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UNIVERSIDAD DE CHILEFACULTAD DE CIENCIAS AGRONÓMICAS
ESCUELA DE AGRONOMÍA
MEMORIA DE TÍTULO
EFECTO DE LA ASPERSIÓN DE BORO, INCISIÓN DE CORTEZA Y LA
APLICACIÓN DE ALGUNOS REGULADORES DE CRECIMIENTO, SOBRE LA
RETENCIÓN Y CALIDAD DE FRUTA EN MADARINO VARIEDAD FORTUNA.
VICTOR MANUEL ESGUEP GIMENO
SANTIAGO - CHILE
2005
UNIVERSIDAD DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS AGRONÓMICAS
ESCUELA DE AGRONOMÍA
EFECTO DE LA ASPERSIÓN DE BORO, INCISIÓN DE CORTEZA Y LA
APLICACIÓN DE ALGUNOS REGULADORES DE CRECIMIENTO, SOBRE LA
RETENCIÓN Y CALIDAD DE FRUTA EN MANDARINO VARIEDAD FORTUNA.
Memoria para optar al Título Profesional de Ingeniero AgrónomoMención: Fruticultura.
VICTOR MANUEL ESGUEP GIMENO
PROFESOR GUÍA Calificaciones
Sr. Thomas Fichet L. 7,0Ingeniero Agrónomo, Dr.
PROFESORES CONSEJEROS
Sr. Bruno Razeto M. 6,5Ingeniero Agrónomo, M.S.
Sr. Luis Luchsinger L. 6,5Ingeniero Agrónomo, Ph. D.
Santiago, Chile. 2005
ÍNDICE
RESUMEN………………………………………………………………………........... 1SUMMARY…………………………………………………………………………...... 2INTRODUCCIÓN………………………………………………………………........... 3MATERIALES Y MÉTODO…..................................................................................... 7 Materiales………………………………………………………………...……….. 7 Productos aplicados……………………………………………...………….. 7 Método...................................................................................................................... 8 Descripción de los tratamientos....................................................................... 8 Evaluaciones de postcuaja............................................................................... 9 Evaluaciones de postcosecha........................................................................... 9 Diseño experimental y análisis estadístico...................................................... 11RESULTADOS Y DISCUSIÓN..................................................................................... 12 Curva de crecimiento del fruto................................................................................. 12 Caída de frutos.......................................................................................................... 13 Distribución de la caída de frutos.................................................................... 14 Retención final de frutos.................................................................................. 16 Eficiencia productiva................................................................................................ 20 Calidad de fruta......................................................................................................... 27 Tamaño y color de fruta................................................................................... 27 Presencia de semillas....................................................................................... 28 Cantidad y composición del jugo.................................................................... 30CONCLUSIONES………......………...……………………………………………….. 31BIBLIOGRAFÍA………..................………………………………………………....... 32
RESUMEN
A pesar de la intensa floración exhibida por el mandarino var. Fortuna, la alta
competencia entre flores y frutos cuajados, origina una fuerte caída de estos órganos
reproductivos, que finalmente provoca una baja producción. Por ello se realizaron
diferentes tratamientos con el objeto de lograr aumentar la retención de frutos en esta
variedad. Se seleccionaron 5 árboles por tratamiento, escogidos al azar. Los tratamientos
fueron: testigo, ácido bórico (10 g·Lˉ¹), ácido naftalenacético (20 mg·Lˉ¹), ácido giberélico
(20 mg·Lˉ¹), ácido giberélico (20 mg·Lˉ¹) más citoquininas (1 cm³·Lˉ¹), ácido giberélico (20
mg·Lˉ¹) más incisión de corteza, e incisión de corteza. Todos los tratamientos se realizaron
en postcuaja, salvo el ácido bórico el cual fue aplicado en prefloración. Las aplicaciones de
ácido bórico, ácido naftalenacético y ácido giberélico no presentaron diferencias
significativas en cuanto a eficiencia productiva en relación al testigo. Todos estos
tratamientos tuvieron, en promedio, menos de 2 frutos·cmˉ² de ASTT a la cosecha. Los
tratamientos con ácido giberélico más citoquininas, ácido giberélico más incisión de corteza
e incisión de corteza, presentaron diferencias significativas en eficiencia productiva con el
testigo, reteniendo 3,7; 11,1 y 15,4 frutos·cmˉ² de ASTT, respectivamente. Los árboles en
los cuales se aplicó ácido giberélico tuvieron un claro retraso en la caída de frutos en
comparación al testigo, pero esto no se vio reflejado en un aumento de fruta a la cosecha,
salvo en los tratamientos combinados con citoquininas e incisión de corteza. No hubo
diferencias en los parámetros de calidad de frutos entre los distintos tratamientos, como
son: grosor de cáscara, color, porcentaje de jugo, cantidad de sólidos solubles, acidez y
relación sólidos solubles/acidez. Tampoco existió una relación clara entre el peso del fruto
y la cantidad de semillas presente en él.
Palabras clave: Ácido giberélico, citoquininas, ácido naftalenacético, caída postcuaja.
1
SUMMARY
In spite of the intense bloom displayed by the ‘Fortune’ mandarin, the high
competition between flowers and set fruits results in a considerable drop of these
reproductive organs, which finally causes a low production. Hence, different treatments
were made to increase fruit retention in this cultivar. Five trees per treatment were selected
at random. The treatments were: control, boric acid (10 g·Lˉ¹), naphthalenacetic acid (20
mg·Lˉ¹), gibberellic acid (20 mg·Lˉ¹), gibberellic acid (20 mg·Lˉ¹) plus citokinins (1
cm³·Lˉ¹), gibberellic acid (20 mg·Lˉ¹) plus bark girdling and bark girdling. All treatments
were made after fruit set, except for boric acid which was applied at pre-bloom. The
applications of boric acid, naphthalenacetic acid and gibberellic acid did not present
significant differences in productive efficiency in relation to the control. On the average, all
these treatments had fewer than 2 fruits•cmˉ² of trunk transversal section area (TTSA) at
harvest. Treatments with gibberellic acid plus citokinins, gibberellic acid plus bark girdling
and bark girdling presented significant differences in productive efficiency with respect to
the control, retaining 3.7, 11.1 and 15.4 fruits•cmˉ² of TTSA, respectively. Trees treated
with gibberellic acid clearly showed delayed fruit drop in comparison to the control, but
this was not reflected in fruit increase at harvest, except in the treatments combined with
citokinins and bark girdling. No differences were found in fruit quality among the different
treatments in parameters such as rind thickness, color, juice percentage, amount of soluble
solids, acidity and soluble solids/acidity ratio. Neither was there a clear relationship
between fruit weight and seed number in each fruit.
