43
 WELTER-ENDERL¡N, R Y H¡DENBRAND, B. ..LA TERAPIA S¡STÉMICA COMO ENCUENTRO" CAP. 2 '' LA COMPRENSIÓN DEL CASO POR MEDIO DEL ENCUENTRO: ESBOZO DE UN CONGEPTO DE ACCIÓN PROFESIONAL"

Walter-Enderlin, La Terapia Sistemica Como Encuentro Cap.2

Embed Size (px)

DESCRIPTION

libritos

Citation preview

  • WELTER-ENDERLN, R YHDENBRAND, B.

    ..LA TERAPIA SSTMICA COMOENCUENTRO"

    CAP. 2 '' LA COMPRENSIN DELCASO POR MEDIO DEL

    ENCUENTRO: ESBOZO DE UNCONGEPTO DE ACCIN

    PROFESIONAL"

  • PERSPECTIVA GENERAL DEL CONCEPTOEn nuestra concepcin de

    elententos contradictorios dede

  • L ter&pia sistmica como ellcueltro

    () significa aqu la toma de contacto con el cliente et suindividualidad- En esta fomia de relacin el profesiorral puede perci-bir l individualidad del cente en el nivel de la retacin con el prji-mo, En la accin teraputica, esta reiacin con el projimo, sin emb,ar-go. est atravesada por la cornprensin distaciadora del caso' Hay{ue atender aqui dos aspectos: (a) La accin profesional es una accina partir de un iol, por lo que dese el principi est calacterizada por eld istanciamiento. Sin embargo, hay que incluir en Ia accin teraputicala relacin con el prjimo lara encontrar el acceso a la autonomadaada en la prctiia vivencial, y esta relacin se basa en la cotnpren-sin en sentido hetmenutico'e 1L; La accin teraputica tiene un fun-damento cientfico. i'ero el saber cientfico est deterrlitrado por sucarcter annirno e incompleto. No se lo puede aplicar simplemente.aun caso especco, sino gue requiet'e ser falsformado a una capacl-dad prctica de juicio. Ei ncleo de la doctrina del arte teraputicoconsiste en saber nantener en estado flotante los dos aspectos contra-dictorios que [o definen. Hablanos de desprofesionalizacin cuando".

    ff"gu u "ob."acent1ar

    uno de los dos aspectos de esta unidad contra-dictoa. Cuando el profesional da mayoi elevancia a la relacin conel saber cientco gneral y zr las tcnicas (al aspecto de caso)' desen-t-ocando as la individuatiad > tiene otro lnar-co social que la accin teraputica y que un proceso teraputico d-e-1>ende de una definicin claia del mrco dentro del cual se desarolla'

    Cuancio se emprende una accin teraputica desde Ia perspectivasistmc'a. el concepto (

  • .l

    iitiii

    i.Iitl|rF"r;

    '

    ii,If;,.

    Ifi

    I-a accin teraputica como aecin profesional

    se renen en un nlarco teraputico se def,rnen como.individuos dentro"

    "ont"xto" sociales. Los clientes viven en conexiones sociales con

    Ji..nr", grados de intimidad y anonimato (familia' lugar de haba-i.,- vecirrd, municipio). Estn definidos por ellas' y ellos tambin1;; -#;. t;;it*. ,ole para los teraputas' El contexto socialq*;i;" a stos son la orianizacin en la que.trabajan' el grupo]rofesional aI que pertene.ei y lu posicin especifica que ste tieneurlt.o d" la jeiarqua de las rganizaciones respectivas' la escuelaIJ"u

    "n ta que s inscriben, *i"o*o la propia historia profesional

    ;il. En Ia situacion del encuentro los participantes incluyen.,"

    "ont.xto", y estos constituyen coudiciones de marco que crea

    significados en las situaciones respectivas' En estos contextos e pro-,ic"r,

    "ot "*iones de sentido den8o de las cuales las y los terapeutas

    ri".pr.,.r, su mundo por medio del lenguaje y la accin' Volvere-rnos ms adelante a este Punto'"'- et." est co-ord"nao con eieje del saber. Este eje incluye tant? et campo del sa-er terico y de sus bases filosficui to*o el mbito de las tcuicasoue se aplican en las respectivas prot'esiones' Pero no entendemos:;;;-,;i";i;as,, uq.,ellos procedimientos que von Baever cr-iticlon.uron como tecnocrticas. sino una fornra de saber prctico quelr"gt" la definicin de Gadamer tornacla de Arstteles (1993: I8)-"i*"" pu* desarrollar las

    posibilidades de una mayor formacin'que la natltraleza dej abiertas'

    Entre el eje del encuentro y el eje del saber existe una relacindinmica que-se puede pensar *,,:o iu relacin ertre figura y fondo o

    "ntr" t"*u'y horizonte.'Segn la situacin, se puede poner en prinler

    nlano el eie del encuentro iubicar el eje del saber en el trasfondo o alI""J.. p""," que en la accin teraputica el esfuer?o de la compren-"iOn

    "t "u"o

    po, medio del "n"u",'t'o

    tiene como meta prioritaria elca,rUio, es rns habitual que el eje del enctlentro est en prinrer plano'

    El eje del saber pasa'al primer plano cuando- el caso teraputicorutinari se convierte .n .rn

    "uro especiat, es decir' cuando la terapia

    ,- ouu.rru o cuardo el cliente presenta problemas que no le son fani-liures .l ierapeuta. En estas ciicunsta"tiut t" irnponen las cuestio:ese ta organizacin de una situacin determinada (reglas y tcnicasdel oficio) o bien ias cuestiones del eujuiciamiento de los problernas1q

  • Lfl terapie sistrnica como encuentro

    cxp*estosomostrado_spoti::;]:::ffi .:::,?ii,Ti""i;'lxin*:1"$;

    #iii+H*d[,rii#"l:*rr+lpt1rre los dos ejes constsr;'.1:;;i.;J"lgY11^""'ffrlTi"onor e,r er serrtido cle trna accin

    ha-

    Al hablar de la acctolo,*i.'ffi ,-1,::*::{,i:"lJi";,',",ffi l-}'ff .'",ilffi a1:*:m::;:liii:iil;JJo'iu"n*',"'"^lTff

    ry,:,:.,S:,,i:: ;;; ;;;; ; i.,:* "' PI:l t ;';j' :::,' : ;,: "#,' ;?:trabajo en cadena: -ro::ilil"^}x".:,;'ilff ."i;,Y#"1i:li:*:L'ni':r1:[,;l[]1"0"";;;,i ;;

    " e n s u domi n i o

    ::,li fll"J' ;1 ; l; ffi : :n; j;,. ',';'":::f i,,ffi *+i*}i*':{'if ,':','"ifl r,-j'jl#i,d{l;;i:i;;;;;ite libro:

  • La accin teraputica cc'r.ro accin profesional

    Citaremos en este punto lo que dice un artista. Por ejernplo, C-sanne escribe: (

  • La terpia sistmica como encuentro

    aspectos se puden formular en las siguientes preguntas: l' 'Qu esrormal? 2. Hay que considerar a las y los clientes colno responsa-;i;;;"-".s"taa o'nay que tratarlos como ir:viidos'l 3' Qu escena-." ir*ro, prreden dlsrrollarse en ei proceso terapr-rtico con los ylas clientes?

    t tlar[i""p"in rsdicol fue dclcndida itltilrrame nte por el co siructivno radici'qus se liama

    "si con r.zn. Pcro sus representantes rro se llan ocupado de la pregrrntl

    ie cmo la normalidad sc dcsrrolta en truto constfucto soci'rl' En lugar cic cllo sros de L1n sistema

    ' problemtico para trabajar esta lgica con ellos en funcin de tnaorlentacin hacia el futuro. Vamos a poner un ejernplo:Un rnatrirnonio acude a la consulta por carsa de su rrica hija, que se iralla.cn expresin de Ia mdico que la trata, en una crisis de desvincuiacirr de

    13. P, ej.: Calegora 3: Esquemas repetitivos que continarr a tra\,s de varias getl"-raciones, A. Funcionalidd; B. Relacionesi C. Esquemas estrrcturales rcpctitivoe).

