E X C A V A C I O N E S A R Q U E O L O G I C A S E N ESPAÑA
52 EL C E R R O DEL R E A L
(Galera, Granada)
EL CORTE ESTRATIGRAFICO IX Excavaciones financiadas por la Deutsche Forschungemeinschaft
y por el Servicio Nacional de Excavaciones
Memoria redactada por
Manuel Pellicer Catalán y Wilhelm Schúle
MINISTERIO DE E D U C A C I O N N A C I O N A L . DIRECCION G E N E R A L DE BELLAS ARTES
SERVICIO N A C I O N A L DE E X C A V A C I O N E S A R Q U E O L O G I C A S
RECIENTES PUBLICACIONES DE LA INSPECCION GENERAL DE EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS
EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA
1. LANCIA, por FRANCISCO JORDÁ CERDA. 2. H E R R E R A D E PISUERGA, por A. GARCÍA Y BELLIDO, A . FERNÁNDEZ DE AVILES, ALBERTO
BALIL Y MARCELO VIGIL. 3. M E G A L I T O S D E E X T R E M A D U R A , por MARTÍN ALMACRO BASCH. 4. M E G A L I T O S D E E X T R E M A D U R A (II), por MARTÍN ALMACRO BASCH. 5. T O S S A L D E L MORO, por JUAN MALUQUER DE MOTES. 6. A I T Z B I T A R T E , por JOSÉ MIGUEL DE BARANDIARÁN. 7. SANTIMAMIÑE, por JOSÉ MIGUEL DE BARANDIARÁN. 8. L A ALCUDIA, por ALEJANDRO RAMOS FOLQUES. 9. AMPURIAS, por MARTÍN ALMAGRO BASCH.
10. T O R R A L B A , por F . C. HOWELL, W. BUTZER y E . ACUIRRE. 11. LAS NECROPOLIS D E MERIDA, por ANTONIO GARCÍA Y BELLIDO. 12. C E R R O D E L R E A L (GALERA), por MANUEL PELLICER y WILHELM SCHÜLE. 13. LAS FORTIFICACIONES D E L M O N T G O , C E R C A D E DENIA (ALICANTE), por HER-
MANFRID SCHUBART, DOMINCO FLETCHER VALLS Y JOSÉ OLIVER Y DE CÁRDENAS. 14. NECROPOLIS Y C U E V A S ARTIFICIALES D E S'ON S U N Y E R ( P A L M A D E M A L L O R
CA), por GUILLERMO ROSSELLÓ BORDOY. 15. E X C A V A C I O N E S E N "ES VINCLE V E L L " ( P A L M A D E M A L L O R C A ) , por GUILLERMO
ROSSELLÓ BORDOY. 16. ESTRATIGRAFIA PREHISTORICA D E L A C U E V A D E NERJA, por MANUEL PELLICER
CATALÁN. 17. E X C A V A C I O N E S E N L A NECROPOLIS PUNICA "LAURITA", D E L CERRO D E SAN
CRISTOBAL (ALMUÑECAR, GRANADA), por MANUEL PELLICER CATALÁN.
18. INFORME PRELIMINAR SOBRE LOS T R A B A J O S REALIZADOS E N C E N T C E L L E S , por HELMUT SCHLUNK Y THEODOR HAUSCHILD.
19. L A V I L L A Y E L M A U S O L E O ROMANOS D E SADABA, por ANTONIO GARCÍA y BELLIDO. 20. E X C A V A C I O N E S E N SEPULCROS MEGALITICOS D E V A L D O S E R A (QUEROL, T A
RRAGONA), por JUAN MALUQUER DE MOTES, P. GIRÓ y J . M . MASACHS.
21. C U E V A D E LAS CHIMENEAS, por JOAQUÍN GONZÁLEZ ECHECARAY. 22. E L C A S T E L L A R (VILLAJIMENA, PALENCIA), por M . A . GARCÍA GUINEA, P. JOAQUÍN
GONZÁLEZ ECHECARAY y BENITO ^ÍADARIACA DE LA CAMPA. 23. UNA C U E V A S E P U L C R A L D E L B A R R A N C O D E L A G U A D E DIOS, E N T E G U E S T E
(TENERIFE), por Luis DIECO CUSCOY. 24. LA NECROPOLIS D E "SON R E A L " y la "ILLA DELS PORROS", por MICUEL TARRADELL.
25. POBLADO IBERICO D E E L M A C A L O N ( A L B A C E T E ) , por M . A . GARCÍA GUINEA y J . A . SAN MIGUEL RUIZ.
26. C U E V A D E L A CHORA (SANTANDER), por P. J . GONZÁLEZ ECHECARAY, Dr. M . A . GARCÍA GUINEA, A. BECINES RAMÍREZ (Estudio Arqueológico); y B . MADARIACA DE LA CAMPA (Estudio Paleontológico).
27. E X C A V A C I O N E S E N L A PALAIAPOLIS D E AMPURIAS, por MARTÍN ALMAGRO. 28. POBLADO P R E R R O M A N O D E S A N M I G U E L V A L R R O M A N E S (MONTORNES, BAR
CELONA), por E . RIPOLL PERELLÓ, J . BARBERA FARRAS y L . MONREAL ACUSTÍ. 29. F U E N T E S TAMARICAS, V E L I L L A D E L RIO CARRION (PALENCIA), por ANTONIO GAR
CÍA BELLIDO y AUCUSTO FERNÁNDEZ DE AVILES.
EXCAVACIONES A R Q U E O L O G I C A S EN ESPAÑA
52
EL C E R R O DEL R E A L (Galera, Granada)
EL CORTE ESTRATIGRAFICO IX Excavaciones financiadas por la Deutsche Forschungemeinschaft
y por el Servicio Nacional de Excavaciones
Memoria redactada por
Manuel Pellicer Catalán y Wilhelm Schúle
MINISTERIO DE EDUCACION NACIONAL. DIRECCION GENERAL DE BELLAS ARTES SERVICIO NACIONAL DE EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS
I N S P E C C I O N G E N E R A L D E E X C A V A C I O N E S A R Q U E O L O G I C A S D E L E G A C I O N D E Z O N A D E L D I S T R I T O U N I V E R S I T A R I O D E G R A N A D A
E L CERRO D E L R E A L ( G A L E R A , GRANADA)
Excavaciones autorizadas por Orden de 29-IV-1963.
Financiadas por la Deutsche Forschungemeinschaft y por el Servicio Nacional de Excavaciones.
DIRECTORES: MANUEL PELLICER CATALÁN Y WILHELM SCIIÜLE.
COLABORADORES: PILAR ACOSTA MARTÍNEZ, RAFAEL GARCÍA SERRANO Y GABRIELA REISACH.
E l material está depositado provisionalmente en el Instituto Nacional de Previsión de Huesear
(Granada).
D e p ó s i t o legal: M . 7.170-1966.
Langa y Cía.—Tahona de las Descalzas, 6.—Madrid.
EL CERRO DEL REAL (GALERA, GRANADA). CORTE IX
1) INTRODUCCION
En la campaña de excavaciones de 1962, con la realización del corte VII, aunque de pequeñas dimensiones, pudimos presentar una secuencia cultural que iba desde un momento postargaroide que denominamos con toda precisión bronce III hasta lo romano imperial, a través de más de 9 metros de niveles (14).
Además de los firmantes, han participado en los trabajos de excavación de la campaña 1962 la Srta. Pilar Acosta, los Sres. Viñas y la Srta. Gabriela Reisach.
Con el corte IX de la campaña de 1963, esta secuencia antes apuntada ha sido, por una parte, corroborada y, por otra, ha sido más precisada, ya que la superficie excavada fue mayor, de 4,40 por 3,30, y, por consiguiente, los datos han sido también más claros y abundantes. Su profundidad es de 5,30 metros, alcanzada en el ángulo S. (Fig. 1).
En esta campaña del 63 participaron la Srta. Pilar Acosta, D. Rafael García Serrano y la Srta. Gabriela Reisach.
Sobre los datos obtenidos en el corte IX vamos a trazar unas consideraciones, que estamos seguros aclararán y pondrán los fundamentos del momento postargárico, del impacto colonizador de la iberización de esta región de Galera, donde, como en otros muchos puntos, existen yacimientos con estratigrafías claras pertenecientes a estos períodos por los que nos interesamos.
2) METODOLOGIA
En la excavación del corte, el punto superficial del ángulo S. se encontraba a 7,50 metros debajo del punto 0. Los tres primeros estratos, localizados los silos árabes, fueron excavados por capas, en principio de 20 centímetros de grosor, conservando los elementos constructivos. A partir del estrato IV, dada la escasa potencia de los niveles, el corte se cuadriculó, para proseguir la excavación con el método del ajedrezado, consistente en excavar primeramente un cuadrado sin otro, hasta
(14) M . PELLICER y W. S C H Ü L E : El Cerro del Real (Galera, Granada). Mem. Exc. España, 12. Madrid, 1962.
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una profundidad de 20 centímetros, y posteriormente rebajando igualmente los cuadros restantes. Cada cuadro tenía una signatura relativa al número del corte, a la profundidad y al número del cuadro en la
Fie. I.—Perfil SO. del corte I X .
superficie. Esta signatura se aplicó a los materiales arqueológicos hallados en el correspondiente cuadro.
