8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 1/26
K RLM RX
FRIEDRICH ENGELS
M NIFIESTO COMUNIST
Introducción de
ERIC HOBSB
WM
Edición bilingüe
CRÍTIC
GRIJ LBO MOND DORI
B RCELON
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 2/26
8
MANIFIESTO COMUNISTA
Aunque Marx y Engels prepararon borradores, y el docu
mento representa claramente la visión común de ambos, Marx
escribió casi con seguridad el texto final después de una enér
gica advertencia de la Ejecutiva, pues a Marx, tanto entonces
como más tarde, le costaba completar sus textos a menos que
fuera bajo la firme presión de una fecha límite. La práctica au
sencia de versiones preliminares podr ía sugerir que fue escrito
con rapidez.
1
El documento de
23
páginas resultante, titulado
Manifi esto del
Partido
Comunista)
(conocido en general desde
1872 como
el Maniji'esto comunista), se
«publicó en febrero de
1848», impreso en la sede de la Workers Educatiooal Asso
ciation (más conocida como Kommunistischer Arbeiterbil
dungsverein, que sobrevivió hasta 1914) situada en el n.º 46 de
la calle Liverpool, de Londres.
En 1998 conmemoramos el 150 aniversario de la publica
ción de este breve panfleto que, a buen seguro,
es
con mucho la
pieza de literatura política más influyente desde la
Declaración
de
los
Derecho_s_ael
Ho1nb-1:e--Te Ciudadano de la Frandaievo
lucionaria.
Por
fortuna salió a la calle sólo una s e m a 1 1 ~ 1 odos
antes del estallido de las revoluciones de 1848, que se exten
dieron como un incendio forestal desde ParÍs a todo el conti
nente europeo. Aunque su horizonte era claramente interna
cional -·con optimismo, pero errando, la primera edición
anw1ciaba la inminente traducción del Mani}i'esto al inglés,
francés, italiano, flamenco
danés-
su impacto inicial tuvo
lugar exclusivamente en Alemania. A pesar de lo pequeña que
era, la Liga Comunista desempeñó un pape l significativo en la
revolución alemana, sobre todo por medio del periódico
Neue
l Sólo se han descubierto dos materiales ele este tipo: un esquema para
la sección III el borrad or de una página (véanse pp. 151-152 lámina 2 _ Karl
Marx
Frieclrich Engels, Collected Works, vol.
6,
pp. 57 6-577.
INTRODUCCIÓN
9
Rheinische Zeitung (1848-1849), que Marx editaba. En pocos
meses
se
reimprimió tres veces la primera edición del Mani
fiesto, se publicó por entregas en el Deutsche Londoner Zei
tung, se reescribió y corrigió en abril o mayo de 1848, en trein
ta páginas, pero se esfumó con
el
fracaso de las revoluciones
de
1848.
Cuando Marx se estableció en Inglaterra
en
1849,
en
u f _ _ ~ ) { l l i _ o
que duraría toda la vida, debían existir tao pocos
e j e m p l a r ~ - ~
- ~ ~ - - i \ i i ~ r x p ~ - n s - Ó q u - ~ - ; a l í a la
pena
reimprimir la
sección III del
Mamfiesto
(«Sozialistische und kommunitische
Literatur») en el último número de su revista en Londres,
Neue Rheinische Zeitung, politisch-okonomische Revue
(no
viembre de 1850), que apenas tenía lectores.
Nadie hubiera predicho un futuro brillante
para
l Mani
fiesto en la década de 1850 y primeros años de la
de
1860. En
Londres, un impresor alemán emigrado publicó por su cuenta
una corta nueva edición, probablemente en 1864, otra pe
queña edición vio la luz en Berlín en
1866,
la prime ra que real
mente se publicó en Alemania. No parece que entre 1848 y
1868 hubiese traducciones, aparte de una versión sueca publi
cada probablemente a finales de 1848, una inglesa en 1850,
que es significativa en la historia bibliográfica del
Mamfi esto
sólo porqu e
al
parecer la traductora consultó a Marx, o (pues
to que ella vivía en Lancashire) más probablemente a Engels.
Ambas versiones desaparecieron sin dejar huella. Hacia me
diados de la década de 1860 casi nada de lo que Marx había
escrito en el pasado estaba ya en el mercado.
El destacado papel de Marx en la Asociación Inter
nacional de Trabajadores (la denominada «Primera Interna-
. cional», 1864-1872) el surgimiento en Alemania de dos im
portantes partidos de clase obrera, ambos fundados por
antiguos miembros de la Liga Comunista que le tenían en gran
estima, llevaron a una renovación
del
interés por el
Manifi'esto
35' .
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 3/26
\
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la
autorización escrita de los titulares del copyright,
bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción
total parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento,
comprendidos la reprografía y el tratamiento informático,
y la distribución de ejemplares de ella mediante
alquiler o préstamo públicos.
Traducción castellana de ELENA GRAU BioscA Introd ucción ) y LEÓN
MAMES
Cubierta: Luz de la Mora
©
1998 de la Introducción: E.
J
Hobsbawm
©
1998 de la traducción castellana y de la presente edición para España y América:
CRÍT ICA Grijalbo Mondador i, S.A.), Aragó, 385, 08013 Barcelona
ISBN: 84-7423-881-1
Depósito legal:
B
3.482-1998
Impreso en España
1998 - HUROPE S.L., Lima, 3 bis, 08030
INTRODUCCIÓN AL
M NIFIESTO COMUNIST
I
En la primavera de 1847, Karl Marx y Friedrich Engels
deci·
dieron afiliarse a la denominada Liga de los Justos Bund der
Gerechten), una rama de la más antigua Liga de los Proscritos
Bund der Geachteten), una sociedad secreta revolucionaria
que habían creado en París obreros alemanes en su mayoría
sastres y ebanistas- bajo la influencia revolucionaria france
sa, y compuesta principalmente
por
ese tipo de artesanos
radi
cales expatriados. La Liga, convencida por su
«comunisrno
crítico», se brindó a. publicar un Manifiesto redactado por
Marx y Engels como documento político suyo y también a rno
dernizar su organización
de
acuerdo con las propuestas que
ellos hiciesen. Efectivamente, se reorganizó en el verano de
1847, se rebautizó Liga de los Comunistas Bund der Komrr:J U-
nisten) y se declaró a favor del «der rocamiento de la
burguesía
del gobierno del proletariado, del fin de la vieja sociedad
ba -
sada en las contradicciones de clase Klassengegenscitzen) y del
establecimiento de una nueva sociedad sin clases ni propie
dad
privada». Un segundo congreso de la Liga, que
tamb:ién
tuvo lugar en Londres en noviembre-diciembre de 1847, acep
tó formalmente esos objetivos y los nuevos estatutos e invitó a
Marx y Engels redactar .el nuevo Manifiesto que expusie:::se
las finalidades y la política de l Liga.
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 4/26
\
10
MANIFIESTO COMUNISTA
y
por
sus otros escritos. En particular, su defensa elocuente
de la Comuna de París de 1871 (que se conoce comúnmente
como
La guerra
civil
en Francia) le proporcionó una conside
rable notoriedad en la prensa como un peligroso líder de la
subversión internacional temido por los gobiernos. Más con
cretamente, el juicio
por
traición de los líderes socialdemó
cratas alemanes, Wilhelm Liebknecht, August Bebel y Adolf
Hepner en marzo
187i,
le dio ~ ; ; ~ - i r { e s p e r a d a p u b l i c i c l ~ - d
----
.
···- __ _ _ -
. _
·
al documento. La acusación leyó el texto del Manifi esto en la
sesión del tribunal y así les dio la primera oportunidad a los
socialdemócratas de publicarlo de forma legal, y con una lar
ga tirada, corno
parte
de los procedimientos del juicio. Pues
to que parecía claro que un docu mento pu blicado antes de la
revolución de 1848 necesitaría algún comentario explicativo
y una cierta puesta al día, Marx y Engels escribieron el prime
ro de una serie de prefacios que desde entonces han acompa
ñado habitualmente las nuevas ediciones del
Mani/iesto.
2
Por
motivos legales, el prefacio no
se
pudo d i ~ t d b ~ Ú - - ~ ; ; - p E a m e n t e
en aquel momento, pero de hecho la edición de 1872 (basada
en la edición de 1866) se convirtió en la base de todas las edi
ciones subsiguientes. i e n t r ~ s tanto, entre 1871y1873, apare
cieron al menos nueve ediciones del
Mdni/iesto
en seis i d l o ~ a s .
En
los cuarenta arios s i g u i e n t e ~ el M d ~ i f i e s t o c o ~ q u i s t ó
el
mundo impulsado por
el
ascenso de los nuevos partidos obre-
2.
Durante
la vida
de
los fundadores hubo: 1 Prefacio a la (segunda)
edición alemana, 1872; 2) Prefaci o a la (segunda) edición rusa, 1882. La pri
mera traducción rusa,
hecha por
Bakunin,
había
aparecido en 1869, se en
tiende
que
sin la
bendición
de Marx y Engels; 3) Prefacio a la (tercera) edi
ción alemana, 1883; 4) Prefacio a la edición inglesa, 1888; 5) Prefacio, a la
(cuarta) edición alemana, 1890; 6 Prefacio a la edición polaca, 1892; y 7
Prefacio «Al
lector
italiano», 1893
repwducidos
todos ellos en esta edición;
véanse pp. 121-150).
INTRODUCCIÓN 11
ristas (socialistas), en los que la influencia marxista aumentó
con rapidez en la década de 1880. Ninguno de estos partidos
optó por darse a conocer como Partido Comunista hasta que
los bolcheviques rusos volvieron al nombre original después de
la Revolución de Octubre, pero el título Manzfiesto del
Partido
Comunista
permaneció inalterado. Incluso antes de la Revolu
ción rusa de 1917 se había publicado en varios cientos de edi
ciones en unos treinta idiomas, iriduyendo tres ediciones_en
ja
J2Qnés y una en chino. No obstante, su principal zona de
influencia se hallaba en la franja central de Europa que se ex
tendía desde Francia, al oeste, hasta Rusia, en el este.
No
es sor
prendente que el mayor número de ediciones se hiciera en ruso
(70), más
35
ediciones en las lenguas del i r n p ~ ~ i o zarista: 11 en
polaco, 7 en yiddish, 6 en finés, en ucraniano, 4 en georgiano,
2
en armenio. Había ediciones en alemán, más, para el im
perio de los Habsburgo, otras 9 en húngaro y 8 en checo (pero
sólo 3 en croata, 1 en eslovaco y 1 en esloveno), 34 en inglés
(abarcando también los Estados Unidos, donde la-primera tra
ducción apareció en 1871), 26 en francés y 11 en italiano (la
primera en esta lengua no se hizo hasta 1889).
3
Su impacto en
la Europa del suroeste fue peqüeño: 6 ediciones en español
1
1
'
El
Mani/iei-to
se tradujo por primer a vez en
~ s p a ñ a
en noviembre-diciem
bre
de 1872, en el semanario madrileño
La Emanapación.
El autor de la traduc
ción era José Mesa, que decidió omitir
el
pasaje sobre
el
«El socialismo alemán o
verdadero »,
por
considerarlo
de
interés local y superado
por el
tiempo. Esta
traducción se reprodujo en El
Obrero de
Barcelona, en 1882
y
en 1886 lo fue
en
el semanario
El
Socialista,
a la vez
que
se publicaba
por
primera
vez
como un
fo
lleto
de
32 páginas en Madrid. La priinera edición que apareció
.en
América La
tina fue,
al
parecer,
la
que se hizo en
El
Sodalúta
de México en 1888. N.
del
e
3.
Paolo Favilli,
Storia del marxismo italiano. Dalle origini alta grande
guerra
Milán, 1996, pp. 252-254.
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 5/26
12
MANIFIESTO
COMUNISTA
incluyendo las latinoamericanas) y
una
en portugués. El mis
mo
impacto
tuvo en la
Europa
del sureste
7
ediciones en búl
garo, 4 en serbio, 4 en rumano y
una
sola edición en ladino,
presumi blemen te publicada en Salónica). Europa del norte
es-
tuvo
moderadamente
bien repre sentada co n 6 ediciones en da
nés, 5 en sueco 2 en noruego.
4
Esta distribución geográfica desigual reflejaba no sólo el
desarro llo desigual del movimiento socialista, de la misma in
fluencia de Marx, como movimiento diferenciado de otras ideo
logías revolucionarias como el anarquismo. También debería
recordarnos
que no se
daba una correlación estrecha entre
el
ta
maño y el
poder
de los partidos socialdemócratas y obreristas
y
la circulación del
Manifiesto. Por
ejemplo, hasta 1905
el
Parti
do Socialdemócrata Alemán SPD), con sus cientos de miles de
afiliados y sus millones de votantes, publicó nuevas ediciones
del
Manifiesto en
tiradas que
no
sobrepasaban los 2.000 o
3 .000
e j ~ ~ p l a r ~ s .
Del Programa de Erfurt
de
1891, el p a r t i d ; ¡ : ; _ ¡ ~ ; ¡ : ; ~ ª
tirada
de
120.000 ejemplares, mientras
que no
parece que se
publicaran más
de
16.000 copias del
Manifiesto
en los once
años que van desde 1895 a 1905, año en el que la circulación de
su periódico teórico,
Die Neue Zeit,
era
de
6.400 ejernplares.