    38

  • cariz psictico. En una ciudad alejada del hogar,curso de pedagogia social, la muchacl-ra se hallapsiquitrico, y los padres quieren que la asesoravolver a traer a su hija a casa.

    La acc icin teraputica coro accin pro lesional

    donde estrrdia el primeringresada en un hospitalconfirme su intencin de

    En la primera entrevista el matrimonio comienza por describir sus preo-cupaciones actuales y luego se muestra dispuesto a reconstruir con la aseso-ra la historia farniliar. para la finalidad de nuestro ejemplo suponemos queel ratrimonio tiene presentes los datos, cosa que

    "" ura" a menudo. Es

    ms frecuente que los clientes tengan que buscar primero aqui y all todoslos datos de su historia familiar. D esta ,..n"., " introducen en un proce-so que ya por si solo contiene un gran potencial teraputico, ptresto que vantopando con informaciones y valoraciones que les dan motivos para reescri-bir su visin anterior de la f'amilia o de corrlgirla en afgunos puntos, con loque definen el comienzo de una nueva evolucin. El trabajo biogrfico es

    un proceso teraputico. raVamos a.esbozar el genograma constnrido al final de la primera sesin.La historia que lo acompaa se podra contar de esta manea:Franz Keller, tercer hijo de una lailia cle carnpesinos de plena dedica-

    .cin -gue posee una granja en,na zoa montaosa crimticamente desfa-

    ,,:_"1::id-u.dcdicada a ta silvicultura y la ganaderla_ tiene l6 aos en 1954 yq, p*ilri"i""btjetivas de decisin tiene a la vista de su iesarrollo biigrfico? l. puedeyed1sl corno nlozo de su llermano mayor que heredarla granja. 2. pue-e-traltraJat'como ayudanre en otras graxjas, buscando ensetanto una cxplo-rcin que necesite u. granjero adnrinistrador, donde se casaria con unaUa. J. I,uede ir a la ciudad para convertirse en trabajador industrial. 4. Si te-mos en cuenta as infomracioes adicionales de que la regin en la queice este honrbre abastecia rrndicionalmente con ,r"d"* ,n^ zona nlinerauada a una distancia de cerca de IOO km, de modo queexiste un vivo t-b de transporte erltre ambas regiones, tambin up"*." l,gica una activi_

    en una empresa de tansportes. Detrs de cada posibilidad de decisinA

    Recientementc, PegEay Papp y Evrn Irnber-Black presentaao esta variante der tr-con el genograma de manera detollada y precisndola en ejernplos ( t 996). Ellosi2ao el trabajo con el genogra:na duraote el curso del proccso terap,_,tiico fii

    -jndoseialmente en las lrarorra.r quc los clientca narran driante este pceso, para dcsa-a partir de stas sus hiptesis sobre los fe,as centralcs de ros crientes- otraslida.les del trabajo con cl genogranra son: 1. Realizsrlo autes {e Ia primer-a en-

    fade la terapia. lo que requierc obteer preyimente los dtos necesarios; 2. rea-r.despus de la priprinlerr cnreyista, durante la cual 9e averiguao los datos para clnrn. Presemaiembs ms adelantc esta seguoda vcrsin. :

    39

  • La terapia sistrnica corno encuentao

    hay un concepto biogrfico dil'erente. l. Si se conviee en rnozo. se trata deuna organizacin bognifica quc se caracteriza por lna disposicin rnuy rc-ducida a una configuracin autnoma de la vida, especialmente porque enlos aos eincuenta, debido a la tecnificacin de [a agricultura y los sueldosnucho ms atractivos er la irdustria, ya no se empleaban mozos elt ls ex-plotacions agrcolas. 2. Si escoge el camino de ent?r en una granja por ca-samiento, sigue el concepto tadicional de autonomia, pusso quc su Tret8 esocupar el papel tradicional del gganjero que es su propio anro dentro de loscondicionamientos de marco de este papel. 3. Si sc vs a la ciudad, su organi-zacin biogrfica se caracteriza por una disposicin a cambios. Est dis-puesto a abandonar el tradicional contexto comunitario aldeano con su csca-sa complejidad. para pasar a un contexto social determinado por fbrmas dereiacin social opuestas. A la intimidad del pueblo se enfrenta el anonimatode la ciudad. Tambirr con respecto a los contenidos del trabajo debe estardispuesto a aprcnder cosas colnpletamente nuevas, ya que los conocimien-tos adquiridos en su socializacin cmpesina no e sirven de muclro en Iaciudad. Lo cierto es que en tomo a 1954 existe un auge industria que atraeen medida creciente la mano de obra del campo a la ciudad,4, Si se decidepor trabajar cono conductor de camin, conjehrramos una organizacinbiognifica que se situa entre el quedarse y el rnarcharse, caractsrizando a un'hombre que de mornento ha escogido una moratoria para ayerigar pruden-temente qu opciones puede ofrecerle la ciudad. Los conocimientos que fl-cesita para esta, tarea ya los ha aprendido como chico, F,resto'que los traba-jos de.tmnsporte estan en el centro de las faenas rurales,

    Slo despus de explorar estts cuatro posibilidades tipicas y de esbozar.los esquenras biognificos que subyacen a ellas, miramos el genograma parasaber cmo este honbre decidi rcalmente.

    De las noticias sobre el genogrna resulta que se traslad a una ciudadindusrial a unos 120 km de distancia de su pueblo. Esta informacin da lu-ga a nuevas explicaciones de posibilidades objetivas- l. En la ciudd co-necta con un gnpo de personas que talbin llegaron de su regir], con losque convrve y que son sus compaeros de trabajo. (Conocemos.este. esque-ma de trabajadores emigrantes procedentes del sur de Europa.) 2. Se irrscri-be en utta escuela noctunra y se fornra como dplomado tcnico.

    Mientras que la primera opain mostraria un esquema de n-rovilidadgeogrfica. por un lado, y, por otro- de conservacin de un ambiente socialfamiliar, la segunda opciOn significara que se trata de ulr hombre que sedeshacc de sus raices rradicionales.

    Mirando las noticias de'l genograrrra. constatamos que este honrbre hasubido. en efecto, en la escala social. convirtindose en profesor de instituto

  • La accin teraptrtica como accin profesional

    dc lengua alemana e historia. Esta contbinacin de esrecialidades se puidejnterpretar"en el-sentido de que se tl-i!.ta dc un esfi.rerzode elaboru, y ,t'rp"*,su situacn de nrigracin. La lengua" que constituye una barrera cuituralnotoria y que deba exigirle grandes eslireros colro hijo de campesinos enel anbiente urbano de [a burguesia culta, se conviene pira l

    -asi con-ietura_lnos* er1 el contenido prioritario de sus esfi.rerzos de ascenso: la escogecouro profesin. Nuevanlente segn nuestras conjeturas. la profundizacinen la historia representa la reflexin dedicada a Ia propia historia y a sus ra-ces. pcrdidas al trasladarsc a I ciudad. Una altemativa podra haber sido elsupcrar ests traslado y dedicarse a lo nuevo (por ejemplo. a una especialidadapropiada a [a zona industrial en lo que se encuetra, como ingeniero dcconstruccin de maquinaria). Para 1, en calnbio, lo nucvo es la irarsicin,que sc convierte en el tena de su vida; la situacin de transicin adquiere uncarctcr duadgro, tal vcz incluso se congela.

