mujeresactivasProyecto
Conclusiones y Propuestas para activar la participación de las mujeres en el desarrollo de la igualdad de mujeres y hombres
en el ámbito local
ELABORADO POR
Fundación Mujeres
COORDINACIÓN
Carmen Casco
ELABORACIÓN DEL INFORME
Isabel López
COLABORACIÓN
Milagros VegaElena MendozaLali SalgadoLaura Domínguez
DISEÑO GRÁFICO
Pablo Hueso ACsl
Con la financiación de la Diputación de Cáceres. Subvenciones para la realización de actuaciones en materia de igualdad. Plan Estratégico de Subvenciones 2015
índice
1. Introducción
2. Objetivo, contenidos y metodología
2.1. Objetivo y contenidos2.2. Métodos de recogida de información 2.3. Perfil de las participantes
3. Resultados
3.1. Percepción sobre la situación de las mujeres
3.2. Percepción acerca de los obstáculos y dificultades para una igualdad real de oportunidades entre mujeres y hombres
3.3. Opiniones sobre el impulso a la igualdad. Papel de los diferentes agentes, con especial atención a las asociaciones de mujeres
3.4. Conocimiento de las políticas de igualdad
3.5. Identificación de prioridades de intervención en materia de igualdad
4. Conclusiones
5. Propuestas
5
11
111214
19
19
22
23
24
25
29
35
1
Introducción
1. Introducción
“Mujeres Activas” es un proyecto financiado por la Diputación de Cáceres, a través del Plan Estratégico
de Subvenciones 2015. -Subvenciones para actuaciones en materia de Igualdad de Oportunidades entre
Mujeres y Hombres-.
El punto de partida del proyecto son algunas de las conclusiones reflejadas en el Informe Final del Estudio sobre el Desarrollo de la Transversalidad en las Áreas de Competencia de la Excma. Diputación de Cáceres, de abril de 2009, realizado por la Diputación de Cáceres (Departamento de Igualdad), con la Asis-
tencia Técnica de Fundación MUJERES.
Dicho informe ofrecía un diagnóstico de la situación de la provincia en relación con el desarrollo de la igual-
dad de oportunidades, y uno de los elementos que tomaba en consideración para ese diagnóstico era el
papel que podrían desempeñar las asociaciones de mujeres en la implementación de la igualdad de oportunidades en el medio rural1. Atendiendo a este elemento de análisis, identificaba algunos obstáculos
y necesidades a cubrir, entre los que destacamos los siguientes:
Obstáculos:
Ausencia de un papel proactivo de las asociaciones en la implementación de la igualdad de oportuni-
dades.
Desconocimiento, por parte de éstas, de los recursos legales para el desarrollo de la igualdad.
Dependencia con respecto a los recursos técnicos (oficinas de igualdad, agencias de desarrollo local…).
Necesidades:
Estudiar la no participación de las mujeres jóvenes en el movimiento asociativo.
Empoderar a las asociaciones y trabajar con ellas en la clarificación de su estrategia de igualdad.
1. De las 305 asociaciones de mujeres que existían en la provincia de Cáceres en esa fecha, 260 (el 85,2% del total de asociaciones)
estaban ubicadas en municipios rurales.
A partir de estas conclusiones, el proyecto Mujeres Activas se ha planteado abordar algunas de estas nece-
sidades y obstáculos, trabajando tres aspectos clave para el empoderamiento individual y colectivo de las
mujeres, como son la participación laboral, el conocimiento y manejo de las Tecnologías de la Información
y la Comunicación, y la activación de la participación social y política2 de las mujeres, como elemento clave
para el desarrollo de la igualdad de oportunidades.
Entre los objetivos que se ha planteado el proyecto, relacionados con la activación de la participación social
y política de las mujeres, se incluía la actualización del análisis sobre el grado de activación de las aso-
ciaciones de mujeres en relación con la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
Se trata de una actualización centrada en dos territorios concretos de la provincia de Cáceres, por lo que las
conclusiones que plasmamos en este documento no pueden aún extrapolarse al resto de la provincia, aun-
que sí ofrecen algunas pistas sobre aspectos que convendría seguir analizando, si se extendiera el análisis
a otros territorios.
Las zonas de actuación de este proyecto han sido las Comarcas de Trujillo y la Sierra de Montánchez, y en
las actividades del proyecto ha participado un total de 453 mujeres (232 residentes en la Comarca de Trujillo
y 222 en la Comarca de la Sierra de Montánchez), pertenecientes a los siguientes municipios:
Comarca de Trujillo
La Cumbre
La Aldea del Obispo
Jaraicejo
Garciaz
Torrecillas de la Tiesa
Ibahernando
Comarca de la Sierra de Montánchez
Torre de Santa María
Torreorgaz
Aldea del Cano
Sierra de Fuentes
Almoharín
2. Entendiendo por participación política, en este caso, la influencia y participación de las mujeres en la toma de decisiones respecto a
las prioridades de intervención pública a nivel local, y también su participación en el diseño, implementación y evaluación de las políticas
de igualdad.
En la Comarca de la Sierra de Montánchez, además, se aplicó una encuesta de opinión, durante la III Convi-
vencia de Mujeres de la Comarca, organizada por la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Montán-
chez, a la que respondieron 71 mujeres de las siguientes localidades:
Albalá
Aldea Del Cano
Almoharín
Arroyomolinos
Botija
Montánchez
Ruanes
Salvatierra De Santiago
Santa Ana
Sierra De Fuentes
Torremocha
Torreorgaz
Valdefuentes
Valdemorales
Zarza De Montánchez
2
Objetivo
Contenidos
Metodología
2. Objetivo, contenidos y metodología
2.1. Objetivo y contenidos de análisis
Como ya se ha explicado, el objetivo principal de este análisis era actualizar el diagnóstico en torno al
grado de activación de las mujeres y de las asociaciones de mujeres en relación con el desarrollo de la
igualdad de oportunidades a nivel local.
