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Recibido 13 octubre 2014 | Aceptado 6 noviembre 2014 | Publicado 2015-01 0 Gazeta de Antropología, 2015, 31 (1), artículo 03 · http://hdl.handle.net/10481/34249 Versión HTML Espacialidades migrantes. Una etnografía de la experiencia de mujeres peruanas en Arica (Chile) Migrant spatialities. An ethnography of the Peruvian women experiences in Arica (Chile) Felipe Valdebenito Departamento de Antropología, Universidad de Tarapacá (Arica, Chile) [email protected] Menara Lube Guizardi Académica del Departamento de Antropología, Universidad Alberto Hurtado (Santiago, Chile) e Investigadora Asociada de la Universidad de Tarapacá (Arica, Chile). [email protected] RES UMEN Presentamos un estudio de caso etnográfico sobre migrantes peruanas desarrollado en tres espacios urbanos de Arica (Chile): el Terminal Internacional de Buses, el Agromercado, y los Campamentos Areneros y Coraceros. Tras discutir las estrategias metodológicas del estudio, planteamos algunas interrogantes en torno al cómo la frontera y la espacialidad han sido entendidas en los estudios migratorios. Luego, situaremos Arica en el marco de la frontera chileno-peruana, explicitando algunos de los procesos históricos que condicionaron las 'configuraciones culturales' de la ciudad. Los apartados etnográficos describirán las dependencias del Terminal Internacional y sus alrededores, observando la circulación migratoria que lo caracteriza; el Agromercado municipal, dando cuenta de los nichos laborales que las migrantes peruanas ocupan en él; y los Campamentos, donde observamos una dinámica de parcial fijación de las migrantes en el espacio. Las consideraciones finales ofrecen algunas reflexiones teóricas que redimensionan la etnografía. ABSTRACT The paper presents an ethnographical case study concerning Peruvian migrants in Arica (Chile), undertaken in three urban areas: the International Bus Station, the Agro-market, and Areneros and Coraceros Camps. After discussing the methodological strategies, we raise questions on how the border and the spatiality have been interpreted in the migratory studies. We will also situate Arica in the Chilean-Peruvian border territory, explaining some of the historical processes that determined the 'cultural configurations' of the city. The ethnographic sections will describe the facilities and surroundings of the International Terminal, observing the migratory circulation that characterizes it; the municipal Agro-market, approaching the labour niches that the migrants occupy; and the camps, in which we observe a dynamic of partial fixation of the migrants. The final remarks will offer some theoretical debates that resize the ethnography. PALABRAS CLAVE migración | mujeres peruanas | transnacionalismo | frontera | Arica KEYW O RDS migration| Peruvian women | transitionalism | border |Arica 1. Introducción Los contenidos que discutimos en este artículo constituyen resultados parciales de un estudio de caso etnográfico (realizado entre noviembre de 2012 y julio de 2013), y cuyo foco central eran las prácticas de fijación, desplazamiento y socialización espacial de las mujeres peruanas en Arica: ciudad del extremo norte de Chile, ubicada a pocos kilómetros de la frontera con Perú. El estudio se enmarca en un proyecto de tres años de investigaciones, iniciado en octubre de 2012 y con término previsto para octubre de 2015, que plantea un análisis etnográfico comparado de cuatro dimensiones de la experiencia migratoria de mujeres peruanas en tres ciudades chilenas: Arica e Iquique (en el norte del país), y Valparaíso (en el centro de Chile) (1) . Cuando hablamos de “experiencia migratoria” en el recorte analítico más amplio de nuestra investigación hacemos referencia a cinco dimensiones de la trayectoria de las migrantes: 1) su inserción laboral; 2) sus itinerarios de desplazamiento; 3) las discriminaciones interseccionales de clase, raza y/o etnia que experimentan; 4) los procesos transnacionales y/o translocales que protagonizan y 5) su posicionamiento en relación a ciertos mandatos género. S S S S S M S

Valdebenito y Guizardi_Espacialidades Migrantes_Una Etnografía de La Experiencia de Mujeres Peruanas en Arica

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  • Recibido 13 octubre 2014 | Aceptado 6 noviembre 2014 | Publicado 2015-01 0

    Gazeta de Antropologa, 2015, 31 (1), artculo 03 http://hdl.handle.net/10481/34249 Versin HTML

    Espacialidades migrantes. Una etnografa de la experiencia demujeres peruanas en Arica (Chile)Migrant spatialities. An ethnography of the Peruvian women experiences in Arica (Chile)

    Felipe ValdebenitoDepartamento de Antropologa, Universidad de Tarapac (Arica, Chile)[email protected]

    Menara Lube GuizardiAcadmica del Departamento de Antropologa, Universidad Alberto Hurtado (Santiago, Chile) e Investigadora Asociada de laUniversidad de Tarapac (Arica, Chile)[email protected]

    RESUMEN

    Presentamos un estudio de caso etnogrfico sobre migrantes peruanas desarrollado en tres espacios urbanos de Arica (Chile): elTerminal Internacional de Buses, el Agromercado, y los Campamentos Areneros y Coraceros. Tras discutir las estrategiasmetodolgicas del estudio, planteamos algunas interrogantes en torno al cmo la frontera y la espacialidad han sido entendidasen los estudios migratorios. Luego, situaremos Arica en el marco de la frontera chileno-peruana, explicitando algunos de losprocesos histricos que condicionaron las 'configuraciones culturales' de la ciudad. Los apartados etnogrficos describirn lasdependencias del Terminal Internacional y sus alrededores, observando la circulacin migratoria que lo caracteriza; elAgromercado municipal, dando cuenta de los nichos laborales que las migrantes peruanas ocupan en l; y los Campamentos,donde observamos una dinmica de parcial fijacin de las migrantes en el espacio. Las consideraciones finales ofrecen algunasreflexiones tericas que redimensionan la etnografa.

    ABSTRACT

    The paper presents an ethnographical case study concerning Peruvian migrants in Arica (Chile), undertaken in three urban areas:the International Bus Station, the Agro-market, and Areneros and Coraceros Camps. After discussing the methodologicalstrategies, we raise questions on how the border and the spatiality have been interpreted in the migratory studies. We will alsosituate Arica in the Chilean-Peruvian border territory, explaining some of the historical processes that determined the 'culturalconfigurations' of the city. The ethnographic sections will describe the facilities and surroundings of the International Terminal,observing the migratory circulation that characterizes it; the municipal Agro-market, approaching the labour niches that themigrants occupy; and the camps, in which we observe a dynamic of partial fixation of the migrants. The final remarks will offersome theoretical debates that resize the ethnography.

    PALABRAS CLAVE

    migracin | mujeres peruanas | transnacionalismo | frontera | AricaKEYWO RDS

    migration| Peruvian women | transitionalism | border |Arica

    1. Introduccin

    Los contenidos que discutimos en este artculo constituyen resultados parciales de un estudio de casoetnogrfico (realizado entre noviembre de 2012 y julio de 2013), y cuyo foco central eran las prcticas defijacin, desplazamiento y socializacin espacial de las mujeres peruanas en Arica: ciudad del extremo nortede Chile, ubicada a pocos kilmetros de la frontera con Per. El estudio se enmarca en un proyecto de tresaos de investigaciones, iniciado en octubre de 2012 y con trmino previsto para octubre de 2015, queplantea un anlisis etnogrfico comparado de cuatro dimensiones de la experiencia migratoria de mujeresperuanas en tres ciudades chilenas: Arica e Iquique (en el norte del pas), y Valparaso (en el centro deChile) (1). Cuando hablamos de experiencia migratoria en el recorte analtico ms amplio de nuestrainvestigacin hacemos referencia a cinco dimensiones de la trayectoria de las migrantes: 1) su insercinlaboral; 2) sus itinerarios de desplazamiento; 3) las discriminaciones interseccionales de clase, raza y/oetnia que experimentan; 4) los procesos transnacionales y/o translocales que protagonizan y 5) suposicionamiento en relacin a ciertos mandatos gnero.

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  • Aunque todas estas dimensiones se encuentran entrecruzadas en las prcticas cotidianas de las migrantesperuanas con las que hemos trabajado en Arica, en nuestro estudio hacemos el esfuerzo de entenderlas

    como forma y contenido de unas configuraciones culturales particulares (Grimson 2011: 172). Pensar enconfiguraciones culturales nos dirige hacia una mirada que centraliza el contexto de construccin de lasidentidades como parte de un campo de disputas que es poltico. Al mismo tiempo, nos lleva a indagar en lacristalizacin de lo cultural como un elemento que, en la zona de frontera, particulariza los contenidos de lasadscripciones nacionales chilenas y peruanas, as como los entendimientos acerca de la relacin entre lasidentidades tnicas y las nacionales.

    Cuatro seran las dimensiones constitutivas de las configuraciones culturales. Por un lado, ellas son campos

    de posibilidad (Grimson 2011: 172): se refieren a las instituciones, representaciones y prcticas que, endeterminado contexto son posibles, las que en este mismo contexto seran imposibles, y aquellas quedevienen hegemnicas. En segundo lugar, las configuraciones culturales suponen que, en dado contexto, lasacciones, formas de ser y enunciar, relaciones, experiencias y conocimientos guardan algn nivel deinterrelacin entre s, pero esto no deriva en una homogeneidad constitutiva. La configuracin cultural seraas, doblemente, heterognea y heterotpica (Grimson 2011: 176). A su vez, y en tercer lugar, la

    configuracin cultural, para ser articulada, requiere de una trama simblica comn, que permita vincular,aunque heterogneamente, una cuarta dimensin: el que la configuracin resguarda, aun cuandoasimtricamente, algo que es comn y compartido (Grimson 2011: 177).

    Coherentemente con estas reflexiones, en el presente estudio cuestionamos cmo las dimensiones de laexperiencia migrante peruana en Arica, en conjunto, dialogan con (y ayudan a) constituir la configuracin dela ciudad como una zona de frontera entre Chile y Per. Desde un punto de vista terico, nuestroscuestionamientos nos posicionan a partir de una mirada antropolgica que enfatiza la contextualizacin(histrico-poltica e inexorablemente localizada) de la experiencia de las mujeres migrantes. Asimismo,estos cuestionamientos enfocan nuestra etnografa en la vinculacin entre la constitucin de identidadesculturales -en este caso, las identidades que son situacionalmente adheridas a las mujeres y por ellasmismas construidas- y los campos de disputa de poder que condicionan los espacios de pertenencia eneste territorio fronterizo. En este sentido, pusimos nuestra atencin en observar las formas de construccinlocales de un marco compartido por actores enfrentados o distintos, de articulaciones complejas de laheterogeneidad social (Grimson 2011: 172).

    En el proceso de indagar a partir del dato etnogrfico sobre la constitucin de la experiencia femeninaperuana en el marco de configuraciones locales, nos hemos encontrado con la percepcin de que estasvivencias se materializan -siempre de forma provisional, aunque con algunos niveles de cristalizacin-como experiencias particulares del espacio. Experiencias que generan ciertas formas de espacialidad, a lavez que son resultado ltimo de stas.