    La prcgunta siguiente cs: {.,Con quin sc casar..) (Se puede suporrcr quese casa, puesto que en los aos sesenta slo comienza a iniciarse rnuv lenta-mente una tendencia Ia vid soltra,) Desps de tbnular la lripiesis dela trasicin conlo tema perrnaflentc, plantnros esta pregunta nuevalenteen el contexto de los esfuerzos de dominacin de la situacin de ruovilidad-Una' opcin sera, por tanto, el limitar en,lo posible los rrovimjentos decnrbio en el mbito privado, pof ejemplo. casndose con una ariga de la

    ' .

    escuela de su pueblo.. Este, tn$monio podra ofrecer ta estabilidad -necesa_ria,.para respaldat los cambios gcognficos y profesionales, Otra opcin

    . serlI que s caue con una compaera de estudio, qtre ha conocido en la uri_versidad. l- motivacin sub.),-acnte en est opcin seria Ia de empaientarsecon una fmilia del ambinte brgus culto de la cidad para abrirse, tam_bin dentro de Ia fs,nilia, un mund.que Ie estaba cen.ado como hijo de cam-pcsinos-

    Si tenemo en cuenta que aqu sc trata cn cierto rnodo cle n

  • La terapia sislmica como encuentro

    grania l1o tenia. N'o le segua ningn hermano ms que le hubiese dcsplaza-o de su posicin y frente al cual deberia habel tenido que indiviclttarse Ellcuanto a personas ferneninas, en el entomo familiar inmediato las conocien su infancia y juventtrd exclusivamente como personas matenlales y cui-dadoras.

    Vistas as las cosas, para el desarrollo de la construccilt cor:rit n de rtna rea-lidad nTatrimonial y lmiliar el matrimonio con [r hermana rnayor de unaserie de hermanoJ supondra comparativamente la necesidad menor deuna nueva conguracin.

    Una mirada a las anotaciones en e! genogratna llos nluestra que Ke lle secasa con [a profesora de msica de la escuela donde elrsea y qtte se trata dela menor de tres hi.ios, tcniendo ella dos hermanos rnayores'

    De este rnodo (abreviando un poco) Keller se encuentra ell ttna sitttcinqtte requiere esfuerzos de dominio y de configuracin clt varios aspcctos:i. Ha emigrado del campo a la ciudad.2. Ha cambiado el nivel social 3' EnIa configuiacin de su ieiacin de pareja no puede recurrir a csqucmas deconducta conocidas ni del trasfondo familiar ni de la constelrcitl tiatema'Los dos deben aprender el uno de la otra y conjuntamente' Y' t-ttralmente:4. Al menos profesionalmente, 1 se ha instalado en una situacin de temati-zacin permanente de la transicin.

    Ahra vamos a contemplar'la familia de la seora Keller' Su padre vienede una familia de etrrpresarios industriales' ,1 tiene dos hemranos nlayoresluna hermana *uyot y una fileor, esrudi msica y va sobreviviendo conpequeos contraios y con clases de violin, inientras que su esposa, siete

    "o. -"yot q.," 1, baa como secretaria y mantiene la familia con susin-

    greos regulares. Este matritnonio tiene dos hijas, de las que la menor esttl-ia mtsica como especilidad y simultneamente ensea elr una escuela'Esta mujer, que post;riormente se casar con el seor Keller. cornLrina asl elmotiv e viia e su padre (la creatividad del artista que no da tucho valora las convenciones sociales) con el de la madre (que asegura la base econ-

    ' mica). Pero para ella, como hija menort posiblernente estar en primer plano- lo hldico y to creativo,,y esto determinar su eieccin de pareja'

    Posiblemente ha visto en el seor Keller a este hombre dispuesto a cam-biar, que abandona las iradiciones y que adopta una posicin creativa y dis-tante irente a su entorno, clel que su propio padre es el modelo' Sin ernbargo'el seor Keller podria er una persona para la que la ansicin se ha conver-tido en tema pe'rmanent y que busca estabilidad en su mujer y orientacinen un mundo que le es extrao. De esta manera, e1 matrimonio estaria caac-terizado por n malentendido fundamental: El viajero entre dos nrundosbusca estabilidad'que supone encontrar en su fututa esposa. para la que pre-

  • Lr rccin teraputica couro accit profcsional

    cisanrente lo pasajcro est cn prilner plano; y ella, que apreciaba esra ten-dencia a Io pasajero en su padre, t:rt:rbin la espet.a encclntrar en su esposo.quien no la pr:ede vivir de esta nranera serena y al.-.gre como el padre (con slrtrasttrrrdo social y econrnicanente seguro).

    La pregunta siguiente se retiere a la er.olucin de csta relacin rrarimo-nial: ,Son capaces de hacerse cornprender estas dos personas acerca de susexpcctativas recprocas? Crrro soportan la decepcin dc estas expctati-vas? Encuentran una base comn a pesar de la decepcin'?

    Las seales de un fracaso seran la separ:rcin o el divorcio, la aparicinde enf'erledades fisicas, etc. Pero si siguenjuntos (no podemos olvidar elhecho de que arnbos acuclen a la consulta como atrintonio): ,Qu es lo quelos rnanticne rrnidos'.)

    Miaros cl genograrna y constatanlos: En l9'?5, el seor Kelier consi-gue el traslado al instituto en la ciudad rus prxinra a srr pucblo natal. Laseora Keller se retira de la enselanza y la familia se instala en una casaplopia en el pueblo del seor Keller.

    Ahora podemos fbnntlar la siguiente hiptesis de trabajo. Se trata dcuna familia que sc vc aislada frcnte su entomo pucblerino (()) y quc sc oric a por te-rnas que se hall:rn lnuy lcjos de ese pueb.lo (). Esa farilia vive en tn mbito intermedio entrc el pueblo y laciudad, en una realidad de transicin que no permite conexiones autnticrscon las rcalidades lindantes- Por eso se puede suponer que el rraslatlo sevuelve problemtico para los hijos de esta fa:nilia, lo que.se puede n.raifes-tar sobre todo ms adelantc, en cl momcnto cle su desvinculacin de Ir fa-rnilia- Quien podr{a estar ms expuesta a este pcligro es la hija, puesto iuetiene tres ?os cuando la fnilia realiza el traslado y sgud estando nruy vilr-culada a l fanrilia, mientras que su henrano, cuatro ailos rnayor que ella, yapuede hacer eiperiencids con los cornpaeros de su misrna edad en el par-l'ufario y en la escuela del pueblo, teniendo tal vez en general una mayor fa-cilidad de contacto con los otros uios del pueblo.' Ests reflexiones basadas en el genograma de Ia fantilia Keller se for-mulan err la scgunda entrevista er1 preguntas que se planteai al nratrimonioKeller con la intencin de trabajar la cuestin de si l.ray que entender la crisispsictica de la hija en la ciudad donde esrudia bajo el signo de n (> y si la solucin del problerna puede consistir en,quelos padres hagan , protegiendo a la hija en su casa yaislndola todava ms del entonro de la farnilia. En el sentido del mencio-nado dilogo socrtico'. el propsito de estas. entrevistas Io deberia sertransmitir a los padres dste planteamiento, sino el de darles la oportunidad

    43

  • La terapia sistrnica como encrtentro

    rle encontrar po si mismos estas preguntas por rnedio de la bsqueda -apo-vJ, po. los terapeutas- de las r-aices biogrficas y la averiguacin de lasevoluciones.- - qu, ciertamentc. no hace falta un anlisis del genogralna para concluirque la'crisis psictica de la hija de este nratrinonio representn' el interto fra-;;".d" ;".rr', pro"""o de de"svinculacin' Pero si queremos entendcr qutemas tales se conclensan en la ptoblemtica de este intento de desvincula-cin, entonces mercce la pena la'mirada a la historia famitiar aqui presenta-da.Desdeellasepuedenprecisarlostemasclavedelajovenydesuspa-dres: el deseo de pertenencia y la exigencia simultnea de una evolucinautnoma. Estos temas se discuten en una situacin que sc apoya en la conr-prcnsin de los lactorcs afectivos y cognitivos

    Vamos a resumir los puntos imporlantes de nuestras reflexionesacerca del trabajo con el gcnograna: l ' Se trata de estructuras de sen-.tido, 2. Esta estncturaJde sentido se eiaboran corno lriptesis. NoreprseHtan enunciado del tipo Esta parej a es "'' sino que slo f-ciiitalr el cotttienzo de la elaboracin de teinas centrales de los clien-tes que podrian ser los puntos de arranque para la sotucin del pro-blema. i. En et curso uiterior del trabajo con los clientes no se debeverificar sino falsear la hiptesis elaborada en el anlisis del geno-grama, es decir, slo la considerlmos como plausible mientras no en-orrtru*o" pruebas contrarias' y hay,que buscarlas constantementeDaraouelahiptesisnoseconvieaenhipoteca.Enestabsquedai.;;;;;.u'"rr,.

