ANDANTE
RODANTE
CIRCULANTE 1Encuentro de creacin literaria
Quito - Ecuador
2015
ANDANTE
RODANTE
CIRCULANTE 1
Crditos
ConsejoEditorial-OrganizacionEspacioPublico.
DireccionGeneral-JuanPabloSela.
EquipoCreativo-EfranChico/PaolaCarrasco.
Editorenjefe-LeonardoPinto.
Produccion-WladimirVasconez
Editor-Concepto-Diseno
OrganizacionEspacioPublico
Quito-Ecuador2015
Bueno, escribe, siente que le dijeron
cuando le entregaron ese objeto, [un
diario]. Bueno, empieza a tener una vida
interior, a preguntarte qu te pasa, cmo te
sientes, a narrar lo que te sucede
Entrevista de Fausto Rivera Ynez a
Gabriela Ponce. El Telegrafo
ucede que las primeras
Spalabras escritas son empezar a tantear un terreno nuevo, inhspito, es
descubrir la posibil idad del
interior, de una vida interior.
Tambin sucede que las primeras
palabras escritas son la llave de
una gran dualidad, en cierto modo
de una contradiccin: empezar a
escribir permite situarse en el
umbral entre una inmensa y rica
vida interior propia del lector-
escritor y, del otro lado, como dice
H o u e l l e b e c q , e s c r i b i r - l e e r
obligar a quien lo haga a dejar de
conformarse con la realidad.
a dualidad est presente en
Lla escritura desde siempre. Un ejemplo tomado del Fedro de Platn relata el mito del
dios Theuth del antiguo Egipto,
que explic al rey de Egipto lo
benecioso de ensear a escribir
a sus sbditos. Les permitira
m e j o r a r l a m e m o r i a e
incrementar su sabidura. Theuth
a r m a : m i i n v e n t o e s u n a
m e d i c i n a ( f a r m a k o n ) q u e
fortalece memoria y sabidura. El
r e y e x p l i c a q u e e s c r i b i r
producira el efecto opuesto:
este invento causar el olvido en
aquellos que lo aprendan, pues no
necesitarn ejercitar la memoria
al conar en lo escrito. Basado en
este ejemplo del origen de la
palabra escrita, Derrida, el
lsofo francs, seala que la
escritura es buena y tambin no lo
es, todo al mismo tiempo. El
francs explica esta relacin de la
e s c r i t u r a c o n l a p a l a b r a
Farmakon, que en griego quiere
decir medicina, cura o pocin
(es el origen de la palabra
farmacia). Pero farmakon puede
signicar veneno, hechizo o
encantamiento.
s, la escritura se presenta
Acompleja. No solo es una cura y un veneno en s
misma, s ino que las letras
tambin son la huella de la
palabra hablada, son el rastro o
registro de la oralidad; y si
consideramos a la oralidad como
el signo que representa a la
realidad, la escritura se complica
an ms pues termina siendo la
huella de huella de lo que existe.
u e s b i e n , a s u m i r l a
Pescr i tura como oc io s i g n i c a n o s o l o sumergirse en este enmaraado
mundo de reejos, dualidades,
m e d i c i n a s y v e n e n o s , s i n o
tambin signica usarla como
instrumento para que el mundo
interior del escritor sea visible. Es
decir, asumir la escritura es
t o m a r e l i n v e n t o m s
revolucionario de la historia de
los hombres y destinarla para
v o l c a r a l a r e a l i d a d u n a
interioridad inmensa, sensible,
nica; volcar y compartir un
mundo rico en historias, ideas,
Leonardo Pinto Villalva
visiones, propio de quienes
asumen ser escritores como
ocio.
s as que la literatura se
Econvierte en el arte del que asume el ocio de escritor. Y decimos asume porque no es
una decisin libre, es un impulso
espiritual, es algo que nace sin
que uno lo sepa, es una voz nica e
irrepetible, una voz que permite
escuchar el alma del universo. El
poeta argentino Juan Gelman lo
ha dicho as: Entre tantos ocios
ejerzo ste que no es mo, / como
un amo implacable/ me obliga a
trabajar de da de noche, / con
dolor, con amor, / bajo la lluvia, en
la catstrofe. El ocio del escritor
es aceptar a este Amo implacable,
reconocer este impulso natural y
liberarlo en el mundo.
