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1 UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA FACULTAD DE HISTORIA MAESTRÍA EN HISTORIA LOS INDIOS TAHUE EN LA PROVINCIA DE CULIACÁN (1531-1650) TESIS QUE PRESENTA TALÍA VALDEZ MUÑOZ PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRA EN HISTORIA DIRECTOR DE TESIS MTRO. WILFRIDO LLANES ESPINOZA CULIACÁN ROSALES, JULIO 2011

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA FACULTAD DE HISTORIA

MAESTRÍA EN HISTORIA

LOS INDIOS TAHUE EN LA PROVINCIA DE

CULIACÁN (1531-1650)

TESIS QUE PRESENTA

TALÍA VALDEZ MUÑOZ

PARA OBTENER EL GRADO DE

MAESTRA EN HISTORIA

DIRECTOR DE TESIS

MTRO. WILFRIDO LLANES ESPINOZA

CULIACÁN ROSALES, JULIO 2011

2

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 3

CAPÍTULO 1 .................................................................................................................... 13

ESPACIO GEOGRÁFICO ................................................................................................ 13

1.1. La provincia de los Tahue .............................................................................. 13

1.1. Los Pobladores .............................................................................................. 17

1.2. Reorganización espacial ................................................................................ 27

CAPÍTULO. 2 ................................................................................................................... 41

ACTIVIDADES ECONÓMICAS ........................................................................................ 41

2.1. Las actividades económicas de los Tahue ............................................................... 41

2.2. Restructuración Económica............................................................................ 53

2.3. Trabajos Forzados ................................................................................................ 57

CAPÍTULO 3 .................................................................................................................... 71

LA SOCIEDAD TAHUE Y SU CULTURA ......................................................................... 72

3.1. El imaginario español ......................................................................................... 73

3.2. Ritos y Costumbres de los Tahue ...................................................................... 75

3.2. Epidemias ...................................................................................................... 92

CAPÍTULO 4 .................................................................................................................. 101

CONFLICTO Y ADAPTACIÓN…………………………………………………………………100

4.1 Resistencia .................................................................................................. 103

CONCLUSIONES .......................................................................................................... 125

BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................. 133

ANEXOS ........................................................................................................................ 133

3

INTRODUCCIÓN

Durante el periodo de conquista, la antigua provincia de Culiacán, abarcaba el

territorio limitado por el río mocorito en el norte y el piaxtla en el sur. Fue

precisamente el lugar donde se llevó a cabo el punto de encuentro entre culturas

con una organización cultural y variación de población completamente distintas, la

implantación de los colonos españoles, en esta provincia, en la cual habitaban los

Tahue. Ambas culturas tuvieron que coexistir, adaptarse, y asimilarse, cruzando

sus fronteras repetidamente, y creando un diálogo interactivo entre ambas,

mismas que las transformó. Las condiciones y necesidades sociales de los

españoles también cambiaron y se tuvieron que crear formas administrativas

nuevas que no había en la península ibérica. Como el virreinato y los

corregimientos, así como el sistema misional.

El valle de la provincia de Culiacán, era el territorio donde vivían los Tahue, estos

tenían sus propias creencias y costumbres, no tenían una religión bien

establecida, adoraban a los astros y el Dios que los proveía de bienestar era el

denominado Aguar, quien se encargaba de enviarles el agua necesaria para sus

maizales. No practicaban los sacrificios, sin embargo se permitía la

homosexualidad. No contaban con una lengua escrita, sin embargo tenían su

propio idioma, el tahue, que provenía de la raíz yuto-nahua. La artesanía que

llevaban a cabo era la elaboración de cerámica policroma muy hermosa,

pudiéndose comparar incluso con aquella de Mesoamérica.

La dieta base de los Tahue estaba constituida por maíz, fríjol, calabaza y el chile

además llevaban a cabo la pesca de gran variedad de peces, y la recolección de

frutas como, ciruelas, guamúchiles, guayabas, zapotes prietos entre otras.

4

También se dedicaban a la crianza de animales, tales como iguanas, tórtolas,

chachalacas, faisanes, etc. Eran diestros flecheros, cazaban animales como el

venado, jabalí con los cuales fabricaban sandalias, cinturones, correas, entre otras

cosas. La caza del caimán conllevaba todo un rito, con la piel de éste elaboraban

escudos. Estos productos los intercambiaban en el tianguis, también los de origen

agrícola, además de pescados y mariscos, textiles, adornos de concha, plata,

perlas, plumería, etc.

La organización social de los Tahue, incluía una distribución de la población en

pueblos y aldeas, la autoridad máxima, era el señor de Culiacán, al cual estaban

sujetos más de doscientos pueblos, el segundo lugar de la jerarquía lo ocupaban

los principales o caciques de cada pueblo. Por otra parte los chamanes, eran una

figura muy importante para la cultura Tahue, no sólo llevaban a cabo la labor de

curanderos, sino que también era el representante del pueblo ante el Dios Aguar,

esta doble función le permitía mantener ciertos privilegios como yacer con las

mujeres vírgenes que estaban por desposarse.

En el otro extremo, se encontraba la cultura española, extranjera en el territorio,

con su propia visión de mundo, en la cual influía fuertemente el cristianismo, para

ellos el universo era una creación hecha por Dios y comprendida en él. El

hombre existía como un medio para la realización de los fines de Dios, la

providencia era quien se encargaba de dirigir los acontecimientos. Pensaban que

los descubrimientos de territorios se debían a la protección divina, sin la cual no

hubiera sido posible llegar a tan lejanos territorios. Mientras que el tiempo se

medía a través del movimiento de los astros, los relojes de arena, la balestilla, el

cuadrante y el astrolabio y el portulano, una especie de catálogos de direcciones.

5

Durante los siglos XV y XVI, el mar, fue el principal espacio, por medio del cual

Portugal y España se disputaban al mundo, con la ayuda de las expediciones

marítimas en busca de nuevos territorios que pudieran poseer. Como

consecuencia se ponía mucho énfasis en la evolución de la navegación. El deseo

de llevar a cabo expediciones con el fin de explorar nuevas tierras, y riquezas era

el propósito principal del Imperio Español. La corona autorizaba las principales

expediciones, además de otorgar instrucciones, a cambio de promesas de

recompensas y “capitulaciones” de lograr con éxito su cometido. Dichas

instrucciones abarcaban desde detallar las costas y los territorios interiores de los

territorios descubiertos, así como también su ubicación geográfica, y dar

información sobre los pobladores que las habitaban. Así mismo la colonización,

conllevó un proceso de poblamiento y repoblamiento. El desarrollo de la cultura

sedentaria de los Tahue, permitió asegurar el sustento de los colonizadores, ya

que con la abundancia de los frutos de su tierra, estos pudieron aportar el tributo

en especie y trabajo personal que los españoles requerían para poder así

asentarse política y económicamente.

El paisaje social y cultural que se desarrolló en la provincia se encontraba en un

flujo cambiante. Dicho encuentro tuvo consecuencias, la desafortunada

despoblación de los Tahue, librando batallas contra los españoles, o muertos a

consecuencia de la esclavitud y los trabajos forzados, aunado a la gran mortandad

que provocaron las epidemias, son factores que nos nublan un poco el panorama

y nos hacen pensar que los Tahue, admitieron de buenas gana la cultura

española. Sin embargo, difiere de mi propuesta de hipótesis, la cual fue la

siguiente.

La pasividad y aceptación de los Tahue ante la imposición de la cultura española,

no fue total, hubo algunos elementos culturales que no fueron adoptados por los

Tahue, así como también hubo rasgos de su propia cultura que prevalecieron y

6

permanecieron por mucho tiempo. La erradicación de éstos fue sumamente difícil,

a pesar de los castigos impartidos e injusticias cometidas por los españoles,

teniendo así no sólo una resistencia armada, sino también cultural por parte de los

Tahue. Así mismo los españoles se vieron influidos por algunos rasgos culturales

de los Tahue.

Los objetivos que me planteo alcanzar son por una parte, analizar los cambios en

la cultura de los Tahue con respecto a la española, sus prevalencias, sus

semejanzas así como también sus rechazos. Y por otra el estudiar de qué manera

reinterpretaron los Tahue, las costumbres, las ideas e imágenes de la cultura

española.

Para llevar a cabo dicha investigación parto de supuestos teóricos que considero

elementales. En primer instancia por tratarse de una historia cultural, es necesario

que defina qué es cultura, opté por el concepto visto desde la perspectiva de la

antropología simbólica, del antropólogo norteamericano Clifford Geertz, el cual lo

define como “un esquema históricamente transmitido de significaciones

representadas en símbolos, un sistema de concepciones heredadas y expresadas

en forma simbólica por medio con los cuales los hombres se comunican,

perpetúan y desarrollan su conocimiento y sus actitudes frente a la vida.1

Por otra parte el concepto base utilizado para esta investigación es aquella del

antropólogo cubano Fernando Ortiz. “Entendemos que vocablo Transculturación

expresa mejor las diferentes fases del proceso transitivo de una cultura a otra,

porque éste no consiste solamente en adquirir una distinta cultura, que es lo que

1 Clifford Geertz, la interpretación de las culturas, editorial Gedisa, traducción de Alberto L. Bixio, Nueva York, 1973, p.88

7

en rigor indica la voz angloamericana “aculturation”, sino que el proceso implica

también necesariamente la pérdida o desarraigo de una cultura precedente, lo que

pudiera decirse una parcial “desculturación”, y además, significa la consiguiente

creación de nuevos fenómenos culturales que pudieran denominarse

“neoculturación”... En todo abrazo de culturas sucede lo que en la cópula genética

de los individuos: la criatura siempre tiene algo de ambos progenitores, pero

también siempre es distinta de cada uno de los dos. En conjunto, el proceso es

una “transculturación”, y este vocablo comprende todas las fases de su parábola”.2

A diferencia de aculturación, la transculturación proporciona un término que no

contiene la implicación de una cierta cultura hacia la cual tiene que tender la otra,

sino una transición entre dos culturas, ambas activas, ambas contribuyentes con

sendos aportes, y ambas cooperantes al advenimiento de una nueva realidad de

civilización.3

Para llevar a cabo el objetivo de analizar el proceso de transculturación, es

necesario un análisis del espacio geográfico de la provincia de Culiacán, veo en la

teoría de Reinhart Kosselleck una grande posibilidad de explicación ya que

observa el espacio con una doble dinámica. Por una parte el espacio “como algo

que hay que presuponer metahistóricamente para toda la historia posible, y a la

vez historiable porque se modifica social, económica y políticamente”. Dichas

2 Fernando, Ortiz, Contrapunteo cubano del tabaco y del azúcar (Advertencia de sus contrastes

agrarios, económicos, históricos y sociales, su etnografía y su transculturación), prólogo y edición

al cuidado de María Fernanda Ortiz Herrera, introducción de Bronislaw Malinowski, Cuba, 1999.

3 Bronislaw, Malinowsky, “Introducción”, en ORTIZ, F., Contrapunteo Contrapunteo cubano del

tabaco y del azúcar (Advertencia de sus contrastes agrarios, económicos, históricos y sociales, su

etnografía y su transculturación), prólogo y edición al cuidado de María Fernanda Ortiz Herrera,

introducción de Bronislaw Malinowski, Madrid, 1999.p.12

8

condiciones metahistóricas son aquellas condiciones de posibilidad de la historia

que no están a nuestro alcance, pero que, al mismo tiempo, en tanto nuestras

condiciones de acción, se convierten en desafíos para la actividad humana.(…)

Las condiciones geográfica metahistóricas de los espacios de acción humanos

modifican su cualidad espacial en función de cómo sean dominables económica,

política o militarmente.4

Así mismo, resultó de utilidad el concepto de Infrapolítica de James, C. Scott,

término con el que designa “una gran variedad de formas de resistencia muy

discretas que recurren a formas indirectas de expresión, (…) es el ámbito del

liderazgo informal y de las no elites, de la conversión y el discurso oral y de la

resistencia clandestina.”5 Dicha propuesta nos fue muy útil para comprender

aspectos de la vida de los Tahue, que a simple vista no aparecen y que hay que

leer entre líneas, pues en algunos testimonios de conquista, el discurso está

dispuesto de tal manera, que da la impresión de que los Tahue, aceptaron la

cultura española inmediatamente, sin oponer ninguna objeción a las formas de

trabajo forzado o a las imposiciones en la manera de vestirse, comportarse y

organizarse.

La población Tahue se diezmó notablemente, a tal grado de desaparecer, por lo

que me parece importante la atribibución teórica sobre despoblación de

Sheubume Cook y Borah Woodrow, que utilizaron para explicar lo sucedido en el

altiplano mexicano. Estos autores plantean que la causa que más impacta en el

declive de las poblaciones, se debe a la introducción de organismos que se no se

4Reinhart Kosselleck, “los estratos del tiempo: estudios sobre la historia”, introducción de Elías

Palti, paidós I.C.E/U.A.B. Barcelona, p.97, p.99 y p.102.

5 James, C. Scott, Los dominados y el arte de la resistencia, Discursos ocultos, ediciones Era, México D.F, 2000, p. 44 y p.237

9

conocían antes en la región, causando epidemias que se extienden alrededor de

la región, diezmando y extinguiendo a una parte considerable de la población

indígena.6 Así mismo contribuye la guerra. “La reacción inherente del aborigen

extraño es el de la desconfianza mezclada con hostilidad. Muy a menudo estalla la

guerra; con su inevitable matanza. La mortandad consiguiente contribuye

entonces, en forma directa a la tasa de mortandad”7.

Existen también cambios de tipo social y económico, causantes de la

despoblación. El primero se refleja por un debilitamiento de las costumbres o

ceremonias tradicionales, además de un desvanecimiento o pérdida de principios

religiosos y éticos. Mientras que el segundo se puede observar en los cambios

comerciales y los tipos y grados de trabajo dentro del cual entran los trabajos

forzados y la esclavitud.8 Así mismo la población se ve afectada por la alteración

de la raza. “Por lo general las relaciones sexuales suceden entre hombres del

grupo avanzado y mujeres del grupo primitivo”.9 El desgano vital, manifestado en

suicidios e infanticidios entre los pobladores Tahue, ocasionada por el rechazo al

sometimiento de una cultura extraña a la suya, puede considerarse también como

un modo de resistencia, que a su vez contribuía con la despoblación.

El método que utilizaré en mi investigación es el etnohistórico, el origen del

término proviene de dos palabras de origen griego, étnos, que designaría a la

noción de un pueblo que comparte una cultura reconoce los códigos de ella y se

6 Slelburne cook, F, Borah. “El pasado de México: aspectos sociodemográficos”, Fondo de cultura económica, México, 1996. P.11

7 Loc.cit.

8 Ibid. p.13

9 Ibid.p.12

10

define sobre la base de estos y, por otra parte, Historia que recoge triplicidad de

significados A) testimoniar-describir-narrar hechos, B) Búsqueda de conocimiento

y c) Acontecer perceptible en la dimensión de la temporalidad. 10 Además las

fuentes a utilizar provendrán de la información recogida de los informes de

conquistadores, crónicas de los misioneros, así como también los informes de los

funcionarios, considerados por algunos como los primeros etnólogos, pues estos

documentos contienen descripciones muy completas sobre los hábitos

alimenticios, sexuales y familiares de los indios, así como también de sus

actividades de subsistencia, como la caza, la agricultura, así como también sus

vestimentas, herramientas y armas que utilizaban, el tipo de vivienda en la que

habitaban, las prácticas y ritos religiosos que tenían, pero también aquellos

aspectos de la vida cotidiana.

Es esencial para el método etnohistórico estudiar estas sociedades ya extintas a

partir de este tipo de documentos escritos, aunado a aspectos metodológicos de la

antropología, mi objeto de estudio es acerca de una etnia ágrafa, por lo cual los

recursos a analizar serán vestigios arqueológicos y cualquier artefacto, que me

pueda brindar información importante para la investigación que me planteo

elaborar. Sobre todo para contrastar la información que arrojan los documentos.

10 Rodríguez Lorenzo, Miguel Ángel, “Enohistoria: ¿La ciencia de la diversidad cultural? Exploración acerca de la constitución del término y del desarrollo de su teoría y método”, en, Boletín Antropológico N°50. Universidad de los Ande s, Mérida. P.1325-2640.

11

Mi tesis está conformada por capítulos. El primero de ellos titulado, Espacio

Geográfico, que a su vez contiene tres apartados, la provincia de los Tahue, los

pobladores y el tercero titulado reorganización espacial. En ellos se explica cómo

estaba ubicada la provincia de Culiacán, sus características climáticas, quiénes

eran sus moradores, y cómo a la llegada de los españoles este espacio se

modificó alterando los patrones de asentamiento autóctonos, para convertirse

poco a poco, en espacios que los españoles consideraban más convenientes.

Mientras que en el segundo Capítulo titulado Actividades Económicas, se ve en

primera instancia cuáles eran las actividades económicas que llevaban a cabo los

Tahue antes de la conquista, el segundo apartado de este capítulo se llama

restructuración económica, y en él se aborda, cómo se fueron transformando los

aspectos económicos de la vida de los Tahue, combinándose con los nuevos

aspectos que los españoles imponían poco a poco y que contribuirían a la

desculturación de los Tahue, ese se desarrolla en el segundo apartado titulado los

trabajos forzados.

Por otra parte en tercer capítulo titulado la sociedad Tahue y su cultura comprende

en el primer apartado, el imaginario de los españoles, los mitos que despertaron el

interés de los estos por explorar la Provincia de Culiacán, con el objetivo de

obtener las grandes riquezas que en los mitos se mencionaban. El segundo

apartado nos habla sobre los ritos y costumbres de los Tahue, abarcando desde

su lengua, su vestimenta, hasta aspectos de su sexualidad. El último apartado,

titulado epidemias, nos habla precisamente del surgimiento de cocoliztli, además

de otras enfermedades cuyo contagio lo ocasionaron los españoles.

12

El cuarto y último capítulo titulado conflicto y adaptación, consta de dos apartados,

el primero titulado rasgos demográficos, en el cual se informa acerca del rápido

despoblamiento de los Tahue, causado por las epidemias, los trabajos forzados, y

el desgano vital. Un segundo apartado cierra este capítulo titulado Resistencia,

habla de la misma, vista no sólo como armada, sino la implicación de otros tipos

de resistencia muy discreta.

13

CAPÍTULO 1

ESPACIO GEOGRÁFICO

1.1. LA PROVINCIA DE LOS TAHUE

El concepto de espacio tal y cual lo describe Kosselleck, tiene una doble

categoría, la primera presupone al espacio metahistóricamente para toda historia

posible, es decir la escala de la condición natural en la que está inserta toda

historia humana, misma que remite a sus condicionamientos naturales o a las

situaciones geográficas. Las condiciones metahistóricas serían por lo tanto,

aquellas condiciones de posibilidad de la historia que no están a nuestro alcance

pero que, al mismo tiempo, en tanto que condiciones de nuestra acción, se

convierten en desafíos para la actividad humana. El otro polo en el cual ubica al

espacio, es visto como algo historiable porque se modifica social, económica y

políticamente. En esta categoría, aparecen los espacios que el mismo hombre ha

creado, para poder vivir.11

En primera instancia es necesario, localizar el espacio que ocupaban los Tahue.

Sabemos cómo estaban ubicados los Tahue y las etnias vecinas, por las crónicas,

diarios e informes de los conquistadores españoles, así de la expedición de

Vázquez de Coronado, redactada por Pedro de Náxera nos arroja la siguiente

información.

11 R. Kosselleck, op.cit., gpp.97-98

14

…Culiacan es lo último del nuevo reino de la Nueva Galicia y fue lo primero que pobló Nuño de

Guzmán quando conquisto este reino, está al poniente de mexico doientas y diez leguas en esta

provincia ay tres pringipales sin otras bariables que do ella responden la primera es de tahus que

era la mejor gente y mas entendida y los que esta sacon estan mas domesticos…la segunda

lengua es de pacaxees que es la gente que abitan en la tierra que esta entre el llano y las

serranias estos son mas barbara gente algunos coinen carne humana…la tercera lengua son los

acaxes aquestos pose en gran parte de la tierra por la serranía y toda la cordillera.12

El territorio que los españoles llamaban “Provincia de Culiacán” abarcaba a estas

naciones que Nájera menciona, además de la de los Achires omitida en esta

descripción. Los límites de la dicha provincia eran el río Piaxtla en el sur y el

Mocorito en el norte. Nuestra cartografía actual comprende una extensión del

territorio completamente distinta, y más pequeña de la que nos remitiría el nombre

de Culiacán. En la antigüedad, esta designación del territorio era más amplia, por

lo que para poder entender dicha extensión, diremos que en la actualidad serían

los municipios de Elota, Cosalá, Culiacán, Navolato, Angostura, Badiraguato,

Mocorito y Salvador Alvarado.13

A la llegada de los españoles en la provincia, los Tahue se encontraban situados

en las áreas bajas, las costas y las cuencas de los valles, y tierra adentro.14 Por

otra parte los Acaxe habitaban en la sierra, en los niveles más bajos de las

montañas. La manera en la que se distribuían sus poblados era asentándose en

barrios que se encontraban en los desfiladeros que desaguaban hacia las costas

12 George Parker Whinship. The Coronado expedition, 1540-1542, General Books LLC, 2000, p.138

13 Rafael Valdez Aguilar, Los indios de Sinaloa, Breve Historia, Ediciones cronos, México,2001 P.44

14 Peter Gerhard, La frontera norte de la Nueva España. Universidad Autónoma de México, México. 1996 .p.318

15

de Sinaloa.15 Mientras que el tercer grupo étnico, Pacaxe, habitaban entre los

llanos y las serranías en la cuenca del río Humaya, existe muy poca información

sobre este grupo étnico. Su lengua era una variante entre el Acaxe y el Tahue. Por

último, los achire fueron el grupo que menos destacó de esta provincia, pues se

consideraba que tenían un nivel más primitivos que sus naciones vecinas.

Probablemente se debió a esto que Nájera no los considerada en la descripción

de las etnias de la provincia de Culiacán. La población pesquera se ubicaba un

poco más debajo de dónde habitaban los tahue. Estos habitaban en el camino de

Guachimeto a la mar, en la tierra despoblada. Se piensa que guardaban cierta

relación de parentesco con los guasaves.16

Para comprender los cambios en el mundo vegetal y animal como las génesis de

culturas humanas desarrolladas, es necesario mencionar el clima y sus cambios

climáticos, estos aspectos junto con las formaciones que surgieron

geológicamente y sus riquezas minerales son aspectos muy importantes para la

construcción del espacio humano, es decir aquel que el hombre se crea o que se

ve obligador a crear para poder vivir, ya que de este depende con qué facilidad o

dificultad se lleve a cabo esta labor. Sabemos que la temperatura en la provincia

de Culiacán era caliente, húmeda y muy cambiante.17

La precipitación pluvial anual, más intensa en el periodo que va de junio a octubre,

promedia 500 mm en la costa y 1000 mm en en las montañas.18 De estas lluvias

de temporal era posible obtener una cosecha de frijol, maíz y calabaza, que

15 Carl Sauer, Aztatlán, edición original en inglés, traducción de Ignacio Guzmán, México, siglo XXI, 1998, p.115 16 Alonso de la Mota y Escobar, Descripción geográfica de los vecinos de la Nueva Galicia, Nueva Vizcaya y Nuevo León, Instituto Jaliscience de Antropología e Historia, México, 1960, p.51

17 Loc.cit 18 P. Gerhard. Op.cit.p.318

16

normalmente ocurría en el verano. Mientras que durante el periodo de primavera,

ocurrían inundaciones, resultado del deshielo de las montañas, que permitían una

segunda cosecha sin representar ningún peligro para la población. Estas

condiciones climáticas son parte de las condiciones de posibilidad de la historia,

que no están a disposición humana, pero que el hombre puede aprovechar. 19 Los

habitantes de la provincia de Culiacán podían además explotar recursos como el

valle, la costa y las montañas, a pesar que dichas condiciones no podían ser

reemplazadas.

Ilustración 1. Mapa de la Provincia de Culiacán, si glo XVI

Elaboró: Talía Valdez Muñoz

19 R. Kosselleck, op.cit. p. 99

17

Fuente: The coronado expedition, 1540-1542.

1.1. LOS POBLADORES

1.1.1. Los Acaxe

De entrada es importante mencionar que de este grupo étnico se tiene muy poca

información debido a que los españoles nunca pudieron someterlos

completamente; a cada intento que realizaban los españoles, los Acaxe se

alzaban en rebelión. Estas luchas constantes fueron una de las causas de su

temprana extinción de la provincia de Culiacán. Con respecto a la ubicación que

estos pobladores ocupaban en la provincia de Culiacán, se dice que, vivían en la

región montañosa que se extiende desde el Norte de Acaponeta hasta el territorio

de los tarahumaras en Chihuahua.”20

Vivían en las partes más cálidas de las montañas. A diferencia de los Tahue, los

Acaxe no vivían en las planicies fluviales, los pueblos se encontraban ubicados en

la desembocadura del arroyo que baja de la montaña, aquí se puede vislumbrar

una de las limitantes que tenía dicho grupo para su desarrollo, pues el agua que

obtenían del arroyo, sólo alcanzaba para el uso doméstico, como consecuencia la

agricultura era sólo de temporal. Hay que señalar que si bien las condiciones

climáticas eran aprovechadas por estos, no podían provocar que lloviera más, de

lo que normalmente lo hacía.

En relación con la alimentación, el sustento principal con el cual vivían los

Acaxes, era obtenido de las barrancas, pues en las laderas de los cerros tenían

20 C. Sauer, op.cit..p. 114

18

sus campos, y aldeas. Estas no eran muy fértiles pues las laderas de las cuencas

se componen de partículas de roca que no tienen materia orgánica.21.

En las descripciones que los cronistas y misioneros realizaron de los Acaxe, es

muy común encontrar que los califiquen con adjetivos negativos como bárbaros,

animales, salvajes, caribes, y por lo general los mencionan cuando hablan de las

minas de Topia y San Andrés, probablemente esto se debió a que les causaban

muchos problemas a los españoles que codiciaban la plata que estas minas

proporcionaban. 22

Por otra parte la comunicación de los españoles con los Acaxe parecía una tarea

casi imposible tomando en cuenta lo mencionado por Alonso De la Mota y

Escobar. “Viven como brutos animales en las alturas y picachos de es cerrania

con cuya comunicazion se van convirtiendo algunos, pero pocos, por el rezelo que

tienen que no los llevan los españoles a trabajar a las minas”.23

Como se mencionó con anterioridad, éstos tenían ciertas costumbres que les

parecían aberrantes a los españoles. Tal es el caso de la práctica de canibalismo

de la cual nos dice que así como se daban a la caza de venados, lo hacían

persiguiendo hombres, pues se caracterizaban por comer carne humana.

Mientras que para demostrar el poder, competían para ver quién podía conseguir

la mayor cantidad de huesos humanos, de esta manera, aquel que obtenía más

cráneos y huesos para colocar en su casa a manera de ornamento era quién

21 Ibid, p.115 22 A. De la Mota, op.cit, p.83

23 Ibid, p.91

19

inspiraba mayor temor y respeto.24 Este punto es muy importante, pues nos habla

de la concepción de poder que tenían los Acaxe, que seguramente estuvo

relacionado con la imposibilidad que tuvieron los españoles para evangelizarlos, y

someterlos y las luchas constantes que sostuvieron contra los Acaxe, quienes ya

tenían la costumbre de luchar hasta conseguir la muerte del enemigo y así

demostrar su poder.

Por otra parte, el padre Hernando de Santarén quién formó parte de la labor

evangelizadora de los indios Acaxe en el periodo entre 1598 y 1609 nos dice que

en a los cadáveres de los enemigos muertos en combate con este grupo étnico,

los distribuían cerca de sus poblados, colocándolos en piedras de gran tamaño,

debajo de árboles muy grandes como pudiera ser el del zapote. La dinámica de

canibalismos consistía en descuartizarlos, sin cortarles ningún hueso, por las

articulaciones, para luego prepararlos, aderezarlos y posteriormente cocerlos en

ollas de barro de grandes dimensiones. Estas ollas eran vigiladas por dos viejos

durante toda la noche para que el fuego se mantuviera. A la par de esta práctica

caníbal, los Acaxe realizaban una fiesta, en la que se cantaba y bailaba para

celebrar la victoria sobre los enemigos muertos. 25

En dicho baile tomaban la cabeza del difunto en sus manos, como símbolo de

superioridad. Una vez que hubo transcurrido la noche, se dirigen hacia las ollas en

las que anteriormente habían puesto el cuerpo cortado del enemigo, retiran los

huesos, para dejar solamente la carne vuelta atole después de la cocción y la

agregaban maíz y frijol para después repartirla entre los pobladores que se

encontraban en la celebración. Por otra parte los huesos eran guardados en

24 G. Parker, op.cit, p. 138 25 25 Luis González Rodríguez, La etnografía acaxee de “Hernando Santarén en Rafael Valdez, op.cit.p.83.

20

memoria de los difuntos. Dicha práctica era inculcada a los pobladores jóvenes por

sus mayores.26

1.1.2. Los Pacaxe

En relación con la ubicación de los Pacaxes, sabemos que estos habitaban entre

los llanos y las serranías en la cuenca del río Humaya, “… es la gente que abitan

en la tierra que esta entre el llano y las serranias estos son mas barbara gente

algunos coinen carne humana…”.27. Este tipo de terreno es muy irregular lo que

dificultaba el cultivar en él en las serranías tortuosas, sólo en aquellos poblados

donde el territorio cambiaba para tornarse más llano, era apto para el cultivo.