    "obr" todo la dinmia dei narrar' o sea' la manera

    " .J*. 1os clietrtes elatan su historia' porque'en un primet nroman-to sta queda borrada por la esquematizacin artificial de su repre-sentaci; por' rnedio dil genograma. En la escucha del relato plan-teamos pregrntas .o*o , iqri.. introduce u 1 historia determinada'quin participa en narrarla y cmo lo hace? Sirven las histo:rias paratnratizar a la persona que las narra o para tematizar a toda la farni-ilri 'que .*t .r"t.*, d sentido e ncuentran representadas en lashistis y qu posibilidades de solucin insinan? Sobre qu T:;;;;;J".'naian historias aungu'estn al alcance de la mano?rs

    , , rr vcu*" t*.contibuciones bajo el titulo

  • La accin teraputica corno accin prot-esiooal

    A menudo se alega contra ste concepto que de hecho todo seria po-sible. El seor Kller de ntrestlo caso podra haber fenido, por ejeln-plo, una experiencia de vocacin religiosa y haberse retirado a unconvento. Esta eventualidad haria superfluas Ias reflexiones mencio-nadas y llos podralrlos haber ahorrado todo este trabajo ' Contra estemaleniendido corcretizador hay que decir que en un principio tto trosirteresa todo el l:rorizonte de posibilidades aleatorias, sino slo aque-llas clue corresponden a las reglas de la experiencia acerca de cmolas personas sueleu reaccionar en situaciones dadas>> (Weber 71988:269ss). En comparacin con dichas reacciones, la experiencia de lavocacin retigiosa tendria la categora de una posibilidad cualquierasobre la que no se podria decir nada desde l. base d la formacin dehiptesis, porque. en pricipio,

  • La terapia sistmica corro encuentro

    seos, lnapas geogdtficos, entrevistas con colegas y otros conocidos fa-miliari;doicon la regin etc. Lo ideal es, evidentetnente' qile los te-rop"!,tu. y asesores siitmicos nristnos estn integrados en la reginJJ tu q,r. p.orienen 1os clientes, aunqu no es urla condicin indis-p".r.ul". Lo que si consideamos in-rprescindible es,que las y los tera-peutas vivan olno ciudadanos bien informados>r (Schtz I 97 I a)' es".ir, qt e participen er la evolucin de su sociedpd y que estn dis-puesto; a interesarse por el mundo vivencial de sus clientes' nlostran-do para ste la curiosidad necesaria (a la que debe unirse' como ya llc-mos ,nercionado, tambin la capacidad de enrpata)' Parr decirlo de'lnnera muy concreta y tal vez incluso banal: ljlra excursiu domini-cal por el ,ll" .1" dot d" proviene^ por ejemplo,.la farnilia del caso co-,ll"rraudo, la propia vivencia de las circunstancias sociales y espaciu-les de ese paisajl, la escucha de las conversaciones en 1a mesa vecinaen la tabeira dll pueblo so.n experiencias que t'acilitan la lbrmacinde hiptesis. Con etlo se evita que sta se reduzca t la inieraccin ob-,"*bl. en el aqu y ahora de la conversacin eu la terapia'

    Vamosahacerurbalanceintermediodenuestraconcepcitrdela orientacin biogrfica en el trabajo teraputico;

    Las persona. io""n dentro de un nivel social, una regin' l.ristoriafamiliai y situacin generacional especficos y se caracterizan poruna dispsicin constitucional especifica' Su autonoma se muestraen el hecl-ro de que hacen algo con 1o que las circunstancias han heclrode ellos, pu.o rtlv.. a citaaa Sartre- Por tanto, la cuestin es cuntoespacio para posibles confignraciones encue'ntran las personas en su,io y q"e.tf"erzos hacen para llenar o ampliar este espacio'

    u"st.a .on".pcin del ser hutnatlo uo es conciliable con la con-""p"i, de nomralidad absoluta,

    que es tpica de Ia itnageu del scrh.rinauo orientada por el principio de heteronomia' Si en algn mo-mento hablamos d norma, s1o ia entendemos como norma relati-va)), cofl la que queretnos expresar que la tematizacin de cuestiones-de norrnalidad no significa que sea tarea de la terapia el nedir la des'viacin de una conducta de una nonna supr-resta como genefalmelrtevlida. Desde nuestra perspectiva, la tarea consiste' eu cambio' enelaborar lo que aparece coo atlec:uado con respecto a una biografiadeterminada dentro de un entomo preciso' Pero lo que consideramoscomo adecuado no est previamente dado colb atgo esttico' sino

    46

  • I-a accin ter'rputica conlo 'rccin profesionirl

    oue es el resultado de ull proces c\(\(\o de deliberaciI1 dentro del

    "rr,oar',o corresPOndientc'

    , H av q u e r e s p o n s a b i t i z a.',i, i;;,;!i ;" "' n

    "' 5 t a c' i o rt

    i ho'qun tratdrlos colo t

    cuandosesigue"T"::::*:".::"i::i*:f il".:"Jllt"#;:principio de autonoma'. "'i;'.1i;;;p"*'"onngu.or y anrpliar susirauaar con el sistema O:a:;;;;i;;i"rru.b".ion"' psicosociales o".priio, de accin.

    C9,tlt^,^--. en las que los espacios disponiblesenfermedadcs corno sittrrcrol, ""li"lii" s5f n sor'cdetermitrados.par:r construir configuractoncs

    "r" l-i"r*i."a6s. Ejemplos de infra-

    i,,ria d er erm i n a dos o e r r 1 t11 a;ie;#,fl ;::'':"13'".8,.,;' "" "s so n r adeterminacin dc espacros q t )!n.i"."ri""" iOu. la (.rnania),. de deter-

  • L-a terapia sistnrica como elcuentro

    cuentro entre el sisterna problmtico y el sistema teraputico' Va-;;;;;"1;;.. ahora nrs etalladamente esta concepci''' '.- ;r; se recordar' hemos descrito la vida htmana cono un pro-ceso que defininlos .o*o-iog'ua en sentido retrosl'rectivo y pl'os-pectivo. La terapia t''i"ttt o-'Ji pot tanto' e[ trabajo con ta biografia'cnrendida como curso pasado y futuro de la vida'

    Ahora bien. no existe "f -' tiug*n"' tal como Ia reconstrtryen

    los

    terapeutas para desarrolla' ""

    Ji"tOttito a partir de ella' que clasi-que el caso com proble'Jii"" E" t't o cual sentido llevando asi alas indicaciones para Ia t""iOt'

    '"tu"tica' En el 'i:.*" "t"lt*:-tlll:. "i".u.:" "on "1 g"nogruma'

    esbozado mu-t^Tb'' nos srrve paratomar la biografia de un tiit'"u ptouttmtico como explicacin cau-sal de la siruacin pt""t""l'inn Jto'it'lt la funcin de facilitar el co-rnienzo del proceso teraputico con la corstruccin de

    primeras hip-tesis estructurales' Si p";;;;; iu ut"io" teraputica bajo el ttulo de

  • La accin teaputic como accin profesional

    quemas de la familia qlle se h-ata de descrrbrir primero en el procesoteraputico, para poder desarrollar a partir de ellas posibilidades at-ternativas,

    En nuestra concepcitr, la biografia pasada tiene la doble cuali-dad del

  • La terapia sistnrica como encuentro

    clientes son capaces de desarrollar nuevas posibilidades de actua-cin, que en cornparacin con el estado anterior significan un progre-so en el sentido de la arnpliacirr de los espacios de rctuacin?

