Y los bendijo dios: Clase 20

Una carrera para ejercer todos los día

Tema: Un apellido en común

y más tiempo juntos para disfrutar

En este último tema haremos una rápida revisión de los

cambios que se han producido en el concepto de familia y de

las modalidades de relación que pueden darse. Recuerden

que en nuestra época lo del apellido como vínculo para

definir a la familia pasó a ser un elemento de menor

importancia.

Las familias gozan de inmensas fortalezas: padres y madres que dan grandes muestras de interés y de preocupación por sus hijos toda la vida, cuya capacidad de solidaridad es inagotable y, mientras los hijos crecen, suspiran esperando el momento en que regresarán con las familias que formaron, y cuando lo hacen, se toman en serio su papel de abuelos, transmitiendo a esa tercera generación la importancia de los vínculos familiares.

Un apellido en común

y más tiempo juntos para disfrutar

La noción de familia se transformó de una

manera fundamental en la segunda mitad del siglo

XX y afectó a todos los países del mundo

occidental. La unidad tradicional

llamada familia nuclear, compuesta por un

hombre, y una mujer y sus hijos ha pasado ha ser

un componente más dentro de una estructura

compleja que comprende: No podemos decir que tenemos una familia plenamente feliz, si Dios no es

el centro de ella (lea Sal.127:1).

1. La familia extensa: Al seguir la línea de descendencia, incluye a personas de varias

generaciones como abuelos, hijos, nietos y tíos.

2. Familias monoparentales: Constituidas por un o una madre sin pareja y que vive con al menos

un hijo.

3. Familias reconstituidas: Como consecuencia de la separación o de la muerte de uno de

los cónyuges, el otro rehace nuevamente su relación con otra persona y, eventualmente, con los hijos de uno

o de ambos.

4. Familia de madre soltera: Una mujer asume sola la crianza de sus hijos.

5. Familia de padres separados: El hombre y la mujer ya no son pareja, pero siguen cumpliendo con la responsabilidad y el papel de padres. No conviven con otras personas en calidad de pareja.

6. Familias transgeneracionales: Son aquellas en las que los abuelos quedan a cargo, y a veces durante muchos años, de la crianza de sus nietos.

7. La familia gay: En algunos países, personas del mismo sexo pueden casarse, tener y/o adoptar hijos, por lo que adquieren rango de familia.

Recuerde que la familia constituida por Dios en el Edén estaba formada por un hombre y una mujer (lea Gén.1:27,28), además el matrimonio es indisoluble (lea Rom.7:2,3).

Los vínculos afectivos que existen entre los

miembros, que se asocian de manera directa al tiempo compartido. Este tiempo tiene dos

dimensiones: cantidad y calidad, las cuales

deben estar equilibradas. Veamos

las combinaciones posible:

• Alta cantidad pero baja calidad: Se puede pasar mucho tiempo con la familia sin interactuar con ella o en interacciones desagradables (peleas, conflictos), por lo que la calidad es baja. Esta forma de compartir produce deseos de huir, pues se trata de una situación básicamente adversa.

Si ya no es un apellido, ¿qué define

a una familia?

Baja cantidad y alta calidad:

Es reconfortante y agradable, pero cuando la cantidad es

muy baja, genera

frustración.

• Baja cantidad y baja calidad: Es el peor escenario posible, sin embargo, puede ser mejor que el primero. Por lo menos la «tortura» no dura demasiado. Este patrón se perpetúa así mismo, pues el tiempo reducido no permite introducir cambios y la baja calidad desencadena el deseo de acortar al máximo la situación.

• Alta cantidad y alta calidad: Es el ideal, pero en las condiciones de vida contemporáneos es poco realista. Además, los adolescentes consideran que una parte de su identidad se define en términos de las posibilidades de tener actividades en las que la familia no esté involucrada. Esto creará entonces un desafío de creatividad para los padres.

Aquí entramos en el reino de la

subjetividad, pues no hay criterios

específicos que respondan

interrogantes como: ¿Dos horas diarias de

tiempo compartido en familia es mucho o

poco? ¿Cómo medir la baja o la alta calidad de

ese tiempo?

• En realidad, resulta muy difícil contestar esas preguntas, utilizando un solo parámetro, y no necesitamos mediciones en el sentido estricto de la palabra.

• Quizás los siguientes interrogantes ayuden a clarificar la situación de padres y madres, lo cual puede enriquecer el tiempo compartido:

¿Qué significan los términos alta y baja cantidad, alta y baja calidad?

