TRATAMIETO EN EDUCACIÓN ESPECIAL
´´AUTISMO´´
Marielena Smith Gómez
Profesora: Alma Doris Hernández Jiménez
Lic. Psicología 7°
Septiembre 2014
Instituto de Ciencias y Estudios Superiores
de Tamaulipas A.C.
DEFINICION
Las personas con retraso autista típicamente muestran un patrón inusual del desarrollo social
y cognitivo en la niñez, que se caracteriza por dificultades marcadas en la interacción social y
la comunicación. Un repertorio bastante restringido de intereses y actividades también son
típicas de trastorno autista. Este trastorno afecta en promedio de dos a cinco niños de cada
10 000. Originalmente el trastorno autista se consideraba bastante extraño, pero los estudios
epidemiológicos más recientes señalan que su porcentaje ha aumentado.
Alrededor de 70% de las personas con trastorno autista también padecen retraso mental,
esto es, el resultado de su CI es de 70 o menor. Sin embargo, el otro 30% de los resultados
de CI se clasifican dentro de cualquiera de los rangos de inteligencia de normal a brillante. El
trastorno autista no afecta a hombres y mujeres de la misma manera. El porcentaje de
retraso autista es de cuatro a cinco veces más alto en los niños que en las niñas, aunque si
éstas son afectadas por el trastorno es posible que tengan un retraso mental más grave.
No resulta sencillo establecer una definición ajustada del autismo. De una parte, coexisten
diversos criterios que pueden utilizarse con la finalidad: criterio sintomatológico, criterio
clínico, criterio psicopatológico y criterio conductual o terapéutico. Por otra parte, dentro del
grupo de niños autistas hay una gran diversidad: no hay dos niños autistas que presenten
trastornos idénticos. Y finalmente hay diversas hipótesis explicativas acerca de la etiología
del autismo.
Sin embargo muchas personas y organizaciones han intentado definir el autismo; la
Organización Mundial de la Salud (OMS) define el autismo como: ‘’Síndrome que se presenta
desde el nacimiento, o se inicia durante los treinta primeros meses de vida. Las respuestas a
los estímulos auditivos y visuales son anormales, y hay dificultades en la compresión del
lenguaje hablado. Existe deterioro del uso social del lenguaje y de los gestos. Son muy
graves las perturbaciones relacionales, incluyéndose dificultad para mantener la mirada
directa a los ojos. Es frecuente la existencia de un comportamiento ritualista en las relaciones
sociales, apego a objetos extravagantes, patrones de estereotipias, etc. La inteligencia puede
hallarse severamente disminuida, ser normal. O estar por encima de los niveles ordinarios. ’’
Y por último el DSM-IV se refiere a él como: El trastorno autista es la presencia de un
desarrollo marcadamente anormal o deficiente de la interacción y comunicación sociales y un
repertorio sumamente restringido de actividades e intereses. Las manifestaciones del
trastorno varían mucho en función del nivel de desarrollo y de la edad cronológica del sujeto.
A veces el trastorno autista es denominado ‘’autismo infantil temprano’’, ‘’autismo infantil o
‘’autismo de Kanner’’.
Las deficiencias de la interacción social son importantes y duraderas. Puede darse una
notable afectación de la práctica de comportamientos no verbales múltiples en orden a
regular la interacción y comunicación sociales.
Historia
El primero en describir el trastorno autista fue Leo Kanner, un psiquiatra infantil, en 1943.
Kanner estudió casos de niños que presentaban un patrón único de comportamiento, debido
al cual eran incapaces de relacionarse de manera ordinaria con personas y situaciones
desde los primeros años de vida. Además, de esta ‘’extrema soledad autista’’, destaco el
‘’deseo obsesivo de los niños por la conversación de su monotonía’’. Kanner consideró el
trastorno autista como un tipo de psicosis infantil y creía que la mayoría de los niños autistas
eran inteligentes.
Sin embargo, desde hace más de cien años se han venido describiendo casos de niños con
trastornos y déficits mentales severos, que implican una profunda distorsión y alejamiento de
los patrones normales del desarrollo, aunque el reconocimiento general sobre esta condición
de autismo es mucho más reciente.
