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Vida y Obra de Rembrandt Harmenszoon van Rijn.
LA EDAD DE ORO HOLANDESA.
La Republica de las Siete Provincias, de las cuales Holanda era la mayor y
la más poderosa, experimento una prosperidad sin precedentes durante el siglo
XXVII. Este periodo conocido como la edad de oro holandesa, había comenzado a
finales del siglo XVI. Ya entonces las provincias protestantes del norte habían
luchado y conseguido su libertad frente a la dominación de la católica España.
La ingente llegada de inmigrantes de Flandes comenzó, sobre todo, cuando
los españoles conquistaron Amberes en 1585. Como resultado, el centro
económico de los países bajos se desplazó de Amberes a Ámsterdam. En 1588,
se estableció la Republica en las provincias del norte de los Países Bajos, aunque
no fue reconocida por España como estado independiente hasta 1648, año en que
se firmo el tratado de Münster.
Por encima de todo, la Republica era una nación dedicada
fundamentalmente al comercio y, por ello, desde finales del siglo XVI, se
financiaron expediciones comerciales con capitales proporcionados por los recién
llegados de Amberes. Se construyeron barcos cada vez más grandes y seguros, y
se establecieron nuevas rutas y nuevas oportunidades para los negocios. La
Compañía Holandesa de las Indias Orientales con gran éxito, hasta el punto de
que pronto, la Republica de las Siete Provincias supero a Portugal en el dominio
de las rutas con Oriente. Poco tiempo después se creó una Compañía Holandesa
de las Indias Occidentales, y se establecieron colonias en Asia, África y América.
Las compañías comerciales transportaban cualquier mercancía susceptible de
transformarse en dinero, como especias, porcelana o incluso esclavos.
La favorable situación de Ámsterdam, que además disponía de un puerto
natural, la convirtió rápidamente en la ciudad de negocios más importante de del
mundo. En la Republica, el poder político no estaba en manos de la corona, como
en otros países, sino en la de ricos comerciantes y gobernantes. La prosperidad
económica se fue desarrollando a la par que conseguían logros culturales y
científicos. Resultado de la gran acumulación de riqueza en los grandes
comerciantes fue la construcción de excelentes mansiones que decoraron
pródigamente y fueron el punto de partida de importantes colecciones de arte.
En la actualidad, la edad de oro holandesa es conocida principalmente por
la calidad de su pintura, de la que artistas como Frans Hals, Johannes Vermeer,
Hendrick Goltzius y Rembrandt van Rijn son los mejores exponentes
mundialmente conocidos.
Goltzius fue a Harlem cuando tenía 19 años, poco después de que la
ciudad fuera liberada en enero de 1577, y es uno de los pintores beneficiados por
la reactivación económica que comenzó al finalizar el asedio de las tropas
españolas. Es conocido por sus grandes obras de estilo manierista. Frans Hals,
cuyos padres llegaron procedentes de Amberes, es otro conocido pintor de
Haarlem. El doble retrato de un matrimonio es uno de los símbolos de la
prosperidad holandesa de esa época.
REMBRANDT HAMENSZOON VAN RIJN.
Nació en Leiden a principios del siglo XVII. Esta ciudad había sufrido el
asedio de las tropas españolas durante más de un año, en el que una tercera
parte de la población murió de hambre o de peste, antes de su espectacular
liberación en 1574. Más tarde, Guillermo de Orange concedió la creación de una
universidad a la ciudad de Leiden en agradecimiento por su apoyo durante la
guerra. La ciencia y el comercio florecieron y Leiden conoció una gran expansión
que le permitió entrar en un gran periodo de crecimiento económico; había mucho
trabajo para los artesanos con talento como escultores y pintores. Rembrandt
nació, por tanto, en un momento excelente.
LOS ORIGENES Y LA FAMILIA DE REMBRANDT.
En 1622 se llevó a cabo en Leiden un censo para determinar los impuestos
que debían pagar los ciudadanos y a estos efectos fueron registrados todos los
ocupantes de cada casa. En este documento quedó incluido Rembrandt, quien
vivía en Weddesteeg, una pequeña calle de Noord-Rapenburg, en el distrito de
Leiden. Rembrandt fue el noveno hijo de una familia bastante prospera formada
por el molinero Harmen Gerritszoon van Rijn y su esposa Willemsdochter van
Zuydtbrouck. El molino propiedad del padre del artista estaba situado cerca de su
casa. Molía malta para las cervecerías de la ciudad, trabajo rentable teniendo en
cuenta que en el siglo XVII se consumía más cerveza que agua. Durante el asedio
al que las tropas españolas sometieron la ciudad, el molino, situado fuera de los
muros de la misma, fue incendiado, si bien poco después de la liberación en 1574,
se permitió a la familia se permitió a la familia construir uno nuevo sobre la
muralla.
