Fuente: Geicam
Ejercicio físico oncológico
Mama
Útero
Pulmón(incluido traquéa y bronquios)
Intestino grueso
Ovarios
Páncreas
Estómago
Melanoma malignode la piel
Otros
Linfoma no Hodgkin
Tumores femeninos
Incidencia
En porcentaje (%)
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Deporte y cáncer
Desarrolladoy supervisado por un profesional
Un programa individualizado
Adaptadoa cada nivelfísico
Basado en la evidenciacientífica
En España, una de cada ocho mujeres sufrirá cáncer de mama a lo largo de su vida.
Seguir una adecuada actividad físicadisminuye la posibilidad de padecer este tumor
Cómo tiene que ser:
Los beneficios que aporta:
Más riesgo: Mujeres sedentarias que hacen menos de 150 minutos de actividad física a la semana
Efecto protector (tras la menopausia): Se necesitan 300 minutos de ejercicio a la semana
Efecto protector (antes de la menopausia)Más de 150 minutos a la semana: ejercicio aeróbico (caminar, nadar, correr) tres días, más dos días de tonificación (pilates, yoga, estiramientos…)
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300
Minutosmás de 300
más de 150
menos de
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Es aquel ejercicio pautado y controlado por un profesional, que se realiza para reducir o prevenir los efectos secundariosde los tratamientos oncológicos
• Fortalece el sistema inmunitario
• Mejora la calidad de vida
• Aumenta la supervivencia
• Beneficiaal corazón
• Ayuda a recuperar un peso saludable
• Disminuye la fatiga
N. RAMÍREZ DE CASTRO
MADRID
Por qué se forma un cán-cer de mama aún es un misterio para la ciencia. Se conocen muchos fac-tores de riesgo (la llega-da a la menopausia, no
ser madre antes de los 35 años, el so-brepeso, los antecedentes familiares...), pero todavía no se ha establecido una
Investigación española
El sedentarismo, otro factor de riesgo para el cáncer de mama∑ La mujer que no hace ejercicio tiene
hasta un 71% más de probabilidad, según un estudio con 23 hospitales
causa tan directa como existe entre el tabaco y el cáncer de pulmón. Así que cuando aparece en una mujer, mu-chas veces es un misterio.
Ahora una nueva investigación ofre-ce una pista más a tener en cuenta y que podría explicar por qué el cáncer de mama es uno de los tumores más frecuentes. En una sociedad cada vez más sedentaria como la muestra se ha demostrado que las mujeres que no hacen deporte tienen hasta un 71 por ciento más de riesgo de desarro-llar este tumor que aquellas que sí lo practican. El peligro se mantiene con independencia de si la mujer es del-gada o tiene sobrepeso. Estas son al-gunas de las principales conclusiones de un estudio pionero en España, li-derado por el Grupo Español de In-
vestigación en Cáncer de Mama (Gei-cam), que ha contado con la partici-pación de 23 hospitales y los datos de 1.017 pacientes. Los resultados se han publicado en la revista científica «Gynecologic».
No es la primera vez que se demues-tra la relación entre sedentarismo y la enfermedad oncológica. Se sabe que limitar el tiempo en el que permane-cemos sentados tiene un efecto pre-ventivo sobre la aparición del cáncer de mama y otros tumores, además de acortar la longevidad. Pero este nue-vo estudio aporta datos concretos muy relevantes: ¿cuánta actividad física es necesaria para alejar la enfermedad? ¿a qué edad se debe empezar para ob-tener mejores resultados? ¿el ejerci-cio es protector también en mujeres delgadas? ¿y si ya he tenido un cán-cer, también evita una recaída?
Más ejercicio, más protección La investigación de Geicam responde a muchas de estas dudas. «Hemos de-mostrado que las recomendaciones internacionales sobre ejercicio físico son eficaces para prevenir el cáncer, pero la edad influye y también la in-tensidad. A mayor actividad física, mejores resultados y pasado el um-bral de la menopausia es necesario hacer un deporte más intenso para obtener el mismo nivel de protección», explica Marina Pollán, investigadora del Instituto de Salud Carlos III y au-tora principal de esta investigación. Lo que sí deja claro el trabajo es que las mujeres que no realizan ninguna actividad elevaban hasta en un 71 por ciento su riesgo. Para llegar a esta con-
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9,41%
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6,93%
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Incidencia
clusión compararon la actividad de
un millar de mujeres recién diagnos-
ticadas con cáncer, de entre 18 y 70
años de 23 hospitales con otras mu-
jeres sanas de la misma edad. El re-
quisito era que viviera en el mismo
entorno y no tuviese ningún vínculo
familiar. Así calcularon las horas de
gasto metabólico a la semana y si cum-
plían con las recomendaciones de ejer-
cicio de la Organización Mundial de
la Salud.