Key words: Gibberellic acid, citokinins, naphthalenacetic acid, post-fruit set drop.
2
INTRODUCCIÓN
Desde el punto de vista de la fisiología de los cítricos, y dejando aparte, por tanto,
los factores agronómicos y climáticos, la producción viene determinada por tres
parámetros: la floración, el cuajado de las flores y el tamaño final de los frutos (Juan y
Primo-Millo, 1993).
El cuajado y la retención de frutos, más que el número de flores, son normalmente
los factores limitantes para una buena cosecha (Guardiola, 1992). Por lo tanto, estos
factores son primordiales en la producción citrícola. Es más, poder manejar estos procesos,
es el primer paso para controlar la producción final de los árboles (Agustí et al., 1982).
“Fortuna” es una variedad nueva en Chile y su principal ventaja es su maduración
tardía, cosechándose entre agosto y septiembre, época en que prácticamente ya no quedan
mandarinas en el mercado. Sin embargo, presenta problemas en la retención de fruta
postcuaja, a pesar de florecer en gran cantidad y de tener un alto porcentaje de cuaja. Esta
caída de frutos puede deberse, entre otros factores, a una cuaja defectuosa o parcial,
competencia entre frutos o exceso de vigor (Razeto, 1999), como también a bajos niveles
endógenos de giberelinas durante la cuaja y postcuaja (Primo-Millo, 1994).
Con el fin de mejorar la retención de los frutos y de reducir la caída postcuaja es
que se han hecho estudios, principalmente basados en la aplicación de giberelinas en
distintas épocas y estados fenológicos, en diferentes variedades de cítricos, obteniendo
diversos resultados. Así por ejemplo, tratamientos con ácido giberélico, aplicados en
floración y cuaja, mejoran considerablemente el cuajado y reducen la abscisión de frutos
(Agustí y Almela, 1992; Guardiola, 1992; Juan y Primo-Millo, 1993; Primo-Millo, 1994).
A su vez, la aplicación de ácido giberélico aumenta el transporte de elementos minerales y
fotoasimilados al fruto en desarrollo (Agustí y Almela, 1991). Sin embargo, también se han
obtenido resultados negativos para aumentar la retención y cuaja de frutos, como por
ejemplo, en naranjos (Southwick y Davies, 1982) y en mandarinos que presentan una alta
tasa de cuajado, como las variedades Hernandina y Marisol (Primo-Millo, 1994).
3
Los mejores resultados en mandarinos e híbridos se han obtenido con la aplicación
de ácido giberélico en la época de caída de pétalos. Concentraciones entre 10 y 20 ppm son
las más ampliamente utilizadas, lo que viene en función de la variedad, climatología anual
y zona del cultivo (Agustí y Almela, 1991).
Las citoquininas en los cítricos se han relacionado con diversos procesos, como: el
cuajado y crecimiento del fruto (Saidha et al., 1985), el desarrollo de la cáscara (Erner et
al., 1976), el desarrollo vegetativo (Saidha et al., 1983), el transporte de carbohidratos
desde las hojas al fruto (Kriedemann, 1968) y la fijación de CO2 (Mauk et al., 1986), entre
otros. Se ha demostrado en ovarios de naranjo que el contenido de citoquininas es máximo
en el momento de la caída de pétalos y desciende progresivamente después (Saidha et al.,
1985). Este máximo en los estados iniciales del desarrollo sugieren la participación de las
citoquininas en la división celular del fruto, lo que significa su participación en el cuajado
(Agustí y Almela, 1991). Este hecho viene corroborado por el mayor nivel de citoquininas
encontrado en los frutos situados en brotes con hojas (Saidha et al., 1985), que son
precisamente los que cuajan en mayor porcentaje y los que suelen producir frutos de
cáscara más rugosa (Agustí y Almela, 1991).
El ácido naftalenacético es una auxina de síntesis que presenta un marcado efecto
raleador, provocando la absición de frutos tras su aplicación. Se ha utilizado como raleador
en mandarinos Satsuma donde produce inicialmente un efecto depresivo en el crecimiento
del fruto pero, a diferencia de otras auxinas de síntesis, su crecimiento posterior sí se ve
estimulado (Agustí y Almela, 1991).
Con respecto al boro, se postula que deficiencias de este nutriente en almendro
determinan una menor viabilidad y germinación del polen, y una reducción en la tasa de
desarrollo del tubo polínico (Nyomora et al., 1997). Los síntomas de deficiencia en árboles
frutales en general, son normalmente un mayor aborto floral y una cuaja imperfecta (Silva y
Rodríguez, 1995).
4
Se ha determinado que bajos niveles de boro pueden restringir la cuaja frutal,
reducir la retención y desarrollo de frutos, y reducir la cosecha. Sin embargo, diversas
especies responden positivamente a aplicaciones foliares de boro. Así, se logró aumentos de
hasta un 100% en la cuaja frutal en guindo ácido (Hanson, 1991), incrementos productivos
de un 20% en avellano europeo (Shrestha et al., 1987) y considerables aumentos en la
cantidad de flores perfectas y cuajado de frutos en olivos (Perica et al., 2001).
Se han realizado también estudios basados en otras prácticas para aumentar la
retención de frutos en cítricos. Una de estas técnicas tradicionalmente utilizadas es la
incisión de corteza, que sólo busca provocar una interrupción momentánea del flujo
floemático (Fichet, 2004), y cuya principal utilidad es favorecer el cuajado de las flores a
caída de pétalos (González et al., 2003). Esta práctica también incide en el aumento del
diámetro medio de los frutos (Agustí et al., 1998), siendo mayor su eficacia cuando se
efectúa finalizada la caída fisiológica de diciembre (Villalba, 1996). Ello, debido a los
cambios que provoca en el balance endógeno de hormonas, carbohidratos y otras
sustancias, ya que sus concentraciones aumentan en la zona del árbol situada por encima de
la incisión, y favorece la acción sumidero del fruto, todo lo cual favorece su desarrollo
(Agustí, 2000).
Por su parte Talón et al. (2002), señalan que la incisión de corteza, en mandarina
Satsuma, incrementa tanto el cuajado de frutos como los niveles de sacarosa y de almidón,
indicando que el incremento en la disponibilidad de carbono se acompaña de un aumento
en la cosecha. También señalan que la incisión de corteza incrementa el contenido de
giberelinas de los frutos.
