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Presentación y algunos poemas de los dos poetas hispanoamericanos de mayor difusión en el mundo. Vallejo es una fuente inagotable de reflexión sobre la naturaleza humana. Neruda es el océano de la palabra que nos trae una geografía extraordinaria.
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L i m a - P e r ú
2013
VALLEJO Y NERUDA: DOS
HITOS Ruperto Macha Velasco
CÉSAR VALLEJO
César Abraham Vallejo Mendoza, el más renombrado
de los poetas peruanos hasta hoy, nace el 16 de
marzo de 1892 en Santiago de Chuco, cerca de la
cordillera de los Andes, en el norte del Perú.
En 1918 se traslada a Lima y traba amistad con
Abraham Valdelomar. Completa su primer libro, Los
Heraldos Negros. Colabora en la Revista Nueva
Época, dirigida por José Carlos Mariátegui. En agosto
de ese mismo año muere su madre en Santiago de
Chuco. El poeta cae en una profunda crisis anímica y
económica. En 1919, publica en La Prensa, Palabras
sobre Abraham Valdelomar, a raíz de la muerte del
fundador de Colónida. A mediados de ese mismo año
lanza Los Heraldos Negros y escribe las primeras composiciones de Trilce.
En julio de 1920, estando en Santiago de Chuco, se involucra en incidentes
violentos, cae preso y va detenido a la cárcel de Trujillo. Esta experiencia, junto
con la muerte de su madre, lo marcará para el resto de su vida. En febrero de
1921 sale de la cárcel y viaja a Lima. Gana el primer premio en un concurso
literario, con un cuento llamado Más allá de la vida y de la muerte. En octubre de
1922 publica Trilce, con prólogo de Antenor Orrego. En marzo de 1923, Escalas
Melografiadas, y en mayo del mismo año, Fabla Salvaje. En junio parte hacia
Francia, de donde no regresará. En 1924 pasa meses de miseria y su padre
muere en Santiago de Chuco. Escribe algunos de los poemas de Poemas en
Prosa; conoce a Vicente Huidobro, a Juan Gris y entabla profunda amistad con
Juan Larrea. En 1925 trabaja para "Le bureau des Grands Journaux
Iberoamericains". Inicia su colaboración en "Mundial" de Lima. En este mismo año
viaja por primera vez a España, para cobrar el monto de una beca.
En 1926, junto con Juan Larrea, edita dos números de "Favorables París Poemas
1926" (1 de julio-11 de octubre). Vive con Henriette Maisse. Colabora en
"Variedades", iniciando sus primeras crónicas. Conoce a Artaud y Waldo Frank.
En 1927, renuncia a su puesto en los "Grandes Periódicos Iberoamericanos".
Conoce a Georgette Philippart. En 1928 se encuentra seriamente abatido y
enfermo por lo que se retira a pasar el verano al campo, en compañía de
Henriette.
Estudia los fenómenos sociales y políticos de la época, desde un punto de vista
marxista y en el mes de octubre realiza su primer viaje a la URSS, con la intención
de quedarse allí definitivamente. Pero en noviembre se encuentra nuevamente en
París y rompe relaciones con el APRA. En 1929 empieza a convivir con Georgette
y viaja con ella a Bretagne y en setiembre del mismo año, nuevamente a la URSS,
donde tiene una entrevista con Maiakovski. En 1930 publica Un reportaje en
Rusia, en la revista madrileña "Bolívar". En julio, en Madrid, sus amigos concretan
una reedición de Trilce, con prólogo de José Bergamín y poema liminar de
Gerardo Diego.
César Vallejo comienza a escribir teatro y destruirá su primera obra: Mampar. No
sucede lo mismo con la segunda, llamada primero Moscú contra Moscú y luego
Entre las dos orillas corre el río.
Hacia fines de diciembre, Vallejo, sindicado como comunista, recibe orden de
abandonar el territorio francés. Se va a España junto con Georgette. Abandona
toda colaboración en los periódicos limeños. Y en el mes de abril de 1931, Vallejo
presencia el nacimiento de la República e ingresa en el Partido Comunista de
España. Escribe para la Editorial Cenit una novela de denuncia social, El
Tungsteno. El reportaje Rusia en 1931, editado por la Editorial Ulises, tiene un
gran éxito, pero no logra publicar su cuento infantil Paco Yunque. En octubre de
ese mismo año realiza su tercer y último viaje a la URSS: allí compone versos que
más tarde serán Dulzura por dulzura corazona!. Nuevamente en Madrid comienza
otra obra teatral: Lock out.
