13
VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019 1 VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVE Semana Santa 2019 Basado en la exhortación post-sinodal «Christus vivit» Adaptación: P. Raúl Díaz Quiroz / Imágenes de Raúl Berzosa

VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

  • Upload
    others

  • View
    5

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019

1

VIACRUCIS

CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVE

Semana Santa 2019

Basado en la exhortación post-sinodal «Christus vivit»

Adaptación: P. Raúl Díaz Quiroz / Imágenes de Raúl Berzosa

Page 2: VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019

2

Inicio del Viacrucis.

1) Mon: El Papa Francisco en su exhortación Christus vivit nos dice que hay tres grandes verda-des que nunca se deberían callar y que todos necesitamos escu-char siempre, una y otra vez: Dios te ama, Cristo es tu salvador, Él vive (cf. CV, no. 111.130).

2) En este viacrucis, nos daremos la oportunidad de anunciar a to-dos, especialmente a los adoles-centes y jóvenes, esas tres verda-des, que incluso brillaron en las últimas horas de la vida terrena de nuestro redentor.

Primera estación: Jesús es condenado a muerte

3) L1: Por tercera vez les dijo: «Pues ¿qué mal ha hecho este? No he encontrado en él ninguna culpa que merezca la muerte. Así que le daré un escarmiento y lo soltaré». Pero ellos se le echaban encima, pidiendo a gritos que lo crucificara; e iba creciendo su griterío. Pilato entonces senten-ció que se realizara lo que pedían: soltó al que le reclamaban (al que había metido en la cárcel por re-vuelta y homicidio), y a Jesús se lo entregó a su voluntad. Palabra del Señor (Lc 23,22-25).

Meditación

4) L2: Señor Jesús, en esa farsa que llamaron “juicio”, fuiste so-metido a la subasta y perdiste ante un delincuente. Los que ma-nipulaban a la multitud les hicie-ron creer que no valías la pena, que era mejor que murieras. Tú llevabas otro plan, querías do-narte a los demás y nadie lo iba a impedir.

5) El Papa Francisco advierte:

En muchos países pobres las ayudas económicas de algunos países más ricos o de algunos or-ganismos internacionales suelen

estar vinculadas a la aceptación de propuestas occidentales con respecto a la sexualidad, al ma-trimonio, a la vida o a la justicia social. Esta colonización ideoló-gica daña en especial a los jóve-nes. Al mismo tiempo, vemos cómo cierta publicidad enseña a las personas a estar siempre in-satisfechas y contribuye a la cul-tura del descarte, donde los mis-mos jóvenes terminan converti-dos en material descartable (CV 78).

6) Hoy tenemos que decir fuerte y sin cansarnos:

Jóvenes amados por el Señor, ¡cuánto valen ustedes si han sido redimidos por la sangre preciosa de Cristo! Jóvenes queridos, us-tedes «¡no tienen precio! ¡No son piezas de subasta! Por favor, no se dejen comprar, no se dejen se-ducir, no se dejen esclavizar por las colonizaciones ideológicas que nos meten ideas en la cabeza y al final nos volvemos esclavos, dependientes, fracasados en la vida. Ustedes no tienen precio: deben repetirlo siempre: no es-toy en una subasta, no tengo precio. ¡Soy libre, soy libre! Ena-mórense de esta libertad, que es la que ofrece Jesús» (CV 122)

Oración

7) L3: Señor, las colonizaciones ideológicas muchas veces preten-den implantar en nuestra cultura principios ajenos a la verdad, al bien y a la justicia. Ayúdanos a formar nuestra conciencia para que nos permita que el discerni-miento crezca en hondura y en fi-delidad a Dios, Tal vez nos lleve toda la vida, pero asís aprendere-mos a nutrir los sentimientos propios de Jesucristo, asumiendo los criterios de sus decisiones y las intenciones de su manera de obrar. Amén (cf. CV 281)

8) Mon: Vive Cristo,

Page 3: VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019

3

9) T: esperanza nuestra.

10) Mon: Él vive

11) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...

Segunda estación: Jesús con la cruz a cuestas

12) L4: Y Jesús llamando a la gente y a sus discípulos les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará» (Mc 8,34-35). Palabra del Señor.

Meditación

13) L5: Señor Jesús, de verdad ¿la cruz era el único camino para salvarnos? Tal vez pudiste ha-berlo hecho de otro modo, pero te impusieron una cruz y la car-gaste. Aún así lograste lo que en realidad querías: la redención del humano.

14) El Papa Francisco advierte:

No siempre un joven tiene la po-sibilidad de decidir a qué va a dedicar sus esfuerzos, en qué ta-reas va a desplegar sus energías

y su capacidad de innovar. Por-que además de los propios de-seos, y aún más allá de las pro-pias capacidades y del discerni-miento que uno realice, están los duros límites de la realidad. Es verdad que no puedes vivir sin trabajar y que a veces tienes que aceptar lo que encuentres, pero nunca renuncies a tus sueños, nunca entierres definitivamente una vocación, nunca te des por vencido. Siempre sigue bus-cando, al menos, modos parcia-les o imperfectos de vivir lo que en tu discernimiento reconoces como una verdadera vocación (CV 272).

