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Área surandina Culturas precolombinas

Culturas surandinas

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Región NOA (noroeste Argentino)Catamarca, Salta, Jujuy, Santiago del Estero y La Rioja

REGION NOA -400 -300 -200 -100 0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000 1100 1200 1300 1400 1500 1600

Tafí -300/800Condorhuasi -300/200Ciénaga 0/600La candelaria 200/1000La Aguada 600/900Yaví 800/1500Belén 1000/1450Santa María 1200/1470

-400 -300 -200 -100 0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000 1100 1200 1300 1400 1500 1600

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Cultura TafíArgentina, Tucumán, -300/800

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LocalizaciónLa cultura Tafí se desarrolló en el Noroeste de Argentina, al oeste de la provincia de Tucumán, principalmente en la quebrada homónima. Es una región de valles anchos y quebradas profundas con un clima cálido y seco. La vegetación es principalmente de arbustos y cactus, aunque también crecen árboles como el algarrobo y el chañar.La cultura Tafí puede haberse originado en el altiplano de Bolivia. A partir de materiales recuperados, se postula que pudieron existir contactos inter étnicos entre Tafí y la cultura La Candelaria. En el período de Desarrollos Regionales, los sitios de Tafí fueron suplantados por asentamientos de la tradición Santamariana, pero no como continuidad cultural, sino como ruptura.

Organización socialNo se sabe mucho sobre la organización de esta sociedad, aunque se cree que estaba compuesta de pequeños grupos familiares que, si bien eran relativamente independientes, seguramente se unían en alianzas matrimoniales y políticas.Se agrupan en pequeñas aldeas ubicadas a pie de monte, conformadas por una decena de recintos circulares con muros piedra y techos de ramas y paja. Estos se disponían en forma dispersa en torno a un patio central, también circular, donde se realizaban las tareas domésticas, como la molienda de los granos y la preparación de las comidas.

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EconomíaEran agricultores que cultivaban, entre otras cosas, maíz. Lo hacían en sencillas terrazas y andenes delimitados por piedras bajas. También criaban llamas como fuente de alimento y lana, además de utilizarlas para el transporte. Esto sería complementado con la caza de animales, evidente en piedras para hondas y boleadoras en forma de pera.

CultoLos tafís enterraban a sus difuntos bajo el patio ubicado al centro de la aldea. Los adultos eran sepultados en posición flexionada en cámaras de piedra, mientras que los niños eran inhumados en urnas. En ambos casos las ofrendas eran escasas.Respecto al culto, un papel fundamental debieron tener los grandes monolitos, posiblemente en ceremonias comunitarias y ligadas a los ancestros, ya que estarían emplazados en estructuras de evidente uso ritual. No obstante, también hay monolitos aislados al interior de las viviendas, en los campos de cultivo y en los corrales, los que podrían ser testimonio de un culto más doméstico o más vinculado a la producción.Pipas de piedra y de cerámica con representaciones humanas o animales pueden haber sido empleadas en estos rituales para fumar plantas psicoactivas como el cebil.

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ArteFueron maestros en la escultura en piedra, entre las que destacan grandes monolitos de hasta 3 m de altura. En algunos están decorados con motivos esculpidos en bajorrelieve, tales como rostros humanos estilizados que a veces combinan caracteres humanos y serpentiformes. El felino está también representado de forma importante. Dentro del trabajo en piedra, son comunes también las máscaras que representan rostros humanos logrados a partir de simples representaciones de las facciones. La alfarería era monocroma y decorada con motivos antropomorfos y zoomorfos mediante técnicas como el inciso, el pastillaje y el engobe rojo. Esta cerámica se presume ritual, debido a que es escasa comparada con la alfarería doméstica que es mucho más simple y abundante.

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Cultura CondorhuasiArgentina, Catamarca, -300/200

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LocalizaciónLa cultura Condorhuasi se desenvolvió en el noroeste de Argentina, en lo que actualmente corresponde a la provincia de Catamarca y principalmente en el valle de Hualfín. Esta región se caracteriza por valles anchos y quebradas altas con un clima cálido y seco y con recursos abundantes.El énfasis pastoril de la cultura Condorhuasi lleva a suponer que su origen se relaciona con las culturas del altiplano de sur de Bolivia. Presenta similitudes con piezas cerámicas de las culturas La Candelaria de Argentina y con El Molle del norte semiárido de Chile.Se han encontrado muy pocas viviendas Condorhuasi, casi todas ellas de planta circular y muros de piedra. Se presume que gran parte de las estructuras debió ser de materiales perecederos. Además hay silos construidos con lajas y barro para almacenar recursos agrícolas. Estas viviendas formaban pequeñas aldeas compuestas por unas pocas familias.

EconomíaCondorhuasi fue esencialmente una sociedad de pastores de llamas, las cuales aportan principalmente carne y lana, pero también forman parte importante de ritos y ceremoniales. Además habrían desarrollado la agricultura, la cual tendría un carácter complementario con la ganadería.

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Organización socialSe presume que, por su vida aldeana y el alto grado de desarrollo artístico, las comunidades Condorhuasi debieron contar con jefes que regulaban las labores productivas, realizadas probablemente por artesanos especializados en el trabajo de la piedra, la cerámica y el metal.

CultoEn los cementerios existen distintos tipos de tumbas. Algunas son excavaciones cilíndricas de 2 a 3 m de profundidad que se ensanchan en el extremo inferior. Otras son cámaras mortuorias de planta oval o cuadrada hechas de lajas , que contenían uno o más difuntos. También hay unas pocas urnas para párvulos. En las tumbas se ofrendaban llamas, así como finos vasos efigie, adornos de oro y figuras de felino. La imagen del felino aparece por primera vez en la región con esta cultura, generándose un culto que se plasma en rituales donde se fumaban sustancias alucinógenas en pipas de piedra. Se supone que estos ritos modificaban la consciencia y permitían a los individuos entrar en contacto con lo sobrenatural.

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ArteCondorhuasi destaca por sus esculturas en piedra que presentan tallados muy finos y detallistas, logrando aspectos tridimensionales por medio de volúmenes y ángulos distintos. Entre las formas más características destacan los llamados “suplicantes” por su extraña posición, que son figuras humanas que mezclan elementos realistas y fantásticos. También destacan los morteros o fuentes votivas de tipo antropomorfo, que a veces presentan colmillos y patas de felino. El trabajo en piedra contempló el pulido para hacer otros objetos tales como máscaras, pipas, tembetás y cuentas de collar hechas en lapizlázuli o turquesa. Su cerámica era policroma, de superficie externa pulida de color rojizo sobre la cual se realizaban motivos geométricos en negro y blanco. Las formas son variadas, destacando figuras humanas sentadas o “gateando”, vasijas de cuerpo alargado y cuello esbelto que hacia la base tienen boca y pico en relieve de apariencia ornitormorfa. Este tipo parece ser exclusivamente ritual, ya que se encuentra sólo en las tumbas. También fabricaron instrumentos musicales en cerámica, como ocarinas y silbatos.

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Cultura CiénagaArgentina, 0/600

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LocalizaciónLa cultura Ciénaga se desarrolló en el noroeste de Argentina, principalmente en la provincia de Catamarca, aunque su dispersión va desde el valle Calchaquí por el norte, hasta el sector septentrional de la provincia de San Juan por el sur. Gran parte de este territorio corresponde a valles anchos y quebradas altas con un clima cálido y seco. La vegetación es principalmente de arbustos y cactus, donde también hay árboles como el algarrobo y el chañar, que fueron una importante fuente de recursos.Se desarrolló a partir de la cultura La Candelaria , aunque también recibió influencias culturales de la cuenca del río San Francisco y del sur boliviano. Mantuvo relaciones con culturas contemporáneas, como Condorhuasi y, a través de vínculos de intercambio, con San Pedro de Atacama, en Chile. Ciénaga es uno de los antecedentes del posterior desarrollo Aguada.

EconomíaLa economía Ciénaga era esencialmente agrícola. Sus campos de maíz eran irrigados con canales. El pastoreo de camélidos también fue una importante actividad económica, la cual, además de entregar carnes, lanas y otros productos del animal, permitió el intercambio de recursos mediante caravanas de llamas.

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Organización socialPoco se sabe del tipo de organización social de la cultura Ciénaga. Por las ofrendas mortuorias, se supone que existía alguna diferenciación de rango entre los individuos y, por el tipo de artesanías, se cree que hubo algún grado de especialización laboral.

CultoLos cementerios Ciénaga eran de gran tamaño. Los adultos eran enterrados en pozos cilíndricos, mientras que los niños y, especialmente, los párvulos eran depositados en vasijas de cerámica conocidas como urnas. Como ofrenda mortuoria depositaban piezas cerámicas y artefactos de hueso y piedra, entre los que destacan unas curiosas bolas con numerosas puntas, así como hachas de piedra pulida. En tiempos tardíos de esta cultura se agregan a los ajuares vasos cerámicos decorados con figuras de guerreros. En las ceremonias fumaban una especie de tabaco en grandes pipas de cerámica generalmente decoradas con motivos similares a los de la cerámica gris incisa. Hay también pipas más pequeñas de hornillo cónico, llamadas incensarios, que están decoradas con caras antropomorfas de aspecto fantástico.

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ArteSi bien existe una amplia variedad de cerámicas en Ciénaga, destacan las vasijas de engobe crema con dibujos geométricos o antropomorfos en negro y los vasos beige con motivos en rojo. No obstante las vasijas más comunes eran de color gris negruzco decoradas con motivos geométricos por medio de incisiones. Estos motivos se encuentran también en cestería y en algunos petroglifos asignables a esta cultura. Se piensa que una parte importante de las manifestaciones artísticas de esta cultura se plasmó en la pintura corporal, realizada principalmente con la planta urucú , que produce pigmentos de color rojo

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Cultura La CandelariaSalta, Tucumán, 200/1000

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LocalizaciónLa Cultura de "La Candelaria" toma el nombre del departamento salteño donde fuera descubierta. Geográficamente se distribuye por el este y sur de Salta y norte de Tucumán.

EconomíaLa subsistencia consistió en carne de camélidos, aunque no fue su principal alimento. Es factible la domesticación de este tipo de animales ya que éstos aparecen representados en algunas piezas cerámicas.El maíz debió ser el cultivo más importante de la zona, de acuerdo de lo que puede inferirse de algunos granos encontrados dentro de urnas funerarias. En superficie se han encontrado morteros y otros instrumentos de molienda.Los instrumentos de piedra más abundantes son las hachas, pero también hay en menor medida puntas de flecha, piedras de boleadoras, adornos, figurillas con formas humanas y animales.El escaso desarrollo de la metalurgia en Candelaria, manifestada por unos pocos objetos, sugiere que no fue autóctona sino que las piezas se importaron de otras regiones, probablemente de las situadas al oeste del Aconquija.

Organización socialLas viviendas eran generalmente de planta circular de unos 6 metros de diámetro, delimitadas por una hilera de piedras clavadas en el terreno. Han sido construidas con materiales perecederos, habiéndose utilizado las piedras planas clavadas como una especie de zócalo que aseguraba al suelo las ramas y postes de las paredes. Estos recintos están aislados unos de otros. Otro tipo de patrón de vivienda se ha hallado en Chuscha: se trata de un espacio central con pequeños semicírculos adosados alrededor de éste.

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CultoLas tumbas fueron dispuestas a cierta distancia de las habitaciones en partes bajas de las lomadas. Generalmente los cadáveres han sido acompañados por objetos como vasos de cerámica, collares, algunos adornos de metal, puntas de flechas o pendientes de piedra.