A causa de la sequedad de la tierra, se presentaba difícil localizar con claridad ciertos elementos, como muros de adobes, hogares, agujeros de postes, silos y demás anomalías . Este problema se solucionó im-
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pregnando de agua el corte al atardecer, para que con la humedad resaltasen estas anomalías al día siguiente y para poder llevar, con la tierra coloreada por el agua, la estratigrafía con mayor precisión. De esta manera se pudo llevar un control dibujando las diferentes plantas y con fotografías (Fig. 2).
Fie. 2.—Planta del Estrato VIII.
II
DESCRIPCION DEL CORTE ESTRATIGRAFICO Y DE LOS MATERIALES
ESTRATO I
Profundidad: 0—1,10 metros. Potencia: 1,10 metros. Naturaleza: 0,35 metros de tierra vegetal; 0,75 metros de restos de
gruesos muros de 0,60 metros de grosor, de bloques calizos semiescua-drados de unos 0,50 metros de lado mayor. Un muro apareció cortando en diagonal el ángulo N . y otro, el ángulo S., ambos paralelos y a una
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distancia de 2,80 metros, Entre ellos y la zona S. existen abundantes bloques caídos y tres silos redondos que prosiguen profundizando hasta los estratos inferiores. Un silo se abre en el centro del corte con un diáme-tro de 1,30 metros, otro en el ángulo W., con un diámetro de 0,90 metros y otro en el ángulo E. , con un diámetro de 0,80 metros.
MATERIALES (Fig. 3):
Cerámica: A torno: —' Fragmento de cerámica romana imperial, de paredes finas, de pas
ta compacta, corte gris, superficie pulimentada, de coloración crema amarillenta, con fondo convexo.
— Tosca grisácea perteneciente a vasos de cocina. — Pasta clara, de tipo ibérico, sin decorar. — Terra sigillata sudgálica, hispánica y clara. — Fragmento de lucerna de volutas.
FIG . 3.—Materiales del Estrato /.—1 y 2. A torno. Gris. Basta.— 3 y 4. A torno. Clara. Compacta.—5. A torno. Crema. Compacta.—6. Terra sigillata.—7. Terra sigillata clara.—8. Terra sigillata.—9. Fragmento de lucerna de volutas.—10. A torno. Crema claro.—11. Vidrio.—12. A torno. Pasta clara.—13. Cerámica de
paredes finas.
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—• Abundantes tegulae, ímbriccs, ladrillos de pavimento de opus spi-catum.
Fragmentos de vidrio, hierro y cobre. Placa de mármol blanco. Moneda imperial ilegible. Estuco, molduras de yeso. Ostra.
ESTRATO II
Profundidad: 1,10—1,90 metros. Potencia: 0,80 metros. Naturaleza: E n la parte superior donde se asientan los cimientos de
las construcciones del estrato superior, hay una capa de 0,10 metros de arcilla oscura con carbones. E n la parte inferior, bloques de piedra sin escuadrar entre arcilla oscura. Entre estas dos capas existe una zona de unos 0,35 metros de arcilla clara compacta.
FIG . 4.—Materiales del Estrato II.—1. A torno. Pasta grisácea, espatulada.—2. A torno. Gris, pulimentada—3 y 4. A torno. Gris clara.—5 y 6. A torno. Gris oscuro, pulimentada.—7. A torno. Crema claro.—8. A torno. Gris claro, basta.—9. A torno. Crema claro, estrías.—10. A torno. Crema claro, descuidada.— 11. Ibérica tipo A. Pintura interior.—12, 13 y 14. Ibérica tipo A.—
15, 16, 17 y 18. Ibérica tipo B.—19. Aguja de hueso.
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MATERIALES (Fig. 4):
Cerámica: A torno:
—• Pasta cuidada, compacta, corte grisáceo, superficie gris negruzca, pulimentada.
— Pasta semicuidada, corte claro, superficie gris, inclusiones micáceas, espatulada.
—• Ibérica, de pasta compacta, cocción regular, coloración rojiza, decoración pintada de círculos concéntricos y otros motivos en rojo.
— Ibérica, de pasta clara con decoración pintada rojiza y vinosa. — Pasta clara, corte grisáceo claro, superficie amarillenta, formas de
bordes vueltos. —• Pasta clara y rojiza, compacta, en asas de ánfora. — Cerámica de esmalte rojo. — Campaniense A. Tegulae, ímbrices. Escoria de hierro y de vidrio.
ESTRATO III
Profundidad: 1,90 — 2,55 metros. Potencia: 0,90 metros. Naturaleza: Es un conjunto de tres estratos muy bien definidos que
se interfieren en varias direcciones. El superior y el inferior son de arcilla compacta con algún resto de carbón. El estrato intermedio que buza fuertemente hacia el NE., tiene un grosor medio de 0,25 metros y está compuesto por restos de carbón, como si fuese producto de incendio más que de hogares.
MATERIALES (Figs. 5 y 6):
Cerámica: A torno:
— Gris de occidente, típica. — Pasta compacta, espatulación horizontal, superficie grisácea. —' Id., pulimentada. — Gris, semicuidada, con inclusiones micáceas. —1 Tosca, gris, formas panzudas con base cóncava.
Tipo ibérico:
A) Muy compacta, fina, corte rojizo, regular, decorada con paralelas y motivos florales rojizos o sin decorar. Formas de tazón primordialmente.
B) Pasta semicuidada, corte grisáceo, superficie crema, decorada con franjas paralelas o círculos de coloración rojiza o vinosa o sin decorar. A veces alternan las paralelas rojizas con las vinosas. Son abundantes las formas de tazón.
C) Pasta cuidada, corte grisáceo o blancuzco, superficie amarillenta, decorado con paralelas marrones o sin decorar.
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FIG. 5.—Materiales del Estrato III.—1, 2 y 3. A torno. Grisácea, espatulada.—4, 5 y 6. A torno. Grisácea, descuidada.—7. A torno. Grisácea, espatulada.—8. A torno. Crema oscuro, cuidada.—9. A torno. Grisácea, cuidada.—10, 11, 12, 13 y 14. A torno. Grisácea, descuidada.—15. A torno. Grisácea, espatulada.—16, 17, 18 y 19. A torno. Negruzca, espatulada — 20 y 21. A torno. Negruzca, basta.—22. A torno. Grisácea, pulimentada.—23. A torno. Rojiza, cuidada.—24. A torno. Negruzca, cuidada.—25. A torno. Rojiza, basta.—26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44, 45 y 46. A torno. Crema claro, cuidada.— 47. Cerámica megárica, barniz negro.—48. A torno. Crema, cuidada.—49 y 50. A torno. Ne
gruzca, basta.—51 y 52. A torno. Crema, cuidada.
Fie. 6.—Materiales del Estrato III.—i, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13 y 14. A torno. Rojiza clara, descuidada.—15. A torno. Rojiza, cuidada.—16. A torno. Crema y negruzca, pintada.—17. A torno. Crema, pintada—18. Ibérica A.—19, 20, 21, 22 y 23. Ibérica, pintada.—
24 y 25. Ibérica A.
— Cerámica de esmalte rojo. — Anforas grecopúnicas de pasta rojiza y engobe blancuzco. —1 Ungüentario anforoide. — Dolia de pasta clara, superficie rojiza, amarillenta o crema. — Cerámica megárica. — Kylix ático o italiota. — Campaniense A. — Tegulae e ímbrices. — Pondas de barro crudo, cilindrico, con dos orificios. — Fragmentos de vidrio y placas de mármol. — Metal: Fragmentos de cobre, hierro y plomo. — Azuela pulimentada, hacha pulimentada negra y alisador. — Punzón de hueso. —1 Fauna: Sus (2), capra (1), valva marina.
ZONA DE CONTACTO (Estrato III-IV)
MATERIALES :
Cerámica: A torno: —• Pasta compacta, coloración grisácea regular, espatulado horizon
tal («gabense»). — Pasta tosca, cocción regular, grisácea negruzca, formas globulares
con borde exvasado. — Cerámica de tipo ibérico A, B y C. — Asas de ánforas grecopúnicas.
Cerámica: A mano:
— Fragmentos toscos grisáceos. Canto rodado, percutor.
ESTRATO I V
Profundidad: 3,25 — 3,60 metros. Potencia: 0,25 metros. Naturaleza: Arcilla oscura semicompacta con restos de carbón y cla
ros vestigios de hogares. Su base es de arcilla compacta de piso de habitación.
MATERIALES (Fig. 7):
Cerámica: A torno: — Grisácea, compacta con inclusiones micáceas, especies claras y
negruzcas, pulimentada, espatulada y bruñida. Formas de amplias bocas, fondo plano, borde saliente (tazones y páteras), cuencos y formas carenadas.
— Clara de tipo ibérico, análoga a la del estrato III y muy abundante.
