Historia de la Ciencia en Argentina. Los sonidos del silencio.
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SONIDOS DEL SILENCIO
¿Una enfermera opinando de Historia de la Ciencia?
Todo “habla” en las instituciones en la medida que lo queramos escuchar. Gregorio G. Kaminsky, 1994.
Las amenazas más graves que enfrenta la humanidad están ligadas al progreso ciego e incontrolado del conocimiento…
Edgar Morín, 1994.
2012
Mónica M. Soto Verchér
Universidad Nacional de San Luis 15/08/2012
Sonidos del silencio.
Mónica M. Soto Verchér [email protected]
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INTRODUCCIÓN
El contexto de descubrimiento en el que se apoya el presente trabajo fue un curso
de Historia de la Ciencia Argentina1 cuyo objeto fue la historia de las ciencias exactas y biomédicas
propuesto por Diego Hurtado2 3 que muestra cómo se institucionalizaron fuera de las universidades
donde se forman académicos, científicos y profesionales que aplican dichos conocimientos con subsidios
estatales y pretensión de autonomía intelectual4, cómo contribuyeron al desarrollo científico de estos
campos de conocimiento o, en algunos casos retrasaron su potencial avance como en el caso del CNEA
en 19505. Llamó mi atención aspectos discursivos y no discursivos de este curso como el nombre del
curso -en singular- y la ausencia de contenidos relacionados con ciencias humanas. Como enfermera6,
inicialmente sentí extrañamiento por el abordaje histórico y epistemológico del curso. Posiblemente
debido a mi formación profesional, cuando vi el título del curso: HISTORIA DE LA CIENCIA EN ARGENTINA
me inscribí sin dudar. Grande fue mi asombro al constatar que las ciencias humanas no estaban
incluidas en LA CIENCIA o por lo menos, en el concepto de ciencia de sus organizadores y de la gran
mayoría de sus asistentes. No es que me considerara “sapo de otro pozo”, más bien me sentía como una
hormiga en un pozo de sapos que, quizás se preguntarían: ¿Una enfermera opinando de Historia de la
Ciencia?
Creo, no obstante, gracias a la dimensión humana del Dr. Hurtado, que vez superada la perplejidad e
incertidumbre inicial, disfruté al descubrir un universo alterno fascinante que retroalimentó mi
curiosidad y aportó nuevas preguntas para hacer al interior de mi disciplina. Por ello consideré, al
momento de pensar en el presente trabajo, que podría identificar zonas veladas, silencios discursivos -
tácitos o intencionales- percibidos en la instancia presencial que persistían en la bibliografía disponible,
tanto en el libro de Hurtado como en el de Miguel de Asúa7; y cuya elucidación podría permitir despejar
lo velado, poner palabras a los silencios, re-pensar la ciencia como una construcción colectiva y
colaborativa que permita ver la complejidad de las práctica sociales desde un enfoque transdisciplinar,
teselando de las historias de las ciencias en Argentina y promoviendo nuevos debates a futuro. Espero
que mi opinión de enfermera, aporte rasgos nacionales ocultos de la ciencia argentina, enfoques
inclusivos que complementen el abordaje de problemáticas sociales complejas.
MÉTODO
He preferido identificar, desde mi formación humanista, algunos sonidos del silencio -disonancias
cognitivas- encontradas en las obras de Hurtado y Asúa (H y A).
A fin de expresar su condición de exégesis provisoria he incorporado la información no expresada o
velada que llamó mi atención y que he intentado sacar del silencio con color rojo, para resaltarlos, con
triangulación de otras fuentes disponibles.
HISTORIA
Hurtado y Asúa tienen una mirada anacrónica de los sucesos narrados en sus obras, es decir un evento
pasado que pretende explicar el presente cuando expresan: con el Bicentenario se nos presenta como
una ocasión de mirar un pasado que se abre hacia una perspectiva profunda de futuro8. (Ansúa 2010 p.
15)… el sistema institucional (…) puede rastrearse a través de sus sucesivos ciclos… (Hurtado p.224).
CIENCIA
Ambos (H y A) proponen un recorte de La Ciencia incluyendo solo a las ciencias exactas y biomédicas de
pertenencia respectivamente. Ambos determinan que las Ciencias Exactas y Naturales son La Ciencia,
dejando fuera de dicha demarcación y, de forma arbitraria, relatos alusivos a las Ciencias Humanas. No
obstante, resulta interesante que comiencen por conocer la historia de ciencias con las que acaso
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sienten mayor afinidad como base de futuros abordajes comparativos, ampliando el horizonte de los
campos y enfoques estudiados o como provocación a que otros historiadores lo hagan. Como sucedió
en mi caso. Asúa aparenta ser más consciente de esta intencionalidad de velos y silencios disciplinares,
en tanto sus justificaciones resultan de una objetividad metodológica neutral y en apariencia
ideológicamente menos corporativa (p.65).
El viejo paradigma de la ciencia moderna europea ha producido similares influencias en la Argentina en
cuanto a la pretensión de objetividad metodológica e ideológicamente neutral, aunque sus resultados
fueron diversos al ser comparados los procesos de institucionalización científica. Esta cuestión no llega a
solucionarse en los textos analizados ya que las dimensiones económico-políticas no resultan suficientes
para comprender la complejidad de la naturaleza humana que atraviesa a los procesos de
institucionalización de prácticas sociales relacionadas con las ciencias. Se advierte además que no hubo
cambios de una estructura institucional que influya en otra o que afecten a multitud de acontecimientos
importantes. Sin embargo, algunas estructuras han permanecido a pesar de cambios del Estado. Lo
valioso, tanto en Hurtado como en Asúa, es qué tanto demuestran que lo que más lentamente cambia
son las estructuras mentales, y las formas simplificadas de interpretar y comprender el mundo
construido por humanos cuando solo se observan acontecimientos evidentes y se escuchan los sonidos
familiares a sí mismo.
Al respecto Fernand Braudel9 (1958) planteaba, desde la Historia, una crisis general de las ciencias:
todas están abrumadas por sus propios progresos, aunque sólo sea debido a la acumulación de
conocimientos. Directa o indirectamente afectadas, lo quieran o no, por los progresos de las más ágiles
de entre ellas. A todas les preocupa:
El lugar a ocupar en el conjunto, cuya necesaria convergencia se vislumbra hoy.
Definir sus objetivos, métodos y superioridades.
Delimitar fronteras que puedan o no existir entre ellas.
Soñar con quedarse en sus dominios o con volver a ellos.
Afirmarse frente a los demás aunque, forzosamente, negar al prójimo supone conocerle
previamente.
Imponerse las unas a las otras: cada una de ellas intenta captar lo social en su «totalidad»; cada
una de ellas se entromete en el terreno de sus vecinas, en la creencia de permanecer en el
propio. Pero, de momento, urge acercarse unos a otros.
Permanecer sumido en su propio trabajo, ciego y sordo a lo que dicen, escriben o piensan los
demás.
Reunir las ciencias de forma completa, sin menosprecio de la más antigua en provecho de las
más jóvenes, capaces de prometer mucho, aunque no siempre de cumplir mucho.
TIEMPO HISTÓRICO
Desde la perspectiva de los tiempos en historia propuestos por Braudel, ambos textos (H y A) muestran
relatos historiográficos (stories), acontecimientos a lo largo de dos siglos, enfocados a rastrear la
institucionalización de la actividad científica de dos campos de conocimiento en el marco político-
económico nacional, con aspiraciones a determinar, desde ese marco los rasgos nacionales –
¿universales?- de La Ciencia en Argentina. Ese enfoque único y recortado aporta sesgos importantes que
impiden inferir rasgos nacionales definitorios de una ciencia con visión de conjunto. Si bien ambos
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autores muestran hechos importantes que podrían identificarse como dispositivos instituyentes en un
largo periodo de tiempo, denominaciones como historia panorámica (Hurtado p.11) o larga duración
(Asúa p.12) no parecen reunir las ambiciones de los tiempos históricos propuestas por Braudel. En el
sentido braudeliano del término, ambos textos aparecen al lector como una serie encadenada de relatos
de duración corta o crónicas, tal es así que Asúa denomina dichos relatos como episodios: los episodios
–concebidos en términos de divulgación científica- como una cadena de cimas… (Pruneda Paz, 2010).