ArteEl elemento más característico y mejor conocido son los tipos cerámicos: urnas de color rojo y negro. Las urnas, recipientes de gran tamaño, sirvieron para la inhumación de niños y adultos. Llevaban guardas geométricas formando ángulos o zigzags alrededor del cuello y que fueron hechas cuando la pasta estaba aún fresca. También es común que tengan aplicaciones de pequeñas figuras modeladas. Las paredes son delgadas aun en las piezas de gran volumen, la técnica alfarera era depurada. Otra particularidad, es la creación de seres fantásticos, mezcla de atributos humanos y animales, con cuerpos rechonchos.En hueso se encontraron punzones, un objeto que se cree que sirvió para tejer y una espátula. Los pueblos Candelaria han fabricado una serie de instrumentos musicales de viento.

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Cultura La AguadaArgentina, Catamarca, 600/900

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LocalizaciónLa cultura La Aguada se desarrolló en la montañosa provincia de Catamarca. No obstante, en su época de florecimiento abarcó extensas partes del noroeste de Argentina, articulando distintos nichos ecológicos, desde zonas muy húmedas, hasta otras muy secas, abarcando tierras altas, intermedias y bajas. Su influencia alcanzó hasta zonas del norte semiárido de Chile e incluso, hasta San Pedro de Atacama, en el norte árido de este país.Esta cultura presenta claras vinculaciones con los pueblos que le preceden en la región, especialmente Ciénaga y Condorhuasi. De estas últimas culturas habría heredado la tecnología del bronce, las pipas de barro, ciertas técnicas alfareras y la práctica de sacrificios humanos. A través de la Cordillera de los Andes tuvieron intercambios con zonas tan alejadas como el oasis de San Pedro de Atacama o el Valle de Copiapó en Chile. Hacia 900 d.C., La Aguada desaparece como entidad cultural, aunque una parte de su legado puede reconocerse en culturas más tardías del noroeste argentino, como Belén y Santa María.Las distintas áreas geográficas que abarcó esta cultura poseen distintos patrones de asentamiento y en casi todos ellos no resulta fácil distinguir entre los sitios puramente habitacionales y aquellos propiamente ceremoniales. Los asentamientos se caracterizan por tener recintos de acabada construcción en piedra, donde vivía la elite, mientras las capas inferiores ocupaban casas de paja y barro. Algunos sitios poseen estructuras cuya planta tiene forma en U, los cuales han sido interpretados como recintos donde se realizaban ceremonias dirigidas por el sector dominante

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EconomíaSu economía se sustentó en una floreciente agricultura por medio de andenes y campos de cultivos irrigados por complejos sistemas hidráulicos. Producían frejoles, calabazas, maní y maíz, aunque también recolectaban los frutos del chañar y el algarrobo. Su economía giraba, en gran medida, en torno a extensas redes de caravanas de llamas, base para un sistema de intercambio de recursos entre territorios muy distantes y con recursos complementarios.

Organización socialLa cultura La Aguada estaba organizada por una elite política y religiosa que dirigía la vida de las comunidades. Esta organización se componía de distintos señoríos independientes, cada uno de los cuales estaba basado en una línea de parentesco que descendía de un ancestro común. Es muy posible que debido a la multiplicidad de señoríos que componían esta cultura, no haya habido una autoridad única, pese a que todos compartían un sistema religioso y simbólico más o menos común.

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CultoPoseía complejas prácticas funerarias, donde destacan las sepulturas en túmulos y los enterramientos múltiples. En estos últimos se depositaba simultáneamente una gran cantidad de cuerpos, colocándolos en posiciones ordenadas y articuladas entre sí. El ajuar funerario era, en algunos, casos muy abundante y en otros más escaso, lo que daría cuenta de diferencias al interior de la sociedad. Por los diseños alfareros, se supone que rendían culto al felino y, probablemente, a un personaje que asumía las características de un “Sacrificador”, representado con complejas atuendos, elaborados adornos faciales, hachas y cabezas cortadas.

ArteSus artesanos dominaban complejos procedimientos para el trabajo del metal. Producían bronce y trabajaban con la técnica de la cera perdida para elaborar figuras, hojas de hacha, pinzas depilatorias y placas de metal, entre muchos otros objetos. Las placas metálicas son una buena síntesis, tanto del conocimiento de la técnica de los artesanos, como el universo simbólico de esta cultura. Generalmente muestran un personaje central, conocido como Deidad de las Manos Vacías, que se caracteriza por combinar atributos de felinos y de serpientes. Otra artesanía bien conocida de esta cultura es la alfarería. Decoraban las vasijas con elaborados y delicados incisos sobre las paredes de las piezas, como también por medio de la aplicación de pigmentos de colores. Incluyen una variedad de diseños geométricos y motivos de felinos, ofidios, antropomorfos, aves y batracios que adquieren características míticas, a través de la combinación de atributos de diferentes especies.

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Cultura YavíArgentina, Salta, 800/1500

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LocalizaciónEsta cultura se desarrolló en el sur boliviano y noroeste de la puna, teniendo un posible origen en los grupos chichas que se desplazaron hacia el sur, al comienzo del Período Tardío (850 d. C.).Su geografía es cruzada por los valles de Sansana, Yavi y Yavi Chico, verdaderos oasis en el desierto. Las condiciones ambientales son muy favorables tanto en cuanto al abrigo como a la humedad. Todos sus arroyos son afluentes del sistema de Pilcomayo y se adentran en Bolivia. Las condiciones de relativo aislamiento respecto de las regiones de Humahuaca y Casabindo provocaron la eclosión de una cultura con rasgos propios cuya influencia parece haberse extendido posteriormente a esas regiones, ya que los menhires son muy semejantes a los de Pucará de Rinconada y Doncellas, lo mismo que la cerámica encontrada en La Isla y Angosto Chico. Su poblado más denso y característico ha sido Yavi Chico, ubicado sobre la terraza fluvial en la margen derecha del arroyo homónimo. La parte más baja de la terraza, próxima a la barranca del río fue ocupada por terrenos de cultivo y la parte más alta fue utilizada para la ubicación de viviendas.Economía

Organización socialLas viviendas estaban compuestas por recintos irregulares intercomunicados. Las piedras de las paredes estaban unidas por barro. A veces la pared, solo hasta la mitad era de piedras, el resto, hacia arriba de adobes rectangulares. Los muros alcanzaban alturas de hasta dos metros. Los techos eran de madera y paja. Estas habitaciones, por lo general, están ubicadas dentro de los campos de cultivo.En uno de los recintos se encontró una masa de piedra y barro. Los pisos estaban cubiertos de lajas y bajo de ellos, se encontraron grandes vasijas que utilizaban para almacenaje.

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CultoLos entierros se hicieron en cámaras subterráneas, unas consistentes en una construcción cilíndrica cerrada por falsa bóveda y con paredes revestidas con piedras. Otras con cámaras laterales, sin revestimiento, cavadas en el subsuelo de las viviendas. Las bocas estaban cerradas por grandes lajas dispuestas oblicuamente y tenían un conducto de acceso vertical rellenado con piedras y tierra. Los muertos eran acompañados con vasijas de cerámica. Los mismos tipos de cámaras sirvieron también de silos. La organización espacial del conjunto de asentamientos, y la variable riqueza en los ajuares mortuorios sugieren una organización sociopolítica con situaciones de especialización laboral y jerarquización social.ArteSon notables los parajes con arte rupestre que combinaban signos grabados en bloques rocosos al aire libre y pinturas en abrigos en dos modalidades: figuras naturalistas de hombres y camélidos y guardas geométricas complejas.La forma más típica de la alfarería de Yavi Chico es una vasija de cuerpo globular y cuello estrecho que ofrece como rasgo especial la presencia de dos asas dobles adheridas oblicuas, dispuestas asimétricamente. También puede agregarse modelados antropomorfos en los cuellos. Son de buena pasta y superficie pulida, La decoración es negra sobre fondo color café o rojo, los diseños más comunes son reticulados de malla muy fina y círculos o triángulos que terminan en espirales que se enlazan.Hay una forma que es casi única de Yavi Chico: una gran vasija de cuerpo globular con dos asas adheridas al borde y que tiene una base con una especie de pie (cónico o cilíndrico) que facilitó el asentamiento del recipiente sobre las brasas del hogar.Existen pucos de perfil compuesto o semiesférico con bordes decorados. Era una práctica extendida la incorporación de cerámica "sacrificada" entre las ofrendas fúnebres, que consistía en abrir orificios en las bases de las vasijas.

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Cultura BelénArgentina, Catamarca y La Rioja, 1000/1450

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LocalizaciónLas distintas áreas geográficas que abarcó esta cultura poseen distintos patrones de asentamiento y en casi todos ellos no resulta fácil distinguir entre los sitios puramente habitacionales y aquellos propiamente ceremoniales. Los asentamientos se caracterizan por tener recintos de acabada construcción en piedra, donde vivía la elite, mientras las capas inferiores ocupaban casas de paja y barro. Algunos sitios poseen estructuras cuya planta tiene forma en U, los cuales han sido interpretados como recintos donde se realizaban ceremonias dirigidas por el sector dominante.

Historia y vínculosBelén presenta claras vinculaciones con los pueblos que le preceden en la región, especialmente Ciénaga y Condorhuasi. De estas últimas culturas habría heredado la tecnología del bronce, las pipas de barro, ciertas técnicas alfareras y la práctica de sacrificios humanos. A través de la Cordillera de los Andes tuvieron intercambios con zonas tan alejadas como el oasis de San Pedro de Atacama o el Valle de Copiapó en Chile. Hacia 900 d.C., La Aguada desaparece como entidad cultural, aunque una parte de su legado puede reconocerse en culturas más tardías del noroeste argentino, como Belén y Santa María.

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EconomíaSu economía se sustentó en una floreciente agricultura por medio de andenes y campos de cultivos irrigados por complejos sistemas hidráulicos. Producían frijoles, calabazas, maní y maíz, aunque también recolectaban los frutos del chañar y el algarrobo. Su economía giraba, en gran medida, en torno a extensas redes de caravanas de llamas, base para un sistema de intercambio de recursos entre territorios muy distantes y con recursos complementarios.

Organización socialLa cultura La Aguada estaba organizada por una elite política y religiosa que dirigía la vida de las comunidades. Esta organización se componía de distintos señoríos independientes, cada uno de los cuales estaba basado en una línea de parentesco que descendía de un ancestro común. Es muy posible que debido a la multiplicidad de señoríos que componían esta cultura, no haya habido una autoridad única, pese a que todos compartían un sistema religioso y simbólico más o menos común.

CultoPoseía complejas prácticas funerarias, donde destacan las sepulturas en túmulos y los enterramientos múltiples. En estos últimos se depositaba simultáneamente una gran cantidad de cuerpos, colocándolos en posiciones ordenadas y articuladas entre sí. El ajuar funerario era, en algunos, casos muy abundante y en otros más escaso, lo que daría cuenta de diferencias al interior de la sociedad. Por los diseños alfareros, se supone que rendían culto al felino y, probablemente, a un personaje que asumía las características de un “Sacrificador”, representado con complejas atuendos, elaborados adornos faciales, hachas y cabezas cortadas.