as voces de los escritores
Lhan sido las notas al pie de pgina de la historia de la
humanidad. La literatura son los
espacios en blanco que la historia
ocial nunca nos cuenta, son las
voces de almas sensibles que han
aceptado ser la voz de los sin voz,
ser la voz annima de miles de
nombres. Ser escritor, empezar a
serlo, signica entender que cada
texto nuevo es desprenderse de
una parte, de algo propio, es
negarse a uno mismo para dar
vida a esa voz que habla. El autor
ha muerto anunci Barthes
despus de entender que los
discurso, que los textos, son un
complejo sistema de smbolos y,
siendo as, el escritor es aquel
nio que juega con el peso capital
de las palabras, el nio que dice lo
que nadie se atreve a decir, el nio
que habla con una voz ancestral,
la voz de la humanidad.
sta seleccin de cuentos
Eson los primeros textos de nias, nios y jvenes que han sabido escuchar una voz
interna. La que el comn de los
mortales decidimos obviar. Es
una tarea difcil asumirse como
escritor, un ocio muy conictivo,
sin embargo eso no ha detenido a
estos escritores noveles a lanzar
al mundo sus voces.
os tiempos actuales son
Lv i b r a n t e s , c a t i c o s , desconcertantes. En medio del ajetreo diario, de la innita
posibilidad de comunicacin a la
que nos enfrentamos, debemos
reconocer el valor que tiene un
libro fsico y todo el esfuerzo de
las personas que estn detrs de
l. Se me ocurre que en estos
tiempos, los tiempos de la aldea
global, el suceso del libro
debiera ser celebrado.
Leonardo Pinto Villalva
Leonardo Pinto Villalva
El Libr mgico de
Zaro
uenta la historia que hace
Cms de un siglo exista una nia llamada Zaro. Ella era muy hermosa, tena
unos ojos celestes brillantes, las
mejillas rosadas, una sonrisa
perfecta, cabello rizado de color
dorado como los rayos del sol, en
n, tena todo lo que cualquier
nia quisiera tener.
Lamentablemente ella no poda
caminar y se movilizaba en una
silla de ruedas, sin embargo era
una nia muy feliz y se alegraba
al saber que se acercaba el da
de ir a la escuela ya que pensaba
en todas las amistades que poda
hacer.
Un da su madre la despert muy
temprano en la maana pues
haba llegado el ansiado da de ir
a la escuela. Zaro se levant
muy contenta, se cambi de ropa
con la ayuda de su mam y
salieron juntas.
Al llegar a la escuela todos le
quedaron mirando como si su
invalidez fuera algo que nunca
hubiesen visto. Zaro se dio
c u e n t a d e e s e i n c o m o d o
momento ya que todos se
susurraban al odo y se rean.
Ella se sinti muy mal pero no lo
hizo a notar; sonrea todo el
tiempo.
Pe n s q u e e s o s e r a a l g o
pasajero, pero al pasar los das
advirti gran indiferencia de
todos sus compaeros ya que
nadie quera tenerla como
amiga.
Zaro, cuando llegaba a su casa,
deca que todo estaba bien para
que su madre no se preocupara.
Un da, la nia no entr a clases,
se fue al bosque y llor mucho
porque la escuela no era lo que
ella haba imaginado. Cansada
de llorar se limpi los ojos y se
asombr al ver que algo brillaba
junto a la rueda de su silla.
Con mucho cuidado estir su
mano y lo recogi. Cul sera su
asombro al ver que lo que
brillaba era un hermoso libro.
E l l a a m a b a l a l e c t u r a . E l
contenido del libro era muy
curioso y agradable y deca No
importa cuan duro y difcil sea el
momento sigue luchando.