A pesar de su potencialidad, el uso de reguladores de crecimiento y de otras
prácticas como la incisión de corteza en citricultura, no está muy extendido en Chile,
debido posiblemente al poco conocimiento de su forma de actuar y a que esta acción
depende de diferentes factores biológicos y ambientales que no siempre son controlables.
5
Por otro lado, es importante considerar que el cultivo de las clementinas e híbridos
de mandarinas es relativamente nuevo en Chile, y la mayoría de las experiencias realizadas
con reguladores de crecimiento, especialmente en clementinas, vienen de España. Debido a
esto y a que cada día el cultivo de clementinas e híbridos toma una mayor importancia en
Chile, es que resulta de mucho interés poder evaluar el efecto de diferentes tratamientos
bajo nuestras condiciones climáticas, de suelo y manejos culturales.
Teniendo en cuenta que en la orientación comercial actual de la producción citrícola
y de mandarinas en particular, es de sumo interés el lograr altos rendimientos, producciones
de calidad y sostenidas en el tiempo, y considerando además los problemas de producción
de “Fortuna”, comentados anteriormente, el objetivo de este estudio fue:
- Determinar la efectividad de la aplicación de boro en floración, y la incisión de
corteza, aplicación de ácido giberélico (GA3), ácido naftalenacético (NAA-800) y
citoquininas (Citogrower®) en postcuaja, sobre la retención y calidad de fruta en
mandarinos variedad Fortuna.
6
MATERIALES Y MÉTODO
Materiales
El estudio se realizó en la variedad Fortuna, híbrido obtenido entre clementino
“Fino” y mandarino “Dancy” (Soler, 1999). Los árboles, injertados sobre Citrumelo, están
en un huerto de la VI Región ubicado en Peumo, elegido por presentar una alta caída de
frutos postcuaja. Los árboles tenían cuatro años de edad, la distancia de plantación es de 5·3
m, se encuentran plantados sobre camellones y están bajo riego por goteo.
Los análisis se realizaron en los laboratorios del Centro de Estudios Postcosecha
(CEPOC), de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.
El ensayo se realizó entre los meses de noviembre de 2002 y septiembre de 2003.
Productos aplicados
Los productos comerciales utilizados fueron NAA-800® (20,2% de ácido 1-
naftalenacético), Activol® (4% de GA3), Citogrower® (1,1% de benziladenina) y ácido
bórico (17% de boro).
7
Método
Descripción de los tratamientos
Este ensayo consistió en 7 tratamientos con 5 árboles cada uno, los cuales se
describen en el Cuadro 1. Los productos se aplicaron vía aspersión foliar junto con un
humectante (Citowett, 20 mg·Lˉ¹), mediante motobomba, hasta punto de goteo. La incisión
de corteza se realizó bajo el punto de inserción de las ramas madres. La cantidad de
solución aplicada fue de 3 L por árbol.
Cuadro 1. Tratamientos efectuados en mandarinos “Fortuna”, para aumentar la retención de fruta cuajada, en la localidad de Peumo, VI Región.
Tratamiento Descripción Momento de aplicación Fecha Concentración
1 T Testigo mojado Postcuaja 8-Nov Sin aplicación
2 NAA Ácido naftalenacético Postcuaja 8-Nov 20 mg·L‾¹
3 GA3+CKs Ácido giberélico + citoquininas Postcuaja 8-Nov 20 mg·L‾¹ +
1 cm³·L‾¹4 GA3 Ácido giberélico Postcuaja 8-Nov 20 mg·L‾¹
5 AB Ácido bórico Prefloración 11-Oct 10 g·L‾¹
6 IC Incisión de corteza Postcuaja 8-Nov
7 IC+GA3Incisión de corteza +
ácido giberélico Postcuaja 8-Nov 20 mg·L‾¹
8
Evaluaciones postcuaja
Posterior a la cuaja, se escogió una ramilla, de similar posición y vigor, para cada
árbol y se contó el número de frutos antes de tratar los árboles, para hacer un seguimiento
semanal desde la aplicación de los productos hasta la caída de diciembre. Posteriormente, el
seguimiento fue mensual, hasta la cosecha en agosto. Al mismo tiempo, y con la misma
frecuencia, se contó el número de frutos totales caídos en cada árbol. Adicionalmente, se
midió el diámetro ecuatorial de frutos (15 frutos escogidos al azar en los árboles testigo, en
cada medición), para obtener la curva de crecimiento de esta variedad, hasta la cosecha.
Evaluaciones postcosecha
La cosecha de los árboles se realizó el 26 de agosto de 2003. El área (cm²) de
sección transversal del tronco (ASTT) se midió a 10 cm sobre la unión injerto-patrón.
En cada árbol se cosechó el total de la fruta y se determinó:
- Número de frutos por árbol.
- Peso de fruta por árbol, en kg.
- Distribución de calibres: Calibre comercial ≥ 54 mm de diámetro ecuatorial.
Calibre descarte < 54 mm de diámetro ecuatorial.
- Eficiencia Productiva: Número de frutos por cm² ASTT.
Kilogramos de fruta por cm² ASTT.
A la cosecha se tomaron 16 frutos (4 por cada punto cardinal) de cada árbol con un
total de 80 frutos por tratamiento, para ser evaluados en postcosecha (Cuadro 2).
9
Cuadro 2. Variables evaluadas a la cosecha en frutos de mandarinos “Fortuna” tratados con diferentes productos para aumentar la retención de fruta cuajada, en la localidad de Peumo, VI Región.
Variable evaluada Unidad de medición Sistema de determinación
Color L,a,bColorímetro triestímulo Marca Minolta
modelo CR-200b. CiELab.Fórmula color: (1000·a)·(L·b)ˉ¹
Peso Gramos Balanza digital
Diámetro ecuatorial y polar Centímetros Pie de metro
Grosor de cáscara Milímetros Regla
Sólidos solubles °Brix Refractómetro marca Reichert Termo compensado digital
Acidez porcentaje de ácido cítrico Titulación con NaOH (1N) hasta pH 8,2-8,3
Ratio Relación Sólidos solubles/acidez
Cantidad de jugo porcentaje Relación peso/peso
Los parámetros color, peso, diámetro y grosor de cáscara se evaluaron en cada fruto
individualmente. En cambio, sólidos solubles, acidez y porcentaje de jugo, se evaluaron en
el total de jugo obtenido de los 16 frutos de cada árbol. Adicionalmente, se evaluó la
posible presencia de desordenes fisiológicos.