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Sus artesanos dominaban complejos procedimientos para el trabajo del metal. Producían bronce y trabajaban con la técnica de la cera perdida para elaborar figuras, hojas de hacha, pinzas depilatorias y placas de metal, entre muchos otros objetos. Las placas metálicas son una buena síntesis, tanto del conocimiento de la técnica de los artesanos, como el universo simbólico de esta cultura. Generalmente muestran un personaje central, conocido como Deidad de las Manos Vacías, que se caracteriza por combinar atributos de felinos y de serpientes. Otra artesanía bien conocida de esta cultura es la alfarería. Decoraban las vasijas con elaborados y delicados incisos sobre las paredes de las piezas, como también por medio de la aplicación de pigmentos de colores. Incluyen una variedad de diseños geométricos y motivos de felinos, ofidios, antropomorfos, aves y batracios que adquieren características míticas, a través de la combinación de atributos de diferentes especies

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Placa HirschLa pieza perteneciente a la Colección Hirsch, adquirida en 1992 por la cancillería argentina, reproduce la concepción del mundo andino,La bipartición entre Cielo y Tierra, es la manifestación primordial de la dualidad y se expresa de diversos modos: en la organización social, la concepción del paisaje, la distribución de los cultivos y en otras formas en las que el arriba y abajo, lo alto y lo bajo juegan como opuestos complementarios.Las serpientes y los saurios, símbolos del "mundo de abajo", siempre están representados en la mitad inferior. A los felinos junto con las aves que representan el "Hanan Pacha" se los ubica en a parte superior.

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Cultura Santa MaríaArgentina, Catamarca, 1200/1470

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LocalizaciónLa cultura Santa María se desarrolló al noreste de la región de Catamarca, vecina a la provincia de Tucumán, en el actual noroeste Argentino. Se trata de una región principalmente seca y muy montañosa, con grandes mesetas elevadas.Si bien establecieron muchos villorrios de pocas casas, unos pocos sitios muestran un desarrollo urbano considerablemente mayor. La población asentaba en cerros con líneas de defensa en sus laderas, en mesetas o mayoritariamente en casas dispersas a lo largo de los cursos de los ríos. Las viviendas eran construidas principalmente de piedra, mediante pircas de doble paramento. La unidad básica estaba compuesta por dos o tres habitaciones rectangulares que desembocaban en un recinto mayor a modo de patio.

EconomíaEl manejo de una agricultura que incorporaba terrazas de cultivo y sistemas de regadío permitió a Santa María sustentar a una considerable población y, a la vez, generar excedentes que eran guardados en silos subterráneos para intercambios o épocas de carestía de alimentos. Cultivaron diversas variedades de maíz, papas, porotos, quínoa y zapallos, y recolectaron de manera intensiva los frutos del algarrobo y el chañar. También fueron excelentes ganaderos, utilizando distintos nichos ecológicos para abastecer de forraje al ganado. La disponibilidad de llamas como animales de carga para realizar caravanas, les permitió, además, desarrollar un fuerte intercambio económico y cultural con distintos pueblos.

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Organización socialSe sabe que los Santa María alcanzaron una gran complejidad sociopolítica, centralizada por un señor, cuyo poder era hereditario. También habían guerreros y sacerdotes, que ocupaban una alta jerarquía dentro de la sociedad. Estos personajes parecen haber sido representados en las piezas de cerámica y de metal ostentando distintos símbolos de poder, como túnicas, tocados cefálicos, armas, o cabezas-trofeo.

CultoLos diseños en la cerámica y las piezas de metal representan la importancia simbólica de determinadas figuras humanas, serpientes bicéfalas y animales como el sapo o el suri o avestruz andina. A juzgar por su representación común en la urnas, estos motivos eran parte importante de los ritos funerarios y del culto a los muertos. Los primeros cronistas españoles que llegaron a esta región señalan que los difuntos eran velados por varios días y luego enterrados con trajes, adornos y ofrendas de alimentos, bebidas y objetos. Los entierros de adultos eran en cámaras funerarias cilíndricas que se abrían reiteradamente para alojar nuevos difuntos. Los niños eran inhumados en urnas o en verdaderos sarcófagos de cerámica preparados con anticipación. Muchas de estas urnas funerarias eran decoradas con caras antropomorfas modeladas o con motivos zoomorfos y geométricos pintados.

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ArteLa metalurgia del cobre, el oro y la plata fueron sus artesanías más desarrolladas, aunque esta cultura es especialmente conocida por bronces de muy buena calidad. Este era utilizado para la elaboración de objetos suntuarios y ceremoniales como discos o campanas decoradas. También se elaboraban pinzas depilatorias de cobre y los altos mandatarios se adornaban con brazaletes y pectorales de metal, collares y hachas “insignias” decoradas con rostros humanos y serpientes. Su cerámica más notable son las grandes vasijas utilizadas como urnas funerarias, que se hallan profusamente decoradas con diseños que alcanzan un gran nivel de abstracción y complejidad, aun cuando insinúan motivos figurativos, principalmente personajes con escudos y diseños serpentiformes.

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Estas grandes campanas, llamadas “tan-tan” por los actuales pobladores del área valliserrana del noroeste argentino, son un ejemplo más de tantos otros tipos de piezas arqueológicas para las cuales se desconoce el contexto de hallazgo original. Todas las campanas hasta ahora conocidas se encuentran en colecciones privadas o museos, y la mayoría de ellas parece provenir del valle Calchaquí, en los alrededores de Salta (Argentina).Ellas representan la culminación del arte metalúrgico en el área sur-andina, luego de la declinación de la iconografía Tiwanaku y antes del arribo de las huestes y oficiales del Inka. Los dos rostros repujados en líneas simples en el borde de la campana, invertidos respecto al observador, podrían remitir a alguna manera al concepto andino general de la dualidad y la complementariedad. A estas jefaturas locales tardías parece asociarse además algún sistema de organización social en “mitades”, en momentos de tensión y competencia bélica, donde el establecimiento de poblados fortificados en puntos estratégicos coexistiría con un sistema de alianzas militares y de defensa del agua de regadío entre dos grupos locales. Es tentador especular, entonces que estas enigmáticas cabezas invertidas, se refieran a la noción de jefaturas o alianzas duales, aunque se desconozca su uso y significado.

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Región Chile

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Cultura ChinchorroSur de Perú y norte de Chile, -7000/-2000

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Cultura Chinchorro es el nombre dado a un grupo de pescadores que habitaron la costa del desierto de Atacama entre el 7020 y el 1500 a. C., desde Ilo (Perú) por el norte hasta Antofagasta (Chile) por el sur,1 y que establecieron su núcleo en la actual ciudad de Arica y en el valle de Camarones.Este grupo destaca entre otros cazadores recolectores tempranos por sus excepcionales ritos funerarios, siendo los primeros a nivel mundial en momificar artificialmente a sus muertos.3 Su nombre se debe a la playa Chinchorro, donde se han encontrado grupos momificados.Las momias de la cultura Chinchorro han estado inscritas desde septiembre de 1998 en la lista indicativa de Chile, primera etapa para cualquier futura candidatura para ser declaradas Patrimonio de la Humanidad.

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Cultura DiaguitaNorte chico de Chile, 900/1500

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Localización e historiaDiaguita voz quechua es el exónimo impuesto por los incas y divulgado luego por los conquistadores españoles para un conjunto de pueblos independientes que hablaban un idioma común, el cacán. Se ubicaban en los actuales noroeste de Argentina —especialmente en los valles Calchaquíes— y en el Norte Chico de Chile y el Valle Central de Chile.Se da el nombre de diaguitas o diaguitas chilenos a los portadores de una cultura agroalfarera de las actuales regiones de Atacama y Coquimbo que podrían haber llegaron desde el este de los Andes alrededor de los siglos V y VI, invadiendo posiblemente de manera violenta los territorios del Complejo Las Ánimas según consta en vestigios de una fortaleza ubicada en los cerros cercanos del poblado de El Molle. Los "Animas" sucumbieron ante los diaguitas, adueñándose estos últimos de sus territorios, mezclándose en los siglos siguientes con ellos y su cultura. Se distribuyeron en un área ubicada entre los paralelos 27° S (límite septentrional aproximado) y el 32° S (límite meridional aproximado), poblando los valles de Copiapó,14 Huasco, Elqui, Limarí y Choapa. Limitando al norte con los atacameños y al sur con los picunches. Durante el siglo XII los diaguitas son fuertemente influenciados por la Cultura Chincha, esto implicó variaciones en su religión, arte y tradiciones conformándose una nueva etapa llamada "Clásica" o "Fase II".La vida diaguita se mantuvo estable hasta la llegada de las tropas del Imperio incaico de Túpac Yupanqui, en 1470, bajo el mando del general Sinchi Roca, quien tenía a disposición 10 000 hombres, según lo comentado por el Inca Garcilaso. La conquista probablemente no se realizó de norte a sur como fuese lo esperable, las cerámicas incaicas encontradas en los valles de Elqui y de Limarí, anteriores a las encontradas en Copiapó, hacen suponer que los incas cruzaron desde Tucumán hacia estos valles y desde ahí expandió sus conquistas hacia los valles aledaños. La ausencia de estructuras defensivas, pucarás y el rápido cambio estilístico de las cerámicas locales hacia estilos propios del Cuzco hacen creer que la invasión incaica no tuvo mucha resistencia.

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La presencia de ciertas cerámicas (vasijas pakcha) destinadas para ritos exclusivos incaicos y otras vasijas destinadas a los jefes locales de claro diseño cuzqueño hacen suponer una fuerte alianza política entre ambos pueblos.15 Por medio de esta alianza los diaguitas tuvieron una situación de privilegio en el Collasuyu, se cree que muchos de ellos formaron parte de las huestes incas que conquistaron todo el territorio chileno y parte de Argentina. Junto a los incas, la influencia de la cultura diaguita se expandió hasta el límite norte de la cultura Copiapó y hasta el Rio Cachapoal en el sur, limite de la Cultura Aconcagua. Esta aculturación diaguita-inka conforma un nuevo periodo llamado "Fase III". Es durante este nuevo periodo cuando el Imperio Inca designa un Apunchic llamado "Anien" en el "Wamani de Coquimbo", instalándose en el valle del mismo nombre, posiblemente en el actual poblado de Altovalsol. Se observa en este valle la característica andina de subdividir el territorio en dos mitades o "sayas", llamadas Hanansaya y Hurinsaya. Los límites del "wamani de Coquimbo", que tenía un claro origen diaguita, abarcaban desde el Valle de Copiapó por el norte hasta el Valle del Choapa por el sur.Estos sucesivos aportes e intercambios comerciales de población originaron la etnia diaguita la que se convirtió en el pueblo prehispánico más avanzado de Chile y que existió entre los siglos X y XVI.Con la llegada de los españoles y la Conquista de Chile se estableció la encomienda y la población mermó de manera sustancial. Se calcula que en el periodo de dominación incaica la población alcanzaba el número de 30 000 habitantes. En la fundación de la ciudad de La Serena (1544), Juan Bohón relataba «[que] desde el Valle de Conconcagua hasta Copayapo no hay 3.000 indios»; a finales del siglo XVI se podían contar solo 1200. Posteriormente al levantamiento indígena de 1549 que quemó la recién fundada ciudad de La Serena, los últimos rasgos de la cultura diaguita desaparecieron, dejando sólo las cerámicas y los cementerios como huellas de su paso por el Norte Chico.

