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MEDELLÍN, agosto 9 de 2011 / N° 304
Diálogo con el Rector de la Universidad de Antioquia, Alberto Uribe Correa
En forma muy parcial el Gobierno acogió las propuestas de las universidades en el nuevo proyecto de reforma a la Educación Superior
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arín En financiación estamos lejos, muy lejos, de lo que necesita el Sistema Universitario Estatal
Confiamos en el buen criterio del Congreso de la República que siempre ha estado atento a respaldar la calidad de la universidad colombiana
Confiamos en el buen criterio
Tenemos la experiencia nefasta del sistema de salud donde es un absoluto fracaso la vigilancia y el control, que es lo que defiende el Gobierno para el caso de las universidades con ánimo de lucro. Sobre la vigilancia y el control en el sistema de salud, regido por la Ley 100 de 1993, ha dicho el presidente Santos que “donde metamos el dedo sale pus”. Esa situación no la queremos para las instituciones de educación superior.
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UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Suplemento ALMA MATER • Rector Alberto Uribe Correa • Secretario General Luquegi Gil Neira • Jefe Departamento de Información y Prensa Alberto González Mascarozf • Bloque 16 oficina 336 • Teléfonos 2195023 y 2195026 • [email protected]
REFORMA A LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Diálogo con el Rector de la Universidad de Antioquia, Alberto Uribe Correa
En forma muy parcial el Gobierno acogió las propuestas
de las universidades en el nuevo proyecto
Tras calificar como “muy desafortunada” la
primera propuesta de reforma a la educación
superior presentada por el Gobierno Nacional el pasado mes de marzo, el rector de la Univer-
sidad de Antioquia, médico Alberto Uribe
Correa, considera que en el nuevo proyecto,
cuya suerte la definirá el Congreso de la Repú-blica, las propuestas de las universidades
sólo fueron acogidas en forma muy parcial, no
obstante haber prome-tido el presidente Juan
Manuel Santos y la ministra María Fernan-
da Campo que el debate que se prolongó por
cerca de cuatro meses en diferentes escenarios
nacionales tenía como finalidad “enriquecer”
dicha iniciativa.Para el rector Uribe,
senadores y representantes deben ser conscientes de la responsabilidad que asumen ante una decisión que determinará el futuro de un aspecto tan estratégico y crucial en el mundo de hoy como lo es la
educación superior, columna vertebral no sólo del desarrollo científico y tecnológico y la generación de conocimiento, sino de la incidencia como factor de equidad y justicia social.
Para que los lectores alleguen elementos de juicio sobre un tema que hoy es objeto de debate e interés nacional, ALMA MATER ofrece el siguiente diálogo con el rector Uribe Correa. La entrevista completa
puede ser consultada en el Portal Universitario www.udea.edu.co
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¿Qué tipo de ley requiere un país como Colombia—Debe ser una ley que
organice y regule la educación superior y nos ponga a tono
con las necesidades que tiene el país y con lo que está su-
cediendo en el mundo, donde cada vez el conocimiento es el fundamento para el desarrollo, para el crecimiento económico,
para el bienestar de la pobla-ción. En ese sentido, la Univer-
sidad de Antioquia en parti-cular, el Sistema Universitario Estatal (SUE) y la Asociación Colombiana de Universidades
(Ascun) han dado el respaldo y el apoyo al Gobierno Nacional para que sea aprobada una ley con la que efectivamente po-
damos responderle de la mejor manera a los colombianos.
¿Qué opinión le merece la primera propuesta que pre-
sentó el Gobierno?—El Gobierno inicialmente
presentó en el mes de marzo una propuesta que yo diría
fue muy desafortunada. Una propuesta muy extensa que
tenía la finalidad de reformar la prestación del servicio de la
educación superior, dejando de lado su carácter de dere-cho fundamental… Durante
los meses que el Ministerio de Educación abrió el debate, tan-
to el SUE como Ascun dieron una respuesta muy seria al país
y al gobierno. Incluso Ascun presentó un proyecto de ley es-tatutaria de autonomía univer-sitaria, por ser la autonomía la esencia viva de la universidad y de la educación superior. De
manera oportuna dicho proyec-to fue puesto a consideración
del Ministerio de Educación. De igual forma, el SUE creó rápida-mente unas comisiones respon-sables de analizar el articulado
y presentar propuestas a las necesidades sentidas que tiene el Sistema Universitario Estatal
en materia de autonomía, fi-nanciación, calidad e investiga-
ción, entre otros asuntos. Los rectores hemos trabajado en
forma seria y responsable con el país, con nuestras institucio-
nes y con nuestras comunida-des académicas.