Desde el enfoque de la escuela de los Annales de la Historia (Braudel, 1958) este enfoque basado en
hechos -aunque cargado de cientificismo- no permite una exégesis profunda más allá de lo evidente:
La historia tradicional, apunta al tiempo breve, historia de los acontecimientos o episódica
(évenementielle), el tiempo corto, el tiempo del cronista por excelencia. El pasado está, pues,
constituido, en una primera aprehensión. Pero esta masa no constituye toda la realidad sobre el que la
reflexión científica puede trabajar a sus anchas. El descubrimiento masivo del documento ha hecho creer
al historiador que en la autenticidad documental estaba contenida toda la verdad. La palabra estructura
es la que domina los problemas de larga duración. Los observadores de lo social
entienden por estructura… unas relaciones suficientemente fijas entre realidades y masas sociales. Para
nosotros, los historiadores, una estructura es una realidad que el tiempo tarda enormemente en
desgastar y en transformar. … todas ellas constituyen, al mismo tiempo, sostenes y obstáculos. En tanto
que obstáculos, se presentan como límites (…) de los que el hombre y sus experiencias no pueden
emanciparse. Hasta los encuadramientos mentales representan prisiones de larga duración… Ciclos,
interciclos y crisis estructurales encubren aquí las regularidades y las permanencias de sistemas o, como
también se ha dicho, de civilizaciones económicas; es decir, de viejas costumbres de pensar o de obrar,
de marcos resistentes y tenaces a veces contra toda lógica. Entre los diferentes tiempos de la historia, la
larga duración se presenta, pues, como un personaje embarazoso, complejo, con frecuencia inédita.
EXITO
Hurtado parece especialmente preocupado por la categoría éxito en la historia de del proceso de
institucionalización de las ciencias en nuestro país cuando plantea el programa del curso (Res.R. Nº 274-
2012-UNSL). Aunque el término es subjetivo y relativo, plantea la ciencia como medio, sin aludir al fin
último de una práctica social regida en principios éticos como ser-saber-hacer para el bien común, sino
en un interés orientado a lo técnico-instrumental: ¿Qué científicos o instituciones han desarrollado
dispositivos institucionales para: tener-poder-económico-político, para instituir capital científico o
producto simbólico de intercambio de influencias a través de la opinión publicada o de sus instituciones
académicas, científicas, profesionales, políticas? Desde este análisis parece comprensible por ejemplo la
exaltación recurrente a la figura de Houssay y sus discípulos y/o de las instituciones por ellos creadas.
Aspecto que también se evidencia en Asúa, quien dedica varios episodios al tema. En cambio, los
sonidos del silencio preguntan: ¿Fue un éxito Salvador Mazza y el MEPRA (Misión de Estudio de
Patología Regional Argentina) como práctica social? ¿Qué razones han tenido (H y A) para no incluirlo
dentro de sus crónicas, a pesar de la incompleta pero vasta documentación existente? Otros autores
consultados al respecto10, concuerdan en algunos aspectos de este científico seleccionados a
continuación:
Salvador Mazza (1886-1946) dedicó especial atención a “los cinco grandes
problemas sanitarios de la Argentina: la enfermedad de Chagas-Mazza, la
leishmaniasis, las micosis, la brucelosis y las enfermedades de la sangre”. Recibido
de médico (UBA), inició su actividad científica en el Instituto Bacteriológico
Nacional. Después a cargo del lazareto de la isla Martín García, para la búsqueda,
entre los inmigrantes de portadores de gérmenes de cólera. Se incorporó a la
Sociedad Científica Argentina y en 1914 comenzó a publicar en La Semana
Médica. En 1915 ingresó como jefe del laboratorio de la Sanidad Militar Argentina (Hospital Militar
Fig.1. Salvador Mazza (1886-1946)
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Central). En 1916 ocupó el cargo de Profesor suplente de la cátedra de Bacteriología del Dr. Carlos
Malbrán, y se hizo cargo de su titularidad cuando renunció. Fue también Jefe del Laboratorio Central del
Hospital de Clínicas de Buenos Aires y, durante un corto período, trabajó desde las filas del Ejército en la
modificación de la vacuna antitífica que se inoculaba entonces a los conscriptos. Así, en 1928, con el
apoyo del Premio Nobel Nicolle, organizó la primera Sociedad Científica de Jujuy, entidad dedicada al
estudio de las enfermedades propias de la región y que pronto tendría filiales en la mayoría de las
provincias del norte, oeste y este argentino. Luego de este importante paso inicial, en 1928 se creó
oficialmente la MEPRA, organismo dependiente del Instituto de Clínica Quirúrgica de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Jamás, hasta la creación de la MEPRA, se había encarado
en la Argentina un relevamiento e investigación biológicos de esta magnitud en el campo de las
patologías regionales y con un equipo profesional
multidisciplinario, coherente y de tal calidad. Superados
muchos inconvenientes derivados de la situación
política inestable del país, en 1930 dispone de un
vagón-laboratorio (Fig.2), en ese año aparece el primer
número de Publicaciones de la MEPRA. Los logros de la
Misión trascendieron las fronteras argentinas y se
difundieron a países limítrofes, además de ser
reconocidos por numerosos científicos de todo el
mundo. El médico argentino contó con más
reconocimiento en el extranjero que en su propio país:
en 1944 ya se había publicado en Bélgica una biografía
de Mazza, quien al conocer su contenido comentó: "Se dice allí que soy un sabio, pero no existen más
sabios. (...) Hubiera preferido que se dijera que soy un hombre tesoneramente dedicado a una disciplina
circunscripta y en la cual hago lo posible para no dar pasos hacia atrás..." Otros reconocimientos fueron:
“Una distinción, concedida por el Rey Fuad I de Egipto (en tiempos del protectorado británico), fue
designado miembro de la Sociedad de Medicina Tropical Alemana e incorporado a la Sociedad Alemana
de investigación de la Sangre. Informado sobre la penicilina, busca las cepas del hongo Penicillium
notatum enviando a Miguel Eduardo Jörg a Gran Bretaña, para entrevistarse con Alexander Fleming. ,
éste le facilitó varias cepas para experimentar y, en Jujuy, se fabricó a muy bajo costo. Cuando Mazza
tuvo la corroboración solicitó la colaboración del rector de la Universidad de Buenos Aires para montar
la fábrica. Al no recibir respuesta, en un ataque de ira rompió todo. -¡No hacemos nada más!-dijo.
Luego, comenzó a entrar la penicilina importada, porque decían que Mazza quería hacer su propio
negocio. Mazza recurrió a todos los medios a su alcance, radio, periódicos, cinematografía, para difundir
los temas de salud aunque tuvo que luchar contra la abulia y el desinterés. Se detalla su tarea como
sanitarista, que abarca varias páginas por la variedad y amplitud de la tarea
emprendida para educar a la población. De carácter áspero y pasional, al parecer
no tenía la habilidad de ganar la simpatía y la protección de los poderes públicos.
Estaba muy lejos de lo que se suele llamar "un cortesano del poder". A partir de
su muerte, la institución por él fundada sufrió una serie de avatares político-
institucionales que concluyeron con su cierre definitivo en 1958. La mayoría del
cuantioso material documental de la MEPRA, fruto de más de veinte años de
trabajo de Mazza y sus colaboradores, se perdió o fue destruido. El cierre de la
entidad (MEPRA), tras 32 años de existencia, con un primer ciclo de éxitos (Jujuy, 1926-1926) y un
segundo de agonía (Bs Bs, 1946-1958) ¿puede entenderse como un fracaso de la ciencia argentina para
no ser incluido en su historia?
Asúa (p.66) admite que la ciencia puede ser instrumento del juego del poder político y Hurtado (Res.R.
274/12-UNSL), citando a Roy Mc Leod, plantea el método que las potencias colonizadoras europeas
emplearon exitosamente [usando] la ciencia para obtener ventajas económicas y control político [sobre
Fig.3. Signo de Mazza-Benítez (Dacrioadenitis)
Fig.2. MEPRA E.600. Laboratorio y hospital móvil
instalado en un tren ferroviario. Tal institución pudo
trasladarse por la extensa red ferroviaria argentina
llegando incluso a Bolivia y Chile.
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los colonos, como un] modo exitoso de entender el lugar político y económico de la ciencia… es el
problema histórico de los estados periféricos y semiperiféricos como la Argentina. Esto resulta
inquietante debido a las ciencias o individuos no incluidos en los textos (H y A) -teniendo en cuenta que
dichos medios fueron usados para dominar y someter- y el interés creciente en la ciencia y la tecnología
como instrumentos de desarrollo ya que se podría entender como un “modo exitoso” a imitar a fin de
instituir nuevos tiranos, amparados en la ciencia de algunas disciplinas hegemónicas sobre otras veladas
y silenciadas por un “epistemocentrismo” camuflado de historicismo. De ser así, lamentablemente
estaría cumplida la profecía de Moreno11 12.
Aunque, en la primera clase Hurtado aclaró honestamente que las Ciencias Humanas no son su campo
de pertenencia ni se ocupa de investigarlas, con el término historia panorámica justifica la ambición de
construir desde un único enfoque una totalidad homeomérica –La Ciencia argentina- atribuyéndole a
una parte –Ciencias Exactas y Biomédicas- semejanza con otra parte –Ciencias Humanas-, artificio que
permitiría la ilusión de generalizar conclusiones. Asúa a su vez reafirma: nuestra capacidad de contribuir
a la a la gran corriente de la historia de la ciencia moderna tal como lo hemos hechos durante más de
dos siglos…Es por eso que podemos mirarnos a nosotros mismos en el límpido espejo de una gloria
silenciosa (p.10) y se excusa: El libro no aspira a cubrir “toda” la historia de la ciencia en nuestro
país….Soy escéptico sobre los intentos de escribir historias de la ciencia que aspiran una cobertura
enciclopédica… (p.14). No obstante promueven la ilusión de universalizar sus hallazgos y conclusiones
particulares acerca de científicos e instituciones que marcaron la gloria de las ciencias exactas y
biomédicas como aportes con significación universal efectuados en nuestro país (Asúa, contratapa).