Dicha información se complementa con aquella que proporcionó Lázaro De

Arregui, en la cual incluye una delimitación de manera más precisa. “…dicha

nación comienza con los poblados que se encuentran localizados en el río Piaxtla,

los cuales se extienden a través del territorio hasta parte de la villa de Culiacán, El

río Tavala, atraviesa esta región bajando desde la sierra, pasando así por las

minas de San Andrés”.28

Por lo que se refiere a su lengua, parece haber sido una variante entre el Acaxee

y el Tahue. Al igual que a los Acaxee, estos indios eran considerados como

bárbaros, y comparten con estos algunas prácticas como la del canibalismo,

aunque a los Pacaxes también se les atribuye la práctica de la sodomía, en la

crónica de Pedro de Náxera se nos habla de esta costumbre. “Son grandes

26 L. González, op.cit.p.83.

27 G. Parker, op.cit, p.138 28 Domingo Lázaro de Arregui, Descripción de la Nueva Galicia, estudio preliminar de Francois Chevalier, UNED, Guadalajara, Jalisco, 1980.p.147

21

sométicos toman muchas uiugeres aunque sean hermanas aloran en piedras

pintados de entalladura son grandes abuineros y hechiceros”.29

1.1.3. Los Achire

Para finalizar la breve descripción de las etnias que compartía el territorio de la

Provincia de Culiacán con los Tahue, Mencionaré a los achires, estos fueron el

grupo que menos destacó en esta provincia, pues se consideraba que tenían un

nivel más primitivo que sus naciones vecinas, pues estos no tenían una vivienda

permanente, eran una población pesquera que se encontraba un poco más

debajo de dónde habitaban los tahue, es decir en el camino de Guachimeto a la

mar, en la tierra despoblada. Por otra parte se piensa que guardaban cierta

relación de parentesco con los guasaves, quienes habitaban cinco lenguas de

distancia de la villa de Sinaloa, extendiéndose hacia el mar.

Descripciones sobre la zona y sobre grupo indígena señalan que:

“En ella anda vna nacion de indios desnudos que se llaman achires, que ni tienen poblazon, ni

siembran ni cogen porque toda su ocupación y contratación es la pesca del mar que hacen en el

puerto de Guayabal que se llama ansi por vn gran bosque que hay junto al de la arboleda de

guayabos…30”

Los Guasave y los Achire tenían una alimentación obtenida de la pesca, la

cacería, y la recolección de frutos silvestres. Este grupo además era nómada,

debido a la falta de área de cultivos, esto era una limitante en los recursos

29 G. Parker, op.cit.p.138 30 A. De la mota, op.cit, p.91

22

naturales que impedía un mejor desarrollo. Sin embargo eran considerados

hábiles flecheros, se valían de las flechas para cazar animales de las marismas.31

También podían realizar actividades marítimas, tales como la pesca y explotación

de salinas.

1.1.4. Los Tahue

Los tahue, habitaban en el valle, donde la tierra cultivable era la mejor de la

provincia pues se nutría del río Tamazula, haciendo que este sitio fuera seguro

para la subsistencia por los recursos naturales abundantes, muestra de esto es el

testimonio de fray de la Mota y Escobar, cuyo informe data de 1605. “…La semilla

general que se coge para pan es maíz, cogese así mismo, frisol, chile y calabaca

que con el mucho pescado que en esta provincia ay, y abundancia de frutas se

sustentan estos yndios, esta esla forma general en materia de casa, y comida de

toda la provincia de esta provincia”.32 Los tahue construían además su vivienda

sobre montículos, se piensa que dicha disposición sirvió para la protección de las

viviendas contra inundaciones y el fango, además de conllevar un propósito

ceremonial.33

A diferencia de los otros pobladores de la provincia de Culiacán, los recursos

naturales permitían un mejor desarrollo a esta etnia. Otra descripción sobre sus

condiciones de vida, señala lo siguiente:

31 Sergio Ortega Noriega, Breve historia de Sinaloa, El colegio de México /Fondo de Cultura Económica/ Fideicomiso Historia de las Américas, México, 1991.pp-43-44 32 A. De la mota y Escobar, op.cit, p.51 33 C. Sauer, op.cit.p. 54

23

“Esta provincia, es de mano, la más poblada que se ha visto en el Mar Océano y más abastada de

mantenimiento de maíz y frijoles y ají [chile] y pescado, muy abundosa en algodón. Los naturales

de ella sobremanera bien dispuestos, especial las mujeres que en toda tierra del Mar Océano no

se han visto otras más hermosas y tan bien dispuestas”34

La vegetación natural que había en la provincia de Culiacán era xerófita, hacia los

valles había plantas silvestres, árboles de copa ancha e higuerales, en las partes

donde hacía más calor abundaban los bosques espinosos, mientras que en las

partes de mayor altitud, había encinos y pinos.35 Las plantas que se encontraban

alrededor de Culiacán eran: cactus, pitahayas, saguaros y magueyes, de los

árboles; el palo blanco, el palo santo, el ébano.

Dichas condiciones naturales permitieron la domesticación de plantas como la

calabaza, el maíz y el chile, que constituyeron la base alimenticia. Las frutas que

se daban bien en esta tierra gracias a la temperatura eran; melones, sandías,

pepinos, piñas, aguacates, plátanos, guayabas, zapotes, guamúchiles, así como

también: limones, naranjas. Descripciones sobre el tema indican que “Es muy

abundante de frutas, especialmente cirolares, que hay en tanta cantidad como en

la Andalucía Olviares[…]”.36 Gracias a la abundancia de estos recursos, la

población de la provincia de Culiacán, estaba concentrada mayormente en el valle,

dónde los tahue tenían sus pueblos. Así mismo en la primera relación anónima se

hace mención de que era la tierra más poblada que habían visto en Indias, y el río

que corre por este valle, es más grande que los ríos anteriores.37

34 Tamayo Marín, Fausto, Nuño de Guzmán, siglo XXI editores, México, 1992. p. 169

35 P. Gerhard, op.cit, p.318 36 C. Sauer, op.cit, p. 75 37 Primera Relación Anónima en Joaquín García de Izcalbaceta, Colección de documentos para la Historia de México, Tomo II, editorial Porrúa, México.1989.p. 290

24

Sobre este mismo tema, Arregui anotaría:

“De la Villa de Culiacán a la mar, que hay diez o doce leguas por las riveras del río Itaxe38 y

Humaya que se juntan en la Villa, hace un valle muy poblado, y en esta a segunda dicha Tahue y

tiene los pueblos siguientes: Colombo, Huane, Olagueruto, Natuato, Yavavito, Navolato, Comoloto,

Nacatarimeto, Dariacato, Otameto, Atamura, Vachimeto, Apayaguato, Tecuichato, Mocorimi,

Abirameto…”39.

Por otra parte, hay condiciones naturales que se deben a la naturaleza y que

deben ser tomadas en cuenta como condiciones de posibilidad de la acción en

función de su disponibilidad técnica, económica o política.40 Fueron precisamente

estas condiciones espaciales las que definieron la conquista del Territorio Tahue.

Debemos recordar que durante la jornada de Nuño de Guzmán por la provincia, se

habían recorrido previamente los pueblos de Quinola, Las Flechas, Quatro

Barrios, El León o Quemado y Mejía, en este tiempo los Tahue, ya estaban

enterados del recorrido que había hecho los españoles por lo que tomaron sus

precauciones.

Además los conquistadores antes de llegar a Culiacán, se habían enterado por

medio de rumores de que los Tahue estaban esperando para comenzar la guerra,

ante dicha noticia Nuño de Guzmán, envío dos capitanías para ver de qué manera

estaban organizados los indios, y para que los entretuvieran el tiempo suficiente

para que llegara éste con toda la gente que quedaba. Los Capitanes Proaño y

38 Nombre con el cual se le conocía también al río Tamazula.

39 D. De Arregui, op.cit, p.148 40 R. Kosselleck, op.cit, p.101

25

Oñate obedecieron, permaneciendo en el pueblo del Colombo, hasta que tomaron

la decisión de enfrentar a los indios antes de que los agarraran desprevenidos.

Dichas acciones tuvieron como consecuencia que los indios robaran uno de los

caballos, al enterarse de lo sucedido Nuño se molestó, pues los capitanes no

habían acatado sus órdenes. Una vez llegados a Culiacán, encontraron a los

capitanes y tomaron la decisión de regresar al Colombo, donde permanecieron

algunos días. Anteriormente Nuño sabía por otros capitanes que no había camino

para llegar a los pueblos que se encontraban situados más adelante, pues había

esteros peligrosos y sierras que servían como barreras naturales. Al regresar a la

provincia de Culiacán, se habían encontrado con que la cabecera de la provincia

estaba quemada y destruida, pues algunos indios que estaban enfermos fueron

dejados en el pueblo, aprovecharon la oportunidad para prender fuego a las

casas. Se trató de caminar río arriba pensando que por ese camino se podría

llegar a las sierras, sin embargo conforme se avanzaba más el camino se

estrechaba y la tierra se tornaba más áspera e insegura, a tal grado que no se

pudo continuar ni a caballo ni a pie, por dicho camino.

Ante dichos impedimentos, Nuño Ordenó a que se siguieran buscando caminos.

Aun así fue imposible por lo que se optó por regresar a la provincia de Culiacán, y

fundar una villa.41 Las condiciones naturales que rodeaban el territorio de los

Tahue, se convirtieron en un factor histórico, puesto que, ante la imposibilidad de

los conquistadores de adentrarse a otros territorios en ese momento, hicieron que

se tomaran medidas para fundar una villa en dicho territorio. Nuño de Guzmán,

viendo la tierra de Culiacán tan poblada de gente, y que se podían temer muchos

alborotos, para su seguro, labró una fortaleza en el pueblo de Navito y fundó la

villa de San Miguel, nombró alcaldes y regidores y los demás oficiales

41 Cuarta Relación Anónima, en García de Izcalceta, op.cit, pp.476-479

26

convenientes á una república42, y señalados los vecinos, les dio ordenanzas de

cómo se habían de gobernar; puso por justicia mayor al capitán Melchor Diez…43

Sin embargo la villa tuvo que ser traslada.

…Llegados á Culiacán hallamos alzada la tierra, é que los indios habían

muerto muchos cristianos, y sin ningún bastimento de pan, porque como los

cristianos en esta villa no tovieron donde sembrar al principio[…] solía estar

esta villa de Coliacan cinco leguas más arriba, y pasóse allí por haber

mejores tierras para las sementeras.[...]44

Como se lee en el párrafo anterior, la decisión de Guzmán fue buscar un nuevo

lugar para trasladar la villa, y de esta manera evitar que siguieran muriendo tanto

españoles como indios a falta de comida. Hay que recordar que los indios habían

quemado los pueblos. Es común que este tipo de desastres sucedieran, pues los

españoles no conocían todavía el territorio. En la primera relación anónima, se nos

habla del lugar al que fue desplazado Culiacán.

[…] acordó de poblar una villa, é andando á buscar la mejor comarca de la

tierra, vínola a poblar en el río de Horabá, cinco leguas arriba de donde

agora está, porque después se mudó, porque allí estaba en comarca del

42 Con el término república en el siglo XVI, se nombraba a política de vasallos que en conjunto engloba dos "brazos" o elementos políticos: el eclesiástico y el secular. Se obtiene, pues, que el proceso de población de las Indias, con la creación de ciudades y villas, implicaban necesariamente la constitución de repúblicas, en las cuales los "vecinos y ciudadanos" elegían anualmente de entre ellos sus jueces o alcaldes ordinarios "que dentro de sus términos y jurisdicciones tuviesen y ejerciesen la jurisdicción civil y criminal ordinaria. Para una explicación más amplia se recomienda leer el libro “Política Indiana” de Juan de Solórzano y Pereyra.

43 J. Izcalbaceta, op.cit, p.135 44 Segunda relación anónima en Izcalbaceta, op.cit, p. 303

27

valle de Coliacán é del rio de la Sal é del rio de Piazcla, é de toda la

comarca de la tierra, á la cual villa puso por nombre San Miguel […]45

Este lugar les pareció más propicio a los españoles para asentarse, ya que estaba

ubicado en un lugar estratégico, en la confluencia de los ríos tamazula y humaya.

Hay que señalar también que su ubicación debió influir que es límite entre el valle

y la sierra y, el asentamiento se mantuvo pegado al río pero favorecido en su

altura a cualquier inundación.

1.2. REORGANIZACIÓN ESPACIAL

“Las condiciones geográfica metahistóricas de los espacios de acción humanos

modifican su cualidad espacial en función de cómo sean dominables económica,

política o militarmente”.46 A partir de aquí entra en vigor la denominada

Transculturación. Para lo cual nos preguntamos qué patrones de asentamiento de

los Tahue fueron conservados o modificados por los españoles, es lo que se

abordará a continuación.

La primer delimitación espacial que llevaron a cabo los españoles del área en la

cual se desenvolvían los Tahue, la hicieron denominando Provincia de Culiacán al

territorio limitado por el río Piaxtla en el sur y el Mocorito en el norte. Actualmente

45 Primera relación anónima en Izcalbaceta, op.cit.p. 202

46 R. Kosselleck, op.cit.p. 103

28

los municipios de Elota, Cosalá, Culiacán, Navolato, Angostura, Badiraguato,

Mocorito y Salvador Alvarado.47

Como se mencionó anteriormente los españoles en algunas ocasiones daban

nombres nuevos y diferentes a los poblados. En este caso el nombre de Culiacán,

probablemente haya sido sugerido por algunos de los nahuas que venían con

Nuño de Guzmán. Este punto es muy importante debido a que nos da un primer

elemento para decir que hubo un dominio predominantemente español, de

entrada, al hacer uso de la denominación “Provincia de Culiacán” ya se puede

observar esto, pues dicha denominación permite visualizar un panorama más

general y entendible del territorio.

Esta provincia existió desde que se fundó la villa de Culiacán, pero no fue hasta

cuando surgieron las entidades colindantes de Sinaloa y Chametla al norte y sur, y

de Topia, en la sierra, más de treinta años después, que quedó delimitada.48 Dicho

territorio, quedó compartido en tres grupos étnicos principales los Tahue, los

Pacaxe y los Acaxe, también estaban los Achires

Una vez que los españoles conquistaron el territorio, se dieron a la tarea de

modificar el territorio prehispánico estableciendo una división jurisdiccional

partiendo de los núcleos que formaban la población autóctona. Además, éstos

observaron además que para facilitar su tarea en el proceso colonizador, era

fundamental valerse de la figura de mayor autoridad para los Tahue. En este punto

es necesario en este punto explicar cómo era concebido el poder por los Tahue,

éste estaba dividido jerárquicamente, el Señor de Culiacán, representaba la

47 R. Valdez, op.cit,p.44 48 Luís Navarro García, Sonora y Sinaloa en el siglo XVII. Siglo XXI/DIFOCUR. México. 1992, p. 71

29

autoridad máxima, existen testimonios que indican que tenía sujetos a más de

doscientos pueblos, en un menor rango se encontraban los principales de cada

pueblo, cabe la posibilidad de que para obtener este puesto hubiera una compleja

red de parentesco, pues en el testimonio de la conquista de Culiacán, se dice que

el cacique de Colomo49 era hermano del señor de Culiacán, hay que destacar que

el Colomo era un pueblo sumamente importante en este periodo.

Ahora bien, el transformar las antiguas sociedades de origen prehispánico en

pueblos de indios, no fue tarea sencilla, se tuvieron que imponer patrones de

asentamiento y dinámicas espaciales y culturales diversas por los españoles,

mismas que llevaron un tiempo en cristalizar, además fueron elaboradas a manera

de ensayo y error, como les sucedió con Chametla, Compostela, Guadalajara,

Purificación y la fundación de San Miguel, por Nuño Beltrán de Guzmán en 1532,

posteriormente se llamaría San Miguel de Culiacán.

Dichas dificultades fueron externadas por Nuño de Guzmán en una carta enviada

al Rey donde se informa sobre el estado de la Nueva Galicia, dicho mensaje tiene

fecha del 12 de julio de 1532. En él Guzmán hace una réplica a la petición del rey

que en la conquista y villas fundadas, se mantengan las cosas como en la Nueva

España, en dicha respuesta Nuño manifiesta la dificultad de realizar dicho

cometido debido a que las dichas villas habían sido recién fundadas, pues apenas

estaban haciendo casas y poniendo en forma la ciudad y villas, circunstancias

muy distintas a lo que ocurría en la Nueva España, ya que esta última,

temporalmente llevaba una ventaja de doce años de fundación, contaba con un

49 Algunas veces el nombre del Colomo se alterna con el de Colombo.

30

puerto y comercio de Castilla, además de plata y oro.50 Cómo se puede ver, dichas

diferencias eran muy marcadas.

Por otro lado en 1597 se llevó a cabo la residencia de la misión jesuita del Valle de

Culiacán, la organización que los jesuitas creyeron más conveniente para expandir

la doctrina cristiana entre los indios Tahue, fue la de la reducción de pueblos, por

lo que tuvieron que reorganizar a la población autóctona, con la finalidad de

someterla a la disposición de la corona española. Además de esto, recurrieron a la

separación de los indígenas del núcleo poblacional español, pues se consideraba

que de permanecer en contacto ambos sectores poblacionales, los resultados de

la cristianización se verían perjudicados, se pensó en crear comunidades

exclusivamente indígenas, cerrando toda posibilidad de contacto con los

españoles.51 Sin embargo, esto sólo se logró en pequeña escala. Cabe señalar

que este interés por introducir nuevos patrones de asentamiento, para que los

indios no vivieran dispersos, obedece también a la pronta disminución de la

población indígena.

Para poder llevar a cabo las evangelizaciones los jesuitas vieron en la agricultura

un buen recurso para mantener a los pobladores indios arraigados, por lo que

fueron los encargados de enseñarles técnicas agrícolas europeas para que

produjeran suficientes cosechas para alimentarse cada día, durante todo el año,

evitándoles la fatiga a los indios de abandonar sus pueblos para ir en busca de

comida a la Sierra. Para realizar dicha segmentación, se pensó que la solución

que resultaría más efectiva fue la de crear ciertas comunidades que fueran

50 Instituto Sinaloense de Cultura, La aciaga conquista de Nuño de Guzmán, documentos inéditos del Archivo General de Indias, 1525-1532, tomo 1. Introducción de Adrián García Cortés. Instituto Sinaloense de Cultura/Instituto la Crónica de Culiacán, Culiacán, Sin. 2010, p.112

51 Salvador Álvarez, El pueblo de Indios en la frontera septentrional novohispana, El colegio de Michoacán, relaciones 95, verano 2003, vol. XXIV.p.58

31

exclusivamente de indios, cerrando el contacto con los españoles, de esta manera

funcionaba el sistema de misiones jesuitas. La formación de estos tuvo dos

grandes etapas, una primera correspondiente a los años de 1591 y 1608, en la

cual se establecieron y consolidaron los primeros asentamientos indígenas,

mientras que en la posterior alcanzaron su máxima expresión, alrededor de 1614 y

1620.52

“Llamamos reducciones a los pueblos de indios, que viviendo en su antigua usanza en

montes sierras y valles, en escondidos arroyos, en tres o cuatro o seis casas solas,

separados a legua, dos, tres y más, unos de otros, los redujo la diligencia de los Padres a

poblaciones grandes y a vida política y humana, a beneficiar algodón con que se visten.”53

Conforme a todas estas transformaciones se fueron dando, al cabo de unos años,

ocurriría primeramente una desculturación, es decir, que se fueron perdiendo

elementos de la cultura precedente, para dar paso a una neoculturación, término

que implica el desarrollo de aspectos culturales resultado de este encuentro entre

culturas. Dicha cultura híbrida, tiene elementos tanto de la cultura Tahue como de

los Españoles, pero a su vez es distinta de estas. Sobre esta, es sumamente

importante el testimonio de Alonso de la Mota y Escobar, en su Descripción

Geográfica de los Reinos de la Nueva Galicia, Nueva Vizcaya y Nuevo León. El

clima fue un factor que dificultó la vida de los españoles en dicha villa, los primeros

pobladores y los nacidos en ella se pudieron adaptar más fácilmente a los

cambios, pero a los que recién se mudaban a la villa, les costaba mucho trabajo.

52 Sergio, Ortega Noriega, “El Sistema de Misiones jesuíticas: 1591-1699”, en Historia General de Sonora, Vol. II, Sergio Ortega Noriega e Ignacio del Río (Coord.), Gobierno del Estado de Sonora, Hermosillo, 1985, p.48 53 Adrián García Cortés, “Análisis comparativo de las reducciones jesuíticas del Paraná y las misiones del Noroeste de México”, en Memoria del seminario sobre la Religión en el Noroeste Novohispano, editores José Gaxiola López y José Carlos Zazueta Manjarrez, El Colegio de Culiacán, Culiacán, 2004. p.106

32

Al respecto narraciones de aquellos años que abordan las características de la

población señalan:

“Son las hijas de los españoles nacidas en esta Villa, comúnmente hermosas y dotadas de una

honesta sencilles como lugar no pasajero ni cursado de gente estrangera. Los varones allí

nacidos son bien dispuestos, y valientes, buenos hombres de a cavallo, y excercitados en el

arcabuz, aprueban muy bien en todos los rebatos de guerra con los yndios comarcanos. Hacen

gran ventaja a los demas soldados españoles por estar acostumbrados a no comer mas que lo

arriba dicho”.54

1.2.1. Vivienda

Las casas de los pobladores tahue eran de gran tamaño tenían una especie de

techado al frente (ramada), bajo este techo era común que las mujeres se

sentaran a tejer su ropa, las casas también contaban con cercos para la

construcción de estos, utilizaban esteras de junco. 55

Dicha información es similar con aquella que recogieron los geógrafos

norteamericanos Carl Sauer y Donald Brand en 1930, quienes recorrieron las

regiones de Culiacán en Sinaloa y Acaponeta en Nayarit, pues querían comprobar

si existía un corredor cultural entre el sur de Estados Unidos y el Altiplano

mexicano. El asentamiento más relevante que encontraron estos estudiosos en el

valle de Culiacán, principiaba en Aguaruto y limitaba en San Pedro, el cual poseía

rasgos urbanos. Además de encontrar unos más pequeños en la costa, en Altata,

y en los valles de Mocorito y El Fuerte. 56

54 A. De la Mota y Escobar, op.cit, p. 50 55 Cuarta Relación Anónima, citada en Joaquín de Izcalbaceta, op.cit, p.481

56 C. Sauer, op.cit, p.44

33

Los montículos que se encontraron en el valle de Culiacán eran de un metro o

menos de altura a salvo de las inundaciones lo que facilitaba que fuera un lugar

más propicio para vivir. La población indígena, en su mayoría estuvo ubicada en las

márgenes de los ríos. Sin embargo los asentamientos se tornaban más pequeños

y dispersos conforme se acercaban a la planicie costera entre los ríos. 57

“Eran las casas muy largas e muy bien hechas, e cubiertas de paja por muy gran

arte; tenían encima los caballetes de los tejados sus inviciones como acá en

castilla de barro muy bien pintadas.” 58 Las casas de los poblados tahue también

tenían tamaños diferentes, por ejemplo la casa de los caciques tenían un palenque

alto alrededor con su puerta, digamos que estaba construida a manera de

fortaleza debido a que mantenían guerra con otros pobladores, probablemente con

los Acaxes y los Xiximes.59 Dicha información se contrapone con la recogida de

los estudios arqueológicos de Sauer y Brand . Cuando los investigadores llegaron

al área a estudiar, se sorprendieron al darse cuenta que no existían sitios de

defensa a pesar de que existen sitios como cerros y cuevas que hubieran sido

muy útiles como fortalezas no había en éstos rastros de que haya existido algún

tipo de habitación, pensaron que su uso debió haber sido para la realización de

ceremonias. En ninguna de las ruinas visitadas se ven muros o estructuras de

carácter defensivo. Probablemente el miedo a ocasiones invasores significaba

poca cosa para esta gente.60 Analizando ambos testimonios se puede deducir que

tal vez sí existió el palenque para proteger al cacique, pero que a la llegada de los

57 C. Sauer, op.cit, pp. 27 y 28

58 Primera relación anónima citada en Sauer, op.cit.p. 77 59 Primera relación anónima citada en Fray Antonio Tello, Crónica Miscelanea en que se trata la conquista espiritual y temporal de la Santa Provincia de Xalisco en el Nuevo Reino de la Galicia y Nueva Vizcaya y descubrimiento de Nuevo México, editorial Porrúa, México,1997, p.290

60 C. Sauer, op.cit, p. 25

34

españoles, éste pudo haber sido destruido para restarle autoridad al señor de

Culiacán. Sin embargo estas son meras especulaciones, pues no he encontrado

algún documento que demuestre que los españoles mandaron a derribar dicha

protección.

Se encontró además un sitio arqueológico de gran extensión entre Aguaruto y San

Pedro, que por el tamaño de los amontonamientos que había en el área y la

manera en la que éstos estaban agrupados, se puede deducir que en este lugar

existían un conjunto de casas pequeñas de adobe, también se hallaron hileras de

piedra que indican que la construcción de casas se hacían mediante paredes de

base firme. Según los reportes de Sauer y Brand dicha área, era tan extensa como

casi Culiacán en 1930, es decir que los rasgos urbanos ya se encontraban

presentes antes de la llegada de los españoles al territorio, dicha información se

complementó a la hora de analizar los restos arqueológicos que se encontraban

apilados, pues su altura era de 9 centímetros y medios, cubriendo un área no

mayor de lo que ahora se encuentra una casa mexicana. 61

De esta manera podemos concluir con que los Tahue aprovecharon muy bien los

recursos naturales, primeramente el espacio cultivable, del cual obtenían

abundantes alimentos y otros elementos muy importantes para su manutención

como el algodón, mismos que no sólo fueron de autoconsumo, sino que la

cantidad de recursos obtenidos, les permitieron poder llevar a cabo exitosamente

el comercio, con otras etnias, cómo lo mostraremos más adelante.

Por otra parte las construcciones de los Tahue, siempre estuvieron planeadas

para que estuvieran cercanas a los ríos, esto permitía atenuar las condiciones

61 Ibid, p.44

35

climáticas tan calurosa y húmeda. Además como se dijo anteriormente la altura a

la que estaban ubicadas las casas, estaban a salvo de cualquier inundación. Es

importante señalar que cuando los españoles llegaron, desconocían el territorio,

por lo que se aventuraban a tratar de fundar pueblos y villas en lugares poco aptos

para su levantamiento, tal es el caso con el intento fallido de la fundación de

Culiacán, existe un testimonio que dice que tuvo que ser desplazado de lugar

debido a una inundación.

Para 1605 en la villa de Culiacán, la vivienda había cambiado para parecerse más

a las construcciones de los españoles, los edificios eran de adobe, de un sólo

piso, mientras que las calles de esta villa se planearon anchas y rectas. Contaba

además con una plaza en la que no podría faltar una iglesia parroquial a cargo de

dos clérigos, elegidos de acuerdo a la Gran Cédula del Real Patronazgo. El dinero

para mantener dicha parroquia se obtienen de los salarios de algunos pueblos de

indios anexos a la villa, además de las limosnas de los pobladores. Antes de esta

fecha no había santo sacramento, éste fue implementado por Alonso de la Mota y

Escobar.62 La villa contaba también con el ayuntamiento, la iglesia y las casas

principales, el palacio de gobierno y la catedral.63

1.2.2. Las Instituciones Jurídico-políticas

Un elemento de gran importancia que implementaron los españoles en la provincia

de Culiacán, fueron las Instituciones jurídico-sociales, mismas que regían en

España. Una importante observación en la implantación de las instituciones, es

62 A. De la Mota y Escobar, op.cit,p.48 63 Alfredo Jiménez, El Gran Norte de México. Una Frontera Imperial en la Nueva España (1540-1829). Ed.Tébar, Madrid, 2006, p.347

36

que si bien las leyes que se querían implementar eran las españolas, se tenían

que adaptar a una nueva realidad, en un contexto totalmente diferente, y con

normas propias al que se le llamó derecho indiano. Esta adaptación de las

instituciones, entrarían dentro de lo que se llama neoculturación.

Así, una vez que se hubo fundado la villa, se llevaba a cabo la elección del

ayuntamiento, nombrándose a un alcalde, mientras que la existencia de un nuevo

poblado dependía de una institución municipal, la audiencia, que era un cuerpo

colegiado que la corona creo y que desde la cual se designaba a un virrey que a

su vez era el presidente de dicha audiencia. La audiencia era la encargada de

dictar las leyes y disposiciones que regían en los cabildos eclesiásticos, así como

también en los seculares, universidades y otros gremios, regulando así sus

actividades y su vida personal a través de ordenanzas y reglamentos, revisados y

aprobados por ella y que además debían contar con el visto bueno del rey.64

La primer audiencia fue nombrada el 13 de diciembre de 1527, los responsables

de esta eran Martín Ortíz de Matienzo Diego Delgadillo, Alonso de Parada y

Francisco Maldonado. Mientras que su presidencia quedó a cargo de Nuño de

Guzmán.65 Para 1549 se creó la audiencia de Nueva Galicia, ésta comprendía lo

que hoy son los estados de Aguascalientes, Zacatecas, Nayarit, Culiacán, buena

parte del estado de Jalisco y el Noroeste de San Luís Potosí. Dicho reino contaba

hacia la mitad del siglo XVI con dos ciudades, Compostela que era la capital de la

Nueva Galicia en el periodo que va de 1548-1560 y Guadalajara, además de tres

villas, San Miguel de Culiacán, Purificación y el Espíritu Santo. Los alcaldes

mayores estaban pues, subordinados a las autoridades de Nueva Galicia.

64 Marina, Mantilla Trolle, “La audiencia de Guadalajara siglos XVI-XVII”, en revista jurídica jalisciense, V.14, N°2, México, jun-dic, 2004, p.7 7 65 M. Mantilla, op.cit, pp. 65-105.

37

La audiencia de Guadalajara se encargaba de nombrar al alcalde mayor para

Culiacán. Todas las tierras sinaloenses que Nuño de Guzmán conquistó quedaban

sometidas a la jurisdicción de la Nueva Galicia, también la provincia de esta región

quedó a merced de esta institución. 66 La provincia de Culiacán pertenecía a la

gobernación de Nueva Galicia, con capital en ciudad de Guadalajara a partir de

1560. Desde el siglo XVI había una alcaldía en la villa de Culiacán y dieciséis

corregimientos en los pueblos de indios. Los alcaldes mayores eran quienes se

encontraban al frente de las alcaldías mayores, así como los corregidores eran

quienes estaban a la cabeza de los corregimientos. Estos a su vez dependían de

la Nueva Galicia, para los asuntos de gobernación y hacienda. Mientras que los

asuntos de justicia dependían de la audiencia de Guadalajara en caso de

apelación por los fallos o errores de los alcaldes mayores que hubiese en la

provincia.