15) Hoy queremos decirles a los adolescentes y jóvenes que viven en medio de dificultades, a veces soñando situaciones más favora-bles a su desarrollo integral:

Si Él vive, entonces sí podrá estar presente en tu vida, en cada momento, para llenarlo de luz. Así no habrá nunca más so-ledad ni abandono. Aunque to-dos se vayan Él estará, tal como lo prometió: «Yo estoy con uste-des todos los días, hasta el fin del mundo» ( Mt 28,20). Él lo llena todo con su presencia invisible, y donde vayas te estará espe-rando. Porque Él no sólo vino, sino que viene y seguirá viniendo cada día para invitarte a cami-nar hacia un horizonte siempre nuevo. (CV, 125).

Oración

16) L6: Señor Jesús, tomar la cruz y seguirte es complicado, pero sólo obligándome a abrir los brazos clavándolos en mi cruz podré abarcar al mundo, a mis amigos y a mis enemigos, me guste o no. Sólo manteniendo abiertos mis brazos podré abra-zarte a ti, a tu proyecto de civili-zación del amor. Amén.

17) Mon: Vive Cristo,

18) T: esperanza nuestra.

19) Mon: Él vive

20) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...

Tercera estación: Jesús cae por primera vez

21) L7: Él soportó nuestros su-frimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humi-llado (Is 53,4). Palabra de Dios.

Meditación

22) L8: Señor Jesús, que difícil para ti caminar en medio de aquellos que te despreciaban por-que no veían nada positivo en ti. A ti no te caían bien que las per-sonas adultas miraran despecti-vamente a los más jóvenes o los tuvieran a su servicio de manera despótica. Al contrario, pediste: «que el mayor entre ustedes sea como el más joven» ( Lc 22,26). Para Ti la edad no establecía pri-vilegios, y que alguien tuviera menos años no significaba que valiera menos o que tuviera me-nor dignidad (cf. CV 14)

23) El Papa Francisco advierte:

Page 4: VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019

4

Hoy los adultos corremos el riesgo de hacer un listado de ca-lamidades, de defectos de la ju-ventud actual. Algunos podrán aplaudirnos porque parecemos expertos en encontrar puntos ne-gativos y peligros. ¿Pero cuál se-ría el resultado de esa actitud? Más y más distancia, menos cer-canía, menos ayuda mutua (CV 66).

24) Hoy, casi dos mil años des-pués de que Jesús fue despre-ciado, podemos decir a todos los adolescentes y jóvenes:

Contempla a Jesús feliz, des-bordante de gozo. Alégrate con tu Amigo que triunfó. Mataron al santo, al justo, al inocente, pero Él venció. El mal no tiene la última palabra. En tu vida el mal tampoco tendrá la última pala-bra, porque tu Amigo que te ama quiere triunfar en ti. Tu salvador vive (CV 126).

Oración

25) L9: Señor Jesús, no sé qué pesaba más si la cruz que carga-bas o el desprecio de quienes te habían destinado a ella. Hoy los adolescentes y jóvenes también cargamos con el desprecio de muchos en la sociedad y en la Iglesia. Nos consuela saber que tú eres nuestro amigo, el funda-dor de la Iglesia, la cabeza de todo lo creado, y aunque los de-más no confíen en nosotros, tú sabes que tenemos los panes y los peces necesarios para que tu po-der pueda saciar a un mundo hambriento de mucho, pero inca-paz de compartir algo, aunque sea poco. Amén.

26) Mon: Vive Cristo,

27) T: esperanza nuestra.

28) Mon: Él vive

29) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...

Cuarta estación: Jesús en-cuentra a su Madre

30) L10: Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te tras-pasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensa-mientos de muchos corazones». Palabra del Señor (Lc 2,34-35).

Meditación

31) L11: Señor Jesús, en medio de aquellos que te miraban con desprecio, había una mirada que te contemplaba con cariño y es-peranza. Ella sabía que debías ocuparte de las cosas de tu Padre, ella sabía que dolería verte asu-mir tus decisiones con valentía. Y ella estaba allí, mirándote caer y levantar. Aquella muchacha que un día aceptó recibirte en su seno

hoy es la Madre que vela por los hijos, estos hijos que camina-mos por la vida muchas veces cansados, necesitados, pero que-riendo que la luz de la esperanza no se apague. Eso es lo que que-remos: que la luz de la esperanza

no se apague. Nuestra Madre mira a este pueblo peregrino, pueblo de jóvenes querido por ella, que la busca haciendo silen-cio en el corazón aunque en el ca-mino haya mucho ruido, conver-saciones y distracciones. Pero ante los ojos de la Madre sólo cabe el silencio esperanzado. Y así María ilumina de nuevo nuestra juventud (CV 48).

32) María vivía la esperanza en medio del dolor que provoca el sufrimiento del Hijo. Hoy deci-mos a todos los adolescentes y jó-venes

Si Él vive eso es una garantía de que el bien puede hacerse ca-mino en nuestra vida, y de que nuestros cansancios servirán para algo. Entonces podemos abandonar los lamentos y mirar para adelante, porque con Él siempre se puede (CV 127).

Oración

33) L12: Señora María, Virgen tierna y valiente, mira a todos los adolescentes y jóvenes que car-gan con el peso de la pobreza, de la falta de oportunidades de estu-dio de calidad y de empleo digno, de la violencia, del individua-lismo y de la indiferencia. Le-vanta su rostro y dirige su mirada hacia tu Hijo, toma sus manos y colócalas en el hombro lacerado de aquel Divino Joven llevado ha-cia el Calvario, para que aferra-dos a él y atraviesen todas las for-mas de muerte y de violencia que acechan en su camino. . Amén.

34) Mon: Vive Cristo,

35) T: esperanza nuestra.

36) Mon: Él vive

37) T: y nos quiere vivos

Mon: Dios te salve, María...

