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83 Revista de Filología Alemana 2003, 11 83-105 ISSN: 1133-0406 Ideología y estética de la novela corta: una lectura social de Die Judenbuche, de Annette von Droste-Hülshoff Ideology and aesthetichs of the short novel: a social reading of Anette von Droste- Hülshoff Miguel VEDDA Universidad de Buenos Aires Departamento de Letras Modernas [email protected] Los intentos de interpretar la obra de Annette von Droste-Hülshoff desde una perspecti- va social han puesto, en general, el énfasis, de un modo unilateral, en la influencia que han ejercido sobre ella los determinantes geográficos y de clase. Con ello, han pasado por alto una dimensión utópica presente en la obra de Droste —dimensión que se expresa a través de un complejo simbolismo y de una abundancia de elementos extraídos de las tra- diciones pagana y cristiana, pero reinterpretados en clave romántica—. Precisamente, un análisis de la relación de Droste con la tradición anticapitalista romántica (y, en particu- lar, con el llamado «romanticismo de Heidelberg») permite entender más cabalmente la significación social de su obra y, sobre todo, de Die Judenbuche. RESUMEN PALABRAS CLAVE Romanticismo Anticapitalismo romántico Comunidad Pensamiento conservador Naturaleza Melancolía Novela corta Ideología The attempts to consider the works of Annette von Droste-Hülshoff from a social point of view have mostly emphasised, in a unilateral way, the influences of the class and the geo- graphical milieu. Consequently, the interpretations have overlooked a utopical dimension that is always present in her works, and that is rendered through a complex symbolism and a number of elements proceeding from the pagan and Christian traditions — though translated into the language of Romanticism. An inquiry on the relationship of Droste with the romantic anticapitalist tradition (and, especially, with the so-called «Heidelberg Romanticism») allows to understand more accurately the social meaning of her works and, notably, of Die Judenbuche. ABSTRACT KEY WORDS Romanticism Romantic anticapitalism Community Conservative thought Nature Melancholy Short novel Ideology

Vedda Miguel - Ideologia y Estetica de La Novela Corta. Una Lectura Social de Die Judenbuche

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  • 83Revista de Filologa Alemana2003, 11 83-105

    ISSN: 1133-0406

    Ideologa y esttica de la novela corta: unalectura social de Die Judenbuche,de Annette von Droste-Hlshoff

    Ideology and aesthetichs of the short novel: a social reading of Anette von Droste-

    Hlshoff

    Miguel VEDDA

    Universidad de Buenos AiresDepartamento de Letras Modernas

    [email protected]

    Los intentos de interpretar la obra de Annette von Droste-Hlshoff desde una perspecti-va social han puesto, en general, el nfasis, de un modo unilateral, en la influencia quehan ejercido sobre ella los determinantes geogrficos y de clase. Con ello, han pasado poralto una dimensin utpica presente en la obra de Droste dimensin que se expresa atravs de un complejo simbolismo y de una abundancia de elementos extrados de las tra-diciones pagana y cristiana, pero reinterpretados en clave romntica. Precisamente, unanlisis de la relacin de Droste con la tradicin anticapitalista romntica (y, en particu-lar, con el llamado romanticismo de Heidelberg) permite entender ms cabalmente lasignificacin social de su obra y, sobre todo, de Die Judenbuche.

    RES

    UM

    EN

    PALABRASCLAVE

    RomanticismoAnticapitalismo

    romnticoComunidad

    Pensamientoconservador

    NaturalezaMelancola

    Novela cortaIdeologa

    The attempts to consider the works of Annette von Droste-Hlshoff from a social point ofview have mostly emphasised, in a unilateral way, the influences of the class and the geo-graphical milieu. Consequently, the interpretations have overlooked a utopical dimensionthat is always present in her works, and that is rendered through a complex symbolismand a number of elements proceeding from the pagan and Christian traditions thoughtranslated into the language of Romanticism. An inquiry on the relationship of Droste withthe romantic anticapitalist tradition (and, especially, with the so-called HeidelbergRomanticism) allows to understand more accurately the social meaning of her worksand, notably, of Die Judenbuche.

    ABS

    TRA

    CT

    KEYWORDS

    RomanticismRomantic

    anticapitalismCommunity

    ConservativethoughtNature

    MelancholyShort novel

    Ideology

  • 1. Los lmites de las lecturas sociolgicas de la obra de DrosteA la hora de considerar la incidencia de los factores sociales, como asimismo las formas de

    reaccin hacia ellos, los intrpretes de la obra de Annette von Droste-Hlshoff han revelado,por lo general, una llamativa estrechez de miras. La crtica se ha ocupado de subrayar la gravi-tacin que ejercen sobre la produccin literaria el ambiente familiar o, en trminos msamplios, la clase social y el mbito geogrfico de los que procede la autora, en cuanto miembro[von] einem alteingesessenen, nicht sehr einflureichen westflischen Adelsgeschlecht, daskatholisch geprgt ist (von Hoff, 1998: 143)1; asimismo, se ha procurado ver en ella, de unmodo en ocasiones simplista, un exponente distintivo del Restaurationszeit2. A nuestro enten-der, se han dejado de lado, con ello, algunas de las dimensiones ms significativas y msespecficamente poticas de la obra de Droste. No es nuestro propsito menoscabar la impor-tancia que poseen los factores inmediatamente histricos y sociales; pero, si se recurre a ellosen cuanto determinantes directos y no mediados de la produccin potica, se corre el riesgo derealizar una interpretacin parcial y, por ende, errada de los elementos fcticos. Estos, por lodems, nunca resultan vlidos por s mismos, sino de acuerdo con la funcin que ocupan den-tro de la estructura de sentimientos (R. Williams) total a la que se encuentran integrados.

    Una lectura basada en los hechos biogrficos e histrico-sociales inmediatos implicararelegar a la produccin literaria a una situacin de pasividad, en cuanto reflejo de las condicio-nes dadas, y encubrir la capacidad que ella posee para formular una alternativa frente al ordenvigente3. Este sociologismo, segn el cual la obra artstica se explica como mera refraccinde las condiciones histrico-sociales, no consigue dar cuenta de las posturas alternativas y cr-

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    SUMARIO 1. Los lmites de las lecturas sociolgicas de la obra de Droste. 2. Estticae ideologa en el romanticismo de Heidelberg. 3. Reconstruccin hermenutica delpasado en la obra de Droste. 4. La dimensin simblica: paganismo y cristianismo enDie Judenbuche. 5. Die Judenbuche y la forma de la novela corta. 6. Referenciasbibliogrficas.

    1 Para un ejemplo tpico de esta modalidad interpretativa, cfr. Botzenhart, 1998.2 Winfried Woesler que ve en Ledwina una muestra paradigmtica de la Charakterisierung einer jungen

    sensiblen Frau der Restaurationszeit, interpreta la poesa poltica de Droste de un modo un tanto directo; enla compilacin de los Gedichte (1844) ve una profesin de fe reaccionaria: Hier stellt die Autorin aus konservati-ver Sicht die Beachtung ethischer Grundwerte ber die Kraft politischer Vernderungen, wie sie die Vormrzdichterforderten (Woesler 1992: 118). Woesler ha incurrido aqu en la intentional phallacy: en tal sentido, no necesitamosdetenernos a sealar los lmites de una lectura que interpreta una obra potica como si se tratara de un tratado pol-tico o sociolgico.

    3 Ya Sartre ha sealado, a propsito de una perspectiva tal, que ella da por supuesta la existencia de una reali-dad previa e independiente de la accin humana; realidad que podra ser captada fotogrficamente por la cons-ciencia del artista; pero ste se encuentra siempre en situacin, Et cest... ltre qui ne peut mme voir une

  • ticas del escritor frente a la realidad poltica y social, justamente al negar a la literatura un papelactivo4. Ya Marcuse se pregunt, a propsito de la reduccin del papel de la subjetividad quesuponen las lecturas sociologistas, whether literature is not hereby assigned a functionwhich could only be fulfilled in the medium of theory (Marcuse 1978: 12). La supresin de lasubjetividad nicamente podra ocasionar resultados funestos en la produccin o en la recep-cin de obras estticas, cuya propia existencia se encuentra permeada de elementos subjetivos;ha tenido razones Lukcs para afirmar que slo en la literatura y el arte resulta vlida la propo-sicin no hay objeto sin sujeto5. Lo que corresponde es, pues, identificar aquellos puntos en losque emerge una consciencia subjetiva crtica y utpica por encima de los condicionamien-tos externos; Marcuse ha sealado que [t]he aesthetic transformation is achieved through areshaping of language, perception, and understanding so that they reveal the essence of realityin its appearance: the repressed potentialities of man and nature (Marcuse 1978: 8): la alu-sin a esas potencialidades reprimidas por la sociedad moderna marca, segn nuestro parecer, elprincipal punto en el que es posible rastrear el momento crtico-utpico en la obra de DrosteHlshoff. Luego veremos en qu medida la presencia de componentes pantestas y teolgicosdebe ser entendida en trminos de resolucin imaginaria para los conflictos reales; conflictosa los que la escritora no se remite de un modo llanamente naturalista.