Generalmente se admite que los primeros casos de alteraciones en el desarrollo que
podríamos considerar como autismo se publicaron en 1799. El primero de ellos, fue el caso
de un niño de 5 años ingresado por un fuerte sarampión al año, que no fue capaz de andar
hasta los 2,5 años, y no hablo hasta los 4 años. Parece ser que jugaba siempre solo y de
manera absorta y hablaba de sí mismo en tercera persona. El Segundo de los casos, mucho
más conocido, es el estudiado por Itard, y que se le conoce como el ‘’caso del niño salvaje’’
de los bosques de Aveyron, en Francia. Nunca jugaba con juguetes, ni señalaba. Parecía
insensible al frio o al calor. Pero el dato más significativo era la aportación del Psiquiatra Leo
Kanner por ser la primera persona que definió al autismo como el síndrome que hoy
conocemos.
La evidencia y gravedad de estos síntomas desde la primera infancia, hacían que este
trastorno fuera distinto a todas las demás variedades que se habían descrito anteriormente
de esquizofrenia o de psicosis infantil. En las décadas siguientes, la opinión generalizada
entre la comunidad psiquiátrica era la de considerar el autismo como la forma inusual de
esquizofrenia que se producía a edades muy tempranas.
En la década de los ochenta, Rutter define el autismo como un trastorno de conducta, y
destaca tres grandes grupos de síntomas que aparecen en la mayoría de los sujetos
diagnosticados como autistas: 1) Incapacidad profunda y general para establecer relaciones
sociales. 2) Alteraciones del lenguaje y las pautas prelingüísticas. 3) Fenómenos ritualistas o
compulsivos.
Además los movimientos repetitivos y estereotipados, la poca capacidad de atención, las
conductas autolesivas y el retraso en el control de esfínteres son también comunes en los
niños autistas. Rutter también confirmó que la edad de comienzo es anterior a los 30 meses.
De alguna manera estas observaciones vinieron a corroborar y ampliar los síntomas
descritos por Kanner.
Sin embargo, otros aspectos de la definición han tenido que ser revisados posteriormente,
como el caso del ‘’buen potencial cognitivo’’’ que defendía a Kanner y que no siempre se
cumple. Llegando a este punto, es preciso aclarar algunas cuestiones básicas:
Funcionamiento intelectual, Edad de comienzo y trastornos neurológicos.
Hay pocos acuerdos entre los investigadores cuando se trata de buscar las causas que
expliquen por qué se produce el autismo infantil. Hobson (1989) siguiendo a Kanner (1943),
cree que el origen del trastorno autista es principalmente socioafectivo. Considera que en los
autistas existe una carencia innata de las capacidades para interactuar emocionalmente con
los otros, necesarias para construir un mundo propio y común con los demás. Por lo que no
puede conocer a los demás como personas con sentimientos, pensamientos, deseos,
intenciones propias etc., al tiempo que les genera una alteración en la capacidad para
abstraer, sentir y pensar simbólicamente.
Las hipotesis conductistas coinciden en explicar el autismo desde los principios de la teoría
del aprendizaje. La interpretación de Ferster (1961) destaca en este sentido: se señala que el
contexto temprano de aprendizaje del niño no proporciona reforzamiento positivo frecuente
para las conductas comunicativas y sociales y sí para las conductas negaticas como las
rabietas. Es decir, detrás del autismo se encuentra una inadecuada historia de
condicionamientos.
Un tema en el que se han interesado los investigadores de la teoría de la mente es sí los
niños comprenden que las personas tienen creencias que no son verdaderas. Para investigar
esta hipótesis, Baron-Cohen, Leslie y Frith (1985) plantearon a veinte niños autistas, con
edades mentales superiores a los 4 años, una tarea donde se plantea una creencia falsa
descrita en 5 viñetas. El 80% de ellos no eran capaces de resolver la tarea, cosa que si hacia
el 86% de niños con retraso mental (síndrome de Down). Se desprende entonces, que ‘’los
niños con autismo pueden tener un problema específico y único para comprender que las
personas tienen estados mentales que pueden ser distintos del estado del mundo real y del
estado mental que el propio autista tiene’’ (Happé, 1994, p. 70).
La teoría cognitiva actual parte de que el problema central del autismo es la comprensión de
estados mentales de los demás. Aunque difieren de la teoría de Hobson en que los estados
mentales no son directamente percibidos por el niño, sino que se infieren gracias al
desarrollo de un proceso cognitivo que permite atribuir estados mentales a los demás.
