CONCEPTUALIZACIÓN Y POLÍTICA DE LA ATENCIÓN EN EL AREA DEL LENGUAJE
PROGRAMA DE LENGUAJE
CARACAS, MAYO DE 1997
LIC. BEATRIZ NUÑEZ DE BAEZ DIRECTORA DE EDUCACION ESPECIAL
LIC. NORA CHAVEZ DE QUINTERO JEFE DE LA DIVISION DE ASUNTOS TECNICOS
LIC. FRANCY FERNANDEZ JEFE DE LA DIVISION DE LOS SERVICIOS ADMINISTRATIVOS
LIC . SILVIA UZCATEGUI LIC. MARIA BEGOÑA ARRIAGA
LIC. DALIA ARGUELLO
RESPONSABLES DEL PROGRAMA DE LENGUAJE
ASESORAS: PROF. AMALIA S DE TORREALBA PROF. IGUARAYA DE HERNANDEZ
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TABLA DE CONTENIDO
1. RETROSPECTIVA DE LA ATENCIÓN EDUCATIVA
EN EL PROGRAMA DE LENGUAJE
2. SITUACIÓN ACTUAL
3. PROSPECTIVA DE LA ATENCIÓN EDUCATIVA
EN EL PROGRAMA DE LENGUAJE
A. FUNDAMENTACIÓN
B. MODELO DE ATENCIÓN EDUCATIVO
INTEGRAL DEL LENGUAJE.
4. ADMINISTRACIÓN DEL MODELO EDUCATIVO
INTEGRAL DEL LENGUAJE
5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
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1. VISIÓN RETROSPECTIVA En un principio, la atención de los problemas de lenguaje, estuvo
inmersa en el campo de la medicina como respuesta al abordaje de los casos
lesionados provenientes de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Evidenciándose así que la atención se circunscribió al ámbito hospitalario a
través de un modelo médico asistencial caracterizado por la presencia de
tipologías diagnósticas y acento permanente en la patología. (De Robertis, C.
1988).
Para los años cincuenta (50), prevalecía este modelo con una
orientación rehabilitatoria asumiéndose al sujeto objeto de la acción, como
enfermo a quien se evaluaba con pruebas estandarizadas, generalmente
procedentes de otras culturas; se daba el diagnóstico a través del médico o
psicólogo, quienes tenían papel preponderante, convirtiéndose el resto del
equipo, específicamente el Terapista de lenguaje, en ejecutor del tratamiento,
siendo las clínicas y los hospitales los lugares destinados para ello.
La atención a nivel hospitalario estaba circunscrita a los servicios
de otorrinolaringología, neurología, cirugía plástica y posteriormente a los
servicios de medicina física y rehabilitación y de patología del lenguaje y
audiología, llamados en algunos países, servicios de foniatría.
Más adelante en América, a mediados de los años sesenta (60), la
atención abarcó los ámbitos educativos y comunitarios. A nivel educativo se
llevó a cabo en las escuelas especiales, aulas especiales y escuelas regulares en
estas últimas se desarrollaban programas con los docentes en el aula y clases
correctivas donde los padres y maestros acompañaban a los niños; en el
ámbito de la educación especial se incluían las escuelas de sordos, impedidos
físicos y ciegos. A nivel comunitario, los centros dependían de la comunidad y
de fundaciones, prestando servicios a niños y adultos.
En Venezuela y específicamente, desde la Dirección de
Educación Especial, se norma la atención de los problemas de lenguaje
conjuntamente con el área de Deficiencias Auditivas (Documento de
Conceptualización y Política de la Educación Especial en Venezuela, 1976).
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A mediados de la década de los setenta (70), la atención de los
problemas de lenguaje, se lleva a cabo a través de los Centros de
Rehabilitación del Lenguaje (C.R.L.), servicios creados por la Dirección de
Educación Especial del Ministerio de Educación para la población que asistía
a los preescolares y a las escuelas regulares. Sin embargo es importante
destacar que este tipo de atención se daba a la población con necesidades
educativas especiales en algunos planteles y servicios de la Modalidad.
En términos generales, la atención de los problemas del lenguaje,
se desarrollaba en tres fases: evaluación, diagnóstico y terapia.
En cuanto a la evaluación, se atendía lo perceptual y en la lectura
y escritura se daba menor énfasis al aspecto lingüístico que era denominado
lenguaje comprensivo y expresivo. El desenvolvimiento del evaluado era
pasivo, concretándose a responder lo que se le exigía específicamente y con un
rendimiento muy dependiente de su atención y concentración.
En cuanto al diagnóstico, se consideraban las dificultades en el
campo de la comunicación humana, como trastornos del lenguaje
comprensivo, expresivo y del lenguaje escrito, ubicados dentro del modelo
etiológico categórico (Bloom. Lahey, 1978). En lo referente a las dificultades
para la comprensión del lenguaje, se incluían mayormente el retardo del
lenguaje y la disfasia; para las dificultades en el lenguaje expresivo, los
diagnósticos correspondían a disartria, dispraxia, tartamudez, rinolalia,
disfonía y en especial la dislalia, que aunque se tomara en cuenta el desarrollo
evolutivo del niño. Se concebía como trastorno cualquier desviación presente
propia de la edad. De igual forma, se trabajaba en equipos multidisciplinarios
en los que cada especialista evaluaba al niño y daba su diagnóstico.
La terapia del lenguaje, entonces, tuvo como sustento la
planificación por patologías, lo cual implicaba el abordaje de la atención de
acuerdo a una planificación específica. En tal sentido, las denominadas
alteraciones del lenguaje comprensivo incluían un plan para retardo del
lenguaje, cuyo contenido abarcaba el área perceptual y el de disfasia, basado
en autores con Mc. Ginnis (1963) y H. Barry (1961). En cuanto al lenguaje
expresivo, la dislalia contaba con los planes propuestos por M. Morley (1959)
y Van Riper (1972); de igual forma, había planes para rinolalia, tartamudez,
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disfonía, entre otros. A esto se agregaban las dificultades para la comprensión
y producción del lenguaje que obedecen a causa orgánica y las concomitantes
a problemas sensoriales, intelectuales, motrices y emocionales.