Page 5: VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019

5

Quinta estación: El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz

38) L13: Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Si-món de Cirene, que volvía del campo, y le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús. Pa-labra del Señor (Lc 23,26).

Meditación

39) L14: Señor Jesús, ¿en qué estado te vieron aquellos solda-dos que tuvieron que llamar a al-guien que te ayudara? La flagela-ción, el desvelo, el hambre, la sed, habían minado tus fuerzas.

40) Hoy también tu Iglesia, tu Cuerpo, tiene que soportar el desprecio, la oposición, la burla… y necesita ayuda.

41) El Papa Francisco advierte

La Iglesia de Cristo siempre puede caer en la tentación de perder el entusiasmo porque ya no escucha la llamada del Señor al riesgo de la fe, a darlo todo sin medir los peligros, y vuelve a buscar falsas seguridades mun-danas. Son precisamente los jó-venes quienes pueden ayudarla a mantenerse joven, a no caer en

la corrupción, a no quedarse, a no enorgullecerse, a no conver-tirse en secta, a ser más pobre y testimonial, a estar cerca de los últimos y descartados, a luchar por la justicia, a dejarse interpe-lar con humildad. Ellos pueden aportarle a la Iglesia la belleza de la juventud cuando estimulan la capacidad «de alegrarse con lo que comienza, de darse sin re-compensa, de renovarse y de partir de nuevo para nuevas conquistas» (CV 37).

42) Y tal vez los adolescentes y los jóvenes digan: “De acuerdo nos necesitan en la Iglesia y en la sociedad. A Jesús le ayudó el Ci-reneo, a la Iglesia le ayudamos nosotros ¿y a nosotros quién nos ayuda?”. El Papa Francisco te dice:

Quizás la experiencia de pa-ternidad que has tenido no sea la mejor, tu padre de la tierra qui-zás fue lejano y ausente o, por el contrario, dominante y absor-bente. O sencillamente no fue el padre que necesitabas. No lo sé. Pero lo que puedo decirte con se-guridad es que puedes arrojarte seguro en los brazos de tu Padre divino, de ese Dios que te dio la vida y que te la da a cada mo-mento. Él te sostendrá con fir-meza, y al mismo tiempo senti-rás que Él respeta hasta el fondo tu libertad (CV 113).

Oración

43) L15: Señor Jesús, queremos acercarnos a la sociedad y a la Iglesia para ayudarlas a hacer realidad el sueño que tenías so-bre cada uno de nosotros, de tus discípulos y misioneros. Ayuda a nuestra sociedad y a la Iglesia a no perecer pensando que ellas so-las deben hacer todo y solucionar todo. La historia de ambas es larga, pero nosotros tenemos ga-nas de caminar más allá; hemos

alcanzado muchas cosas, pero aún faltan muchas más por con-quistar; les debemos mucho, no-sotros queremos darnos sin re-compensa. Señor, queremos revi-talizar al mundo y a tu Cuerpo, la Iglesia. Amén.

44) Mon: Vive Cristo,

45) T: esperanza nuestra.

46) Mon: Él vive

47) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...

Sexta estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús

48) L16: Sin figura, sin belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado de los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufri-mientos, ante el cual se ocultaban los rostros, despreciado y deses-timado. Palabra de Dios (Is 53, 2-3).

Meditación

49) L17: Señor Jesús, cuenta una tradición que una mujer, la Verónica, hizo a un lado las eti-quetas de “sucio”, “escoria”, “maldito”, “condenado”, y te vio a ti, fue más allá de la apariencia, y

Page 6: VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019

6

eso que ella vio, eso que tú en realidad eras, quedó plasmado en su lienzo.

50) El Papa Francisco dice:

Queridos jóvenes, no acepten que usen su juventud para fo-mentar una vida superficial, que confunde la belleza con la apa-riencia. Mejor sepan descubrir que hay hermosura en el traba-jador que vuelve a su casa sucio y desarreglado, pero con la ale-gría de haber ganado el pan de sus hijos. Hay una belleza extra-ordinaria en la comunión de la familia junto a la mesa y en el pan compartido con generosi-dad, aunque la mesa sea muy pobre. Hay hermosura en la es-posa despeinada y casi anciana, que permanece cuidando a su es-poso enfermo más allá de sus fuerzas y de su propia salud. Aunque haya pasado la prima-vera del noviazgo, hay hermo-sura en la fidelidad de las pare-jas que se aman en el otoño de la vida, en esos viejitos que cami-nan de la mano. Hay hermosura, más allá de la apariencia o de la estética de moda, en cada hom-bre y en cada mujer que viven con amor su vocación personal, en el servicio desinteresado por la comunidad, por la patria, en el trabajo generoso por la felici-dad de la familia, comprometi-dos en el arduo trabajo anónimo y gratuito de restaurar la amis-tad social. Descubrir, mostrar y resaltar esta belleza, que se pa-rece a la de Cristo en la cruz, es poner los cimientos de la verda-dera solidaridad social y de la cultura del encuentro. (CV 183)

51) Dios nos ve como lo que en realidad somos: su creación y sus hijos.

Para Él realmente eres va-lioso, no eres insignificante, le importas, porque eres obra de sus manos. Por eso te presta

atención y te recuerda con ca-riño. (CV 115).

Oración

52) L18: Señor, líbranos de la tendencia de que la imagen se so-breponga al contenido, de que lo inmediato pase por alto los pro-cesos, y de que dejemos que reine lo superficial, lo rápido y proviso-rio en nuestras decisiones (PGP 29). Enséñanos a valorar lo pro-fundo y trascendente de la vida ordinaria, de la nuestra y la de los demás, porque tú miras en noso-tros más allá de lo que pretende-mos

53) Mon: Vive Cristo,

54) T: esperanza nuestra.

