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Decir que Salvador Dalí fue un pintor excéntrico es un doble error. Dalí fue mucho más que un pintor, fue un artista multifacético que expresó su arte surrealista de las más distintas maneras: del diseño de ropas, a la elaboración de espectáculos de ballet, hasta la pintura. Además, decir que fue solamente excéntrico no llega a hacer justicia a su personalidad, manera de vestirse y hacer arte.Dalí obtuvo una gran fama que subsiste hasta los días actuales y es, sin duda, el más emblemático de los artistas surrealistas. Pero su fama no es fruto del acaso; este pintor mezcló en sí un gran talento, refinada técnica y una fuerte filosofía subyacente a sus cuadros y sus otras expresiones artísticas. Además de un exagerado marketing personal y narcisista, que lo condujo a ganar el mundo con su arte, bien como ganar muchos enemigos y críticos.Este trabajo se propone a describir los hechos más importantes de la vida del artista, bien como sus características y la filosofía por detrás de su arte. Asimismo, analiza algunas de sus pinturas y hace un análisis de su arte a través de una cosmovisión cristiana.
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Laurel University
Facultad Latinoamericana de Estudios Teológicos
SALVADOR DALÍ:
UN ANALISIS DESDE LA COSMOVISIÓN CRISTIANA
Samuel Bado Auler
Arte y Cultura Moderna – HU307
Licenciatura en Estudios Bíblicos
INTRODUCCIÓN
Decir que Salvador Dalí fue un pintor excéntrico es un doble error. Dalí
fue mucho más que un pintor, fue un artista multifacético que expresó su arte surrealista
de las más distintas maneras: del diseño de ropas, a la elaboración de espectáculos de
ballet, hasta la pintura. Además, decir que fue solamente excéntrico no llega a hacer
justicia a su personalidad, manera de vestirse y hacer arte.
Dalí obtuvo una gran fama que subsiste hasta los días actuales y es, sin
duda, el más emblemático de los artistas surrealistas. Pero su fama no es fruto del acaso;
este pintor mezcló en sí un gran talento, refinada técnica y una fuerte filosofía
subyacente a sus cuadros y sus otras expresiones artísticas. Además de un exagerado
marketing personal y narcisista, que lo condujo a ganar el mundo con su arte, bien como
ganar muchos enemigos y críticos.
Este trabajo se propone a describir los hechos más importantes de la vida
del artista, bien como sus características y la filosofía por detrás de su arte. Asimismo,
analiza algunas de sus pinturas y hace un análisis de su arte a través de una cosmovisión
cristiana.
BIOGRAFIA
Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí i Domènech nació el 11 de mayo
de 1904, en la ciudad de Figueres, situada la provincia española de Cataluña. Su
hermano mayor, también llamado Salvador Dalí, había muerto solamente nueve meses
antes de su nacimiento. Su padre ejercía la profesión de notario, lo que le proporcionaba
una posición de influencia política y social. Este, también llamado Salvador Dalí i Cusí,
era conocido por su personalidad irascible y dominadora. Esto generó en el hijo un
profundo temor de su padre, que hizo con que él buscara refugio en la relación con su
madre, Felipa Domènech, y con algunos sirvientes de la casa.
Ya en 1916, Salvador Dalí pasa una temporada en la propiedad de los
Pichot, una familia de intelectuales y artistas. Fue a través de la colección que poseía
Ramón Pichot, el cual llegó a ser mentor de Dalí en su juventud, que este llegó a
conocer el impresionismo. En este tiempo también empieza a estudiar en la Escuela
Municipal de Dibujo de su ciudad. Sin embargo, el padre le impone una condición para
que siga la carrera de pintor: estudiar en la escuela de Bellas Artes de Madrid, para
obtener un título de profesor; condición esta que fue aceptada por el joven pintor.
En 1921, Dalí, que entonces tenía 16 años, se enfrenta a la muerte de su
madre. En su libro “La vida secreta de Salvador Dalí”, este comentó que la muerte de su
madre fue “el golpe más grande que ya había experimentado en su vida”1. Su padre se
casó en el año siguiente con la hermana de su fallecida esposa.
