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CAPÍTULO I El enfoque pragma-dialéctico 1. Los estudios de la argumentación En la última década el estudio de la argumentación se ha desarrollado hasta convertirse en un campo de estudio independiente. 1 Esta evolución se ha logrado gracias al impulso interdisciplinario de filósofos, lógicos formales e informales, analistas del discurso y de la conversación, estudiosos de la comunicación y representantes de otras disciplinas. Depen- diendo de la perspectiva acerca del discurso argumentativo que se tome como punto de par- tida, se han articulado diferentes esbozos de paradigma. La nueva retórica de Chaim Perelman y Lucie Olbrechts-Tyteca, el marco analítico de Stephen Toulmin, la problematología de Michel Meyer, la epistémica social de Charles Willard, la lógica informal de Anthony Blair y Ralph Johnson, el enfoque postestándar de las falacias de John Woods y Douglas Walton, la lógica natural de Jean-Blaize Grize, la dialéctica formal de Else Barth y Erick Krabbe, y varias otras contribuciones teóricas, constituyen hoy marcos teóricos bastante desarrollados para el estu- dio de la argumentación. 2 El estudio de la argumentación ha estado dominado durante largo tiempo, tanto en Norteamérica como en Europa, por las obras de Toulmin y Perelman. Tanto Toulmin como Perelman trataron de presentar una alternativa a la lógica formal que fuera más adecuada para analizar la argumentación cotidiana. Ambos lo hicieron tomando como modelo inicial los procedimientos racionales del razonamiento legal. Sin embargo, en nuestra opinión, el resultado no es completamente satisfactorio en ninguno de los dos casos. Esto se debe, al menos en parte, a su inadvertido prejuicio de que la lógica no tiene nada que ofrecerle al análisis de la argumentación. Sin prestarles ninguna atención a los desarrollos modernos, consideran a la lógica formal como equivalente a la lógica silogística clásica o, en todo caso, la declaran inaplicable a los argumentos cotidianos. 1 El estudio de la argumentación cuenta actualmente con su propia infraestructura académica de revistas (Argumenlation, Argumenlation and Advocacy, Informal Logic), series de libros íStudies of Argumentalion in Pragmatics and Dhcoursc Analysis, Foris Publications/Mouton de Gruyter), sociedades (American Forensic Association, Association for Informal Logic and Critical Thinking, International Society for the Study of Argumentation) y Con- gresos (AFA/SCA en Alta, USA; Informal Logic en Windsor, Canadá; ISSA en Amsterdam, Holanda). 2Cf. Perelman v Olbrechts-Tvteca (1958/1969), Toulmin (1958),Meyer (1986a), Willard (1989), Blair& Johnson (1980), Woods & Waltón (1982a, 1989), Grize (1982), Barth & Krabbe (1982).

Van Eemeren - Grootendorst 01

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actos de habla Teoría praga dialectica

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  • CAPTULO I

    El enfoque pragma-dialctico

    1. Los estudios de la argumentacin

    En la ltima dcada el estudio de la argumentacin se ha desarrollado hasta convertirse en un campo de estudio independiente. 1 Esta evolucin se ha logrado gracias al impulso interdisciplinario de filsofos, lgicos formales e informales, analistas del discurso y de la conversacin, estudiosos de la comunicacin y representantes de otras disciplinas. Depen-diendo de la perspectiva acerca del discurso argumentativo que se tome como punto de par-tida, se han articulado diferentes esbozos de paradigma. La nueva retrica de Chaim Perelman y Lucie Olbrechts-Tyteca, el marco analtico de Stephen Toulmin, la problematologa de Michel Meyer, la epistmica social de Charles Willard, la lgica informal de Anthony Blair y Ralph Johnson, el enfoque postestndar de las falacias de John Woods y Douglas Walton, la lgica natural de Jean-Blaize Grize, la dialctica formal de Else Barth y Erick Krabbe, y varias otras contribuciones tericas, constituyen hoy marcos tericos bastante desarrollados para el estu-dio de la argumentacin.2

    El estudio de la argumentacin ha estado dominado durante largo tiempo, tanto en Norteamrica como en Europa, por las obras de Toulmin y Perelman. Tanto Toulmin como Perelman trataron de presentar una alternativa a la lgica formal que fuera ms adecuada para analizar la argumentacin cotidiana. Ambos lo hicieron tomando como modelo inicial los procedimientos racionales del razonamiento legal. Sin embargo, en nuestra opinin, el resultado no es completamente satisfactorio en ninguno de los dos casos. Esto se debe, al menos en parte, a su inadvertido prejuicio de que la lgica no tiene nada que ofrecerle al anlisis de la argumentacin. Sin prestarles ninguna atencin a los desarrollos modernos, consideran a la lgica formal como equivalente a la lgica silogstica clsica o, en todo caso, la declaran inaplicable a los argumentos cotidianos.

