UNIDAD DIDÁCTICA II
Teoría del
Conocimiento
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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0. Algunas precisiones terminológicas
0.1. Gnoseología y Teoría del conocimiento
Las expresiones “Gnoseología” y “Teoría del Conocimiento”
tienen significados similares, diferenciándose en sus orígenes
lingüísticos. La primera es un neologismo griego aparecido en el siglo
XVII, mientras que la segunda es traducción del término alemán
Erkenntnistheorie.
El objeto, tanto de la Gnoseología como de la Teoría del
Conocimiento, es el conocimiento humano, pero no necesariamente el
conocimiento científico, puesto que el ser humano tiene muchas
formas de conocimiento que no son todas científicas.
0.2. Epistemología y Filosofía de la Ciencia
Las expresiones “Epistemología” y “Filosofía de la Ciencia”
son también de significado similar1. La primera procede del griego y
significa el estudio de la ἐπιστήμη (episteme), de la ciencia; la
segunda procede del alemán, Wissenchatsphilosophie, y tiene su
origen en el trabajo de los neopositivistas lógicos austriacos y
alemanes de principios del siglo XX.
El objeto de la Epistemología y de la Filosofía de la Ciencia es
el conocimiento humano, pero restringido únicamente al conocimiento
científico. Describen la forma de actuar de la ciencia, su metodología,
y establecen en consecuencia condiciones de cientificidad, esto es, las
condiciones que debe reunir un conocimiento para que pueda ser
considerado científico.
1 La sinonimia identificada entre “Gnoseología” y “Teoría del Conocimiento”, y entre
“Epistemología” y “Filosofía de la Ciencia” es grosso modo, porque hay diferencias
sutiles, pero su inclusión en el presente texto desbordaría nuestras pretensiones.
Unidad Didáctica II
E
L
C
O
N
O
C
I
M
I
E
N
T
O
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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1. Percepción sensible
1.1. Los sentidos
La percepción a través de los sentidos es la primera forma que
tenemos de conocimiento. Es la primera forma en el orden cronológico y
también lo es en la cantidad de los contenidos cognoscitivos que recibimos.
Sobre el problema filosófico que plantea el conocimiento sensible
hablaremos más adelante, siendo ahora interesante la descripción del modo
de conocimiento sensitivo que tenemos los seres humanos.
Para todos los sentidos podemos hablar de los umbrales de
percepción. Un umbral es el estímulo mínimo para que haya percepción
por parte de los sentidos. Hablamos de umbral absoluto al referirnos a la
cantidad mínima de estímulo para que un sentido perciba, mientras que el
umbral relativo es aquél que cambio mínimo en un estímulo para que se un
cambio en la percepción.
Además debemos indicar que todos los sentidos se adaptan a las
percepciones a las que se acostumbran: los sentidos se adaptan al medio.
De esta forma el ser humano no percibirá de forma conciente un sonido o
una luz a la que está habituado, aunque ello no quiere decir que lo no lo
oiga o vea.
El sentido que más información nos proporciona a lo largo de nuestra
existencia es el sentido de la vista. Los instrumentos del sentido de la vista
son los ojos, que tienen una compleja organización y que se encuentran
conectados con el cerebro por medio del nervio óptico. El tratamiento
cerebral de la visual es enormemente problemático y todavía no se ha
llegado a una teoría verdaderamente explicativa de las numerosas variantes
que se dan. En todo caso nuestros ojos no son unos instrumentos
todopoderosos de visión, sino que perciben solamente la luz que tiene una
determinada longitud de onda.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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Realmente la capacidad perceptora del ser humano, dentro de una
gran longitud de onda, es muy escasa. El ser humano ve sobre una base
tricromática (de tres colores), pudiéndose dar ceguera a un color o a varios.
Hay animales que tienen una diferente capacidad visual, pudiendo
percibir incluso gamas que para nosotros son invisibles. Dentro del
espectro electromagnético que el ser humano es capaz de percibir los
colores dependen de la longitud de onda de la luz. En esa longitud pueden
registrarse hasta 300000 colores diferentes, pero el ojo sólo llega a 150000
colores.
Con la capacidad auditiva sucede algo muy similar a lo que
acontece con la vista. El
sonido es una elaboración
cerebral de la percepción
auditiva de los cambios de
la presión del aire que se
perciben. La capacidad de
escucha del volumen del
sonido va desde los 10
decibelios hasta los 130, en
donde se suele situar el
umbral del dolor.