En 1922, ya en Madrid, Dalí empieza a desarrollar relaciones cercanas
con muchos artistas e intelectuales, entre ellos el poeta Federico García Lorca y el
cineasta Luis Buñuel. También tuvo contacto con otros estilos de pintura vanguardistas,
como el Cubismo, el Futurismo y el Purismo. A pesar de recibir un premio por una de
sus obras, fue expulsado de la Academia de San Fernando en el año siguiente por
encabezar una protesta de los estudiantes. Volvió a Figueres, pero en 1924 decide
retornar a la Academia y repetir el curso. En el año siguiente, Dalí participa de
exposiciones colectivas e individuales, pero en 1926 es expulsado definitivamente de la
1 Salvador Dalí, The Secret Life of Salvador Dalí (New York: Dial Press, 1942), p. 152.
Academia de San Fernando, por declarar incompetente al Tribunal que tiene que
examinarlo. Dalí retorna entonces a Figueres, dedicándose intensamente a pintar. En
este mismo año viaja a Paris, en donde conoce a Pablo Picasso.
El año de 1929 es un marco en la carrera y la vida de Salvador Dalí, ya
que en este año entra en contacto con el grupo de los surrealistas, encabezado por André
Breton. Fue prontamente aceptado en el grupo, probablemente por la aclamación que
recibió la película vanguardista Un Chien Andalou (Un Perro Andaluz) producida por él
en asociación con Luis Buñuel. Tal película era formada por una serie de escenas cortas
de violencia inexplicable y cadáveres podridos2. En el verano de este mismo año, Dalí
pasa el verano en Cadaqués, donde recibe la visita de algunos intelectuales y artistas.
Entre ellos estaba Paul Éluard y su esposa Elena Dmitrievna Diakona, conocida por el
apodo de Gala. A pesar de que esta le llevaba nueve años y no obstante estar casada,
Dalí y Gala llegaron a ser inseparables y, en el otoño de este mismo año, se mudan
juntos a París3.
La década de 30 trae consigo la consagración de Dalí como pintor. Este
encuentra su propio estilo, basado en un método creado y nombrado por él de
“paranoico-crítico”. El psicoanálisis de Freud fue una de las principales influencias de
las obras de Dalí. Sus obras contienen una mezcla de vanguardia y tradición y su
integración con el surrealismo se hace completa. Además, Dalí no se restringe
solamente a la pintura, sino que también produce obras literarias, películas, esculturas,
diseño de joyas, obras de ballet y teatro, y hasta mismo obras publicitarias, como el logo
de la marca “Chupa Chups”.
2 “Salvador Dalí: Biografía”, Phila Museum,h http://www.philamuseum.org/micro_sites/exhibitions
/dali/downloads/edu/spanish/biography.pdf (25 de marzo, 2013). 3 Ibid.
Sin embargo, en la misma época, Dalí empezó a tener problemas con el
movimiento surrealista, ya que el pintor español tenía un marcado individualismo que
generaba una fuerte tensión con este grupo. El líder del movimiento surrealista, André
Breton, se volvió en un crítico de la celebridad y el comercialismo de Dalí. En 39, la
ruptura fue completa, y Dalí se separó de los surrealistas, empezando su fase
independiente que duraría hasta el fin de su vida. Su comentario sobre esta ruptura fue
“el surrealismo soy yo”4.
En la década de 40, el pintor abandonó a Francia cuando esta estaba
amenazada de invasión por parte de los nazistas, mudándose para Estados Unidos.
Presentó sus obras en muchas galerías de arte de este país, además de colaborar en otros
medios, como en su asociación con Alfred Hitchcock y Walt Disney en la producción
de películas.
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, Dalí volvió a España y empezó
una nueva fase en su arte, influenciado por la ciencia moderna (principalmente los
átomos y la física, como consecuencia de las bombas de Hiroshima y Nagasaki), el
período clásico del Renacimiento Italiano y también la religión católica, con una fuerte
tendencia mística. Clasificó este período como místico-nuclear. En los años siguientes,
Dalí fue pintando cada vez menos, pero pudo ver cada vez más la consolidación de su
carrera artística.