55) Mon: Él vive

56) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...

Séptima estación: Jesús cae por segunda vez

57) L19: Sin defensa, sin justi-cia, se lo llevaron, ¿quién se preo-cupará de su estirpe? Lo arranca-ron de la tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirie-ron [...] El Señor quiso triturarlo

con el sufrimiento. Palabra de Dios (Is 53, 8.10).

Meditación

58) L20: Señor ¿por qué no fuiste un reo “normal”? ¿por qué te aferrabas a la vida? ¿por qué no fuiste como muchos que se de-jaban caer y arrastrarse hacia la muerte para ya no sufrir? ¿Qué pretendías con tanto aguante? ¿Por quién luchabas? ¿Qué viste en esas piedras polvorientas del camino al Calvario? ¿Acaso ese polvo y tu aliento cansado te re-cordaron tu creación: polvo y so-plo divino habían dado origen al humano, a ese ser que querías re-dimir?

59) Un puñado de humanos te llevaban a la muerte, pero tú viste más allá de ellos, a los millones de humanos que aceptarían tu propuesta, tu amor y tu entrega.

60) El Papa Francisco dice:

Es cierto que los miembros de la Iglesia no tenemos que ser “bi-chos raros”. Todos tienen que sentirnos hermanos y cercanos, como los Apóstoles, que «goza-ban de la simpatía de todo el pueblo» ( Hch 2,47; cf. 4,21.33; 5,13). Pero al mismo tiempo te-nemos que atrevernos a ser dis-tintos, a mostrar otros sueños que este mundo no ofrece, a tes-timoniar la belleza de la genero-sidad, del servicio, de la pureza, de la fortaleza, del perdón, de la fidelidad a la propia vocación, de la oración, de la lucha por la justicia y el bien común, del amor a los pobres, de la amistad social (CV 36).

61) En este día y siempre, repeti-remos sin cansarnos a cada ado-lescente y joven:

Tienes que confiar en el «re-cuerdo de Dios: su memoria no es un “disco duro” que registra y almacena todos nuestros datos,

Page 7: VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019

7

su memoria es un corazón tierno de compasión, que se regocija eliminando definitivamente cualquier vestigio del mal».[63] No quiere llevar la cuenta de tus errores y, en todo caso, te ayu-dará a aprender algo también de tus caídas. Porque te ama. In-tenta quedarte un momento en silencio dejándote amar por Él. Intenta acallar todas las voces y gritos interiores y quédate un instante en sus brazos de amor (CV 115)

Oración

62) L21: Señor, hoy también no-sotros queremos ser “contracul-turales”, ser distintos porque amamos el bien y buscamos la justicia, porque perdonamos para conservar la paz, porque nos sentimos amados por Dios y por ello somos capaces de amar a los más pobres; porque como tú, ve-mos el futuro que puede llegar, el fruto de la semilla que hoy plan-tamos, el sol refulgente, aunque la mañana apenas despunte; la eternidad en los días que trans-curren sin detenerse; la perfec-ción de tus hijos a pesar de las de-cisiones apresuradas que toma-mos; la posibilidad de nuestros sueños aunque no tengamos la experiencia que da la vida, pues tenemos mucha vida para hacer-los realidad. Amén.

63) Mon: Vive Cristo,

64) T: esperanza nuestra.

65) Mon: Él vive

66) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...

Octava estación: Jesús en-cuentra a las mujeres de Jerusalén

67) L22: Lo seguía un gran gen-tío del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban lamentos por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, llo-ren por ustedes y por sus hijos, porque miren que vienen días en los que dirán: “Bienaventuradas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado”. Entonces empe-zarán a decirles a los montes: “Caigan sobre nosotros”, y a las colinas: “Cúbrannos”; porque, si esto hacen con el leño verde, ¿qué harán con el seco?» Palabra del Señor (Lc 23,27-31).

Meditación

68) L23: Señor, aquellas muje-res lloraban por el daño que te habían hecho, pero tú las hiciste conscientes de que la injusticia y el sufrimiento que permitimos les suceda a los demás, nos puede un día alcanzar a nosotros tam-bién.

69) El Papa Francisco nos ad-vierte:

No seamos una Iglesia que no llora frente a estos dramas de sus hijos jóvenes. Nunca nos acostumbremos, porque quien no sabe llorar no es madre. No-sotros queremos llorar para que la sociedad también sea más ma-dre, para que en vez de matar aprenda a parir, para que sea promesa de vida. Lloramos cuando recordamos a los jóvenes que ya han muerto por la mise-ria y la violencia, y le pedimos a la sociedad que aprenda a ser madre solidaria. Ese dolor no se va, camina con nosotros, porque la realidad no se puede esconder. Lo peor que podemos hacer es aplicar la receta del espíritu mundano que consiste en aneste-siar a los jóvenes con otras noti-cias, con otras distracciones, con banalidades (CV 75).

70) A la sociedad entera le grita-mos hoy:

Nosotros «somos salvados por Jesús, porque nos ama y no puede con su genio. Podemos ha-cerle las mil y una, pero nos ama, y nos salva. Porque sólo lo que se ama puede ser salvado. Solamente lo que se abraza puede ser transformado (CV 120).

71) Nuestra sociedad, nuestra Iglesia, debe amar de verdad a las futuras generaciones, sólo así po-drán ellos ser riqueza que se con-vierta en esperanza.