    1 El estudio de la argumentacin cuenta actualmente con su propia infraestructura acadmica de revistas (Argumenlation, Argumenlation and Advocacy, Informal Logic), series de libros Studies of Argumentalion in Pragmatics and Dhcoursc Analysis, Foris Publications/Mouton de Gruyter), sociedades (American Forensic Association, Association for Informal Logic and Critical Thinking, International Society for the Study of Argumentation) y Con-gresos ( A F A / S C A en Alta, U S A ; Informal Logic en Windsor, Canad; ISSA en Amsterdam, Holanda). 2 C f . Perelman v Olbrechts-Tvteca (1958/1969), Toulmin (1958),Meyer (1986a), Willard (1989), Blair& Johnson (1980), Woods & Waltn (1982a, 1989), Grize (1982), Barth & Krabbe (1982).

  • FRANS H . VAN EEMEREN - ROB GROOTENDORST / ARGUMENTACIN, COMUNICACIN Y FALACIAS

    An ms importante es que las alternativas que ofrecen Toulmin y Perelman fallan tam-bin al no reconocer a la argumentacin como un fenmeno del uso del lenguaje cotidiano, que debera ser tratado como tal. A l trabajar con argumentos aislados, dejando de lado los aspectos pragmticos del contexto verbal y no verbal del evento de habla en que ocurren, Toulmin y Perelman tienen menos que ofrecer al estudio de la argumentacin, como alterna-tiva a la lgica formal, de lo que ellos pretenden.

    Toulmin, en The Uses ofArgument (1958), ofrece un modelo que se supone que refleja la estructura de los argumentos. Su modelo constituye una descripcin de la forma procesal de los argumentos. De acuerdo a Toulmin, esta forma procesa! es "independiente de campo", es decir, independiente de los temas a los cuales el argumento se refiere. En su concepcin, la validez del argumento no est determinada primariamente por su forma procesal, sino que depende de en qu medida el respaldo hace que la garanta sea aceptable] Como el contenido del respaldo -en oposicin a su forma- se relaciona con la naturaleza del tema al cual el argumento es pertinente, Toulmin concluye que los criterios usados para evaluar la validez de los argumentos deben ser "dependientes de campo".

    Dejando de lado algunas objeciones tericas importantes a las ideas de Toulmin, vale la pena sealar que su modelo es difcil de aplicar al discurso argumentativo de la vida real. En primer lugar, la distincin crucial entre evidencias y garantas solo queda realmente clara en algunos ejemplos bien escogidos. En la prctica cotidiana, al tratar de aplicar sus definiciones, los dos tipos de proposicin no se pueden distinguir. Esto reduce el modelo, en la prctica, a una variante del silogismo -o del entimema, en caso de que la garanta permanezca implcita.3

    En La Nouvelle Rhtorique, Perelman y Olbrechts-Tyteca (1958/1969) ofrecieron una des-cripcin de las tcnicas de argumentacin existentes en el momento. Ellos consideraron que una argumentacin era vlida si lograba el efecto perseguido, esto es, si se produca acuerdo o ms acuerdo con las proposiciones propuestas. Para esta concepcin, por lo tanto, la val i -dez es equivalente a la efectividad conseguida con el "grupo objetivo". En sus publicaciones, la teora de Perelman y Olbrechts-Tyteca se reduce a un inventario de tipos de elementos que pueden servir como "puntos de partida" o "esquemas argumentativos" tiles para persuadir a la audiencia, la que puede ser una audiencia "particular" o la audiencia "universal". Como crtica, debemos sealar que las categoras presentes en el catlogo de Perelman y Olbrechts-Tyteca no estn bien definidas y no son mutuamente excluyentes. Adems, existen muchas otras debilidades que impiden su aplicacin inequvoca al anlisis de la argumentacin.4

