i
“RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN QUÍMICA,
ORGÁNICA Y QUÍMICA-ORGÁNICA EN PRADERAS DE
ALFALFA (Medicago sativa L.), EN LA COMUNIDAD DE
COCHAPAMBA DE LA PARROQUIA TENTA DEL
CANTÓN SARAGURO DE LA PROVINCIA DE LOJA”
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA ÁREA AGROPECUARIA Y DE RECURSOS NATURALES RENOVABLES
CARRERA DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA
Tesis de Grado previa a la obtención del título de Médico Veterinario Zootecnista.
AUTOR:
Luis Salvador Japón Gualán
DIRECTOR:
Dr. Efrén Alcívar Sánchez Sánchez, Mg. Sc
LOJA – ECUADOR
2012
ii
“RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN QUÍMICA, ORGÁNICA
Y QUÍMICA-ORGÁNICA EN PRADERAS DE ALFALFA
(Medicago sativa L.), EN LA COMUNIDAD DE
COCHAPAMBA DE LA PARROQUIA TENTA DEL CANTÓN
SARAGURO DE LA PROVINCIA DE LOJA”
Tesis presentada al Tribunal del Grado como requisito previa a la
obtención del título de:
MÉDICO VETERINARIO ZOOTECNISTA
APROBADA:
Dr. Juan Alberto Parra Ch., Mg.Sc
PRESIDENTE DEL TRIBUNAL
……………………………………
Dr. Vicente Cevallos C., Mg. Sc
MIEMBRO DEL TRIBUNAL
……………………………………
Dr. Alfonso Saraguro M., Mg. Sc
MIEMBRO DEL TRIBUNAL ……………………………………
iii
CERTIFICACIÓN
Dr. Efrén Alcívar Sánchez Sánchez, Mg. Sc.
DIRECTOR DE TESIS
CERTIFICA:
Que el presente trabajo de investigación titulado, “RESPUESTA A LA
FERTILIZACIÓN QUÍMICA, ORGÁNICA Y QUÍMICA-ORGÁNICA EN
PRADERAS DE ALFALFA (Medicago sativa L.), EN LA COMUNIDAD
DE COCHAPAMBA DE LA PARROQUIA TENTA DEL CANTÓN
SARAGURO DE LA PROVINCIA DE LOJA”, realizado por el egresado,
LUIS SALVADOR JAPÓN GUALÁN previo a la obtención del Título de
MÉDICO VETERINARIO ZOOTECNISTA, ha sido revisado y se autoriza
su presentación final para la calificación correspondiente.
Loja, octubre del 2012
………………………………………………….……
Dr. Efrén A. Sánchez S. Mg. Sc.
DIRECTOR
iv
AUTORÍA
Los resultados, discusión y conceptos emitidos en el desarrollo del
presente trabajo de investigación son de absoluta responsabilidad de su
autor.
………………………………… Luis Salvador Japón Gualán
TESISTA
v
AGRADECIMIENTO
Al término de esta investigación, doy mi más sincero agradecimiento a la
Universidad Nacional de Loja, a la carrera de Medicina Veterinaria y
Zootecnia y al Laboratorio de Bromatología, por haberme permitido llegar
con éxito a la culminación de este trabajo.
De manera muy especial al Dr. Efrén Sánchez, Mg. Sc, director de mi
tesis, y al Dr. Hermógenes Chamba, en calidad de asesor, quienes
prestaron su valioso aporte y apoyo desinteresado para el desarrollo de la
presente investigación.
A todos los docentes de la Carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnia y
compañeros que supieron apoyarme siempre durante mi formación
universitaria.
Además mi gratitud de corazón a mis familiares quienes me dieron el
valor, el apoyo moral y económico, para seguir en el sendero de la
sabiduría, para cumplir mi meta de obtener el título de Médico Veterinario
y Zootecnista.
EL AUTOR
vi
DEDICATORIA
Este trabajo primeramente lo dedico a mi querida esposa Zoila Victoria
Morocho a mis hijos Andrés, Katina, Samay y Nhataly, a mis padres,
María Isabel Gualán y Ángel Polivio Japón, hermanos, abuelitos y tíos,
por haberme brindado todo el apoyo de manera incondicional, moral y
económico lo cual permitió que yo cumpla con uno de mis sueños.
Luis Salvador
vii
ÍNDICE GENERAL
CONTENIDOS Pág.
PORTADA i
APROBACIÓN ii
CERTIFICACIÓN iii
AUTORÍA iv
AGRADECIMIENTO v
DEDICATORIA vi
ÍNDICE GENERAL vii
ÍNDICE DE CUADROS xi
ÍNDICE DE FIGURAS xii
RESUMEN xiii
1. INTRODUCCIÓN 1
2. REVISIÓN DE LITERATURA 3
2.1 EL CULTIVO DE LA ALFALFA 3
2.1.1 Origen 3
2.1.2 Botánica 3
2.1.3 Importancia Económica y Distribución Geográfica 4
2.2 REQUERIMIENTOS DEL CULTIVO 4
2.2.1 Exigencias de Agua 4
2.2.2 Exigencias de Suelo 5
2.2.3 Requerimientos Edafoclimáticos 6
2.2.3.1 Radiación solar 6
2.2.3.2 Temperatura 6
2.2.3.3 Salinidad 7
2.2.3.4 Tipo de suelo 7
2.3 PARTICULARIDADES DEL CULTIVO 7
viii
2.3.1 Preparación del Terreno 7
2.3.2 Siembra 8
2.4 CARACTERÍSTICAS DEL CRECIMIENTO 9
2.4.1 Crecimiento de las Plantas 9
2.5 FERTILIZACIÓN 11
2.5.1 Fertilización Orgánica 11
2.5.1.1 Aplicación de abonos orgánicos 12
2.5.2 Fertilización Química 13
2.5.2.1 Aplicación de fertilizantes químicos 13
2.5.2.2 Enmiendas calizas 20
2.6 RIEGO 21
2.7 CONTROL DE MALEZAS 21
2.7.1 Tratamientos de Presiembra 22
2.7.2 Tratamientos de Post-emergencia durante el Primer Año de
Cultivo 22
2.7.3 Tratamientos en Alfalfares ya Establecidos 22
2.8 CALIDAD DEL FORRAJE 23
2.8.1 Variación de la calidad 24
2.9 SIEGA O PASTOREO 25
2.9.1 Frecuencia del Corte 25
2.9.2 Altura de Corte 26
2.9.3 Momento Adecuado para Corte o Pastoreo 26
2.10 PRINCIPALES ENFERMEDADES DE LA ALFALFA 27
2.10.1 Enfermedades del Sistema Vascular 29
2.10.1.1 Fitóftora 29
2.10.1.2 Corchosis y complejo de podredumbre de corona y
raíces 29
2.10.1.3 Antracnosis 30
2.10.1.4 Fusariosis 31
2.10.2 Enfermedades Foliares 31
2.11 APROVECHAMIENTO DE LA ALFALFA 32
ix
2.11.1 En verde 32
2.12 TRABAJOS REALIZADOS EN ALFALFA 32
3. MATERIALES Y MÉTODOS 35
3.1 MATERIALES 35
3.1.1 De Campo 35
3.1.2 De Oficina 35
3.2 MÉTODOS 36
3.2.1 Ubicación del Ensayo 36
3.2.2 Adecuación y Características de las Parcelas 36
3.2.3 Especificaciones del Ensayo 37
3.2.4 Descripción de las Unidades Experimentales 37
3.2.5 Descripción del Experimento 37
3.2.5.1 Duración del trabajo 37
3.2.5.2 Preparación del terreno 37
3.2.5.3 Siembra 38
3.2.5.4 Control de malezas 38
3.2.5.5 Fertilización 38
3.2.5.6 Riego 38
3.2.6 Manejo de Parcelas 39
3.2.7 Tratamientos 39
3.2.8 Mapa de Campo, Bloques, Parcelas y Sorteo de
Tratamientos 39
3.2.9 Fertilización 40
3.2.9.1 Fertilización química 40
3.2.9.2 Fertilización orgánica 40
3.2.9.3 Fertilización química-orgánica 40
3.2.9.4 Testigo 41
3.2.10 Variables en Estudio 41
3.2.11 Toma y Registro de Datos 41
3.2.11.1 Producción de biomasa 41
x
3.2.11.2 Capacidad receptiva 41
3.2.11.3 Valor nutritivo del forraje 42
3.2.11.4 Crecimiento de la alfalfa 42
3.2.12 Diseño Experimental 43
3.2.13 Análisis Estadístico 43
4. RESULTADOS 44
4.1 PRODUCCIÓN DE BIOMASA (Kg/m2) 44
4.2 CAPACIDAD RECEPTIVA (UBA/ha) 45
4.3 VALOR NUTRITIVO DE LA ALFALFA 46
4.3.1 Porcentaje de Proteína de la Alfalfa 46
4.3.2 Porcentaje de Fibra de la Alfalfa 48
4.3.3 Porcentaje de Humedad de la Alfalfa 49
4.4 CRECIMIENTO DE LA ALFALFA (ALTURA EN
CENTÍMETROS) 51
4.4.1 Altura de las Plantas de Alfalfa a los 15 días 51
4.4.2 Altura de las Plantas de Alfalfa a los 30 días 52
4.4.3 Altura de las Plantas de Alfalfa a los 45 días 54
4.4.4 Altura Promedio de las Plantas de Alfalfa en los tres Cortes 55
5. DISCUSIÓN 57
5.1 PRODUCCIÓN DE BIOMASA (Kg/m2) Y (ton/ha) 57
5.2 CAPACIDAD RECEPTIVA (UBA/ha) 57
5.3 VALOR NUTRITIVO DE LA ALFALFA 58
5.4 CRECIMIENTO DE LA ALFALFA (ALTURA EN
CENTÍMETROS) 58
6. CONCLUSIONES 60
7. RECOMENDACIONES 61
8. BIBLIOGRAFÍA 62
9. ANEXOS 65
xi
ÍNDICE DE CUADROS
CUADROS Pág.
Cuadro 1. Valor como abono de la gallinaza. 12
Cuadro 2. Parámetros de calidad de alfalfa variedad Salinera
según el estado fenológico (valores máx. y mín.
promedio). 25
Cuadro 3. Fertilizantes utilizados en el ensayo. 40
Cuadro 4. Producción de biomasa (Kg/m2) de la alfalfa por corte. 44
Cuadro 5. Capacidad receptiva (UBA/ha) de la alfalfa por corte. 45
Cuadro 6. Porcentaje de proteína de la alfalfa por corte en base
a materia seca. 47
Cuadro 7. Porcentaje de fibra de la alfalfa por corte en base a
materia seca. 48
Cuadro 8. Porcentaje de humedad de la alfalfa por corte. 50
Cuadro 9. Altura de las plantas a los 15 días en los diferentes
cortes (cm). 51
Cuadro 10. Altura de las plantas a los 30 días en los diferentes
cortes (cm). 53
Cuadro 11. Altura de las plantas a los 45 días en los diferentes
cortes (cm). 54
Cuadro 12. Altura promedio de las plantas de alfalfa en los tres
cortes en las diferentes edades. 55
xii
ÍNDICE DE FIGURAS
FIGURAS Pág.
Figura 1. Yemas de corona, yemas axilares, tallos de corona y
tallos axilares 9
Figura 2. Evolución de los niveles de carbohidratos de reserva
en la raíz de alfalfa 10
Figura 3. Evolución de los componentes del forraje de alfalfa
en relación a los estados de madurez 24
Figura 4. Evaluación de la producción de biomasa en Kg/m2
por tratamientos. 44
Figura 5. Evaluación de la capacidad receptiva (UBA/ha) por
tratamientos. 46
Figura 6. Porcentaje de proteína bruta (PB) por tratamientos. 47
Figura 7. Porcentaje de fibra por tratamientos. 49
Figura 8. Porcentaje de humedad por tratamientos. 50
Figura 9. Evaluación de la altura en centímetros de las plantas
de alfalfa a los 15 días por tratamiento. 52
Figura 10. Evaluación de la altura en centímetros de las plantas
de alfalfa a los 30 días por tratamiento. 53
Figura 11. Evaluación de la altura en centímetros de las plantas
de alfalfa a los 45 días por tratamiento. 55
Figura 12. Evaluación de la altura en centímetros promedio de
las plantas de alfalfa de acuerdo a la edad 56
xiii
RESUMEN El presente trabajo de investigación se realizó en el comunidad de
Cochapamba perteneciente a la parroquia Tenta del cantón Saraguro,
provincia de Loja cuya temperatura promedio es de 13 ºC, con una
precipitación anual de 750 mm/año; con una altitud de 2550 m.s.n.m.;
humedad relativa 82% y una formación ecológica de bosque seco
montano bajo (Bs Mb). Los objetivos fueron evaluar la respuesta a la
fertilización química, orgánica y química-orgánica en praderas de alfalfa
(Medicago sativa L.); determinar la eficiencia de la fertilización en la
producción de biomasa del cultivo de la alfalfa; calcular la capacidad
receptiva de las parcelas de alfalfa, realizar la valoración nutritiva de la
alfalfa y evaluar el crecimiento de las plantas.