El gusto debemos
diferenciarlo del sabor, que es una combinación del gusto con el olfato. El
gusto sólo distingue entre amargo, salado, agrio y dulce, mientras que los
demás matices son frutos de la interacción con los efectos del olor. Si bien
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el gusto es un sentido sumamente sencillo, el olfato, por su parte, es
enormemente sensible, pues se ha llegado a registrar la capacidad de oler
mercaptán en una concentración de una millonésima entre cincuenta mil de
aire (1/50000).
Aunque la vista sea el sentido que más información nos proporciona,
el sentido del tacto es el que nos da una mayor seguridad acerca de
nuestras percepciones sensibles y del mundo externo que nos rodea. Es
perceptible por la piel un desplazamiento a partir de 0.001008 milímetros.
Junto a los cinco sentidos externos también hemos de registrar la
existencia de los sentidos internos:
- Percepción de los propios estiramientos corporales: autopercepción.
- Sentido vestibular de orientación en el espacio, el de equilibrio, de
gravitación y de movimiento hacia delante y atrás, o hacia arriba y
abajo. Este sentido reside en los canales semicirculares del oído interno
1.2. De los estímulos a la percepción
La primera explicación de la percepción sensorial se hizo a través de
la consideración de que el cerebro considera una unidad a los estímulos
cercanos en el espacio y en el tiempo. A esta postura se le llamó
asociacionismo, pero tenía graves problemas
A principios del siglo XX un grupo de psicólogos experimentales
berlineses cambió la teoría de la percepción. Establecieron que la
percepción no es sólo una actividad de órganos sensoriales junto a la
cercanía de los estímulos, sino que está elaborada por medio de
determinados procesos psicológicos que analizan las percepciones de los
sentidos.
Si la teoría asociacionista fuera cierta un objeto lejano, por muy
grande que fuese no lo percibiríamos como pequeño, como corresponde al
tamaño de la percepción deberíamos concluir su pequeñez.
Los psicólogos berlineses a los que antes nos referíamos (Köhler,
Koffa y Wetheimer) dieron luz a una nueva forma de estudiar la conducta y
la percepción humana: psicología de la Gestalt. Gestalt es un término
alemán y significa “forma”. Para estos investigadores no sólo se percibe un
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objeto, sino que éste es percibido dentro de un marco, es decir, se percibe el
objeto dentro de un contexto visual.
En virtud de este principio elaboran varias leyes de la percepción
visual, en las que se pone de manifiesto la forma de organización de esta
percepción que tenemos los seres humanos.
a) Ley de figura y fondo.
Lo primero que realizamos a la hora de
generar una percepción visual es separar lo que es
objeto y lo que es el fondo de la percepción.
Generalmente, junto a las otras leyes de la
percepción, conseguimos diferenciar figura y fondo
fácilmente, pero si no tenemos las suficientes referencias la diferenciación
no es tan sencilla.
b) Ley de proximidad: tendemos a asociar y a percibir juntos los objetos
que se encuentran próximos.
c) Ley de similitud: tendemos a percibir
juntos y formando algún
tipo de “forma” a los
objetos que se parezcan.
d) Ley de clausura: tenemos la inclinación a
cerrar las imágenes en
figuras y formas.
e) Ley de simetría: siempre buscaremos la
simetría de las
percepciones.
f) Ley de simplicidad: intentaremos organizar lo
percibido de la forma más simple posible.
g) Ley de la mejor continuación: siempre escogeremos la continuación
más sencilla para una serie no continua.
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h) Ley de la experiencia: percibiremos del modo en el que estemos
acostumbrados a percibir.
Si no podemos aplicar ninguna de estas leyes, no podremos organizar
nuestras percepciones visuales y seremos víctimas de ilusiones ópticas. Las
ilusiones ópticas se producen porque no podemos clausurar en una Gestalt
una percepción determinada, bien porque nos falta alguno de los elementos
contextuales o bien porque se juega con la perspectiva tridimensional
cuando se representa en un plano bidimensional, o bien porque el contexto
produce cambios en la percepción de un objeto.
