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Introducción
En este trabajo podemos encontrar información valiosa sobre lo que es la
salud mental. Abundaremos en diferentes definiciones de lo que es salud mental.
Entre estas definiciones se encuentra la salud física, salud emocional y salud
espiritual. Se discutirán las leyes que protegen a los pacientes de salud mental.
Agencias donde los pacientes y familiares pueden buscar ayuda y derechos que los
protegen. Ya que estos paciente no saben donde buscar ayuda ya que no saben que
tipo de salud mental tiene. Se le proveerá algunos tipos de evaluaciones sobre
trastornos mentales en general. Se conocerán los factores que contribuyen a los
problemas de salud mental y como la cultura visualiza estos pacientes. Además
como la familia apoya a estos pacientes y los integran al núcleo familiar. Se
conocerán sus efectos en el paciente. Como afecta a la familia y quienes sufren la
perdida de salud mental. Sus síntomas y lo que se puede hacer para tener una
buena salud mental. También se encuentra los factores protectores de la salud
mental de los pacientes. Encontraras información adicional sobre este interesante
tema que es muy importante para completar una buena calidad de vida. Entre esta
información se encuentra: federal salud mental, salud total, apuesta por la salud
mental, establecimiento para la atención de salud mental y el equipo
multidisciplinario de salud mental entre otras investigaciones encontradas. Este es
un trabajo muy interesante ya que conoceremos mas a la población que tenemos
cerca y conoceremos sus factores de riesgo.
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La salud mental es la capacidad del individuo para interactuar de manera
armónica con su ambiente. La salud integral de todo ser humano se compone de
tres elementos básicos: la salud física, la salud mental y la armonía social. La salud
mental permite al ser humano enfrentar las tensiones de la vida diaria, realizar
mejor su trabajo, tener mejores relaciones con las personas de nuestro entorno y
estar satisfecho de ello. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS): La
capacidad para mantener relaciones armoniosas con los demás, satisfacer
necesidades instintivas potencialmente en conflicto sin lesionar a los demás y ser
capaz de participar en las modificaciones positivas del ambiente físico y social. Es
la habilidad de aprender y poseer capacidades intelectuales, procesar información y
actuar en base a ella, clarificar valores y creencias, ejecutar tu capacidad de hacer
decisiones y entender las ideas nuevas. Las características: excite un equilibrio
interior, intelectual y afectivo. El individuo: vive satisfecho bien con relación a las
demás personas y pueden hacer frente a las exigencias de la vida.
Hay distintas maneras de conceptualizar una buena salud mental. No es solamente la
ausencia de una enfermedad. Algunos indicadores de buena salud mental son los
siguientes: autonomía personal, capacidad de trabajar, capacidad para asumir
responsabilidades, confiabilidad, capacidad de demostrar amistad, tolerancia a las
frustraciones, buen sentido del humor y capacidad para divertirse. Es un estado que se
caracteriza por el bienestar psíquico y el auto aceptación. Desde una perspectiva clínica,
la salud mental es la ausencia de enfermedades mentales. Es el estado de bienestar
resultante de la interacción funcional entre la persona y su ambiente, y la integración
armoniosa en su ser de un sinnúmero de factores, entre los que se encuentran; su
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percepción de la realidad y su interpretación de la misma; sus necesidades biológicas
primarias y la forma de satisfacerlas; su potenciales psíquicos, mentales y espirituales y el
modo de elevarlos a su máximo nivel; su sentido del humor y su capacidad para disfrutar
de los placeres genuinos que la vida nos ofrece; su confianza en sí mismo y el
reconocimiento de sus limitaciones; su satisfacción ante sus logros y su entereza ante sus
fracasos; su reconocimiento de sus derechos y obligaciones sociales como necesidades
básicas para la convivencia sana y pacífica; su solidaridad con los valores en que cree y
su respeto y tolerancia con los que discrepa; su capacidad para crecer y madurar a la luz
de las experiencias de su propia vida y la de otros; su resonancia afectiva ante los sucesos
alegres y tristes; y finalmente, su capacidad para dar y recibir amor generosamente.
La salud mental es como pensamos, sentimos, y actuamos cuando lidiamos con la
vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con
otras personas y tomamos decisiones. Al igual que la salud física, la salud mental es
importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad
adulta. Es la capacidad del ser humano de amar, trabajar y disfrutar de su tiempo libre.
