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3. La acción de dar y recibir, la fuente de toda fuerza
Un día, el Señor del Monte dio un presente al Señor de la Mar: un huevo fresco, que su pollo acaba de poner. Al recibirlo, el Señor del Mar estaba encantado. Para dar las gracias a su amigo, él le regalo un pez.
Así que cuando usted hace una buena acción dar y recibir, el deseo de dar algo a la otra tiende a crecer cada vez más.
Cuando nos fijamos a nuestro alrededor, vemos muchas acciones de dar y recibir.
Cuando no cabe más electricidad positivo en las nubes, éstas corren para encontrarse con la carga electricidad negativa en la tierra, y cuando en estas dos energías entrar en contacto... CABRUMM !! Cae el trueno.
Por lo tanto, en cualquier superficie, cuando un palo empieza a ser frotado con fuerza, de ida y vuelta, dar y recibir sin parar, esta acción hace una gran cantidad de calor, que va a generar el fuego.
Toda esa energía que hemos visto hasta ahora es parte de Dios, y nosotros la llamamos "Primer Energía Universal". Esta energía ilimitada viene cuando hay dos cosas en acción de dar y tomar, y genera una fuerza muy grande entre ellos.
Cuando hacemos la acción de dar y recibir con Dios, surge dentro de nosotros un corazón muy fuerte de querer acabar con Satanás. Y cuanto más tratas de ir en la dirección equivocada, más este corazón te lleva a la dirección correcta, hacia el lado del bien. Y esta fuerza crece convirtiendo cada vez más la maldad de tu corazón en bondad.
Existe una relación de dar y recibir muy importante entre Dios y nosotros, es la oración.
¿Alguna vez han visto a personas que hacen bastante oración? Sus ojos siempre están brillando, están viviendo con gran entusiasmo y confianza en sí mismo. Cuanta más acción de dar y recibir tenemos con Dios, más fuerza vamos a recibir de Él.
Si nuestra mente y cuerpo mantiene una acción de dar y recibir centrada en Dios, llegará un día al estado de plena unión con Él. Llamamos a este estado el fundamento de Cuatro Posiciones.
En este nivel, vamos a ser capaces de mantener una posición estable donde viviremos siempre unidos a Dios. ¿Sabes de alguien que sea así? Hay una persona que siempre tiene acción dar y tomar con Dios y convive con Él. Esta persona se le conoce como el Mesías.