5
No era
de
esperar que el afiliado medio de un partido socialde
mócrata-·marxlsta de m a s a s - s - ~ p e r a r a {in examen d ~ - t ~ ; - ~ Í ~ ~ - P ; r
el con trari o, las setenta ediciones--de la u s i a : p r e 1 ~ r é ~ ; l ~ d · ~ ~ m a r i a
representaban una combinación de organizaciones, ilegales la
mayor parte del tiempo, cuya afiliación total no debió ser supe-
4. Me baso en las cifras del inestimable Ber t Andréas, e
Maní/este Com
muniste
de Marx e t Engels. H Stolre
et
b1bl1ographie, 1848-1918, Milán, 1963,
5. Datos procedentes de los informes anuales del SPD Parteitage. No
obstante, no se dan datos numéricos acerca de las publicaciones teóricas para
los años 1899 1900.
INTRODUCCIÓN
13
rior a unos pocos miles.
De
modo parecido, las 34 ediciones in
glesas fueron publicadas por y para unas cuantas sectas marxis
tas del
mundo
anglosajón
que
operaban en el margen izquierdo
de
los partidos socialistas y obreristas que existían. Este era el
medio en que «la perspicacia
de
un camarada se podía calibrar
invariablemente
por el número de
anotaciones personales en su
Mani/iesto».
En
definitiva, los lectores del Manifiesto,
aunque
formaban parte de los nuevos partidos y movimientos socialis
tas de trabajadores en alza, a
buen
seguro no eran
una
mues
tra representativa de su afiliación.
Eran
hombres y mujeres con
un
interés especial en la teoría que subyace en esos movimientos.
Probable mente todavía sea este
el
caso. ·
Esta situación cambió después de la Revolución de Octu-
bre
en
todo
caso en los partidos comunistas. A diferencia
de
los partidos
de
masas de la Segunda Internacional 1889-
1914
),
los dela Tercera 1919-1943) esperaban que todos sus
miembros comprendiesen la teoría marxista, o al menos mos
traran cierto conocimiento
de
ella. La dicotomía entre los lí-
deres políticos reales,
que no
estaban interesados en escribir
libros, y fos «teóricos» tipo Karl Kautsky, conocidos y respe
tados
como tales pero
no como
attivistas políticos prácticos,
se
desvaneció. Siguiendo el modelo de Lenin, se
suponía que
todos los_ difigentes era n i r : n p q r t a n t ~ S J é : Ó r i c o s , puesto que to
das las decisiones polídcas se.fustifíéaban el fundamento
del análisis marxista, o, más probablemente, haciendo re
ferencia a la autoridad text ual de «los clásicos», Marx, Engels,
Lenin y en su moment o Stalin. La publicación y l difusión po
pular de
los textos de Marx Engels se convirtió,
por
consi-
6. RobertR LaMonte, «The New Intellectuals»,
New
Review,
II
1914),
citado en Paul Buhle, Marxism in
the
USA : From 1870 to the present day,
Londres, 1987,
p
56. jf¡
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 6/26
14
MANIFIESTO
COMUNISTA
o-uiente en alo o
mucho
más
importante
para el movimiento de
)
o
lo que había sido en los días de la Segunda Internacional.
Abarcaba desde series de escritos menores,
probablemente
encabezados
por
el
Elementarbiicher des Kommunismus
ale
mán, durante la República de Weimar, y compilaciones de lec
turas adecuadamente seleccionadas, como la inestimable Co-
rrespondencia seleccionada de Marx Engels, hasta las
Obras
selectas de Marx y Engels, primero en dos y luego en tres vo
lúmenes, y la preparación
de
sus Obras completas
Gesamt-
ausgabe ; todas
ellas respaldadas
por
los ilimitados recursos
pa ra estos propósitos del Partido Comunista Soviético, y
a menudo editados
en
la misma Unión Soviética
en
muftitud
de
idiomas extranjeros. El
Manifiesto comunista
se benefició
de esta nueva situación por tres vías.
Aumentó
sin duda su cir
culación. La edición económica que
publicaron en
1932 las
editoriales oficiales de los partidos comunistas norteamerica
no
y británico, de «cientos
de
miles»
de
ejemplares, se
ha
des
crito como «probablemente
la edición más masiva que jamás
se haya publicado en inglés».
7
Su título no fue
ya
una supervi
vencia histórica, ·ahora se vinculaba direct amente a la política
del momento. Puesto que ahora un estado
importante
se re
clamaba de la ideología marxista, la posición del Mamfiesto
como
texto
de ciencia política se reforzó, y
por
consiguiente
entró a formar parte del programa docente de las
u n i v ~ ~ s i d -
d e ~ d o n d e su destino fue una
rápida
expansióri d r : ~ P _ l l _ ~ ~ de
l a
;;gunda guerra mundial, y
dondé
el marxismo de los l e c t o ~ ~ s
i ~ t e l e c t u l e s iba a encontrar su
público
más entusiasta
en
las
décadas
de
1960 y 1970.
La
URSS salió de la segunda
guerra
mundial convertida
en
7. Hal Draper, The nnotated Communist Manife<;to Center for Socia
list History, Bérkeley, CA; 1984, ISBN 0-916695-01-8,
p. 64.
INTRODUCCIÓN
15
una de las dos superpotencias mundiales, encabezando una
vasta región de estados y satélites comunistas. Los partidos co
munistas occidentales con la notable excepción del alemán)
emergieron de ella más fuertes de lo que nunca habían sido ni
iban probablemente a ser.
En
el año de su centenario, aunque
se había iniciado la guerra
fría
el
Manifiesto
ya
no
fue
publi
cado exclusivamente por comunistas u otros editores marxis
tas, sino en grandes ediciones de editoriales no políticas con
introducciones de académicos destacados. Es decir,
no
fue ya
sólo un
documento
marxis ta clásico, sino
que
se
había
conver
tido en un clásico político
tout court.
Sigue siéndolo, incluso después del final del
comunismo
soviético y el declive de los partidos y movimientos marxistas
en
muchas zonas del mundo.
En
los estados
donde no
hay cen
sura, es casi seguro que cualquiera que tenga al alcance
una
buena librería, y con seguridad si tiene una buena biblioteca a
mano,
puede
tener
acceso a él.
Por
lo tanto,
el
objetivo
de una
nueva edición en su 150 aniversario no es hacer accesible
el
texto de esta s.orprendente obra maestra, y mucho menos vol
ver a revisar un siglo
de
debates doctrinales acerca
de
la inter
p.retación
«correcta»
de este
documento
fundamental del
marxismo. El objetivo es recordarnos que el Manifiesto tiene
todavía mucho
que
decir al mundo en vísperas del siglo xxi.
¿QUÉ TIENE QUE DECIR?
Es, obviamente, un documento-escrito
para
un momento con
creto de la historia. Parte de él envejeció casi inmediatamente.
Por
ejemplo, las tácticas que se recomendaban a los comunis
tas alemanes, que no fueron las que de hecho aplicaron du-
39
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 7/26
16
MANIFIESTO
COMUNISTA
rante la revolución
de
1848
y
sus secuelas. Una
parte
mayor
de
él se fue haciendo obsolet a a medida que aumentaba el tiempo
de separación
entre
los lectores y la fecha de su escr itura.
Hace
mucho tiempo
que Guizot
y Metternich se pasaron
de
la di
rección de los gobiernos a los libros de historia; el zar (aunque
no es el caso del papa) ya
no
existe. Y
por
lo que se refiere a la
discusión de la «literatura socialista y comunista», los mismos
Marx
y
Engels admitiero n en 1872 que incluso entonces esta
ba anticuada.
Todavía más: con el tiempo, el lenguaje del Manifiesto no
es
ya
el de sus lectores. Por ejemplo, se ha dado
mucha
impor
tancia a
la
frase en la que se dice que el avance de una socie dad
burguesa había sustraído «a una considerable parte
de
la po
blación
al
idiotismo de la vida rural». Pero
aunque
no hay
duda de que Marx en aquel momento compartía el habitual
desprecio, a la vez que la ignorancia, de los hombres
de
ciudad
con respecto al medio campesino, lª-frase alemana real, y más
interesante desde el punto de vista ái1alítico («dem Idiot ismus
des Landlebens entrissen»), no se refería a la «estupidez», sino
a la «estrechez de miras» o al «aislamiento de la sociedad más
amplia;> en el que
V i v í ~ i ~ p ~ E i a ~ i ó · ¡ : ; · d e l
c ~ ~ ~ ; p o . Se hacía eco
del significado original del término griego
idiotes
del
que
se
deriva el sentido habitual de «idiota» o «idiotez», a saber,
«persona que sólo se preocupa de sus intereses privados_}
_l: _O
de los de la
comunidad
más amplia». Desde los años cuarent a
del pasado siglo, a lo largo de las décadas y en movimientos
cuyos miembros, a diferencia de Marx,
no
habían recibido una
educación clásica, el sentido original
se
evaporó y se malinter
pretó.
Esto es todavía más evidente en su vocabulario político.
Términos como
Stand
(«condición social»),
Demokratie
(«demo
cracia») o «Na ción / nacional» o bien tienen poca aplicación a
INTRODUCCIÓN
17
l política de finales del siglo xx o bien ya no tienen el significa
do que tenían en el discurso político o filosófico
de
la década
de 1840.
Para poner
un ejemplo obvio, el
«Partido
Comunis
ta» cuyo manifiesto reclama ser nuestro texto
no
tenía nada
que ver con los partidos de la política democrática mo derna o
los «pa rtidos de vanguardia» del comunismo leninista, y no di
gamos con los partidos de estado de tipo soviético y chino.
Ningun o de ellos existía todavía. «Partido » significaba todavía
esencialmente
una
tendencia o corriente de op inión o política,
aunque Marx y Engels reconocían que, una vez encont rara ex
presión
en
los movimientos de clase, desarrollaría cierto tipo
de organización («diese Organisation
der Proleta rier zur Klas
se und damit
zur
politischen Partei»).
De
ahí la distinción, en
la
sección IV, entre «los partidos obreros
ya
constituidos ... los
cartistas
en
Inglaterra y los reformistas agrarios
en
Norteamé
rica» y los demás, todavía no constituidos.
8
Como dejaba cla
ro el texto, el Partido Comunista de Marx y Engels no consti
tuía ninguna organización en aquel momento, ni pretendía
establecerla,
mucho
menos una organización con un p rograma
específico diferente de otras organizaciones.
Por
cierto, el
grupo real
en nombre
del cual se escribió el
Manifiesto
la Liga
Comunista,
no
se menciona en ningún lugar.
Además, está claro que el Mamfiesto no sólo fue escrito en
y
para una
situación histórica particular, sino que representa
ba
una
fase
una
fase relativamente
inmadura
del desarro-
8.
El original alemán empieza esta sección discutiendo «das Verhültniss
der Kommunisten zu den bereits konsrituierten Arbciterparteien
...
also den
Chartisten», etc. La traducción inglesa oficial de 1887, revisada
por
Engels,
atenuaba el contraste.
9.
«Los comunistas no son un partido aparte, frente a los demás parti
dos obreros ... I :Jo establecen principios especiales según los cuales preten
dan moldear el movimiento proletario» (sección II).
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 8/26
\
18
MANIFIESTO COMUNISTA
llo del pensamiento marxiano. Esto se hace muy patente en
s u § _ _ a ~ 2 s : : s t o § _ ~ C O J : ? . . . § ~ j _ s : ~ s . A u 1 2 . 9 _ 1 : 1 _ ~ } ~ ' _ a r x había empezado a es
tudiar e c o n o m ~ desde 1843, no se puso a desarrollar
~ r i ~ g ~ < : ~ 1 s ~ - - ~ l _ ~ _ _ ~ [ s _ i _ ~ _ < : ~ _ o _ p _ ~ : 2 _ ~ C ? expuest¿ en
l
capital hasta
~ s : _ l J ~ g § a
su
exilio en Inglate¡r;-a;;s-pué-i<leTa-reV-oludónde
1848 y accedió a los tesoros de la Biblioteca del Museo Britá
r ~ ~ Q ~ _ Q - _ ~ Y ~ ~ ; ~ ~ o de i85o
De- ~ ~ d o
~ : 1 1 1 e
- c i l s t i ~ ~ i ó ~ - ~ ~ t r e
la venta
por
parte del proletario de su trabajo
al
capitalista, y la
venta de su fuerza de trabajo, que es esencial a la teoría mar
xiana de la plusvalía y la explotación, todavía no había sido
elaborada con claridad en el Manifiesto. Tampoco el Marx
maduro sostendría la visión de que
el
precio de la mercancía
«trabajo» fuera
su
coste de producción, es decir, el coste del
mínimo fisiológico necesario par a mantener vivo al obrero. En
definitiva, Marx escribió el Manifi esto menos como un econo
mista marxiano que como un comunista ricardiano.
No
obstante, aunque Marx y Engels rec ordaban a los lec
tores que el Manifiesto era un documento histórico, que esta
ba anticuado
en
muchos aspectos, fomentaron y contribuye
ron a la publicación del texto de 1848 con correcciones y
clarificaciones relativamente insignificantes.