Existían los alcaldes Indios y los Alcaldes Mayores. Los primeros ejercían

jurisdicción sobre los indios de su territorio. Dependiendo del tamaño del pueblo,

podía haber un Alcalde Mayor, apoyado por uno o dos regidores, quienes podían

imponer penas menores, pero nunca la mutilación o la pena de muerte. Las

funciones que se encargaba de llevar a cabo el alcalde mayor, eran las de cumplir

como gobernador, como juez, recaudador de impuestos y capitán de guerra. Tenía

la obligación de proteger a los indígenas, cuidar de su educación en la fe católica y

procurar que no permanecieran ociosos. Debía visitar su provincia una vez al año,

66 De 1564-1565 la costa occidental formaba parte de la Nueva Galicia, posteriormente sólo Culiacán fue administrada desde Guadalajara, convirtiéndose en un enclave circundado por el gobierno de la Nueva Vizcaya.

38

mientras que los pueblos de españoles y tiendas de los reales de minas, les

correspondía la visita cada cuatro meses.67

Considerando el tamaño de la provincia, se nombraba a un teniente para que en

su nombre pudiera llevar a cabo tareas menores. Cualquier aspirante a la alcaldía

debía llenar ciertos requisitos tales como, tener antecedentes considerados como

honorables, pero además aunque se contara con estos requerimientos, también

debía disponer de una cantidad suficientes para pagar al rey el precio en que se

tasaba la alcaldía, esto dependía de su riqueza, además tenía como obligación

depositar una fianza en la Real Audiencia, esto como fin para garantizar la entrega

de los impuestos que cobraría la jurisdicción, y finalmente realizar un pago por

adelantado de la llamado media anata, se le nombraba así a la contribución que

éste hacia como vasallo del rey.68

Cada cierto tiempo se llevaba a cabo una investigación por parte de un visitador

con facultades del gobernador; la finalidad de dicha intervención era supervisar la

labor que el alcalde ejercía, así como también la inspección de la provincia y el

modo en que se ejercía la justicia.69

También se debían visitar tiendas y mercados, para vigilar y mantener los precios

razonables y pesas y medidas apropiadas, así mismo tenían la obligación de

observar con atención las ventas de medicinas, esto con el fin de que en dado

caso de haber preparaciones “corruptas”, destruirlas. Entre otras tareas que

67 Luís Navarro García, Sonora y Sinaloa en el siglo XVII, Siglo XXI/DIFOCUR, México. 1992, p.102 68 Sergio Ortega Noriega, Breve historia de Sinaloa, Coedición: El colegio de México,Fondo de Cultura Económica, Fideicomiso Historia de las Américas, México, 1991. pp-8-87 69 L.Navarro, op.cit, pp.103-108

39

abarcaban obtener información del estado de la agricultura y los caminos. Por otra

parte tenían incluso la autoridad para revisar si a los indios se les estaba dado una

instrucción religiosa, y anotar que iglesias o edificios hacían falta.70

La audiencia también se encargaba de la tasación de los tributos indígenas de la

corona, y los correspondientes a los encomenderos. Para cada una de las

provincias se fijaba una tasa base que debía pagarse por cada indio adulto,

mientras que para los indios solteros la tasa era doble. La población era tomada

como medida de unidad para la tasa. El jefe de cada pueblo era el responsable de

la entrega total de lo tasado cada año.71 Además de esta se formaron otras

instituciones políticas de los españoles, tales como el régimen de tenencia de

guerra y posteriormente la consolidación del mayorazgo a los largo del siglo XVI.

A manera de conclusión de dicho capítulo puede señalarse que el encuentro de

culturas que se llevó a cabo en la Provincia de Culiacán, trajo como

consecuencias cambios y alteraciones en la composición de la misma. Dicha

Provincia, se encontraba poblada por los Tahue, en el valle, los Acaxe en la sierra,

los Pacaxe entre el llano la sierra y los Achire en una pequeña parte de la costa.

Los primeros conquistadores se enfrentaron al problema del desconocimiento del

territorio y su clima, al fundar la villa de San Miguel en 1531, se tuvo que

desplazar del lugar debido al frágil estabilidad. Para poder llevar a cabo la acción

colonizadora, los conquistadores tuvieron que valerse del establecimiento

jurisdiccional partiendo de los núcleos de población autóctona, para

70 John H. Parry, La audiencia de la Nueva Galicia en el siglo XVI. Estudio sobre el gobierno colonial español, El Colegio de Michoacán/Fideicomiso teixidor, 1993,pp, 201-202

71 Ibid p.201.

40

posteriormente imponer patrones de asentamiento propios del sistema misional

jesuita a finales del siglo XVI, que traería como consecuencia el desarraigo cultural

de los indios Tahue y sus vecinos.

41

CAPÍTULO. 2

ACTIVIDADES ECONÓMICAS

2.1. LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS DE LOS TAHUE

Los tahue eran un pueblo que subsistía de la agricultura, cultivaba maíz, algodón,

chile, calabaza, frijol y guayabas. Se cultivaba en las planicies aluviales, además

de los suelos de los valles, proporcionando estas tierras bajas, el sustento para

una gran población. Esta información proviene de las crónicas y descripciones de

los españoles (militares y religiosos) que estuvieron en esta región durante el siglo

XVI y principios del XVII, también de ciertos indicios que nos hablan de las

condiciones materiales de existencia de estos grupos humanos durante tiempos

prehispánicos, es decir en los años previos al arribo español.

En la región de Culiacán durante la época prehispánica se caracterizaba por el

cultivo de algodón, a las mujeres Tahue se les consideraba grandes maestras de

hilar y tejer. Con esta fibra elaboraban mantas y camisas para las mujeres, éstas

eran de color blanco, sin embargo también elaboraban algunos estampados que

pigmentaban mayormente con color índigo, este pigmento probablemente se

obtenía de alguna planta silvestre.

La elaboración del estampado era realizado con cilindros hechos de barro que

tenían plasmadas las figuras que quisieran estampar, estos artefactos daban un

acabado como el que produce un sello.72 A diferencia que estos tenían agujeros

72 Antonio Nakayama, Sinaloa un bosquejo para su historia, Universidad Autónoma de Sinaloag/Instituto de investigaciones económicas y sociales, 2da edición, Culiacán, 2009.p. 57

42

de ambos lados, se piensa que en los orificios se insertaban palos para poder

manipularlos y utilizarlos a manera de rodillo.73

Los frutos que se obtenían en esta región tales como la tuna, la pitahaya y las

ciruelas además de servir para su consumo alimenticio, era aprovechado

hábilmente por los tahue para producir bebidas fermentadas, mismas que

consumían en sus festividades. Además elaboraban conserva del maguey con la

miel de este fruto, para la cual tenían hornos especiales. De este fruto también

aprovechaban las pencas y se las comían asadas [Melchonte].

Sobre los productos que abundan en esta tierra, de la Mota y Escobar nos dice lo

siguiente.

“es toda la tierra caliente humeda y muy viciosa. La semilla general que se

coge para pan es maíz, cogese asi mismo, frisol, chile u calabaca que con

el mucho pescado que en esta provincia ay, y abundancia de frutas se

sustentan estos indios, esta es la forma general en materia de casa, y

comida de toda esta provincia”.74

Esta región también era conocida por la existencia de salinas, en la provincia de

Culiacán; hacía la provincia de los tahue, estaban las de Mahajua, Natuato,

73 Los cilindros mencionados por Nakayama, forman parte de los vestigios arqueológicos encontrados en la región por Isabel Kelly. La arqueóloga sugiere que debido a que son escasos, podrían ser intrusivos, es decir que podrían haber sido, de los artículos adquiridos por la red comercial que se extendía a través de las rutas comerciales que venían desde Mesoamérica central, pasando por costa del pacífico y la mesa del norte de Durango. Ver Anexo, figura 74 A. De la Mota, op.cit, p.51

43

Udicuto, Ceuta y Altata. Es la línea del río Piaxtla al río Mocorito.75 Cuando había

marea alta el agua llegaba hasta los esteros, donde se cuajaba debido a los

efectos de la evaporación.

Por otra parte lo que se refiere a sus instrumentos y medios de trabajo, los Tahue

no tenían animales de carga, por lo que para trasladar sus mantenimientos lo

hacían ellos mismos, utilizaban un arco grueso, similar al que se utiliza para cargar

las flechas, este arco tenía una red atada a ambos lados en la cual introducían

todo lo que querían llevar, posteriormente se ponían el arco sobre los hombros

para poder caminar.

2.1.1. Pesca

En los ríos de la provincia, existían una gran variedad de peces, mismos que eran

el bastimento principal, además de ostiones y caimanes76. Cabe mencionar que el

poblado principal de los Tahue y con mayor densidad demográfica se encontraba

ubicado a la orilla del río Batacudea. Sin embargo a la llegada de los españoles al

territorio, estos cambiaron el nombre del río, renombrándolo Tamazula, tal y como

se conoce hasta nuestros días. De la crónica de De la Mota y Escobar, también se

desprende información descriptiva muy importante, referente al tipo de fauna del

río.

“Ay en el grañidísima suma de peces muy buenos y sabrosos en gran manera sanos mayormente

los que llaman robalos viejos y mojarras y otro pece muy delicado que los yndios llaman jalmichi y

75 Miguel, Víctor Vélez, Producción y comercio de la sal en Sinaloa en el siglo XVII, citado en “Memoria XI congreso de Historia regional, ed. IIES, México, 1996.p.71

76 A.Tello, op.cit, p.132

44

los españoles de media playa porque pesca y toma muy en la rivera del rio, y casi en seco es pece

muy sano y sabroso […]ay anssi mismo en estos ríos, y costas mucha cantidad de aquellos peces

que llaman peje espada, y peje Sierra que tienen en la frene vna espada de media bara, y vna, y

dos, acha como de seis dedos, y gruesa tiene por ambos”…77

2.1.2. Caza

Respecto a los animales que habitaban en esta provincia las diversas crónicas

mencionan a los venados, tigres, leones, onzas, jabalíes, que comúnmente

habitan en las montañas, así como también tejones, gatos, armadillos, coyotes.

Parece ser que la cacería no funcionaba sólo como una actividad de subsistencia,

sino que también hacían de dicha actividad un ritual, tal es el caso de la caza de

cocodrilo en el Navito, para esta actividad primero utilizaban como herramienta un

garrotillo con el cual le propinaban golpes al animal, una vez que lo “atontaban”, lo

sacaban del agua arrastrándolo, para después ponérselo en la espalda hasta

llegar a tierra firme donde lo tiraban, posteriormente lo toreaban, haciendo de esta

una actividad que parecería común y corriente, en una forma de entretenimiento,

además de torearlo le lanzaban flechas y finalmente lo lazaban.78 La descripción

de esta práctica coincide con la también descrita por De la Mota y Escobar.

“… hacen una con gran facilidad con los lagartos y cocodrilos de que abundan todos estos ríos en

grande cantidad, y es que se sambullen los indios en lo profundo destos ríos y se meten en las

cuevas y cavernas donde habitan estos cocodrilos y se allegan a ellos sin ningún miedo y los

alagan, y rascan y les echan vna maroma al cuello y suven los indios otra vez nadando, y puestos

77 A.De la Mota, op.cit, pp.48-49 78 A.Tello, op.cit, p.132

45

en tierra tiran deste cabo, y los sacan a lo alto, y llevan a tierra donde juegan con ellos teniéndolos

amarrados como a un toro, y hacen sus arremetidas aunque torpemente…”79

o bien la de las culebras, mismas que primeramente domesticaban para después

comérselas. Las descripciones del siglo XVI no pueden ser más explícitas al

respecto:

“Y en muchas casas de las desta tierra tienen muchas culebras mansas, é tiénenlas en una

parte de lo mas oscuro de la casa en un rincón, y están revueltas unas con otras hecha un

monton, que habían un monton dellas bien grande; y como estaban hechas una bola

redonda y sacaba una la cabeza por arriba , y otra por abajo y otra por en medio, era cosa

muy espantosa, porque son gruesas como el brazo, y abrían la boca; las cuales no hacen

mal alguno, antes las toman los indios en las manos y las comen. Á estas decían que

tenían en figura al demonio que adoraban, é les hacían mucha honra, y les daban de

comer”80

Probablemente esta práctica de los Tahue, despertó curiosidad en los indios

nahuas que acompañaban a Nuño de Guzmán, de ahí que utilizarán el nombre de

Culiacán. Boturini, Menciona que Colhuacan o Culhuacan significa “lugar de

culebra”.81

79 A. De la Mota, op.cit, p.46 80 Primera Relación Anónima citado en Joaquín de Izcalbaceta, op.cit. p.290 81 Lorenzo Boturini Benaduci, Idea de una Nueva Historia General de la América septentrional, Imprenta de Juan de Zúñiga, Madrid, 1746, p.128

46

2.1.3. Alfarería y Cerámica

Los Tahue, como se ha demostrado por los vestigios arqueológicos, eran

alfareros especialmente hábiles en la producción de cerámica, además del uso

doméstico de esta, era sumamente bella, no sólo utilizaban diversos colores para

decorarla, sino que también estaba hecha de un material muy resistente al tiempo,

prueba de ello es que hasta la fecha se conservan restos de esta.82

En las excavaciones que se llevaron a cabo alrededor del valle de Culiacán en

1935, por la arqueóloga norteamericana Isabell Kelly, se encontraron piezas de

cerámica de la fase Culiacán del complejo Aztatlán. La información sobre la

secuencia cronológica de Culiacán, propuesta por Isabel Kelly, es la contenida en

la tabla siguiente.

CULIACÁN AÑOS

Culiacán tardío 1530

Culiacán medio 1400

Culiacán temprano (Culiacán

temprano I)

1300

Complejo Aztatlán (Culiacán

temprano II)

1000

Tabla 1. Secuencia cronológica para los complejos c erámicos.

Fuente: Isabel Kelly, Excavaciones en Culiacán, Sinaloa , p.127

82 Antonio, Nakayama Arce, Sinaloa un bosquejo para su historia, coedición: Universidad Autónoma de Sinaloa/ Instituto de Investigaciones Económica y Sociales, Culiacán, 2006 p. 38

47

La clasificación de los tipos de cerámica perteneciente al complejo Aztatlán en

Culiacán, consiste en el color, rojo sobre bayo, o blanco y rojo sobre bayo,

también existe en menor medida, la banda blanca sobre la cerámica, diseño en

damero83 con líneas debajo. Por otra parte el tratamiento del borde interior es

similar en lo fundamental.84

Por otra parta la cerámica policromada y pintada Culiacán, tiene como elementos

comunes, pasta idéntica, además de la técnica de fabricación utilizada en esta

consistente en el espiral y raspado. Fueron pulidas después de pintadas, y

comparten ciertos colores, como rojo sobre blanco, rojo sobre naranja, negro

sobre gris y blanco sobre negro. 85

la primera de ésta es la Decorada de borde rojo. De estas piezas se localizaron,

cajetes y jarras, las cuales a pesar de ser cerámica gruesa, fueron elaboradas con

pasta delgada, además de haber sido cuidadosamente pulidas.

Por otra parte los colores dominantes en este tipo de vestigio son los rojos en

todas sus tonalidades, así como los colores cremas, y anaranjados, mientras que

las figuras que fueron plasmadas en dichas piezas se caracterizan por el

geometrismo de sus diseños. La profundidad de estos cajetes es variable, en

algunos es más pequeña que otros, aunque el interior de éstos está ornamentado.

83 Tablero que presenta una distribución por cuadrados o rectángulos

84 I. Kelly, op.cit, p. 45

85 Ibid, p.46 y 47.

48

De todo el material recolectado por Kelly tanto en superficie como en

excavaciones, las tipologías cerámicas que localizó y clasificó fueron las

siguientes:

La cerámica Aztatlán. De estas piezas, algunas son de pasta muy fina, y otras se

diferencian por ser más burdas. Al igual que en las piezas anteriores, en éstas

también se encuentra presente la utilización del color rojo, aunque la banda de

diseño es blanca en algunas y color crema en otras. Estas piezas se caracterizan

por la diversidad de líneas que componen su diseño, ya sean líneas curvas,

rectas, onduladas, escalonadas o bien en espiral, además su posición es variante,

algunas veces horizontales, otras verticales y diagonales. También encontramos

dibujos de círculos. La aztatlán cuya variante es más gruesa, presenta menos

cuidado en alisado y pulido, sin embargo la pasta sigue siendo delgada. Los

colores que fueron empleados para estas piezas son el vino y el negro.

Aguaruto Policromo. De estas piezas se encontraron jarras y cajetes que fueron

elaborados, al igual que las anteriores de pasta delgada, aunque la cerámica es

gruesa. Los colores que dominan en las piezas son, el negro sobre bayo, y los

amarillos y rosas tostados. En estas hay presencia de líneas, círculos, óvalos e

incluso nos meciona Kelly que se pueden apreciar figuras que parecen renacuajos

y aún más impresionante es hecho de que existan figuras de forma triangular que

se asemejan a los arcos emplumados que utilizaban los Tahue. A diferencia de las

cerámicas anteriores, estas piezas se caracterizan porque se utilizó la técnica del

puntillismo para los fondos. 86

86 Isabel T. Kelly Excavaciones en Culiacán, Sinaloa, Coedición: Siglo XXI editores/ El Colegio de Sinaloa/ Instituto Nacional de Antropología e Historia, edición en español. 2008..pp.32-35

49

Navolato policroma. Esta es similar a descrita anteriormente, sin embargo, en esta

el diseño es más complicado y variados, delineados con color negro, el tipo de

figuras que se aprecian en estas son los domos, eclipses, en algunas también se

ven figuras con forma de chile, además de otros motivos como plumas y colas.87

Cerro Izabal grabado. Se encontraron cajetes simples y redondeados, algunos

trípodes y tepalcates, Los colores dominantes en este tipo de cerámica son el

negro y el rojo sobre bayo, en algunas ocasiones se aprecian algunas con color

blanco. Los motivos de este tipo de cerámica son elipses, manojos de flores o

plumas, espirales y círculos.88

Alamitos grabado. Las piezas encontradas fueron tepalcates, pintadas en colores

negro, rojo y en algunas ocasiones blanco, sobre fondo color bayo. Las figuras

dominantes son espirales, círculos y puntos pintados.89

Culiacán Policromo Tardío. Es sobrepintada, decoración roja, blanca, negra y

anaranjada. Los diseños distintivos principales son el rayo s, el sol, o escalón

diagonal, espiral.90

También se encontraron otros artefactos de cerámica, tales como los sellos

cilíndricos, y los silbatos de efigie, casi todos son de color natural, en algunos

existe pintura roja, también los hay con base de pedestal, de las cuales destacan

las figuras de aves posadas sobre una especie de tronco, con terminación de

87 Ibid.p. 38 88 Ibid, p. 39 89 Ibid, p.40 90 Ver anexo, ilustración 3 p.135

50

pedestal. También los hay en forma de otros animales cuyo silbato se sitúa en la

cola, los de figura humana son asimétricos y grotescos. Las sonajas son de

cuerpos huecos, en cuyo interior tienen bolitas de arcilla Otros artefactos

encontrados son las pipa, malacates, además de brazaletes, pendientes y

cuentas elaborados con conchas, también se encontraron astas de huesos. 91

Mientras que dentro de la clasificación de las piezas hechas a base de piedra se

encontaron los cuchillos de obsidiana negra, mientras que de piedra pulida así

mismo se localizaron artefactos como metates, manos, hachas.92 Se sabe que el

metate mexicano fue una introducción tardía de la altiplanicie, pues en la provincia

de Culiacán, se usaban modelos de metates más antiguos y con más similitud con

los del sudoeste de Estados unidos.

Para 1952 y 1958 se llevó a cabo en Durango un proyecto arqueológico

auspiciado por la Universidad del sur de Illinois. Los directores de dichas

excavaciones fueron J. Charles Kelley y Howard Winters, quienes encontraron

elementos comerciales, consistentes en objetos cerámicos, correspondientes a los

que se encontraron en la costa de Sinaloa clasificados bajo el nombre de complejo

Aztatlán. Kelley propuso la existencia de rutas comerciales que venían desde

Mesoamérica central, pasando por Nayarit, Sinaloa y Durango.93 La presencia de

pipas de diversos tipos encontradas en el Estado de Durango, son iguales que las

encontradas en Sinaloa, por lo que se deduce que el empleo de tabaco tuvo

amplia difusión.

91 Ver anexos, a partir de la página 136.

92 Ibid, p.132-160 93 Jaime Ganot Rodríguez, et al, Aztatlán apuntes para la historia y arqueología de Durango, Gobierno del Estado de Durango/Secretaría de Educación Cultura y Deporte, Durango, 1997, p.155

51

Por otra parte la expresión más antigua de arte que se localizó en Culiacán,

específicamente en el naranjo, fue la de tipo rupestre con los petrograbados, estos

contenían la representación grabada en piedras, de los sistemas ideográficos , los

cuales se basaron en figuras geométricas y humanas, así como también de

animales y plantas. No está bien precisada su antigüedad, sin embargo la piedra

tallada, desperdigada y sin orden, sugiere que es de origen prehispánico, sin

embargo no se ha podido constatar si correspondía a la cultura Tahue, o a sus

antecesores. El cerro del Tlacuilole, ubicado en el noroeste de la actual ciudad de

Culiacán, es el lugar donde se encuentran estos petrograbados, ubicados frente

al río, los cuales suman 56 piezas representativas de distintos tipos y formas.

Algunas de estas en conjunto parecen formar una escena, llena de símbolos, cuyo

discurso al parecer está vinculado con el ejercicio de poder. 94

Una de las más representativas, envuelve a cinco personajes con rasgos

humanos, por una parte hay uno que se encuentra aislado del resto que se

encuentran en grupo, lo que da la impresión de que el primero, es una autoridad,

por encima de estos personajes, se divisa una franja horizontal posterior, cuyos

diseños, consisten en líneas entrelazadas, esta parece ser el espacio divisorio del

nivel celeste, puesto que las líneas nos sugieren que los símbolos se tratan de

estrellas, por lo que dicha escena es una representación nocturna.95

94 Julio C. Vicente López, Los petrograbados de los Naranjos, Culiacán, Sinaloa, en “Los petroglifos del norte de México”, coordinadores, Víctor Joel Santos Ramírez, Ramón Viñas Vallverdú, Instituto Nacional de Antropología e Historia/ Dirección de Investigación y Fomento de la Cultura Regional, México, 2006, p.117

95 Ver ilustración 1.

52

Por otra parte en el sentido posterior, la franja posee un diseño en zig-zag, que se

piensa podría corresponder al inframundo, o bien el flujo del agua. En esta escena

también participan dibujos zoomorfos, ubicados tanto dentro como fuera de los

marcos de la escena. Uno de ellos parece ser un insecto volador. De los

Personajes señalados anteriormente, tres se encuentran ubicados en el mismo

plano. El primero muestra un semblante feliz, además dos líneas lo unen a la

bóveda celestial, en la mano derecha sostiene un objeto largo.

Por otra parte, el segundo personaje, es de mayor tamaño que el anterior, a

diferencia del otro, este posee un objeto diferente en su mano derecha, es un

objeto cuadrangular con tres puntos. Mientras que el tercer personaje, porta un

tocado de plumas. El cuarto personaje está apartado de los demás, y se

caracteriza por poseer una especie de jarrón o vasija, la cual parece transportar

hacia algún lugar. El personaje cinco parece encontrase en una escena distinta,

sin embargo, posee un tocado de plumas al igual que el personaje 3, así como

también su vestimenta, la cual parece poseer un estampado de tipo geométrico.

Por lo que deducimos que se trata del mismo personaje.96

La interpretación personal que puedo hacer de dicha escena del petrogliflo, está

ligada a la cosmovisión de los Tahue. La escena completa me da la impresión de

tratarse de una representación del ritual por el medio del cual se le pedía al

Chamán del pueblo, que intercediera por ellos ante el Dios Aguar, para que éste

cargara las nubes con agua e hiciera llover, para de esta manera conseguir el

agua para sus maizales.

96 Julio C. Vicente López, Los petrograbados de los Naranjos, Culiacán, Sinaloa, en “Los petroglifos del norte de México”, coordinadores, Víctor Joel Santos Ramírez, Ramón Viñas Vallverdú, Instituto Nacional de Antropología e Historia/ Dirección de Investigación y Fomento de la Cultura Regional, México, 2006, pp.117- 118

53

La bóveda celestial podría representar el lugar donde se encuentra el Dios Aguar,

infiero que el personaje 1, es el chamán, debido a que lleva un bastón en su mano

derecha, por otra parte, el personaje número 2, sería la representación de un indio

Tahue, que lleva en sus manos, la paga o tributo para que el dios Aguar, realice su

labor.

Por otra parte el personaje 3, definitivamente, debe tratarse de la personificación

del cacique, su vestimenta y el tocado que porta nos da esa impresión, además de

que en los petroglifos encontrados, es un patrón de figura que destaca y se repite.

Por otra parte el personaje 4, podría tratarse de la representación de la obtención

del agua, misma que se encuentra depositada en la vasija que carga, y que

seguramente es para sus maizales.

2.2. RESTRUCTURACIÓN ECONÓMICA

Cuando los españoles llegaron a la región se dieron cuenta del provecho que

podrían sacar de la explotación de sal, en un principio para la salación de

alimentos, y posteriormente con el descubrimiento de las minas, para ello fue

sumamente necesario para que se asentaran los españoles en reales mineros en

la zonas serranas que eran inaccesibles, de esta manera se creó un comercio

interno permanente entre la costa y la sierra para el beneficio de la conservación

de la plata, la sal era utilizada como método de amalgamación.97 De la villa de

Culiacán había cercanas dos salinas la de Navolato y la de Udicuto que se criaban

en esteros y cuyo comercio era aprovechado en gran manera por la corona, pues

97 M. Vélez en Memoria, op.cit..p.70

54

la sal era enviada a todas las minas circunvecinas. El comercio de la sal era tan

grande que también se enviaba el producto a la Nueva España, se cogían

aproximadamente más de 15, 000 fanegas al año.

Seguramente fue una gran ventaja para ellos el hecho de que los indios Tahue ya

contaran con tianguis antes de la de los españoles. En estos intercambiaban sus

productos y mercancías con culturas del centro de México debido a la presencia

de una importante red comercial y esto se sabe debido a que se encontraron

objetos en la región que no eran originarios de aquí.

Por lo que dicha costumbre solamente sufrió una variación en los vendedores y

en la clase de productos que comerciaban. Los mercaderes españoles se

encargaban de traer mercancías no sólo de Castilla, sino también de China. Los

productos que comerciaban, en los mercados, dichos españoles eran aquello

traían consigo, ropa, vinos, aceites, lienzos, entre otras cosas. En estos nuevos

tianguis en los que participaban los españoles también, se continuó con la venta

de pescado, y las pieles de animales como las de venados, tigres y liebres.

Durante los primeros años de conquista Culiacán fue un enclave sumamente

importante para los conquistadores por la copiosa cantidad de bastimentos y

mantenimientos que se podían conseguir en la provincia. Fue el punto de salida o

de paso de expediciones también.98

La manera de transportar los bastimentos, también sufrió modificaciones. La

corona impulsó la transferencia de tecnología, la rueda, el hierro y las técnicas de

construcción terrestre y naval. Además de productos traídos del viejo mundo. A

partir de que los españoles implementaron nuevas maneras de transportarse en

98 A. De la Mota, op.cit, p.49

55

la provincia de Culiacán, los mercaderes decidieron que la mejor manera para

desplazar sus mercancías por la villa era en mulas, pues los caminos no eran

aptos para el uso de carretas, debido a que por las lluvias de temporal se

formaban muchas cienegas que impedían el paso hasta por cuatro meses. Así

pasaron a América árboles como el olivo y los frutales andaluces, plantas como el

trigo y la caña de azúcar. Otros más se dedicarán al comercio de pesquerías y las

granjas de sal, comercializando sus productos por todo el reino de la nueva

España y Vizcaya.99

Por otra parte para implementar la actividad de la ganadería se emitió una orden

para que se trajesen animales como, yeguas, caballos, vacas, entre otros a la

Nueva Galicia, con el propósito de criarlos y multiplicarlos, fue expedida por el

Presidente de la Real Audiencia de México, D. Sebastián Ramírez de Fuenleal. Se

pensó que sería una buena medida ante la disminución de la población indígena,

pues antes de esto, era tarea de los indios el transportar la carga.100 De los

animales que trajeron los españoles para la crianza en esta región, quizás la que

rindió más frutos fue la de los cerdos, pues se les alimentaba muy bien, a base de

frutillas silvestres, además de raíces que los mantenían en un buen estado.

“No había en la región grandes animales herbívoros antes de la llegada de los españoles;

fueron ellos los que los introdujeron, haciendo de ésta una zona ganadera, por espacio de tres

siglos y medio se introdujeron en el monte grandes cantidades de ganado, el cual consumiendo

unas plantas y evitando otras, debió alterar gradualmente la composición original de la flora”.101

99 Ibid. 100A. Tello. Op.cit.p. 177 101 C. Sauer, op.cit. p.16

56

Los jesuitas introdujeron nuevos cultivos como el trigo, la uva, la naranja entre

otros. Además de enseñarles las técnicas sobre la crianza del ganado. Los

misioneros argumentaban que ello era necesario, para iniciarlos en una nueva

dieta alimenticia. Así mismo, éstos eran quienes hacían trabajar a los indios en las

siembras para sí mismos y para el abasto común, posteriormente los padres

administraban sus productos, esto se debió a que habían tenido dificultades al

principio por no haber alentado a los indios a sembrar, en vista de esto la corona

mando a que se impusiera y adiestrara a los indios en esta labor. Para ello

asentaban a los indios en pueblos en puntos estratégicos para que no tuvieran

que abandonar sus casas en busca de alimento, ya que de no ser así en tiempos

de sequía, los indios tenían que estarse trasladando de un lugar a otro,

adquiriendo una condición seminómada, misma que propiciaba que olvidaran toda

la doctrina cristiana que con tan ardua labor les habían enseñado los padres, y

regresaran a sus antiguas prácticas paganas102. Esta disposición poblacional de

los indios, propuesta por los jesuitas, obedecía al propósito de iniciar a los indios

en la doctrina cristiana.