Habitualmente los niños recibían el nombre de algún antepasado, nunca se
ha podido confirmar que este fuera el caso de Rembrandt, nombre muy poco usual
en Holanda. Este hecho permitió que el artista firmara en vida sus obras con el
nombre de pila sin dar lugar a confusiones. Los orígenes de la familia van Rijn no
están claros. No existen referencias, como se ha sugerido, de que se tratase de la
dominación de un molino del que la familia tomase su nombre. Un brazo del rio
Rijn (Rin) pasaba cerca de Leiden, por lo que los antepasados de Rembrandt
pudieron vivir cerca del Rio.
Rembrandt nació en Leiden, pero la fecha de nacimiento no ha podido ser
confirmada, ya que los registros de bautismo de ese periodo han desaparecido. La
única fuente que quizá ofrece una fecha exacta es una referencia biográfica que
aparece en un libro sobre Leiden escrito por su alcalde, Jan Jansz Orlers,
publicado en 1641, en el que se afirma que Rembrandt nació el 15 de Julio de
1606. De hecho, aunque esa es la fecha generalmente aceptada, el acuerdo no es
unánime, ya que según otras fuentes, Rembrandt podía haber nacido en una
fecha diferente.
Gracias a la biografía de Orlers se sabe que Rembrandt asistió a la escuela
latina. En ella, los alumnos se preparaban para entrar en la universidad estudiando
gramática latina y religión, además de retorica y lectura de textos clásicos que
también formaban parte del currículum; por último los alumnos recibían también
lecciones de dibujo. Se sabe que una persona llamada Henricus Rieverlinck fue
profesor de pintura en la escuela en 1613, por lo que se sospecha que Rembrandt
pudo haber sido influido por este para ser pintor.
Se sabe que Rembrandt entró en la Universidad de Leiden en mayo de
1620, cuando todavía vivía con sus padres. Esta inscripción constituye la
referencia más temprana a su nombre, aunque no se sabe si realmente llego a
cursar los estudios, por lo que también es posible que se inscribiese a la
universidad para acogerse a la reducción de impuestos a la que tenían derecho
los estudiantes y sus familias en esa época. De acuerdo con Orlers, cuando
Rembrandt dejó la escuela latina se dedicó por completo a la pintura, aunque no
ha llegado hasta nosotros ningún trabajo del artista realizado en este periodo.
Jan Janszoon Orlers, como biógrafo de Rembrandt ha escrito que entró
como aprendiz de un pintor experimentado, Jacob van Swanenburgh, un pintor
local que había vivido y trabajado en Italia durante muchos años para iniciarse en
los rudimentos del oficio y permaneció con el como aprendiz durante tres años. La
siniestra representación del infierno de van Swanenburgh, pintada según la línea
marcada por Hieronyimous Bosch, es una de las pocas obras suyas que se
conocen. Sin embargo, pocas reminiscencias de este género aparecen en las
primeras obras de Rembrandt, a excepción de la utilización del claroscuro. En
realidad si Orlers no hubiera mencionado que Rembrandt había sido aprendiz de
van Swanenburgh, esto nunca se hubiera sospechado.
El cuadro los tres cantores (1624-1625) es uno de los primeros del artista,
y forma parte de una serie en la que se describen los cinco sentidos
La primera tabla titulada Escuchando fue pintada, seguramente, antes de
que Rembrandt empezara a trabajar bajo las órdenes de Pieter Lastman en
Ámsterdam, un artista que durante esta época fue el pintor mas conocido de
temas históricos y del que Rembrandt fue su aprendiz durante seis meses. El
artista había aprendido a crear pintura narrativa a partir de temas bíblicos,
históricos y propios de la antigüedad, trabajando en su taller que estaba situado en
la misma calle en la que más tarde viviría Rembrandt.
