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UNIDAD 4 – E-4 - RECURSOS PROPIOS DE LA LENGUA ESCRITA
La lengua escrita. Recursos de la lengua escrita. El lenguaje escrito y la
educación.
Introducción
La escritura es una actividad compleja que resulta altamente necesaria, al igual que la lectura, para
acceder a los saberes organizados que forman parte de la cultura. Algunos niños manifiestan
espontáneamente deseos de escribir porque provienen de contextos en los que se valora la lengua
escrita, se usa en sus múltiples funciones. Los demás niños aprenderán a valorarla en el centro
infantil y en la escuela gracias a la intervención del docente. En esta tarea es fundamental la actitud
del docente, que debe tener información acerca de los diferentes momentos en el proceso de
adquisición del sistema de escritura, así como también saber cuándo es oportuno provocar el
conflicto cognitivo y cuándo se debe aceptar sus respuestas sin perturbarlo.
La lengua escrita A diferencia de la lengua oral, la lengua escrita posee un sistema de signos o grafías
regidos por unas reglas que hay que respetar. Estos signos pueden ser de dos tipos: letras y signos
de puntuación (sistema de escritura alfabético) y números (sistema numérico).
La lengua escrita abarca tanto la lectura como la escritura. Frecuentemente, se asocia enseñar a leer
y escribir con el término de alfabetizar, entendiéndose como un proceso indisociable. La situación
física no presenta límites para el trasvase de información y el medio que se utiliza en la lengua escrita
asegura su conservación y permite la comunicación entre personas que pueden estar muy alejadas
en el espacio y en el tiempo. La comunicación es posible porque existe un interés notable sobre la
información que en ella se encuentra. Una obra literaria, un artículo periodístico o simplemente un
tríptico informativo, se realiza sin tener en cuenta la experiencia concreta del receptor, ni sus
necesidades o el nivel sociocultural que posee o el lugar geográfico donde habita. El autor la muestra
como una información abierta a todo aquel que desee participar de ella.
Los rasgos identificativos de la lengua escrita, además de los signos y grafías como instrumento de
comunicación, responden a necesidades lejanas a las de la lengua oral. Se distinguen, entre otros,
los siguientes:
- Que el emisor sea una persona o varias es indiferente, lo que sí es característico es cómo el
emisor llega a ser el texto más que el propio autor del escrito, puesto que en muchas
ocasiones se oculta tras él para pronunciarse sobre un tema concreto sobre el que, a lo
mejor, no trataría si la comunicación se efectuara mediante la lengua oral.
- Como ya se ha comentado, el receptor puede, y de hecho ocurre así, estar alejado del
emisor tanto espacial como temporalmente, por lo que algunos elementos lingüísticos
carecen de significado. Se ha de evitar la ambigüedad que lleva consigo la
descontextualización, ya que, si el receptor no comprende algo del escrito, no posee la
libertad de preguntar acerca del mismo.
- La intensidad o dureza de las proposiciones que el escrito transmite pueden ser muy
diversas: no será lo mismo el registro que utilice el emisor o autor que realiza un escrito
para un público universitario, que el empleado para una amenaza o intimidación.
- De modo general, se entiende la lengua escrita como un instrumento informativo más que
expresivo y apelativo. Sus contenidos suelen ser más complejos y abstractos, por ejemplo,
en los temas de divulgación científicos, técnicos, políticos, jurídicos o literarios. El hecho de
que el receptor puede ser capaz de interpretar correctamente un texto va a depender de
estos elementos compartidos.
- En los escritos, la forma de presentar los mensajes es clara, estricta y reflexionada. Así, los
textos adquieren unas estructuras más o menos fijas según el propósito, contenido,
estructura, lenguaje o registro... Un ejemplo de ello son los formularios.