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FIG. 7.—Materiales del Estrato IV.—1. A mano. Negruzca, cuidada.—2. A mano. Crema claro, espatulada bruñida.—3. A mano. Gris oscuro, descuidada.—4, 5, 6 y 7. A torno. Negruzca, cuidada, espatulada.—8. Impresiones digitales en el borde de un vaso a mano.— 9. A torno. Negruzca, espatulada.—10. A mano. Marrón-negruzca, tosca.—11. A torno. Negruzca, descuidada.—12. A torno. Grisácea, descuidada.—13 y 14. A torno. Grisácea clara, espatulada.—15. A torno. Grisácea clara, cuidada—16. A torno. Negruzca, descuidada.— 17. A torno. Gris claro, descuidada.—18. A torno. Gris oscuro, descuidada.—19 y 20. A torno. Gris claro, cuidada.—21. A torno. Gris claro, espatulada, bruñida.—22. A torno. Negruzca, espatulada, bruñida.—23. A torno. Gris claro, espatulada, bruñida.—24. A torno. Gris claro, cuidada.—25. A torno. Tipo ibérico B.—26. A torno. Negruzca, semicuidada.— 27. A torno. Gris claro.—28. A torno. Gris claro, espatulada, bruñida.—29. A torno. Gris claro, descuidada.—30. A torno. Tipo ibérico B.—31. A torno. Gris claro, descuidada.— 32. A torno. Tipo ibérico B.—33. A torno. Pasta compacta rojiza, engobe castaño-rojizo brillante en el interior, con reserva en el exterior.—34. Pitorro de vaso a torno, gris claro, semicuidada.—35. A torno, tipo ibérico A, pintada.—36. Asa de ánfora grecopúnica, crema claro, semicuidada.—37. Asa de ánfora grecopúnica, gris claro, semicuidada.—38. A torno.
Tipo ibérico A, pintada.—39 y 40. A torno. Tipo ibérico B , pintada, semicuidada.
—' Anforas grecopúnicas con asas sencillas y dobles. — Grandes vasos de pasta rojiza, con inclusiones micáceas, super
ficie rojiza, engobe rojo y fondo plano. — Plato de tipología púnica primitiva, engobe de castaño rojizo
brillante en el interior con reserva en el exterior, pasta compacta rojiza.
Cerámica: A mano: — Pasta compacta cuidada, grisácea, superficie interior espatulada
y exterior bruñida, carena indicada.
FIG. 8.—Materiales de la zona de contacto entre los Estratos IV y V.—1 y 2. A mano. Marrón oscuro, semicuidada.—3. A mano. Negruzca, espatulada, bruñida.—4. A mano. Clara, a la almagra.— 5. A mano. Marrón-negruzca, tosca.—6. A torno. Grisácea, espatulada.—7. A torno. Grisácea-negruzca, tosca.—8. A torno. Tipo ibérico C.—9.—A torno. Grisácea, cuidada.—10. A torno. Tipo ibérico C.—11. A mano. Grisácea-negruzca, tosca.—12. A torno.
Tipo ibérico B .
— Pasta semicuidada, corte grisáceo, superficie exterior con engobe rojizo.
— Pasta tosca grisácea y negruzca, base plana. — Fusayola bi troncocónica.
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Canto rodado, percutor. Fragmento de hierro. Fauna: Ovicaprinae.
ZONA DE CONTACTO (Estrato IV-V)
MATERIALES (Fig. 8):
Cerámica: A torno: — Gris, cuidada, superficie espatulada, forma de amplia boca con
borde saliente. — Pasta compacta, cuidada, corte rojizo, superficie interior rojiza
y exterior crema, franjas paralelas rojizas y vinosas sobre engobe claro (abundante).
— Pasta semicuidada, corte grisáceo, superficie blancuzca, formas de amplias bocas (abundante).
—• Pasta cuidada, corte grisáceo, inclusiones de esquisto y arenosas, superficie rojo vivo.
Cerámica: A mano: — Pasta cuidada, corte grisáceo con inclusiones micáceas, superficie
grisáceo pardusca, bruñida carenada. — Tosca, abundantes inclusiones de mica, formas de cuencos semi-
esféricos y grandes vasos de fondo plano. — Tosca, coloración clara pintada a la almagra. Fragmentos de cobre.
ESTRATO V
Profundidad: 3,35 — 3,60 metros. Potencia: 0,25 metros. Naturaleza: Arcilla oscura suelta y zonas de descalcificación descan
sando sobre una base de arcilla compacta con abundantes restos de carbón.
MATERIALES (Fig 9):
Cerámica: A torno: — Gris de occidente. — Grisácea negruzca, compacta, inclusiones micáceas, espatulada, for
mas de amplia boca, tazón. — Pasta, corte negruzco, superficie gris, forma globular. —• Semicuidada, corte y superficie rojiza o anaranjada, forma con
pie indicado y forma carenada. —> Pasta compacta, corte grisáceo, superficie clara, decoración pin
tada de franjas paralelas rojizas, forma de tazón. — Pasta compacta, regular, semicuidada, corte y superficie blan
cuzca.
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Cerámica: A mano: •—• Pasta cuidada, clara grisácea, espatulada, forma de gran boca, for
mas carenadas altas, cuencos. — Pasta cuidada, corte negruzco, superficie rojiza, bruñida. — Pasta cuidada, inclusiones micáceas, corte y superficie grisáceo
negruzo, superficie pulimentada.
FIG. 9.—Materiales del Estrato V.—1 y 2. A mano. Gris, espatulada.—3. A mano. Rojiza, cuidada.—4. A mano. Negruzca, bruñida.—5. A mano. Grisácea, tosca.—6. A mano. Grisácea, cuidada.—7. A mano. Ncgruza, bruñida.—8 y 9. A mano. Grisácea-negruzca, bruñida.—10 y 11.—A mano. Grisácea-negruzca, tosca.— 12. A mano. Gris, pulimentada.—13. A torno. Gris, pulimentada.— 14. A torno. Anaranjada, semicuidada.—15. A torno. Tipo ibé
rico B , pintada.
— Pasta tosca, corte grisáceo negruzco o claro, formas de grandes vasos con fondo plano y series de mamelones, cuencos de paredes entrantes, vasos panzudos con borde vuelto.
— Pasta tosca, corte grisáceo, superficie pintada a la almagra, forma panzuda y cuello indicado.
Alisador de piedra. Fauna: Cervidae (1).
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ZONA DE CONTACTO (Estrato V-VI)
MATERIALES :
Cerámica: A torno: — Semicuidada, pasta clara, perteneciente a ánforas.
Cerámica: A mano: — Pasta compacta, corte negruzco, superficie grisácea bruñida, for
mas de carenas indicadas y acusadas. — Pasta compacta, grisácea, pulimentada. — Tosca, grandes vasos. — Fragmentos de barro semicocido de hogares.
ESTRATO VI
Profundidad: 3,60 — 4,13 metros. Potencia: 0,53 metros. Naturaleza: Arcilla semicompacta y suelos de descalcificación con
carbones esporádicos sobre una base con abundantes hogares. En este estrato dan fin los tres silos.
MATERIALES (Fig. 10):
Cerámica: A torno: — Pasta semicuidada, corte grisáceo, superficie clara. — Pasta compacta, corte rojizo, superficie exterior, crema pulimen
tada. — Pasta compacta, coloración grisácea, espatulada a torno, formas
de vasos abiertos con borde saliente, línea de carenación indicada, fondos planos o pies indicados (gabense) (abundante).
Cerámica: A mano: —• Corte negruzco, superficie negra bruñida. —• Pasta grisácea negruzca, cuidada, inclusiones micáceas, superficie
espatulada o pulimentada, formas de cuencos con alta carena, vasos con gollete.
—' Pasta semicuidada, corte y superficie rojiza crema, pulimentada, formas carenadas.
— Pasta tosca, grisácea y negruzca, grandes vasos panzudos con base plana y cuello indicado. Decoración de mamelones.
Fauna: Sus (2), ovicaprinae (5).
ZONA DE CONTACTO (Estrato VI-VII)
MATERIALES (Fig. 12):
Cerámica: A mano: —' Pasta cuidada, coloración crema, bruñida, forma panzuda y bor
de saliente.
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— Pasta cuidada, cocción regular, coloración grisácea. —' Cerámicas de pasta tosca, cocción irregular, coloraciones grisá
ceas y claras, formas globulares con cuello indicado o borde saliente.
Fauna: Bos.
ESTRATO V I I
Profundidad: 4,13 — 4,36 metros. Potencia: 0,23 metros. Naturaleza: Arci l la oscura, bolsas de descalcificación y zonas de car
bones, todo ello entre restos de hogares.
FIG. 10.—Materiales del Estrato VI.—1. A mano. Crema, tosca.— 2. A mano. Gris clara, tosca.—3. A mano. Grisácea, semicuidada.— 4. A mano. Gris-negruzca, tosca.—5 y 6. A mano. Gris-negruzca, cuidada.—7. A mano. Grisácea, bruñida.—8. A torno. Gris, bru
ñida—9. A torno. Gris, cuidada.
MATERIALES (Fig. 11):
Cerámica: A mano: — Pasta cuidada, cocción regular, superficie espatulada y bruñida ,
formas con alta carena y acusada.
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—• Pasta compacta, corte grisáceo, superficie crema o castaño, bruñida, espatulada o pulida, formas con carena indicada o perfil en S.
—' Pasta cuidada, corte negro, superficie exterior a la almagra y la exterior castaño.
FIG. 11.—Materiales del Estrato VIL—1, 2 y 3. A mano. Crema oscuro, tosca.—4, 5 y 6. A mano. Crema oscuro, semicuidada.— 7 y 8. A mano. Crema oscuro, tosca.—9 y 10. A mano. Crema claro, cuidada.—11. A mano. Crema claro, tosca.—12 y 13. A mano.
x Negruzco, tosca.
— Pasta tosca, cocción irregular, coloraciones claras y grisáceas, castaños, formas de fondos planos, panzudas, cuellos indicados, incisiones en el borde, mamelones.
Fauna: Ovicaprinae (3), bos (1), fauna quemada.