    Pero tampoco es posible separar tajantemente el momento naturalista del utpico, nidescartar al primero en funcin del segundo. La obra de Droste presenta una amalgama de fac-tores demasiado intrincada como para que resulte justificado practicar semejante escisin. Lateora frankfurtiana temprana ha empleado, para caracterizar una obra o un perodo histrico,la categora de Kraftfeld: en consonancia con ello, cabra agrupar los momentos histricoscorrespondientes a la obra de Droste-Hlshoff en torno a un campo de fuerzas dentro del cualla autora ha procurado tomar posicin. Ya en 1979 seal Roland Schneider hasta cul punto lacrtica se encontraba en deuda en cuanto al reconocimiento de los determinantes subjetivos enla obra de Droste:

    Verkannt wird... vielfach auch heute noch die enge Verbundenheit dieser Autorin mit dem geis-tigen und literarischen Leben der Zeit. Denn wie konservativ, katholisch und aristokratischgeprgt ihr Weltbild auch war, die Droste konfrontierte es doch immer erneut mit ihm konku-

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    situation sans la changer, car son regard fige, dtruit, ou sculpte ou, comme fait lternit, change lobjet en luimme (Sartre 1948: 73).

    4 La consciencia subjetiva, en literatura ist nicht eine reine Widerspiegelung. Es unterwirft sichGegenstnde, wandelt diese um. Es manifestiert sich als Filter und ist zugleich produktiv. Es kann, indem es diegegebenen Inhalte umarbeitet, die realen Widersprche darstellen; es skizziert, was mglich ist (Jaeggy 1976: 34).

    5 Der Satz Kein Objekt ohne Subjekt, der erkenntnistheoretisch eine rein idealistische Bedeutung hat, istfundamental fr die Subjekt-Objekt-Beziehung in der sthetik. Natrlich ist an sich auch jedes sthetische Objektetwas unabhngig von Subjekt Existierendes. So aufgefat, ist es aber nur etwas materiell Seiendes, kein sthetis-ches. Tritt seine sthetische Gesetztheit in Geltung, so ist damit simultan auch ein solches Subjekt gesetzt, denn sei-ne sthetische Wesensart besteht ja, wie wir wiederholt dargelegt haben, gerade darin, vermittels der Mimesis... imrezeptiven Subjekt gewisse Erlebnisse zu evozieren. Davon abgesehen, hrt das sthetische Gebilde als solches zu

  • rrierenden Zeit- und Wirklichkeitserfahrungen - auch um den Preis einer nur mehr krisenhaf-ten Bewutseinsbildung (Schneider 1979: 248).

    Ms recientemente, se procur hacer hincapi en la espontaneidad subjetiva de la autorasubrayando la consciencia de gnero presente en su obra; as, en Das Frulein von Rodenschild(1841), Winfried Freund ha visto una expresin cabal de das emanzipatorische Streben derFrau nach ganzheitlicher Selbstentfaltung. Phantastisch verfremdet verkrpert sich in dergespenstischen Doppelgngerin die sozial unerwnschte Sinnlichkeit (Freund 1998: 106-7).Aqu, vemos a Droste asociada con una potica orientada a negar antes que a confirmar lo exis-tente; si anteriores interpretaciones pretendan definir a la autora de Die Judenbuche comoexponente de un naturalismo avant la lettre6, Freund indica el carcter intrincado de la cosmo-visin reflejada en la obra de la autora; cosmovisin en la que se combinan momentos de iden-tificacin y de ruptura respecto del propio milieu7. Este ltimo punto llama la atencin sobre unhecho significativo; a saber: la circunstancia de que, en la obra de Droste, los elementos afir-mativos y negativos en relacin con el contexto dado operan de un modo combinado y comple-jo. De ah que, al considerar la orientacin general de su obra, resulte necesario tener en cuen-ta la pluralidad de factores que interactan dentro del Kraftfeld: el contexto social e histrico, latradicin literaria, el medio familiar, las afinidades con el sistema literario contemporneo;pero tambin la consciencia de gnero, los posicionamientos ticos y religiosos y las pers-pectivas utpicas que recorren sus textos.

    Querramos concentrarnos aqu en el ltimo de los aspectos mencionados. Las perspectivascrticas y utpicas que atraviesan la obra de Droste se afilian, segn nuestro parecer, con aque-lla corriente ideolgica que ha sido designada con el trmino de anticapitalismo romntico, y cuyorasgo definitorio es la determinacin de cuestionar la degradacin de un mundo en creciente procesode mecanizacin y mercantilizacin, en nombre de una poca en que las contradicciones de la era bur-guesa an no se haban producido. Tal como veremos luego, las tentativas por legitimar, tour tour,una visin pantesta del mundo o una cosmologa de tintes religiosos, deben interpretarse comobsquedas de alternativas frente a un mundo prosaico, secularizado desencantado, en el

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    existieren auf; es ist ein Steinblock, ein Stck Leinwand, ein Objekt wie jedes andere, das selbstredend als derarti-ges Objekt unabhngig von jedem Bewutsein, von jeder Subjektivitt existiert (Lukcs 1981: I, 527).

    6 Cfr., p.ej., Winfried Woesler, quien reduciendo la importancia del elemento cosmolgico y teolgicopretende ver en Droste una llana precursora del naturalismo: In ihrer Prosa suchte die Autorin [= Droste] die wir-klichkeitsnahe Abspiegelung und sprach auch Schattenseiten an (Alkoholmibrauch, Pauperismus,Kriminaldelikte), weshalb sie als Vorluferin des brgerlichen Realismus angesehen wird (Woesler 1992: 118).Kraft (1994: 101), de un modo parecido, considera que las circunstancias del relato apuntan a legitimar da diermsten noch rmer werden und die Reichen immer reicher; da die Gesetze die bestehendeGesellschaftsordnung sttzen, also jene Entwicklung legalisieren und garantieren, weshalb mans wei, wer gegendie Gesetze verstoen mu.

    7 As, a propsito del epistolario de Droste, Freund seala que, en l, spiegelt sich ein Lebensentwurf zwis-chen Distanzierung und Teilnahme, zwischen der berlebensnotwendigen Anpassung an die Konvention und dieVergewisserung der persnlichen, das Konventionelle sprengenden Identitt in der Auseinandersetzung mit demjeweiligen Lebensraum (Freund 1998: 51).

  • sentido de Weber, que crecientemente ha ido socavando la autoridad y la gravitacin tanto delas fuerzas naturales cuanto de las trascendentes. Sera legtimo decir que la obra de Droste seencuadra dentro de la primera gran fase en la evolucin del anticapitalismo romntico; fase queabarca exponentes tan variados como Jena, Chateaubriands romantisches Christentum, diedeutsche Sptromantik, die gesammte Romantik der franzsischen Restauration, die romantis-chen Initiativen in England von Cobbett bis Carlyle (Fehr 1977: 251) y que aspira a encontrar

    eine unmittelbare Antwort auf zwei entscheidende Fragenkomplexe, die infolge der GroenRevolution zur Aufgabe gewachsen sind. Zum einen auf den bevorstehenden Sieg und dieAllgemeinwerdung der als civil society begriffenen brgerlichen Gesellschaft und die darin invol-vierte Dynamik, die Industrialisierung, zum andern auf die entgegengesetzte Alternative: auf dieMglichkeit der in der Republik der Tugend einmal bereits verwirklichten politischenGesellschaft (Fehr 1977: 251).

    Esta orientacin se ve reforzada por el hecho de que Droste se encontrara hondamenteinfluida por la esttica y en trminos ms amplios por la Weltanschauung romnticas. Envista de estos hechos, nos ocuparemos ahora de esbozar algunos rasgos estticos e histrico-filosficos del romanticismo que, segn veremos, luego, han ejercido influencia sobre la obrade Droste-Hlshoff y, en particular, sobre Die Judenbuche (1842).

    2. Esttica e ideologa en el romanticismo de HeidelbergA fin de comprender cabalmente la orientacin general del romanticismo alemn, es pre-

    ciso destacar el carcter eminentemente burgus de sus concepciones estticas e ideolgicas.En contra de quienes interpretan el romanticismo en trminos de una reaccin feudal frente ala incipiente sociedad burguesa en particular, aquella que se constituye a partir de laRevolucin Francesa, Leo Lwenthal ha destacado ya el carcter burgus de la escuela:

    Die Vermutung, wir htten es in der Romantik mit einer brgerlichen Bewegung zu tun, vers-trkt sich immer mehr, wenn wir uns die romantischen Dichter selber ansehen. Gewi gibt esunter ihnen eine Reihe adliger Namen wie Arnim, Eichendorff und Novalis, aber auch dieseMnner gehren einer Intellektuellen- und Knstlerschicht an, die ihren Beruf frei und selbs-tndig ausbt, also einen brgerlichen Lebensstil pflegt (Lwenthal, 1990: 301).

