4
¿Y TODO ESTO PARA QUÉ?. A PROPÓSITO DE LA PORTADA DE LA REVISTA SEMANA: “NO MAS BALCÓN” Por: Julián Cortés Nada más descriptivo de la forma como piensan los poderosos en Colombia se ilustra en la portada de la última revista Semana. Con el título: NO MAS BALCÓN, la prensa tradicional muestra su inconformismo y le exige al alcalde Petro que deje de sacar a la gente a las calles, que deje ese populismo que presiona las decisiones institucionales de la justicia y, según ellos, que también perjudica a la democracia. Que palabras tan arrogantes pueden salir de las voces de quienes durante años han criticado todas las expresiones de resistencia de los colombianos, - incluyendo la lucha armada-, argumentando hasta la saciedad que lo que debe hacer la insurgencia es hacer política legalmente y cambiar los tiros por votos. Pero hoy, que la gente sale pacíficamente a manifestar su indignación en un ejercicio democrático y participativo, se angustian porque las calles se colman de inconformes. Cuando la gente sale a protestar tirando piedra dicen que mejor griten, si salen a gritar dicen que mejor lo hagan en silencio, y si salen en silencio van a decir que mejor lo hagan por Facebook. Las expresiones políticas de las multitudes no pueden verse desde la óptica de las élites, pues entonces lo lógico sería ir en carro hasta la calle 19, que el chofer lo lleve al parqueadero mientras marchamos en silencio y con velitas las 6 cuadras hasta la Plaza de Bolívar. Los pueblos, las multitudes en su sagrado derecho a decidir y según las condiciones del momento, mirarán de qué manera

y Todo Esto Para Qué

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Opinion sobre tratamiento mediático de protesta social en Colombia