Las variables que se analizaron fueron: Producción de biomasa (kg/m2) y
(ton/ha), capacidad receptiva (UBA/ha), valor nutritivo del forraje,
Crecimiento del forraje (cm). El diseño que se aplicó fue el de “bloques al
azar” con cuatro tratamientos y tres repeticiones. Los tratamientos fueron:
F. química, F. orgánica, F. química-orgánica y un Testigo.
La fertilización química-orgánica fue superior al resto de tratamientos
llegando a 3,80 Kg/m2 en producción de biomasa y 65 cm de altura. Se
detectó que el valor de F3,6, condujo a un p valor igual a 0, por lo que se
rechazó la hipótesis nula concluyendo que existen diferencias
significativas en la producción media de biomasa en al menos dos de las
distintas fertilizaciones. En el análisis bromatológico los cuatro
tratamientos no tuvieron diferencia estadística. Se demostró que la
fertilización en los cultivos de alfalfa solo es necesaria para aumentar la
producción de biomasa, ya que no incide en el porcentaje de proteína.
xiv
SUMMARY
The present investigation work was carried out in the community of
Cochapamba belonging to the parish Tenta of the Saraguro, county of
Loja whose temperature average is of 13 ºC, with an annual precipitation
of 750 mm/año; with an altitude of 2550 m.s.n.m.; humidity relative 82%
and an ecological formation of forest dry low montano (Bs Mb). The
objectives went to evaluate the answer to the chemical, organic and
chemistry-organic fertilization in alfalfa prairies (Medicago sativa L.); to
determine the efficiency of the fertilization in the production of biomass of
the cultivation of the alfalfa; to calculate the receptive capacity of the
medic parcels, to carry out the nutritious valuation of the alfalfa and to
evaluate the growth of the plants.
The variables that were analyzed were: Production of biomass (kg/m2) and
(ton/ha), receptive capacity (UBA/ha), nutritious value of the forage,
Growth of the forage (cm). The design that was applied was the one of
“blocks at random” with four treatments and three repetitions. The
treatments were: F. chemistry, organic F., chemistry-organic F. and a
Control.
The chemistry-organic fertilization went superior to the rest of treatments
arriving to 3,80 Kg/m2 in production of biomass and 65 cm of height. It was
detected that the value of F3,6, led to a p value similar to 0, for what the
null hypothesis was rejected concluding that significant differences exist in
the half production of biomass in at least two of the different fertilizations.
In the analysis the four treatments didn't have difference statistic. It was
demonstrated that the fertilization in the alone alfalfa cultivations is
necessary to increase the production of biomass, since it doesn't impact in
the protein percentage.
1
1. INTRODUCCIÓN
Los cultivos forrajeros incluida la alfalfa (Medicago sativa L.) son
importantes para la alimentación del ganado y es uno de los más
importantes en el Ecuador y en el mundo.
La alfalfa tiene ventajas que sobresalen sobre otros forrajes, como alto
rendimiento y contenido de proteína, vitaminas, minerales y bajo
porcentaje de fibra, por lo que se considera adecuada para la producción
de leche; además ayuda a enriquecer el suelo, por la capacidad que tiene
de fijar nitrógeno atmosférico en asociación con bacterias del género
Rhizobium. Se considera como un cultivo que ayuda a mejorar la calidad
y conservación de los suelos. Con un manejo adecuado un alfalfar
debería mantener un buen nivel de producción hasta los seis o más años.
El uso que se le puede dar a un cultivo de alfalfa no está restringido a
forraje en verde para consumo directo de ganado vacuno, ovino o de
pequeñas especies, sino que las pacas (fardos, bultos, en Materia Seca)
de alfalfa, mantienen su valor nutritivo, se pueden almacenar y son
fácilmente comerciales. De este modo es una gran alternativa de
producción para pequeños o grandes agricultores o ganaderos.
En la fertilización, lo ideal es reponer al suelo todos los nutrientes que
extraen las plantas, pero dada la actual situación económica del sector no
es posible. Con el diagnóstico de fertilización como herramienta a través
de un análisis completo de laboratorio de todos los elementos disponibles
del suelo, unida a la historia de las lluvias caídas en el año se puede
llegar a hacer un diagnóstico bastante certero de la cantidad de nutrientes
a aplicar en el suelo.
La fertilización debe apoyarse con el análisis del suelo, ya que el
diagnóstico de los elementos del suelo contribuye a conocer la
2
deficiencias nutricionales que tiene el suelo para el cultivo de la alfalfa,
además conlleva a realizar labores de enmendadura del suelo con la
finalidad de evitar problemas en el cultivar de la alfalfa.
En vista de ello el presente proyecto de investigación dá a conocer las
características, ventajas y desventajas de la aplicación de los fertilizantes
químicos, orgánicos y químico-orgánicos al cultivo de la alfalfa, datos que
sirvieron para mejorar el rendimiento de dicho cultivo y por ende en la
producción de especies menores, ganado de leche o comercialización del
cultivo en sí.
Para el efecto se plantearon los siguientes objetivos:
Evaluar la respuesta a la fertilización química, orgánica y química-
orgánica en praderas de alfalfa (Medicago sativa L.)
Determinar la eficiencia de la fertilización en la producción de biomasa
del cultivo de la alfalfa.
Calcular la capacidad receptiva de las parcelas de alfalfa.
Realizar la valoración nutritiva de la alfalfa.
Evaluar el crecimiento de las plantas.
3
2. REVISIÓN DE LITERATURA
2.1 EL CULTIVO DE LA ALFALFA
2.1.1 Origen
La alfalfa tiene su área de origen en Asia Menor y Sur del Caúcaso,
abarcando países como Turquía, Irak, Irán, Siria, Afganistán y Pakistán.
Los persas introdujeron la alfalfa en Grecia y de ahí pasó a Italia en el
siglo IV a.c. La gran difusión de su cultivo fue llevada a cabo por los
árabes a través del norte de África, llegando a España donde se extendió
a toda Europa (Baldrich, 2000).
2.1.2 Botánica
La alfalfa pertenece a la familia de las leguminosas, cuyo nombre
científico es Medicago sativa L. Se trata de una planta perenne, vivaz y de
porte erecto. Posee las siguientes características morfológicas:
Raíz. La raíz principal es pivotante, robusta y muy desarrollada (hasta
5 m. de longitud) con numerosas raíces secundarias. Posee una
corona que sale del terreno, de la cual emergen brotes que dan lugar
a los tallos.
Tallos. Son delgados, que soportan el peso de las hojas y de las
inflorescencias, además son muy consistentes, por tanto es una
planta muy adecuada para la siega.
Hojas. Son trifoliadas, aunque las primeras hojas verdaderas son
unifoliadas. Los márgenes son lisos y con los bordes superiores
ligeramente dentados.
4
Flores. La flor característica de esta familia es la de la subfamilia
Papilionoidea. Son de color azul o púrpura, con inflorescencias en
racimos que nacen en las axilas de las hojas.
Fruto. Es una legumbre indehiscente sin espinas que contiene entre 2
y 6 semillas amarillentas, arriñonadas y de 1.5 a 2.5 mm.de longitud
(Suttie, 2003).
2.1.3 Importancia Económica y Distribución Geográfica
Se trata de un cultivo muy extendido en los países de clima templado. La
ganadería intensiva es la que ha demandado de forma regular los
alimentos que ha tenido que proveer la industria, dando lugar al cultivo de
la alfalfa, cuya finalidad es abastecer a la industria de piensos.
La importancia del cultivo de la alfalfa va desde su interés como fuente
natural de proteínas, fibra, vitaminas y minerales; así como su
contribución paisajística y su utilidad como cultivo conservacionista de la
fauna. Además de la importante reducción energética que supone la
fijación simbiótica del nitrógeno para el propio cultivo y para los siguientes
en las rotaciones de las que forma parte.
Por ser una especie pratense y perenne, su cultivo aporta elementos de
interés como limitador y reductor de la erosión y de ciertas plagas y
enfermedades de los cultivos que le siguen en la rotación (Encarta, 2009).
2.2 REQUERIMIENTOS DEL CULTIVO
2.2.1 Exigencias de Agua
La alfalfa tiene un alto coeficiente de transpiración, es decir presenta una
baja eficiencia de conversión de agua en materia seca. Requiere
5
alrededor de 850 litros de agua por Kg de materia seca (MS) formada, lo
que supone una demanda de 0.085 mm/Kg MS (Jarsum, 1996), pudiendo
variar según las estaciones del año de acuerdo a la demanda evaporativa
(Ochoa, 1997).
2.2.2 Exigencias de Suelo
El cultivo de alfalfa se adapta a diferentes condiciones de suelo siendo los
más aptos los de textura franca. Una condición importante es que tengan
buen drenaje y que sean lo suficientemente profundos para permitir un
normal desarrollo radicular. La alfalfa no prospera satisfactoriamente
cuando existe algún impedimento en el perfil que pueda restringir su
desarrollo. Los impedimentos pueden ser de tipo: mecánico (tosca,
horizontes densos), físico (falta de aireación, exceso de humedad) o
químico (acidez, alcalinidad elevada). Estos factores no sólo disminuyen
la producción sino también la persistencia, ya que las plantas están
imposibilitadas de acumular reservas suficientes para un
aprovechamiento intensivo (Culot, 1986).
El pH óptimo del suelo para permitir una buena implantación y
persistencia, junto con una mayor actividad de las bacterias fijadoras de
nitrógeno es de 6,7 - 6.9; a su vez, en ese rango se encuentran
disponibles para las plantas los nutrientes necesarios existentes en el
suelo (Jarsum, 1996); con valores inferiores a 5.8 de pH, crece con
graves problemas nutricionales y de nodulación. Con respecto a los
nutrientes, existe una demanda continua que varía de acuerdo al ritmo de
crecimiento y a la estación, siendo mayor cuando se produce el pico de
producción (Romero et al, 1995).
La alfalfa es muy sensible al anegamiento, sobre todo de aguas
estancadas. Esto limita la oxigenación a nivel radicular, provocando los
mayores daños en estado de plántula y con altas temperaturas. Las
6
plantas adultas son algo más tolerantes, siempre que la temperatura del
suelo no sea elevada y el tiempo no sea prolongado; en estas condiciones
se ha calculado que 8 días de anegamiento disminuyen la fotosíntesis en
un 30% (Culot, 1986).
2.2.3 Requerimientos Edafoclimáticos
2.2.3.1 Radiación solar
Es un factor muy importante que influye positivamente en el cultivo de la
alfalfa, pues el número de horas de radiación solar aumenta a medida que
disminuye la latitud de la región.
La radiación solar favorece la técnica del presecado en campo en las
regiones más cercanas al Ecuador, y dificulta el secado en las regiones
más hacia el norte (Baldrich, 2000).
2.2.3.2 Temperatura
La semilla germina a temperaturas de 2-3 ºC, siempre que las demás
condiciones ambientales lo permitan. A medida que se incrementa la
temperatura la germinación es más rápida hasta alcanzar un óptimo a los
28-30 ºC. Temperaturas superiores a 38 ºC resultan letales para las
plántulas.
La temperatura media anual para la producción forrajera está en torno a
los 15 ºC. Siendo el rango óptimo de temperaturas, según las variedades
de 18-28 ºC. El factor limitante en el cultivo de la alfalfa es la acidez,
excepto en la germinación, pudiéndose ser de hasta 4.
7
2.2.3.3 Salinidad
La alfalfa es muy sensible a la salinidad, cuyos síntomas comienzan con
la palidez de algunos tejidos, la disminución del tamaño de las hojas y
finalmente la parada vegetativa con el consiguiente achaparrado. El
incremento de la salinidad induce desequilibrios entre la raíz y la parte
aérea.
2.2.3.4 Tipo de suelo
La alfalfa requiere suelos profundos y bien drenados, aunque se cultiva en
una amplia variabilidad de suelos pero se desarrolla muy bien en suelos
franco arenosos. Los suelos con menos de 60 cm. de profundidad no son
aconsejables para la alfalfa.
2.3 PARTICULARIDADES DEL CULTIVO
2.3.1 Preparación del Terreno
Antes de realizar la siembra es necesario conocer las características del
terreno, contenido de fósforo y potasio, condiciones de drenaje y sobre
todo el pH.
Las labores de preparación del terreno se inician con un subsolado (para
remover las capas profundas sin voltearlas ni mezclarlas) que mejorará
las condiciones de drenaje y aumentará la capacidad de almacenamiento
de agua del suelo. Esta labor es muy importante en el cultivo de la alfalfa,
pues las raíces son muy profundas y subsolando se favorece que estas
penetren con facilidad.
8
A continuación se realizan sucesivos gradeos (de 2 a 3), con la finalidad
de nivelar el terreno, disminuir el encharcamiento debido al riego o a
intensas lluvias y eliminar las malas hierbas existentes.
Se recomienda intercalar las labores con aplicaciones de abonos y
enmiendas realizadas al mismo tiempo que los gradeos, para mezclar los
fertilizantes con la tierra y homogeneizar su distribución. Conviene aplicar
el abonado de fondo y el encalado dos meses antes de la siembra para
permitir su descomposición y estar a disposición de la plántula después
de la germinación (Baldrich, 2000).