    El presente texto ahonda en la construccin de formas de espacialidad migrante que desafan las manerascomo, clsicamente en las ciencias sociales, se ha pensado la relacin entre la grafa estructural de loespacial y la capacidad de cambio que reside en, o que nace con, el movimiento de los sujetos a travs deeste mismo espacio. Nos centramos justamente en esta dimensin contextualmente localizada de laexperiencia de mujeres migrantes en Arica. Nuestro objetivo central es el de describir etnogrficamente lasprcticas sociales migrantes en tres locus diferentes de la ciudad, demostrando cmo las migrantestensionan cotidianamente las formas de estar y de pertenecer a los espacios sociales ariqueos,configurndolos y teniendo su accin configurada por ellos. En sntesis, nos interesa describir procesos

    particulares de construccin de una configuracin espacial local.

    Los tres locus de la ciudad de Arica que describimos y analizamos son el Terminal Internacional de Buses(2), el Agromercado Municipal, y los Campamentos Areneros y Coraceros (3). La razn por la quedescribimos estos tres espacios, y no otros, se refiere a que en ellos observamos configuraciones

    espaciales sui generis, que denotan diferentes aspectos de las estrategias situacionales a partir de lascuales las migrantes logran consolidar su insercin laboral, residencial y de ocio. En estos tres espacios,

    pudimos comprender etnogrficamente cmo, en las situaciones sociales cotidianas, las mujeres peruanasimpriman, ya fuera a travs de movimientos, o a travs de su fijacin, configuraciones que cuestionaban yreproducan las formas de entendimiento de la frontera chileno-peruana.

    Para introducir coherentemente este debate, no obstante, dedicaremos algunas pginas a la descripcin de

  • la metodologa llevada a cabo en nuestro proceso etnogrfico. Discutiremos, a la vez, el nfasis etnogrfico

    en las situaciones sociales, sintetizando algunas de las reflexiones tericas y epistemolgicas que haninfluido en nuestro diseo metodolgico. En el tercer apartado, trataremos algunos debates centrales sobrecmo la frontera y la espacialidad han sido entendidas en el marco de los estudios migratorios. Ms all dela intencin de resumir el estado del arte de estos debates, nos interesa apuntar algunas de las categorascon las cuales hemos dialogado, encontrando en ellas, aun cuando se relacionan a cuerpos tericosdiversos, elementos que pueden potenciar una visin que supera la dicotoma agencia-estructura en lo querefiere a los estudios de la migracin en zonas fronterizas.

    En el cuarto apartado, iniciando el proceso de descripcin etnogrfica de una configuracin cultural,situaremos a la ciudad de Arica en el marco de la frontera entre Chile y Per, explicitando algunos de losprocesos histricos que condicionaron esta realidad fronteriza, y las caractersticas actuales de la ciudadcomo articuladora de flujos migratorios, tursticos y comerciales andinos. En el quinto apartado,describiremos etnogrficamente las dependencias del Terminal Internacional de Arica y sus alrededores,observando la circulacin migratoria que lo caracteriza. En la sexta seccin, describiremos el Agromercado,dando cuenta de los nichos laborales que las migrantes peruanas ocupan en l y la experienciatransnacional que ellos inscriben en este lugar. La sptima seccin describe a los Campamentos Coracerosy Areneros, mostrando la particular fijacin espacial que las migrantes peruanas han protagonizado en lasperiferias de la ciudad. En las consideraciones finales, ofrecemos algunas reflexiones tericas quereinterpretan la etnografa.

    2. Reflexiones y estrategias metodolgicas del estudio

    Como hemos explicado en la introduccin, nuestro tema central en el presente estudio son las formas yexperiencias de espacialidad que desarrollan las mujeres peruanas en tres espacios sociales de la ciudadde Arica. Aunque el debate sobre la dimensin espacial de la experiencia migrante quedar mejor definidoen el tercer apartado del texto, se hace imprescindible recuperar aqu algunas reflexiones tericas quepermiten situar las estrategias metodolgicas que hemos adoptado. La primera de estas reflexiones serefiere a que la mirada antropolgica, al enfrentarse con contextos fronterizos en los que la migracintensiona los modos de operacin de la adscripcin identitaria, debe ser capaz de incorporarse desde unaepistemologa que evite la lectura dicotmica entre la accin de los sujetos y las imposiciones estructuralesque pesan sobre sta. En este sentido, hemos asumido la postura de Bourdieu, segn la cual habra querechazar tanto la visin estructuralista, segn la cual las estructuras, portadoras del principio de su propiaperpetuacin, se reproducen con la colaboracin obligada de agentes sometidos a sus constricciones,cuanto la visin interaccionista o etnometodolgica (o, en trminos ms amplios, marginalista), segn la cualel mundo social es producto de los actos de construccin que en cada momento realizan los agentes, en unasuerte de creacin continua. (Bourdieu 2011: 31).

    Justamente de cara a proponer una mirada antropolgica puesta ms all de la reificacin de la dicotomaentre accin subjetiva y estructura social, en el marco del presente estudio hemos desarrollado la fusin de

    dos matrices metodolgico-etnogrficas: la etnografa multisituada y el Extended Case Method (EMC,

    tambin conocido como Anlisis situacional).

    La etnografa multisituada parte de algunas ansiedades metodolgicas (Marcus 1995: 99) deinvestigadores dedicados a fenmenos de intensa movilidad -translocal y transnacional- (4). Emerge de lanecesidad de generar estrategias de movilidad en terreno que subviertan la operacin de los supuestos deisomorfismo espacio-cultura que sedimentan la prctica de la observacin participante (Clifford 1997, Guptay Ferguson 1997, Malkki 1997) (5). Marcus (1995) apunta siete tipos de estrategias etnogrficas quepermitiran poner en suspenso -o por lo menos relativizar- la nocin de adscripcin esttica del grupo socialal espacio (6). El estudio de caso que realizamos en Arica combin cuatro de ellas.

    En un primer momento, seguimos a las personas: nos desplazamos hacia los diferentes espacios socialesdonde las mujeres migrantes peruanas desarrollaban sus experiencias de trabajo, de insercin poltica, de

    vivienda, ocio y sociabilidad. En segundo lugar, seguimos a los conflictos, acompaando procesos deruptura, contienda y desacuerdo que involucraban tanto las mujeres y hombres peruanos, como tambin las

    instituciones del Estado y la poblacin chilena. En tercer lugar, seguimos a la biografa, desarrollando

  • entrevistas de historia de vida con las mujeres migrantes peruanas y acompaando a travs de estos relatoslos procesos migratorios en el marco de la familia nuclear y extensa, y tambin los desplazamientos y laexperiencia social del espacio en Arica.

    Finalmente, desarrollamos etnografa estratgicamente situada en puntos clave para la experienciamigrante en la ciudad. Identificamos tres espacios que operan como articuladores del movimiento(translocal y/o transnacional) de los colectivos migrantes peruanos: el Terminal Internacional Rodoviaria, losCampamentos Areneros y Coraceros y el Agromercado de Arica.

    Sobre el uso del Extended Case Method -desarrollado por Max Gluckman en el marco de la Escuela deManchester (Evens y Handelman 2006, Frankenberg 2006)- retiramos dos inferencias que aplicamos al

    desarrollo de la etnografa estratgicamente situada en los tres espacios de observacin.

    La primera se refiere a la adopcin (como eje transversal) de la atencin a aquello que Gluckamn denomin

    situaciones sociales o trouble situations (situaciones problema) (Evens 2006: 53). Estas corresponderana incidentes serios y dramticos: relaciones sociales tensas, inestables, traspasadas por una conflictividadlatente y manifiesta, en las que las constricciones estructurales son apropiadas por la agencia subjetiva, sinpor esto dejar de constituirse en cuanto restricciones (Guizardi 2012) (7). La situacin social como

    herramienta de foco de la mirada nos permiti operacionalizar nuestra atencin en las configuracionesculturales, captando a travs de estas situaciones un momento cotidiano en que podamos ver, con algo delucidez, cmo las mujeres migrantes se situaban en los lmites que esta configuracin impone; a la vez quetensionando estos lmites hacia su adaptacin situacional.

    La segunda de las inferencias tiene que ver con la manera cmo trabajamos la interaccin entreinvestigadores y migrantes en los tres espacios de observacin, pensando que sta se construye comoproceso poltico, y que la presencia del antroplogo en los espacios de etnografa es parte de lo que

    configura la adaptacin situacional de los sujetos (Gluckman 1958).

    En tercer lugar, siguiendo una mxima metodolgica/epistemolgica del Extended case Method (EMC),construimos la reflexin terica que sostiene nuestro anlisis sobre la migracin peruana y su grafa en laciudad de Arica, situndola desde el estudio de caso (Evens y Handelman 2006: 1-5). Asumimos la reflexinterica como engendrada por un procedimiento metodolgico; como adviniendo del proceso etnogrfico deterreno, efectundose de la mano de ste y, en gran medida, distendindose ms all de l (8). Esta formade comprender la vinculacin entre experiencia etnogrfica y construccin de la teora ha implicado que lasreflexiones tericas del presente artculo constituyan un punto de llegada del mismo, y no un a prioridescontextualizado de la fase emprica del trabajo.

    Las incursiones en terreno dieron origen a un material descriptivo-analtico compuesto de un total de 47relatos etnogrficos semanales (recopilando experiencias diarias de terreno), y un registro fotogrfico de losespacios estudiados (140 fotografas catalogadas/clasificadas). Realizamos, en los diferentes espaciosestudiados en Arica, un total de 81 entrevistas en profundidad (9), las cuales fueron registradasdigitalmente, transcriptas y trabajadas a partir de un proceso inicial de anlisis del discurso (operadoprimero manualmente, luego con el software MAXQDA). Entre estas entrevistas, se contabilizan: 32historias de vida (10) con mujeres peruanas, 10 entrevistas semiestructuradas a hombres peruanos, 21entrevistas semiestructuradas a funcionarios y voluntarios de ONG de atencin a migrantes y 15 entrevistassemiestructuradas a mujeres peruanas en la Crcel de Acha (Arica).

    En el presente trabajo nos centraremos especialmente en aquellos materiales que devienen de laobservacin participante en los tres espacios sociales de Arica que mencionamos. En ellos registramoscmo la cotidianeidad de los flujos migratorios peruanos -sus prcticas laborales, habitacionales y lasituacin jurdica de las migrantes- se articulan como experiencia social. Esto nos permiti atender a lascomplejas negociaciones espaciales de identidad que se generan situacionalmente en estos lugares.

    3. Desafiar las fronteras euclidianas: la espacialidad migrante y las configuraciones de lo local

    Iniciaremos nuestro debate terico desde una reflexin sobre las razones que nos han llevado a centrarnuestra mirada antropolgica en tres espacios concretos de la ciudad de Arica. Hemos aclarado que

  • nuestro objetivo en el estudio de caso que dio origen a este artculo era entender cmo la experienciacotidiana de las mujeres peruanas construa, en esta zona de frontera entre Chile y Per, una formaparticular de configuracin cultural. Explicitamos, en la introduccin, que una configuracin cultural es unaformacin histrica de formas particulares, conflictivas y asimtricas de inscripcin de las prcticas, de lasidentidades, de los conocimientos y acciones, en una localidad dada. Decir que Arica es una configuracincultural especfica implica asumirla como un contexto heterogneo que, a la vez, est dotado de elementoscomunes que le son transversales: elementos que asimtricamente son apropiados y moldean las formas deestar y de ser de las gentes en un proceso que no est exento de conflictividad. Un proceso de disputa queenmarca y es enmarcado por los campos de poder.