1. A cuántos eventos culturales, académicos o deportivos del colegio de sus hijos asiste cada año?

2. ¿Ven juntos televisión?3. ¿Salen a hacer compras juntos?4. ¿van a ver una buena película juntos?5. ¿A cuantos eventos culturales, académicos o deportivos, que

no tienen que ver con el colegio asiste con su familia cada año?

6. ¿Con qué frecuencia acude a eventos religiosos con su familia?

7. ¿Usted y su familia realizan juntos tareas del hogar como cocinar, limpiar y arreglar el jardín?

8. ¿Se sienta a hablar con sus hijos sobre cualquier cosa?9. ¿Comen juntos por lo menos una vez al día?10. ¿Se siente satisfecho de las conversaciones que tiene con sus

hijos?

11. ¿Sus hijos le han hecho reproches sobre el poco tiempo que pasa con ellos?12. ¿Qué tanto considera que conoce a sus hijos?13. ¿Piensa que su familia es feliz?14. ¿Cuándo conversa con sus hijos ¿todos quedan satisfechos?15. ¿El contacto entre usted y sus hijos es afectuoso?16. ¿Es respetuoso?17. ¿Cree que a sus hijos les gusta pasar tiempo con usted?18. ¿Se ha sentido culpable por compartir poco tiempo con ellos?19. ¿Su pareja le hace reclamos por eso?20. ¿Pasa con sus hijos el tiempo suficiente para enterarse de las cosas importantes sobre ellos?

Recuerda el titulo del tema: «un apellido en común...y más tiempo juntos para

compartir»

La familia latina

La familia latina en general, y Colombia en particular, tienen ciertos defectos si se comparan

con la de otras latitudes. Por ejemplo, los padres a veces son

muy posesivos con sus hijas y las madres entrometidas en las vidas de sus hijos adultos, opinando de

cosas que nadie les ha preguntado y cambiando de lugar los objetos

de sus casas.

• Pero gozan de unas inmensas fortalezas: padres y madres que dan grandes muestras de interés y de preocupación por sus hijos durante toda la vida, cuya capacidad de solidaridades inagotable y, mientras los hijos crecen, suspiran esperando el momento en que regresarán con las familias que formaron, y cuando lo hacen, se toman en serio su papel de abuelos, transmitiendo a esa tercera generación la importancia de los vínculos familiares.

Un ejemplo del rol de familia como ente

protector puede ser el control del consumo de

drogas. Muchos expertos se han preguntado por qué, teniendo todos los

factores de riesgo (disponibilidad casi

ilimitada de sustancias de alta

calidad y bajo precio, agobiantes problemas sociales como el conflicto armado, bandas

delincuenciales de enorme poder,

inseguridad en las calles y pésima

distribución de la riqueza),

• Colombia no es un país con alto consumo de drogas, compara- do con Estados Unidos o Europa. La respuesta suele ser bastante clara: la familia juega un papel protector especial.

En la adolescencia

ocurren múltiples eventos positivos y negativos, y los

padres sufren con frecuencia

malos ratos durante ese

periodo.

• Paro más temprano que tarde el joven entenderá que en gran parte de los conflictos que vivió, eran sus progenitores quienes tenían razón, y que el efecto y el cuidado que le proporcionaron le evitaron más problemas de los que puede recordar.

Querido joven y señorita, recuerda, cuando tu padre o tu madre te corrigen es para tu bien, escúchalos, ellos te aman, y quieren evitarte muchos dolores de

cabeza en el futuro.

Insertamos aquí los últimos consejos para los papás

1). Tenga como costumbre, el culto familiar, como lo hacía Abrahán: “Porque yo lo he conocido (dice Dios), sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio” (Gén. 18:19). Dondequiera que Abrahán levantaba su tienda, edificaba “allí un altar a Jehová” (lea Gén. 12:7; 13:4).2). Confíe en usted y en su pareja para resolver la mayor parte de los problemas de la vida cotidiana.3). Sus hijos pueden saber manejar mejor que usted toda clase de equipos electrónicos, pero en todo lo demás usted seguramente los aventaja y por mucho.

4). A pesar de ser el padre de tus hijos, hazte amigo de ellos, como lo fue Dios para Abrahán (lea Sant.2:23; Isa.41:8).5). Recuerde que el padre indulgente y negligente es aquel que tiene más hijos con problemas.6). En el mundo actual, la función ideal del progenitor es la de ser padre-maestro: escuchar, ser afectuoso, guiar y saber por normas y límites.

Ha sido de gran gozo compartir este tema, con el único propósito de ayudar a que hayan mejores familias, lo cual es hecho sin ningún animo de lucro, cumpliendo con la orden de Cristo Jesús, de «predicar el Evangelio por todo el mundo» (lea Mar. 16:15; Mat.28:19). No te olvides que Cristo regresa pronto, prepárate.