2.3.2 Siembra
Los métodos de siembra son a voleo o con sembradoras específicas de
pratenses. La mayoría de las siembras se hacen sólo con alfalfa, pero
también puede asociarse a otras gramíneas las fechas de siembra están
condicionadas por la alternancia de los cultivos que se sigue en la
explotación; tomando en cuenta los siguientes factores:
Época de siembra: En regiones cálidas y praderas de secano la
siembra se realizará en otoño, pues el riesgo de heladas tempranas
es muy reducido; además la planta desarrolla su sistema radicular
almacena las reservas y a partir de la primavera siguiente la
explotación está en un nivel alto de producción. Se aconsejan las
siembras primaverales en zonas frías de secano. En cultivos de
regadío la siembra se realizará en primavera, aún teniendo en cuenta
que su mayor inconveniente es la presencia de malas hierbas.
Dosis de siembra: En siembras asociadas con gramíneas la dosis de
alfalfa debe reducirse a 6-8 Kg/ha en praderas con pastoreo, y a 12-
16 Kg/ha en el caso de praderas de siega.
9
Profundidad de siembra: Depende del tipo de suelo: en terrenos
pesados la profundidad está comprendida entre 1-1.25 cm., en
terrenos ligeros o arenosos, la profundidad será de 2,5 cm (Espinoza
y Ramos, 2008).
2.4 CARACTERÍSTICAS DEL CRECIMIENTO
El crecimiento de la alfalfa tiene características particulares, conocerlas es
de vital importancia para su correcta utilización, preservando la principal
virtud del cultivo que es su "perennidad". Entonces, para hablar de una
correcta utilización es necesario considerar los patrones de crecimiento
que definen la cantidad y calidad del forraje producido (Jarsum, 1996).
2.4.1 Crecimiento de las Plantas
En alfalfas establecidas, el primer crecimiento se inicia a partir de las
yemas ubicadas en la corona y, en crecimientos posteriores se suma el
crecimiento de los tallos provenientes de las yemas axilares ubicadas en
tallos remanentes.
Figura 1. Yemas de corona, yemas axilares, tallos de corona y tallos axilares (Romero et al, 1995).
10
La energía necesaria para iniciar el crecimiento proviene de las reservas
acumuladas en las raíces y en menor proporción en la corona. Dichas
reservas son compuestas de carbono (principalmente azúcares y almidón)
denominados carbohidratos de reserva, ya que son elaborados,
acumulados y usados por la planta para su mantenimiento y desarrollo
futuro de la parte aérea y radical (Bariggi y Romero, 1980).
Conocer la evolución de los niveles de reservas en la raíz es
indispensable para comprender la respuesta de la planta al manejo al que
es sometida.
El proceso de extracción de reservas se inicia con el nuevo crecimiento,
hasta que las nuevas hojas alcanzan a cubrir los requerimientos, lo que
en general ocurre cuando los brotes tienen aproximadamente 15 a 20 cm
de altura o transcurrieron 12 a 15 días desde el corte (Romero et al,
1995).
Figura 2. Evolución de los niveles de carbohidratos de reserva en la raíz de alfalfa (Blaser, 1986).
11
A partir de ese momento, comienza la restitución de las reservas que son
trasportadas hacia la raíz para ser almacenadas; los máximos contenidos
se alcanzan cuando las plantas están en floración o cuando comienzan a
aparecer los nuevos rebrotes.
2.5 FERTILIZACIÓN
2.5.1 Fertilización Orgánica
Se aplican productos orgánicos de origen vegetal o animal en diferentes
grados de descomposición; cuya finalidad es la de mejorar la fertilidad y
las condiciones físicas del suelo. Las sustancias orgánicas más
empleadas son: estiércol, purines, rastrojos y residuos de cosechas.
La gallinaza se utiliza tradicionalmente como abono su composición
depende principalmente de la dieta y del sistema de alojamiento de las
aves. La gallinaza obtenida de explotaciones en piso, se compone de una
mezcla de deyecciones y de un material absorbente que puede ser viruta,
pasto seco, cascarillas, entre otros y este material se conoce con el
nombre de cama, esta mezcla permanece en el galpón durante el ciclo
productivo.
La gallinaza tiene un alto contenido de humedad y altos niveles de
nitrógeno que se volatilizan rápidamente, creando malos y fuertes olores,
perdiendo calidad como fertilizante. Para solucionar este problema es
necesario someter la gallinaza a secado, que además facilita su manejo.
Al ser deshidratada, se produce un proceso de fermentación aeróbica que
genera nitrógeno orgánico, siendo mucho más estable (North y Bell,
1998).
12
Cuadro 1. Valor como abono de la gallinaza.
TIPO HUMEDAD
(%)
NITRÓGENO
(%)
ACIDO
FOSFÓRICO
(%)
POTASIO
(%)
Fresca 70 – 80 1.1 – 1.6 0.9 – 1.4 0.4 – 0.6
Acumulada
unos meses 50 – 60 1.4 – 2.1 1.1 – 1.7 0.7 – 1
Almacenada en
foso profundo 12 – 25 2.5 – 3.5 2 – 3 1.4 – 2
Desecada
industrialmente 7 – 15 3.6 – 5.5 3.1 – 4.5 1.5 – 2.4
Fuente: Castelló y col. 1989. Citado en selecciones avícolas 2000.
2.5.1.1 Aplicación de abonos orgánicos
Puede hacerse el abonado directamente en la base del hoyo donde se
coloca la plántula, cubriéndolo con un poco de tierra para que la raíz no
entre en contacto directo con el abono. O puede abonarse a los lados de
la planta. Sirve para una segunda y tercera abonada de mantenimiento al
cultivo, y estimula el crecimiento de las raíces hacia los lados.
También puede hacerse un abonado directo a chorro continuo, al voleo o
a golpes en el surco y mezclando con la tierra en donde quedará
establecido el cultivo.
El uso del abono orgánico en el suelo, le ayuda en su resistencia contra
plagas y patógenos debido a que producen nutrientes que mantienen el
suelo sano.
La fertilidad natural tiene que ser sostenida, debido a lo cual el abono
debe producirse y mantenerse -preferentemente- en la misma parcela.
13
El abono orgánico puede ser aplicado antes ó después de la siembra, la
cantidad de abono aplicar será la siguiente:
Terrenos muy pobres: Se aplicará de 100 a 150 quintales por
hectárea.
Terrenos regulares: se aplicará de 75 a 80 quintales por hectárea.
Terrenos buenos: Se aplicará 50 quintales por hectárea (Fertisa,
2005).
2.5.2 Fertilización Química
Los fertilizantes se utilizan para aportarle los nutrientes que le hacen falta
a los suelos, que luego de su utilización en varios procesos de cosechas,
sin un descanso para su recuperación, no logran recuperarse
óptimamente para seguir en el proceso de cultivo de las plantas y provoca
un bajo rendimiento en las cosechas. Es así que existen diferentes tipos
de fertilizantes utilizados para este fin.
2.5.2.1 Aplicación de fertilizantes químicos
Los fertilizantes químicos son los más utilizados en el mercado
actualmente, y hay una variedad de ellos, aplicables a diferentes
necesidades. Están los fertilizantes convencionales, que son los más
comúnmente utilizados en jardines y en la agricultura.
A su vez, estos agroquímicos son los elegidos generalmente por su
facilidad de absorción. Por el contrario, esta los fertilizantes de lenta
absorción, que son los que se disuelven lentamente y tardan más en
llegar a las raíces los nutrientes necesarios para el desarrollo y
crecimiento de las plantas.
14
Los fertilizantes químicos se encargan de suministrar las carencias
específicas del suelo, de uno o de varios de los nutrientes que se
necesitan para el óptimo desarrollo de las plantas. Además de estos tipos
de agroquímicos, hay otros creados para cada tipo de planta
específicamente y las carencias más comunes de las distintas
plantaciones. El nivel de fertilizante que se debe utilizar en cada
plantación se debe tener muy en cuenta, y con esto, el tipo de minerales
que le hacen falta a los suelos para poder aportárselos a la plantas. A
pesar de los beneficios del uso de agroquímicos, trae aparejado un
problema. Estos fertilizantes químicos, utilizados en exceso, producen
graves contaminaciones a las plantaciones, y a los pozos de agua que se
encuentran cercanos a las proximidades de los cultivos (Fertisa, 2005).
Los fertilizantes químicos que más se emplean en la alfalfa son el 10-30-
10, muriato de potasio y la urea.
a. El 10 – 30 – 10
El Fertilizante 10- 30- 10 es un fertilizante muy completo que permite
tener una fuente óptima de los tres macro nutrientes primarios NPK
(Nitrógeno, fosforo y potasio) y su composición es exacta en cada
granulo, ya que se trata de un fertilizante formulado químicamente, tiene
un buen balance Nítrico-Amoniacal para un mejor aprovechamiento del
Nitrógeno, y con la ventaja de que el potasio es prácticamente libre de
Cloro, evitando con esto cualquier efecto tóxico sobre el cultivo y
mejorando la calidad de algunas plantas de hoja y ornamentales. Es una
mezcla balanceada que contiene Nitrógeno, Fósforo, Potasio, los cuales
son elementos fundamentales que requieren los cultivos para generar un
mayor nivel de producción (Infoagro, 2010).
El uso del nitrógeno provoca un rápido crecimiento, da un color verde
intenso y mejora la calidad de las hojas. El uso del fosforo estimula el
15
desarrollo precoz de las raíces y el crecimiento de la planta. El uso del
potasio le imparte a la planta vigor y resistencia a las enfermedades,
ayuda a la planta a soportar condiciones adversas, como la falta de
humedad del suelo, las heladas.
Comportamiento en el Suelo: Nitrógeno: Las plantas absorben la
mayoría del Nitrógeno en forma de iones Amonio (NH+4) o Nitrato
(NO-3) y en muy pequeña proporción lo obtienen de aminoácidos
solubles en agua. Los cultivos absorben la mayor parte del Nitrógeno
como nitratos, sin embargo estudios recientes demuestran que los
cultivos usan cantidades importantes de Amonio estando éste
presente en el suelo. En el proceso de nitrificación al convertir (NH+ 4)
en (NO- 3), se liberan iones H+, este proceso produce acidez en el
suelo.
Fósforo: El P2O5 es un elemento que tiene muy poca movilidad en el
suelo, y por consecuencia es un producto muy estable, por lo que las
pérdidas por lixiviación son mínimas.
Debido a esta característica del Fósforo, es determinante para su
máximo aprovechamiento el método y la profundidad de aplicación
dependiendo del cultivo, esto es colocarlo dentro del área de
desarrollo radical y asegurar con ello la cercanía con el área de
absorción de las raíces. El pH es un factor que influye enormemente
sobre la solubilidad y disponibilidad del Fósforo, éste es más
disponible en pH de 6 a 7.
Potasio: A pesar de que la mayoría de los suelos son ricos en
Potasio (K), solo una mínima parte (2%) de éste es disponible para la
planta. Existen dos formas de K disponible, una es el K en la solución
del suelo (en agua del suelo) y el K intercambiable retenido en las
arcillas y la materia orgánica del suelo en forma coloidal. Los coloides
16
del suelo tienen cargas negativas (-) que atraen los cationes como el
Potasio (K+). El Potasio es prácticamente inmóvil en el suelo, su
movimiento hacia el sistema radical del cultivo es por difusión (a
través de la película de agua que rodea las partículas del suelo). En
suelos arenosos y orgánicos se puede lixiviar o percolar, los suelos
arenosos tiene baja capacidad de retención de cationes por lo que el
K intercambiable es menor.
Papel Nutricional: Nitrógeno: El Nitrógeno en las plantas, es
necesario para la síntesis de la clorofila y como parte de la molécula
de clorofila está involucrado en el proceso de la fotosíntesis.
Cantidades adecuadas de Nitrógeno producen hojas de color verde
oscuro por su alta concentración de clorofila y esta participa en el
proceso de conversión del Carbono, Hidrógeno y Oxígeno en
azúcares simples que serán utilizados en el crecimiento y desarrollo
de la planta.
Fósforo: El (P2O5) esencial para el crecimiento de las plantas,
desempeña un papel importante en la fotosíntesis, la respiración, el
almacenamiento y transferencia de energía, y en la división y el
crecimiento celular. Promueve la rápida formación y crecimiento de
las raíces, mejora la calidad de la fruta, del follaje de las hortalizas, de
los granos y es vital para la formación de las semillas ya que esta
involucrado en la transferencia de las características genéticas de una
generación a otra.
Potasio: El K es fundamental en el proceso de la fotosíntesis. El K es
esencial para la síntesis de proteínas, es determinante en la
descomposición de carbohidratos y por tanto en proveer energía para
el crecimiento de la planta. El K proporciona a la planta mayor
resistencia al ataque de enfermedades. El K es determinante en la
formación y carga de frutos y llenado de grano. El K también
17
incrementa la resistencia de la planta a las heladas. Una planta bien
nutrida con K tiene una mayor capacidad de soportar condiciones de
estrés por falta de agua, esto ya que el K es determinante en la
capacidad de los estomas de abrir y cerrar cuando la planta está
sometida a condiciones de sequía (Infoagro, 2010).
b. Muriato de potasio
El Cloruro de Potasio (KCl) o Muriato de Potasio, es la fuente de
fertilización de Potasio (K) más usada en el mundo. El contenido de
Potasio se expresa como equivalente de K2O (Óxido de Potasio) o
Potasa, el KCl es un fertilizante inorgánico.