    La profesin de fe romntica nace como un intento tpicamente burgus (o, en algunasinstancias, pequeoburgus) de encontrar una va de escape a la situacin del escritor alemn;de rescatarlo de la soledad y orientarlo hacia fines conjuntos, creadores de cultura. El plan decrear una Iglesia invisible se bas en este ideal: el objetivo era delimitar un espacio pblicoen cuyo interior fuese posible reunir a los literatos y superar el aislamiento. En cada uno de losromnticos es posible identificar un desvelo por la realizacin de ese proyecto, y la busca de uninstinto de sociabilidad, de un espritu colectivo se hace visible en todas las contribuciones

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  • al Athenum. El propio Novalis proclama que [die] Flucht des Gemeingeistes ist Tod(Novalis, 1960-77: 450), y Friedrich Schlegel plante la necesidad de recrear, gracias a la fun-dacin de una nueva mitologa, un ethos comparable al que una vez poseyeron los griegos8; loesencial, como seal el joven Lukcs, era abocarse a la gestacin de una cultura, dentro de unpas en el que nunca se haban dado las condiciones para el florecimiento de una autntica esfe-ra pblica9. Y, sin embargo, son esos esforzados intentos por instaurar una sustancia comuni-taria los que permiten que reluzca con mayor claridad el aislamiento de la generacin romnti-ca; de hecho, la comunidad por ella soada no implicaba tanto un genuino compromiso socialcomo una voluntad de reclusin. Puesto que se pensaba en un crculo de los pensadores y de lospoetas, se trataba de encontrar entre stos una armona interna, sustrayndolos a las contradic-ciones de la sociedad global. Por eso, el punto de partida es una oposicin insuperable entre lavida ordinaria de las masas y la vida verdadera de los elegidos. Si los poetas necesitan agru-parse, es en verdad para apartarse ms eficazmente del totum social; el grupo se convierte en unaorganizacin hermtica, esotrica, cuya coherencia interna se define slo por oposicin al ene-migo externo puesto que es en tales trminos que los romnticos observan al resto de la socie-dad. Heiner ha sealado que, en Friedrich Schlegel, la amistad posee una funcin compensa-toria, como Ersatz ante la frustracin de todos los intentos por obtener un reconocimientosocial: Ohne festen Standort in der damaligen deutschen Gesellschaft suchte Schlegel seineIsolierung als sociological stranger in der Freundschaft zu berwinden... Angesichts einer alsfeindlich erfahrenen Umwelt rckte die Freundschaft ins Zentrum romantischenEmpfindens (Heiner, 1971: 100). La necesidad de resguardarse de las amenazas o aun de laindiferencia de una realidad hostil determina las estrategias adoptadas por los romnticos:

    Der frhromantische Freundeskreis besa ein ausgeprgtes Gruppenbewutsein und entwik-kelte ein starkes Wir-Gefhl. Das bezeugt der stndige Gebrauch von Kollektivbegriffen wiewir, uns, die Gleichgesinnten, die Genossen. Man fhlte sich als Mitglied eines wahrhaftgeweihten Kreises. Die nicht zum Bund der Freunde Gehrigen waren Fremde und Feinde.Ihre Versuche, sich in den Kreis einzuschleichen, wurden mit vereinten Krften abgewehrt(Heiner, 1971: 101).

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    8 Es fehlt... unsrer Poesie an einem Mittelpunkt, wie es die Mythologie fr die der Alten war, und allesWesentliche, worin die moderne Dicthkunst der antiken nachsteht, lt sich in die Worte zusammenfassen: Wirhaben keine Mythologie. Aber... wir sind nahe daran eine zu erhalten, oder vielmehr es wird Zeit, da wir ernsthaftdazu mitwirken sollen, eine hervorzubringen (Schlegel, 1967a: 312).

    9 Heute wrden wir wahrscheinlich Kultur nennen, was sie erstrebten, sie aber hatten, da es zum ersten Maleals erlsendes und mgliches Ziel vor ihren Augen stand, tausend poetische Formeln, um es zu umschreiben undsahen tausend Wege, um ihm nahe zu kommen... Es schien, als ob eine neue Religion entstehen sollte, eine pan-theistische, monistische, die Entwicklung vergtternde Religion, geboren aus den neuen Wahrheiten undEntdeckungen der neuen Naturwissenschaften. Friedrich Schlegel glaubte, da in der alles durchdringenden Kraftdes Idealismus, die sich in den Naturwissenschaften schon frher offenbaren konnte, bevor sie als Philosophiebewut und zur bewuten tiefen Einheit des Zeitalters wurde, eine mythologiengebrende Macht verborgen lgeund man sie nur zum Leben erwecken brauche, um einen ebenso starken, gemeinsament Hintergrund aller Poesie,Kunst und Lebensuerung zu erreichen (Lukcs, 1971: 68-9).

  • La bsqueda de fraternizacin es, pues, la necesaria contraparte del aislamiento; no en vanola experimentacin con la escritura colectiva ha ido acompaada, en los diferentes nme-ros del Athenum, por una actitud desafiante hacia los lectores gesto en el que se ha visto lapremonicin de una actitud caracterstica de las posteriores vanguardias10. El convenci-miento en la propia superioridad frente a la mediana de los hombres comunes explica ellugar en que los miembros de la escuela buscaron colocarse a s mismos. Su instancia respectodel pblico debe ser trascendental; su funcin, pedaggica y paternalista; incapaz de mezclar-se con los filisteos, el poeta romntico asume, sin embargo, oficios de educador; elevado porencima de sus semejantes (ya que, en palabras de Novalis, Der Knstler steht auf demMenschen, wie die Statue auf dem Piedestal, Novalis, s/a: 326, 35) representa el eje en tor-no al cual se congrega el conjunto de la comunidad.

    En la medida en que al hablar del pblico no aludan a una realidad existente, sino a un meropostulado, a un desideratum11, los romnticos a quienes disgustaban en igual medida el mece-nazgo y las impersonales exigencias del incipiente mercado slo buscaban resarcirse de lafrialdad de los lectores empricos entregndose a la fantasa de una comunidad orgnica, don-de poetas y crticos ejercieran un irresistible encanto, a la vez que un control absoluto sobre lasensibilidad de la turba. Que semejante ideologa se encuentra enderezada al establecimientode una organizacin jerrquica, es algo que puede verse en numerosas declaraciones de losromnticos como en la clebre insinuacin de Friedrich Schlegel para que l y su hermano seconviertan en los crticos-dictadores de Alemania12. Puesto que la sociedad se halla confor-mada, de acuerdo con la escuela de Jena, slo por genios y filisteos, puede entenderse queaqulla postule la primaca de los primeros (a quienes F. Schlegel designa como Brahminen,eine hhere Kaste Schlegel, 1967b: 271) sobre los segundos. La divisin entre hombres subli-mes y mundanos se ve objetivada en el pensamiento poltico de Novalis, con todo su nfasissobre la necesidad de establecer rigurosas jerarquas entre los hombres espirituales y las cria-turas ordinarias: Gesellschaftstrieb ist Organisationstrieb. Durch diese geistige Assimilationentsteht oft aus gemeinen Bestandteilen eine gute Gesellschaft um einen geistvollenMenschen her (Novalis, 1966-77: 436). Enfrentados con la indiferencia de una comunidad

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    10 As, dicen Lacoue-Labarthe y Nancy, a propsito del Athenum: A peine six numros et deux annes de-xistence... un niveau qui nest pas toujours gal, une certaine arrogance dans le ton... la petite insolence des avant-gardes... Elle est fonde sur la fraternisation... Et la fraternisation, cela signifie, la limit, lcriture collective:Nous nacceptons des contributions trangres que lorsque nous croyons pouvoir les assumer comme lesntres.... (Lacoue-Labarthe, Nancy, 1978: 18).

    11 A la pregunta de qu debe entenderse por pblico, responde en una ocasin F. Schlegel: Publikum ist garkeine Sache, sondern ein Gedanke, ein Postulat, wie Kirche (Schlegel, 1956: 8, 35).

    12 En vista de tales evidencias, nos parece totalmente errada la hiptesis de Lacoue-Labarthe y Nancy, quie-nes pretenden advertir una analoga entre el cenculo romntico y el funcionamiento marginal y secreto de losgrupos jacobinos: ...le groupe... nest pas du tout un comit de revue... ce nest pas non plus, simplement, uncercle damis... ou un cenacle dintellectuels. mais plutt une espce de cellule marginale (sinon tout fait clan-destine), comme le noyau dune organisation appele se dvelopper en rseau et le modle dune pratique devie nouvelle. Friedrich... caressera ... lutopie dune allliance ou dune ligue des artistes dont lAthenum et

  • hostil, los geistvolle Menschen de Jena buscan vengarse de la frustracin real a travs de unaconstruccin imaginaria, procurando hallar una resolucin ficticia para los conflictos reales yamparndose en una actitud de vindicativo encarnizamiento, que no deja de asemejarse a unainversin de aquella estrategia ideolgica a la que Jameson designa como ressentiment13.