En lectura y escritura, existía la tendencia a la atención parcelada
de los aspectos en los que el educando presentara fallas y la planificación
abarcaba la correspondencia visual auditiva con orientación sintética, basada
en la enseñanza de la letra, la sílaba hasta llegar a la palabra; el análisis y
síntesis visual auditivo verbal; la comprensión lectora; la velocidad de la
lectura, propuesta por M. Condemarín; la grafía y la ortografía. Este contenido
era muy similar al que utilizaba del docente especialista lo cual reflejaba poca
diferenciación entre la acción del Terapista del lenguaje y este otro
profesional.
Considerando lo mencionado, tenemos que la planificación
específica por patologías llevaba a que el especialista (Terapista del
Lenguaje), aplicara determinado plan a la patología y no se centrara en el
individuo en sí mismo; el carácter de ello, como pudimos apreciar, era
remedial de la situación encontrada para lograr su superación pero descuidaba
los otros aspectos del desarrollo del individuo. Esta situación implicaba el
cumplimiento de manera mecánica por parte del sujeto de un repertorio de
consignas o ejercicios propuestos por el especialista, que llevaba a una
repetición constante, sin dar mayor posibilidad a una participación entre
ambos, constituyéndose el especialista en un ente activo y el sujeto en un ente
pasivo, que debía cumplir lo establecido en la planificación, acorde a su
patología. La participación del padre o representante también estaba limitada,
ya que el servicio se prestaba en un gabinete denominado, gabinete de
articulación o cubículo.
En conclusión, es necesario señalar que para ese momento, la
atención de los problemas de lenguaje en Venezuela, estaba influenciada por
la visión rehabilitatoria imperante a nivel mundial, la cual hacía énfasis en los
déficit que presentaba el individuo, orientación que tuvo su origen al dar
respuestas a las secuelas dejadas por dos grandes guerras mundiales.
A finales de los años setenta (70) y durante los ochenta (80), se
dieron cambios substanciales por la influencia de la teoría cognoscitiva, de la
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psicolingüística y la psicomotricidad. En este sentido, las fases en la atención
a los problemas de lenguaje (evaluación, diagnóstico y terapia) reciben
influencia, proveniente de los cambios realizados en los campos científicos
anteriormente mencionadas.
En cuanto a la evaluación, se incluyó el aspecto cognitivo y una
mayor presencia de pruebas para evaluar el aspecto lingüístico, las cuales
contenían elementos de morfología y sintaxis. Sin embargo, la mayoría de
estas, daban los resultados por puntajes, de acuerdo a las edades y además
respondían a otras culturas (U.S.A.) validadas en población hispano-parlante.
Por otra parte, el diagnóstico de los problemas del lenguaje,
continuaba influenciado por el modelo etiológico categórico, el evaluado
seguía siendo pasivo y el equipo multidisciplinario participaba en las
diferentes fases de la atención prestada.
En cuanto a la Terapia del Lenguaje, la planificación que era por
patologías, se reorientó para incorporar lo lingüístico, psicomotor y cognitivo
a la atención del educando, dejando de lado la lectura y escritura.
Todo lo anterior, nos permite ver los cambios que se produjeron
en la atención del área del lenguaje durante estos años, centrados en la visión
del desarrollo evolutivo del niño, la vinculación entre lo psicomotor,
lingüístico y cognitivo y la atención de la lectura y escritura por parte del
maestro especialista. En sí se evidenciaba la presencia de dos hechos, el
evolutivo y el integral; sin embargo, la incorporación del padre o representante
como facilitador, era esporádico y eventual.
Durante este lapso, se desarrolló un programa de detección de
problemas auditivos y del lenguaje en población preescolar y escolar a través
de la Unidad Móvil de Audición y Lenguaje (ASODIAL) la cual contaba con
personal de la Dirección de Educación Especial, el auspicio del Ministerio de
Sanidad y la asesoría técnica del Centro de Trastornos de la Comunicación
Humana (C.T.C.H) (Ferrer Roo, O. 1985). Con esto se marca pauta en la
acción de prevención contándose con instancias intersectoriales.
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Al inicio de la década de los noventa (90), la concepción de los
componentes de la lengua (fonológico, morfológico, semántico, sintáctico y
pragmático), toma auge y lleva a la aplicación de los mismos en la atención;
esto permite una acción más directa en cada uno de ellos, y a su vez, amplía el
panorama en función de la comunicación del individuo, de acuerdo a su propia
situación y adaptada a sus necesidades.
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2. SITUACIÓN ACTUAL En nuestro país la atención en el área del lenguaje, continúa
prestándose en instituciones oficiales y privados. A nivel privado encontramos
tendencia hacia lo asistencial al ser impartida en clínicas y consultorios.
En el sector oficial en el área de la salud, la atención se brinda a
través de los servicios de foniatría de las Unidades de Medicina Física y
Rehabilitación, donde se evidencia también un enfoque remediativo; por otra
parte, el Ministerio de Sanidad (M.S.A.S) dentro del Programa de Salud
Pública, ha desarrollado a nivel comunitario, el “Manual de Rehabilitación
basado en la Comunidad” (1989), cuyo objetivo va dirigido a las personas con
necesidades especiales como un recurso que facilite su integración en el
entorno social con apoyo de su propia comunidad.
De igual forma, el Ministerio de Educación, a través de la
Dirección de Educación Especial, prosigue la atención de las dificultades del
lenguaje, a la población que se encuentra integrada en los niveles de
Preescolar y Básica, y a la Educación Especial; todo ello mediante planteles y
servicios de apoyo. En cuanto a estos últimos, se continúa en esta Dirección
con los Centros de Rehabilitación del Lenguaje, que en número de nueve(9)
están ubicados: cinco (5) en el Distrito Federal, y los cuatro restantes en los
Estados Carabobo, Lara, Trujillo, Mérida; cabe destacar las gestiones que se
están realizando en el Zulia y en Barinas para la creación de un Centro similar.
Dicha atención se desarrolla a nivel individual o grupal dentro del centro o en
los planteles de preescolar y Básica a través de orientaciones y charlas al
personal.
A nivel individual se dan tres fases en la atención: evaluación,
diagnóstico e intervención, participando conjuntamente el equipo técnico-
docente en las dos primeras.