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La Psicología de la Gestalt no es sólo una teoría de la percepción,
sino que también implica toda una forma de entender lo que son los seres
humanos y su relación con la realidad. Consideran los gestaltistas que los
seres humanos no sólo percibimos y organizamos, sino que también
aportamos muchos elementos propios de nuestro psiquismo a lo percibido.
Nosotros también vivimos nuestras experiencias y vamos cerrando
los diversos conjuntos de estas experiencias. Al igual que experimentamos
inquietud ante las ilusiones ópticas, porque no nos permiten clausurar
ordenadamente la percepción, las vivencias del pasado que no hayamos
clausurado igualmente nos producirán inquietud e incluso la reviviscencia
de las experiencias pretéritas.
La Psicología de la Gestalt propugna la vuelta a la experiencia
inmediata, es decir, lo inmediato es la experiencia de la totalidad de la
percepción, estimando innatas las leyes que rigen la organización de la
percepción.
Incluso las reflexiones abstractas y los pensamientos son organizados
en conjuntos que tienen que ser cerrados. La clausura no se genera de una
forma conciente, sino como es en la percepción visual de una forma
inconsciente. La capacidad para comprender la totalidad es lo que los
gestaltistas llaman inteligencia. El cierre o la clausura se dan siempre en
situaciones repentinas e inesperadas, fortaleciéndose por medio del uso.
2. Memoria, imaginación e inteligencia
2.1. Memoria
La memoria es una facultad intelectual que posibilita el
almacenamiento de percepciones, vivencias y conocimientos y su
reproducción posterior para que los contenidos memorizados sean
utilizados.
El material principal del que se nutre nuestra memoria son los
llamados “registros sensoriales”, a los que debemos añadirles las propias
vivencias y experiencias psicológicas internas.
Debemos distinguir entre dos tipos de memoria: memoria de corto
alcance y la memoria de largo alcance.
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La memoria de corto alcance se caracteriza por basarse en la
reproducción psicológica de la imagen sensorial, especialmente si es visual,
aunque dura poco tiempo. La principal cuestión es que de todo lo que
percibimos pasa a la memoria sólo una parte muy pequeña, y de ésta se
conserva sólo una ínfima parte. Pensemos por un momento la gran cantidad
de objetos que percibimos y como únicamente prestamos atención a alguna
de ellas que son las que se conservan en la memoria por algunos instantes.
Existen numerosas variables que influyen en que un fenómeno sea
memorizado. Sobre todas ellas destacamos dos: la intensidad del estímulo
sensorial y el interés. No cabe duda que un dolor especialmente intenso se
memoriza con mayor facilidad que lo que sentimos al estar sentados en
clase. Por otra parte cuando un acontecimiento despierta nuestro interés,
aunque sea momentáneo, queda registrado por nuestra memoria.
El proceso de introducir alguna información en la memoria de largo
alcance depende una multiplicidad de factores, tanto concientes como
intrínsecos al psiquismo. Esta memoria de largo alcance se caracteriza
porque recurre a estructuras semánticas y gramaticales para el
almacenamiento, con lo que está sumamente asociada a la capacitación
lingüística de la persona. Que un fenómeno sea recordable después de un
largo espacio de tiempo desde su momento de producción dependerá de
que se asocie a otros contenidos mentales.
La mayoría de las personas no recordamos perfectamente los
fenómenos en el plazo largo, sino que lo que conservamos son esquemas y
no el fenómeno memorizado2. El proceso de recuperación dependerá de los
posibles mecanismos que inicien el proceso, pudiendo ser la propia
voluntad de la persona o una serie de percepciones o necesidades del
momento.
La memoria es una facultad que tiene y hay una serie de caracteres
de naturaleza biológica y psicológica que la modulan. Pero no es solamente
una realidad psicofísica sino que también está influencia por el hábito, es
decir, por la forma de practicar la memoria y el modo de hacerlo, así
también el contexto cultural condiciona el interés del conocimiento, pues
que la sociedad y cultural en la que crecemos y vivimos potencia
determinados contenidos para la memoria.