Atendiendo a este objetivo, las áreas de interés para el análisis han sido las siguientes:
Percepción sobre la situación de las mujeres en la
comarca:
Empleo y participación económica
Participación política
Participación social
Violencia de Género
Percepción acerca de los obstáculos y dificultades
para una igualdad real de oportunidades entre
mujeres y hombres.
Opiniones sobre el impulso a la igualdad.
Papel de los diferentes agentes, con especial atención
a las asociaciones de mujeres.
Conocimiento de las políticas de igualdad.
Identificación de prioridades de intervención en materia
de igualdad.
2.2. Métodos de recogida de información
Los objetivos del proyecto Mujeres Activas se dirigían a sobre todo a favorecer el empoderamiento de las
mujeres a través de su activación en tres áreas fundamentales: la participación laboral, la utilización de las
llamadas TIC, y la participación social y política. Las dos primeras áreas se abordaron sobre todo mediante
acciones formativas: talleres o píldoras formativas, pensadas más para despertar su interés y motivación en
estos aspectos, que para la transmisión de contenidos.
La participación social y política se abordó mediante acciones de activación personal y social, dirigidas a
provocar su reflexión sobre los beneficios de la integración en grupos, formales o informales, y el reconoci-
miento de objetivos, intereses y expectativas comunes a otras mujeres. Para la participación política, plan-
teada como activación a favor de la igualdad de mujeres y hombres, se escogió como temática central la
lucha contra las diferentes formas de violencia que sufren las mujeres. Esta temática se escogió por razones
de oportunidad (la proximidad del mes de noviembre permitiría sumar actividades y que las participantes
formaran y se sintieran parte activa en las campañas institucionales previstas con motivo del 25 de noviem-
bre), y también por ser una temática que ha demostrado despertar un amplio consenso social y poder para
cohesionar diferentes sensibilidades. Sobre esta temática se han organizado una serie de actividades de
reflexión y debate (cine fórum y actividades integradas en la campaña “Mujeres libres, mujeres en paz. 16
días de activismo contra las violencias de género” de ONU–Mujeres).
Estas actividades de reflexión y debate estaban dirigidas también a servir como medio para la recogida
de información relativa al grado de activación de las asociaciones en relación con lucha a favor de la igual-
dad de mujeres y hombres.
Además de la observación y el análisis de los debates durante estas actividades, se realizó una encuesta,
en colaboración con ADISMONTA, dirigida a conocer la opinión de las mujeres de la Comarca de la Sierra
de Montánchez sobre diferentes aspectos relacionados con el desarrollo local y con la situación y priorida-
des de la Comarca respecto a la igualdad de oportunidades. Para esta encuesta se elaboró un cuestionario
conjunto que recogía los elementos de interés para el diagnóstico que estaba llevando a cabo ADISMONTA
y para la actualización del análisis de la activación de las asociaciones de mujeres en materia de igualdad
que se planteaba el proyecto Mujeres Activas. La encuesta se llevó a cabo durante la III Convivencia de
Mujeres de la Comarca de la Sierra de Montánchez y respondieron a ella 71 mujeres de 14 localidades de
la comarca:
Finalmente, en la Comarca de Trujillo se organizó un grupo de discusión, en la localidad de La Cumbre (929
habitantes), en el que participó un total de 15 mujeres3. El grupo pudo configurarse por la mediación de la
Concejalía de Cultura de la localidad, que además de reunir a las mujeres conforme al perfil que se le solicitó,
cedió las instalaciones para que pudiera realizarse la actividad.
Localidad
Albalá
Aldea del Cano
Almoharín
Arroyomolinos
Botija
Montánchez
Ruanes
Salvatierra de Santiago
Santa Ana
Sierra de Fuentes
Torremocha
Torreorgaz
Valdefuentes
Valdemorales
% sobre el total de respuestas
23,2%
1,4%
10,1%
4,3%
2,9%
2,9%
2,9%
1,4%
1,4%
15,9%
1,4%
5,8%
5,8%
5,8%
3. Entendemos que lo aconsejable para el adecuado desarrollo de esta técnica hubiera sido dividir el grupo en otros dos grupos más pe-
queños con los que, en todo caso, no podrían haberse realizado la actividad de manera simultánea, por ese motivo se optó por realizarla
con todas las asistentes en un solo grupo.
2.3. Perfil de las participantes en la recogida de información
El perfil de las mujeres que respondieron a la encuesta es el siguiente:
65 años y más
Entre 55 y 64
Entre 45 y 54
Entre 35 y 44
Entre 25 y 34
Menor de 25
42,9%
2,9%
30,0%
2,9%
18,6%
2,9%
Estudios universitarios
COU / 1º y 2º Bachillerato
BUP / 3º y 4º ESO
Graduado Escolar / 1º y...
Certificado de Estudios
4,50%
37,90%
1,50%
39,40%
16,70%
Empleada
Ensituación de inactividad...