10
Reconocían que
10. La más conocida de ellas, que Lenin destacó, fue la observación, en el
prefacio de 1872, de que la Comuna de París había
demostrado
« q u ~
ladase
¡obrera no puede tomar simplemente posesión de la máquina estatal ya acaba
\ da, yponerla e:n _movimiento
µ ~ r a
sus propi os fines;>. b ~ p u é s e l ~ b
~ - i : ; é ~
-de
•Marx, Engels añadió la nota a pie de página q ~ e ITiodifica ; p r i T i e m - f r a s ~ dé la
sección para excluir a las sociedades prehistóricas del campo
de
aplicación
de
la lucha de clases. Sin embargo, ni Marx ni Engels se tomar on la molestia de co
mentar o modificar los pasajes económicos del documento. Se
puede
dudar de
que Marx y Engels tornaran realmente en consideración una «Umarbeitung
oder Erganzung» más completa del
Manifiesto
(prefacio a la edición alemana
de 1883 , pero no de que la muerte de Marx hizo imposibl e tal reescritura.
INTRODUCCIÓN
19
seguía siendo una exposición fundamenta l del análisis que dis
tinguía su comunismo de todos los demás proyectos de crea
ción de una sociedad mejor. En esencia es te análisis era histó
rico. Su núcleo central era la demostración del desarrollo
histórico de las sociedades, y de forma e s p e ~ í f i ~ ~ d ~ - l ~ c ~ ~ ~ T ~ ~
dad burguesa, que había reemplazado a sus predecesoras, ha
bía revolucionado
el
mundo
y,
a su vez, había creado necesa
riamente las condiciones para su inevitable sustitución. A
diferencia de la economía marxiana la «c:oncepción materia
l i s ~ ~ A e
la historia» que subyace en este análisis, había encon
trado á su formulación madura a mediados de la década de
1840. En los últimos años permaneció sustancialmente inalte
r a ~ a .
11
En
este aspecto,
el
Manzfiésto era ya un documento que
definía el marxismo. Expresaba la visión histórica, aunque su
trazado general quedase todavía por completar en análisis más
acabados.
III
¿Qué efecto tendrá el Manifi esto en l lector que acceda a él
por
primera vez en 1998? El nuevo lector difícilmente se po
drá
resistir a ser arrastrado
por
la convicción apasionada, la
b r e ~ e d a d sintética, la fuerza intelectual y estilística, de este
sorprendente
panfleto. Parece que haya sido escrito en un úni-
11. Comparemos el pasaje de la sección
II
del Manifieito («¿Se requiere
una
comprensión profunda
para
entender
que,
con
las condiciones
de
vida
de los hombres con sus relaciones sóciales con su x i s t e n c i ; - ; ~ ~ i ; I se rnodi
f i ~ ~ ~ - ~ ; I ~ 1 ~ 1 1 i _ ~ - ; - ~ s } : Í e a s ,
- p ~ n t ~ ~ - d < : - ~ ¡ ; t a y c o n ~ e p t o s ,
en una p ~ l a b r a , ~ u
C O _ l _ c ~ n c i a ? » ) con el pasaje
correspondiente
del Prefacio a la rítica de la eco-
nomía política («No es la conciencia de los hombres lª que determina la rea
lidac ;_f>ord contrario la realidad s _ o c : i ~ l _ ~ s la que dete.rmÍna su conciencia.»)
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 9/26
20
MANIFIESTO
COMUNISTA
co impulso creativo, en frases lapidarias que casi
se
transfor
man de forma natural en aforismos memorables que han llega
do a ser conocidos mucho más allá del mundo del debate po
lítico: desde el principio, «Un fantasma recorre Europa:
es
el
fantasma del comunismo», hasta el final, «Los proletario_s_Q_o
tienen nada g t : l ~ P _ e _ r c } e r _ :::_ r r i ~ s _ _ g ~ ~ ~ - s ~ ~ - - - ~ f 1 4 _ e n _ a s : _ _ T i e n e n un
mundo
que ganar».
12
De
forma igualmente poco común en la
l i t e r a t u ~ a l e ~ ~ ª del siglo x1x, está escrito en párrafos cortos,
apodícticos, predominantemente de una a cinco líneas, sólo en
cinco casos de entre más de doscientos son de quince o más lí-
neas. Se mire como se mire, el Manifiesto comunista como re
tórica polít ica tiene una fuerza casi bíblica.
Es
decir, no
es
po
sible negar su irresistible fuerza literaria.
13
No
obstante, lo que también llamará sin duda
la
atención
del lector contemporáneo
es el
notable diagnóstico del
Ma
nifiesto
acerca del carácter revolucionario y
el
impacto de la
«sociedad burguesa». No se trata simplemente de que Marx
r e ~ o n o c i e s _ ~ _ y _ p _ ( ) ~ _ l _ a I 1 _ ? _ 8 . _ ~ J 9 - ~ _ l q _ g _ 2 ? _ ~ x t ~ ~ ? ( ) _ : < : f ü ~ _ ~ _ r i o ~ _ _ y ~ l _ d ü : i a
mismo de una sociedad queéléfetestaba, para sorpresa de más
¿ - ; ; - ~ ~ - ~ d ; f ~ ~ ~ ~ r - p o s t e r i o r - d ~ i
capitalismo contra la amenaza
roja. Sino de que en
el mundo
transformado por
el
capitalismo
que
él describía en 1848, en pasajes
de
elocuencia sombría y
12. Aunque esta
es
la versión inglesa aprobada por Engels, no
es
una
traducción del texto original correcra en sentido estricto: «Mogen die herr
schenden Klassen vor einer kommunistischen Revolution zittern. Die Proleta
rier haben nichts
in ihr
(«en ella», o sea, «en la revolución»; la cursiva es mía)
zu verlieren als ihre Ketten»- [En
la
versión de las
OME
la frase
se
corres
ponde
por
completo con
el
texto original. N
de
fa t.)]
U. Para un análisis estilístico, véase S. S. Prawer,
Karf Marx and
Worfd
Literature
Oxford, Nueva York y Melbourne, 1978, pp. 148-149. Lastra-
ducciones cJel
Mamjí-esto
que conozco no tienen la fuerza literaria del texto
alemán original.
INTRODUCCIÓN
21
lacónica,
se
reconoce
el
mundo en que vivimos 150 años des
pués. Curiosamente, el optimismo nada realista, desde
el
pun
to de vista político, de dos revolucionarios de 8 y 30 años, ha
demostrado ser la fuerza más duradera del
lvianz/iesto. Porque
aunque el «fantasma del comunismo» obsesionase ciertamen-
te a los políticos, y aunque Europa atravesara un importante
período de crisis económica y social,
y
fuera a estallar en
la
re
volución continental más extendida de su historia, de ningún
modo había fundamento para la creencia expresada en
el
a-
ni/iesto
de que
el
momento de derru mbe del capitalismo se es
taba acercando («la revolución burguesa alemana sólo
puede
ser
el
preludio inmediatamente anterior a una revolución pro
letaria»).
Por el
contrario. Como ahora sabemos, el capitalis- 1
mo estaba preparado para su primera era de avance global
triunfante.
Lo que da
al Manifiesto
su vigor son dos cosas. La prime
ra
es
su visión, incluso en los comienzos de la marcha triunfal
del capitalismo,
de
que este modo de producción no era per
manente, estable, «el final de la historia», sino una fase tem
poral en la historia de la humanidad, y que, como sus prede
cesores, estaba destinado a ser superado
por
otro tipo
de
sociedad
a
menos que
l a
frase del
Manifiesto
apenas ha sido
advertida concluya «con la destrucción de las clases belige
rantes»). La segunda
es
su reconocimiento de las tendencias
históricas del desarrollo capitalista necesariamente a largo plazo.
El potencial revolucionario de la economía capitalista era ya
evidente; Marx y Engels
no
pretendían ser los únicos que lo
reconocían. Desde
la
Revolución francesa algunas de las ten
dencias que ellos observaron estaban teniendo claramente un
efecto sustancial: por ejemplo, la decadencia de «provincias
independientes, apenas aliadas y con intereses, leyes, gobier
nos y aranceles diferentes», ante los estados-nación con
«un
1 2
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 10/26
22 M NIFIESTO COMUNIST
gobierno, una ley, un interés nacional de clase y una línea
aduanera». Sin embargo, hacia finales de la década de 1840, lo
_ _q.... 1.. ..1e ..._ < a burguesía» había logrado era mucho más modesto que
los milagros que se le atribuían en el Manifiesto. Al fin y al
cabo, en 1850 en
el
mundo no se producían más de 71.000
toneladas de acero (casi el 70
por
100 en Gran Bretaña) y se
habían construido menos de 38.000 km de vías férreas (dos
terceras partes de ellas en
Gran
Bretaña y los Estados Unidos
de América). Los historiadores no han tenido dificultad en de
mostrar que, incluso en
Gran
Bretaña,
la
Revolución indus
trial (un término utilizado explícitamente por Engels desde
1844 en adelante)
4
a12_enas
h a b í _ ~ - ~ ~ e a d o un país industrial, ni
siquiera predominante1nent_e
u r b ~ g o _ a m e s _ d ~ - 1 ~ d é c ~ 9 ~
de
1 8 5 ó . M a ~ ~ y : E 1 ; g é l s ·no describían el mundo tal como había
sido ya transformado por
l
capitalismo en 1848, sino que pre
decían cómo estaba lógicamente destinado a ser transformado
por
él.
Hoy
vivimos en un
mundo
en el que esta transformación
se
ha
realizado en su mayor parte, aunque los lectores del Ma-
nifiesto
en l tercer milenio del calendario occidental sin duda
observarán que ha avanzado incluso más allá desde 1998. En
algunos sentidos, hoy podemo s incluso ver de forma más clara
la fuerza de las predicciones del Manifiesto que las genera
ciones situadas entre nosotros y su publicación. Porque hasta
la revolución en los transportes y las comunicaciones, a parti r
-1:
de la segunda guerra mundial, existían límites a la globaliza
ción de la producción, a «dar una conformación cosmopolita
a la producción y
al
consumo en todos los países». Hasta la dé
cada de 1970, la industrialización siguió estando preponde-
14.
En «Die Lage Englands. Das 18.Jahrhundert», Marx-Engels, Werke,
I,
pp.
566-568.
INTRODUCCIÓN
rantemente confinada a sus regiones de origen. Algunas
es
cuelas de marxistas podían incluso argumentar que el capita
lismo, al menos en su forma imperialista, lejos
de
«obliga(r) a
rodas las naciones a apropiarse del modo de pr oducción de la
burguesía, si es que no quieren sucumbir», por naturaleza
perpetuaba, o incluso creaba, «subdesarrollo» en el llamado
Tercer Mundo. Mientras un tercio de la especie humana vivía
en economías delt po-comun sta sovfédco- --pareCía
que er
pitalismo nunca conseguiría obligar a todas las naciones «a
convertirse en burguesas». No «crea(ría) un mundo a su pro
pia imagen y semejanza». Tampoco, antes de la década de
1960, el anuncio hecho po r efMani}/esto de.que el c ~ p i t a f i s f f i 9
llevaba consigo la destrucción de la familia parecía haber sido
verificado, ni siquiera en los países occidentales avanzados
donde hoy más o menos la mitad de los hijos nacen de madres
solas y son criados por ellas, y la mitad de los hogares en las
grandes ciudades son unipersonales.
Para acabar, lo que en 1848 pudo sorprender a un lector no
comprometido como retórica revolucionaria o, come mucho,
como predicción verosímil, hoy se puede leer como una carac
terización concisa del capitalismo a finales del siglo xx. ¿De qué
otro documento de la década de 1840 se pued e decir lo mismo?
IV
No obstante, si a finales del milenio debemos sorprendernos
por la agudeza
de
la visión que el Maniji esto daba del entonces
remoto futuro de
uh_
capitalismo masivamente globalizado, l
fracaso de otra de previsfo-iies-es igualmente sorprendente.
Hoy es evidente-qué la burguesía no ha r o d u c i 9 o : < : < : m t ~ J ¡ Q c l o
sus p r o p i ~ s sepultureros» en el proletariado. «Su hundimien-
1 3
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 11/26
I
24
MANIFIESTO COMUNISTA
to y el triunfo del proletariado» no se han demostrado «igual
mente inevitables». El contraste entre las dos mitades del aná
lisis hecho en el Manzfiesto en su sección titulada «Burgueses
y proletarios» reclama más explicación después de 150 años
que en el momento de su centenario.
El
problema no
reside en la visión de Marx y Engels de un
capitalismo que transformaba necesariamente a la mayor par
te de la población que ganaba su sustento en esa economía en
hombres y mujeres que dependen para su subsistencia de
al
quilarse a cambio de jornales o salarios. Sin
duda
la tendencia
ha sido esa, aunque hoy en día los ingresos de algunos de los
que técnicamente son empleados contratados a cambio de un
salario, como Íos ejecutivos de las g r a n d ~ ; · - ~ - ~ p - ; : . ~ s a ~ - diÍícil
ment-esep-uedeñ contar corno proleta,-rios. -Ni t ~ m p o c ~ reside
e s e n ~ i ~ 1 ~ i i t e e i i - s i i creencfaoe
que la mayor parte de esa po
blación trabajadora consistiría en una fuerza de trabajo indus-
trial.