El estado de bienestar que resulta de la interacción adecuada entre la persona y su
ambiente. Todas las personas se sienten preocupadas, ansiosas, tristes o estresadas
algunas veces. Pero en el caso de una enfermedad mental, estos sentimientos no
desaparecen y son lo suficientemente severos para interferir con la vida cotidiana. Puede
dificultar hacer amigos y conservar amistades, mantener un trabajo o disfrutar de la vida.
Es el cristal con que se mira tiene que ser positivo. Se trata de mantener el equilibrio
afectivo ante los sucesos alegres y tristes. Se trata de tener la capacidad para crecer y
madurar a la luz de las experiencias de su propia vida y la de otros.
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Las enfermedades mentales son comunes afectan aproximadamente a una de cada
cinco familias en los Estados Unidos. Usted no es culpable si tiene una. Estos trastornos:
depresión, fobias, trastorno bipolar, esquizofrenia y muchos otros son enfermedades
reales que no desaparecerán por su voluntad. Afortunadamente, suelen ser tratables. Las
medicinas y las terapias pueden mejorar la vida de la mayoría de las personas con
enfermedades mentales. Se trata de reconocer nuestros derechos, pero también nuestras
obligaciones sociales como una necesidad básica para la convivencia sana y pacífica. Es
el sentido del humor y la capacidad para disfrutar de los placeres genuinos que la vida
nos ofrece. La confianza en uno mismo y el reconocimiento de nuestras limitaciones. La
satisfacción ante nuestros logros y la entereza ante nuestros fracasos. Las personas
mentalmente sanas son capaces de desempeñar con éxito las actividades de la vida diaria,
solucionar problemas, establecer metas, adaptarse al cambio y disfrutar de la vida. Son
conscientes de sí mismas, manifiestan capacidad de autocontrol y son responsables de sus
actos. Es pocas palabras, las personas mentalmente sanas reaccionan bien. Está influida
por tres factores: características herederas, educación durante la infancia y circunstancias
de la vida. Cuando surge un problema en alguna de estas tres áreas, aumenta el riesgo de
desarrollar comportamientos ineficaces para afrontarlos. Si estas conductas ineficaces o
mal adaptativos interfieren en las actividades diarias, dañan la capacidad de juicio o
alteran la realidad, se considera entonces a la personas como paciente mental. Es decir,
un trastorno mental es una alteración de la capacidad de la persona para reaccionar de
manera eficaz. La historia está llena de ejemplos de cambios de actitud del ser humano
con respecto a las personas con problemas de salud mental. Como también, son factores
de riesgo que afectan al funcionamiento de toda persona. La Ley de Salud Mental en
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Puerto Rico de 2000. Ley Núm. 408 del 2 de octubre de 2000: Para establecer las
necesidades de prevención, tratamiento, recuperación y rehabilitación en salud mental;
crear las “Cartas de Derecho” para adultos y menores que reciben servicios de salud
mental; uniforme lo relativo a los procedimientos relacionados con estos derechos;
establecer los principios básicos de los niveles de cuidado en el ofrecimiento de servicios
de salud mental; derogar la Ley Núm. 116 de 12 de junio de 1980, conocida como
“Código de Salud Mental de Puerto Rico” y establecer penalidades. El código de Salud
Mental de Puerto Rico fue creado en virtud de la Ley Núm. 116 de 12 de junio de 1980,
según enmendada. Desde entonces, los cambios en la vida del ciudadano puertorriqueño
durante las últimas décadas han sido significativos. Estos cambios se han caracterizado
por un aumento significativo en la incidencia de trastornos mentales en adultos y
menores. Para enfrentarse a las exigencias del aumento de esos trastornos y a la
necesidad de proveer servicios de salud mental adecuados a las personas que necesiten de
éstos, han surgido una serie de reformas, incluyendo la Reforma de Salud en Puerto Rico,
con la incorporación del cuidado coordinado (manager Care), y de seguros y cubiertas de
salud mental para toda la población médico indigente, lo que ha tenido un efecto
trascendental en los servicios de salud mental que se ofrecen en Puerto Rico, dando paso
así a nuevas opciones de tratamiento, recuperación y rehabilitación en el campo de la
salud mental. Para garantizar que estos servicios se ofrezcan dentro de los criterios de
calidad que se establece en esta Ley, es importante que el estado intervenga en la
implantación de los procesos de asistencia técnica, facilitación, monitoria durante el
proceso, evaluación, licenciamiento de todas las instituciones proveedores de servicios de
salud mental. También se destaca en esta Ley, la importancia y trascendencia que tiene
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las organizaciones de base comunitaria y pastoral, en lo concerniente a la prevención,
tratamiento, recuperación y rehabilitación de las personas que padecen de problemas
relacionadas al abuso de sustancias controladas y alcohol. Estas organizaciones,
históricamente, han probado ser altamente eficaces en su manejo de este problema de
índole social y han evidenciado ser celosas gendarmes del bienestar de nuestro Pueblo.