En efecto, los rectores han realizado un papel con lide-
razgo y convicción, pero ¿qué tanto ha acogido el gobierno esas propuestas en el nuevo
texto del proyecto?—Primero digamos que esta-
mos de acuerdo con el gobierno en que debe haber una nueva
ley de educación superior. Aho-ra, ¿cuál debe ser el contenido
de la nueva ley? El gobierno ha acogido parcialmente, muy parcialmente, muy marginal-
mente, las propuestas muy concretas que se le han hecho tanto desde Ascun como desde el SUE, en materia de autono-
mía, financiación, calidad e investigación. Cambió el títu-lo del proyecto y ya habla de regulación y organización del sistema. Está planteando los
principios que eran muy preca-rios, muy pobres, muy deshil-vanados en el texto original.
Pero, fundamentalmente en el tema de financiación estamos lejos, muy lejos, de lo que ne-cesita el Sistema Universitario
Rector Alberto Uribe, ¿qué mensaje en concreto dirigiría a los congresistas?—Que van a tener en sus manos la posibilidad de entregarle a Co-lombia un extraordinario proyecto de educación superior, el cual es una necesidad sentida para el desarrollo, para la equidad, para la inclusión y la justicia social, para la búsqueda de la paz que tanto quiere y requiere el país. Que van a tener la oportunidad de financiar en una forma clara la institucionalidad pública universi-taria de Colombia. Que van a tener la oportunidad de determinar la ampliación de coberturas como lo plantea el Gobierno Nacional y que queremos todos los colombianos. Que si ya reformaron la Constitución en lo referente a las regalías, ahora tienen la opor-tunidad de incluir en la nueva ley de educación superior el desa-rrollo de las universidades de investigación, porque ellas son un factor fundamental para el desarrollo regional y nacional.
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Estatal. Esas necesidades las hemos demostrado con mucha veracidad y con mucha argu-
mentación los rectores del SUE al Ministerio de Educación.
¿En cuáles aspectos radica la preocupación del SUE?
—La interpretación que a los artículos 86 y 87 de la Ley 30
de 1992, que son los que hablan de la financiación, les dieron el
Departamento de Planeación Na-cional y los ministerios de Educa-
ción y de Hacienda, llevaron al Sistema Universitario Estatal a un déficit presupuestal impor-
tante, cercano a los setecientos mil millones de pesos. Pero,
conscientes de la situación fiscal del país, los rectores no vamos a reclamar ese dinero, aunque sí hemos hecho una propuesta
de un aumento del IPC más tres puntos, que en apariencia es
acogida por el Gobierno. Pero el Gobierno desconoce, y eso debe
quedar muy claro a la opinión pública, que en nuestra propues-ta el 50% debe incorporarse a lo
que establece el artículo 86 de la Ley 30 de 1992, manteniendo en ese rubro valores constantes a las 32 universidades públicas
del país. El otro 50% que quede en el Ministerio para desarrollar su política de educación supe-rior, de acuerdo con su plan de
desarrollo.¿Qué otras propuestas de
alivio presupuestal proponen?—Igualmente proponemos
tener en cuenta el caso de los servicios públicos. Las univer-
sidades públicas en general acogen más de un 90% de
estudiantes de los estratos 1, 2 y 3. El cobro de matrícula no existe o es muy bajo. O sea que a las universidades
públicas no se les puede tratar como si fueran empresas co-
merciales por parte de las enti-dades prestadoras de servicios públicos. Proponemos que se
les dé un tratamiento especial conforme a su misión social
dirigida a dichos estratos. Ahí
abría un gran alivio para el sector de la educación pública del país. Igualmente propone-mos algo similar para todo el
sector con el pago del impues-to predial y con las obligacio-nes a las cajas de compensa-
ción familiar. En el caso de la Universidad de Antioquia, gracias a la generosidad y al apoyo de la Administración
de Medellín y del Concejo Municipal, el Alma Máter está exenta del pago de impuesto
predial. Eso no ocurre en otras ciudades del país. También
proponemos que las ciudades capitales y los municipios don-de hacemos presencia, a cuyas
jurisdicciones pertenecen en alto porcentaje los estudiantes de los estratos 1, 2 y 3, estén
obligados a participar en la financiación de las universida-
des públicas. Así, no toda la financiación estaría en manos
del Gobierno Nacional. ¿Qué cara le hizo el Gobierno
a la propuesta de ley estatuta-ria de autonomía universitaria?