En enero de 1932, le escribe a Juan Larrea: Comparto mi vida entre inquietud
política y personal. En febrero del mismo año regresa a Francia clandestinamente,
donde no pasa mucho tiempo antes de que consiga permiso para quedarse. En
1933 colabora en la Revista Germinal de París, con artículos sobre el tema ¿Qué
pasa en el Perú? En octubre, Georgette vende el apartamento de la rue Moliére
que había heredado de su madre. Desde ese momento, vivirán en hoteles y
cuartos amueblados hasta que, en 1936, se instalan en el Hotel du Maine, que
será la última residencia de César Vallejo.
En 1934, Vallejo, como autor de Trilce, es incluido por Federico de Onís en su
Antología de la Poesía Española e Hispanoamericana. En octubre del mismo año
se casa con Georgette. Prepara dos volúmenes críticos: El arte y la revolución y
Contra el secreto profesional. El año 1935 se presenta como un año oscuro,
consecuencia de intentos frustrados por editar un volumen que reuniera las prosas
poéticas y los poemas escritos en 1923. En 1936, Vallejo colabora en la ayuda al
pueblo español y con la causa republicana, estremecido por la tragedia que vive
España. Escribe el poema París, octubre 1936. En diciembre viaja a Barcelona y a
Madrid. Redacta artículos de los primeros meses de la guerra española.
En 1937, César Vallejo va a Valencia al Congreso de Escritores Antifascistas. Y
entre setiembre y diciembre del mismo año revisa algunos de sus últimos versos y
agrega la mayor parte de los textos que formarán Poemas Humanos y España,
aparta de mí este cáliz, ambas obras publicadas después de su muerte.
En marzo de 1938, Vallejo enferma: Cualquiera sea la causa que tenga que
defender ante Dios, más allá de la muerte, tengo un defensor: Dios. En la mañana
del Viernes Santo, 15 de abril, muere pocas horas después de que las tropas
franquistas alcanzaran el Mediterráneo, al norte de Valencia, dividiendo en dos lo
que quedaba del territorio republicano. La obsesión de Vallejo por la guerra civil
española estuvo presente hasta sus últimos días. Al respecto, André Coyné dirá:
...en la mañana del Viernes Santo de 1938, día 15 de abril, Vallejo muere en París;
al amanecer ha llamado a su madre, además ha gritado "España, me voy a
España" y luego, nada.
César Vallejo y las vanguardias
Vallejo nace cuando cierta forma de poesía está en proceso de decadencia,
poesía que tiene sus últimas manifestaciones en el simbolismo en Francia, y en el
modernismo, en el mundo hispánico. Si bien el poeta no va a inscribirse a ninguna
escuela o corriente literaria de su época, no permanece ajeno a ellas. Entre 1892,
año en que nace el poeta, y el fin de la primera Guerra Mundial -cuando aparecen
Los Heraldos Negros- abundan las escuelas y movimientos que buscan una
transformación tanto en la poesía como en el arte en general: ultraísmo, futurismo,
dadaísmo, surrealismo, creacionismo. Hasta 1915, la obra de Vallejo presenta en
la expresión y en su temática signos de cierto romanticismo. Hacia fines de ese
mismo año, cuando tiene sus primeros contactos con el grupo de escritores
jóvenes de Trujillo, su producción comienza a tener claras marcas modernistas,
que luego van desapareciendo para dar paso a su propia forma. El contacto con
este grupo de escritores de Trujillo, cuyo promotor intelectual era Antenor Orrego,
va a ser decisivo en cuanto a su camino literario.
El Modernismo llega al Perú una generación después, con el movimiento Colónida
y José María Eguren. Un poema de César Vallejo titulado Campanas Muertas,
publicado por La Reforma de Trujillo el 13 de noviembre de 1915, es
representativo de las marcas modernistas y más concretamente herrerianas:
Tristes campanas muertas sepultadas
en el féretro gris del campanario,
son como almas de bardos, olvidadas
en un trágico sueño solitario.
