismo! pero hay que conformarse!DO GILDARDO.- Pues s! (tristemente) Buenas noches! (se va por el fondo)

ESCENA VI(Doa mariana y Clarita)

DOA MARIANA.- (aparte) Realmente es de lamentarse lo que ha sucedido! Pero Pues lo dicho, no hay remedio! A qu horas vendr Angelito?...CLARITA.- Ya no debe de tardas, mam (aparte) Ay Jess! Ahora va a ser peor el golpe!DOA MARIANA.- No habr admitido la firma de don Ramn? Qu habr sucedido?CLARITA.- Nada mam, nadaDOA MARIANA.- Yo no s por qu tengo cierta inquietud un no s quCLARITA.- (Aparte) Y yo ms! El desengao va a ser atroz! (Se oyen pasos) Ah! ah est ya!DOA MARIANA.- Oigo Pasos. S, ya est aqu. Gracias a Dios!CLARITA.- (aparte) Seor! Ten piedad de nosotros!

ESCENA ULTIMA(Doa mariana, clarita y ngel)

DOA MARIANA.- Angelito. Angelito! por fin?...CLARITA.- (Aparte) Jesucristo nos acompae!DOA MARIANA.- Te dieron billetes o plata?ANGEL.- Ni billetes ni plata, seora!DOA MARIANA.- Eh? Qu cosa dices? No admitieron la fianza de mi amigo?ANGEL.- No es eso seora, no es esoDOA MARIANA.- Pues entonces Qu? Habla!ANGEL.- soy muy feliz!DOA MARIANA.- Pero de pronto qu ha sucedido?ANGEL.- Que no hay premio! Seora.DOA MARIANA.- MALDICION!!...ANGEL.- Quise en primer lugar hacer una ratificacin con la lista de premios, y voy mirando que el nmero agraciado fue mil cincuenta y unoDOA MARIANA.- Y?ANGEL.- Y mi nmero era mil quinientos uno, que lo acabo de romper en mil pedazos. Tal fue mi clera! mi furor!... Yo no haba visto la lista de esa lotera; un amigo fue el que me dio la noticia del premio, dicindome que el mil quinientos uno! Era el de los cincuenta mil pesos!... La maldita semejanza de los dos nmeros!DOA MARIANA.- Maldicin! Miserable! (Estallando en clera) Infame! Desvergonzado! Con que vino usted a burlarse de mi!CLARITA.- pero mam!(Al mismo tiempo)ANGEL.- Seora!DOA MARIANA.- Insolente! Te voy a matar! (toma un mueble y se lo quiere tirar) CLARITA.- No mam por Dios!ANGEL.- igame usted seora!...DOA MARIANA.- Con que esto era lo que me esperaba? oh! (con furor)CLARITA.- (aparte) Virgen de la Soledad!ANGEL.- Seora, clmese usted, y escchemeDOA MARIANA.- Desnaturalizado!...ANGEL.- Usted est creyendo que es todo una farsa, una invencin ma, y no es as, puedo jurarlo. Reflexione usted bien como estuvo todo, y se convencer al fin, que yo no tuve culpa alguna; nunca fuera capaz de semejante accin tan ruin! mi amigo fue el que sin culpa tambin, me enga! una equivocacin de fatales consecuencias!... que ninguno poda prever.CLARITA.- Eso es mam! Quin iba a figurrselo? Yo tambin que ya estaba tan contenta, ay! la desgracia! la desgracia que nos persigue!DOA MARIANA.- Bruto! Imbcil Salvaje! Y lo que ms me irrita y me enfurece es que ya Don Gildardo recobr su dinero, y acaba de venir a proponerme reanudar su casamiento Oh!... (Enojadissima)ANGEL.- (Aparte) Esto s que fue de los diablosDOA MARIANA.- (a clara) Y todo por ti, hija indigna, caprichosa! Desobediente. te voy a hacer polvo! (amenazndola y queriendo pegarle)ANGEL.- Perdn! Perdn!...(se hincan)CLARITA.- Perdn! Perdn mam!...DOA MARIANA.