    As como Perelman y Olbrechts-Tyteca usaron la tradicin retrica como base para el desarrollo de una "nueva retrica", los protagonistas de una "nueva dialctica", como Barth y Krabbe, establecen reglas dialcticas para las partes que argumentan y que quieren resolver sus disputas por medio de un dilogo crtico.5 Entre los mtodos empleados en este enfoque, y que dan forma a esta dialctica, se incluyen los de Paul Lorenzen, Kuno Lorenz y otros

    3 Para una evaluacin ms extensa de los mritos y demritos tericos y prcticos de la contribucin de Toulmin al estudio de la argumentacin, vase van Eemeren, Grootendorst & Kruger (1987). * Para una evaluacin ms extensa de los mritos y demritos tericos y prcticos de la contribucin de Perelman y Olbrechts-Tyteca al estudio de la argumentacin, vase van Eemeren, Grootendorst & Kruiger (1987). ' Los significados de los trminos "retrica" y "dialctica" pueden ser extendidos a tal extremo que pueden llegar a hacerse virtualmente intercambiables. Pensamos, sin embargo, que es importante no oscurecer la distincin bsica en que la retrica se refiere al arte de influenciar a una audiencia mediante un discurso efectivo y la dialctica, al arte de resolver diferencias mediante una disputa regulada (cf. Finocchiaro, 1987b). Desde una perspectiva retrica, en ltimo

    CAPITU.0 I / E l ENFOQUE PRAGMA-DALCTICO

    miembros de la Escuela de Erlangen. Tambin se han incorporado a este enfoque las ideas de tericos de la argumentacin como Rupert Crawshay-Williams y A m e Naess. La nomencla-tura de esta teora de la argumentacin se deriva de Charles Hamblin (1970): se considera "dialctica" a una discusin crtica orientada a ponerle fin a una disputa y se la considera "formal" en tanto que est sometida a reglas estrictas.

    2. Los componentes de un programa de investigacin

    Los estudiosos de la argumentacin se interesan en indagar cmo se puede usar el discurso argumentativo para justificar o refutar racionalmenteVin punto de vista. En nuestra opinin, el discurso argumentativo debera ser estudiado, en consecuencia, como una instancia de la comunicacin y las interacciones verbales normales y, al mismo tiempo, debera ser evalua-do en relacin a un cierto estndar de razonabilidad. Si se considera a la pragmtica como el estudio del uso del lenguaje, se puede reconocer la necesidad de esta convergencia de la idealizacin normativa y la descripcin emprica.concibiendo al estudio de la argumentacin como parte de una "pragmtica normativa".

    Se requiere una perspectiva sobre el discurso argumentativo que supere tanto las limita-ciones del enfoque exclusivamente normativo, ejemplificado por la lgica moderna^] como las limitaciones del enfoque exclusivamente descriptivo, ejemplificado por la lingstica con-tempornea. La mayora de[los lgicos modernos se restringen a una sistematizacin no emprica. La mayora de[los lingistas contemporneos, especialmente los analistas del dis-curso y de la conversacin, se limitan a la pura observacin "no sesgada". Sin embargo, el estudio de la argumentacin no puede estar basado ni unilateralmente en la experiencia, ni unilateralmente en una mera construccin intelectual, sino que estos dos enfoques deben ser entretejidos en un programa de investigacin integrador. Este programa de investigacin debe crear una lnea de comunicacin - u n trait d'union- entre lo normativo y lo descriptivo. 6

    Pensamos que los estudiosos de la argumentacin deberan abocarse a la tarea de clarifi-car de qu manera se puede superar la brecha entre el enfoque normativo y el enfoque des-criptivo. Los complejos problemas que estn en juego aqu solo se pueden resolver de mane-ra adecuada con la ayuda de un programa de investigacin integradorjEn nuestra concep-cin, este programa incluye un componente filosfico, uno terico, uno analtico, uno emp-rico y uno prctico.7