—La autonomía, repito, es la esencia de la universidad desde
su creación en Bolognia. La uni-versidad nació autónoma. Ella
impide que estemos a los vaive-nes de los gobiernos. La univer-
sidad es la que se da su propio gobierno, desde lo financiero y sobre todo desde lo académico.
Es de su competencia formar con libertad de cátedra el talen-
to humano que le encomienda la sociedad. La propuesta de ley estatutaria está siendo estudia-da por el Gobierno. Parece que hay diferencias con respecto a lo que piensa Ascun que es el
proponente, porque se considera que no siendo la autonomía un derecho fundamental, que es lo que le da origen a las leyes es-
tatutarias, el proyecto no podría ser presentado ante el Congreso
de la República. Señor rector, recordémosle
a la opinión por qué se llega entre el momento en que es
expedida en 1992 la Ley 30 y
la fecha de hoy, a ese déficit al que usted ya aludió.
—Porque el Gobierno, y ahí está el fundamento, interpreta que los aportes de ley para las
universidades debe mantenerlos únicamente con el IPC, desco-
nociendo que la canasta univer-sitaria crece cada año muy por
encima del IPC. No se puede ignorar que el desarrollo tecno-lógico y el desarrollo científico
han tenido un gran auge y a unos costos muy encima del IPC. Cuando fue expedida la
Ley 30 de 1992 nadie hablaba de sistemas en las universida-des, nadie hablaba de salas de cómputo, ni de base de datos y apenas se estaba incursio-
nando en la investigación, cuyos resultados representan
hoy demasiado para Colombia. En el aspecto formativo era
ajeno al quehacer universitario las maestrías, los doctorados y los grupos de investigación
de excelencia y con un amplio relacionamiento internacional.
Esa formación y la remune-ración de esos profesionales,
como tampoco la productividad tan importante que ellos apor-tan, se le ha reconocido como
esfuerzo adicional y enorme a las universidades de más
prestigio en Colombia. Ésos y otros factores han contribuido
al origen y acumulación del déficit presupuestal en todas
las instituciones.Pero a las universidades se
les permitió hacer asesorías, consultorías y otro tipo de contrataciones para captar
recursos.—Si bien la ley permite, y
en efecto lo hemos llevado a la práctica, hacer gestión me-
diante asesorías, consultorías y otras contrataciones, no sólo con el sector público sino con el privado, haciendo gala las
universidades de una gran vo-cación y sentido social, eso no ha sido ni será suficiente para
soportar ese déficit.
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El Gobierno plantea en el proyecto como algo novedo-so el relacionamiento de las universidades con el sector
productivo.—El relacionamiento que
plantea el Gobierno Nacional con el sector productivo, todas las
universidades, públicas y priva-das, lo venimos haciendo desde hace años y a través de diferen-tes estrategias. Nadie niega que
esa es una tarea fundamental. La estrategia de la Universidad de Antioquia ha sido la alianza
Universidad-Empresa-Estado. Pero ésta y ninguna otra es-
trategia será suficiente ni para amortiguar el déficit en nuestras universidades ni para compensar los costos de la canasta univer-sitaria, que le hemos pedido al
Gobierno que la estudie para que, en un plazo racional de cua-tro o cinco años, se ofrezca una solución como soporte real de la
educación pública colombiana.La Universidad de Antio-
quia enfrenta una situación paradójica. Amplió hasta el
máximo la cobertura estu-diantil en su campus central
de Medellín y en las sedes regionales, pero ahora el
Gobierno propone entregar recursos presupuestales a
las universidades que, en el futuro, amplíen cobertura y
desarrollen procesos de regio-nalización.