ZONA DE CONTACTO (Estrato VII -VIII )
MATERIALES (Fig. 12):
Cerámica: A mano: — Pasta cuidada, corte de coloraciones negruzcas, grisáceas o claras,
superficie de la misma coloración, bruñida, espatulada o pulimen-
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tada, formas con carena indicada o carena acusada, altos bordes salientes.
—• Pasta semicuidada, inclusiones micáceas, friable, corte y superficie negra, espatulada, superficie interior con retícula bruñida .
— Pastas toscas, coloraciones claras grisáceas, formas panzudas, borde indicado, fondos planos, formas de cuenco, mamelones.
— Pasta tosca, corte negro, superficie clara, pintada de rojo. Aguja de hueso. Canto rodado quemado. Revoco del hogar de ba
rro semicocido, fragmento de techumbre de barro. Fauna: Ovicaprinae (8), sus (1), valva marina.
ESTRATO V I I I
Profundidad: 4,36 — 4,83 metros. Potencia: 0,47 metros. Naturaleza: Estrato muy variado compuesto de arcilla clara con bol
sas de descalcificación, arcilla suelta rojiza con abundantes carbones y hogares pertenecientes a una construcción de planta redondeada y muros de adobes unidos con barro.
FIG. 12.—Materiales de la zona de contacto de los Estratos VI, VII y VIII.—1. A mano. Negruzca, tosca.—2. A mano. Crema claro, semicuidada.—3. A mano. Crema claro, tosca.—4. A mano. Crema claro, cuidada.—5. A mano. Negruzca, semicuidada.— 6. A mano. Crema, tosca.—7 y 8. A mano. Marrón-rojiza, semi
cuidada.—9. A mano. Crema, tosca.
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FIG. 13.—Materiales de! Estrato VIII.— 1. A mano. Negra, semicuidada.—2. A mano. Ma-Marrón clara, semicuidada.—9. A mano. Gris clara, cuidada.—10. A mano. Gris oscuro, semicuidada.—5. A mano. Grisácea, bruñida.—6 y 7.—A mano. Grisácea, tosca.—8. A mano. Marrón clara, semicuidada.—9. A mano. Gris clara, cuidada.—10. A mano. Gris oscuro, semicuidada.—11. A mano. Marrón oscuro, bruñida.—11 bis. A mano. Gris negruzco, bruñida.—12. A mano. Gris negruzco, semicuidada.—13 y 14. A mano. Gris negruzco, tosca.— 15, 16 y 17. A mano. Negruzca, tosca.—18 y 19. A mano. Crema grisáceo, bruñida.—< 20, 21 y 22. A mano. Grisácea, tosca.—23. A mano. Marrón oscuro, semicuidada.— 24. A mano. Grisácea, cuidada.—25. A mano. Negruzca, tosca.—26. A mano. Marrón, semicuidada.—27. A mano. Negruzca, semicuidada.—28. A mano. Grisácea clara, semicuidada.— 29, 30 y 31. A mano. Negruzca, bruñida.—32, 33 y 34. A mano. Crema marrón , tosca.— 35 y 36. A mano. Grisácea, cuidada.—37 y 38. A mano. Grisácea, bruñida.—39. A mano. Grisácea clara, espatulada.—40. A mano. Negra, espatulada.—41. A mano. Negra, bru
ñida.—42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49 y 50. A mano. Marrón claro, tosca.
MATERIALES (Figs. 13 y 14):
Cerámica: A torno:
— Fragmento de pasta muy fina, cuidada y compacta, corte negro, superficie negra brillante, forma de amplia boca con indicios de carena.
Cerámica: A mano: —• Pasta cuidada y negruzca, superficie grisácea, bruñida o espatu
lada, formas globulares con borde saliente, formas de alta carena con ónfalo en la base.
— Pasta cuidada, corte negruzco, superficie crema, espatulada, formas carenadas muy saliente, formas de perfil en S.
FIG. 14.—Materiales del Estrato VIH.—1, 2, 3, 4 y 5. A mano. Grisácea, tosca.—6. A mano. Crema grisácea, tosca.—7. Punzón de hueso.—8. A torno. Pasta muy fina y cuidada, corte y superficie negro bruñido, de tipo «bucchero ñero».—9. Asa. Grisácea, tosca.—10. A mano. Pasta cuidada, cocción regular, corte marrón, inclusiones micáceas, superficie negra, espatulada, tosco reticulado bruñido.—11. A mano. Coloración irregular, decoración incisa.— 12. Punta de punzón de hueso.—13. A mano. Crema grisáceo, decoración de serie de mamelones, tosca.—14. A mano. Negruzca,
cuidada, reticulado bruñido.
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— Pasta cuidada, corte y superficie rojizo, inclusiones micáceas, pulimentada, formas de cuenco.
— Pasta cuidada, corte castaño, inclusiones micáceas, superficie negra espatulada, tosco reticulado bruñido.
— Pasta cuidada negruzca, superfjcie exterior pulimentada, interior juntada de rojo.
— Pasta cuidada, inclusiones micáceas, corte negruzco, superficie rojiza (a la almagra), superficie interior marrón, bordes exvasados.
— Pasia tosca, muy abundante, corte negruzco, superficie irregular negruzca, gris y crema, formas panzudas con cuello indicado, mamelones en serie, mamelón vertical perforado horizontalmente, fondos planos, formas de cuenco, formas carenadas, forma cilindrica con borde ligeramente saliente y asa vertical, cordones con impresiones.
Fragmentos de cobre. Punzones de hueso. Fauna: Valvas marinas, almejas (3), caracoles (2), ovicaprinae (111),
bos (17), sus (5).
ZONA DE CONTACTO (Estrato VI I I - IX)
MATERIALES (Fig. 15):
Cerámica: A mano: — Cuidada, corte negro o grisáceo, inclusiones micáceas, superficie
negra, grisácea o crema, interior espatulado, exterior bruñido, formas con carena indicada.
— Semicuidada, corte negro, superficie exterior crema y grisácea, decoración acanalada en el cuello y hombros, forma con tendencia panzuda, cuello y borde saliente.
— Pasta tosca (abundante), inclusiones groseras, interior grisáceo negruzco, exterior grisáceo o crema, grandes vasos, fondos planos, bordes salientes, mamelones.
—• Fragmentos de grandes páteras semicrudas. — Fragmentos de barro semicocido de hogares. Fragmento de hacha de piedra pulimentada y lasca de sílex. Fauna: Bos (7), ovicaprinae (51), sus (3), cervus elaphus (1).
ESTRATO I X
Profundidad: 4,83 — 5,05 metros. Potencia: 0,22 metros. Naturaleza: Arcilla clara con abundantes carbones, descansando en
una capa blancuzca de descalcificación.
MATERIALES (Fig. 16):
Cerámica: A mano: — Cuidada, fina, corte negruzco y grisáceo, inclusiones micáceas, su
perficie grisácea y negruzca, bruñida, espatulada o pulida, formas
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FIG . 15.—Materiales de la zona de contacto entre ios Estratos VIII-IX.—1. A mano. Gris negruzca, cuidada.—2. A mano. Negruzca, bruñida.—3, 4 y 5. A mano. Negruzca, tosca.— 6. A mano. Rojiza, tosca.—6 bis. A mano. Grisácea, tosca.—7. A mano. Crema grisácea, cuidada.—8 y 9. A mano. Rojiza, tosca.—10. A mano. Grisácea, tosca.—11. A mano. Negra, bruñida.—12. A mano. Negra, tosca.—13. A mano. Grisácea, tosca.—14. A mano. Grisácea crema, negruzca, bruñida.—15. A mano. Grisácea, cuidada.—16. A mano. Grisácea negruzca, bruñida.—17. A mano. Barro crudo.—18. A mano. Crema, bruñido.—19. A mano. Clara, tosca.—20, 21 y 22. A mano. Gris, tosca—23. A mano. Barro crudo.—24. A mano. Corte negro, superficie crema-grisácea, semicuidada, decoración acanalada.—25. Asa-apéndice vertical.— 26. Fragmento de asa bífida.—27. Lasca de sílex.—28. A mano. Negruzca, tosca, decorada
con mamelones.
panzudas con pequeñas bases planas y bordes salientes, formas carenadas.
— Cerámicas de pasta basta, inclusiones groseras, corte negruzco o grisáceo, superficie grisácea o crema, grandes vasos panzudos con
FIG . 16.—Materiales del Estrato IX.—1. A mano. Gris clara, tosca.—2. A mano. Gris clara, cuidada.—3. A mano. Grisácea, semicuidada.—4. A mano. Grisácea, cuidada.—5. A mano. Grisácea, tosca.—6 y 7. A mano. Grisácea, cuidada.—8. A mano. Marrón-negruzca, tosca.—9. A mano. Negruzca, bruñida.—10. A mano. Gris negruzca, tosca.—11 y 12. A mano. Gris negruzca, cuidada.—13. A mano. Grisácea, bruñida.—14. A mano. Grisácea, negruzca, bruñida.—15, 16 y 17. A mano. Negruzca, tosca—18. A mano. Negruzca, semicuidada. —• 19. A mano. Grisácea, semicuidada.— 20. A mano. Grisácea clara, tosca.—21 y 22. A mano. Grisácea clara, bruñida.—23 y 24. A mano. Gris negruzca, semicuidada.— 25, 26 y 27. A mano. Gris negruzca, tosca.—28. A mano. Gris negruzca, cuidada.—29, 30 y 31. A mano. Gris negruzca, semicuidada.
fondo plano y cuello indicado, mamelones, impresiones digitales en el borde.