Comportamiento en el suelo: A pesar de que la mayoría de los
suelos son ricos en Potasio (K), solo una mínima parte (2%) de éste
es disponible para la planta. En el suelo existe K no disponible el cual
es fuertemente retenido por los minerales primarios del suelo (rocas).
El K es liberado en la medida que los minerales se meteorizan o
descomponen por acción de la temperatura y humedad. También hay
K lentamente disponible el cual queda atrapado o fijado en las capas
de algunos tipos de arcillas, estas capas de arcilla se contraen o
expanden por efecto de la humedad, proceso que permite atrapar los
iones de Potasio (K+) haciéndolos lentamente disponibles para la
planta. Existen dos formas de K disponible, una es el K en la solución
del suelo (en agua del suelo) y el K intercambiable retenido en las
arcillas y la materia orgánica del suelo en forma coloidal. Los coloides
del suelo tienen cargas negativas (-) que atraen los cationes como el
Potasio (K+).
La Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC) del suelo es
determinante para el K disponible, mismos que son retenidos en forma
intercambiable (adsorbidos), estos cationes intercambiables están en
18
equilibrio con los presentes en la solución del suelo, a medida que el
cultivo remueve K de la solución del suelo, el K intercambiable se
libera y repone el K de la solución del suelo. El K es reemplazado por
otro catión (K+) en el coloide del suelo con lo cual se mantiene
nuevamente en equilibrio, por lo que mediante el proceso de
intercambio catiónico, el K está continuamente disponible para el
crecimiento del cultivo. El Potasio es prácticamente inmóvil en el suelo,
su movimiento hacia el sistema radical del cultivo es por difusión (a
través de la película de agua que rodea las partículas del suelo). En
suelos arenosos y orgánicos se puede lixiviar o percollar, los suelos
arenosos tiene baja capacidad de retención de cationes por lo que el K
intercambiable es menor.
Papel nutricional: El Potasio (K) es fundamental en el proceso de la
fotosíntesis, deficiencia de K reduce la fotosíntesis e incrementa la
respiración celular, resultando en una reducción de la acumulación de
carbohidratos y por consecuencia un efecto adverso en el crecimiento
y producción de la planta. El K es esencial para la síntesis de
proteínas, es determinante en la descomposición de carbohidratos y
por tanto en proveer energía para el crecimiento de la planta. El K
proporciona a la planta mayor resistencia al ataque de enfermedades.
El K es determinante en la formación y carga de frutos y llenado de
grano. El K también incrementa la resistencia de la planta a las
heladas. Una planta bien nutrida con K tiene una mayor capacidad de
soportar condiciones de estrés por falta de agua, esto ya que el K es
determinante en la capacidad de los estomas de abrir y cerrar cuando
la planta está sometida a condiciones de sequía (Infoagro, 2010).
c. La urea
La urea es un fertilizante químico de origen orgánico. Entre los
fertilizantes sólidos, es la fuente nitrogenada de mayor concentración
19
(46%), siendo por ello de gran utilidad en la integración de fórmulas de
mezclas físicas de fertilizantes, dando grandes ventajas en términos
económicos y de manejo de cultivos altamente demandantes de
Nitrógeno.
Comportamiento en el suelo: La urea, en su forma original, no
contiene Amonio (NH+4), sin embargo ésta se hidroliza con rapidez
por efecto de la enzima “ureasa” y por la temperatura del suelo. En
suelos desnudos y con aplicaciones superficiales de Urea, algún
porcentaje de Amoniaco (NH3) se pierde por volatilización. La urea, al
hidrolizarse produce Amonio y bicarbonato. Los iones bicarbonato
reaccionan con la acidez del suelo e incrementan el pH en la zona
próxima al sitio de reacción de este fertilizante (banda de aplicación).
Una vez que la urea se ha convertido en Amonio (NH+4), éste es
absorbido por las arcillas y la materia orgánica del suelo y el Amonio
es eventualmente nitrificado o absorbido directamente por las plantas.
Papel nutricional: El nitrógeno es un nutriente esencial para el
crecimiento de las plantas, es parte constitutiva de cada célula viva.
En las plantas, el nitrógeno es necesario para la síntesis de la clorofila
y como parte de la molécula de clorofila está involucrado en el
proceso de la fotosíntesis. El nitrógeno también es un componente de
las vitaminas y de los componentes energéticos de las plantas,
igualmente es parte esencial de los aminoácidos y por tanto es
determinante para el incremento en el contenido de proteínas en las
plantas. Una planta deficiente de nitrógeno no puede hacer un óptimo
uso de la luz solar, por lo que se ve afectada la capacidad de
fotosintetizar y en consecuencia su capacidad de aprovechamiento y
absorción de nutrientes, limitando con esto el crecimiento y desarrollo
adecuado de las plantas.
20
La urea es la fuente más económica de nitrógeno de alta concentración.
Es un fertilizante que tiene una gran variedad de usos y aplicaciones. Es
un componente indispensable para producir formulas balanceadas de
fertilización. Se puede aplicar al suelo directamente como mono producto,
se puede incorporar a mezclas físicas balanceadas, y por su alta
solubilidad en agua, puede funcionar como aporte de nitrógeno en
formulas NPK’s foliares, para uso en fertirriego altamente solubles y en
fertilizantes líquidos (Infoagro, 2010).
2.5.2.2 Enmiendas calizas
Son materias fertilizantes que contienen calcio y magnesio en forma de
óxidos, hidróxidos o carbonatos.
La finalidad de la enmienda cálcica es mantener o incrementar el pH del
suelo así como mejorar las propiedades del mismo. Estas enmiendas se
emplean principalmente en áreas con suelos ácidos (Infoagro, 2010).
El pH óptimo del cultivo es de 7.2, recurriendo a encalados siempre que el
pH baje de 6.8, además los encalados contribuyen a incrementar la
cantidad de iones de calcio en el suelo disponibles para la planta y reducir
la absorción de aluminio y manganeso que son tóxicos para la alfalfa.
Existe una relación directa entre la formación de nódulos y el efecto del
pH sobre la alfalfa. La bacteria nodulante de la alfalfa es Rhizobium
meliloti, esta especie es neutrófila y deja de reproducirse por debajo de
pH 5. Por tanto si falla la asimilación de nitrógeno la alfalfa lo acusa
(Baldrich, 2000).
21
2.6 RIEGO
La cantidad de agua aplicada depende de la capacidad de retención de
agua por el suelo, de la eficiencia del sistema de riego y de la profundidad
de las raíces.
En verano las demandas de agua son mayores; las pérdidas de agua son
sólo excesivas durante los periodos en que las tasas de evaporación son
altas y las tasas de crecimiento bajas.
En áreas húmedas el riego retiene la producción durante los periodos
secos cuando la lluvia no proporciona la humedad suficiente para una
elevada producción.
En áreas con estaciones húmedas y secas definidas el riego proporciona
seguridad en caso de sequía durante la estación normalmente húmeda y
para una producción de heno o pasto durante la estación seca.
La alfalfa requiere la administración hídrica de forma fraccionada, ya que
sus necesidades varían a lo largo del ciclo productivo. Si el aporte de
agua está por encima de las necesidades de la alfalfa disminuye la
eficiencia de la utilización del agua disponible.
El aporte de agua en caso de riego por inundación es de 1000 m3/ha. En
riego por aspersión debe ser de 880 m3/ha (Infoagro, 2010).
2.7 CONTROL DE MALEZAS
El control de las malezas durante la nascencia del cultivo se realiza
aplicando las técnicas culturales con el empleo de las herramientas de
labranza (lampa y azadón) y también se las puede realizar manualmente.
22
En los cultivos establecidos, la invasión de las malas hierbas en el alfalfar
se produce antes del rebrote de primavera, debilitando a la alfalfa y
retrasando su crecimiento.
Las malas hierbas de verano perjudican a los alfalfares de riego, siendo
las más perjudiciales las gramíneas perennes del verano tipo gramas, que
se desarrollan bien con las elevadas temperaturas de esta época.
El empleo de herbicidas depende del tipo de hierba y del estado
vegetativo de la alfalfa (Infoagro, 2010).
2.7.1 Tratamientos de Presiembra
Disminuyen la aparición de malas hierbas antes de la emergencia de las
plántulas de alfalfa, permitiendo la robustez de éstas antes de entrar en
competencia. Se trata fundamentalmente de gramíneas perennes
rizomatosas como Cynodondactylon, Agropyronrepens, etc.
2.7.2 Tratamientos de Post-emergencia durante el Primer Año de
Cultivo
La alfalfa posee sus primeras hojas verdaderas, resultando éstas menos
susceptibles a los tratamientos herbicidas.
2.7.3 Tratamientos en Alfalfares ya Establecidos
Una vez que el alfalfar está invadido por malas hierbas ó éstas invaden la
plantación por debilidad de las plantas de alfalfa en cualquier época del
año, la caída de la producción y la degeneración del alfalfar se producen
rápidamente.
23
Fanerógamas parásitas: La cuscuta.- La cuscuta (Cuscuta epythinum)
carece de hojas, clorofila y raíces, por lo que extrae la savia elaborada de
la planta huésped mediante chupadores. La cuscuta forma una madeja de
tallos filamentosos y volubles que envuelven a la alfalfa hasta ahogarla.
La cuscuta se introduce en el alfalfar por semilla (mezcladas con las de
alfalfa) o a través del agua de riego.
2.8 CALIDAD DEL FORRAJE
La determinación de la composición química del forraje por medio de
análisis de laboratorio es la forma menos subjetiva y más uniforme para
describir su calidad. Previamente es necesario determinar el contenido de
materia seca (%MS), ya que el resultado de todas las demás
determinaciones se expresan en base seca (Bariggi y Romero, 1980).
Los análisis más utilizados son:
Proteína Bruta (%PB): se determina midiendo el total de nitrógeno
multiplicado por un factor (6.25), coeficiente que deriva del contenido
de Nitrógeno promedio en las proteínas, que es de alrededor del 16%.
Dicha proteína se denomina "Bruta" porque se calcula no sólo el
nitrógeno presente en la proteína sino también lo que se encuentra
como nitrógeno no proteico.
Fibra Detergente Neutro (%FDN): representa la pared celular e
indica el contenido total de fibra del forraje. La fibra es necesaria para
el normal funcionamiento del rumen pero en exceso reduce el
contenido energético de la ración y el consumo total del forraje.
Fibra Detergente Ácido (%FDA): es la porción del total de fibra que
no es aprovechable por el animal; está inversamente relacionada con
la digestibilidad del forraje.
24
Digestibilidad: indica qué proporción del forraje puede ser
aprovechado; está íntimamente relacionada con los contenidos de
proteína y fibra.
Menos frecuentes -pero sin dejar de ser importantes- son los análisis
referidos a los contenidos de minerales. La alfalfa es una excelente
fuente de calcio (Ca), fósforo (P), potasio (K) y magnesio (Mg),
(Bariggi y Romero, 1980).
2.8.1 Variación de la Calidad
La calidad disminuye a medida que avanza el estado de madurez; cuando
la alfalfa está en pleno estado vegetativo presenta su mayor valor
nutritivo, pero con un bajo volumen de forraje. En plena floración la
producción de Materia Seca es mayor, pero con mayores contenidos de
fibra, lo que se traduce en una menor calidad (figura tres y cuadro dos).
Figura 3. Evolución de los componentes del forraje de alfalfa en relación a los estados de madurez (Romero et al, 1995).
25
Cuadro 2. Parámetros de calidad de alfalfa variedad Salinera según el estado fenológico (valores máx. y mín. promedio).
ESTADO FENOLÓGICO %MS %PB %FDN
Sin flor (rebrote basal ± 5cm) y aparición de 1° flores 16-22 22.9 - 26.5 36.9 - 41
> 10% floración - floración completa 19-26 16.5 - 22 39 - 64.2
Fuente: Juan N.A., 1989.
Con el avance del crecimiento disminuye la proporción de hojas (en peso)
y aumenta la proporción de tallos. Las hojas contienen un mayor
porcentaje de azúcares, proteínas, minerales y vitaminas que los tallos y
un nivel más bajo de lignina y fibra. A su vez, las hojas constituyen la
parte de la planta que sufre menos cambios en su composición química
con el avance de la madurez (Romero et al, 1995).
2.9 SIEGA O PASTOREO
2.9.1 Frecuencia del Corte
La frecuencia del corte varía según el manejo de la cosecha, siendo un
criterio muy importante junto con la fecha del último corte para la
determinación del rendimiento y de la persistencia del alfalfar.
Los cortes frecuentes implican un agotamiento de la alfalfa y como
consecuencia una reducción en su rendimiento y densidad. Cuanto más
avanzado es el estado vegetativo de la planta en el momento de
defoliación, más rápido tiene lugar el rebrote del crecimiento siguiente.
En las regiones cálidas la alfalfa se corta con el 10% de floración en
otoño, en primavera y a principios de verano, y con el 25-50% de floración
durante el verano. El rebrote depende del nivel de reservas reduciéndose
éstas cuando los cortes son frecuentes (Suttie, 2003)
26
2.9.2 Altura de Corte
El rebrote no depende solamente de las reservas de carbohidratos de la
raíz sino también de la parte aérea residual. La alfalfa cortada alta deja en
la planta tallos ramificados y yemas que permiten el rebrote continuado.