La evaluación del lenguaje, en términos generales consta de un
aspecto lingüístico y uno cognitivo, evidenciándose:
• Un marcado énfasis en el aspecto fonológico así como en la evaluación de
la movilidad de órganos articulatorios.
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• Una progresiva implementación del muestreo del lenguaje espontáneo, para
la evaluación de cada uno de los componentes de la lengua oral (fonológico,
morfológico, semántico, pragmático y sintáctico), siendo el componente
fonológico el de mayor aplicación ya que para el resto se requiere mayor
información teórica.
• El inicio del muestreo lingüístico del niño en el hogar, el cual es realizado
por los padres.
• La presencia de la evaluación denominada niveles del lenguaje, lo cual
aporta información a nivel comprensivo, expresivo y cognitivo.
• La evidente necesidad de incorporar a la evaluación muestras del habla
infantil, en ambiente natural donde se desenvuelve el niño (Documento de
Conclusiones del Taller “ Comunicación, Lenguaje y sus componentes”,
1996).
En la fase diagnóstica, se está iniciando el uso de la descripción
de la comunicación del niño, destacando los diferentes componentes de la
lengua oral.
En cuanto a la intervención, denominación utilizada de acuerdo a
autores como Monfort, M y Juaréz, A. (1988), persiste la presencia de planes
específicos para dificultades del lenguaje (rinolalia, disfonía, tartamudez y
retardo de lenguaje). Se piensa que en la medida en que el contenido de la
evaluación del lenguaje tome en cuenta todos los componentes de la lengua, la
atención se orientará específicamente a cada uno de ellos.
La atención grupal se da a través de los grupos de estimulación
del lenguaje y está dirigida a la población menor de 3 años que es referida al
C.R.L. por presentar dificultades del lenguaje; la misma se centra en la
orientación a los padres para la estimulación en el hogar y está a cargo del
maestro especialista. La mayoría de los niños que reciben esta estimulación,
adquieren las competencias comunicativas acordes con su edad y nivel de
rendimiento, lo cual les garantiza, el desarrollo de su lenguaje, sin necesidad
de una atención posterior. Es decir, que con ello se da una acción destinada a
lograr la prevención de tipo secundario .
Por otro lado, los maestros especialistas diagnostican, planifican,
ejecutan y evalúan sus actividades basadas en los Programas de Preescolar y
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Básica para garantizar la adecuada prosecución escolar de la población
asistente al centro y que requiera de esta atención específica.
Es importante resaltar que el personal de los C.R.L desarrolla
actividades con los docentes y con los padres y representantes sobre aspectos
relativos al lenguaje y a la comunicación, con lo cual se da apoyo directo
tanto a la escuela como al medio familiar.
La acción en los Centros de Rehabilitación del Lenguaje, refleja
entonces, la tendencia hacia la implementación del modelo educativo integral,
ya que están asumiendo la concepción del individuo como un ser
biopsicosocial, además del inicio del enfoque descriptivo para las dificultades
del lenguaje, el estudio del mismo en sus aspectos funcionales más que
formales, la participación conjunta del equipo técnico docente en la evaluación
y el diagnóstico, la incorporación del padre de manera significativa en la
atención educativa especializada y la del equipo técnico docente a nivel de
preescolar y básica.
Estos resultados tienen especial vinculación con las actividades
de Desarrollo Profesional desplegadas por la Dirección de Educación Especial
desde 1994, en las cuales el contenido teórico práctico se orientó al lenguaje,
la comunicación humana y la lengua materna y sus componentes, con especial
énfasis en el hecho social y cultural que ello implica.
La atención a la población con necesidades especiales en el área
del lenguaje ubicados en los planteles y servicios de algunas Areas (Retardo
Mental, Deficiencias Auditivas, Dificultades de Aprendizaje y Autismo) y
Programas (Prevención e Intervención Temprana e Integración Social) de la
Dirección de Educación Especial, es brindada por Terapistas del Lenguaje.1
En la misma se evidencia una prevalencia del enfoque médico
manifestado en aspectos como: predominio del uso de pruebas estandarizadas,
el énfasis en la atención individualizada más que a nivel grupal, el
diagnóstico en base a lo etiológico categórico, la planificación de la atención
1 La información de esta atención está basada en la Encuesta para Terapistas del Lenguaje entregada en el XIII Encuentro
de Jefes de Departamento de Educación Especial. Carabobo. Julio, 1995
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de acuerdo a patologías; sin embargo, se destaca en la evaluación la
presencia del muestreo del lenguaje espontáneo y el hecho de incorporar a los
padres y a la comunidad.
Por otra parte en la atención, se denota una marcada presencia
del componente fonológico dejando a un lado el resto de los componentes de
la lengua (morfológico, sintáctico, pragmático); el componente semántico
tendría vinculación con la comprensión del lenguaje, no obstante, su
evaluación se basa en pruebas estandarizadas, reflejándose entonces un énfasis
en el aspecto formal del lenguaje más que en el funcional.
Estos resultados resaltan dos aspectos importantes: uno, la
formación del especialista en un modelo médico de atención y con énfasis en
el aspecto fonológico de la lengua y el otro, la necesidad inminente de
desplegar con ellos el programa de Desarrollo Profesional ya iniciado con
Terapistas del Lenguaje de los C.R.L desde 1994.
En sí, la realidad a nivel nacional sobre la atención del lenguaje
destaca por un lado, la transición de un modelo médico asistencial a un
modelo educativo integral y por otro, el inicio de la incorporación de los
miembros de la comunidad en la atención de las personas que así lo requieran.
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3. VISIÓN PROSPECTIVA 3.1 FUNDAMENTACIÓN El hombre es el único ser cuyo conocimiento le influye en su
autoformación, es decir, el conocimiento que el hombre tiene de sí mismo, es
el que le dicta pautas y normas al proceso de su transformación y desarrollo,
conformando esto lo que llamamos Educación ( U.N.A. 1988).
La Educación como derecho social, permanente e irrenunciable
de todos los venezolanos (Constitución Nacional, 1961); constituye un
servicio público y función primordial e indeclinable del Estado (L.O.E. 1961).