Oración

72) L24: Señor, muchas veces estamos acostumbrados al “show”, a la sonrisa que esconde la tristeza, al maquillaje mediá-tico que esconde las manchas de la sociedad. Como adolescentes y jóvenes queremos abrir nuestros

Page 8: VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019

8

ojos al dolor de nuestros seme-jantes y prevenir desde hoy lo que puede ser una desgracia en el fu-turo. Ya no queremos llorar a los adolescentes y jóvenes que no es-tarán con nosotros porque los ha consumido la violencia, la depre-sión o las adicciones; queremos llegar viejos con ellos, sonriendo, cargados de experiencia y de es-peranza, satisfechos de haber en-frentado la vida con lucidez y va-lor, como lo hiciste tú, Señor Je-sucristo. Amén.

73) Mon: Vive Cristo,

74) T: esperanza nuestra.

75) Mon: Él vive

76) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...

Novena estación: Jesús cae por tercera vez

77) L25: Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones, tritu-rado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos cura-ron. Todos errábamos como ove-jas, cada uno siguiendo su ca-mino; y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. Pala-bra de Dios (Is 53,5-6).

Meditación

78) L26: Señor, cada vez estabas más cerca del cumplimiento de aquello que habías dicho: «es ne-cesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna» (Jn 3,14-15). Te ha-bía ido muy mal, pero siempre fuiste fiel a tu sueño: que los hu-manos tuvieran vida eterna.

79) El Papa Francisco dice:

Hay que perseverar en el ca-mino de los sueños. Para ello hay que estar atentos a una tenta-ción que suele jugarnos una mala pasada: la ansiedad. Puede ser una gran enemiga cuando nos lleva a bajar los bra-zos porque descubrimos que los resultados no son instantáneos. Los sueños más bellos se con-quistan con esperanza, pacien-cia y empeño, renunciando a las prisas. (CV 142).

80) Adolescentes y jóvenes es necesario seguir soñando, mu-chas veces la desesperanza se asoma en los rostros de los adul-tos que se han cansado de inten-tar, de buscar, de permanecer para sostener. También ustedes, a veces, tendrán ganas de dejar sus sueños:

Pero es precisamente a través de nuestras contradicciones, fra-gilidades y pequeñeces como Él quiere escribir esta historia de amor. Abrazó al hijo pródigo, abrazó a Pedro después de las negaciones y nos abraza siem-pre, siempre, siempre después de nuestras caídas ayudándonos a levantarnos y ponernos de pie. Porque la verdadera caída –atención a esto– la verdadera caída, la que es capaz de arrui-narnos la vida es la de permane-cer en el piso y no dejarse ayu-dar (CV 120).

Oración

81) L27: Conserva, Señor, en cada uno, la inquietud insatisfe-cha y el asombro por lo nuevo que se presenta en el horizonte, para que se abra paso la osadía que nos mueva a asumirnos a noso-tros mismos y volvernos respon-sables de una misión. Mantén en nosotros un corazón joven, dis-ponible, abierto, que logre acoger al mismo tiempo la paz interior y la insatisfacción profunda. Como San Agustín decimos: «Señor, nos creaste para ti, y nuestro co-razón está inquieto, hasta que descanse en ti». Amén. (cf. CV 138)

82) Mon: Vive Cristo,

83) T: esperanza nuestra.

84) Mon: Él vive

85) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...

Décima estación: Jesús es despojado de las vestidu-ras

86) L28: Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la

Page 9: VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019

9

túnica. Era una túnica sin cos-tura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Palabra del Señor (Jn 19,23).

Meditación

87) L29: Señor, María, tu ma-dre, te había recibido desnudo cuando viniste al mundo y te cu-brió con pobres lienzos. Ahora, desnudo irías al encuentro de tu Padre quien te revestiría de gloria y dignidad.

88) También hoy tenemos que abandonar la vestidura del hom-bre viejo, desnudarnos, para que se manifieste el hombre nuevo.

La Palabra de Dios nos pide: «Eliminen la levadura vieja para ser masa joven» ( 1 Co 5,7). Al mismo tiempo nos invita a despojarnos del «hombre viejo» para revestirnos del hombre «jo-ven» (cf. Col 3,9.10).[1] Y cuando explica lo que es revestirse de esa juventud «que se va renovando» (v. 10) dice que es tener «entra-ñas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, pa-ciencia, soportándose unos a otros y perdonándose mutua-mente si alguno tiene queja con-tra otro» ( Col 3,12-13). Esto sig-nifica que la verdadera juventud es tener un corazón capaz de amar. En cambio, lo que ave-jenta el alma es todo lo que nos separa de los demás. Por eso concluye: «Por encima de todo esto, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección» ( Col 3,14) (CV 13).

89) Adolescentes y jóvenes, tal vez el mundo lo quiera egoístas, malvados o indiferentes, pero no es este su verdadero ser. Cristo te seguirá invitando una y otra vez a renovarse, a dejar sus viejas ves-tiduras:

Ese Cristo que nos salvó en la Cruz de nuestros pecados, con ese mismo poder de su entrega

total sigue salvándonos y resca-tándonos hoy. Mira su Cruz, afé-rrate a Él, déjate salvar, porque «quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento».[65] Y si pecas y te alejas, Él vuelve a levantarte con el poder de su Cruz. Nunca olvi-des que «Él perdona setenta ve-ces siete. Nos vuelve a cargar so-bre sus hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la digni-dad que nos otorga este amor in-finito e inquebrantable. Él nos permite levantar la cabeza y vol-ver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría» (CV 119)

Oración

90) L30: Señor, abre nuestras manos para unirlas con las de los demás a favor de todos. Ayúda-nos a tener entrañas de miseri-cordia, a ser los campeones de la bondad, los héroes de la humil-dad, los “capos” de la mansedum-bre, los “jefes” de la paciencia, con deseos de soportarnos unos a otros y de perdonarnos mutua-mente. No queremos sólo ser buenos, queremos ser perfectos y misericordiosos, como tu Padre es perfecto y misericordioso. Amén.