En 1982 murió su esposa, Gala. Salvador Dalí si tornó un hombre
recluso, abatido por el Mal de Parkinson. Incluso llegó a rehusarse a comer. En 1989, el
pintor falleció. Quedó conocido por su obra vanguardista, su técnica apurada, pero
4 “Sou um monstro de inteligência”, Coleção Folha Grandes Mestres da Pintura,
http://mestres.folha.com.br/pintores/13/ (25 de marzo, 2013).
también por su comportamiento extravagante, poco ortodoxo y, a veces, soberbio y
narcisista. Decía ser un “monstro de la inteligencia”5.
EL ARTE DE SALVADOR DALÍ
Como ya se ha dicho, Salvador Dalí no limitó su arte a la pintura, pero
esta fue la responsable por su consagración como artista. Fueron más de 1500 los
cuadros producidos por el artista.
Dalí hizo parte del movimiento artístico conocido como surrealismo. Esta
corriente artística, influenciada por los estudios psicoanalíticos de Freud y las incertezas
políticas, representaba lo irracional y lo subconsciente. El pintor catalán decía que sus
cuadros eran “fotografías de sueños pintadas a mano”6. Sus orígenes remontan al
dadaísmo y a la pintura metafísica.
En el surrealismo, la imaginación se manifiesta libremente, sin el freno
del espíritu crítico; lo único que vale es el impulso psíquico7. Es una pérdida del control
de la razón, llegando a ser una crítica del racionalismo. Este movimiento artístico
buscaba restaurar los poderes de la imaginación, de las emociones y del impulso
humano, que habían sido esterilizados por el utilitarismo burgués. Asimismo, buscaba
superar la contradicción entre la objetividad y la subjetividad, generando una supra-
realidad en que el sueño y la realidad se plasman. La verdad es que el surrealismo es
5 Ibid.
6 Ibid.
7 “Surrealismo”, História da Arte, http://www.historiadaarte.com.br/linha/surrealismo.html (25 de
marzo, 2013).
mucho más que un conjunto de principios estéticos: es una concepción del hombre
delante de la realidad.
La Persistencia de la Memoria
Quizás la principal obra de Salvador Dalí haya sido “La Persistencia de
la Memoria”, pintada en 1931. Dalí pintó la mayor parte de esta obra en tan solamente
dos horas. Las rocas al fondo son parte de las memorias de la infancia de Dalí en
Cataluña, un lugar conocido como Cabo de Creus. Hay tres relojes “derretidos”,
marcando diferentes horarios, y otro cerrado, con hormigas sobre sí. En el piso se
encuentra una representación del autorretrato del artista. Hay también un enorme
contraste entre el fondo luminoso a la izquierda y la sombra que cubre el primer plano a
la derecha.
Las obras de Dalí, a pesar de ser representaciones oníricas, contienen
mucho simbolismo. Los relojes evocan la relatividad del tiempo (Dalí tenía una fuerte
admiración por Einstein). Las hormigas suelen representar la muerte, la putrefacción y
el intenso deseo sexual. Además, muchos críticos ven en el cuadro fuertes
connotaciones sexuales (ej. contraste entre blando y rígido, formas sensuales, etc.).
El Sueño
La obra “El Sueño” fue pintada en 1937. Es una representación del
colapso que sufre el cuerpo mientras duerme. En ella, un rostro destituido de cuerpo
yace sobre diversas muletas. La cabeza es blanda, característica recurrente en las
pinturas de Dalí y que evoca la fragilidad, la vulnerabilidad. Hay también un perro
sostenido por una muleta, que parece estar medio dormido. Las muletas son símbolos de
la realidad. Dalí demuestra la fragilidad de la realidad. Sí una muleta se rompe o se
quita, el rostro se deforma o cae.