    trmino siempre es la audiencia la que decide lo que es aceptable. En cambio, en una perspectiva dialctica, la aceptabilidad de un paso (move) depende tambin de si es, de hecho, una contribucin constructiva a la resolucin de la diferencia. Por supuesto que se le podran poner tales restricciones extemas a la aceptabilidad retrica que se la hiciera idntica en la prctica a la aceptabilidad dialctica. En ese caso, las diferencias que permaneceran entre la retrica y la dialctica seran principalmente cuestiones de procedimiento y de nfasis. Cf. tambin Rescher (1977). 6 Entre los protagonistas de un enfoque puramente normativo del estudio de la argumentacin se encuentran Biro y Siegel (1991), quienes rechazan todos los enfoques descriptivos como conducentes al relativismo. Para una crtica del relativismo epistemolgico contemporneo, vase Siegel (1987). Biro y Siegel slo quieren aplicar estndares normativos objetivos a los argumentos. U n enfoque puramente descriptivo del estudio de la argumentacin es defendido por Willard (1983,1989), quien rechaza todos los enfoques normativos: "este campo de estudio no debe aliarse con ninguna "racionalidad" particular, ni entretenerse en establecer jerarquas de "racionalidades"!...). El mejor programa consiste en estudiar la mirada de manifestaciones de la "racionalidad" y analizar sus variados usos" (1989, p. 167). Una defensa de la relatividad de los estndares (y de la autonoma de los campos) se encuentra en Willard (1983).

    7 Cf. van Eemeren (1987).

  • F R A N S H . V A N EEMERN - RoB GROOTENDOR5T /ARGUMENTACION, COMUNICACIN Y FALACIAS

    Se necesita, por una parte, un ideal filosfico de razonabilidad y a partir de este ideal se debe desarrollar un modelo terico de argumentacin aceptable. Por otra parte, es preciso investigar la realidad argumentativa empricamente y determinar dnde ocurren los proble-mas en la prctica. Luego, las dimensiones normativa y descriptiva deben unirse sistemti-camente mediante el desarrollo de instrumentos analticos que hagan posible mirar la reali-dad argumentativa a la luz del ideal de razonabilidad elegido.

    En el nivel filosfico, lo que est en juego es la pregunta por la relacin entre la argumen-tacin y la razonabilidad. A l abordar el problema de lo que significa ser razonable, los estu-diosos de la argumentacin deben reflexionar sobre los fundamentos del estudio de la argu-mentacin. De hecho, las concepciones de razonabilidad defendidas por los estudiosos de la argumentacin son divergentes desde la partida, de manera quej'surgen concepciones bas-tante diferentes acerca de lo que debe considerarse un argumento aceptable.8

    Los retricos, que favorecen una concepcin antropolgica, asimilan la razonabilidad a los estndares que prevalecen en una comunidad dada y consideran que un argumento es aceptable si obtiene la aprobacin de la audiencia. A l considerar que el ideal de razonabilidad est ligado a un grupo particular de personas, en un cierto lugar y tiempo dados/el enfoque retrico puede ser caracterizado como antropo-relativista.

    Para los dialcticos, que mantienen una perspectiva crtica, la razonabilidad no est de-terminada solamente por la norma dekcuerdo intersubjetivo, sino que depende tambin de la norma "externa" de que este acuerdo debe ser alcanzado de una manera vlida. Como consideran que toda argumentacin es parte de una discusin crtica entre dos oponentes que tratan de resolver una diferencia de opinin, establecen como un criterio adicional de razonabilidad el que el procedimiento argumentativo sea adecuado al logro de este objetivo. Debido a que establece esta relacin entre el ideal de razonabilidad y la conduccin metdica de una discusin crtica, el enfoque dialctico puede ser caracterizado como crtico-racionalista.

    A nivel terico, los estudiosos de la argumentacin plasman sus ideales de razonabilidad presentando un modelo particular de lo que significa actuar razonablemente en el discurso argumentativo. Un modelo ideal aspira proporcionar una comprensin adecuada del dis-curso argumentativo especificando qu modos de argumentacin son aceptables para un juez racional, teniendo en cuenta cierta concepcin filosfica de razonabilidad. De esta ma-nera se crea un marco terico que, si funciona bien, puede cumplir funciones heursticas, analticas y crticas para el tratamiento del discurso argumentativo.