Fragmento de hacha pulimentada de serpentina, lascas y núcleo de lex.
Vari l la de cobre.
24
Fauna: Ovicaprinae (66), bos (7), caracol marino (1), capra hircus (1), ave (1), cervus elaphus (fragmento de asta cortado con instrumen-mento de metal), equinae (2).
ESTRATO X
Profundidad: 5,05 — 5,30 metros. Potencia: 0,25 metros. Naturaleza: Arci l la compacta oscura, descansando sobre la roca viva
de caliza.
MATERIALES (Fig. 17):
Cerámica: A mano: — Pasta cuidada, corte negruzco, inclusiones micáceas, superficie ne
gruzca o grisácea, o mar rón o rojiza, espatulada, bruñida o pulida, formas con cuello indicado o gollete, formas de paredes verticales, formas carenadas con ónfalo. Bruñida a la almagra.
— Pasta tosca, gruesas inclusiones micáceas, corte grisáceo o negruzco, superficie grisácea, grandes vasos, formas panzudas, bordes rec-
FIG. 17.—Materiales del Estrato X.—1. A mano. Grisácea, pulida. 2. A mano. Crema, tosca.—3, 4 y 5. A mano. Negruzca, tosca.—
6. Núcleo de sílex.—7. Lasca de sílex.
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tos salientes, fondos planos, superficie pintada a la almagra, mamelones.
Lascas de sílex, algunas con retoques laterales, raedera y núcleo, raspador piramidal.
Abundante carbón. Fauna: Ovicaprinae (18), bos (1), sus (1), caracol terrestre (1).
I I I
ESTUDIO INTERPRETATIVO DEL CORTE IX
A continuación analizamos los estratos y los materiales del corte IX, partiendo de los niveles inferiores más antiguos a los inferiores más modernos.
ESTRATOS X Y IX
A los estratos X y IX los hemos considerado con reservas todavía del bronce III inicial. Decimos que con reservas, porque siendo la base del yacimiento, no sabemos si pudo haber en el SE. otras fases anteriores también del bronce III, inexistentes en Tútugi.
Estos dos estratos se caracterizan por la presencia de industria lítica de sílex, representada por lascas, raederas y núcleos, trabajada «in situ» y de piedra pulimentada de hachas, no obstante el uso del bronce. La industria lítica, siendo exclusiva de estos dos estratos de la base, nos ayuda a considerarlos bronce III inicial por su relativa abundancia.
El carbón y los hogares son claro indicio de un habitat permanente, aunque no hayamos podido determinar la estructura y naturaleza de las casas en estos estratos inferiores.
La fauna se reduce a especies ovicaprinae con cierta abundancia. La especie ovicaprinae a través de los estratos ocupará un puesto predominante. El bos, en menor abundancia, ocupa el segundo lugar en las fases del bronce IIT, para desaparecer prácticamente con la iberiza-ción. Estos datos abogan por el carácter pastoril de ganado mayor y menor. La especie equinae representa, ciertamente, un problema. Son tan escasos los análisis de fauna en los yacimientos del bronce hispánico, que es posible que desaparezca la creencia de la introducción del caballo en España por loa indoeuropeos. No es posible precisar por ahora la especie caballo o asno. Esporádicamente están presentes especies como la capra hircus y cervus elaphus, que hablan de una afición cazadora. Las valvas marinas son capaces de marcar relaciones con pueblos costeros en un punto que no podemos precisar, aunque no puede descartarse el lógico camino levantino. La presencia de productos marinos se observa a través de toda estratigrafía.
La cerámica es lo más característico de nuestro corte. En los estratos X y IX es siempre a mano, y en ella hemos establecido la división de cuidada y tosca. A su vez, en la cerámica a mano, cuidada, para
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su mejor estudio, hemos distinguido entre la pasta, el tratamiento, la forma y la decoración. En la cerámica a mano tosca hemos distinguido también la pasta, la forma y la decoración, omitiendo la circunstancia del tratamiento, por tratarse naturalmente de una especie basta.
Tenemos presente en los estratos X y IX, cerámicas a mano, de pasta indistintamente negra y gris, a fuego reductor, muy abundante, y por otra parte, de pasta crema o rojiza, a fuego oxidante, en menor cantidad. Las especies negras y claras, a mano, van perdurando hasta el momento del contacto con las primeras aportaciones grecopúnicas, mientras que las especies grises penetran en lo ibérico inicial.
Las cerámicas cuidadas han sido siempre tratadas con pulimento, es-patulación o bruñido. Estas tres técnicas se dan indistintamente con una perfección, sobre todo el bruñido, que supera a la del Argar y las vemos perdurar hasta el ibérico inicial.
La forma clásica de las cerámicas cuidadas es la carenada, forma que puede presentar la carenada simplemente indicada y en la parte superior del cuenco con borde saliente, como también la carenada muy acusada y saliente con pequeño borde vuelto. Estos cuencos normalmente tienen ónfalo o pequeña concavidad en la base. Ambas formas carenadas prosiguen paralelas, siendo muy frecuente la primera, hasta lo ibérico, perdurando en toda su fase inicial. Unicamente, a partir del bronce III pleno no hallamos ónfalos (1).
Menos frecuente es el vaso de perfil en S o globular con cuello estrangulado y borde saliente que termina con el bronce. Es normal el cuenco de paredes altas que llega a lo ibérico y el vaso globular con gollete, exclusivo en nuestra estratigrafía del bronce III inicial.
En cuanto a la decoración de los vasos cuidados a mano de los estratos X y IX tenemos las técnicas acanalada y a la almagra.
La cerámica a la almagra, cuyo problema hemos tratado en nuestros estudios de estratigrafía en Nerja (2) y en Pinar (3), la tenemos presente en los niveles del bronce III del corte IX, perdurando en lo ibérico inicial. Este hecho aserta nuestra teoría de que la cerámica a la almagra en sus especies cuidadas comienza con el neolítico medio, como demostramos en Pinar (3), para persistir insistentemente hasta lo ibérico inicial y para ser sustituido por productos rojos a torno, púnicos o de tradición púnica. En España se conoce tan poca cerámica a la almagra, y en su mayor parte procedente de Pinar y del Sur que todavía no podría hacerse un estudio completo, dada además, su variedad de especies.
La técnica acanalada es poco frecuente, dándose sólo en los niveles inferiores, hacia el bronce III inicial.
(1) E l ónfalo no es exclusivo del Bronce III, aunque sí característ ico. Ya en el bronce I hallamos cuencos semiesfér icos con decoración incisa de ramiformes hallados por don Jesús Perceval, en una tumba megal í t ica de corredor, tipo tholos, cerca de E l Chuche (Almería) . Tampoco el ónfalo es exclusivo del bronce III del SE., siendo normal en el Valle del Ebro, en yacimientos como el del Redal (Logroño) y otros de Vitoria.
(2) M . PELLICER: Estratigrafía prehistórica de la Cueva de Nerja. Exc. Arq. en España, 16, 1962.
(3) M . PELLICER: El neolítico y el bronce de la Cueva de la Carigüela de Pinar (Granada). Trab. de Prehist. Madrid, 1964.
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La cerámica basta, propia de grandes vasos, siempre aparece mucho más abundante que la ciudada. Está cocida indistintamente a fuego reductor con coloraciones negruzcas o grisáceas, y a fuego oxidante con coloraciones crema o rojizas. Ambos tipos se prolongan desde el bronce III inicial hasta lo ibérico, prosiguiendo el primer tipo hasta el ibérico pleno. Las formas de estos grandes vasos toscos tienen siempre la base plana, circunstancia poco frecuente o inexistente en el bronce II del SE., el galbo panzudo y el cuello indicado. El gran cuenco es también una forma común.
La decoración de la cerámica tosca está prácticamente ausente. Unicamente se dan casos de series de mamelones y de impresiones digitales que perduran hasta lo ibérico inicial. La decoración de mamelones y de impresiones digitales, hemos visto en Pinar que no es exclusiva de ningún período determinado, aunque tengan cierto auge en las cerámicas toscas argáricas y postargáricas del bronce III. Las impresiones digitales y los cordones llenarán las cerámicas toscas de la inadecuadamente, a nuestro parecer, denominada cultura de las cuevas del bronce final del Valle del Ebro, Cataluña y Levante (4). La técnica a la almagra sobre especies toscas, es paralela a la de especies cuidadas, perdurando en el corte IX desde el bronce III inicial hasta lo ibérico inicial.
ESTRATOS VIII Y VII
Clasificamos estos estratos como del bronce III pleno, por ser los más ricos en elementos culturales característicos de esta cultura.
La industria lítica ha desaparecido tanto la de sílex como la de piedra pulimentada, quizá por ser más abundante el bronce.
La fauna nos indica un aumento considerable de especies domésticas y por lo tanto un aumento de una economía pastoril, tanto de especies de ganado menor de ovicaprinae, superabundante y de suidos, como de especies de ganado mayor de bovinos, que darían materia a una industria de pieles como corroboran los punzones de hueso de estos estratos, punzones que no vuelven a repetirse hasta lo ibérico final.
Se observa cierta ausencia de fauna de caza y la presencia de valvas marinas.
El habitat ha sido perfectamente definido. A estos estratos del bronce III pleno, pertenece el tipo de vivienda de forma oval, con un eje máximo de unos 12 metros, de muros de grandes adobes y de techumbre de maderos y paja y de forma de tendencia cónica, que ya describimos al tratar de los cortes II-III-IV, etc., (5). Este tipo de vivienda desaparece en el corte IX con el bronce III pleno.