Abstraídas, silentes, enlutadas,
cual sombras de un martirio visionario,
por los rayos del níspero doradas
son lágrimas que llora el campanario.
En los tibios crepúsculos de estío
parece que surgieran suspendidas
del muro en ruinas de mi pecho frío.
Junto a mi corazón que mudo y yerto
sangrando el carmesí de sus heridas
como esos tristes bronces, yace muerto!
El dolor como experiencia del mundo objetivo “Parece que la vida sigue empecinada a herirme. Esta carta la escribo desde el Hospital de la
Charité, Sala Boyer, cama 22, desde donde
acabo de ser operado de una hemorragia
intestinal. He sufrido veinte días horribles
de dolores físicos y abatimientos
espirituales increíbles. Hay, Pablo, en la
vida horas amargas, de una negrura negra y
cerrada a todo consuelo. Hay horas más,
acaso, mucho más siniestras y tremendas
que la propia tumba. Yo no las he conocido
antes. Este hospital me las ha presentado y
no las olvidaré.” (Carta de César Vallejo a
Pablo Abril - octubre 19 de 1924).
El dolor es en César Vallejo una apertura a la existencia, una forma de
conocimiento, que en vez de provocar un repliegue del sujeto sobre sí mismo, una
vuelta sobre su universo personal, crea la apertura, es experiencia de la
objetividad pero que tiene su base en el cuerpo humano. El hombre vallejiano se
define por su capacidad de sufrir, y es a través del cuerpo y por el sufrimiento que
el hombre tiene una revelación de su materialidad esencial. Es importante tener en
cuenta que en Vallejo hay una particular relación con la dialéctica, que tiene de la
misma manera como consecuencia una particular relación con el lenguaje. La
dialéctica vuelve lúcida la angustia: al tiempo que descubre en la dinámica de los
contrarios una ley que le permite entender el mundo, el poeta encuentra otra que
lo borra del mundo. Pensar por el mundo en sus contradicciones no solo es difícil
sino tremendamente doloroso en la medida en que para Vallejo pensar
dialécticamente es antes que nada, "vivir su propia muerte", más allá de la
experiencia personal.
El mundo, antes que nada, es el cuerpo: El cuerpo solidario, la cosa cosa, la cosa
tremebunda. Esa conciencia material, este conocimiento extrapoético se inserta en
una estructura verbal específica y sujeto a una funcionalidad poética. La
materialidad del ser, la conciencia de lo corpóreo a través del sufrimiento, cobra
fuerza en Vallejo por medio de la repetición de términos. El procedimiento
anafórico que surge de la obsesión del hombre que sufre, juega un papel
unificador que se intensifica a lo largo de toda su obra, siendo la anáfora uno de
los ejes fundamentales de su poesía. Procedimiento ya presente en Trilce y en
algunos poemas de Poemas en Prosa, se generaliza y se intensifica en Poemas
Humanos.
Y, desgraciadamente, el dolor crece en el mundo a cada rato, crece a treinta minutos por segundo, paso a paso, y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces y la condición del martirio, carnívora, voraz es el dolor dos veces y la función de la yerba purísima, el dolor dos veces, y el bien de ser, dolernos doblemente…
ALGUNOS POEMAS
NOSTALGIAS IMPERIALES
I
En los paisajes de Mansiche labra
Imperiales nostalgias el crepúsculo;
y lábrase la raza en mi palabra,
como estrella de sangre a flor de músculo.
El campanario dobla… No hay quien abra
la capilla… Diríase un opúsculo
bíblico que muriera en la palabra
de asiática emoción de este crepúsculo.
Un poyo con tres potos, es retablo
En que acaban de alzar labios en coro
La eucaristía de una chicha de oro.
Más allá, de los ranchos surge al viento
el humo, oliendo a sueño y a establo,
como si se exhumara un firmamento.
(De: Heraldos negros)
IDILIO MUERTO Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita de junco y capulí;
ahora que me asfixia Bizancio,y que dormita
la sangre, como flojo cogñac, dentro de mí.
Dónde estarán sus manos que en actitud contrita
planchaban en las tardes blancuras por venir;
ahora, en esta lluvia que me quita
las ganas de vivir.
Qué será de su falda de franela; de sus
afanes; de su andar;
de su sabor a cañas de mayo del lugar.