Entonces, sería una falacia y hablar de La Ciencia o de Una Gloria cuando en realidad se refieren a
algunas ciencias o algunas glorias representativas de la procedencia epistemológica de los autores13 14.
No considero que los textos de Hurtado o Asúa sean acusados de aspirar a proponer un canon de “su”
historia de la ciencia (Asúa, p.14), ambos textos representan, a mi entender, mas bien un reto
interesante a ser completados con aportes de las Ciencias Humanas y otros saberes sin categorizar aún,
capaces de iluminar zonas obscuras y poner palabras a los silencios elegidos por estos autores. Esta
complementariedad transformaría la tensión entre cánones del monismo ideológico-metodológico si se
promoviera la colaboración interdisciplinaria necesaria para abordar la complejidad de La-Historia-de-
Nuestra-Ciencia en vez de la competitividad. Es posible comprender estos silencios a la luz de
Feyerabend15 , quien sostiene que los significados de los enunciados básicos derivan de la forma de
percibirlos. Existen condicionamientos teórico-culturales previos al acto de percibir y se fundamenta y
derivan del paradigma epistemológico e ideológico en el que el observador fue educado. Por ello
Feyerrabend nos advierte acerca de las percepciones de la realidad - conjunto organizado de
sensaciones frente a un estímulo que estructuran las formas de ver dicha situación – que no son la
realidad en sí.
ACTORES
En una primera aproximación a las condiciones de posibilidad de Institucionalización y el lugar de los
unos, los otros y los otros “otros” y del poder para saber -ser-hacer a-para-con otros “otros”-cienciahe
tomado la síntesis y reflexiones finales de Hurtado (Pp.217-239) en la que analiza la participación de
determinados actores, omitiendo personajes que aquí denomino como otros “otros” y que podrían
tener algo que agregar a los rasgos nacionales. Para que se entienda a qué me refiero debo explicar
primero cómo se perciben los personajes que aparecen en los relatos de Hurtado y Asúa. Se pueden
categorizar en dos patrones desde donde estos historiadores clasifican los discursos que reproducen:
Patrón 1) Los unos –nosotros- que presentan familiaridad epistemológica con el campo de saberes de
alguno de los autores. Patrón 2) los otros -extraños, extranjeros a dicho campo –- no son científicos sino
políticos, filántropos, funcionarios de gobierno, financiadores de recursos, cuyo discurso y rol ha sido
apoyar u obstaculizar el proceso de institucionalización de prácticas científicas. Dentro de esta categoría
de otros se perciben sonidos del silencio relacionados con otros “otros”, quienes dan sentido a la
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ciencia como práctica social. Esos otros “otros” son llamados generalmente destinatarios, el pueblo
argentino, la sociedad, etc. Es por ellos que el estudio histórico de prácticas sin interacción de sujetos
involucrados, se queda en la estructura y no puede dar cuenta de la complejidad del proceso para
alcanzar resultados esperados de larga duración. Esto podría deberse a la ausencia del método de
escucha atenta de otros “otros”. De ahí que parezca tener mayor repercusión, eficiencia y eficacia los
logros alcanzados en la institucionalización del área biomédica que la de energía nuclear. La primera
recibe más y mejor retroalimentación de otros “otros” porque parte de su función de pesquisa es
escucharlos atentamente. Es lo que de las ciencias humanas toma la Medicina y es lo que le da poder de
persuasión para poder ser-saber-hacer a-para-con otros “otros”-ciencia.
Si partimos de la idea de la división del trabajo como una estrategia de la era industrial para crear la
ilusión de división del poder en sus partes constitutivas, de allí la ilusión de muchos científicos a pensar
que es exitoso ese estereotipo: el científico puramente especulativo, aplicado o tecnológico, todos
encerrados en su isla, sin intercambiar ideas entre sí ni con potenciales beneficiarios de sus hallazgos,
tender a la simplificación exagerada de los fines de sus descubrimientos y abrir un abismo que no
permita a investigador y destinatarios oírse. En un modelo sistemático complejo, en cambio, los
compartimentos dejan de ser estancos y la comunicación fluye en el sistema dando dinamismo y
participación a todos, el poder no se acumula se comparte porque es de todos y de nadie. El ejemplo
más cercano a esto fue el de la historia de la producción nacional de interferón leucocitario (Hurtado
Pp.155-157) iniciado en los setenta y que recién dieran sus frutos en 1993 en el que el nosotros y el
otros se unieron más allá de los análisis económicos-financieros oyendo a otros “otros” que
necesitaban estas aplicaciones terapéuticas y que Hurtado silencia quizás sin darse cuenta que en
realidad son el sustento primordial de tal aventura científica. Cabria preguntarse entonces ¿Cuál es la
razón por la que algunas ciencias no parecían encontrar el camino para relacionarse con otros “otros”?
¿Para qué o quiénes investigaban los investigadores, funcionaban los funcionarios, financiaban los
filántropos o financistas? Si la institucionalización era condición de posibilidad para poseer
representatividad y poder, dicho poder ¿A quién servía? ¿Poder para sí para mejorar las condiciones de
vida de “nosotros y otros” es decir, instituciones académicas, científicas, empresariales, políticas? o
¿Poder para poder mejorar las condiciones de vida de otros “otros” -el pueblo argentino-?
GÉNERO
En este ítem he tratado de oír algunos silencios y ver espacios vacíos en la teselación de la historia con la
intención de provocar nuevas isometrías y fractales en mi modelo de formación superior16 y para
entender las razones que lleva a los hombres a escribir una historia que parece solo construida por
hombres, una historia demasiado simplificadora de la compleja trama del tiempo. En la reconstrucción
de la historia realizada por Hurtado llamó mi atención que solo menciona someramente las
contribuciones de dos mujeres Eugenia Sacerdote de Lustig -de la biomedicina- y Emma Pérez Ferreira -
de la física nuclear. En su reivindicación de las glorias silenciosas hecha por Asúa, usa una frase,
refiriéndose a mujeres de ciencia, que puede sonar ambigua: La historia de nuestra ciencia nos muestra
hombres, mujeres e instituciones que… (Asúa p.18) por cuanto, contradiciendo sus propias palabras, en
dos siglos de historia solo publicó cinco figuras (4%) con imágenes de mujeres de las 110 figuras con
personas mostradas en su libro, ninguna en la tapa y las del texto, solo conformando fotos donde las
figuras masculinas son protagónicas. Tratando de descartar una deducción simplificadora de prejuicio
machista, estos sonidos del silencio me hicieron buscar mujeres de ciencia que no encontré en los textos
de HyA. Busqué documentos disponibles en la web a través del nombre de los hombres primero y luego
triangulé fuentes que la ratificaran. Encontré información e imágenes complementarias que adjunto a
continuación (en tinta roja).
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Fig. 5. E. Sacerdote de Lustig en su juventud.
Fig. 6. Lustig colaboró en el estudio y prevención de la Poliomielitis (1954)
Fig.7. Emma Pérez Ferreira
(1925-2005)
Eugenia Sacerdote de Lustig dirigió en 1974 a un grupo de
investigadores en El Instituto “Ángel Roffo” que había comenzado
a trabajar con la molécula de interferón leucocitario en la
búsqueda de diferentes aplicaciones terapéuticas y había iniciado
su producción en pequeña escala…creando un vínculo, hasta
entonces inédito, entre las actividades de investigación en
institutos públicos y empresas (Hurtado p.156).
Nació en Turín 9/11/1900 y murió en Buenos Aires el 27/11/11.
Fue, junto con su prima hermana Rita Levi Montalcini (Nobel de
Medicina 1986 y senadora vitalicia en Italia), una de las primeras mujeres en recibirse de médica en
Italia17. Se graduó de médica con las máximas calificaciones. A los 29 años se desempeñaba en la
cátedra de Histología de la Universidad de Turín, uno de los centros de investigación más avanzados de
Europa que dio varios Premios Nobel de Medicina. Es importante resaltar que en Italia las mujeres
recién pudieron acceder sistemáticamente a la universidad a fines del Siglo XIX18 19. No pudo ejercer. En
1938 le sacaron el carné de médica por ser judía, tras las leyes raciales de Mussolini. Su marido,
Maurizio, trabajaba en Pirelli y por lo anterior, la firma decidió mandarlo a la
Argentina en 1939. Pero aquí no le reconocieron el título de médica, ni siquiera la
escuela primaria, por lo que empezó a dar exámenes de
historia argentina. Hasta que nació su segundo hijo,
Leonardo, y no pudo seguir. Como había trabajado en
cultivo de células vivas en el laboratorio del profesor
Giuseppe Levi, en Turín, se acercó a la cátedra de
Histología de la UBA, donde la dejaron trabajar.