La Ley sobre los centros de salud mental comunitarios: al tiempo que la población con
enfermedades mentales se desplazaba de la institución a la comunidad (des
institucionalización), se amplió la demanda de servicios comunitarios de salud mental.
Para hacer frente tal demanda, el gobierno federal propuso establecer una red nacional de
centros de salud mental comunitarios. La Ley sobre Centros de Salud Mental
Comunitarios (ley pública 88 – 164) fue aprobada por el Congreso en octubre de 1963. El
objetivo de esta ley era promover la construcción de centros de salud mental en las
comunidades de todo el país. Allí se cubrirían las necesidades de todos los afectados por
problemas mentales o emocionales, así como las de los enfermos mentales agudos y
crónicos. Médicos (psiquiatras), personal de enfermería y otros terapeutas desarrollarían
relaciones terapéuticas con sus pacientes y controlarían la evolución a lo largo del tiempo
en el marco de la comunidad. Cada centro debía proporcionar servicios globales en la
salud mental para todos los residentes de una determinada región geográfica, denominada
área de influencia. La Ley # 408 de 2 de octubre de 2000: Ley # 408 del 2 de octubre de
2000, ley de salud mental de Puerto Rico. Esta es una ley para casos de salud mental. Se
ha estipulado que muchos de los casos de suicidios son cometidos por personas con
problemas de salud mental. A través de esta ley se pueden prevenir casos de suicidio en
personas que se niegan rotundamente a ser atendidas o a buscar ayuda ya que esta provee
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una orden judicial en el cual la persona por obligación quedan recluida por 24 horas y se
le da seguimiento.
La Ley # 183 de 6 de agosto de 2008: Incluye a las personas que sufren trastornos
relacionados a uso y abuso de sustancias controladas y alcohol. Este es un trastorno
mental. Significa el abuso y/o dependencia del alcohol, medicamentos de prescripción,
solventes, drogas ilegales, etc., según definidas por el Manual Estadístico de Trastornos
Mentales en su cuarta y subsiguiente revisiones, por sus siglas en inglés (DSM-IV-TR).
Los servicios comunitarios de salud mental se basan en las necesidades que se identifican
en poblaciones específicas. Por otra parte, y en la medida de lo posible, hay que tratar a
los enfermos mentales de la manera menos restrictiva posible. Se ofrece, por
consiguiente, una amplia variedad de servicios en los diversos establecimientos de la
comunidad. Las clínicas psiquiátricas de urgencia de las grandes ciudades y las salas de
urgencia de los hospitales comunitarios locales ofrecen atención psiquiátrica de urgencia.
Su objetivo fundamental consiste en estabilizar al paciente, prestarle asistencia en las
crisis y localizar en la comunidad los recursos apropiados para su derivación. Hay
clínicas que suelen atender por las tardes, las noches y los fines de semana, cuando los
demás organismos no están disponibles. Entre los miembros del personal hay enfermos,
psicólogos, asesores, terapeutas y asistentes sociales. Muchos enfermos crónicos utilizan
los establecimiento psiquiátricos de urgencia como puerta de entrada en la red de los
servicios se salud mental. Los programas residenciales se están generalizando en muchas
comunidades. Estos programas ofrecen al enfermo mental crónico un ambiente protegido
y supervisado de la comunidad global. Entre los servicios que prestan figuran la
provisión de alimentos, ropa y alojamiento, la supervisión del cuidado personal y la
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asesoría. También suele existir un servicio de formación profesional. Muchos programas
incluyen actividades de ocio y de relación social. Los tipos de programas residenciales
van desde los hogares para grupos hasta las habitaciones ocupadas por una sola persona,
aunque en todos ellos se presta apoyo terapéutico y tratamiento directo a los enfermos
mentales crónicos. Los centros comunitarios de salud mental (CCSM) prestan servicios
importantes al público en general y a las personas con enfermedades mentales crónicas en
particular. El objetivo de un CCSM es “desarrollar programas comunitarios dirigidos a
disminuir el estrés psicológico y a ayudar a los individuos y a sus familias a adaptarse a
las dificultades de la vida. Se crearon también para facilitar la rehabilitación de las
personas más gravemente afectadas; ambas finalidades requería que los servicios se
prestaran de la manera menos restrictiva posible. “Werner y Tyler, 1993”.