91) Mon: Vive Cristo,

92) T: esperanza nuestra.

93) Mon: Él vive

94) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...

Undécima estación: Jesús es clavado en la cruz

95) L31: Y cuando llegaron al lu-gar llamado «La Calavera», lo crucificaron allí, a él y a los mal-hechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: «Pa-dre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Palabra del Señor (Lc 23,33-34).

Meditación

96) L32: Señor, en la cruz se-guiste siendo generoso como siempre: diste el perdón a tus verdugos, al buen ladrón le diste un gran regalo, al discípulo amado lo hiciste hijo de tu Madre María. Ninguno de ellos lo mere-cía, pero tu generosidad los bene-fició.

97) Señor, hoy hay personas que no saben reconocer el valor de muchas realidades y se han creído el mito de que pueden dis-poner de ellas a su antojo

Muchos jóvenes son ideologi-zados, utilizados y aprovechados como carne de cañón o como fuerza de choque para destruir, amedrentar o ridiculizar a otros.

Page 10: VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019

10

Y lo peor es que muchos son con-vertidos en seres individualistas, enemigos y desconfiados de to-dos, que así se vuelven presa fá-cil de ofertas deshumanizantes y de los planes destructivos que elaboran grupos políticos o po-deres económicos (CV 73).

98) Debemos aprender, que hay realidades que no podemos con-seguir por nuestros méritos o nuestras luchas, como tu perdón y tu salvación

Su perdón y su salvación no son algo que hemos comprado, o que tengamos que adquirir con nuestras obras o con nuestros es-fuerzos. Él nos perdona y nos li-bera gratis. Su entrega en la Cruz es algo tan grande que no-sotros no podemos ni debemos pagarlo, sólo tenemos que reci-birlo con inmensa gratitud y con la alegría de ser tan amados an-tes de que pudiéramos imagi-narlo: «Él nos amó primero» (1Jn 4,19) (CV 121).

Oración

99) L33: Señor, gracias por to-dos los dones que pones a nues-tro alcance. Queremos darte gra-cias por tu perdón y tu salvación, no podemos merecerlos, alcan-zarlos o comprarlos. Queremos agradecerte también el don de la palabra divina, de la Eucaristía, de la filiación adoptiva, de la fra-ternidad, de la familia, de la ju-ventud, y tantas otras cosas que son dones inmerecidos de tu so-berana bondad. Amén.

100) Mon: Vive Cristo,

101) T: esperanza nuestra.

102) Mon: Él vive

103) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...

Duodécima estación: Jesús muere en la cruz

104) L34: Era ya como la hora sexta, y vinieron las tinieblas so-bre toda la tierra, hasta la hora nona, porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz potente, dijo: «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu». Y, dicho esto, expiró. El centu-rión, al ver lo ocurrido, daba glo-ria a Dios, diciendo: «Realmente, este hombre era justo». Palabra del Señor (Lc 23,44-47).

Meditación

105) L35: El Papa Francisco nos dice:

Cristo, por amor, se entregó hasta el final para salvarte. Sus brazos abiertos en la Cruz son el signo más precioso de un amigo capaz de llegar hasta el extremo: «Él, que amó a los suyos que es-taban en el mundo, los amó hasta el fin » ( Jn 13,1).

San Pablo decía que él vivía confiado en ese amor que lo en-tregó todo: « Vivo de la fe en el

Hijo de Dios, que me amó y se en-tregó a sí mismo por mí » ( Ga 2,20). (CV 118)

106) Hace unos años un grupo musical gritaba: «No puedo pro-meter un "por siempre" / Ni si-quiera sé si puedo un "hoy"». Hoy ya no se canta. Se vive.

Hoy reina una cultura de lo provisorio que es una ilusión. Creer que nada puede ser defini-tivo es un engaño y una mentira. Muchas veces «hay quien dice que hoy el matrimonio está “pa-sado de moda” [...]. En la cultura de lo provisional, de lo relativo, muchos predican que lo impor-tante es “disfrutar” el momento, que no vale la pena comprome-terse para toda la vida, hacer opciones definitivas […]. Yo, en cambio, les pido que sean revolu-cionarios, les pido que vayan contracorriente; sí, en esto les pido que se rebelen contra esta cultura de lo provisional, que, en el fondo, cree que ustedes no son capaces de asumir responsabili-dades, cree que ustedes no son capaces de amar verdadera-mente (CV 264).

107) Cristo nos ha dado la prueba de que el amor verdadero, es per-manente:

Mira los brazos abiertos de Cristo crucificado, déjate salvar una y otra vez. Y cuando te acer-ques a confesar tus pecados, cree firmemente en su misericordia que te libera de la culpa. Con-templa su sangre derramada con tanto cariño y déjate purifi-car por ella. Así podrás renacer, una y otra vez (CV 123).

Oración

108) L36: Ahora existen tres co-sas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande todas es el amor. Porque es paciente y servi-cial; no es envidioso, no hace

Page 11: VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019

11

alarde, no se envanece, no pro-cede con bajeza, no busca su pro-pio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.