La producción agropecuaria fue sumamente importante ya que les facilitaba a los

colonos que venían a la provincia en busca de plata, la búsqueda de alimentos y

trabajadores, elementos que son vitales para establecer un real de minas. Lo

perjudicial del real de minas en las misiones, tenía que ver con la obstrucción de la

evangelización y la reducción de trabajadores en las labores de misión.103 Para

organizar las tierras comunales concedidas a la misión, se les entregaba una parte

a los jefes de familia, para que estos pudieran trabajar en sus sementeras, los

frutos que se cosechaban pertenecían a quienes habían participado en la siembra,

estas tierras pues servían como siembra de autoconsumo, para sustento de la

102 A. Jiménez, op.cit, p.152 103 S. Ortega, op.ci, pp.140-141.

57

familia. Mientras que el resto estaban destinadas para la misión, el trabajo se

distribuía de tal manera, que los indios trabajaran tres días en las tierras de

misión, de igual manera se destinaba el mismo número de días para trabajar en la

siembra de autoconsumo, finalmente el séptimo día era el asignado para llevar a

cabo los servicios religiosos.104

2.3. TRABAJOS FORZADOS

Un elemento nuevo que los españoles vieron como una necesidad para llevar a

cabo su empresa colonizadora, fue sin duda alguna la implementación de los

trabajos forzados, ya que la mano de obra indígena les era sumamente necesaria

para la fundación de nuevos pueblos. Esto repercutió de manera importante en la

despoblación de los indios Tahue, y con ello su desculturación. Los españoles no

podían arriesgarse a perder a los indios pues esto ponía en peligro la estabilidad

económica de los pueblos, por lo que se tomarían medidas para evitar que los

indios pudieran morir, víctimas de la explotación y el maltrato. Sin embargo dichas

órdenes para proteger a los indios, jamás se acataban.

2.3.1. Esclavitud

En la ordenanza de 1532 se estipula que en las nuevas tierras –como en la

Provincia de Culiacán- no se haga uso de esclavos, ni de guerra, y que sean

104 Juan, Nentuig, El Rudo Ensayo, Descripción Geográfica, Natural y Curiosa de la Provincia de Sonora, SEP-INAH, México, D.F., 1977, p. 104.

58

cumplidas las leyes, en la respuesta de Nuño de Guzmán se puede ver un intento

de justificación para la esclavitud.

“…De manera que antes que haya pueblo manda vuestra majestad que haya leyes, manda que no

se hagan esclavos, por vía de guerra, como quiere Vuestra Majestad que se puedan conquistar

estas partes si los contumaces y rebeldes no han de tener castigo, y los que trabajan premio o

fruto de sus trabajos en alguna cosa, y cómo se han de pacificar los conquistados si se rebelan si

no tienen temor de la pena, y cómo han de querer ir los cristianos a reducirlos a obediencia si

algún interés no tienen de su trabajo…Cómo irán de buena gana una y dos y tres veces a pacificar

los que se levantan poniendo sus personas a peligro de muerte sin ningún premio han de ver, ni

los culpados castigos; y pues el derecho permite esto en todas las guerras justas de infieles…”105

Además en esta Carta, Guzmán intenta justificar la esclavitud, diciendo que se

debería permitir “porque son más apartados de Dios que otras gentes”. Argumenta

que en capítulo primero de la epístola de ad Romanos, se habla de la poca excusa

que tienen los que no conocen a Dios, y por esta razón son dignos de muerte. En

un intento de persuadir a los reyes, así mismo dice, que son culpables también

aquellos que lo permiten, y que su obligación como ministros de Dios es

castigarlos con pena corporal…106

Sin embargo Guzmán pensaba que tal situación era muy peligrosa, debido al

enojo que desencadenaría en los conquistadores, amenazarían con irse de la

provincia, causando daños irreparables, como la pérdida de la tierra y lo

conquistado. La medida que Nuño de Guzmán tomó fue la de convocar al consejo

y cabildo, oficiales reales alcaldes, regimientos, capitanes, personas nobles, con la

intención de negociar, y ver su parecer sobre sí debían hacer esclavos a los

105 La aciaga conquista de Nuño de Guzmán, en op.cit, p.112

106 La aciaga conquista…op.cit.pp-112-113

59

indios. Como respuesta a esto argumentaron que no había otro remedio para no

caer en la pobreza, así que se pensó que la mejor alternativa era suplicar a su

majestad que cesara su orden, hasta que se descubrieran algunas minas de playa

y oro, y se crearan ganados mayores y menores, para poderse sustentarse.107

Al escuchar esto de boca de Cristobal de Oñate quién los representaba, Nuño de

Guzmán, pronunció un auto para que pudieran hacer esclavos, dando como orden

que solamente se pondrían esclavizar, indios serranos, rebeldes y quebrantadores

de paz, así como también los conspiradores contra la posesión real. Una vez que

entregó la licencia y auto a Cristobal de Oñate y a los demás oficiales reales,

mandó a hacer el hierro para señalar los esclavos. Hubo algunos capitanes que no

perdonaron las edades de los indios para herrarlos, además de cometer grandes

crueldades. El capitán y justicia mayor de la provincia de Culiacán, Diego

Hernández de Proaño, se excedió en la licencia de hacer esclavos, existe un

testimonio del año 1536, en el cual se dice que, estando los indios en sus

mercados vendiendo y comprando en paz, Proaño echaba gente y soldados para

que los detuvieran y aprehendieran, para después herrarlos y sujetarlos con un

collar, los vendía.108

Un pretexto muy usado para ejercer la esclavitud, bastaba que los indios

desobedecieran a sus encomenderos para que, éstos tomaran la drástica medida

de capturarlos y venderlos como esclavos. Esto también ocurría con los indios que

se retrasaban en pagar los tributos a sus encomenderos, se les castigaba

clavándoles los pies y manos con herraduras en los árboles hasta que morían, no

contentos con esto, también esclavizaban a sus hijos.

107 A.Tello, op.cit, pp.230-231 108 Ibid, p. 249

60

Pedro Bobadilla era uno de los encomenderos más despiadados de la Provincia

de Culiacán, éste cazaba a los indios como si fueran bestias, utilizando perros

muy salvajes. En respuesta a estos actos tan crueles, hubo un alzamiento de

indios provenientes tanto del llano como de la costa que comenzaron a quemar

pueblos y bastimentos, para después huir hacia las sierras. Esto trajo para los

españoles muchas carencias, pues no contaban con el servicio de los indios ni con

comida.

Una vez que Nuño de Guzmán se enteró de esto mandó un juez de comisión a la

provincia para que detuviera al Capitán Diego Hernández de Proaño y lo llevara a

Compostela, dónde Guzmán procedió contra él, la sentencia cubría la pérdida de

los bienes del capitán y la degollación. Sin embargo, Proaño contó con mucha

suerte ya que intercedieron los hermanos de éste, y Álvaro de Bracamonte y Juan

de Samaniego. A Nuño no le quedó más remedio que otorgarle la apelación para

la ciudad de México, donde le envío preso. La Real Audiencia le concedió la

libertad, ya que el alguacil de la corte, era su tío Diego de Proaño.109

A falta de Justicia Mayor en Culiacán, Nuño nombró a un vecino noble de aquella

villa, al capitán Cristóbal Tapia para que sustituyera a Proaño. Una de sus

primeras responsabilidad fue poner remedio a los excesos que cometían los

españoles, tarea nada fácil ya que los indios que acudían a servir a los españoles

eran muy pocos. Como medida, Tapia obligó a los españoles a labrar y hacerse

cargo de las tierras por más de tres años.110

109 A. Tello, op.cit. pp.249-250. 110 Ibid, p. 250

61

Guzmán argumentaba que eran necesarios los esclavos en la Villa de San Miguel

debido a que los cristianos no podían ir establecerse allá porque no se contaban

con alimentos suficientes, ni con granos con que plantar, tampoco con medicinas y

mucho menos con vestimentas, cómo se podía buscar oro para comprar dichas

cosas si no se contaban con esclavos, además Nuño alegaba que la villa de San

Miguel estaba muy lejos, como para que alguien les llevara leña, yerba o incluso

agua, tanto para ellos como para sus caballos, si no se contaban con personal de

servicio. Dese el punto de vista de Nuño de Guzmán no se debía prohibir del todo

hacer esclavos, pero tampoco dar licencia para que se hicieran tantos esclavos

como quisieran, pues era muy difícil pacificar la tierra y ampliar el patrimonio real

si se le quitaba todo el poder para poder castigar a los rebeldes y a aquellos que

no obedecían a Dios ni a su Majestad.

También decía que en dado caso que él estuviera en el pueblo y algunos indios

vecinos o apartados conquistados o aquellos a los que se quisiera conquistar, los

atacaran, no podría castigarlos, ni declararles la guerra de otra manera que no

fuera matándolos, ya que si no lo hacía los indios rebeldes los asesinarían a ellos

o a los indios amigos y a los cristianos que transitaban de un pueblo a otro. 111

Nuño Guzmán fue aprehendido en ciudad de México el 10 de enero de 1537, se le

acusó principalmente por haber hecho esclavos en guerra y fuera de ella, además

de mandar a herrar niños y haber sacado de Pánuco a más de 4 mil esclavos sin

orden de su majestad.112

Dentro de las leyes que emitió la corona para limitar la esclavitud se encuentran

las Leyes Nuevas 1542-1543, y la real cédula de 1549-1550 sobre la libertad de

111 La Aciaga…op.cit, p. 115 112 Alfonso Mercado, Los sistemas de trabajo en la Nueva Galicia: 1530-1750. La transición hacia un nuevo mercado de trabajo, Universidad Autónoma de Sinaloa, Culiacán, 2005, p.82.

62

indios. Se designó a un “procurador general de indios” dentro de sus obligaciones

debía estar a cargo de salir en defensa de los indios, cuando se atentara contra su

libertad.

La Ordenanza fechada el 13 de marzo de 1544, puntualmente, señalaba lo

siguiente:

“Ordenamos y mandamos que de aquí adelante, por ninguna causa de guerra ni

otra alguna, aunque sea so título de rebelión, ni por rescate ni otra manera, no se

pueda hacer esclavo indio alguno, y queremos que sean tratados como vasallos

nuestros de la corona [real] de Castilla, pues lo son. Ninguna persona se pueda

servir de los indios por via naboría, ni tapia, ni otro modo alguno, contra su

voluntad.”113

2.3.2. La encomienda y el repartimiento

La encomienda fue una institución característica de la colonización española en

América. Se les llamó con el nombre de encomenderos a los asignados para

realizar estas tareas, puesto que la corona les concedía ciertas tierras y número

de indígenas para su servicio, en compensación por el trabajo prestado a la

Corona. La cédula que consagró legalmente los repartimientos de indios en las

Antillas, fue la de 1503 dictada por Isabel la católica en Medina del Campo, en la

cual se aceptaba el trabajo forzoso de los indígenas, aunque se debía pagar un

salario por ser hombres libres.114

113 J. IIzcalbaceta, op.cit, p.212

114 Silvio A. Zavala, “La encomienda Indiana”, Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, Centro de Estudios Históricos, Madrid, 1935 P.6

63

Esta institución sufrió muchas modificaciones desde sus inicios en las Antillas, su

función original era llenar las necesidades de mano de obra de las empresas

agrícolas y mineras de los colonos y de la corona. Jurídicamente se caracterizaba

por ser un sistema de trabajo forzoso, sin contrato de salario. Además de Los

indios repartidos prestaban servicios en los trabajos de la isla, los indios

considerados legalmente esclavos por guerra u otra causa de derecho.115 Bajo

las presiones y exigencias económicas en las colonias, Isabel y Fernando

estipularon en las leyes de Burgos de 1512, la legalización del sistema de

encomiendas, provisión que se hizo en favor de la educación y cristianización de

los indios.116

La encomienda de las Antillas se diferenciaba principalmente de la de la Nueva

España por un cambio de postura respecto al indio, que se había gestado en la

primera, desencadenado por el principio cristiano de libertad del indio. A su vez

en este primer periodo de la encomienda se discutía el grado de racionalidad del

indio. Mientras que los problemas a tratar en el periodo de la Nueva España,

tenían que ver más con cuestiones de cómo se organizarían socialmente las

nuevas provincias, pues ya no se cuestionaba la libertad del indio, sino las

ventajas o desventajas de una visión particularista, si era más conveniente recurrir

a lo que ya se conocía y que era lo que dictaba el régimen medievalista o bien

implementar una nueva manera de organización de acuerdo al nuevo estado

español, era pues un debate entre señoríos y encomiendas, un gobierno regalista

o un corregimiento.

115 Ibid, p.4 116 Lesley B. Simpson, citada en Harry Prescott Jonhson, “Diego Martinez de Hurdaide” Tesis for the degree of doctor of philosophy in history, University of California, 1940, p.3

64

En teoría el encomendado, como vasallo del rey, estaba exento del servicio

personal. Este sólo tenía la obligación de pagar tributos. Sin embargo el tributo fue

sustituido por servicios personales en algunos poblados. Dentro de las tareas más

importantes que se asignaron a la Segunda Audiencia de la Nueva España, 1530-

1531, se encontraba la de la erradicación de la encomienda. Primeramente los

títulos de todos los encomenderos debían ser revisados para anular aquellos que

se habían realizado de manera ilegal, posteriormente las áreas confiscadas serían

divididas e incorporadas a la administración de los distritos, llamándole a estos

corregimientos. Uno de los requisitos del corregimiento, era que los indios debían

poseer el estatus legal de vasallos de la corona de Castilla. Mientras que a los

encomenderos que resultaron perjudicados, se les compensaría convirtiéndolos en

corregidores o alguaciles.117 Situación que fue muy recurrente en la provincia de

Culiacán, cómo se verá posteriormente.

Por otra parte, los administradores veían la asignación de tierras, como la única

solución para resolver los problemas económicos y de control, sin embargo este

sistema de encomiendas se llevó a cabo, no se tenía un control sobre los tributos,

como consecuencia los encomenderos explotaban a los indígenas. La Corona

preocupada por estos inconvenientes, trató de establecer el control tributario, por

medio de lo que se llamó tasaciones, por el cual los indígenas tenían que pagar un

tributo y ser parte de la fuerza laboral, debido a que no había suficientes

españoles para realizar el trabajo físico.

Esto quedaba estipulado en la ley de sucesión del 26 de mayo de 1536, dicha ley

estaba dirigida a la Audiencia de la Nueva España. Dentro de la misma se dejaban

algunas instrucciones para que las personas que nombraran fueran de su

117 Harry Prescott Jonhson, “Diego Martinez de Hurdaide”, (tesis de Doctorado, University of California), 1940,p.3

65

confianza y temerosos de Dios, además como encomendados a los pobladores y

conquistadores, debían visitar personalmente todos los pueblos de paz de las

tierras descubiertas, ver el número de naturales y pobladores de cada pueblo, así

como también la calidad de la tierra.118

El tributo consistía en pagar con el producto de sus tierras, servicios personales, o

trabajo en los predios o minas de los encomenderos. Mientras que los españoles

también tenían obligaciones para con estos, tenían que cristianizarlos, tener buen

trato hacia ellos y defender el territorio ante cualquier adversidad. La tasación era

una herramienta sumamente importante para el control que el Estado quería

imponer por medio de las encomiendas.

Los indios de Culiacán puestos en cabeza de su majestad dependían

directamente del alcalde mayor y estaban bajo la tutela de un misionero. Percibía

un varón para trabajar en las salinas, la comida y el salario de un tomín119 por día

y aquella, compuesta de maíz, carnes y pescado, podía valer algo más de los

tomíes diarias, según se desprende de las cuentas.120

Para mediados del siglo XVI en la Provincia de la Nueva Galicia y específicamente

en la villa de San Miguel de Culiacán, los pueblos de indios fueron el sustento

económico de las inestables y precarias encomiendas. En el caso de Sinaloa,

Nuñoz de Guzmán y Francisco de Ibarra, establecieron el sistema de

encomiendas. Desde 1530 los indios conquistados de la provincia de Culiacán,

eran considerados como verdaderos vasallos del rey de España, por lo que su

obligación era pagarle un tributo, ya fuera a través del alcalde mayor o por medio

118 S. Zabala, op.cit, p.78. 119 Tercera parte del adarme y octava del castellano, la cual se divide en 12 granos y equivale a 596 mg aproximadamente.

120 L. Navarro, op.cit, p. 150

66

de los encomenderos. Entre 1531 y 1532 Guzmán repartió en encomienda las

comunidades indígenas de la costa hasta Culiacán a sus hombres, éstos cobraban

por igual el servicio personal y el tributo en especie.121

La estructura de la encomienda de la Nueva Galicia, no se diferenciaba mucho de

la del centro de México, sin embargo los indios de la primera eran utilizados para

la explotación de las minas. Otra característica de las encomiendas llevadas a

cabo en la Nueva Galicia, era que la gran mayoría no era de tributación, sino de

servicios personales, esto se debía en gran medida a que la práctica de la

agricultura era tan fecunda que les permitía satisfacer la necesidad no sólo como

autoconsumo, sino también para cubrir aquellas de sus amos.122

En 1542, don las reales ordenanzas de Burgos, se establecieron ciertas pautas,

para garantizar que se les dieran buen trato a los indígenas. El clérigo Fray

Bartolomé de las Casas, quién fuera el principal defensor de los indios, se dirigió a

Carlos I, para contarle acerca de los abusos que los conquistadores daban a los

Indios, y consideraba que las encomiendas eran la causa por la cual se estaban

extinguiendo los indios, también se hizo cargo de escribir nuevas leyes para el

beneficio de los indios, las cuales no se cumplieron, por diferentes motivos,

aunque gracias a estas, se hicieron algunas modificaciones a la encomienda.

Primeramente a la muerte de los encomenderos, las encomiendas pasaban a

manos de la corona, así como también las tasaciones que los indios pagaban a

sus encomenderos anualmente, también estos indios que tenían como

encomendados podían prestar sus servicios a cualquier español que lo solicitase

121 P. Gerhard, op.cit. p.304 122 A.Mercado, op.cit. p.72

67

aunque no fueran encomenderos, esto bajo la vigilancia de algún funcionario que

era designado especialmente para esta tarea. En el caso de Culiacán la

encomienda fue un medio por el cual los españoles siguieron recibiendo tributo

hasta el S. XVII, e incluso después.123

El sistema de encomiendas intensificó la esclavitud, por lo que en 1544, se

llevaron a cabo las “leyes nuevas”, producto de los intentos de Bartolomé de las

Casas para detener los abusos que los españoles cometían contra los indios. En

estas leyes se intentó de abolir la encomienda. Existe un informe de 1581 dirigido

a la Real Audiencia de Guadalajara, en la que se da noticia del despoblamiento

de indios del Reino de la Nueva Galicia, debido a los malos tratamientos que los

encomenderos hacen, disminuyendo más de la tercera parte en algunos lugares,

parte de los daños infringidos se debían a la venta de unos indios de un

encomendero a otro, algunos morían a azotes, también algunas mujeres moría por

el esfuerzo de la carga pesada, los hijos de estas eran obligados a trabajar en

granjerías.

Este informe también da cuenta de indios que se suicidaron, ahorcándose, y

algunos otros que dejaban de comer para morir; mientras que otros tomaban

yerbas venenosas. Así mismo menciona a indias que mataban a sus hijos para

impedir que padecieran lo mismo que todos los indios estaban sufriendo.124

Para mitad del siglo XVI, Los trabajos que realizaban los indios Tahue para sus

encomenderos, eran la siembra de maíz; de frijol y de algodón, ésta última era la

más abundante. En cada pueblo en el que se sembraba algodón, cada indio tejía

123 P.Gerhard, op.cit, p.22 124 A. Tello, op.cit. p. 656

68

una pierna de manta que daba como tributo. Mientras que en pueblos de la

provincia de Culiacán donde la calidad de la tierra para sembrar no era tan buena,

como en la costa, los indios tributaban con cargas de pescado y ostiones, tal es el

caso de los indios Achires. Era común también que se emplearan naborías125, en

caso de que fueran indios encomendados, servían en la casa del encomendero,

realizando labores domésticas, tales como la limpieza del hogar, o bien

proveyéndola de leña y yerba. Si los pueblos eran corregimientos, los indios

colaboraban llevando maíz u otros alimentos para las minas. Asimismo había

indios a los que se les asignaban trabajos que eran comunes para los esclavos

como ir a trabajar en las minas.

Se quería evitar que aparecieran nuevas encomiendas, o se continuaran las que

ya estaban, ya que el rey no quería que existiera una casta señorial en la Nueva

España. Las autoridades locales de la Nueva España le externaron la inquietud

que tenían, ya que era imposible la subsistencia del reino sin la mano de obra

indígena. De las presiones que estos hicieron al rey, se creó el repartimiento,

término designado a la leva de grupos de indios para trabajo forzado, aunque

remunerado. Los repartimiento debían ser para obras de importancia pública, y no

se permitía hacerles favores a las personas que tuvieran encomiendas. Puesto

que como los particulares no debían gozar del pago del tributo y el uso del trabajo

forzado.126

Dicha institución comenzó a desarrollarse a partir de 1550, por medio de esta, el

encomendero tenía que pagar un salario justo a los indios, y mediante este se

buscaba que no se alterara la vida y la economía de los pueblos. Los que se

hacían cargo de este sistema eran las autoridades reales; corregidores, alcaldes

125 El Naborí o naboría es el indio doméstico o criado en general. 126 J. Parry, op.cit, p. 199

69

mayores, jueces y repartidores. También formaban parte de esta organización los

jefes o caciques de los pueblos indios.

Todo aquel español que quisiera emplear indios debía acudir al repartidor, para

que éste, fuera al lugar del solicitante a comprobar que tan necesario era el

servicio, y cuántos indios se iban a requerir, esta cantidad variaba, por ejemplo en

épocas de cosecha se requería de mayor cantidad de indios para el trabajo

agrícola, también en temporadas de rodeo. El repartidor, también tenía la

obligación de ir hacia los pueblos indios, para llevar a cabo el conteo de los

habitantes, que necesidades tenían los pueblos, y si podían ser capaces de cubrir

los servicios. Además debía ponerse en contacto con las autoridades de los

pueblos, quienes le dictaminaba el número de indios que tenían que mandar a

aquellos lugares donde se había solicitado algún servicio, de no hacerlo se les

multaba. También debían proporcionarles alimentos a sus encomendados, pues la

voluntad de la Corona, era que los indios fueran ciudadanos libres, como

asalariados y no como esclavos. Algunas de las precauciones que tomó la corona,

para evitar el maltrato hacia los indios por parte de los españoles, era que éstos

últimos vivieran en la ciudad, separados de los empleadores.

El repartimiento cumplía ciertas características, debía ser remunerado el trabajo

de los indios, sin embargo, para formalizar el contrato, era la administración la

encargada de escoger el patrón, dentro de este se acordaba el plazo de horas que

se debía cumplir y el tipo de trabajo a realizar por los indios, además del pago del

jornal. Estos trabajos debían estar supervisados por un juez repartidor o bien un

alcalde mayor, quienes debían encargarse de la distribución del trabajo para los

indios.127

127 Silvio Zavala, El servicio personal de los indios en la Nueva España 1521-1550, tomo 1, El Colegio de México/ El Colegio Nacional, México, 1984. P. 19

70

En la provincia de Culiacán a finales del siglo XVI los corregimientos lo formaban

en un principio aquellos españoles que habían sido encomenderos anteriormente,

pero se les quitaron sus encomiendas, el salario que recibían estos funcionarios

dependía de la cantidad de productos tributados. En algunos casos había

españoles que eran encomenderos y que además tenían pueblos como

corregimientos.128

Los tributos que se daban a la corona para el año de 1582, son sustituidos

algunos artículos, se comienzan a utilizar como tributo la miel y las redes de

henequén, que anteriormente no se tributaban. Sin embargo, el frijol ya no

aparece como producto tributario para 1582.129 Los pueblos de Ayone, Miltone,

Coameto, Ayabuto, Culiacán, Cogota, Tecuberito y Tacorimeto, son realengos,

para el siglo XVI, probablemente se debía a que durante este tiempo todavía no

habían sido asignados corregidores.130 Sin embargo para el año de 1582, estos

pueblos ya tienen corregidores. Jusepe Pérez aparece como corregidor de los

pueblos de Ayone y Miltone. Así mismo; Hernán González de Tecurimeto; Antonio

B. Maldonado de Cogota; Jusepe Mexián de Tecuberito y Cristóbal Rodríguez de

Culiacán. Por otra parte en 1582 aparecen pueblos que a mitad del siglo XVI no

eran tributarios, estos son los, Huilaverito, Cozola, Vizcayno, Mescatitlán, Navito,

Yebabito, Daoto, Vayla, Acapán, Acatlán, Alcalo, Santiztevan, Achiotla y Acatitlán.

Para la provincia de Culiacán, solía haber algunos casos donde corregidores

cuentan con repartimientos, como Domingo de Febreros y algunos corregidores

128 A. Mercado,op.cit, p. 86 129 Anexo, Tabla 2, pp.140-145

130 Anexo, Tabla 1,p.130, p.131, y p.133.

71

que a su vez tienen encomiendas como Hernán Glez. También se puede observar

a encomenderos que poseen repartimientos, como Rodrigo de Gámez y Juan

Martin y Domingo Sillas. Por tratarse de encomiendas de segunda generación,

existen viudas como Catalina Bravo que cuentan con repartimientos, o bien como

Joana Ruíz que tiene una encomienda.131

De lo recogido en el presente capítulo se pude concluir, que para los españoles

fue muy conveniente seguir con algunos aspectos de la vida económica que

llevaban a cabo los Tahue antes de su llegada, tal es el caso de la presencia del

tianguis, con la diferencia de que se sustituiría el intercambio de productos por la

venta, además los mercaderes españoles también aprovecharían para la venta de

artículos novedosos para los Tahue. Así mismo las actividades de subsistencia

de los Tahue, como la caza, la pesca, y la siembra persistieron, sólo hubo algunos

cambios, como resultado de la introducción del ganado vacuno y bovino, y los

árboles frutales que no había en la región. De esta manera la dieta de los Tahue

pero también de los colonos españoles, se vería modificada.

Por otra parte los trabajos forzados, esclavitud, encomienda y repartimientos,

base de la economía de los colonos españoles, alteraron de manera negativa la

vida de los Tahue, contribuyendo a su despoblación, resultado de las muertes

ocurridas por los excesivos malos tratos.

131 Anexo. Tabla 3. pp. 145-148

72

CAPÍTULO 3

LA SOCIEDAD TAHUE Y SU CULTURA

El mestizaje entre los indios Tahue, y otras etnias se daba con mayor frecuencia

durante las expediciones o campañas militares, pues Culiacán era el punto en el

que los expedicionarios llegaban a descansar, y abastecerse de los víveres

necesarios, también reclutaban indios, para llevarlos consigo en sus expediciones.

Así sucedió en la expedición de Sebastián de Évora hacia el norte, donde se

descubrió el río Mocorito. Posteriormente en 1533, Diego de Guzmán encabezó

otra expedición que partió de Culiacán.132

132 John Lloyd Mecham, Francisco de Ibarra y la Nueva Vizcaya, traducción de Víctor Meneguzzo Peruzzo, estudio introductorio de José de la Cruz Pacheco Rojas, Secretaria de Educación y Cultura del Gobierno del Estado de Chihuahua/ Universidad Juárez del Estado de Durango México, 2005, p.57

73

Así mismo durante la expedición de Francisco de Ibarra (1554-1562) por medio

de la cual se buscaba explorar los territorios que Coronado ya había incursionado,

y a partir de ahí buscar pueblos que fundar y minas. También llegó a Culiacán

donde el Capitán Pedro Tovar se encargó de que se le suministrara todo lo

necesario en ropa, comida y caballos, para la expedición. También se llevaron a

algunos indios Tahue desde Culiacán hasta Chiametla.133 Por otra parte el sistema

misional también tuvo su influencia, pues se asentaban a pueblos de etnias

distintas en una misión. Esto ocurrió a partir de la última década del siglo XVI,

Durante el periodo de labores de dichas misiones, se reclutaban indios para que

fueran a trabajar a las minas.

3.1. EL IMAGINARIO ESPAÑOL

Para entender la presencia y vínculos del español con la población indígena de

estos lugares es sumamente importante ubicarnos en el contexto cultural que vivía

España al momento de la Conquista, la figura del conquistador era exaltada como

si fuera un héroe que en nombre de la corona se adentraba en territorios

totalmente desconocidos. Parte de estos escenarios con los cuales se nutrían los

mitos que ya formaban parte de la cultura española, los encontraron en la

Provincia de Culiacán y los poblados Tahue específicamente. Quienes se vieron

ampliamente afectados por el propósito español, quienes a pesar de no encontrar,

las dichas ciudades míticas, aprovecharon su estancia para sacar el mayor

provecho posible.

133 J. Lloyd, op.cit, p.169

74

Dentro de estos mitos se encuentra el de las Amazonas, isla que estaba llena de

oro, y en la que su principal característica era estar poblada sólo por mujeres. Se

pensó que Ciguatlán134, era un pueblo de amazonas, ya que durante la visita al

pueblo en la jornada de Nuño de Guzmán, habían encontrado viviendo a puras

mujeres, sin embargo dicho mito se vino abajo una vez que volvieron desde la

sierra y de pasó de nuevo por Ciguatán, encontraron a los hombres del pueblo con

sus mujeres e hijos, su ausencia anterior se debió a que se estaban preparando

para dar guerra a los españoles.