Aunque Gran
Bretaña siguió
s i e n d ¿ ~ o ~ p l ~ t ~ ~ ; n t e
excepcional como un país en que los obreros manuales asala
riados constituían la mayor parte de la población, el desarrollo
de
l
producción industrial exigió una entrada masiva y cre
ciente de trabajo manual durante mucho más de un siglo des
pués del Manifiesto.
Es incuestionable que este
ya no
es el caso
en la producción moderna de capital intensí\Tü y a f r ; - - ~ ~ n o l o
gía, un desarrolio que no se tomó en consideración en
eCÚa-
nifiesto auf1qu-e
de
hecho en sus ~ s t u d i o s económicos más ma
duros el.mismo Marx concibiera el posible d e s a r r ~ f f ¿ · ¿ ~ ~ ~ a
economía
que
prescindiera progresivamente del trabajo, al
. .
15
.......
.
menos en
una
era poscapitalista. Incluso
en
las viejas econo-
'5.
Véase,
por
ejemplo, la discusión acerca de «Capital fijo y el desarro
llo de lqs recursos r>roductivos de
l
sociedad» en los manuscritos de 18.57-
1858,
Col . Works
vol. 29, Londres, 1987, pp. 80-99.
INTRODUCCIÓN
25
mías industriales del capitalismo,
el
porcentaje de gente em
pleada en la industria manufacturera se mantuvo estable hasta
la década de 1970, excepto en los Estados Unidos, donde el
declive se inició un poco antes. Desde luego, con muy pocas
excepciones, como las de Gran Bretaña, Bélgica y los Estados
Unidos, en 1970 los trabajadores industriales probablemente
constituían una proporción mayor del total de población ocu
pada en el mundo industrial, y en vías de industrialización,
que en cualquier momento anterior.
Sea como sea, el derrocamiento del capitalismo previsto
por
el Manifiesto no residía en la transformación previa de la
mayoría de la población ocupada
en
proletarios, sino en la asun
ción de que la situación del proletariado en la economía ca
pitalista era tal que, una vez organizado como un movimiento
de clase necesariamente político, podía encabez ar y aglutinar
el
descontent o de otras clases, y así
adquirir
poder político como
«el movimiento independiente de
una
ingente mayoría en in
terés de esa ingente mayoría». De este
modo
el proletariado
llegaría a «elevarse a clase nacional ... constituirse a sí mismo
en cuanto nación».
16
Puesto que
el
capitalismo no
ha
sido derrocado estamos
en condiciones de desechar esta predicción. Sin embargo,
por
muy improbable que pareciera en 1848, la política de la mayor
parte de los países capitalistas europeos
iba
a ser transformada
por
el ascenso de los movimientos políticos organizados que
se basaban en
l
conciencia de clase proletaria y que apenas
16. La frase en alemán «sich zur nationalen Klasse erheben» tenía con
notaciones hegelianas que la traducción inglesa autorizada
por
Engels modi
ficó, presumiblemente porque pensaba que no sería entendida
por
los lecto
res de la década de 1880. [En la edición inglesa de 1888 figura: «elevarse a
clase dirigente de la nación». N de la t
] I¡ /
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 12/26
\
26
M NI FIESTO COMUNIST
habían hecho su aparición fuera de Gran Bretaña. Los parti
dos socialistas y obreristas emergieron en muchas zonas del
mundo
«desarrollado» en la década de 1880. Llegaron a ser
partidos de masas en los estados con derecho democrático al
voto que ellos mismos habían contribuido en tan gran medida
a conseguir.
Durante
la primera guerra mundial, y después de
ella, mientras una rama de los «partidos proletarios» siguió
el
camino revolucionario de los bolcheviques, otra rama se con -
virtió en
el
pilar que sustentaba un capitalismo democratiza
do. La rama bolchevique ya no tiene una gran significación en
Europa, o bien los partidos de este tipo se han asimilado a la
socialdemocracia. La socialdemocracia, tal como se entendía
en tiempos
de
Bebel e incluso de Clement Attlee, está luchan
do en retaguardia en la década de los noventa. Sin embargo,
mientras escribo esto 1997), los descendientes de los partidos
s o c i a f d e m ó · ; ; - ¡ ~ t a s de la Segu;;-d;
~ t e r ; - ; ~ i o ; a l , - - : ; t l g 1 1 r ~ ~ ~ ~ ~ e - c : e s
bá}o-su.s
n o m b ~ ~ s
o d g i ~ ~ l e s :
s ~ n
los .partidos de gobierno en
t o d ~ s l o ~
~ ~ t a d o s europeos excepto dos España y Alemania),
y en ambos han gobernado en el pasado y es p r o b a J > l ~ _ q u t J o
vuelvan a hacer.
En definitiva, lo que está equivocado no es la predicción del
Manzfi esto
acerca del papel central de los movimientos políticos
basados en la clase obrera (y que todavía llevan e x p l Í ~ i t ~ ~ ~ ~ t e
l
~ o m b r e
de clase, como los partidos laboristas británico, ho
landés, noruego y de Australasia). Es la proposición de que «de
todas las clases que ~ n f r e n t a n hoy en_ día a la b 1 1 r g 1 : 1 ~ s í ~ _ ~ § - ~ ~ l
proletari;do. es una clase verdaderamente
r e v o l u c i ( ) _ 1 ? : ~ ~ a » ,
cuyo destino inevitable, implícito en la naturaleza y
l
desarro
llo del capitalismo, es derrocar a la burguesía: « ~ 1 : 1 . Q l _ I 1 < : 1 J m i e n
to y el triunfo del proletariado son igualmente inevitables».
Incluso en los famosos «hambrientos a ñ o ~ cuarenta», el
mecanismo que debía asegurar este hecho, a saber, la caída
INTRODUCCIÓN
27
inevitable de los trabajadores en la indigencia,¡; no era total
mente convincente; a menos que se supusiera, lo cual incluso
entonces no era creíble, que
el
capitalismo se encontraba en su
crisis final y a punto de ser derrocado
inmediatamente.
Se tra
taba de un mecanismo doble. Sumado al efecto del aumento
de la indigencia sobre
l
movimiento obrero, demostraba que
la burguesía era «incapaz de dominar porque es incapaz de
asegurar a sus esclavos la existencia inclusive dentro de su es
clavitud, porque está obligada a dejarlos que
se
suman en una
situación en la cual debe alimentarlos en lugar de ser alimen
tada por ellos». Lejos de proporcionar el beneficio que ali
mentaba la máquina del capitalismo, el trabajo lo drenaba.
Pero, dado el enorme potencial económico del capitalismo
que tan enfáticamente se exponía en el mismo Manifiesto,
¿por
qué era inevitable que el capitalismo no pudiese proveer
la subsistencia,
por
muy miserable que fuera, a la mayor part e
de su clase obrera,
o,
dicho de otro modo, que no pudiese pro
porcionar un sistema de bienestar? ¿ r : ~ .
i_r:iey _table
que la «in
digencia [en sentido estricto, véase la nota 17] se desarrolla ra)
aún con mayor celeridad que la población y la riqueza»?
18
Si el ca-
17. PauperiJm no se debe leer
c_oII1 º 11 n si_nónÍfI10
de puverty. Las pala
bras alemanas
t ~ ~ ~ d a s
d ~ l uso inglés son
Pauper
( « p e r s o ~ ~ in.J.igente ... que
recibe caridad o algún tipo de provisión pública», Chambers wentieth Cen-
tury Dictionary)
y
Pauperismus (pauperínn:
«situación de ser pauper>>,
zhid).
[La palabra utilizada por Hobsbawm
es
pauperisation, que he traducido
por
«caída en la indigencia». (N de
la t
)]
·
} 8 _ - " ~ f i ; ~ ; a a 6 ¡ 1 ; ; a m e n t e ,
hoy los capitalistas y los gobiernos que defienden
el
libre mercado utilizan algo pareci.do
al
argumento marxiano de 1848 para
demostrar que las economías o los estados cuyo
PNB
se
sigue doblando cqda
pocas décadas irán a la bancarrota
si
no acaban con los sistemas de redistri
bución d e la renta estados del bienestar, etc.), que se establecieron en épo
cas
de
menor riqueza,
por
medio de los cuales aquellos
_que
tieneri
ingre_sos
mantienen a aquellos que no pueden tenerlos. 4 S
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 13/26
28 MANIFIESTO
COMUNISTA
pitalismo tenía una larga vida ante él -como fue evidente
muy poéo después de
1848-
esto no tenía que ocurrir. Y de
hecho,
no
ocurrió.
La visión del desarrollo histórico de la «sociedad burgue
sa» que daba el Manifiesto, incluida la clase obrera que ésta
generaba, no conducía
necesariamente
a la conclusión de que
el proletariado derrocaría
al
capitalismo y
al
hacerlo, abriría el
camino hacia el desarrollo del comunismo,
porque
la visión
y la conclusión no derivaban del mismo análisis. La meta del
comunismo, adoptada antes de que Marx fuera «marxista», no
se derivaba del análisis de la naturaleza el desarrollo del ca
pitalismo, sino de un argumento filosófico, en realidad escato
lógico, acerca de la naturaleza humana y su destino. La idea
-fundamental para Marx desde aquel
momento-
de que el
proleta riado era una clase que no se podía liberar a ella misma
sin -Hberár
-cle
es-e modo a toda la sociedad, aparece
p r i ~ e r o
comÓ
«una deducción filosófica más que como un
p r o d u c ~ o
d ( ' J ~ _ é > b s ~ r v a c i ó n » .
Como señaló George Lichtheim: «el pro
letariado hace su primera aparición en los escritos de Marx
como la fuerza social que se necesita para realizar las metas de
la filosofía germana» tal como lo veía Marx en 1843-1844.
2
º
La «posibilidad positiva de la emancipación alemana», es
cribió
en
la Introducción a
la
Crítica
de
la filosofía del derecho
de Hegel, reside «en la formación deuna clase con
cade J{[S
ra-
dicales ... una clase que es la disolución de todas1asclases;una
esfera
de
la sociedad que tiene un carácter universal porque
s ~ s - s ü f r f u i ~ ~ t o s -
~ ; ~ - ~ ~ i ~ ~ ~ s ~ i e s
: y - q ~ ~ .no demanda bien
particular porque
el
mal que se ha cometido contra ella no
es
19. Leszek Kolakowski,
Main Currents o Marxism,
vol. 1
The Foun-
ders, Oxford, 1978, p. UO.
20. George Lichtheim,
Marxism,
Londres, 1964, p. 45.
INTRODUCCIÓN
.
29
un mal particular, sino mal como tal ... Esta disolución de la so
cieda_d_J;_qr:no
una clase particular
es
el proletariado ... La eman
c i p a c i ó ~ alemana es la emancipación del ser humano. La filo-
sofía
es la cabeza de esta emancipación
el proletariado
es su
corazón. La filosofía no se puede realizar sin abolir el proleta
r í ~ d o ,
el
proletariado no se puede abolir sin que la filosofía
haya hecho realidad».
21
En aquel momento, Marx sabía poco más del proletariado
que lo siguiente: «se está formando en Alemania sólo como re
sultado del avance del desarrollo industrial» este era precisa-
mente su potencial como fuerza liberadora, puesto que, a di
ferencia de las masas pobres de la sociedad tradicional, era el
hijo de una disolución drástica de la sociedad y
por
consi
guiente, con su existencia «proclama ba) la dimlución del
or-
den mundial existente hasta ahora». Todavía sabía menos acer
ca de los movimientos de trabajadores, aunque poseía un gran
conocimiento sobre la historia de la Revolución francesa.
En
Engels encontró un compañero que aportó a la asociación el
concepto de_«Revolución industrial», una forma
de
compren
der la dinámica de la economía capitalista tal como existía
realmente en Gran Bretaña, los rudimentos de
un
análisis
económico.
22
Ambos le conducían a predecir una revolución
social futura que deber ía realizar una clase obrera real, acerca
de la cual,
al
vivir y trabajar en Gran Bretaña a principios de la
década de 1840, sabía mucho. Las aproximaciones de Marx y
de Engels al «proletariado» y al comunismo se complementa-
21. Karl Marn y Friedrich Engels, Coll Works, vol. 3, pp. 185-187. En
este pasaje he preferido en general
l
traducción de Lichtheim,
loe. at
Lapa
labra alemana que
él
ha traducido como «clase» es Stand, que hoy
es
errónea.
22. Publicado como Out ines o a Critique
o
Politica Econo f y en 1844,
Coll Works,
vol. 3, pp. 418-443.
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 14/26
30
MANIFIESTO COMUNISTA
ban mutuamente. Lo mismo ocurría con su concepción de la
lucha de clases como rnotor de la historia.
En
el caso
de
Marx
derivaba ampliamente del estudio del período revolucionario
fr.?_r:icés en el de Engels de la experiencia de los movimientos
sociales en la
Gran
Bretaña posnapoleónica.
No
es sorpren
dente que estuviesen (en palabras de Engels) «de acuerdo en
todos los terrenos teóricos».
23
Engels proporcionó a Marx los
elementos de un modelo que demostraba la naturaleza fluc
tuante y propensa a la desestabilización de las operaciones de
la economía capitalista en particular los esbozos de una teo
ría de las crisis económicas
24
y material empírico acerca del
ascenso del movimiento de la clase obrera británica y el papel
revolucionario que podía desempeñar en Gran Bretaña.