2 Sólo en casos extremos se la “memoria eidética”, esto es, la capacidad de recordar
perfectamente una imagen o hecho.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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2.2. Imaginación
La imaginación es otra de las facultades o capacidades del psiquismo
humano. Imaginación procede del término latino imaginatio y
etimológicamente significa “hacer imágenes”3. A través de la imaginación
elaboramos nuevos conocimiento por medio del ejercicio de la razón. La
imaginación no es ajena al conocimiento, que es un elemento fundamental
de la razón, pues a través de la construcción de nuevas imágenes de la
realidad puede formular nuevos contenidos para el conocimiento humano.
De esta forma “imaginación” no es sólo la facultad mental que
realiza la síntesis o unificación de los elementos, lo que sería una
concepción pasiva de la imaginación, sino que como hemos indicado
anteriormente elabora las relaciones entre los elementos que se encuentran
en el conocimiento humano a partir de la percepción, consecuencia de lo
cual podemos decir que la imaginación tiene una dimensión positiva. La
diferenciación entre la dimensión activa y pasiva de la imaginación es
teórica, pues operan simultáneamente.
2.3. Inteligencia
La inteligencia es otra de las facultades fundamentales del
conocimiento. No existe una definición de inteligencia que satisfaga todas
las posibilidades, ya que el concepto que se elabore de inteligencia
dependerá del prejuicio que el conceptualizador posea de lo que es
inteligencia.
De todas formas podemos apuntar que la inteligencia puede ser
descompuesta en múltiples facetas, pudiendo hablar no de “inteligencia”
sino de “inteligencias”. Podemos diferenciar diversas capacidades de
ejercer la inteligencia: lógico-matemática, lingüística, espacial, musical,
corporal, emocional, interpersonal o intrapersonal. Ni siquiera el resultado
final es una simple suma de estos caracteres, pues el resultado global
depende de las relaciones entre los diferentes factores.
Existe un gran debate en torno a si la inteligencia depende de
factores biológicos y neurológicos o de factores ambientales. Como en todo
3 En la historia del pensamiento el término “imaginación” es relativamente reciente.
Durante la Antigüedad y la Edad Media se prefería el término “fantasía” (),
el cual ya algunos autores de las escolástica medieval tradujeron al latín como
imaginatio.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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este tipo de debates, parece que lo sensato es tomar una postura ecléptica4
reconociendo la existencia de factores biológicos y neurológicos que
capacitan el desarrollo de determinadas capacidades intelectuales, pero
también afirmando la necesidad de un determinado ambiente y un hábito de
ejercicio de la memoria (la inteligencia no sólo se ejercita sino que se crea
en su ejercicio). Consecuencia lógica de esta postura será valorar la propia
importancia de los factores ambientales.
La inteligencia suele reflejarse en lo que se denomina “cociente
intelectual”. Existen muchos modelos de pruebas de inteligencia, pero
todas tienen en común que miden lo que quieren medir, es decir, serán
válidas para comprobar lo que esa persona tiene del concepto de
inteligencia que está detrás de la prueba.
3. Los niveles del conocimiento y su fiabilidad
Conjetura: el juicio que se forma (moral, ético o matemático) de las
cosas o sucesos por indicios y observaciones. En un sentido
peyorativo podemos hablar también de “especulación”.
Opinión: conocimiento de que afirma o niega sobre la base de un
conjunto de argumentos que se reconocen no apodícticos.
Certeza: véase epígrafe 5.1.10 de la Unidad Didáctica I
Creencia: conocimiento que no se basa en ningún argumento
racional.
Verdad: véase epígrafe 5.1 de la Unidad Didáctica I
Evidencia: conocimiento que su mero enunciado lleva a ser
aceptado como verdadero. Las evidencias no necesitan de
demostración.
4 El eclepticismo es aquella postura teórica que para formular una teoría para intentar
solucionar un problema asume las formulaciones que considera válidas de cualquiera de
las posturas que han pretendido la situación. El eclepticismo tiene el serio inconveniente
de que es una postura que depende de formulaciones anteriores y de adoptar posturas
poco “radicales” cuando quizás el problema sí las necesita, además de poder sostener
posiciones contradictorias; en cambio tiene la ventaja de no caer en extremos y
“aporías” y de valorar que cada postura teórica se aproxima, por sus propios caminos, a
alguna forma de verdad.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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4. Formas y Fuentes del Conocimiento
4.1. El Conocimiento Social
Buena parte del conocimiento que tenemos es fruto de nuestro
proceso de socialización. Tanto en la familia como en los grupos sociales
en los que nos insertamos recibimos tanto una concepción del mundo, del
ser humano, referentes de sentido y criterios de actuación moral. Immanuel
Kant denominó “Filosofía Ambiental” a este tipo de conocimiento.