También se contó el número de semillas por fruto y se determinó su relación con el
peso del fruto.
10
Diseño experimental y análisis estadístico
El diseño experimental fue en bloques al azar con 7 tratamientos. Se hicieron 5
repeticiones por tratamiento y la unidad experimental fue el árbol.
Para los análisis de postcosecha, la unidad experimental fue el fruto.
Los tratamientos se compararon mediante análisis de varianza. En el caso de obtener
diferencias significativas, las medidas se separaron usando la prueba de comparación
múltiple de Tukey (5%).
11
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Curva de crecimiento del fruto
Figura 1. Curva de crecimiento del fruto “Fortuna”, desde cuaja hasta cosecha, para la localidad de Peumo, VI Región.
El tiempo de desarrollo de los frutos de Fortuna, en la localidad de Peumo,
concuerda con los 9 o más meses que, según Magdahl (1991), demora este proceso en las
variedades tardías de mandarinas. Los resultados obtenidos en cuanto al crecimiento del
diámetro ecuatorial de frutos (Figura 1), se ajustan, al igual que las demás especies de
cítricos, a una curva de tipo sigmoidea simple, en la cual hay una primera etapa de
crecimiento que se desarrolla a través de sucesivas divisiones celulares (Razeto, 2002), por
lo tanto, no se refleja un aumento importante de tamaño. Esta etapa en “Fortuna” se
extiende alrededor de dos meses desde la cuaja hasta inicios de enero. Luego hay una
segunda etapa en que el fruto sigue creciendo pero no por división celular, sino que por el
aumento del tamaño de las células y espacios intercelulares (Razeto, 2002). En esta etapa se
12
0
1
2
3
4
5
6
7
08/11 07/12 03/01 07/02 05/03 07/04 20/05 07/06 11/07 20/08 26/08
Fecha
Diá
met
ro e
cuat
oria
l (cm
)
observa el mayor aumento de tamaño de los frutos, período que en Peumo comprende
desde enero hasta julio, aproximadamente. Finalmente existe una tercera etapa donde
ocurren los procesos que caracterizan al fruto maduro, como cambios en la coloración
externa, aumento de la cantidad de jugo, y cambios en la concentración de azúcares y
ácidos del jugo, etapa en la cual el fruto sigue creciendo pero a una tasa menor (Razeto,
2002). Este período se extiende aproximadamente un mes y medio hasta la cosecha para
esta localidad.
Caída de frutos
La floración de la variedad “Fortuna” es muy abundante, en promedio los árboles
tratados cuajaron inicialmente alrededor de 112 frutos por ramilla. Si a esto se suma las
flores no cuajadas por ramilla y la alta cantidad de ramillas por árbol en esta variedad, y se
compara con el bajo porcentaje de fruta cosechada, concuerda con lo señalado por
Monselise (1985, citado por Agurto, 1996), respecto de que el número de flores puede
llegar a ser 500 veces más que el número de frutos que el árbol es capaz de soportar en
variedades improductivas.
El cuajado y desarrollo inicial del fruto depende, entre otros factores, de los efectos
de competencia entre el número de frutos en desarrollo. “Fortuna”, debido a su abundante
floración es incapaz de nutrir a todos los ovarios que inician el desarrollo y la mayor parte
de éstos se desprenden, reduciéndose significativamente la cosecha (Agustí et al., 2003).
Por lo tanto, la producción final estaría determinada por el potencial de cuajado y desarrollo
de los frutos, más que por el número de flores formadas, lo que según Agustí y Almela
(1992) sucede en la mayor parte de las variedades. Por su parte Guardiola (1992), señala
que la respuesta a diferentes tratamientos que se puedan realizar para aumentar la
producción dependerán de la capacidad de los árboles para cuajar frutos en condiciones
naturales.
13
Distribución de la caída de frutos
Como se observa en la Figura 2, la distribución de las caídas de frutos durante su
desarrollo, permite agrupar los tratamientos en tres categorías claramente diferenciables.
Figura 2. Porcentaje de frutos “Fortuna” caídos en forma mensual por árbol para cada uno de los tratamientos realizados para aumentar la retención de fruta cuajada, en la localidad de Peumo, VI Región.
Por una parte, se observa al testigo junto a los tratamientos con ácido bórico y ácido
naftalenacético, con una alta caída inicial, y posteriormente una disminución progresiva, a
medida que avanzaron los meses, llegando a cosecha con menos de un 1% de sus frutos,
aproximadamente.
14
0
10
20
30
40
50
60
NOV DIC ENE FEB MAR
Mes
Caí
da d
e fru
tos
(%)
T AB NAA IC GA3 GA3+CKs IC+GA3
Luego, en el otro extremo, los tratamientos con GA3, fueron los que presentaron una
fuerte retención, en el primer mes, para luego tener una caída de gran magnitud en
diciembre. En enero nuevamente presentaron una caída importante, aunque menor que en
diciembre, para finalmente tener un comportamiento similar al resto de los tratamientos,
llegando a un porcentaje de retención de fruta que fue de: 2,3% para GA3, un 4,3% para
GA3 más CKs y un 9,3% para GA3 más incisión de corteza.
Un comportamiento intermedio presentó el tratamiento de incisión de corteza. En
febrero fue la mayor caída de frutos de este tratamiento pero no en las magnitudes que
presentaron los otros tratamientos. Sin embargo, fue el que más retuvo hasta cosecha,
llegando con un 11% de sus frutos aproximadamente.
Si se considera los resultados parciales de caída de frutos en las ramillas
monitoreadas (Cuadro 3), podemos observar que se confirma lo señalado anteriormente.
Cuadro 3. Porcentaje de frutos promedio retenidos en ramillas de árboles “Fortuna”sometidos a diferentes tratamientos para aumentar la retención de fruta cuajada, en la localidad de Peumo, VI Región.
Porcentaje de frutos retenidos
8-Nov 30-Nov 27-Dic 5-Ene 7-Feb 5-Mar 7-AbrT 100 44 a z 19 a 7 a 0 a 0 a 0 a
AB 100 48 a 19 a 8 a 1 a 0 a 0 a
IC 100 62 ab 17 a 14 ab 2 ab 2 ab 1 ab
NAA 100 62 ab 15 a 8 a 1 a 0 a 0 a
IC+GA3 100 70 bc 32 b 18 b 1 ab 1 ab 1 ab
GA3 100 79 bc 22 ab 7 a 0 a 0 a 0 a
GA3+CKs 100 83 c 24 ab 9 a 3 b 2 b 2 bz Letras diferentes en la misma columna indican diferencias significativas (p≤0,05).