En
la década de
1840
no era inverosímil la conclusión de
que la sociedad estaba al borde de la revolución. Tampoco lo
era la predicción de que la clase obrera, por inmadura q ue fue
ra, la dirigiría. Después de todo,
al
cabo de pocas semanas de
la publicación del Manifiesto un movimiento de los obreros d e
París derrocó a la monarquía francesa y dio la señal para la re-
volución a media Europa. Sin embargo, la tendencia a genera r ·
1
un proletariado esencialmente revolucionario, por
parte
del
desarrollo capitalista, no se podía deducir del análisis
de
la na
turaleza del desarrollo capitalista.
u n a _ c , ) ~ ~ e - ~ l 1 e n c i a
posi-
ble de
C : ~ ~ - ~ c : ~ _ ~ _ r _ ( ) µ o _ , _ p ~ r o 11º
se podía_ demostrar que
e r ~
la
única_ posible. Todavía menos se podía demostrar
~ 1 e
el hecho
23. «Ün the History
of
the Communist League»,
Col \Vorks,
vol. 26,
Londres, 1990, p. 318.
24.
Outlines
ofa
Crt ique,
Co L
Works,
vol. 3, pp. 433 ss. Parece que pro
cedía de los escritores radicales británicos, en particular deJohn Wade, His-
tory
of
he Middle a mi Workzng Classes, Londres, 1835, a quiert Engels hace
referencia en este aspecto.
INTRODUCCIÓN
31
de que el proletariado derrocara con éxito al capitalismo de
bía abrir necesariamente
el
camino
al
desarrollo del comunis
mo. (El
Manifiesto
sólo afirma que entonces se iniciaría un
proceso de cambio muy gradual.)
25
La visión de Marx de un
proletariado cuya misma esencia le destinaba a emancipar a
toda la humanidad y a acabar con la sociedad de clase por me
dio de su derrocamiento del capitalismo, representa una espe
ranza que se lee en su análisis del capitalismo, pero no una
conclusión que este análisis imponga de forma necesaria.
Lo que se puede desprender sin duda del análisis del capi
talismo hecho_ en el Mamfi'esto, en especial cuando Marx
am
plía su análisis, sobre la concentración económica, y que ape
nas está insinuado en 1848, es una conclusión más general y
menos específica acerca de
las
fuerzas autodestructivas que se
generan en el desarrollo capitalista Llegará un punto y en
1998 no sólo los marxistas aceptarán esto en que «las rela
ciones burguesas de producción
y
tráfico, las relaciones bur
guesas de propiedad, la sociedad burguesa moderna, que ha
producido, como
por
arte de magia, medios de producción y
tráfico tan ingentes, se asemeja al hechicero que
ya
no logra
dominar las fuerzas subterráneas que ha conjurado ... Las re
laciones burguesas se han tomado demasiado estrechas como
para abarcar la riqueza por ellas engendrada».
No
es irrazonable concluir que las «contradicciones» in
herentes a
un
sistema de mercado basado en «ningún otro
vínculo que el interés desnudo, que el insensible pago al con
tado , un sistema de explotación y de acumulación sin fin»,
25. Esto queda incluso claro en las formulaciones de Engels en lo que
son, realmente, dos borradores anteriores al Manifiesto, «Draft of a Commu
nist Confession of Faith», Col . Works, vol. 6, p. 102, y «Principies
of
Com
munism», ibid P- 350 («Principios del comunismo», en OME, 9, pp. 1-21).
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 15/26
32
MANIFIESTO COMUNISTA
nunca pued en ser superadas; que en un punt o determinado en
una serie de transformaciones y reestructuraciones, el desarro
llo de este sistema que tiende esencialmente a desestabilizarse,
conducirá a un estado de cosas que no pueda ser
ya
descrito
c o m o _ ~ i t a J i S J : l l ) . O, para citar al último Marx, cuando «la
centralizacio-n dé los medios de producción y la socialización
del trabajo alcanzan un punto en el cual se hacen incompati
bles con su cober tura capitalista»
26
y esta «cobertura estalla en
pedazos».
No
importa qué nombre se le dé
al
estado de cosas
subsiguiente.
No
obstante - como demuestran los efectos de
la explosión económica mundial en
el
medio ambiente mun
dial-,
deberá marcar un giro drástico de la apropiación pri
vada a la gestión social a escala global.
Es muy improbable que esté} «sociedad poscapitalista» se
corresponda c on los modelos tradicionales de socialismo, y to
davía menos con el socialismo «realmente existente» de la era
soviética. Las formas que pueda tomar, y hasta qué punto en
carnará los valores humanistas del comunismo de Marx y En
gels, dependerá de la acción política por medio de la cual lle
gue este cambio. Porque esto, como sostiene el
Manifiesto es
determinante para la configuración del cambio histórico.
En la visión marxiana, como sea que describamos aquel mo
mento histórico en
el
que «la cobertura estalla en pedazos», la
política será
un
elemento fundamental. El
Manifiesto
se ha
26. De «Historical Tendency of Capitalist Accumulation», en
Capital
voL
I,
CoH \Vorks vol. 35, p. 750 (trad. cast. en El capital libro primero,
vol. 2,
OME, 41, Crítica, Barcelona, 1978, p. 409).
INTRODUCCIÓN
33
leído principalmente como un documento que describe un pro
ceso histórico inevitable, y desde luego su fuerza derivó sobre
todo de la confianza que proporcionaba a sus lectores acerca
de que el capitalismo estaba destinado de forma inevitable a
ser enterrado por sus sepultureros, y de que ni entonces ni en
ninguna época anterior de la historia se habían dado las con
diciones para la emancipación. Con todo, contrariamente a las
presunciones más extendidas, puesto que admite que
el
cam
b i ~ h i ~ ~ c ) i c o t _ i ~ n e ) u g a r
por medi<?.Eé .J()s h oII1_b_res
q u e h ~ ~ ~ ~
su propiaJ:iisforia,
n_o es
un documento determinista. Las tum
bas deben ser cavadas o r i ~
~ ~ ~ i ó ~ - h u ~ a i i a
o a ~ ~ v é s de ella.
Ciertamente es posible hacer una lectura determinista del
argumento. Se ha sugerido que Engels tendía a ella de forma
más natural que Marx, lo que tuvo importantes consecuencias
para el desarrollo de la teoría y el movimiento obrero marxis
tas después de la muerte de Marx.
De
todos modos, aunque los
propios esbozos preliminares de Engels se han citado como
p r u e b a ~ , 2 7
de hecho no se puede leer en
el
Manifiesto
mismo.
Cuando deja el terreno del análisis histórico y se adentra en el
presente, es un documento de opciones, de posibilidades polí
ticas más que de probabilidades, y no digamos de certezas. En
tre «ahora>> y el momento, imposible de predecir, en que «en el
curso de la evolución» habría «una asociación en la cual el libre
desarroll9 de cada cual será
l
condición pa ra el libre desarro
llo de todos», se encuentra el reino de
l
acción política.
El cambio histórico a través
de
la práctica social, a través
de la acción colectiva, está en
el
corazón del Manifiesto: con
templa el desarrollo del proletariado como la «organización
de los proletarios en una clase; y con ello en un partido políti-
27. George Lichtheim,
Marxism
pp .58-60.
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 16/26
\
34
MANIFIESTO COMUNISTA
co». La «elevación del prole tariado a clase dominante» «la
conquista de la democracia») es «el primer paso de la revolu
ción obrera», y el futuro de la sociedad depende de las poste
riores actuaciones políticas del nuevo régimen cómo «el pro
letariado utilizará su hegemonía política»). El compromiso
con la política
es
lo que, históricamente, distinguió
al
socialis
mo marxista de los anarquistas y de los sucesores de aquellos
socialistas cuyo rechazo de toda acción política condena explí
citamente el M a m j i ~ s t o Incluso antes de Lenin, la teoría mar
xiana no sólo trataba acerca de «lo que nos dice la historia que
ocurrirá», sino también acerca de
«lo_g_ue
se d e b _ ~ h ~ _ c ~ r » Es
verdad que.la experiencia soviética del sigfo xxiios ha enseña
do que quizá sea mejor no «hacer lo que se_debe» en condi
ciones históricas que p r á t i ~ ~ m e r i r e hacen el éxito imposible.
Pero-ésta lección se podría haber.ap.re1Í.dido t o m a n d ~ en c;n
sideración las implicaciones del
Manifiesto comunista
Para acabar,
el Manifiesto y
esta no
es
la menor de sus
extraordinarias
cualidades-
es
un documento que preveía el
fracaso. Manifestaba la esperanza de que el resultado
lel
de
sarrollo capitalista fuera «una transformación revolucionaria
de toda la sociedad», pero, como ya hemos visto, no excluía la
alternativa: «destrucción de
las
clases beligerantes». Muchos
años más tarde otro marxiano volvió a formular esta idea
como la elección entre socialismo y barbarie. Cuál de los dos
prevalecerá es una pregunta que
el
siglo XXI debe responder.
E. J HossB WM 1997
KARL
fv1ARJC
FFJEDRICH ENGELS
lVIANIFIESTO
DEL
PARTIDO COI\ IUNISTA
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 17/26
NoTA: Esta edición reproduce la versión castellana publicada en OME 9,
Crítica, Barcelona, 1978, pp. 133-169, a partir de la edición de Karl Marx-·
Friedrich Engels, Werke Dietz-Verlag, Berlín Oriental, reimpresión de
1975, vol. 4
pp·
459-493, reproducida también en este volumen. Como en
aquella edición, las notas a pie de página de Marx y Engels se indican con nú
meros precedidos de asterisco; las que no llevan asterisco son. notas d e edi
ción. Los prólogos l Manifiesto del Partido Comiínísta escritos
por
Marx
Engels se encuentran l final del presen te volumen pp. 121-150).
Un fantasma recorre Europa:
es
l fantasma del comunismo.
Todas las potencias de la vieja
Europa
se han aliado en una sa
crosanta cacería: de este fantasma: l papa y el zar, Mettemich
y Guizot, los radicales franceses y los policías alemanes.
¿Dónde está el partido opositor al cual sus adversarios en
l gobierno no hayan tildado
de
comunistas? ¿Dónde está el
partido opositor que no haya lanzado.de retorno la estigmati
zadora acusación de comunismo tanto a los opositores más
avanzados como a sus enemigos reaccionarios?
De este hecho surgen dos cosas.
Todas
las
potencias europeas reconocen ya al comunismo
como una potencia.
Y a es tiempo de que los comunistas expongan abierta
mente ante todo el mundo su enfoque, sus objetivos, sus ten
dencias, oponiendo a la leyenda del fantasma del comunismo
un manifiesto de su propio partido.
Con esa finalidad se han reunid o en Londres los comunis
tos de las más diversas nacionalidades y han esbozado
el
si
guiente Manifiesto, que se publica en inglés, francés, alemán,
italiano, flamenco y danés.
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 18/26
T
BURGUESES Y PROLETARIOS ·:t
La historia
de
todas
las
sociedades existentes hasta
el
presente
2
es
la
historia de luchas de clases.
Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y
siervos, maestros y oficiales, en suma, opresores y oprimidos
.
L
Por
burguesía se entiende la clase de los capitalistas modernos, quie-
nes son poseedores de los medios sociales de producción y explotan
el
traba-
jo asalariado. Entiénd ese por proletarios a la clase de los .trabajadores
s ~ ~ -
riados modernos quienes, puesto que no poseen
med10s
de produccion
propios, dependen
de
la venta de su fuerza de trabajo para
poder
vivir. [Nota
de Engels a la edición inglesa de 1888]
1
2. Esto significa, estrictamente hablando, la historia transmitida por es-
crito. En
1847 ún
era prácticamente desconocida la prehistoria de la socie-
dad la organización social que precedió a toda
l
historia fijada
por
escrito.
DesJe
entonces, Haxthausen descubrió
la
propiedad común de la tierra en
Rusia, Maurer demostró que fue
el
fundamento social del cual partieron histó-
ricamente todas las tribus teutonas y poco a poco se descubrió que las comu-
nidades aldeanas con posesión comunitaria del suelo fueron la forma primiti-
va
de
la
sociedad desde la India hasta Irlanda.
Por
último, el descubrimiento
cimero de Morgan acerca
de
la verdadera naturaleza ele la gens y su posici?n
dentro de la tribu, puso al descubierto
la
organización interna de esta socie-
dad comunista primitiva en
su
forma típica. Con
la
disolución <le estas corm .-
nidades primitivas comienza la escisión de
la
sociedad en clases separadas
y.fi-
nalmente opuestas entre
sí. [Nota de Engels a la ediczon inglesa 8 8 ~
la
edición alemana de 189 ] He intentado seguir este proceso de d1soluc10n en
El
origen de
la
famzlia, de
la
propiedad privada
y
del Estado, segunda edición,
Stuttgart,
1886.
[Nota de Engels a
la
edición inglesa de
1888]
MANIFIESTO DEL PARTIDO
COMUNISTA
39
siempre estuvieron opuestos entre sí librando una lucha inin-
terrumpida, ora oculta, ora desembozada, una lucha que en
todos los casos concluyó con una transformación revoluciona-
ria de toda la sociedad o con la destrucción de las clases beli-
gerantes.