    En un modelo retrico, se recopilan las tcnicas de argumentacin que se piensa que son efectivas en vista del conocimiento y las creencias de(una cierta audiencia. Como la aceptabilidad de la argumentacin queda ligada, as, al trasfondo epistmico especfico de una audiencia, este enfoque puede ser llamado epi$tmico-retrico.'>

    Debido a que los dialcticos consideran que cada argumento es parte de una discusin crtica, sea sta explcita o implcita, su modelo proporciona reglas que especifican qu pasos

    "Siguiendo a Toulmin (1976), se podra distinguir, a grandes rasgos, entre perspectivas "geomtricas" (formales), "antropolgicas" (empricas) y "crticas" (trascendentales) sobre la razonabilidad, las que, en lneas generales, subyacen a los enfoques lgicos, retricos y dialcticos de la argumentacin, respectivamente. " La teora de la argumentacin de Willard proporciona un buen ejemplo de enfoque epistmico-retrico: "la retrica como epistmica" (1989). La conexin entre argumento y conocimiento es una estrategia que ha sido parte del enfo-que retrico de la racionalidad de Willard ya desde Argumentalion and the Social Grounds ojKnowkdge (1983).

    C A P T U L O I / E L ENFOQUE P M C A M - D M L C T I C O

    (moves), en las diversas etapas de esta discusin, pueden contribuir a resolver una diferencia de opinin. Si este intercambio verbal metdico es concebido pragmticamente, como una interaccin de actos de habla, este enfoque, que es el que nosotros favorecemos, puede ser llamado pragma-dialctico.

    Ya sea que se use un modelo retrico o uno dialctico, el discurso argumentativo, tal como se presenta en la realidad, debe ser sometido a alguna interpretacin analtica antes de que la comprensin proporcionada por el modelo terico pueda ser aplicada a las situaciones prcticas. En sus esfuerzos analticos, los estudiosos de la argumentacin, de manera seme-jante a los analistas freudianos, aspiran sistemticamente a conectar la apariencia exterior de su prctica con el modelo ideal. En el nivel analtico, la pregunta central es cmo se puede reconstruir el discurso argumentativo para que se destaquen todos aquellos aspectos, y slo aquellos aspectos, que son relevantes en vista del modelo ideal) que determina el foco de atencin.

    En u n anlisis retrico, mediante la reconstruccin del discurso argumentativo se propor-ciona una comprensin de aquellos aspectos del discurso que tienen un efecto persuasivo en la audiencia. Debido a su nfasis en la efectividad de los modelos argumentativos sobre las personas que tienen que ser convencidas, una reconstruccin retrica puede ser caracteriza-da como orientada a la audiencia.

    En un anlisis dialctico, mediante la reconstruccin del discurso argumentativo se pro-porciona una comprensin de los aspectos del discurso que son relevantes para la resolucin de la disputa. Debido a su nfasis en la funcin de la argumentacin para conducir las dife-rencias de opinin a una resolucin adecuada, una reconstruccin dialctica puede ser carac-terizada como orientada a la resolucin.

    Para poder determinar si una reconstruccin particular, basada en un modelo terico, se justifica realmente, es necesario comprender los detalles de la prctica argumentativa. Este tipo de comprensin debe obtenerse a partir de la investigacin emprica. En el nivel empri-co, los estudiosos de la argumentacin describen los procesos reales de produccin, identifi-cacin y evaluacin desorciones de discurso argumentativo y los factores que influyen en sus resultados. Este tipo de investigacin emprica puede variar desde una medicin cuanti-tativa a estudios cualitativos.

    En una perspectiva retrica, el nfasis est puesto en explicar la efectividad que diversos modelos argumentativos pueden tener para diferentes tipos de audiencia.)Se examina de qu manera contribuyen los fenmenos estilsticos y de otro tipo a que las personas cambien de opinin en un contexto dado. El inters de la investigacin emprica se centra, por lo tanto, en torno a los factores que afectan la persuasividad del discurso argumentativo /("persuasivos").1 0

    En una perspectiva dialctica, el nfasis est puesto en explicar las maneras en que diver-sos pasos (moves) argumentativos contribuyen a[resolver una diferencia de opinin.En ella

    . se examina qu elementos, lingsticos y no-lingsticos, juegan un rol en el proceso de acep-tar o rechazar, racionalmente, un punto de vista. Por lo tanto, el inters de la investigacin

    1 0 En la literatura sobre la persuasin, el rol de la argumentacin se evala de diferentes maneras. En su "Modelo de Elaboracin de la Semejanza" (Elaboration Likelihood Model), Petty & Cacioppo (1981,1986) establecen una distincin entre una ruta perifrica hacia eUrambio de actitud\dunde la argumentacin no tiene ningn rol, y una ruta central, donde s lo tiene: los resultados persuasivos son influenciados por factores que dependen del grado en que los recep-tores se comprometen en una "elaboracin" de la informacin relevante al tpico persuasivo (cf. O'Keefe, 1990).

