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1 Llega una hiena piel y huesos a probar suerte en el contenedor de basura don- de se juntan los gatos, pero que también  visitan zorros y cha cale s. Vi no desde el  wad i, el lech o seco del río que conec ta dos desiertos, el Neguev y Judea, y baja a Sodoma, en el Mar Muerto. También hay puercoespines allí, pero de ellos lle- gan cada tanto algunas púas que un ami- go sudanés se acomodaba en el cabello. Un chacal, en especial, acostumbra aullar en el jardín de mi edicio, y calla cuando mi perra ladra. Se trata de un momento de la histo- ria en que Arad, ciudad en la que vivo, ex modelo de la arquitectura socialista, ex capital del rock israelí, retrocede de tal modo que sus primitivos habitan- tes, puestos bien lejos en la imagina- ción de los pioneros, vuelven a entrar en contacto, desvalidos y en estado de confusión. Perros de Canaán, sus pri- mos hermanos y segundos, regresan a Arad en busca de basura. No siempre encuentran, la competencia es mucha. Aquí reina el cuervo, y ahora se agregó la urraca. Poco queda de la vieja prome- sa de la felicidad socialista, en su ver- sión sionista, pero los socialistas cargan en sus espaldas buena parte de este fracaso: por su impulso se llevaron a cabo políticas de ocupación militar, ex- clusión, redistribución de poblaciones. Ahora que están en retirada, su espa- cio es ocupado por familias de la secta jasídica Gur que se multiplican día a día. Van en bandadas, hombres solos de ne- gro con sombrero, o con familia, mujeres barrios como Jalamish, en donde ella  vive, plan ica dos para facilitar la vida en comunidad, monobloque s entre grandes espacios públicos, con pequeños balco- nes para la familia obrera (porque todo obrero merecía un balcón), son los pre- feridos de esta secta ultraortodoxa: tam- bién el estalinismo es una ultaortodoxia,  y la comu nida d e s el eje del juda ísmo ex- tremo. Fuera de la comunidad de la pro- pia grey, nada. Por esa causa, el chacal, la hiena, el perro de Canaán, se van consu- miendo: cada vez hay menos comida y agua en los tachos de basura. 2 Miri Reguev, la ministra de Cultura y Deportes, ha decidido dejar de alimentar a los artistas de izquierda, a aquellos que denuesten los valores del sionismo y la ocupación, a los que apoyen el boicot música o teatro en las colonias judías en Cisjordania se le retirará la comida y el agua, y serán abandonados a su destino, esto es, el desierto. Nada raro, el desierto es el lugar ver- dadero en donde está asentado este país. Camuado, sí, bajo una escenografía que incluye ciudades, instituciones, tec- nología, espectáculo. Pero, si se rasca un poquito, si se deja de regar un minuto, enseguida asoma la arena, el escorpión, la aguja de puercoespín. 3 El rock israelí es un ejemplo de alucina- ción del desierto. Nacido entre soldados y fomentado desde las bandas del ejército, la armada y la fuerza aérea, nunca fue ca- paz, en consecuencia, de generar concien- cia antibélica, de organizar woodstocks  contra la ocupación. Un rock de gran do contra Shmulik Krauss". El segundo, Meir Ariel, falleció en 1998 a causa de una ebre causada por picadura de una garrapata, parásito en ovejas. Había escri- to, entre otros antihimnos, “Jerusalén de Hierro”, en respuesta al “Jerusalén de Oro”, segundo himno de Israel, compuesto por Nami Shemer (1930-2004) en honor a la conquista de Jerusalén Oriental durante la Guerra de los Seis Días. La propia She- mer confesó en su lecho de muerte que había copiado la música de su obra más famosa de una canción popular vasca que cantaba Paco Ibáñez, y que esa culpa la había torturado toda la vida. 4 Arad organizaba el festival de rock más importante de Israel, y así fue, hasta que en la edición de 1995, el 18 de julio, una tribuna se vino abajo durante el re- cital de la banda Mashina. Tres jóvenes murieron y decenas quedaron heridos, entre ellos, el propio festival, que entró en eclipse, y con él, la propia ciudad. Tras  var ios intent os de reviv irlo en diverso s formatos, hace mes y medio resurgió como superproducción: cuatro días con los mejores músicos y bandas, con el auspicio y el dinero del ministerio de Cultura, a cargo de Miri Regev. Cuando los artistas se portan bien, parecía ser que decía la ministra, yo les doy de co- mer, que queden saciados, y que conta- gien su saciedad al público. 5 En tanto, en Israel viven aún, pero Rock y hienas POR DAVID WAPNER, DESDE ARAD, ISRAEL Arad, ciudad en la que vivo, ex modelo de la arquitectura socialista, ex capital del rock israelí, retrocede de tal modo que sus primitivos habitantes vuelven a entrar en contacto, desvalidos y en confusión. Perros de Canaán, sus primos hermanos y segundos, regresan en busca de basura.

Wapner the Clinic 615

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Rock y Hienas, columna de David Wapner para The Clinic (8-10-2'015

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7/17/2019 Wapner the Clinic 615

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27SABÍA USTED QUE: ... LAS IGLESIAS TIENEN CIELO FALSO.

1Llega una hiena piel y huesos a probar

suerte en el contenedor de basura don-de se juntan los gatos, pero que también visitan zorros y chacales. Vino desde el wadi, el lecho seco del río que conectados desiertos, el Neguev y Judea, y bajaa Sodoma, en el Mar Muerto. Tambiénhay puercoespines allí, pero de ellos lle-gan cada tanto algunas púas que un ami-go sudanés se acomodaba en el cabello.