    La escuela romntica aparece, pues, como una primera expresin consumada de la intelec-tualidad desarraigada [freischwebende Intelligenz], tal como fuera analizada por Mannheim. Sinembargo, esta frmula slo podra ser aplicada sin reservas al romanticismo de Jena; distintoes, en parte, lo que ocurre con el de Heidelberg precisamente, aquella corriente romnticacon la que se encuentra ms estrechamente vinculada Droste, tanto en el plano personal comoen el esttico e ideolgico. Por oposicin al subjetivismo, y al alejamiento de las clases infe-riores y de lo que podra designarse como tradicin popular que caracterizaron la produccinde un Novalis, un Friedrich Schlegel o un Schelling, los romnticos de Heidelberg han prefe-rido destacar la importancia de la literatura y el arte populares, lo que ha redundado en unavuelta hacia la realidad objetiva y en la bsqueda positiva de un fundamento en la sustanciacomunitaria. Para ejemplificar esto ltimo, baste con mencionar la tarea de recopilacin deMrchen y Sagen tradicionales emprendida por los Grimm, en la antologa de lrica popular DesKnabes Wunderhorn, editada por Brentano y Arnim, o en el ensayo de este ltimo VonVolksliedern (1806). Pero resultara simplista ver, en una disposicin semejante, la indubi-table muestra de una relacin directa y positiva con la vida del pueblo; para emplear los trmi-nos de Schiller, no se trata tanto de una vinculacin ingenua con la cultura popular y la tradi-cin verncula, cuanto de una bsqueda sentimental del perdido enlace con ambas. Lacosmovisin del romanticismo de Heidelberg se orienta, pues, en el sentido de una crtica delas tendencias internacionalistas y antitradicionalistas del mundo burgus; es decir, de aque-llos procesos sociales en virtud de los cuales, al decir de Marx y Engels,

    An die Stelle der alten, durch Landeserzeugnisse befriedigten Bedrfnisse treten neue, welchedie Produkte der entferntesten Lnder und Klimate zu ihrer Befriedigung erheischen. An dieStelle der alten lokalen und nationalen Selbstgengsamkeit und Abgeschlossenheit tritt ein all-

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    constitu lembryon et qui se ft organise la manire des sectes plus ou moins maonniques, dont on sait lim-portance dans la divulgation des ides et la lutte politique dans lAllemagne contemporaine de la Rvolution(Lacoue-Labarthe, Nancy, 1978: 16-7).

    13 De acuerdo con Fredric Jameson, el ressentiment es atribuido por los defensores del statu quo a los integran-tes de las clases inferiores, con el fin de presentar la rebelda de los dominados como el resultado de un mero ren-cor visceral, antes que de la percepcin de una injusticia objetiva: ... in a kind of exoteric and vulgar way, the ide-ologeme of ressentiment can seem to account in a psychological and nonmaterialistic sense for the destructive envythe have-nots feel for the haves, and thus account for the otherwise inexplicable fact of a popular mass uprisingagainst a hierarchical system... in a secondary and more esoteric, overdeterminated use, ressentiment can alsoexplain the conduct of those who incited an otherwise essentially satisfied popular mass to such unnatural disor-ders (Jameson, 1991: 201-2). Desde una postura paradjicamente conservadora, los romnticos asumen la defen-sa de la sociedad orgnica colocndose a s mismos, abierta y explcitamente, en la posicin del fch por oposi-cin al totum social.

  • seitiger Verkehr, eine allseitige Abhngigkeit der Nationen voneinander. Und wie in der mate-riellen, so auch in der geistigen Produktion. Die geistigen Erzeugnisse der einzelnen Nationenwerden Gemeingut. Die nationale Einseitigkeit und Beschrnktheit wird mehr und mehrunmglich, und aus den vielen nationalen und lokalen Literaturen bildet sich eine Weltliteratur(Marx/Engels, 1956: 466).

    Resulta comprensible que el romanticismo en contraposicin con el Sturm und Drang,con el que ha sido tan a menudo parangonado sea ms proclive a una crtica del capitalismoque a un cuestionamiento del sistema feudal, y eso a pesar de su ya mencionado carcter bur-gus. Este rasgo que caracteriza al romanticismo de Heidelberg, permite vincular a ste con losprincipios e ideas procedentes de aquella tradicin del pensamiento conservador que ha comen-zado a gestarse como reaccin frente a la Revolucin Francesa, y que encuentra a algunos de susrepresentantes consumados en Edmund Burke, Justus Mser o Adam Mller. En particular,esta tradicin se caracteriza por un rechazo radical del proceso por el cual el capitalismo ha idoeliminando las antiguas formas regionales y concretas de organizacin (junto con las estructu-ras de consciencia correspondientes), para colocar en su lugar relaciones impersonales y abs-tractas. En Das konservative Denken (1927), Mannheim seal que, entre los rasgos mscaractersticos del pensamiento conservador, se encuentra la adhesin a la realidad prxima einmediata, a lo prcticamente concreto, y el rechazo de lo meramente posible y lo especulati-vo; en tanto los defensores del progreso procuran atacar la realidad concreta inmediatamentedada, no en nombre de otra realidad concreta alternativa, sino de un sistema abstracto, el con-servador prefiere mantenerse dentro de los lmites de lo individual: rechaza las pretensiones,propias del racionalismo moderno, de sacrificar lo concreto en el altar de lo general. De ah quese empee en salvaguardar la autonoma y la vitalidad de lo existente frente a los cuestiona-mientos de la mentalidad burguesa; ah reside la diferencia entre el pensamiento ilustrado y,por ejemplo, el conservadurismo de un Mser:

    Das Brgerlich-Kalkulatorische ist immer abstrakt. Die Dinge und Menschen kommen nur alsFaktoren in einem konstruktiven Zusammenhange vor. Msers Berechnung ist stets anschau-lich und konkret; er rechnet mit den Dingen, nicht indem er sie abzhlt oder als Funktionen ineinen vorauszuberechnenden Proze einstellt, sondern indem er sie als Bestandteile eines bes-timmten Lebenszusammenhanges in ihrere Konkretheit als verpflichtend ansieht (Mannheim,1964: 475).

    Si el pensamiento burgus encarece la importancia de la progresin temporal y, por ende,del cambio, la mentalidad conservadora destaca la significacin de la coexistencia espacial;frente a la categora de contemporneo [Zeitgenosse], la filosofa romntica promueve el concep-to conservador de coterrneo [Raumgenosse]: en tanto la primera subraya el carcter individua-lista del mundo burgus, la segunda apunta a resaltar la necesaria unin entre el individuo y lasestructuras colectivas la familia, el estamento, la clase. Esta orientacin hacia lo espacial

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  • y colectivo ha sido, asimismo, destacada por la Escuela de Budapest: en Una revisin de la teorade las necesidades, Agnes Heller establece una distincin entre el hogar espacial y el tem-poral, y seala que la cultura moderna se ha deslizado del primero al segundo: de ah la abs-traccin de los espacios propia del capitalismo tardo, y el sentimiento de alienacin del hom-bre respecto de su entorno.

    En consonancia con la orientacin general del pensamiento conservador, el romanticismode Heidelberg se empea en recuperar el sentimiento de pertenencia a un suelo y a una comu-nidad especficos, y para ello construye la imagen de un mundo alternativo y atvico: las cuali-dades de la sociedad consumista se vuelven evidentes cuando se las enfrenta con la recons-truccin hipottica de un pasado orgnico. La funcin de la reconstruccin romntica delpasado no es histrica se alude, en el fondo, a un mundo posible, no a un pasado real sinohermenutica14. Se sita la utopa en el origen, con el fin de desmitificar la fe en el progreso. Deeste modo, el romanticismo reafirma una distincin entre el desarrollo de la historia emprica,cuyo progreso va eliminando gradualmente los modos tradicionales de relacin, y la utopa ori-ginaria, alcanzada a travs del recuerdo de un mundo alternativo en que no existan las contra-dicciones del presente. La dialctica entre los dos procesos es anloga a la que existe entre apa-riencia y realidad: toda vez que el avance de la tcnica permite consolidar la sociedadconsumista, los romnticos desmitifican esta apariencia exhibindola como alejamiento de unparaso perdido.

    3. Reconstruccin hermenutica del pasado en la obra de DrosteEsta orientacin que define tanto la potica cuanto las tendencias ticas y polticas del

    romanticismo de Heidelberg ha ejercido influencia en la autora de Die Judenbuche15; ante todo,contribuye a explicar la importancia que poseen en su obra, segn veremos, la comunidad y elsuelo este ltimo tanto en el sentido literal como el figurado. Igualmente importante es, enDroste-Hlshoff, la voluntad de recuperacin de la tradicin popular; slo que Droste encuen-tra aun menos espontneamente que los romnticos los medios para unir lazos con lo popular;esta prdida de relacin con la tradicin viva se ir acrecentando en su obra, paralelamente conla penetracin en Alemania de la economa mercantil, con todas sus consecuencias sociales.Droste-Hlshoff percibe, por un lado, que el feudalismo est basado en la arbitrariedad y la

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    14 Fredric Jameson distingue, en la vivencia esttica del pasado, una funcin histrica (orientada a la recons-truccin arqueolgica), de una funcin hermenutica, que puede referirse a culturas inexistentes e hipotticas comomedio para la interpretacin del presente: For hermeneutics...provides the means for maintaining contact withthe very sources of revolutionary energy during a stagnant time, of preserving the concept of freedom itself, under-ground, during geological ages of repression (Jameson, 1971: 84).