  • FRANS H . VAN EEMEREN - ROB GROOTENDORST / ARGUMENTACIN, COMUNICACIN Y FALACIAS

    emprica se centra en los factores que afectan la fuerza lgica (cogency) del discurso argumentativo ("operativos").1 1

    La competencia argumentativa es una disposicin compleja cuyo dominio es gradual y relativo a un contexto comunicacional especfico. Esto significa que los grados de destreza argumentativa slo pueden ser medidos adecuadamente mediante estndares relativos a los objetivos inherentes al contexto de la comunicacin. Por lo tanto, para mejorar la prctica argumentativa, ya sea mediante la educacin o de otro modo, la argumentacin debe ser estudiada en sus diversos contextos, institucionalizados y no institucionalizados, que van desde el contexto formal legal de un alegato ante la corte hasta el contexto informal de una conversacin familiar cotidiana.

    A nivel prctico, los estudiosos de la argumentacin emplean sus intuiciones filosficas, tericas, analticas y empricas para desarrollar mtodos que mejoren la prctica argumentativa,!tomando sistemticamente en consideracin, al mismo tiempo, la diversidad de los contextos comunicacionales. As, examinan cmo es posible incrementar metdica-mente las destrezas y habilidades de las personas tanto para producir discursos argumen-tativos como para analizarlos y evaluarlos.

    En un enfoque retrico, estos esfuerzos prcticos consisten principalmente en darles indi-caciones a las personas para que argumenten de manera exitosa. Mediante la seleccin de ejemplos ntidos y el sometimiento a un entrenamiento imitativo, se les ensea a los estu-diantes cmo persuadir a una audiencia. Debido a su tendencia a proporcionar ejercicios pre-elaborados para enfrentar el discurso argumentativo, el enfoque retrico de los problemas prcticos puede ser caracterizado como orientado a la prescripcin.

    En un enfoque dialctico, el mejoramiento de la prctica argumentativa se logra estimu-lando una actitud orientada a la discusin y promoviendo, a partir de una creciente toma de conciencia de los obstculos, la comprensin de los prerrequisitos de procedimiento necesa-rios para resolver los conflictos. Tratando a sus estudiantes como participantes activos de la discusin, que pueden responder crticamente, los dialcticos intentan desarrollar en ellos una mejor comprensin de los problemas involucrados en la produccin, anlisis y evalua-cin del discurso argumentativo. Por su nfasis en estimular un pensamiento independiente acerca del discurso argumentativo, el enfoque dialctico de los problemas prcticos puede ser caracterizado como orientado a la reflexin.

    3. Los puntos de partida pragma-dialcticos

    A pesar de que la argumentacin es un fenmeno del uso del lenguaje, est claro que el discurso argumentativo, a diferencia de lo que los analistas de la conversacin parecen creer, no puede ser tratado adecuadamente slo por la lingstica. Por lo menos, no mientras la lingstica contine en su orientacin descriptiva actual. Si as fuera, no se estaran tomando

    1 1 Un interesante enfoque emprico sobre la fuerza lgica (cogency) del discurso argumentativo puede encontrarse en el trabajo de psiclogos cogrtivos tales como Evans (1982) y Johnson-Laird (1983), aunque ellos tienden a restringir sus experimentos al razonamiento deductivo. Para una investigacin, centrada en la fuerza lgica (cogency), de los facto-res que afectan la identificacin de la argumentacin, vase, p. ej., van Eemeren, Grootendorst & Meuffels (1989).