Algunas de las pinturas más tempranas de Rembrandt muestran una gran
semejanza con las obras de su maestro. Tan parecidas que se sugiere que fueron
pintadas mientras trabajaba en el taller de aquel. Sin embargo la relación entre
ambos se ha interpretado de diferentes formas; para unos es posible que
Rembrandt se viera influido por Lastman y lo admirara profundamente, mientras
que para otros es posible que el trabajo de Rembrandt fuera una critica a su
maestro y supusiera una voluntad por mejorar las composiciones del mismo. Una
buena referencia a esta rivalidad es el tema bíblico referido al asno de Balaam.
Lastman pintó este tema en el año de 1622, tratándose de una de sus primeras
obras datadas. La composición horizontal de Lastman fue sustituida por otra
vertical en la obra de Rembrandt, con lo que consiguió un mayor dinamismo.
Además, los personajes de Rembrandt resultan también más expresivos en su
cuadro, Balaam esta verdaderamente enfadado mientras pega a su asno.
Igualmente en 1625, Lastman pintó un tema extraído de la historia de Roma,
Coroliano y las mujeres romanas. De nuevo, Rembrandt utilizó, un año mas tarde,
algunos elementos de esta composición para pintar su propio cuadro. Ambos
dispusieron a los personajes mas importantes en un pedestal, sin embargo,
Lastman los situó mas o menos alineados entre si, mientras Rembrandt destacó la
interacción entre ellos.
JAN LIEVENS, COMPAÑERO Y RIVAL DE REMBRANDT.
Muchas veces los nombres de Rembrandt y Lievens aparecen juntos. Este
ultimo, Jan Lievens, era un año menor que Rembrandt, y entro como aprendiz, a
los ocho años, en el taller de un pintor local. Tenía solo diez años cuando se
trasladó a Ámsterdam también como aprendiz del pintor de temas históricos Pieter
Lastman; en aquellos momentos Rembrandt todavía iba a la escuela.
A quedado demostrado que ambos mantuvieron una estrecha relación de
colaboración entre 1628 y los primeros años de la década siguiente. Esta
asociación representó uno de los mejores ejemplos de colaboración y, a la vez,
rivalidad entre artistas. Rembrandt y Lievens pintaron a menudo los mismos
temas, probablemente como una forma de competir entre ellos. La cuestión podría
ser, por que no, saber cual de los dos era capaz de pintar un tema concreto de la
manera más convincente.
En 1631, Lievens pintó al príncipe Karl Ludwig con su tutor, mientras que
Rembrandt pintó al príncipe Rupert, también con su tutor. Esta última pintura
muestra trazos perfectamente reconocibles de la mano de Gerrit Dou, que pudo
haber finalizado el cuadro al mismo tiempo que Rembrandt partía hacia a
Ámsterdam. Se trata de retratos historiados, es decir, los protagonistas son
pintados formando parte de una historia concreta, Rembrandt escogió un tema
bíblico y Lievens un relato de la Grecia clásica.
Rembrandt y Lievens separaron su historia en 1632, cuando este último
viajo a Inglaterra y mas tarde a Amberes. A pesar de esto la rivalidad no
desapareció. En 1635, Rembrandt utilizo aguafuertes de tronis pertenecientes a
Lievens como base de su propia obra. Copió los contornos de los rostros sobre
una plancha y los rellenó a su manera, dando lugar a una nueva versión de los
dibujos. Rembrandt escribió sobre la plancha: “Rembrandt Retuceert”, que viene a
significar “mejorado por Rembrandt”. Aunque más tarde ambos artistas vivieron en
Ámsterdam durante algunos años, se cree que no mantuvieron ningún contacto;
quizás su rivalidad fue tan grande que se distanciaron tras alguna discusión.
DOS FORMAS DE PINTAR.
Hacia 1630, Rembrandt pintó Cabeza de un anciano con gorra.