Un chacal, en especial, acostumbra

aullar en el jardín de mi edificio, y callacuando mi perra ladra.

Se trata de un momento de la histo-ria en que Arad, ciudad en la que vivo,ex modelo de la arquitectura socialista,ex capital del rock israelí, retrocede detal modo que sus primitivos habitan-tes, puestos bien lejos en la imagina-ción de los pioneros, vuelven a entraren contacto, desvalidos y en estado deconfusión. Perros de Canaán, sus pri-mos hermanos y segundos, regresan aArad en busca de basura. No siempreencuentran, la competencia es mucha.Aquí reina el cuervo, y ahora se agregó

la urraca. Poco queda de la vieja prome-sa de la felicidad socialista, en su ver-sión sionista, pero los socialistas carganen sus espaldas buena parte de estefracaso: por su impulso se llevaron acabo políticas de ocupación militar, ex-clusión, redistribución de poblaciones.

Ahora que están en retirada, su espa-cio es ocupado por familias de la sectajasídica Gur que se multiplican día a día.Van en bandadas, hombres solos de ne-gro con sombrero, o con familia, mujeresde negro y peluca con proles que a vecesllega a la docena. Compran propiedadesa un ritmo de decenas por semana, yasí van ocupando los agujeros que los

sionistas socialistas van dejando en suhuida. Dice nuestra vecina Marta que

barrios como Jalamish, en donde ella vive, planificados para facilitar la vida encomunidad, monobloques entre grandesespacios públicos, con pequeños balco-nes para la familia obrera (porque todoobrero merecía un balcón), son los pre-feridos de esta secta ultraortodoxa: tam-bién el estalinismo es una ultaortodoxia, y la comunidad es el eje del judaísmo ex-

tremo. Fuera de la comunidad de la pro-pia grey, nada. Por esa causa, el chacal, lahiena, el perro de Canaán, se van consu-miendo: cada vez hay menos comida yagua en los tachos de basura.

2Miri Reguev, la ministra de Cultura y

Deportes, ha decidido dejar de alimentara los artistas de izquierda, a aquellos quedenuesten los valores del sionismo y laocupación, a los que apoyen el boicotinternacional a los productos industria-les israelíes producidos en los territoriosocupados y a sus universidades. ¿Qué secreían, zurdos, dice, que ustedes eran los

dueños de la cultura? A todo aquel quese niegue a montar su espectáculo de

música o teatro en las colonias judías enCisjordania se le retirará la comida y elagua, y serán abandonados a su destino,esto es, el desierto.

Nada raro, el desierto es el lugar ver-dadero en donde está asentado este país.Camuflado, sí, bajo una escenografíaque incluye ciudades, instituciones, tec-nología, espectáculo. Pero, si se rasca un

poquito, si se deja de regar un minuto,enseguida asoma la arena, el escorpión,la aguja de puercoespín.

3El rock israelí es un ejemplo de alucina-

ción del desierto. Nacido entre soldados yfomentado desde las bandas del ejército,la armada y la fuerza aérea, nunca fue ca-paz, en consecuencia, de generar concien-cia antibélica, de organizar woodstocks  contra la ocupación. Un rock de grantécnica, grandes intérpretes, buena droga,pero estéril. Sus mejores creadores, bri-llantes, fueron dos. El primero, ShmulikKrauss, murió en 2013 de gripe porcina.

Preso varias veces por actos de violencia,uno de sus mejores álbumes es “El Esta-

do contra Shmulik Krauss". El segundo,Meir Ariel, falleció en 1998 a causa deuna fiebre causada por picadura de unagarrapata, parásito en ovejas. Había escri-to, entre otros antihimnos, “Jerusalén deHierro”, en respuesta al “Jerusalén de Oro”,segundo himno de Israel, compuesto porNami Shemer (1930-2004) en honor a laconquista de Jerusalén Oriental durantela Guerra de los Seis Días. La propia She-mer confesó en su lecho de muerte que

había copiado la música de su obra másfamosa de una canción popular vasca quecantaba Paco Ibáñez, y que esa culpa lahabía torturado toda la vida.

4Arad organizaba el festival de rock

más importante de Israel, y así fue, hastaque en la edición de 1995, el 18 de julio,una tribuna se vino abajo durante el re-cital de la banda Mashina. Tres jóvenesmurieron y decenas quedaron heridos,entre ellos, el propio festival, que entróen eclipse, y con él, la propia ciudad. Tras varios intentos de revivirlo en diversos

formatos, hace mes y medio resurgiócomo superproducción: cuatro días conlos mejores músicos y bandas, con elauspicio y el dinero del ministerio deCultura, a cargo de Miri Regev. Cuandolos artistas se portan bien, parecía serque decía la ministra, yo les doy de co-mer, que queden saciados, y que conta-gien su saciedad al público.

5En tanto, en Israel viven aún, pero

nadie los ve porque se escabullen, tresejemplares de pantera. También, haceun par de años, un beduino encontróen un paraje caca de un león que, de

existir, es tan furtivo que ni siquiera sehizo leyenda.

Rock yhienasPOR DAVID WAPNER, DESDE ARAD, ISRAEL

Arad, ciudad en la que vivo, ex modelode la arquitectura socialista, ex capitaldel rock israelí, retrocede de tal modoque sus primitivos habitantes vuelvena entrar en contacto, desvalidos yen confusión. Perros de Canaán,sus primos hermanos y segundos,regresan en busca de basura.