En las épocas anteriores de la historia hallarnos casi por
doquier una total división de la sociedad en diversas clases, un
múltiple escalonamiento de las posiciones sociales. En la anti-
gua Roma tenemos patricios, caballeros, plebeyos y esclavos;
en
el
Medioevo tenemos señores feudales, vasallos, maestros,
oficiales, siervos
y
por añadidura, en casi cada una de estas
clases hay, a su vez, gradaciones particulares.
La sociedad burguesa moderna surgida del ocaso de la
so-
ciedad feudal_no ha abolido los antagonismos de clase. Sólo ha
sustituido las antiguas clases, condiciones de la opresión y for-
mas de la lucha por otras nuevas.
Nuestra época, la época de la burguesía, se distingue em-
pero
por
el
hecho de haber simplificado los antagonismos de
clase.
Toda
la sociedad se divide cada vez más en dos grandes
bandos hostiles, en dos grandes clases, que se enfrentan direc-
tamente entre sí: la burguesía y
el
proletariado.
De los siervos de la Ed ad Media surgieron los villanos de
las primeras ciudades; a partir de esta clase urba na se desarro-
llaron los primeros elementos de la burguesía .
El descubrimiento de América, la circunnavegación del
África crearon nuevos terrenos para la burguesía en ascenso. Los
mercados de las Indias Orientales y de la China, la colonización
de América,
el
intercambio con
las
colonias, la incrementación
de los medios de cambio y de las mercancías en general propor-
cionaron
al
comercio, a la navegación
y
a
la
industria un auge
ja-
más conocido, y con ello una rápida evolución l elemento revo-
lucionario dentro de la sociedad feudal en desintegración.
.S 1
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 19/26
40
KARL MARX / FRIEDRIGH ENGELS
La
explotación feudal o gremial de la industria, impe
rante
hasta
entonces,
ya
no bastaba
para
satisfacer las nece
sidades, crecientes con los nuevos mercados. Su lugar fue
ocupado
por
la
ma11uf_a_ctura.
Los maestros de los gremios
fueron desplazados por la clase media industrial; la división
del
trabajo entre
las diversas corporaciones desapareció
ante la división del trabajo dentro del
propio
taller indivi
dual.
Pero
los mercados crecían constantemente, la demanda
aumentaba de continuo. Tampoco la manufactura resultaba
ya
suficiente. Entonces, el vapor y la maquinar ia revoluciona
ron la producción industrial. El lugar de la manufactura fue
ocupado
por
la gran industria moderna el de la clase media
industrial
por
los millonarios industriales, los jefes de ejércitos
industriales enteros, los burgueses modernos.
La gran industria ha instaurado el
mercado
mundial pre
parado
por
el descubrimiento de América.
El
mercado mun
dial
ha
dado
origen a un desarrollo inconmensur able del co
mercio,
la
navegación y las comunicaciones terrestres. A su
vez, este desarrollo
ha
repercutido
sobre
la expansión de la
industria, y en la misma medida en
que
se expandían la in
dustria , el comercio, la navegación los ferrocarriles , se de
sarrolló la burguesía, incrementó sus capitales y relegó a un
pla.no secundario a todas las clases heredadas
de
la
Edad
Media.
Vemos, pues, que la propia burguesía moder na es produc
to de
un
prolongado curso evolutivo, de
una
serie de revolu
ciones
en
los modos de producc ión y tráfico.
Cada una
de
estas etapas evolutivas
de
la burguesía estuvo
acompañada
por
un correspondiente progreso político.
1
Clase
l Agregado en 1888):
de esta clase.
M NIFIESTO DEL P RTIDO
COMUNIST
41
oprimida bajo la dominación de los señores feudales· aso-
ciación armada autogobernada en la comuna;'
3
en a l ~ u n a s
partes república urbana independiente,2 en otras tercer estado
tributar io de la monarquía;
3
luego, en tiempos de
la
manufac-
tura, contrapeso de la nobleza en la monarquía feudal o en la
absoluta,
4
base fundamental de las grandes monarquías en ge-
neral, desde la instauración de la gran industria del mercado :
mundial conquistó finalmente la hegemonía política exclusiva
) J
en el moderno estado
r e ~ r ~ ~ e n t a t i ~ º ·
El
poder
estatal moder- ; , ¡:
/
no es solamente una
com1s1on
admmrstradora de los negocios , /
comunes de toda·la clase burguesa.
La
burguesía ha desempeñado un papel extremadamente
revolucionario en la historia.
Dondequiera que llegó
al
poder, la bi;irguesía destruyó todas
las condiciones feudales, patriarcales, idílicas.
Ha
desgarrado
despiadadamente todos los abigarrados lazos feudales que li
gaban a los hombres a sus superiores naturales, no dejando en
pie, entre hombre hombre, ningún otro vínculo que
el
inte-
*3,
En
Francia se denominaban «comu nas» a las ciudades que surofan
b '
inclusive antes aún de que sus señores feudales maestros lograsen conquis-
tar la autonom ía administrativa local y los derechos políticos en condición de
«Tercer Estado». En términos generales hemos citado aquí a Inglaterra
como país típico del desarrollo económico de la burguesía a Francia como
país típico de su evolución política.
[Nota de Engels a la edición inglesa de
1888]
Así denominaban los habitantes de las ciudades
de
Italia y Francia a sus
comunidades urbanas, luego de haber adquirido sus primeros derechos de
autonomía administrativa a sus señore.s feudales o de haberles forzado a ce
dérselos.
[Nota de Engels a
la
edición ~ e m a n a de
1890
2.
Agregado en 1888):
(como en Italia Alemania).
3 Agregado en 1888):
(como en Francia).
4.
En 1848):
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 20/26
42
KARL
MARX / FRIEDRICH ENGELS
rés desnudo,
que
el insensible
«pago
al
contado». Ahogó
el sa
orado
paroxismo del idealismo religioso, del entusiasmo caba
lleresco, del sentimentalismo pequeñoburgués, en las gélidas
aguas
del
cálculo egoísta. Ha
reducido
la dignidad
personal
al
valor de cambio,
situando,
en lugar de las
incontables
liberta
des
estatuidas
y
bien
conquistadas,
una
única
desalmada
liber
tad de comercio. En una palabra, ha
sustituido
la explotación
disfrazada con ilusiones religiosas y políticas
por
la explota
ción franca, descarada, directa
y
escueta.
La burguesía
ha despojado
de
su aureola a todas las activi
dades que hasta el presente eran venerables y se contemplaban
con piadoso respecto.
Ha
convertido en sus
obreros
asalariados
al médico, al jurista, al cura, al
poeta
y al
hombre de
ciencia.
La
burguesía
ha arrancado a las relaciones familiares su
velo
emotivamente
sentimental,
reduciéndolas
a
meras
rela
ciones dinerarias.
La
burguesía
ha
desvelado
que
la
brutal
manifestación de
fuerza que tanto
admira
la reacción en el Medioevo tenía su
complemento apropiado
en
la más indolente holgazanería.
Sólo ella ha
demostrado
qué puede
producir
la actividad de
los hombres. Ha llevado a
cabo obras
maravillosas
totalmente
diferentes a las pirámides egipcias, los acueductos romanos y
las catedrales góticas, ha realizado campañas completamente
distintas de las migraciones de pueblos y de las cruzadas.
La burguesía no. p u c : ~ e ~ ¡ , > : ~ s t i r __ si. -1:_
~ _ e Y 5 ? L ~ ~ ~ ' ? _ ~ ~ r
perma
n e n t e ~ e ~ t ~ - f 0 s - f f 1 ; t r ~ u 1 1 1 e n t o s de producción, vale decir las re
l a ~ l . ; ñ e s - a e · p ~ - o d ~ ~ t : ~ i é ) i : i y, ·p¿; ¡ . ; _ d e ~ · t ; · d a s las relaciones socia·
le;,
c a ~ b i o ,
la-conservación
inalterada del
a ~ t i g u o modo
de producción era la condición
primordial de
la existencia de
todas las clases industriales anteriores. El continuo trastoca
miento
de
la producción, la conmoción ininterrumpida
de
to
das las situac iones sociales, la eterna
inseguridad
y movilidad
i\fANlFlESTO DEL
PARTlDO
COMUNlST.A
distingue la época burguesa de todas las demás.
5
Todas las re
laciones firmes y enmohecidas,
con su
secuela
de
ideas y con
ceptos venerados desde antiguo, se disuelven, y todos los ele
formación reciente envejecen antes de poder osificarse.
Todo
Al lo
estmnental
y estable se e\ apora, todo lo consagrado se desa-
1 craliza, y los h o m b ; e ~ ~ e ven f i ~ a l m e n t e obligados a
contem
plar
con
ojos desapasionados su posición frente
a
Ia
vida, sus
relaciones
mutuas.
L 1 necesidad de una
venta
cada
vez más expandida
ele
sus
productos lanza
a
la burguesía
a
través de todo el orbe. Ésta
debe establecerse, instalarse
y
entablar vinculacione¡; por
do
qmer.
- En virtud
de
su
6
explotación del mercado mundial, la bur
guesí8-Ea dado úna álnfornúCioi1 cosrnopolita a la
produc-
-ción
y
l consurrío. Con grnn
pesar
de los reaccionarios, lu sus
traído eí
terreno de
sustentación nacional
bajo los pies
de k
industria. Las antiquísimas
industrias
nacionales han sido anT
quiladas, y aún siguen siér:ídolo a diario. So:1 clespL1zadas
por
nuevas industrias, cuya instauración
~ ; e
convierte en una cues
tión vit:d pa.ra todas Lis naciones civilizadas,
por
induc;trÍé\S
que no elaboran y ~ 1 nrnterias primas locales, sino
otrns prove-
. 1
l , ,.
n1entes
Ge
as zonns
n1 -i.s
e11st::Jntes,
y
cu;/os
productos
n · ~ • se
. • . r . j ,
consumen y ~ 1 solo en el propto paE. s1no, en rorrn;;; s m w . r ~ ' f r : : ' . ' . L .
ei: roclos 10 ; continentr-::;
EJ
. l u g ; ~ r
dC .
lc>s
antiglu
1
0 r : : c e s i c L ~ d ~ : : ,
satisEecl1as
.Poi·
tos prociuc·ros regioaales, se
\
e
ocupHdo p ; ~ ) ~ ·
1 1 • ,
••
oLr·qs .nuevas, que requ1er
1
::n L)S proc1uctos ce . l o : ~ p a 1 s ~ ~ y cu-
, . ·· . , ,.,
1 . . ;
i .
1T1as
t r t ~ : s
t\:rnotos par;J
su s a - c 1 s . : : u ~ i ' . : 1 o n
ti_ s1t10
Ge
1H a n t i g u l ~ :.h. .-
. L ' J s ; - , [ : 1 · r . : , , : : , q ~ 1 r · i ' . . 1
\/
' ' l · ~ t ' f l l J : r : > · ¡ • L ( -
j ( ' . ( ' • . ) J p ( . ~
\f
q ( 1 r Í r ) l l : J . l e
se·
V ~ . : .
'· ·-
•_ . _ . _
. _ _. _ ,
C.
U ..
~ • ~
\..
•
j
L_
' ° : ' ' ~ ~ - .
.;
; .-....
--
-
.. ._ ._
por un
5 tn
l/"i-48, J ' S ~ ?
r
'XS-1): n n t c r i . , _ ¡ ¡ · ~ : ;
6
(T /í'
i
~ / - J ) : i:.
1
••
5
1
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 21/26
KARL MARX / FRIEDRICH
ENGELS
cia general entre las naciones. Y lo mismo que ocurre en la
produc ción material ocurre asimismo en la producción inte
lectual. Los pro ductos intelectuales de las diversas naciones se
. q : > ~ ~ e r t e n - e n patrÍillonio común.
La
pardaffdacfylimitación
n a c i o n a l e ~ i s e - t o r - n a n
cadá vez más i m p o s i b l ~ ~ y - ; ~ t i ~ d e las
m n i l e ~ o s a s 1 iteratÜras nacionales-y focales se-forma una litera-
tura
universal. .
Medlánte el rápido mejoramiento de todos los instrumen
tos de producción y la infinita facilitación de las comunicacio
nes, la burguesía también arras tra hacia la civilización a las na
ciones más bárbaras. Los bajos precios de sus mercancías
constituyén la artillería pesada con la cual demuele todas las
murallas chinas, con la cual obliga a capitular a la más obcec a
da
xenofobia de los bárbaros. Obliga a todas las naciones a
apropiarse del modo de produq:ión
de
la burguesía, si es que
no quieren sucumbir; las obliga a instaurar en su propio seno
lo que
ha
dado en llamarse la civilización, es decir, a conver
tirse
en
burguesas.
En
una palabra, crea un mundo a su propia
imagen y semejanza.
La burguesía ha sometido el campo a la dominación de la
ciudad. Ha creado ciudades enormes,
ha
incrementado en alto
grado el número de la población urbana con relación a la ru
ral, sustrayen do así a una considerable pa rte de la población al
idiotismo de la vida rural. Así como ha hecho depender al
campo de la ciudad, también ha hecho depender a los países
bárb aros y semibárbaros de los civilizados, a los pueblos cam
pesinos de los pueblos burgueses, y al Oriente del Occidente.
La
burguesía
va
superando cada vez más
la
fragmentación
de los medios de producción, de la propiedad y de la pobla
ción. Ha aglomerado a la población, centralizado los medios
de producci ón y concentrado la propiedad en pocas manos.
