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THE PENINSULA HOUSE
El mejor secreto de Las Terrenas
¿Sabe cómo guardar un secreto?No todo el mundo lo sabe pero enalgún lugar del país (Las Terre-nas) existe The Peninsula House,un hotel de cinco estrellas contodas las comodidades del hogar(claro, un hogar de 5 estrellas).
DESTINOSQUE ATRAPAN
¡Es ahora o nunca! Tresvías de escape para disfrutar de las playasque nos rodean.
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|51LacasaUn encuentro sublime...
Eso lo que ocurre al subir la colina y ver por pri-
mera vez a la Peninsula House, una inmensa casa
cuya arquitectura es una amalgama de estilos vic-
torianos y coloniales, rodeada de pequeñas lomas,
numerosas palmeras y un interminable horizonte
verdoso y azul a sus espaldas. Si puede dejar de
admirar la belleza de la casa por unos minutos se
dará cuenta que desde esa colina se puede dis-
frutar una amplia vista del área de las Terrenas, el
mar, la costa, la llanura, toda una paradisíaca visión
de uno de los lugares más hermosos del país. La
posibilidad de apreciar tan magnífi co paisaje es una
de las ventajas de la ubicación de este hotel, pero
quizás la más importante es la facilidad con la que
los visitantes pueden desconectarse del mundo
exterior, sin dejar de apreciar su belleza, y relajarse.
Contacto con el mundo exteriorPara que los huéspedes de Peninsula House no
pierdan la oportunidad de disfrutar de la hermosa
Playa Cosón está The Beach Restaurant. Este local
ofrece un menú creativo, basado mayormente en
platos inspirados por el mar. Además, como está
abierto al público en general, para los huéspedes
es una oportunidad de entrar en contacto con los
residentes del área. Es un espacio excelente para
disfrutar de buena comida o acostarse en un chaise longue y escuchar el susurro de las olas.
Área de piscina:los huéspedes
pueden relajarse y disfrutar
de una vista espectacular.
The Beach: donde se puede disfrutar de un excelente menú al lado de la playa.
azulmarinoPor JoanPrats Fotografías: RicardoRojas
Lujo sobre la colinaLujo sobre The Peninsula House está basado en un concepto simple: la comodidad de
un hogar con las exclusivas amenidades del más lujoso hotel, aunque la ejecución de esta idea lo ha convertido en algo más extraordinario.
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Un interior inusitadoAl entrar en tan sorprendente edificación, lo
primero que se avista en su centro es un extenso
patio que refleja la influencia colonial en el diseño
del hotel. Diversas plantas y flores se pueden ver
a su alrededor, así como mesas para aquellos
huéspedes que deseen disfrutar de la lectura de
un libro o beber un té al aire libre. Sí, así es, al aire
libre, esa área no está bajo techo y cada atardecer
podrá ver los últimos destellos del día y la tímida
manifestación de la luna. Desde el patio también se
pueden observar los pasillos del hotel, tanto del pri-
mer nivel como del segundo, donde se encuentran
las habitaciones. Pero el jardín sólo es la primera
agradable sorpresa de Peninsula House, porque
desde ahí puede pasar a las salas, la baranda y las
demás áreas.
Al ver el increíble estilo del edificio muchos piensan
que sus dueños restauraron una antigua casa y la
habilitaron para recibir visitantes, pero ese no es el
caso. Esta es una estructura completamente nueva,
creada especialmente para convertirse en un exclusi-
vo albergue para aquellos que necesitan un descanso
de los agobios de la rutina diaria.
El patio se encuentra en el centro del hotel. Es un espacio abierto, fresco; a su alrededor se pueden apreciar algunas delicadas plantas y flores, un lugar perfecto para beber un té y leer un libro.
azulmarino
Exhibiendo una vida de viajerosEl concepto de Peninsula House surgió hace
muchos años, cuando Cary Guy inició un proyecto
similar en el sur de Francia. Luego de vender ese
hotel decidió comenzar de nuevo en otro lugar y,
junto a Marie-Claude Stamm, buscaron distintos
lugares en Europa sin encontrar uno que los con-
venciera. Un amigo les había hablado de República
Dominicana y después de pasar dos días en Sama-
ná encontraron el lugar perfecto. Junto a un arqui-
tecto amigo de Marie-Claude iniciaron el proyecto:
una casa con detalles victorianos y coloniales que
encaja a la perfección con el ambiente tropical que
la rodea que parece que ha existido desde siempre
sobre esa colina.