    Desarrollaremos este tema en dos puntos: l. Cuando hablamos decambios, nos referimos a aquellos cantbios que afectan el nivel cle lasreglas o de los esquernas de orientacin tpicos que los clientes re-producen a diario en sus actuaciones y construcciones de sentido. Unejernplo sencillo puede ilustrar esto: La crisis de una pareja no sepuede resolver cuando el rnarido ,se acostumbra a traer a su esposa unrarrro de flores de cada viaje de negocios. Los cambios se prodrrcenen el nivel bsico de la modificacin de esquemas de hbitos, ya seanesquemas cognitivos, que hay que volver a disear una y otra vez a lolargo del ciclo de Ia vida.ls esquernas ernocionales en la apreciacir'rde situaciones o esquemas de la orientacin espacial, por ejemplo" enla distibucin de una vivienda. 2. La idea de un cambio radical, deaigo nuevo que aparece de manera casi prometeicamente puriilcadode los residros de' pasado es de poca utilidad cn el proceso de una te-rapia de orientacirl sistmica. Si entendemos a los seres humanosconr seres histricos, hemos de aceptar qile stos no pueden apearsede su historia (como tampoco pueden hacerlo las sociedades), perotanrbin hernos de tener en cuerlta que su pasado no slo cofltieneproblemas, sino tarnbin recurses cara a la solucin de problemas.A nivel terico podell-ros definir esto colno la dirlctica entre deter-minacin (por la biografia dada) y emergencia (la aparicin de es-quemas nuevos)..8n palabras ms sencillas: (Mead 1969: 230).

    . Como ya hemos sealado, al nivel del mtodo disponemos dl na--.rrarhistorias y de la reescritura de las historias para esia rnanera de re-lacionar lo pasado con lo nuevo en el proceso teraputico. Otra posi-bilidad de desarrollar algo nuevo en el contexto de [o pasado consisteen elaborar con los clientes determinados rituales de transicin (Im-ber-Black e. a. 1993). Los rituales representan esquemas que en lasfarnilias definen,.en un nivel bsico y no interrogado, por ejemplo,

    .las atbuciones de roles, el trazado de lmites y la vigencia de re-

    18. Vase como ejernplo Rosmarie Welter-Enderlin 1992, especialmenle p. 166ss.

    50

  • La accin ter aputic.r co-no :rccin prottsionrrlglas (Imber-Black l99O: 237). Investigaciones de etnlogos mues_tra. que los riruales tienen trna signica.:in

    ..f"";ul .r"";;.;;;;;^de transiciones en el ciclo evourlvo d" i"1r;;;;.'y sistemas.socia,Ies, y qtre son hechos crlturales uniu..roi"i. C""1". "rii;;";";sus rituales de transicin, por ejemplo .n .t urrU.ui .,1tre la illfancia yla adultez. por eso parece cohreru.

    .rtitizo..it,rri., "r,

    ia accin te-rapLrtica. pucsto q,e tc trata, sobre todo, a" p.or.rtr". transcio,e..

    Para la orgarrizacn der proceso ,..rplJ,i.". ".ras

    refiexioncssobre la construccir1 de escenados f.tr.os ."ii."" que a los irrdi-viduos, las pare.jas y Ias familias s" r". u,.iUt[E'orilrlorr,io yj por ra-to, ul'ra responsabi t idacl por.su vida, por nruyiariadas que puedan pa_recer sus prcticas yivenciales. por eso, las icjeas de posibles canrbioso.incluso de soluciones acabadas no to, pr"a", dlsu.rollur y ((pres-cribir las y los terapeutas. sros.Oto or..e,,, lis condiciones rlemarco adecuadas, dentro de las cuales los clientes misrnos clebenasumir esta tarea. La atribucin tle autonorna ""-a"rp."na. a.-unprincipio teraputico bsico, que lirnita las intervenciones de ros tc-

    .rapeutas al trabajo de desarrr_llar junto corr los clientes nuevas pers-pectivas y posibilidurdes cle actuacin.

    El marcr ns.tifucionctltt el rnarco pet.sonal de los terapett*s

    .. ,-.,^Yi:.,i 1ata.r ahola el rema del marco social dentro del cual ge::.1":ltu la comprensin del caso por rnedio de.l encuentro. En ci

    -

    .servicio psiquitrico de rur 'ospital

    la fb'na d"l ;;;;;;.;;r;:;:., ::

    q:," en ta consulta privada, io mismo que los encuentros en el cur-l jl 1::1"" terapia Iarga. ofiecida po. ,..,., ""*i"ln f siquirico-social,.

    """;ljl lg,,l" del cncuenrr.o con ocasin de una criSjs rnomcnrner.\_\.rr uuasron oe una crrsls tnomentnea., 1a"1a, lo.rnismo que e l rerapeuta se ,e en fui .*i",".r-,inado elr su,capacdad de encuentro por el contexto social de la institucin en la. . trv Lr uurrs,{L(que rrabaja y pot.su propic siruacin bi

    ucl,:: j::::.."1

    ^"-"I]-extos sociales- (farni I ia, lugar de trabaj o, e rc. ) q ue,i,. definen su manera de pensar y de actuar. p.too

    """t"*,o'";r*::;:jt l1-y11::',,::--9: 1",'.]= explcira (corno en la terapia sistmica j oL^prrwrra \uurrle el la rerapla ststmica) oii llr-rpti"itr (como en la terapia psicanal tica). n" ioo, rnodos no set. los puede excluir, y por eso es ms coherente tematizar en cada casoit

  • t-a terpia sistelfii(:a como ecuelltro

    tambinsternarcosocialenVezdepartifdelaquimera.{eunen.."" entr terapeuta y paciente que pretende estar atificial lenteaislado del entorno social-

    En primer lugar consideramos el eje del encuentro desde la pers-pectiva de los terapeutas y pregultamos^cules son los marcos insti-tcionales, personI", y uigrfico-profesionales en los que se pro-ducen los encuentros.

    Histricalrrente'[ateoradelaaccinprofesionalporlaquenosorientamos se desarroll a partir de' ios clsicos profesionales libera-les. La realidad de la accin teraputica generalmente no correspondea este rnodelo. En Ia mayoria de los casos no fom:amos a terapetttasfamiliares que luego e;"icen su actividad en consultas privadas' sinoa mdicos, psictogos y asistentes sociales que trabajan en instittcio-nes de la Salud p,lUticu y que desean arnpliar tas posibilidades de stsconocimientos y d" ,.,

    ""aiOt' corno profesionales ' A catrsa de ello

    surgen una seri de problemas quc hay -que tener en cuenta en el n'o-f3 a" la accin proGsional y que se deben tematizar en la fomra-

    . ciu de terapeutas sistmicos' Eitos problemas sot: l Cuanclo losprofesionale's trabajan en instittrcion"' pot ejemplo' en clnicas' ainenudo no est claro quin es el cliente: el ingresado misrno' su ern-pleador, el seguro de enfer-edad o el hospital' Tambin hay queaclarar Ia c.uestin de si se espera del terapeuta que haga contt'olesabiertos o disimulados del cliente. Lo que importa es que los terapeu-tas tengan la posibilidad de observar ls contradiccions entre a)rudy contiol y q,le puedu, distinguir entre sus obligaciones fiente a los;lientes y *r,t"'u la instituciJn. 2' En las instituciones los controlesde la accio profesional muchas veces no se realizan dentro de Ia: frofesin, sino que los hacen instancias ajenas a ella' pof ejemplo'ia dministracin, un consejo de una fundacin que sostiene a la irs-titucin. etc. Mientras qr." io" terapeutas independientes pueden

    -ele-gir libremente tu

    ".",r"il t"*pe.,tica a la que quieren perteneer'e las

    institrlciones a menudo representan un campo dorninado por una e'cuela determinada y entonces no se admiten escuelas consideradas

    "o*o ao*p"tancia. La nranera en que los terapeutas organizan en es-

    19. Esto sto vals de msnera sstringida desdc que el Seguro Social sLo ar'm los cos-tEs de dos orient"ion"" tr-pti""I, a saber, el psicoanlisis y Ia terapia conductistr'

