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Perspectiva de gneroA partir de los aos cincuenta durante el cual apareci el trmino la palabra gnero empez a usarse para referirse a ambos sexos: masculino y femenino. No se vea diferencia alguna entre este trmino y la palabra sexo. A medida que ha pasado el tiempo, han aparecido ciertas definiciones ms especficas.Un posible concepto sera considerar al gnero como una construccin social elaborada en base a las diferencias de sexo[footnoteRef:1], es decir un sexo socialmente construido. A la vez podemos considerar al gnero como la asignacin de roles e identidades diferentes por ambos sexos. [1: El Estado contra los Derechos. Pena de muerte, violencia de gnero y autoamnista en la jurisprudencia supranacional. Edgar Carpio Marcos. Ed. Palestra.]

Desde entonces el trmino "gnero" ha ido introducindose gradualmente en todos los mbitos, aunque a pesar de la cantidad de definiciones todava no se ha llegado a un concepto unificado.Uno de los autores que hizo ms nfasis en la perspectiva de gnero fue el ingls John Stuart Mill (1806 - 1873), quien critic la imagen preestablecida de la mujer en su tiempo. Mill describe que las expectativas de una mujer durante su vida correspondan al lugar donde la sociedad la relegaba: la mujer media era analfabeta y no posea instruccin de ningn tipo, solamente instruida en el estereotipo de la pureza y la honradez[footnoteRef:2]. Ambas cualidades eran explotadas directamente en las mujeres pues de ello dependan el honor familiar y sus posibilidades para el futuro lase un marido. Mill culpa a esa construccin de gnero por la subordinacin y como l lo dice, sometimiento del gnero femenino. [2: El sometimiento de las mujeres. John Stuart Mill.]

Mill resume el problema del sometimiento de la mujer en tres ejes principales: la perspectiva de gnero construida por la sociedad, la deficiente educacin y el matrimonio. Estos elementos son los que determinan ese ideal en el que la mujer debe convertirse. Algunos creen dice Mill - que las mujeres no se quejan, y de buen grado se someten; si bien la verdad es muy diferente, pues millones de ellas alimentan en silencio aspiraciones de libertad y justicia, y ms habra an si la queja, por tener color de protesta, no acarrease el aumento de los malos tratamientos[footnoteRef:3] [3: La esclavitud femenina. John Stuart Mill.]

John Stuart Mill no solo enuncia los efectos negativos de este modelo en las mujeres, sino tambin en el mismo gnero masculino. La sujecin de la mujer sumada a su incapacidad de desligarse de esa situacin acaba produciendo hombres arrogantes, de tendencia desptica e infantil. Al verse cada vez ms frustrados por su entorno, desahogarn sus impulsos en las esposas que los esperan en casa. Curiosamente aqu ve Mill el origen del maltrato femenino: Con los dems hombres, sus iguales en derecho, reprimirn la impertinencia, porque temern que les manden, y con razn, a paseo; ya se desquitarn con las mujeres, cuya posicin las obliga a tolerarles, y se vengarn sobre una desgraciada esposa de la represin y moderacin que se impusieron a cada instante fuera de casa[footnoteRef:4] [4: La esclavitud femenina. John Stuart Mill.]

La perspectiva de gnero tambin es aplicable a otros campos. Podemos tomar por ejemplo a los Derechos Humanos: esta disciplina ha ido constituyndose desde una perspectiva aparentemente neutral, cuando en realidad en la mayor parte de tratados y convenciones no incluy en su diseo la perspectiva diferenciada de gnero (androcentrismo de los Derechos Humanos). Sin embargo es evidente que las violaciones de derechos humanos afectan a ambos gneros de forma distinta, incluso al gnero femenino solo por el hecho de serlo. Esta situacin es ms grave si reconocemos que las mujeres no poseen el mismo acceso a la justicia, prestndole poca atencin a sus casos. Al aplicar la perspectiva de gnero podemos ejercer una proteccin ms efectiva de las personas y una mejor comprensin de las situaciones reales de hombres y mujeres, resultando en una visin innovadora del derecho.Al hablar de un anlisis de las perspectivas de gnero, se quiere cuestionar los principios tradicionales que asignan determinados espacios a unos y a otros como la brecha entre trabajo productivo versus reproductivo. El objetivo es reconocer la equidad en trminos ms all de lo formal, ya que No existe an un claro reconocimiento o comprensin de que la perspectiva de gnero es una dimensin importante en la definicin de la naturaleza sustantiva de los derechos.[footnoteRef:5] [5: El Estado contra los Derechos. Pena de muerte, violencia de gnero y autoamnista en la jurisprudencia supranacional. Edgar Carpio Marcos. Ed. Palestra.]

Otros autores han hecho hincapi en una relacin igualitaria entre el gnero femenino y masculino. Una de stos es la francesa Simone de Beavuoir, quien en su obra El segundo sexo ) afirma categricamente que ni la biologa, la psicologa, o el materialismo histrico definen el destino de la mujer, determinndola a ser relegada ante el varn. Esta autora no se limita a poner en prctica los derechos humanos elementales aplicados de facto y a la mujer en materia de empleo, igual correspondencia salario por su propio trabajo, derecho a participacin plena en el poder y en la toma de decisiones, e igualdad de educacin. Para Beauvoir la mujer es un ser humano con la misma dignidad y derechos que el hombre, lo cual debe conducirlos a tratarse con mutuo respeto. En sus propias palabras, en los dos sexos se desarrolla el mismo drama de la carne y el espritu, de la finitud y la trascendencia; a ambos les roe el tiempo, los acecha la muerte; ambos tienen la misma necesidad esencial uno del otro; y pueden extraer de su libertad la misma gloria; si supiesen saborearla, no sentiran la tentacin de disputarse falaces privilegios; y entonces podra nacer la fraternidad entre ellos.[footnoteRef:6] [6: El segundo sexo. Simone de Beauvoir.]


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