15
En primer lugar, se pueden identificar 3 tratamientos que el primer mes, luego de las
aplicaciones, muestran una clara retención de frutos en relación al testigo. Estos
tratamientos son los que recibieron ácido giberélico, por lo que este regulador de
crecimiento tendría un claro efecto de retención de fruta por cierto tiempo. Sin embargo, se
observa que al mes siguiente estos tratamientos presentaron un claro aumento de sus caídas
de frutos superando ampliamente al testigo.
En el lado opuesto se encuentran los tratamientos de ácido naftalenacético y ácido
bórico, los cuales en este seguimiento presentaron el mismo comportamiento señalado
anteriormente, sin mayores diferencias en relación al testigo. Vale decir una alta caída de
frutos durante los dos primeros meses, principalmente, y quedando sin fruta tres meses
antes de cosecha.
Caso aparte es lo que sucede con el tratamiento de incisión de corteza, el cual en un
principio tuvo caídas similares al testigo pero que desde enero comenzó a diferenciarse y a
presentar un comportamiento más parecido al del tratamiento combinado de incisión de
corteza más GA3.
A pesar de ser un análisis parcial de lo ocurrido a nivel del árbol, se observa
claramente que el ácido giberélico tendría un efecto retardador en la caída de frutos por
algunas semanas. Este retardo en la caída no se reflejaría en la cosecha si es que se aplica
GA3 por sí solo. En cambio, al aplicarlo junto con citoquininas, el retraso a su vez se refleja
en una mejora en la producción.
Retención final de frutos
La retención de frutos por árbol, hasta la cosecha, varió considerablemente según
los distintos tratamientos (Figura 3). Se puede observar, claramente, que los tratamientos a
los que se les hizo incisión de corteza retuvieron mayor cantidad de fruta y presentaron
16
diferencias significativas, en comparación al resto de los tratamientos. Aproximadamente
un 10% de sus frutos cuajados inicialmente llegaron a cosecha, resultado que contrasta con
el resto de los tratamientos.
Figura 3. Porcentaje promedio de frutos “Fortuna” retenidos hasta cosecha por árbol, en diferentes tratamientos para aumentar la retención de fruta cuajada, en la localidad de Peumo, VI Región. Letras distintas indican diferencia significativa entre tratamientos (p≤0,05).
Con respecto a lo anterior, Juan y Primo-Millo (1989), señalan que la incisión de
corteza de troncos y ramas aumenta el cuajado, debido a la acumulación de carbohidratos y
fitohormonas por encima de la incisión. Esto debido a que se interrumpe el transporte
floemático hacia las raíces según señala Agustí et al. (2003). Estos mismos autores indican
que la ejecución de la incisión de corteza desde la antesis hasta el final de la caída
fisiológica, provoca un estímulo del crecimiento inicial del fruto, dando lugar a un retraso
en la abscisión de frutitos en desarrollo y a un aumento del número de los que persisten en
el árbol. Esto confirmaría los resultados obtenidos en este estudio.
17
a a a
a
a
b
b
0
2
4
6
8
10
12
AB NAA T GA3 GA3+CKs IC+GA3 IC
Tratamientos
Frut
os re
teni
dos
hast
a
co
sech
a (%
)
El tratamiento al que se le realizó incisión de corteza junto con aplicación de ácido
giberélico, no presentó diferencias significativas con el tratamiento al cual sólo se le realizó
incisión de corteza, en cuanto a frutos retenidos.
Sin embargo, al no considerar los tratamientos de incisión de corteza en el análisis
estadístico (Figura 4), se observa que la aplicación de GA3 más CKs presentó diferencias
significativas con respecto al resto de los tratamientos. Esto se explicaría por algún efecto
sinérgico entre ambos reguladores de crecimiento, donde las citoquininas promueven la
división celular y el ácido giberélico promueve la elongación celular. Guardiola (1992),
señala al respecto que se han detectado aumentos significativos en el cuajado de frutos en
algunas especies, mediante la aplicación exógena de diversas fitohormonas o reguladores
de crecimiento. Este aumento del cuajado o de la probabilidad de cuajado, se explicaría
dado que determinadas fitohormonas aumentarían la movilización de nutrientes hacia el
ovario y frutos (Juan y Primo-Millo, 1989) y también aumentarían la demanda por parte
del embrión o paredes del ovario que estarían en activo crecimiento (Fichet, 2004).
Figura 4. Porcentaje promedio de frutos “Fortuna” retenidos hasta cosecha por árbol, en diferentes tratamientos, para aumentar la retención de fruta cuajada, excluyendo los de
18
a aa
ab
b
0
1
2
3
4
5
AB NAA T GA3 GA3+CKs
Tratamientos
Frut
os re
teni
dos
hast
a
cose
cha
(%)
incisión de corteza, en la localidad de Peumo, VI Región. Letras distintas indican diferencia significativa entre tratamientos (p≤0,05).
La respuesta a las citoquininas estaría dado por ejercer un efecto de sumidero en los
frutos atrayendo nutrientes (Agustí y Almela, 1991). Además desempeñarían un papel en la
fase de división celular, pero no en la fase de elongación (Hernández y Primo-Millo, 1990),
lo que coincide con lo señalado por Saidha et al. (1983), respecto de que la mayor actividad
de las citoquininas presentes en el fruto, se detecta en la caída de pétalos y cuaja,
observándose una acusada disminución de la actividad de estas fitohormonas en los
posteriores estados de desarrollo del fruto.
En relación al ácido giberélico, diversos estudios señalan que sería el regulador de
crecimiento de mejor comportamiento para aumentar cuaja y producción en cítricos
(Guardiola, 1992). El mejor momento de aplicación sería en caída de pétalos (Agustí y
Almela, 1991). En clementinas, el ácido giberélico mejora considerablemente el cuajado y
reduce la abscisión de frutos (Primo-Millo, 1994), lo mismo ocurre en naranjos var.
Navelate (Agustí y Almela, 1991) y en tangelos (Guardiola, 1992).