La Última Cena
Este cuadro fue pintado en 1955, y hace parte de una fase distinta en la
obra del autor, en que la temática religiosa empezó a hacer parte de sus pinturas. Es una
relectura surrealista del famoso cuadro de Leonardo Da Vinci y representa un interés
renovado de Dalí por la pintura clásica.
El cuadro tiene algunas particularidades. El ambiente y la construcción
son surreales y obedecen a figuras geométricas (dodecaedro); el rostro de Dios Padre no
aparece y este es representado en forma humana; el rostro de Jesús evoca una imagen
andrógina y este es pintad con un tipo de transparencia. Además, no hay un cáliz, sino
un vaso común.
UN ANÁLISIS CRISTIANO A LA OBRA DE SALVADOR DALÍ
Como ya se vio, en el período de Dalí conocido como místico-nuclear,
los temas religiosos aparecieron muchas veces en sus pinturas. El camino más fácil para
hacer un análisis de la obra del pintor español quizás sea comenzar por esta temática
religiosa, ya que puede revelar mucho sobre la cosmovisión del artista.
Tomemos como ejemplo la pintura “La Última Cena” Desde un punto de
vista cristiano, la pintura se aleja mucho de la imagen bíblica. Primeramente, Dalí hace
una figura de Jesús más espiritual que humana, demostrada por la transparencia de su
cuerpo, probablemente por influencia del gnosticismo místico. Es una negación a la
encarnación total de Cristo. Y es sabido que, sin encarnación, no hay cristianismo.
Además, el autor no se preocupa en mostrar a Judas Iscariote como
distinto de los otros. Los apóstoles se difieren en la pintura por el color del pelo y una
leve diferencia en el color de las túnicas. Hay solamente uno que se difiere de manera
más notable, por vestirse de dorado. Si, en la intención de Dalí, este es Judas, entonces
es más un elogio a él que un reproche, ya que es sabido que el pintor adoraba el color
dorado. Eso es solamente conjetura, pero sabemos que Da Vinci diferenció a cada
apóstol, incluso a Judas Iscariotes, que fue representado de manera a demostrar que era
el traidor. Pero Dalí los muestra a todos iguales, ignorando un hecho histórico que
representa la maldad del hombre y la injusticia que sufrió Jesús.
La utilización del vaso en lugar del cáliz parece representar la banalidad.
Se sabe que, históricamente, el cáliz de la Santa Cena, que quedó popularmente
conocido como Santo Grial, fue objeto de muchas leyendas. Las leyendas aquí no tienen
relevancia, pero demuestran la importancia de este símbolo, que destacaba la divinidad
de Cristo. Quitar este elemento es como quitar la esencia del rito sacramental. Si
miramos solamente a la mesa, podemos imaginar una bodega antes que una escena
sagrada.
Asimismo, el paisaje de la pintura remonta a Cataluña, al lugar en dónde
Dalí pasaba los veranos. Eso demuestra que el autor no se preocupaba con la veracidad
histórica del hecho, ya que no ubicó la situación en su contexto original. Uno esperaría
ver un paisaje del Oriente Medio en la escena. Sin embargo, Dalí no se preocupa con el
ámbito histórico en su pintura. Él no respeta la historia o el relato bíblico. Su fuente de
autoridad es su imaginación y su metodología surrealista.
Es sabido que el pintor fue muchas veces sarcástico de forma muy sutil
en sus pinturas y en sus cartas. Sus imágenes religiosas parecen contener algo de este
sarcasmo, además de ser una visión extremamente mística y escasamente bíblica. Como
bien señala Rookmaaker, “Es dudoso que Dalí fuera alguna vez verdaderamente
cristiano; más bien era surrealista”8.
¿Y qué decir de la mayoría de sus obras, que no contienen temas
religiosos? El surrealismo clavó sus estacas en la tierra preparada por el psicoanálisis
freudiana. Freud era sabidamente ateo, considerando a Dios o la religión como una
proyección de la mente del hombre, basado en su relación paternal. Además, la corriente
surrealista tuvo sus orígenes en el dadaísmo, que predicaba el caos y el absurdo de la
vida.