    Partiendo de este supuesto, indagamos cmo era posible observar el modus operandi de la configuracincultural en una zona fronteriza a partir de la etnografa. Cmo se materializa este proceso de disputa entreidentidades que pugnan por estar y definir las interacciones a nivel local? Hemos contestado estaspreguntas a partir de dos ejes tericos.

    El primero, que tratamos en el apartado sobre metodologa, deriva de la comprensin de que todaconfiguracin cultural, al ser tambin un campo de disputas entre sujetos, tensiona las formas de constituir laidentidad de manera conflictiva. En este sentido, la observacin de la configuracin cultural desde el mtodoetnogrfico debiera poderse hacer justamente en los momentos de reacomodacin y fractura de larelaciones. De ah que hayamos planteado observar etnogrficamente aquello que hemos definido, de la

    mano del Extended Case Method, como las situaciones sociales.

    El segundo de los ejes tericos deriva fundamentalmente del primero: de la comprensin de que estassituaciones sociales a la vez que requieren de un espacio concreto para realizarse, constituyen y generan, almismo tiempo, este mismo espacio. Esto nos ha dirigido, directamente, a la reflexin sobre el papel quejuega el espacio como configurador y como configurado por una serie de relaciones sociales cotidianas.Los tres espacios que hemos etnografiado no eran, como llegamos a suponer inicialmente, un escenariodonde migrantes y sociedad autctona actualizaban situacionalmente las constricciones estructurales apartir del carcter difuso y polifactico de la agencia. Lo que observamos y experimentamos en terreno nosdevolvi la nocin de que estos locus eran a la vez que daban materialidad a las relaciones entre agencia yestructura.

    En este sentido, y recuperando a Lefebvre (1974), asumimos que hay una tridimensionalidad del espacio(Maldonado 1997: 29) observable en la manera cmo migrantes y autctonos viven las situaciones sociales.Observamos que estos tres espacios -el Terminal de buses, el Agromercado y los Campamentos-componan las configuraciones fronterizas de Arica en la medida en que eran el conjunto de prcticas

    concretas (flujos, fijaciones, interacciones, desbordes) que en ellos existen y las que suceden a travs delellos. Pero tambin componan la percepcin social que los diferentes grupos, personas y actores tienen desus espacios personales (y/o colectivos) y los signos, significaciones y significados que de esta percepcinemanan. Finalmente, estos espacios tambin eran la imaginacin que unos y otros hacen de ellos, y laproyeccin de sta hacia planes de futuro que impactan la manera como la gente acta e interviene en lalocalidad (individual o colectivamente).

    Complementando estas perspectivas, que apuntan inequvocamente a que el espacio es, a la vez que

    conforma la agencia, adherimos a una cuarta dimensionalidad. Asumimos junto a Harvey (2008) que laespacialidad es tan constitutiva de lo estructural -es su forma y contenido- como lo es de la agencia, demanera que el Terminal, el Agromercado y los Campamentos incorporan procesos estructuraleseconmicos y polticos, que se materializan en ellos a travs de la accin de los Estados y de los gruposempresariales de diferentes escalas.

    Como bien lo define Harvey (2008: 17), la inversin en la infraestructura urbana est centralmente conectadacon la necesidad de re-aplicar el excedente capitalista de plusvala a favor de la produccin de ms

    excedentes. El urbanismo es, en este contexto, un mecanismo sine qua non de reproduccin del capital(Lefebvre 1974: 223) (11). Los mecanismos de reproduccin de las formas de acumulacin del capital sevuelven centrales en la comprensin de los tres espacios que etnografiamos en Arica. No es una casualidadel que ellos se encuentren en zonas de la ciudad consideradas deterioradas, cercadas por barrios a loscuales la administracin municipal considera como peligrosos. Barrios donde se concentra la venta yconsumo de la pasta base de cocana, con elevados niveles de pobreza; barrios donde los servicios

  • pblicos de limpieza son intermitentes y donde la infraestructura urbana se encuentra deteriorada por la faltade inversin (12).

    Asimismo, habra que pensar que la produccin de los tres espacios que hemos estudiado en cuanto formay contenido de una configuracin cultural se relaciona a que ellos deben ser entendidos tambin comoaquello que Bourdieu (en Gutirrez 2004: 293) denomin una estructura estructurada y estructurante. Estoporque los agentes o grupos se posicionan en ellos en funcin de su ubicacin en la distribucin de loscapitales (simblicos, econmicos, culturales y sociales) en el marco del campo social ms distendido (13).As pensados, el Terminal, el Agromercado y los Campamentos son tambin espacios incorporados amodo de habitus, a la vez que se expresan en el habitus de la gente que en ellos se fija o transita (14),

    imprimiendo en la presencia espacial una tendencia a la reproduccin de las distribuciones sociales(Bourdieu 1997: 41) (15).

    Pensando en que los tres locus son y reproducen -a travs de la presencia de sujetos y de su experiencia

    corporal a modo de habitus- el status quo de la distincin social, nos dispusimos a observar cmo lasformas de estar en el espacio desarrolladas por la mujeres peruanas tensionaban, reinterpretaban y/odesestabilizaban las configuraciones de las fronteras de la nacionalidad y del gnero (16). En este ltimoaspecto, es fundamental dar cuenta de que la agencia de los sujetos en el espacio provoca una experienciadialctica con las determinaciones estructurales, alterndolas a la vez que dejndose marcar por ellas. Estono es menor en ningn caso, pero lo es menos en el que nos toca, dado que Arica y los tres espacios queestudiamos en esta ciudad se sitan en territorio fronterizo entre Chile y Per. Un territorio donde lasadscripciones identitarias se juegan de forma apremiante y no pueden ser tomadas ni como estticas, nitampoco como dotadas de total fluidez constitutiva.

    Esta percepcin nos dirige, a su vez, a un tercer debate terico sobre las configuraciones de los espaciosobservados en nuestra etnografa: a la indagacin sobre cmo pensar las fronteras en cuantomaterializadoras de formas particulares de pertenencia.

    En relacin a este ltimo interrogante, los estudios sobre flujos humanos fronterizos vienen incidiendo en lacomprensin de que, en dichos espacios sociales, las definiciones modernas de lo nacional no sematerializan de manera tajante (Garduo 2003). Desde este punto de vista, las fronteras seran espacioscruzados por prcticas que no se reducen a la lectura euclidiana de las identidades nacionales. En ellas,

    ms que una lnea literal de separacin entre una nacin y sus otros (Segato 2007), encontramos espaciosporosos, donde el Estado impone (o intenta imponer) sus configuraciones jurdicas, militares y polticas(Kearney 2003). Pero estas delimitaciones son desafiadas por las formas y experiencias del espacio de laspoblaciones que viven en estos territorios (Kearney 2003). Estas prcticas espaciales, no en pocasocasiones, reiteran que la invencin de lo nacional es un fenmeno reciente (Hobsbwam 1998); a cuyoservicio se hizo gestionar la idea de homogenizacin (cultural, tnica y racial) del Estado-nacin que es,tambin ella, una invencin moderna (Grosfoguel 2006, Segato 2007).

    Complementariamente, los estudios de migraciones internacionales actuales han explorado la nocin deque la movilidad humana, envuelta en procesos de globalizacin, viene relativizando la comprensin literal

    de las fronteras (Garduo 2003, Kearney 2003). Siguiendo esta lgica, el concepto de transnacionalismopropone concebir la migracin como proceso que provoca la yuxtaposicin de prcticas locales hacia

    espacios diferentes de aquellos donde fueron gestionados primordialmente (Glick-Schiller et al. 2005). La

    migracin tendra esta capacidad en la medida en que puede ser articulada a partir de capitales sociales

    migrantes; entendidos como redes extensas de relaciones entre un migrante y sus comunidades en origen(familia, vecindario, colectividad, comunidad tnica) (Portes 2000:45). A travs de estas redes, los

    migrantes transmitiran saberes y conocimientos sobre la migracin (un capital cultural migrante)reduciendo crecientemente el impacto y costos del acto de migrar de otros integrantes de sus comunidadesy redes de origen (Massey y otros 1994). Esto conlleva la idea de que la migracin, activando capitales

    sociales aqu y all, constituye un campo social transnacional (Levitt y Glick-Schiller 2004): como una ondaexpansiva que vincula espacios no necesariamente cercanos en trminos geogrficos, pero determinando

    en ellos procesos de simultaneidad temporal-espacial (Besserer 1999 y 2004). De manera que, entre lospases de origen y destino, entre y a travs de las fronteras, los migrantes actuaran tensionando lasdefiniciones de lo nacional.

    Aunque con algunos matices, esta perspectiva de la construccin de la experiencia migrante en una dada

  • localidad efectundose a modo de un campo social transnacional nos parece especialmente interesantepara comprender la vivencia de las mujeres peruanas en los tres espacios que estudiamos en Arica. Si laexperiencia en el espacio constituye (a la vez que es constituida por) la configuracin cultural de estalocalidad, entonces tendramos la posibilidad de observar, de la mano de las prcticas cotidianas de lamigrantes, cmo su accin en el espacio (a modo de habitus) configura Arica como un campotransnacional.

    Desde nuestra etnografa, nos preguntamos cmo esto ocurra en los espacios estudiados. Indagamoscules eran las vivencias cotidianas con las que las mujeres tensionaban esta configuracin fronteriza,vertiendo sobre el espacio local ariqueo experiencias de lo social que remitan a sus localidades de origen.Que remitan a configuraciones culturales ubicada ms all de la frontera entre Chile y Per. En losapartados que siguen nos dedicaremos a describir, desde los aspectos histricos hacia los relatosetnogrficos, estos procesos de cruce fronterizo que observamos en Arica.

    4. Arica y la frontera norte de Chile: procesos histricos y configuraciones actuales

    El Norte Grande de Chile es un territorio situado en el desierto de Atacama y compuesto de tres regiones dela divisin poltico-administrativa chilena (figura 1): Arica y Parinacota (cuya capital es la ciudad de Arica);Tarapac (capital en Iquique); y Antofagasta (capital en Antofagasta) (17). Arica perteneci a la Regin deTarapac desde 1929 y hasta 2007, cuando se cre Arica y Parinacota (la XV Regin chilena),agregndose en ella los territorios ms septentrionales de Chile, en la frontera con Per. As, la XV Reginlimita al norte con Per, donde se ubica la vecina ciudad de Tacna (capital del departamento peruano demismo nombre); al sur con la regin de Tarapac; al este con Bolivia y al oeste con el Ocano Pacfico.Arica es, por ende, la ltima ciudad del extremo norte chileno. Contaba con aproximadamente 210.914habitantes en 2012 -casi toda la poblacin de la XV Regin, que era de 213.595 personas para el mismoao (Instituto Nacional de Estadsticas 2012: 58)-.

    Figura 1. Norte Grande de Chile. Divisin regional actual,ciudades importantes y fronteras internacionales.