“Naturalmente”, no me pagaban nada. Pero había un
fondo para reponer el material de vidrio del laboratorio
que se rompiera. Y, si no se rompía, me daban un pequeño
sueldo. El director del Instituto de Medicina Experimental,
hoy Roffo, la invitó a ir a trabajar allá, con células cancerosas, en 1947. En 1954, estando a cargo del
Instituto de Virología del Instituto Malbrán, el Ministerio de Salud Pública la convocó para encarar la
epidemia de poliomielitis (Fig. 6). En 1958, el rector de la UBA, Risieri Frondizi, le permitió presentarse a
concurso, aunque su título fuera italiano, y ganó la cátedra de Biología Celular. Bernardo Houssay la
llamó al Conicet en 1960 y permaneció en la carrera de investigador hasta el año 2000. A la cátedra
renunció en 1966, cuando Onganía intervino las universidades. La noche que la Policía entró en Ciencias
Exactas, se salvó de los golpes que sufrieron otros profesores porque había salido a hablar por teléfono
a su casa para avisar que iba a llegar tarde. Hasta que sus ojos le permitieron ver continuó con sus
estudios sobre el Mal de Alzheimer, genética y oncología experimental. Fue investigadora superior del
CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), o, a sus 95 años, presentó un libro
autobiográfico: De los Alpes al Río de la Plata20. Dijo: La ciencia no conduce al odio ni al racismo, es el
odio el que recurre a la ciencia para justificar el racismo. La ciencia sirve para reunir a los pueblos
porque los científicos hablamos, todos, el mismo idioma21.
Emma Pérez Ferreira. Asumió la presidencia de la CNEA en la crisis económica de
1987. Miembro del Consejo de Consolidación de la Democracia convocado por
Alfonsín… acababa de jubilarse con más de 30 años de servicio… “la CNEA no puede
constituir una isla dentro de la Argentina democrática”, aclaraba frente a rumores
de privatización… [y] se oponía… a separar a sectores productivos (Hurtado p.177).
Nació en Bs. As. 2/04/1925 y murió en 28/06/05. Luego de un breve intento de
estudiar abogacía, optó por las ciencias físico-matemáticas, en las que se graduó en
1951 como Doctora en Física en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales en la
Fig. 4. Eugenia Sacerdote de Lustig
(1900-2011)
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Universidad de Buenos Aires. Se dedicó inicialmente a la investigación básica en Física Nuclear de Altas
Energías. Su padre la presentó al entonces capitán de fragata Pedro Iraolagoitía, secretario ejecutivo de
la Dirección Nacional de Energía Atómica (DNEA, devenida en CNEA a partir de 1956) quien la incorporó
a la institución en 1952. Solía decir que la habían incluido en el grupo de ‘los alemanes’ Juan Roederer,
Beatriz Cougnet y Pedro Waloschek, quienes se dedicaban a analizar trazas de la radiación cósmica. Dos
años después, en 1954 y con apenas 29 años se hizo cargo de la jefatura del Departamento de Física, y
en 1973 fue designada Directora del Área Investigación, Desarrollo y Servicios.
Fue activa protagonista de una tecnología nuclear independiente y promovió la adopción del uranio
natural y el agua pesada para los reactores de potencia instalados en
la Argentina. De 1976 a 1985 dirigió el Proyecto Acelerador
Electrostático TANDAR, equipamiento de vital importancia para la
investigación que posibilitó al país colocarse a la vanguardia de la
física nuclear experimental. Publicó 17 investigaciones de
invalorable valor científico. Trascendió los límites de la CNEA y se
ganó el respeto y reconocimiento del mundo científico. Ejerció el
cargo de Presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica del
13 de mayo de 1987 al 8 de julio de 1989. Fue la primera mujer en
el país, y en el mundo, en ocupar un cargo de esa naturaleza. Desde
1990 se desempeñó como Directora del proyecto RETINA, red
teleinformática al servicio de la comunidad académica, con la promoción de la Asociación Civil Ciencia
Hoy. A partir de 1994 pasó a contar con enlace internacional propio, logrando así superar el monopolio
oficial del que -hasta 2000- gozaba Telintar para las comunicaciones internacionales. Hasta los primeros
años de ésta década, RETINA contó con un total de 25 instituciones integradas a su red, y fue declarada
de interés parlamentario por la Cámara de Diputados de la Nación. Tras haber firmado un acuerdo con
la University Corporation for Advanced Internet Development que promovía la National Science
Foundation de los EE UU, a partir de 2001, RETINA conectó las instituciones de nuestro país a las redes
académicas avanzadas del resto del mundo, a través de un nuevo enlace de gran ancho de banda
con Internet2. Se establecieron entonces acuerdos de cooperación con las redes académicas de Brasil,
Chile y México. Y luego trabajó con ellas en la iniciativa CLARA (Cooperación Latinoamericana en Redes
Avanzadas) para la interconexión entre las redes latinoamericanas entre sí y con las redes avanzadas
europeas22. Consideraba que la mejor manera de evitar la emigración de científicos y de lograr su
retorno era crear condiciones adecuadas de trabajo en el país y para conseguirlo puso toda su capacidad
de trabajo e inteligencia. En tiempos difíciles, defendió con coraje y astucia a quienes fueron víctimas de
algún tipo de discriminación. Mis colegas me empujaban. Decía23. Si se trataba de hacer una gestión
jorobada, me mandaban a mí. Y vas ganando respeto, te empiezan a conocer. En los organismos en los
que tuvo responsabilidad estableció formas participativas de conducción y puso como prioridad el logro
de la calidad en todas las tareas.
Beatriz Cougnet24 Fue la única mujer que integró el grupo de “los alemanes” los primeros cuatro
aspirantes a científicos (estudiantes de medio tiempo) que contrataron en la CNEA en 1951 y pioneros
en radiación cósmica en la década del 50 (Fig. 925) y la única mujer que publicó las primeras
comunicaciones desde la CNEA (Gaviola, 1965, p. 5).
Fig.8. Con Openheimer Miembro
del Proyecto Manhatan que construyó la bomba atómica.
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Beatriz26, mi novia del instituto, ha sido mi esposa durante 50 años…Al final de 1949, nuestro grupo se
dividió en tres partes. Juan y yo fuimos a Mendoza. Beatriz fue a Alemania a visitar a Max Werner
Heisenberg del Instituto Max Planck (MPI) para la física en Göttingen [Alemania]. Allí había conocido a
Karl Wirtz, En 1951 Beatriz y yo organizamos otra expedición. La ayuda del MPI resultó crucial. A
principios de 1953, un mes después de la intervención paramilitar de Iraolagoitia en Huemul, Beatriz y
yo, nos casamos y nos embarcamos en una nueva expedición. Nos alojamos en un hotel de la CNEA. Los
únicos invitados eran las máximas autoridades de la CNEA en una operación encubierta, tres capitanes a
quien llamábamos el trío vasco naval: Iraolagoitía, Joaquín Urretabizkaya, y Mario de Ugarrizga.
Durante nuestra expedición, encontramos a nuestros jefes nerviosos. Richter se encontraba todavía en
Bariloche, y el trío temía que algunos de sus guardaespaldas trataran de causarnos daño. Ese temor no
era ninguna broma: Durante la noche, mientras jugaban sin fin al "truco" con Beatriz, el jefe de
seguridad, siempre tuvo su Colt 45 cargado y listo, claramente visible sobre la mesa.
Los textos escritos en primera persona (Fragmento) fueron extraídos del relato que hace su esposo Juan
Roederer. Un ejemplo que refiere a atávicos vestigios de la cultura judío-cristiana en el que la mujer no
puede hablar ni enseñar, sino a través del hombre (Timoteo 2:8-15 en Soto Verchér, 2005 Pp. 57-65.).
Tan emblemático es el relato de su compañero de vida, que Roederer reconoce su participación en la
revisión – ¿redacción?- del escrito publicado en 2002.
Estrella Mazzoli27 de Mathov28 (¿nació-murió?). Fue de gran influencia en sus discípulos en 1949 cuando
era jefe de trabajos prácticos del curso de Física elemental en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales de la Universidad de Buenos Aires, impulsó la investigación experimental desde el ciclo básico.
Miembro fundador de la Asociación Argentina de Geofísicos y Geodestas (AAGG, 1959). En 1949
acababa de regresar de una conferencia en Brasil a la que habían asistido físicos en rayos cósmicos. Con
gran entusiasmo, nos habló (Roederer, 2002) acerca de los nuevos proyectos y técnicas que estaban
surgiendo y se las arregló de alguna manera, para robar un microscopio y luego nos mandó: "¡Vamos, a
trabajar!" El suyo era un concepto revolucionario para una universidad argentina en ese momento. Los
estudiantes tenían que ir a la universidad para asistir a clases, y los profesores tenían que enseñar. Pero
¿la investigación? Y para colmo ¡la investigación involucraba a estudiantes del ciclo básico!