Refleja así mismo, las necesidades e ideales de una sociedad particular, siendo
no sólo una necesidad del hombre, para su desarrollo sino también de la
sociedad, a objeto de prorrogar y mejorar su modo especial de vida;
proponiéndose formar individuos que puedan apreciar los valores de la
democracia.
La democracia constituye una forma de vida, concibe al hombre
capaz de juzgar y decidir por sí mismo y para el bien común, por ello confía
en una concepción de la educación, que se orienta a desarrollar el espíritu de
independencia y solidaridad y que hace al hombre, un ciudadano consciente y
responsable.
Venezuela, siendo un estado democrático, garantiza la formación
de individuos, que integran a su personalidad, los principios de igualdad y
libertad, lo que equivale a asegurar en cada ser humano, una oportunidad para
formarse y vivir como persona capaz del autodominio. Desarrollando los
valores humanos de libertad, moralidad y solidaridad, por medio de la
igualdad de oportunidades. Llevándolo al campo pedagógico, este principio se
expresa por la Educación común, única y democrática, gratuita y obligatoria,
sin privilegios ni discriminaciones (L.O.E., Art. 107). Como señala
Mantovani: “la oportunidad igual para el desarrollo de capacidades distintas,
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debe concederse a todos, y es uno de los principios esenciales de la vida
democrática”.
Por otra parte, en los actuales momentos, el proceso de
descentralización educativa, establece nuevos espacios de participación en las
políticas sectoriales en el ámbito regional y en una dimensión intersectorial,
atendiendo los lineamientos de política educativa nacional. Al ubicarnos
dentro de este proceso de transformación se debe tener presente que todo ello,
demanda un sistema educativo, articulado desde un punto de vista
programático y de recurso que permita garantizar la formación integral del
individuo.
Así mismo, encontramos que el Artículo 16 de la Ley Orgánica
de Educación, se refiere a la presencia de las Modalidades en nuestro Sistema
Escolar, las cuales son entes a quienes compete, administrar la atención
educativa de los educandos que por sus características o condiciones
particulares no pueden responder a las exigencias de los programas diseñados
por los diferentes niveles del sistema educativo.
De esta manera, la Educación Especial como Modalidad es una
variante escolar cuyo objetivo es dar respuesta a las necesidades educativas
especiales de los niños, jóvenes y adultos cuyas características son “ de tal
naturaleza y grado que tienen dificultad para adaptarse y progresar a través de
los programas diseñados para la Educación Regular, requiriendo por tanto
programas específicos, complementarios o sustitutos, transitorios o
permanentes” (Ley Orgánica de Educación, Art. 32, p 12).
En esta línea de pensamiento tenemos, que la Educación Especial
en nuestro país, es la opción de política educativa para la atención de la
población con necesidades educativas especiales, considerando sus dos
principios: democratización y modernización, donde el primero de ellos
resaltaría el derecho de todos a la educación, a través de igualdad de
oportunidades y de condiciones.
En cuanto a la modernización: estaríamos resaltando el derecho
de todos a recibir una educación efectiva; lo cual implica mantenerse
actualizado para renovar y orientar el trabajo profesional, calificando la
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atención educativa sobre la base de los más recientes avances de las ciencias
afines. Dentro de este último principio se resalta la prevención, como uno de
los principios rectores de la Educación Especial, la cual en un primer
momento tenía como principal objetivo, disminuir las consecuencias de una
alteración ya instalada, por lo que se ubicaba dentro de una óptica remedial,
siendo esta una prevención del nivel terciario y secundario.
Con el correr del tiempo, surge la necesidad de extender estas
acciones, tomando en consideración el concepto de riesgo biológico y social,
que afecta a un porcentaje de la población.
En este sentido, es posible afirmar, que la meta es llegar a la
comunidad, para que ella asuma la prevención como una propuesta de vida,
convirtiéndose así, en un instrumento para la normalización e integración. Es
importante entonces, que la prevención para la década de los noventa (90), sea
base de los modelos de Atención Integral, en las diferentes áreas y programas
de atención de la población con necesidades educativas especiales, ya que
educar es esencialmente prevenir. Generalmente el término prevención, se ha
vinculado con la medicina, y muy pocas veces con la educación, pero sí
consideramos que todo hecho educativo se dirige hacia el futuro del individuo,
promoviendo el desarrollo de sus potencialidades en las mejores condiciones
posibles, podemos afirmar que no existe definición alguna de educación que
no manifieste como razón de ser, el evitar o prevenir algún problema.
Por otra parte, desde un punto de vista psicológico, encontramos
que el proceso de crecimiento físico y mental, se produce rápidamente en los
primeros años, como resultado de la interacción de factores hereditarios y
socioculturales. El hombre es una unidad biológica, psicológica y social.
En relación a esto, Piaget señala “ hablar de un derecho a la
Educación, es reconocer la importancia de los factores sociales en la
formación del individuo” (Piaget, J., 1975).
A su vez, se hace importante resaltar, que los primeros años son
relevantes en el proceso evolutivo del niño. Si las condiciones le son
favorables, alcanzará su desarrollo a plenitud. Por el contrario, si le rodean
condiciones adversas, se puede hablar de riesgos que interfieran el desarrollo
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normal, lo alteren y produzcan dificultades de distinta naturaleza.
Todo lo señalado anteriormente, nos lleva a reflexionar sobre el
tipo de educación que requiere el individuo de hoy. Como señalase John
Dewey (1953), quien propugna una nueva filosofía de la misma, en la que
considera como realidad central, la experiencia; destacando la conexión
orgánica entre la educación y la experiencia personal, oponiéndose a un
aprendizaje mecánico y pasivo, resaltando la vivencia personal y el pensar
crítico.
Siguiendo con esa línea de pensamiento encontramos que Piaget
señala “ El objetivo principal de la Educación es crear hombres que sean
capaces de hacer cosas nuevas, no simplemente repetir lo que han hecho otras
generaciones: hombres que sean creativos, descubridores”. (Piaget en
Labinowiez, 1982 ) y continúa diciendo: “ la educación , en la visión
corriente, consiste en tratar de hacer al niño, conforme a un tipo de adultos de
la sociedad a la que pertenece.... mientras que para mí, la educación consiste
en hacer criaturas, aunque no haya muchas, aunque las creaciones de unos
sean limitadas con respecto a las del otro. Pero hay que hacer inventores, no
conformistas” (Piaget, 1977). Se estaría hablando de una educación activa,
con formación de hombres con mentes críticas, capaces de verificar lo que se
les dice y que no aceptan todo lo ofrecido.