    Elaboracin: Paola Salgado. Proyecto FONDECYT11121177

  • La economa de la XV Regin se basa principalmente en servicios; aunque la minera viene adquiriendorelevancia y el sector pesquero es importante para el comercio con Per, Bolivia y con otros pases delCono-Sur. La agricultura permanente es desarrollada en los valles de Lluta y Azapa, situados en elextrarradio de Arica. Estos valles atribuyen a la ciudad el rol de centro de la produccin agrcola del NorteGrande. Arica desempea, adems, un papel articulador andino, siendo el nodo internacional con Per yBolivia (Snchez 2009: 95): importante puerta de entrada por carretera desde estas naciones colindanteshasta Chile. De hecho, Arica viene desempeando un rol de entrepuesto del itinerario migratorio deperuanos que se desplazan hacia otras regiones de Chile o Argentina; lo que tambin se verifica en el casode la migracin boliviana, especialmente aquella que proviene de La Paz (Guizardi y Garcs 2013). Por otrolado, la ciudad se ubica en medio de dos zonas francas (la peruana en Tacna y la chilena en Iquique) lo quecontribuye a su desaceleracin econmica.

    Pero Arica no siempre ha sido chilena y de hecho cuenta con tan solo 86 aos de serlo. En perspectivahistrica reciente, la ciudad formaba parte de la Repblica del Per, y solamente a fines del siglo XIX,cuando se produce la Guerra del Pacfico (1879-1883) (18), qued en poder de las fuerzas chilenas (Daz yotros 2012: 160). En este sentido, puede decirse que Tacna y Arica llegaron al tiempo de las Repblicascomo siamesas que todava compartan un mismo cuerpo (Gonzlez 2008: 13). Es por esto que, durante elsiglo XIX en Arica, encontramos flujos humanos y econmicos cotidianos con la ciudad vecina de Tacna,especialmente cuando ambas estaban bajo la administracin poltica de la repblica peruana. En conjunto,estas ciudades conforman el histrico espacio Tacnoariqueo, sosteniendo un eje de flujos econmicosque remiten incluso al comienzo de la colonia (Rosenblitt 2013: 47-81).

    Chile, durante los aos que transcurrieron entre el tratado de Ancn (1883) y el de Lima (1929) (19),construy su frontera norte en un territorio en litigio que englobaba a Tacna y Arica. Esta construccincomprenda, entre otras cosas, chilenizar como sinnimo de civilizar (Gonzlez 2008:10): una poltica de identidad nacional que forj violentamente la soberana sobre el nuevo territorio anexado (Daz 2006,Gonzlez 2002 y 2004). Este proyecto identitario es conocido como chilenizacin, habiendo incidido comoproceso de des-indigenizacin de la poblacin local, lo que impact fuertemente a los habitantes Aymarade la regin (Daz 2006). Asimismo, la nacionalizacin del territorio se fundament en una supuestadiferencia entre chilenos, por un lado, y peruanos y bolivianos, por otro: asocindose los segundos a unaidentidad indgena que en aquellos tiempos se entenda como sinnimo de barbarismo e incivilizacin(McEvoy 2011). No obstante, los flujos humanos, culturales, sociales, econmicos y polticos entre Arica y losterritorios sur-peruanos nunca han cesado: continuando prcticas Aymara que interconectan estos espaciosy desafiando las pretensiones euclidianas de la frontera nacional.

    Esta condicin ambigua de las identidades nacionales en la frontera norte chilena se viene agudizandodesde los aos 90 del siglo pasado, puesto que Chile se ha convertido en un nuevo destino migratoriointrarregional, recibiendo una nueva migracin proveniente preferentemente de Per (Guizardi y Garcs2012: 5) (20). La importancia de Arica en la configuracin de este flujo migrante y transfronterizo entre Pery Chile se puede vislumbrar, aunque no literalmente, en el movimiento circulatorio que la ciudadexperimenta. Segn el Servicio Nacional de Aduanas de Chile, para el ao 2012, la entrada de personaspor el paso fronterizo Chacalluta (la puerta de entrada a Arica) desde el Per contabiliz 2.585.710 accesos(Servicio Nacional de Aduanas 2013). Entre las ciudades de Arica y Tacna se registra un flujo humano diariode entre 7 mil y 10 mil personas (Guizardi y Garcs 2012: 19).

    Con nuestra etnografa, observamos que las migrantes peruanas que viajan hasta Arica provienen,mayormente, de localidades del sur peruano: Tacna, Puno, Ilo y Arequipa. Una parte relevante de ellas es deorigen indgena Aymara (Guizardi y Garcs 2012). Las que vienen de Tacna presentan mayor movilidadfronteriza. Muchas de ellas son originarias de otras localidades del Per y establecieron viviendas en Tacnaa manera de un nodo articulador entre localidades del altiplano peruano (Puno y Arequipo) o costeas (Ilo) yArica: han protagonizado por ello procesos anteriores de migracin interna campo-ciudad en Per. A causade la cercana de Arica y Tacna (50 minutos en vehculo) las tacneas se desplazan semanalmente entreambas, lo que tambin es facilitado por el Convenio de Trnsito Fronterizo (1983) (21). Las migrantes quemantienen su residencia en la sierra peruana -en Puno o Arequipa- viven una menor movilidad fronteriza.Pero, pese a que viajan al Per con menos frecuencia, ellas tambin mantienen comunicacin y lazosfamiliares permanentes con sus localidades de origen. Tanto en un caso como en otro, observamos que lamayora de las mujeres peruanas dejan hijos en la localidad de origen con familiares.

  • Las migrantes peruanas en Arica se desplazan por diversos espacios socioculturales, generando prcticase intercambios simblicos cotidianos con los habitantes chilenos. No obstante, ellas tienden a situarse enlugares propios, esto es, en sitios urbanos en los que habitualmente se concentran para trabajar o residir: elTerminal Internacional Rodoviario, el Agromercado y los Campamentos (Coraceros y Areneros) son tres deestos puntos.

    El Terminal Internacional de Arica se ubica hacia la zona norte de la ciudad. En torno al mismo se hagenerado un rea de comercio migrante (hospederas, restaurantes, tiendas, locutorios, centros de internet)y de infravivienda. El terminal, como es denominado popularmente, se convirti en espacio de oferta ydemanda de mano de obra peruana temporaria: donde migrantes esperan desde las 5:20 am la llegada dechilenos(as) buscando trabajadores para el da. Los hombres migrantes peruanos ofrecen su fuerza detrabajo para oficios vinculados a la construccin o gastronoma. Las mujeres lo hacen como trabajadoras decasas particulares, en el sector textil o en restaurantes. Para ambos gneros las labores agrcolas en losvalles de Lluta y Azapa constituyen tambin un importante nicho laboral. Un aspecto de gran relevancia en el

    Terminal son las mujeres que comercian con ropa americana (22), transitando con fardos del producto a susespaldas.

    El segundo espacio migrante de la ciudad es el Agromercado. Trabajar en el Agro, como se denominalocalmente, involucra un patrn de permanencia prolongada en Arica, al tratarse de una labor comercial quedemanda una atencin los siete das de la semana. Son las mujeres las que ocupan mayormente ese nicho

    laboral, emplendose en los puestos de venta de productos agrcolas, de servicios (especialmente lapeluquera) y alimenticios en general. Esto involucra tratos laborales variables que van desde el jornal(trabajo por das) a los contratos mensuales.

    Los Campamentos Coraceros y Areneros -en la carretera Panamericana (extrarradio de Arica), cerca del

    Agro- conforman asentamientos permanentes de familias migrantes que decidieron ocupar estos terrenospara vivir. Las migrantes que all viven trabajan en el Agro o en labores de cultivo agrcola. Las viviendas delos Campamentos presentan una clara precariedad habitacional: son de material ligero, tienen pisos detierra, no cuentan con los servicios bsicos, y se ubican en zonas con alto riesgo de inundacin ante laeventual bajada de los ros Acha o San Jos con las lluvias estivales (23). El suministro de agua potable seproporciona a travs de camiones aljibes de la municipalidad de Arica o, de forma ocasional, mediante la

    ayuda informal que otorga el ejrcito chileno, a travs del Regimiento Reforzado N5 Coraceros (24).

    A continuacin, describiremos cada uno de estos espacios detallando las particularidades de la experienciafemenina peruana en ellos.

    5. El Terminal Internacional Rodoviario de Arica

    El interior del Terminal est dividido en dos patios distintos, el de mnibus y el de colectivos (25), los queordenan el constante trfico humano y vehicular que se produce cotidianamente en este local. En ambospatios veremos a los hombres peruanos tomando protagonismo en la movilizacin de personas entre Tacnay Arica. Desempendose como chferes, ellos cruzan la frontera chileno-peruana al menos seis veces porda (26). Los colectivos transportan cinco personas por vez, por un precio de 4000 pesos chilenos (20nuevos soles peruanos). Los mnibus pueden llegar a transportar a cuarenta personas por viaje, con unprecio de 2000 pesos chilenos (12 nuevos soles peruanos). Los chferes no solo se encargan deltransporte: tambin tramitan los documentos de sus pasajeros para cruzar los complejos fronterizos deChacalluta (Chile) y Santa Rosa (Per). En el Terminal, ellos dinamizan constantemente el lugar, cargandolos equipajes de los viajeros chilenos y otorgando un acento peruano distintivo a los gritos que indican lassalidas para Tacna.

    Las mujeres peruanas tienen presencia constante en ambos patios. Ocupan diversos espacios del Terminalpara seleccionar y preparar el transporte de la ropa americana o, bien tambin, para distribuir los artculosperuanos (papel higinico, lava-lozas, detergentes, desodorantes, cera de pisos, desinfectantes)comprados en la zona franca de Tacna y vendidos en Arica. En este caso, observamos una distincin en eltrnsito de los objetos que portan consigo las migrantes. La ropa americana es comprada en Chile (entra alpas por la Zona Franca de Iquique) y es llevada hasta el Per para su venta. Las mercaderas de consumodomstico compradas en Tacna van en el sentido contrario. Para llevar a cabo esta distribucin de ropas y

  • mercaderas, las peruanas transitan todo el da al interior y alrededores del Terminal (a las poblacionesaledaas y al Super-Agro (27)), construyendo as una forma de apropiacin espacial constituyente de unaespecificidad de gnero (Guizardi y otros 2014).

    La presencia permanente de la polica nacional es una primera nota distintiva del sector. Entre pacos y ratis(28) por un lado, y migrantes peruanos y bolivianos que transitan continuamente en las inmediaciones delTerminal por otro, las delimitaciones espaciales son negociadas constantemente. En este sector losespacios apropiados por los migrantes se construyen de forma compartida por hombres y mujeres, pero en

    temporalidades y territorialidades cambiantes (Grimson 2005: 8).

    Con temporalidades y territorialidades cambiantes nos referimos a que, si bien el transporte de

    mercaderas y ropa americana en awwayus (29) por parte de las mujeres peruanas se prolonga durante todoel da en las inmediaciones del Terminal, la presencia espacial de los gneros adquiere particularidades endistintos momentos de la jornada. De madrugada, hombres y mujeres migrantes esperan ser recogidos porempleadores chilenos que los llevarn hasta los valles de Azapa o Lluta para trabajar en las plantaciones detomate, cebolla, choclo, repollo y acelga. Amaneciendo, los hombres peruanos se instalan en el Terminalpara ofrecer su fuerza de trabajo a la construccin.

    Por la tarde, hombres y mujeres migrantes con tiempo libre, o que no han podido encontrar un trabajo por elda, descansan en las inmediaciones, especialmente en la poblacin Juan No (30). Por la noche, mientrasalgunos migrantes retornan al Per, otros se dirigen a la poblacin Juan No o a la Rosa Esther (31) parapernoctar en las hospederas y dormitorios ilegales que los ariqueos han instalado en ellas para estepropsito. Tambin se han instalado comedores en los que los migrantes pueden almorzar y cenar por 300pesos.