Algunos años mas tarde, Johannes Gilleszoon van Vliet, grabador y
compañero del artista, imprimió en su taller de Leiden algunas láminas de
este cuadro. Las palabras “RHL inventor” aparecen en el grabado. RHL,
que corresponde a “Rembrandus Hermanni Leydensis” es el monograma
utilizado por Rembrandt durante su estancia en Leiden e “inventor” quiere
decir que él fue el creador de la imagen. La primera esta firmada por
Rembrandt con el mismo monograma. Durante mucho tiempo, sin embargo,
los estudiosos del artista creyeron que esta pintura no podía haber sido
pintada por él, debido a que el trabajo fue realizado con una técnica que se
caracteriza por la utilización de una pincelada suelta, gruesa y visible, tal
como se puede apreciar en El anciano. Esta obra de Rembrandt fue
analizada por los especialistas tomando como punto de referencia su estilo
más típico, es decir, pintar con veladuras y con una pincelada poco
perceptible, pero se encontraron con el dilema de que si consideraban que
El anciano era obra del artista, debían aceptar que este pintaba con estilos
diferentes según la obra, lo cual les parecía improbable.
Johannes Gilleszoon van Vliet, realizo un segundo grabado titulado
Soldado Risueño. Tal como aparece mencionado en la obra, este fue
realizado a partir de un cuadro de Rembrandt. Esta pintura, que al igual que
El anciano también ha llegado a nuestros días, fue realizado utilizando la
técnica de la pincelada gruesa, por lo que, de nuevo, los expertos dudaron
de su autoría, ya que el estilo no encajaba con el habitual del artista.
El pequeño cuadro titulado Soldado risueño fue realizado en cobre
recubierto con pan de oro. Se conocen otras dos pinturas de reducidas
dimensiones que fueron pintadas sobre una base similar. Una de ellas
Anciana rezando, fue realizada aplicando una pincelada fina y velada, y en
sus arrugadas manos se observa la precisión de Rembrandt al pintarlas.
Por este motivo se ha sugerido que quizá el artista pudo haber guardado
estas pinturas pequeñas en su estudio a modo de muestra de sus
diferentes estilos para mostrarlos a sus clientes. También es posible que las
utilizase como ejemplo para sus alumnos.
En la actualidad, los expertos reconocen que Rembrandt no solo
podía pintar en estilos diferentes, sino también utilizando diferentes estilos
de pinceladas, unas visibles y otras invisibles. La pincelada fina
correspondía al estilo dominante de la época, pero sus contemporáneos
también reconocieron la calidad de las pinturas de pincelada gruesa.
Rembrandt fue un pintor muy completo al que le gustó experimentar
continuamente.
EL TRASLADO A AMSTERDAN.
Probablemente, Rembrandt se trasladó a Ámsterdam durante la
segunda mitad del año 1631. Esto supuso un cambio decisivo en su vida y
en su obra. El mercado para la pintura era mucho mayor en esta ciudad,
con buenas relaciones internacionales y rápido crecimiento comercial, que
en Leiden. Se calcula que, durante algunos años, Rembrandt podría haber
pintado al ritmo de un retrato al mes. Uno de los primeros realizados en
Ámsterdam fue el del mercader Marten Looten. En esta pintura, Looten
aparece sosteniendo un trozo de papel en el que se ve la fecha 17 de enero
de 1632. El artista firmo el retrato con RHL, “Rembrandt Hermanni
Leydensis”, como había venido haciendo hasta ese momento. Sin embargo,
a partir de entonces, empezó a firmar con su nombre y a pintar más sobre
tela que sobre madera. Estos retratos eran a menudo de forma oval, como
el de la pareja desconocida pintada en 1634.
En 1632, además, había llevado acabo su primer retrato de grupo.
Por encargo del gremio de cirujanos, pintó al doctor Nicholaas Tulp en La
lección de anatomía, junto con algunos estudiantes. Tulp aparece
diseccionando un cuerpo humano durante una clase, probablemente el de
un criminal ahorcado el 31 de enero de 1632. En esta monumental obra,
Rembrandt no solo demuestra su gran habilidad al pintar rostros que
parecen estar vivos, sino que resuelve con eficacia el hecho de retratar con
dignidad a ocho caballeros asombrados, que siguen atentamente las
lecciones del doctor. El artista consiguió dar profundidad a la pintura
disponiendo el cuerpo ligeramente oblicuo y utilizando el claroscuro.
MITOS.