    15 Sabemos que Droste se encontraba directamente vinculada, ante todo, con los Grimm. El abuelo de la auto-ra, Werner Adolf von Haxthausen, haba iniciado ya una relacin con los romnticos de Heidelberg: Werner fhl-te sich weitgehend der volkstmlichen Romantik im Gefolge der Sammlung Des Knaben Wunderhorn verbunden. Erunterhielt Beziehungen zu den Brdern Grimm, Clemens Brentano, Johann Joseph Grres (Freund, 1998: 15-6).El hermano de Werner, August, grndete whrend seiner Gttinger Studienzeit die Poetische Schustergilde, derenOrgan Die Wnschelruthe sich die romantische Zeitung fr Einsiedler zum Vorbild genommen hatte. Es gelang, nam-

  • opresin16; por otro, advierte que el capitalismo se basa en condiciones de vida igualmenteinhumanas. Como otros de sus contemporneos, vea en el avance del capitalismo (y, ante todo,en la entronizacin del dinero), una fuerza perversa y disolutoria, a la que asociaba con el malmetafsico. En Droste-Hlshoff, como en el segundo Fausto de Goethe, el dinero es puesto enrelacin con un doble asociado al mal, y que resuelve todos los deseos materiales del hombreslo al precio de degradarlo moralmente, de apropiarse de su alma. La balada Der Spiritusfamiliaris des Rosstuschers (1842), una variacin sobre una saga recopilada por los hermanosGrimm, cuenta acerca de un demonio encerrado en una botella; Droste expone en estos trmi-nos el ncleo del que parte la balada:

    Wer diesen [den Spiritus familiaris] kauft, bei dem bleibt er, er mag das Flschlein hinlegen,wohin er will, immer kehrt er von selbst zu ihm zurck. Er bringt groes Glck, lt verborge-ne Schtze sehn, mach bei Freunden beliebt, bei Feinden gefrchtet, im Kriege fest wie Stahlund Eisen, also da sein Besitzer immer den Sieg hat, auch behtet er vor Haft und Gefngnis.Man braucht ihn nicht zu pflegen, zu baden und kleiden, wie ein Galgenmnnlein. Wer ihn aberbehlt, bis er stirbt, der mu ihm in die Hlle, darum sucht ihn der Besitzer wieder los zu wer-den (Droste, 1959: 255).

    Puede entenderse, ya a partir de este resumen, cun prximas se encuentran estas repre-sentaciones a la temtica plutnica del segundo Fausto. Pero, en el curso de la primeramitad del siglo XIX, la vinculacin entre la economa mercantil y el mal metafsico reaparece demodo recurrente en la literatura en lengua alemana. La vemos corporeizada en el espritu deEine Geschichte vom Galgenmnnlein (1810), de Friedrich de la Motte Fouqu; en la figura delAlraun que prodiga riquezas a la protagonista de la Isabella von gypten (1812) de Achim vonArnim; en el personaje enigmtico que compra la sombra del narrador en Peter Schlemihls wun-dersame Geschichte (1814), de Adelbert von Chamisso. Winfried Freund ha resaltado la gravita-cin que adquiere esta temtica en la balada de Droste:

    Die biedermerlich harmonisierende Schluwendung kann jedoch nicht ber die fatal fas-zinierende Macht des Geldes in der brgerlichen Gesellschaft hinwegtuschen... Lichtfllt... in dem Gedicht der Droste auf die soziale Umwelt, die dem Bedrngten nicht wir-klich hilft, sondern ihn und darin liegt weiterhin die aktuelle Bedeutung des Spiritus fami-liaris durch fragwrdige materielle Angebote immer noch tiefer ins Elend strzt (Freund,1998: 108-9).

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    hafte Beitrger wie Clemens Brentano und Achim von Arnim zu gewinnen (Freund, 1998: 16). Annette tuvo unavinculacin muy prxima con los Grimm, para los cuales recopil Mrchen y Sagen, como los de Die BremerStadtmusikanten, Die drei Glckskinder y Die beiden Kunigeskinner.

    16 Recordemos la funcin que desempea, en Die Judenbuche, la prohibicin, impuesta sobre los vasallos, derecolectar la lea de los seores.

  • Pero, por encima de su escepticismo ante la economa mercantil y monetaria, Droste-Hlshoff siente que la expansin del individualismo burgus constitua una amenaza para losvalores comunitarios y para aquella tradicin popular cuyos mritos estimaba; ello explica quela oposicin entre la comunidad del pasado y la crecientemente abstracta sociedad burguesaaparezca, desde su perspectiva, como una anttesis entre lo orgnico y lo mecnico, o entre lanaturaleza y lo artificial. El autmata, que ejerce un papel importante en la literatura inme-diatamente anterior y contempornea (baste con pensar en Hoffmann o Bchner) se relacio-na, en Droste-Hlshoff, con la temtica del Doppelgnger, sobre todo en la medida en que laautora establece un desdoblamiento entre la esfera viva del sentimiento, y la muerta abs-traccin de lo meramente externo y cuantificable. Droste que, en la balada sobre el Spiritusfamiliaris, designa a una agrupacin demonaca con el simple nombre de Die Gesellschaftcree que las modernas estructuras econmicas y sociales cosifican al hombre, lo degradan alnivel de una entidad muerta circunscripta a realizar gestos meramente externos y desprovis-tos de esencialidad. En el poema Die Golems, el yo potico compara a un hombre que hadejado de ser un torbellino de fuego [Flammenwirbel] para convertirse en un bravo bur-gus, con un autmata al que artes mgicas han concedido movimiento, pero que est des-provisto de centro vital:

    s gibt eine Sage aus dem Orientvon Weisen, toter Scholle Formen gebend,geliebte Formen, die die Sehnsucht kennt,und mit dem Zauberworte sie belebend;der Golem wandelt mit bekanntem Schritte,er spricht, er lchelt mit bekanntem Hauch, allein es ist kein Strahl in seinem Aug,Es schlgt kein Herz in seines Busens Mitte (Droste, 1959: 153).

    Podra preguntarse qu relacin guardan estos comentarios con Die Judenbuche; la afinidad sepone de manifiesto ya en la primera pgina del relato, cuando el narrador establece una anttesisentre los antiguos tiempos y los ms recientes, y seala, a propsito de los primeros, que dieForm [war] schwcher, der Kern fester (Droste, 1959: 284); por oposicin a un presente gober-nado por el derecho formal [das uere Recht], el pasado se rega por el sentimiento interiorde la justicia [das innere Rechtsgefhl]. Este contraste entre la nueva prioridad de las formas y laantigua preeminencia de los contenidos constituye la estructura antittica17 subyacente al relato.

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    17 Florence Goyet encuentra en la estructura antittica uno de los rasgos ms caractersticos del gneronovela corta: Lantithse dispense aussi de toute justification. La juxtaposition de deux paroxysmes contradic-toires, de deux sommets antithtiques, vite le recours a une justification psychologique. ...cette structure estlun des lments qui permettent au texte dtre court, en donnant une impression de compltude, et en vitantdavoir justifier des attitudes ou des actes ce qui prend au roman une nergie et un temps considrables(Goyet, 1993: 31; 34).

  • Idntica significacin tiene el tratamiento del Doppelgnger que aqu se realiza: una de las mani-festaciones de lo fantstico (o, en todo caso, de lo extrao) que tienen lugar en Die Judenbuchees la aparicin de Johannes Niemand. Es sugestivo el modo en que el personaje de Niemandingresa al relato: lo hace una vez que Friedrich se resuelve a abandonar sus hbitos infantiles paraabocarse a lo puramente externo; simblicamente, ste le entrega el violn a su doble y afirma:Mein Spielen ist vorbei, ich mu jetzt Geld verdienen (Droste, 1959: 297). Friedrich acaba derecibir sus primeros dineros de manos de su to, lo que representa un verdadero Wendepunktdentro de su evolucin; sobre todo en la medida en que, a partir de este momento, se separarnlos dos componentes del personaje: el elemento emotivo y espiritual, personificado enNiemand, y el elemento externo, superficial y formal, corporeizado en el nuevo Friedrich.Algunos de los comentarios del narrador son elocuentes: Der Knabe war seitdem wie verwan-delt, das trumerische Wesen gnzlich von ihm gewichen, er trat fest auf, fing an, sein uereszu beachten und bald in den Ruf eines hbschen, gewandten Burschen zu kommen (Droste,1959: 300). Ms adelante se dice, acerca del inters del personaje por mejorar y propagar su pro-pia fama, que Friedrich [verwandte] immer mehr auf sein ueres... Zudem waren alle seineKrfte auf den auswrtigen Erwerb gerichtet (Droste, 1959: 301). Que esta reduccin del per-sonaje a lo puramente externo (dicho de otro modo: esta conversin de Friedrich en Golem)guarda una compleja relacin con la aproximacin al mundo del capitalismo es algo que resultaclaro no slo por la mencin del dinero, sino adems, segn hemos visto, por la vinculacin queel pensamiento conservador haba establecido entre la expansin de la burguesa y la entroniza-cin de una estructura social y de pensamiento formalista e inorgnica, predominantemen-te mecanicista; el hecho de que este viraje en la disposicin de Friedrich es el resultado de unpacto demonaco lo vemos confirmado por la circunstancia de que el personaje de Simon semuestra caracterizado con rasgos diablicos: la condicin de pelirrojo, la chaqueta roja, cuyosfaldones agita como llamas; el aspecto de hombre gneo18; las exhortaciones para queFriedrich no rece ni se confiese; la voluntad de vincular la simpata que el joven expierimenta porsu padre con la evidencia de que ste ha muerto sin recibir los sacramentos.