Siguiendo está línea de ideas, (Vygotski, 1981) señala: “El
aprendizaje humano presupone una naturaleza social específica y un proceso
mediante el cual los niños crecen dentro y hacia la vida intelectual de aquellos
que les rodean”.
El autor en su teoría del desarrollo, plantea que a través de la
interacción social, se le proporcionan al niño instrumentos, que le permiten ir
más allá de su presente nivel de desarrollo, para alcanzar más altos niveles,
que implican una nueva conciencia, lo cual supone la capacidad de
aprendizaje del niño por imitación (aprendizaje transaccional o vicario) de
miembros capaces.
En palabras de Vygotski (1981) “Internalizar el conocimiento
externo y convertirlo en una herramienta para el control consciente”.
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Profundizando un poco más del tema, Vygotski (1981) afirma que
durante las primeras etapas del niño, el lenguaje y la acción están fundidos y
es por esta razón por lo que el menor habla consigo mismo, mientras realiza
una tarea. Eventualmente el lenguaje y la acción se llegan a separar y es
cuando la tarea puede ser representada a través de las palabras, al alcanzar esta
etapa, ya ha podido incorporar lo que sabe en palabras y por tanto en el
proceso de diálogo.
Todo lo antes señalado demanda un proceso enseñanza-
aprendizaje donde el niño es constructor y partícipe del mismo, debiéndose
proporcionar experiencias de aprendizaje que sean significativas para él.
Las ideas pedagógicas de Prieto, derivadas del Humanismo
Social, consideran que la educación deberá formar un hombre capaz “ de
absorber los cambios ocurridos durante su vida y propiciarlos cuando sea
necesario, sin dejarse maniatar por la tradición”.
Centra la educación en el interés del educando, sin desmedro del
fin social asignando a la misma, ya que considera que los intereses
individuales, son por efecto de la interacción social, intereses y necesidades de
la comunidad.
El propósito fundamental de la escuela ha de ser, la formación de
un hombre con un grado de criticidad tal, que sea capaz de conocer el alcance
de sus capacidades, para actuar con eficiencia en la solución de los problemas
de la comunidad.
En este sentido, una educación liberadora según Freire, que
busque despertar y desarrollar la conciencia crítica de los educando,
favoreciendo el análisis problematizado, su poder de captación y de
comprensión de la realidad. No conformándonos con entregar al educando,
unos conocimientos ya elaborados y listos para su asimilación pasiva. En esta
educación problematizadora, los educandos, en su relación con el mundo, lo
van captando y comprendiendo no como realidad estática sino fluyente y en
permanente proceso de transformación (Freire, P.1967).
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El educador ya no sería sólo el que educa sino que en la medida
que educa, sería educado en el diálogo con los educandos, quienes a su vez
también se educan, en un sentido de humanización de ambos y no en el
sentido de dominación, de entrega del saber. Su acción considera Freire, parte
de una profunda creencia en los hombres, implicando que:
• “Nadie educa a nadie
• Nadie se educa solo
• Los Hombres se educan entre sí, mediatizados por el mundo” ( Freire, P.,
Fiori Y., 1986).
Tomando en consideración lo que señalan estos autores e
interpretando lo que afirma Merani (1983) cuando dice que la educación
verdadera tiene como imperativo, cambiar al hombre, pero que para lograr
esto es necesario cambiar las circunstancias que lo convirtieron en lo que es;
nos encontramos con el reto de impulsar la transformación de la forma de
abordar la educación lo cual nos va a permitir modificar el entorno social en el
cual se desenvuelve el individuo. Es así como es posible concluir, que en los
actuales momentos requerimos de un educador- educando integral.
En este sentido, al ubicarnos en el área de lenguaje, debemos
hablar de un Modelo de Atención Integral, el cual toma en cuenta los aportes
de las distintas ciencias sociales (psicología, pedagogía, sociología, filosofía,
etc.) y considera el lenguaje como un hecho social y cultural, lo cual implica
que este se encuentra integrado al proceso de enseñanza-aprendizaje y a los
elementos que la configuran.
Es decir, que todos debemos aprender a ver el lenguaje como
parte integral del proceso de desarrollo del niño y por tanto no es posible
parcelarlo, sino que se debe abordar a partir de cómo lo usan los niños cuando
utilizan su lengua materna para satisfacer sus necesidades, antes de ingresar a
la escuela. Esto plantea, estar conscientes, que para el niño, el lenguaje es
aprender a dar significado, es decir, aprender a darle sentido al mundo que lo
rodea.
Compartiendo la premisa que el lenguaje hay que verlo como un
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todo para lograr su desarrollo sin ninguna dificultad, es necesario resaltar la
función que cumplen los profesionales de Terapia de Lenguaje, quienes tienen
un papel preponderante en el equipo interdisciplinario, ya que les corresponde
no sólo la atención directa a la población que pueda presentar dificultades en
esta área sino que les compete ejercer como facilitadores del proceso de
cambio, para que todos se apropien de la concepción del lenguaje como parte
integral de todas las actividades que implica el proceso enseñanza-aprendizaje.
Es decir, que les corresponde orientar a fin de que se le brinde al niño un
ambiente rico en estímulos y oportunidades para desarrollar las competencias
específicas de su lengua materna logrando la comprensión de lo leído, la
expresión escrita y favorecer el pensamiento lógico matemático.
3.2 MODELO DE ATENCIÓN EDUCATIVO INTEGRAL DEL
LENGUAJE.
El complejo proceso del desarrollo del lenguaje va estrechamente
unido al desarrollo humano, ya que gran parte del pensamiento tiene una base
lingüística, por lo que en todas y cada una de las etapas de la vida, está
implícita la importancia del lenguaje, como medio de comunicar, expresar y
transformar al individuo y a la sociedad en la cual se desenvuelve.