El intercambio personal y los textos escritos
En ocasiones, la escritura puede ser el único medio capaz de superar la distancia entre los
interlocutores, es empleada como un fiel reflejo de una conversación que pudieran tener si
estuvieran frente a frente. Por otro lado, también es interesante cuando se pretende dejar validez
o constancia de un mensaje que ha sido enviado para establecer estrictamente su sentido, para que
sea conservado o para que, de manera puntual, repercuta en destinatarios diferentes a los que en
un principio se destinaba. Dentro de este grupo se pueden incluir la carta personal, los telegramas,
la tarjeta postal, los anuncios o manifiestos que, por ejemplo, aparecen en escritos a favor de la
aparición de algún ser querido: “Esteban, regresa a casa. Te necesitamos y echamos de menos”, y,
por qué no, ahora que las nuevas tecnologías e internet están en alza, los mensajes que se remiten
a través de ellos, vía e-mail, redes sociales, etc.
También pertenecen a este grupo algunos tipos de formularios, y se denominan así porque siguen
un mismo esquema, cuyo contenido puede ser expresado de varias maneras: las invitaciones de
boda o las esquelas funerarias.
El lenguaje escrito: ¿monólogo o diálogo?
El diálogo, como se estudió en el capítulo anterior, es un recurso propio de la lengua oral. En él, la
situación espacial de los interlocutores, el lenguaje no verbal (gestos, miradas, movimientos...),
entre otras características, determinan la clase de lengua utilizada. La escritura, en cambio, tiene un
carácter monologal: un único hablante que no espera respuesta directa. Se habla de monólogo
también cuando se usa el lenguaje oral, por ejemplo, en las representaciones dramáticas, o cuando
un docente expone un trabajo de estudio para los discentes, etc. Pero el lugar del monólogo es la
escritura. El caso contrario sucede con el diálogo. Puede aparecer en textos escritos, sí, pero es
como consecuencia de la habilidad del autor, que ha sido capaz de formular y responder sus propias
cuestiones, de plantear objeciones a su propio discurso. Pero el verdadero diálogo se plantea
mediante la lengua oral. Cuando alguna persona lee un texto, con o sin diálogos, lo hace suyo, lo
aprende si le interesa o lo descarta si no, puede realizar anotaciones en el mismo, e incluso puede
escribir sobre o contra él.
La escritura: recurso para la socialización
El medio de transmisión utilizado por excelencia en multitud de civilizaciones y pueblos ha sido la
lengua oral. A través de ella han sobrevivido las costumbres, ritos y normas de organización de
muchas sociedades. Pero la aparición de la escritura, como algo imperecedero y estable, hizo surgir
en las civilizaciones la necesidad de conservar mediante este sistema la organización económica:
indicación de propiedades, inventarios de bienes; la institucionalización jurídica y moral: leyes,
preceptos; la memoria de la colectividad: relaciones, historia; y la ideología: mitos, leyendas,
literatura. Se puede exponer entonces que la evolución y continuidad de una sociedad, así como la
incorporación positiva de individuos al grupo, se encuentra en la capacidad de dominar el lenguaje
escrito. El dominio de la lengua escrita y su conocimiento ha sido siempre desigual. La distinción
entre quienes son capaces de leer y escribir y los que no, ha sido y es actualmente considerable y
marca la ruptura entre unas sociedades o grupos y otros, puesto que el ascenso social ha estado
ligado, en muchas ocasiones, a dicho conocimiento.
Los textos escritos, numerosos y heterogéneos, tienen generalmente un destinatario colectivo. Un
libro de historia, un periódico, un texto legal, un tratado científico o un poema, en modo alguno
están escritos para un solo lector, sino para la colectividad o para grupos más o menos
diferenciados. Quienes los escriben son personas poseedoras de una cualificación especial para la
ciencia, la investigación, la política, etc., y con algún tipo de representatividad que les hace
distinguirse de los demás hablantes.
Recursos de la lengua escrita:
Algunas situaciones comunicativas exigen el uso de la lengua escrita. La producción y comunicación
científica y técnica, el ámbito de lo jurídico y lo administrativo, las creaciones literarias son, junto
con la enseñanza, las fundamentales. Los lenguajes especiales utilizados en estos contextos recurren
básicamente a la lengua escrita y producen clases específicas de textos que explican la realidad o
que expresan los saberes, normas y estrategias mediante los cuales se organiza la práctica social.
El texto: características lingüísticas y clasificación:
La lengua escrita no se manifiesta de forma aislada, sino en textos. El texto es un elemento
fundamental que aparece en todas las lenguas hasta hoy estudiadas.