Desempleada
Empresaria / Autónoma
10,1%
7,2%
43,5%
39,1%
Edad
Nivel de estudios
Situación laboral
Como puede apreciarse en los gráficos, un 72,9 % de las mujeres que respondieron a la encuesta, tienen
más de 55 años, el grupo más numeroso corresponde a las mujeres mayores de 65 años, correlativamente
con la edad, la situación laboral de un 43,5 % de las encuestadas es la de “inactividad laboral”, las desem-
pleadas constituyen también un numeroso grupo, en correspondencia con las estadísticas oficiales sobre el
mercado laboral, que sitúan a las mujeres mayores de 45 años como el grupo de población más castigado
por el desempleo. En cuanto al nivel de estudios, el grupo más numeroso de mujeres lo constituyen las que
poseen solamente estudios básicos, dato que nuevamente nos remite a la edad, ya que el momento his-
tórico y social en el que estas mujeres estaban en edad de estudiar no facilitaba el acceso a estudios más
avanzados. Un 87,9 % de las mujeres encuestadas, además, pertenecen a alguna asociación (frente a un
12,1 % que no). Y, atendiendo al tamaño de los municipios en los que residen, el 84,1% de las mujeres encuestadas, residen en municipios de menos de 2.000 habitantes, el 16% restante reside en Sierra de
Fuentes, municipio que en la fecha de realización de la encuesta contaba 2043 habitantes. De hecho, un 45%
de las encuestadas reside en municipios con menos de 1000 habitantes.
El grupo de mujeres convocado en la localidad de La Cumbre para la realización del grupo de discusión se
configuró con los siguientes perfiles:
Mujeres de 55 años o más (todas).
Pertenecientes a la Junta Directiva de su asociación (33,3%).
Que tuvieran o hubieran tenido responsabilidades políticas (13,3%).
Pertenecientes a alguna asociación, pero sin cargo en la Junta Directiva (46, 7%).
No pertenecientes a ninguna asociación, partido político u organización sindical (6,7%).
Finalmente, en las actividades de reflexión y debate4, participó un total de 335 mujeres, con el perfil medio
ya indicado en relación a las que contestaron a la encuesta: mujeres con una media de edad igual o mayor de
55 años, pertenecientes a las asociaciones de mujeres de su localidad, residentes en municipios de pequeño
tamaño, alejadas del mercado laboral y con niveles de estudios básicos.
En total, han sido 420 las mujeres que han participado en las diferentes actividades de recogida de información
con un perfil medio que se resume en: mujeres mayores de 55 años, residentes en municipios de peque-ño tamaño, alejadas del mercado laboral, con niveles de estudios básicos y pertenecientes a alguna asociación de mujeres, que de hecho representan el perfil medio de las asociaciones de la comarca.
4 Cine Fórum, lecturas dramatizadas, instalación de arte público “Zapatos Rojos
3
Resultados
3. Resultados
3.1. Percepción sobre la situación de las mujeres de la comarca
Papel de las mujeres:
En relación con el papel que juegan las mujeres en los ámbitos político, económico, social, cultural y fami-
liar en su comarca, las mujeres que han participado en la encuesta consideran el ámbito familiar como aquel
en el que tiene mayor relevancia el papel de las mujeres. El 73% de las mujeres encuestadas considera que
el papel de las mujeres en el ámbito familiar es el más importante, seguido por el ámbito social (62, 7%).
A partir del discurso analizado en el marco de las actividades de reflexión y debate y del grupo de discusión,
podemos concluir que las participantes identifican mejor las necesidades relacionadas con otros grupos de
población que con el propio grupo: desempleo de jóvenes en general y pérdida de empleos en sectores tra-
dicionalmente masculinizados, como la construcción; falta de formación para el empleo y falta de oportunida-
des para el ocio y tiempo libre de la población joven. Se observa una baja percepción de las necesidades
e intereses estratégicos específicos de las mujeres. El papel que parecen atribuir a las mujeres concuerda
con el de facilitadoras del desarrollo personal y profesional o proveedoras de bienestar para otros grupos de
población, en especial para los/las jóvenes.
En el ámbito político, el 30% de las mujeres encuestadas cree que las mujeres juegan un papel importante
en su comarca, sin embargo, un 29% manifiesta no tener claro este aspecto. Sobre el nivel de representación
de las mujeres en la política local, éste es calificado como “bueno” por un 35,4% de las encuestadas, pero
es calificado como “regular” por otro 35,4%. No parece, por tanto, que las encuestadas adjudiquen un papel
claramente relevante a las mujeres en el ámbito político. Esta posición concuerda con la manifestada por las
participantes en el grupo de discusión:
Es muy poca la participación de las mujeres en política, aunque a nivel comarcal perciben un menor
desequilibrio que a nivel local.
Hay poca voluntad de participación política en general, y menos en el caso de las mujeres. “Van en las
listas porque dice la ley que tienen que ir” pero hay muchas menos mujeres militantes que hombres.
La explicación es “que no les gusta”. No perciben obstáculos a la participación de las mujeres que no
sean obstáculos de naturaleza personal e individual (“eso sólo se puede hacer porque te gusta”).
Parece haber un alto grado de acuerdo en que, hoy en día, las mujeres pueden participar en todo
aquello que les interese, y en que, más que el sexo, lo que determina la participación es la vocación, la
voluntad y disponer de medios y recursos para hacer lo que una quiera.
Sobre la participación en el ámbito económico, un 54% de las encuestadas indica que las mujeres juegan
un papel importante en la economía comarcal (un 38% no tiene claro el papel que desempeñan las mujeres
en este ámbito). Pero en cuanto a su nivel de representación en el ámbito empresarial, el 43% lo califica
como “regular”5, y si se les pregunta en concreto sobre su nivel de representación en el sector agrario (el
sector clave en la actividad económica de la Comarca de la Sierra de Montánchez) un 45,5% la califica como “regular”. Es decir que, en general, atribuyen un papel relevante a las mujeres en el ámbito económico, pero
opinan que, en lo concreto, su nivel de representación en este ámbito es bajo.