Como ya se acercaba la hora de
salida de la escuela, Zaro se fue
rpidamente para que su madre
no se diera cuenta de que no
haba asistido a clase.
Cuando lleg a su casa, se
encerr en su habitacin y
empez a leer el libro y cada
p g i n a t e n i a p a l a b r a s
alentadoras para ella.
Dayana Katherine Vega Ibujes
Era como si el libro mgico
supiera por lo que ella estaba
pasando. As, transcurrieron las
semanas hasta que un da, al
amanecer, pareca que alguien
le hablaba.
Para sorpresa de ella, sera el
libro mgico quien le deca;
-Levntate porque ya estas lista
-Ella pregunto con voz muy
temblorosa -Lista para qu?
Entonces el libro le respondi.
-Ests lista para caminar
Zaro sorprendida dijo
-Cmo? Si yo desde pequea no
he podido dar un paso sin ayuda
de mi madre.
Entonces el libro mgico le dijo .
-Recuerda todos los consejos
que te he dejado.
Zaro record que La fuerza la
lleva uno por dentro y se reeja
por fuera
Entonces, con sus manos tom
su pierna derecha y le puso en el
suelo lo mismo hizo con su
pierna izquierda, apoyndose en
su sil la poco a poco logr
pararse y pudo dar pasos sin
necesidad de sostenerse.
Tal fue su alegra que empez a
llamar en voz alta.
- M a m , m a m e s t o y
caminando!
S u m a d r e c o r r i h a c i a l a
habitacin de Zaro y la vio
caminando; grit de alegra y las
lgrimas corran por su rostro.
Al da siguiente, Zaro fue a la
escuela muy feliz sostenindose
del brazo de su madre y al entrar
todos sus compaeros no
podan creer lo que vean sus
ojos.
La nia empez hacer amigos sin
recordar las ofensas que le
hicieron, pues el libro mgico
tambin deca:
-Nunca guardes amargura en tu
c o r a z n p o r l o s m a l o s
momentos del pasado, mejor
recuerdalos y aprende ellos,
para que sean tu fuerza y
experiencia.
D e l a m i s m a m a n e r a q u e
a p a r e c i e l l i b r o m g i c o
desapareci, pero Zaro nunca
olvid y recordando cada uno de
sus consejos fue fel iz por
siempre.
Dayana Katherine Vega Ibujes
Escuela Delia Ibarra de Velasco
Dayana Katherine Vega Ibujes
La
Bella
Vidahe Injusta
l hecho de tan solo saber
Eque estabas en camino me alegrabas la vida a diario.Soar e imaginar cmo serias
me enloqueca. Sin conocerte,
i m a g i n a b a c m o s e r i a t u
s o n r i s a . No d u d a b a n i u n
segundo en contar los das, las
horas, los minutos
En n, era un conteo que para m
se hizo innito.
Al momento de elegir tu nombre,
varias ideas se cruzaban por mi
mente. Intentaba darte un
nombre que combinara contigo.
Decid que te llamaras Bella,
porque as lo imagin.
Serias mi princesa, la ms bella
de este mundo
An recuerdo el da en que
naciste. Eras tan pequea e
indefensa, tan frgil como un
pedazo de seda. Tan solo con
mirarte, senta como el corazn
abandonaba el cuerpo y llegaba
a l m i s m s i m o c i e l o , u n a
sensacin impredecible.
Desde ese momento, supe que mi
vida cambiaria y que te amara
por el resto de mi vida, por
siempre y para siempre.
Recuerdo los primeros das
junto a ti. Tu presencia era tan
divina me encantaba quedarme
contemplando tu inocencia, tu
manera de respirar y tus
p e q u e o s g e s t o s q u e m e
sacaban una sonrisa sin querer.
Q u e h e r m o s a e r a e s a
sensacin!
Te imagine da a da.
Verte crecer realmente fue un
verdadero placer. Mirarte
cuando intentabas sentarte,
gatear, caminar, correr, jugar
son tantas cosas las que vivimos
juntas que son imposibles de
olvidar.