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EconomíaEl jefe diaguita repartía las tierras y organizaba la construcción y el cuidado de las terrazas de cultivo en las laderas de las montañas. Se trabajaba la tierra en común y se guardaba parte de la cosecha en los depósitos comunales. Cultivaban el maíz, fruto que constituía la base de su alimentación, el zapallo, la quinua, la kiwicha, los porotos, los ajíes y la papa (patata) y recolectaban frutos silvestres, como los del algarrobo, chañar, y copao, además de algodón para elaborar los trajes. Con el «taco» o algarrobo criollo, los diaguitas cubrían varias de sus necesidades básicas. Usaban la madera como leña o para la fabricación de enseres; de la corteza y de la raíz obtenían tinta para teñir lanas y telas, y de sus frutos hacían harina para cocinar un pan llamado patay. También preparaban la bebida aloja, parecida a la cerveza o la refrescante añapa.Para asegurar el riego de sus cultivos elaboraron una serie de canales de regadío aunque no desarrollaron técnicas de regadío tan complejas como los atacameños. La papa y la quínoa eran sembradas en las zonas más altas, en terrazas y andenes de cultivo.Los diaguitas practicaron la ganadería de tipo trashumante. Criaban llamas, alpacas y tarucas, sobre todo en las zonas altas y frías. La mayor parte del año se dedicaban a la ganadería, pastoreo de auquénidos, de los cuales obtenían carne (la cual era secada al sol para obtener charqui, un tipo de carne deshidratada), lana y huesos que usaban en la confección de herramientas, también eran usados para el transporte de carga. El pastoreo era realizado casi todo el año en las orillas del valle y en verano, al retirarse las nieves, solían ocupar los pastizales cordilleranos.El mar proveía de una buena parte de la dieta habitual de los diaguitas de Chile, mariscos, peces y mamíferos marinos formaban parte de la alimentación habitual. Desarrollaron balsas de cuero de lobo marino para incursionar mar adentro y poder cazar peces mayores e incluso ballenas.Actualmente la zona donde ellos habitaban es casi un desierto.

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Los estudios de Ana María Lorandi, sobre los paziocase, entre otros revelan que los actualmente muy áridos cuando no, directamente desérticos, territorios que poblaron los paziocas eran, hasta casi el 1600, zonas fértiles en gran parte pobladas por bosques de "algarrobo" (Prosopis nigra), la desertización fue consecuencia inmediata de la invasión española: en primer lugar los españoles talaron o incendiaron las tierras para derrotar mediante el hambre a los paziocas, una vez derrotados estos pueblos originarios, los conquistadores introdujeron masivamente caprinos y ovinos que llevados a una práctica de sobrepastoreo en el transcurso de dos siglos transformaron los vergeles en eriales.

Organización SocialAntes de la invasión incaica, los diaguitas se establecían en pequeñas aldeas, cada cual era totalmente independiente de la otra, por lo que cada una poseía un jefe. Posterior a la llegada de los incas los valles fueron divididos generalmente en dos señoríos o sectores llamados "saya", Hanansaya o “sector de arriba”, y Hurinsaya o “sector de abajo” bajo el mandato de un Curaca designado por los incas.Las comunidades de los diaguitas eran gobernadas por un jefe político y militar. Pero para heredar el cargo, no bastaba con ser el hijo del jefe: el heredero debía demostrar que tenía condiciones para mandar, de este modo a la llegada de los españoles, el territorio diaguita se encontraba dividido en jefaturas. El jefe era polígamo, pero el resto de la población era monogámica. No había clase sacerdotal, como sí la había entre los quechuas o incas. Pero cada pueblo tenía un sacerdote "chamánico" que se encargaba de los ritos, las ceremonias religiosas y la salud de la población.

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CultoLas cerámicas duales de los diaguitas apuntan hacia la creencia de la existencia de dos mundos en las cuales los chamanes son el nexo.En la mitología diaguita, entre las divinidades y seres mitológicos más importantes, se encuentran al Llastay o Coquena, la Yacurmana, el Pujllay o Pusllay, Huayrapuca; además del Chiqui que es una deidad del territorio del Perú, que se arraigó entre los diaguita-calchaquíes; y de Inti y Pachamama, cuyos cultos fueron impuestos desde el reino feliz.Las tradiciones indígenas diaguitas describen a la Pachamama como una mujer de baja estatura, de grandes pies y sombrero alón; madre de los cerros y de los hombres, toda la naturaleza es su templo. A sus altares se les llama "Apacheta", montículos de piedra ubicados a los lados del camino (en Amaicha del Valle, Tucumán, en el medio de la plaza existe una). La leyenda dice que la Pachamama es acompañada por un séquito integrado por el Pujllay (deidad que preside el carnaval), el Llajtay (dios de las aves y genio protector masculino) y la Ñusta (doncella del Imperio incaico a quién se la emparenta con la Virgen del Socavón).Para el 1 de agosto, en todo el noroeste de Argentina, se entierra en un lugar cerca de la casa una olla de barro con comida cocida. También se pone coca, yicta, alcohol, vino, cigarros y chicha para carar (alimentar) a la Pachamama. Ese mismo día hay que ponerse unos cordones de hilo blanco y negro, confeccionados con lana de llama, hilando hacia la izquierda. Estos cordones se atan en los tobillos, las muñecas y el cuello, para evitar el castigo de la Pachamama.A esta deidad periódicamente se le rinde pleitesía mediante el acto ritual denominado Challa, en afán de reparar con este rito la acción humana de hollar en su seno, al mismo tiempo se agradece los bienes que nos ofrece para nuestro sustento o las riquezas que guardaba en su seno, pidiéndole que no deje de favorecernos. Mediante la voz de ¡Pachamama kusiya! los kollas hacen sus ofrendas. Esta es su oración a la Madre Tierra.

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La Pachamama es, por lo tanto, la diosa femenina de la tierra y la fertilidad; una divinidad agrícola benigna concebida como la madre que nutre, protege y sustenta a los seres humanos. La Pachamama vendría a ser la diosa de la agricultura comunal, fundamento de toda civilización y el estado andino.Los diaguitas tallaban menhires o monumentos monolíticos colocados en forma vertical, para rendir culto a sus antepasados. Los menhires del noroeste argentino, como otras construcciones similares son itifálicos y se asociaban con cultos estacionales de la fertilidad, estos monumentos ya eran erigidos por la precedente cultura tafí.Los diaguitas, mostraban una preocupación en sus entierros por una vida post-muerte en la cual el alma tiene un papel primordial. Con la llegada de los incas se trajo la tradición de hacer altares en los cerros más altos del valle, como es el caso del cerro Las Tórtolas (6.332 msnm).Los entierros diaguitas son la mayor fuente de información sobre esta cultura. Los cuerpos eran colocados en espacios rectangulares protegidos por cinco piedras lajas en cada costado y en la parte superior. Es habitual encontrar a los cuerpos acompañados de llamas o guanacos sacrificado -signo evidente de la importancia de la ganadería-, sus pertenencias, utensilios de cerámicas, metal o hueso, y en casos especiales eran enterrados con sus esposas y con parte de los dedos de otras personas. La deformación craneal era una práctica extendida dentro de la etnia, pero no provocó efectos tan negativos.Los cuerpos eran colocados flectados, acostados de forma lateral y en orientación este-oeste, la cabeza estaba en la posición oriental del sepulcro.

ArteLos diaguitas eran diestros alfareros. Cada familia fabricaba sus ollas, cántaros y vasijas. Además, había artesanos especializados que realizaban, por ejemplo, las urnas funerarias, donde los diaguitas enterraban a sus muertos. objetos.

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Algunas de estas urnas decoradas, se han conservado y son expuestas en museos, en la zona actualmente chilena su cerámica recibió influjos culturales procedentes de culturas que habitaron el actual litoral al norte de la región, por este motivo su cerámica suele tener formas antropomorfas y zoomorfas ("ánforas-pato", etc.).El museo franciscano "Inca-Huasi" de la provincia de La Rioja, guarda piezas excepcionales de cerámica diaguita. Fue construido por fray Bernardino Gómez en 1926, y es uno de los más importantes de Latinoamérica en su especialidad, al igual que el Museo "Eric Boman" en la ciudad de Santa María, en Catamarca y el Museo Arqueológico "Adán Quiroga", en la ciudad capital de Catamarca, que posee una las colecciones más importantes de vestigios arqueológicas del país.Practicaron un activo comercio con los indígenas de la costa y del interior. Confeccionaron de piedra puntas de flecha, boleadoras, raspadores, cuchillos, etc. Trabajaron el cobre y el bronce aunque de oro y plata se han encontrado muy pocos

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Cultura AymaráSur de Perú, Bolivia, norte de Chile Noroeste Argentina. 1000/Hasta hoy

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LocalizaciónLos pueblos aymara se hallan dispersos a lo largo de diferentes pisos ecológicos de una inmensa zona que comprende los alrededores del lago Titicaca, en el altiplano boliviano, el Norte Grande chileno y el noroeste argentino. En Chile están ubicados en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, en tres pisos ecológicos: en el altiplano y la puna, sobre los 3800 msnm, en la sierra y valles altos de la precordillera y en los valles bajos y ciudades del norte chileno, así como en centros mineros, en la costa y en las grandes urbes más distantes.

EconomíaLa economía aymara se basa en dos principios ancestrales: complementariedad y reciprocidad. El primero dice relación con el aprovechamiento y complementación de recursos de diferentes y distantes pisos ecológicos. En ella se enmarcan actividades económicas tradicionales como la agricultura y la horticultura en chacras, sobre terrazas de quebradas y oasis, y la ganadería extensiva de camélidos -llamas y alpacas- y corderos en la puna y altiplano. Actualmente se suman a la economía tradicional, dinámicas modernas, como el transporte y el comercio, desarrolladas por quienes han migrado a las ciudades, nortinas como Arica e Iquique.La reciprocidad se expresa a través de sistemas de trabajo solidario, tanto individual como colectivo, por ejemplo, la minka o la limpieza de canales. El acceso al mercado urbano ha ido progresivamente desincentivando una parte de la producción agrícola, mientras que la otra pasó a venderse a menor precio en la ciudad por la parentela urbana. Es importante señalar que todas las actividades económicas tradicionales están ligadas a una dimensión simbólica y, por ende, a rituales de producción al interior de un modelo de cosmovisión donde la vida es un equilibrio armónico pero frágil.

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Organización SocialEl pueblo aymara se compone de diferentes etnias, distinguibles lingüística y socialmente. Su modelo de organización social corresponde con el de la organización del espacio y el territorio, si bien éste ha ido mutando al adoptar principios teológicos, ideológicos y organizativos occidentales. Este sistema organizativo rebasa las fronteras políticas actuales para reconocerse en torno a la marka o territorio donde se desenvuelve cada etnia.En torno a sus antiguos “pueblos-capital” (como son Isluga o Parinacota, en el altiplano chileno) se centran los intercambios rituales, de productos y/o de trabajo, y las alianzas matrimoniales, preferentemente con la gente del mismo sector. A nivel socioeconómico existe una clara bipartición entre el sector agrícola y el pastoril.En las festividades del año litúrgico aymara, la organización social tradicional cobra relevancia y es protagonizada por los pueblos del altiplano y la sierra. Las autoridades duran un tiempo limitado, uno, dos o tres años, en cargos sacrificados pero que implican prestigio y estima, a los cuales sólo pueden acceder matrimonios, pues los solteros están impedidos de asumirlos. Los títulos son: dos parejas de kurakas, cuatro de mayordomos y cuatro de alféreces, además de los “alcaldes de aguas”, en el sector agrícola. Hay otras funciones que pueden ser encarnadas por solteros aunque solo varones: quien se encarga de fabricar los bienes de la iglesia y de mantenerla, el cantor que dirige el culto católico en ausencia del sacerdote y el campanero de la torre mallku del templo.

CultoLa religiosidad aymara es un sistema de base sincrética donde se funden una cosmovisión y ritualidad tradicional las llamadas costumbres , y las creencias católicas, la religión. Ambas conforman un todo integrado, denominado la liturgia. Este sincretismo se expresa especialmente en fiestas comunitarias como la de los santos patronos, la Semana Santa y la de Todos los Santos.