Los avances en el estudio del lenguaje con aportes de disciplinas
como la psicología, la sociología y otras, nos han llevado a considerarlo como
un hecho social y cultural más que a estudiarlo en sus aspectos estructurales o
formales, siendo necesario en este momento plantearnos el desarrollo de
algunos conceptos como son comunicación efectiva, lenguaje, habla, lengua
y sus componentes.
La comunicación es el fundamento de toda la vida en sociedad.
En efecto, desde el momento de su nacimiento hasta el de su muerte, el ser
humano vive estableciendo relaciones e intercambios con sus pares, los cuales
tienen su origen en la necesidad de ponerse en contacto con una o más
personas para transmitirles información, afectividad, a la vez que para
aprender todo cuanto los demás puedan enseñarle. Pero la comunicación entre
la gente, es muy compleja, pues es más que hacer comentarios y escucharlos.
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Existen distintas definiciones de comunicación, quizá una de las
más simples, es la que considera que la comunicación consiste en cualquier
comportamiento, que tenga como objetivo suscitar una respuesta o
comportamiento específico, por parte de una persona o grupo determinado.
También encontramos que cuando nos comunicamos, podemos
hacerlo en más de un nivel al mismo tiempo. Por ejemplo, cuando hablamos
estamos transmitiendo un mensaje pero a la vez por el tono de voz, los gestos
y la postura física, podemos estar diciendo otro totalmente diferente.
Para que se dé el proceso de comunicación, es necesaria la
presencia de elementos como son: emisor, receptor, código y mensaje así
como la negociación del significado para lograr la comprensión del mensaje y
a través de ello, la respuesta esperada. Por tanto, es importante tener claro
que el emisor es quien produce el mensaje que se desea comunicar, es decir,
quien lo elabora y transmite, el receptor es el individuo hacia quien va
dirigido, lo que implica la recepción y la comprensión del mismo; el código
es el sistema de signos mediante el cual nos comunicamos y está representado
por la lengua.
En este sentido, tenemos que la comunicación utiliza como
soporte el lenguaje, el cual es la facultad de comunicación más importante
que el hombre posee y es por ello, que éste se considera la especie animal
hegemónica de nuestro planeta. Así podemos definir lenguaje como la
facultad exclusiva del hombre, que se convierte en un hecho de carácter social
y cultural, propio de cada individuo, que implica la presencia de
representaciones simbólicas y lingüísticas. Son simbólicas, por corresponder a
las imágenes que tiene cada individuo de sus vivencias y lingüísticas, por
pertenecer el individuo a un entorno lingüístico. El proceso de pensamiento
depende íntimamente del lenguaje y su significado. El hombre piensa por
medio de ¨símbolos¨ más que por medio de imágenes. Su habilidad para
razonar, para resolver problemas y para desarrollar ideas, depende en gran
parte de la riqueza de su lenguaje.
Por otra parte, la lengua constituye el sistema de signos mediante
el cual el individuo materializa los símbolos lingüísticos correspondientes al
21
lenguaje, los cuales pueden ser la palabra hablada, la escrita o las señas.
Retomando lo correspondiente a la negociación del significado,
ésta se refiere al cúmulo de experiencias, sentimientos, opiniones,
pensamientos que elabora cada persona sobre los hechos y situaciones que le
rodean; por tal razón, cada individuo tiene su propio significado y allí es
donde está la clave de la verdadera comunicación, en la certeza de que se está
tratando de un tema común para los individuos involucrados y al mismo nivel
de interpretación, lo cual denota una continua y constante interacción entre
los individuos presentes resaltándose el aspecto funcional del lenguaje.
Si tomamos en consideración que el habla es la expresión
articulada particular de la lengua de cada individuo, nos encontramos que ésta
como sistema tiene un carácter universal ya que es igual para todas las lenguas
en cambio como idioma es particular a determinada comunidad lingüística.
A su vez, la lengua tiene sus componentes o estratos como son:
fonológico (sonidos articulados), semántico (significado de las palabras),
pragmático (uso de la lengua), morfológico (formación de las palabras) y
sintáctico (relación entre los elementos gramaticales); cada uno de ellos tiene
su propio desarrollo, se interconectan y su presencia o manifiestación son
muestra del desarrollo del lenguaje de cada individuo.
La lengua materna según Halliday (1978) es la que se da al
encajar los patrones de todo el lenguaje que el niño oye a su alrededor, en la
estructura que posee.
En general, según Fraca, L. (1991) “ mientras algunos estratos
como el fonológico y el morfológico cierran su ciclo a edad relativamente
temprana (cuatro o cinco años el primero, seis o siete el segundo) otros como
el sintáctico, el semántico y el pragmático, pueden prolongar su proceso de
desarrollo hasta edades bastante tardías”.
El hogar y la escuela tienen vital importancia en el desarrollo de
la lengua materna debido a que son los espacios donde el niño interactúa
constantemente con sus pares recibiendo continua estimulación, brindándole
un sin número de oportunidades para que manifieste su lengua materna, lo
22
que lo prepara para que en la escuela desarrolle la lengua escrita con mayor
facilidad permitiendo esto prevenir posibles dificultades.
Si bien debemos tomar en cuenta las diferencias individuales al
hablar de patrones de desarrollo del individuo, no podemos dejar de considerar
en algunos casos, la presencia de problemas, desajustes o dificultades
presentes en el desarrollo lingüístico. Estas dificultades pueden tener su origen
en algún problema a nivel de su estructura anatomofuncional o depender del
entorno social en el cual se desenvuelve el individuo.
En cuanto a la estructura anatomo funcional, ésta se refiere a los
aspectos sensoriales, motores, neurológicos o fonoarticulatorios; de igual
forma, se presentan dificultades para la realización de los movimientos
relacionados con masticación, succión y deglución, los cuales afectarán
también la producción de los sonidos del habla.
En general, es importante resaltar que independientemente del
problema o dificultad que presente el individuo en su lenguaje, la atención
tiene que estar centrada en sus potencialidades y necesidades permitiéndole
desarrollar sus competencias comunicativas, entendiéndose por competencias
comunicativas a las habilidades del ser humano para comunicarse con los
otros, a través de cualquier código (oral, escrito, visual sonoro, etc.), lo
cual es diferente a las competencias lingüísticas que reflejan el conocimiento
gramatical, intuitivo en relación a su lengua y a las competencias pragmáticas
que serían el conjunto de reglas vinculadas al funcionamiento social del
lenguaje (Barrera, L. 1991).