Lamentablemente, la financiación de muchos programas comunitarios de salud mental ha
sido esporádica, con la correspondiente fragmentación de los servicios. Mientras que los
que formulas las políticas del país se esfuerza por definir una política sanitaria nacional,
los usuarios y los profesionales de la salud mental siguen enfrentándose con el problema
cotidiano que representan las enfermedades mentales en sus comunidades. Es que aunque
ninguna sociedad es inmune a los trastornos mentales, los investigadores deben aún
estudiar la enfermedad mental desde una perspectiva universal. Al evaluar a un
refugiado, hay que estar especialmente atentos a la posibilidad de que existan problemas
relacionados con el estrés. Además de la valoración cultural de rutina, debe obtenerse
con mucho taco la siguiente información: historia de la inmigración, período de tiempo
en el nuevo país, la historia del recorrido y la llegada a la nueva nación y a quién o qué ha
perdido el refugiado. La historia suele ser traumática, dado que en los grupos de
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refugiados existen mayores incidencias de depresión, ansiedad y alteraciones ocasionadas
por el estrés. El personal de enfermería que trabaja con refugiados debe ser sensible a las
circunstancias especiales que éstos presentan. Hay muchas opiniones acerca del por qué
las personas tienen problemas mentales. Los estudios científicos sugieren que muchos
problemas mentales serios implican disturbios bioquímicos en el cerebro. Profesionales
en el ramo agregan que nuestro bienestar es afectado por factores psicológicos, sociales y
del medio ambiente. Así como también por las condiciones físicas, mentales,
emocionales y espirituales de nuestra propia vida. El estrés puede afectar la capacidad de
enfrentar cualquiera o todas estas áreas y puede dificultar el manejo de las actividades
diarias. Puede que tú estés lidiando con dificultades porque no cuentas con nuevas
herramientas o la información que te pueda ayudar. Las dificultades con las cuales,
quizás estas enfrentándote, puede ser tales como: problemas de divorcio, la muerte de un
ser querido, un accidente automovilístico, problemas físicos de salud, atormentado por la
guerra en tu país de origen, el cual has tenido que abandonar, emigrando a uno nuevo (lo
cual a menudo involucran trámites con los diferentes medios de inmigración y con las
experiencias de adaptación), puede que estés luchando con problemas de racismo y otros
prejuicios (debido a tu orientación sexual, edad, religión, cultura, clase social, etc.), bajos
ingresos o falta de vivienda, falta de acceso equitativo a la educación, trabajo y salud,
historia familiar de problemas mentales y estés siendo víctima de violencia, abuso y otros
traumas. Tu salud mental puede también estar siendo afectada por el nivel de cariño,
apoyo y aceptación que recibes de parte de tu familia y otros. Es importante saber que no
todas las culturas perciben la salud mental de la misma forma. Por ejemplo, en algunos
países, las personas que sufren de esquizofrenia son consideradas de tener poderes e
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intuiciones especiales. El alcohol y otro uso de drogas generalmente no causan
problemas mentales, pero si estos son abusados pueden contribuir a la agudización de
dichos problemas. Tú conjuntamente con la persona que te proporciona servicio de salud
necesitan identificar el problema que esté causando tus dificultades y ver como tú puedes
ser ayudado. Cualquiera que sea la causa, debes saber que los problemas de salud mental
no son tu culpa. Nadie elige tener problemas. Toman diferentes formas y características
en diferentes circunstancias. Algunas personas se sienten deprimidas. Otras se sienten
angustiadas y temerosas. A algunos les baja el apetito, otros comen demasiado. Algunos
dependen del alcohol y las drogas para adormecer sus sentimientos dolorosos. Otros
pierden el contacto con la realidad, por ejemplo, puede que escuche voces, vea cosas que
no existen o crean en cosas que no son reales. Algunos piensas en el suicidio e incluso
tratan de cometerlo. Algunos se sienten mal genio y agresivos. Hay personas que son
traumatizadas por algunos eventos, como por ejemplo un accidente automovilístico muy
serio o por problemas de más larga duración tale como años de abuso durante su niñez.