Buena parte de los conocimientos proceden de la sociedad. Es un
conocimiento que adquirimos durante el proceso de socialización (que
veremos en otra unidad didáctica) y forma nuestra concepción de la
realidad, de nuestra escala de valores y del sentido que le otorgamos a la
existencia.
El conocimiento social se aprende no expresamente, muchas de las
veces a través de normas sociales no formuladas expresamente sino que
tienen una gran fuerza social, ya que su incumplimiento puede conllevar el
ostracismo social. Esto no quiere decir que toda la sociedad tenga un
mismo esquema, pero sí que comparte determinadas pautas comunes con
especificidades según los ámbitos y grupos.
4.2. El Conocimiento Individual
Además del conocimiento que recibimos desde la sociedad y de los
grupos sociales en los que nos enmarcamos, cada individuo tiene una
historia de conocimiento, un conjunto de experiencia que van creando una
serie de pautas de interpretación de la realidad y de interactuación con ella,
desde las minucias hasta las decisiones más trascendentales.
4.2.1. Comparación
Buena parte de nuestro conocimiento procede de comparar dos
términos, uno que consideramos el habitual y otro que consideramos el
novedoso. Cuando se nos presenta algo nuevo a nuestro conocimiento
siempre tendemos a buscar un parecido o analogía para establecer una
comparación.
Dependiendo de cuál sea nuestro primer término de comparación, así
será también nuestro conocimiento, de forma que muchas veces lo que se
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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intenta es establecer términos de comparación comunes a todos con el fin
de “estandarizar” las comparaciones.
4.2.2. Condicionamientos
Muchos de los comportamientos de los seres humanos, como de
muchos animales, son fruto de condicionamientos.
4.2.2.1. Condicionamiento clásico
El primer gran estudio sistemático sobre el condicionamiento lo
realizó el psicólogo ruso Pavlov y al fruto de su investigación se le conoce
como “condicionamiento clásico”.
El experimento que dio lugar al nacimiento de este condicionamiento
consistió en que, antes de poner la comida a un perro, se hacía sonar una
campaña. El perro salivaba cuando iba a comer. Con el tiempo se hacía
sonar la campana sin ponerle la comida, y el perro ya salivaba como
cuando se le ponía la comida.
4.2.2.2. Condicionamiento operante
Antes después de Pavlov, Skinner estableció un nuevo modelo
condicionamiento que sería la base al Conductismo y a las técnicas de
modificación de conducta.
El condicionamiento operante se basa en la idea de que la mejor
forma de afianzar o eliminar un comportamiento es reforzarlo positiva o
negativamente a través de premio o castigo.
Los experimentos se realizaron con ratas. Para premiar un
determinado comportamiento, se les daba de comer y cuando se quería
eliminar ese comportamiento recibían descargas eléctricas. El resultado es
que los comportamientos reforzados positivamente se consolidaban y los
reforzados negativamente iban desapareciendo.
El premio puede ser tanto algo que produzca placer como la
eliminación de algo que produzca displacer. El castigo puede ser tanto algo
que produzca displacer como la eliminación de algo placentero. El éxito
depende de los variables: intensidad del premio/castigo e inminencia
respecto del hecho que causa el premio/castigo.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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4.2.3. Atención
La atención es fundamental en el conocimiento, ya que a través de
ella seleccionamos qué conocemos. La atención hace selectivo nuestro
conocimiento.
Los elementos que hacen que la atención sea mayor o menor, en el
plano puramente perceptivo, son:
La novedad del estímulo
El movimiento
La intensidad del estímulo
4.2.4. Interés
Otra de las características fundamentales de nuestro conocimiento es
que siempre es interesado. El ser humano conoce lo que cubre
determinadas necesidades o expectativas. Lo que no lo cubre, lo desconoce.
El interés que se tenga determina no sólo qué se conoce y qué no se
conoce, sino también la forma de conocer, ya que el conocimiento es
puesto muchas veces al servicio de la defensa de determinado interés.