Lo planteado anteriormente, denota la importancia de abordar la atención en el área del lenguaje a través de un modelo educativo integral con una perspectiva comunicacional funcional que demanda la presencia de una comunicación efectiva, con constante negociación de significado entre todos y cada uno de los miembros de los diferentes contextos: familia - escuela - comunidad. En sí, este modelo está orientado filosóficamente en una
perspectiva humanística - social, que reconoce que en todo educando hay una
persona con potencialidades; axiológicamente, señala la formación de un
venezolano, con valores colectivos y en función de todos los integrantes de la
sociedad, con un enfoque biopsicosocial del individuo, donde su atención
debe tomar en cuenta no sólo su persona sino su familia y comunidad, a fin de
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que se le garantice, su pleno desarrollo e independencia personal, además de
su integración social al medio en el cual se desenvuelve. Considerando así
mismo, a la educación como un proceso integral en su dimensión escolar y
extraescolar, continuo, permanente, dinámico e interactivo, a través de
promotores del desarrollo lingüístico del individuo, del desarrollo de la lengua
materna y de la comunicación efectiva.
4. ADMINISTRACIÓN DEL MODELO EDUCATIVO INTEGRAL DEL LENGUAJE.
El Programa de Lenguaje es una Unidad de Apoyo de la
Dirección de Educación Especial; tiene como finalidad definir las políticas y
líneas estratégicas para el desarrollo del lenguaje de la población atendida
dentro de la Modalidad o integrada a la escuela regular. Asume el lenguaje
como área básica en la vida del individuo y a la educación inmersa en la
cotidianidad. Todo lo cual implica que la atención de las personas con
necesidades educativas especiales, debe verse longitudinalmente; con una
operatividad que se inicia desde la edad preescolar hasta la adultez, y desde
los Centros de Desarrollo Infantil hasta los Talleres de Educación Laboral,
existentes en todo el ámbito nacional.
La realidad actual social, política y económica de Venezuela
demanda ubicar a la Educación en el marco de la descentralización y por ende
con énfasis en el Modelo de Atención Integral, involucrando a todos los entes
que conforman la sociedad: familia, escuela y comunidad así como a los
diferentes sectores gubernamentales y no gubernamentales, pertenecientes a
las distintas instancias: estadales, municipales y locales; resultando evidente
que la Educación es compromiso de todos.
Si bien el Estado y específicamente el Ministerio de Educación es
el eje rector, orientador y promotor en todo lo relacionado con nuestra
educación (Constitución Nacional, 1961; Ley Orgánica de Educación, 1980),
administrar la Educación con una visión descentralizada demanda acciones
coordinadas intra e intersectorialmente de manera de garantizar la atención integral del educando. Siendo los entes estadales, municipales y locales,
entonces, los encargados de llevar a cabo dicha atención en las diferentes
regiones a nivel nacional.
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De esta manera a la instancia estadal le compete coordinar los
programas sectoriales e intersectoriales que lleven a ejecutar la acción
educativa integral antes mencionadas de acuerdo a los lineamientos
establecidos por el Programa de Lenguaje de la Dirección de Educación
Especial, lo cual debe estar reflejado en los Planes Regionales del sector
educativo y de los otros sectores.
De igual forma, a la instancia municipal, le compete coordinar,
operar y controlar todo lo referente a la atención educativa del lenguaje en el
ámbito local; estableciendo redes de apoyo y comunicación, intra e
intersectorial que garanticen la atención integral del educando.
Por último, a la instancia local, le compete coordinar y ejecutar
el curriculum, los recursos y el personal asignado a las respectivas
instituciones acorde a las políticas educativas emanadas del Ministerio de
Educación y del Programa de Lenguaje, de manera de garantizar la atención integral del educando en cada plantel o servicio de apoyo.
En este sentido, en lo que respecta a la administración de la
política educativa de la Modalidad de Educación Especial por su propia
naturaleza y alcance, plasmado tanto en su fundamentación legal como
político-conceptual, exige el establecimiento de una articulación permanente
intramodalidad y con el resto del Sistema Educativo así como con otros
sectores, como una vía para garantizar una atención educativa integral para la
población con necesidades educativas especiales.
En esta línea de pensamiento, el Programa de Lenguaje de la
Dirección de Educación Especial, plantea un Modelo de Atención Integral,
para ser administrado en dos líneas de acción:
1. Brindar atención a la población de niños, jóvenes y adultos con
necesidades educativas especiales atendidos en lo planteles y
servicios de la modalidad.
2. Brindar atención a la población de niños y jóvenes que asisten a los
diferentes niveles de nuestro sistema educativo.
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Líneas Estratégicas de Acción Para la ejecución del Modelo de Atención Integral en el Area del
Lenguaje, se requiere de manera inminente, que las distintas instancias
regionales promuevan el desarrollo profesional de todos los especialistas
relacionados con la atención en esta área, así como también de los docentes
de Educación Especial y de los Niveles y Modalidades que conforman el
sector educativo venezolano. Todo ello en función de que se plantea un nuevo
enfoque del lenguaje como hecho social y cultural, como realidad integrada al
proceso enseñanza-aprendizaje y a los elementos que la configuran.
Considerándose de igual forma, el aspecto comunicacional como área básica o
prioritaria del individuo que incide en mejoras de la calidad de vida del
ciudadano común.
1. Atención a la población de niños, jóvenes y adultos dentro de la Modalidad de Educación Especial.
De 0 a 6 años:
La atención de esta población se garantizará a través de acciones
coordinadas del Programa de Lenguaje con los Programas de Apoyo:
Prevención e Intervención Temprana e Integración Social así como con las
áreas de atención: Retardo Mental, Dificultades de Aprendizaje, Deficiencias
Auditivas, Deficiencias Visuales, Impedimentos Físicos, Autismo y Talento;
de manera que el lenguaje sea visto como parte integral del desarrollo del
educando y se encuentre inmerso en las planificaciones de las diferentes
etapas del proceso enseñanza-aprendizaje, propendiéndose a:
• Promover el desarrollo y uso de la lengua materna
• Promover el desarrollo y uso de competencias comunicativas
• Promover en el niño el desarrollo de las diferentes componentes de la
lengua materna (fonológico, semántico, sintáctico, morfológico y
pragmático); resaltándose el fonológico ( sonidos articulados), por culminar
su desarrollo aproximadamente a los 6 años de edad.