Desde un punto de vista tradicional, cuando se piensa en un texto, aparece la imagen de párrafos
incluidos en un libro. Pero no solo eso es un texto. Un texto abarca desde una sola palabra hasta un
libro completo, todo va a depender de la intencionalidad comunicativa del emisor. El texto puede
estar combinado con otros elementos que faciliten su comprensión o aporten una información
adicional, como ilustraciones, esquemas...
Las características lingüístico-textuales vienen referidas al nivel gráfico y morfosintáctico.
- A nivel gráfico, puesto que la escritura está condicionada a los signos o grafías y a unas
normas específicas de uso, denominadas ortografía, que precisan de instrucción para su
conocimiento.
- A nivel morfosintáctico destaca el uso de la modalidad enunciativa, ya que se trata de una
exposición planificada y con tendencia a las oraciones neutras. El autor suele estructurar las
frases y hacer uso de enlaces, así como de verbos, que no dejan lugar, en la mayoría de los
casos, a la libre interpretación del receptor del texto escrito. El texto escrito va a tener un
desarrollo ordenado: introducción, parte central, conclusiones... y derivadas de esta
planificación se descartan las repeticiones innecesarias y redundantes.
Clasificaciones hay muchas, según sea su función, intencionalidad, etc. En este apartado se hará
referencia a una clasificación significativa por su utilidad en el ámbito escolar. Distingue textos
expositivos, argumentativos, periodísticos, literarios y publicitarios.
Texto expositivo:
El texto expositivo o informativo es aquel que tiene por objeto la transmisión de conocimientos o
información sobre un hecho, explicando objetivamente los acontecimientos. En ellos siempre debe
estar presente la coherencia y cohesión, el texto debe mostrarse con lógica y consecuencia con lo
planteado, recordando la correcta relación entre los vocablos empleados. En muchas ocasiones,
estas palabras o tecnicismos, referidas a investigaciones estrictas del ámbito científico, son
conocidas solamente por un grupo concreto de personas porque su difusión es menor. Los textos o
discursos expositivos pueden adoptar diferentes estructuras según el tema a tratar, pudiendo
distinguirse entre tres formas de exposición básicas:
- La exposición de estructura narrativa: Trata sobre hechos o acontecimientos que se
producen en el tiempo, en cuyo desarrollo predomina la narración. El desarrollo temporal
es el elemento que caracteriza a este tipo de exposición, que suele adoptar una estructura
secuencial en la que los hechos se presentan ordenados atendiendo, fundamentalmente, a
dos criterios: el tiempo en que se producen, como, por ejemplo, en los textos de carácter
histórico en los que haya una exposición de hechos ordenados cronológicamente; y el orden
en el que se suceden, como, por ejemplo, un texto con instrucciones de montaje de un
mueble o una receta de cocina.
- La exposición de estructura descriptiva: En ella predomina la descripción y, por tanto, la
organización espacial. En general tienen forma descriptiva las exposiciones que tratan sobre
seres, objetos, actividades o fenómenos con el fin de describirlos, clasificarlos o
compararlos. Los textos que presentan esta forma pueden tener tres tipos de estructuras:
o La estructura de descripción, propia de aquellos que exponen las cualidades, las
partes o la función de un ser u otro objeto, como, por ejemplo, un informe técnico
sobre un vehículo o un reportaje sobre un país.
o La estructura de comparación-contraste, propia de los textos que presentan las
analogías y diferencias entre dos seres u objetos.
o La estructura de enumeración, propia de los textos en los que se presentan seres,
objetos o actividades que comparten una misma característica o circunstancia, que
a veces se convierten en criterios para agrupar y, en tal caso, hablamos de
clasificación.
- La exposición de forma argumentativa. En ella se analiza razonadamente un tema,
estableciendo relaciones causales entre los datos obtenidos del análisis. Se exponen las
razones y los datos que se poseen para defender la propia opinión sobre un tema, con el fin
de que sea aceptada. Los textos expositivos que globalmente tienen forma argumentativa
pueden presentar dos tipos de estructuración:
o La estructura de causa-efecto, propia de aquellos cuyo objeto es analizar las causas
de un hecho determinado o bien las consecuencias que de ese hecho se derivan,
como, por ejemplo, un informe acerca de la contaminación.
o La estructura de problema-solución, característica de los textos en los que se
aportan soluciones a hechos o situaciones adversas como una enfermedad, una
crisis económica, los incendios forestales, el hambre en el mundo...