Percepción de las desigualdades de género:
En cuanto a la identificación de las desigualdades entre mujeres y hombres, hay que destacar que existe
entre las mujeres participantes una percepción clara acerca de la situación de desigualdad que siguen
sufriendo las mujeres, sin embargo esta desigualdad no parece ser percibida como problema social, sino más bien como problema individual. En el marco de las actividades de reflexión y debate, centradas en la
temática de “Violencias de Género”, las mujeres participantes identificaron como causas de la violencia la po-
sición de subordinación respecto al varón en los ámbitos familiar, social y laboral, la dependencia económica
y la falta de formación de las mujeres. No obstante, al ser preguntadas en concreto acerca de cómo perciben
la situación y posición de las mujeres en sus comarcas, y acerca de sus necesidades específicas, no men-
cionan estos factores en su discurso, ni en las respuestas a la encuesta. Parece más bien que vinculan los factores mencionados a casos particulares y no a la situación social de las mujeres.
Desde su punto de vista, se ha avanzado mucho en los últimos 30 años y, desde una perspectiva histórica,
asocian la posición de las mujeres respecto a los hombres como fruto de desigualdades sociales y económi-
cas entre clases sociales, de sistemas educativos excesivamente rígidos y como el resultado de injusticias
cometidas en su día por responsables de los poderes públicos. No atribuyen, por tanto, las desigualdades a
5. Las opciones de respuesta sobre la representación de las mujeres en los diferentes ámbitos son “Muy buena”, “Buena”, “Regular” y
“Mala”.
causas relacionadas con el género sino más bien a una desigualdad histórica entre clases sociales, y entre
zonas rurales y urbanas. Esas desigualdades tienen sus efectos hoy día en la situación de las mujeres más
mayores.
Respecto a las jóvenes, las mujeres participantes en la recogida de información tienen la percepción de que,
si existen desigualdades, éstas responden más a factores de carácter individual, ya que en la actualidad, las
familias tienen recursos propios y mejor acceso a recursos públicos para procurarles, tanto a chicos como a
chicas, una formación adecuada, que les dará acceso a empleos mejores.
Problemas como el desempleo y la falta de formación (formación general, básica, de cultura general, pero
también formación para el empleo, en idiomas y en tecnologías) son identificados como problemas que afec-
tan por igual a toda la población, aunque llama la atención el hecho de que, en opinión de las participantes
en el grupo de discusión, lo que más frena el desarrollo de la igualdad entre mujeres y hombres es, en la
actualidad, la desigualdad retributiva, que sitúan en todos los ámbitos de actividad y en todos los niveles
de responsabilidad.
Necesidades:
En otro orden de cosas, reclaman para sí mismas y para las asociaciones:
Actividades para el ocio y el tiempo libre: en este sentido destacan que “las mujeres de cierta edad,
y menos si están solas (viudas, solteras, y separadas), no tienen actividades” y señalan, entre sus ne-
cesidades en este ámbito, actividades culturales como “Educación de Personas Adultas”, y cursos de
cocina, manualidades, o cuidado de personas dependientes.
Actividades del tipo de las organizadas en el marco del proyecto Mujeres Activas, pero que tengan continuidad, y que se desarrollen al menos un día a la semana, de manera permanente. Reclaman, a
falta de recursos propios, la organización de este tipo de actividades por parte de otras entidades como
ADICOMT, ADISMONTA, las mancomunidades, la Diputación de Cáceres, o Fundación Mujeres (entidad
que conocen gracias al proyecto Mujeres Activas), sobre todo en los pueblos más pequeños, “donde no
llega nada”.
Una sede propia y permanente para la asociación, para “tener sus cosas”, para reunirse y “estar allí”
siempre que lo deseen o lo necesiten. Las asociaciones reclaman a ayuntamientos y mancomunidades
una sede propia, dotada con electricidad y agua corriente al menos. La respuesta que obtienen a esa
reclamación es que no existen dependencias suficientes, en los municipios o en las sedes de las manco
munidades, para dotar a todas las asociaciones de una sede propia de manera permanente, y que para
celebrar sus reuniones y actividades pueden solicitar al organismo correspondiente el espacio necesa-
rio, como se ha venido haciendo hasta ahora y como hacen todas las asociaciones.
No entra dentro de los planteamientos de las asociaciones la obtención de recursos propios para costearse su propia sede. Cobrar por servicios u organización de eventos, venta de productos u or-
ganización de actividades por las que deba abonarse una cantidad diferente a la cuota de socia, son
opciones que, si se han planteado, no han contado con la simpatía e implicación de las asociadas.
Optar a subvenciones para el desarrollo de actividades comporta desde su punto de vista serias dificultades, entre las que destaca la falta de formación y de conocimientos técnicos, tanto para realizar
la solicitud como para ejecutar las actividades y llevar a cabo la gestión económica y administrativa. In-
dican que la desaparición de las subvenciones del Instituto de la Mujer de Extremadura al mantenimiento
de las asociaciones las deja sin opciones para optar a recursos y manifiestan no conocer otro tipo de convocatorias a las que puedan acceder.
3.2. Percepción acerca de los obstáculos y dificultades para una igualdad real de oportunidades entre mujeres y hombres
No se da entre las mujeres que han participado en la recogida de información una percepción de que existan
obstáculos o dificultades para una igualdad real de oportunidades entre mujeres y hombres, ya que no existe
tampoco una conciencia de las desigualdades como problema social, sino como dificultades de carácter
individual que, como tales, deben tener una respuesta individual.
En este sentido es significativo señalar que algunas participantes en el grupo de discusión manifiestan haber
elaborado recientemente el programa anual de actividades de su asociación y que en dicho programa no
aparece ninguna actividad relacionada con la lucha a favor de la igualdad de mujeres y hombres. Aclaran
que ellas “no han sentido nunca la necesidad de hacer cosas por la igualdad” y que no han trabajado nunca
sobre “ese tema”, ya que no perciben desigualdades entre mujeres y hombres.