Consideran que el autismo está causado por el imperfecto desarrollo de la capacidad
metarrepresentacional (Leslie, 1978).
En general, cualquier enfermedad o síndrome se describe a partir de las consecuencias
subyacentes, de la causa etiológica y de los mecanismos que dan lugar al trastorno. Sin
embargo, en el caso del autismo, las definiciones vienen condicionadas casi exclusivamente
por los síntomas que le son característicos, ya que, por el momento, aún no existe respuesta
evidente de la causa que lo originan. De igual manera existen teorías que tratan de
explicarlo:
Teorías psicogenéticas: se presupone que los niños autistas eran normales en el momento
de su nacimiento, pero que debido a factores familiares den su desarrollo, desencadenan en
un cuadro autista como: Trastorno psiquiátrico parental o características anormales de los
padres, CI de los progenitores y clase social bajos, interacción anómala entre padre e hijo,
intenso estrés y sucesos traumáticos durante una face temprana de la vida del niño.
En la actualidad poca gente defiende la vigencia de esta hipótesis, que han sido
sistemáticamente rechazadas por la comunidad científica internacional.
Teorías biológicas: se acepta que existe un notable déficit cognitivo, y que este déficit tiene
un papel crucial, aunque tampoco se sabe si se debe a un agente etiolófico o a la
combinación de ambos elementos.
Autismo
Hobson
(1989)
Niño
Salvaje
Ferster
(1961)
Leo Kanner
(1943)
Rutter
Historia
Leslie
(1968)
Niño de 5
años
Teorías
Biológicas
Teoría
Psicogenética
Teoría
Cognitiva
Factores Biopsicosociales
Factores Biológicos
La perspectiva biológica del autismo ha sido investigada de diferentes maneras. Entre éstas,
los dos tipos de estudio más relevantes son los que se enfocan en la estructura y el
funcionamiento cerebral, y los que investigan sus aspectos genéticos.
Estructura y función cerebral.
Los estudios de los cerebros de individuos autistas, tanto los que utilizaron técnicas de
imageneología para examina cerebros vivos y los estudios de laboratorio del tejido cerebral y
su estructura realizados después de la muerte muestran diversas anomalías. El problema es
que no se encontró consistencia entre uno y otro. Un área en la que estuvieron de acuerdo
sobre los estudios de imagen es que los cerebros de quienes padecen autismo tienden a ser
más grandes que los del promedio y que esta anormalidad se debe al mayor tamaño de los
lóbulos temporales, peritales y occipitales. El inicio clínico del autismo parece seguir dos
etapas del crecimiento cerebral anormal: un tamaño reducido de la cabeza al nacer y un
repentino y excesivo aumento de sus dimensiones entre el primero y el segundo mes y
nuevamente a los seis y catorce meses de edad. Este crecimiento anormalmente acelerado
puede servir como una señal de alerta de autismo.
Investigación genética del autismo.
Aunque no se ha identificado un gen o combinación de genes asociados con el autismo,
diversos estudios sugieren que los factores genéticos pueden ser importantes. Sin embargo,
la herencia genética no puede ser el único factor que produzca autismo. Los investigadores
también descubrieron una correlación entre el autismo y una lesión cerebral producida
durante o después del nacimiento. Entre los gemelos idénticos donde solo uno era autista, es
más probable que éste experimentara algún tipo de daño cerebral en o poco después del
nacimiento (Folstein y Rutter, 1977).
Factores Sociales.
En los primeros años de vida, los niños autistas muestran dificultades para interactuar con
otras personas. En su infancia, los niños que más adelante son diagnosticados con autismo
pueden no estar interesados en juegos que la mayoría de los niños disfrutan, como
canciones y juegos de cuna. Por lo general, parece que los niños les gustan estos juegos por
su naturaleza interactiva. Los juegos requieren conducta de atención compartida, que
involucran la coordinación de la atención entre el niño, otra persona y un objeto o evento. Por
lo general, estas conductas se desarrollan antes del lenguaje y son de dos tipos, ya sea
seguir la conducta de otra persona o iniciar la conducta. Es probable que lo niños autistas
tengan deficiencia en ambos tipos de conductas de atención compartida.
La falta de intereses interactivos normales y de capacidades en los bebes y niños pequeños
con autismo puede ser una pista valiosa para el rápido diagnóstico y tratamiento de este
trastorno.