Texto argumentativo:
Se usa para expresar una opinión sobre un tema o acontecimiento. La función del texto es convencer
o persuadir al receptor de que la hipótesis planteada es la acertada.
Son textos argumentativos las editoriales, las cartas al director, artículos, columnas y ensayos.
Texto periodístico:
Su objetivo es dar a conocer acontecimientos de interés general por su repercusión. Tiene la función
de informar objetivamente, como es el caso de la noticia, el reportaje o la entrevista; o
subjetivamente, como en el artículo o editorial. Son considerados como un medio de comunicación
masivo, con un vocabulario sencillo y accesible a todo aquel que lo utilice como fuente de
información. Cumplen así, una función social.
Texto literario:
Es el empleado para expresar sentimientos, ideas o fantasías, ya sea como elemento principal o
secundario. Predomina en ellos la función poética, es decir, el lenguaje se utiliza para producir
belleza.
Los textos literarios se clasifican como: narrativos, dramáticos o líricos.
- Textos narrativos: Estas son composiciones escritas en prosa. Contienen un relato sobre
algún acontecimiento real o ficticio, desplazado en el tiempo y en el espacio. Entre este tipo
de textos destacan la novela y el cuento.
- Textos dramáticos: Estos textos ofrecen como panorama el conflicto entre dos o más
personas. El desarrollo de la obra está encaminado a presentar cómo se resuelve dicho
conflicto. Destacan el teatro, la tragedia, el melodrama, la tragicomedia, la comedia...
- Textos líricos: En estos textos se manifiestan sentimientos y emociones puestos en el yo
del autor o en boca de un personaje determinado. Incluye: himnos, odas, elegías y
canciones.
Texto publicitario Es el medio empleado para patrocinar o promocionar un evento, producto, recital,
etc. Su función es convencer al receptor mediante una frase a modo de eslogan unida o no a algún
símbolo o imagen. Continuamente se pueden observar textos publicitarios en trípticos, octavillas,
vallas publicitarias, televisión (donde el eslogan es acompañado por la imagen en movimiento y la
música), etc.
El lenguaje escrito y la educación
Leer y escribir son destrezas fundamentales en la sociedad actual. Es en el centro infantil donde
debe realizarse una aproximación a ambas. La lectura supone algo más que reconocer palabras, de
la misma manera que escribir es más que distribuir y unir letras. La comprensión y expresión se
encuentran en la base de la lectura y la escritura.
Sin embargo, hoy en día aparece un nuevo analfabetismo: el de quienes, una vez abandonada la
escuela, no vuelven a leer ni escribir. Primero, porque no sienten la necesidad de hacerlo e,
inmediatamente después, porque no pueden, quizás por motivos laborales.
La jerarquización social, la estricta separación entre trabajo físico y trabajo intelectual, la extremada
especialización, la preferencia de lo audiovisual y el desarrollo tecnológico, son probablemente
otras tantas causas de este analfabetismo.
En este contexto, es suficiente con el nivel de destreza lingüística que permite responder a las
necesidades del sistema y reconocer el discurso dominante en este. Grosso modo, entender
instrucciones y aceptar afirmaciones o propuestas.
El lenguaje sirve también para cuestionar y plantear objeciones, para decir que no o para,
simplemente, cambiar de conversación. Leer y escribir resultan, entonces, mucho más que
habilidades para la integración social: operaciones intelectuales sin las cuales el conocimiento y la
crítica resultan improbables. Aprender a leer y a escribir es difícil, trabajo de años e incluso se podría
afirmar que nunca acaba dicho aprendizaje, pues a base de leer y escribir se van puliendo los
lenguajes y las formas de utilizarlos. El lenguaje sirve no solo para resolver las necesidades prácticas
de cada día, sino para conocer la realidad y para que el individuo se conozca a sí mismo y pueda
expresarse personal y libremente. El educador infantil y los docentes han de conocer los procesos,
métodos, recursos y periodos de evolución de la adquisición de los lenguajes para incentivar en las
pequeñas actividades que promuevan el desarrollo de las habilidades necesarias para cada uno de
ellos. Tienen que tener presente que, en todo momento, son modelos a seguir para ellos: imitarán
posturas como si estuvieran escribiendo o leyendo... En educación infantil se utilizarán cuentos,
poesías, pictogramas, tarjetas, etc., y todo aquello que sea óptimo para el acercamiento tanto al
lenguaje escrito como al oral, ya que se trabajan globalizados, que si bien, como se señaló
anteriormente, no es un objetivo propiamente dicho en esta etapa, sí lo es el realizar una
aproximación a ambos lenguajes, para que en los primeros años de la educación obligatoria los
afiancen y puedan usarlos en diferentes contextos.