En el estrato VIII precisamente en el bronce III pleno, apareció un fragmento que consideramos de excepcional importancia por los datos cronológicos y culturales que podía aportar. Es un fragmento a torno de pasta muy fina, cuidada y compacta, de corte negro, superficie negra brillante, con forma de amplia boca con indicios de carena. Nosotros lo
(4) M . PELLICER: La cerámica impresa del neolítico inicial en el Mediterráneo occidental. Zephyrus, 1965.
(5) M . PELLICER y W. S C H Ü L E : El Cerro del Real (Galera, Granada). Mem. Exc. España, 12. Madrid, 1962.
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consideramos del mundo del bucchero ñero sotile y su cronología, con reservas, la colocaríamos en pleno siglo vm antes de Cristo.
En cuanto a la cerámica a mano, la cuidada, se comporta como en los niveles anteriores, dándose las especies de pasta negra, gris, crema y rojiza. Los tratamientos siguen siendo el pulimento, el espatulado y el bruñido, las formas son carenadas tanto de carena alta como acusada, los cuencos, los galbos en S y los ónfalos en la base son elementos comunes. Existe la cerámica cuidada a la almagra, pero no la decoración acanalada.
Una técnica hasta hace poco desconocida, pero que reviste la máxima importancia por su carácter orientalizante y por caracterizar el mundo que estudiamos del bronce III meridional, es la llamada cerámica de retícula bruñida o a stracciato, como la llaman los italianos. Es la cerámica que ya conocía Bonsor, procedente de sus excavaciones de Car-mona (6), la que presentan los niveles del bronce III de Asta Regia (7). Es esa cerámica tan abundante en el S. de Portugal y que en parte definió la cultura del Carambolo (8). Es la cerámica que tenemos perfectamente estratificada en los cortes de Galera y concretamente en los estratos VII y VIII del bronce III pleno del corte IX.
En cuanto a la cerámica grosera, continúan las pastas grisáceas y claras, las formas de grandes vasos con base plana, panzudos, con borde indicado y los cuencos. Como formas nuevas aparecen los grandes vasos toscos con alta carena indicada y el vaso de tendencia cilindrica con borde ligeramente exvasado y asa vertical, como también los grandes recipientes domésticos, de barro crudo, probablemente para harinas, encontrados junto al hogar.
En la cerámica grosera prosigue la decoración a la almagra, los mamelones, las impresiones digitales, aparecieron los cordones e incisiones.
ESTRATO VI
Consideramos el estrato VI como perteneciente al bronce III final, del momento de transición de la prehistoria a la protohistoria, al momento del primer impacto colonizador grecopúnico en gran escala en el Cerro del Real.
La industria lítica ha terminado definitivamente. El tipo de vivienda, aunque desconocido en este estrato, ha entregado los hogares con abundantes restos de carbón. En el estrato V del corte VII, se conservan gran-ds adobes de este momento (9).
La fauna se compone de especies domésticas como la ovicaprinae, el bos y sus y especies cinegéticas como los cervidae.
(6) G . BONSOR: Les colonies agricoles prerromaines de la Vallée du Betis. Revue Archéologique, 1899, 2, págs . 126 y ss.
(7) M . ESTEVE G U E R R E R O : Excavaciones de Asta Regia (Mesas de Asta, Jerez). Inf. y Mem. C. G . Exc , n ú m . 22, 1950.
(8) E l profesor J. DE LA MATA CARRIAZO, aparte de Carmona (Primicias de un corte estratigráfico en Carmona. Archivo Hispalense, n ú m s . 103-104. Sevilla, 1960), la ha encontrado en el Carambolo de donde prepara una gran publicación.
(9) M . PELLICER y W . S C H Ü L E : El Cerro del Real (Galera, Granada). Mem. Exc. España, 12. Madrid, 1962, pág. 11.
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La cerámica a torno da carácter a este estrato y marca el primer impacto colonizador grecopúnico en el yacimiento, impacto que tenemos que colocar en una fecha bastante alta, si tenemos en cuenta las especies aparecidas y sobre todo, el fragmento de plato púnico del estrato I V , fechable hacia el 600 antes de Cristo (10). De aquí que nos atrevamos a fechar los principios de la cerámica a torno en el Cerro del Real hacia el año 700 antes de Cristo.
Toda la cerámica a torno de este estrato V I , es importada, puesto que sólo existen especies finas. Las especies toscas a torno, fabricadas in situ, comenzarán en el estrato siguiente, perdurando con las toscas a mano.
Como cerámicas a torno existen las de corte y superficie gris, de pasta compacta y con técnica espatulada. Es la especie que en general es llamada gris de occidente y también fócense, sin que a nuestro modo de ver, este último apelativo sea muy acertado, por no conocerse apenas las cerámicas de Focea de este período.
Otra especie cerámica a torno es de pasta más basta, algo grosera, de corte grisáceo o rojizo, y de superficie con engobe crema o blancuzco, perteneciente a ánforas.
Además de las formas de ánforas púnicas primitivas, entre los vasos de cerámica gris existen formas de tazones con pie indicado y con carena, asemejándose a la tipología de la copa y vasos con fondo plano.
No es de extrañar que coloquemos las cerámicas a torno, del estrato V I hacia el 700 antes de Cristo, puesto que en el Cerro de San Cristóbal de Almuñécar, en la tumba 19, donde aparecieron los dos lekytoi pro-tocorintios fechados entre 700 y el 675 antes de Cristo, la urna cineraria estaba calzada con un fragmento de borde de ánfora púnica análogo a los de nuestro estrato V I (11).
La cerámica a mano continúa su tradición del bronce en este momento final. Continúan indiferentemente las especies cuidadas de pasta negra, gris, crema y rojiza, tratadas con las técnicas de pulimento, espa-tulación y bruñido. Las formas presentan gollete, carena, perfil en S y galbo de cuenco. No han sido localizadas formas con ónfalo en la base.
E l reticulado bruñido y otras decoraciones han desaparecido. La cerámica tosca a mano sigue también su tradición con caracterís
ticas análogas a las de los estratos anteriores, excepto la ausencia de la decoración incisa, de cordones que ya no vuelve a aparecer, estando también ausentes las impresiones, los vasos de barro crudo y la cerámica tosca a la almagra.
ESTRATOS V Y I V
Los niveles V y I V caen en la fase inicial de la cultura ibérica propiamente dicha, por la ausencia en ellos de cerámicas a torno de superficie clara y pintada con motivos rojos, esas cerámicas que en España
(10) Sobre la t ipología de los platos púnicos tenemos en preparación, los doctores SCHUBART, NIEMAIER y PELLICER, un trabajo de las excavaciones en Torre del Mar, que será publicado en las Mem. Exc. España.
(11) M . PELLICER: Excavaciones en la necrópolis púnica «Laurita» del Cerro de San Cristóbal (Almuñécar, Granada). Exc. Arq. Esp., 17, 1962, fig. 32, n ú m . 7.
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tanto incremento tomarán, como el eco final de otras especies orientales, y que llamamos ibéricas.
De la industria lítica sólo existen ejemplos de alisadores y de percutores. Por vez primera aparece hierro en el estrato IV, alternando con el cobre del estrato V.
E l tipo de vivienda de este momento ibérico inicial, conservando sólo el documento de hogares sencillos y restos de carbón, lo conocemos solamente a través del estrato V del corte VII, donde aparecieron restos de una vivienda de adobes grandes, pero cuya estructura no pudimos determinar.
La fauna nos indica la presencia de especies domésticas ovicaprinae y especies de caza, cervidae.
La cerámica a torno sitúa cronológica y culturalmente estos niveles. Por una parte tenemos las cerámicas grises análogas a las del estrato
anterior VI, de pasta cuidada, en sus tipos de pulimentada, espatulada y bruñida, con sus formas de tazón con pie indicado y carena, de cuenco, de pátera y galbos de base plana.
Por vez primera aparece la especie gris a torno, tosca, fabricada in situ. Es probablemente el momento en que comienza la fabricación en el Cerro del Real con técnica a torno de grandes vasos panzudos con cuello exvasado. Frente a estas especies cerámicas a torno, grises, de tradición fócense, por llamarlas de alguna manera, están las especies de tradición púnica, de pasta cuidada, friable, de corte rojizo, pulimentada. Entre ellas podemos incluir un fragmento de plato del estrato IV, claramente púnico, quizá chipriota, análogo a los aparecidos en la necrópolis Laurita, de Almuñécar y en el Cortijo de los foséanos, de Torre del Mar, que podría fecharse desde final del siglo VIII al siglo vi antes de Cristo, sirviendo de precioso documento cronológico para datar los inicios de la cerámica ibérica del Cerro del Real.
Las ánforas púnicas continúan en toda su intensidad. La cerámica ibérica se manifiesta en toda su abundancia y en las tres
especies que nosotros hemos establecido: A) Compacta, fina, corte rojizo, regular. B) Pasta semicuidada, corte grisáceo, superficie con engobe crema. C) Pasta cuidada, corte gris claro o blancuzco y engobe amarillento. Estas tres especies se presentan en este momento inicial, frecuentemente decoradas y exclusivamente con bandas paralelas, de tonos rojizos o vinosos oscuros e incluso alternando estas tonalidades con cierto sentido de policromía.