Muchas personas tienen más de uno de estos problemas al mismo tiempo. Algunas
personas se sienten aliviadas de saber que los doctores pueden identificar sus problemas.
Se alegran de obtener un diagnóstico que provee una teoría acerca de cuál es el problema
y de recibir sugerencias para un tratamiento. Otros encuentran que un diagnóstico no les
ayuda, lo ven como ser encasillados en una situación que no es la suya. O creen que su
condición se debe a determinada situación difícil en su vida en vez de ser una
enfermedad. Las principales manifestaciones de la pérdida de la salud mental, se
expresan con la aparición de las enfermedades mentales, las cuales se caracterizan por la
alteración de las funciones mentales y a veces cerebrales, entre otras que afectan no sólo
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la vida y productividad del individuo, sino también la de su familia. El estrés, cuando no
se atiende a tiempo, se puede convertir en un síndrome de estrés postraumático que por su
gravedad puede llegar a incapacitar a la persona en su vida productiva, social y afectiva;
el caso de una depresión aguda no atendida, igualmente puede terminar en intentos de
suicidio y desconexión de la realidad. Algunas veces, cuando estas enfermedades no son
tratadas de manera efectiva y veraz, pueden desembocar en trastornos mentales más
graves, por eso es muy importante que tratemos de conservar nuestra Salud Mental,
practicando estilos de vida sanos, es esencial: hacer ejercicio, descansar y dormir bien,
tener buenos hábitos alimenticios y abordar los problemas diarios con paciencia y
tolerancia. Diariamente trate de programar tiempo para descansar y relajarse (aunque sea
algunos minutos), durante este tiempo trate de no pensar en sus problemas. Haga
ejercicios por lo menos tres veces por semana; si no tiene tiempo, camine quince minutos.
Reserve tiempo para comer y mantenga buenos hábitos alimenticios, no se mal pase y
trate de conservar su salud física, esto también favorecerá su autoestima y auto
percepción. Cuando sienta preocupación, ansiedad, miedo o tristeza, trate de identificar
cuáles son las causas que le originan esas molestas sensaciones; de no haber motivos
aparentes para estar alterado y esas sensaciones se vuelven frecuentes, entonces solicite
ayuda, reflexione sobre qué alternativas tiene para solucionar sus problemas. Sea
tolerante con las personas con las que convive diariamente, esta actitud fomenta y
promueve un clima de respeto. Mantenga la comunicación abierta y directa con sus hijos
y su familia, conviva con ellos. En caso de existir conflictos laborales que no lo afecten
directamente, manténgase al margen y no tome partido. Medite sobre las decisiones
difíciles que tiene que tomar tratando de apreciar con anticipación las consecuencias que
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su solución pueda traer consigo. Es muy importante saber que la detección temprana de
las enfermedades mentales favorece el que pueda proporcionarse una atención oportuna,
con el objetivo de limitar los daños y repercusiones. De esta manera se puede cambiar
drásticamente el curso de la mayoría de los trastornos mentales. Es muy importante
reconocer que hay muchos valores de la propia sociedad, que pueden convertirse en
factores protectores que mejoran nuestra salud mental y apoyen la rehabilitación de lo
que ya están enfermos; entre ellos se encuentran su alegría y optimismo, la solidaridad, la
tolerancia, la hospitalidad, las costumbres y la fácil comunicación que le caracterizan. El
rechazo al internado permanente en psiquiátricos ha provocado, sin embargo, la aparición
de problemas significativos en los propios enfermos y en las comunidades en las que
residen, porque muchas veces no hay servicios de seguimientos adecuados o éstos viven
en centros asistenciales poco equipados para atender su necesidades. La mayoría han
sido diagnosticados de esquizofrenia y sólo una minoría de ellos viven integradas en la
comunidad y alcanzan un nivel adecuado de adaptación. En algunos países, los enfermos
deben acudir a la clínica periódicamente para pasar consulta y controlar la medicación
prescrita. Diversas ciencias han contribuido al estudio de la salud y las enfermedades