La obra de Rembrandt se puede dividir en tres categorías –retratos,
paisajes, y pintura histórica. La biblia fue la fuente más importante a la hora
de realizar sus obras de tipo histórico, pero también encontró la inspiración
en otros textos. La pintura mitológica más temprana de Rembrandt,
realizada hacia 1629, muestra a Andrómeda encadenada a una roca. En el
cuadro se ve a la mitológica hija del rey Cefeo, pero no se incluye ningún
otro elemento de la historia, echándose especialmente en falta al monstruo
marino, así como a Perseo, que debía rescatarla. De esta manera
Rembrandt eligió el momento más dramático del suceso. Andrómeda mira
expectante hacia su salvador, que se encuentra en algún lugar fuera del
cuadro. Sorprende el hecho de que una mujer que debía ser representada
desnuda apareciera según las convenciones del momento. Esto da pie a
suponer que Rembrandt no pudo pintar modelos desnudos mientras vivió
en Leiden.
El rapto de Proserpina fue pintado por encargo del estatúder
Frederick Hendrik hacia 1632, y en él se puede ver a Plutón capturando a la
bella Prosperina y llevándola con el al averno. En esta pintura, Rembrandt
rivalizó con el pintor flamenco Rubens, cuya composición era conocida
gracias al grabado realizado por Pieter Soutman. Ambos artistas se
apartaron de la representación mas frecuente de este tema y, entre otras
cosas, incluyeron a la diosa Diana, que intenta salvar a Prosperina
asiéndola con rapidez. Sin embargo, a diferencia de Rubens, Rembrandt
dotó su obra de una mayor sensación de amplitud y dinamismo. El estilo de
este cuadro corresponde con el de la segunda obra mitológica del mismo
periodo, El rapto de Europa. La hija de Agenor, rey de Tiro, es raptada por
el Dios Júpiter, previamente transformado en un toro, que consigue ganarse
la confianza de la muchacha y convencerla para que monte sobre su lomo.
Rembrandt describe el momento en el que Europa y sus acompañantes que
permanecen en la playa comprenden que no se trata de un juego sino de un
rapto.
Algunos años más tarde, Rembrandt pintó a la reina Artemisa,
esposa del rey Mausolo, que tras la muerte de éste, en el año 353 a. de C.,
no solo mandó construir una gran tumba que se considero una de las siete
maravillas del mundo, sino que también ingirió una mezcla de cenizas de su
marido con una bebida. Artemisa pasó así a simbolizar la devoción de una
viuda por la memoria de un marido fallecido.
El rapto de Ganimedes muestra al niño orinando de miedo mientras
es raptado por un águila. Ganimedes, hijo de un rey troyano, fue raptado
por Júpiter, que había adoptado la apariencia de un águila, y más tarde
recibió de este Dios el don de la eterna juventud. En la actualidad el nombre
de Ganimedes esta asociado a la mayor de las lunas del planeta Júpiter.
¿Por qué querría Rembrandt pintar esta historia de este modo? Sigue
siendo un misterio.
LA SERIE DE LA PASION.
Ya en 1632, el estatúder poseía algunas pinturas de Rembrandt que
formaban parte de su gran colección de arte y aun necesitaba más obras
para decorar los palacios que había construido. Las pinturas en cuestión
pertenecían a la serie conocida como La pasión de Cristo. Rembrandt
trabajo durante 14 años en su mayor y más importante encargo y ganó
5400 florines. Seguramente Frederik Hendrik compro El descendimiento de
la cruz de Rembrandt y posteriormente decidió encargarle otras pinturas
para complementar la primera, dando lugar de este modo, a la serie de la
Pasión, que representa los acontecimientos anteriores y posteriores a la
crucifixión de Cristo. Más tarde, en la década que comenzó en 1640, la
serie fue concluida con otras dos escenas correspondientes al nacimiento
de Cristo.
Casi todos los cuadros representan escenas nocturnas, lo que
permitió a Rembrandt destacar las figuras principales mediante una luz que
parece proceder del cielo, Para El descendimiento de la cruz, el artista se
inspiró en una composición de Peter Paul Rubens, con la que se había
familiarizado a partir de un grabado.
Posiblemente también para realizar El levantamiento de la cruz se
inspiró en Rubens, y de nuevo en esta obra Rembrandt se incluyo en el
cuadro, asumiendo el papel de ayudante en la ejecución. Quizá con esto
quiso expresar que Cristo murió por nuestros pecados y en consecuencia,
cada uno de los hombres era culpable de su muerte en la cruz.
AUTORRETRATOS.