Dada la cronología, de hacia el 600, que hemos atribuido al plato púnico de tipo chipriota del estrato IV, las primeras cerámicas ibéricas del Cerro del Real habría que colocarlas en el siglo vil antes de Cristo. Esta fecha, que puede sorprender por alta, está en perfecta consonancia con el vaso a torno pintado, de la sepultura 93 de la Cruz del Negro, de Car-mona, de principios del siglo vil antes de Cristo, según demostramos (12) y con el fragmento a torno pintado con paralelas de la tumba 17 de la necrópolis Laurita, de Almuñécar, donde la urna cineraria de alabastro con las cartelas de Osorkon II estaba acompañada de un plato de tipo
(12) M . PELLICER: Excavaciones en la necrópolis púnica «Laurita» del Cerro de San Cristóbal (Almuñécar, Granada). Exc. Arq. Esp., 17, 1962, pág. 60.
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chipriota, también de principios del siglo vil antes de Cristo y análogo al de nuestro estrato IV (13).
La cerámica a mano del bronce III, ya arcaizante, sigue alternando con las especies a torno que van desplazándola. Puede observarse cómo se produce la transición del estrato V, en que las cerámicas a mano son una cosa normal, al estrato IV en que éstas pierden categoría. Todavía perdura la cerámica a la almagra.
Las cerámicas a mano, toscas, de grandes vasos, tienen todavía preponderancia para los usos de cocina.
ESTRATO III
Lo denominamos ibérico pleno y está perfectamente fechado por cerámicas importadas, ática, megárica y campaniense A, entre el 400 y el 200 antes de Cristo.
Resulta anacrónica, en este estrato, la aparición de una cazuela y un hacha pulimentada, reutilizadas. El metal es ya corriente en muestras de cobre, hierro y plomo, de la misma manera que el vidrio.
La técnica de la construcción da un gran paso con habitaciones de grandes cimientos y muros de piedra sin escuadrar unidas con barro o adobes de pequeñas dimensiones, como los del estrato III del corte VII, entre cuyos escombros aparecen tegulae del techo. La abundancia de carbón en este estrato parece indicar los efectos de un incendio.
La fauna presenta especies domésticas como la capra y sus, y productos marinos.
La cerámica es exclusivamente a torno. Aparte de las cerámicas importadas, ática, megárica y campaniense A, ya mencionadas, existen fragmentos de un anforoide y de dolia. La cerámica gris cuidada y tosca perdura normalmente, conviviendo con las especies ibéricas de los tipos A, B y C, de que ya hablamos, cuyas formas y decoraciones se enriquecen, aportando a las paralelas primeras, decoraciones de motivos circulares y derivados del círculo, como también un temario vegetal. En este momento encontramos la cerámica de esmalte o barniz rojo.
Las ánforas de tipología grecopúnica alternan con las de clara influencia romana republicana.
Es el momento del apogeo ibérico de Tútugi.
ESTRATO II
Es el nivel del momento que designamos ibero-romano, claramente fechado. Las construcciones tienen las características inmediatamente anteriores con gruesos muros de gran aparejo y de fuertes sillares. Las tegulae y los ímbrices de la techumbre son abundantes. El carbón como en el estrato inferior parece indicar su incendio. Es frecuente el vidrio y el hierro, incluso en forma de escoria, indicativa de una industria.
En cuanto a la cerámica, toda a torno, destaca la campaniense A, que nos fecha el estrato y la cerámica clara vulgar. Las cerámicas grises es-
(13) M . PELLICER: Excavaciones en la necrópolis púnica «Laurita» del Cerro de San Cristóbal (Almuñécar, Granada). Exc. Arq. Esp., 17, 1962, pág. 24.
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tan en trance de desaparecer. Las ánforas grecopúnicas ya no existen, sustituidas por las romanas republicanas, de asas alargadas y alto cuello.
Como en el estrato anterior, la cerámica ibérica pintada sigue en su apogeo.
ESTRATO I
Pertenece al período romano imperial. Los materiales de construcción son de gran riqueza, entre los que sobresale el mármol, molduras de yeso y estucos pintados en rojo, negro y amarillo. Los muros de las viviendas son gruesos, pero no tienen la prestancia de los del estrato anterior. Igualmente abundan las tegulae e ímbrices y los ladrillos para pavimentos de Opus spicatum. Entre los escombros es frecuente el vidrio, el cobre y el hierro.
La cerámica característica es la térra sigillata en sus especies aretina, sudgálica, hispánica y clara. Estas especies datables con precisión, junto con una lucerna de volutas y un fragmento de cerámica de paredes finas, cerámicas claras vulgares, fragmentos de ánforas imperiales y una moneda ilegible, pero imperial, hacen que coloquemos este potente y confuso estrato en un momento que va desde Augusto hasta el siglo v después de Cristo.
En superficie, entre la tierra vegetal, son frecuentes los fragmentos de cerámicas árabes. Indudablemente de los restos árabes del Cerro del Real, el más importante y molesto documento son los silos, que, por el número de ellos, localizados en nuestros cortes, deben estar a centenares.
CONCLUSIÓN
Hasta ahora se ha presentado el momento preibérico en el SE. como una fase del bronce III, pero de un bronce llamado también atlántico. Este error, a nuestro modo de ver, se basa en que era necesario en las síntesis presentadas, explicar un momento oscuro de alguna manera con los datos insuficientes existentes. Efectivamente, en el SW. de España, la ría de Huelva había entregado datos (15), como también Portugal y el NW. peninsular, pero estos datos atlánticos, por llamarlos de algún modo, crearon una cultura hispana no aplicable al SE., que sigue mirando de lleno a oriente, continuando también su evolución interna del bronce II.
E l bronce III de Andalucía oriental y en general del S. de España, es una cultura perfectamente definida en el Cerro del Real, con fuertes raíces en el bronce II y raigambre eminentemente mediterránea.
Frecuentemente omitiéndose la laguna del bronce III, se presentan las colonizaciones como recayendo en el SE. sobre un sustrato argárico. A través de las estratigrafías de Galera podemos decir cuan lejos se está de los impactos coloniales del momento final del bronce II.
(15) M . ALMAGRO: El hallazgo de la Ría de Huelva. Ampurias, II, 1940.
33
Ciertamente las cerámicas de nuestro bronce III son a veces tan semejantes a las argáricas en cuanto a la pasta, tratamiento e incluso en cuanto a la forma carenada, que fácilmente se ha prestado a confusiones. Como veremos en nuestro análisis, lo característico del bronce III serán ciertas formas con alta carena, con carena acusada, con borde recto saliente, con ónfalo en la base, con ciertos perfiles en S y en cuanto a los tratamientos con una técnica depurada en el espatulado, en el bruñido y sobre todo con la nueva modalidad del reticulado bruñido. De la misma manera, en cuanto a la construcción del habitat, también habría grandes diferencias. En el bronce II predominan las construcciones en piedra y de forma rectangular, mientras que en nuestro bronce III de Galera, las casas son de adobe y de planta oval.
En Cataluña, en el valle del Ebro y en la Meseta el momento de transición del bronce final a lo ibérico a través del nexo costero de las colonizaciones, cuyo eco penetra muy tempranamente en el interior, es un problema que está en vías de solución por la modalidad llamada indoeuropea, hallstáttica, céltica o del hierro I, de la cual tantos yacimientos se tienen estudiados, incluso con potentes y claras estratigrafías como la de Cortes 'e Navarra (16), la de la Pedrera de la Valfogona de Lérida (17) o com^ .̂ s de otros yacimientos de la Meseta (18). En cambio, en Andalucía, ese momento preibérico del bronce final, por diferentes razones, virtualmente está desconocido y precisamente en esa región, emporio del bronce I y bronce II y por otra parte, tan agradecida al arqueólogo.
Hablamos del bronce III, fase cultural preibérica y no del hierro I, por parecemos esta denominación algo inadecuada. Por este sentido fácil de la investigación arqueológica, consistente en repetir conclusiones obtenidas en otras regiones diferentes y aplicadas en nuestras culturas peninsulares, está todavía sufriendo la prehistoria y la protohistoria española los efectos de un anquilosamiento que se va subsanando paulatinamente.
Se impone una revisión de estas culturas y ver hasta qué punto es aplicable la cronología y la terminología actual. Cabría preguntar, por qué a los campos de urnas y de túmulos del NE. peninsular se les llama hallstatt y en cambio no, a la itálica cultura villanoviana.
El término indoeuropeo, eminentemente lingüístico, cabría preguntar si es aplicable a ciertas culturas hispanas del bronce final.
Unas necrópolis de incineración que ya rayan en lo llamado ibérico,
(16) J . MALUQUER DE M O T E S : El yacimiento hallstattico de Cortes de Navarra. Tomo I, II. Pamplona, 1954, 1958.
(17) J . MALUQUER DE M O T E S : Cata estratigráfica en el poblado de «La Pedrera», en Vallfogona de Balaguer (Lérida). Barcelona, 1960.
(18) J . MALUQUER DE M O T E S : La edad de hierro en la Cuenca del Ebro y en la Meseta Central española. IV Congr. Nac. Cieñe. Prehist. y Protohist. Madrid, 1954.
Idem.: El Castro de los Castillejos de Sanchorreja. Salamanca, 195S. Idem.: Excavaciones en el Cerro del Berrueco. Acta salmanticensia. Serie Le
tras, XIV, 1. Salamanca, 1958. Idem.: Estudio de las culturas metalúrgicas de la Meseta. I Symposium Preh.
Peninsular Ibérica. Pamplona, 1960.