La altura de corte resulta un factor crítico si se corta frecuentemente en
estados tempranos de crecimiento, pues implica una reducción en el
rendimiento y una disminución de la densidad de plantas del alfalfar a
causa de las insuficientes reservas acumuladas en los órganos de
almacenamiento.
La máxima producción se obtiene con menores alturas de corte y
cortadas a intervalos largos (Fertisa, 2005).
2.9.3 Momento Adecuado para Corte o Pastoreo
Se debería cortar o pastorear cuando el cultivo permita obtener una
cantidad importante de materia seca con alto valor nutritivo. El criterio más
usado para determinar el momento oportuno de uso "es el estado
fisiológico que se asocia con la aparición de flores o rebrotes de corona".
De manera general la floración está estrechamente asociada con la
acumulación de las reservas, pero tiene sus limitaciones: sólo sirve como
indicador en determinadas épocas del año ya que está condicionada por
el fotoperiodo y puede ser inducida por otros factores, como por ejemplo
sequías.
En la época en que la alfalfa puede florecer, el momento de corte o inicio
de pastoreo debe determinarse guiándose por la floración. En el resto del
año, el indicador del momento más adecuado de aprovechamiento es la
aparición de los rebrotes de corona.
27
Cualquiera de estas manifestaciones indica que la planta de alfalfa ha
logrado recuperar las reservas utilizadas en el nuevo crecimiento después
del corte o pastoreo. El tiempo (días) requerido para hacerlo es irregular,
ya que depende de las condiciones ambientales imperantes. La utilización
en momentos inadecuados trae aparejado algunas desventajas: un
aprovechamiento demasiado temprano provoca debilitamiento de las
plantas, rebrote posterior más lento y con respecto a los animales mayor
peligro de empaste. En cambio, un aprovechamiento tardío significa
mayor producción de forraje, pero de menor calidad, provocando un
atraso del corte o pastoreo posterior.
Entonces, la combinación de estos dos indicadores (floración-rebrotes de
corona) permite tomar las decisiones más adecuadas acerca del
momento de uso, favoreciendo el balance entre cantidad y calidad del
forraje producido.
Con fines prácticos, se recomienda cortar o pastorear cuando en el cultivo
aparecen las primeras flores- se equipara al 10% de floración- o con una
altura promedio del rebrote basal menor de 5 cm (Romero et al, 1995).
2.10 PRINCIPALES ENFERMEDADES DE LA ALFALFA
La alfalfa (Medicago sativa L.) es atacada por una gran cantidad de
enfermedades que atentan contra su productividad y persistencia.
Para facilitar su tratamiento, las enfermedades que atacan al cultivo
pueden agruparse según la parte de la planta que afectan. De este modo,
pueden dividirse en tres grandes grupos: Enfermedades del follaje (tallos
y hojas); Enfermedades de corona y raíz; y Enfermedades del sistema
vascular (marchitamientos), (Basigalup, 1996).
28
Por lo general, las enfermedades foliares no ocasionan la muerte de la
planta pero reducen su energía total, promoviendo una pérdida de
rendimiento y calidad. Aún cuando no produzcan importantes
defoliaciones, pueden reducir sensiblemente el contenido de
carbohidratos no-estructurales totales y de proteína cruda del forraje.
Reducen la capacidad fotosintética de la planta y disminuyen los procesos
de translocación. Las defoliaciones severas, pueden también predisponer
a las plantas para el ataque de otros patógenos y contribuir a la muerte de
plantas durante el invierno.
Las enfermedades de raíz y corona, al destruir directamente los tejidos,
reducen la capacidad de absorción y de anclaje, de fijación simbiótica del
Nitrógeno y de almacenamiento de reservas. En algunas ocasiones, estas
enfermedades son causadas por varios organismos que actúan
simultáneamente y a cuyo conjunto se denomina “complejos”, en cuyo
caso es prácticamente imposible identificar genotipos resistentes.
Comúnmente, las enfermedades de raíz y corona tienen un desarrollo
lento y altamente dependiente de las condiciones ambientales y de
manejo; cualquier condición de estrés en el cultivo puede acelerar su
evolución (Basigalup, 1996).
Las enfermedades del sistema vascular o “marchitamientos” atentan
primariamente contra el xilema, el principal medio de transporte de agua
en la planta. A pesar que la infección ocurre usualmente en la raíz, el
patógeno se distribuye sistémicamente a toda la planta y los síntomas de
la enfermedad se hacen evidentes en el follaje. Los marchitamientos
pueden eliminar plantas y limitar significativamente la producción del
alfalfar (Basigalup, 1996).
Entre las más importantes enfermedades de corona y raíz, pueden
mencionarse la “podredumbre húmeda” o “fitóftora” (Phytophthora
megasperma), la “corchosis” (Xylaria sp.) y el “” o CPCR (complejo de
29
podredumbre de corona y raíz), provocado por varios patógenos, entre los
que pueden nombrarse: Fusarium oxysporum, F. solani, F. roseum,
F. Rhizoctonia solani, Phoma spp.; etc., (Basigalup, 1996).
Dentro de las principales enfermedades del follaje, pueden citarse a la
“mancha ocular de la hoja” (Leptosphaerulina briosiana), el “manchón
foliar amarillo” (Leptotrochila medicaginis), el “mildiu” (Peronospora
trifoliorum de Bary), la “viruela” (Pseudopeziza medicaginis) y la “roya”
(Basigalup, 1996).
2.10.1 Enfermedades del Sistema Vascular
2.10.1.1 Fitóftora
La fitóftora es un grave problema en áreas, donde existen condiciones de
alta humedad y suelos de lenta a muy lenta permeabilidad. También
puede ser un problema en áreas de regadío donde no se efectúa un
adecuado manejo del agua (riegos excesivos, mala sistematización del
terreno, etc.). Los síntomas en la parte aérea de la planta incluyen una
reducción del crecimiento y un amarillamiento del follaje. En la raíz se
presentan lesiones oscuras, aisladas o coalescentes, que en casos
severos originan el seccionamiento de la raíz principal. El hongo causal
de la podredumbre húmeda encuentra condiciones óptimas para su
desarrollo cuando el suelo permanece anegado, encharcado o
excesivamente húmedo por varios días (> 3 o 4), (Hijano y Pérez, 1995).
2.10.1.2 Corchosis y complejo de podredumbre de corona y raíces
La corchosis (Xylaria sp) y el CPCR (complejo de podredumbre de
corona y raíz) producido por varios patógenos: Fusarium sp., Rhizoctonia
solani spp; Phoma spp.; etc., son enfermedades de lenta evolución, cuyos
síntomas se hacen notables por lo general en plantas de 2 o más años de
edad.
30
En el caso de la corchosis, si bien los síntomas en el follaje son
inexistentes, el raleo de la pastura y/o la falta de rebrote o la excesiva
lentitud de éste pueden ser indicadores de la presencia de la enfermedad.
En las raíces, la sintomatología comienza con la formación de un pequeño
cancro seco que destruye las raíces laterales; en la corona y parte
superior de la raíz, el hongo causa una típica podredumbre seca, de color
marrón claro con sectores blanquecinos que corresponden al micelio del
hongo.
En el caso del CPCR (complejo de podredumbre de corona y raíz) se
aprecia una necrosis pardo-oscura en la corona, matizada con sectores
rojizos, violáceos o pardo claros, según las especies de hongos
intervinientes; externamente, puede observarse un crecimiento desparejo
de la planta que se corresponde con los sectores necrosados
subyacentes (Hijano y Pérez, 1995).
2.10.1.3 Antracnosis
La antracnosis puede ocasionar importantes pérdidas de las plantas, en
especial en primaveras y otoños húmedos y templados; en períodos de
deficiencias hídricas, disminuye la incidencia del patógeno. La
sintomatología típica incluye en la base de los tallos unas lesiones ovales
y hundidas, que incluyen frecuentemente las acérvulas del hongo y que
cuando rodean completamente al tallo, producen su marchitamiento con
la característica forma de bastón. La infección de la corona, que es una
etapa más avanzada de la enfermedad y que se manifiesta con una
necrosis oscura muy característica, puede causar la muerte de la planta
(Hijano y Pérez, 1995).
31
2.10.1.4 Fusariosis
La fusariosis tiene en la actualidad una incidencia relativamente menor;
no obstante, al ser su agente causal un componente del CPCR (complejo
de podredumbre de corona y raíz), su importancia no debe descuidarse.
La plantas enfermas evidencian un amarillamiento que normalmente
afecta sólo algunos sectores del follaje. Cortes transversales de la raíz
exhiben sectores necrosados, con tonalidades marrón-rojizas, que en un
principio se ubican en el xilema pero que luego afectan a toda la raíz. El
patógeno es favorecido por temperaturas cálidas y las plantas pueden
morir dentro la de misma temporada de infección. A nivel de predio, la
evolución de la enfermedad es usualmente lenta y sólo unos pocos
individuos muestran síntomas simultáneamente; sin embargo, al cabo de
dos o más temporadas, la mortandad de plantas puede ser muy alta. La
humedad del suelo no es un factor crítico en la evolución de la
enfermedad (Hijano y Pérez, 1995).
2.10.2 Enfermedades Foliares
Las enfermedades foliares anteriormente enumeradas en especial la
mancha ocular de la hoja y el manchón foliar amarillo, han alcanzado en
los últimos años proporciones muy altas. Esto se ha visto favorecido por
el uso masivo de cultivares sin reposo invernal, cuyo germoplasma es en
general muy susceptible en la condiciones de relativamente alta
humedad. Estas enfermedades originan en las hojas, tallos y pecíolos
manchas y/o eflorescencias de distinto tipo que disminuyen el rendimiento
y la calidad del forraje. En ocasiones pueden originar severas
defoliaciones, con pérdidas de hasta un 40% en el rendimiento de forraje
La práctica más importante para el control de las principales
enfermedades es el uso de variedades resistentes. La mayoría de los
32
cultivares actualmente en el mercado presenta adecuados niveles de
resistencia a la fitóftora, la antracnosis y la fusariosis.
La naturaleza perenne de la alfalfa y la elevada supervivencia de muchos
patógenos reducen la efectividad de la rotación de cultivos como práctica
cultural en el control de las enfermedades. Bajo ciertas condiciones, el
mantenimiento del pH del suelo con valores próximos a la neutralidad
(6.5-7), junto con un adecuado nivel de fertilidad (especialmente fósforo y
potasio), pueden contribuir a la obtención de plantas vigorosas, con un
alto potencial de tolerancia a los patógenos. El mejoramiento del drenaje
del perfil, así como un manejo racional del riego, pueden disminuir los
problemas de fitóftora en algunas áreas. El adelanto del corte o pastoreo
pueden contribuir a minimizar las pérdidas originadas por las
enfermedades foliares (Hijano y Pérez, 1995).
2.11 APROVECHAMIENTO DE LA ALFALFA
2.11.1 En verde
La alfalfa en verde constituye una excelente forma de utilización por su
buena calidad e ingestibilidad, pero conlleva gastos importantes tanto en
mecanización como en mano de obra.
Al contrario sucede con el pastoreo directo, pues constituye la forma más
económica de aprovechamiento de una pradera, junto al pastoreo
rotacional (Suttie, 2003).
2.12 TRABAJOS REALIZADOS EN ALFALFA
VÁZQUEZ-Vázquez Cirilo, José Luis García-Hernández, Enrique Salazar-
Sosa, Bernardo Murillo-Amador, Ignacio Orona-Castillo, Rafael Zúńiga-
Tarango, Edgar Omar Rueda-Puente, Pablo Preciado-Rangel. (2004). En
33
su trabajo denominado Rendimiento y valor nutritivo de forraje de
alfalfa (Medicago sativa L.) con diferentes dosis de estiércol bovino.
Tuvo como objetivo evaluar la producción, el valor nutritivo del forraje de
tres variedades de alfalfa, tratamientos de fertilizado con estiércol de
bovino y con riego por goteo subsuperficial. Se determinó la composición
del N, P, K, Ca y Mg en el tejido vegetal como un indicador de los
volúmenes de extracción para cada nutrimento. Las variedades fueron:
CUF 101, Sandor y Altaverde. Se aplicaron cinco tratamientos de estiércol
(0, 40, 80, 120, 160 ton/ha-1) y uno de fertilizante químico (30-100 Kg/ha-1
de N y P) como testigo. Respecto al forraje seco se presentaron
diferencias significativas entre los tratamientos de estiércol pero no para
variedades. Los valores de producción más altos se observaron en los
cortes marzo, abril y junio en los tratamientos de estiércol de 80, 120 y
160 ton/ha-1, con valores superiores de 4 ton/ha-1 de forraje seco. En las
variables de valor nutritivo del forraje (proteína cruda, fibra acido
detergente, fibra neutro detergente y energía), tampoco se detectaron
diferencias significativas entre variedades ni entre tratamientos de
fertilización. Con respecto a la extracción de N, P, K, Ca y Mg por las
plantas, en los cortes 5º al 8º es donde se presentó la mayor extracción
de dichos elementos con aproximadamente 160 Kg/ha-1 de nitrógeno, 12-
14 Kg/ha-1 de fósforo y 125 Kg/ha-1 de potasio.
URBANO D. y DÁVILA C. (2002). Realizaron un ensayo denominado:
Evaluación del rendimiento y composición química de once
variedades de alfalfa (Medicago sativa) bajo corte en la zona alta del
estado Mérida, Venezuela, con el objetivo de evaluar once variedades
de Alfalfa: Alfa-50, Alfa-100, AS-13, Euver, Lanfagene, Peluda Peruana,
WL-514, WL-515, WL-516, WL-605 y WL-7 Special). Se utilizó un diseño
de bloques al azar con tres repeticiones. Los cortes se realizaron en
promedio cada 45 días. Los resultados indicaron que el rendimiento de
materia seca mostró diferencias significativas (P<0.05) entre los
tratamientos para el primer año, siendo el valor promedio de 17080 Kg
34
MS/ha.año. En la altura se encontró diferencias (P<0.05) entre las
variedades, con un promedio de 66 cm. Para la relación hoja/tallo no se
detectó significancias para los tratamientos, con un promedio de 1.33. Se
encontró diferencias estadísticas (P<0.05) para las variables contenido de
proteína cruda y fósforo, mientras que para el potasio no se encontró
diferencias entre los valores en las distintas variedades. Los valores
oscilaron entre 21,09 –24,02 % y 0,31- 0,46 % para proteína y fósforo
respectivamente. Para el potasio su contenido promedio fue de 4,18 %.