Otro de los mito es de las siete ciudades del oro, cuyo periodo de gestación se

ubicaba en el siglo VIII, siendo el último rey visigodo Don Rodrigo, quién había

perdido su reino ante la invasión árabe. Mientras ésta se llevaba a cabo 7 obispos

y sus feligreses huyeron hacía el Atlántico, específicamente a una Isla, donde

fundaron las siete ciudades. Una vez que se comenzaron a llevar a cabo los

descubrimientos de nuevas islas, el mito se reforzó y se convirtió en el objetivo de

varias expediciones.135

La ambición se acrecentó más con la conquista del territorio Azteca, pues durante

ésta realmente se encontraron grandes tesoros y riquezas. Los sobrevivientes de

la expedición hacia la florida de Pánfilo de Narvaez en 1527, Álvar Nuñez Cabeza

de Vaca, Alonso del Castillo, Diego de Orantes y el negro Esteban, dieron cuenta

de las naciones que atravesaron, la morfología de la tierra, los diferentes tipos de

clima, flora y fauna, así como también de sus pobladores. A oídos del virrey Don

Antonio de Mendoza, parecía un paraíso, por lo que ni tardo ni perezoso,

134 Pueblo de la Provincia de Culiacán, ubicado a la orilla del río San Lorenzo, se pensaba que era el pueblo del Amazonas porque abundaban las mujeres.

135 Julio César Montané Martí, Por los senderos de la Quimera, el viaje de Fray Marcos de Niza, Instituto Sonorense de Cultura, Hermosillo, 1995.p.23

75

determinó enviar exploraciones para verificar lo que dichos sobrevivientes habían

relatado. De esta manera Fray Marcos de Niza fue enviado a la expedición en

búsqueda de las siete ciudades en 1539, el guía de esta expedición fue el Negro

Esteban, pues ya conocía el territorio. De esta manera se emprendió la expedición

recorriendo las provincias de Michoacán, Guadalajara, Chiametla, y Culiacán,

Valles de señora y Corazones hasta llegar a Cibola. Llegando a México fray Niza

dio cuenta de aquello que había visto en las provincias y pueblos y sobre todo

riquezas y “siete notables e populosas ciudades mayores y mejores que las de

este reino de México y que los naturales que las poseen es gente de mucho

concierto, orden y policía en el vestir y comer y lo demás conveniente en su

común y ordinario trato”.136

El virrey Don Antonio Mendoza pensó que se podían tratar de las tan famosas

siete ciudades del oro, para constatar que esto era cierto, en 1540 se envió a

Francisco Vázqueza de Coronado, para que llevara a cabo esta empresa, a

cambio de nombrarlo gobernador de las siete ciudades además de beneficiarse

de todo aquello que descubriera y conquistara. Al concluir dicha expedición,

tuvieron que admitir que no eran las míticas siete ciudades del oro. Sin embargo

Vázquez de Coronado volvió decepcionado a México, pues no había encontrado ni

oro ni riquezas.

3.2. RITOS Y COSTUMBRES DE LOS TAHUE

136 Baltazar de Obregón, Historia de los descubrimientos antiguos y modernos de la Nueva España, prólogo de Mariano Cuevas, editorial Porrúa, México, 1988, p.14

76

Los ritos y costumbres que se mencionan a continuación, fueron aquellos que

resultaron más impresionantes a los españoles, debido en gran medida por los

elementos culturales, tan distintos de la cultura española y que a su vez por dicho

desconocimiento eran calificados como anormales y aberrantes en algunos casos.

Los indios Tahue no tenían una religión bien establecida, sin embargo, adoraban

algunos astros como el sol, la luna, y a Venus; así mismo a elementos naturales,

el viento, la lluvia, y el maíz, que era su principal fuente de alimento. A diferencia

de sus vecinos, los Tahue no practicaban los sacrificios humanos. Pero tenían su

propio Dios al que denominaban Aguar, quien les proporcionaba salud y agua para

sus maizales, además de darles todas las cosas buenas. Los españoles les

cuestionaron acerca de cómo sabían esto.“Tornámosles a preguntar como sabían

esto, y respondieron que sus padres y abuelos se lo habían dicho, que de muchos

tiempos tenían noticia de esto, y sabían que el agua y todas las buenas cosas les

enviaba aquél”.137

Esta versión es recogida o recreada en el marco del fracaso de la expedición a la

Florida y el paso de los sobrevivientes por las (hoy) tierras sinaloenses donde son

rescatados años después. El Capitán y alcalde mayor de la provincia de Culiacán,

durante este periodo era Melchor Díaz, quién les pidió a los sobrevivientes de la

expedición de Pánfilo de Narvaez que sirvieran como intérpretes, para darles el

mensaje a los Tahue, pues estos habían estado huidos por los montes y sierras,

como consecuencia la tierra se encontraba despoblada y sin labrarse.

137 Nuñez Álvar, Cabeza de Vaca, Naufragios y comentarios, Ediciones Orbis, Barcelona, 1986. p.112.

77

Quería que intercedieran por él y les dijeran a los indios, que venía de parte de

Dios, que está en el cielo, y que había andado por el mundo mucho tiempo, que

les dijeran que creyeran en Dios y le sirvieran, puesto que era el señor de todas

las cosas que había en el mundo, que galardonaba a los buenos y pena perpetua

de fuego a los malos, “ y que cuando los buenos morían, los llevaba al cielo,

donde nunca nadie moría, ni tenían hambre ni frío ni sed, ni otra necesidad

ninguna, sino la mayor gloria que se podía pensar; y que los que no querían creer

ni obedescer sus mandamientos, los echaba debajo de la tierra en compañía de

los demonios y en gran fuego, el cual nunca se había de acabar, sino

atormentarlos para siempre; y que allende de esto, si ellos querían ser cristianos y

servir a Dios de la manera que les mandásemos, que los cristianos ternían por

hermanos y los tratarían muy bien, y nosotros les mandaríamos que no les

hiciesen ningún enojo ni los sacasen de sus tierras, sino que fuesen grandes

amigos suyos; mas que si esto no quisiesen hacer, los cristianos los tratarían muy

mal y se los llevarían por esclavos a otras tierra”.138

Los indígenas respetaban a los hechiceros o chamanes, y confiaban en ellos para

que los curaran de todas sus enfermedades. La manera en que estos chamanes

curaban era, soplando muy fuerte sobre la parte lastimada o adolorida del cuerpo.

Otra función de los chamanes era el impartir pláticas de asuntos en común. La

Figura respetable del Chamán, siguió con mucha fuerza, aún y cuando habían

pasado muchos años de iniciada la conquista, y había empezado la labor

evangelizadora, lo mismo sucedió con su Dios Aguar al que no habían dejado de

invocar en los tiempos difíciles. Después de que los Tahue sembraban, esperaban

a que lloviera, si no sucedía, se servían de chamanes a los que les pagaban para

que llamaran a las nubes cargadas de agua e hicieran llover. Tales costumbres,

138 Baltazar de Obregón, Historia de los descubrimientos antiguos y modernos de la Nueva

España, Editorial Porrúa, México, 1988,p.112

78

iban en contra de lo que la fe cristiana profesaba, por lo que los padres les

explicaban a los Tahue que debían inclinarse por lo que el cristianismo dictaba, y

se les ordenaba que hicieran sus procesiones de la tarde con su cruz alrededor de

la iglesia y que le pidieran a Dios agua, sin recurrir a los chamanes.139

En la relación de Pedro Náxera de la expedición de Vázquez de Coronado se

menciona que los tahue tenían como costumbre idolatrar y hacer presentes al

demonio de sus haberes y riquezas, estas ofrendas consistían en ropa y

turquesas. Se dedicaban a criar culebras y después las veneraban. Sin embargo,

los tahue no comían carne humana ni hacían sacrificios.140 Respecto a la cría de

culebras también se menciona en la primera relación anónima.

“Y en muchas casas de las desta tierra tienen muchas culebras mansas, é tiénenlas en una parte

de lo mas oscuro de la casa en un rincón, y están revueltas unas con otras hecha un monton, que

habían un monton dellas bien grande; y como estaban hechas una bola redonda y sacaba una la

cabeza por arriba , y otra por abajo y otra por en medio, era cosa muy espantosa, porque son

gruesas como el brazo, y abrían la boca; las cuales no hacen mal alguno, antes las toman los

indios en las manos y las comen. Á estas decían que tenían en figura al demonio que adoraban, é

les hacían mucha honra, y les daban de comer”141

3.2. Los tahue y su sexualidad

Por otra parte, dentro de las prácticas y costumbres de los Tahue, la

homosexualidad era común entre éstos, “porque en esta tierra son muy sucios los

139 Gabinete de Manuscritos de la Biblioteca Nacional de México, Memorias para la provincia de

Sinaloa (cartas anuas de 1592-1614), Anua de 1602, pp. 151-152

140 G. Parker, op.cit.p.138

141 Primera Relación Anónima citada en Izcalbaceta, op.cit. p.290

79

hombres de este pecado, y así casi lo tienen por fe”142. Sin embargo, para los

españoles las prácticas homosexuales eran mal vistas por los españoles, tan era

así, que estaba considerado como un vicio espantoso del cual ni siquiera podía

haber una comparación de tales prácticas “salvajes” entre los animales.

“La otra especie de este inmundo vicio, que por su indecencia no se nombra es así que en partes

se hallaba entre estas gentes; pero como el es más que bruto, pues no se halla en los brutos

animales, era tenido entre estas naciones tan ciegas y ajenas a la luz de la razón por tan vil y

afrentoso, principalmente en los pacientes, que éstos eran conocidos y menospreciados de todos,

y los llamaban en su lengua con vocablo y palabra afrentosa, y los tales no usaban ni arco ni

flecha, antes algunos se vestían como mujer”.143

Dicho testimonio concuerda con la relación de Náxera, pues también se menciona

que entre los pobladores tahue, “había hombres que se vestían con ropas que les

correspondía vestir a mujeres”, además estos se casaban con otros hombres, al

parecer estaba permitido el matrimonio entre hombres y que además uno de los

dos podía asumir el papel de esposa.144

Ahora bien, dentro de las instrucciones que el virrey le dio al Lic. De la Torre sobre

lo que se debía enseñar a los indios de la Nueva Galicia, incluyendo a los Tahue

partía en primera instancia de la instrucción de la fe cristiana, y la cual habían

recibido por medio del bautismo, se les prohibía tener adoratorio, público y secreto

de lo que desde perspectiva de los españoles era el demonio, así mismo no tenían

permitido llevar a cabo sacrificios, ni matar los mismos indios unos a otros. Los

142 Ibid p.291

143Andrés Pérez de Rivas, Páginas para la Historia de Sinaloa y Sonora,Triunfos de nuestra santa fe entre gentes las más bárbaras y fieras del Nuevo Orbe, Tomo II. Editorial Layac, México 1944. P.132 144 G.Parker, op.cit. p.138

80

vicios como las borracheras, también estaban vetadas y quién las llevara a cabo

sería castigado. Se prohibía así mismo la Bigamia y el incesto, este último

castigado con pena de muerte. Además se les incitaba a que llevaran a los recién

nacidos con los clérigos para que les oficiaran el bautismo. Respecto a la

vestimenta se reguló para que por lo menos llevaran cubierta la parte posterior del

cuerpo. Por otra parte a los indios principales o caciques y a sus mujeres, se les

ordenaría que vistieran de igual manera que los demás indios.

En estas instrucciones también se incluían, la disposición de los pueblos, que

estuvieran juntos, y que hicieran sus casas de la misma manera que la de los

españoles. Los domingos y días de fiesta, debían cesar sus labores, además de

asistir a misa en la iglesia cristiana. Por otra parte debían tener en gran respeto a

clérigos y frailes, y mostrar reverencias en las iglesias, cruces e imágenes. La

alimentación de los indios también estaba especulada, no debían comer carne o

pescado crudos, y debían comer lo que los españoles comía. También se hablaba

de las sanciones por el hurto de las casas ajenas, las cuales mencionan los

azotes, y setenas.145

Dichas disposiciones se llevaban a cabo sólo en teoría la mayoría de las veces,

pues algunas costumbres formaban parte de una estructura sumamente fuerte en

la cultura de los Tahue, que los españoles sólo podían controlar

momentáneamente. Otra práctica que mencióna Náxera, pero de la cual no he

encontrado fuentes para confrontar es la de la prostitución. De acuerdo a Náxera

se realizaban grandes fiestas para las mujeres que querían vivir solteras,

organizaban un gran baile en el cual se juntaban todos los señores de la comarca,

quienes invitaban a bailar a estas mujeres, estas estaban totalmente desnudas,

una vez que todos los hombres habían bailado con ellas, las llevaban a un cuarto

145 A. Tello, op.cit, p.262-263

81

bien adornado para la ocasión, las señoras las aderezaban de ropa y brazaletes

de finas turquesas “y luego entraban a usar con ella los señores uno a uno y tras

de ellos todos los demas que querían y desde allí ade-lante no abian de negar a

nadie pagándoles sierta paga que estaba constituida para ello” posteriormente si

éstas querían podían casarse, aunque tenían que seguir cumpliendo con quien se

lo pagaba.146

Como se puede ver la prostitución era una profesión permitida y bien establecida,

que aunque los señores tenían ciertos privilegios, posteriormente cualquiera que

pudiera pagar la cuota establecida, podía yacer con estas mujeres. Se menciona

además acerca de la organización de fiestas a manera de mercados, en las que

los hombres que querían desposar a alguna mujer, tenía que pagar una especie

de dote a los padres y parientes de esta. Posteriormente sometían a pruebas a

estas mujeres, las llevaban con el sacerdote o chamán para que las desvirginase y

así comprobar si eran doncellas, de no ser así los padres tenían que devolver el

precio que los hombres habían pagado para desposarlas. Ya era voluntad del

hombre si aún así quería escogerla como mujer o no dejarla para que fuera

canonizada. Con este tipo de ceremonias también había grandes borracheras.147

Fue muy trabajoso sin duda alguna para los sacerdotes tratar de imponer la fe

cristiana. El matrimonio monógamo no fue tan sencillo de implementar, hay

testimonio de dos indio ya casados, que buscaron al cura para pedirle que les

diera otras mujeres, argumentando que las suyas eran estériles. Otra caso fue que

llevaron a dos niñas, una de las cuales no tenía ni 10 años para que las casara

con dos holgazanes, habían ido anteriormente a otros pueblos pero les habían

dicho que no las podían casar. Así mismo se les prohibió bailar casi todas las

146 G. Parker, op.cit. p.138 147 G.Parker, op.cit.p138

82

noches con las doncellas y solteras como acostumbraban. Tenían también la

costumbre de que cuando alguien moría pedían cooperación entre todos para con

lo que se recolectaba comprar alimentos y bebidas, para hacer las exequias. Para

resolver este problema los padres les hablaron del exceso que cometían y les

plantearon el cómo debían ayudar a sus difuntos.148

3.2. Lengua

Unas de las grandes dificultades de las que se encontraron los conquistadores

españoles al momento de llegar al territorio, fue el lenguaje. Por ejemplo en

Chiametla se hablaba una lengua distinta, y en la misma Provincia de Culiacán, a

pesar de tener una misma raíz el Uto-Azteca se dividió en tres lenguas el

totorame, el pima y el taracahita. De ésta última derivan las lenguas de los Acaxe,

Pacaxe y de los Tahue, a pesar de ello, éstas son distintas entre sí, aunque el

Pacaxe es mencionada como una mezcla entre el Acaxe y el Tahue, y esto se

puede ver reflejado en la carta anua del año 1594 en la que se habla de las

similitudes de los de la serranía. “Confinan mucho en la lengua los de Culiacán

antiguos cristianos y que entran y salen entre ellos. No hemos aprendido su

lengua hasta ahora aunque lo deseemos…”149

La subfamilia taracahita era la más importante del Noroeste por su número de

hablantes, entre ellos yaquis, mayos y ópatas, pimas y pagayos. Al tiempo de la

conquista española, las poblaciones del Noroeste de México, con excepción de

148 Carta Anua de 1602, op.cit, p. 151 149 Carta annua 1594, op.cit, p.42

83

los seris y yumanos, presentaban grandes afinidades culturales, el alimento base,

maíz, frijol y calabaza; el sedentarismo, el uso del bastón o coa para el cultivo,

entre otros, como consecuencia de sus relaciones con la civilización

mesoamericana.150

El “ diagrama de árbol” lingüístico donde se inscribían los tahues, presenta las

siguientes características :

150 A. Jiménez, op.cit, p.92

84

Cuando Álvar Nuñez y sus acompañantes llegaron a Culiacán, Nuño de Guzmán

le pidió a éste que hablara con los indios para que poblaran en lo llano y labraran

la tierra, sin embargo, hace mención de la dificultad de esta tarea puesto que no

llevaban ningún indio de los suyos ni de los que solían acompañarlos y entender la

lengua. Tuvieron que recurrir a dos indios cautivos, pues estos eran Tahue, en

cuanto supieron del domino y autoridad que Álvar y Dorantes y Castillo, y las

maravillas que habían hecho al curar enfermos, utilizaron a estos mismos indios

para que llamaran a los indios que estaban alzados por las sierras, así como

también a los que se encontraban en el río Petatlán, para que les dijeran que

fueran hacia donde se encontraban ellos, porque les querían hablar.151

Se dice además que los primeros conquistadores españoles tuvieron que usar

intérpretes para poder entenderse con los indios de Culiacán, hay testimonios de

la expedición de Vázquez de Coronado en la que se habla de una intérprete a la

que llamaron Luisa, quién gobernaba el río y pueblo de Ocoroni, como mujer del

caudillo y mandón de esta parcialidad, era codiciada, temida y obedecida entre los

pobladores de aquella provincias y partes donde fue cautiva y en ellas siempre fue

cacique, capitana y mandona y mujer de ellos. Algunos antiguos afirman que era

Tahue, natural de la villa de Culiacán, la cual por excusarse de servir y tributar se

huyó y apartó a Ocorini. Era diestra en los secretos y lenguajes de doscientas

leguas de aquellas provincias. Sirvió en el viaje desde sus pueblos ida y vuelta.152

Por el testimonio de Obregón sabemos que era versadísima en las lenguas que se

hablaban desde el río Petalán hasta la Papaguería y la región de los Pimas,

151 Álvar Nuñez Cabeza de Vaca, Naufragios y Comentarios, Estudio preliminar de Blas Matamoro, eds, Orbis, Barcelona, 1986, p.111 152 B. De Obregón, op.cit. pp.74-75

85

además de que hablaba tahue que era su lengua familiar, y conocía también el

náhuatl, probablemente lo aprendió cuando Guzmán dejó algunos grupos nahuas

como esclavos para poblar la villa de San Miguel.153 Es de suma importancia la

labor que realizó la india Luisa como intérprete, pues también su ayuda fue muy

importante para conseguir la alianza de grupos guerreros. Una vez que culminó la

expedición, Luisa, fue cautiva en cinco parcialidades desde donde vino

derrotándose de valle en valle, desde donde quedó huida u olvidada. Sin embargo

para la expedición de Francisco de Ibarra también sirvió de intérprete, se le

informó que había una india cristiana que hablaba náhuatl y otras tres de aquellas

provincias.154

Los conquistadores no fueron los únicos que se toparon con la barrera de la

lengua así mismo sucedió con los frailes franciscanos, cuando llegaron a México,

se percataron que el conocimiento de las lenguas indígenas, era sumamente

relevante en su papel misional, para poder llevar a cabo la evangelización de una

manera seria y efectiva. Desconocedores de las lenguas, no hubieran podido

administrar más sacramentos que el bautismo y el matrimonio.155 “Después que

este pueblo de Culiacán se descubrió y conquistó, hállase de ser muy diferente

lengua de la que hablan los naturales de México; y demás de la lengua ser otra,

tampoco en ella hubo memoria por do se creyese ni aun sospechase haber salido

los mexicanos de Culiacán”.156

153 Laura E. Álvarez Tostado, Cultura y Evangelización en el Sinaloa colonial, citado en Memorias…Op.cit. Pp.46-47 154 Ibid, p.71 155 Mariano Cuevas, Documentos inéditos del siglo XVI para la historia de México, citado en Robert Ricard, “La Conquista Espiritual de México”, Fondo de Cultura Económica, México, 1986, p. 118 156 fray toribio de Motolinía en Ignacio Guzmán Betancourt, Tres Estudios sobre el Noroeste. “cómo y donde se hablo Nahuatl en el Noroeste”, El colegio de Sinaloa, Culiacán, febrero, 2003.pp.29-30.

86

Sobre este tema, enn 1559 el franciscano fray Rodrigo de la Cruz, escribió a

Carlos V lo siguiente “A mí paréceme que V.M. debe mandar que todos

deprendan la lengua mexicana, porque ya no hay pueblo que no hay muchos

indios que no la sepan y la deprendan sin ningún trabajo, sino de uso y muy

muchos se confiesan en ella. Es lengua elegantísima, tanto como cuantas hay en

el mundo y hay arte hecha y vocabularios y muchas cosas de la Sangrada

Escriptura vueltas en ella y muchos semonarios y hay frailes muy grandes

lenguas”.157 La distribución del náhuatl por un amplio territorio pudo ser posible

debido a las migraciones y desplazamientos de sus hablantes, los militares y

clérigos contribuyeron así mismo a la propagación de nahuatlismos y topónimos

nahuas en lugares donde esta lengua no se hablaba.158

El obstáculo más grande que tuvieron los franciscanos no sólo en la Provincia de

Culiacán sino en toda la Nueva Galicia fue la difusión de la fe cristiana , debido a

la gran cantidad de lenguas tan diversas que se hablaban en la región. Como

solución a esto habían planteado la fundación de un colegio en Guadalajara en el

cual se juntaran jóvenes de diferentes regiones para enseñarles la lengua náhuatl

y hacerlos regresar a sus pueblos. Dicha petición fue hecha por el Virrey Luis de

Velasco, dirigida a Felipe II.159 Al parecer dicha petición fue rechazada, sin

embargo los franciscanos, tomaron la iniciativa de enseñar náhuatl a los indios.

Los franciscanos fracasaron en su intento de evangelización, precisamente por la

barrera de comunicación que había entre éstos y los nativos, pues nunca

aprendieron las lenguas indígenas, al predicar tuvieron que hacerlo incluso en

157 M. Cuevas, op.cit. p.123 158 I. Guzmán, op.cit.pp.28-29 159 Don Luis de Velasco a Felipe II, 30 de septiembre de 1558, AGI, Audiencia de México, citado en R.Ricard, op.cit. p.124

87

latín160. Guzmán habla sobre los problemas que tuvieron los frailes argumentando

que éstos deberían ser instruidos porque “no todos son doctos ni entienden la

lengua”, dice que para esto los frailes usan indios intérpretes en sus casas, dichos

indios, son hijos de los principales, esto con el propósito que los demás indios

hagan caso y puedan ser instruidos, además por este medio informan a los indios

de la fe, en algunos casos, mandaban a los indios sin la compañía de los frailes a

predicar la fe. “Así que lo que por su medio de ellos predican es oración de ciego

aprendida y no entendida”161.

La dificultad que se tenía con la comunicación entre los padres e indios no

disminuyó cuando se emprendió la labor evangelizadora por los misioneros

jesuitas, hacia finales del siglo XVI. Estos conocían bien el náhuatl además de

otras lenguas indígenas, ya que consideraban que era de suma importancia tener

la comprensión de éstas como base de la labor evangelizadora e instrumento de

conversión.162 Los intérpretes que llevaban los jesuitas eran mayormente

nahuathablantes, aunque había otomíes y tarascos. A pesar de su conocimiento

en estas lenguas, al llegar al territorio tahue, se llevaron la sorpresa de que éstos

no conocían la lengua mexicana, por lo que los padres tuvieron que trabajar

durante la noche para aprender lengua tahue. “Fue necesario que los padres

aprehendiesen la lengua porque aunque corre por alla la mexicana pero no es

universal principalmente entre las mujeres. Hiciéronse solemnes procesiones

cantando la doctrina…”163

160 R.Ricard. op.cit..pp.53-54 161 La aciaga conquista…op.cit, p.118 162 Ibid, p.55 163 Carta Anua,1596, en op.cit, p.79

88

Aunque en el párrafo anterior se dice que se hablaba la lengua mexicana,

debemos recordar que esto se menciona así porque con los conquistadores

españoles habían llegado grupos nahuas. Otra manera para facilitar las cosas fue

el que los indios tahue trataran de aprender la lengua náhuatl, que los padres ya

dominaban además de los otros grupos indígenas que no pertenecían a la nación.

“El muy reverendo obispo don Martín de Azola consideró su situación cuando, al visitar hace años

esta parte de su obispado los persuadió de aprender la lengua mexicana, convencidos de que

pocos misioneros les darían atención en su lengua tehueca. Los indios así lo hacían, de tal manera

que ahora la mayoría de ellos sabe mexicano razonablemente bien”:164

Conforme unos indios tahue iban aprendiendo la lengua mexicana, los que no la

sabían acudían a éstos para que les interpretasen los sermones de los padres, el

mismo proceso se aplicaba para que los indios pudieran confesarse.

“para doctrinar esta gente se hubieran de valer los padres de la lengua mexicana, que aunque no

propia de la tierra la sabían y entendían algunos de estos indios. Y añadieron a esto que gastaron

en esta misión, pusieron gran diligencia para aprender algo de lo más necesario para sus

ministerios en lengua Taue, que es la propia de estos indios”165

3.1.2. Vestimenta

Las mujeres utilizaban un vestido elaborado de manta de algodón, sencillo, tipo

camisa, cuya longitud llegaba hasta los pies, debajo de este utilizaban una especie

de taparrabos. Como el algodón era la fibra que más abundaba en estas tierras

era aprovechada para elaborar toda su ropa, pues el clima era tan caluroso, que

esta tela era la única que los mantenía frescos.

164 Carta annua de 1597, en op.cit, p.90 165 A. Pérez de Rivas, op.cit. p. 181

89

“Era toda gente muy luzida, bien vestida y bien tratada por la mucha cantidad de algodon que en

todas estas tierras por se muy caliente se coge de que haze y tengan varias telas, bastas, gruesas

y mas delgadas hasta rematar en vnas tan delicadas como/olandas sembradas en ellas varios

colores y varias figuras anssi de animales como de aves y flores”166.

Era común que para su indumentaria utilizaran zarcillos de plata. Utilizaban

plumas de diversas aves para la confección de tocados. La vestimenta de la

mujer del cacique consistía en una especie de güipil de varios colores, mientras

que sus accesorios consistían en un collar de caracoles y perlas quemadas, las

demás mujeres utilizaban collares también, pero éstos eran elaborados con el

plumaje de aves como los papagayos, hurracas, faisanes, codornices, entre otros

pájaros de diversos géneros. 167Tantos los caciques hombres como sus mujeres

utilizaban brazaletes de piedra turquesas en las piernas y los brazos.

Para la guerra, los indios se vestían con mantas matizadas, pieles de leones o

tigres, penachos de plumería, mientras que del cuello se colgaban sartales de

codornices, o de papagayos. Las herramientas que utilizaban en la guerra eran,

arcos, flechas, macanas, dardos de Brasil, así como también cuchillas de

pedernal con banderillas en los cascajes.

3.1.3. Entierros

Como se mencionó en la introducción esta investigación se basa en el método

etnohistórico, para completar la información que no nos proporcionan los

testimonios de los conquistadores españoles, pero que a través de otro tipo de

testimonios rescatados por los arqueólogos, nos ofrecen esta parte olvidada de la

166A. Jiménez, op.cit.p 347 167 A.Tello, op.cit, p.132

90

cultura Tahue, así sucedió con los entierros, un elemento sumamente importante

de su cultura. Ya que por los testimonios de los funcionarios o conquistadores

españoles, pareciera que los entierros como los conocemos actualmente, con

cristiana sepultura siempre hubieran sido así.

Los primeros restos arqueológicos de entierros encontrados en Culiacán, fueron

localizados en el año de 1934, por la arqueóloga norteamericana Isabel Kelly.

Recuperándose 252 entierros, de los cuales 190 eran indirectos, es decir, los

restos se encontraban depositados dentro de ollas.168 Por la manera en la que

están dispuestos los restos, se infiere que los indios Tahue, descarnaban los

cuerpos antes de colocarlos en las urnas. Los restos eran distribuidos con cierto

orden. En la parte inferior del cráneo del muerto, ponían los huesos de las manos

y de los pies, y en algunas ocasiones se insertaban en dicho agujero el cúbito, el

radio y el peroné. Mientras que los huesos largos, cómo vértebras y costillas, se

apilaban por debajo y alrededor del cráneo.169

En el año de 1968 durante las últimas excavaciones que se llevaron a cabo en

Culiacán por el arqueólogo mexicano Héctor González, a orillas del río Humaya,

en el sitio denominado ejido de los Mezcales, conocido comúnmente como La

Loma de Rodriguera. En dicho sitio se encontraron 70 entierros de los cuáles, 35

eran directos, y 35 indirectos. De los directos, 33 de los cuerpos se encontraban

extendidos, mientras que los otros 2 estaban flexionados. La estatura promedio de

168 Los entierros en urnas, en su mayoría estaban acompañados de objetos, principalmente de cerámica, clasificada en el periodo temprano II (año 1000). Sin embargo en Aguaruto se encontró un esqueleto cuyo cráneo corresponde a las proporciones del tamaño europeo, éste se encontraba enterrado dentro de una urna, con los huesos dispuestos según el patrón, por lo que se deduce que los españoles estuvieron presentes antes de que el poblado fuera abandonado, o bien antes de que se descartasen sus costumbres.

169 I. Kelly, op.cit, p.192

91

los cuerpos eran de 1.49m. Mientras que la orientación en la que se hallaron

colocados los cuerpos eran de norte a sur. Por estos restos se sabe que los indios

Tahue practicaban la deformación craneana pues se localizaron restos que así lo

demuestran, así mismo existía la mutilación dentaria. 170 Estos elementos son

compartidos con otras culturas prehispánicas de América. En Mesoamérica, se

utilizaban comúnmente cunas deformadoras, éstas estaban dispuestas de tal

manera para sujetar al recién nacido, se le colocaban en la cabeza una o dos

placas de piedra o madera, las cuales eran unidas con bandas, con las que se

ejercía presión. El tipo de deformación variaba dependiendo de cómo se aplicaran

las placas y la cantidad de estas que se utilizaban.171 En Culiacán era común la

variación tabular erecta, esta se lograba colocando dos placas, una anterior y otra

posterior, dichas placas se debían colocar verticalmente. Los 35 entierros

indirectos se encontraban depositados en urnas funerarias cuyo tamaño variaba.