Ningún pintor se ha retratado tantas veces a si mismo como
Rembrandt. Desde sus primeros años en Leiden hasta el último año de su
vida, se situó frente a un espejo posando para si mismo. Prácticamente
cada año realizaba un nuevo auterretrato, ya fuera pintado, dibujado o
grabado, hasta el punto que se pueden contabilizar más de cien. Durante
mucho tiempo, esta serie de autorretratos, única en la historia del arte, fue
interpretada como la búsqueda por Rembrandt de su propia identidad.
LA RONDA DE NOCHE.
El nuevo edificio del cuartel general de la milicia civil de Ámsterdam
se concluyo en l638. La amplia sala del primer piso debía exhibir seis
grandes cuadros de las compañías de la milicia civil y un retrato de grupo
de los síndicos del gremio. Rembrandt fue uno de los seis pintores
contratados para realizar el cuadro de una de las compañías. El gran
cuadro La ronda de noche finalizado en 1642, esta considerado como una
de las mejores obras de Rembrandt.
Comparada con otras representaciones, La ronda de noche es una
obra llena de vida y con muchos personajes que muestra a Bannick Cocq y
a su lugarteniente, Willem van Ruytenburch, en primer plano, de espaldas a
sus hombres. Unos instantes antes, Bannick Cocq debía haber dicho a su
lugarteniente que diera la orden de marcha. Entonces, los miembros de la
compañía, reaccionando con presteza, se acercan a sus armas. Ellos
también colaboran en los preparativos de la batalla, manejando mosquetes,
picas y lanzas.
LAS SIRVIENTAS.
En casa de Rembrandt había una o más sirvientas. Se encargaban
de lavar, de los quehaceres domésticos y de preparar la comida. Además
de trabajar como criadas, también servían como modelos, y Rembrandt
incluso de enamoró de dos de ellas.
En 1642, algunos meses después del nacimiento de Tito, Saskia
Uylenburch murió y Geertje Dircx entro a servir en la casa. Rembrandt
mantuvo una intensa relación con ella, pero nunca se casaron. Siete años
más tarde empezaron a surgir problemas y fueron acrecentándose hasta
que Rembrandt dispuso que Geertje fuera internada en el correccional de
Gouda, donde permaneció hasta 1655.
Hendrickje Stoffels sustituyó a Geertje Dircx en el verano de 1649, y
nuevamente, el artista se enamoró de ella, aunque tampoco se casaron, por
que si lo hubieran hecho, a él no se le habría permitido ser el albacea
testamentario de la fortuna de Saskia.
Hendrickje Stoffels fue seguramente, la modelo mas pintada por
Rembrandt durante este periodo. Una de las pinturas más hermosas de la
serie, producida en 1654, es la de una mujer chapoteando. Se trata de una
obra intimista, que muestra a una joven paseando cautelosamente cerca del
agua, mientras mantiene levantada su ropa para evitar que se moje.
Imagina que nadie la observa y una sonrisa apenas perceptible ilumina su
bienestar.
ANIMALES EXOTICOS.
Si un artista del siglo XVII quería pintar animales exóticos, por
ejemplo, en una representación bíblica, tenia que copiarlos del trabajo de
otros pintores. Un año después de la muerte de Rembrandt, se publicó un
libro que había sido escrito especialmente para pintores. En él se
aconsejaba que, si tenían la oportunidad, realizasen estudios del natural de
leones, tigres, elefantes y camellos. En tiempos de Rembrandt, estos
animales podían verse a veces en las ferias, donde eran exhibidos a
cambio de dinero, siendo esta una buena ocasión para llevar a cabo
apuntes del natural y utilizarlos después en los cuadros. Este consejo
podría proceder del propio Rembrandt, ya que tanto el como sus alumnos
realizaron en Ámsterdam bocetos de animales exóticos. El artista mantuvo
estos estudios del natural en carpetas de archivo separadas.
Son especialmente conocidos los dibujos que realizo de un león. La
mayoría eran a lápiz y a pincel, pero también bastantes en carboncillo.
REMBRANDT EN EL EXTRANJERO.
En la literatura holandesa, a veces se menciona a Rembrandt
calificándolo de “el más renombrado pintor”. No se trata de una
exageración, la fama de Rembrandt se extendió por el extranjero desde los
inicios de su carrera. Durante su vida, sus obras fueron compradas por los
distribuidores de arte y coleccionadas en muchas partes de Europa. Los
cuadros de Rembrandt encontraron su lugar en las más importantes
colecciones extranjeras. En 1629, Carlos I de Inglaterra envió a Robert Kerr
(Lord Ancrum) en misión diplomática a La Haya. Kerr debió oír hablar de
Rembrandt en la corte de La Haya y volvió a Inglaterra con cuatro cuadros
que presento al rey. Un inventario fechado en 1639 menciona que uno de
esos cuadros había sido “hecho por Rembrandt y entregado el rey por
milord Ankrom”.