    En Juan No observamos la gnesis de formas comerciales peruano-chilenas. En el barrio se encuentranlas bodegas donde las mujeres migrantes recogern la ropa americana que posteriormente comercializarnen Tacna. En este espacio se despliega una proliferacin de locales comerciales relacionados con lacoexistencia de la poblacin chilena con la migracin peruana. A travs de variados comercios con marcas

    distintivas de peruanidad, regentes chilenos administran negocios preferidos por los migrantes. Ademsde hospederas, las cevicheras, locutorios, cibercafs y locales de envo de remesas son algunos de ellos.Ms all, en el Super-Agro, algunos hombres peruanos trabajan en las polleras y cocinas de sus localescomerciales. Las mujeres peruanas cumplen una funcin fundamental en relacin al abastecimiento, puestoque ellas comercializan all los aderezos de cocina provenientes, muchos de ellos, de Tacna.

    6. El Agromercado de Arica

    En el Agromercado observamos la mayor cantidad de nichos laborales ocupados de forma permanente pormigrantes peruanas en Arica. Este es un espacio caracterizado por las prcticas comerciales chilenas,peruanas y bolivianas que le dan vida y que garantizan cierta continuidad al mercado agrcola local. Ya sea

    en calidad de jornaleros, contratados, abastecedores o regentes de comercios asociados al Agro, losmigrantes (peruanos y bolivianos) son una nota distintiva de este sitio y sus alrededores. El origen Aymarade las personas de estas tres nacionalidades reincide en los procesos socioeconmicos de la creacin del

    Agro y sus asociaciones en los aos 1980 (Gundermann y Vergara 2009: 110). Ellos reactivan formasespaciales complejas de vinculacin identitaria que, en esta zona de frontera, a veces provocan laincongruencia entre las separaciones nacionales, y el sustrato tnico compartido de los protagonistas deestas actividades agrcolas y comerciales (32).

    En el Agro, las migrantes peruanas experimentan cotidianamente el contacto e interaccin con la poblacinariquea que acude al local. Esto ocurre porque ellas ocupan un amplio abanico de funciones productivasdel lugar, constituyendo una mano de obra fundamental para la reproduccin econmica del mercadoagrcola. La cara ms visible y caracterstica de este intercambio se materializa en la recurrente presenciade peruanas (contratadas por los chilenos/as que son dueos/as de los negocios) para la atencin de laventa al por menor.

    Pero este dilogo transnacional entre migrantes y autctonos tambin se observa mediante el trnsitocontinuado de objetos simblicos que repercuten sobre el espacio. Comidas, ropas, artesanas, prcticas

  • sociales y quehaceres artesanales (como la peluquera, albailera, o mercadera) venidos del Perconstruyen la lgica social, comercial y de servicios en el espacio. Estas relaciones desbordan la mera

    delimitacin fsica del lugar y se extienden incluso hasta los valles de Lluta y Azapa, con los cuales el Agroconstituye un sentido de continuidad econmico-social (puesto que en l se comercializa y distribuye laproduccin de estos valles). Algunos migrantes bolivianos son propietarios de parcelas en los valles. Elloscontratan a los migrantes peruanos para las labores agrcolas, mientras que, por otro lado, realizan

    transacciones comerciales con los transportistas chilenos que compran sus productos en el Agro paradistribuirlos a las regiones de Tarapac y Antofagasta, pero tambin al centro del pas. El Agro recibe adiario camiones peruanos que vienen desde Tacna para comercializar diversos productos con los chilenos.

    En trminos administrativos, el Agro se constituye a partir de tres asociaciones diferentes, cada una de ellascontrolando un sector especfico del mercado: la ASOAGRO (Asociacin Gremial de Medianos y PequeosAgricultores), la ASOCAPEC (Asociacin de Agricultores y Pequeos Comerciantes Sociedad Annima), yla SAN (Sociedad Agrcola del Norte Asociacin Gremial) (33).

    El patio de la ASOCAPEC es la seccin ms antigua del Agro, y est dedicada a la venta al pormenor deproductos variados: desde la mueblera a la alimentacin, pasando por cableados elctricos, material deconstruccin, ropa usada, comida para animales domsticos, piezas de reparacin para coches, piezas demaquinaria, y un sinfn de productos manufacturados y/o industrializados de primera o segunda mano. Tiene

    un flujo humano notoriamente ms calmo respecto a otros sectores del Agro. Aqu el trnsito de personas esrpido slo entre las 09:00 y las 12:00 h., decayendo durante todo el resto del da. La excepcin son losfines de semana, cuando los consumidores chilenos cambiarn de forma abrupta la temporalidad ydensidad humana regular del lugar, incrementndola y prolongndola hasta las 17:00 h. Durante los viernes,sbados y domingos los ariqueos acuden a este patio en busca de ropa americana u otros artculoscomercializados por migrantes. Ellos cotizan las ropas, zapatillas y dems prendas de vestir al son de las

    populares tonadas de msica chicha o tropical andina y los huaynos (34), que suenan tanto en los localesque atienden las peruanas (en gran mayora), como tambin en la transmisin radial de La Voz del Agro(35).

    Al mismo tiempo, la radio va comunicando anuncios comerciales referentes a Tacna. Se promocionan susrestaurantes, atenciones mdicas dentales, oftalmolgicas y hotelera. Mientras tanto, las migrantes ofrecena los visitantes platos comprendidos como tpicamente peruanos: las populares tortas, cubos (36)y jaleas

    con crema que son, simultneamente, transportados, refrigerados, y servidos en simpticos carritos. Tantolos productos como la manera de venderlos en carritos son consideradas prcticas peruanas.

    En esta seccin del Agro, las prcticas comerciales peruanas tienen un carcter principalmenteindependiente: son negocios por cuenta propia. Algunos peruanos, por ejemplo, son propietarios desolcitas muebleras. Las mujeres, a su vez, regentan peluqueras y restaurantes. Las estrategiaseconmicas desarrolladas en el patio de la ASOCAPEC conllevan el mantenimiento de extensas redes deparentesco o paisanazgo que sostienen los negocios de los peruanos aqu y all.

    En este sistema de redes laborales son fundamentales los usos de la telefona celular o los centros dellamadas internacionales y cybercafs, regentados tambin por migrantes peruanos fuera del Agro. Aqu senota cmo las redes familiares y de amistades son atradas por los migrantes ya instalados en Arica atravs de la constante comunicacin que los primeros mantienen con los segundos.

    Muchos de los migrantes peruanos que vienen hasta Arica lo hacen dejando negocios familiares yparentesco en sus comunidades de origen, principalmente Tacna, Arequipa, Puno e Ilo. El mantenimiento deestos negocios, mediante el envo de remesas semanales o mensuales, ocurre al mismo tiempo queconstruyen y regentan otros negocios en Arica y preparan el camino para recibir a los nuevos migrantescomo trabajadores de estos. Como resultado, sucede la configuracin de una clase particular de comerciomigrante que, a ejemplo de lo que describimos para los rubros en los alrededores del Terminal, inciden en la

    construccin de formas de identidad migrante. Son comercios regentados por peruanos y sostenidos porredes migrantes con origen familiar y/o comunitario compartido, pero destinados a la atencin del pblicochileno y peruano por igual. Los ariqueos incluso prefieren la atencin de peluquera, restaurantes ymuebleras migrantes ya sea por la calidad, eficiencia o menores precios que ofertan.

    El patio de la ASOAGRO, por otro lado, est destinado principalmente a la venta al pormenor de productos

  • agrcolas. Esto no quita que en l se vendan mercancas industrializadas (productos de limpieza, higiene,cocina, bebidas alcohlicas, refrescos) y manufacturados (alios, bolsos de tejido, cestos de mimbre). Aqu,sin embargo, la composicin de gnero cambia drsticamente respecto al patio de la ASOCAPEC.

    Las migrantes peruanas trabajan predominantemente en la atencin del pblico visitante, ya sea en lospuestos de frutas y verduras, o en los de alimentos e ingredientes de cocina industrializados trados desdeTacna. En ellos encontramos toda una profusin de productos alimenticios peruanos (figura 2) queencuentran una importante adhesin de los consumidores locales. Los nutritivos jugos, harina y leches desoya; la benfica maca (37) en sus presentaciones de harina y cpsulas; los extractos de noni y graviola(38); el sillao (39); las apetecidas salsas Alacena de huancana (40), mayonesa casera, aj molido y rocoto

    (41) molido; la tradicional sibarita (42); los caramelos y galletas fruna; los confites de coca; el cacaoinstantneo Sol del Cuzco; las refrescantes Kola Real e Inca Cola; los diversos jugos tropicales y la chichamorada (43).

    Figura 2. Comercio fronterizo. Negocio regentado por chilena y atendido portrabajadoras migrantes, ofrece productos alimenticios chilenos y peruanos enla ASOAGRO. Febrero, 2013. Fotografa: Grecia Dvila. Proyecto Fondecyt

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    En estos puestos, los modos de insercin laboral para las mujeres peruanas varan desde los jornales yarriendos, hasta los contratos y el trabajo familiar (44).

    El tercero sector del Agro (administrado por la SAN) es el patio de cargas. Se trata de una central dedistribucin de productos agrcolas, y alimenticios manufacturados que son transportados (por empresaspequeas y medianas de servicio de carga) a las dems regiones del Norte Grande chileno y centro delpas. Aqu, las prcticas comerciales migrantes, tanto en los contornos externos como al interior del lugar, tambin presentan la persistencia de una presencia predominantemente femenina.

    Por fuera del patio pueden verse los carritos de comida ambulante, donde mujeres migrantes ofrecendesayunos y almuerzos de bajo costo. En este mismo lugar, tambin encontramos a las amables caseras.Vendedoras que son principalmente Aymara chilenas, pero tambin bolivianas y peruanas, que esperansentadas en las veredas a los compradores de los productos que ofrecen: cilantro, organo, papa chuo,acelgas, y perejil.

    Dentro del patio, mientras los hombres chilenos cumplen la labor de peonetas (45), -entre risas y rpidasbromas-, algunos hombres y mujeres peruanas, en cambio, se encargan de la gestin de compra y venta delos productos agrcolas en los puestos de abastecimiento donde acuden los camiones a cargar. Esto lohacen de una forma ms bien seria, cuidando sus locales de algn retiro de mercaderas no acordadapreviamente con los camioneros.

    Las mujeres peruanas tambin se encargan de traer el desayuno a peonetas y locatarios (46). El desayunocuesta 1000 pesos, oferta que incluye sndwich a eleccin (de palta, jamn-palta, jamn-queso, queso decabra, churrasco, chacarero (47), carne mechada (48), o pescado al escabeche (49)), y un vaso de t, cafo botella de jugo.

  • Este lugar y sus prcticas comerciales se perciben como un traslado espacio-temporal del visitante hacia lavecina ciudad de Tacna, o ms all de ella, en tanto los elementos que le componen son tambin distintivos

    y significantes de formas de peruanidad. El espacio se erige, entonces, acaso como la continuidad de unahistoria de relaciones sociales, de modos de comer, consumir, vestir, hablar, cantar y escuchar que seresisten a la configuracin moderna de la frontera en Arica.