De este tipo de restos se deduce que era común que en algunos entierros se

hicieran presentan ofrendas consistentes en ollas y cajetes, del tipo Aztatlán.172

En 1993 se llevó a cabo una exploración arqueológica de la Plazuela Rosales,

bajo la dirección de la arqueóloga María Antonieta Moguel, en dichas

excavaciones se detectaron enterramientos humanos, estos cuerpos estaban

acompañados por ofrendas. La constitución de los restos óseos que se

encontraron eran los correspondientes a personas delgadas, cuya estatura no

sobrepasaba el 1.60 m. Gracias a estas investigaciones, podemos completar la

170José Gaxiola López et al, Historia General de Sinaloa, Época Preshispánica, El Colegio de Sinaloa, Culiacán, 2005, P.28 171Jaime Ganot Rodríguez et al, Aztatlán apuntes para la historia y arqueología de Durango, Gobierno del Estado de Durango/Secretaría de Educación Cultura y Deporte, Durango, 1997, p.256 172 J. Gaxiola, op.cit. p.28

92

información sobre el complejo ritual funerario que llevaban a cabo los Tahue, pues

también realizaban entierros colectivos.173

3.3. EPIDEMIAS 3.3.1. Cocoliztli

En 1601, llegó a Culiacán la enfermedad a la que denominaron los aztecas

cocoliztli174, que ocasionó un nivel de mortandad muy alto, y cuya causa no ha

podido ser establecida. Los primeros brotes ocurrieron en el centro del país, en

1545, sin embargo hubo una recaída en 1576, siendo este último brote más

agresivo.

El Dr. Francisco Hernández, hizo una descripción de esta enfermedad de la que

se menciona lo siguiente.

“Las fiebres eran contagiosas, abrazadoras y continuas, mas todas pestilentes y en gran parte

letales. La lengua seca y negra, sed intensa, orinas de color verde (vegetal) y negro, más de

cuando en cuando pasando de la coloración verdosa a la pálida. Pulsos frecuentes y rápidos, más

pequeños y débiles; de vez en cuando hasta nulos. Los ojos y todo el cuerpo amarillos. Seguía (a

173 Ibid, pp.30-31 174 Aunque el Cocoliztli era una enfermedad en sí, los indios utilizaron este genérico para nombrar, cualquier plaga, pestilencia, enfermedad.

93

lo dicho), delirio y convulsión, (aparecían) postemas detrás de ambas orejas y tumor duro y

doloroso, dolor de corazón pecho y vientre, temblor, angustia, disenterías; la sangre que salía,

seca y sin ninguna serosidad. Algunas gangrenas y esfacelos invadían los labios, las partes

pudendas y otras regiones del cuerpo con miembros putrefactos y les manaba sangre por los

oídos. A muchos en verdad fluíales la sangre de las narices…”175

El enfermo moría dentro de las 14 horas y los dos días aproximadamente. Las

personas afectadas eran principalmente mayores, así como también mujeres, y

menores de edad. A los niños cuyo rango de edad oscilaba entre 4 y 6 años no les

perjudicaba tanto. El periodo de duración de dicha enfermedad fue de tres o cuatro

meses, aunque hubo una recaída.176 Esta epidemia fue llevada de un pueblo a

otro por los indios sin saberlo, ya que los síntomas se presentaban tardíamente, y

en los pueblos donde no se había presentado con anterioridad, se sabía que había

penetrado el cocoliztli, ya que los indios comenzaban a morir. Era sumamente

difícil para los padres curar a los indios enfermos cuando se encontraban fuera de

los pueblos, pues no alcanzaban a llegar a tiempo.

Otro testimonio de la enfermedad del cocoliztli es el del Dr. López de Hinojoso.

“…Los enfermos tenían excesiva sed. Nunca se hartaban de agua, porque era tanto el calor del

veneno , que en el estómago, y en el corazón tenían, que les subían aquellos humos al cerebro

que a los dos días se tornaban locos… se paraban los heridos de este mal muy amarillos y

atirisiados. Las orinas que echaban los enfermos eran muy retintas, como vino bloque y muy

gruesa y espesa. Los que orinaban mucho eran los que vivían…”.177

175 Francisco Hernández, De la enfermedad de la Nueva España del año 1576, llamada por los indios cocolixtli, citado en Rafael Valdez Aguilar, Epidemias en Sinaloa, una aproximación histórica, México, Dirección de Investigación y Fomento de cultura Regional del Gobierno del Estado de Sinaloa, 1991.p.131 176 Carta anua de 1601, en op.cit. p.122-123 177 Alonso López de Hinojoso, Suma y Recopilación de Cirugía con un arte para sangrar muy útil y provechosa, en Rafael Valdez “Epidemias en Sinaloa, p.132

94

Los padres trabajaron arduamente para tratar de impedir que murieran la mayor

cantidad de indios posibles por esta pandemia. Se mandaba a llamar a fiscales y

alguaciles de la villa a los pueblos donde se encontraban los padres para que

acudieran rápidamente a colaborar.

Un año después de que hubiera surgido el cocoliztli, existen testimonios que

hablan de enfermedades como garrotillo, sarampión, viruelas, ericipelas, tabardillo,

que causaron la muerte muchos indios.178

3.3.2. La viruela

La viruela, fue la primera pandemia que penetró en la Nueva España, entre 1520

y 1609, comenzando por el centro de la república mexicana, coincidió con la

expulsión de los españoles de Tenochtitlán por parte de los aztecas, muriendo

como víctimas de esta enfermedad, jefes indios, soldados, sacerdotes, y gente del

pueblo, incluyendo al emperador Cuitláhuac.179.

“…En este ínterin –de la Noche Triste al principio del sitio de Tenochtitlan- le sucedió a los indios

una gran pestilencia que parece la proveyó Dios, como es de creer, que fueron viruelas, que

ninguno escapaba a quién daba; y esto empezó por el mes de septiembre y duró 70 días, sin

calmar ninguno; que fue mucha ayuda para los españoles porque con la enfermedad y mortalidad

que con la enfermedad y mortalidad que fue muchísima no podían pelear”180

178 Carta Anua de 1602, en, op.cit. p. 140 179 Miguel E. Bustamante, la viruela en México, desde su origen hasta su radicalismo, en “Ensayos sobre las epidemias en México”, tomo 1, compilados por Enrique Florescano y Elsa Malvido, , Instituto Mexicano del Seguro Social, México, 1982. p. 68 180 Ibid.p.72

95

“siendo capitán y gobernador Hernando Cortés, al tiempo que el capitán Pánfilo de Narvaez

desembarcó en esta tierra, en uno de sus navíos vino un negro herido de viruelas, la cual

enfermedad nunca en esta tierra se había visto, y á esta sazon estaba esta Nueva España en

extremo muy llena de gente; y como las viruelas comenzaron á pegar á los indios, fue entre ellos

tan grande enfermedad y pestilencia en toda la tierra, que en las mas provincias murió más de la

mitad de la gente y en otras pocas menos…”181

Esta es una epidemia de lenta expansión, se limita a ciertas áreas geográficas y

su contagio es efectivo en cuatro días. Existe también, una variante hemorrágica,

la cual es mortal en el 95% de la población, afecta en mayor frecuencia a la

población femenina y en adultos, los niños se ven menos perjudicados por este

tipo de viruela, 2/3 partes de las mujeres embarazadas mueren. La mortandad

general es de 80% en menores de 15 años.182

Dicha enfermedad es viral, y muy contagiosa, el principal síntoma por el cual se

reconoce es por medio de erupciones en la piel, mismas que dejan hoyuelos y

cicatrices, también se presenta fiebre alta durante 2 a 4 días, esta se manifiesta

antes de las erupciones, la distribución de estas últimas suele ser característica,

presentándose primeramente en cara y tronco, y posteriormente en brazos y

piernas. Algunos de los enfermos contagiados de viruela, pueden llegar a padecer

ceguera. El periodo de incubación oscila entre los 10 y 15 días, esta es una

enfermedad predominantemente humana, la forma en que se contagia es por la

esparcimiento de gotas de saliva, el contagio llega a ser mayor en el periodo en

que el enfermo inicia con la erupción.183

181 J. Izcalbaceta. op.cit. pp.14-15 182 Elsa, Mavido, “la epidemiología, una propuesta para explicar la despoblación americana”, revista de indias, 2003, vol, LXIII, núm. 227 pp. 65-78, ISSN: 0034-8341. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, p. 75 183 Rafael Valdez Aguilar, Epidemias en Sinaloa, una aproximación histórica, México, Dirección de Investigación y Fomento de cultura Regional del Gobierno del Estado de Sinaloa, 1991, p. 110

96

Sobre esta primera enfermedad los frailes pensaban tantas muertes se debían a

que todavía no llegaban a la Nueva España los “doce primeros” refiriéndose a los

frailes franciscanos, se pensaba que si hubieran llegado a tiempo hubieran evitado

que los indios se bañaran a menudo juntos tanto sanos como enfermos en agua

caliente, ya que esto provocaba que se les inflamara más la sangre, muriendo

miles de indios por todas partes.184

Las enfermedades también forman parte de la transculturación, la viruela en

Europa era un mal endémico, que sólo mataba a niños de 0 a 5 años. Los seres

humanos, aislados en América por miles de años, formaron una población

inmunológicamente autóctona, con factores genéticos de susceptibilidad o de

resistencia diferentes a los de la gente del Antiguo mundo.185 A su llegada al

nuevo mundo, los microorganismos de esta epidemia y de otras encontraron un

campo indefenso para su desarrollo.

Cabe mencionar que un factor determinante para la expansión de las epidemias,

fueron los medios de transporte, la introducción del caballo y la utilización de

barcos, pues, pese a los beneficios de expansión del territorio de los

conquistadores, contribuyeron al contagio de las epidemias a una velocidad y

amplitud mayor de lo que hubiera sido sin éstos. También influyó la reorganización

de la población indígena llevada a cabo por los misioneros jesuitas, concentrando

a los indios para facilitarles la instrucción religiosa, esto hizo que el ambiente fuera

más propicio para el desarrollo de enfermedades. Hay que recordar que antes que

184 Fernando Ocaranza, Las grandes Epidemias del siglo XVI, en la Nueva España, citado en “Ensayos sobre las epidemias en México”, op.cit. p. 201 185 M. Bustamante, op.cit, p.71

97

estos concentraran la mayor cantidad de indios posibles, los indios vivían

dispersos.

3.3.3. El Sarampión

La enfermedad del sarampión fue contagiada en la Nueva España al igual que la

viruela por un español en el año de 1531, y de éste pasó a los indios. Su difusión

también fue muy rápida, causando la muerte de una gran parte de la población, sin

embargo el descenso fue menor que cuando ocurrió la introducción de la epidemia

de viruela. A esta enfermedad se le llamó tepitonzahuatl, cuyo significado es

pequeña lepra.186 Se presenta con mayor frecuencia en las estaciones de invierno

y primavera, se torna endémico en poblaciones concentradas mayores de 300,000

habitantes. Entra cuando hay más de un 40% de susceptibles, el nivel de contagio

es muy alto, con un promedio de 11 días. El tipo más severo de sarampión afecta

a personas con un grado de desnutrición muy avanzado, sin embargo no afecta a

embarazadas ni al producto. Si este aparece en fechas que no son comunes,

suele ser más fuerte.187

Esta enfermedad es infecciosa, de origen viral, y al igual que la viruela es muy

contagiosa. La vía de transmisión es similar también al de la viruela, ya que se

contagia por medio del rocío de la saliva de enfermos, al hablar o estornudar, su

periodo de incubación es de una semana a dos. Los síntomas son fiebre elevada,

tos, coriza, inflamación de las conjuntivas de los ojos, erupción de las mucosas de

186 F. Ocaranza, op.cit, pp.201-202 187 E. Malvido , op.cit, pp.75-76

98

la boca, enrojecimiento de la mucosa nasofaríngea y erupción micropapular de

extensión progresiva. Esta empieza por las orejas, la cara y el cuello, para

después extenderse al tronco, abdomen y extremidades.188

3.3.4. La Tosferina

Una enfermedad provocó grandes estragos en la población que se desplazaba en

tierras americanas. Un ejemplo se capta en la presente descripción:

“…pareció ser que el navío en que vino el licenciado Luis Ponce que dio pestilencia en ellos por

que a más de cien personas que en el él venían les dio modorra y dolencia de que murieron en la

mar, y después desembarcaron en la villa de Medellín, y murieron muchos de ellos y aun de los

frailes quedaron muy pocos, y con ellos murió su provincial o prior de ahí a pocos meses; y fue

fama que aquella modorra cundió en México.”189

La tosferina, es una enfermedad cuyo periodo de contagio oscila entre 5 días y 6

semanas, esta se presenta especialmente en la infancia, siendo los recién nacidos

los más susceptibles, pues los anticuerpos maternos no son protectores, el

contagio en lugares donde hay menor sanidad, incrementa el número de casos en

edades tempranas, recién nacidos y lactantes, en este caso el contagio dura 9

días, atacando al 75% de los susceptibles.190

Dichas epidemias tienen dos etapas, una es la de incursión que va de los años

1521 hasta 1562, y una segunda que es la de domesticación, de 1563 y que sigue

188 R. Valdez, op.cit, p.31 189 Bernal Díaz del Castillo, Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, Ed. Porrúa, México, 2005. pp.510-511 190 E. Malvido, op.cit,p.76

99

en proceso aún en la actualidad. En el primer periodo, las epidemias impactaron a

todos los grupos de edad y sexo, no importando la clase social o nivel de

desarrollo, produjeron entre el 80 y 90% de la mortandad.

En el momento que las epidemias empezaron a surgir, comenzaron a escucharse

diversas opiniones tanto de españoles como entre los Tahue, sobre qué era lo que

causaba las enfermedades, unos pensaban que era debido a la servidumbre,

sujeción y el entrar a las minas; otros decían que era el hambre; también se

pensaba que la habían causado los vinos que bebían los indios, del maguey, de

cañas, ciruelas, maíz, etc. 191 Mientras que en el sector eclesiástico, se creía que

dichas enfermedades, eran un castigo de Dios, debido a que entre los indígenas

persistían sus antiguas costumbres y creencias religiosas. Las epidemias también

se relacionaban con los movimientos de los astros, y justo en estas fechas

coincidió con la aparición del cometa Halley.

A través de este capítulo vimos cómo se fue dando poco a poco el desarraigo

cultural de los Tahue. Los españoles tuvieron que aprender algunos aspectos de

la cultura de los Tahue, como es el caso de los clérigos jesuitas y la barrera

lingüística, puesto que en los poblados Tahue no se hablaba náhuatl, que era la

lengua común de muchas etnias y los interpretes eran escasos, por lo que que

tuvieron que aprender la lengua tahue, para poder llevar a cabo su labor

evangelizadora. Sin embargo no todas las prácticas y costumbres, calzaban con

el ideal moral de los españoles, por lo que se les obligó a abandonarlas. A esta

desculturación contribuyó en gran medida la penetración de enfermedades a

principios del siglo XVII, como la viruela, el sarampión y la tosferina producto del

contagio de españoles enfermos a los indios. Mientras que en los primeros,

dichas enfermedades no eran mortales, en la población indígena causaba

191D. De Arregui, op.cit, p.88.

100

estragos por el nivel de mortandad tan alto, convirtiéndose en la causa principal de

despoblación.

101

CAPÍTULO 4. CONFLICTO Y ADAPTACIÓN

4.1 RASGOS DEMOGRÁFICOS

Durante el siglo XVI, en el centro y Sur de México, la población nativa disminuyó

95% aproximadamente. Mientras que en el territorio que contemplaba a las region

de Sinaloa el panorama fue el siguiente.

1530 1625 1660

Chametla 210, 000 5,000 3,500

Culiacán 200,000 6,000 4,000

Sinaloa 220,000 70,000 20,00

Total 630,000 81,000 27, 500

Fuente: Peter Gerhard, Frontera Norte de la Nueva España, UNAM, México. 2006. P.310

La cantidad de indígenas de la provincia de Culiacán para el año de 1530, que

Gerhard propone en su tabla demográficas coincide con la la crónica de Antonio

Tello, quién nos dicen que al momento de la llegada de Nuño de Guzmán a la

provincia de Culiacán, contaba con cinco mil vecinos, mientras que entre la

población que habitaba entre los ríos y las costas contaba con más de doscientos

102

mil indios. Sin embargo para 1650 que fue en el periodo que se escribó el informe,

Tello dice que en esos tiempos ya no había ni quinientos indios.192

Existe un informe de 1581 dirigido a la Real Audiencia de Guadajalara, en la que

se da noticia del despoblamiento de indios del Reino de la Nueva Galicia, debido

a los malos tratamientos de los encomenderos, disminuyendo más de la tercera

parte en algunos lugares, parte de los maltratos se deben a la venta de unos

indios de un encomendero a otros, algunos mueren a azotes, también algunas

mujeres mueren por el esfuerzo de la carga pesada, los hijos de estas son

obligados a trabajar en granjerías. Este informe también nos da indicios del

desgane vital entre los indios, pues da cuenta de los que se suicidaron,

ahorcándose, y algunos otros que dejaban de comer para morir; mientras que

otros tomaban yerbas venenosas. Así mismo menciona infanticidios, indias que

mataban a sus hijos para impedir que padecieran lo mismo que todos los indios

estaban sufriendo.193

Entre 1519 y 1650, seis séptimas partes de la población mesoamericana fueron

diezmadas. La causa principal fue la introducción de enfermedades nuevas contra

las que los indios no estaban inmunizados. Existe un testimonio en el que se

indica que ciento treinta mil indios, habían muerto de sarampión y cámaras de

sangre, quedando muchos pueblos asolados de la provincia de Culiacán, los

muertos eran tantos que incluso era difícil andar por el mal olor de los muertos, los

cuerpos eran amontonados de quinientos en quinientos. “…y fue tan cruel la

mortandad, pestilencia y hambre, que no quedaron en aquellas provincia más de

veinte mil indios.”.194

192 A. Tello, op.cit. p. 146 193 Ibid, p. 656. 194 Ibid, p.251

103

De acuerdo al informe de Alonso De la Mota y Escobar, para 1605, se menciona

que en la provincia de los Tahue, el pueblo cuya concentración poblacional era

mayor, “no haze numero de quarenta vecinos”.195 En este periodo se contaba

como vecino al cabeza de familia, ésta última estaba conformada de

aproximadamente 6 personas, es decir que esos cuarenta vecinos, eran en

realidad 240 personas.

4.2. RESISTENCIA

De la información descrita en el apartado anterior, se puede decir que la relación

entre Españoles y Tahue, no fue precisamente pacífica y cordial, sino que fueron

constantes los conflictos, ocasionados por los abusos cometidos por los españoles

para con los Tahue, creando así una relación dispar y un ambiente tenso, en el

cual éstos resultaban los únicos perjudicados.

Sobre este tópico tal y como lo menciona Scott leer, interpretar y entender con

mayor precisión la conducta política de los grupos subordinados, que aparece con

bastante frecuencia como algo inasible. Dado su carácter ambicioso, resulta casi

inevitable que ese propósito no se pueda realizar sino en forma fragmentaria y

esquemática.196 Tal y como el discurso público contiene las aspiraciones

hegemónicas de un grupo dominante, el discurso oculto es el lugar privilegiado

para la manifestación de un lenguaje no hegemónico, disidente, subversivo y de

oposición.197 Sin embargo, ignorar el hecho de que los Tahue elaboraban su

195 A. De la Mota, op.cit, p. 5 196 James, C. Scott, Los dominados y el arte de la resistencia. Discursos ocultos, ediciones Era, México, 2000, p.41. 197 J. Scott, op.cit, p.50

104

propio discurso oculto, sería restarles importancia y participación en la

organización social.

El tipo de resistencia más evidente es la armada, sin embargo durante la

conquista de Culiacán, en algunos testimonios de lo que fue el primer choque

entre españoles y los indios Tahue, veremos que se trató de minimizar el

enfrentamiento, al grado de dar a entender que los Tahue aceptaron el

sometimiento sin provocar escándalo alguno. La dificultad, sin embargo, no

consiste sólo en el hecho ordinario de que únicamente existan testimonios de las

actividades de las élites, conservados por las elites de tal manera que reflejen su

posición y su clase; la dificultad más profunda se debe a los decididos esfuerzos

de los subordinados para ocultar aquellas actividades y opiniones suyas que

podrían causarles problemas.198

Asi el testimonio de Antonio Tello sobre la conquista de Culiacán, nos permitirá ver

sólo la escena en la que parecerá que los Tahue son cómplices en la

representación del consentimiento y la unanimidad. De tal manera que el

espectáculo de afirmaciones discursivas de los de abajo, en este caso los Tahue,

dará la impresión de que la hegemonía ideológica está firmemente asentada.199

Dicho testimonio dice lo siguiente, “y habiendo llegado con su ejército al pueblo del

Oso, que está a tres leguas de Culiacán, el señor y el cacique de este pueblo, le

salió a recibir de paz”, a pesar de que el cacique estaba acompañado de mil indios

guerreros armados con arcos y macanas en mano, posteriormente el mismo

testimonio dice “llegó el cacique á la presencia del general Nuño de Guzmán, se

arrodilló y le dio la bienvenida, y admirándose de ver el traje español, le preguntó

qué á qué venía y qué buscaba en sus tierras, y dijo que no le hiciesen daño, que

198 Ibid, pp. 113-114 199 Loc.cit.

105

ni él ni los suyos no pretendían guerras sino paz, por tenerlos como hijos del

sol”.200 Es obvio que los conquistadores no se fiaron de dichas ofertas de paz,

sabían que había una intención detrás, de acuerdo a James Scott, esta vendría

siendo la primera declaración de un discurso oculto, “una declaración que rompía

con la etiqueta de las relaciones de poder, que perturbaba una superficie de

silencio y aceptación aparentemente tranquila, tiene la fuerza de una simbólica

declaración de guerra”.201

Es claro que este testimonio sólo muestra una parte de lo que en realidad pasó,

debido a esto es esencial contrastarlo con un testimonio que nos ayude a conocer

mejor que pasó realmente durante la conquista, ya que si bien es cierto que la

información que las crónicas o diarios de conquistadores es una descripción tan

profunda como la de un etnólogo. Sin embargo no debemos olvidarnos que dichos

testimonios funcionan también para ensalzar la acción conquistadora, por lo que

se maquilla cualquier información que ensucie la imagen del conquistador.

El discurso público es, para decirlo sin rodeos, el autorretrato de las elites

dominantes donde estas aparecen como quieren verse a sí mismas. Aunque no es

probable que se trate sólo de una maraña de mentiras y deformaciones, sí es una

construcción discursiva muy partidista y parcial. Está elaborada para impresionar,

para afirmar y naturalizar el poder de las élites dominantes, y para esconder o

eufemizar la ropa sucia del ejercicio de su poder.202

200 Tello, op.cit.p.131

201 J.Scott, op.cit.p.31

202 Ibid,p.42

106

Es en este discurso público, dónde se da la forma de discurso político más segura

y más pública es la que adopta como punto de partida el halagador autorretrato de

las élites. Debido a las concesiones retóricas inherentes al autorretrato, ese

discurso ofrece un terreno sorprendentemente amplio para los conflictos políticos

que recurren a esas concesiones y que aprovechan el espacio que toda ideología

deja a la interpretación.203 El testimonio de las relaciones de conquista de la

provincia de Culiacán, de Juan Sámano nos permite vislumbrar de una manera

más evidente el hecho de que no fue tan pacífico este enfrentamiento entre

españoles. Estando en Chametla el capitán general le dio la instrucción a Sámano

que fuera al pueblo de Quezala (Cosalá), este pertenecía a la provincia de

Culiacán “De aquí mandó el capitán general que fuese a Quezala, que estaba en

este paraje, y a ver si saldrían de paz; é yo fuí allá y tampoco salió de paz”.204

Después de estar caminando se llegó a Piaxtla “aquí llegó delante el maestro de

campo, y dio en un pueblo de sobresalto, que los indios estaban sin pensamiento

de nada, y dice que algunos indios se pusieron de guerra y comenzaron á

pelear”.205

De aquí se partió al pueblo de La Sal, después a la provincia de Ciguatán, para

posteriormente pasar a Quinola, finalmente en el pueblo que bautizaron con el

nombre de Las Flechas, se tuvo noticia de una gran provincia llamada Culiacán.

En el camino se llegó a un pueblo al que le pusieron Quemado, debido a que

cuando salieron de él, los indios prendieron fuego a mucha parte de él. Hasta aquí

es más que evidente que el camino hacia Culiacán no fue tan pacífico como se

decía en el testimonio de Tello. Prueba de lo antes dicho es que una vez que

Cristóbal de Oñate llegó al primer pueblo de la provincia, “dio mucha copia de

gente que en el campo estaba, y dio en ellos é hizo mucho estrago é matanza,

203 Scott, Op.cit. p.42 204 Izcalbaceta, op.cit.p.282 205 Loc.cit.

107

que habrá durado hasta el alcance de la noche”206. Este testimonio parece ser

mucho más convincente que el de un pueblo que acepta con sumisión y sin

oponer resistencia alguna la intrusión de unos perfectos desconocidos. Si los

indios Tahue hubieran sido tan tranquilos no se hubieran tomado las precauciones

de enviar al frente gente a caballo. Regresando a lo que recopiló Tello de la

conquista, dice que una vez que Nuño llegó al Navito, le salieron a recibir más de

cincuenta mil indios armados con arcos, flechas, dardos de Brasil, macanas de

Guayacán, cuchillas de pedernal, con banderillas en los carcajes, además de esto

se dice que en el camino iban indios bailando y cantando al son de instrumentos,

para recibir a los españoles.207

Comparando este testimonio con el de Sámano, el primero se ve mucho más

maquillado, puesto que en el segundo se dice que una vez que se vio en el

bosque a los indios tocando tambores y dando gritos, el capitán general mandó a

la retaguardia a que recogieran el fardaje y caballos que habían dejado en el

pueblo del Colombo “y luego mandó aderezar toda la gente, é todos se pusieron a

punto de guerra”.208 Los indios se pusieron de guerra y algunos comenzaron a

huir, sin embargo, los que no lo lograron fueron alcanzados por los españoles y se

hizo mucho estrago en ellos.209

Mientras que en la primera relación anónima se dice que en Culiacán, “tuvieron

muy gran reencuentro con los indios los cristianos, mas al fin los desbarataron, y

el gobernador Nuño de Guzmán se entró en la tierra é se aposento de ella”210, es

206 Ibid, p.284 207 Tello, op.cit,pp.131-132 208 Izcalcatea, op.cit,pp.284 209 Loc.cit 210 Primera Relación Anónima citada en Joaquín de Izcalbaceta, op.cit, p. 291

108

importante que nos detengamos a analizar con cuidado este párrafo pues el

hecho de que haya sido muy gran reencuentro, ya nos indica una complicación

que se intensifica con él, al fin los desbarataron, herramientas que nos hacen

pensar que los Tahue no eran tan sumisos y pasivos como se nos dice en algunos

testimonios, quizá lo eran más que los Acaxe o Pacaxe pero sólo en apariencia,

porque debemos rescatar que hay muchos tipos de resistencia, no

necesariamente la armada es la única y es precisamente de lo que a continuación

se abordará.

No debemos olvidar que en ciertos casos las crónicas están escritas para

demostrar el valor de los conquistadores ante el Rey por lo que la supuesta

pasividad con la que admitieron las órdenes de los españoles para ser vasallos

del Rey, y admitir al Dios que les imponían, seguramente fue un discurso

inventado. Porque de ser cierta dicha aceptación por parte de los indios, Nuño de

Guzmán, no hubiera tomado las medidas que tomó al ver que la provincia estaba

tan poblada, erigiendo una fortaleza en el pueblo del Navito.

4.2.1. Discurso Oculto

Originalmente Culiacán se encontraba asentado cinco leguas más arriba de su

ubicación actual. El desplazamiento de un lugar a otro fue consecuencia de las

malas decisiones que tomaron los primeros pobladores españoles que había

designado Guzmán para que habitaran junto con los tahue. Es importante recordar

que el gran grueso de los españoles que arribaron a la Nueva España, lo hicieron

con el principal motivo de hacer fortuna rápidamente, y contar con el prestigio

social que no tenían en España, ya que muchos de ellos tan sólo eran pobres

inmigrantes, que aspiraban a que la monarquía española les otorgara cierto

reconocimiento; mayorazgo, escudo de armas, o la merced del título nobiliario.

Una vez establecida, la dominación no persiste por su propia inercia. Su ejercicio

109

produce fricciones en la medida en que recurre al uso del poder para extraerles

trabajo, bienes, servicios e impuestos a los dominados, en contra de su voluntad.

Sostenerla, pues, requiere de constantes esfuerzos de consolidación,

perpetuación y adaptación. 211

Durante el tiempo de la fundación de San Miguel, sucedió que Nuño de Guzmán

dejó a algunos españoles e indios amigos para que poblaran y se asentaran en la

villa; sin embargo, en dicho proceso de estabilización, surgieron ciertos conflictos,

entre pobladores españoles y los indios tahue, debido a que como era una villa

recién fundada, no estaban provistos de suficientes víveres, por lo que en un

principio tanto los españoles como los tahue, tenían que sembrar sus propios

alimentos para abastecerse, no obstante los españoles dejaron de hacerlo,

probablemente porque no estaban acostumbrados a llevar a cabo dichas labores,

en lugar de esto, pensaron que era una mejor idea comprar el maíz que los indios

sembraban, además de otros alimentos. A pesar de la contribución de los indios,

ésta no era suficiente para alimentar a los españoles.212

Este supuesto orden tiene una explicación. los grupos subordinados en este caso

los Tahue, pueden estar divididos geográfica y culturalmente; pueden considerar

que resistir abiertamente es una temeridad absurda ante la severidad de una

posible represalia; su lucha cotidiana de subsistencia y el estado de vigilancia que

conlleva esa lucha cancela cualquier posibilidad de oposición directa, o pueden

estar desengañados de anteriores fracasos. 213 La dinámica de este proceso sólo

es válida en aquellas situaciones en las que se supone que la mayoría de los

subordinados consienten y obedecen no porque hayan internalizado las normas

211 J. Scott.op.cit.p.71

212 Primera relación anónima citada en Joaquín de Izcalbaceta, op.cit. p.294 213 J.Scott. op.cit.p.112

110

de los dominantes, sino porque, habiendo una estructura de vigilancia,

recompensas y castigos, consideran más prudente consentir. 214

No olvidemos que muchos de los españoles ya habían muerto en enfrentamientos

contra los españoles, los indios que sobrevivieron a la lucha armada, pudieron

experimentar cierta seguridad al ser sometidos, pues aunque quedaban en una

posición baja, era más fácil de soportar que ninguna posición, y a cambio de la

lealtad y obediencia que prestaran a los españoles, éstos últimos les garantizaban

que estarían seguros. 215 Se encargaban de sustentar y defender la provincia de

los enemigos, que frecuentemente intentaban penetrar y atacar a los vecinos y

moradores.