A pesar de lo comentado anteriormente, en este ensayo, el tratamiento que sólo
recibió ácido giberélico, aunque tuvo mayor fruta promedio a la cosecha, no presentó
diferencias significativas con el testigo, por lo que el GA3 no tendría un efecto para retener
fruta hasta cosecha en “Fortuna”. Variedades que presentan una alta tasa de cuajado como
Hernandina y Marisol, no responden a aplicaciones de ácido giberélico para aumentar la
cuaja (Primo-Millo, 1994), lo que se podría aplicar también para “Fortuna”.
La aplicación de ácido bórico no presentó diferencias significativas con el testigo y
prácticamente tuvo el mismo comportamiento que este. No se obtuvieron los resultados
vistos en otras especies, en las cuales aspersiones foliares de boro disminuirían el aborto
floral y la cuaja imperfecta (Silva y Rodríguez, 1995), debido a su importante papel en el
desarrollo del tubo polínico y en la germinación del grano de polen (Nyomora et al., 1997),
incrementando notablemente la cuaja de frutos y la producción, como: en guindo ácido
19
(Hanson, 1991), en ciruelos europeos y perales Anjou (Hanson et al., 1985), en avellano
europeo (Shrestha et al., 1987) y en olivos Manzanillo (Perica et al., 2001). Esto puede
deberse a que “Fortuna” tendría una floración abundante y con flores bien desarrolladas lo
que permitiría cuajar una gran cantidad de frutos los que, posteriormente, se caerían
principalmente por la fuerte competencia entre ellos y no por problemas en la floración o
deficiencias de boro.
Finalmente, al igual que en el caso anterior, la aplicación de ácido naftalenacético
tampoco presentó diferencias en relación al testigo. No se obtuvieron los resultados
esperados pensando en que la aplicación de NAA, a principios de la primera caída
fisiológica, eliminaría algunos frutos y permitiría que una mayor cantidad de fruta se
desarrollara hasta la cosecha (Feinstein et al., 1975), además de estimular el crecimiento de
los frutos retenidos, como se ha observado en Satsumas (Agustí y Almela, 1991). Esto se
explicaría porque, debido a la fuerte caída natural de frutos que presenta “Fortuna”, la
aplicación de un raleador como NAA no provocaría mayores diferencias e incluso, podría
intensificar aún más la caída.
Eficiencia Productiva
Un factor de gran importancia, en la determinación del rendimiento productivo y del
tamaño final alcanzado por la fruta, es la competencia entre órganos en desarrollo. Cuanto
mayor es el número de frutitos, mayor es la competencia entre ellos, tanto por elementos
minerales como por productos de la fotosíntesis, lo que limita sus posibilidades de
crecimiento, y por consiguiente, su tamaño final (Agustí et al., 2003). Otros autores señalan
al respecto que el tamaño individual del fruto está inversamente relacionado con el número
de frutos por árbol (Goldschmidt y Monselise, 1977).
Los tratamientos más eficientes, productivamente, fueron aquellos a los que se les
realizó incisión de corteza e incisión de corteza más GA3. Como se observa en la Figura 5
20
presentaron diferencias significativas con el testigo y el resto de los tratamientos. La
incisión de corteza provocaría, no sólo una mayor retención de frutos en las etapas de
mayor abscisión, sino que también mantendría mayor cantidad de frutos hasta la cosecha
(Figura 3).
Figura 5. Número de frutos cosechados en árboles “Fortuna” por cm² de ASTT en cada uno de los tratamientos realizados para aumentar la retención de frutos cuajados, en la localidad de Peumo, VI Región. Letras distintas indican diferencias significativas (p≤0,05).
Un aspecto muy importante que se debe considerar es que los árboles tratados con
incisión de corteza, pueden llegar a tener una alta carga frutal, con el desgaste natural que
esto significaría para el árbol, pudiendo presentar importantes disminuciones en cuanto a
floración y cuaja en la siguiente temporada. En este ensayo no se cuantificó este aspecto,
sin embargo, se observó en visitas posteriores al huerto que, efectivamente, los árboles a los
que se les efectuó incisión de corteza presentaron importantes disminuciones en la cantidad
de flores formadas y en la posterior cuaja de frutos. Por lo tanto, al realizar este manejo en
“Fortuna”, sería importante considerar la alternativa de hacer la incisión de corteza
posterior a la caída de frutos de diciembre, para que así, los árboles regulen en cierta
medida su carga y luego, realizar la incisión que permita fortalecer los frutos que
21
a a aa
a
b
b
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
NAA AB T GA3 GA3+CKs IC+GA3 IC
Tratamientos
Efic
ienc
ia p
rodu
ctiv
a
(n
° fru
tos·
cm²ֿ
AST
T)
permanecen en el árbol. De esta forma, el estrés provocado por la incisión de corteza sería
bastante menor que en postcuaja y por lo tanto, evitaría posibles bajas productivas en la
siguiente temporada.
En la Figura 6 se presentan los mismos resultados anteriores pero sin considerar los
tratamientos de incisión de corteza. Esto permite observar que el tratamiento de GA3 más
CKs presentó diferencias significativas con el testigo. Nuevamente se puede señalar que las
citoquininas tendrían un papel importante en la retención de fruta y un efecto
complementario junto al ácido giberélico (Fichet, 2004).
Figura 6. Número de frutos cosechados en árboles “Fortuna” por cm² de ASTT en cada uno de los tratamientos, excluyendo los de incisión de corteza, realizados para aumentar la retención de frutos cuajados, en la localidad de Peumo, VI Región. Letras distintas indican diferencias significativas (p≤0,05).
El ácido naftalenacético, el ácido bórico y GA3 por sí sólo, no presentaron
diferencias en relación al testigo en cuanto a eficiencia productiva, aunque este último
tampoco tuvo diferencias con GA3 más CKs. Respecto de los resultados obtenidos con el
22
aa
a
ab
b
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
3,5
4
4,5
NAA AB T GA3 GA3+CKs
Tratamientos
Efic
ienc
ia p
rodu
ctiv
a (n
°fru
tos·
cm²ֿ
AST
T)
ácido giberélico, existen opiniones diversas. Por un lado, Guardiola (1992) y Primo-Millo
(1994), señalan que en clementinos autoincompatibles, pulverizaciones con ácido
giberélico aumentan el cuajado y la producción. Sin embargo, clementina es un fruto
partenocárpico y requiere de giberelinas para crecer, en cambio los frutos de “Fortuna”
presentan un número variable de semillas, que son la fuente endógena de fitohormonas que
permiten que el fruto crezca. A su vez Guardiola (1992), indica que aplicaciones de GA3
provocan, invariablemente, una reducción en el peso medio de los frutos, sin embargo, esto
sería producto de la mayor cantidad de frutos cosechados y el número de frutos de primera
clase (tamaño grande), provocando mayores beneficios económicos.