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Es un culto anual, coherente al paso del año, centrado y estructurado en torno a la Tierra. Poseen una visión mitologizada, humanizada y sacra del entorno geográfico, componente importante de su mundo simbólico y de una ideología que da sentido a su entorno, posicionándolos y responsabilizándolos en su interacción cotidiana con él. En un primer sustrato de creencias, el más antiguo, encontramos el culto a los espíritus de las grandes montañas, los Achachilas, Mallkus y/o Talla o Aviadores, que son masculinos o femeninos, y tienen enorme poder e injerencia en la vida humana pues son los administradores del clima; a la Pachamama, la Virgina o Madre Tierra, organismo generador de toda la vida (fauna, flora y seres humanos); y el Amaru o serpiente que representa los cursos de agua. Esta triada es tanto referencia del origen, abundancia y distribución del agua como donadora de vida, y es además patrón de ordenamiento del espacio económico y ecológico en el que el aymara se desenvuelve.De la misma forma, este trío de espíritus jerarquiza la estructura social y político-económica de la sociedad aymara: el centro social, político y religioso de las diferentes etnias, su pueblo-capital, está en las zonas altas de pastoreo, en la mitad superior oriente. Todo lo que compone la Pachamama está vivo, tiene nombre, razón y un destino. Hay lugares que pueden ser protectores y otros, perjudiciales, todos merecen respeto y algunos adoración y sacrificios. Existen lugares fuertescomo las cumbres o Piru partes y las fuentes de aguas. Los sitios arqueológicos son sectores de respet o ya que ahí se hallan los antepasados, llamados gentiles o abuelos. Por otro lado, la tripartición mitológica de la que hemos hablado es también eco-ideológica, se debe aspirar y permanecer en un Tinku, un equilibrio en permanente acomodo para seguir siendo tal.La cosmología aymara fue sufriendo cambios, primero a causa de la dominación inka y luego española. De esta forma, la triada autóctona Mallku-Pachamama-Amaru mutó a una cristianizada Arajpacha-Akapacha-Manqhapacha (cielo-Tierra-infierno) que expresa la subordinación aymara con respecto a la sociedad colonial y neo-colonial. Por otra parte, su visión del tiempo es cíclica, definida por las estaciones climáticas que a su vez determinan el ciclo laboral-festivo.

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Todo esta inserto en un macrociclo de tiempo y espacio conocido como Pacha, en constante renovación por medio de revoluciones llamadas Kuti. Es una concepción rítmica y orgánica del tiempo que adapta hechos históricos y mitológicos introduciendo una visión lineal e histórica de él: el origen de la era del sol, la conquista y colonialismo y la conciencia de un futuro Kuti. Además de la práctica católica, la religión, se continúa celebrando el culto tradicional andino, las costumbres. Estas son: las de producción, las de pasaje (primer corte de pelo o ruytucho, matrimonio y fallecimiento) y las ligadas a la salud de hombres, plantas y animales. Cada jefe de familia, dueño de chacra o ganado debe dirigir el culto periódico familiar, sea el pago a la Tierra, el floreo del ganado, la construcción, inauguración o sanación de una casa o corral, etc. Respecto a sus patrones funerarios, existen distintos tipos de sepulturas: en cistas de piedra; directamente en la tierra, dentro y fuera de las casas; en fosas cilíndricas; o en pequeños aleros rocosos. También destacan los monumentos funerarios conocidos como chullpa que son estructuras de adobe en forma de torre, algunas bellamente pintadas, usadas como tumbas de las élites gobernantes durante la época pre-incaica.

ArteHasta la época de la conquista española, tanto hombres como mujeres se vestían con unas gruesas camisas de lana de camélidos, amarradas a la cintura con una faja también tejida de lana. Usaban además, unas pequeñas bolsas, conocidas como chuspas, donde transportaban hojas de coca y otros tipos de hierbas. Calzaban sandalias de cuero y el pelo, que usaban largo, era arreglado con trenzas que en algunos casos llegaban a formar artísticos peinados. Gorros de forma cónica y collares, fueron atuendos que posiblemente se llevaban en ocasiones especiales y los más vistosos usados quizás por los líderes o las personas más prestigiosas. La vestimenta tradicional actual es utilizada principalmente en las festividades de la comunidad.

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Esta se compone, en el caso de la mujer, del aksu, un paño negro tejido de lana que envuelve el cuerpo sujeto a los hombros con alfileres de plata o tupus y una faja decorada o wak?a que lo fija a la cintura, además de una manta de tejido fino y multicolor llamado llijlla que cubre sus hombros y espalda. El arte textil aymara destaca por su excelencia técnica y fineza, en su mayoría destinado al vestuario y a piezas ceremoniales, como las chuspas y los manteles de uso ritual tari o inkuñas. Los tejidos, además de ser bienes de intercambio, son altamente valorados en la sociedad aymara, llegando a atesorarse por siglos en cada familia. La música y el baile, por otra parte, son dos expresiones culturales muy importantes para los aymara, las que además de ser una diversión cumplen un rol fundamental en sus ritos y fiestas religiosas. Todos los hombres tocan algún instrumento, las mujeres bailan y cantan.En ella, cada cofradía representa un segmento de la sociedad, ofreciendo un baile preparado por todo un año. El alférez, por su parte, es el encargado de organizar la fiesta y de ofrecer los recursos de un año a la comunidad. Otra artesanía en la que destacan los aymara es la platería de joyas y objetos de uso ritual, entre ellos vasos y bastones de mando, la que han desarrollado tradicionalmente fundiendo sus técnicas y motivos ancestrales con las que aportó la platería de la época colonial española.

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Cultura Rapa NuiIsla de Pascua. 1000/hasta hoy

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LocalizaciónLa isla de Pascua o Rapa Nui se halla en medio del Océano Pacífico sur, a 3700 km de las costas americanas, aproximadamente, frente al puerto de la ciudad de Caldera. Es de origen volcánico y no posee cauces de agua permanente pero sí subterráneos. Antiguamente, tuvo una masa de bosques importantes, hoy presenta una sabana cubierta por matorrales y arbustos. Su fauna es escasa, todos los animales son introducidos salvo dos reptiles. Contrariamente, su mar presenta una rica diversidad. Su clima es subtropical con una temperatura media de 21°C.

EconomíaSe basa en la agricultura, complementada por productos marinos (pequeños moluscos y peces, el atún principalmente). Esta actividad –que debió ser más importante durante tiempos prehistóricos- se realizaba con redes, lienzas, trampas y anzuelos de hueso, madera y piedra. Se cultivaban especies traídas por los primeros colonizadores de la isla: diversas variedades de ñame y de batatas, taro, plátano, caña de azúcar, entre otras especies.También plantas de utilidad y de adorno como las calabazas, el ngaoho, el pua y la pía y varias especies de árboles. Los rapa nui enfrentaron varias dificultades para implementar su sistema económico: las lluvias son muy variables y causan alternativamente inundaciones y sequías, el suelo no es muy favorable al cultivo, pues hay rocas bajo una pequeña capa de tierra fértil.

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Para superar estas dificultades y proteger las plantas conservando la humedad del suelo, implementaron los manavai o jardines subterráneos. Según la leyenda fue el Ariki Hotu Matu’a quien organizó las tierras de la isla deslindándolas de forma radial, dando a cada linaje acceso a los recursos de cada piso ecológico. Los lugares donde se hallaban los bienes escasos, como las canteras de piedras, fueron de uso común. Los medios para trabajar la tierra se caracterizaron por su extrema sencillez: eran el akaúve, un palo grueso y largo usado para abrir hoyos grandes y el oka, palo más corto y delgado empleado para limpiar la tierra de los pastos, aporcar y plantar aquellos cultivos que no requerían hacer hoyos profundos. Además de recursos vegetales, los primeros colonos trajeron gallos y gallinas. A la luz de los relatos y de la precisión que caracteriza la terminología respecto a las aves domésticas, se infiere que su crianza representaba una actividad especialmente importante para los isleños.Con el paso del tiempo, la población de la isla se incrementó y especializó en labores no productivas, como la creciente construcción de edificios monumentales. Para obtener terrenos cultivables, se cortó y quemó la vegetación original, trayendo consecuencias desastrosas para los suelos y el agua. La falta de árboles repercutió en todos los ámbitos de la vida rapa nui: dificultó la preparación de alimentos, las salidas de la isla y el transporte de los Moai hasta los Ahu.

Organización SocialHotu Matu’a fue el primer Ariki Henua o rey de la tierra Rapa Nui, pero en sentido amplio Ariki eran también la reina, los príncipes y los nobles.

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Esta elite poseía además de un poder político, uno mágico – el Maná- que hacía crecer los frutos y los animales de la tierra y el mar. Al interior de la familia real los hijos se jerarquizaban por primogenitura. Cada uno de los descendientes de Hotu Matu’a constituyó grupos diferentes, llamados Mata, que poseían un jefe, personas de rango, distintas clases sociales y especialización de sus actividades: un jefe militar, policías, maestros, sacerdotes, constructores de casa, escultores, agricultores, pescadores, etc. Las fuentes históricas distinguen 12 grupos semi independientes principales. Cada Mata, a su vez, se dividía en clanes con un área claramente delimitada y vedada a los individuos pertenecientes a otro clan. En esta zona residían y ejercían sus actividades económicas. En la primera época de la civilización Rapa Nui no hubo grandes conflictos intergrupales, pero a causa de la crisis demográfica, éstos habrían aparecido y, poco a poco, agudizado hasta acabar en una guerra total.

CultoRapa Nui posee una rica tradición que se inicia con el relato mítico de su poblamiento. La comunidad del Ariki Hotu Matu’a se habría visto obligada a partir de Hiva, la isla de origen, por una elevación del mar, una erupción volcánica u otro cataclismo que posiblemente expresa la presencia de conflictos internos graves. En sueños, el sacerdote Hau Maka habría visitado un territorio virgen favorable al asentamiento humano. El rey mandó una expedición en su búsqueda. Los siete hombres que la componían, reconocieron en Rapa Nui las indicaciones dadas por el sacerdote.

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Al recibir las noticias de la veracidad de la información entregada por el sacerdote, Hotu Matu’a emprendió el viaje con su comunidad en dos canoas. Las primeras labores del Ariki en Rapa Nui fueron la organización y distribución de terrenos para la vivienda y el cultivo. El rey fue un personaje unificador y su reinado pacífico. A su muerte, comenzaron a surgir conflictos de tierras que finalizaron con una revolución que modificó todos los aspectos de la vida social Rapa Nui. Hubo un cambio cúltico y una reformulación de las prácticas funerarias. En el primer período, el culto estaba organizado alrededor de los antepasados, representados en los Moai. En el segundo, irrumpió el culto del Manutara u hombre pájaro, donde la ceremonia más importante fue la del Tangata Manu. Esta tenía un carácter religioso durante el período clásico, pero luego se constituyó en un certamen político: un tipo de concurso donde los dirigentes o sus representantes competían para obtener el primer huevo del pájaro sagrado Manutara de un islote cercano y llevarlo intacto al centro de reunión. El ganador recibía el título de Matatoa y regía durante un año. Al parecer, el grupo al cual pertenecía el vencedor gozaba de ciertos privilegios, como el de saquear a los demás.Con respecto a la funebria, en el período clásico los cuerpos fueron inhumados en los Ahu-Moai. Estos habrían sido destruidos entre 1740 y 1840, a consecuencia de luchas internas. Con la violencia se inició un período donde los cuerpos fueron enterrados en Ahu ‘sin Moai’ o en tumbas construidas bajo las ruinas de los Ahu-Moai, bajo de las estatuas caídas o de gruesas capas de piedras dispuestas en forma de pirámide alargada y asimétrica.