Como se ha dicho en el apartado anterior, se perciben como problemas individuales la baja participación
política, laboral y económica, e incluso la violencia de género. El principal obstáculo lo sitúan, por tanto, en la
voluntad personal de salir de situaciones como el desempleo o la violencia de género o de participar en los
ámbitos cultural, económico y político.
3.3. Opiniones sobre el impulso a la igualdad. Papel de los diferentes agentes, con especial atención a las asociaciones de mujeres
Con una clara relación con los factores anteriormente mencionados, no hay una clara identificación del papel
que pueden desempeñar los diferentes agentes en el impulso a la igualdad. El elevado número de mujeres
que responden de manera inconcreta o que ni siquiera responden a esta cuestión, denota la ausencia de una
opinión formada al respecto entre las mujeres que respondieron a la encuesta:
Sobre el papel de los poderes públicos, un 54, 3% de las encuestadas no responde, y un 11,4% les
atribuye obligación o capacidad de intervenir, pero no especifica en qué. El 34% restante se reparte
entre las que solicitan de los poderes públicos una mayor valoración de las aportaciones de las mujeres,
las que reclaman empleo, formación y políticas de integración, y las que perciben que no les otorgan
suficientes derechos ni posibilidad de participación.
Su opinión sobre el papel que deben desempeñar los agentes sociales y económicos es similar. Un
60% no responde a esta pregunta y un 14,3% les atribuye obligación o capacidad de intervenir, pero no
indica en qué. El 26% restante se reparte entre las que reclaman más y mejor empleo a estos agentes y
las que les demandan mayor reconocimiento y valoración de las mujeres.
Respecto a las asociaciones de mujeres, un 46% no contesta y un 24,3% les atribuye deber o capa-
cidad de intervenir, sin especificar en qué. El 30% restante reclama de las asociaciones de mujeres la
organización de más actividades culturales, un mayor apoyo a las mujeres y “moverse más”.
Finalmente, respecto a las propias mujeres, un 50% no contesta y un 20% no especifica en qué debe-
rían intervenir. El 30% restante les reclama mayoritariamente una mayor participación y apoyo.
Son, por tanto, mayoría las mujeres que no tienen una opinión formada (o que no la manifiestan) sobre
el papel que deben jugar los diferentes agentes en el impulso a la igualdad de oportunidades entre
mujeres y hombres.
En otras actividades (grupo de discusión y actividades de reflexión y debate) las mujeres pertenecientes a
las asociaciones describen su relación con instituciones como el IMEX o la Diputación de Cáceres, con los
agentes políticos, sociales y económicos, así como con otros agentes clave del territorio, como cordial y flui-
da, pero perciben a las asociaciones más como beneficiarias de las actuaciones de estos agentes que como interlocutoras o como colaboradoras naturales. No consideran tener capacidad de influencia en las
decisiones sobre las actuaciones que se llevan a cabo en su territorio.
Las asociaciones no se perciben a sí mismas como agentes del cambio, tanto por su limitada capacidad técnica, como por su baja percepción de la pertinencia de intervenir en materia de igualdad. Pero también por que no son conscientes de que es importante que comuniquen sus necesidades y sus intereses en los foros en los que se toman decisiones que les afectan, y tampoco conocen los mecanismos para ello.
Dado el perfil de sus asociadas, se perciben como no capacitadas para abordar proyectos de mayor enver-
gadura que los que actualmente desarrollan. En este sentido, se ha identificado y valorado como excesiva
(por parte de personal técnico) la dependencia de estas asociaciones respecto a agentes de desarrollo local,
organizaciones de desarrollo y agentes de igualdad.
En opinión del personal técnico, con el que se contactó en la fase preparatoria (difusión del proyecto y es-
tablecimiento de alianzas), es necesaria una renovación de las juntas directivas de las asociaciones para
romper ciertas dinámicas personalistas que estos agentes identifican en especial en las presidencias, así
como para atraer a mujeres más jóvenes, mejor formadas, y con capacidades que permitan la emancipación
de las asociaciones respecto al personal técnico.
Por su parte, las asociaciones se quejan de que existe muy poca participación e implicación por parte de la
mayoría de sus asociadas en las actividades que promueven, y que “nadie quiere” ocupar los cargos directi-
vos. Las presidentas de las asociaciones manifiestan que continúan en sus cargos por más años de los que
desearían porque “no los pueden soltar”, ante la falta de asociadas que quieran asumir esa responsabilidad.
El estilo de participación de las asociadas también se acerca más al concepto de “beneficiarias” que al de
integrantes activas de una organización.
A pesar de todo, las mujeres que responden a la encuesta consideran importante (el 53%) o fundamental (el 42%) el papel de las asociaciones para la sociedad y para la mejora de la calidad de vida de las mujeres
actualmente. Pero, al preguntarles el motivo, la respuesta en la mayor parte de los casos es que contribuyen
a la integración de las mujeres en la sociedad y evitan su aislamiento. Las participantes en el resto de activi-
dades manifiestan opiniones similares.
3.4. Conocimiento de las políticas de igualdad
En aparente contradicción con todo lo anterior, la mayor parte de las mujeres que han participado en las
actividades de recogida de información considera necesarias las políticas, recursos y programas para la igualdad. Un 96,7% de las encuestadas así lo afirma.