Ha de estarse a la puerta mirando algún celaje,
Y al fin dirá temblando: “Qué frío hay…Jesús!”
Y llorará en las tejas un pájaro salvaje.
(De: Heraldos negros)
LOS PASOS LEJANOS
Mi padre duerme. Su semblante augusto
figura un apacible corazón;
está ahora tan dulce…
si hay algo en él de amargo, seré yo.
Hay soledad en el hogar; se reza;
y no hay noticias de los hijos hoy.
Mi padre se despierta, ausculta
la huida a Egipto, el restañante adiós.
Está ahora tan cerca;
Si hay algo en él de lejos, seré yo.
Y mi madre pasea allá en los huertos,
saboreando un sabor ya sin sabor.
Está ahora tan suave,
tan ala, tan salida, tan amor.
Hay soledad en el hogar sin bulla,
sin noticias, sin verde, sin niñez.
Y si hay algo quebrado en esta tarde,
y que baja y que cruje,
son dos viejos caminos blancos, curvos.
Por ellos va mi corazón a pie.
(De: Heraldos negros)
ME VIENE, HAY DÍAS, UNA GANA UBÉRRIMA, POLÍTICA…
Me viene, hay días, una gana ubérrima, política,
de querer, de besar al cariño en sus dos rostros,
y me viene de lejos un querer
demostrativo, otro querer amar, de grado o fuerza,
al que me odia, al que rasga su papel, al muchachito,
a la que llora por el que lloraba, al rey del vino, al esclavo del agua,
al que ocultose en su ira,
al que suda, al que pasa, al que sacude su persona en mi alma.
Y quiero, por lo tanto, acomodarle
al que me habla, su trenza; sus cabellos, al soldado;
su luz, al grande; su grandeza, al chico.
Quiero planchar directamente
un pañuelo al que no puede llorar
y, cuando estoy triste o me duele la dicha,
remedar a los niños y a los genios.
Quiero ayudar al bueno a ser un poquillo de malo
y me urge estar sentado
a la diestra del zurdo, y responder al mudo, tratando de serle útil en
lo que puedo y también quiero muchísimo
lavarle al cojo el pie,
y ayudarle a dormir al tuerto próximo.
¡Ah, querer, éste, el mío, éste, el mundial,
interhumano y parroquial, provecto!
Me viene a pelo,
desde el cimiento, desde la ingle púbica,
y, viniendo de lejos, da ganas de besarle
la bufanda al cantor,
y al que sufre, besarle en su sartén,
al sordo, en su rumor craneano, impávido
al que me da lo que olvidé en mi seno, en su Dante, en su Chaplin, en sus hombros.
Quiero, para terminar,
cuando estoy al borde célebre de la violencia
o lleno de pecho el corazón, querría
ayudar a reír al que sonríe,
ponerle un pajarillo al malvado en plena nuca,
cuidar a los enfermos enfadándolos,
comprarle al vendedor,
ayudarle a matar al matador -cosa terrible-
y quisiera yo ser bueno conmigo
en todo.
(De: Poemas humanos)
PIEDRA NEGRA SOBRE UNA PIEDRA BLANCA Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.
Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.
César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro
también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...
(De: Poemas humanos)
MASA
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hasta él un hombre
y le dijo: “No te mueras, te amo tanto!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
“No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: “Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: “¡Quédate hermano!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado; incorporose lentamente,
abrazó al primer hombre: echose a andar…
(De: España, aparte de mí este cáliz)
PABLO NERUDA
Poeta chileno nacido en Parral en 1904, es uno de los que siempre ha
gozado de nuestra preferencia entre los poetas latinoamericanos.
Huérfano de madre desde muy pequeño, su infancia transcurrió en Temuco,
donde realizó sus primeros estudios. Aunque su nombre real fue Neftalí
Reyes Basoalto, desde 1917 adoptó el seudónimo de Pablo Neruda como su
verdadero nombre.
Escritor, diplomático, político, Premio Nobel de Literatura, Premio Lenin de
la Paz y Doctor Honoris Causa de la Universidad de Oxford, está
considerado como uno de los grandes poetas del siglo XX.
De su extensa obra poética, destacan títulos como Crepusculario, Veinte
poemas de amor y una canción desesperada, Residencia en la tierra, Tercera
residencia, Canto general, Los versos del capitán, Odas elementales,
Extravagario, Memorial de Isla Negra. Falleció en 1973.