34
de fuerte influencia púnica, como las de Carmona que estudió Bonsor (19), creemos que tienen muy poco que ver con lo céltico. Aproximadamente las necrópolis púnicas o punizadas de Carmona, tienen con el mundo céltico la relación que tiene la necrópolis del Cerro de San Cristóbal de Almuñécar (20).
De los yacimientos tradicionalmente encuadrados en el hierro I, creemos que muy pocos y éstos ya rayando en lo ibérico, pueden presentar este metal. Son, en conjunto, yacimientos que caen de lleno en la época del bronce final. El hecho de que el hierro comience en ciertas regiones de Europa en pleno proceso del hallstatt, no obliga a.que se denomine primera edad del hierro a ciertas culturas hispanas más o menos relacionadas o influenciadas, en ciertos aspectos, por el hallstatt europeo. Es más, nos inclinamos a creer que la primera edad del hierro en el concepto clásico y tradicional, en parte, no existe en España.
La metalurgia del hierro no penetra en España tanto por los Pirineos como por la costa mediterránea y por el S. En la tumba 19, de la necrópolis de Almuñécar, apareció con dos kotyloi protocorintios de principios del siglo vil antes de Cristo, una punta de hierro (21) que consideramos la más primitiva documentada en España después del material de este metal hallado en Villena (Alicante), quizá del siglo IX antes de Cristo (22).
La cultura de la Téne, perfectamente definida en Francia, evidentemente tiene sus paralelos en lo ibérico español, pero las diferencias culturales son tan grandes que no creemos el vocablo europeo aplicable a nuestros círculos culturales ibéricos.
Ante este principio tradicional de que España a partir del año 1000 antes de Cristo, mira hacia Europa de donde recibe la cultura, sería de interés reaccionar justamente y tratar de ver si se da también el hecho de que Europa mira a España. Unas culturas tan avanzadas y con documentos tan sorprendentes como los del Carambolo (23) y de Villena (24), probablemente fueron capaces de influir en Europa, como influiría el arco septentrional del Mediterráneo, inyectando la cultura hacia el N. Las fíbulas de pie alto, según se demostró (25), aparecen antes en España que en el resto de Europa, por poner un ejemplo.
De todos estos problemas de este mundo, del primer milenio, inten-(19) G . BONSOR: Les colonies agricoles prérromaines de la Vallée du Betis. Revue
Archéologique, 1899, II, págs. 126 y ss. (20) M . PELLICER: Excavaciones en la necrópolis púnica «Laurita-» del Cerro de
San Cristóbal (Almuñécar, Granada). Exc. Arq. Esp., 17, Madrid, 1962. Idem.: Relaciones de la necrópolis púnica del Cerro de San Cristóbal de Almu
ñécar, en el Mediterráneo occidental. VIII Congr. Arq. Nac. Sevilla, 1963. Idem.: Ein Altpunisch.es Graberfeld bei Almuñécar (Prov. Granada). Madrider
Mitteilungen, 4, 1963. Heidelberg. (21) - M . PELLICER: Excavaciones en la necrópolis púnica «Laurita» del Cerro de
San Cristóbal (Almuñécar, Granada). Exc. Arq. Esp., 17. Madrid, 1962. (22) J. M. SOLER GARCÍA: El Tesoro de Villena. Exc. Arq. Esp., 36. Madrid, 1965. (23) E . K U K A H N y A. BLANCO: El Tesoro de el Carambolo. Archivo Español de
Arqueología, X X X I I . Madrid, 1959. (24) Idem, nota 22. (25) W. S C H Ü L E : Las más antiguas fíbulas con pie alto y ballesta. Revista
Arch. Bibl. y Museos. Tomo L X I X , 1, 1961.
35
tamos contribuir a su esclarecimiento en Andalucía oriental con las estratigrafías del Cerro del Real de Galera. Los diez niveles del corte IX, igual que los del corte VII, nos han definido el bronce III o final, el impacto grecopúnico, el fenómeno ibérico y lo ibero-romano, teniendo en cuenta que este cuadro estratigráfico del corte IX no tenemos pretensiones de presentarlo como un prototipo de la sucesión cultural del bronce III a lo romano en el SE., sino que más bien hemos tratado de presentarlo como una documentación interesante por su rareza y objetividad de donde fluyen unas conclusiones evidentes.
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I
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Cultura
• • • Hachas Piedra Pulida
• Azuelas
Piedra Pulida • • Alisadores
Piedra Pulida • • • Lascas
Sílex
• Raederas
Sílex • • Núcleos
Sílex • • Percutor
Sílex
• • • • • • • Hogar • • • • • • • • • Carbón • • • Vidrio • • • • • Cobre • • • • Hierro • Plomo • Monedas Imperio • • • • Punzones hueso • • Casi da piedra (cuadrada)
Construcción
• • Casa oval (adobes) Construcción
• • • Tegulas
Construcción
• • • Imbrlces
Construcción
• Ladrillos
Construcción • Estuco
Construcción • Molduras
Construcción
• • Mármol
Construcción
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Estrato
1000-900
900-800
800-750
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Cultura
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• • • • • • • • • Espatulada 3 3 a
3 3 a
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• • Cuenco 3 0 • Panzudo y cuello Indicado H o
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Cultura
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Forma
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Ibérica
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Ibérica
CE
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Decoración
Ibérica
CE
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• • | Vegetales
Decoración
Ibérica
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• • • • | Policromía
Decoración
Ibérica
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# 9 | Barniz rojo
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A
T
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NO
30. E L POBLADO IBERICO D E ILDURO, por MARIANO RIBAS BERTRÁN. 31. LAS G A N D A R A S D E BUDIÑO, PORRINO (PONTEVEDRA), por EMILIANO ACUIRRE. 32. EXCAVACIONES E N L A NECROPOLIS D E SAN J U A N D E BAÑOS (PALENCIA), por
PEDRO DE PALOL. 33. E X C A V A C I O N E S E N L A V I L L A R O M A N A D E L "CERCADO D E SAN ISIDRO",
D U E Ñ A S (PALENCIA), por el RVDO. D. RAMÓN REVILLA VIELVA, ILMO. SR. D. PEDRO DE PALOL SALELLAS y D. ANTONIO CUADROS SALAS.
34. C A P A R R A (CACERES), por J . M . BLÁZQUEZ. 35. E X C A V A C I O N E S E N E L CONJUNTO T A L A Y O T I C O D E SON OMS (Palma de Mallorca,
Isla de Mallorca), por GUILLERMO ROSSELLÓ BORDOY. 36. E L TESORO D E V I L L E N A , por JOSÉ MARÍA SOLER GARCÍA. 37. T R E S C U E V A S S E P U L C R A L E S G U A N C H E S (TENERIFE), por Luís DIECO CUSCOY. 38. L A C A N T E R A D E LOS E S Q U E L E T O S (TORTUERO, G U A D A L A J A R A ) , por EMETERIO
CUADRADO, MICUEL FUSTE y RAMÓN JUSTE, S. J . 39. E L C O M P L E J O ARQUEOLOGICO D E T A U R O A L T O , E N M O G A N (ISLA D E G R A N
CANARIA), por SEBASTIÁN JIMÉNEZ SÁNCHEZ. 40. POBLADO D E PUIG C A S T E L L A R (SAN V I C E N T E DELS HORTS, BARCELONA) , por
E . RIPOLL PERELLÓ, J . BARBERA FARRAS y M . LLONCUERAS. 41. L A NECROPOLIS CELTIBERICA D E L A S MADRIGUERAS (CARRASCOSA D E L
CAMPO, CUENCA), por MARTÍN ALMACRO GORBEA. 42. L A E R E T A D E L P E D R E G A L ( N A V A R R E S - V A L E N CIA), por DOMINCO FLETCHER VALLS,
ENRIQUE PLA BALLESTER y ENRIQUE LLOBRECAT CONESA. 43. E X C A V A C I O N E S EN SEGOBRIGA, por HELENA LOSADA GÓMEZ y ROSA DONOSO GUERRERO. 44. M O N T E BERNORIO, por JULIÁN SAN VALERO APARISI. 45. M E R I D A : L A G R A N NECROPOLIS R O M A N A D E L A SALIDA D E L P U E N T E (Memoria
segunda y última), por ANTONIO GARCÍA Y BELLIDO. 46. E L C E R R O D E L A VIRGEN, por WILHELM SCHÜLE Y MANUEL PELLICER. 47. L A V I L L A R O M A N A D E L A T O R R E L L A U D E R D E M A T A R O , por MARIANO RIBAS
BERTRÁN. 48. S T L L O T , por GUILLERMO ROSSELLÓ BORDOY Y OTTO HERMANN FREY. 49. LAS CASAS R O M A N A S D E L A N F I T E A T R O D E MERIDA, por EUCENIO GARCÍA SANDOVAL. 50. MEMORIA D E L A E X C A V A C I O N D E L A M E Z Q U I T A D E M E D I N A T A L - Z A H R A , por
BASILIO PAVÓN MALDONADO. 51. E X C A V A C I O N E S E N E L CIRCULO F U N E R A R I O D E "SON B A U L O D E D A L T " (SANTA
MARGARITA-ISLA DE M A L L O R C A ) , por GUILLERMO ROSSELLÓ BORDOY.
NOTICIARIO ARQUEOLOGICO HISPANO Tomo VIL Año 1963
D ireccion:
INSPECCION G E N E R A L D E E X C A V A C I O N E S ARQUEOLOGICAS Medinaceli, 4. Apartado 1.039, MADRID
Precio: 50