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ArtePoco antes del año 690 d.C., la producción de un superávit económico permitió el comienzo de una arquitectura religiosa monumental en el sector costero: los Ahu. Se caracterizan por un patrón de rampas con alas laterales y pavimento de rocas de playa, alineadas alrededor de una plataforma central plana y alargada, rellena de ripio. Sobre ésta descansan los Moai, en solitario o en filas de hasta quince, aunque están ausentes en los ahu más tardíos. Estas enormes estatuas de piedra corresponderían a imágenes de antepasados. Cada uno lleva el nombre de la persona que representa. Eran casi completamente esculpidas en las canteras ubicadas en las laderas de los volcanes, antes de ser transportadas a su destino final. Aparentemente, eran mudadas en posición horizontal con la cabeza adelante por una red de caminos que bordeaba casi toda la costa. Considerando que una gran cantidad de estatuas todavía se encuentra en las canteras o en su periferia, se puede pensar que el proceso de transporte fue la parte que más dificultades presentó. Una vez en el Ahu, los Moai eran gradualmente puestos en posición vertical sobre la plataforma. El proyecto de ingeniería más complejo seguramente fue el de disponer sobre las cabezas de los Moai los bloques cilíndricos de escoria roja que llevan como sombreros. La actividad escultural fue al parecer fruto de varios equipos de trabajo independientes, sugiriendo la existencia de una competencia interna. La cultura Rapa Nui cuenta con una amplia gama de otras manifestaciones artísticas, entre ellas las estatuillas que se obtenían de la madera del toromiro: el Moai Kavakava y el Moai Pa’apa’a Hiro. Eran copias de espíritus llamados Akuaku y eran consideradas sagradas.

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Existe además una gran diversidad de adornos y figuras utilizadas en ceremonias festivas. Destacan esculturas en madera de peces y lagartos y los Rona u hombres-pájaro. Igualmente utilizaron perfumes, tatuajes, pinturas corporales y se dilataron el lóbulo de las orejas como signo de prestigio. También poseyeron una suerte de escritura, aún no bien comprendida, utilizando signos que grababan en tabletas llamadas Kohau rongorongo. En ellas “escribían” himnos religiosos, hazañas y hechos y relatos de personajes importantes y, quizás, genealogías históricas. Sólo algunos sabios y especialistas, llamados maori podían leerlas. Hoy existe un pequeño número de estas tableras y se desconoce su verdadero contenido. Otra manifestación artística importante son los grabados rupestres, muy abundantes en la Isla. En bajo y sobre relieve sobre rocas se plasmaron diseños de peces, aves, tortugas, embarcaciones, figuras humanas de grandes ojos, el hombre pájaro, el dios Make Make, etc. Muchos de estos motivos se repiten en pinturas murales al interior de las casas, así como en otras partes de Polinesia (Hawai, Nueva Zelanda o Islas Marquesas, por ejemplo)

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Cultura MapucheCentro de Chile, 1250/hasta hoy

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LocalizaciónEl mapuche es el grupo indígena más numeroso del país. A la llegada de los españoles, habitaban gran parte del sur de Chile, dividiéndose en subgrupos según la zona geográfica. Los primeros investigadores reconocieron a los picunches, que poblaban desde el río Maule hasta los ríos Itata y Bío Bío; los araucanos, desde estos últimos hasta el Toltén; los pehuenches en la zona cordillerana, desde Chillán hasta Antuco, y los huilliches entre el río Toltén y el golfo de Corcovado, incluida la isla de Chiloé. Es decir, los mapuches ocupaban ambientes y paisajes diversos, que iban desde la región subandina hasta la costa y desde climas templados cálidos a climas fríos lluviosos, lo que implicaba diversas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales. Los cambios ocurridos durante la Conquista y la Colonia española produjeron una notable unidad cultural y, sobre todo, política y social de este grupo. Luego del sometimiento a la República de Chile, una parte considerable de este pueblo migró a la ciudad. De hecho, actualmente, la mayoría vive en asentamientos urbanos y no en el campo, concentrándose en las ciudades de las regiones de la Araucanía y la Metropolitana, seguidas por la región de Los Lagos y la de Bío Bío.

EconomíaLa economía mapuche ha variado en el tiempo. En el siglo XVI, ésta se centraba en la caza y la recolección, complementándose con la semidomesticación de camélidos y una producción hortícola no intensiva, que consistía principalmente en el despeje de campos mediante quema de bosques para alternar terrenos cultivables. Su economía era de subsistencia, es decir, con escasa acumulación productiva. La mujer estaba a cargo de las labores domésticas y de la manufactura cerámica y textil (düwekafe: tejedora). La Guerra de Arauco sostenida durante la Colonia determinó una economía propia de la guerra, en que los asaltos y “malocas” eran una fuente de ingresos. En esta misma época se produjo la incorporación del caballo, sin el cual no se entiende la economía mapuche tradicional.

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Durante los siglos XVII y XVIII, ocurrió la “araucanización de las pampas”; los mapuches incorporaron la ganadería bovina, inaugurando y encabezando un circuito mercantil fronterizo entre Chile y Argentina, convirtiéndose en los mayores traficantes de caballos y ganado de Chile. También se incrementó la textilería, tanto para uso como para venta, también la cestería, la cerámica y en especial, la platería, una ocupación masculina (ngutrafe o retrafe: joyero), que alcanzó en el siglo XIX su mayor desarrollo. La denominada “pacificación de la Araucanía”, en 1881, significó el fin de esta etapa de auge económico y la pérdida de su autonomía. Nació la Comisión Radicadora de Indígenas para su reducción y entrega de títulos de merced (propiedad de la tierra). Tras un período de casi veinte años, la sociedad mapuche se empobreció, pero lograron adaptarse al régimen de hijuelas, haciéndose agricultores de subsistencia con una tecnología precaria y ganaderos a muy pequeña escala. La familia se congregó en torno a la ruka, con un pedazo de tierra de usufructo privado y recursos animales y materiales propios, salvo en el caso de la mediería o, de precisar mucha mano de obra, del mingaco o “vuelta de mano”. Consecuencias directas de la vida de los mapuches en reducciones son el sobretalaje de los terrenos, la destrucción de los bosques por la no reforestación y la sobreexplotación de suelos ya pobres. Los efectos indirectos han sido el envejecimiento y la masculinización de la población debido a la migración como mecanismo para regular la presión demográfica, la que, sin embargo, al mismo tiempo ha sido el principal dispositivo de integración del mapuche a la sociedad nacional. Actualmente, la mayor parte de los mapuches se desenvuelve en la ciudad, si bien mantiene un modo de vida campesino de pequeños productores en el campo, compuesto básicamente por gente mayor que conserva la cultura tradicional. En resumen, hoy los principales factores de producción de los mapuches son su fuerza de trabajo, la tierra y una gran solidaridad interna.

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Organización SocialHasta el siglo XVI, los mapuches poseían una organización social familiar patrilineal, poligámica. En el siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII, se fortalece el cacicazgo, produciéndose una fuerte jerarquización social para tiempos de guerra, donde nace la figura del toki, muy funcional para el sistema de guerra. Las autoridades coloniales trataron de fortalecer la figura del lonko o jefe de comunidad, con muy poco éxito. A partir de la derrota de 1881, se implementó un sistema de protectorado y se procedió a conceder tierras a las comunidades familiares, identificando a cada una con el nombre del cacique o lonko. Sin embargo, con esto no se logró la integración de los mapuches a la sociedad chilena. La comunidad, tal como la crearon los nuevos títulos de dominio, no había existido antes del régimen reduccional como concepto ni como realidad. Hoy, la comunidad es un grupo consanguíneo en su mayoría patrilineal, que proviene del otorgamiento de un título de merced a un jefe y su familia. En ella existe una relativa homogeneidad social de sus miembros. El proceso de diferenciación interno se encuentra en el límite de la comunidad, imponiéndose una solidaridad primero familiar y luego comunitaria. Sin embargo, en nuestros días la mayor parte de la población mapuche reside en sectores populares de las grandes ciudades del país, organizándose en centros culturales que tienen por objetivo principal la reetnificación de las generaciones urbanas.

CultoLa religiosidad mapuche actual está teñida por el sincretismo de los conceptos introducidos por la evangelización cristiana, los que se integran a la cosmología mapuche tradicional, generando como consecuencia nuevas dimensiones de lo sagrado, nuevos símbolos y ritos. El Admapu es el conjunto de símbolos, prácticas y creencias tradicionales que propugnan que el pueblo mapuche y la tierra (mapu), fueron creados por Nguenechen (“dueño de los hombres”). En tiempos antiguos la figura mítica fundamental fue el Pillan, espíritu del antepasado fundador del linaje.

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Existiría un principio ordenador dentro de la cosmovisión mapuche, el de izquierda/derecha, donde la primera se asocia a lo inferior y la derecha a lo superior. Por ende, el dualismo como conjunción de dos principios opuestos conforma parejas de oposiciones, resultando un sistema cuadripartito que es representado en los diseños que porta el tambor ceremonial o kultrun.Los o las chamanes (machi) invocan en los ritos a las cuatro grandes deidades: el Anciano, la Anciana, el Joven y la Joven; el Wenumapu se divide en cuatro cielos que ordenan el número de bailes o de oraciones que componen el Nguillatun o rogativa, una de las ceremonias mapuches más importantes. Las formas de entierro en los cementerios de los antecesores mapuches fueron diversas: en canoas o en troncos ahuecados, en cistas de piedra, inhumaciones directas en la tierra y en urnas funerarias de cerámica; ésta última fue la modalidad de inhumación más común de la cultura El Vergel, entre el Bío Bío y el Toltén. A veces, coexisten enterratorios en urnas y en canoas en un mismo cementerio. En las tumbas de la más antigua cultura Pitrén, se disponen como ofrendas vasijas cerámicas, predominando los jarros simétricos y asimétricos con engobe negro o con decoración negativa de motivos geométricos o fitomorfos. En los entierros de El Vergel, se acompañan las urnas funerarias con jarros de cerámica pintados con motivos rojos sobre una superficie blanca, un tipo de decoración que después se populariza en el llamado Estilo Valdivia que se desarrolla en la época colonial-hispana, junto con adornos de plata y cobre, herramientas de labores cotidianas y elementos de uso ecuestre.

ArteSe puede decir que el arte mapuche es síntesis de dos importantes tradiciones: la prehispánica y la hispano-europea. En él se plasman su ideología y cosmología y por ser tradicional, el arte es traspasado de generación en generación. Su reconocida orfebrería en plata (rutran) se desarrolla con la llegada de los españoles, incorporando la fundición artesanal, pero conservando el laminado con que se confeccionaban los antiguos adornos en cobre.