Fig. 9. Beatriz Gournet de Roenerer 1956. A la derecha Juan, su marido en una reunión de AFA.
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Cuatro de nosotros seguimos su exhortación: Beatriz Cougnet, Juan Kobrak, Pedro Waloschek y yo. Juan
era un estudiante de química, y el resto de nosotros de ciencias físico-matemáticas… Con el apoyo
financiero de Estrella (de su propio bolsillo), viajé a Mendoza en julio de 1949 con un paquete de las
emulsiones que ella había traído de Brasil. (Fig. 1029)
Cecilia Mossin Kotin (1910-1984) 30. Figura entre los primeros doctores en física de
Buenos Aires y la primera mujer. Se dedicó a la física teórica, escribió su tesis
doctoral en 1948 bajo la dirección de Ernesto Galloni, tomando como tema: "Factor
atómico del Berilio"31. En 1936 fue becada en España para especializarse en estudios
de Rayos X. Publicó artículos en Rev. de la Unión Matemática Argentina [IX (3): 109,
1943]32, en la III Reunión del Núcleo de Física Teórica de 194433 presentó un trabajo
sobre fusión nuclear! y en 1946 publicó su libro La desintegración del átomo (Ver
Fig. 7). Junto a Estrella Mazzollini de Mathow (Fig.10) fueron parte del grupo que
gestó la AFA en agosto de 1944 (Minniti Morgan, 2011, p.29. Fig. 12, Gaviola, 1965,
Pp. 1)34
Fig.11. Cecilia. Mossin Kotin (1910-1984)
Fig.10. Participantes de VIII Reunión de la Asociación Física Argentina, OAC, Córdoba 1946. E. Galloni (2), G. Dawson (3), A. Maiztegui (5), J. Sahade (6), C. Mossin Kotin (7), A. Valson (S), L. Acosta (10), D. Kowalewski (11), J.A. Baiseiro (12), W. Luyten (13), D. Canals Frau (14), E. Cardoso (15), W. Kowalewski(16), E. Mazzoli de Mathov (17), N. Golloni (18), M. Schenberg (19), J. Bobone (21), B. Levi (22), M. Martínez (23), C. Repetto (24), M. Dartayet (25), F. Alsina (26), J. Iribarne (27), E. Gaviola (28), R. Othaz (29), C. Paglialunga (31), B. Dawson (32), M. Gutiérrez Burzaco (35), W. Scheuer (36), J. Ubiría (38), A. Wurschmidt (39), A. Battig (40), G. Beck (41), M. Goldschwartz (42), J. Wurschmidt (44), J. Goldschwartz (45), J. Jagsig (46). 1, 4, 9, 20, 30, 33, 34, 37, 43 no identificados. Fuentes: Bes, 1989 y Minniti Morgan, 2011.
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Fue la única profesora mujer del Departamento de Física de la UBA en 1960. En el mismo año participa
en reuniones en Río de Janeiro organizadas por la Escuela Latinoamericana de Física, junto a Giambiagi
y Bes. Dictaba los cursos de Post-graduados Mecánica Cuántica Avanzada y Curso regular de Física II.
Investigadora en el grupo de Física Teórica Nuclear de baja energía (Sadosky, 1961). ¿Qué sucede con
ella entre 1944 y 1973? de ser en 1944 una pionera en el tema de energía nuclear (Gaviola, 1965, p.1)
no se ha encontrado información de su labor política o institucional en dicho periodo.
En 1973 fue contratada como profesor [sic] titular con dedicación exclusiva en el Departamento de
Ciencias exactas [EXPTE N°58l/73-R.176/73] en la Universidad Nacional de Salta -bajo la Intervención de
Borelli- para atender funciones de docencia, asesoramiento y para continuar sus trabajos de Astrofísica
Nuclear (Fig. 13). Meses después fue nombrada delegada interventora del Departamento de Ciencias
Exactas de dicha casa de estudios e invitada especialmente por Guido Beck al V Simposio de Física
Fig. 13. Cecilia. Mossin Kotin. Firma del contrato en la UNS 1073. [EXPTE N°58l/73-R.176/73]
Fig. 12. Cecilia Mossin Kotin. Miembro del grupo fundador de la Asociación física Argentina en 1944. Fuente: Gaviola (1965) y MINNITI MORGAN E. R., (2011)
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Teórica en Rio de Janeiro35. Se la encuentra nuevamente junto a Ernesto Sábato (En Abaddón, el
exterminador. Interamericana 1974) recordando la visita de ambos en el Paris de 1930 a los Curie y
cuando ella había iniciado en la UBA los primeros estudios de la radioactividad artificial y la naciente
física nuclear36; y en 1982 apoyando al hijo de Ernesto -Jorge Sábato, ex Gerente de Tecnología de la
CNEA y entonces Ministro de Educación y Justicia de la Nación en la presidencia de Alfonsín-, en el inicio
de un debate público desde el punto de vista ético, para discutir el proyecto de instalar un basurero
nuclear en Chubut y arrendarlo a países centrales pretendido por Castro Madero.
Verónica Grunfeld. Autora de El caballo esférico. Temas de física en biología
y medicina. (Lugar. 1991), expresa en su obra la influencia de la dimensión
humana de su profesor Guido Beck37. Única mujer egresada de la 1ª
Promoción de Licenciados en Física del Instituto Balseiro (IB), Bariloche, en
1958 -ex Instituto de Física “San Carlos”- mediante convenio CNEA y UNC en
1955. Al cumplir las bodas de oro como egresada de la Licenciatura en Física
en 2008 recordaba: Cuando apareció la convocatoria, me presenté. Nos
seleccionaron a 15 personas. Fue un cambio muy importante para mí, pero a
los 20 años uno se larga a la aventura38.
Actualmente es profesora honoraria del Instituto. En su artículo de 199639 destaca la importancia cada
vez más urgente de la transdisciplinariedad del abordaje de problemas que deben resolverse con la
práctica científica: La aplicación a la medicina de tecnologías derivadas de la física y la ingeniería está
produciendo acelerados avances en los procedimientos de diagnóstico, control y tratamiento de las más
variadas enfermedades. Se abren así nuevos campos de acción a los físicos e ingenieros y se plantean
nuevos desafíos tanto a la formación de los médicos como a los sistemas de salud pública.
La menor participación de mujeres en la historia de la Ciencia argentina no se limita solo a los factores
explicados por (H y A). Su fundamento está en la cultura occidental (Soto Verchér, 2005.Pp. 105-116)
que compete al tiempo de larga duración en la historia, pero que a fin de comparar con los relatos de la
mujer en la ciencia en estos autores, parecen pertinentes los aportes de Alicia Palermo (2006)40
respecto de la lucha de las mujeres por acceder a la educación superior y a la reivindicación de sus
derechos civiles a partir del siglo XIX. Palermo comenta que En el siglo XVIII había comenzado un
importante debate sobre las posibilidades de las mujeres para acceder a los estudios universitarios y al
Fig.15. Verónica Grunfeld. La única mujer de la 1ª cohorte Fig.16. Verónica Grunfeld y Gaviola.
egresada del Instituto Balseiro, 1958. Con amigos y compañeros Lab. De Resonancia Magnética. IB.
luego de Egresar del Istituto de Física en la estación de trenes de
Bariloche.
Fuente: http://www2.ib.edu.ar/ib50/material, historico/vista.php?idSerie=7
Fig.14. Verónica Grunfeld 50º Aniversario del IB
(1955-2005).
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ejercicio de las profesiones consideradas masculinas, fundamentándola en la inferioridad física,
intelectual y moral de la mujer que logró difundirse gracias al desarrollo de la cultura impresa,
destacándose entre ellos Rousseau y Phroudhon. Surge en ese contexto, Horace Mann creando en 1838
la primera Escuela Normal para mujeres en Massachusetts. En poco tiempo, las escuelas normales se
extendieron por el territorio norteamericano y se importaron a la Argentina hacia finales del siglo XIX.
Estas ideas tuvieron una importante influencia y contribuyeron a atribuir a la educación un importante
rol en el progreso social, económico y político. Esta concepción educativa se correspondía con la
propuesta de una educación común obligatoria y gratuita, que incluyera a todos los niveles sociales, sin
distinción de sexo en Argentina. La Constitución de 1853 reconocía los mismos derechos a ambos sexos.
Ya en 1810, Manuel Belgrano sostenía, que la educación de la mujer era la piedra fundamental de una
nueva nación, consideró a su vez la necesidad de crear escuelas públicas para niñas. Rivadavia primero,
y más tarde Sarmiento, defendieron la educación de la mujer en un momento en el que la expansión de
la educación primaria tenía como objetivo prioritario la construcción de identidades nacionales y la
homogeneización de las poblaciones en determinados valores. Las escuelas normales se constituyeron
en una experiencia exitosa de educación secundaria para las mujeres y prepararon el camino para la
demanda de estudios universitarios para ellas.