- Eh! lejos de mi presencia! Afuera de aqu!... (se retira Clara y ngel del lado de Doa Mariana) Y estar casados! Oh desesperacin! Casados! y por lo Civil! El diablo cargue conmigo y con ustedes y con Don Gildardo y con todo el mundo!CLARITA.- (a ngel) Ay Dios mo! Dios mo! Qu hacemos, Angelito?ANGEL.- Clmese ustedDOA MARIANA.- Qu me calme? un demonio! Mil cien mil un milln de demonios!... Animal! Para qu diablos te crees de lo que te dicen tus amigos? Me han hundido! Me han arruinado! Que me traguen los infiernos.!CLARITA.- Jess! Jess!... Ay! Para qu fuimos a hacer esto? (a ngel)ANGEL.- Ya no hay remedio (a Clara)DOA MARIANA.- Maldita sea mi estampa!Yo voy a comer cerillos, arsnicos, vidrio molido alacranes!...CLARITA.- No no mam, por Dios Santo!...DOA MARIANA.- (A ngel) Yo he sido ms bestia, ms salvaje que t! Toma, vieja imbcil, toma zopenca. Idiota toma ambiciosa por positivista (Esto lo dice pegndose en la cara; Clara y ngel tratando de contenerla)ANGEL.- Ya seora ya; clmese usted!DOA MARIANA.- Mtenme! Mtenme! Turzanme el pescuezo! Hagan ese favor!CLARITA,. Pero mamacita por Dios!ANGEL.- igame usted un momento!DOA MARIANA.- Ay! si a m me va a dar rabia!...ANGEL.- Jess! Jess! CLARITA.- Ave Mara Purisma!DOA MARIANA.- Ay! ay! ay! que me privo! que me muero! (cae en brazos de Clara y ngel)ANGEL,. Seora! seora!CLARITA.- Jess! Jess! Misericordia! Que se muere mi mamacita!ANGEL.- Noo no tengas cuidado (Le sopla con un pauelo)DOA MARIANA.- Ay!... ah!... ah!... ah!.... (Respirando con ansia)ANGEL.- igame usted! Aunque no sea rico, tengo ya muy buenos productos de los pleitos que defiendo, y dentro de muy poco tiempo me recibir de abogado, y har lo posible por ocupar un buen destino. No proporcionar a Clarita lujo; no, pero s le ofrezco una vida tranquila y sin faltarle nunca lo necesario para vivir.DOA MARIANA.- Si me parece que es un sueo todo, una pesadilla horrible!... No lo quiero ni creer!ANGEL.- Confrmese usted Sobre que ya no hay remedio!CLARITA.- Que vamos a hacer! La desgracia nada mas!DOA MARIANA.- Tienen ustedes razn despus de todo: sufrir la murmuracin de la gente, qu hacer! Sobre que yo he sido el nico culpable!... La leccin que recibido no puede ser mas cruel! Estos han sido los resultados di mi positivismo estpido!... Mi ambicin desmedida ha quedado muy bien castigada. A todo trance quise unirte con un rico ( a Clara) y result que engaada. te case con un pobre!ANGEL.- Es cierto; Pero con este pobre ser dichosa!CLARITA.- Por qu no nos atrajo el inters del dinero; lo que nos uni fue solo el amor.ANGEL.- El cual es firme base de la verdadera felicidadDOA MARIANA.- Y sobre todo: de cualquier manera que fuese, ya estn casados y tengo que conformarme

(al publico)Pero voy a reflexionar un poco este resultado. Empiezo por cuestionarme,Debo lamentarlo?... No! No! y No!Qu tanta culpa tuve yo? S la tuveQu aprend de este suceso? Mucho!Una enseanza veo con la claridad del da; de esta experiencia que no deja de ser impa.Dinero y prestigio con afn buscados ,Sufrimiento trae los desengaados.Bienestar sano con prioridad perseguidoGoza el guiado por el inteligente amor encendido!.el supremo amor! que siente quien lo cultiva,el dichoso amor! que quita el temor que a quien lo tiene. Aniquila!