Al contrario de lo señalado anteriormente, este mismo autor (Guardiola, 1992)
indica que, en la mayor parte de las variedades, no es posible aumentar la cosecha mediante
la aplicación de ácido giberélico a pesar que la abscisión de frutos se retrasa, lo que
concuerda totalmente con los resultados obtenidos en este ensayo.
Las Figuras 7 y 8 presentan los resultados de eficiencia productiva en base a
kilogramos de fruta por cm² de ASTT. Se obtuvieron los mismos resultados que al analizar
eficiencia productiva en base a número de frutos por cm² de ASTT. Los tratamientos de
incisión de corteza más GA3 e incisión de corteza por sí sola, presentaron diferencias
significativas con el resto de los tratamientos (Figura 7). GA3 más CKs presentó diferencias
con el testigo, ácido bórico y ácido naftalenacético pero no con GA3 por sí sólo (Figura 8).
Como se observa en los análisis de eficiencia productiva, que excluyen a los
tratamientos con incisión de corteza, expresada tanto en número de frutos como en
kilogramos por cm² de ASTT (Figuras 6 y 8), el tratamiento con aplicaciones de GA3 no
presentó diferencias significativas con el testigo, NAA y ácido bórico. Sin embargo, al
mezclar este fitorregulador con citoquininas se produce un aumento en la eficiencia
productiva presentando diferencias significativas tanto con el testigo como con el ácido
naftalenacético y el ácido bórico.
23
Figura 7. Kilogramos de fruta cosechada en árboles “Fortuna” por cm² de ASTT para cada uno de los tratamientos realizados para aumentar la retención de frutos cuajados, en la localidad de Peumo, VI Región. Letras distintas indican diferencias significativas (p≤0,05).
24
a a a a
a
b
b
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
NAA AB T GA3 GA3+CKs IC+GA3 IC
Tratamientos
Efic
ienc
ia p
rodu
ctiv
a
(k
g fr
uta·
cm²ֿ
AST
T)
aa
aab
b
0
0,05
0,1
0,15
0,2
0,25
0,3
NAA AB T GA3 GA3+CKs
Tratamientos
Efic
ienc
ia p
rodu
ctiv
a
(kg
frut
a·cm
²ֿ A
STT)
Figura 8. Kilogramos de fruta cosechada en árboles “Fortuna” por cm² de ASTT para cada uno de los tratamientos, excluyendo los de incisión de corteza, realizados para aumentar la retención de frutos cuajados, en la localidad de Peumo, VI Región. Letras distintas indican diferencias significativas (p≤0,05).
Como era de esperar, a medida que los tratamientos indujeron mayor carga, estos
árboles presentaron mayor cantidad de frutos de descarte. Por el contrario los tratamientos
de menor carga, el gran porcentaje de su fruta fue de calibre comercial (Figura 9 y 10). Esto
se explicaría principalmente por la alta competencia por nutrientes en los tratamientos de
mayor retención, lo que provocaría un menor crecimiento de sus frutos y, por otro lado, los
tratamientos con menor carga frutal tendrían una mayor disponibilidad de nutrientes lo que
llevaría a un mayor crecimiento de sus frutos.
Las incisiones de corteza presentaron claras diferencias con respecto a los otros
tratamientos tanto en frutos comerciales como de descarte (Figura 9). Sin embargo, al no
considerar los tratamientos de incisión de corteza en el análisis estadístico (Figura 10), se
observa que no existen grandes diferencias entre los tratamientos con GA3 y testigo en la
distribución de sus calibres.
25
a a aa
a
b
b
a a a a
a
b
b
0
1
2
3
4
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8
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NAA AB T GA3 GA3+CKs IC+GA3 IC
Tratamientos
Efic
ienc
ia p
rodu
ctiv
a (n
°fru
tos·
cm²ֿ
AST
T)
Frutos Comerciales Frutos Descarte
Figura 9. Eficiencia productiva expresada como número de frutos de calibre comercial y de calibre descarte por cm² de ASTT en árboles “Fortuna”, tratados con diferentes productos para aumentar la retención de fruta cuajada, en la localidad de Peumo, VI Región. Letras distintas indican diferencias significativas (p≤0,05).
El alto número de frutos pequeños o de descarte en los tratamientos con incisión de
corteza, se explicaría principalmente por los efectos que presentaría este manejo en los
árboles. La incisión de corteza durante la postcuaja incrementa la retención de frutos pero,
eventualmente, reduce el tamaño final de estos, como se ha observado en pomelos (Cohen,
1981). Esta situación es bastante frecuente en híbridos de tangerina, donde la incisión de
corteza es necesaria para asegurar una adecuada cuaja de frutos, pero posteriormente debe
realizarse un raleo para obtener un tamaño final de frutos razonable (Winkler et al., 1974).
Sin embargo, en especies o variedades donde el objetivo de la incisión de corteza es
aumentar el tamaño de los frutos, realizaciones durante el crecimiento de los frutos son
muy efectivas, especialmente a inicios de verano (Hochberg et al., 1977).
Figura 10. Eficiencia productiva expresada como número de frutos de calibre comercial y de calibre descarte por cm² de ASTT en árboles “Fortuna”, tratados con diferentes productos para aumentar la retención de fruta cuajada, excluyendo la incisión de corteza, en la localidad de Peumo, VI Región. Letras distintas indican diferencias significativas (p≤0,05).
26
b
ab
aba
a
b
abaaa
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
NAA AB T GA3 GA3+CKs
Tratamientos
Efic
ienc
ia p
rodu
ctiv
a (n
°fru
tos·
cm²ֿ
AST
T)
Frutos comerciales Frutos descarte
Calidad de fruta
Tamaño y color de fruta
Como era de suponer los tratamientos que más fruta retuvieron hasta cosecha, son
los que presentaron, en promedio, menor diámetro tanto ecuatorial como polar. El diámetro
polar tiene resultados más claros, pues los tres tratamientos de mayor carga frutal, hasta la
cosecha, presentaron diferencias significativas en relación al testigo y al resto de los
tratamientos (Cuadro 4).