Élida Passo fue la primera mujer inscripta en una carrera
superior en la UBA y hubiera sido la primera médica, de no
haber fallecido de tuberculosis antes de recibirse. Se recibió de
farmacéutica en 1885. Posteriormente intentó matricularse en
Medicina, donde se le negó la inscripción, por lo que debió
apelar a un recurso judicial que ordenó su inscripción. (Fig.1741)
Cecilia Grierson. (1859-1934). Fue la
primera mujer que, en Argentina, obtuvo un
título superior. Ingresó a la Facultad de
Medicina de la Universidad de Buenos Aires
poco tiempo después de que Élida Passo
lograra hacerlo con un recurso judicial. No pudo ejercer la medicina ni la docencia
universitaria en cargos rentados. Crea la 1º Escuela profesional de enfermería de
Sudamérica 1886 aunque fuera del ámbito universitario42. (Fig. 1843)
Julieta Lanteri. Sexta egresada de medicina (UBA 1906), se
negó se le negó la adscripción a la Cátedra de Enfermedades
Mentales por ser italiana. Con Grierson fundó La Sociedad
Universitaria Argentina. Feminista y primera sufragista en Sudamérica en 191144.
Es evidente la importancia de su trayectoria política, necesaria para crear las
condiciones de posibilidad de ingreso a las ciencias biomédicas para mujeres.
Fundó el Partido Feminista Nacional.
María Teresa Ferrari de Gaudino. Después de presentarse en
reiteradas ocasiones a concurso docente, habiendo obtenido
notables calificaciones, se convirtió en la primera profesora
universitaria de América Latina en 1927. Recibida de médica en 1911, solicitó su
adscripción a la Cátedra de Clínica Obstétrica en 1915, escuchó el pretexto absurdo:
Las personas de sexo femenino, a pesar de su título; por razones de orden fisiológico
y psicológico, no reúne “las condiciones requeridas” para dedicarse al Profesorado
de la Facultad [de Medicina]. Fundó en 1936 la Federación Argentina de Mujeres
Universitarias (FAMU) 45
Fig. 17. A fines del siglo XIX era excepcional la presencia femenina en aulas universitarias de Argentina. En 1945 no era masivo el ingreso de mujeres a carreras tradicionalmente masculinas.
Fig. 18. Cecilia Grierson.
(1859 -1934)
Fig. 19. Julieta Lanteri (1873 - 1932)
Fig. 20. María Teresa Ferrari de
Gaudino (1887-1956)
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De la historia de la educación universitaria femenina se puede inferir que la inclusión de la mujer en un
mundo científico, mayoritariamente masculino, ha sido muy escasa hasta pasado la primera mitad del
siglo XX en Argentina debido a los mismos prejuicios. La primera etapa consistió en acceder a la
universidad, la segunda en conquistar el derecho a ejercer de forma profesional o académica y la tercera
para investigar y sistematizar los dispositivos instituyentes usados en etapas previas por las pioneras.
Para cada desafío de autoritarismo machista institucionalizado, debieron desarrollar estrategias
instituyentes y paradigmas culturales alterrnativos. Las primeras universitarias estudiaron carreras a
costa de travestirse o por medio de recursos legales y ubicándose en puestos relacionados con roles
culturalmente asociados a la maternidad, menos resistidos como pediatría, gineco-obstetricia, o sujetas
por lazos institucionales a un varón (marido, director) y en ámbitos profesionales que no representaban
una ruptura con las concepciones de género de la época. De este modo, sus elecciones y sus trabajos
profesionales reflejaban el interjuego entre sus propios deseos y lo “permitido” según el contexto socio
cultural en el que vivieron. Para Palermo la formación universitaria deriva en muchos casos en
tendencias al feminismo, sufragismo, o constitución de instituciones que tengan por fin la reivindicación
de derechos. Otras evitaron el desgaste de la lucha acoplándose a instituciones ya creadas por hombres
y haciendo doble mérito para tener un papel destacado, renunciando o conjugando este rol con el de
madre y esposa hasta la actualidad.
CONCLUSIÓN
Desde de mi campo de conocimiento, los sonidos del silencio presentados a modo de ejemplos aislados,
sin interrelación aparente, pueden alertar de la existencia de otro rasgo nacional de la Ciencia abordada
por H y A.
La polisemia del concepto Ciencia, admite la complementariedad de un modelo de práctica social en el
que priman criterios de exclusión y competitividad con modelos con énfasis en la inclusión y la
colaboración transdisciplinar para la solución de problemas sociales complejos y o económico-sociales
nacionales presente en sus discursos (Hurtado 2010. Pp217-239). No obstante, el enfoque de H y A,
acuerdan con Bes en que a los científicos argentinos en este complejo escenario (…) no [les] ha sido
posible consolidar la acción de entidades interdisciplinarias [que] realicen acciones sistemáticas y
continuas ante los gobiernos para mejorar… sus lineamientos políticos y aspiraciones sociales (…) entre
las principales razones que explican que históricamente se promovieran intereses corporativos de
grupos…(Hurtado 2010, p.224); la comunidad científica argentina cabalga en medio de contradicciones
(p.225); y en su práctica científica, dominó el mismo proceso de demarcación entre disciplinas…(p. 237).
Buscar el proceso histórico de institucionalización propuestos por H y A y los sonidos del silencio
expresados en los casos expuestos anteriormente, permiten formular a modo de propuesta de revisión
histórica:
Existen dispositivos institucionales1 de exclusión-inclusión en la ciencia argentina que deberían revisarse
si se quiere usar a la historia como mediador de la comprensión del presente.
Desde la perspectiva del pensamiento complejo, la simple suma de algunas ciencias no constituye la
naturaleza de La Ciencia, como un todo. El intento de simplificar lo complejo es para Morín2 una ciencia
ciega46 y para mí son los sonidos del silencio. Considerando que soy un observador proveniente de un
1 KAMINSKY G. G. (1994). Dispositivos institucionales. Democracia y Autoritarismo en los problemas institucionales. Lugar. Buenos Aires.
2 MORIN E. (1994). Introducción al Pensamiento Complejo. 1ªparte. http://www.pensamientocomplejo.com.ar/docs/files/MorinEdgar_Introduccion-al-pensamiento-complejo_Parte1.pdf. 16/06/2012 19:10
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campo epistemológico diferente al de las ciencias exactas y bio-médicas, el nuevo ethos47 me resulta
enfocado a una disyunción jerárquica disciplinar que necesariamente debería ser democrática y una
propuesta de solución transdisciplinar a los problemas sociales. De igual modo incluir a científicos con
prestigio científico, tecnológico, económico y/o político y excluir los discursos de científicos con
preocupación por la calidad de vida de las clases sociales pobres del pueblo argentino, o a científicas es
una forma de perpetuar la ceguera y la sordera de la inteligencia. Me pregunto si acaso surgen como
fractales de entre estos relatos (stories) de corta y media duración -según la concepción braudeliana de
la historia (History)-, si alcanza para acallar los sonidos del silencio hablar únicamente solo de reputados
héroes hegelianos o superhombres nietzscherianos.
Si la descripción de hechos y la exégesis de cada uno muestra la forma confrontativa, individual o
sectorial en la que se desarrollaron, sin considerar discursos alternativos que surgieron
contemporáneamente, puede interpretarse que hubo una única forma de hacerse. Esto, desde una
mirada sistemática compleja, significa un sesgo, en tanto sigue usando a la historia para perpetuar
dogmatismos sectoriales, dejando zonas del conocimiento humano invisibilizadas y silenciadas
impidiendo explicar, a pesar de los esfuerzos exegéticos, el escaso éxito de La Ciencia en la mejora de la
calidad de vida de las comunidades más vulnerables del país.
Por otro lado, se percibe una recurrente relación endogámica: los mismos individuos relacionados a
diversas instituciones, se replican bajo un modelo único cerrado en la intradisciplinariedad, la
especialización, el lenguaje esotérico, el constreñimiento como forma de retener el poder científico para
negociar el poder económico-político.
La sordera o la inteligencia ciega de las historias de cada ciencia es una pérdida cultural lamentable en
tanto se podría aprender de las experiencias compartidas en el duro contexto nacional aportando
posibilidades desarrollo sinérgico desde cada campo científico. Si estos campos se complementaran
colaborativamente surgiría lo profundamente humano que subyace en las ciencias exactas y a su vez
estas aportarían una vasta experiencia de institucionalización científica.