Aplicación práctica
En el entorno escolar, y sobre todo a partir de la escolarización obligatoria, tanto el docente como
el alumno se encuentra con libros, estudios y textos en general de orden educativo. Son los
denominados textos académicos. Conocidas las características de los textos más usuales, explicar
las características que han de tener dichos textos para que sean válidos.
SOLUCIÓN
Los textos académicos son aquellos que se escriben en el entorno escolar. Sus características son
las siguientes:
- Para qué: el propósito comunicativo de estos textos es hacer saber, producen
conocimiento.
- Quién: el autor del texto académico puede ser el alumno, el docente o un investigador en
la materia.
- Para quién: dependiendo de su destinatario se pueden distinguir: los que se escriben para
uno mismo (apuntes, esquemas, resúmenes de estudio...), y los que se redactan para otra
persona (exámenes, tareas, ponencias...).
- Estilo: la forma en que se escriben los textos académicos está determinada por su propósito
y se caracteriza por su objetividad, precisión y claridad, tratando de evitar la ambigüedad y
el doble sentido. Se escriben para aprender y, para eso, se tendrá que emplear una
terminología técnica.
- Estructura: al igual que con el estilo, la estructura variará en función del propósito,
distinguiéndose la exposición (para hacer entender algo al lector) y la argumentación (para
demostrar la validez de una hipótesis, método, etc.).
Lenguaje gráfico y la imagen. Recursos.
Introducción:
La evolución de la comunicación humana se ha manifestado en sucesivas formas: oral, escrita,
impresa... Y de forma paralela, en interacción con ellas, se encuentra la presencia constante de
imágenes. Estas imágenes, símbolos y signos estructurados y compuestos de formas diversas
componen el lenguaje gráfico. Un conjunto de elementos gráficos sirve al ser humano para
reproducir palabras, ideas o mensajes sin la presencia de estas.
Las palabras están compuestas por la unión de unos signos denominados grafías, comúnmente
llamadas letras. Su aprendizaje es laborioso y requiere de la posesión de muchas habilidades para
que sea posible. Como este tema ya se ha tratado en el capítulo anterior, este apartado se centrará
en la importancia de la imagen como recurso gráfico.
El lenguaje gráfico y la imagen
El lenguaje humano por excelencia, como ya se ha estudiado, es el verbal. En general, el lenguaje
surge cuando los sentidos perciben el mundo exterior concediéndole un significado concreto. Este
proceso es denominado visualización. La imagen va a ser usada como medio de comunicación, en
función de lo que el individuo sea capaz de captar y codificar los componentes de su propia realidad.
Normalmente utiliza el lenguaje verbal, pero cuando desea que sus conocimientos, sentimientos y
formas de expresión perduren en el tiempo, recurre a la lengua escrita. Entonces, se habla de
lenguaje visual, bien sea únicamente texto o más aún cuando a este le acompañan ilustraciones.
La comunicación visual: Imagen, señal y símbolo.
La comunicación visual
El avance en los medios de comunicación, cada vez más inminente, hace que el mundo icónico tenga
un gran protagonismo. La transmisión de la información a través de la imagen es adoptada como
una solución universal, inmediata y eficaz. Un ejemplo claro son las señales de tráfico, que, en todos,
o casi todos, los países tienen el mismo significado para todos los ciudadanos.
¿Imagen o señal?