mentales. En décadas recientes, se ha profundizado más en los procesos biológicos,
psíquicos y sociales básicos, y ha mejorado la aplicación de estos conocimientos a los
problemas propios de la salud mental. Algunos de los avances más prometedores
proceden de la biología; por ejemplo, el estudio del cerebro y los neurotransmisores
compuestos químicos que llevan mensajes de una célula nerviosa a otra., revela aspectos
desconocido del funcionamiento normal y anormal del cerebro que pueden ayudar a
mejorar el tratamiento de algunos trastornos mentales. Otros investigadores intentan
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descubrir cómo se desarrolla el cerebro comprobando, por ejemplo, que algunas células
nerviosas se regeneran parcialmente después de haber sido dañadas, incluso en los
adultos, conocimiento que ayudaría a la compresión mayor de algunas trastornos, como la
deficiencia mental, o algunas formas de deterioro cerebral sin tratamiento hasta hoy. La
investigación psicológica relevante para la salud mental incluye el estudio de la
percepción, el procesamiento de la información, el pensamiento, el lenguaje, la
motivación, la emoción, las diversas capacidades intelectuales, las actitudes, la
personalidad y el comportamiento social. Por ejemplo, los investigadores están
estudiando el estrés y cómo controlarlo, estudio que permitiría, por ejemplo, ayudar a
prevenir algunos trastornos mentales. La investigación en las ciencias sociales se centra
en los problemas de los individuos en distintos contextos como el familiar o el laboral.
Ejemplo de este trabajo es la investigación epidemiológica, que consiste en elaborar
estadísticas de incidencia de las distintas enfermedades en un área geográfica concreta y
su relación con otras variables de índole psicosocial, económica, ambiental o cultural.
Que el compromiso es promoverle acceso a los cuidados necesarios para que logres tu
bienestar, físico, mental y emocional. Por que nos ha tocado vivir en una época llena de
retos. El programa de salud mental para Empleados Federales tiene como objetivo
proveer cuidado adecuado a las condiciones de salud mental y abuso de substancias, que
ayuden a mejorar la salud general del asegurado. El programa está disponible las 24
horas del día e incluye visitas al psiquíatra, trabajadores sociales y psicólogos,
hospitalización parcial y regular.
Puerto Rico tiene la responsabilidad de sacudirse de la inercia y enfrentar con
determinación la crisis de salud mental y de violencia que azota a nuestra población y la
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va mermando. Ante los casos que estremecen a nuestra sociedad cada día, es necesario
de todas las aportaciones un grano de arena. Y en ese marco, la Asociación de Psicología
de Puerto le ha ofrecido al País preparar un conjunto de propuestas, basadas en evidencia
científica y totalmente fuera de líneas partidistas, con la esperanza de que ayuden a
encender una luz al final del túnel en el que estamos metidos.
Los profesionales que ejercen su labor dentro del sistema de salud mental tienen
antecedentes educativos muy variados. En tiempos pasados, cada profesional enfocaba
su trabajo con los pacientes desde su punto de vista o especialidad particular. El
resultado de este enfoque era un cuidado inconexo y fragmentado. En ciertos casos, los
profesionales sanitarios parecían trabajar en cosas distintas, con lo cual los pacientes se
sentían inseguros y confusos. La necesidad de una valoración y un tratamiento
coordinado se satisface con la aplicación del concepto de equipo multidisciplinario de
salud mental. El objetivo principal de este enfoque es prestar una atención eficaz del
paciente. El equipo de salud mental “constituye un foro en el que psiquiatras, asistentes
sociales, psicólogos, personal de enfermería y otros puedan compartir democráticamente
sus conocimientos profesionales y desarrollar planes terapéuticos integrales para los
pacientes”. El enfoque de equipo también puede ser rentable al evitar duplicaciones de
servicios y la fragmentación de la atención. Los pacientes y las personas significativas
para los mismos participan en el plan de cuidados y se implican activamente en el mismo
durante el tratamiento.