Retomando el relato anterior del conflicto sobre los bastimentos, una vez que el

maíz se les agotó a los españoles, tampoco tenían dinero para comprarlo. Ante

dicha problemática, los españoles acudieron al Capitán Cristobal Barrios, para

plantearle sus inquietudes, sin embargo, éste no supo cómo resolver dicha

situación, así que determinó otorgarles un permiso para que los españoles fueran

a casa de los indios y tomarán su maíz. Una vez que los españoles entraron en la

vivienda de los naturales, aprovecharon para también llevarse otros objetos

personales de éstos, tales como mantas, chaquira, turquesas, entre otras cosas.

Los indios al darse cuenta que no se les estaba respetando, decidieron esconder

sus pertenencias en los montes, para después alzarse, también quemaron sus

propios pueblos.

214 Ibid, p 228 215 Barrington Moore, La injusticia: Bases Sociales de la Obediencia y Rebelión, Universidad Autónoma de México, México, 1996.

111

Una manera de los indios Tahue para resistirse ante la dominación española era la

de quemar los pueblos, al parecer este hábito no fue exclusivo de esta etnia, sino

que era una práctica general compartida no sólo en la provincia de Culiacán, sino

también en la de Sinaloa. Se le nombró “quemado” a unos de los pueblos de la

provincia, pues una vez que los españoles salieron de él, los indios lo quemaron.

En el momento en que los españoles invadieron el espacio y tomaron las

pertenencias de los indios, hubo una especie de rompimiento en el contrato social

como lo menciona Barrington Moore, este es un entendimiento tácito entre los

opresores y los oprimidos de que es la forma en que se supone debe trabajar el

sistema, el desequilibrio en dicho contrato se debe a la falta de contribución de los

opresores, en este caso los españoles, al funcionamiento del orden social y por lo

tanto están violando el contrato social implícito.216 Los españoles por su parte

comenzaron a robar y a destruir la tierra de las rancherías. A consecuencia de

tales acontecimientos algunos naturales murieron de hambre. Nuño de Guzmán

no se encontraba en la villa cuando éste suceso aconteció a sus pobladores, por

lo que a su regreso a Culiacán, se sorprendió al ver las condiciones de desastre

en los que se encontraba el lugar que había fundado. “Llegados á Culiacán

hallamos alzada la tierra, é que los indios habían muerto muchos cristianos, y sin

ningún bastimento de pan, porque como los cristianos en esta villa no tovieron

donde sembrar al principio[…] solía estar esta villa de Coliacan cinco leguas más

arriba, y pasóse allí por haber mejores tierras para las sementeras.[...]”217

Otro tipo que tenían los indios Tahue a resistirse a ser sometidos, era dejar de

vivir, Álvar Nuñez Cabeza de Vaca en su relato de Naufragios y comentarios,

comenta que conforme penetraba caminando al territorio encontraron tierra

216 B. Moore, op.cit, p.445

217 Segunda Relación Anónima citada en Joaquín de Izcalbaceta, op.cit,p. 303

112

despoblado, porque quienes vivían en dichos pueblos, huían a la sierra, por miedo

a los cristianos, estos indios estaban en mal estado flacos, enfermos y se

escondían, hace mención que dichos indios parecían que querían morir, también

mostraban mucho miedo, y no querían parar en ninguna parte, no querían, ni

podían sembrar ni labrar tierra, “antes estaban determinados a dejarse morir”, para

ellos era mejor eso a ser tratados con crueldad.218

A causa de los abusos de los españoles en contra de los indios, que se llevaron a

cabo durante el periodo de Diego de Proaño (1532-1536), los indios se rebelaron

y alzaron, quemaron sus pueblos y bastimentos, prefiriendo matar a sus propios

hijos por no poderlos llevar para huir hacía la sierra, debido a estos

acontecimientos se nombró a Cristobal de Tapia para sustituir a Proaño, a pesar

de los esfuerzos que este hizo para reducir a los indios y retomar su confianza,

estos no se fiaban de él, por lo que los españoles tuvieron que labrar y hacerse

cargo de las tierras por más de tres años, muchos de los españoles que vivían en

la provincia decidieron retirarse, pues la miseria y pobreza los orilló a tomar tales

medidas. Para lograr que los indios bajaran de la sierra, Cristobal de Tapia tuvo

que asegurarle a los indios que Proaño se había retirado.219 sabemos que

cualquier ideología que pretende ser hegemónica debe, en efecto, hacer

promesas a los grupos subordinados explicándoles por qué un orden social

específico también les conviene.220

218 Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Naufragios y Comentarios, Ediciones Orbis, Barcelona, 1986. 219 A. Tello, op.cit. pp.249-250 220 J. Scott, op.cit, p.104

113

4.2.2. Infrapolítica

Para poder explicarnos el porque de repente pareciera que los Tahue, habían

dejado de sublevarse, es necesario analizar el discurso oculto, que nos ayudará a

resolver si la supuesta pasividad correspondía a una obediencia real. Con el

término infrapolítica, Scott designa una gran variedad de formas de resistencia

muy discretas que recurren a formas indirectas de expresión. Ejemplo de dichas

formas se pueden ver en la toponimia varios pueblos tienen su nombre en lengua

náhuatl, misma que no era hablada en la provincia antes de la llegada de los

españoles, seguramente los indios que venían acompañando a los españoles les

asignaron nuevos nombres en su idioma a los pueblos de la provincia de Culiacán,

sin embargo los indios del Valle de Culiacán, seguían nombrando los pueblos en

sus propias lenguas. “Los del valle de Banderas y Culiacán se nombran los

pueblos en sus propias lenguas, y debe ser porque están muy a tresmeno y donde

no llegarían los mexicanos.221

Debemos tomar en cuenta que dicho testimonio es del año 1605, desde el

momento en que invadieron los españoles en el territorio habían transcurrido 74

años, en los que los españoles no habían podido controlar el hecho de que los

Tahue siguieran nombrando en su lengua nativa al territorio que ocupaban “Está

fundada, a la Orilla de un gran río que en lengua de los naturales se llama

Batacudea222 [Tamazula] y en la de los españoles el Río de Topia. Es muy

caudaloso a su tiempo y de linda y sana agua de donde beve toda la villa…”223 Los

221 A. De la Mota, op.cit, p. 94 222 Crispín Márquez nos dice que posiblemente Batacudea era el nombre que la tribu le daba a esta región que confluía entre los ríos Tamazula y Culiacán, puesto que en muchos casos los indígenas nombraban a ciudad con el nombre del río o bien el nombre de éste lo utilizaban para a su vez nombrar a la ciudad. A su vez Rafael Valdez en su obra “Los Indios de Sinaloa”, menciona que el nombre de Culiacán, antes de la llegada de los españoles probablemente era Batacudea. 223 A. De la Mota. Op.cit.. p23

114

Tahue siempre aprovecharon, la falta del conocimiento de los españoles de su

lengua, para confundirlos, esto mismo sucedió cuando se trataron de realizar

expediciones hacía el norte, algunos indios decían que había caminos y otros que

no.

El escenario en el que parece haber más posibilidades que se desarrolle la

infrapolítica, es el de la esclavitud. Estas formas de dominación, que son medios

institucionalizados de extraer trabajo, bienes y servicios de una población

subyugada, encarnan principios formales sobre la superioridad y la inferioridad,

muchas veces con estructuras ideológicas complejas.224

En dichas prácticas siempre se ve el elemento de mando personal, teniendo los

esclavistas, encomenderos, funcionarios, etc. la libertad de tratar arbitraria y

caprichosamente a sus esclavos, encomendados, infundando pues, un terror

personal en estos sistemas que puede tomar la forma de golpizas arbitrarias,

violaciones sexuales, y otros insultos y humillaciones. Le ocurra o no a un

subordinado en particular, el tener siempre presente la posibilidad de que suceda

parece definir toda la relación.225

El escenario en cual se llevaron a cabo las manifestaciones más crueles de

esclavitud en la provincia de Culiacán, fue precisamente en un mercado, un lugar

de concurrencia para los Tahue, lo más cercano a una asamblea local. Las

reuniones informales en el mercado, de los vecinos, la familia y la comunidad

ofrecen pues una estructura y una protección a la resistencia. Como se realiza en

pequeños grupos, individualmente y, si es masiva, recurre al anonimato de la

224 J.Scott, op.cit, p.46 225 Ibid, p.46

115

cultura popular o a verdaderos disfraces, la resistencia está bien diseñada para

frustrar la vigilancia. No hay líderes que acorralar, no hay listas de miembros que

investigar, no hay manifiestos que denunciar, no hay actividades políticas que

atraigan la atención.226

Estando los indios en sus mercados vendiendo y comprando en paz, Proaño

echaba gente y soldados para que los detuvieran y aprehendieran, para después

herrarlos y sujetarlos con un collar, los vendía.227 En realidad las medidas tan

drásticas que se tomaban, eran con la intención de eliminar cualquier

comunicación secreta entre los indios. De esa manera, incluso las comunidades

de ingreso voluntario manifiestan un deseo de dominación total que se revela en

sus medidas para eliminar todos esos pequeños espacios autónomos y lazos

sociales en los cuales puede surgir un discurso oculto y clandestino de

oposición.228

Bastaba que los indios desobedecieran a sus encomenderos para que, éstos

tomaran la drástica medida de capturarlos y venderlos como esclavos. Esto

también ocurría con los indios que se retrasaban en pagar los tributos a sus

encomenderos, se les castigaba clavándoles los pies y manos con herraduras en

los árboles hasta que morían, no contentos con esto, también esclavizaban a sus

hijos. Este tipo de situaciones son maneras de autoafirmar el poder, pues aunque

la presión que mantiene la resistencia cotidiana puede variar con las necesidades

de los grupos subordinados, es muy raro que desaparezca completamente.

226 Ibid, p. 236 227 A.Tello, op.cit.p. 249 228 J.Scott, op.cit.p.158

116

Cualquier relajamiento de la vigilancia y la aplicación de sanciones será sin duda

aprovechada rápidamente.229

Si ese acto de insubordinación (una falta de respeto, un desacato) no recibe una

amonestación o un castigo, otros explotarán esa apertura, y se establecerá

entonces dejacto un nuevo límite de lo que se puede decir. Se ganará territorio. Un

pequeño triunfo probablemente les dará ánimos a otros para ir más lejos y de esa

manera el proceso podrá acelerarse rápidamente.230 Fue precisamente esto lo

que ocurrió durante la guerra del Mixtón en 1541, Durante la expedición de

Francisco Vázquez de Coronado en busca de las siete ciudades del oro, la

ausencia del capitán fue vista como una oportunidad para los indios de las

ciudades y provincias de México, Michoacán y Nueva Galicia, para rebelarse y

echar a los españoles de sus tierras. Comenzaron en el valle de Tlatenango y el

Teul, con la muerte del encomendero y frailes por parte de los indios,

posteriormente huyeron al peñol del Mizton, lugar que pensaron les serviría de

defensa por su gran altura.

De igual manera los de Guadalajara huyeron hacia el peñol de Nochistlán, de esta

manera las rebeliones se fueron generalizando, hasta llegar a estos territorios. “ y

ahora que somos tan pocos para tanto incendio y para volver a ganar tierra y

resistir enemigos tan malos y tan diestros en las armas con tan pocas fuerzas, y

que los más amigos y que teníamos más por nuestros, se han vuelto enemigos y

que lo de Culiacán, Compostela y Purificación está todo alzado”.231

4.2.3. Obediencia

229 J.Scott, op.cit.p. 230 230 Ibid, p. 231 231 A. Tello, oo.cit, p.348

117

Los objetivos de la corona no solamente contemplaban la adhesión de nuevos

territorios, sino que además pretendía incorporar a los indígenas al cristianismo,

por lo que a los primeros conquistadores españoles también los acompañaron

sacerdotes y frailes. Sin embargo como se vio anteriormente no fue muy exitosa la

labor franciscana, pues el mayor problema que tuvieron fue el no haber entendido

la lengua. La participación de los misioneros en la provincia de Culiacán, fue

sumamente importante para el proceso de transculturación, no sólo en materia

religiosa, sino que también con la enseñanza de nuevos modos de vida. Los

jesuitas introdujeron nuevos cultivos como el trigo, la uva, la naranja entre otros.

Además de enseñarles las técnicas sobre la crianza del ganado. Los misioneros

argumentaban que ello era necesario, para iniciarlos en una nueva dieta

alimenticia.

A la llegada de los jesuitas a la provincia de Culiacán se sorprendieron al darse

cuenta de que algunos de los indios Tahue, ya tenían la costumbre de ir a

confesarse, y también rezaban breviarios divinos, la explicación que se dieron fue

que probablemente aprendieron dichos hábitos de los padres franciscanos que

estuvieron en Culiacán algunos años antes.232 Los primeros padres jesuitas

fueron los padres Gonzalo de Tapia y Martín Pérez que llegaron en 1591 a

provincia de San Felipe y Santiago, antigua provincia de Sinaloa. “Hará 30 años

que se descubrió esta tierra, y por malos tratamientos se alzaron y mataron a

algunos soldados y dos religiosos de San Francisco, y con esto se desamparó la

tierra, hasta que fueron -ahora- tres años-, los dos padres nuestros a aprender

dos de sus lenguas, las más generales y convirtieron en ellas la oración y

catecismo”.233

232 Carta Anua de 1597, en op.cit, p.90 233 Carta Anua de 1593, en op.cit, p. 12

118

Debemos tomar en cuenta que habían transcurrido treinta años desde que los

españoles habían llegado al territorio, durante este tiempo ya muchos indios

habían muerto en los combates, seguramente a estos enfrentamientos enviaron a

los hombres más jóvenes, por lo que al momento de la llegada de los jesuitas, los

indios sobrevivientes eran de una edad madura o bien había algunos a los que no

les había tocado la etapa anterior a la conquista. Por otra parte como medida de

supervivencia en cualquier estructura bien establecida de dominación, es posible

imaginar que los grupos subordinados serán instruidos por sus mismos padres en

los ritos de homenaje que les evitarán problemas. Una cruel paradoja de la

esclavitud, por ejemplo, es que a las madres esclavas, cuyo principal deseo es

proteger a sus hijos y mantenerlos a su lado, les conviene instruirlos en las rutinas

del conformismo. Por amor, las madres educan a sus hijos para complacer, o al

menos no hacer enojar, a sus amos y amas.234 “Dieron mucho que entender a los

españoles en su conquista e hiciéronse grandes castigos en ellos de los que aun

viven algunos testigos y así han quedado bien asentados y pacíficos”.235

Dicha intimidación surge de la experiencia de la subordinación y la derrota, en la

cual los que carecen de poder deciden no enfrentarse a los dominadores porque

prevén las sanciones que éstos podrían imponerles. Tal como lo menciona Scott

para la mayoría de los oprimidos de la historia, ya sean intocables, esclavos,

siervos, prisioneros o minorías despreciadas, el truco para sobrevivir, que de

ninguna manera se puede decir que haya sido siempre infalible, ha consistido en

tragarse la propia bilis, reprimir la rabia y conquistar el impulso a la violencia

física.236

234 J.Scott, op.cit, p, 49 235 Carta Annua de 1597, op.cit. p.90 236 J.Scott, op.cit.p.64

119

Por otra parte, la implementación de las reducciones, también impedía que se

llevaran a cabo con gran frecuencia rebeliones, pues muchas veces dividían a los

indios y los mezclaban con otros que diferían en lengua y cultura en general, y

cualquier intento de llevar a cabo una resistencia abierta, podría traerles grandes

consecuencias, pues el estado de vigilancia era mayor con este sistema misional,

a tal grado que los indios cancelaban cualquier posibilidad de enfrentarse

directamente.

Para los indios habían dos clases de españoles, por una parte aquellos que los

maltrataban y esclavizaban, por otra los jesuitas quienes tenían ciertos rasgos

paternalistas, tales como protección, alimentación, alojamiento e instrucción

religiosa, además de oponerse a las encomiendas, y competir contra los colonos

para establecer comunidades misioneras en las cuales además de impartir la fe

cristiana, había un gran interés por la práctica de cultivos mejorados, que los que

anteriormente practicaban los indios. Probablemente los esclavos aprovechaban

este reducido espacio retórico para solicitar mejor comida, tratamiento humano,

libertad para desplazarse a las ceremonias religiosas, lotes para sembrar,

etcétera. De esa manera, los indios podían lograr que algunos de sus intereses se

incorporaran a la ideología dominante sin dar la apariencia de ser subversivos.237

La mayoría de los testimonios sobre las misiones que se llevaron a cabo en el

valle de Culiacán, muestran en su contenido, la gran obediencia y sumisión por

parte de los indios Tahue, “ Fueron muchos los frutos recogidos de este valle”. En

1597 se llevó a cabo la residencia de la misión jesuita del Valle de Culiacán, de

esta se dice que “Llamanse estos indios Tahues. Es la gente más devota y

aficionada a nuestra religión y a sus cosas que hay en estas partes, según afirman

237 Ibid, pp. 42-43.

120

padres que han andado mucho tiempo de ellas”.238 Los misioneros hicieron todo lo

que pudieron para conocer la cultura y lengua de los distintos pueblos indígenas

para poder reorganizar la vida social y política de los indios, además de instruirlos

en nuevas costumbres, religión e ideología. Antonio Ruiz y Juan Martínez

encontraron algunos indígenas que ya habían sido bautizados por los

franciscanos, con la ayuda de estos comenzaron a hablar con los que aún no eran

evangelizados. A pesar de esto había pueblos que estaban muy necesitados de

doctrina y sacramento, y la disposición de los indios era tal que iban tras los

padres para que los confesaran.239 Sin embargo no debemos dejarnos engañar, lo

que desde arriba se puede ver como la imposición de una actuación, desde abajo

se puede ver como una hábil manipulación de la sumisión y de la adulación para

conseguir fines propios.240

Era tan grande el fervor de los indios Tahue, que para 1596 en el valle de Culiacán

se cuentan treinta y cinco pueblos de indios cristianos sumamente necesitados de

doctrina y sacramentos y tan hambrientos de ellos que los pueblos enteros se iban

tras los padres para que “les repartiesen el pan de vida".241 La conducta política de

cualquier subordinad, en este caso los Tahue, debían recurrir también al disfraz, al

engaño y a todo tipo de comportamiento evasivo, manteniendo al mismo tiempo,

en las situaciones de poder, una actitud externa de activa e incluso entusiasta

aceptación. “Fueron tan abundantes los frutos que de este valle cogieron, que no

quedó en todo el hombre, ni mujer, ni persona que tuviese uso de razón, que no

quedase bien instruida en la fe y recibido el sacramento santo de la confesión”.242

238 Carta Anua de 1597, op.cit, p.90 239 Carta Anua de 1596, op.cit, p.72 240 J. Scott. op.cit.p.60 241 Carta Anua de 1596, op.cit. p.79 242 A. Pérez de Rivas, op.cit, p.181

121

La confesión no sólo era una manera de salvar del pecado a los indios, como

naturalmente tendría que ser, sino que también era una herramienta sumamente

útil para conocer sobre la espiritualidad de los indios, la forma en la que llevaban a

cabo su organización social, sus costumbres, además de su manera de vivir, así

que se puede decir que la confesión era un mecanismo social por el cual se

enteraban de la realidad de los habitantes de esta provincia. De esta forma se

pudieron llevar a cabo las prácticas de sincretismo religioso. El poderoso y

reprimido deseo de que se alivien las cargas de la subordinación parece influir no

sólo en la autonomía de la vida religiosa de los oprimidos, sino también, y muy

decisivamente, en su interpretación de los acontecimientos.243

Para el año de 1594, ya existen testimonios de la celebración de la semanta santa

y pascua, en la cual participaron los Tahue, primeramente para el jueves santo se

preparó un Cristo gigante, “acabada la pasión les dio ganas de azotarse a algunos

maestros de ellos y también hicieron su procesión aunque pequeña si hubiera

recaudo fueran muchos más”. Este párrafo contiene información muy valiosa pues

de alguna forma se ve la adhesión de una práctica cristiana en algunos indios.

Posteriormente se menciona que en otros pueblos de la provincia, los indios les

rogaron a los padres que se hiciera la fiesta de los difuntos, “Después de la

oración venían a la iglesia y tendidas sus mantas negras y encendidas sus velas

en las sepulturas se sentaban y en voz alta rezaban todos juntos hasta que me

parecía despacharles. Y al día siguiente una hora o dos antes que ameneciese

hacía lo misma hasta que era hora de decir la misa.244

Por otra parte la ofrenda que ofrecían consistía en tamales, algodón, miel, frijoles

cocidos, que era repartida entre los pobladores y visitantes. Los ritos oficiales,

243 J.Scott, op.cit. p. 178 244 Carta anua de 1594, op.cit, pp.43-45

122

como los desfiles o las procesiones, las reuniones para recibir instrucciones o para

presenciar un castigo, las fiestas autorizadas, y las reuniones más comunes para

trabajar, son precisamente el tipo de acción pública colectiva prevista por el

discurso oficial. 245 En este caso el uso del sincretismo fue una estrategia por parte

de los padres para poder inculcarles a los indios el cristianismo.

Cuando los padres visitaron algunos pueblos del valle de Culiacán, donde vivían

los Tahue, estos los recibían con una cruz levantada y cantando oraciones en

náhuatl, iban con este a acompañar gente a la iglesia.246 Aquí entra el término

deferencia como "la forma de interacción que se presenta en situaciones en que

se ejerce una autoridad tradicional". El hecho de que los indios recibieran a los

padres con el símbolo de la cristiandad, es un acto de deferencia, se usan para

dar la impresión de conformidad con las normas de los superiores.247 Entre los

Tahue se estableció también la devoción a nuestra señora del Rosario, los indios e

indias de repartimiento que iban a servir a los españoles, llevaban consigo

rosarios en las mano, mientras cargaban los indios los bastimentos y las indias los

cántaros al hombro, “iban y venían rezando con harto ejemplo y confusión de sus

amos”.248 No debemos olvidar que el objetivo de los esclavos y de otros grupos

subordinados, cuando realizan su resistencia ideológica y material, es

precisamente evitar que los descubran.249

Por otra parte fue precisamente el periodo de las misiones jesuíticas el que

coincidió con el surgimiento del cocoliztli y la llegada de otras epidemias tales

245 J.Scott, op.cit. p.89 246 Carta Anua de 1597, op.cit, p. 91 247 J.Scott, op.cit. p. 49 248 Carta anua de 1597, op.cit, p.93 249 J.Scott, op.cit, p.114

123

como el sarampión y la viruela, entre otras, que contagiaron los españoles a los

indios. Es precisamente un marco social fértil para que se produzcan rumores, que

de pueblo en pueblo sufran alteraciones que los hacen conformarse más y más a

las esperanzas, los temores y la visión del mundo de aquellos que lo escuchan y

lo retransmiten.250

En apartados anteriores vimos cómo se buscó una explicación a las desgracias

que estaba ocurriendo, no sólo entre los indios sino también entre los sacerdotes,

se les relacionaba con fenómenos meteorológicos. Ante dichas catástrofes fue

muy importante la labor que llevaron a cabo los padres, tratando de curar a los

enfermos, y brindándoles algo de paz, siendo la religión cristiana un tipo de alivio.

En esta experiencia prototípica, la persona joven desea complacer al padre,

incluso cuando también lo puede odiar. Hay un intercambio de dependencia,

servicios, y confiada adoración infantil, a cambio de los cuidados, la protección y

otro tipo de afecto.251

El control de las enfermedades es el ejemplo más claro de que no hay nada que

los seres humanos puedan hacer respecto a las formas de sufrimiento

históricamente necesarias, excepto soportar el dolor o recurrir a formas de

anestesia cultural tales como la magia y la religión.252

Las procesiones que llevaban a cabo los Tahue eran de pueblo en pueblo,

además de tener cada noche “disciplina de sangre”, y de llevar a cabo el ayuno

antes de comulgar, los indios mayores pedían que se les concediera el permiso

250 Ibid pp. 175-176 251 B. Moore, op.cit, p. 436 252 Ibid, p.435

124

para ingerir algo. “Y es su devoción de suerte que parecía semana santa todo el

tiempo que allí asistí excusándose las borracheras que en él suelen ser muy

frecuentes”.253 Este tipo de fiestas de cierta manera mitigaban la explosividad del

resentimiento, y el deseo de replicar, física, o verbalmente al dominador, este

deseo se puede satisfacer en ritos de inversión o en fiestas.254

Por otra parte, las muertes ocurridas por la esclavización, y los trabajos forzados,

y las epidemias, que fueron causantes de la mayor mortandad y con ellas la

desaparición de la cultura de los Tahue, pudo propiciar el hecho de que ante el

ambiente duro y degradante estos aprendieran a resistir a la autoridad opresiva y

a luchar en contra de los agravios físicos y morales, controlando sus impulsos de

actuar violentamente en contra de los esclavistas, encomenderos y opresores,

para tratar de conservar la existencia de su raza así como de su cultura aunque

esta se lleve sólo a cabo en discurso oculto, el lugar privilegiado para la

manifestación de un lenguaje no hegemónico, disidente, subversivo y de

oposición.255

En este último capítulo se pudo apreciar que en la coexistencia de la cultura

Tahue y la Española, se pudieron llevar a cabo dos fenómenos que podrían

parecer completamente opuestos, por un lado una conducta de resistencia que no

siempre es armada, sino que en algunas ocasiones se presenta en formas muy

discretas, para despistar a la cultura dominante, y a la cual los Tahue recurrieron

para poder así conservar parte de su cultura. Por otro lado está la obediencia,

fenómeno que puede ser entendible tomando en cuenta el panorama hostil, por

una parte de las epidemias que ponían en peligro la vida de los Tahue, y por otra

253 Carta Anua de 1599, op.cit, p.115 254 J.Scott, op.cit. p.220 255 Ibid, p. 50

125

los malos tratos de los españoles. La única forma para sobrevivir era el tragarse la

bilis y aguantar. Creo que esto se pudo lograr recurriendo a la religión cristiana,

pues podría proporcionarles un equivalente a su propia religión, en la cual se

sentían protegidos.

CONCLUSIONES

Cuando se habla de encuentros culturales, específicamente a los que tienen como

momento de gestación la conquista, se piensa que la recepción cultural sólo se da

en un sentido, que los dominadores o en este caso conquistadores son los que

imponen sus patrones culturales a los indios quienes adhieren o adoptan los

elementos culturales sin oponerse. Sin embargo, con esta investigación se

analizó un panorama un poco más amplio para no sólo concentrarnos en la

aculturación sino en la Transculturación. Si bien en cierto que si atendemos lo que

se dice sobre los Tahue en algunos testimonios, tales como que eran de gran

razón y ser, que tenían en gran consideración a los caciques, o que son mansos,

buenos y serviciales, daría la impresión de que definitivamente el intercambio

cultural sólo se dio en un sentido. Por ello se tuvo que analizar a fondo los

testimonios.

Tan sólo el interés que tenían los conquistadores en la exploración del territorio

noroeste del país, estaba basado en mitos que alimentaban sus ambiciones,

mismos que trataron de traslapar a esta región, por el desconocimiento tan

grande que tenían de ésta. Quisieron encontrar así alguna relación del mito de las

siete ciudades. Dicha leyenda parece haber surgido en el siglo VIII ante la pérdida

126

del reino del último rey visigodo Don Rodrigo, a manos de los árabes, durante

dicho acontecimiento se dice que siete obispos y sus feligreses huyeron de los

moros, adentrándose en el mar atlántico, fundando siete ciudades. Este mito

todavía formaba parte de la mentalidad española en la conquista, y fue durante

esta misma, que retomó su gran fuerza, después de la llegada de Álvar Nuñez

Cabeza de Vaca y sus acompañantes, quienes se encargaron de propagar que en

los últimos territorios que visitaron, se encontraron muchas riquezas. Expediciones

como la Fray Marcos de Niza y posteriormente la de Vázquez de Coronado,

tenían como objetivo o localizar estas ciudades o bien desmentir dichas creencias.

Así mismo aunque dicho mito era azteca, los españoles, lo creyeron como

verdadero. Mito que fue un acicate para explorar las tierras donde se asentaban

los Tahue.

El desconocimiento que tenían los conquistadores de la Provincia de Culiacán,

fue la causante de los fracasos que en un principio tuvieron éstos al querer fundar

pueblos donde no era posible, desconocían el periodo de temporales fuertes, y a

qué nivel llegaba el agua de los ríos una vez que la lluvia los acrecentaba. Una de

las causas fue precisamente este desconocimiento que los llevó a cambiar el lugar

de la villa de San Miguel, por esto, les fue necesario adoptar los patrones de

asentamiento que los indígenas tenían, con una distribución de los pueblos

cercana a los ríos, pero a una altura lo suficientemente bien planeada, para evitar

inundaciones. Posteriormente la manera de construir casas, pasaría a ser más

parecida a la vivienda española, las calles se planearon más anchas y rectas, y la

disposición de la plaza con una iglesia parroquial, no podía hacer falta.