    52

  • La accin teraputica coro accil profesiol

    iLfas situaciones el encuentro con sus clientes no la deben justificarpoder que define unaiihte su couciertcia profesional, sino'ante un

    rjdeolo g a determi nada-i*l.i,El enc,lentro se produce. adems, entre dos bandos de personas,llos qtre uno, a saber. el de los terapeutas, se mantiene dentro de un

    ):rPero esto no significa que ls terapeutas slo traten los asuntos,ntro de la profesioiralidad. Aunque acte dentro de su rol. el te-peuta proflesional se comporta como un.se' ,rtauo en su trato con

    iente. EI psicoanlisis freudiano ha creado para esta situacin el:epto de contratran;ferencia, Como se sabe, inicialmente se con-

    r,Ia contratransf'erencia como un obstculo y slo posteriornrefl-I,eomo un recurso deniro de la accin teraputica. La concepcint*i"u del encntro con clientes dirige ia atencin al heco dee;:a raz de Ia experiencia de su biografia personal, los terapeutasrn sus imgenes propias de'individuos, parej as y familias que

    han conocido y qu, por tanto, guan su percepcin. Si se quiere:q!.e estas inrgenes se proyecten sobre los clientes, los tera-

    tas dcben tener una buera orientacin sobre su propia biografia.forme a nlestra concepcin del ser hfrmano, esta orientacin sebora en reflexiores durante la formacin.Errel campo sistmico y de la terapia familiar no hay una posi-]:,1wnime con respecto al trabaj con la propia histoia y la de lalilia-de origen de los terapeutas. Haley ( 1977: I86), por ejemplo,

    ,iidistanciamieilto caracterstiCo del psicoarrl i sis, considerabaa.dedicatin a la vida peronal de un candidat e fonnacinjss usual en el caso dc fomadores que no tienen ni idea de la en-

    nza teraputica. Ms tarde aadi (segn comunican.McDanieidau.Starton I 991 ; 46O) qu la tematizaein de la propia fari-g ogen durante Ia formacin podra Ilevar a acentuqr demasiadoateril de'la historia de la vida de loi clientes ienteaii.Lo proble-:ctuales-Pon otro lado, Bowen (1971-1972:531) dice de su experirrbia

    iabajo dedicado a la biografia familiar durnte la formacin,osrcandidatos en formacin rsaltan principalmente tres venta-r-ta terapia familiar se convierte en experieniia prctica cuandoswa,que funciona en la propia familia: 2. la experiencia con la

    familia permite comprender mejor a tas familias.c[ientes y en-53

  • La terapia sisllnica conla encuentro

    tablar una reiacin con elias; 3 ' Ia dedicacin a ta plopia t'amilia posi-

    ;i* l.u;;;; r^t i-'*iri^i clientes v avuda a evitar los errores que,"

    "o.o.n de la PioPia familia'

    Vatnos a perfrlar t""*t'" ptopit posicin con,respecto a la refle-xin sobre la propia i'i"totiu miriai tn la fomracin sisttnica'

    deli-

    mitndola fiente a ru' potiJo"Lt de Haley y de Bowerr' En e[ tiempo

    transcurrido desde sus ;;;;;;; la terpia s-istnrica ha ma(uradosuftcientemente para ""';;;;;;;; vn''tttt.d"ii-itacin

    a cualquier

    nrccio frente u ot'u' "="u"io-t

    tlno qt'" pt'"ae aprendet de stas en los

    ".o..,o, que se puederr t;;;;;;"; to togico de la terapia sistmica'

    i"1. "i"

    i^*ti;;;t" r^ "'-tiioit " la rflexin-

    sobre la propia po-

    sicin y su historia. q"";;;;;e ser historia faniliar en las fasesdecisivas de la tbrmacion J"la iaentidaA Podemos definir

    clararnen-

    te la diferencia entre io q'" hutttnot en la forn'racitr de los terapetl-tas sistmicos y [o que pit* trr J pti"oalisis cn general y en e1

    psi-

    coanlisis didctico' M:nir."as t'I ""-"i p"i""ansis el centro de la

    ateIcin Io constituy "tp"tiofl"n*

    la liistoria ^individual'

    en nucs'

    tra concepcin O* tt t"toiiu sisttnica t^" .t":i:i:"bre todo la dinri

    mica fanriliar erl.la histoia de la vida' Adems-' no podemos estar dc

    acuerdo con la polariz"i?"'o"" Haley estabtece entre el malerial

    histrico y los problenrli'"t"i"t' porlue nuesra concepcin de la

    ;i-;;.t;h;e too tt "'p""tro c1e iasado'

    presente v ftrturo'Por otro lado' en t"unio ' la posicin 9.:

    B":tn'a nuestro enten-der la dedicacin a la p;;jt-h;";;;familiar-no debe llevar a ve lapropia tlmilia ttat

    "ui"g*ias teraputicas'' a no ser que hr'rbieta ut.I

    lnotivo leraputicameti"i"'iit"ul; o*'-:ll"::.t decir que existierauna problemtica que reuiere de un apoyo profesional'

    Pelo eslo

    seria algo "o*plttorn"'n'

    d;;";; v' t'i tr"tt"iti"a' las dit-rcultadesoue se conocen de la il"pi?iallriii no-'" pt'"d"n trasladat simplc-errte a las familias clientes'

    El la tercera parte del libro rnostrarernos qLre en nuestra prctica

    de formacin, ru ""oni""i;;' " iu

    ttittotia fmiliar del ftlturo tera-

    peuta sirve pu.u t"*ot'iiu p"i*"u ateraPjl:.ta' Esto significrr qtte

    enfocarnos *..r *u'"tu Lliitiut' aquirida naluralmente dentrtr cle str

    historia famiriar, o" ;;fi;;; li"i,,i".pr"r". los esqucmas de inre-

    raccin .n,." pt"o''''t*it''i^":t "v'at iJ teraDeutc a rct-lL)..rpropia persona ., ,t iii';;;;;;;'""t distancia frente a

    ella r-

    54

  • La acci teraputica coro acci(r proiesional

    -que llega a conocer los propios puntos f'uees y dbiles tantbirl sedistanciar de 1a idea de que los terapeutas ror.r.,p...o.,r,a mejorcs)r.Considerar la clesde la perspectiva del

    terapeuta significa, por tatrto, una reflexin critica tarrto sobre el rnar-,.co institucional de la accin teraputica como sobre la biografia pri_ivada y cientfico-profesiona I del terapeuta.

    L EJE DEL SABER; LA IMPoRTANCIA DE LA FILoSoFiA-IcreNcle y LA TcNrcA EN EL pRocESourrco

    n este capitulo tratan-e(ros el tema muy abierto de la relacin en_rfa y prctica. Sin duda no resolverentos aqu este probler)1a.

    inos iinporta determinar 1". irs;;"" ;;; "rrr*^r.,ai,Cule s son loses,respectivos de la teora, la tcnica y la prctica en el procesoSutico'2 Qu concepciones filosficas y cientficas

  • La terapia sisttica colr]o elcuentro

    an se encuenfra en un estadio inicial- En cierlo tnodo esto ocurretarnbin ls adclante, cuando los terapeutas ya han adquirido un sa-ber y una experiencia o. en nuestra terminologa, cuando han avarlza-do ,., su foimaci* de hbito: tarr:bi' entolces cualquicr caso cle-bera ser problenratizado para controlar asi la ibrmacin de lap.oi""iOr-, traputica (Tellenbach 1987). El saber siemple "":1-:lmovimiento y el desarrollo de la rutina no slo tiene la consecuencrafositiva de ativiar el apremio de Ia accirr' sino talnbin la conse-t.,"r'r"ia negativa de que ya no sc percibe Io nuevo'lo Cada encuentrocon cliente-s nuevos y familias nuevas debera producirse en el cal-po de tensin entre 1 lluevo que trae esta iarrilia o esta pareja en sus'ingulari