Para finalizar resulta imperioso sacar del silencio de la gloria al escaso número de mujeres en las ciencias
exactas y biomédicas, haciendo mayor divulgación de sus aportes a la institucionalización, por cuanto,
cada tarea con la que se comprometían exigían mayor coraje para contribuir con prácticas reservadas a
varones. Además, la construcción de condiciones de posibilidad relacionadas con el género femenino
permite re-direccionar cursos de acción alternativos a los del poder para sí, más asociado al género
masculino que tiende a generar instituciones y normas, pero queda encerrado en sí , el poder femenino
lo complementa a fin de que sea usado para poder ser-saber-hacer-ciencia-con´-nosotros-otros-otros
“otros”.
Del mismo modo, revisar el concepto de éxito, a la luz de principios éticos desde los que se guíen las
prácticas de las/los científicos/as
Sonidos del silencio. Notas Mónica M. Soto Verchér
1
Notas y Referencia a fuentes.
1 Curso de Perfeccionamiento postgrado: Historia de La Ciencia en Argentina. Responsable: Dr. Diego Hurtado. Coordinador: Dr. Ramón Sanz Ferramola. Crédito horario: 60 horas. Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de San Luis, 16 al 19 de mayo de 2012. Res.R. 274-12-UNSL. 27/04/12.
2 Agradezco al Dr. Hurtado y, por su intermedio al Dr. Asúa, que generosamente me permitieran estudiar algunos episodios históricos de sus obras para este trabajo, que me motivaran a rastrear nuevas fuentes para enriquecer la historia de mi disciplina.
3 HURTADO DE MENDOZA D. (2010). La Ciencia Argentina. Un proyecto inconcluso 1930-2000 Edhasa, Buenos Aires.
4 Fabián Bosoer (2007). A Fondo: Diego Hurtado De Mendoza: Historiador y Físico. Clarín.com. Domingo 26 Ago. http://edant.clarin.com/suplementos/zona/2007/08/26/z-03615.htm, 03/06/2012 22:07.
5 Proyecto Huemul (1950) de Ronald Richter durante la 2ª presidencia de Perón. En Hurtado p.77.
6 La Enfermería es una disciplina profesional que construye ciencia y cuyo objeto de estudio es complejo por cuanto lo constituyen las respuestas humanas a una situación de salud y como las conductas humanas no se pueden aislar de quienes las poseen, el objeto es al mismo tiempo sujeto y contexto. A pesar de las representaciones sociales –y científicas- que la asocian con ciencias biomédicas, es una Ciencia Humana que, como profesión, impacta en la salud de individuos o grupos. Los currícula de formación profesional incluyen asignaturas o cursos con contenidos a las ciencias exactas, naturales, biomédicas y ciencias humanas como: Filosofía, Historia, Sicología, Gerenciamiento, Sociología, Antropología, Comunicación…además de los conocimientos propios de la disciplina que actúa a modo de crisol de competencias profesionales y científicas, tanto para conformar grupos de pesquisa intra-disciplinar, como transdisciplinar.
7 DE ANSÚA M. (2010). Una gloria silenciosa. Dos siglos de ciencia en Argentina. Libros del Zorzal. Buenos Aires.
8 PRUNEDA PAZ D. (2010). Relato silencioso de la Ciencia Argentina. Sección Ideas. Suplemento cultural Ñ. Clarin.com. 10/11. http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Relato-silencioso-ciencia-argentina_0_367163599.html, 04/06/2012 11:48.
9 BRAUDEL F. (2006). La larga duración. Revista académica de Relaciones Internacionales. UAM-AEDRI. Nº 5, Nov. http://es.scribd.com/doc/15000122/Braudel-La-larga-duracion, 04/06/2012 15:14. En Capítulo 3 “La larga duración” en La Historia y las Ciencias Sociales. 4º ed. Alianza Editorial, Madrid, 1979. La obra original, “Histoire et sciences sociales: la longue durée“, fue publicada en Annales E.S.C., nº. 4, octubre-diciembre 1958, Débats et Combats , ps. 725-753.
10 SÁNCHEZ N. I., PÉRGOLA F. y DI VIETRO M. T. (2010). Salvador Mazza y el archivo “perdido” de la Mepra. Argentina, 1926-1946. El Guion, Bs As. P. 194. En GARCÍA PUGA A. F. (2011). Recensiones. http://www.fmv-uba.org.ar/histomedicina/VolIII_N1_2011/recensiones.pdf. 16/06/2012 11:28.
Salvador Mazza. Médicos que hicieron historia. IntraMed Arte y Cultura y Educ.ar. 30 SEP 09. http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=33070. 16/06/2012 12:51
SANCHEZ R. (2009). El Mal de Chagas Mazza - Pasado Y Presente.Héroes. http://www.chagasmazza.com.ar/?page_id=16. 16/06/2012 13:19
11 Mariano Moreno tradujo en 1810 “El Contrato Social” de Rousseau. En el prólogo escribió: Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte, mudar de tiranos, sin destruir la tiranía.
12 Mariano Moreno, Escritos políticos , Buenos Aires, La Cultura Argentina, 1915. En: El Historiador (del libro de PIGNA Los Mitos de la Historia Argentina I, Buenos Aires, Editorial Norma, 2004). http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/independencia/25_de_mayo_un_camino_hacia_la_independencia.php#_ftnref5, consultado 12/05/2012 19:57.
13 DE ANSÚA Miguel. Dr. en Medicina, master en historia y filosofía de la ciencia, doctor en historia, Investigador del CONICET, Autor de Los juegos de Minerva (2007) y La Ciencia de Mayo (2010), Profesor en diversas universidades.
14 HURTADO DE MENDOZA Diego. Dr. En Física de la UBA, Profesor de Historia de la Ciencia de la UNAM, Director del Centro de Estudios de Historia de la Ciencia “José Babini”, Investigador del CONICET en el Área de Historia de la Ciencia en América Latina durante el siglo XX, profesor de la Maestría Política y Gestión de la Ciencia dictado en la UBA, director de revista Saber y tiempo, Secretario de Investigación de la UNAM 2007, decano de la Escuela de Humanidades de la USAM 2009, y artículos en revistas de divulgación científica: Science in Context y Historical studies in the Physical and Bilogical sciences, conductor del programa Territorios de Ciencia por canal Encuentro, coautor con Miguel de Asúa del libro Imágenes de Einstein (Eudeba, 2006)
Sonidos del silencio. Notas Mónica M. Soto Verchér
2
15 TOLEDO NICKELS U. (1998). La Epistemología según Feyerabend. Revista de Epistemología de Ciencias Sociales Cinta de Moebio Nº 4. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Chile. http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=10100402#, Consultado 27/01/2007 13:33pm
16 SOTO VERCHER M. M. (2009). Enfermería, Teselaciones para la Formación Superior. (Libro digital). Nueva Editorial Universitaria. Universidad Nacional de San Luis. Caps. X y XI. http://www.neu.unsl.edu.ar/
17 Eugenia Sacerdote de Lustig. Murió la científica Eugenia Sacerdote de Lustig. Sección Sociedad. Foto Cedoc 29.11.2011 | 20:20. Perfil.com. http://www.perfil.com/contenidos/2011/11/29/noticia_0030.html. Consultado 07/06/2012 1:23.
18 En 1875, un R.D. firmado por el ministro Bonghi, permite a las mujeres el acceso a la universidad, siempre que presenten un título secundario y un certificado de buena conducta. Pero esta norma trope zaba con una dificultad, ya que recién se reglamenta el ingreso de las mujeres a la enseñanza secundaria en 1883, con lo cual sólo a partir de esa última fecha fue posible el ingreso de las mujeres en la universidad italiana (Branciforte, 2003)
19 PALERMO A. I. (2006). El acceso de las mujeres a la educación universitaria. Universidad Nacional de Luján. Revista Argentina de Sociología 4(7)— ISSN 1667-9261, pp. 11-46. http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=26940702. 07/06/2012 17:14.
20 Eugenia sacerdote de Lustig. Grandes Personalidades de la Ciencia Revista ConCIENCIA. P. 22. http://bibliotecavirtual.unl.edu.ar:8180/publicaciones/bitstream/1/1873/1/CC_14_18_pag_22_23.pdf, www.educ.ar , www.lanacion.com.ar . 8/6/2012 5:55
21 AUTA - Homenaje a Eugenia Sacerdote de Lustig 14 de julio 2011.mpg. Duración 5:30min. Subido por visionyrealidad el 20/07/2011.http://www.youtube.com/watch?v=pJjUNn6YUQw. Consultado 07/06/2012 1:47.