Sin embargo, fue la gran distribución de sus láminas la que dio
renombre internacional a su persona y a su obra. En un libro alemán
publicado en 1641, Rembrandt aparece mencionado como uno de los
mejores grabadores contemporáneos de Europa. Probablemente, sus
aguafuertes se vendían en la feria anual de libros en Frankfurt y sus obras
eran copiadas por otros grabadores.
Un caso excepcionalmente bien documentado es el del príncipe
siciliano Antonio Ruffo quien, en un periodo de diez años, encargó a
Rembrandt tres grandes retratos de medio cuerpo. Según los archivos, los
dos primeros encargos costaron 500 florines y el último 300. Uno de esos
cuadros, Aristóteles contemplando un busto de Homero, realizado en 1653,
se ha conservado.
AMANTES OCULTOS Y LA GORRA PERDIDA.
El aguafuerte titulado OMVAL, realizado en 1645, representa un
paraje junto al rio Amstel a las afueras de Ámsterdam. En la orilla opuesta
hay un embarcadero, situado cerca de un molino de viento, en el que hay
pequeños botes. Un pequeño grupo de personas navega por el Amstel en
una barquichuela, y en la orilla, un hombre contempla la tranquila escena. A
la izquierda, hay un viejo sauce en primer plano. Pero, lo que no se puede
ver, o no se ve inmediatamente, es lo más importante en este grabado. En
efecto, se sugiere al espectador que entre la maleza, en primer plano, una
pareja esta manteniendo relaciones amorosas. La mano de la chica delata
se presencia. Si se observa de cerca, preferiblemente con una lupa, parece
que el hombre esta colocando una corono de flores sobre la cabeza de la
joven.
En el monumental aguafuerte Los tres arboles hay también unos
amantes ocultos, en el arbusto oscuro situado a la derecha en primer plano.
En esta estampa es más difícil reconocer a los amantes, ya que el perfil de
la mujer no se distingue fácilmente.
TEMAS BIBLICOS.
Los temas bíblicos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento,
son recurrentes en la obra de Rembrandt. De hecho, ilustró tantos pasajes
de la biblia que acabó publicándose la denominada Biblia de Rembrandt
que incluía sus dibujos.
En general, Rembrandt eligió los momentos más brillantes y
dramáticos de la biblia y consiguió un gran éxito al presentarlos en forma
realista y llena de vida. Para lograr este cometido hizo uso del claroscuro
para resaltar con efectos de luz los elementos importantes. Un buen
ejemplo se encuentra en el Grabado de cien florines, en el que la figura de
Jesús destaca de forma brillante sobre un fondo oscuro.
El cuadro titulado La ceguera de Sansón, historia tomada del Libro
de los Jueces del Antiguo Testamento, es una muestra del realismo con el
que Rembrandt representaba una escena conmovedora utilizando el
claroscuro. El artista eligió el momento en que Sansón fue cegado al
clavarle una daga en el ojo, tema que causa horror y por ello era muy poco
representado. Después de que Dalila lo traicionase cortándole el cabello,
Sansón perdió su fuerza y fue dominado por los filisteos. En la escena se ve
a Dalila huyendo.
Sin embargo el tema favorito de Rembrandt era el sacrificio de Isaac,
una historia que se encuentra en el Libro del Génesis; nuevamente mostró
su preferencia por el momento más dramático del relato. En el cuadro
pintado por Rembrandt en 1635, Isaac, el único hijo de Abraham, esta
tendido en el suelo con las manos atadas a la espalda. La fe de Abraham
había sido puesta a prueba por Dios al ordenarle que sacrificase a Isaac.
Solo en el último momento interviene un ángel que, para evitar que el hijo
fuera degollado, detiene el brazo de Abraham, que deja caer el cuchillo.
También resulta dramático el pasaje de la vida de Jesús
representado en la obra Tormenta sobre el mar de Galilea. Los discípulos
de Jesús son presa del pánico, pero, de repente, el maestro calma la
tormenta y les amonesta por su falta de fe.