  • La accir teratltica como accin prof'esional

    rcomplica[, en efecto, cuando se'confunde ste modeto teri-osr esquemas de orientacin cotidianos y atins cuando a4.-,los echa en la tnisma olla con los conceptos del' rnodelo del

    inacin de !a prctica por la teora esna concepcin de ia teoria de las cienciasii{,:.an corno prioritario el poder dominartnnos-

    ta la teora un saber cuyas consecencias prcticas deben quedar;rts? William B. Lederer describi este problema de ia siguienteleftAs / Wltlam E. l-ur sr t.tr,r- r-,r\r u!! yvvv''*

    Iera,'' Hoy personas qu pueden componer poemas taravillososi,que tienen dicultades en hablar de las reglas (ue siguen ai ha-;'Tambin hay personas que saben todo sobre las reglas segn:uales se colnponen poemas! pero rara ve escribeD un poellai. Cualquier teoria que se retiere a la terapia, s enctlentra anteilmo dillrnal esto i-ecta de manera especial a las orientacionesiiicas tradicionales que fueron desarrolladas -al contrario deiieour. como la psicoaalitic- en buena medida. 19: iTbi li-o. Con esto qireremos decir que e[ apoyo explcito de 1' tcra-si*i." en la teora general de sistemas' vigente en la tecrlo-

    v las ciencias naturales. tiene colno consecuetrcia uti gtado deLcin relativatnetrte alto de las conceptualizaciones; En otrasras. las concepciotles de la terapia sistrica irformatr muy bienel marco general

  • La terapia sistica como encuentro

    La idea de que la teoria se puede aplicar a la prctica lleva, sinembargo, u .r.tu^

    "o.,""p"in heiernoma de Ia prctica.22 sta slo

    conserva su autonoma si se mantiene a distancia con respecto a lateoria y si sta se abstiene de pretender influir en aqulia de rnaneradeterminante.

    Hasta aquf slo hernos definido lo que la teora no debe hacer, asaber, prescribir a ta prctica Io que ha de hacer o dejar de hacer.Tambin hemos advertido del peligro de rnezclar las descripcionestericas, las hiptesis teraputicas y las interpretaciones cotidianasde las acciones humanas. La teoria. ld prctica teraputica y la prcti-ca vivencial se sitan en niveles diferentes. Podemos describir estadiferencia de la siguiente marlera: Para una persona corriente los as-pectos problemticos de su prctica vivencial slo siguen siendo pre-ocupantes hasta que encuentra carninos de donrinar los problemascausados por su aituacin. Los cientficos, en catnbio' consideran loshecl'tos del tnttndo vivencial por principio como dignos de set inte-rrogados y extienden cada vez lns los horizontes de la explicacin'Los terapeutas, a su vez, no suelen conformarse con la superacin deun sfntoma que limita la autonoma de la prctica vivencial' sino quedescifran e1 iignifrcado qtle este slntoma tiene para la comprensinde s mismo del cliente y pam su relacin con el mundo. Pero limitaneste proceso al encargo teraputico que eonsiste en apoyar a los-clientes en la dominacin de su vida'

    Por eso los terapeutas se distinguen en su actitud, por. u lado, dela actitud cotidiana de las personas que tienden a abreviar la explica-cin de problemas cotidianos y a darla por concluida cuando se harestablecido la rutina. Po otro lado, se distinguen de ios cientficospara los que el mundo vivencial es problemtico por principio 2:l' D. todo ello, cieftamente, no se debera sacar la conclusin deque la teoria no tiene nacla que ver en absoluto con [a prctica' De he-.cho lrs ciencias han contribt,iclo en muchos mbitos de ta vidatio

    22. Un estribillo intntil ironi'a de natleraverificado / que Ia margRrina contiene grasa. /nes / un montr de rnargarina.23, Accrca dc la relacin erltre la intetptetacio cienlitlca yd.e la actuscin hrlmara vasc Schtz 1 9714: 3-54'

    58

    magnifica csta posicin: La ciencia l'por cso coln(-nlos cD todas las cxculsio_

    la comprensin cotidirll

  • La ccitr eraputica coriro accin pofesional

    slo al esc larecimierlto, sino tambin a la mejora de ias condiciones,de vida. Lo que hernos problernatizado es, ante todo, una relacin en-tre teoria y prctica qLre pone en peligr:o la autonoma de Ia prctica.i La cuestin que nos ocupa ahora es cules son las concepcionesadecuadas de [a reiacin el]tre teorr y prctica teraputica, que sonmprescindibles si no querelnos correr el riesgo de defender unarctica carente de teora, es decir una prctica, por decirlo as, sloimacida del vientre, pe1'o r1o de 1a cabeza.

    Para comenzar hay que subrayar que la capacidad de distanciarsele si mismo y de su situacin, cornportndose por.tanto de una rnane-'b terica en el sentido ms lato, fon.na pafte de. la constitucin bsi^

    del ser humano. Pero la distancia terica slo es una cosa; en lactica teraputicr se aade la capacidad de

    .juicio (Cadamer t 993 :1), con ayuda de la cual se establece la conexin ene el saber gene-I y la sitrracin especifica del caso. Este cornponente central de la:cin teraputica profesional no se puede dedueir de ninguna teora.! contrario, la capacidad dc

    _juicio incluye una

  • La terapia sistlnica como encuntro

    raputico detennina la eleccir.r de los lnedios (es decir' de las tc-

    "il".l v no al revs' Esto quiere decir tmbiu, que los teraputas

    leberan luchar para .o,,,"gui' la libertad de poder trabajar cotr tc-nicas diferentes segn et eia

  • La accin teraputica corno accin profesional

    ica, es decir, el hbito teraPutico, si es que algunos se han f,or-ado realntente una concepcin de 1'26

    Sl ""

    q"1.." terer xito en la prctica' es indifererte de qu con-iones cienthcas o tiloscas tno se sirve? Un observador agu-

    del campo de la teraPia sistnica que actualtnetlte se preserlta er-l,Variantes det cost*ciivisrno radical y del desconstructivismo' l1e-

    :la siguiente conclusin acerca de esta preS'unta:

    teoria y la pctica teraputicas estn totalmsnte irfrcdetenninadas lafrente la otra. L, prctica no es la prctica tle csta teora La teora no.ueqra de esta prctica. Las iunovaciones teraputicas supueslal'lcnte

    ,i" ;;". re su I t al s e r'. tan v asas 5 u,e p:d:l il'*Y11T:::j:: Y ::, :::!l n rtJ..""it.l tarnbin a fartii de otras teoras, ideologetnas o mitosl'iir..rr',

    "r', Fischcr, Rtzcr, Schweitzer 1992:78)'

    I continuacilr presentaremos nuestro proyecto de las bases te-:d"l- sube. v d la accin para fa terapia sistmica' Al hacerlo

    io. "uit"i en lo posible el

    error de buscar teoras. completa-huevas y mejorei para presentar como gran proYecto nue.vo eliu to, ili'or,rt-." ,''o1'"t''u'' (Fischer, Retzer' Schweitzer 1992)' irtte;atva consiste cn teller siempre prescllte la ' (Max Weber

    ' t988: 206) y' por tanto, la necesidad de revi-

    Instante dc las concepciones terica' D1j.a.mo la discusin in-los que la tienen como prof'esin: los filsoibs'' Nosotros' en,noi a"eguramos de las bases tericas de. nuetra accin te- v exalnamos cost{ntenlente y desde distintas prspecti-ibas nuestra prctica. Con este propsito no centramos

    -enrpectivai tericas que estn en un relacin de altnidadIt que consideranos el hbito teraputicg adecuado

    e aadir quc la partisipacin n el baile de moda dc las teoras y tcnicasreconociieuto pblico qrrc lo pacicrite profundizacin arresrnal cn as

    s sistrr-ricas.

    61

  • L{r terapia sistmicl como encucntro

    Las aJinidades eleclit,as de nuestra prctica teraputica>. L:cuestin de las afinidades eleciivas pareca as contestada de antema-no: Los enfbques sistmicos nos sirven de base para la comprensir:en el campo teraputico.