    CAPITULO I / E L ENFOQUE PRAGMA-DIALFCTICO

    en cuenta todos los aspectos normativos del razonamiento y una teora de la argumentacin surgida de esta manera no permitira una evaluacin crtica de la aceptabilidad de los argu-mentos. Por otra parte, a diferencia de lo que muchos autores de textos de lgica parecen sugerir, la argumentacin tampoco puede ser tratada adecuadamente solo por la lgica nor-mativa. Por lo menos, no mientras la lgica mantenga su actual despreocupacin por los datos lingsticos empricos. Si as fuera, no se estaran tomando en cuenta todos los aspectos relevantes de la argumentacin tal como se presenta en el discurso cotidiano y, en consecuen-cia, no quedara claro si una teora de la argumentacin as desarrollada estara relacionada de alguna manera descriptiva con la realidad.

    Proponemos un enfoque de la argumentacin que combina sistemticamente los aspec-tos descriptivos y los normativos. La lingstica, especialmente la pragma-lingstica, puede hacerle justicia al aspecto descriptivo. E l desarrollo de las intuiciones necesarias puede ba-sarse en la teora de los actos de habla, inspirada por filsofos del lenguaje cotidiano, como Austin (1962) y Searle (1969,1979). Incorporando nociones lgicas, especialmente las de la "nueva dialctica", relativas a la validez, la consistencia y otros criterios determinantes de la racionalidad, este enfoque puede hacerse cargo tambin del aspecto normativo. A l tratar de producir, de esta manera, una convergencia de los diferentes ngulos, en cierto sentido esta-ramos estimulando un regreso integrador a las races clsicas del estudio de la argumenta-cin, ejemplificadas en la Analtica, Dialctica y Retrica aristotlicas.

    Esto es precisamente lo que nos proponemos lograr en el enfoque de la argumentacin que presentamos al explicar nuestros puntos de vista pragma-dialcticos tericos teniendo una filosofa crtico-racionalista como trasfondo. De esta manera, damos forma al ideal de razonabilidad de una discusin crtica. El aspecto dialctico consiste en que hay dos partes que intentan resolver una diferencia de opinin mediante el intercambioinetdico de pasos (moves) en una discusin. E l aspecto pragmtico est representado por la descripcin de los pasos (moves) de la discusin como actos de habla.

    En nuestra teora pragma-dialctica la argumentacin es descrita como un acto de habla complejo cuyo propsito es contribuir a la resolucin de una diferencia de opinin o una disputa. Una caracterstica de este enfoque es que aspiramos a externalizar, funcionalizar, socializar y dialectificar el objeto de estudio de la argumentacin.12

    La externalizacin se logra partiendo de lo que las personas han expresado, implcita o explcitamente, en lugar de especular acerca de lo que piensan o creen. Los estados mentales internos no son accesibles a la inspeccin externa, o al menos no lo son directamente. Ms an, no siempre pueden estar bajo control, de tal manera que no est claro hasta qu punto las personas pueden ser consideradas responsables de ellos. A l externalizar la argumenta-cin se explotan todas las indicaciones disponibles de aquello a lo que el hablante o escritor se compromete y se evita, al mismo tiempo, el innecesario trabajo de adivinar sus motivacio-nes. En la medida en que los elementos implcitos pueden hacerse explcitos en una recons-truccin adecuada, tambin se pueden usar para que todo aquello que crea un compromiso para los usuarios del lenguaje sea tomado en consideracin.

    1 2 Para los pnncipios de la externalizacin, funcionalizacin, socializacin y dialectificacin, cf. van Eemeren &

    Grootendorst (1984).

  • FRANS H . VAN EEMEREN - ROB GROOTENDORST / ARGUMENTACIN, COMUNICACIN Y FALACIAS

    La funcionalizacin se logra tratando las porciones de discurso argumentativo como ele-mentos que sirven para conducir eventos de habla de la vida real, en lugar de tratarlas como inferencias lgicas aisladas. E l papel preciso de ciertas expresiones verbales slo se puede reconocer si se las contempla como actos de habla que forman parte integrante del contexto del evento de habla en el cual ocurren. En un evento de habla las inferencias lgicas no siem-pre necesitan tener la funcin argumentativa de convencer a otro usuario del lenguaje; tam-bin pueden ser parte de una explicacin o de otro acto de habla complejo. Adems, los actos de habla en los que no se extrae ninguna inferencia lgica tambin pueden jugar un rol cons-titutivo.