—Ampliar cobertura y llevar la educación superior a las re-
giones son factores de equidad y de desarrollo que nosotros compartimos. Pero a institu-
ciones como la Universidad de Antioquia, que ya ha hecho un gran esfuerzo en ese sentido,
no le será posible concursar por la bolsa de recursos que tiene
en mente el Gobierno Nacional. Es por ello que la recuperación
de ese esfuerzo la esperamos lograr a través de ese 50% del
IPC más tres puntos. De no lograrlo, se estaría configuran-do una injusticia con quienes hemos sido líderes en amplia-ción de cobertura y en llevar
educación superior pertinente
y de calidad a las regiones. El programa de regionalización
de la Universidad de Antioquia es modelo en Colombia y en
América Latina. Cuenta con más de 5.600 estudiantes, lo que
equivale a una universidad de término medio en el país.
Otra realización de impacto para el país también es la con-solidación del Sistema Univer-
sitario de Investigación.—La Ley 30 de 1992 tocó
la parte de la investigación de una manera muy tímida. Ahora queremos que en la nueva ley
quede muy claramente estatuido qué es una universidad de inves-tigación, que tanto las necesita
el país. Queremos que la in-vestigación se apoye y proteja. Nuestra Sede de Investigación
Universitaria es un referente local, nacional e internacional y ella es producto de un esfuerzo
particular que hizo la propia Universidad de Antioquia con
motivo de su bicentenario. Allí
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laboran en los campos de la ciencia 2.700 personas. De ellas,
1.700 son estudiantes de pre-grado y posgrado, formándose
en las más diversas disciplinas. Ésa sí que es una contribución
bien importante al país, porque ese talento es imprescindible para generar el desarrollo que
tanto necesitamos en la econo-mía del conocimiento.
¿Qué expectativas se tienen sobre el 10% de recursos para hacer ciencia que provendrán
de las regalías?—Ya está decidido que el
10% de los recursos de la ley de regalías vaya a ciencia,
tecnología e innovación. Por eso debemos ser lo suficiente-
mente capaces de consumir esa cuantía. Qué tal que después de insistir en que se adicio-
nen recursos para dichos fines y que éstos sean aprobados, no tengamos una respuesta
acorde con una determinación
tan fundamental. En el caso de la Universidad de Antioquia necesitamos crecer la Sede de Investigación. Ya tenemos un
anteproyecto de cifras cuantio-sas, alrededor de noventa mil
millones de pesos, que espera-mos sea respaldado con tales recursos… Considero que las
universidades deben concebir proyectos de alcance nacional, para darle una respuesta pron-ta al país a esa inversión que provendrá de la nueva ley de
regalías. ¿Qué opinan los rectores
de la tipología que está pro-poniendo el Gobierno?
—La tipología que pretende el Gobierno con este proyecto
de ley es que todos seamos instituciones de educación
superior. Nos parece que no po-demos compartir este tipología, porque no es lo mismo institu-ciones con un gran desarrollo,
con tradición investigativa y de
extensión, con resultados en formación del recurso humano
a los más altos niveles, que instituciones técnicas y tec-
nológicas que en su campo de acción específico tienen toda la vigencia y todo el respaldo
del sistema. Poner a competir a éstas para que alcancen el nivel de universidades, es someterlas a un preocupante desgaste y es de pronto llevarlas a perder su gran vocación técnica y tecno-lógica. Lo que hay que hacer es
darles un gran respaldo tanto a las universidades como a las
instituciones técnicas y tec-nológicas para que cumplan y consoliden sus respectivas
misiones. Y, de las universidades con
ánimo de lucro, ¿qué?—El Gobierno insiste y cree
que esa es una solución para la cobertura. Cree que van a
llegar al país instituciones de primer orden a aumentar la
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cobertura en cien mil o dos-cientos mil estudiantes como
ocurre en otros países, pero no garantizan nunca la cali-dad porque lo que prima en ellas es el ánimo de lucro. Y ofrecen carreras que, aunque
son pertinentes y son muy respetables, no les demandan
muchos recursos. Entonces van a hipertrofiar muchos progra-
mas que no estamos en contra de que existan pero con una calidad muy débil y en con-tra de programas que sí son
de toda la necesidad del país como son las áreas básicas. No olvidemos que un país desarro-
llado se mide en gran medida por la cantidad de doctores
que tenga en matemáticas, en física, en biología, en química, y eso no es propiamente lo que van a hacer esas instituciones con ánimo de lucro. Además,
tenemos la experiencia nefasta del sistema de salud donde es
un absoluto fracaso la vigi-lancia y el control, que es lo
que defiende el Gobierno para el caso de las universidades
con ánimo de lucro. Sobre la vigilancia y el control en el
sistema de salud, regido por la Ley 100 de 1993, ha dicho el
presidente Santos que “donde metamos el dedo sale pus”.