    Peo las apariencias engaan cuando se toma e'l concepto siste-nla en serrtido literal, hablando de para referirse a pare-jas, t'amilias, etc. Para nosotros el

  • l_a accin lerantica como rcci profesional

    cbntexto de un inters creciente por ((la)) farnitia (Bemal e ysern86). La denorinacin terapia farnilia> reilejaba esta lilitacin.

    n nuestras informaciones, el concepto de ((terapia sistrnicabrse introdujo en los aos setenta, cuando los investigadores y te-

    utas se dieron cuenta de que la Iimitacin al rnbito de la farniliapbda abarcar Ia complejidad de los problemas humanos y que im-ilia la mirada al contexto sociocultural y poltico.

    ambin se puede explicar a partir de la historia por qu no exis-dl)) concepto de sistema. Segn la descripcin cle Sluzki ( 19S5),

    ltrna perspectiva general de la evolucin de la ciberntica y laa general de sistemas, que reproducirernos zrqu, esta evolucinodujo a saltos. De manera an ms discorrtintra y, en consecuen-

    l;inrs problemtica se llev a cabo la tansferencia del pensamien-tistmico a las ciencias humanas y a [a terapia. Entre los rerapeu-\lsurgi el desconciefio debido a la conlusin de distintos nivelesibstraccin, qte eran caracteristicos de los nrbitos introdr,rcidos,itbin a causa de l cuestin. generalmente no aclarada, de si losirerosos conceptos de Ias ciencias naturales se usaban err el signi-!do que les corresponda en sica, quirnica y biologia o bien en un

    do,metafrico.'los frltimos tiempos se observa una cierta polarizacin en las

    as sistmicas y tambin en su transferencia a [a prctica, que estnrprendida en los conceptos de primera y segunda revoluc in ci-fitica (Hoffinan i 982) o bien

  • La terapia sisimica como encuentro

    Ciberntict(la trueva>>

    le segundo ordencibemtica)

    pueden ,fianlener los sistenlas(honreostasis)l

    - una segunda ((ola)) se centraen 1a pregunta de cmo lossistenas canbian sttorganizacitr ( norlb gnesis ) :

    -

    incluye la situacin delobservador en la con,strucciittde Ia realidad observable (Y scocupa. entre otras cosas' de lacuestin de cmo se adquiercel conocimiento).

    En una disciplina tan joven ' colno la terapia sistmica no sc".,4L'",itrt que la aparente

    superacin de la pritnera por la segunclan""'-,I-

    ^,^- cibertica llevara a ciertas escisiones. lo que se aglt-(

  • La acsir teraputica como accin prot'esional

    eComo ya hertros mencionado, e[ ns reciente que selmado a esta serie es el desconstructivismo' En la disctsin fi-ca se designa con esta palabra el

  • La terapia sistmica como encuentro

    posibles significaciones de sntomas, entendidos corno pretensiot.rescodificadas que hasta el montento no se han podido expresar de orramanera; b) por medio de la oferta de maneras alternativas de vel. losproblemas; c) por rnedio de pasos concretos, o sea, de cambios en laconducta cotidiana sobre la base de ensayo y eror. E1 objetivo cieeste desarrollo conjunto de clientes y terapeutas es encontrar rnadescripcin del problema que pueda abrir nuevos espacios librespara e1 conocimiento y la accin. En el lado del terapeuta. esto inclLr-ye un dominio del lenguaje verbal y no verbal.

    4. Los terapeutas participan activamente en el proceso terapLiti-co y no se comportan como expertos externos. Et.r su accir-r prolesio-nal son en gran medida responsables del proceso teraputico, sore-tindolo continuamente a reflexin. Las srrposiciones teraputicassobre los problemas de los clientes son hiptesis que resultan de Lrtili-dad hasta el momento en que se ha elaboraclo tal vez trna altenlati-va ms adecuada. La condicin para ello es una posicin escpticacon respecto a todas las teoras y [a renuncia a cualquier fervor nri-sionero.

    5. La concepcin del ser humano corno persona que actta dc rna-nera fesponsable y que puede configurar su entorno (aunque el gradoparticular de libertad pueda ser individualmente muy variable). con-duce a un modelo de terapia, en el que los participarites scln aetoresactivos que determinan e[ proceso teraputico por igual y con el nris-mo grado de responsabilidad. Las pretensiones y expectrtivas te-raprrticas de ambos lados se discuten abiertamente. Esto se ref ieretambin a las expectativas de terceros, por ejemplo, de los derivado-res, ils como las del contexto institucional de la terapia. Esta posi-cin corresponde a una utopa democrtica de la convivencia hr,una-na que nos gua no slo como terapeutas, sino tambin comociuddanos responsables en nuesta sociedad. Nos preserva de abu-sar de la terapia como instancia de control al servicio de interesesajenos a ella.

    6. Cuando la comprensin diferenciada del caso y el desanollode.nuevas posibilidades estn estrechamente relacionados, Ia tarea s,ecentra ms en los recursos que en los dficts de la prctica vivencial'De ello resulta tambin un distanciamiento con respecto a losdiagnsticos mdicos y psicolgicos tradicionales. Nuestra orietita-

    66

  • La ccin terrpurica como accin profsionrl

    tpor los reclrrsos siempre incluye tambin unas posibilidades dedel alcance de los individr-ros y de la fa_recursos de las administraciones regio_

    yo que predan estar fueraa (apda de los vecinos o!:partir de estos_ enunciados, que son centrales para nosotros, losrdidos en cienciaq y filosofia constatarn f;icilmente que bajo el.bisistmico>) aqu

    _se resumen una serie de aspectos que tam_ise podrjan subordinar bajo conceptos de oira procedencia

    fica o losfica. Tambin en este punto se muestra claramenteca precisin disrintiva con la que houa precrsron orsuntrva con la que hoy en dia se usa el conceplo

    rrdaj e histrico-biogrfico es centraI tanto para la medicinaolgica (en el_selrtido de Viktor von Weizcker) como para

    nlisis. existencial ( Binswanger. Blankenburg).itgnder los mundos familiares como mundos e sentido y la con_pcin de que sus integrantes construyen en comrn ra realiclad cretos mundos,es ,no po1i"lrl caracterstica de una sociologa que,..rinspira en.la fenomenologia de Htrsserl (Schtz 21960, 191, 1a.:rger y Luckrnann 1970, Crathoff l9g9).idea de que los sistemas humanos estn estructLlraclos, que su es_:itua.es dinrnica y que se genera por rnedio cle procesos de re-duccin y transformacin, forma parte cie la doctrina ciel estruc-qlrsmo fianc_s en torno a Lvi_Strauss. Idas comparableslrrro rrance_s en torno a Lvi_Strauss. Idas comparables

    rntramos en la psicologa de [a Cestalt (Khter, Koffka) y enclones que combinan fenon-renologa, psicologia de la Gestalt yicturalislno (Merleau-ponty) y que e;un ptente que en lauurufarrsno 1 .lvlertea u_ ponty) y que dejan patente que en la

    rprensin de la accin humana no se trata meramente del qu,! sobre todo del cmo de su manera de organizarse.

    Qrend.er la realidad a partir de sus posiLrili

  • LJLa terapia sistrnics coo enctrentro

    que hay que avanzar: no hay que dar ns imPortancia n lo real que

    a lo posible" -- ^.....o ensea que la accin humana esti orga-

    . El pragmatismo amencano,"i'"^:::'::^",;;;,;; ""

    aotica a ta accinniiada e manera procesual v que"esto t3Tltl-t-:;Ji:''";;li."ff;;";; t;u

    'ariante sociolgica del interacct(

    tC. U. Mead' A' Strauss\t"iiT ;;.'t;;;; tub''utJ*' sus diferencias' todas

    estas posrcrones

    denen en comn "'u "o""Ji"-i*

    tt tt' htt*"tto que e puede resu-mir de esta manera:

    Laresponsab*rd"9-ry:l::y':;i,:'"3.?:H::",#Siili""i[[:; [ilfd:'i1","?]iil;;; ractiure' por un rado' v' por er otro' a rade estar a la merced de

    '"t i'rit""i""t*' enietto asi el espacio de la ac-

    ;;;; ;;;.ma del individuo> (Rotthaus 1989: l3)