Ningún análisis del equipo de salud mental se considera completo si no se incluye al
paciente. Al ser usuarios de los servicios y objetivo de las intervenciones terapéuticas,
los pacientes aportan información importante que puede marcar la diferencia entre el
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éxito o el fracaso de los planes terapéuticos. La inclusión de los pacientes y de sus
familiares en el proceso de tratamiento “refleja un cambio fundamental en la actitud
hacia los enfermos mentales y su familia”. La enfermedad mental ya no suscita imágenes
de posesión demoníaca. Hoy en día, la enfermedad mental se considera como un
conjunto de trastornos manejable, e incluso tratable.
Las enfermedades mentales pueden afectar a todos: adultos, niños, ancianos, adolescentes
y jóvenes, ricos y pobres, de todos los países; en este proceso influyen directamente los
factores de riesgo como son: una mala calidad de vida, el estrés, los problemas
económicos, la excesiva carga de trabajo, la falta de descanso, el tener prisa siempre,
etcétera.
La ausencia de la salud mental ocasiona trastornos mentales; estos trastornos son
enfermedades que causan sufrimiento y discapacidad ocasionando problemas al paciente
y a su familia. Existe una serie de estigmas y mitos para poder comprender y tratar a las
personas que padecen estas enfermedades, por lo que muchos pacientes se ven excluidos
de las actividades normales de la familia y la sociedad, lo cual complica la situación del
paciente.
Los pacientes de salud mental tienen derecho a ser tratado con dignidad y respeto en un
ambiente humanitario. A participar en el desarrollo de su plan de tratamiento
individualizado. A rehusar restricciones excesivas o aislamiento, excepto en casos de
emergencias. A un ambiente seguro mientras permanece hospitalizado en la Institución.
A la privacidad (llamadas telefónicas, visitas, correspondencia y otros) y a recibir
información sobre sus derechos durante el proceso de admisión. A consultas con
psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales.
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A formular querellas en relación a la violación de sus derechos sin que se tomen
represalias en su contra. A tener acceso a cualquier servicio de protección de derechos
disponibles en la Institución o fuera de ésta. A un plan de tratamiento adecuado al ser
dado de alta. Durante los últimos años de la década de 1960, la Welfare Rights
Organización inició una campaña a favor de los derechos de las personas en desventaja.
Como secuela de esta campaña, apareció el movimiento por los derechos de los
pacientes, que centra su atención en la asistencia sanitaria y en los profesionales de la
salud. Se abordaron temas como el consentimiento, la ansiedad y el desequilibrio de
poder en la relación sanitario - pacientes. La gente deseaba relacionarse con los
profesionales de la salud en términos de cooperación, y no en términos de paternalismo
(es decir, el padre es quien más sabe). Temas tales como la confidencialidad, el
consentimiento informado y el derecho a rechazar el tratamiento fueron considerados
como parte de los derechos del paciente. En esencia, esta declaración establece que todos
los pacientes tienen derecho a una asistencia respetuosa, a la intimidad, a la
confidencialidad, a la continuidad en la atención y a recibir la información pertinente. Se
abordan también los derechos de los enfermos a examinar sus facturas, a rechazar
tratamientos y a participar en las investigaciones. La declaración de los derechos del
paciente sirve de modelo para las declaraciones de derechos de muchas organizaciones
sanitarias. Desde que se publicó la misma se han elaborado muchas otras declaraciones
especializadas, por ejemplo, relacionadas con ancianos, jóvenes, minusválidos,
embarazadas, moribundos, retrasados y enfermos mentales; es decir, para los miembros
más vulnerables de la sociedad.
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A lo largo de la historia las enfermedades mentales, al igual que el resto de las
enfermedades, pero en mayor grado que estas has sido abordada dentro del terreno de la
magia y la religión. Su condición misma de enfermedad se cuestionaba atribuyéndole un
origen diabólico, en los tiempos antiguos, o un origen netamente social para aquellas que
cuestionaban la psiquiatría. La historia de la psiquiatría es larga pues podemos trazar sus
orígenes desde la edad antigua. La acumulación de conocimiento y las dificultades que
han tenido que atravesar, y que atraviesa aún son evidentes en esta época. El desarrollo
de los servicios de la salud mental de Puerto Rico, a través de su historia, ha sido
influenciado por el desarrollo cultural, social, económico y político de la Isla. Al revisar
la historia de la evolución de los servicios de salud mental podemos identificar eventos o
circunstancias que entorpecen sus logros y los elementos y acciones que se deben de
mantener, mejorar o modificar para que se produzcan avances y se minimicen errores.