    La socializacin se logra considerando a la argumentacin como parte de un proceso interactivo entre dos o ms usuarios del lenguaje, en lugar de considerarla como el producto del razonamiento de un solo usuario del lenguaje. Si se trata a la argumentacin como un monlogo, no se le hace justicia al hecho de que siempre apunta a producir el efecto de que otro usuario del lenguaje acepte un cierto punto de vista.

    La dialectificacin se logra tratando a la argumentacin como un medio racional para convencer a un oponente crtico y no como una mera persuasin. La disputa no debe ser simplemente terminada, de cualquier manera, sino que debe ser resuelta mediante la supera-cin metdica de las dudas de un juez racional, en una discusin crtica bien reglamentada.

    Antes de avanzar ms en los puntos de partida de nuestro propio enfoque dialctico, permtasenos resumir nuestra concepcin de los componentes constitutivos de un programa de investigacin coherente para el estudio de la argumentacin. Para mayor claridad, lo ha-remos contrastando nuestra versin dialctica con una hipottica versin retrica (vase cua-dro 1.1).

    Cuadro 1.1 Versin Dialctica versus Hipottica Versin Retrica del

    Programa de Investigacin

    Programa Retrico Programa Dialctico

    Filosofa Antropo-relativista Teora Epistmico-retrica Reconstruccin orientada a la Audiencia Descripcin centrada en la Persuasividad Prctica orientada a la Prescripcin

    Filosofa Crtico-racionalista Teora Pragma-dialcrica Reconstruccin orientada a la Resolucin Descripcin centrada en la Fuerza lgica Prctica orientada a la Reflexin

    4. Visin general de la obra

    La presente obra entrega una visin terica sobre cmo analizar y evaluar el discurso argumentativo. Con este propsito, primero pone a la argumentacin en una perspectiva comunicacional (Parte I) y luego discute las falacias que ocurren cuando se violan ciertas reglas de la comunicacin (Parte II). De este modo, ofrece una alternativa pragma-dialctica tanto frente a un enfoque de la argumentacin descriptivo, de inspiracin lingstica, como frente a un enfoque de la argumentacin normativo, de inspiracin lgica.

    CAPTULO I / E L ENFOQUE PRAGMA-DIALCTICO

    La primera parte del libro, "Argumentacin y Comunicacin", proporciona un marco terico para el tratamiento del discurso argumentativo. En ella discutimos los actos de habla que intervienen en una discusin crtica orientada a resolver una diferencia de opinin. Dis-t inguimos las diversas etapas de una discusin crtica y consideramos los aspectos comunicacionales e interactivos de los actos de habla que se realizan para resolver disputas simples o ms complejas. La argumentacin es caracterizada como un acto de habla comple-jo de la etapa de argumentacin. A fin de equilibrar el ideal, aparentemente irreal, de una discusin crtica, prestamos especial atencin a las diversas complicaciones que pueden sur-gir a! analizar el discurso argumentativo de !a vida rea!. Formulamos algunas directrices para analizar los actos de habla indirectos y las premisas implcitas y discutimos las diferen-cias estructurales que existen entre argumentaciones simples, mltiples, compuestas coordi-nadas y compuestas subordinadas.

    Despus de haber tratado estos aspectos fundamentales del anlisis, la segunda parte, "Comunicacin y Falacias", realiza la conexin entre el anlisis del discurso argumentativo y su evaluacin, concentrndose en los obstculos que dificultan el logro de la resolucin de una disputa. Utilizando el marco terico desarrollado en la primera parte, presentamos diez reglas bsicas para una discusin crtica. Explicamos los tipos de falacias que pueden ocurrir en una discusin crtica, en cada una de las diversas etapas de la discusin: falacias relativas a la presentacin de los puntos de vista y de las dudas, en la etapa de confrontacin; falacias relativas a la distribucin de los roles de la discusin y al punto de partida de la discusin, en la etapa de apertura; falacias relativas a los medios de defensa (que involucran premisas implcitas, puntos de partida, esquemas de argumentacin o formas lgicas de la argumenta-cin), en la etapa de argumentacin; y falacias relativas al establecimiento del resultado de la discusin, en la etapa de clausura. Las falacias relativas al uso del lenguaje, que pueden ocurrir en todas las etapas, se discuten separadamente.