CRONOLOGÍA
1904: Nace Neftalí Ricardo Reyes Basoalto, conocido universalmente como Pablo Neruda, en Parral, Chile. 1917: El 18 de julio se publica en el diario La mañana, de Temuco, un artículo titulado “Entusiasmo y perseverancia”, que firma Neftalí Reyes. 1919: Pablo Neruda publica trece poesías en Corre -Vuela de Santiago. Colabora en Selva austral de Temuco. Publica en revistas de Chillán y Valdivia. 1920: Adopta definitivamente el seudónimo de Pablo Neruda para sus publicaciones. 1921: Pablo Neruda viaja a Santiago a seguir la carrera de profesor de francés. 1923 En agosto aparece la edición original de Crepusculario. La revista Claridad publica algunos poemas que luego serán incluidos en Veinte poemas de amor y una canción desesperada. 1924: Se publica Veinte poemas de amor y una canción desesperada, en la editorial Nascimento. 1925: La editorial Nascimento publica Tentativa del hombre infinito. 1926: Se publica Anillos y El habitante y su esperanza, a la vez que la segunda edición de Crepusculario. 1927: Es nombrado cónsul honorario en Rangoon, Birmania. En los años siguientes continuará su labor consular en Ceilán, Java y Singapur. 1933: Se publica El hondero entusiasta y una edición de lujo de Residencia en la tierra. 1938: Aparecen tres ediciones de España en el corazón que luego se traduce al francés: Espagne au coeur. 1943: Se edita en Lima Cantos de Pablo Neruda, por Hora del hombre. 1947: Se edita Tercera residencia, que comprende Las furias y las penas, España en el corazóny otros grupos de poemas. 1950: Se publica en México Canto general. Ediciones de este libro en Francia, Estados Unidos, China, Checoeslovaquia, Polonia, Unión Soviética, Suecia, Rumanía, India, Palestina y Siria. 1952: Edición de Los versos del capitán. 1954: Editorial Losada publica Odas elementales. Editorial Nascimento saca a luz Las uvas y el viento. 1956: Se publica en editorial Losada el libro Nuevas odas elementales. 1957: Editorial Losada publica Tercer libro de las odas. 1958: Sale a luz Estravagario, en editorial Losada. Y al año siguiente, Navegaciones y regresos, así como Cien sonetos de amor. 1961: Editorial Austral edita Canción de gesta. En julio, Losada publica Las piedras de Chile. 1962: Losada pone en circulación Plenos poderes. 1964: Losada edita Memorial de Isla Negra. 1966: Se publica en edición privada Arte de pájaros. Luego, en Barcelona, la editorial Lumen publica La casa en la arena. 1968: Losa publica la tercera edición de sus Obras completas y Las manos del día. 1969: Sale a la luz Fin del mundo y Aún.
1970: Losada publica La espada encendida y Las piedras del cielo. 1971: El 21 de octubre obtiene el Premio Nobel de Literatura. 1972: Losada publica Geografía infructuosa. 1973: La editorial Quimantú publica Incitación al Nixonicidio y alabanza de la revolución chilena. El 23 de setiembre muere Pablo Neruda en Santiago de Chile.
FAREWELL
Desde el fondo de ti, y arrodillado,
un niño triste, como yo, nos mira.
Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.
Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.
Por sus ojos abiertos en la tierra
veré en los tuyos lágrimas un día.
Yo no lo quiero, Amada.
Para que nada nos amarre
que no nos una nada. Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron las palabras.
Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana.
Amo el amor de los marineros
que besan y se van.
Dejan una promesa.
No vuelven nunca más.
En cada puerto una mujer espera:
los marineros besan y se van.
Una noche se acuestan con la muerte
en el lecho del mar. Amo el amor que se reparte
en besos, lecho y pan.
Amor que puede ser eterno
y puede ser fugaz.
Amor que quiere libertarse
para volver a amar.
Amor divinizado que se acerca
Amor divinizado que se va.
Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor. Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.
Fui tuyo, fuiste mía. Qué más? Juntos hicimos
un recodo en la ruta donde el amor pasó.
Fui tuyo, fuiste mía. Tú serás del que te ame,
del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.
Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy.
Desde tu corazón me dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós.