    Los crticos suelen subrayar la naturaleza de doble que posee Niemand19, en cuanto repre-sentacin del pasado de inocencia abandonado por Friedrich. Pero para entender que la evolu-cin de Friedrich representa, para Droste, in nuce la de la sociedad contempornea, deberatenerse, asimismo, en cuenta que tambin Simon funciona como doble, en cuanto encarnacindel futuro de Mergel: Dennoch war eine groe Familienhnlichkeit beider nicht zu verken-nen, und wie Friedrich so langsam seinem Fhrer nachtrat, die Blicke fest auf denselben gehef-tet, der ihn gerade durch das Seltsame seiner Erscheinung anzog, erinnerte er unwillkrlich an

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    18 Und bald sah Margreth den beiden nach, wie sie fortschritten, Simon voran, mit seinem Gesicht die Luftdurchschneidend, whrend ihm die Sche des roten Rocks wie Feuerflammen nachzogen. So hatte er ziemlich dasAnsehen eines feurigen Mannes, der unter dem gestohlenen Sacke bt (Droste, 1959: 293-4; los subrayados sonnuestros).

    19 Cfr., p.ej., Rlleke, 1997: 25; Freund, 1998: 114.

  • jemand, der in einem Zauberspiegel das Bild seiner Zukunft mit verstrter Aufmerksamkeitbetrachtet (Droste, 1959: 294). Tan importante como la incidencia del dinero, e igualmenteimplicada en la reelaboracin del tema del doble, se encuentra la crtica que la Novelle encierraa la impersonalidad y la indiferenciacin impuestas por la sociedad burguesas. A partir de lastesis formuladas por Lukcs en Geschichte und Klassenbewutsein, se ha tornado habitual iden-tificar el progreso de la sociedad capitalista con una progresiva desaparicin de las cualidadesconcretas de las cosas y, correlativamente, de los seres humanos; no slo ocurre que los hom-bres pierdan su identidad y se masifiquen, sino que adems claudican ante las cosas, otorgan-do a stas la vitalidad de la que se ven despojados. Sutilmente expone Droste-Hlshoff los efec-tos de esta cosificacin cuando muestra que, en el mundo moderno, un hombre sin dinero seconvierte, ante los ojos de la sociedad, en nadie (Niemand), en tanto otro vaco y sometidoa la tirana de la opinin puede parecer alguien; pero tambin cuando presenta a los perso-najes como seres convertidos en mnadas, desprovistos de un lenguaje comn. Se ha sealadoque, en Die Judenbuche, no existe un autntico dilogo entre los personajes, y que buena parte delas conversaciones asumen el carcter de un interrogatorio, cargado a menudo tal como ocu-rre con las conversaciones entre Friedrich y Simon, o entre Friedrich y Brandes de una ndo-le enigmtica20. Benjamin, en Einbahnstrae, se ha referido a aquella paradoja de la sociedadburguesa por la cual los hombres, cuanto ms egostamente luchan entre s, tanto ms igualesse tornan. Esta general indiferenciacin tiene, en la Novelle, algunas expresiones que van msall de la simple confusin entre las identidades de Mergel, Simon y Niemand; pinsese, porejemplo, en el papel que ejercen los Blaukittel; el texto se encarga de subrayar el estado de indi-ferenciacin (Girard) que introduce en la comunidad la aparicin de este grupo:

    Ganz gegen den gewhnlichen Stand der Dinge, wo man die strksten Bcke der Herde mit demFinger bezeichnen konnte, war es hier trotz aller Wachsamkeit bisher nicht mglich gewesen,auch nur ein Individuum namhaft zu machen. Ihre Benennung erhielten sie von der ganzgleichfrmigen Tracht, durch die sie das Erkennen erschwerten, wenn etwa ein Frster nocheinzelne Nachzgler im Dickicht verschwinden sah (Droste, 1959: 307).

    Hay en esta cita varios detalles significativos; el primero es el factor indiferenciadorimpuesto por el empleo del uniforme [die ganz gleichfrmige Tracht]; el segundo es el estado deuniversal desconfianza impuesto por el modus operandi de la banda; el tercero, el hecho de queesta incapacidad para distinguir a un individuo dentro del rebao (y la metfora es de por ssugestiva) se contraponga al estado usual de las cosas [Ganz gegen den gewhnlichen Stand der

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    20 As, Benno von Wiese seala, a propsito de la conversacin entre el inspector forestal y Friedrich: Auchhier wieder wird die Situation im Dialog dramatisch, auch hier wieder ein versteckter, bewut unaufrichtigerDialog, ein Frage- und Antwortspiel, das verhrhnlichen Charakter hat und dessen Pointe eine das Leben desFrsters bedrohende Lge ist. Gesprche sind bei der Droste keine Brcken von Mensch zu Mensch, sondern fastimmer zum mindesten in der Judenbuche in eine Atmosphre des Unheils getaucht (von Wiese, 1956: 166).

  • Dinge]. Todo esto se explica a partir de una serie de transformaciones sociales impuestas porla difusin del capitalismo; justamente aquellas que han dado origen al gnero policial. Loslectores de Benjamin recordarn que, en Das Paris des Second Empire bei Baudelaire, seafirma que una de las condiciones para el surgimiento del gnero policial es la desaparicinde una cultura tradicional, y la transformacin de los individuos en sujetos privados, burgue-ses; la experiencia, por consiguiente, se privatiza, reducindose al ms estricto mbito perso-nal. En las grandes ciudades los sujetos pueden mantener un relativo anonimato, escamotearaspectos de su personalidad o de su vida pasada. El criminal es aquel que saca provecho deestas posibilidades; slo que, bajo este aspecto, todo hombre es criminal por cuanto la socie-dad lo coloca ineluctablemente en la necesidad de ocultar: jeder Mensch, der beste wie derelendste, trag[t] ein Geheimnis mit sich herum, das ihn allen andern verhat machen wrde,sollte es bekannt werden (Benjamin, 1974: 540). La reticencia de aquellos personajes que,en la obra, se encuentran ms identificados con la filosofa del dinero (Simon y Friedrich)no hace ms que enfatizar esa privacidad: baste con recordar las reticentes respuestas deFriedrich cuando es interrogado por el guarda forestal o por el tribunal, o su reluctancia a serinterrogado por el secretario judicial; pinsese, asimismo, en la actitud evasiva de Simonfrente a las preguntas de Friedrich. Un episodio de particular pregnancia es aqul en queSimon encierra a Friedrich en un cuarto a fin de que ste no confiese al sacerdote su compli-cidad en el presunto asesinato del guarda y el impuesto encierro subraya aun ms la priva-cidad esencial a estos delitos.

    Esta atencin que Droste-Hlshoff confiere a las problemticas de la despersonalizacin y laprivatizacin de las relaciones sociales bajo el capitalismo naciente se encuentra emparentadacon otro componente de su cosmovisin, a saber: la consciencia de que la destruccin de lacomunidad orgnica va de la mano de la devastacin de la naturaleza. La vinculacin entreambos factores se pone de manifiesto a travs de la importancia que, en el relato, adquiere latierra, o el suelo, en cuanto elemento natural y en cuanto milieu en el que nace y del cual se nutreuna cultura. Droste-Hlshoff ha dado muestras en ms de una ocasin de este apego a la tierraque la liga con la tradicin pica (as, el yo potico del poema Im Moose siente cmo la tie-rra lo atrae hacia s: Und noch zuletzt sah ich, gleich einem Rauch, / mich leise in der ErdePoren ziehen, Droste, 1959: 45), y perciba acaso oscuramente que el progreso de la economamercantil, a la vez que devasta la naturaleza, tambin elimina las peculiaridades de cada cultura(de cada suelo), imponiendo una indiferenciacin entre los diferentes pueblos correlativade la que tiene lugar dentro de cada sociedad asiladamente considerada. Droste-Hlshoff pare-ce creer que una sociedad provechosa slo puede surgir a partir del contacto con un suelo fruc-tfero. En esto se unen un nfasis sobre la importancia del milieu con una concepcin mstica dela naturaleza que se expresa a travs de un complejo y abundante simbolismo. Pinsese, porejemplo, en el propio nombre de Mergel: en l parece encontrarse implcito el destino del per-sonaje; en efecto, el trmino Mergel designa un tipo particular de terreno arcilloso en espaol,greda o marga; la utilizacin de Mergel hace que el suelo se torne frtil a corto plazo, pero, a la

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  • larga, esteriliza el terreno21, con lo que esta oposicin entre una ganancia superficial y aparen-te y una infructuosidad esencial anticipa la contradiccin entre lo externo y lo interno quecaracteriza a Friedrich. Pero tambin se relaciona esta inutilizacin del terreno con la evolucinde la familia; en efecto, la dcadence moral es paralela de la degeneracin del terreno: as, la fin-ca, en el momento en que nace Friedrich, es tal que, en torno a la desolada casa, se extiende unjardn en el que haba auer ein paar holzichten Rosenstcken aus besserer Zeit, mehrUnkraut als Kraut (Droste, 1959: 285), y el narrador aade que, a fin de que se llegara a eseestado, war auch viel Unordnung und bse Wirtschaft im Spiel (Ibd.). No tiene por quresultar llamativo, en este contexto, que Margreth, luego de ser golpeada por su marido, salga aljardn y revuelva aquella tierra en la que se ve condensada la decadencia familiar.