La consecuencia necesaria de ello ha sido la centralización po-
MANIFIESTO
DEL
PARTIDO COMUNISTA
5
lítica. Provincias independientes, apenas aliadas y con intere
ses, l e Y : ~ ~ . - ~ o ~ i e r n o s y aranceles diferentes, han sido compri-\ \
1
miclaSpara formar un nación, un gobierno, un ley, un inte-
résnaéion-aCde-
das
e y un línea aduanera.
En
sU dominación de clase apenas secular, la burgues ía ha
creado fuerzas productivas más masivas y colosales qu e todas
las generaciones pasadas juntas. El sojuzgamiento
de
las fuer
zas
de la naturaleza, la maquinaria, la aplicación de la química
a la industria y a la agricultura, la navegación de vapor, los fe
rrocarriles, los telégrafos eléctricos, la urbanización de conti
nentes enteros, la navegabilización de los ríos, poblaciones
íntegras como surgidas
de
la tierra, ¿qué siglo anterior sospe
chaba que dormitasen semejantes fuerzas productivas en el
seno del trabajo social?
Hemos visto, pues,
que los medios de producción y co
municación en los que se basó la creación de la burguesía se
engendraron en la sociedad feudal. En determinada etapa de
la evolución de estos medios de producción y comunicación,
las condiciones en las que la sociedad feudal
p r o d u ~ í a
y trafi
caba, la organización feudal de la agricultura y la manufactu
ra, en una palabra, las relaciones de propiedad feudales,
ya
no
correspondían a las fuerzas productivas
ya
desarrolladas. Las
mismas inhibían la producción, en lugar de estimularla. Se
convirtieron en otras tantas ataduras. Hab(a que romperlas, y
se las rompió.
Su lugar fue ocupado por la libre competencia, con la
constitución social y política apropiada a ella, con la hegemo
nía económica y política de la clase burguesa.
Bajo nuestra vista está transcurriendo un movimiento si
milar. Las relaciones burguesas de producción y tráfico, las re-
7 En 1848): empero.
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 22/26
4ó
K:\.l\L MARX / FRIEDR CH ENGFLS
laciones burguesas de
propiedad,
la sociedad burgues,1 mo
derna, que ha producido, como
por
arte ele mac•ia ~ 1 1 e d i o s de
producción y
tráfico tan ingentes, se asemeja al
e ~ h i c e r o que
ya
no
logra dominar las fuerzas subterráneas
que
ha conjura
do. Desde hace décadas, la historia de la industria
v
del co-
s ,
mercio es sólo' la historia de la rebelión Je
Lis
fuerzas p1
ductivas
modernas
comra
las relaciones
ele
prnducción
modernas, contra las relaciones de propiedad que constituyen
las condiciones existenciales
de
la burguesía y de su domina-
ción. Basrn citar las crisis comerciales que, con su recurrencia
periódica, cuestionan en fonna cada vez más amenazadora la
existencú.1 de la sociedad
burguesa rock En las
crisis comer
ciales se destruye regularmente gran parte no sólo ele los
oro-
ducws engendrados, síno' de las f u e ~ z a s productivas
ya ~ r e , 1 -
das.
En
las crisis estalla una epidemü1 socüü
que
en rodas las
épocas anteriores hubiese
p ~ r e c i d o
un contrnsentido: lc2 epi
demia de ia
superproducción.
Súbirnmente, la sociedad se i ; ~ ; _ -
lla
retrotraída
a una situación
ele
barbarie
rnomentúnea; un,1
hambruna, urn'. guerra de extenninio
10
generalizada 08.recen
haberle cortado todo:; sus n1eJios de s u b ~ i s r e n c i a ; la ü1,JustrL:,
el comercio, o::c1-.::c,.:n 2111iquih
1
dos ; -/ P]ÍCJ >)Oí' C l U ' ~ ) PmcP
- . ·.. . .._ . i- . . l. . . • · ) L.'-
posee Jen1asiaón
c i v i l i z ~ 1 c i ó n ;
c l c n 1 ~ : s i n d o ~ ; 1T1ec1ins de subsis
tc11cin,
den1asü:.da
i ~ 1 J u s t r i : : ~ , denl :l.3i::tdo c r 1 1 1 e r c l Í ~ L u . . : r : z a ~ 1
~ ; r v d u c t i v a s
de
e ~ _
ue
d i s ~ ) t J n e y'.:l
n;: , ven forri.ent:·=·;
¡
¡ de las
1<::
h ~ c l u n e s
de
p;_\Jj_)ieCk:.J b u r g 1 _ ~ ~ ~ : _ 1 s , f)f.<L
c c r _ ; ~ 1 uri·J:
se
b ~ - t d
co:·-
1. ic:clo
den1asiado I J Q ( l 1 : : . ' " 1 " ü ~ ~ ~ ) ' ~ ·;).,1
1
1
L ,.¡(. rr ..
i 1.--
¡ nq -_ (
'/
¡ -1 ¡ _ , ~ , _
- . J. .........
¡
...__,_.,._, _,,.
· ~ ~ 1 ~
\ . .Jt_. · 1, - ..; -.-
¡ . : . · . 1 • •
n ~ . J e n ; y en cuanto super:-:111 esta
u1l-.ii. J.tc101.·i)
JOncn en dr::sorder.t
tu
( l ~ ; ;
1848 : ; ~ u c r r ' . . 1 . c L ~ df:\·asta(.:ión
1 ln1c1nolt2do e .:
L\-: ·
<.L: lr .:Iviii.<::lcié.n G _ 1 r g L 1 . ( : ' . s ~ · )
MANIFIESTO EL
PARTIDO
COMUNISTA
47
toda la
sociedad
burguesa, ponen en
peligro
la existencia de la
propiedad burguesa. Las relaciones burguesas se han
tornado
demasiado
estrechas como para abarcar la riqueza por ellas
engendrada. ¿De qué manera supera la burguesía las crisis?
Por
una
parte,
mediante la destrucción forzada de gran canti
dad
de
fuerzas productivas; por la otra, mediante la
conquista
de nuevos mercados y la explotación más a fondo de
12
merca
dos viejos. ¿De qué manera, pues? Las supera preparando cri
sis más extensas y violentas y reduciendo los
medios
para
pre-
venir las crisis.
Las armas con las que la burguesía
ha abatido
al feudalis
mo se vuelven ahora contra la
propia
burguesía.
Per() la burguesía no sólo ha forjado las a r m ~ s que le darán
muerte;
también
ha engendrado a los hombres que manejarári
esas armas: los
obreros
modernos, los proletarios.
En la misma
medida
en que se desarrolla la burguesía, es
decir
el capital, se desarrolla el
proletariado, la
clase
de
los
obreros modernos, quienes sólo viven mientras hallan trabajo
y
que sólo
lo
hallan mientras su trabajo
incrementa
el capital.
Estos
obreros,
quienes
deben venderse por
pieza,
son
una
mercancía como cualquier
otro
artículo del comercio, y en
consecuencia se hallan igualmente
expuestos
a todos los ava
tares
de
la competencia, a todas las fluctuaciones del mercado.
En virtud de la expansión de la maquinaria y de la división
del trabajo, el trabajo de los proletarios
ha
perdido todo su ca
rácter
independiente y, con ello, todo atractivo para los
traba-
jadores. El obrero se convierte en un mero accesorio de la má
quina, a
quien
sólo se le exigen las operaciones más
s e n d I ~ s -
rnonótonas
y de
más fácil a p ~ e n d i z a j e . De
~ h í
q u ~ i ~ s c o s t o ~
12.
En 1848 y 1872): los.
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 23/26
I
48
K RL M RX
/ FRIEDRICH ENGELS
que acarrea el obrero se limiten casi exclusivamente a los me
dios de subsistencia que requiere para su manutención y para
la propagación de
su
raza. Pero el precio de una mercancía y
en consecuencia también el trabajo es igual a sus costos de
producción. Por ello en la misma medida en que aumenta el
lado desagradable del trabajo decrece el salario. Más aún
en
la misma medida en que se incrementan la maquinaria y la di
visión del trabajo se eleva asimismo la cantidad
3
del trabajo
sea
por
aumento de las horas de labor sea
por
incremento
del trabajo exigido en un lapso determinado por aceleración del
movimiento de las máquinas etcétera.
La industria moderna ha transformado el pequeño taller
del maestro patriarcal
en
la gran fábrica del capitalista indus
trial. Las masas obreras apiñadas en la fábrica se organizan
militarmente.
En
su calidad de soldados industriales rasos son
puestos bajo la supervisión de toda una jerarquía de suboficia
les y oficiales.
No
sólo son esclavos de la clase burguesa del
estado burgués sino que son esclavizados a diario y a toda
hora por la máquina por el capataz y sobre todo
por
los pro
pios fabricantes burgueses individufl.}es. Este despotismo es
tanto más mezquino aborrecible y exasperante cuanto más
abiertamente proclame a la ganancia como su fin.
4
Cuanto menos requiera el trabajo manual la habilidad y el
empleo
de
la fuerza esto
es
cuanto más se desarrolla la industria
moderna tanto más resulta desplazado
el
trabajo de los hombres
por el de las mujeres.
5
Las diferencias de sexo y edad ya no tie
ne vigencia social para la clase obrera. Sólo hay ya instrumentos
de trabajo que acarrean diferentes costos según su sexo y edad.
13. En 1888): carga.
14.
En 1848, 1872 1883): último.
15. En 1848): y los niños.
M NIFIESTO DEL P RTIDO COMUNIST
49
Una vez que la explotación del obrero por el fabricante
ha
conclui do y aquél recibe el pago de su salario en efectivo caen
sobre él las partes restantes de la burguesía: el casero el ten
dero el prestamista etcétera.
Las pequeñas capas medias existentes hasta la fecha los
pequeños industriales comerciantes y rentistas los artesanos y
campesinos todas estas clases se van sumiendo en el proleta
riado en parte porque su pequeño capital resulta insuficiente
para la explotación de la gran industria y sucumbe a la com
petencia con los capitalistas de mayor envergadura en parte
porque sus habilidades quedan desvalorizadas en virtud de
nuevos modos de producción.
De
este modo el proletariado
se recluta
entre todas las clases
de
la población.
· El proletariado recorre diversas etapas evolutivas. Su lu
cha contra la burguesía comienza con su
propia
existencia.
Al comienzo luchan los obreros individuales luego los
obreros de
una
fábrica después los obreros de un ramo labo
ral en
una
localidad contra
el
burgués individual que los ex
plota directamente. Dirigen sus ataques no sólo contra las re
laciones burguesas de producción sino contra los propi os
instrumentos de producción; destruyen las mercancías extran
jeras que compiten con ellos destrozan las máquinas incen
dian las fábricas tratan de conquistar nuevamente l desapa-
recida posición del traba jador medieval. ·
En esta etapa los obreros constituyen una masa disemi
nada
por
todo
el país y fragmentada por la competencia. La
cohesión masiva de los obreros no
es
aún la consecuencia de
su
propia
unificación sino co:nsecuencia de la unificación
de
la burguesía la cual a fin de lograr sus propi os objetivos po-
líticos debe poner en movimiento a todo el proletariado cosa
que
por
ahora aún puede hacer. Por consiguiente en esta
etapa los proletarios no combaten aún a sus enemigos sino a
6
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 24/26
50
• KARL
MARX
/
FRIEDRICH ENGELS
los
enemigos de
sus enemigos.
Los
resabios
de
la monarquía
absoluta,
los
terratenientes,
los
burgueses no industriales,
los
pequeños burgueses.
De este
modo, todo
el
m o ~ i m i e n t o h.is
tóríco está concentrado en manos de
la burguesia;
cualqmer
victoria
que se
logra de
esta manera es una victoria
de
la
bur-
guesía. .
Pero con el desarrollo de
la
industria no
sólo
se
acrecien
ta
el
proletariado, sino que
se va
concentrando en
masas
?1ª
yores, sus fuerzas
aumentan
y las
siente en mayor m e d 1 ~ a .
Los
intereses
y las
condiciones
de
vida dentro del proletaria
do se nivelan cada vez más, pues
la
maquinaria
desdibuja
cada
vez
más
las
diferencias del
trabajo
y
deprime
casi
por
doquier el salario
a un nivel
igualmente
bajo.
La creciente
competencia de los
burgueses
entre sí y las crisis c o m e r c i a l ~ s
resultantes de
ello
tornan cada
vez más
fluctuante
el salario
de
los obreros;
el
cada vez
más acelerado
e
incesante
mejora
miento de
la
maquinaria
hace
cada
vez
más inciertas todas
sus
condiciones de
vida; las colisiones
entre
el
obrero
indivi
dual y el burgués
individual adoptan cada
vez más el carác
ter de
colisiones
entre dos
clases.
Los obreros comienzan
a
formar coaliciones
16
contra
los
burgueses;
se
unen
para ase
gurar
su
salario. Hasta llegan
a
formar asociaciones
perma
nentes,
para asegurarse
los
medios para estas
ocasionales su
blevaciones. En diversos puntos estalla la lucha mediante
insurrecciones.
De
tanto en tanto
triunfan los obreros, pero ello sólo de ma
nera transitoria. El
verdadero resultado
de sus luchas
no
es el
éxito inmediato,
sino la
cada
vez más amplia unificación
de
los
obreros.