Citation preview

Y TODO ESTO PARA QU?. A PROPSITO DE LA PORTADA DE LA REVISTA SEMANA: NO MAS BALCN

Por: Julin CortsNada ms descriptivo de la forma como piensan los poderosos en Colombia se ilustra en la portada de la ltima revista Semana. Con el ttulo: NO MAS BALCN, la prensa tradicional muestra su inconformismo y le exige al alcalde Petro que deje de sacar a la gente a las calles, que deje ese populismo que presiona las decisiones institucionales de la justicia y, segn ellos, que tambin perjudica a la democracia.Que palabras tan arrogantes pueden salir de las voces de quienes durante aos han criticado todas las expresiones de resistencia de los colombianos, - incluyendo la lucha armada-, argumentando hasta la saciedad que lo que debe hacer la insurgencia es hacer poltica legalmente y cambiar los tiros por votos. Pero hoy, que la gente sale pacficamente a manifestar su indignacin en un ejercicio democrtico y participativo, se angustian porque las calles se colman de inconformes. Cuando la gente sale a protestar tirando piedra dicen que mejor griten, si salen a gritar dicen que mejor lo hagan en silencio, y si salen en silencio van a decir que mejor lo hagan por Facebook. Las expresiones polticas de las multitudes no pueden verse desde la ptica de las lites, pues entonces lo lgico sera ir en carro hasta la calle 19, que el chofer lo lleve al parqueadero mientras marchamos en silencio y con velitas las 6 cuadras hasta la Plaza de Bolvar. Los pueblos, las multitudes en su sagrado derecho a decidir y segn las condiciones del momento, mirarn de qu manera manifiestan su inconformismo y lo ltimo que piensan es consultarle a los poderosos como deben hacerlo. Rara vez, una movilizacin masiva ha sido gestada por los lderes de la derecha colombiana, y cuando lo hacen cuentan con el apoyo econmico de financiadores privados y hasta pblicos y del eco de los grandes medios. No me imagino a Gerlein o al procurador Ordez o a cualquier cacique regional haciendo movilizaciones masivas como la de das pasados a la que desdean con envidia ya que por fortuna para ellos, en nuestra democracia de papel, comprar un voto es ms fcil que ganrselo con argumentos. De hecho, sus pocas manifestaciones no son tan espontneas como sugieren. Basta recordar la famosa marcha del 4 de febrero donde miles de colombianos fueron vestidos con camisetas de Fenalco, donde se pag una publicidad costossima en horario triple A y se cont con cualquier cantidad de apoyo de la maquinaria pblica del gobierno de aquel entonces. Los mismos medios que cubrieron y ensalzaron esta manifestacin, no pusieron una miserable cmara para cubrir las manifestaciones populares de los ltimos meses donde hubo muertos y heridos por parte de la fuerza pblica y ahora salen a criticar que la gente salga a las calles a defender su voto.Hoy mientras a lvaro Uribe lo abuchean en cada pueblo donde va y se vislumbra un evidente fracaso de su campaa, donde al parecer perdi el total control de la maquinaria electorera, las fuerzas democrticas en su conjunto logran movilizar miles de campesinos y ciudadanos que asisten sin ningn tipo de presin, sin camisetas de Fenalco, sin publicidad de RCN, ni de Caracol, con el poder de convocatoria propio que solo el trabajo constante y el compromiso de las distintas organizaciones pueden dar. La poltica que ellos llaman populista es la que odian. No puede tolerase a los alpargatudos campesinos bloqueando las calles o caminando a las ciudades para exigir sus derechos, o a los indios zarrapastrosos tomarse las calles como si fueran sus salvajes resguardos, ni a los sucios obreros parando la produccin por reclamar mejores condiciones de vida. Tampoco se debe permitir a ese estudiantado, que espera que todo se lo regalen, que se tome las calles para exigir una verdadera educacin pblica de calidad. Los defensores de la lite, se burlan y critican las formas y los mtodos que usan los de abajo. Hacen muecas al ver un campesino con su machete usando la violencia para defenderse de la violencia oficial y de la motosierra paraoficial y disgustan de los mtodos incivilizados de los de abajo, pero nunca elevan sus voces ni sus trinos para criticar los mtodos civilizados de represin de los de arriba (bombas, drones, intervenciones militares, chuzadas, falsos positivos, capturas ilegales, etc). Se desesperan con el discurso sencillo del dirigente social porque no es lo suficientemente elaborado que el del filsofo o el leguleyo. Disgustan del populacho porque es demasiado ruidoso. Les fastidia, les da piquia y esto indica, por fortuna para los democratas, que la protesta social precisamente es el camino correcto.As son los pueblos, as es la expresin de los indignados, en la vieja Europa y en Latinoamrica, en Asia, en Africa y hasta en las grandes potencias. Negar la expresin callejera de la protesta social es negar la participacin poltica de la gente; tan escondida por los medios, tan obstaculizada en las prisiones, tan gaseada por la polica y tan asesinada por grupos armados pblicos y privados durante aos. En la movilizacin, la gente toma una actitud poltica activa, se compromete con la democracia, se vincula a algn grupo de trabajo, se discute, se debate, se dan opiniones. Esa es la verdadera participacin poltica, la que se saca de las oficinas de los partidos polticos para pasarla al pueblo, para que hable, para que opine, para que piense, antes que para ser un simple votante espectador como las lites esperan de los ciudadanos.Entonces, uno puede darse una idea de la paz que imaginan los que siempre han gobernado donde la gente se manifieste solo con su voto el da de las elecciones, o de la mal llamada fiesta democrtica. Djenme decirles que fiesta democrtica, es que miles de campesinos salgan a las calles a protestar por sus derechos, o miles de ciudadanos defiendan su voto gritando en la calles y hacindole ruido a los poderosos, desordenando su orden. Fiesta democrtica fue la manifestacin del pasado 10 de enero, o la de los foros en el marco del proceso de paz que se han dado en varios espacios con cobertura nula de los medios. Fiesta democrtica es la que hacen las organizaciones sociales en sus mtines, en sus reuniones, en sus espacios culturales. Fiesta democrtica son los espacios acadmicos donde los estudiantes se piensan su pas. Reducir a la mnima expresin la participacin poltica del ciudadano es el objetivo de la democracia electorera; politizar y elevar el nivel de entendimiento de nuestra realidad y empoderar a la gente para que tomen sus propias decisiones es la democracia por la que Colombia lucha. Es la democracia sustantiva y no formal la que queremos.Una razn ms simple y acertada para justificar la manifestacin social, sali recientemente en un video que al mejor estilo colombiano alguien edit, y que est circulando en las redes sociales. (http://www.youtube.com/watch?v=OYktoq88Qmg). Vicky Dvila en RCN, le pregunta a Navarro Wolf: la gente no se cansa de ir a protestar, hasta dnde quieren llegar, esto para qu? Un personaje de la pelcula la estrategia del caracol, muy indignado como acostumbramos indignarnos los colombianos, le responde mejor que Navarro:Pa qu, cmo que pa qu,para qu le sirve a usted la dignidad?.