preparación excelente.
Iniciamos con un mensaje
de Magdalena González,
nuestra responsable
general, en un breve
video de bienvenida y apoyo
muy cordial y estimulador.
Lucía Herrerías, Presidenta
de la FMVD, mandó también
su mensaje de apoyo y
saludos.
Es la primera vez que
en la Fraternidad Misionera
V e r b u m D e i n o s
atrevemos a convocar un
encuentro de formación
permanente con este título
y contenido.
Formación permanente de
tercera edad. La belleza
del atardecer.
¿A quiénes va dirigido?
A las misioneras mayores
de 65 años y las misioneras
que no hayan alcanzado
esta edad y estén
interesadas por el tema.
¿Cómo surgió esta
novedosa reunión?
Pilar Fiol, Juana Crespí e
Isabel Fornari nos fueron
guiando bajo la luz del
Espíritu Santo, con una
gran dosis de ilusión,
entrega detallista y
El sentir común era
encontrarnos, acercarnos,
hablar de la tercera edad
sin tabúes, sin miedos, con
un sano y constructivo
realismo. Dispuestas a
escucharnos y ayudarnos
más que nunca en esta
etapa de más fragilidad.
Y sobre todo valorar
esa tercera etapa de la
vida como recapitu-
lación y culminación de
toda la vida, con todo
el peso de sabiduría, de
experiencias fraternas,
convividas desde la
Misericordia de Dios.
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Formación Permanente de Tercera Edad
Belleza, Realismo y Desafíos
La Belleza del Atardecer 2 7 A B R I L – 1 M A Y O 2 0 1 8 S I E T E A G U A S , V A L . E S P A Ñ A
T E M Á T I C A
Isabel Fornari intro-
dujo en la temática
con su exposición
titulada La belleza del
atardecer, como una
historia de Amor desde
el horizonte bíblico.
Anita Moranta,
Paquita Reynés y Pilar
Lozano ofrecieron sus
propias experiencias.
L a b e l l e z a d e l
a t a r d e c e r c o m o
desafío. Juana Crespí
habló del proceso de
envejecer y Lola Serna,
compartió acerca de
cómo afrontar los
desafíos de la tercera
edad.
L a b e l l e z a d e l
atardecer con sabor a
santidad. Pilar Fiol
departió acerca de la
espiritualidad que
p u e d e c o n v e r t i r
nuestra vejez en un
bello atardecer.
Margarita Llauger
regaló su valiosa y
e x p e r i e n c i a l
i n t e r v e n c i ó n
Espiritualidad Verbum
Dei en la tercera edad.
El último día lo dedicamos a una
plenaria en la cual, con la
aportación de todas, recogimos
unas líneas directrices para vivir
nuestra tercera edad de manera
dinámica, creativa y gozosa
como Misioneras Verbum Dei.
Inma Ochoa y Malena nos
sorprendieron con momentos
amenos y divertidos, interactivos
y participativos y Pedro Salazar,
Misionero y sacerdote, nos
celebró las eucaristías con
homilías en sintonía con la
temática del día.
María Forteza
Las jornadas transcurrieron gozosa-
mente con tiempos de oración y
reflexión personal, a partir de las
pautas de oración y los temas de
cada día. Con charlas bien
ensartadas y un compartir fraterno
en pequeños grupos.
¿Dónde está la belleza de la
tercera edad que el mundo
desconoce y trata de rechazar,
esconder, o superar con un
montón de alternativas a la car-
ta: cirugías, cosmética, moda
joven, máster, tecnologías…?
Con espacios lúdicos dedicados a disfrutar de nuestra creatividad. En
las plenarias pudimos escuchar la voz de todas con sus aportaciones
Interpelantes y enriquecedoras. Predicaron pautas de la mañana:
Margarita Ramis. María Magdalena Aguiló. Maricarmen Romero y
María Forteza.
Desde el inicio Pilar Fiol nos situó en los
objetivos marcados: ¿Cómo queremos
envejecer y vivir esta etapa como misioneras
Verbum Dei? Formarnos y enriquecernos
mutuamente y tomar conciencia como Rama
y a nivel personal, abriendo camino a las
nuevas generaciones.
Estuvimos presentes las “viejas
glorias” de los 80 años, 70, 60,
50, 40… Ana Miguel, la mayor
con sus 88 años y así siguiendo
hasta la más joven, Belén Torres.
En total 25 participantes.
Con mucha sencillez, sentido
común y con conciencia de que
el cierre de nuestro atardecer
nos abre la puerta al amanecer
definitivo, al amanecer glorioso,
nuestra dimensión definitiva con
sabor a Cristo Resucitado y a
resucitados con Cristo.
Participantes Variadas
Damos gracias a todos los
que nos ayudaron a vivir estos días
fraternos. Gracias, Familia del Cielo y
Mamá María, por haber sembrado
en nuestros corazones el deseo de
abrir camino en esta etapa del
atardecer con la Belleza Eterna.
María Forteza