Al hablar de lenguaje visual, tan de moda actualmente por las nuevas tecnologías, se utilizan los
términos señal e imagen de manera indiscriminada para referirse a una misma cosa. Esto es un error
frecuente. El educador infantil es preciso que establezca la distinción entre ambos conceptos para
que pueda proceder adecuadamente con los niños y establezca los objetivos pertinentes para cada
caso. No serán los mismos para la interpretación de una imagen que los que pueda plantearse al
mostrar a los niños las señales que pueden encontrar, por ejemplo, en un entorno próximo a ellos
como la calle. El término imagen tiene su origen en el latín imago, y es la representación visual de
un objeto, persona o animal mediante técnicas diferentes de diseño como pintura, fotografía,
vídeo... Según Vicente Peña (2001), en su obra Narración Audiovisual. Investigaciones 1, la
importancia de la imagen radica en:
“La imagen es un elemento clave en el conocimiento humano: pensamos con imágenes mentales
que intentamos expresar con los lenguajes que conocemos o dominamos. Es decir, que la imagen
constituye una forma de ordenación y de representación de la realidad ordinaria: es uno de los
múltiples sistemas de representación de la realidad sensible”.
Dicho de otra forma: entre los diferentes modos que se tienen para expresar lo que se ve, se sabe o
se quiere decir, la basada únicamente en el texto es quizás la más pobre, aunque pueda resultar la
más precisa para interpretarlo objetivamente.
El grado de iconicidad en la imagen es el grado de parecido que tiene esta con la realidad a la que
representa, que puede ser alta, media o baja. Por ejemplo:
Una señal es un símbolo, gesto u otro tipo de signo que informa o avisa de algo. La señal sustituye
por lo tanto a la palabra escrita o lenguaje. Su sentido no es tanto la comunicación como la
indicación, la orden, la advertencia, prohibición o instrucción. La señal debe introducirse en el
campo de visión del individuo aun en contra de su voluntad. Por ejemplo, para distinguir las señales
de tráfico se establece una correspondencia entre los códigos de color y el significado atribuido.
Estos han de ser aprendidos, distinguiendo el rojo como prohibitivo, el amarillo como preventivo y
el azul, comunicativo. Los signos son entendidos por los seres humanos e incluso por los animales,
mientras que los símbolos, no, al tener un significado más amplio y abstracto.
Un símbolo es la representación apreciable de una idea o realidad, con rasgos asociados por una
convención socialmente aceptada. Puede ser un dibujo, una letra o algo más complejo, como la
bandera de un país, la representación un símbolo es la representación apreciable de una idea o
realidad, con rasgos asociados por una convención socialmente aceptada. Puede ser un dibujo, una
letra o algo más complejo, como la bandera de un país, la representación.
Ejemplo
Mire la diferencia entre los conceptos aplicados al centro infantil donde se desarrolla la labor del
educador.
La primera y la tercera son señales que muestran una información. Indican dónde está el extintor
para un posible incendio, así como la dirección de la salida de emergencia. La segunda es una
imagen, una fotografía realizada en el transcurso de la rutina diaria de la clase.
Sí, es positivo, sobre todo en el ámbito académico, ayudar a los niños y jóvenes en sus aprendizajes
apoyando los contenidos con imágenes que permitan captar la realidad y percibirla rápidamente o
con gráficos (mapas conceptuales, esquemas, etc.). Pero no todo se puede decir que es positivo,
puesto que esta exposición masiva de imágenes, símbolos, señales, gráficos... hace que, en muchas
ocasiones, el pensamiento quede relegado a ellas. No es lo mismo que el alumno tenga que realizar
su propio esquema o mapa conceptual que le ayude a asimilar los conocimientos, ya que procede
de la lectura del material didáctico, a que el docente se lo facilite ya elaborado, con lo que su acción
se limita al estudio y no a pensar en qué es lo importante y lo secundario de dicho material de
estudio.
El lenguaje visual: Factores y elementos visuales.
El lenguaje visual
El lenguaje visual es un sistema de comunicación que utiliza las imágenes como medio de expresión,
es decir, emite mensajes visuales. Según sea su función, se pueden distinguir tres tipos de lenguaje
visual:
- Objetivo: transmite la información de tal modo que solo existe una interpretación válida.
- Publicitario: su objetivo es informar, convencer y/o vender.
- Artístico: posee una función estética.
