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Seis profesores de tres centros educativos de Madrid cuentan su experiencia alejados de las metodologías tradicionales

Eduardo Lobillo

Virginia, Beatriz, Pa-tricia, Nuria, Ainhoa y Carlos comparten su pasión por la edu-cación —que les lle-vó a ser maestros— y

un proceso de aproximación crítica a los métodos tradicionales de la ense-ñanza, que les alejó de ellos y los con-dujo a convertirse en profesores inno-vadores. “Es aquel que busca siempre la mejor respuesta a la formación de los alumnos. Y lo hace cambiando el método, porque vivimos otro tiempo y las necesidades se han transformado”, apunta Pablo Peñalver, experto en in-novación educativa y profesor de Ad-ministración y Dirección de Empresas en un ciclo formativo de grado supe-rior en un instituto de FP de Toledo. Peñalver cree que “nos ha tocado vivir un momento en el que es imprescin-dible cambiar, no cabe el inmovilismo ni hacer lo de siempre”. Para impulsar la innovación, pide fomentar la for-mación del profesorado, premiar los nuevos métodos de enseñanza y via-jar para conocer las experiencias de otros docentes, en España y fuera de sus fronteras.

Nuria Gonzalo, Patricia Quiles y Ainhoa Jiménez son tres profesoras que han seguido el consejo de Peñal-ver y se han movido. Todas impar-ten clases en el colegio San Patricio (550 alumnos, 80 profesores) y lo ha-cen dentro de las Aulas Flexibles. Se trata de un proyecto innovador que funciona en 3º y 4º de primaria en los tres centros del grupo (uno en Madrid y dos en Alcobendas). Los alumnos de ambos cursos (80 y 96, respecti-vamente) reciben la mayor parte de las asignaturas en una sola clase y con tres docentes actuando al mis-mo tiempo.

Matemáticas por tresEl día de la visita de EL PAÍS, las tres enseñan a la vez matemáticas. Los alumnos están repartidos en grupos: trabajo cooperativo, de indagación e individual. Cada una de ellas actúa en uno de esos grupos transmitiendo los contenidos del día: cálculo men-tal con regletas, retos matemáticos con gráficos de barras y resolución de problemas con una hoja de ins-trucciones que siguen los alumnos atentamente. “Aprenden sin darse cuenta, les guiamos con preguntas”, dice Quiles. “Lo hacen divirtiéndose y jugando, y al final llegan al concep-to que queremos”, la apoya Jiménez. “Les damos unas pautas para resol-ver los problemas, no les decimos lo que tienen que hacer”, resume Gon-

Actores de la modernización

�El INTEF agota las plazas para formar a los docentesLos docentes españoles quieren moverse y formarse para responder a las nuevas necesidades de sus alum-nos. Prueba de ello es que por primera vez desde que se creó en 1989, el Institu-to Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF) ha vis-to cómo hay más solicitudes para acceder a sus cursos (6.700) que plazas ofreci-

das (5.200) en una primera fase. Luego habrá otra, hasta completar las 11.000 plazas de este año.

Son datos ofrecidos por Carlos Medina, el director de un centro dedicado a la formación del profesorado y que depende del Ministerio de Educación y Formación Profesional. Medina los atri-buye “a una buena campaña de difusión con las comuni-

dades autónomas en las re-des sociales”, donde los pro-fesores son cada vez más activos.

Medina cree que para ser un docente innovador “tie-nes que pasar por el INTEF”, y señala: “Trabajamos en darles las claves para apro-vechar las innovaciones, con diversos instrumentos para mejorar o transformar su for-ma de trabajar en el aula”.

zalo. “Nos apoyamos mucho”, admi-ten. Y destacan “estar muy motiva-das” con esta metodología en la que facilitan los conocimientos. Tanto es así, que no quieren “volver atrás” en su forma de enseñar. Es más, la coor-dinadora de 3º y 4º de primaria, Vir-ginia del Campo, explica que en los centros San Patricio se va a profun-dizar en estas transformaciones, “in-troduciendo en próximos cursos los proyectos multidisciplinares”, lo que implica estudiar sin las asignaturas tradicionales.

Virginia Pérez es profesora de ma-temáticas de 5º de primaria en el co-legio público El Encinar, de Torrelo-dones (670 alumnos, 56 profesores). Se considera una profesora innova-dora porque no practica una ense-ñanza tradicional: imparte matemá-ticas activas, un método creado por los propios profesores del centro “que bebe de diversas fuentes”, y con el que han conseguido “unos excelentes re-sultados” desde que lo pusieron en marcha en 2012. Lo reciben todos los alumnos de infantil y primaria y es-tá en proyecto enseñarlo en la ESO. “Queremos que los alumnos cons-truyan su propio aprendizaje,” dice Pérez. “Que hagan un recorrido de

lo cercano a lo abstracto, y que no haya una transmisión del profesor al alumno, sino que éste comprenda lo que está construyendo y luego lo enuncie”. Los niños usan geoplanos y cubos ensartables (multilink) pa-ra llegar al concepto de área; abani-cos para estudiar los ángulos; latas de bebida para acercarse a las medidas; o piedras y palos para sumar y res-tar. “Intentamos que razonen y que comprendan los porqués de las ma-temáticas”, dice Pérez. “Los resulta-dos son positivos a nivel académico y también se ha disparado el razona-miento, la motivación, la confianza en ellos mismos de que pueden ser buenos en mates”, según la misma docente. Lo resume así Beatriz Fer-nández, profesora de 1º de primaria: “En este colegio no hay un solo niño al que no le gusten las matemáticas”.

Carlos Ortiz es profesor en el co-legio CEU-San Pablo Sanchinarro (1.900 alumnos, 110 profesores), donde es jefe de estudios de ESO y bachillerato. Se considera un docen-te innovador “porque los chicos hoy en día necesitan otras técnicas para transmitirles los conocimientos”. Or-tiz concreta este carácter renovador, entre otros aspectos, en el bachille-rato de liderazgo e innovación, con dos programas que los diferencia: “El de enriquecimiento —donde se tra-bajan habilidades transversales co-mo hablar en público, programación, robótica y concursos de matemáti-cas, formación empresarial—, y el de voluntariado”. Ortiz destaca la figura de “un mentor que acompaña a los alumnos”, el programa de “educación emocional” con la Fundación Botín, “el trabajo por proyectos en la eta-pa de primaria”, y el emprendimien-to con concursos externos y la feria CEU-Emprende.

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E X T R A C O L E G I O S

n u ev o s m é t o d o s

Formar al profesorado y viajar fuera de España para conocer las experiencias de otros maestros es clave para la innovación

Aulas del colegio San Patricio, en Alcobendas.

6 EL PAÍS, DOMINGO 10 DE MARZO DE 2019