Esa situación no la queremos para las instituciones de edu-
cación superior. Muy vehemen-te considero que la propuesta
de crear universidades con áni-mo de lucro no se debe incluir en el proyecto de reforma a la educación superior. Inclusive, personas muy respetables del
sector productivo en el Comité Universidad-Empresa-Estado
de Antioquia, pertenecientes a empresas de gran recono-
cimiento a nivel nacional, se pronuncian negativamente
frente a la pretensión de crear en Colombia universidades con
ánimo de lucro.¿Usted considera que el
Gobierno tiene la intención de privatizar la universidad
pública, como lo afirman mu-chos sectores en el país?
—Yo no creo. Ni soy tan radical para creer que por la
existencia de universidades con ánimo de lucro se va a priva-
tizar la universidad pública. A lo que no se va a contribuir es
a la esencia de la educación superior y de la formación que
es la calidad. Aquí el modelo que nos propone el Gobierno es equivocado porque en Brasil, en Estados Unidos y en otras partes del mundo sí se permitieron uni-
versidades con ánimo de lucro, pero primero los gobiernos for-talecieron el sistema de univer-sidades estatales, inyectándole cuantiosos recursos, para que
de esa forma estén en el primer lugar de la jerarquía en calidad, en desarrollo, en investigación,
en relacionamiento, en inter-nacionalización. Y eso no es
propiamente lo que vemos en el proyecto del Gobierno Nacional.
Los analistas advierten que cuantiosos recursos pú-blicos terminarán desvián-
dose hacia las universidades con ánimo de lucro.
—Ése es el otro peligro. Eso es lo que ha pasado en Estados
Unidos donde el presidente Obama acaba de frenar todos los recursos que a través de créditos
van a ese sector, advirtiendo que hay mucha deficiencia en la calidad. En Chile las univer-
sidades con ánimo de lucro han existido desde la dictadura pero ha habido una relativa vigilan-cia. Pero miremos lo que está pasando hoy, donde hay una
revuelta generalizada por toda la geografía chilena. En Brasil
igualmente se está pensando en una revisión de la ley que viene desde el presidente Cardoso, la
cual fue apoyada por Lula quien fortaleció el sistema de univer-
sidades públicas.En asuntos organizativos,
¿qué dice el proyecto sobre los consejos académicos?
—Esa es otra propuesta que
acata el Gobierno, dándole a los consejos académicos más
fortaleza de la que tienen hoy en la Ley 30 de 1992. Por man-
dato de ley, los consejos son los máximos organismos en lo
académicos de las instituciones de educación superior.
En esta segunda fase del proceso, cuando el debate
se traslada al Congreso de la República, ¿qué estrategias concretas tienen Ascun y el
SUE para incidir positivamen-te sobre los políticos?
—El Gobierno Nacional, por boca del presidente Santos y
de la ministra María Fernanda Campo, asumió el compromi-
so de que esta ley iba a ser lo más consensuada y lo más
concertada posible, para evitar traumatismos en su curso por el Congreso de la República.
Desafortunadamente eso no es lo que vemos en el último texto del proyecto que se nos entregó
la semana anterior. Entonces ya viene el lobby que estamos
dispuestos a hacer ante el Con-greso de la República.
Confiamos en el buen criterio del Congreso de la República. senadores y representantes a
la Cámara siempre han estado atentos a respaldar la calidad
de la universidad colombia-na. En la asistencia a foros y debates, los congresistas han
mostrado un gran interés por el tema y una gran madurez frente
a las bondades y las necesida-des de uno u otro proyecto. Sea
ésta la oportunidad para ha-cerles un reconocimiento a los congresistas del Departamento de Antioquia, a los diputados y a los concejales de Medellín
y de los municipios donde está nuestra Alma Máter, lo mismo
que al gobernador y a los dife-rentes alcaldes, porque siempre
han estado alertas a apoyar a la Universidad y a respaldar las
iniciativas de beneficio local, re-gional, nacional e internacional
que se les han propuesto.
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