Respecto a su conocimiento de algunos conceptos relacionados con la igualdad de mujeres y hombres, un 65.6% dice conocer el término “políticas de igualdad”, “conciliación de vida familiar, laboral y personal” (81,3%) o “igualdad de oportunidades” (71,4%), en cambio son mayoría las que dicen no conocer programas
o políticas específicas para las mujeres o para la igualdad (el 60,7% de las encuestadas) ni el contenido y objetivos del “Plan para la Igualdad de las Mujeres de Extremadura”, ni manifiestan tener una conciencia
clara de la finalidad de recursos como las Oficinas de Igualdad y contra la Violencia de Género, o las conce-
jalías y áreas de la mujer o de igualdad de las entidades públicas. En los discursos que trazan en el desarrollo
de las actividades de recogida de información cualitativa (grupo de discusión, y actividades de reflexión y
debate) se trasluce una concepción de los recursos y programas como servicios o actividades dirigidos so-
bre todo a atender a las mujeres en sus necesidades más relacionadas con una vida social y culturalmente
activa, y no como instrumentos cuya finalidad es promover la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
3.5. Identificación de prioridades de intervención en materia de igualdad
En consonancia con todo lo anterior, al solicitar a las participantes en las actividades de recogida de infor-
mación que identifiquen las prioridades de intervención en materia de igualdad en sus comarcas, vuelven a
referirse a los mismos elementos que ya identificaron en el apartado relativo a las necesidades:
Más dinero y recursos para las asociaciones.
Una sede propia.
Formación y actividades culturales y de ocio para las asociadas.
Pero además añaden: actividades para la gente joven (mujeres y hombres), en especial programas de for-
mación y empleo.
En relación con la financiación de las asociaciones, vuelven a manifestar que, al margen de las cuotas de las
socias y de la aportación de los ayuntamientos, no tienen acceso a recursos económicos al haber desaparecido
las subvenciones al mantenimiento de las asociaciones que otorgaba el Instituto de la Mujer de Extremadura.
Las mancomunidades no “dan dinero” pero, en cambio, se ofrecen a ayudar a las asociaciones “en todo lo que necesiten”, sin embargo encuentran un problema en la necesidad de desplazarse a las sedes de las mancomu-
nidades, ya que “ellos no vienen”. Entidades como ADISMONTA y ADICOMT, o como la Diputación de Cáceres,
tampoco les proporcionan recursos económicos, pero en cambio llevan, o solían llevar en el pasado, activida-
des a las localidades pequeñas. Manifiestan desconocer otras fuentes para la financiación de las actividades y
para el funcionamiento de las asociaciones de mujeres. No identifican otros departamentos o áreas de las admi-
nistraciones públicas, ni de entidades privadas a los que puedan dirigirse para obtener recursos económicos.
No existe, por tanto, una identificación de prioridades en materia de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, por parte de las participantes en las actividades, hecho que concuerda con la no percepción de las desigualdades como problema social sobre el que sea pertinente intervenir de una manera específica.
4
Conclusiones
4. Conclusiones
A partir de los resultados obtenidos en la fase de recogida de información, podemos extraer una conclusión
general de las opiniones expresadas por las mujeres participantes que, como se ha dicho, responden al perfil
de mujeres que componen en la actualidad las asociaciones del medio rural: no existe una concepción de
las desigualdades como un problema que afecte a las mujeres como grupo social. La violencia de gé-
nero, las dificultades de acceso y participación en política, en el mercado laboral o en la economía, se
perciben más como dificultades individuales de las mujeres que se deben a factores como la voluntad
o la preparación (conocimientos e información).
De esta concepción se derivan sus opiniones en torno a prácticamente todas las cuestiones planteadas:
Al tener una concepción de las desigualdades como un problema individual, no consideran pertinente o
necesaria una intervención específica por parte de las asociaciones para promover la igualdad de mu-
jeres y hombres, o para abordar situaciones en las que consideran que la respuesta tiene que ser más
bien personal. La mayor parte de las asociaciones no reflejan en sus estatutos la lucha por la igualdad
de mujeres y hombres como objetivo fundacional.
Tampoco expresan, en consecuencia, una opinión clara acerca de en qué y cómo están llamados a in-
tervenir otros agentes como los poderes públicos, o los agentes económicos y sociales.
Su identificación de las necesidades específicas de las mujeres en sus comarcas se relaciona más con
reivindicaciones de las asociaciones relativas a la obtención de recursos para su funcionamiento y para
la realización de actividades sin una proyección estratégica, encaminadas a satisfacer intereses cultu-
rales y de ocio de carácter puntual.
No conciben, consecuentemente con lo anterior, a las asociaciones como agentes del cambio, sino en
cualquier caso como beneficiarias de las actuaciones de otros agentes. Tampoco se perciben como
colaboradoras necesarias en las políticas y programas a favor de la igualdad.
En este escenario, las asociaciones no consiguen atraer a las mujeres más jóvenes y mejor preparadas, que
no se identifican con los intereses manifestados por las de mayor edad, ni con sus aficiones ni, por tanto, con
el tipo de actividades que organizan.
El V Plan de Juventud de Extremadura (2013 - 2016)6 señala que “La juventud extremeña, de manera
mayoritaria, se define como no perteneciente a ningún colectivo. Ajustando de manera más precisa esta
afirmación, tenemos que un 90’69% afirman que no pertenecen a ningún colectivo 7, por algo más de un 9%
que dice sí pertenecer a algún colectivo específico”. Parece claro que la población joven, y en el caso que
nos ocupa, las mujeres jóvenes, no se asocian en torno variables como la edad o el sexo, probablemente
porque no identifican intereses comunes con esos grupos capaces de aglutinar o motivar su compromiso y
participación.
Por otro lado, según el Libro Blanco de la Juventud en España (2020) “La juventud no percibe las des-
igualdades de género hasta que no se inserta en el mundo laboral y experimenta discriminaciones como las
dificultades en la conciliación de la vida personal y laboral o la brecha salarial” 8.