Bajo las condiciones de estudio los once cultivares presentaron un
comportamiento productivo similar, siendo las variedades WL-516 y
Lanfagene las que respondieron con rendimiento cercano a 20 ton MS/ha,
para el primer año.
FONTANA Dalla, L. A; NESCIER, I. DE LOS M.; PENNISI, D. T.;
LONGONI, M. L. y CONTINI, L. (2007). Realizaron un ensayo
denominado Efecto de la fertilización sobre la calidad de plantas de
alfalfa (Medicago sativa L.) a través del ciclo de producción, cuyo
objetivo fue estudiar el efecto de la fertilización fosforada, azufrada y su
combinación sobre el contenido de fibra detergente ácida (FDA) y
proteína bruta (PB) durante las cuatro estaciones del primer año del
cultivo. El ensayo se realizó sobre un suelo Argiudol típico. El cultivar
utilizado fue “Esperanza UNL” y el diseño fue de bloques completos al
azar con cuatro tratamientos y cuatro repeticiones. En el ANOVA sobre
valores medios de FDA y PB se encontraron diferencias altamente
significativas en el invierno y en el verano, con el agregado de fertilizantes
fosforados y azufrados (p= 0.001), Test de Dunnet vs. el testigo.
35
3. MATERIALES Y MÉTODOS
3.1 MATERIALES
3.1.1 De Campo
Terreno de 1625 m2 de suelo distribuido en 12 parcelas de 105 m2.
Semilla de alfalfa (5 kg).
Agua.
Fertilizante químico: 10-30-10, muriato de potasio y urea.
Fertilizante orgánico: Gallinaza (200 sacos).
Cal agrícola (325 kg).
Herramientas de labranza (lampas, azadones, rastrillo).
Materiales para riego por aspersión (manguera, uniones, cortadoras,
T de media, reducciones, aspersores y teflon).
Registros de campo.
Cuadrante.
Rótulos de identificación de tratamientos.
Guadaña.
Fundas plásticas.
Decámetro.
Estacas.
Balanza.
Cámara fotográfica.
Piola 100 metros.
Clavos.
3.1.2 De Oficina
Computadora.
Impresora.
36
Memoria.
Esferográficos.
Lápiz.
Hojas Inen A4.
Carpetas.
Calculadora.
Cuaderno.
3.2 MÉTODOS
3.2.1 Ubicación del Ensayo
El presente trabajo de investigación se realizó en el comunidad de
Cochapamba de la parroquia Tenta, del cantón Saraguro y provincia de
Loja. Tiene la temperatura promedio de 13 ºC, una precipitación promedio
anual de 750 mm/año; y una altitud de 2550 m.s.n.m. La humedad relativa
es de 82% y una formación ecológica de bosque seco montano bajo (Bs
Mb) (Municipio de Saraguro, 2002).
3.2.2 Adecuación y Características de las Parcelas
Antes del inicio del trabajo de campo se tomaron muestras del suelo y
fueron enviadas al Laboratorio de Suelos de la Universidad Nacional de
Loja para su análisis. Luego se realizó labores de enmendadura del suelo
adicionando la cantidad de 325 Kg de cal agrícola. Se construyeron 12
parcelas de 7 x 15 metros cada una, teniendo un área de 105 m2 por
parcela. De las cuales, cuatro parcelas correspondieron a un bloque y se
realizaron tres repeticiones, con un testigo cada uno. La distancia entre
bloques fue de 1 m y entre las parcelas de cada tratamiento también fue
de 1 m, esto con la finalidad de dar un mejor cuidado al cultivo y evitar la
competencia de orilla. A todas las parcelas se las sometió bajo el sistema
de riego por aspersión.
37
3.2.3 Especificaciones del Ensayo
Área total del experimento 1625 m2 (65 x 25m)
Número de parcelas 12
Dimensiones de cada parcela 7 m x 15 m
Área de cada parcela 105 m2
Distancia entre bloques 1 m
Distancia entre parcelas 1 m
3.2.4 Descripción de las Unidades Experimentales
La unidad experimental la constituyó cada parcela de 105 m2 con el cultivo
de alfalfa más su respectiva fertilización química, orgánica, química-
orgánica y el testigo; es decir fueron 12 unidades experimentales en las
que se distribuyó los cuatro tratamientos, con tres repeticiones.
3.2.5 Descripción del Experimento
3.2.5.1 Duración del trabajo
El presente trabajo de investigación se inició el 14 de Junio del 2011 y
finalizó el 7 de Febrero del año 2012, por lo tanto la investigación tuvo una
duración aproximada de ocho meses.
3.2.5.2 Preparación del terreno
El suelo para la siembra de alfalfa debe estar en óptimas condiciones y
para ello se realizó las labores siguientes:
Desmonte de la vegetación.
Limpieza del sitio (piedras, restos de cosecha).
38
Arado manual del terreno con pico, azadón, lampa y barreta, etc.; con
la finalidad de que el suelo quede suelto y tenga cierta capacidad de
captación de agua, sin que exista encharcamiento.
Aplicación de 325 Kg de cal agrícola en base a las recomendaciones
de fertilización del análisis de suelo.
Trazado de parcelas e identificación de bloques. Se utilizó estacas,
piola, barreta, decámetro, etc.
3.2.5.3 Siembra
La siembra se realizó, al voleo, utilizando 5 Kg de semilla de alfalfa de la
variedad CUF-101, para las doce parcelas.
3.2.5.4 Control de malezas
El control de malezas fue manual, separando las malas hierbas, con la
finalidad de potenciar el crecimiento óptimo de la alfalfa. El primer control
se realizó a los 30 días de sembrada la alfalfa y luego cada 30 días hasta,
finalizar el ensayo.
3.2.5.5 Fertilización
La fertilización química se efectuó con el abono 10-30-10, muriato de
potasio y urea a los 45 días post siembra de la alfalfa y luego del tercer
corte.
3.2.5.6 Riego
El sistema de riego fue por aspersión, en el cual se diseñó un estanque
de almacenamiento de agua en la parte más alta del terreno, desde allí se
distribuyó mediante mangueras hacia las parcelas. El suministro de agua
a través de los aspersores se lo realizó con la finalidad de proporcionar la
suficiente cantidad de agua para las parcelas de alfalfa.
39
3.2.6 Manejo de Parcelas
Una vez adecuadas las 12 parcelas se procedió a sortear los cuatro
tratamientos a aplicarse. El riego se lo hizo tres veces por semana con un
tiempo de una hora treinta minutos por espacio regado.
El primer corte se realizó cuando el cultivo en la parcela tuvo un 10% de
floración.
3.2.7 Tratamientos
Para la presente investigación se planteó cuatro tratamientos con tres
repeticiones, mismas que se detallan a continuación:
3.2.8 Mapa de Campo, Bloques, Parcelas y Sorteo de Tratamientos
BLOQUE I
BLOQUE II
BLOQUE III
(3)
Fertilización
Química-
orgánica
(2)
Fertilización
Orgánica
(4)
Testigo (T)
(1)
Fertilización
Química
(2)
Fertilización
Orgánica
(1)
Fertilización
Química
(4)
Testigo (T)
(3)
Fertilización
Química-
orgánica
(3)
Fertilización
Química-
orgánica
(4)
Testigo (T)
(2)
Fertilización
Orgánica
(1)
Fertilización
Química
40
Cuadro 3. Fertilizantes utilizados en el ensayo.
NÚMERO (orden) VARIEDADES
1 Fertilizante químico: 10-30-10,
muriato de potasio y urea.
2 Fertilizante orgánico: Gallinaza.
3
Fertilizante químico-orgánico: 10-
30-10, muriato de potasio y urea
mas la adición de gallinaza.
4 Sin fertilizante.
3.2.9 Fertilización
En el presente trabajo se utilizó las siguientes fertilizaciones:
3.2.9.1 Fertilización química
Formado por los fertilizantes químicos: 10-30-10, muriato de potasio y
urea.
3.2.9.2 Fertilización orgánica
Aplicación de gallinaza como fertilizante orgánico.
3.2.9.3 Fertilización química-orgánica
Constituido por la combinación de los fertilizantes químicos 10-30-10,
muriato de potasio y urea, más la gallinaza como fertilizante orgánico.
41
3.2.9.4 Testigo
En este tratamiento no se aplicó ningún tipo de fertilización ya que el
mismo nos sirvió en la evaluación de los tres tratamientos anteriores.
3.2.10 Variables en Estudio
Producción de biomasa (Kg/m2) y (ton/ha)
Capacidad receptiva (UBA/ha)
Valor nutritivo de la alfalfa (%).
Crecimiento de la alfalfa (altura en centímetros)
3.2.11 Toma y Registro de Datos
Para recopilar la información de las variables anteriormente mencionadas
se procedió de la siguiente manera:
3.2.11.1 Producción de biomasa
Se calculó de la biomasa con la ayuda del cuadrante de 1 m2,
muestreando, cortando y pesando la cantidad de alfalfa, para conocer la
producción promedio de biomasa por metro cuadrado. Por parcela se
cortaron cinco metros cuadrados, se pesó la biomasa de cada m2 y se
dividió para cinco, en las tres repeticiones de cada tratamiento,
obteniéndose el promedio real en kilogramos por m2 de biomasa de cada
tratamiento, convirtiendo a toneladas por hectárea, multiplicando ese
promedio por 10 000. Se realizaron tres cortes de la alfalfa.
3.2.11.2 Capacidad receptiva
42
Con el cálculo de la biomasa convertida a ton/ha, se calculó la capacidad
receptiva en bovino de 400 Kg de peso, ya que el parámetro de consumo
de forraje verde en esta especie es del 10% de su peso vivo, se empleó la
siguiente fórmula:
𝐶𝑅 =𝑃𝐵/𝑐 𝑥 𝑁𝑟𝑜.𝐶/𝑎ñ𝑜 𝑥 0,70
𝐴𝐶𝐴/𝑎
Dónde:
CR: Capacidad receptiva.
PB/c: Producción de biomasa (toneladas de alfalfa por corte).
Nro. C/año: Numero de cortes al año.
ACA/a: Alimento consumo animal/año (toneladas)
0,70: Lo que consume el animal
3.2.11.3 Valor nutritivo del forraje
Del pasto cortado que se determinó la producción de biomasa, se tomó un
kilogramo de cada repetición (parcela) una vez que se ha mezclado bien
las cinco pesadas de cada parcela en cada corte, con un total de 36
análisis bromatológicos que se realizaron en el Laboratorio de Nutrición
Animal del Área Agropecuaria y de Recursos Naturales Renovables de la
Universidad Nacional de Loja.
3.2.11.4 Crecimiento de la alfalfa
Después de 15 días de sembrada la alfalfa se midió la altura de la planta
por muestreo y por parcela, con una frecuencia de quince días para
determinar el crecimiento foliar, hasta terminar el trabajo de campo. Se
hizo tres medidas de las alturas de las plantas de alfalfa, esto es, a los 15,
30 y 45 días.
43
3.2.12 Diseño Experimental
El Diseño Experimental que se aplicó fue el Diseño Bloques al Azar, con
cuatro tratamientos y tres repeticiones.
3.2.13 Análisis Estadístico
En el presente trabajo de investigación, se utilizó el Diseño Bloques al
Azar, se obtuvo el Análisis de la Varianza (ADEVA) con el Software
estadístico SPSS (Statistical Package for the Social Sciences), para
establecer las diferencias entre promedios, se aplicó la prueba de Tukey
se elaboraron cuadros y figuras para facilitar la explicación de las
variables.
44
4. RESULTADOS
4.1 PRODUCCIÓN DE BIOMASA (Kg/m2)
Para determinar la producción de biomasa se consideró la cantidad de
forraje producida por metro cuadrado, los resultados se presentan en el
cuadro cuatro y se grafica en la figura cuatro.
Cuadro 4. Producción de biomasa (Kg/m2) de la alfalfa por corte.
TRATAMIENTOS CORTES
PROMEDIO I II III
Química 3,27 3,60 3,27 3,38
Orgánica 2,80 3,27 3,23 3,10
Química-Orgánica 3,77 4,07 3,57 3,80
Testigo (T) 1,43 1,57 1,57 1,52
PROMEDIO 2,82 3,13 2,91
El presente cuadro muestra que la producción de biomasa al utilizar la
fertilización química-orgánica es superior llegando a 3,80 Kg/m2, luego la
fertilización química registró 3,38 Kg/m2, la orgánica obtuvo 3,10 Kg/m2,
finalmente el testigo con 1,52 Kg/m2.