    7. Los Campamentos Areneros y Coraceros

    Sobre las casas de Areneros y Coraceros flamean algunas banderas chilenas solitarias y maltratadas por elclido viento desrtico. Pero tambin aparece la whiphala, denominada bandera de todos los pueblosoriginarios (figura 3).

    Figura 3. La wiphala. Bandera de todos los pueblos originarios flameando enCoraceros. Diciembre, 2012. Fotografa: Grecia Dvila. Proyecto Fondecyt

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    En los Campamentos, los nombres de las calles revelan la adscripcin indgena de sus pobladores. As, laheterogeneidad nacional de los pobladores -chilenos, peruanos y bolivianos- contrasta con una adscripcintnica (Aymara) compartida.

    Ambos Campamentos sufren de manera anloga las exclusiones asociadas a la precariedad habitacional.El agua potable es un recurso del que carecen. Por este motivo, son frecuentes los tambores y reservoriosplsticos, de 10 a 30 litros, donde se guarda el agua para consumo. Se carece de red de alcantarillado, y serepiten las acumulaciones centrales de basura orgnica y no orgnica. Los pobladores suplieron la falta delsuministro energtico con la utilizacin de generadores elctricos a base de gasolina. Otra forma,denominada colgarse a la luz, consiste en conectarse (sin autorizacin) a la electricidad de las torres dealta tensin que rodean y cruzan los Campamentos. Las viviendas son de material ligero, construidas conalgunos retazos de madera que son retirados de los basurales de la ciudad. Hay una media de cuatropersonas viviendo en cada casa, aunque a veces hay familias que, extendidas por los migrantesrecientemente llegados, pueden estar compuestas de hasta siete personas.

    En ambas tomas (50), una parte importante de la poblacin es extranjera, predominando las mujeresperuanas y bolivianas (51). Son ellas quienes articulan las organizaciones para luchar por la vivienda digna:cuando no las lideran, son la mayora entre el pblico que asiste a reuniones y entre quienes asumenlabores. Aqu, las migrantes estn dispuestas a parcializar su tiempo libre despus de las extensas jornadasde trabajo, participando activamente de actividades comunitarias. Esto lo hacen para generar instancias decooperacin expresadas en almuerzos o actividades especiales del calendario como la navidad, o da delnio.

    El perodo entre desplazamiento y fijacin de las migrantes en los Campamentos vara segn las vicisitudesinstitucionales que repercuten en su situacin jurdica. Esto porque la sola condicin de ser extranjeras lesdificulta enormemente el acceso a los derechos humanos bsicos, como la vivienda, que de acuerdo a los

  • tratados internacionales firmados por Chile, les corresponde en el pas (52).

    Una de las principales dificultades del acceso a la vivienda social por parte de las migrantes son losrequisitos que establece el Decreto Supremo 49 (DS49) que exige, entre otras cosas, la residenciapermanente del postulante y una libreta de ahorros con un monto especfico -que es de difcil consecucin

    para las migrantes de los Campamentos, dadas las bajas remuneraciones de sus actividades (en el Agro oen los valles productivos)-. Simultneamente, la legislacin chilena vigente limita la posibilidad de adquirir unbien raz en lugares especficos de la Regin de Arica y Parinacota que colindan de manera ms cercanacon la zona fronteriza (leyes Arica 1 y Arica 2). Adems, inciden sobre las migrantes otras dificultades, comopor ejemplo, los elevados valores del mercado inmobiliario en el Norte Grande vinculados a la especulacinque acompaa al aumento progresivo de la actividad minera en la zona.

    En Arenero y Coraceros observamos una forma de organizacin poltica cimentada en la pertenencia adistintos comits de postulacin a la vivienda social que son reconocidos jurdicamente por el Servicio deVivienda y Urbanizacin del Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Chile (SERVIU). En Coraceros hay doscomits compuestos heterogneamente por nativos y migrantes: Coraceros y Sueos de familia. Elsegundo surgi como una entidad formada exclusivamente por y para pobladores migrantes, liderado pormujeres peruanas. En el marco de las constantes re-organizaciones compositivas de los comits, migrantesy chilenos se terminaron mezclando: ambos comits son actualmente mixtos.

    En relacin a la lucha por la vivienda, la organizacin poltica de las migrantes peruana de Arenerosencuentra un panorama ms complejo. Segn dicta la norma que regula la postulacin a vivienda social enChile, y el Plan Integral para la Erradicacin de Campamentos (2010-2014) (53), los Campamentos para serreconocidos como tal (dando derecho a sus habitantes a postular a residencias sociales), deben serprimero catastrados por el Estado.

    En Arica, el Estado deleg estas responsabilidades -originalmente del SERVIU- entregando a la FundacinTecho para Chile (54) la realizacin del catastro de los Campamentos. En la ejecucin del trabajo de terrenopor parte de la Fundacin, el Campamento Areneros no fue registrado. Consecuentemente, a nivelesformales, el Estado no reconoce su existencia, impidiendo el acceso a derechos habitacionales por partede migrantes y chilenos que all viven. Esto, a su vez, genera el desconocimiento por parte de lasautoridades sobre los modos de vida y auto-instruccin jurdica de los habitantes migrantes del campamentoAreneros.

    La ineficacia del Estado en constituir un dialogo democrtico con los habitantes de Areneros provoca lareproduccin de nociones excluyentes de alteridad chileno-peruanas, tanto por parte de los chilenos, comopor parte de los peruanos. Escuchamos relatos de mujeres migrantes que viven en Areneros sobre losconflictos con las autoridades regionales de turno (los Secretarios Regionales Ministeriales del SERVIU).Estas prohiban las opiniones y argumentos jurdicos de las migrantes en los debates, afirmndoles lainexistencia de derechos de expresin de la opinin para ellas a causa de su condicin de nacionalidad.

    Aun as, las migrantes siguen ejerciendo protagonismo en la organizacin de movimientos sociales desdeambos Campamentos. Se amparan para esto, evitando mayores conflictos con las entidadesgubernamentales, en mujeres chilenas que solo ejercen liderazgo de cara a las autoridades. En realidad, laarticulacin comunitaria, los debates y las acciones, se tejen desde la experiencia de mujeres migrantesque, en otros lugares, han desempeado luchas parecidas.

    8. Consideraciones finales. Para comprender la configuracin fronteriza de los espacios migrantesde Arica

    Las descripciones etnogrficas que acabamos de presentar para cada uno de los locus de investigacinnos permiten conocer tres modelos diferentes de la experiencia espacial de las migrantes peruanas enArica. A continuacin reflexionamos sobre cada uno de estos espacios, analizando cmo la experienciamigrante en ellos articula apropiaciones y movimientos que tensionan la nocin de frontera nacional.

    En el primero de los espacios, el Terminal, la presencia de las mujeres peruanas es denotativa de unaapropiacin espacial que configura la construccin de espacios-recurso (Garcs 2007: 13) como estrategia

  • de reproduccin social de migrantes en Arica (55). El Terminal sera as el epicentro de la circulacinmigratoria local, constituyendo una forma espacial simultnea: que reactualiza prcticas sociales quetuvieron su origen en las localidades peruanas de las que vienen las migrantes. Esto equivale a decir queeste espacio constituye uno de carcter transnacional (Portes 2001: 125), protagonizado en la esferapblica por mujeres. Esta espacialidad consiste, al mismo tiempo, en una serie de instalacionesestratgicas para la continuidad de los flujos migratorios peruanos en la ciudad. Entre ellas encontramosrestaurantes, hospederas, dormitorios, bodegas de ropa americana, negocios de telefona, Internet ycentros de envo de remesas.

    En este sentido, podemos incluso comprender algunas de las caractersticas de estos negocios a partir de

    las categoras centrales utilizadas por los estudios sobre los comercios tnicos protagonizados pormigrantes (Beltrn y otros 2007, Garcs 2011, Light 1972). En los debates iniciales (vase Light 1972),estos comercios se definan como negocios con mano de obra y capitales migrantes, los cuales estndestinados a un pblico consumidor migrante, y que reinciden en el uso de principios identitarios comorecurso de autenticidad, como recursos tnicos. Estas economas tnicas seran eminentemente

    etnognicas (56), conformando por ende etnocomercios (57). Ellas tendran, entre otras cosas, el efecto deprovocar una segregacin espacial de los migrantes, marcando en el espacio urbano la composicin de unenclave tnico. Pese a que la dimensin de reinvencin de la peruanidad opera como mecanismo deautenticidad y validacin comercial de los negocios protagonizados por peruanas y peruanos en el Terminal,notamos que este espacio no se configura como un enclave. Y esto se debe, en gran medida, a que ladinmica emprendida por los migrantes en estos espacios les dota de una fluidez que rompe la lgicaautosegregada.

    El carcter circulatorio de este locus se genera por dos causas distintas, que son en realidad componentesde un mismo fenmeno. Por un lado, el Terminal constituye la va de ingreso y salida de los migrantesperuanos que vienen hasta Arica para desempearse en variados mbitos laborales. Por otro lado, resultade la espacialidad migratoria que peruanos y peruanas han construido dentro y fuera del Terminal, como una

    forma particular de centralidad migrante (Garcs 2012: 167) (58).

    En gran medida, estos negocios de la migracin peruana puertas afuera y adentro del Terminal operan lareproduccin y afianzamiento econmico de las colectividades migrantes en Arica. Consolidan,simultneamente, un mecanismo que diferentes investigadores han observado a respeto de la migracinperuana en otras localidades chilenas (Garcs 2012): reinventan principios identitarios en el marco deactividades migratorias transnacionales. Al hacerlo, los y las peruanas transnacionalizan en lasinmediaciones del Terminal unas formas de consumo y venta de la identidad nacional y/o tnica, quereinventan dichas identidades.

    Todas estas formas de moverse desde el Terminal y a partir de l constituyen mecanismos de conexineconmica, social y cultural con Tacna. Pero son, principalmente, formas de conexin que dependen delmantenimiento del movimiento. Aqu, si bien es cierto que la economa transfronteriza en el Terminaldepende o est asociada al movimiento de las migrantes, tambin es cierto que esta forma de empleo esindisociable de la condicin laboral precaria de las mujeres que lo protagonizan y que mayormente noportan documentos que les habilitan al trabajo en Chile. Hablamos de una forma de reproduccin social delas mujeres en el espacio que, mientras les hace protagonistas de un dinamismo transfronterizo, tambin lesdevuelve su condicin migratoria marginal. Un lugar social donde moverse transnacionalmente es,simultnea y paradjicamente, reproduccin de desigualdad de gnero y apropiacin femenina del espacio.

    Asimismo, habra que insistir en un segundo punto en relacin a la emergencia de comercios chileno-peruanos que describimos en los alrededores del Terminal, considerando que ellos configuran unaetnognesis comercial. En el caso de Arica, notamos que estos negocios constituyen una mezcla departicipacin migrante y chilena, con la cual emerge la reincidencia de una dimensin identitaria migrante -laperuanidad de estos locales- que hace difusa la distincin nacional entre chilenos y peruanos en elespacio.