22 CNEA.Noticias http://www.cnea.gov.ar/xxi/noticias/2008/MAR/perez_ferreira.asp. 07/06/2012 2:20
23 Emma Pérez Ferreira (1925-2005), Comentario in memoriam, editado en el Volumen 15, N 88, Agosto/Septiembre 2005, de la Revista CIENCIAHOY. En BARASSI L. M. (2008) PÉREZ FERREIRA, Emma – Personaje recordado del mes: Agosto 2008. Ciencia argentina en la vidriera. http://www.cienciaenlavidriera.com.ar/2008/08/01/perez-ferreira-emma-personaje-recordado-del-mes-agosto-2008/. 07/06/2012 2:52
24 ETCHEGOYEN A. Historia de los Rayos Cósmicos en la Argentina. Observatorio del Hemisferio Sur. Proyecto Pierre Auger CNEA y CONICET. http://visitantes.auger.org.ar/index.php/historia/historia-de-los-rayos-cosmicos-en-la-argentina.html
25 Biblioteca Digital Programa de Historia de la FCEN, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires". http://digital.bl.fcen.uba.ar/gsdl-282/cgi- bin/library.cgi?a=d&c=fotos&d=006_JuanRoederer_00252
26 ROEDERER J. G. (2002). Las Primeras Investigaciones de Radiación Cósmica en la Argentina 1949-59: Un Relato Personal. Ciencia Hoy, volume 21, page 38. En Grupo Partículas y Campos 2010. Instituto Balseiro. Centro Atómico Bariloche . http://fisica.cab.cnea.gov.ar/particulas/experiments/physicstoday 07/06/2012 5:24. En español pdf http://www.auger.org.ar/argentina/material/Roederer-historia-1.pdf 7/06/2012 11:35.
27 Autores como Gaviola (1965) y Minniti Morgan (2011) la llaman Mazollini de Mathow.
28 ROEDERER J. G. (2002). Op.cit.
29 BES D. R. y LÓPEZ DÁVALOS A. (1989). Don Guido: Físico, Maestro y Gaucho. Ciencia Hoy, Volumen 1 - Nº 2- Febrero/Marzo. http://www.cienciahoy.org.ar/hoy02/guido2.htm. 07/06/2012 11:30
30 SADOSKY Manuel (1961). Memoria 1960. Biblioteca digital.Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad de Buenos Aires. P. 13. http://digital.bl.fcen.uba.ar/Download/Memorias/Memoria_1960ocr.pdf memoria 1960. 09/06/2012 0:11
31 Sociedad Científica Argentina.(1975) Evolución de las ciencias en la República Argentina: 1923-1972, Vol. 2
32 RUMA. http://inmabb.criba.edu.ar/revuma/revuma.php?p=toc/vol09. 09/06/2012 5:49
33 MINNITI MORGAN E. R. (2011). Educar al soberano. Homenaje a Demingo Faustino Sarmiento en el Bicentenario de su nacimiento (1811-2011). Grupo de investigación en Enseñanza Historia y Divulgación de la Astronomía. Obsrvatorio Astrnómico de Córdoba. www.historiadelaastronomía.wordpres.com HistoLIADA. Lidea. http://historiadelaastronomia.files.wordpress.com/2011/03/educaralsoberano.pdf. 10/06/2012 21:48.
34 GAVIOLA E. (1965). La Asociación Física Argentina Su Historia Hasta 1965. Noticias. Centro Atómico Bariloche. http://www.cab.cnea.gov.ar/news/varios/InformeAFA.pdf, 10/06/2012 22:52.
35 Universidad Nacional de Salta. 1973. 946/73 Expte. N°5.220/73 http://bo.unsa.edu.ar/dr/R1973/R-DR-1973-0946.pdf
Sonidos del silencio. Notas Mónica M. Soto Verchér
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36 ORTIZ E. L. y RUBINSTEIN H. (2009). La Física en la Argentina en los dos primeros tercios del siglo veinte: algunos condicionantes exteriores a su desarrollo. Revista Brasileira de História da Ciência, Rio de Janeiro, V. 2 (1): 40-81, enero | jun. Universidad de Estocolmo. P.17 http://www.mast.br/arquivos_sbhc/361.pdf. 09/06/2012 17:03.
37 ... Las dos cosas que más le gustaban a Don Guido [Beck] eran contar chistes y regalar tabletitas de chocolate. En el Instituto Balseiro, toda una generación de hijos de científicos aprendió a llamar a la casa donde él vivía para preguntar de manera aparentemente desinteresada: ¿Está mi papá (o mamá)? Ninguno se vio frustrado jamás. Si era necesario Don Guido salía con su Renault Gordini, más conocido como El Peligro Amarillo, hasta el almacén a medio kilómetro para mantenerse siempre bien abastecido. Eso sí, iba en primera, porque nunca había aprendido las otras marchas. Pero volviendo a sus métodos pedagógicos, uno de los chistes preferidos de Don Guido era así: Un grupo de empresarios se había asociado para comprar un caballo de carrera por una importante suma. Pero el caballo resultó malo: invariablemente perdía. Los inversores buscaban ayuda: entrenadores, jockeys, veterinarios. Pero continuaban los fracasos. Finalmente, desesperado, uno de ellos sugirió pedir asesoramiento a un físico. Éste vino a ver el caballo y prometió estudiar el problema. A las tres semanas los llamó por teléfono: "Ya tengo la solución. Mañana voy". Al día siguiente abrió la carpeta y comenzó su exposición: "Bien. Supongamos, para empezar, que el caballo es esférico y de masa despreciable..." Veronica Grunfeld (1991). El caballo esférico. Temas de física en biología y medicina Lugar. Prólogo. http://www.lanais.famaf.unc.edu.ar/quantumcba/anecdotas.pdf. 07/06/2012 12:49.
38 Conmemoraron el 50º aniversario de la primera promoción de Licenciados en Física del IB. Noticias. Complejo Atómico Balseiro. Omisión Nacional de Energía Atómica. http://cab.cnea.gov.ar/noticiasanteriores/aniv50fisib/index.html 11/06/2012 1:44
39 GRÜNFELD V. (1996). Ciencia en el Mundo. Física Medica y Bioingeniería. Revista de Divulgación Científica y Tecnológica de la Asociación Ciencia Hoy Volumen 6 - Nº33. Centro Atómico Bariloche e Instituto Balseiro http://www.cienciahoy.org.ar/hoy33/fisic01.htm. 07/06/2012 10:29
40 PALERMO A. I. (2006). El acceso de las mujeres a la educación universitaria. Universidad Nacional de Luján. Revista Argentina de Sociología 4(7)— ISSN 1667-9261, pp. 11-46. http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=26940702. 07/06/2012 17:14.
41 Fig. 17. corresponde al film Allá en el setenta y tantos (1945) del director Francisco Mugica. Con Silvana Roth y Carlos Cores. Si bien no es la historia de Élida Passo su guión muestra la problemática del ingreso de la mujer a la educación superior en Argentina a fines del siglo XIX. Se pueden ver escenas en You Tube: http://www.youtube.com/watch?v=CdKaD3cf4zg y ver aspectos del tema en: D’OTTAVIO CATTANI A. E. (2010). Allá en el setenta y tantos (1945). Pioneras de la Medicina en el cine argentino. Cátedra de Histología y Embriología. Facultad de Ciencias Médicas. Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario (Argentina). Revista de Medicina y Cine. Volumen 6 (1). Universidad de Salamanca. http://revistamedicinacine.usal.es/index.php/es/vol6/num1/348. 07/06/2012 19:32. 07/06/2012 19:37.
42 CRUZ ROJA ARGENTINA. (1981). El libro del centenario de la cruz roja Argentina 1880-1980. La Prensa. Buenos Aires.
SOTO VERCHER M.M. (2005). Historia de la Enfermería. Teselaciones en la Formación para enfermeras. Material de consulta para materias de 1° año de Carrera Enfermería. Universidad Nacional de San Luis. Cap. 3: Concepto de sí e imagen social. P.124. Online ed.2014
43 Fig. 18. Sello de 1967. ROLDÁN E. J.A. y ZUCKERBERG C. (2011). La filatelia biomédica. Medicina (B. Aires) [revista en la Internet]. Feb [citado 2012 Jun 11]; 71(1): 53-58. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0025-76802011000100013&lng=es. 11/06/2012 2:40
44 LENARDON A, C. Julieta Lanteri Renshaw. (1873-1932).Escuela de Comercio Nº 15 “Cecilia Grierson”. http://com15de15.buenosaires.edu.ar/julietalanteri.htm. 08/06/2012 12:46
45 Libro de Actas del HCD-UBA del 23/06/1915, Pág.: 138. En mujeres destacadas. http://www.famu.org.ar/destacadas.html.FAMU. http://www.famu.org.ar/quienesomos.htm. l07/06/2012 19:03.
46 Las amenazas más graves que enfrenta la humanidad están ligadas al progreso ciego e incontrolado del conocimiento… un modo mutilante de organización del conocimiento, incapaz de reconocer y de aprehender la complejidad de lo real… Vivimos bajo el imperio de los principios de disyunción, reducción …cuyo conjunto constituye lo que llamo el «paradigma de simplificación». …Este paradigma, …controla la aventura del pensamiento occidental desde el siglo XVII, …sus consecuencias nocivas ulteriores no se comienzan a revelar hasta el siglo XX. (Edgar Morin, 1994. Pp25-29).
47 Hurtado D. (2012) Curso Historia de la Ciencia Argentina. UNSL, clase del 19/05/12.