109) El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará ja-más (1Cor 13,4-8.13).

110) Señor, tú nos has dado prueba de que ese amor es posi-ble. Ayúdanos a vivir fieles a ese amor. Amén.

111) Mon: Vive Cristo,

112) T: esperanza nuestra.

113) Mon: Él vive

114) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...

Decimotercera estación: Je-sús es bajado de la cruz y entregado a su Madre

115) L37: Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque oculto por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Je-sús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mixtura de mirra y áloe. Tomaron el

cuerpo de Jesús y lo envolvieron en los lienzos con los aromas, se-gún se acostumbra a enterrar en-tre los judíos. Palabra del Señor (Jn 19,38-40).

Meditación

116) L38: ¿Sería este el signo de contradicción que Simeón había anunciado a María hace 33 años (cf. Lc 2,35)? ¿la luz apagada, la fuente de agua, sellada; el pastor acribillado, la vid segada, el pan de vida inutilizado, el camino truncado, la verdad silenciada, la vida muerta? ¿el “Dios con noso-tros”, el Emmanuel, abandonado por todos?

117) No. No era posible, pues si ella había sido la Virgen Madre, y su hijo también era Hijo del Altí-simo, algo grande tendría que su-ceder de nuevo, el salmista lo de-cía:

Porque no me entregarás a la Muerte ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro. Me harás cono-cer el camino de la vida, sacián-dome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha. (Sal 16,10-11)

118) El Papa Francisco afirma

Sin ceder a evasiones ni espe-jismos, «ella supo acompañar el dolor de su Hijo […] sostenerlo en la mirada, cobijarlo con el co-razón. Dolor que sufrió, pero no la resignó. Fue la mujer fuerte del “sí”, que sostiene y acom-paña, cobija y abraza. Ella es la gran custodia de la esperanza […]. De ella aprendemos a decir “sí” en la testaruda paciencia y creatividad de aquellos que no se achican y vuelven a comenzar». (CV 45).

119) Y efectivamente, algo grande sucedería, porque Dios amaba a su Hijo. Este padre hoy sigue amando a sus hijos y los quiere vivos, su amor:

Es un amor «que no aplasta, es un amor que no margina, que no se calla, un amor que no hu-milla ni avasalla. Es el amor del Señor, un amor de todos los días, discreto y respetuoso, amor de libertad y para la libertad, amor que cura y que levanta. Es el amor del Señor que sabe más de levantadas que de caídas, de re-conciliación que de prohibición, de dar nueva oportunidad que de condenar, de futuro que de pasado» (CV 116)

Oración

120) L39: Señor, este mundo está herido y necesita ser bajado de la cruz en que lo puso la crisis de esperanza. Despreció la espe-ranza ofrecida por Dios, se con-tentó con las posibilidades que le dieron su ingenio y su desarrollo y acabó decepcionado de los efec-tos desastrosos de sus propios lo-gros. La ciencia y la tecnología nos dieron armas, venenos y en-fermedades para acabar con los otros; la medicina se convirtió en un negocio y la muerte llega para quien no tiene con qué pagar; la economía en un mecanismo ge-nerador de miseria y la política en un botín de un puñado de per-sonas ambiciosas y sin escrúpu-los. Señor, queremos ser espe-ranza para este mundo. Mantén nuestra mente firme en los valo-res de la bondad, la verdad, la be-lleza y la justicia. Amén.

121) Mon: Vive Cristo,

122) T: esperanza nuestra.

123) Mon: Él vive

124) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...

Page 12: VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019

12

Decimocuarta estación: Je-sús es puesto en el sepul-cro

125) L40: Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto, un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado toda-vía. Y como para los judíos era el día de la Preparación, y el sepul-cro estaba cerca, pusieron allí a Jesús. Palabra del Señor. (Jn 19,41-42).

Meditación

126) L42: Señor, tú habías dicho que el grano de trigo tiene que ser sembrado para que surja, que el denario tiene que ser invertido para que deje ganancia, que la red tiene que ser lanzada para que haya pesca, que el pan tiene que compartirse para que todos coman. Tú te lanzaste con todo y ahora caminabas por el túnel de la muerte en lo oscuro de aquella tumba, confiado en la interven-ción poderosa de tu Padre.

127) Nos da miedo arriesgarnos, perder la vida para ganarla, dejar al padre y la madre para ser una nueva carne, dejar las redes para ser pescadores de hombres. Algu-nos de nosotros se han metido so-los a la tumba y se hacen los

muertos, para que nadie espere nada de ellos.

128) El Papa Francisco nos dice:

No hay que detenerse por in-seguridad, no hay que tener miedo de apostar y de cometer errores. Sí hay que tener miedo a vivir paralizados, como muertos en vida, convertidos en seres que no viven porque no quieren arriesgar, porque no perseveran en sus empeños o porque tienen temor a equivocarse. Aún si te equivocas siempre podrás levan-tar la cabeza y volver a empezar, porque nadie tiene derecho a ro-barte la esperanza (CV 142).