Favorecen
a la misma los crecientes medios d e
comu
nicación, engendrados por la
gran industria,
que
comunican
16.
Interpolado en 1888): Trade-Unzons).
MANIFJES'TO
DEL PARTIDO COMUNISTA
51
entre
sí a los
obreros
de las diversas localidades.
No
se re
quiere
más
que
esta
comunicación para
centralizar las nume
rosas luchas locales,
de
igLwl
carácter
por doquier, y conv.:r
rirlas
en
una
lucha
nacional,
en una lucha
de clases. Sin
embargo, toda lucha
de clases es
una lucha
política.
Y
la uni
ficaciün, parn la
cual los
habirames de
las ciudades
Je la
Edad
i\ ledia,
con
sus caminos vecinales,
necesitaron cemurias,
lo
gran establecerla los prolernrios
modernos, con
los
ferroca:ri
les, en
pocos ai1os.
Esta
organización
de
los proletarios
en
una ciase,
y con
ello
en un partido
político, vuelve a
ser
destruida a cada
instante
mediante
la
competencia
entre
los
propios
obreros.
Pero
rena
ce una
y otra
vez,
nüs
fuerte, firme
y poderosa. La
misma obli
ga al reconocimiento en la f o n m ~ de leyes de diversos irnereses
de
los obreros,
al aprovechat
éstos
las
escisiones interna s
de le :
burguesfa. Tal
l caso del hdl ele las
die:::
horns
en Icglaten·<-1
En generc1l las
colisiones
de
la
vieja sociedad favorecen
cli
versameme
el proceso evolutivo
del
prolernriado
L:i. burgue
shi se halla en
permanente
lucha: al comienzo,
contra la
aristo
cracia;
luego, contra
aquellas
partes ele la propi,1
burguesÍ:-1.
cuyos intereses
emrnn en contradicción
cou
d progrcsu d::: fo
inclustr'Ü:.; y siempre
contra
la
burguesía de todos los ¡xüses
cx
tnrnjeros.
En todas
esas
luchas
se
e
forzada
a apelar ai
pro1e
tariHdo,
:).
recurrir''· SLl auxilio. :.uTasLrúndolo así
hacü el
movi
nüento político. consecuenc ia, ella misma
proporciona
::1l
r - - ¡ ~ r ) · : r - 1 - · r 1 « i c t ' o
' ' L ' ~
·l-Jl'OJ>inc
e1"111P 1f('J"
r 1 : ~
Fo1·1 nr·1/n
17
,,,,
ul ri:
t - '- - - ~ < - . · .J .__ ..
J.-
v J ._,_
...._.
. .
_1._..
._
J..lCl\....t,_./_
) \.....,) - - - ~ - . )
: 1 , • • 1 · · • ' •
h.cJe1Tta;;,
curDC'1
y ~ 1
11e111os
v 1 0 t o ~
el
progreso
ue
J.a
111c1UGfi:·1a
lJrecipi'Cél h u : ~ j : _ · ~ el p r o l . : ~ ~ l r i · ~ l ( i O H
partes
cc;1TlJ.JOn1::ates fr·· . ~ : : : · S
l:.J_ c ~ n 1 _ - r t i : c i ~ ~ n t e , o
c t . 1 a n : i ~ ) n 1 ~ n u : . ~ L< s
t . : " I H : n ~ 1 Z é l
e : 1 ~ u s
(i
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 25/26
52
KARL
MARX FRIEDRICH
ENGELS
condiciones existenciales. También éstas aportan al proleta
riado gran cantidad de elementos formativos.
8
Por último, en tiempos en los que la lucha de clases se
acerca a su desenlace, el proceso de disolución que tiene lugar
dentro de la clase dominante, dentro de toda la antigua socie
dad, asume un carácter tan vivo y violento que una
p q u ~
parte
de a
clase dominante
sesepara
de ella y se adhiere a
clase revolucionaria, a la clase que tiene el futuro en sus ma
nos. De ahí que, así como antes una parte de la nobleza se pasó
a la burguesía, ahora una parte de ésta
se
pasa al proletariado,
y
en
especial una p arte de los ideólogos de la burguesía, quie
nes han avanzado hacia la comprensión teórica de todo el mo
vimiento histórico.
De todas las clases que enf rentan hoy en día a la burguesía,
sólo el proletariado es una clase verdaderamente revoluciona
ria. Las clases restantes decaen y perecen con la gran industria;
en cambio, el proletariado es su producto más peculiar.
Los estratos intermedios
e l
pequeño industrial, el pe
queño comerciante, el artesano,
el
campesino- combaten to
dos ellos a la burguesía para asegurar su existencia en cuanto
clases medias ante su hundimiento.
Por
lo tanto, no son revo-
d
M
, . .
9
lucionarios, sino conserva ores. as aun, son reacc1onar10s,
tratan de hacer girar hacia atrás la rueda de la historia. Si són
revolucionarios, lo son teniendo en c:;uenta su inminente pasa
je al proletariado, no defienden sus intereses presentes sino
fu-
turos, abandon an sus propios puntos de vista para adoptar los
del proletariado.
El proletariado en harapos, ese producto pasivo de putre
facción de los estratos inferiores
de
la antigua sociedad, resul-
18.
En 1888):
elementos
de
ilustración y progreso.
19.
Interpolado en 1848, 1872 y 1883):
pues.
MANIFIESTO
DEL
PARTIDO
COMUNISTA 53
ta parcialmente arrastrado hacia
el
movimiento por una revo
lución proletaria, pero por toda su situación existencial se ha
llará más dispuesto a dejarse sobornar para prestarse a manio
bras reaccionarias.
Las-condiciones existenciales de la antigua sociedad
ya
se hallan aniquiladas en las condiciones existenciales del
proletariado. El proletario carece
de propiedades; su
rela
ción para con su mujer y sus hijos
nada
tiene ya
en
común
con la relación familiar burguesa; el trabajo industrial mo
derno, el moderno sojuzgamiento bajo el capital, que es el
mismo en Inglater ra
en Francia, en Norteaméric a en Ale
mania, lo ha despojado de todo carácter
n a c i ~ n a l
Para él,
las leyes, la moral y la religión son otros tantos prejuicios:1
biirg{.ieses, detrás
de
los cuales se ocultan o tros tantos inte
reses de la burguesía.
Todas las clases anteriores que conquistaban la hegemonía
trataban de asegurarse su posición existencial
ya
conquistada
sometiendo a t oda la sociedad a las condiciones
de su modo de
apropiación. Los proletarios sólo pueden conquistar las fuer
zas p r o d ~ c t i v a s sociales aboliendo su propio modo de apro-
>
piación en vigencia hasta el presente, aboliendo con ello todo
el
modo de apropiac ión vigente hasta la fecha. Los proletarios
no tienen nada propio que consolidar; sólo tienen que destruir
todo cuanto, hasta el presente, ha asegurado y garantizado la i
propiedad privada.
Todos los movimientos existentes hasta la actualidad han
sido movimientos de minorías o en el interés de minorías. El .
movimiento proletario es
el
movimiento independiente de una ) l
ingente mayoría en interés
de
esa ingente mayoría. El prolet a
rio, estrato inferior de la sociedad actual, no pued e alzarse, no
puede erguirse sin hacer saltar por los aires toda la superes-
tru¿tura de
l ~ s
estratos que conforman la sociedad oficial.
15 8
8/11/2019 225998195 Marx y Engels Manifiesto Comunista
http://slidepdf.com/reader/full/225998195-marx-y-engels-manifiesto-comunista 26/26
54
KARL i\lARX Í FRIEDIUCH
ENGELS
Aunque no lo es
por su
contenido, en su forma ia
lucha
del
proletariado contra la burguesia es,
por
ahora, una lucha na
cionaL
Es
natural
que
el proletariaJo
de
cada país
debe acabar
en primer término con
su
propia
burguesía.
Al
esbozar
las fases más generales de la evolución dei
pro
letariado, hemos seguido 1a guerra ci\ Ü más o menos encu
bierta dentro de la
sociedad
imperante hasta el
pumo
en q ~ e
¡
.
11
1 •
,
r i i
a m1sma esta
rn en uca
l'eVOJ.uc1on rranca y en
que
e p c t w : ü ~ -
riado cimenta su hegem-onía
mediante
el derrocamiento vio
lento
de la
burguesía.
. Todas las sociedades existentes hasrn el preseme
se
han
basado. como
y;i hemos visto, en b. comradicción entre c l a s ~ s
• • T. 1 • • •
op_resoras y opnmicias. cer-:) parn poder opnrrnr a una
cl<1se,
es
rnene·s-te: asegüra1E
c_ondiciones
Jentro
de ias
cudes pued;:1
sobrellevar, cuar.Jo r n e n ~ " > s , su exisEencia cscLn·izn.::lc< El sierv:;
evolucionó a miembro de
L1 comuna dentro d·? la sen'ídurn-
' , ' - ' , 1 , • ,
l .
1
ere,
as1
con10
ei pequerH..J t)urgues se eie.vo
:1
b u r g u ~ s
;aJo
r::1
yugo del absolutismo feudal.
En
cambio, eI
obrew
moderno,
('111ltcr<i;·· rJ,,
ei 'v·irs·
co1·
e'
t)l üª'., P
,lr,
l···
t ' " ' ; · · ~ · ~ i , _ - · - · ~
~ - ' ' ' ' 1 o ' i ~
_
.:?' ·--
..__._,
. e '-- .1. .1 ,>
0
1 . - - - - Lb . J • . ,_lUvL . ."J- . ..
t .d ·-
C<Jd.a vez más por deb::iju ck-: bs condiciones Lié: SL' p;·opia c U ~ ; ' - ~
·;-1 obrero
,_.,e
cocp.•1 ~ ' T P
eq
i 1 1 J f J e J ~ . ? P 1 " 1 1 r ~ Í ' . ) ; : : . 1 - 1 ; ' • ~ : ' rr :
· ~ f - " ' • ) • · : · r ~ -
-. . . - J.. - . •
V
~ - l . .._
• •
~ - . , - , _ , , e - . . . . , . )
-'-'·
,__
...J",:-l"'
•_, . ._l , _ 1 \ ~ \..._..,')¿.._, \
lb
aún con nrnyor
cc:lerdud que b pobL1ción
\'
Lt riqueZéi c:nn
ello se
n 1 a n i f i e s r ~ 1
.b:·anct:UT1ente CJt e
lH b t . 1 r . , ~ u e s I ~ 1
es
i n . c H L " ' - ~ 1 1 . ~
.
'·
..
s ~ e ~ - 1 d n ~ : 1 U l ' r n ~ ~ ~ 1 . ~ i t : n ~ 1 : r : : l·J e l ~ : ~ ~ > . . : r _ 1 · : . . ) ~ r i n : ~ - : L · : d ~ : · Lt : _ ; ~ : ~
_.;·::
' ~ a · · :
~ · ,
i·.·11tv-)nt:) "" a L,1 0···1er::.1,: r.ln
L ' T ~ ' l " ' · L · r 1 l · , : : i . . ~ ; ¡ 1 . : . i . · 1 ¡ - L . - c ~
..... ,
'- -
-· _, .__ ............
~ · - . . . - ~ · - - l
. ,_ ·- · - · · · · - · ~
.._,_
....
e
. _,
1
.·-b-t
l l\..1.i..i:. ,
t : o n : : ~ F c L ) n e s : : : x i s t r . : n c i · ~ d r ~ s ~ ; u ~ = J . - . 1 s ; : , . E::.; i n c a n · ~ ~ z
ele
d u c r : : i n , ¿ ~ ~
C l l i s ~ · . r e r·i :>i1t
1
C rL--' psr·1·.
11
:itL
1
-1
Q•')t-r lue · ~ < L · - : , , : , 1 - ; { } ' } ' ' i · ~ .. ra'r..:i.;,;
>
_\
_ __ _ ,_ -......_ .... #1 . - - 1 . . ~ 1 1-..., l
- - ~ - · ~ ¿
.
. , , _ , ~ , O .
v u _ _ ._e:... .:.l \...;:'...•
ios
c.iJ'.:
~ : ; e .3u111a1:-i et-:. L ' . 1 1 ' : ~
3flt:uciór1
~ . : 1 1 ln
c:u:::.1
debe alic. e11Iar;Ds
.
. .
f ' : / t ~ ~
~ J ~ ~ 1 : :
:.:;;_. C k ~ - ~ . · ~ . 1 ~ : i ~ \ : : · ~
MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA·
55
La condición
20
esencial para la existencia y para la domi
nación de la clase burguesa es la acumulación
de
la riqueza
en
manos de
personas
privadas, la formación y
multiplicación
del
capital; la condición del capital es el trabajo asalariado. Éste se
basa exclusivamente en la
competencia
de los obreros entre sí.
El progreso de la industria, cuyo agente involuntario
e
incapaz
de oponérsele es la burguesía, sustituye
el
aislamiento de los
obreros mediante la competencia por su asociación revolucio
naria mediante las asociaciones. Con
el
desarrollo de la gran
industria
se sustrae, pues, bajo los pies de la burguesía, el
pro
pio
fundamento
sobre
el cual
produce
y se
aprnpia de
los
productos. Produce, ante todo, sus propios sepultureros. Su
hundimiento y el triunfo del proletariado
son
igualmente ine
vitables.
9
20.
Interpolado en 1848, 1872 y 1883):
más.