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Las joyas en plata pasaron a formar parte del atuendo típico de la mujer mapuche y un elemento importante de la dote matrimonial: cintillo de cadena (trarilonko), aros (chaway, upul), pectorales (trapelakucha, sikil, runi, llol-llol), prendedores (akucha), alfileres para sujetar los mantos de lana (tupu, ponzon), así como las cintas para la cabellera en cuero o tejidos con remaches de plata. En este metal también se confeccionaban los aperos para el caballo, donde destacaban la belleza de herrajes, espuelas y estribos. Los tejidos también son parte fundamental de la representación de la identidad mapuche. Colores y diseños se combinan según usos y significados tradicionales de este pueblo para crear mantas (makuñ) y fajas (trarihue), alfombras (pontro), cobertores y bolsos de lana. La producción cerámica, por su parte, destaca por sus vasijas (metawe) con decoración modelada, que propone formas asimétricas que asemejan animales, como el pato, la gallina y el sapo. Importante también es el tallado de maderas nativas, de alta duración y belleza, como roble, laurel, raulí, alerce y coihue. Con ellas se producen desde utensilios domésticos (bateas, platos, cucharas) hasta objetos de carácter ritual como el kollong (máscara), el rewe (poste ceremonial chamánico) y el chemamull (troncos tallados que rematan en amplias cabezas de funcionalidad funeraria). Menos conocida es la cestería, en la que se fabrican cestos firmes y tupidos que sirven para contener, trasladar y lavar alimentos y aventar granos. Dentro del arte mapuche, es necesario incluir también la música y la danza en los que, a través de instrumentos como el kultrun y la trutruka, se ambientan ritos que expresan la cosmovisión y que festejan los ciclos vitales de este pueblo

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Culturas AtacameñasNorte Chile, sur Bolivia, Noroeste Argentina. 500/ hasta hoy

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LocalizaciónLas comunidades atacameñas no son culturalmente homogéneos, se diferencian, hay pluralidad cultural entre ellas.Las comunidades atacameñas habitan los oasis, valles y quebradas de las cuencas del salar de Atacama y del río Loa, ubicadas en la Región de Antofagasta en Chile. Pequeñas poblaciones se encuentran también en el noroeste de Argentina, en la puna de Salta y Jujuy, y en el altiplano suroeste de Bolivia. El clima de la región atacameña es desértico, de extrema aridez y gran oscilación térmica entre el día y la noche. Los recursos de agua están presentes en vegas y bofedales y en los cauces de algunos ríos como El Loa, el Salado y el Vilama. La flora está compuesta por vegetación altoandina, arbustos del tolar, pajonal y yareta y en los oasis y quebradas, árboles como algarrobos, tamarugo, chañar, pimientos, etc. La fauna silvestre, por otro lado, es variada encontrándose en los distintos pisos ecológicos zorros, viscachas, quirquinchos, cóndores, flamencos, gansos, caiquenes, guanacos y vicuñas.

EconomíaLos atacameños tienen una economía tradicional de base agroganadera la que practican en un territorio integrado por diferentes pisos ecológicos, los cuales identifican, clasifican y explotan de diferente forma según los recursos que ofrece, sean éstos económicos, alimenticios, medicinales, rituales y tecnológicos.La agricultura se desarrolla en los oasis y, en especial, en las terrazas de las quebradas utilizando sistemas de andenerías y técnicas de irrigación con manejo hidráulico. La actividad ganadera es de tipo tradicional, históricamente de llamas y alpacas y en la actualidad en aumento la de ovinos, caprinos y mulares, de los cuales obtienen lana, carne, pieles y en ocasiones son aprovechados como animales de carga (llamas y especialmente mulares).

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La recolección de leña y plantas, sobretodo medicinales, así como de los frutos del algarrobo y el chañar para preparar harinas y bebidas, son actividades económicas igualmente importantes. Las unidad productiva básica es la familia y ocupan un territorio amplio y disperso, que les exige desplazarse hasta decenas de kilómetros para acceder a las diferentes localidades donde se encuentran sus recursos económicos. Así las tierras agrícolas de una familia pueden estar divididas en varios predios, tanto dentro como fuera de su lugar de habitación permanente. Este sistema, que opera bajo un régimen tradicional de organización social de parentesco y alianzas, tiene por objeto el acceso, la complementación y el control de los recursos existentes en los diferentes pisos ecológicos de este territorio. Del mismo modo, se practica una horticultura dirigida al autoconsumo con múltiples cultivos, sembrando en un mismo terreno diferentes productos como papas, quínoa, tunas, maíz, calabazas, zapallos, ají, entre otros, utilizando de manera óptima el agua y los nutrientes de la tierra. Hoy, sin embargo, el monocultivo centrado en hortalizas de buena comercialización en los mercados regionales, aumenta generando presión sobre el recurso agua y las tierras agrícolas ‘comunitarias’, a la vez que desestructura el control, la gestión y la posesión de los recursos, como las bases de poder y autoridad de la comunidad. El pastoreo, por otra parte, se organiza bajo un sistema de control de terrritorios con pastos y vegas de propiedad comunal, aunque también existe un reconocimiento de sectores pertenecientes a una familia determinada.Actualmente, la introducción de ganado lanar y la paulatina disminución de los rebaños de camélidos domésticos, acrecentado por el desecamiento de las vegas altoandinas, han provocado el progresivo abandono de las estancias pastoriles más alejadas y de los pisos ecológicos puneños. El intercambio o trueque que se practica en menor medida, actúa como mecanismo de acceso a productos distantes, especialmente de Bolivia y el noroeste argentino, revitalizando el sistema de relaciones sociales y entre diferentes comunidades.

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Finalmente, a las actividades económicas tradicionales atacameñas se suma la integración al mercado por medio de la inserción de indígenas al trabajo asalariado en núcleos urbanos y a la venta de sus productos en los mismos mercados.

Organización SocialLa comunidad es la base de la organización atacameña, quien articula las relaciones sociales, económicas y religiosas del territorio colectivo donde participan las unidades familiares. Un individuo se hace parte de la comunidad en la medida que posee tierras cultivables y participa de los trabajos colectivos de mantención de, por ejemplo, los canales de regadío. Por el contrario, el pastoreo, no otorga este estatus porque es una actividad que no genera obligaciones con los otros.La comunidad es la que organiza y controla los recursos naturales de producción, la inclusión de nuevos miembros, la identidad y pertenencia de ellos, así como representa y defiende sus intereses tanto ante el Estado como ante otras comunidades. La estructura social de la comunidad puede componerse por más de un poblado o adaptarse a fases de crecimiento coyunturales de un núcleo habitacional.La expresión de gobierno principal es la Asamblea Comunal, compuesta por hombres y mujeres propietarios de terreno y jefes de unidades domésticas y presidida anualmente por un Alcalde o Presidente de Junta de Vecinos y su directiva. También existen sistemas de cargos donde participan, según experiencia y responsabilidad, todos los comuneros, como ‘juez de aguas’, ‘capitán’, ‘puricame’, ‘alférez’ u otro. Son cargos de obligación y respeto social, aunque de un fuerte desembolso de dinero, donde es fundamental la solidaridad de la familia extendida. Los parientes se clasifican según la proximidad y la ubicación, los parientes de sangre y políticos cercanos reciben la terminología occidental (padre, suegro, yerna, etc.), los más lejanos son la ‘parentela’.

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Asimismo es importante que, a la par del matrimonio como alianza, se contraiga otro tipo de vínculo, el del compadrazgo. En la actualidad, este sistema de organización vive tensos procesos de cambio ante la presencia del Estado, la economía de mercado, la emigración a la ciudad y la imposición de patrones culturales extraños, todos factores que debilitan y hacer perder autonomía a las comunidades atacameñas, pero que también permiten una constante reelaboración y reordenamiento de las mismas.

CultoDentro de la cosmovisión atacameña, algunos grandes cerros son sagrados a nivel local y/o regional, son considerados “aviadores” (del verbo aviar, proveer), o sea, están asociados al abasto de riqueza sea ganadera, mineral o a la de fuentes de agua, asimismo están ligados a la agricultura, a la fertilidad y a fenómenos atmosféricos y, por último, a la salud, la protección y la prosperidad. Por ende, están relacionados con ceremonias como la “limpia de canales” o rogativas dirigidas a la abundancia de agua y a la realización de ‘pagos’ u ofrendas en lugares considerados sagrados.Existe una dimensión ritual comunitaria y otra de carácter familiar. Para la primera, la actividad religiosa más importante es la fiesta del santo patrono de cada comunidad, muestra privilegiada del sincretismo andino-cristiano. La persona a cargo de la fiesta es el alférez, cargo voluntario de gran responsabilidad y costo. Actualmente, la realización de estas celebraciones se dificulta por la escasa población que permanece en las aldeas, los elevados montos económicos que implican y la tensión que existe por el avance de las iglesias protestantes en la región que no participan ni comparten estas creencias tradicionales. Existen además ceremonias colectivas vinculadas a actividades productivas, como es por ejemplo la “limpia de canales” y siembra o “el enfloramiento” y apareamiento del ganado. A nivel familiar, las ceremonias están ligadas al ciclo vital: bautismo, matrimonio, techamiento de la nueva casa y muerte, y otras relacionadas a la salud y el culto a los muertos. El especialista del ritual y de la medicina es el yatiri.

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La defunción es acompañada por un ritual que se divide en cuatro fases, a lo largo de todo un año. Primero, al fallecido se le canta y reza por un día y una noche, es el cóflar; luego, el difunto es vestido y la faja que uso en vida es cambiada por una de carácter mortuorio; el mismo día se lavan las ropas que le pertenecieron y el yatiri ‘limpia’ a sus familiares; después de un año de transcurrida la muerte, se realiza una ceremonia llamada “el cabo de año”, donde el yatiri da la partida definitiva al difunto.

ArteDestacan en el arte atacameño la cerámica, la cestería, los textiles, la orfebrería, el baile y música. La antigua cerámica de esta región, la de la cultura San Pedro, era de un solo color, roja y negra, muy bien pulida. Se fabricaban pukos o escudillas, vasijas, jarras globulares, cántaros y tazas, algunas de ellas decoradas con rostros humanos representados de manera abstracta o con grabados geométricos de triángulos y escalonados. En el presente, se continúan realizando vasijas monocromas, jarros y pukos, algunas con modelados de animales. En cestería se confeccionan finos objetos utilitarios como grandes canastos y platos, aunque no con la misma variedad ni estilo de los exponentes prehispánicos de esta artesanía. Por otra parte, mantienen una rica y diversa tradición textil, con telares de suelo y de cintura se tejen bolsas, fajas, paños, frazadas, aperos para las cabalgaduras y algunas prendas de ropa. El baile y la música, por último, son manifestaciones artísticas y rituales centrales que se manifestan especialmente en las fiestas de los santos patronos de cada comunidad.

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Cultura Selk’nam (Ona)Isla grande de Tierra del Fuego

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LocalizaciónLos selk’nam habitaron la Isla Grande de Tierra del Fuego. Ella se dividía en Párik, la región de praderas ventosas al norte del río Grande y Hérsk, la zona boscosa, montañosa y lacustre al sur del mismo río. El clima en esta región es bastante inhóspito, de cortos y frescos veranos y largos, húmedos y fríos inviernos. Existiendo sin embargo una rica fauna: mamíferos marinos y moluscos en la costa del Pacífico y guanacos, zorros y roedores en la Atlántica. Además, diversas plantas comestibles y una gran variedad de aves estaban disponibles en toda la Isla.

EconomíaLos selk’nam eran cazadores recolectores terrestres de alta movilidad, lo que les permitía explotar los recursos dispersos en la Isla. Importante recurso era el guanaco, que se cazaba con arco y flecha, pero también con boleadoras. Esta era una ocupación netamente masculina, pero hombres y mujeres cazaban y pescaban. Nadie estaba exento del trabajo, excepto niños pequeños, ancianos y enfermos. Quienes tenían aptitudes para ciertas actividades económicas comunes al grupo eran distinguidos con un título honorífico, por ejemplo, el artesano que hacía arcos o puntas de flecha, los cazadores especializados en ciertas piezas o los chamanes. Las mujeres hacían casi todos los trabajos domésticos, eran recolectoras, cocinaban, tejían canastas, preparaban y cosían cueros y pieles, cuidaban a los niños y transportaban los enseres domésticos, recogían leña, traían agua y construían la vivienda.