El significado de lo percibido
La imagen es una construcción. Aunque se pueda pensar que la fotografía representa la realidad, es
una construcción. Dice menos que la realidad, porque capta un aspecto de ella, o a veces más que
ella, al incluirse en su realización la intención del emisor, es decir, el porqué y el para qué de quien
hace la foto. En este caso, la interpretación de la imagen o decodificación del receptor será
satisfactoria siempre y cuando este sepa captar la intencionalidad del emisor. En la elaboración de
materiales propios para los discentes, y de manera general, hay que tener en cuenta que, a veces,
con imágenes solo podemos comunicar experiencias comunes. Para una mayor significación de las
mismas es óptima la incorporación de texto que indique cómo debe ser leída.
Factores y elementos visuales
Todas las imágenes poseen dos elementos fundamentales: el significante, que es el aspecto propio
de la imagen; y el significado, que es la idea que puede inspirar la imagen al ser observada.
Ningún lenguaje, ni siquiera el visual, se aprende por sí solo. Todos requieren de una explicación
para lograr que su uso sea el adecuado. El lenguaje hablado se aprende a partir de la actividad propia
y experiencias con el entorno. El escrito es más arduo y sistemático y, al igual que los demás
lenguajes visuales, tiene que ser explicado para poder codificarlo y descodificarlo, es decir,
producirlo y entenderlo. La forma (establece el aspecto), el color (influenciable en el campo
emocional), la textura (aportan realismo a la imagen), la iluminación (sombras, contrastes...
permitirán una mejor percepción) y la línea (limita el espacio), entre otros, son los factores que se
han de tener en cuenta para elaborar o interpretar una imagen.
Los recursos gráficos en educación infantil.
La imagen y los gráficos tienen su uso en la educación justificado, ya que acercan al alumnado
ambientes lejanos, proporcionan información adicional al texto escrito, etc. En educación infantil se
utilizarán las ilustraciones de cuentos para fomentar el lenguaje oral, la socialización, el desarrollo
de las nociones espaciales y temporales... Los bits de inteligencia son también aconsejables, al igual
que los carteles, para el progresivo acercamiento a las grafías y a la escritura. En la educación
obligatoria, también se hará acopio de mapas conceptuales, esquemas, etc., que faciliten la
comprensión de las nociones que se pretende que adquieran los alumnos, así como el
adiestramiento del proceso de elaboración de los mismos para que puedan utilizarlos como apoyo
al estudio. El lenguaje gráfico más representativo e importante en los niños en la etapa infantil es el
dibujo. Su importancia radica en la utilización de un nuevo medio de expresión y comunicación y,
sobre todo, en la creación consciente de la forma. Se percibe así el desarrollo y maduración de los
procesos mentales del pequeño, e incluso pueden ayudar en la detección de anomalías.
El cómic
Según la Real Academia de la Lengua, el cómic es una “secuencia de viñetas o representaciones
gráficas que narran una historieta mediante imágenes y texto que aparece encerrado en un globo o
bocadillo”. Algunas de las características destacables del cómic o tebeo son:
- El carácter narrativo, diacrónico, del mensaje.
- La integración e interrelación de elementos verbales e icónicos.
- La utilización de una serie definida de códigos y convenciones.
- Su realización se efectúa atendiendo a una amplia difusión, siendo su finalidad
predominante lúdica.
Sin embargo, no se trata de condiciones radicalmente excluyentes. Con frecuencia, pueden
observarse casos en los que algunas de estas nociones están ausentes. En la educación infantil, el
uso del cómic adaptado, al igual que los cuentos, a las distintas edades, y durante toda las etapas
escolares, son útiles puesto que son fácilmente manipulables, su coste no es muy elevado,
despiertan el interés y la motivación en el niño o niña al mostrar elementos alejados de lo
tradicional, fomentan la creatividad, se adquieren códigos que van a acompañar al niño a lo largo
de toda su vida, crean hábitos de lectura, enriquecen las posibilidades comunicativas, favorecen la
realización de ejercicios de comprensión lectora, estimulan el desarrollo del pensamiento lógico del
alumno y se pueden desarrollar en cualquier nivel y con cualquier tema. Dentro de los contenidos
propios a la lengua y a la literatura, el comic puede ofrecer al docente muchas posibilidades de
trabajo. Puede servir como refuerzo y apoyo a las técnicas de la lectura y al desarrollo del
vocabulario y de la ortografía, así como al descubrimiento de las distintas funciones del lenguaje,
destacando la estética.
