El conjunto de la exposición conforma una de las colecciones privadas más importantes de España, con 40 obras maestras, 35 de ellas procedentes del Palacio de Liria (Madrid)
y otras cinco del Palacio de las Dueñas de Sevilla. Son representativas del rico patrimonio artístico que la Casa de Alba ha reunido a lo largo de cinco siglos de historia.
La muestra presenta piezas de diferentes épocas, géneros y escuelas europeas, en su gran mayoría pinturas, aunque también se incluyen tres esculturas de Mariano Benlliure,
entre ellas un retrato de la duquesa de Alba cuando era niña.
Se trata de “una exposición única, que constituye una espléndida síntesis de lo más granado de la Historia del Arte”.
Se exponen pinturas de la escuela española (Bartolomé Esteban Murillo, Francisco de Goya, Federico de Madrazo, Ignacio Zuloaga, Sorolla, etc.), italiana (Tiziano, Guardi, Giordano, etc.), flamenca (Rubens, Segheres, Cornelio de Vos, etc.), holandesa (Van Giordano, etc.), flamenca (Rubens, Segheres, Cornelio de Vos, etc.), holandesa (Van de Velde, Ruysdael y Van de Goyen), alemana (Mengs), francesa (Renoir, Chagall, Corot, etc.) e inglesa (Romney, Fletcher y Ferneley).
La exposición abarca el periodo comprendido entre los siglos XVI y XX y en ella se incluyen obras tanto de la Fundación Casa de Alba como de la colección particular de la actual duquesa. La historia de la colección se inicia con Fernando Álvarez de Toledo, tercer duque de Alba, que en el siglo XVI comenzó a formar este fondo y de quien precisamente se expone el retrato que le hizo Tiziano como una de las piezas más destacadas de la exposición.
El protagonismo de la muestra recae en La Duquesa de Alba de Goya, el célebre retrato de María Teresa del Pilar Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo, XIII Duquesa de Alba. Es el
retrato femenino más importante de la exposición.
El protagonismo masculino recae sobre el retrato que el maestro Tiziano hizo de Fernando Álvarez de Toledo, Gran Duque de Alba, y uno de los personajes más fascinantes de la
Historia, héroe para unos y paradigma de la crueldad para otros. Precisamente en esta joya del Renacimiento se le representa como un general maduro y severo.
Como una figura luminosa, ataviada con un vestido de gasa blanca adornado con extraordinarios toques rojos en el fajín, el collar y las lazadas del pelo y el pecho y acompañada
de un perrillo faldero. Así retrató Francisco de Goya a una de las mujeres más atrayentes y carismáticas del Madrid de la Ilustración, doña María Teresa del Pilar Cayetana de Silva y
Álvarez de Toledo, XIII Duquesa de Alba.
La profusa literatura en torno al personaje lo convierte en uno de los cuadros más célebres de la pintura española y, sin duda, el preferido de Cayetana de Alba, que ha declarado en
numerosas entrevistas su predilección por esta mujer de fuerte carácter, amante del mundo de la bohemia y el arte de quien, según las versiones de la época y las interpretaciones de
investigadores y estudiosos, Goya se enamoró.
Retrato de Eugenia de Montijo, Condesa de Teba. Federico de Madrazo. 1849.Retrato de Eugenia de Montijo, Condesa de Teba. Federico de Madrazo. 1849.
Retrato de María del Rosario Falcó y Osorio, 12ª Condesa de Siruela. Federico de Madrazo. Hacia 1873.
Retrato de doña Rosario de Silva y Gurtubay, pintado por Ignacio Zuloaga en 1921. Es la madre de Cayetana, a la que dio a luz en 1926. Murió muy joven de tuberculosis.
Retrato de Don Juan de Miranda y Ramírez de Vergara. Bartolomé Esteban Murillo. 1680. Palacio de Liria.
Capricho arquitectónico con ruinas romanas y figuras. Francesco Guardi, 1712-1781. Palacio de Liria.
Retrato de María Francisca de Sales, duquesa de Alba. Alba. Franz XauerWinterhalter. Hacia 1853. Palacio de Liria.
Charles Lamp de niño montando a caballo en Hyde Park. John Ferneley. 1823. Pintura inglesa. Palacio de Liria.
F I NF I NCOLECCIÓN CASA DE ALBA
Imágenes: Todas proceden e internet. Mi reconocimiento a sus autores.Fondo musical: Sevilla. AlbénizRealización: Emilio Fernández