• Facilitar o promover en el niño la construcción y uso de su propio lenguaje,
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de manera significativa, que le ofrezca amplias oportunidades de
interacción.
• Facilitar en el niño la formación de conceptos y conocimientos amplios de
su entorno a través de experiencia directa que resalte el uso de todos sus
sentidos y el manejo de material concreto.
• Promover el uso de oraciones simples (sujeto, verbo, complemento) que
lleven al niño a desarrollar y usar las reglas sintácticas de su lengua,
teniendo presente el respeto del vocabulario que trae de su hogar, el cual
será la base lingüística sobre la cual debe trabajar la escuela, sin tratar de
eliminarla por ser parte del standard que lo identifica como parte del grupo
al cual pertenece.
De 6 a 15 años:
• Promover las competencias comunicativas.
• Favorecer el desarrollo de los procesos de la lengua escrita
(descodificación, comprensión e interpretación, juicio y goce estético),
siendo importante hacer sentir al educando que al apropiarse de la lectura y
escritura puede expresar sus ideas y sentimientos así como continuar
accediendo al conocimiento.
• Consolidar el desarrollo de los procesos de la lengua escrita y el uso de la
misma.
De 15 años y más: • Promover las competencias comunicativas
• Favorecer el desarrollo de la lengua materna
• Consolidar el desarrollo de los procesos de la lengua escrita y el uso de la
misma.
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2. Atención a la población de niños y jóvenes que asisten a los diferentes niveles y modalidades del sector educativo.
La atención integral del lenguaje demanda acciones coordinadas
intra e intersectorialmente por parte de las distintas instancias regionales
(estadal, municipal, local).
Para la atención del lenguaje de niños y jóvenes de los diferentes
niveles del sistema educativo, se cuenta desde la Modalidad de Educación
Especial, con los Centros de Rehabilitación del Lenguaje, los cuales pueden
definirse como servicios de apoyo, que en forma integral atienden a los niños
y jóvenes de los niveles de preescolar y básica que demandan de una atención
individualizada para superar sus dificultades del lenguaje. Cuentan con un
equipo interdisciplinario formado por docentes especialistas, psicólogos,
terapistas de lenguaje, médicos foniatras, trabajadores sociales y audiólogos.
Su acción debe dirigirse a la prevención, detección y atención de las
dificultades del lenguaje, a través de un trabajo coordinado con la familia,
escuela y comunidad, constituyéndose así en centros de apoyo para la
integración escolar en su estado o entidad federal.
De igual forma, se cuenta con terapistas de lenguaje en los
planteles y servicios de las diferentes Programas y Areas de atención de la
Modalidad de Educación Especial.
En cuanto a los Centros de Rehabilitación del Lenguaje se cuenta
con nueve (9) en todo el territorio nacional, cinco (5) ubicados en el Distrito
Federal y los restantes en los Estados Carabobo, Lara, Trujillo y Mérida,
creándose próximamente uno en el estado Zulia y otro en Barinas.
Lo antes mencionado demanda acciones intra e intersectoriales,
coordinadas desde las diferentes instancias regionales de manera de garantizar
la atención integral del educando en todo el territorio nacional.
Desde la instancia local es imprescindible considerar
seguidamente las diversas realidades en cuanto a institutos y recursos con los
cuales se cuenta dentro de la Modalidad, de manera de prever las posibles
alternativas de acción para el desarrollo del Modelo de Atención Integral del
Lenguaje.
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Realidad Nacional desde la Instancia Local: 1. Estados o Entidades Federales que cuentan con Centros de Rehabilitación del Lenguaje:
Dichos Centros constituyen servicios de apoyo de la Modalidad
de Educación Especial, los cuales deben garantizar Atención Educativa Integral tanto a la población de la Modalidad en planteles y servicios que no
cuentan con el recurso del Terapista de Lenguaje, como a la integrada en los diferentes niveles y la Modalidad de Educación de Adultos del Sistema Educativo. Cabe resaltar que dicha atención no implica trabajo directo con
niños, sino el despliegue de estrategias idóneas que involucren cada vez más
en la atención, a todos y a cada una de las personas quienes rodean al
educando (maestro, padre, comunidad), destacándose la labor docente. Con lo
cual se garantiza la atención del lenguaje aún sin el recurso del Terapista
dentro del plantel o servicio. Sin dejar de lado los problemas específicos que
competen atender a éste último.
2. Estados o Entidades Federales que no cuentan con Centros de Rehabilitación del Lenguaje y existe el recurso del Terapista en los diferentes planteles y servicios de la Modalidad de Educación Especial así como en otros sectores de la Región.
De igual manera en este caso compete a las diferentes instancias,
desarrollar las acciones intra e intersectoriales, estableciendo redes de apoyo y
comunicación entre las escuelas y organizaciones de la localidad, para que con
criterio de administración del recurso humano, puedan garantizar la
Atención Integral del Lenguaje en los educandos, con la participación de la
familia, escuela y comunidad; resaltando aquí nuevamente la labor docente.
Planteándose así mismo la posible creación del servicio de apoyo
(C.R.L.) acorde a la necesidad sentida dentro de la región.
3. Estados o Entidades Federales que no cuentan con los Centros de Rehabilitación del Lenguaje, ni con el recurso del Terapista de
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Lenguaje dentro de planteles y servicios de la Modalidad. Primeramente es competencia de las distintas instancias
regionales plantearse la necesidad del servicio de apoyo ( C.R.L), dentro del
Estado acorde a las necesidades de la localidad, teniendo presente las
particularidades que puedan requerir atención individualizada por especialistas
del lenguaje.
De igual forma se establecerán redes de apoyo y comunicación
intersectorial de manera de garantizar la atención integral del lenguaje del
educando; a través del criterio de administración del recurso humano.
Resaltando una vez más la labor docente y la de todos los integrantes de la
sociedad.
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