    En el Agromercado tambin observamos el protagonismo femenino en el desempeo de las funciones deatencin al pblico. Cuestin que coincide, no obstante, con formas de precarizacin del trabajo femenino

    semejantes a las que vimos en el Terminal. Por otro lado, el particular etnocomercio protagonizado por lasmigrantes peruanas del Agro -en especial vinculado a las comidas, servicios y consumos que describimos-

  • configura formas espaciales especficas para cada uno de sus patios. En ellos, los colores, sonidos, olores,y sabores remontan a Per constantemente. Estos espacios provocan una compleja experiencia sensorialde lo transnacional: un estar en Chile, pero con gustos, colores, olores y formas extranjeras.

    Se trata de un escenario que desborda y altera el entendimiento comn de la delimitacin territorial de lonacional. En el Agro la chilenidad convive con la peruanidad. Esta convivencia provoca la superposicin dealteridades nacionales, manifiesta cotidianamente en los comercios que las migrantes han instalado y quese destinan a la atencin de un pblico peruano y chileno por igual. En el consumo cotidiano de alimentos yde preparaciones culinarias peruanas por parte de los chilenos; y en las importantes transaccionescomerciales chileno-peruanas que ocurren durante todo el da dentro y fuera del Agro, el desborde, de-

    construccin y reificacin de lo nacional conviven dialcticamente. Aqu, las peruanas fijan la cualidaddesbordada del espacio, en la misma medida que desempean en l las labores que permiten sudinamizacin diaria.

    En el tercero de nuestros espacios de estudio, los Campamentos, el derecho a la vivienda se ha convertidoen un tema de conversacin cotidiano entre migrantes y autctonos, quienes juntos optaron por diferentesformas de organizacin poltica para conseguirlo. Un movimiento que, sin embargo, es protagonizado porlas mujeres migrantes, las cuales figuran como lderes comunitarias y como referencias de la causa. Lasmujeres peruanas ejecutan en el espacio un tipo muy especfico de transnacionalismo: la transmisin deconocimientos polticos que son parte de un aprendizaje vivido previamente en origen.

    Aqu, la migracin peruana se apropia de los espacios en un sentido que sobrepasa y disloca la concepcindel derecho social vinculado a la comprensin estatal de ciudadana. El conocimiento por parte de lasmigrantes de los derechos que les corresponden a raz de los tratados internacionales firmados por Chile,transmite incluso a los chilenos de los Campamentos unas concepciones supranacionales del derecho. Enel marco de estos dilogos, los movimientos transfronterizos y el trnsito continuo que caracterizan las vidasde estas migrantes inscriben su concepcin de espacialidad en las relaciones con chilenos y autoridadeslocales. En los Campamentos, las migrantes reivindican la validez de sus conocimientos sobre elposicionamiento poltico y la lucha frente al Estado, actualizando estos saberes en Chile.

    Estamos as en condiciones de definir las cualidades y vicisitudes de la presencia femenina en los tresespacios de estudio, partiendo por asumir que en ellos las mujeres peruanas construyen activamenteprocesos que tensionan y reinventan, a la vez que reinciden, en las configuraciones de la frontera. Pero ladiferencia entre los tres est en que, en el primero ellos (el Terminal), las migrantes lo hacen a travs del flujo

    en el espacio. En el segundo (el Agro), a travs de su propia fijacin laboral. Mientras en los Campamentos,ellas lo hacen a travs de su incidencia poltica, accionando directamente el dilogo entre su condicinmigratoria femenina y las pretensiones configuradoras del Estado que las recibe.

    Notas

    1. El proyecto es financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cientfico y Tecnolgico (FONDECYT), dela Comisin Nacional de Investigacin Cientfica y Tecnolgica (CONICYT) del Gobierno de Chile. El equipoque desarroll el estudio de caso en Arica, adems de los autores del texto, cont tambin con GreciaDvila y Orlando Heredia (estudiantes de antropologa de la Universidad de Tarapac. Arica, Chile), yArlene Muz Droguett (sociloga del Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto. Arica, Chile).Los autores agradecen a la Comisin de Ciencia y Tecnologa de Chile (CONICYT) que financia esteestudio a travs del Proyecto FONDECYT 11121177: Conflictos de gnero, insercin laboral e itinerarios

    migratorios de las mujeres peruanas en Chile: un anlisis comparado entre las regiones de Arica-Parinacota, Tarapac y Valparaso. Agradecen adems a Grecia Dvila y Orlando Heredia y Arlene MuzDroguett por sus aportes y dedicacin al proyecto que enmarca este estudio y a Paola Salgado por eldiseo de los mapas.

    2. Segn define el Diccionario de la Real Academia Espaola (DRAE), la palabra terminal con el sentidode punto de subida y bajada de pasajeros al final de una lnea de transporte pblico, debiera usarse enfemenino. En muchas localidades chilenas (como en Arica) la expresin se utiliza en masculino. Por estarazn adheriremos a este uso en el presente texto.

  • 3. Los Campamentos son barrios de ocupacin irregular en los que viven numerosas familias encabezadaspor mujeres peruanas.

    4. Estas ansiedades seran de tres tipos: 1) la de testear los lmites metodolgicos de la etnografa; 2) la dedisminuir la asimetra de poder que la figura del antroplogo construye en terreno; y 3) la de operar unadeconstruccin progresiva de la idea de subalternidad del sujeto de estudio (Marcus 1995: 99).

    5. La emergencia (en los aos 1990) de la crtica a los arquetipos etnogrficos clsicos se vincula a laconsolidacin del contexto de aceleracin y/o compresin temporal-espacial del capitalismo (Harvey 1989)-lo que Bauman (2006) denomina globalizacin-. Para nuestro posicionamiento sobre este debate, vaseGuizardi (2011).

    6. Estas estrategias consistiran en seguir a: 1) las personas; 2) los objetos; 3) la metfora; 4) la trama,historia o alegora; 5) la historia de vida o biografa; 6) el conflicto y 7) al desarrollo de una etnografaestratgicamente situada. Para la descripcin detallada de cada una de estas estrategias, vase Marcus(1995: 106-112).

    7. Estas situaciones permiten al etngrafo observar la conexin entre coercin social y accin individual(Gluckman 1958, 2006). Ellas obligan los sujetos a situarse: a paradjicamente tomar partido restringiendosu accin a una interpretacin especfica de los valores, lo que nos permite un puente de observacin entreel impacto de las fuerzas estructurales y la capacidad de adaptacin y cambio en la agencia subjetiva(Evens y Handelman 2006).

    8. Esta percepcin terico/metodolgica hermana epistemolgicamente el EMC de los planteamiento deBourdieu sobre una teora de la prctica, ofreciendo, no obstante, una materializacin etnogrfica de estateora. Para este debate, vase: Evens y Handelman (2006: 5).

    9. Diferenciamos las entrevistas que comportan menor y mayo nivel de interaccin interpretativahermenutica, denominando las segundas como entrevistas en profundidad (Gil 2008). stas agruparan

    tanto las entrevistas semiestructuradas (con un guin previo, pero con flexibilidad de alteracin de este, deacuerdo a la interaccin con el entrevistado), como las entrevistas espontneas (con preguntas noformuladas, habiendo un tema-gua o una lgica de induccin (Gil 2008: 111). Las segundas, por su mayorflexibilidad y por el mayor nivel de apertura semntica de la pregunta, resultaran en relatos con mayorprofundidad (Gil 2008: 111-112).

    10. Las entrevistas de historias de vida se construyen a partir de una indicacin de lgica narrativa al sujeto:la sugerencia de que narre su vida cronolgicamente (Alberti 2005, Saltalamacchia 1992), comenzando porla historia de sus abuelos. El investigador no hace preguntas especficas dirigidas a temticaspreconcebidas, sino que va interfiriendo en el sentido de mantener la lgica cronolgica del relato. Estasentrevistas permitieron materializar el seguimiento de las biografas en nuestro trabajo de terreno.

    11. Lgicamente, el Estado-nacin (Harvey 2007: 210-211) tiene un papel fundamental en este proceso,puesto que centraliza a travs de los impuestos los recursos sociales que sern invertidos en una u otrazona, en uno u otro proyecto urbano. Acta as concentrando una cierta plusvala social en determinadasreas (en las que inmoviliza capital econmico en inversiones de infraestructura), provocando la valoracinde unos terrenos y espacios especficos. Este proceso atiende a intereses del capital econmico coninevitables efectos en la acumulacin y/o redistribucin de la renta real de la gente (Harvey 1977: 47). Lacantidad de recursos que un Estado invierte en determinadas obras pblicas nos permite inferir, en granmedida, sobre el tipo de centralidad que el capital econmico desea retirar o conceder a cada espacio,pero tambin permite conocer qu espacios son prioritarios en el marco ideolgico de este mismo Estado(Castells 1985: 264). En otras palabras, la concentracin de inversin pblica provoca la diferenciacin delo urbano segn criterios polticos (Lefebvre 1974: 220), imprimiendo en el espacio una vinculacinfundamental con las relaciones sociales (a las que controla y genera, a la vez que es por ellas generado).

    12. Estos aspectos emergirn en las secciones etnogrficas del texto. Los recuperamos sintticamente aqupara dar cuenta de la utilidad y coherencia de aplicar las categoras tericas de Harvey para comprendercmo el Estado actan en el proceso de conformacin de los espacios de una ciudad como Arica, lo que esclave para entender los matices de su configuracin como frontera de lo nacional.

  • 13. Segn Bourdieu (1997: 18), en el espacio social los agentes estn distribuidos segn el volumen globalde capital que poseen bajo sus diferentes especies y segn la estructura de su capital, es decir, segn elpeso relativo de las diferentes especies de capital, econmico y cultural, en el volumen total de su capital.

    14. El habitus correspondera a la forma subjetivamente incorporada (asumida por el cuerpo) de loscapitales sociales, culturales, econmicos y simblicos. Se adhiere al cuerpo como una segundanaturaleza de ste, es lo social convertido en en disposiciones duraderas, maneras duraderas demantenerse y de moverse, de hablar, de caminar, de pensar y de sentir que se presentan con todas las

    apariencias de la naturaleza (Gutirrez 2004: 293). El habitus es, por lo tanto, un ser y estar constitutivodel sujeto que deja su marca en el espacio a travs de la corporalidad.

    15. Pues las estrategias de reproduccin tienen por principio, no una intencin consciente y racional, sino alas disposiciones del habitus que espontneamente tiende a reproducir las condiciones de su propia

    produccin. Ya que dependen de las condiciones sociales cuyo producto es el habitus (), tienden aperpetuar su identidad, que es diferencia, manteniendo brechas, distancias, relaciones de orden; ascontribuyen en la prctica a la reproduccin del sistema completo de diferencias constitutivas del ordensocial (Bourdieu 2011: 37).

    16. Lefebvre (1974) y Gottdiener tambin asumen el espacio como locus donde las relaciones sociales ysus diferenciaciones (de gnero, clase, status, edad y raza) pueden ser observadas dinmicamente comoformas en construccin. Vase, sobre el tema, Maldonado 1997: 30- 35.

    17. En el Norte Grande de Chile existen dos triple-fronteras que se ubican en las regiones de Arica-Parinacota y Antofagasta: la triple-frontera andina, donde coinciden Per, Bolivia y Chile; y la triple-fronteraCircumpunea, donde convergen Bolivia, Argentina y Chile (Gonzlez 2009: 31).

    18. La Guerra del Pacfico fue el conflicto blico que enfrent a Chile, Per y Bolivia. El enfrentamiento secomprende dentro del escenario de disputa por el control de la explotacin salitrera y guanera en lasentonces provincias peruanas y bolivianas de Tarapac y Antofagasta, respectivamente (Vitale 2011: 388).