Toda era perfecto mi pequea
nia, hasta que en un cerrar y
abrir de ojos te vi convertida en
todo una mujer.
Cierro mis ojos y mi mente se
traslada al momento cuando te
mir con tu hermoso vestido
rosa: t tan feliz como siempre,
me tomabas las manos, me
a b r a z a b a s , m e b e s a b a s ,
bailabas como si jams hubieses
odo msica, simplemente eras
muy feliz y eso se notaba en tu
hermoso rostro. Que bendecida
fui aquel da!
De un da a otro vi como tu
mundo se desmoronaba frente a
m y yo sin poder hacer nada.
Decaste sin razn alguna,
dejaste de ser la misma. La
verdad no supe que hacer! Si
Yhomara Isabel Salazar Chela
hubiese tenido que dar mi vida a
cambio de la tuya la habra dado.
Te llev al mdico. Nadie saba
que te ocurra. Realizaron varios
exmenes sin respuesta alguna.
Hasta que recib la llamada del
m d i c o q u e m e d e c a q u e
necesitaba hablar conmigo. Un
sudor frio corri sobre mi
cuerpo. Imagin lo peor.
Fui de un lado a otro sin saber
qu hacer. Tom fuerzas, no te
dije nada y fui al mdico.
Cuando llegue, mir al mdico y
sent una angustia devastadora.
Me mir y me dijo que estaba
e s p e r n d o m e . To m u n o s
papeles en su mano, los sac y
me los mostr.
Dijo que haba encontrado en tu
cabeza un tumor cancergeno,
que no haba solucin, que haban
un sin n de medicamentos para
evitar que te doliera y solamente
haba que esperar que partieras
de este mundo.
No supe cmo decirte, pero lo
tuve que hacer para poder
tenerte un poco ms de tiempo
junto a m.
Recuerdo que ese da lloramos
hasta cansarnos sin consuelo
alguno.
Tambin recuerdo que a solas
llor preguntndome una y mil
ves por qu la vida es tan injusta
contigo. T tenas toda una vida
para vivirla y se te estaba
apagando. Yo hubiese tomado tu
lugar una y diez mil veces.
Recuerdo haberte dicho que
t o d o e s t a r a b i e n , q u e n o
permitira que nada te pase, que
morira intentndolo
Empezaste tu tratamiento y
recuerdo cmo, poco a poco, te
fuiste apagando.
Tu rostro se haba tornado
plido, tu cabello se desprenda
de ti, pero aun as jams dejaste
de sonrer. Realmente eras feliz y
b e l l a , a p e s a r d e l o q u e
e s t b a m o s p a s a n d o .
C o n t i n u a m o s c o n l o s
tratamientos.
Tena la esperanza y la fe ja en
que nada te iba a pasar, en que te
ibas a curar de todo esto ya que
t eras sencillamente un ngel
por tu ternura y una guerrera
por la fortaleza que transmitas.
No aceptaba el hecho de que
partieras. Mi corazn no estaba
preparado para eso. Pero mi
pequea princesa no pudiste
ms. Te cansaste de luchar y me
dejaste.
Ni siquiera me dijiste adis.
Yo tampoco puede decirte adis.
Solamente te fuiste dejndome
as. De la nada, te dormiste y
jams despertaste, mi pequea
princesa.
Como dije, la bella e injusta vida.
Hoy escribo este pedazo de
letras dicindote lo que jams
pude contarte. Y te las envi al
cielo hacindote saber que te
amo con todo el corazn aunque
ya no ests a mi lado. S que no
ser un adis eterno, sino un
hasta luego temporal.
Muy pronto s que volveremos a
estar juntas, como en aquellos
buenos tiempos.
Yhomara Isabel Salazar Chela
Colegio Seis de Diciembre
Yhomara Isabel Salazar Chela
renAdien
do
Co n m i s h e r m a n o s
decidimos construir un
j u g u e t e q u e n o s
complaciera a todos y poder as
pasar unas vacaciones de
verano diferentes a las dems.
