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Complejo de Edípo y sus tiempos.
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«COMPLEJO DE EDIPO»
INTEGRANTES:
JESUS A. GARCIA JIMENEZ
DANIELA OLIVERA SANCHEZ
MAYRA GARCIA RODRIGUEZ
MONTSERRAT MARTINEZ
LILIA VILLEGAS
TEMAS A TRATAR
PLANTEO LACANIANO
EDIPO ESTRUCTURAL
EL CONCEPTO DE FALO
IMPORTANCIA COMO
ARTICULADOR DE LA
ESTRUCTURA EDÍPICA
TIEMPOS DEL
COMPLEJO DE EDIPO
PLANTEO LACANIANO
Jacques Lacan (psicoanalista francés perteneciente a la corriente
estructuralista) a partir de lecturas re interpretativas del concepto
freudiano, contribuirá a una intensa modificación sobre el significado
del complejo de Edipo.
Lacan destacó que Freud se había basado no en hechos reales, si no
en una ficción, un mito. Lacan se apresurará a enunciar la importancia
del papel del padre en el conflicto edípico.
El papel paterno no tiene por qué ser un padre real, sino una función
simbólica: el «símbolo paternal». A la ficción que representa la
prohibición del incesto, Lacan la denominará como la noción del «Gran
Otro», la cual puede ser asumida por diferentes figuras.
Para Lacan, entonces, la solución del complejo de Edipo se resuelve
en la renuncia a la madre y la sustitución del «objeto causa del
deseo» por la percepción del «pequeño otro». Por lo tanto Lacan
distinguirá tres registros fundamentales: lo simbólico, lo imaginario y
lo real.
Lacan plantea que el inconsciente humano es inteligente, es
dinámico y tiene una lógica más perfecta que la conciencia.
En otro momento Lacan plantea que el criterio del Yo, o sea, aquello
que nos comunica con el mundo exterior, aquello que nos da el gesto,
la palabra, aquello que nos vincula el uno con el otro, era un intruso,
era una astilla metida en el psiquismo humano que no servía para
mucho, que había sido adquirido y que no era lo auténtico del
hombre.
Lo auténtico para Lacan era su concepto de «sujeto del inconsciente»,
es decir:
Lacan mantiene una lucha contra la hija de Freud «Anna Freud» quien
se dedicó a aplaudir al Yo y a las defensas.
Lacan plantea la modificación de la técnica, en la cual él dice que las
sesiones no deben durar una hora o 50 minutos sino podían durar
hasta el momento en que surge el niño (pettite «a») del ser humano.
En ese instante se trabaja con el niño que surge y la sesión termina.
COMPLEJO DE EDIPO
FREUD describe el complejo de Edipo, como una etapa del desarrollo del
niño, y resulta fundamental en la configuración psíquica del sujeto. Según
la Teoría Psicoanalítica de designa una etapa del desarrollo sexual, entre
los 3 y 5 años, en la etapa fálica y que es revivido nuevamente durante la
pubertad.
Freud se inspiró en el mito griego para la denominación de este
concepto. Bajo el mismo principio, Carl Jung, desarrolló el complejo de
Electra, que es la contrapartida femenina del de Edipo. Freud nunca
aceptó la concepción de Jung, pues consideraba la sexualidad femenina
de otra forma, y aplicaba el complejo de Edipo también a la sexualidad de
las niñas.
Varios fueron los científicos que se opusieron a la universalidad del
complejo de Edipo, entre ellos, la psicoanalista alemana Karen Horney.
Freud describe el falo en su teoría reconociendo dos momentos en la fase
fálica:
- El primer momento, con la creencia del niño que todos tienen pene.
- El segundo momento, donde el pene es un presente, existente, pero
se puede perder.
Podemos ver que desde el segundo momento en la fase fálica, aparece la
angustia de castración en el varón, ya que, como piensa que está dotado
de pene, no niega la posibilidad de perderlo y cree que la niña no lo tiene
por que lo perdió, es decir, en el caso de la niña, ella cree que está
incompleta.
El pene es visto como presencia por el varoncito, lo cual se define en
relación a una ausencia posible y viceversa, una ausencia con respecto a
una presencia supuesta.
IMPORTANCIA COMO ARTICULADOR DE LA
ESTRUCTURA EDÍPICA.
El falo tiene un papel articulador del Edipo con el narcisismo.
En tanto que representación del deseo sexual masculino tiene un papel
defensivo y reasegurador para el narcisismo.
Al contrario, el deseo y el goce femeninos, en la medida que no aparecen
ligados a ningún órgano visible, nos enfrentan a algo peligroso por
desconocido y abisal.
El goce no visible de la mujer, que escapa a una simbolización fálica, es
imaginado como algo inconmensurable y se llega a pensar que es mucho
mayor que el del varón.
Freud hablaba de la feminidad como de un continente negro.
TIEMPOS DEL COMPLEJO DE EDIPO