No parece, por tanto, previsible que, en el corto y medio plazo, las jóvenes se incorporen a las asociaciones
de mujeres que existen en la actualidad en los territorios analizados, ni a la lucha por la igualdad de género.
Las jóvenes y las mujeres más activas de los territorios analizados sí parecen interesadas en agruparse,
tanto de manera formal como informal, en torno a otros intereses y aficiones, como la práctica deportiva, el
teatro, o la educación de los hijos e hijas, pudiendo en algunos casos no llegar a constituir asociaciones, pero
sí manteniendo una dinámica de reuniones y actividades conjuntas.
Se relaciona con la escasa participación de las jóvenes en las asociaciones la carencia de conocimientos en
un nivel técnico, administrativo y de gestión que les permita diversificar y ampliar sus medios de financiación.
Esto reduce sus actividades a ámbitos que no consiguen atraer a grupos de mujeres con otros perfiles, por
lo que no es previsible que la situación se modifique. Al no reflejar en sus estatutos la lucha por la igualdad
de género como objetivo, quedan fuera también del acceso a las subvenciones del Plan Estratégico de la
Diputación de Cáceres para actuaciones en materia de igualdad.
Tiene su causa en estas carencias la dependencia que las asociaciones muestran en relación con el personal
técnico (de oficinas de igualdad, de agencias de desarrollo local, o de otro tipo de entidades con implanta-
ción en el ámbito rural). Esta dependencia es percibida como una dificultad que ni el personal técnico ni las
propias asociaciones consiguen resolver, y constituye una situación con la que ninguna de las dos partes
parece estar conforme.
6. V Plan de Juventud de Extremadura (2013 -2016)
http://juventudextremadura.gobex.es/filescms/web/uploaded_files/Plan_de_juventud/V_PLAN_JUVENTUD_x2x.pdf Página 35.
7. Conviene aclarar que la denominación “colectivo” en dicho documento abarca a las mujeres y a las personas jóvenes.
8 Libro Blanco de la Juventud en España (2020)
http://www.youthpolicy.org/national/Spain_2012_Draft_Youth_Policy_White_Paper.pdf Página 55.
Se apunta, por parte del personal técnico de las entidades del territorio la necesidad de una renovación de
las juntas directivas de las asociaciones. Esta necesidad también es manifestada por las propias presidentas
y directivas, pero denuncian que no existe posibilidad de relevo, ya que son muy pocas las mujeres, jóvenes
y menos jóvenes, que estarían dispuestas a aceptar esas responsabilidades.
Las asociaciones y otras organizaciones de mujeres han sido desde hace tiempo reconocidas como cola-
boradoras naturales e imprescindibles para el desarrollo de las políticas y estrategias a favor de la igualdad,
por toda la literatura sobre el mainstreaming de género y el desarrollo de la igualdad de oportunidades entre
mujeres y hombres, y por todas las personas expertas en la materia. Sin embargo, a juzgar por los resultados
de esta investigación, las asociaciones de las zonas de actuación del proyecto Mujeres Activas no se ajustan
a este papel, no están cumpliendo la función de transmitir a las instancias de toma de decisiones las necesi-
dades e intereses de las mujeres, ni la de asesoramiento a los gobiernos locales, ni la de catalizadoras de las
reivindicaciones a favor de una mayor igualdad entre mujeres y hombres. Se pierde así el enorme potencial
que suponen por estar presentes en todo el territorio, e incluso en las localidades de menor tamaño, y por
constituir un potencial eje vertebrador de las estrategias a favor de la igualdad en el ámbito local.
5
Propuestas
4. Propuestas
Con el fin de abordar las dificultades expuestas en párrafos anteriores enunciamos algunas propuestas
que, a la vista del análisis de la cuestión en los territorios de actuación del proyecto Mujeres Activas, contri-
buirían a activar la participación de las mujeres en el desarrollo de la igualdad de oportunidades en dichos
territorios.
Queremos señalar que, si bien este proyecto se ha ceñido a unas zonas muy concretas de la provincia de
Cáceres, otras experiencias, propias y de otras entidades, indican que la situación y el perfil de las asocia-
ciones de mujeres no es muy distinta en otras zonas rurales de la provincia de Cáceres y de Extremadura en
general, por lo que las propuestas que a continuación planteamos podrían aplicarse en otros territorios, con
las matizaciones que fueran oportunas.
Retomar las actividades de sensibilización, divulgación y formación a las asociaciones de mujeres
Se han hecho grandes esfuerzos a lo largo del desarrollo de las políticas de igualdad en Extremadura
en sensibilizar a las mujeres y a las asociaciones sobre las desigualdades que sufren las mujeres como
grupo social, en hacerles visibles esas desigualdades y en formarlas para participar y ser protagonistas
del cambio hacia una igualdad real. Sin embargo esos esfuerzos, o no han dado los frutos esperados,
o éstos se han diluido en la llamada “apariencia de igualdad”. A la vista de los resultados del proyecto
Mujeres Activas, se hace necesario continuar desarrollando este tipo de actividades, con estas desti-
natarias. Es posible abordar estos aspectos mediante otras metodologías o bajo otras modalidades de
actividad, como ha sido el caso de los cine fórum en este proyecto, o como pueden ser las tertulias, el
debate y análisis de historias de vida, o incluyéndolos en otras actividades relacionadas con las temáti-
cas que más parecen interesar hoy día a las mujeres de las asociaciones.