El simple hecho de ser una persona con trastorno autista afecta de manera general al
desenvolvimiento con la sociedad, ya que la mayor parte del tiempo éste preferirá estar solo
o sin entender a las demás personas.
Factores Familiares.
Es un hecho universalmente aceptado, que la presencia en las familias de un hijo con algún
tipo de discapacidad física o psíquica graves, como lo es el autismo, constituye un factor
potencial que, de forma relevante, perturba la dinámica familiar. Esto es debido a que la
convivencia con una persona con este tipo de problemas puede provocar cambios
importantes en la vida personal de los demás miembros, fundamentalmente de los padres, y
las relaciones entre ellos. Uno de los procedimientos más frecuentemente empleados para
profundizar en el estudio del impacto del niño autista en las familias es evaluar el estrés de
los miembros de la familia.
Cuando se presenta este tipo de minusvalía de carácter crónico, el estrés que provoca en la
familia tiende a cronificarse. Sobre todo sí este tipo de autismo es acompañado con algún
tipo de retraso mental, la deficiencia mental está considerada como un importante factor
provocador de estrés en los familiares de la persona afectada. Los numerosos estudios
empíricos disponibles sobre el efecto de un hijo deficiente mental en la familia han
demostrado que las dimensiones del estrés familiar varían en función de las características
del hijo afectado, de los miembros de la familia, de la propia familia como grupo y del entorno
social.
Aunque una dependencia casi absoluta de los niños con respecto a los adultos es algo
consustancial en los primeros períodos evolutivos, y por consiguiente algo normal, también lo
es su progresiva autonomía, a medida que aquellas crecen. De aquí que, cuanto mayor sea
la diferencia entre los niveles de autonomía real en el hijo y los esperados por sus padres, en
función de su edad cronológica, mayor será también el trabajo sobreañadido de los padres o
tutores y, en consecuencia, su grado de estrés.
Los padres deben planear con el hermano o hermana lo que haya que hacer cuando el niño
o niña con autismo muestre un comportamiento agresivo o destructivo cuando estén juntos o
solos, así mismo los padres deben explicar a los hermanos del niño con autismo la condición
que éste presenta, explicándoles de una manera detallada el significado de la enfermedad
que su hermano o hermana padece, y todas las cosas que podría hacer por consecuencia
del trastorno, sin embargo sigue afectando más a los padres que a los demás miembros de
la familia.
Criterios (DSM-IV)
A. Existe un total de 6 (o más) ítems de 1, 2 y 3, con por lo menos dos de 1, y uno de 2 y de
3:
1. alteración cualitativa de la interacción social, manifestada al menos por dos de las siguientes
características:
a. importante alteración del uso de múltiples comportamientos no verbales, como son
contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos reguladores de la
interacción social.
b. incapacidad para desarrollar relaciones con compañeros adecuadas al nivel de
desarrollo.
c. ausencia de la tendencia espontánea para compartir con otras personas disfrutes,
intereses y objetivos (p. ej., no mostrar, traer o señalar objetos de interés).
d. d falta de reciprocidad social o emocional.
2. alteración cualitativa de la comunicación manifestada al menos por dos de las siguientes
características:
a) retraso o ausencia total del desarrollo del lenguaje oral (no acompañado de intentos
para compensarlo mediante modos alternativos de comunicación, tales como gestos o
mímica).
b) en sujetos con un habla adecuada, alteración importante de la capacidad para iniciar o
mantener una conversación con otros.
c) utilización estereotipada y repetitiva del lenguaje o lenguaje idiosincrásico.
d) ausencia de juego realista espontáneo, variado, o de juego imitativo social propio del
nivel de desarrollo.
3. patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y
estereotipados, manifestados por lo menos mediante una de las siguientes características:
a) preocupación absorbente por uno o más patrones estereotipados y restrictivos de
interés que resulta anormal, sea en su intensidad, sea en su objetivo
b) adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos, no funcionales
c) manierismos motores estereotipados y repetitivos (p. ej., sacudir o girar las manos o
dedos, o movimientos complejos de todo el cuerpo)
d) preocupación persistente por partes de objetos
B. Retraso o funcionamiento anormal en por lo menos una de las siguientes áreas, que
aparece antes de los 3 años de edad: 1 interacción social, 2 lenguaje utilizado en la
comunicación social o 3 juego simbólico o imaginativo.