45
Figura 4. Evaluación de la producción de biomasa en Kg/m2 por tratamientos.
Al realizar el análisis de varianza se detectó que el valor de F3,6, (Anexo
4) condujo a un p valor igual a 0, por lo que se rechazó la hipótesis nula
concluyendo que existen diferencias significativas en la producción media
de biomasa en al menos dos de las distintas fertilizaciones.
4.2 CAPACIDAD RECEPTIVA (UBA/ha)
La capacidad receptiva para un bovino que pesa en promedio 400
kilogramos (Ver Anexo 4). Los resultados se indican en el cuadro cinco y
se grafica en la figura cinco.
Cuadro 5. Capacidad receptiva (UBA/ha) de la alfalfa por corte.
TRATAMIENTOS CORTES
PROMEDIO I II III
Química 9,41 10,36 9,41 9,72
Orgánica 8,05 9,41 9,29 8,92
Química-Orgánica 10,85 11,71 10,27 10,94
Testigo (T) 4,11 4,52 4,52 4,38
PROMEDIO 8,11 9,00 8,37
En el cuadro se muestra que la capacidad receptiva es superior en el
tratamiento de fertilización química-orgánica, obteniendo 10,94 UBA/ha,
en la fertilización química se llegó a 9,72 UBA/ha, en la orgánica 8,92
UBA/ha, por el contrario en el testigo se tuvo una baja capacidad
receptiva llegando a 4,38 UBA/ha. La diferencia existente entre el
tratamiento con fertilización química-orgánica y el testigo, es marcada,
para ello se aplicó la prueba Tukey con la finalidad de evaluar la
diferencia estadística (Ver Anexo 5).
46
Figura 5. Evaluación de la capacidad receptiva (UBA/ha) por tratamientos.
Para determinar la diferencia entre los promedios se realizó el análisis de
la varianza, en el cual se detectó que el valor de F3,6, (Anexo 4) condujo a
un p valor igual a 0, por lo que se rechazó la hipótesis nula concluyendo
que existen diferencias significativas en la capacidad receptiva en al
menos dos, de los distintos tratamientos(química-orgánica y el testigo).
4.3 VALOR NUTRITIVO DE LA ALFALFA
De los análisis bromatológicos se consideró los siguientes nutrientes:
proteína, fibra y humedad de la alfalfa en cada uno se los tres cortes que
se realizó.
4.3.1 Porcentaje de Proteína de la Alfalfa
Los porcentajes de proteína de la alfalfa se muestra en el cuadro seis y se
grafica en la figura seis.
47
Cuadro 6. Porcentaje de proteína de la alfalfa por corte en base a materia seca.
TRATAMIENTOS CORTES
PROMEDIO I II III
Química 35,70 23,09 21,92 26,90
Orgánica 28,83 23,94 21,84 24,87
Química-Orgánica 33,08 24,38 21,83 26,43
Testigo (T) 35,25 26,37 21,32 27,65
PROMEDIO 33,22 24,44 21,73
El presente cuadro muestra los valores de proteína bruta (PB) son
elevados en el testigo 27,65%, seguido de la fertilización química 26,90%,
luego en la fertilización química-orgánica se obtuvo 26,43% y finalmente
en la fertilización orgánica se llegó a 24,87%, para mejor entendimiento se
grafica en la siguiente figura.
Figura 6. Porcentaje de proteína bruta (PB) por tratamientos.
Para determinar si existe diferencia entre los promedios obtenidos de los
respectivos tratamientos, se realizó el Análisis de Varianza (ADEVA), a
través del cual se logró detectar que no existe diferencia estadística
significativa en los tratamientos ya que una F3,6, conllevó a un p valor de
48
0,430, aceptando la hipótesis nula en la que menciona que los promedios
son iguales en las fertilizaciones.
Por el contrario en los cortes se obtuvo una F2,6, que generó un p valor de
0, este valor resultó inferior al nivel de significancia de p=0,05, por lo que
se concluyó que si existe diferencia significativa en al menos uno de los
cortes de forraje.
4.3.2 Porcentaje de Fibra de la Alfalfa
Los porcentajes de fibra de la alfalfa se muestra en el cuadro siete y se
grafica en la figura siete.
Cuadro 7. Porcentaje de fibra de la alfalfa por corte en base a materia seca
TRATAMIENTOS CORTES
PROMEDIO I II III
Química 17,71 32,09 28,26 26,02
Orgánica 15,01 32,69 29,96 25,88
Química-Orgánica 17,07 32,32 29,45 26,28
Testigo (T) 21,83 28,93 28,98 26,58
PROMEDIO 17,90 31,51 29,16
El presente cuadro muestra el porcentaje de fibra que se obtuvo en los
tres cortes por tratamiento, es así que el 26,58% de fibra pertenece al
testigo, 26,28% al tratamiento química-orgánica, 26,02% al tratamiento
química y el 25,58% de fibra al tratamiento de fertilización orgánica y para
mejor entendimiento se grafica en la siguiente figura.
49
Figura 7. Porcentaje de fibra por tratamientos.
Con la finalidad de determinar si existe diferencia entre los promedios
obtenidos de los respectivos tratamientos, se aplicó el ADEVA, a través
del cual se logró detectar que no existe diferencia estadística significativa
debido a que en una F3,6, se llegó a un p valor de 0,984, por lo tanto
p>0,05, aceptando la hipótesis nula en la que menciona que los
promedios son iguales en las fertilizaciones. Por otro lado en los cortes se
obtuvo una F2,6, que generó un p valor de 0, este valor resultó inferior al
nivel de significancia de p (p<0,05), por lo que se concluyó que si existe
diferencia significativa en al menos uno de los cortes de alfalfa.
4.3.3 Porcentaje de Humedad de la Alfalfa
Los porcentajes de humedad de la alfalfa se muestra en el cuadro ocho y
se grafica en la figura ocho.
50
Cuadro 8. Porcentaje de humedad de la alfalfa por corte.
TRATAMIENTOS CORTES
PROMEDIO I II III
Química 83,07 83,25 84,64 83,65
Orgánica 80,28 82,32 85,15 82,58
Química-Orgánica 81,82 85,23 84,28 83,78
Testigo (T) 81,06 84,56 83,60 83,07
PROMEDIO 81,55 83,84 84,42
En el cuadro ocho, se indica el porcentaje de humedad de la alfalfa
logrado con la aplicación de los distintos fertilizantes. En la fertilización
química-orgánica se obtuvo 83,78%, en la química 83,65%, en el testigo
83,07% y en la orgánica el 82,58%, para entender mejor se grafica en la
siguiente figura.
Figura 8. Porcentaje de humedad por tratamientos.
Al aplicar el ADEVA, se determinó que no existe diferencia estadística
significativa debido a que en una F3,6, se llegó a un p valor de 0,587,
entonces resulto ser p>0,05, por lo tanto se acepto la hipótesis nula en la
que menciona que los promedios son iguales en las fertilizaciones. Sin
51
embargo en los cortes se obtuvo una F2,6, que generó un p valor de 0,027,
este valor resultó inferior al nivel de significancia de p (p<0,05),
concluyendo que si existe diferencia significativa en al menos uno de los
cortes de forraje.
4.4 CRECIMIENTO DE LA ALFALFA (ALTURA EN CENTÍMETROS)
En el crecimiento del forraje se tomó en cuenta la altura de las plantas
que se registró con una frecuencia de 15 días, por lo tanto se obtuvo tres
medidas (15, 30 y 45 días en cada corte).
4.4.1 Altura de las Plantas de Alfalfa a los 15 días
Los resultados se muestran en el cuadro nueve y se grafica en la figura
nueve.
Cuadro 9. Altura de las plantas a los 15 días en los diferentes cortes (cm).
TRATAMIENTOS CORTES
PROMEDIO I II III
Química 17,33 20,33 20,00 19,22
Orgánica 16,33 20,00 20,67 19,00
Química-Orgánica 16,67 21,67 21,67 20,00
Testigo (T) 15,00 16,33 16,67 16,00
PROMEDIO 16,33 19,58 19,75
Al revisar el cuadro anterior se muestra que la mayor altura a los 15 días
se registró en la fertilización química-orgánica llegando a 20 cm, por el
contrario en el testigo se obtuvo únicamente a 16 cm de altura de la
alfalfa. Para entender mejor se grafica en la siguiente figura.
52
Figura 9. Evaluación de la altura en centímetros de las plantas de alfalfa a los 15 días por tratamiento.
Al realizar el análisis de varianza se llegó a obtener un p valor en los
tratamientos de 0,007 y en los cortes 0,003 (p<0,05), lo que conllevó a
rechazar la hipótesis nula y aceptar la hipótesis alternativa en la que
menciona que por lo menos un promedio de las fertilizaciones y de los
cortes es diferente.
4.4.2 Altura de las Plantas de Alfalfa a los 30 días
Los resultados se muestran en el cuadro diez y se grafica en la figura
diez.
53
Cuadro 10. Altura de las plantas a los 30 días en los diferentes cortes (cm).
TRATAMIENTOS CORTES
PROMEDIO I II III
Química 41,00 42,00 42,67 41,89
Orgánica 47,33 47,33 46,67 47,11
Química-Orgánica 48,67 50,00 51,00 49,89
Testigo (T) 24,00 24,00 24,00 24,00
PROMEDIO 40,25 40,83 41,08
El presente cuadro muestra que la mayor altura a los 30 días se logró en
la fertilización química-orgánica llegando a 49,89 cm, por el contrario en el
testigo se llegó únicamente a 24 cm de altura de la alfalfa.
Figura 10. Evaluación de la altura en centímetros de las plantas de alfalfa a los 30 días por tratamiento.
En el análisis de varianza se determinó un p valor en los tratamientos de 0
(p<0,05), y en los cortes 0,300 (p>0,05), lo que conllevó a rechazar la
hipótesis nula en los tratamientos en la que menciona que por lo menos
54
un promedio de las fertilizaciones es diferente. No ocurrió así en los
cortes en los que no existe diferencia estadística.
4.4.3 Altura de las Plantas de Alfalfa a los 45 días
Los resultados se muestran en el cuadro once y se grafica en la figura
once.
Cuadro 11. Altura de las plantas a los 45 días en los diferentes cortes
(cm).
TRATAMIENTOS CORTES PROMEDIO
I II III
Química 61,00 61,67 61,67 61,44
Orgánica 61,33 61,67 60,33 61,11
Química-Orgánica 64,67 65,33 65,00 65,00
Testigo (T) 41,67 42,67 42,33 42,22
PROMEDIO 57,17 57,83 57,33
En el cuadro 11, se registró una mayor altura en la fertilización química-
orgánica 65 cm, muy al contrario en el testigo con 42,22 cm. De ello se
deduce que la fertilización si tuvo efecto en la altura de las plantas.
55
Figura 11. Evaluación de la altura en centímetros de las plantas de alfalfa a los 45 días por tratamiento.
En el análisis de la varianza se tuvo un p valor de 0 en los tratamientos y
0,139 en los cortes, por lo tanto en los tratamientos se rechazó la
hipótesis nula y se aceptó la alternativa en la cual se denota que por lo
menos la altura es diferente en una de las distintas fertilizaciones.
4.4.4 Altura Promedio de las Plantas de Alfalfa en los tres Cortes
Los resultados se muestran en el cuadro doce y se grafica en la figura
doce.
Cuadro 12. Altura promedio de las plantas de alfalfa en los tres cortes en las diferentes edades.
TRATAMIENTOS EDAD
15 DÍAS 30 DÍAS 45 DÍAS
Química 19,22 41,89 61,44
Orgánica 19,00 47,11 61,11
Química-Orgánica 20,00 49,89 65,00
Testigo (T) 16,00 24,00 42,22
PROMEDIO 18,56 40,72 57,44
56
En el cuadro 12 se muestra las diferentes alturas promedio en los
distintos días en que se realizó las mediciones. De ello se destaca la
fertilización química-orgánica que alcanzó las mayores alturas, es así que:
a los 15 días obtuvo 20 cm; a los 30 días 49,89 cm; y a los 45 días que es
la edad en la que se realizó el corte llego a 65 cm, para un mejor
entendimiento se grafica en la siguiente figura.
Figura 12. Evaluación de la altura en centímetros promedio de las plantas de alfalfa de acuerdo a la edad.
57
5. DISCUSIÓN
5.1 PRODUCCIÓN DE BIOMASA (Kg/m2)
La producción de biomasa fue superior en el tratamiento de fertilización
química-orgánica ya que se obtuvo 3,80 Kg/m2 y cuyo valor convertido a
ton/ha fue 38, esto se debe a que los nutrientes de los fertilizantes
químicos fueron absorbidos rápidamente por el suelo debido a su dilución,
mientras que los nutrientes de la materia orgánica son cedidos
lentamente, pero se complementan con los fertilizantes químicos en la
fertilización química orgánica. Por el contrario el testigo solo llegó a 1,52
Kg/m2 y su valor fue 15,22 ton/ha. Estos valores se relacionan
directamente con la altura de las plantas; a mayor altura mayor cantidad
de producción de forraje el tratamiento de fertilización química-orgánica
registro mayor altura llegando a 65 cm a los 45 días por lo tanto se
justifica la producción de biomasa por unidad de superficie.