    4. La dimensin simblica: paganismo y cristianismo en Die JudenbucheCon esta problemtica se relaciona otro de los ncleos temticos de la obra: el exilio de

    Friedrich, punto final de su proceso de envilecimiento; es sugestivo que, luego de veintiochoaos, el asesino retorne a su pueblo y busque integrarse a su comunidad, y que el regreso estacompaado por la determinacin de concluir sus das unido a su tierra natal, inhumado en uncementerio catlico; el hecho de que el barn no entienda su regreso es tan revelador como queMergel deplore su partida, como si, convertido ahora nuevamente en nadie, entendiera que elamor por la riqueza y lo externo tena que conducir hacia fuera, hacia ms all de la comunidadreconocible. Hay en este amor por el terruo un cierto componente de paganismo, sobre todosi se entiende el trmino en su sentido etimolgico, puesto que paganus es aquel que perma-nece asentado en su tierra [pagus]. Y es, de hecho, un intertexto del paganismo el que, bajo esteaspecto, subtiende la narracin: la Odisea homrica; ya en el segundo perodo de la Novelle secaracteriza al antiguo B. como un pueblo en que no se han desarrollado an el comercio y laindustria, donde todos se conocen, y que era tan cerrado que un viaje de treinta millas conver-ta, a quien lo emprendiera, en el Ulises de su region [Ulysses seiner Gegend]. Pero, tal comoseala Rlleke (1997: 28-31) existen otros indicios que revelan la gravitacin del texto hom-rico: 1. el hecho de que Friedrich, como Odiseo, se oculte detrs del nombre Nadie; 2. la anag-nrisis por parte del barn, que se realiza gracias al descubrimiento de una cicatriz, tal comoocurre con Odiseo al ser atendido por Euriclea; 3. Friedrich, como Ulises, regresa convertidoen mendigo; 4. al regresar, Odiseo dialoga con su porquerizo; en Die Judebuche, la casa de losMergel es comprada por der Sohn des ehemaligen Schweinehirten (Droste, 1959: 329), yNiemand es presentado como porquerizo de Simon. Pero a esta identificacin pagana con latierra y con la civilizacin cerrada se une una segunda estructura de sentimientos, segn la

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    21 Rlleke a quien seguimos en toda esta consideracin seala: Ein zu lange oder zu reichhaltig mit Mergelgedngtes Land wird ausgemergelt, unfruchtbar, gleichsam kraftlos und erschpft; die mit mergel gedngten cker[sind] anfangs ungemein fruchtbar, spter aber unergibig. Schon 1716 ist die entsprechende aprichtwrtlicheBauernregel belegt, die solche Einsicht auf die Besitzer bertrgt: Mergeln macht reiche Vter und arme Shne(Rlleke, 1976: 411).

  • cual las leyes naturales se encuentran ligadas a un orden trascendente, capaz de liberar al mun-do tangible de una recada en el materialismo.

    De ah las alusiones bblicas presentes en el relato. En El evangelio segn Marcos, Borgesseala que los hombres, a lo largo del tiempo, han repetido siempre dos historias: la de un bajelperdido que busca por los mares mediterrneos una isla querida, y la de un dios que se hace cru-cificar en el Glgota; de un modo vagamente similar, Die Judebuche encuentra sus dos principa-les intertextos en la Odisea y en los Evangelios; as, mltiples indicios permiten relacionar lahistoria de Mergel con la de Judas22; algunos son muy evidentes, como el suicidio en la horca,pero otros revelan una mayor sutileza: as, el padre adoptivo se llama Simn, como el padrede Judas (Juan 6, 70). Particularmente reveladora es esa melancola que caracteriza a Friedrich,y que la tradicin cristiana ha sealado como rasgo distintivo de Judas; en estos trminos hadescrito en 1790 Christop Oetinger al traidor: Das sehen wir an dem Judas; denn dieser warein melancholischer Mann, dessen Natur Saturnus im Steinbock regiert hat. Solche Leute sinderdfarbig, haben ein drohend Gesicht mit sogenannten Glasaugen, einem Zeichen eines fals-chen betrglichen Menschen. Solche Leute sind sparsam, argwhnisch und auch ihrer Freundeheimliche Feinde (cit. en Rlleke, 1976: 413). La alusin a los ojos vidriosos que vemos aquaparece en varios pasajes del relato; as, en el encuentro con el guarda forestal, se dice deFriedrich que seine Augen schienen wie Kristallkugeln aus dem Kopfe schieen zu wollen(Droste, 1959: 305); una vez que le hubo entregado a Niemand su violn, sein Auge in fast gla-sartiger Klarheit zum erstenmale bestimmt den Ausdruck jenes ungebndigten Ehrgeizes undHanges zum Grotun zeigte, der nachher als so starkes Motiv seiner meisten Handlungen her-vortrat (Droste, 1959: 298). Igualmente significativo es el hecho de que Oetinger, siguiendo latradicin, haya aludido a Judas como a un melanclico que, en cuanto tal, tiene la piel del colorde la tierra: este rasgo del personaje evanglico aparece aludido ya en el propio nombre deMergel. Aun ms sugestiva para nuestro anlisis es la legendaria relacin entre el temperamen-to melanclico y el afn de riquezas y de poder. En Saturn und Melancholie, Klibansky, Panofskyy Saxl sostienen que la codicia mtica de Saturno y su condicin de tesorero de los dioses seencuentran en el origen de esa relacin; las derivaciones de esta representacin pueden verseen las mltiples imgenes alegricas en que los individuos melanclicos ostentan una bolsa dedinero y una llave; esta ltima no slo vale por s misma como representacin del poder, sinoque, en general, va asociada con una caja en la que se depositan caudales, lo cual remite inme-diatamente a la codicia y el afn de poder ya aludidos (cfr. Klibansky, 1998: 406-9). Igualmentesugestivo es el hecho de que los autores del libro sealen que son precisamente estas cualida-des las que han sustentado la representacin de Judas como melanclico, sobre todo en vista deque ste ha traicionado a Cristo a cambio de las legendarias treinta monedas23.

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    99 Revista de Filologa Alemana2003, 11 83-105

    22 Cfr. Rlleke, 1997: 35-7.23 Das ist... das Motiv, das den braven Appelius dazu veranlate, den Apostel Judas zu einem Melancholiker

    zu machen: Melancholische, deren vornehmste Neigung der Geitz ist, knnen sich wohl im Haushaltungssachenschicken und zu Rathe halten. Judas trug den Beutel (Klibansky, 1998: 408-9).

  • Esta unin de lo pagano y lo cristiano subraya aquellos dos elementos que, al parecer, Droste-Hlshoff reconoca como ausentes en la sociedad y en la cosmovisin burguesas: por un lado, elarraigo en la naturaleza y la vindicacin de lo emotivo (la naturaleza interna); por otro, lo tras-cendente y lo espiritual (el elemento csmico). La conjuncin de ambos componentes aparececorporeizada en la propia haya, en la que se conjugan el elemento natural representado por elpropio rbol con el csmico-trascendente que simboliza la escritura hebrea. De ah otro testi-monio de la identidad entre la ley natural y la ley trascendente: la expresin Judenbuche remite aJudenbuch, el libro de los judos: la Biblia, y esta remisin se refuerza por el hecho de que el voca-blo que designa en alemn al libro [Buch] procede etimolgicamente del trmino que designa alhaya [Buche], rbol con cuya madera se construan primitivamente las tablas destinadas a la escri-tura. La circunstancia de que la sentencia que condena a Mergel aparezca escrita, pues, en unhaya, presupone un simbolismo de larga data: la ley moral ha sido escrita por la divinidad en ellibro [= el rbol] de la naturaleza. La ntima unin que existe entre uno y otro factor se expresa,por ejemplo, a travs del contrapunto existente entre los rboles y los hombres cados: el hachasirve tanto para talar el bosque como para asesinar a Brandis, y, por una suerte de magia homeo-ptica, es el instrumento con el que los judos de B. escriben en el rbol la sentencia. Los rbolesy los hombres cados encarnan del modo ms ntido el doble crimen perpetrado por la sociedadburguesa: la violencia contra los seres naturales y la violencia contra los seres dotados de espri-tu i.e., los hombres. Claro que esta escisin en dos mbitos se reduce en cuanto se piensa noslo que el hombre posee tambin un elemento natural (el cuerpo y la naturaleza interna), sinotambin que la naturaleza, dentro del intrincado pantesmo de Droste-Hlshoff, se encuentraespiritualizada, habitada por lo divino; la unin de ambas esferas se revela en que los dos crme-nes en los que se ve implicado Friedrich son el asesinato del guarda forestal encargado de sal-vaguardar los rboles, la naturaleza, de la devastacin humana y el de un judo los judosrepresentan, en el relato, esa ley trascendente que tambin ha lesionado la devocin burguesa portodo lo externo. Aqu termina de ponerse de manifiesto hasta cul punto la Novelle enfrenta dosestructuras de poder: 1. la que se vincula con la cosmovisin burguesa, orientada hacia lo mera-mente externo y transitorio; 2. la que remite a la naturaleza y a lo trascendente. Esta segundaestructura es, aparentemente y a corto plazo, menos poderosa, pero posee una mayor efectividada la larga y por vas enigmticas. Significativamente, las dos estructuras estn representadas pordos Ding-Symbole: 1. el reloj, que se identifica con Friedrich y que no slo constituye un objetosuntuario y mecnico, sino que adems se asocia con el tiempo objetivo, abstractamentemensurable, propio del mundo burgus; 2. el haya, representacin por excelencia de lo eterno,de una justicia que persiste ms all de lo transitorio. Una vez que Friedrich y Niemand han des-aparecido, una vez que el crimen ha sido olvidado y la mujer de Aaron ha rehecho su vida, el hayay la escritura an subsisten, como nico elemento fijo en medio de la universal caducidad24.