La naturaleza del interés puede ser lo más variada. Pueden darse
tanto intereses personales, de grupo, económico, políticos o culturales,
aunque siempre todos mantienen una interconexión. Si consideramos que
Karl Marx estaba en lo cierto, la base de cualquier interés es, en última
instancia, un interés económico de enriquecimiento.
El pensamiento crítico es aquel que se dedica a poner de manifiesto
el interés inherente y subyacente que hay en cada forma de conocimiento y
en cada producto del conocimiento.
5. Estructuras trascendentales del conocimiento. Límites del
conocimiento
Numerosos pensadores, desde la Antigüedad, han mantenido que
dentro de la conciencia humana hay una serie de conocimientos “a priori”,
esto es, ideas innatas y se les conoce como idealistas. Por el contrario otros
autores, también desde la Antigüedad, han sostenido que todo lo que hay en
el conocimiento proviene del exterior. Estos pensadores han sido
denominados empiristas.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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La posición más aceptada desde el fin de la Ilustración ha sido
considerar que hay una serie de estructuras cognoscitivas o formas de
conocer que son “a priori”, aunque sigue existiendo la convicción de la
existencia de algunas ideas innatas, como veremos.
Como indicábamos cuando nos referíamos a los sentidos y también
veíamos en las leyes de la Gestalt, nuestro conocimiento del mundo
exterior no es puro y perfecto porque se encuentra primariamente
condicionado por la capacidad de nuestros instrumentos perceptivos e
intelectuales. Ello no quiere decir que la realidad sea ilusoria, sino que lo
que concebimos como realidad es producto tanto del conocimiento sensible
como la forma en la que nuestra conciencia lo procesa.
En apartados anteriores se han expuesto las principales “leyes de la
Gestalt” que afectan a la percepción visual y que pueden aplicarse a otros
ámbitos perceptivos. Las leyes de la Gestalt forman parte de la
organización de la conciencia o de la mente, de forma que están en ella
antes de la propia experiencia externa y, junto a ésta, crean lo percibido
como fruto de la síntesis entre los materiales recibidos a través de los
sentidos y las leyes apriorísticas.
Pero incluso antes de las propias leyes descubiertas por los
psicólogos de la Gestalt hay dos filtros (o categorías en el lenguaje de
Kant) que está en todo el ejercicio de nuestro conocimiento sensible: el
tiempo y el espacio.
En el primer tema indicábamos que la condición espaciotemporal del
ser humano nos ata a un “aquí” y a un “ahora”. Los seres humanos
organizamos toda la realidad en el espacio, pero además en una forma
sumamente concreta de espacio que es espacio tridimensional recto (o
espacio euclídeo). Todos los objetos los situamos en un tiempo entendida
como sucesión irreversible. El tiempo no afecta al espacio y el espacio no
afecta al tiempo, pero siempre se dan los dos.
Kant describió doce conceptos puros o trascendentales, esto es, doce
formas de comprender la realidad que tenemos y que producen a su vez
doce tipos de enunciados y juicios diferentes. Organizamos la realidad
según su cantidad, cualidad, relación y modo, de acuerdo con el siguiente
cuadro.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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Concepto Juicio Ejemplo
CANTIDAD
Totalidad Universal Todos los gatos son
mamíferos
Pluralidad Particular Algunos animales son
mamíferos
Unidad Singular Druso es una persona
CUALIDAD
Realidad Afirmativo Una vaca es un bovino
Negación Negativos Una vaca no es equino
Limitación Indefinidos La vaca es un no-equino
RELACIÓN
Sustancia Categóricos Livio es estudiante
Causalidad Hipotéticos Si subes, verás el paisaje
Acción recíproca Disyuntivos Drusila está embarazada o
no está embarazada
MODO
Posibilidad Problemáticos Puede que llueva la
próxima semana
Existencia Asertóricos Hay alumnos que estudian
Necesidad Apodícticos
Para aprobar hay que sacar
al menos un cinco sobre
diez
Kant, siguiendo a Descartes, indica que dentro de la razón podemos
encontrarnos con ideas tales como la de yo o la del mundo, de tal manera
que el conocimiento de mi propia existencia y unidad y de la existencia de
una realidad externa a mí ya está antes de toda experiencia externa. Autores
recientes como Adolf Reinach o Antonio Damasio mantiene que la idea del
propio cuerpo es también apriorística y que la propia estructura del cerebro
hace que la realidad se conozca y procese de una forma determinada.