5.2 CAPACIDAD RECEPTIVA (UBA/ha)
La capacidad receptiva resultó ser mayor en el tratamiento de fertilización
química-orgánica, esta relación es directamente proporcional con la
producción de biomasa al saber que al obtener mayor producción de
biomasa en este tratamiento la capacidad receptiva aumenta por lo que
en el presente trabajo se tuvo una capacidad receptiva de la alfalfa de
10,94 UBA/ha. Al considerar que en ganadería actual se acepta una
capacidad de 1 UBA/ha contrasta con la obtenida en el presente ensayo
ya que resulta ser una capacidad receptiva alta, lo que conlleva a decir
que realizando un buen manejo del cultivo de la alfalfa, realizando seis
cortes al año y aplicando fertilización química potenciada con la orgánica
se llega a valores productivos altos y por ende se eleva la capacidad
receptiva por cada hectárea.
58
5.3 VALOR NUTRITIVO DE LA ALFALFA
Al finalizar el ensayo se logró obtener un forraje de alfalfa con 27,65% de
proteína, 26,58% de fibra y con 83,07 % de humedad en el testigo. En
comparación con el 24.47% de proteína y de fibra 25,45% que registra la
alfalfa en los análisis bromatológicos que han sido realizados en una edad
de 46 días del cultivo, en el Laboratorio de Bromatología de la Escuela
Superior Politécnica de Chimborazo (ESPOCH) en el año 2007. Ello hace
sugerir que al aportar fertilizantes a la alfalfa tras el corte, la planta
aprovecha preferentemente el nitrógeno del abonado y no moviliza las
proteínas de la raíz, lo que contribuyó a mejorar la capacidad de rebrote
de la planta tras el corte y el vigor del alfalfar.
Además con los diferentes fertilizantes que se aplicó se observó una
similitud tanto en los porcentajes de proteína, fibra y humedad inclusive
en el control, esto de justifica debido a que se tuvo una buena calidad de
suelo para el desarrollo del cultivo sumado a ello que se brindo las
condiciones optimas como abastecimiento de agua mediante el riego y las
labores de manejo que implica el cultivo de la alfalfa, en donde la
fertilización se constituyó en una labor complementaria para que el cultivo
desarrolle su máxima producción.
5.4 CRECIMIENTO DE LA ALFALFA (ALTURA EN CENTÍMETROS)
Al realizar la fertilización química-orgánica se constituyó un efecto
sinérgico que de alguna forma aportó minerales al suelo para que puedan
ser tomados por la planta y con la gallinaza como fertilizante orgánico se
aportó nitrógeno por ende el aporte supera las necesidades de la alfalfa lo
cual se demuestra encontrando una mayor altura en las plantas y por lo
tanto una mayor producción de volumen de forraje cortado (biomasa).
Esto se debe a que durante el crecimiento, la alfalfa acumula en las
raíces y en la corona como reservas el exceso de sustancias nutritivas
59
producidas por la fotosíntesis en forma de carbohidratos y de proteínas.
Tras la siega del alfalfar, las plantas quedan desprovistas de hojas para
realizar la fotosíntesis, por lo que utilizan las reservas acumuladas para
iniciar el nuevo rebrote. Dichas reservas descienden progresivamente
durante los próximos 10 a 14 días, periodo al final del cual la planta
alcanza una altura aproximada de 30 cm y vuelve a producir reservas en
exceso, las cuales utiliza para reponer las consumidas en el rebrote
inicial.
60
6. CONCLUSIONES
Una vez expuesto los resultados y discusión, se llega a las siguientes
conclusiones:
La producción de biomasa del cultivo de alfalfa fue superior en el
tratamiento con fertilización química-orgánica ya que se obtuvo 3,80
Kg/m2, que convertido a toneladas por hectárea es de 38, por lo tanto
la fertilización en los cultivos de alfalfa aumenta la producción de
biomasa.
La capacidad receptiva de la alfalfa fue de 10,94 UBA/ha, en el
tratamiento con fertilización química-orgánica con relación al testigo
que fue de 4,38 UBA/ha.
Se determinó que la alfalfa obtuvo un mayor porcentaje de nutrientes
en el Testigo llegando a 27,65% de proteína, 26,58% de fibra y 83,07
% de humedad.
La altura fue superior en la fertilización química-orgánica llegando a
65 cm promedio por corte a los 45 días de edad del cultivo.
61
7. RECOMENDACIONES
Una vez expuesto los resultados, discusiones y conclusiones, se propone
las siguientes recomendaciones:
Realizar análisis químico de suelos y análisis completo de los abonos
orgánicos para conocer los nutrientes del suelo y de los abonos para
hacer el aporte necesario para la siembra de forrajes y cultivos.
Realizar un mayor número de cortes de la alfalfa por año, para
detectar el efecto de los fertilizantes, cuando el cultivo va
incrementando su edad y por ende las exigencias de nutrientes son
cada vez mayores, se debe realizar una fertilización de
mantenimiento.
Realizar análisis químico de suelos y comparar con los requerimientos
del cultivo (alfalfa), para suplir los posibles desbalances.
En los terrenos ácidos para el cultivo de alfalfa se recomienda realizar
la respectiva enmienda del suelo según el resultado de laboratorio, ya
que la alfalfa no se produce adecuadamente en suelos ácidos.
62
8. BIBLIOGRAFÍA
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65
9. ANEXOS
Anexo 1. Análisis del suelo y recomendaciones de fertilización.
66
Anexo 2. Análisis bromatológico de la alfalfa en el primer corte.
67
68
Anexo 3. Análisis bromatológico de la alfalfa en el segundo y tercer corte.
69
70
71
Anexo 4. Calculo de la capacidad receptiva.
Convertir la producción de Biomasa (Kg/m2) a Toneladas por hectárea
(ton/ha).
Producción de biomasa de la alfalfa Kg/m2
TRATAMIENTOS CORTES PROMEDIO
I II III
Química 3,27 3,60 3,27 3,38
Orgánica 2,80 3,27 3,23 3,10
Química-Orgánica 3,77 4,07 3,57 3,80
Testigo (T) 1,43 1,57 1,57 1,52
PROMEDIO 2,82 3,13 2,91
𝑃𝑟𝑜𝑑.𝐵𝑖𝑜𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑡𝑜𝑛
ℎ𝑎 =
𝑃𝑟𝑜𝑑.𝐵𝑖𝑜𝑚𝑎𝑠𝑎 𝐾𝑔
𝑚2 𝑥 10000 𝑚2
1000 𝐾𝑔
𝑃𝑟𝑜𝑑.𝐵𝑖𝑜𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑡𝑜𝑛
ℎ𝑎 =
3,27 𝐾𝑔
𝑚2 𝑥 10000 𝑚2
1000 𝐾𝑔
𝑃𝑟𝑜𝑑.𝐵𝑖𝑜𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑡𝑜𝑛
ℎ𝑎 = 32,70
Calculo del consumo de alimento de un bovino de 400 kilos de peso
que consume el 10% de su peso vivo.
𝐴𝐶𝐴𝑎 =
𝑃𝑒𝑠𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑏𝑜𝑣𝑖𝑛𝑜 𝐾𝑔 𝑥 1
10% 𝑥 365
𝐴𝐶𝐴𝑎 = 14,6
72
Calculo de la capacidad receptiva (considerando 6 cortes de la alfalfa
por año.
𝐶𝑅 =𝑃𝐵
𝑐 𝑥 𝑁𝑟𝑜.𝐶𝑎ñ𝑜 𝑥 0.70
𝐴𝐶𝐴𝑎
𝐶𝑅 =32,70 𝑥 6 𝑥 0.70
14,6
𝐶𝑅 = 9,40 𝑈𝐵𝐴/ℎ𝑎
73
Anexo 5. Reporte del programa SPSS analizando las variables.
Altura en centímetros de la alfalfa a los 15 días en los tres cortes.
TRATAMIENTOS CORTES PROMEDIO
I II III
Química 17,33 20,33 20,00 19,22
Orgánica 16,33 20,00 20,67 19,00
Química-Orgánica 16,67 21,67 21,67 20,00
Testigo (T) 15,00 16,33 16,67 16,00
PROMEDIO 16,33 19,58 19,75
74
Altura en centímetros de la alfalfa a los 30 días en los tres cortes.
TRATAMIENTOS CORTES PROMEDIO
I II III
Química 41,00 42,00 42,67 41,89
Orgánica 47,33 47,33 46,67 47,11
Química-Orgánica 48,67 50,00 51,00 49,89
Testigo (T) 24,00 24,00 24,00 24,00
PROMEDIO 40,25 40,83 41,08
75
Altura en centímetros de la alfalfa a los 45 días en los tres cortes.
TRATAMIENTOS CORTES PROMEDIO
I II III
Química 61,00 61,67 61,67 61,44
Orgánica 61,33 61,67 60,33 61,11
Química-Orgánica 64,67 65,33 65,00 65,00
Testigo (T) 41,67 42,67 42,33 42,22
PROMEDIO 57,17 57,83 57,33
76
77
Producción de biomasa de la alfalfa Kg/m2
TRATAMIENTOS CORTES PROMEDIO
I II III
Química 3,27 3,60 3,27 3,38
Orgánica 2,80 3,27 3,23 3,10
Química-Orgánica 3,77 4,07 3,57 3,80
Testigo (T) 1,43 1,57 1,57 1,52
PROMEDIO 2,82 3,13 2,91
78
Capacidad receptiva de la alfalfa UBAs/ha.
TRATAMIENTOS CORTES PROMEDIO
I II III
Química 9,41 10,36 9,41 9,72
Orgánica 8,05 9,41 9,29 8,92
Química-Orgánica 10,85 11,71 10,27 10,94
Testigo (T) 4,11 4,52 4,52 4,38
PROMEDIO 8,11 9,00 8,37
79
Porcentaje de proteína de la alfalfa.
TRATAMIENTOS CORTES PROMEDIO
I II III
Química 35,70 23,09 21,92 26,90
Orgánica 28,83 23,94 21,84 24,87
Química-Orgánica 33,08 24,38 21,83 26,43
Testigo (T) 35,25 26,37 21,32 27,65
PROMEDIO 33,22 24,44 21,73
80
81
Porcentaje de fibra de la alfalfa.
TRATAMIENTOS CORTES PROMEDIO
I II III
Química 17,71 32,09 28,26 26,02
Orgánica 15,01 32,69 29,96 25,88
Química-Orgánica 17,07 32,32 29,45 26,28
Testigo (T) 21,83 28,93 28,98 26,58
PROMEDIO 17,90 31,51 29,16
82
Porcentaje de humedad de la alfalfa.
TRATAMIENTOS CORTES PROMEDIO
I II III
Química 83,07 83,25 84,64 83,65
Orgánica 80,28 82,32 85,15 82,58
Química-Orgánica 81,82 85,23 84,28 83,78
Testigo (T) 81,06 84,56 83,60 83,07
PROMEDIO 81,55 83,84 84,42
83
84
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA
ÁREA AGROPECUARIA Y DE RECURSOS NATURALES RENOVABLES
CARRERA DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA
TESIS:“RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN QUÍMICA, ORGÁNICA Y
QUÍMICA-ORGÁNICA EN PRADERAS DE ALFALFA (Medicago sativa
L.), EN LA COMUNIDAD DE COCHAPAMBA DE LA PARROQUIA
TENTA DEL CANTÓN SARAGURO DE LA PROVINCIA DE LOJA”.
Foto 1. Distribución de las parcelas de alfalfa.
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CARRERA DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA
TESIS:“RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN QUÍMICA, ORGÁNICA Y
QUÍMICA-ORGÁNICA EN PRADERAS DE ALFALFA (Medicago sativa
L.), EN LA COMUNIDAD DE COCHAPAMBA DE LA PARROQUIA
TENTA DEL CANTÓN SARAGURO DE LA PROVINCIA DE LOJA”.
Foto 2. Parcelas identificadas con su respectivo tratamiento
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CARRERA DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA
TESIS:“RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN QUÍMICA, ORGÁNICA Y
QUÍMICA-ORGÁNICA EN PRADERAS DE ALFALFA (Medicago sativa
L.), EN LA COMUNIDAD DE COCHAPAMBA DE LA PARROQUIA
TENTA DEL CANTÓN SARAGURO DE LA PROVINCIA DE LOJA”.
Foto 3. Sistema de riego por aspersión en las parcelas de alfalfa.
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CARRERA DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA
TESIS:“RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN QUÍMICA, ORGÁNICA Y
QUÍMICA-ORGÁNICA EN PRADERAS DE ALFALFA (Medicago sativa
L.), EN LA COMUNIDAD DE COCHAPAMBA DE LA PARROQUIA
TENTA DEL CANTÓN SARAGURO DE LA PROVINCIA DE LOJA”.
Foto 4. Corte de la alfalfa a los 45 días.
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QUÍMICA-ORGÁNICA EN PRADERAS DE ALFALFA (Medicago sativa
L.), EN LA COMUNIDAD DE COCHAPAMBA DE LA PARROQUIA
TENTA DEL CANTÓN SARAGURO DE LA PROVINCIA DE LOJA”.
Foto 5. Visita del comité asesor.