C a m i l o , e l m a y o r, b u s c
cuerdas y tornillos, Andres
encontr tubos y madera,
Victor consigui ruedas y un
volante maltrecho y yo aporte
con unos viejos zapatos de
pap que encontr en el bal de
recuerdos.
Pensamos qu construir y s
nos ocurri construir un coche
de madera, de esos que pap
alguna vez nos cont que
construy cuando era nio.
Mam nos colabor con clavos,
algo de pintura y herramientas
de la cochera; sacamos unos
planos del internet que nos
ayudaron muchsimo; nos
d i m o s m o d o s , y c o n l a
colaboracin de todos, fuimos
dando forma a nuestro coche.
Nos llev una semana en la que
v a r i o s d e n o s o t r o s , c a s i
desistimos de su fabricacin,
pero le echamos ganas y nos
turnamos el trabajo durante la
semana y cuando lleg el n de
semana pudimos terminarlo.
No nos qued tan mal. Lo
pintamos de varios colores
segn el gusto de cada uno de
nosotros, el nico problema
con el que nos encontramos fue
poner los frenos a nuestro
coche.
Suger que coloquemos el par
de zapatos a los lados del coche
y que estos nos permitan
frenar como hacemos cuando
nuestras bicis estn con las
zapatas desgastadas y por lo
cual mam nos llama mucho la
atencin.
Colocamos los zapatos de
manera que los talones seran
la parte que frene el coche. Con
este ltimo detalle quedo listo.
Fue el momento de poner en
marcha nuestro nuevo coche y
lo subimos hasta el inicio de la
calle ms alta del barrio y nos
propusimos en iniciar el
descenso.
Camilo, por ser el mayor de los
hermanos, se coloc al volante
y asumi esa responsabilidad;
Victor se coloc segundo y se
sujet con fuerza de su cintura,
A n d r s y y o a c o r d a m o s
empujar el coche y una vez que
t o m a r a v e l o c i d a d n o s
subiramos.
Juan Emiliano Sea. Bermeo
El coche tom velocidad y
Aandrs y yo nos subimos muy
agitados y nos sujetamos como
p u d i m o s a n u e s t r o s d o s
hermanos.
Recorrimos unas 2 cuadras y
l a s r u e d a s d e l c o c h e
c o m e n z a r o n a f a l l a r y a
tambalearse, la madera cruji,
el volante se parti en dos
p e d a z o s y l a s r u e d a s
comenzaron a desencajarse.
Camilo piso el freno (zapatos
viejos) con la ayuda de Victor
pero fue tal la velocidad, por el
peso de los cuatro que nos
estrellarnos contra un rbol y
este nos fren de inmediato.
Nos levantamos asustados del
piso, nos miramos y revisamos
p a r a v e r s i e s t b a m o s
lastimados.
Suerte la nuestra, todo en
orden, solo raspones que no
comprometieron nuestros
cuerpos, pero de seguro una
muy buena hablada de mam
por destruir los pantalones y
las camisetas.
Luego del susto nos abrazamos
y q u e d a m o s e n v o l v e r a
construir un nuevo coche que
nos soporte a todos. Quedamos
muy contentos porque a pesar
del susto que nos causo fue una
m u y b u e n a e x p e r i e n c i a
adquirida y sobre todo nos
ense que haciendo se
aprende como nos ense
pap.
nicamente rescatamos sus
zapatos viejos y el resto lo
enviamos a la basura.
Juan Emiliano Sea. Bermeo
Escuela Fiscal Mercedes Gonzlez
Juan Emiliano Sea. Bermeo
Agradecimientos
todas las nias, nios y
Ajvenes participantes de e s t e e n c u e n t r o q u e compartieron sus creaciones y
nos mostraron nuevas formas
de ver y contar historia, a las
autoridades de las instituciones
educativas que nos permitieron
y f a c i l i t a r o n t o d a s l a s
condiciones para el desarrollo
de las actividades, a Fanny
Rodrguez y Patricio Zea de
Daquilema , colectivo cultural, a
Marco Mario y a Adriana
Baroja.
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