Al menos 30 minutos al día Las recomendaciones internaciona-
les aconsejan practicar una actividad
moderada durante 150 minutos a la
semana. Esta actividad se podría tra-
ducir, por ejemplo, en caminar de for-
ma enérgica durante al menos 30 mi-
nutos al día. El estudio demostró que
para alcanzar la mayor protección se
debería cambiar el caminar por un
ejercicio más vigoroso, como correr,
o pasar de los 30 minutos de camina-
ta a 75 minutos diarios. También se
RAFAEL LAFUENTE Una técnico del Hospital San Pedro de Logroño estudia una mamografía
Cómo mantenerlo alejado
Controle su peso
La grasa es mucho más que una reserva de combustible para el organismo. El tejido desempeña un papel clave en la producción de determina-das hormonas que puede favorecer el desarrollo de células cancerosas. Los ciclos de pérdida-recuperación de peso (perder y recuperar el peso rápidamente) también pueden ser un factor de riesgo. Los tumores más directamen-te relacionados son el sobre-peso son, además del cáncer de mama, el de colon, riñón y páncreas.
Cocine con aceite de oliva virgen Se suele hablar de muchos alimentos con propiedades anticancerígenas (brócoli, té verde, curry...), pero hasta el momento, el aceite de oliva virgen extra es el que acumula más evidencia científica en cuanto a su papel protector. En el estudio Predimed, con miles de mujeres españolas, se demostró que las que consu-men una media de cuatro cucharadas soperas de este oro líquido al día reducen hasta dos tercios su riesgo de desarrollar un tumor en el pecho.
Tenga hijos y opte por la lactancia materna
Le ofrecerá un seguro de vida a su hijo y usted mejorará su protección frente al cáncer de mama si la mantiene durante tiempo prolongado. Ser madre antes de los 35 años también reduce el riesgo de ser una de las mujeres desafortunadas con esta «lotería» que toca a una de cada ocho mujeres.
Conozca su herencia genética La gran mayoría de los tumores de mama no tienen un origen genético. Pero si el cáncer de mama es frecuente en su familia conviene acudir a una consulta de consejo genético para saber si somos portadores de una mutación (BRCA1 o 2) que multiplican las posibilidades de padecerlo. Importan los antecedentes familiares, especialmente de la madre, hermana o hija.
Tabaco y alcohol La epidemiología relaciona ambas sustancias tóxicas con muchos de los tumores que afectan a los humanos, y el cáncer de mama no se libra.
vio cómo las que ya se consideran
postmenopáusicas necesitan hacer
este ejercicio más intenso para obte-
ner el mismo nivel de protección de
las mujeres premenopáusicas. Las que
obtuvieron la mejor nota fueron aque-
llas que siempre habían estado acti-
vas o habían realizado durante toda
su vida algún deporte.
Las ventajas del deporte se vieron
con independencia del peso de las par-
ticipantes en el estudio, pese a que la
grasa y la obesidad se saben que son
un factor de riesgo en sí mismos para
este y otros tipos de cáncer.
Proteger a mujeres sin hijos El sedentarismo es un factor de ries-
go «de primer orden», aseguró Pollán.
Tanto, que podría servir de alguna ma-
nera para corregir otras amenazas
más difíciles de modificar como no
tener hijos. En la investigación se vio
cómo el efecto beneficioso del ejerci-
cio es más marcado en mujeres que
no han sido madres, aunque también se vean cambios positivos en las que
los han tenido.
Otro dato a tener en cuenta es que
la protección de la actividad física fue
más clara en mujeres con un subtipo
de tumor denominado HER2 positivo
y en las pacientes que presentan re-
ceptores hormonales positivos, mien-
tras que no está tan claro en las muje-
res con un tumor triple negativo, un
cáncer hoy de mal pronóstico. Aunque
la investigación que presentó Geicam
no lo recoge, se sabe que el ejercicio
podría ser un arma eficaz para muje-
res que ya están en tratamiento para
combatir las temidas recaídas.
Una ayuda para evitar recaídas Hay oncólogos que con el diagnóstico «recetan» a sus pacientes unas zapatillas deportivas, una manera de animarles a moverse. En el último congreso de cáncer de mama celebrado en San Antonio se presentó un estudio en el que se demostra-ba que realizar 180 minutos semanales de actividad aeróbica (correr, hacer «spinning», bailar...) o 40 minutos de entrenamiento intenso reducía el riesgo de recaída en mujeres ya diag-nosticadas. Pero la doctora Soraya Casla, del Geicam, advierte: «Los enfermos con cáncer deben tener un entrenamiento específico y dirigido por profesionales, no basta solo con ponerse a nadar o a correr».
Videoanálisis sobre deporte y cáncer
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Salut; Sanitat