Un toque personalPeninsula House está repleto de adornos y antigüe-
dades acumuladas durante más de 14 años de viajes
y aventuras. Por ejemplo, la habitación del área de la
piscina está decorada con adornos y máscaras pro-
venientes de Sudáfrica y en el jardín se puede ver un
inmenso juego de ajedrez del siglo XIX, proveniente
de dos minas locales del sur de Francia, con piezas
En la construcción del hotel intervino el arquitecto Serge
Robin, uno de “los 100 mejores Diseñadores y Arquitectos”, según Architectural Digest.
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Para Cary Guy y Marie-Claude Stamm, los creadores de Peninsula House, cada pieza que adorna el hotel representa una historia en un momento de sus vidas.
talladas a mano. En sus salas encontrará elementos
únicos, como un reloj del siglo XVIII y un pequeño es-
critorio Luis XVI, proveniente de una tienda antigua
en París. En la sala con la mesa de billar hay diversos
objetos como brújulas antiguas y una hélice de
avión, objetos poco comunes y disparejos que han
encajado con una elegante simetría.
Fusión de realidadesAunque no tienen nombres para diferenciarlas (en
verdad nadie le pone nombres a las habitaciones
de su hogar) cada habitación promete una vista
espectacular y una decoración única. Una de ellas
contiene títeres entre sus adornos, en otra pre-
domina un estilo con influencias de la India y otra
parece pertenecer a una familia real de tiempos
victorianos, cada una con personalidad propia.
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Acabábamos de pasar por el pueblo de LasTerrenas cuando encontramos la disimuladaentrada del “hotel” (digo disimulada porquees como una entrada falsa para despistara los que no son huéspedes, como la Bati-cueva). Llegamos rápidamente a la segundaentrada, el portón real, donde hay que iden-tificarse vía intercom para poder acceder al“hotel”, y digo esa palabra entre comillasporque hasta ese momento pensaba quesolamente iba a visitar un hotel cualquiera,pero muy pronto me di cuenta de lo equivo-cado que estaba. Después de pasar el portón
y llegar a la cima de una colina, lo vimos porprimera vez, asomándose entre unas lomasy palmeras, The Peninsula House. Más queuna casa parece una mansión salida de lapelícula “Lo que el viento se llevó”.Cuando vimos lo que era el hotel por den-tro... bueno, después de un rato los mús-culos de nuestras caras estaban un pococansados por las constantes expresionesde sorpresa y asombro (parecíamos discosrayados con tantos “¡wao!”, “¡oh!”, “¡quéapero!”). El diseño, con sus influencias delos estilos victoriano y colonial, el hermoso
patio, las antiguas decoraciones provenien-tes de todas partes del mundo... Desdecualquier lugar del hotel se puede apreciarla hermosa vista del paraíso tropical que terodea. En cuanto a las habitaciones, cadauna es una entidad única, con su propio di-seño y decoración, ¡hasta los baños dejan acualquiera con la boca abierta! Ah, y aunqueestábamos rodeados por la naturaleza, lashabitaciones cuentan con todas las como-didades modernas: aire acondicionado, DVDplayer, televisiones con pantalla plasma;vamos, de todo.
Los desayunos y las cenas suelen tener lugaren la baranda del hotel, pero el almuerzo de-be ser en su restaurante, The Beach, que seencuentra en la Playa Cosón, a diez minutosdel hotel, donde no sólo se puede disfrutar deunos exquisitos platos sino de una encan-tadora vista al mar. En cada momento nostrataron como reyes, porque este es en ver-dad un “hogar con servicios de un hotel de 5estrellas”. Un lugar donde la belleza se tocacon las manos y conseguirá olvidar la pala-bra estrés. Recuerde: es el mejor “secreto”de Las Terrenas. ❙ Joan Prats
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