Noam Chomski y numerosos lingüistas contemporáneos sostienen
que las reglas básicas del lenguaje se poseen sin necesidad de que sean
aprendidas por la experiencia y que la experiencia lingüística lo que hace es
construir una lengua sobre esas reglas del lenguaje.
6. Grandes formas de conocer: Inducción y Deducción
Tanto la inducción como la deducción han estado presentes en la
historia del conocimiento humano, y siempre ha existido una amplia
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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polémica sobre cuál de estas dos formas de era la más adecuada para
alcanzar un conocimiento verdadero.
6.1. Inducción
La inducción parte del conocimiento de hechos, cosas o
circunstancias en la realidad (en sentido general hablaremos de “hechos”).
Si estos hechos nos proporcionan un comportamiento igual o tienen una
misma estructura podemos inferir, es decir, podemos generalizar, que todos
los hechos del mismo tipo de comportarán de la misma forma o tendrán la
misma estructura.
Para realizar la inducción se supone que todo lo que pertenece a un
mismo tipo es igual en estructura y comportamiento. A este supuesto se le
denomina el principio de uniformidad de la naturaleza. Una vez que
hemos constatado esa regularidad elaboramos una ley general válida para
todos los casos que entren dentro de ese tipo.
Pongamos un ejemplo. Si observamos un conjunto de cisnes
comprobamos que su plumaje es blanco, si ampliamos nuestra observación
a más cisnes seguiremos comprobando que son blancos, de forma que
podemos inferir que la afirmación “los cisnes tienen un plumaje blanco” es
una ley general verdadera para todo ser que sea un cisne.
El principio de uniformidad de la naturaleza plantea un grave
problema lógico, ya que cae en la falacia llamada “círculo vicioso”, porque
supone que todo hecho de un mismo tipo se comporta o es igual que otro de
ese tipo a la vez que estable que un tipo es todo lo que se comporta igual.
6.2. Deducción
La deducción es una forma de conocimiento tan antigua como la
inducción, aunque sigue el camino inverso. La deducción parte de una serie
de enunciados que son evidentes5 por sí mismos (axiomas) y de la
utilización de una serie de reglas para relacionar los enunciados; fruto de la
combinación de los axiomas con las reglas de relación aparecen nuevos
enunciados, a los que se les denomina “teoremas”.
5 Se considera que un conocimiento es evidente cuando el hecho de enunciarlo vale para aceptarlo como
verdadero, sin necesidad de ninguna demostración. Un ejemplo de enunciado evidente sería el siguiente:
“dos puntos diferentes en el espacio se encuentran unidos por una línea”
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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De esta forma podemos adquirir un conocimiento a partir de unos
enunciados evidentes y de las reglas de relación. La primera gran obra que
utilizó este método fue Los elementos, del matemático griego Euclides
(circa 450- circa 380 a.C.).
Pongamos un ejemplo sencillo de deducción:
Axiomas:
Ax1: Hay seres materiales
Ax2: Hay seres de color amarillo
Ax3: Hay seres que tienen la capacidad de volar
Reglas de relación:
Únicamente consideraremos relevante para esta deducción la regla de
la conjunción, es decir, que se puede unir cualquier enunciado a otro
por medio de la conjunción “y”, que se expresa lógicamente por
medio del símbolo “”.
Teorema1: Hay seres materiales y de color amarillo
Teorema2: Hay seres materiales, de color amarillo y que tienen la capacidad de
volar
Teorema3: Hay seres de color amarillo y que tienen la capacidad de volar, pero
no son materiales
La deducción de estos tres teoremas es correcta desde el punto de
vista formal, ya que maneja el concepto de verdad como coherencia. La
deducción tiene una gran fuerza para encontrar nuevos enunciados, pero la
validez lógica del proceso no garantiza necesariamente que tenga una
correspondencia en la realidad material.
Ax1 Ax2
Teorema1
Ax3
Teorema2 Teorema3
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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También cabe seguir la vía inversa que recibe el nombre de
demostración. Demostrar consiste ascender desde un teorema hasta los
axiomas y/o los teoremas de los que procede.