(De: Crepusculario)
CUERPO DE MUJER
Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar al hijo del fondo de la tierra.
Fui sólo como un túnel. De mí huían los pájaros, y en mí la noche entraba en su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
¡Ah los vasos del pecho! ¡Ah los ojos de ausencia!
¡Ah las rosas del pubis! ¡Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue y el dolor infinito.
(De: Veinte poemas de amor y una canción desesperada)
TE RECUERDO COMO ERAS EN EL ÚLTIMO OTOÑO
Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.
Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.
Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.
Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.
Tempestad que enterró las campanas, turbio revuelo de tormentas
para qué tocarla ahora, para qué entristecerla.
Ay seguir el camino que se aleja de todo,
donde no esté atajando la angustia, la muerte, el invierno,
con sus ojos abiertos entre el rocío.
(De: Veinte poemas de amor y una canción desesperada)
PROMULGACIÓN DE LA LEY DEL EMBUDO
Ellos se declararon patriotas. En los clubs se condecoraron
y fueron escribiendo la historia.
Los Parlamentos se llenaron
de pompa, se repartieron
después la tierra, la ley,
las mejores calles, el aire,
la Universidad, los zapatos.
Su extraordinaria iniciativa
fue el Estado erigido en esa
forma, la rígida impostura.
Lo debatieron como siempre,
con solemnidad y banquetes,
primero en círculos agrícolas,
con militares y abogados.
Y al fin llevaron al Congreso
la Ley suprema, la famosa,
la respetada, la intocable
Ley del Embudo.
Fue aprobada. Para el rico la buena mesa.
La basura para los pobres.
El dinero para los ricos.
Para los pobres el trabajo.
Para los ricos la casa grande.
El tugurio para los pobres.
El fuero para el gran ladrón.
La cárcel al que roba un pan.
París, París, para los señoritos.
El pobre a la mina, al desierto.
El señor Rodríguez de la Crota
habló en el Senado con voz meliflua y elegante.
“Esta ley, al fin, establece
La jerarquía obligatoria
Y sobre todo los principios
De la cristiandad.
Era
tan necesaria como el agua.
Solo los comunistas, venidos
del infierno, como se sabe,
pueden discutir este código
del Embudo, sabio y severo.
Pero esta oposición asiática,
venida del sub-hombre, es sencillo refrenarla: a la cárcel todos,
al campo de concentración,
así quedaremos sólo
los caballeros distinguidos
y los amables yanaconas
del Partido Radical.”
Estallaron los aplausos
de los bancos aristocráticos:
qué elocuencia, qué espiritual,,
qué filósofo, qué lumbrera!
Y corrió cada uno a llenarse
los bolsillos en su negocio,
uno acaparando la leche,
otro estafando en el alambre,
otro robando en el azúcar
y todos llamándose a voces
patriotas, con el monopolio
del patriotismo, consultado
también en la Ley del Embudo.
(De: Canto general)
EL ALFARERO
Todo tu cuerpo tiene copa o dulzura destinada a mí.
Cuando subo la mano
encuentro en cada sitio una paloma
que me buscaba, como
si te hubieran, amor, hecho de arcilla
para mis propias manos de alfarero.
Tus rodillas, tus senos,
tu cintura
faltan en mí como en el hueco
de una tierra sedienta
de la que desprendieron
una forma, y juntos
somos completos, como un solo río,
como una sola arena.
(De: Los versos del capitán)
EL INCONSTANTE
Los ojos se me fueron
tras de una morena que pasó.
Era de nácar negro,
era de uvas moradas,
y me azotó la sangre
con su cola de fuego.
Detrás de todas
me voy.
Pasó una clara rubia
como una planta de oro
balanceando sus dones.
Y mi boca se fue
como con una ola
descargando en su pecho
relámpagos de sangre.
Detrás de todas
me voy.
Pero a ti sin moverme,
sin verte, tú distante,
van mi sangre y mis besos,
morena y clara mía,
alta y pequeña mía,
ancha y delgada mía,
mi fea, mi hermosura,
hecha de todo el oro, y de toda la plata,
hecha de todo el trigo
y de toda la tierra,
hecha de toda el agua
de las olas marinas,
hecha para mis brazos,
hecha para mis besos,
hecha para mi alma.
(De: Los versos del capitán).