129) Adolescentes y jóvenes de hoy, en vez de asegurar nuestra existencia ilusoriamente, hay que asirse a Jesús:

Esa es la seguridad que tene-mos. Jesús es el eterno viviente. Aferrados a Él viviremos y atra-vesaremos todas las formas de muerte y de violencia que ace-chan en el camino. Cualquier otra solución será débil y pasa-jera. Quizás servirá para algo durante un tiempo, y de nuevo nos encontraremos desprotegi-dos, abandonados, a la intempe-rie. Con Él, en cambio, el corazón está arraigado en una seguridad básica, que permanece más allá de todo. San Pablo dice que él quiere estar unido a Cristo para «conocer el poder de su resurrec-ción» ( Flp 3,10). Es el poder que se manifestará una y otra vez también en tu existencia, porque Él vino para darte vida, «y vida en abundancia» (Jn 10,10) (CV 127-128)

Oración

130) L42: Señor, hazme va-liente para construir tu Reino, para anhelar la vida eterna, para ser un signo de vida en medio de la cultura de la muerte. Mano

acogedora en la cultura del des-carte, mirada atenta y corazón sensible en la cultura de la indife-rencia.

131) No permitas que vayamos por la vida como “zombis”, ha-ciendo que la gente espere de no-sotros lo que no queremos dar, esperando de los demás lo que nosotros bien podríamos lograr.

132) Tú eres nuestro pastor y sa-beos que, aunque pasemos por cañadas tenebrosas, tu brazo y tu callado, tu poder y tu sabiduría, nos ayudarán a llegar a una nueva sociedad e Iglesia en donde los adolescentes y jóvenes tengamos vida buena y abun-dante. Amén.

133) Mon: Vive Cristo,

134) T: esperanza nuestra.

135) Mon: Él vive

136) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...

Decimoquinta estación: la tumba vacía

137) L43: El primer día de la se-mana, al amanecer, las mujeres

Page 13: VIACRUCIS CHRISTUS VIVIT - CRISTO VIVEsrdelamisericordia.com/wp-content/uploads/2019/04/2A.-Viacrucis-2… · como una verdadera vocación (CV 272). 15) Hoy queremos decirles a los

VIACRUCIS: BASADO EN LA EXHORTACIÓN POST-SINODAL: CHRISTUS VIVIT 2019

13

fueron al sepulcro con los perfu-mes que habían preparado. Ellas encontraron removida la piedra del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Je-sús. Mientras estaban desconcer-tadas a causa de esto, se les apa-recieron dos hombres con vesti-duras deslumbrantes. Como las mujeres, llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron: «¿Por qué buscan entre los muer-tos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Palabra del Se-ñor. (Lc 24,1-6).

Meditación

138) L44: Aquellas mujeres se estaban comportando como bue-nas amigas de Cristo, lo querían ungir, resignadas a su muerte, si no iban a tener vivo con ellas, al menos que estuviera momifi-cado.

139) Jesús no había venido al mundo para quedarse a esperar el fin del mundo en una tumba, había venido a mostrarle al hom-bre que la muerte no es lo único, ni lo último, ni lo definitivo. Que hay mucho, más allá de ese um-bral y de esta realidad.

Jesús ha resucitado y nos quiere hacer partícipes de la no-vedad de su resurrección. Él es la verdadera juventud de un mundo envejecido, y también es la juventud de un universo que espera con «dolores de parto» ( Rm 8,22) ser revestido con su luz y con su vida. Cerca de Él pode-mos beber del verdadero ma-nantial, que mantiene vivos nuestros sueños, nuestros pro-yectos, nuestros grandes ideales, y que nos lanza al anuncio de la vida que vale la pena (CV 32).

140) El Papa Francisco nos dice:

Jóvenes, no renuncien a lo mejor de su juventud, no obser-ven la vida desde un balcón. No

confundan la felicidad con un di-ván ni vivan toda su vida detrás de una pantalla. Tampoco se conviertan en el triste espec-táculo de un vehículo abando-nado. No sean autos estaciona-dos, mejor dejen brotar los sue-ños y tomen decisiones. Arries-guen, aunque se equivoquen. No sobrevivan con el alma aneste-siada ni miren el mundo como si fueran turistas. ¡Hagan lío! Echen fuera los miedos que los paralizan, para que no se con-viertan en jóvenes momificados. ¡Vivan! ¡Entréguense a lo mejor de la vida! ¡Abran la puerta de la jaula y salgan a volar! Por favor, no se jubilen antes de tiempo (CV 143).

141) Para poder lograrlo, pida-mos que el Resucitado nos dé su Espíritu, porque

Él es el manantial de la mejor juventud. Porque el que confía en el Señor «es como un árbol plan-tado al borde de las aguas, que echa sus raíces en la corriente. No temerá cuando llegue el calor y su follaje estará frondoso» ( Jr 17,8). Mientras «los jóvenes se cansan y se fatigan» ( Is 40,30), a los que esperan confiados en el Señor «Él les renovará las fuer-zas, subirán con alas de águila, correrán sin fatigarse y anda-rán sin cansarse» ( Is 40,31). (CV 133)

Conclusión

142) Mon:¡Él vive! Hay que vol-ver a recordarlo con frecuencia, porque corremos el riesgo de to-mar a Jesucristo sólo como un buen ejemplo del pasado, como un recuerdo, como alguien que nos salvó hace dos mil años. Eso no nos serviría de nada, nos deja-ría iguales, eso no nos liberaría. El que nos llena con su gracia, el que nos libera, el que nos trans-

forma, el que nos sana y nos con-suela es alguien que vive. Es Cristo resucitado, lleno de vitali-dad sobrenatural, vestido de infi-nita luz. Por eso decía san Pablo: «Si Cristo no resucitó vana es la fe de ustedes» ( 1 Co 15,17). (CV 124)

143) Mon: Vive Cristo,

144) T: esperanza nuestra.

145) Mon: Él vive

146) T: y nos quiere vivos

Mon: Padre nuestro...