    19. El tratado de Ancn (octubre 1883) restableci las relaciones de paz y amistad entre Chile y Perdespus del conflicto. Determin la cesin de la provincia de Tarapac a Chile y la posesin provisional delas provincias de Tacna y Arica por un perodo de 10 aos. Al trmino de este plazo, un plebiscito convotacin popular decidira el destino definitivo de ambas provincias. El plebiscito nunca se realiz. Ladivisin de las ciudades se fij en el Tratado de Lima (junio 1929), sealndose la cesin territorial deTacna para Per y de Arica para Chile.

    20. Entre 1992 y 2002, Chile experiment un aumento de extranjeros de un 0,79% a un 1,22% (Tapia yGaviln 2006: 18), con un aumento de la tasa de migrantes de un 75%. La poblacin peruana, en esteperiodo, pas de un 36% del total de extranjeros residentes a un 42% (Tapia y Gaviln 2006: 16).

    21. El Convenio es una de las legislaciones vigentes para el control de los flujos en la zona fronteriza chileno-peruana. Estipula un documento con validez de siete das (el salvo-conducto) que permite a los peruanosingresar a la XV Regin chilena presentando solamente su DNI (sin tener que requerir visa). Los chilenospueden ingresar al Departamento peruano de Tacna presentando solamente su Cartera de Identidad. Enteora, el salvo-conducto solo permite visitas por turismo, impidiendo el desempeo de actividades laborales(Guizardi y Garcs 2012: 19). Impide, asimismo, el acceso a las regiones chilenas ms al Sur (Berganza yCerna 2011: 17). Observamos, no obstante, que gran parte de las migrantes peruanas empiezan suexperiencia migratoria en Arica portando este documento; desempendose laboralmente a pesar de sucondicin documental.

    22. Ropa americana es la designacin que reciben las prendas usadas de segunda mano que lleganimportadas desde Europa y Estados Unidos. El rubro se ha constituido en un importante nicho decomercializacin transfronteriza con protagonismo de mujeres peruanas.

    23. Los ros Acha y San Jos atraviessan los Campamentos Coraceros y Areneros, respectivamente. Lamayor parte del ao tienen secos a sus lechos, porque su bajada se encuentra asociada a la llegada delverano y el comienzo de las lluvias de febrero (el llamado invierno boliviano o altiplnico). El fenmenoconstituye un grave riesgo de inundacin y destruccin de las improvisadas viviendas de los Campamentos:

  • en 2011 la fuerte bajada de los ros hizo necesaria la habilitacin de refugios temporales para las familias.

    24. El regimiento Coraceros est ubicado en la carretera Panamericana, del lado opuesto de losCampamentos. Los pobladores del campamento Coraceros, a travs de un particular proceso deapropiacin espacial, han optado por utilizar la denominacin del regimiento para referirse al lugar en quehabitan.

    25. Taxis que transportan pasajeros de Arica a Tacna.

    26. Algunos tienen residencia en Arica. Otros residen en Tacna: son trabajadores peruanos quedesempean su funcin productiva en Arica, pero que viven en Per.

    27. El Super-Agro es un centro de locales comerciales agrcolas y no agrcolas cercano al Terminal. Se

    parece al Agromercado de Arica: es otro de los nichos laborales donde migrantes peruanas sedesempean en la atencin comercial de locales (quioscos agrcolas, restaurantes y locutorios).

    28. Denominaciones nativas y migrantes para referir a los cuerpos policiales chilenos. Los pacos son losagentes del cuerpo de Carabineros de Chile (polica de carcter militar). Los ratis son agentes de laPolica de Investigaciones de Chile (PDI), con carcter mas bien civil.

    29. Tejido colorido tradicionalmente llevado a las espaldas por mujeres de la etnia Aymara para transportara sus bebs y tambin a las mercancas que comercializan.

    30. Barrio ubicado al frente del Terminal y construido originalmente como una villa olmpica por motivo delmundial de ftbol de 1962. Hoy alberga tanto a los primeros pobladores y sus parientes, como tambin a losmigrantes peruanos que transitan por l por motivos laborales o que descansan en sus alrededoresdespus de sus jornadas (Guizardi y otros 2014: 169-170).

    31. Barrio ubicado en la parte posterior del Terminal. Se trata de un barrio empobrecido y con altos nivelesde delincuencia asociados a la venta y el consumo de drogas (Guizardi y otros 2014: 169).

    32. La formacin de las Asociaciones que conforman el Agromercado de Arica tuvieron participacin yprotagonismo tnico de agricultores Aymara en escalas variadas. Esto tambin implica una compleja

    relacin entre la diferencia de contenido nacional de chilenos, bolivianos y peruanos que trabajan en el Agro,y sus semejanzas de carcter tnico (Gundermann y Vergara 2009, Gonzlez 1991 y 1996).

    33. Segn nuestros entrevistados que trabajan en el local, el nacimiento de la ASOAGRO estuvodeterminado por un conflicto de los pequeos agricultores con los administradores de la ASOCAPEC,quienes para la poca mantenan un monopolio de los productos agrcolas. El conflicto histrico finaliza conla organizacin gremial de los pequeos agricultores y la formalizacin de la ASOAGRO en el ao 1982.

    34. La msica chicha (o tropical andina) es la combinacin de la cumbia y la msica andina peruana. Elhuayno es un gnero musical y baile andino prehispnico (las tonadas en arpa son su sello distintivo).

    35. Nombre de la estacin radial interna del Agromercado.

    36. Helados saborizados con pulpa de frutas locales: guayaba, maracuy, sanda y tumbo, entre otros.

    37. Tubrculo endmico del Per similar al rbano. Su consumo est asociado con la virilidad masculina.

    38. Frutas cultivadas en Per. El consumo de ambas est popularmente asociado a la prevencin deenfermedades cardiacas, pulmonares y cancergenas.

    39. Denominacin que utilizan los migrantes peruanos y nativos ariqueos para referir a la salsa de soya.

    40. Pasta de acompaamiento para papas cocidas preparada a base de queso mantecoso, aj, leche y pan.

    41. Aj dulce cultivado en las zonas andinas de Per y Bolivia. En Chile se conoce como locoto.

    42. Condimento lquido dulce o salado utilizado popularmente en la gastronoma peruana, pero tambin en lachilena de Arica e Iquique.

  • 43. Bebida peruana preparada a base de maz morado, pia, canela y clavo de olor.

    44. Observamos cuatro formas de vinculacin laboral de las mujeres peruanas en el Agro. El jornal: pagodiario de unos 7.000 a 10.000 pesos chilenos por seis, ocho e incluso diez horas de atencin en los localesdel Agro (ms comn entre las migrantes recin llegadas). El arriendo: alquiler del local por parte de lamigrantes (por un monto entre 60.000 y 100.000 pesos mensuales) al dueo del mismo (ms comn entre

    las migrantes que llevan un ao o ms en Arica). Los contratos: formalizan la vinculacin laboral de tres aseis meses, limitan las horas de trabajo a ocho diarias, garantizando tambin la renta mensual mnima

    (200.000 pesos en Chile), y el acceso a derechos de cotizacin (a la sanidad y jubilacin). El trabajofamiliar: cooperacin diaria sin remuneracin del parentesco por filiacin en torno a un ego propietario oarrendatario de local en el Agro.

    45. Cargadores de camiones. Empleados espordicos y a veces contratados formalmente por loscamioneros.

    46. Designacin usada genricamente para caracterizar a las personas que atienden los localesdel Agromercado, en cualquiera de sus tres patios. Es locatario el arrendatario de un local, as comotambin lo son los propios dueos o los trabajadores que lo estn atendiendo en el momento.

    47. Es el nombre que en Chile recibe el sndwich de churrasco de vacuno con tomates, porotos verdes,mayonesa y aj.

    48. La carne mechada es la coccin lenta del lomo de vacuno ahuecado y rellenado con porciones demorrn, ajo, cebolla y aj.

    49. El escabeche es una preparacin de filetes de pescado fritos marinados con vinagre, aj y cebolla desdela noche anterior a su consumo.

    50. Denominacin nativa para referir a las ocupaciones ilegales de terrenos pblicos o privados

    deshabitados. En Per son conocidas como invasiones.

    51. El 26% de los jefes de hogar de los Campamentos de Arica son extranjeros. En Coraceros esta cifra seeleva al 32,02%, siendo predominante la poblacin peruana (Ministerio de Vivienda y Urbanismo 2011). Enl habitan 131 familias con un nmero de 369 personas en total (MINVU 2011). MINVU no aporta cifras paraAreneros, puesto que, como explicaremos adelante, este no fue catastrado por el Estado chileno.

    52. Los tratados y convenciones firmados y ratificados por Chile que debieran garantizar el derecho a lavivienda de los migrantes (documentados o no) son: Declaracin Universal de los Derechos Humanos(1948); Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos (1966); Constitucin de la Organizacin Mundialde la Salud (1946); Convencin de los Derechos del Nio (1989); Pacto Internacional de los DerechosEconmicos Sociales y Culturales (1966).

    53. El plan se enmarca dentro de las polticas habitacionales del gobierno de Sebastin Piera (2010-2014). Actualmente se encuentra interrumpido, dado que el nuevo gobierno de Michelle Bachelet Jeria(2014-2018) tiene previsto reformular la poltica habitacional.

    54. Institucin vinculada a la Iglesia Catlica y que, actualmente, pas a llamarse fundacin TECHO. Es unaorganizacin no gubernamental de voluntariado que busca erradicar la pobreza en Amrica Latina y elCaribe.

    55. Segn Garcs (2007: 13): la autonoma con que funcionan las redes migratorias y la forma en que seanidan en la sociedad va dotando de contenido a la apropiacin que los migrantes hacen de los espaciosurbanos. Al uso privilegiado como lugar de encuentro () se agregan otras funciones que cooperan en laformacin del espacio como recurso para la reproduccin econmica de la migracin.

    56. La etnognesis es un proceso de reavivamiento y reinvencin cultural que implica el inter-reconocimiento de un grupo en particular que comparte una conciencia tnica conjunta (Prado 2004: 34).Es la invencin de una nueva realidad cultural mediante la cual se establecen nociones de alteridad respecto

    de los otros que no pertenecen a ella (Prado 2004: 35). En los estudios migratorios, la etnognesis

  • comercial se entiende como la apropiacin y construccin espacial de mercados o comercios tnicos porparte de los migrantes en los espacios urbanos autctonos (Garcs 2012).

    57. El concepto del etnocomercio refiere a los nichos o rubros laborales que los migrantes suelen ocupar yque generan una marca distintiva en torno a sus prcticas comerciales y objetos que comercializan. Estosrubros se han denominado tambin necesidades culturalmente especficas o intrnsecas de laspoblaciones migrantes (Garcs 2012: 164).

    58. El concepto de la centralidad migrante se contrapone al de enclave migrante (Garcs 2012: 167). Elsegundo hace hincapi en que los migrantes construyen una forma de apropiacin del espacio urbano quees, doblemente, auto-segregada y marginada por la sociedad autctona. En el caso del Terminal, lo queobservamos es un proceso que, ms que segregar al colectivo migrante, permite la experiencia deespacios donde su agencia es centralmente articuladora.

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