Con respecto al grosor de cáscara no hay diferencias entre los tratamientos y no se
observa ninguna relación con el tamaño de los frutos. El grosor de cáscara estaría
determinado principalmente por la humedad relativa del lugar (Reuther, 1973). Agustí y
Almela (1992), señalan que el grosor de cáscara varía en los clementinos entre 2,5 y 4,5
mm según la variedad, lo que se ajustaría a lo visto en “Fortuna” (Cuadro 4).
Cuadro 4. Diámetro ecuatorial, diámetro polar, grosor de cáscara y color de fruta en árboles “Fortuna” sometidos a diferentes tratamientos para aumentar la retención de fruta cuajada, en la localidad de Peumo, VI Región.
Diámetro Ecuatorial (cm)
Diámetro Polar (cm)
Grosor Cáscara (mm) Color
GA3+IC 5.0 a z 4.2 a 3.5 a 9.8 abGA3+CKs 5.2 ab 4.4 a 3.5 a 9.4 a
IC 5.2 abc 4.4 a 3.6 a 9.9 abNAA 5.4 bcd 4.8 b 3.5 a 10.2 b
27
T 5.5 cd 4.8 b 3.4 a 9.7 abGA3 5.5 d 4.8 b 3.6 a 9.6 abAB 5.6 d 4.9 b 3.6 a 9.9 ab
z Letras diferentes en la misma columna indican diferencias significativas (p≤0,05).
En cuanto al color sólo presentaron diferencias entre ellos, los tratamientos de GA3
y CKs con el NAA, lo que no sería consecuencia de los productos aplicados, ello se
explicaría por la aleatoriedad de la muestra. El resto de los tratamientos no presentaron
diferencias significativas entre ellos.
Presencia de semillas
“Fortuna”, como la mayor parte de las variedades de mandarinas cultivadas
actualmente, no posee semillas, es decir, puede producir frutos sin semillas o con un
número bajo de éstas. Sin embargo, si se cultiva próxima a variedades compatibles puede
llegar a producir semillas en gran cantidad (Soler, 1999).
Al comparar la relación entre número de semillas y el peso de la fruta (Figura 11),
se observa que en “Fortuna” no existiría una fuerte relación entre ambos parámetros. Por lo
tanto, no necesariamente la presencia de semillas o un mayor número de estas, originaría un
fruto de mayor tamaño.
En las especies con frutos con semillas se han aportado evidencias de que la
polinización y posteriormente la semilla en desarrollo generan un estímulo fitohormonal,
necesario para que el ovario continúe su desarrollo después de la antesis (Primo-Millo,
1994). Por el contrario, en los frutos que se desarrollan en ausencia de semillas, serían las
paredes del ovario el principal tejido que sintetiza o recibe las giberelinas responsables de
su crecimiento inicial y su cuajado (Monselise, 1977).
28
Por otro lado, al analizar el número de semillas promedio por tratamiento (Figura
12), tampoco se observan diferencias significativas entre los tratamientos.
Figura 11. Relación entre el número de semillas y peso del fruto “Fortuna” en la localidad de Peumo, VI Región. n= 496 frutos.
29
y = 0,051x - 2,413R2 = 0,33
0
2
4
6
8
10
12
0 20 40 60 80 100 120 140 160
Peso individual de fruto (g)
Núm
ero
de s
emill
as p
or fr
uto
Figura 12. Número de semillas promedio por fruto “Fortuna” para distintos tratamientos realizados para aumentar la retención de fruta cuajada, en la localidad de Peumo, VI Región. Letras diferentes indican diferencias significativas entre tratamientos (p≤0,05).
Cantidad y composición del jugo
En el Cuadro 5 se presentan los resultados obtenidos en los distintos tratamientos
realizados: sólidos solubles, acidez, ratio y porcentaje de jugo.
En general, si bien en algunos parámetros se presentaron diferencias estadísticas,
estas se deberían a la variabilidad de la muestra y no a los tratamientos. Por ejemplo,
respecto a la cantidad de jugo, sólo el tratamiento con GA3 más CKs presentó diferencias
significativas con el testigo. Sin embargo, esto no tendría relación con los productos
aplicados, dado que este parámetro dependería principalmente del clima (Reuther, 1973).
Esto se debería a que los diferentes tratamientos se realizaron en una etapa muy temprana
(Fase I) del crecimiento de los frutitos. Por lo tanto, estos no tendrían efecto sobre la
maduración, aún cuando a mayor carga se habría esperado un retraso en la madurez.
Cuadro 5. Porcentaje de jugo, cantidad de sólidos solubles, acidez y ratio de frutos en
30
abcabcab
a
bc bc c
0
0,5
1
1,5
2
2,5
GA3+CKs GA3+IC GA3 IC T AB NAA
Tratamientos
Núm
ero
de s
emill
as p
or fr
uto
árboles “Fortuna” sometidos a diferentes tratamientos para aumentar la retención de fruta cuajada, en la localidad de Peumo, VI Región.
Cantidad Jugo (%)
Sólidos Solubles (°Brix) Acidez Ratio
AB 43.1 a z 9.1 a 1.0 a 9.7 aNAA 43.4 a 9.0 a 1.1 ab 7.9 a
T 43.8 a 8.9 a 1.0 ab 9.1 aGA3 44.3 ab 8.8 a 1.0 ab 8.7 aIC 44.6 ab 9.4 ab 1.2 ab 7.6 a
GA3+IC 47.0 ab 9.9 b 1.3 b 7.7 aGA3+CKs 48.1 b 9.0 a 1.1 ab 8.2 a
z Letras diferentes en la misma columna indican diferencias significativas (p≤0,05).
No se observaron desórdenes fisiológicos en los frutos asociados a ninguno de los tratamientos realizados.
CONCLUSIONES
En base a los resultados obtenidos y a las condiciones en que se realizó este estudio
se puede concluir que:
• Aplicaciones de ácido naftalenacético y ácido bórico en postcuaja y
prefloración respectivamente, no tienen efecto sobre la retención de fruta.
• El ácido giberélico provoca un retraso en las caídas fisiológicas de frutos,
pero por sí solo no retiene mayor cantidad de fruta hasta la cosecha.
• El tratamiento combinado de ácido giberélico con citoquininas presenta un
mayor número de fruta retenida que la aplicación por sí sola de GA3.
31
• La incisión de corteza por sí sola o con GA3 provoca una alta retención de
fruta hasta la cosecha, aunque esto también induce una mayor retención de
frutos de bajo calibre.
• Ninguno de los tratamientos realizados induce diferencias significativas en
la calidad de la fruta. Tampoco se observan desórdenes fisiológicos
asociados a estos tratamientos.
32
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