Dar a conocer ampliamente a las asociaciones de mujeres los planteamientos, objetivos y conte-nidos de los planes de igualdad vigentes, así como de otras líneas de apoyo a las actividades en materia de igualdad
Las mujeres participantes en las actividades de recogida de información manifestaron no conocer planes
o programas específicos para la promoción de la igualdad que estuvieran desarrollándose en la actua-
lidad. No conocen, en concreto, el Plan para la Igualdad de las Mujeres de Extremadura (2013 – 2016).
La mayor parte tampoco conoce la línea de subvenciones para actividades en materia de igualdad
del Plan Estratégico de Subvenciones de la Diputación de Cáceres. Sería oportuno que las entidades y
organismos gestores de estos y otros programas a favor de la igualdad de mujeres y hombres, llevaran
a cabo campañas de difusión de los mismos, dando a conocer sus planteamientos, objetivos y conte-
nidos y planteándolos como marco de actuaciones para las que las asociaciones de mujeres podrían
obtener el apoyo y la financiación de los organismos y recursos para la igualdad.
Continuar prestando apoyo y asesoramiento técnico a las asociaciones para el acceso a recursos
y para la gestión de sus actividades
Que las asociaciones de mujeres actualmente no cuentan con una capacitación técnica que les permita
ser autónomas en el acceso a recursos y para la gestión de sus actividades, y que esto las coloca en
una posición de fuerte dependencia respecto al personal técnico de mancomunidades, ayuntamientos,
u otras entidades que aperan en el territorio, es un hecho reconocido, tanto por este personal como por
las propias asociaciones. No es previsible que la capacitación de las asociaciones vaya a mejorar a
corto plazo, y tampoco parece que la solución esté en la desaparición de ese apoyo, ya que significaría
dejar de atender una demanda de un grupo amplio de población, y por otro lado, se trata de una opción
que no entra dentro de las expectativas ni de la voluntad del personal técnico.
La propuesta en este caso es que se continúe prestando a las asociaciones apoyo y asesoramiento por
parte del personal técnico, pero incluyendo un componente formativo y de capacitación progresiva para
la gestión y diversificación de sus actividades, así como para la diversificación de fuentes de financia-
ción, proporcionándoles orientación y apoyo técnico para el acceso a líneas de ayudas y subvenciones
para actividades que sean diferentes a las áreas y organismos de igualdad.
Continuar el esfuerzo realizado en la formación a los equipos técnicos y políticos sobre la integra-
ción del enfoque de género en planes, programas y proyectos
El desarrollo de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres pasa por la inclusión de las nece-
sidades, intereses y expectativas de las mujeres en las políticas y en las estrategias de desarrollo, pero
sin una visión de las mujeres sobre las prioridades de intervención a nivel local relacionadas con sus ne-
cesidades básicas y estratégicas tampoco se llegará a un desarrollo local justo y sostenible, ya que las
mujeres seguirán abandonando las áreas rurales, en busca de mejores oportunidades y expectativas.
Es preciso, por tanto, continuar y profundizar en el esfuerzo realizado por formar al personal político y
técnico sobre la integración del enfoque de género en planes, programas y proyectos.
Colaboración entre áreas para atraer a otros perfiles de mujeres a la lucha a favor de la igualdad
Como se ha indicado en apartados anteriores, las asociaciones de mujeres no se muestran capaces de
atraer a las mujeres más jóvenes, ya que éstas no se identifican con los valores e intereses que encarnan
las asociaciones.
Parece claro, además, que las mujeres con perfiles diferentes al perfil medio de las mujeres que perte-
necen a las asociaciones, se agrupan alrededor de otros intereses y muchas veces lo hacen de manera
informal: el senderismo y la práctica de otros deportes, el teatro, la educación de hijas e hijos, incluso la
formación y la búsqueda de empleo son catalizadores de los intereses y motivaciones de mujeres, muchas
de las cuales (y no las más jóvenes, por cierto) están vinculadas también a las asociaciones de mujeres.
La propuesta no es favorecer la incorporación de mujeres de otros perfiles a las asociaciones actuales,
sino la promoción y consolidación de esos grupos, y su atracción hacia la lucha a favor de la igualdad.
Para ello se propone establecer líneas permanentes de colaboración entre las áreas o programas de
igualdad de mancomunidades y ayuntamientos, y otros programas que se estén desarrollando: pro-
gramas de dinamización deportiva, tecnológica, cultural, de ocio activo, con los programas de familia,
AMPAS y con los servicios sociales y sanitarios para el desarrollo de actividades conjuntas de sen-
sibilización, divulgación y formación en materia de igualdad, ligados siempre a los contenidos de las
diferentes áreas, o inclusión de objetivos y contenidos relacionados con la igualdad en las diferentes
actividades de estas áreas o programas.
Las propuestas recogidas en este apartado tratan de dar respuesta exclusivamente a las dificultades identifi-
cadas en el marco del proyecto Mujeres Activas. Queremos señalar, para terminar, que en lo relativo al análi-
sis realizado, el proyecto se planteaba como objetivo actualizar el análisis sobre el grado de activación de las asociaciones de mujeres en relación con la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, y
extraer algunas propuestas y orientaciones al respecto. En este sentido cabe preguntarse si la apuesta debe
dirigirse a “recuperar” a las asociaciones de mujeres como recurso y como “activo” en la lucha por la igual-
dad, a costa de un cambio significativo en sus escalas de prioridades, o si es preferible optar por apoyarlas
sólo cuando cumplan ese papel, ya que los recursos para la igualdad deben dirigirse a lograr la igualdad,
y no a otros fines. Las propuestas aquí recogidas se vinculan más a la apuesta por recuperar a estas aso-
ciaciones y mejorar su contribución al desarrollo de la igualdad de género en el ámbito local. En caso de
abordarse, esta recuperación será un proceso lento del que no se podrán esperar resultados a corto plazo.
Fin
anci
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