El surrealismo surge como una afronta a la razón y la lógica. Para ellos,
la razón era como una caja que sofocaba el pensamiento del hombre. El cristianismo
también rechaza el racionalismo exacerbado del positivismo, pero ve la razón como un
regalo de Dios. El surrealismo busca una “suprarrealidad” en el subconsciente, en los
sueños. Cree que la verdad está adentro del hombre. El cristianismo encuentra la verdad
afuera del hombre, una verdad objetiva definida por Dios, alcanzada por la fe, que va
más allá de los sentidos y la razón; en otras palabras, va más allá del hombre mismo.
Hay un tono de subversión y anarquía en el movimiento surrealista.
Buscaban la revolución social por medio de sus métodos, su filosofía y su arte. Creían
que su metodología de la libre asociación podría llegar a resolver los principales
problemas de la vida9. Esto termina por ser una forma de humanismo disfrazada, ya que
creían que la solución para el problema humano está en el hombre mismo, en su
subconsciente. El cristianismo muestra que la solución para el problema humano es
8H. R. Rookmaaker. Arte moderno y la muerte de una cultura. (Barcelona: Editorial CLIE, 2002), p. 198.
9 Cris Valmont, “Surrealismo”, Anos Loucos,
http://anosloucos.blogspot.com.br/2010/01/surrealismo.html (26 de marzo, 2013)
ajena al hombre y que él no puede salvarse por sí mismo. La sociedad y el hombre
individualmente no pueden cambiar por su propio esfuerzo, sino que necesitan de la
redención y la obra salvadora de Jesucristo. La “salvación” predicada por el surrealismo
demuestra la soberbia y la confianza humana, de una manera distinta a los ideales de la
Ilustración, pero semejantes en esencia.
CONCLUSIÓN
La vida y la obra de Salvador Dalí, bien como el surrealismo, son el
retrato de una etapa más en la historia humana de la búsqueda del hombre por
significado, verdad, propósito y autoconocimiento. Los surrealistas, así como Dalí,
buscaban tal realidad y autoconocimiento en el subconsciente, en el hombre mismo.
Dalí fue un prolífico artista, que llegó a pintar temas religiosos y sufrir
influencia del catolicismo. Sin embargo, estuvo lejos de ser un cristiano, y sus obras
demuestran la falta de verdad bíblica en sus pinturas. La fuente de creatividad y
autoridad cuando pintaba era él mismo, retratando lo que era la filosofía surrealista: una
forma de humanismo que cambió el enfoque de la razón al subconsciente. Eso se
demuestra, principalmente, cuando este se utiliza de temas religiosos en sus pinturas.
Dalí permanece fiel a su modo de ver al mundo, y en ningún momento se adapta a una
cosmovisión bíblica.
Cada etapa de la búsqueda del hombre por propósito, representadas en el
arte de las distintas corrientes a lo largo de la historia, demuestra el fracaso del hombre
en encontrar la verdad y el propósito del hombre en este mundo. Solamente el
cristianismo tiene respuestas coherentes para el problema humano. Solamente el
cristianismo puede cambiar la sociedad, ya que solamente él cambia las personas
individualmente y de forma real.
BIBLIOGRAFIA
Dalí, Salvador. The Secret Life of Salvador Dalí. New York: Dial Press, 1942.
Rookmaaker, H. R. Arte moderno y la muerte de una cultura. Barcelona: Editorial
CLIE, 2002.
“Salvador Dalí: Biografía”, Phila Museum
http://www.philamuseum.org/micro_sites/exhibitions/dali/downloads/edu/spanish/biogr
aphy.pdf (25 de marzo, 2013).
“Sou um monstro de inteligência”, Coleção Folha Grandes Mestres da Pintura,
http://mestres.folha.com.br/pintores/13/ (25 de marzo, 2013).
“Surrealismo”, História da Arte,
http://www.historiadaarte.com.br/linha/surrealismo.html (25 de marzo, 2013).
Valmont, Cris. “Surrealismo”, Anos Loucos,
http://anosloucos.blogspot.com.br/2010/01/surrealismo.html (26 de marzo, 2013)