Las nuevas tecnologías
El cómic infantil tiene más de un siglo de historia. Fue en Estados Unidos, donde se publicó el primer
suplemento infantil con historietas en un periódico, aunque se atribuye al pedagogo suizo Rodolphe
Topffer (1799-1846) la invención de la historieta ilustrada. El ordenador, el vídeo, etc., ofrecen una
amplia gama de programas educativos que, por la combinación del texto, la imagen, los sonidos y
la música los convierten en elementos atrayentes a niños y a mayores. Son, por tanto, un recurso a
tener en cuenta en todos los niveles educativos. No hay que menospreciar los valores positivos que
tienen estos aparatos para elevar a los más tradicionales, ni, al contrario. Lo positivo está en
proporcionar al alumnado el aprendizaje de los distintos lenguajes, en este caso audiovisual, para
que los usen de modo coherente y autónomo en los diversos contextos.
La reproducción de un vídeo realizado en una salida al exterior del centro, una película, programas
educativos que ofrecen productos adaptados por edades, etc. va a ayudar al afianzamiento de los
conceptos, al mismo tiempo que favorece la acción del pequeño, la actividad lúdica y funcional,
como requiere la educación infantil.
Aplicación práctica
El cómic es un recurso interesante y con muchas posibilidades de trabajo. Señalar los objetivos y
contenidos que propondría en su programación para trabajar con sus alumnos y alumnas de infantil
con este tipo de recurso tan polivalente.
SOLUCIÓN
Trabajar con cómics con niños pequeños conlleva un esfuerzo superior por parte del docente o
educador, ya que son muchos los elementos de los que se componen (dibujos, viñetas, palabras,
onomatopeyas...) que los niños no pueden comprender, pero con una buena planificación es posible
incluso hasta la elaboración de un cómic entre todos.
Algunos de los objetivos que se proponen para su trabajo en el aula son:
- Conocer los elementos característicos del cómic: viñetas, bocadillos, etc.
- Observar las diferencias entre el cómic y los cuentos que se utilizan en clase.
- Explorar y manipular cómics.
- Mantener ordenados los cómics, en su lugar correspondiente de la biblioteca del aula
separándolos del resto de cuentos.
Contenidos:
- Conceptuales:
o Elementos del cómic: viñetas, bocadillos, personajes, etc.
o Hábitos adecuados en la asamblea: atención, postura correcta, etc.
- Procedimentales:
o Progresiva coordinación óculo-manual.
o Observación y descripción de características propias del cuento y del cómic.
o Manipulación y observación de diversos tipos de cómics.
o Corrección en su uso y mantenimiento en la biblioteca.
- Actitudinales:
o Interés por conocer las características del cómic.
o Disfrute con la observación y manipulación del cómic.
Etapas en el desarrollo gráfico.
Se distinguen varias etapas en el desarrollo gráfico del niño: garabateo (2-4 años) y pre esquemática
(4-7 años). A medida que el niño avanza en su desarrollo el dibujo se va haciendo más realista, pero
en ningún momento se ha de reseñar como inmaduro, cada dibujo aportará la idea que el niño tiene
de la realidad donde se desenvuelve y variará en función de la adquisición de otras habilidades,
como puede ser la motricidad fina.
Al igual que sucede con la aproximación al lenguaje escrito, son importantísimos dos aspectos que
tendrá que tener en cuenta el educador infantil. En primer lugar, la creación de una atmósfera, un
ambiente propicio. A veces es más importante la forma de decirle las cosas que lo que se dice. El
pequeño tiene que tener confianza en el entorno que le rodea para tenerla en sí mismo, y, en
segundo lugar, la aportación de materiales variados (tiza, arcilla, lápices...) y adaptados a las
posibilidades de cada periodo evolutivo. Los cómics y las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación aportan elementos gráficos a considerar, puesto que acercan a los niños
informaciones y desarrollan capacidades, como el proceso lectoescritura, a través de personajes y
situaciones que captan sus intereses y motivaciones de forma lúdica.