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    24 Andreas Kilchner y Detlef Kremer ven en esta insistencia sobre el poder mgico de la escritura en el haya, untestimonio de la influencia que ha ejercido sobre Droste la magia juda de la escritura [jdische Schr-iftmagie]. Es sta

  • 5. Die Judenbuche y la forma de la novela cortaFredric Jameson ha dicho que la narracin constituye una tentativa para proveer una solu-

    cin imaginaria a los conflictos reales25; esta definicin, a pesar de su extrema generalidad,resulta vlida para el caso de Die Judenbuche; a modo de reaccin frente al carcter progresiva-mente desencantado que la naturaleza asume bajo el capitalismo, la autora postula la existen-cia de fuerzas naturales y metafsicas capaces de vengar la violencia infligida por la sociedad. Envista de que sta representa lo superficial y efmero, puede entenderse que la justicia humanaaparezca como una fuerza ineficaz, incapaz de impartir una justicia que corresponde slo alorden de lo metafsico (y de ah el sentido del epgrafe). Pero este ltimo remite a otro aspectode la obra: el de la medida de culpa que corresponde a Friedrich. Droste-Hlshoff estimabaque Friedrich era, en buena medida, responsable de sus crmenes, pero tambin crea que elmilieu haba ejercido un papel determinante en la historia de Mergel y de ah la reconvencinhacia aqullos que se atreven a arrojar la piedra contra el criminal; la injerencia de la socie-dad en la vida del malhechor puede medirse por el hecho de que la propia Margreth ha incul-cado en su hijo ideas en contra de los guardas forestales y los judos (justamente, las dos vcti-mas de la accin de Friedrich). Al parecer, Droste-Hlshoff crea que la enfermedad nocorresponde al individuo anmalo, sino a la sociedad in toto.

    Esto tiene repercusiones sobre la forma de la Novelle. En un comienzo, Droste-Hlshoffhaba pensado escribir un relato policial basado en hechos reales; progresivamente, abandonla idea para acentuar los condicionantes sociales; el ttulo Friedrich Mergel. EineCriminalgeschichte des 18.Jahrhunderts, que subrayaba la importancia del criminal y la ndolepolicial de la historia, fue sustituido por el actual, que incluye el subttulo Ein Sittengemldeaus dem gebirgichten Westfalen26. Esta elevacin de lo individual a lo colectivo va acompa-ada de otras modificaciones: si se comparan las diferentes versiones del texto, puede verseque el paso de la Criminalgeschichte a la Sittengemlde llev a reducir la dimensin del texto, perotambin a agregarle ambigedades; dicho de otro modo: la oscuridad que hoy vemos en el

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    la que se vincula con aquella justicia csmica que va ms all de las transitorias instituciones sociales: Dies bedeu-tet, da... die Wiederherstellung der Ordnung der Dinge nicht die Aufgabe des staatlichen Justizapparates seinkann, sondern auf der metaphysischen Ebene der kosmologischen Ordnung erfolgen mu... Wie nach Molitorjeder Cultus [...] in der Unterhaltung des Rapports zwischen dem Untern und dem Obern besteht, so hat auch derernste und feierliche Schreibart der Juden die Funktion einer kosmologischen Reparation. Da die Buche, unterder der Mord geschehen ist, stehen bleiben mu, so lange ein Span dran ist, hat dann System. Dadurch wird einKontrapunkt gegen die Zerreissung der Pflanzungen gesetzt, die als Holzfrevel den Anfang der kosmologisch-moralischen Dissonanz bildete (Kilcher, Kremer, 1998: 261).

    25 ...the aesthetic act is itself ideological, and the production of aesthetic or narrative form is to be seen as anideological act in its own right, with the function of inventing imaginary or formal solutions to unresolvable socialcontradictions (Jameson, 1982: 79).

    26 Lietina-Ray seala, a propsito de esta alteracin: Dem neugewhlten Titel entsprach auch eine nderungdes Themas: das frhere Interesse der Droste an einer Kriminalgeschichte ist der spteren Beschftigung mit demSittengemlde gewichen. Auch dem Inhalt nach mu die Novelle als Sittengemlde betrachtet werden... Vorherhatte die Droste sich... weniger mit dem Begriff der Gerechtigkeit beschftigt; er gewann erst an Bedeutung als dieKriminalaspekte mehr und mehr aus der Novelle zurcktraten (Lietina-Ray, 1980: 101).

  • relato no exista desde un comienzo, sino que corresponde a un estadio tardo de la composi-cin27. El carcter utpico del relato, su voluntad de aportar una solucin que la realidad en smisma no contiene, se obtuvo a travs de un progresivo y paralelo aadido de elementos rea-listas y simblicos, que acrecentaron tanto el naturalismo como la oscuridad. De ah que elcarcter enigmtico, que le fuera censurado ya en vida de la autora, no sea el resultado de defi-ciencias o inadvertencias casuales, sino de una busca consciente; es claro que esta reticencia,ms all de la voluntad de Droste, constituye menos un renacimiento de la antigua objetividadpica que un anuncio del criterio de impersonalidad autoral que habra de caracterizar a bue-na parte de la narrativa del capitalismo tardo; si, en el epos antiguo, la difuminacin de la figu-ra autoral es garanta de que la obra plasma el ethos de una comunidad, en Droste-Hlshoff laobjetividad produce un universo indescifrable, que slo puede ser comprendido por una divi-nidad escondida y trascendente. Pero, a diferencia de lo que ocurre con los romnticos de Jena,la oscuridad del mundo plasmado por Droste-Hlshoff no supone una disposicin subjetivis-ta y elitista; a la inversa, en aqulla se refleja la accin de un sistema a sus ojos perverso, quedestruye o torna, cuando menos, difcil la existencia de una cultura popular y basada en la tra-dicin. La consciencia de este fenmeno, y la voluntad de revertir esa situacin reivindicandolos valores populares, y en ntima relacin con ello la determinacin de explicar el des-vo del personaje a partir de la incidencia de la sociedad, pero tambin de la accin libre deFriedrich (con lo que se eluden las explicaciones fatalistas y las puramente contingentes), con-ceden a la narracin una dimensin pica que se echa en falta en otras Novellen contempor-neas. La expresin de esto puede verse en que la obra no representa simplemente un aconte-cimente inaudito, sino una Lebensgeschichte, con lo que se acerca al modelo clsico de la novela;algunos crticos han comparado la forma de Die Judenbuche con la del Bildungsroman28; sinembargo, el relato no slo presenta una historia de decadencia antes que de formacin, sinoque adems prescinde de las lentas transiciones y prefiere reducir la biografa del personaje aalgunos momentos representativos. Justamente, es el hecho de basarse en algunos episodiosclimticos, eliminando los momentos desprovistos de intensidad, lo que liga a Die Judenbuchecon la tradicin del relato breve29. El carcter transicional de la obra representa un elementocaracterstico del realismo potico: una firme adhesin a los valores de la comunidad recono-cible, pero tambin la consciencia de su difcilmente evitable desvanecimiento y del inconte-nible avance de la sociedad burguesa. Es en esta paradjica posicin transicional del relato,

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    27 As, von Wiese seala que la extremada condensacin ha contribuido a acentuar la enigmtica oscuridad [dasgeheimnisvolle Dunkel] del relato, y que, a partir de ciertas investigaciones sobre el proceso de composicin de DieJudenbucke sabemos da die Knappheit der Erzhlung erst ein Endstadium ist und auerordentlich khneKrzungen frherer Vorlagen vorausgegangen sind, Krzungen, die dann frelicich in manchen Fllen bis an dieGrenze des kaum noch Verstndlichen gefhrt haben (von Wiese, 1956: 154).

    28 Cfr. von Wiese, 1956: 154-5, donde se discute la propuesta de considerar Die Judenbuche como unaEntwicklungsnovelle.

    29 Igualmente reveladora es la presencia de otros recursos de la Novelle, tales como el Leitmotiv y la anttesis; as,en la cocina, Margreth cree ver a Friedrich en Niemand; al final del relato, creen ver a Niemand en Friedrich.

  • encabalgado entre dos gneros, y en los elementos formales y temticos sealados, dondedebera rastrearse, a nuestro entender, la posicin ideolgico-poltica de la obra, ms all delas declaraciones explcitas de Droste y de la influencia explcita del milieu.

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