C. El trastorno no se explica mejor por la presencia de un trastorno de Rett o de un
trastorno desintegrativo infantil.
Entrevista al niño
Nombre: _______________________________________________ Edad: ___________
Fecha: ___________________ Lugar: _______________________
1. ¿Cómo se llaman tus papás?
2. ¿Cómo te llevas con tus padres?
3. ¿Quiénes más viven en tu casa?
4. ¿Cómo te llevas con los demás miembros de casa?
5. ¿Te gusta salir a pasear con tu familia?
6. ¿Te gusta ir a la escuela?
7. ¿Cómo te llevas con tus compañeros?
8. ¿Te gusta jugar con tus compañeros?
9. ¿Cuántos amigos tienes?
10. ¿Qué haces cuando estás en tu casa?
11. ¿Dónde te gusta estar?
12. ¿Prefieres jugar solo o con otras personas?
13. ¿Te has sentido solo alguna vez?
14. ¿A qué te gusta jugar normalmente?
15. ¿Te has peleado con otra persona alguna vez?
16. Cuando tus padres te piden que recojas tus juguetes ¿lo haces sin disgusto?
17. ¿Haces la tarea que te encargan tus maestros?
18. Sí otros niños quieren jugar con tus cosas, ¿se los prestas?
19. Sí tus padres no te compran algo que quieres ¿Qué haces?
20. ¿Has escuchado hablar del autismo?
Entrevista a Padres
Nombre del padre: _____________________________________________ Edad: ________
Nombre de la madre: ___________________________________________ Edad: ________
Fecha: ______________________________ Lugar: _________________________
1. ¿Cuándo fue diagnosticado su hijo con trastorno autista?
2. ¿Sabe el significado del trastorno autista?
3. ¿Cómo cambio su vida personal después de que su hijo fuera diagnosticado?
4. ¿Cómo cambio su vida Marital después de que su hijo fuera diagnosticado?
5. ¿De qué manera cambio la dinámica familiar después de que un miembro fuera
diagnosticado con trastorno autista?
6. ¿Cuál es la relación que tiene con su hijo?
7. ¿Cómo era la relación con su hijo antes de ser diagnosticado?
8. ¿Cómo se ve en 10 años?
9. ¿Considera necesario la ayuda profesional para el resto de la familia?
10. ¿Cree que es necesario la ayuda profesional para usted?
11. ¿Cuál cree que sea la desventaja de tener un hijo autista?
12. ¿Cuál cree que sea el lado positivo de tener un hijo autista?
13. ¿Considera que necesita más atención por parte de los padres un hijo con trastorno
autista que otro miembro de la familia?
14. ¿Cómo afectaría ésta situación a los demás miembros de la familia?
15. ¿cree que la responsabilidad de cuidar a un niño con autismo cae solamente en los
padres?
16. ¿Ha explicado con detalle a los demás miembros de la familia la situación?
17. ¿Cuál es su rutina diaria?
18. ¿Quién toma las decisiones sobre qué hacer con su hijo con autismo?
19. ¿Se toma tiempo especial para pasar con usted misma?
20. ¿Cómo pasa un día en familia?
Videos
Canción.- Mi hijo Dice: https://www.youtube.com/watch?v=HRdp8MeRuMc
Canción del niño Autista: https://www.youtube.com/watch?v=-hw0n7nOVBc
El Viaje de María: https://www.youtube.com/watch?v=qxLeb5y6p7s
AFANYA - El trabajo con niños con Trastorno del Espectro Autista:
https://www.youtube.com/watch?v=eoyY6MPOZS8
Bibliografía
Juan J. López-Ibor Aliño, Pierre Pichot. Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales (DSM-IV).
Irwin G. Sarason, Bárbara R. Sarason. Psicopatología anormal: el problema de la
conducta inadaptada. Edit. Pearson, Prentice Hall. Undécima edición. 2006.
Diversos autores. Técnicos Superiores de Integración Social. Edit. MAD. Primera
edición. Julio 2006
Juan Luis Castejón, Leandro Navas. Unas bases psicológicas de la educación
especial. Edit. ECU editorial club universitario.
Sandra L. Harris. Los hermanos de niños con autismo, su rol específico en las
relaciones familiares. Edit. Narcea S.A. 2001.
Aquilino Polaino Lorente,, Edelmira Doménech Llebería, Francesc Cuxart. 1997