6.3. Conclusión al debate entre inducción y deducción
Ninguna de estas dos grandes formas de conocimiento humano es
suficiente por sí misma para encontrar un conocimiento verdadero. Pero
ambas han colaborado y colaboran en el trabajo científico, aportando
notables descubrimientos. En la actualidad la metodología científica trabaja
con una forma de conocimiento que combina tanto la deducción como la
inducción: el método hipotético-deductivo.
7. La relación entre sujeto y objeto
La relación entre sujeto y objeto marca la consideración que
tengamos del Conocimiento y de la Ciencia.
7.1. Objetivismo
El objetivismo considera que hay una realidad externa (el objeto) al
ser humano que conoce (el sujeto). Objeto y sujeto son dos realidad
absolutamente diferentes, independientes la una de la otra. El sujeto como
al objeto como es, sin influir en nada sobre lo que conoce. El objetivismo,
en consecuencia, considerará que todo conocimiento realizado
correctamente es igual en todo tiempo, en todo lugar y para toda persona.
7.2. Subjetivismo
El subjetivismo mantiene que la realidad no existe con
independencia del ser humano que la conoce. Es el ser humano que conoce
el que hace la realidad, por lo que cada acto de conocimiento será único e
irreproducible. Conocer es constituir la realidad, y por ello el conocimiento
sólo tiene validez para el sujeto que lo ha producido.
7.3. Intersubjetivismo
Para Immanuel Kant (1724-1804) la universalidad del conocimiento
humano no dependía de nuestro acceso pleno a los objetos, sino a la
posesión de determinadas estructuras cognoscitivas comunes a todos los
seres humanos y que eran anteriores a toda experiencia exterior.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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El filósofo alemán Edmund Husserl (1859-1938) radicalizó las
posturas de Kant. Introdujo la noción de “intersubjetividad” para salvar las
dificultades que tanto el objetivismo como el subjetivismo planteaba.
El conocimiento es una acción subjetiva, individual de cada ser
humano, pero esa acción subjetiva no queda aislada de las demás porque se
pueden aislar, dentro de cada fenómeno, aquello que no pertenece a la
experiencia, aquello que tenemos antes de conocer la realidad externa a
nosotros mismos.
7.4. Relativismo
Hay una tendencia que indica que la relación entre sujeto y objeto es
objetiva pero solamente dentro de una cultura, porque no hay equivalencia
entre culturas ni jerarquización entre ellas. En consecuencia algo puede ser
considerado verdadero en una cultura y falso en otra sin que se pueda
emitir juicio sobre cuál es la correcta.
8. Lo descriptivo y lo normativo
Especialmente en el ámbito de las ciencias que se ocupan de los
comportamientos del ser humano, sean individuales o sociales, ha surgido
el problema de si la ciencia debe describir sólo cómo es la realidad o
también debe indicar cómo debería ser.
Si a una ciencia sólo le interesa una faceta de la realidad tal y como
es decimos que nos encontramos ante una ciencia descriptiva, pero si por el
contrario nos encontramos ante una ciencia que no sólo describe, sino que
también quiere fijar como debería ser esa faceta de la realidad, estamos
ante una ciencia normativa.
9. Determinismo y probabilidad
El científico francés Laplace formuló la llamada “Hipótesis
Laplace”. Esta hipótesis dice que si en un momento dado pudiéramos
conocer los estados de todos los componentes del universo y todas las leyes
que rigen la realidad, podríamos predecir cualquier acontecimiento futuro.
La “Hipótesis Laplace” considera que toda la realidad es mecanismo
en el que todo está regido perfectamente por unas leyes; no hay margen a
ninguna desviación, y mucho menos a la libertad humana. A la posición
teórica que considera que toda la realidad se encuentra perfectamente
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
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regida por leyes y que todos los acontecimientos son perfectamente
predecibles, se le denomina determinismo.
A lo largo del siglo XX se ha ido formulando leyes probabilísticas
ante la imposibilidad de formular leyes necesarias. El principio de
incertidumbre de Heisenberg puso de manifiesto la incapacidad del ser
humano para conocer plenamente la realidad: el conocimiento al que
podemos llegar es solamente probabilística. Cabe preguntarse si esa
limitación es porque el conocimiento humano es limitado o porque la
realidad tiene la estructura probabilística que conocemos: la primera
postura se llama probabilismo subjetivo y la segunda es conocida como
probabilismo objetivo.