Debemos utilizar esas experiencias y conocimientos en la planificación y ejecución de
mejores servicios de salud mental. La planificación de servicios no se puede dar en un
vació. La experiencia acumulada que tiene la Isla en el área de salud mental debe ser
tomada en consideración para delinear planes de trabajos y diseñar programas o
proyectos que vayan acorde con nuestra realidad social. Se debe poner un alto a adoptar
modelos sin la evidencia empírica de que son efectivas y capaces de lograr las
transformaciones necesarias.
El desarrollo histórico de los servicios de salud mental en Puerto Rico, lo podemos ubicar
desde sus inicios a partir de los años 1820 al 1828. Los mismos fueron dirigidos a servir
la población que vivía en San Juan la cual carecía de vivienda, sustento, salud física y
mental. La caridad y la conciencia moral fue el motor que movilizó y sostuvo la creación
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de los servicios de salud mental que se comenzaron a ofrecer en la capital. Los llamados
“locos” que estaban junto con los presidiarios se lograron separar. Se les ubicó en un
edificio construido para ellos. Se clasificó la población por edad y sexo y se les atendió
de acuerdo al respaldo económico del gobierno.
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Agencias
1. Oficina del Procurador de las Personas con Impedimentos (OPPI)
Tels. (787) 725-2333 / 1-800-981-4125 / TTY (787) 725-4012
2. Oficina Regional del Sur (Ponce)
Tels. (787) 840-2444 / 1-800-981-1211
3. Oficina Regional del Este (Humacao)
Tels. (787) 850-1993 / 1-800-984-1992
4. Oficina Regional del Oeste (Aguada)
Tels. (787) 868-1993 / 1-800-980-1909
5. Oficina Regional del Norte (Arecibo)
Tels. (787) 815-2550 / 1-800-208-1747
6. Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA)
Tel. (787) 763-7575
7. Programa de Apoyo Sicosocial Línea de PAS (ASSMCA)
Tels. (787) 773-0334 / 1-800-981-0023
8. National Association for Mental Illness (NAMI)
Tel. (787) 783-6200
9. Asociación de Padres Pro Bienestar de Niños con Impedimentos (APNI)
Tels. (787) 763-4665 / 1-800-981-8492 / 1-800-981-8393 / TTY-753-7185
10. Oficina de la Procuradora del Paciente (OPP)
Tel. (787) 977-0909
11. Hospital de Psiquiatría General
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Tel. (787) 766-4646
12. Hospital Mepsi Center
Tel. (787) 793-3030
13. Hospital San Juan Capestrano
Tel. (787) 760-0222
14. Hospital Panamericano
Tel. (787) 739-5555
15. Unidad Psiquiátrica Hospitalaria de Adolescentes (UPHA)
Tel. (787) 798-1547
16. Unidad Psiquiátrica Hospitalaria de Niños
Tel. (787) 798-1547
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Conclusión:
A nuestro grupo nos ha servido de mucha ayuda realizar este trabajo. Hemos
aprendido muchísimo sobre la salud mental y lo importante que es tener un buen estado
mental, así podemos interactuar de una mejor manera con los demás. Podemos servir de
gran ayuda en un futuro como trabajadores sociales. Conocimos los diferentes factores
que pueden traer las enfermedades mentales y debemos cuidarnos de ellas, ya que pueden
afectar nuestra vida y podemos afectar la de los demás, incluyendo nuestra familia, en
adición no podemos ser seres productivos para la sociedad. No existe persona común que
pueda ser afectada por las enfermedades mentales, por ende debemos conocer cuanto
tiempo duran nuestros síntomas, si alguno, y si estos persisten debemos buscar un
profesional de la salud que pueda ayudarnos a tratar el problema. Es importante practicar
actividades o hábitos en nuestro tiempo libre ya que nos ayudara a evitar problemas de
esta índole.
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Bibliografía
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