Upload
david-wapner
View
11
Download
0
Embed Size (px)
DESCRIPTION
Rock y Hienas, columna de David Wapner para The Clinic (8-10-2'015
Citation preview
7/17/2019 Wapner the Clinic 615
http://slidepdf.com/reader/full/wapner-the-clinic-615 1/1
27SABÍA USTED QUE: ... LAS IGLESIAS TIENEN CIELO FALSO.
1Llega una hiena piel y huesos a probar
suerte en el contenedor de basura don-de se juntan los gatos, pero que también visitan zorros y chacales. Vino desde el wadi, el lecho seco del río que conectados desiertos, el Neguev y Judea, y bajaa Sodoma, en el Mar Muerto. Tambiénhay puercoespines allí, pero de ellos lle-gan cada tanto algunas púas que un ami-go sudanés se acomodaba en el cabello.
Un chacal, en especial, acostumbra
aullar en el jardín de mi edificio, y callacuando mi perra ladra.
Se trata de un momento de la histo-ria en que Arad, ciudad en la que vivo,ex modelo de la arquitectura socialista,ex capital del rock israelí, retrocede detal modo que sus primitivos habitan-tes, puestos bien lejos en la imagina-ción de los pioneros, vuelven a entraren contacto, desvalidos y en estado deconfusión. Perros de Canaán, sus pri-mos hermanos y segundos, regresan aArad en busca de basura. No siempreencuentran, la competencia es mucha.Aquí reina el cuervo, y ahora se agregó
la urraca. Poco queda de la vieja prome-sa de la felicidad socialista, en su ver-sión sionista, pero los socialistas carganen sus espaldas buena parte de estefracaso: por su impulso se llevaron acabo políticas de ocupación militar, ex-clusión, redistribución de poblaciones.
Ahora que están en retirada, su espa-cio es ocupado por familias de la sectajasídica Gur que se multiplican día a día.Van en bandadas, hombres solos de ne-gro con sombrero, o con familia, mujeresde negro y peluca con proles que a vecesllega a la docena. Compran propiedadesa un ritmo de decenas por semana, yasí van ocupando los agujeros que los
sionistas socialistas van dejando en suhuida. Dice nuestra vecina Marta que
barrios como Jalamish, en donde ella vive, planificados para facilitar la vida encomunidad, monobloques entre grandesespacios públicos, con pequeños balco-nes para la familia obrera (porque todoobrero merecía un balcón), son los pre-feridos de esta secta ultraortodoxa: tam-bién el estalinismo es una ultaortodoxia, y la comunidad es el eje del judaísmo ex-
tremo. Fuera de la comunidad de la pro-pia grey, nada. Por esa causa, el chacal, lahiena, el perro de Canaán, se van consu-miendo: cada vez hay menos comida yagua en los tachos de basura.
2Miri Reguev, la ministra de Cultura y
Deportes, ha decidido dejar de alimentara los artistas de izquierda, a aquellos quedenuesten los valores del sionismo y laocupación, a los que apoyen el boicotinternacional a los productos industria-les israelíes producidos en los territoriosocupados y a sus universidades. ¿Qué secreían, zurdos, dice, que ustedes eran los
dueños de la cultura? A todo aquel quese niegue a montar su espectáculo de
música o teatro en las colonias judías enCisjordania se le retirará la comida y elagua, y serán abandonados a su destino,esto es, el desierto.
Nada raro, el desierto es el lugar ver-dadero en donde está asentado este país.Camuflado, sí, bajo una escenografíaque incluye ciudades, instituciones, tec-nología, espectáculo. Pero, si se rasca un
poquito, si se deja de regar un minuto,enseguida asoma la arena, el escorpión,la aguja de puercoespín.
3El rock israelí es un ejemplo de alucina-
ción del desierto. Nacido entre soldados yfomentado desde las bandas del ejército,la armada y la fuerza aérea, nunca fue ca-paz, en consecuencia, de generar concien-cia antibélica, de organizar woodstocks contra la ocupación. Un rock de grantécnica, grandes intérpretes, buena droga,pero estéril. Sus mejores creadores, bri-llantes, fueron dos. El primero, ShmulikKrauss, murió en 2013 de gripe porcina.
Preso varias veces por actos de violencia,uno de sus mejores álbumes es “El Esta-
do contra Shmulik Krauss". El segundo,Meir Ariel, falleció en 1998 a causa deuna fiebre causada por picadura de unagarrapata, parásito en ovejas. Había escri-to, entre otros antihimnos, “Jerusalén deHierro”, en respuesta al “Jerusalén de Oro”,segundo himno de Israel, compuesto porNami Shemer (1930-2004) en honor a laconquista de Jerusalén Oriental durantela Guerra de los Seis Días. La propia She-mer confesó en su lecho de muerte que
había copiado la música de su obra másfamosa de una canción popular vasca quecantaba Paco Ibáñez, y que esa culpa lahabía torturado toda la vida.
4Arad organizaba el festival de rock
más importante de Israel, y así fue, hastaque en la edición de 1995, el 18 de julio,una tribuna se vino abajo durante el re-cital de la banda Mashina. Tres jóvenesmurieron y decenas quedaron heridos,entre ellos, el propio festival, que entróen eclipse, y con él, la propia ciudad. Tras varios intentos de revivirlo en diversos
formatos, hace mes y medio resurgiócomo superproducción: cuatro días conlos mejores músicos y bandas, con elauspicio y el dinero del ministerio deCultura, a cargo de Miri Regev. Cuandolos artistas se portan bien, parecía serque decía la ministra, yo les doy de co-mer, que queden saciados, y que conta-gien su saciedad al público.
5En tanto, en Israel viven aún, pero
nadie los ve porque se escabullen, tresejemplares de pantera. También, haceun par de años, un beduino encontróen un paraje caca de un león que, de
existir, es tan furtivo que ni siquiera sehizo leyenda.
Rock yhienasPOR DAVID WAPNER, DESDE ARAD, ISRAEL
Arad, ciudad en la que vivo, ex modelode la arquitectura socialista, ex capitaldel rock israelí, retrocede de tal modoque sus primitivos habitantes vuelvena entrar en contacto, desvalidos yen confusión. Perros de Canaán,sus primos hermanos y segundos,regresan en busca de basura.