ULTIMOS ENCARGOS.
Durante el verano de 1652 el Ayuntamiento de Ámsterdam fue pasto
de las llamas, y pocos días después, Rembrandt dibujó las ruinas.
Posteriormente se elaboro un plan para realizar la decoración interior del
nuevo ayuntamiento, ahora conocido como el palacio real.
En la galería más próxima a la Sala de los ciudadanos, se pensó
exponer una pintura que narrase la rebelión de los bátavos (precursores de
los holandeses) contra los romanos en el año 69 a. de C. Hacia 1661,
Rembrandt recibió el encargo de pintar a Claudius Civilis, el líder bátavo,
prestando juramento durante la noche. Con unas dimensiones de 5.5 x 6
metros, quizá se trate del cuadro mas grande pintado por Rembrandt,
aunque permaneció muy poco tiempo en el emplazamiento designado, ya
que la obra, que no se aprobó por razones desconocidas, fue devuelta al
artista, quien redujo las dimensiones para poder venderla.
TITO.
Es indiscutible que Rembrandt pintó a su hijo Tito numerosas veces,
aunque la más conocida de estas pinturas data de 1655 y muestra a un
muchacho de aspecto soñador y pensativo sentado ante un escritorio con
una pluma en su mano. Tito nació en 1641 y, por lo tanto, tenia 14 años en
1655.
Tito murió probablemente afectado por la peste. Las epidemias de
peste fueron recurrentes en Europa desde el siglo XIV y frecuentes durante
el siglo XVII, cobrándose una enorme cantidad de victimas. La enfermedad,
que llega al hombre a través de las pulgas de la rata negra, produce fiebre
alta y, en el caso dela peste bubónica, inflamación de los ganglios. Los
afectados mueren a los pocos días. La peste es una enfermedad muy
contagiosa que desapareció de Europa gracias a las mejoras sanitarias,
higiénicas y alimentarias que lentamente se fueron alcanzando,
especialmente a partir del siglo XVIII.
LOS ULTIMOS AÑOS DE REMBRANDT.
No se conoce mucho sobre los últimos años de Rembrandt. Se sabe
que tenía algunos discípulos y que vivió en una casa de alquiler en
Rozengracht, en Ámsterdam, hasta su muerte en 1669. Durante estos años
realizó docenas de cuadros, incluyendo retratos, pinturas de tema bíblico y
autorretratos, que realizaba con una técnica de pincelada suelta y densa.
MUERTE Y HERENCIA DE REMBRANDT.
Rembrandt murió el 4 de Octubre de 1669 y esto no supuso ningún
gran acontecimiento en Ámsterdam. Un primo lejano que vivía en Leiden
parece que fue la única persona que reseñó la fecha en un pequeño libro
con notas de la familia.
El artista recibió sepultura en el cementerio de Westerkerk el 8 de
Octubre. No se realizo ningún homenaje ni se colocó en la tumba lapida
alguna que mencionase su nombre. Comparado con la veneración que más
tarde despertó la figura del pintor no se puede imaginar mayor contraste.
En el momento de su muerte, el trabajo de Rembrandt no encajaba
con el gusto predominantemente francés de la época, siendo esta una de
las razones de su olvido. Por otra parte, carácter terco, su mala
administración y sus dificultades financieras hicieron de él una figura poco
popular.
El aprecio por el estilo de Rembrandt se reavivó a principios del siglo
XVIII, especialmente en Francia. En las mejores colecciones no podían
faltar pinturas de grandes artistas, por lo que, de este modo, las obras de
Rembrandt pudieran compararse directamente con las de otros pintores,
como sucede ahora en los museos. La demanda desde el extranjero de
cuadros, dibujos y grabados del artista fue en aumento, y su trabajo se
extendió por toda Europa gracias a la labor realizada por los comerciantes
en arte.
Sin embargo, la obra del maestro no comenzó realmente a ser
apreciada en los Países Bajos hasta el siglo XIX, cuando se volvió la mirada
con nostalgia hacia la edad de oro, considerándola como un periodo de
prosperidad que debía servir de ejemplo para todos. Había una necesidad
de tener héroes nacionales como representantes de un pasado glorioso, y
Rembrandt, que había muerto como un genio incomprendido, reunía todos
los requisitos.