Sin embargo aunque el territorio en el que convivieron dichas culturas,

correspondía a los Tahue, éstos se vieron perjudicados por la imposición de

divisiones geográficas que hacían los españoles, delimitando el territorio de

acuerdo a lo que se iba descubriendo. De esta manera Culiacán pasó a formar

127

parte de la Nueva Galicia, la frontera entre este gobierno y el de la Nueva Vizcaya

estaba delimitada por el río Mocorito en el Norte y el río Elota al sur.

Posteriormente con la llegada de los jesuitas, ocurrió otro importante cambio en la

organización de la población de los Tahue, lo que se conocería como sistema de

encomiendas, por medio de la cual, se busca evitar que los indios estuvieran

dispersos y huidos, tratando de concentrar la mayor cantidad de naturales

posibles para llevar a cabo, de manera óptima la labor de evangelización. La

consecuencia más grande que tuvo dicho sistema, perjudicaba directamente a la

desculturación de la etnia Tahue, pues los clérigos no se preocupaban por

respetar las diferencias culturales que había entre estos y otras etnias vecinas,

baste recordar que en repetidas ocasiones los indios huían a otros territorios,

ajenos a los suyos, con tal de escapar de los esclavistas y encomenderos. Sin

embargo los Tahue, seguían nombrando Batacudea a Culiacán, aún y cuando

habían pasado varios años desde que había iniciado la conquista.

Por otra parte los españoles, tuvieron que adaptarse al clima, que les parecía

ciertamente caluroso e incluso insoportable para algunos. De igual manera a la

flora y a la fauna, aunque se enviaron desde España árboles frutales y animales

para domesticar o para la carga que no existían antes en el territorio. Sin embargo

el ganado vacuno y el de ovejas no era muy prolifero debido al clima tan extremo,

además había granos como el trigo que era ciertamente difícil de cultivar en

Culiacán, debido a la humedad del clima, que corrompía las semillas, por lo que la

dieta de los españoles tuvo que ser modificada, el consumo de pescado, que era

abundante y que constituía parte de la dieta alimenticia de los Tahue, pasó a ser

también parte de la alimentación cotidiana de los españoles.

Mientras que la introducción de frutos en la Provincia de Culiacán que

anteriormente no se conocían en el territorio, fue exitosa gracias a la buena

disposición de la tierra, específicamente la del valle de Culiacán que se nutría del

128

río Tamazula. Como resultado la dieta de los Tahue se volvió más rica y variable.

Los jesuitas por su parte vieron en la agricultura una buena medida para mantener

a los indios en sus poblaciones, sin necesidad de que estos fueran en busca de

alimentos en aquellos lugares donde la disposición de la tierra no era tan grata.

Con la implementación de técnicas agrícolas europeas, se buscaba que las

cosechas fueran lo suficientemente abundante para abastecer a los indios.

En la cuestión económica, se continuaron con muchas de las actividades que los

Tahue ya llevaban a cabo antes de la llegada de los españoles, como el cultivo del

algodón, el inercambio de la sal, a la que los españoles le vieron otro uso en

beneficio de la labor minera, que consistía en la separación de la plata de los

trozos de roca, los mercados donde llevaban a cabo el intercambio de productos,

también perduraron, aunque hubo ciertas modificaciones, pues no sólo los indios

eran quienes aprovechaban este espacio para vender sus productos, también los

comerciantes españoles formarían parte del mercado, participando en el comercio

de pesquerías y granjas de sal, de lo obtenido se exportaba a la vecina Nueva

Vizcaya e incluso a la Nueva España.

Es preciso señalar que en algunos casos más que adopciones culturales de parte

de los Tahue, algunas fueron imposiciones por parte de los españoles, por una

parte se les trató de inculcar su propia concepción del cielo y el infierno, además

se les ordenó a los indios que no tuvieran adoratorios de ningún tipo, se les

prohibió así mismo emborracharse, que se casaran con más de una mujer, y a los

cacique se les pidió que vistieran de otra manera. En la mayoría de los casos los

españoles tuvieron que recurrir al sincretismo para lograr que los Tahue asimilaran

parte de su cultura.

129

Sin embargo ciertos rasgos no fueron incorporados a la cultura Tahue, vimos

anteriormente que nunca aceptaron el nombre de Culiacán para su territorio. Por

otra parte otro rasgo de la cultura Tahue, que continuó con fuerza a pesar del

cristianismo, fue la de recurrir a los chamanes, no sólo para que atendieran lo

concerniente a la salud, sino que estos también eran quienes intercedían por ellos

ante su Dios Aguar, quién era el encargado de proporcionarles el agua para sus

siembras, tenían pues una doble función entre brujos/sacerdotes. Por lo que los

padres jesuitas trataron de modificar dicha costumbre pidiéndoles que asistieran a

las procesiones vespertinas, con su cruz en la Iglesia, y le pidieran a Dios por el

agua. Probablemente la gran aceptación y respeto que los Tahue tenían para con

los padres se debía a su función tan parecida a la de los chamanes, ambos

intercedían por los indios ante Dios, además de ayudar a curar a los indios. No

olvidemos que ante la presencia de las grandes epidemias que causaron grave

mortandad en la población de los Tahue, los padres hicieron todo lo posible por

ayudar a los indios a tratar de calmar su dolor, aunque en muchas ocasiones lo

más que podían hacer era confesarlos antes de su muerte.

¿Los Tahue aceptaron todos los elementos culturales impuestos por los

españoles? Es conveniente señalar que sólo adoptaron aquellos elementos que

eran similares a los suyos. En algunos casos donde los españoles vieron que era

sumamente difícil o imposible erradicar ciertas costumbres, simplemente optaron

por modificar algunos aspectos a su conveniencia, de esta manera se

aprovecharon la figura máxima del poder de los Tahue, el señor de Culiacán o

cacique, y la obediencia que le debían los indios, para llevar a cabo sus planes, la

diferencia radicaba en que el designamiento de esta autoridad que anteriormente

era elegida de manera hereditaria, pasaría a ser parte de las decisiones que

tomarían los españoles.

130

Un elemento que llamó mucho la atención no sólo de los religiosos, sino también

la de los españoles fue la de la gran devoción que le tenían a la virgen del

Rosario, a tal grado de rezarle aún y cuando no era el lugar apropiado para su

culto, pues rezaban mientras trabajan cargando, como esclavos. No se sabe si

existió alguna Diosa en la cultura Tahue con la que pudieran asimilar a la virgen

del Rosario, por lo que concluimos que la adopción de dicho personaje bien pudo

haber sido asimilado con alguna Diosa Tahue, o quizá la falta de dicho

equivalente, fue la razón de la incorporación, para adherir un nuevo elemento a su

religión. Por otra parte, seguramente los padres les hablaron de las promesas de

los devotos de la Virgen del Rosario, en las cuales destacan la protección, defensa

contra el infierno, misericordia, la no perecidad del alma, y sobre todo y una cuya

importancia destaco dado el contexto caótico en el que se encontraban los Tahue,

es la la promesa de la no opresión de la desgracia, ni la muerte desgraciada.

Gracias a los trabajos arqueológicos sabemos otros aspectos de la vida material y

cultural de los Tahue o en sus antepasados. En los entierros que llevaban a cabo

los Tahue, antes de la llegada de los españoles, fueran individuales o colectivos,

se encontraron piezas a manera de ofrendas, que se enterraban junto con los

cuerpos, sobre todo de personajes de prestigio. Esto sufriría algunas

modificaciones con la llegada de los españoles, pues ya no les permitieron que

enterraran ofrendas junto con los muertos, aunque durante la fiesta de los difuntos

se les concedía llevarles algunos alimentos. También aprovechaban dicho festejo

para llevar a cabo borracheras, esto seguramente tenía un sentido ritual para

ellos.

Quizás la lengua náhuatl sería uno de los aspectos que los Tahue llegaron a

aceptar con el tiempo, sin embargo no fue tarea fácil, los franciscanos fracasaron

en su labor evangelizadora debido a las barreras de la comunicación. Mientras

que los Jesuitas tuvieron que esforzarse arduamente para llevar a cabo dicha

131

tarea, y para poder lograrlo éstos también tuvieron que aprender la lengua Tahue,

puesto que los intérpretes eran pocos para la cantidad de indios que había. Sin

embargo, en los documentos revisados no se menciona en ningún momento que

los Tahue, hayan dejado de hablar su lengua materna, ni tampoco que toda la

población haya aprendido a hablar el náhuatl, sólo algunos la aprendieron, y estos

sirvieron como intérpretes.

El bautismo y la confesión también tuvieron mucho éxito entre los pobladores

Tahue, esto quizá se debió al contexto de mortandad que se estaba llevando a

cabo en la región, pues en el periodo que se llevó a cabo la misión de los jesuitas

en Sinaloa. Tampoco debemos olvidar otros factores que contribuyeron a la gran

mortandad de los indios, tales como los trabajos forzados y la esclavitud. A pesar

de su prohibición la esclavitud fue una medida que se tomó para reducir o aplazar

el despoblamiento a causa de la gran mortandad de los indios, se permitía tomar

como esclavos a los “indios rebeldes”, dicha denominación era muy subjetiva,

pues dependía más de lo que las autoridades consideraban que estaba mal, así

que un indio rebelde podía ser tanto un indígena que se alzaba en batalla, como

uno que se negaba a aceptar alguna costumbre española.

Sin embargo la posición de los Tahue respecto a los gravámenes que cometían

los encomenderos y otras autoridades españolas no fue uniforme, sino que

recurrieron a diferentes medidas para resistirse, algunos se rebelaban, quemaban

sus pueblos y huían, otros preferían recurrir al suicidio antes de aceptar una

cultura totalmente distinta a la suya, hubo otros que aparentemente parecían

adoptar costumbres y acatar órdenes.

Anteriormente se mencionó qué hay otros recursos para resistirse a la imposición

de una cultura de una manera muy discreta, tal como la infrapolítica, cuya

132

recurrencia depende de la cantidad de violencia ejercida por el dominante. En el

caso de los Tahue, estos veían amenazado su pueblo no sólo por los actos

crueles cometidos por los españoles y la explotación, sino que los fallecimientos

se vieron maximizadas por las grandes epidemias que asolaron la región, y que

fueron las que mayormente contribuyeron en la muerte de los Tahue, quienes

enfermos, eran forzados a trabajar por los españoles, donde se les azotaba, y se

les ordenaba acarrear con carga sumamente pesada, por ello el suicidio e

infanticidio ente los indios era una opción muy recurrente para acabar con el dolor.

Varios pueblos de la provincia de Culiacán quedaron asolados por la gran

mortandad, tal era la rapidez y cantidad de indios que morían, que los cuerpos de

los indios muertos tenían que ser amontonados. Al momento de la llegada de

Nuño de Guzmán a la provincia de Culiacán, contaba con cinco mil vecinos,

mientras que entre la población que habitaba entre los ríos y las costas contaba

con más de doscientos mil indios. Para 1650 ya no había ni quinientos indios,

según los testimonios que se tienen sobre la gran despoblación.

En fin, el proceso de Transculturación en la provincia de Culiacán, entre los Tahue

y Españoles, terminó con la desculturación de los Tahue, pues su cultura se fue

perdiendo poco a poco a medida que la población se diezmó, y si bien hubo una

repoblación en su territorio, fue de una cultura distinta, pues en el proceso se

involucraron también los grupos nahuas, quiénes aportaron otros elementos

culturales, que se reflejan en la toponimia actual. Sin embargo la cultura

española, también sufrió modificaciones durante este proceso, para convertirse en

una cultura criolla.

133

ANEXOS

134

Ilustración 2. Sello cilíndrico de arcilla, estos e jemplares aparecen desde el periodo temprano I, has ta el tardío.

Fuente: Isabel Kelly, Excavaciones en Culiacán , Sinaloa, p. 132

135

Ilustración 3. Cerámica Culiacán Policromo Medio.

Fuente: Isabel Kelly, las excavaciones en Culiacán Sinaloa. p.208.

136

Ilustración 4 Figurilla humana, “Cabeza de Pancake” , periodo no definido

Fuente: Isabel Kelly, Excavaciones en Culiacán Sinaloa , p.137

Ilustración 5. Malacates, correspondientes del peri odo medio al tardío

Fuente: Isabel Kelly, Excavaciones en Culiacán Sinaloa , p.143

137

Ilustración 6 Silbato efigie humana, correspondient e al periodo temprano I al tardío.

Fuente: Isabel Kelly, Excavaciones en Culiacán Sinaloa, p.134

Ilustración 7. Figurilla con cabeza de Pancake, tem poralidad en la que aparece, desde el temprano I hasta el tardío.

Fuente: Isabel Kelly, Excavaciones en Culiacán, Sinaloa , p. 137

138

Ilustración 8 Pipa Efigie del tardío

Fuente: Isabel Kelly, Excavaciones en Culiacán, Sinaloa. p.141

139

TRIBUTOS QUE DAN A LA CORONA LOS INDIOS DE LA PROVI NCIA DE CULIACÁN,

A MEDIADOS DEL SIGLO XVI

Fuente: Anónimo del siglo XVI, publicado por Franci sco del Paso y Troncoso

Tabla 1.

Nombre

del

pueblo

Sementera Cargas Servicios

Realengo

(corregimiento)

Ayone 1 ½ de maíz

½ de frijoles

3 cargas

de algodón

y de esto

hacen

piernas de

manta256

(corregimiento)

Miltone Ayudan a

hacer la

sementera a

los de Ayone

2 jícaras257

de

algodón;

12 piernas

de manta

(corregimiento)

Coameto ½ fanega258

de maíz

1 jícara de

algodón;

10 piernas

Dan servicio

en 4 casas

de indios

256 Tributo de algodón tejido que medía 7 palmos, 9 pulgadas de ancho y 14 de largo.

257 Tecomate, vasija, que era utilizado para medir las semillas de siembra

258 Unidad común utilizada en granos y cereales, equivalía a 90.81 lts.

140

de manta

1 carga de

pescado

“ Ayabuto 1 fanega de

maíz

Traen

ostias y

algún

pescado

Llevan leña y

hierba a la villa

dan servicio

2 indios.

Cristobal de

Tapia

Atibalo 2 fanegas de

maíz y 2

almudes259, 1

½ de frijoles

1

sementera

de algodón

de ½

fanega de

semilla, 30

piernas de

manta

Cada mes van

15 indios

de servicio

a las minas

a las cuales

llevan el maíz

Alonso Mexía Axarito 2 ½ de maíz,

4 cestillos de

frijoles (1

fanega)

1

sementera

de

algodón, al

año cada

indio da 1

pierna de

manta

Sirven 4 indios,

llevando leña y

yerba a la villa

y van más

de 7 indios

para las

estancias260

Damián Dávila Apachá e ½ fanega de

maíz que

Siembran

poco

Sirven 2 indios

259 Cada almud equivale a 7. 568 lts.

260 La estancia, es una extensión de tierra que era usada generalmente para la cría de ganado mayor o menor.

141

Izpatla llevan a las

minas

algodón,

10 piernas

de manta

que llevan

yerba.

Rodrigo de

Gámez

Ayatueto y

Tabolato

3 fanegas de

maíz

3 jícaras

de

algodón, al

año cada

uno hace

una pierna

de manta

10 naborías

para servicio

y guarda

de sus ganados

Martín de

Armenta

Atonahuat

o, Obaro,

Huimeto

(Estancias

)

8 almudes de

maíz al año,

en verano

cada principal

½ fanega de

maíz, 2 jícaras

de frijoles, en

la villa 2

chicobites261

de maíz

10 naborías para

la guarda de los

ganados

Luis de Figueredo Abucho, ceutla,

ocohila (estancias)

1 sementera de

maíz

Algún pescado Naborías para su

ganado

Joan Pérez Atemilo, Humaya,

Coatenex

1 sementera de

maíz

Da cada uno, una

pierna de manta

Dan algunos indios de

servicio

Pedro Oportu Amaculi,

Hugucuyapa,

4 almudes de

maíz

261 Canasto sin agarraderas.

142

Uncupeyapa

Germán Cordero Apoma

Apamimbo

No dan nada

Realengo Culiacán

7½ fanegas de

maíz, 1 ½ de

frijoles

1 ½ de algodón, 100

piernas de manta

Dan 4 indios de servicio

en casa.

“ Cogota

Ayudan a

desyerbar una

sementera

Ayudan a desyerbar

una sementera

Juan Carlos de

Cadaponte

Colombo (se

encuentra dividida

en dos barrios)

2 fanegas de

maíz, 1 jícara

de frijoles

3 almudes de

algodón, cada indio

hace una pierna de

manta

Dan indios para el

servicio en las minas y

la ciudad

Segundo Barrio

½ fanega de

maíz, ½ fanega

de frijoles

6 almudes de

algodón, de lo que

cogen lo hilan

Dan 2 indios de servicio

Jerónimo de

Estrada

Castilaha

1 fanega de

maíz

Lázaro Cebreros y

Joan Garzón

Dadineto

2 ½ fanegas de

maíz, 2 cestos

de frijoles. En

verano

siembran otra

2 cestos de algodón,

35 piernas de manta

Dan 11 indios a la

guarda de ganado, 6

para la protección de la

villa,

143

sementera de 1

½ fanega de

maíz

“ Camichen y Quinola Dan cierto pescado

Pedro de Tolosa Dualameto

Mutaneto

(estancias)

1 fanega de

maíz en

invierno, otro

tanto en

verano, 2

jícaras de

frijoles

2 jícaras de algodón,

cada año da cada

indio, 1 pierna de

manta.

Dan 7 indios para la

guarda de casa y

guarda de ganados

“ Acalo 1 sementera de

maíz

½ fanega de

algodón, hacen 20

mantas

“ Fahuma Hacen la

sementera

junto a Acalo

Dan 4 piernas de

manta

Diego López Ebubito 2 sementeras,

2 fanegas de

maíz, y en la

otra 2 ½ de

maíz, 9

almudes de

frijoles y en

verano 4

1 fanega de algodón,

hacen 49 piernas de

manta

Todo lo que hacen en

la sementera de verano

lo llevan a las minas y

dan ocho indios para la

guarda de ganado

144

fanegas y un

chicobite de

frijol

“ Navolato,

Cubataneto,

Catibameto, los

otomíes y toperito

(son estancias de

Ebubito)

Hacen ciertas

sementeras de

maíz de verano

e invierno, así

como también

de frijol

Dan cuatro piernas

de mantas, los de

otomíes dan un poco

de pescado.

Joan Hidalgo Guanco Un poco de

pescado

Joan Garzón Hutameto (tiene de

estancias a Operito,

Dareocuto, Bayto,

ochigualato, Oolmo,

Manalhotaopo,

Tomo)

Siembran

ciertas

sementeras de

maíz y frijoles

al año

Dan ciertas piernas

de manta

Sirven algunos indios

en las minas

Joan Quintanilla Mayumeto (tiene

como estancias a

Babumeto,

Quitameto,

Marimeto,

Mocorimeto

Siembran maíz

y frijol

Hacen sementeras

de algodón y dan

ciertas mantas de

tributo

Dan servicio de casa

Francisco de Baeza Mayaguato

Siembran maíz

y frijol

Dan ciertas piernas

de manta

Ofrecen servicio

personal

145

Gabriel López Mudaña

Dan ciertas

sementeras de

maíz y frijol

Contribuyen con la

siembra de algodón,

dan ciertas piernas

de manta

Dan algunos indios de

servicio, lo que recogen

de la siembra lo llevan

a las minas

Álvaro de Arroyo Neciguata

(tiene las estancias

de Humaya, Quila,

Soholino, Cochina)

Hacen ciertas

sementeras de

algodón, 47 piernas

de manta

Dan servicio para la

guarda de casa y de

ganados y en las minas

Don Pedro de Tovar Nacoratimeto,

Tabolato, Comoloto,

(cuentan con las

estancias de

Bayparito, coyone,

Napale, Baase,

Tebezosa,

Hurudupa, y Tejo

Hacen ciertas

sementeras de

maíz y frijol

De la siembra de

algodón, dan 7

piernas de manta

Ofrecen su servicio en

las minas, y dan indios

para la guarda de los

ganados

Rodrigo de Soto Ochiguala (tiene

como estancias a

Atamiran y

Guachimeto)

1 ½ de maíz Siembran algodón,

cada indio da una

pierna de manta al

año.

Dan ciertos indios para

el servicio

Cristobal de Tapia Paxifa

1 fanega de

maíz, ½ de

frijoles

1 sementera de

algodón, cada indio

hace 1 pierna de

manta

Dan 2 indios de servicio

en la villa y 15 en las

minas y estancias

146

“ Gone

8 jícaras de

maíz, 2 de

frijoles,

Siembran algodón,

hacen 35piernas de

manta al año de las

cuales dan 10

Dan 4 indios de

servicio, y 6 indios y 3

indias para las minas y

estancias

“ Gualhone

2 fanegas de

maíz, 1 ½ de

frijoles

Cada india hace una

pierna de manta de

algodón

Dan 10 indios para las

minas y estancias

“ Celtohon, Amaya,

Camanaca y

Azoguey

(estancias)

Siembran maíz

y frijol

Hacen 58 piernas de

manta

proporcionan cierto

personal para el

servicio en estancias y

minas

Per Álvarez Pedimeto

2 fanegas de

maíz

Cada indio da una

pierna de manta

Dan 5 naborias para el

servicio de la casa del

encomendero

Francisco

Maldonado

Quinola 1chicobite de

frijoles, c/da

mes 2 fanegas

de maíz

4 almudes de

algodón, cada indio

hace una pierna de

manta

Ofrecen servicio en

minas y estancias

Abuya, Basique,

Binapa (estancias

sujetas a Quinola)

1 ½ de maíz Lo que recogen de la

siembra lo llevan a las

minas y estancias

147

Realengo Tecoberito

1 ½ de maíz, ½

de frijoles

2 jícaras de algodón,

Cada indio da 1

pierna de manta por

año

Otorgan 2 indios de

servicio

Realengo Tacorimeto 2 ½ fanegas

maíz, 1 ½

fanega de

frijoles, también

dan miel

Cada indio da 1

pierna de manta

cada año

Joan de la Bastida Tacolimbo 4 ½ fanegas de

maíz, 2

fanegas de

frijoles

3 chicobites de

algodón,

Cada años dan 37

piernas de manta

Ofrecen 2 indios de

servicio para servicio

de casa y de las

estancias. Tienen en

encomienda una

estancia de otomíes

que hacen una

sementera de maíz, y

los días de vigilia dan

algún pescado, traen

yerba y leña, y guardan

un poco de ganado

Ovejuno.

Cristóbal de Tapia Tecuchamana 3 fanegas de

maíz, ½ de

frijoles

½ fanega de

algodón, de lo que

cogen hacen mantas

Dan servicio en las

casas, minas y

estancias

“ Bamupa y Siembran maíz Lo que cogen de la

148

Quetenepa siembra lo llevan a las

mina

Pedro de Medina Tabala (tiene como

estancias a

Basique, Coto,

Colomeo, Yonca)

5 fanegas de

maíz

½ fanega de

algodón, cada indio

hace 2 piernas de

manta

Cada mes van 8 indios

a las minas y dan 12

indios de servicio en

estas, además de

hacerlo en casa del

encomendero

Joan de la Bastida Xilobito 6 fanegas de

maíz, 1 ½ de

frijoles

4 chicobites de

algodón

Su aportación en el

servicio ordinario es de

8 indios en casa de su

amo, mientras que en

las estancias dan 26.

Fuente: Anónimo del siglo XVI, publicado por Francisco del Paso y Troncoso

149

RELACIÓN DE TRIBUTOS QUE RECIBE LA CORONA DE LA PRO VINCIA DE

CULIACÁN 1582

Tabla 2.

CORREGIDOR CORREGIMIENTO SALARIO

DE

TIPUZQUE

PRODUCTOS VENTA

Hernando

Arias

Nabolato y El

Hostial

150 pesos 26 mantas de

algodón

26 Pesos

3 cantaros de

miel

3 redes de

nequen,

3 pesos

35 arrovas de

hostia y 5

libras

26 pesos y 3

tomines

Siembra de

verano

30 pesos,

3 tomines

4 granos 42 fanegas

de maíz

Juan Pérez Huilaverito 150 pesos 22 mantas de

algodón

22 pesos

22 fanegas

de maíz

11 pesos

3 ollas de

miel y 3 de

nequén

3 pesos

150

Jusepe Perez Ayone y Milltotoni 100 pesos 7 mantas de

algodón

7 pesos

1 olla de miel

y 1red

1 peso

Hernán

González

Tecurimeto 100 pesos 21 mantas de

algodón

21 pesos

20 fanegas

de maíz

10 pesos

1 olla de miel

y 1 red

1 peso

Antonio. B.

Maldonado

Bogota o Cogota 150 pesos 23 mantas 23 pesos

72 fanegas

de maíz

36 pesos

1 olla de miel

y 1 red

1 peso

Rodrigo

Gámez

Cozola 200 pesos 32 mantas 32 pesos

44 fanegas

de maíz

22 pesos

3 ollas de

miel y 3 redes

4 pesos

Domingo de

Zebreros

Vizcyno y

Mescaltitlan

100 pesos 78 mantas 78 pesos

20 fanegas

de maíz

10 pesos

151

10 ollas de

miel y 10

redes

4 pesos

Corregidor Corregimiento Salario Productos Venta

Manuel

Guzmán

Navito 100 pesos 105 arrobas

de Hostia

79 pesos

6 tomines

9 granos

Gaspar

Osorio

(teniente

tesorero de

Daoto)

Yebabito y el

Pescadero de

Daoto

150 pesos 33 mantas 33 Pesos

4 ollas de

miel y 4

redes

5 pesos, 2

tomines

20 fanegas

de maíz

15 pesos

15 arrovas

de pescado

37 pesos 4

tomines

Hernán

González

(padre)

Vayla, Acapán y

Acatlán

100 pesos 84 mantas

de algodón

84 pesos

74 fanegas

de maíz

32 pesos, 5

tomines, 3

granos

9 ollas de

miel y 9

redes

7 pesos y 7

tomines

Andrés de

Arroyo

Alcalco y

santiztevan

100 pesos 20 mantas

de algodón

20 pesos

152

12 fanegas

de maíz

9 pesos

2 ollas de

miel y 2

redes de

nequen

3 pesos, 5 tomines

Juan López Achiotla 100 pesos 37 mantas

de algodón

37 Pesos

4 ollas de

miel y 4

redes

4 pesos

3 fanegas

de maíz

3 pesos

Francisco

Duarte

Chilovito 159 pesos 32 mantas

de algodón

32 pesos

12 fanegas

de maíz

6 pesos

6 ollas de

miel y 6

redes

5 pesos, 2

tomines

Pedro Ochoa

de Galarraza

Tecolinbo y

Nalazotlao

150 pesos 43 fanegas

de maíz

43 pesos

153

6 ollas de

miel y 6

redes

43 fanegas

de maíz

38 pesos, 5

tomines

Diego López Acatitlán 150 pesos Tributo 12 pesos

Jusepe

Mexián

Tebuberito 100 Pesos 4 mantas

de algodón

4 pesos

4 ollas de

miel y 1 red

1 peso

Fuente: Antonio Nakayama, Documentos inéditos e interesantes para la historia de

Culiacán, Universidad Autónoma de Sinaloa, Culiacán, 1981, pp.33-40

RELACIÓN DE HABITANTES DE LA VILLA Y PROVINCIA DE CULIACÁN, 1582

Cuadro 3.

NOMBRE ENCOMIENDA REPARTIMIENTO TOTAL CORREGIMIENTO Salario Venta de

tributos

Domingo

de

Febreros

Tedaríacato

Comanito

30

tributarios

Vizcayno

Mezcatitlán

100

pesos

de oro

78

mantas,

20

fanegas

154

de maíz,

miel,

henequén

Juan P.

Febreros

Hulaucrito 150 22

mantas,

22

fanegas

de maíz,

miel,

henequén

Miguel de

Zebreros

Oguari y Nifa 100

pesos

24

mantas,

25

fanegas

de maíz,

miel

henequén

Pedro de

Tapia

Joan de

la Bastida

Cozyala,

Tacolimbo,

Cholobito

Joan de

Quintanill

a

X 300 pesos

Luís

Mexía

Ayerito y

Nopaga

20

tributarios

Ximón de

Arroyo

Quilá y las

Flechas

30

tributarios

100 pesos

Andrés

de Arroyo

Acalco 100

pesos

Julián Galga y Elata 100 pesos

155

Arias

Catalina

Bravo

Moholo, Abuya

y Binapa

200 pesos

Miguel de

Oliva

Miguel

Sánchez

Alonso

Sotil

Antonio

de Z.

X

Antonio

Díaz

Diego

López

Acatitlán y

Tatautan

150

pesos

Esteban

Martín

Oso y

Colombo

20

tributarios

50 pesos

Cristóbal

Rodrígue

z

Culiacán 200

pesos

51 pesos

4 tamines

de mina

Rodrigo

de

Gámez

(padre)

Toboloto 15

tributarios

Cozala 200

pesos

33

tributarios

70 pesos

Amador

López

(minero)

Pedro

Ochoa

Tacolimbo 150

pesos

Hernán Tecurimeto 100

156

González pesos

Hernando

Arias

Nabolato 150

pesos

50

tributarios

Manuel

Guzmán

Navito 100

pesos

105

arrobas

de hostia

Juan

Martín

X Apoma 100

tributarios

200

pesos

Francisco

Duarte

Chilovito 150

pesos

Antonio

Maldonad

o

Cogota 150

pesos

33

tributarios

Diego de

Gámez

(hijo)

Juan

López

Achiotla 100

pesos

Domingo

de Sillas

X Olmo y

Viameto

100

tributarios

100

pesos

Gaspar

Osorio

(teniente

tesorero)

Ybavito 150

pesos

Hernán

Glez

Pachán,

Acatlame

84

tributarios

Bayla 100

pesos

Más de

200 pesos

Hernando

de tovar

X 500 pesos

de

tipuzque

Joana

Ruíz

X

157

Alonso

Rodrígue

z

Mocholo,

Abuya y

Binapa

200 pesos

Cristóbal

de Torres

Tabala y

Caloma

200 pesos

Fuente: Rodrigo de Ojeda, Relación de Culiacán, pp.5-44

Elaboró: Alfonso Mercado Gómez

158

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