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oscar-ayala
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2. Pero hay algo que an le duele ms que todo lo dicho a Venezuela. Y es el sentirse sola en sus pesares, abandonada en sus luchas, ignorada en su batalla contra tanta desolacin. Nadie habla por Venezuela. Nadie protesta por los ultrajes que sufre y nadie le tiende una mano fraterna. Comprende que Amrica del Sur est tomada por el sistema depravado que la gobierna. Comprende que nada puede esperar de los Estados Unidos, mientras lo mande un irresoluto impenitente y hombre de tan cortos alcances como Obama. Comprende que Europa juega su propio partido, aplaudiendo izquierdas frenticas, siempre y cuando no le queden demasiado cerca. Y comprende que la China y Rusia son sus formidables enemigos, como que ven llegada la hora de poner su planta en Amrica del Sur y dominar el Caribe y poner en jaque la potencia que fue siempre temible adversaria. Lo que no comprende Venezuela es el abandono de Colombia. El desvo de aquella con la que form el sueo bolivariano de la Gran Colombia. Con la que comparte millones de sbditos que a ambos lados de la frontera se sienten colombianos y venezolanos a la vez. Con la que comulga en democracia, ms pregonada en la Patria hermana que dentro de sus lmites propios. Con la que lleg a ser su ms poderosa socia comercial. Con la que le hace llegar fraternos mensajes de solidaridad de su gente. Qu le pasa, se pregunta Venezuela, con el gobierno de Colombia? No es fcil explicrselo. Porque no es fcil mandarle la radiografa moral de su Presidente, con la que se aproximara tanto a una respuesta cabal a su desgarradora pregunta. Porque no entiende que ese gobierno est dominado por las mafias del narcotrfico que son las FARC, con las que avanza en un dilogo de paz, que no tiene por objetivo la paz sino el poder, entendido a la manera en que cada parte lo mira. Porque Santos sabe lo que se juega pateando a los hombres y mujeres libres de Venezuela, pero le importa ms acercarse al pen que la maltrata. Venezuela est triste. Y somos la ms horrenda causa de su tristeza sin orillas. Y muy pronto pagaremos, demasiado caro, este abandono miserable. FUENTE http://www.lahoradelaverdad.com.co/opinion/venezuela-esta-triste.html