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Los hombres fabricaban el utillaje (las herramientas de piedra, hueso y madera) y aportaban los principales elementos de alimentación, vestido y vivienda. El único animal doméstico era el perro, indispensable para la caza de guanaco y del zorro. No se sabe bien cuándo adoptaron al perro, pero era tan preciado que al morir el dueño del animal, éste era heredado por los parientes.Antes de la explotación marina a gran escala, la zona era rica en lobos marinos y ballenas. Éstas varaban ocasionalmente, siendo aprovechadas por todos en un gran festín. Comían casi cualquier especie de ave, excluyendo solo las rapaces. Mujeres y niños recolectaban huevos, hongos, bayas y moluscos en costas, ríos, lagos y lagunas. Cuantitativamente, los vegetales no eran muy importantes, pero sí como complemento para la carne y cuando ésta escaseaba como dieta principal. En tiempos de gran hambruna recurrían a las algas marinas

Organización SocialLa Isla Grande de Tierra del Fuego estaba dividida en Haruwen (tierras), en donde vivían grupos ligados por parentesco. Básicamente, existían cuatro tipos de instituciones sociales. Por un lado, los selk’nam se dividían en cielos (sho´on): el norte, sur, y oeste (el este no se representaba ya que era territorio del grupo Haush). Cada persona era conocida por la tierra donde vivía o nacía y por el shó´on con que se identificaba. El concepto de cielo era un principio organizador de gran significación social y ceremonial dado que fue la mayor entidad exogámica: se pertenecía al cielo del padre y dos personas del mismo cielo no deben casarse aunque no fueran parientes.

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Por otra parte, las parentelas eran bilaterales y abarcan a todos los parientes consanguíneos hasta la tercera y cuarta generación ascendente. Con ella se regulaba la selección del cónyuge, que no debía ser pariente consanguíneo, con excepción del casamiento de un hombre con la hija del hermano de su madre, y se normaba la vida comunal. Del mismo modo existían los linajes, o sea los parientes que habitan en un mismo haruwen, los que eran patrilineales y patrilocales. Por último, la aska, correspondía al núcleo familiar y los parientes cercanos. Su número era alto porque la poligamia era común; el promedio de hijos era de cinco. Por lo general, las familias migraban dentro de su propio haruwen, pero había excepciones, por ejemplo, una ballena varada, la caza de aves, un hain, un torneo de deportes, etc. La sociedad selk’nam prescindía de cualquier órgano de autoridad. Sólo los adultos tenían ascendencia sobre los jóvenes. Podemos decir que la sociedad selk’nam fue igualitaria e individualista, pues cada uno era llevado por sus intereses o por los de su linaje. No había sistema de tributos, ni regalos, ni acumulación de riqueza. Pero si diferencias en la extensión y recursos del haruwen y también una disparidad en la división sexual del trabajo. Sin embargo, existía una especie de elite de quienes desempeñaban ciertas ocupaciones de jerarquía. Los xo´on (chamanes) tenían un rol preponderante en todos los ámbitos sociales, cumpliendo con un conjunto de funciones en la caza, la guerra, la cura de enfermos, en la incertidumbre del porvenir, etc

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CultoEl mundo ideológico selk’nam era muy complejo, expresándose a través de mitos, leyendas, ritos y ceremonias sociales complejas. Su religión habría sido monoteísta, pues habrían reconocido un espíritu divino, a Temaukel: ser supremo, espíritu primigenio, anterior a la creación y a los hombres, omnipresente, incorpóreo y, sobre todo, lejano. Hubo una manifiesta prohibición para referirse directamente a él y de no nombrarlo bajo ninguna circunstancia. Él fue quien formó a la tierra sin forma y al cielo sin estrellas y quien entregó las leyes del comportamiento a los hombres a través de Kenós: ente corpóreo, noble e intachable, que no poseía ninguna relación de parentesco con Temaukel, que fue encargado de poblar la tierra, darle vida y alegría. Temaukel y Kenós fueron los únicos habitantes del mundo celestial. La religión selk’nam habría sido terrenal, pues los hombres no se preocuparon del más allá, nadie se prepara para ingresar a él. El culto, nunca fue público, sino siempre personal, privado y sumamente reducido.Dentro de los ritos selk’nam destaca el Hain. Su origen se encuentra en los mitos referidos a una pretérita supremacía femenina, un matriarcado donde las mujeres habrían dominado a los hombres, obligándolos a realizar todas las actividades de subsistencia mientras ellas permanecían ociosas. Los hombres, al enterarse de que eran engañados, asesinaron a todas las mujeres iniciadas y, para evitar el resurgimiento del poder femenino, se instauró el Hain, la formación de una sociedad secreta cuya participación fue negada a las mujeres.

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La representación del Hain, socialmente habría obedecido a cuatro propósitos: la iniciación de los hombres jóvenes, los Klóketen; la ‘instrucción’ de las mujeres, para reproducir la dominación masculina; la reunión con personas alejadas y, por último, la realización de rituales indispensables para la reproducción social. No se sabe mucho acerca de las costumbres mortuorias de los selk’nam. No se han encontrado muchos sitios con osamentas humanas. Es posible que debido a su alta movilidad, enterraran a sus difuntos de forma circunstancial, sin formar cementerios reconocibles. Y que la humedad del territorio no permita la conservación de los restos por largo tiempo.

ArteAunque eran grandes maestros en la pintura corporal y el canto, gran parte de lo que sabemos del arte selk`nam se remite al vestuario. Vestían sólo con pieles y cueros de animales, especialmente el guanaco, aunque para mantos y capas preferían al zorro. Una alternativa era la piel de roedores, aves, mustélidos y lobos marinos. El manto o capa era usado por todos, con la piel hacia fuera y servía también de frazada y escudo. A veces, decoraban la lana expuesta con ákel (ocre mezclado con grasa animal). Las mujeres usaban collares y pulseras. A la vez, los hombres usaban tocados de plumas muy admirados llamados ohn u oon. Como símbolo de su ser adulto, los hombres recibían un tocado triangular llamado kochel que ataban a la frente en todas sus cacerías. Todos usaban el pelo largo, con chasquilla sobre sus frentes. La pintura corporal era fundamental. Se adornaban con diferentes dibujos en cada ocasión, por ejemplo, en la caza, combates, paz, torneos, duelos, etc.

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Se pintaban diariamente por cuestiones prácticas y estéticas. El rojo era considerado el color más bello. Cada persona tenía su propia provisión de ákel, que era un importante bien de trueque. En sus ceremonias la pintura corporal alcanzó gran sofisticación.

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La pintura corporal era un adorno común de los selknam que expresaba identidad, estrados de ánimo y actividad. Era un diseño común entre hombres y mujeres una línea transversal desde las orejas por encima de los pómulos hasta la nariz.

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Cultura TehuelcheSur de Chile, Patagonia Argentina

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LocalizaciónLos tehuelche se ubicaban en Patagonia, entre el río Negro y el Estrecho de Magallanes. Aunque se han reconocido varias parcialidades, tenían relaciones muy fluidas, por lo que es difícil definir límites rígidos, representados por ríos o algo así.El clima patagónico se caracteriza por gran amplitud térmica entre el verano y el invierno, así como una marcada oscilación térmica entre el día y la noche. La media en invierno es de -2ºC y las máximas de verano en algunas zonas pueden alcanzar los 40 ºC. Es un territorio volcánico y estepario, con amplias pampas, donde se encuentra una rica fauna.

EconomíaCazaban básicamente el guanaco, cuya carne era la más preciada, pero también cuya piel constituía materia prima de vestidos, abrigos, habitación y otras necesidades. Para cazarlos utilizaban la boleadora, cercando a la presas mediante una estrategia de semicírculo, usando caballos y perros. También recolectaban vegetales comestibles y medicinales, así como mariscos en la costa. La mujer estaba a cargo de las actividades domésticas (desde buscar leña y agua hasta cocinar los alimentos), del desplazamiento y de la instalación y desinstalación del toldo. Cuidaban y criaban a los niños, preparaban los cueros y manufacturaban ciertos objetos. Ellas también eran las encargadas de la decoración de los mantos, bolsos, cinturones y naipes. Los hombres estaban encargados de cazar y fabricar las herramientas y armas, pero pasaban buena parte del tiempo comiendo, descansando y jugando.

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A partir de la incorporación del caballo a su vida diaria en el siglo XVIII, se dieron importantes cambios en la economía de este pueblo. Sumaron a su dieta la carne y sangre de este animal, de preferencia la de yeguas, de manera ritual y como objeto de sacrificio. También utilizaron en el extremo norte sus tendones, huesos y pieles en la fabricación de útiles y la cubierta del toldo, reemplazando los del guanaco. La elaboración de la utilería ecuestre progresivamente se fue complejizando y generó una importante actividad artesanal. La adaptación del caballo permitió también extender el rango territorial de las cacerías y asegurar la provisión alimenticia. De mismo modo, el caballo favoreció los desplazamientos a larga distancia, permitiendo contactos inter étnicos que no siempre fueron pacíficos pero que dinamizaron el intercambio de bienes, como los tejidos mapuche de Nahuel Huapi. En lo que se refiere al hombre blanco, su interacción se fue haciendo cada vez más estrecha, pasando desde el trueque incipiente hasta un comercio en territorios específicos, como en el sitio arqueológico Dinamarquero en Magallanes.

Organización SocialAntes de la introducción del caballo, la estructura básica habría sido la familia nuclear, constituyendo una docena de ellas una banda. Esta asociación voluntaria de varias familias reunidas en tolderías, se realizaba para complementar las actividades de caza. En ese momento habría existido una especie de jefe de banda llamado Gownok o Yank, quien solo organizaba y decidía la ubicación del campamento. Si bien tendrían un modelo matrilocal, sería el varón quien ejercía el poder al interior del grupo.

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Pero en general fueron extremadamente independientes, sin jerarquías formales de mando. Durante el período siguiente, el ecuestre, la adopción del caballo significó una revolución en casi todos los sentidos. Los grupos cuantitativamente hablando, pasaron a ser más importantes y este animal se convirtió en un bien de intercambio y prestigio que jerarquizó a los componentes del grupo.

CultoSus creencias míticas hacen referencia a seres superiores de los cuales descendían. Kooch fue su ser supremo, todopoderoso, ordenador del cosmos, creador del sol y la luna y quien después de separar el agua de la tierra, se retiró a descansar al oriente. Creían en la existencia de seres malignos, moradores de lo subterráneo y siempre dispuestos a hacer daño, los Gualichu. Otros relatos sugieren que éste era considerado una especie de divinidad única, aunque puede considerarse como influencia mapuche restringida al extremo norte de dispersión de los tehuelches.Utilizaban amuletos y talismanes que siempre escondían, practicando indistintamente la hechicería o la medicina. Hubo rituales de nacimiento, muerte y matrimonio, y llama la atención la importancia de las ceremonias de iniciación femenina. Al morir un hombre sus bienes eran quemados y sus caballos y perros sacrificados. La muerte de los caballares presentó diferencias según la edad del occiso: si era adulto, sus caballos eran muertos con boleadoras; si era niño, eran estrangulados. Bajo el cadáver, sentado hacia el este, se disponía una manta con arcilla roja. Sobre su tumba se levanta un túmulo de piedras (chenque) y al difunto no se le nombraba más.

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En algunas zonas también se han encontrado entierros en abrigos rocosos, donde el cuerpo era recubierto de pintura roja.

ArteLa pintura, clave en el arte tehuelche, fue utilizada sobre distintos soportes. En el cuerpo, utilizaban pinturas faciales y corporales a manera ceremonial y, cotidianamente, como protección contra el clima. Las pinturas de distintos colores fueron hechas en base a grasa animal. También se tatuaron por medio de incisiones en la piel. El exterior de sus mantas de cuero de guanaco, llamados kais o quillangos, era ricamente decorado con coloridos dibujos geométricos. Un quillango necesitaba unos trece cueros de guanaco, de preferencia de la cría, el chulengo. Como parte de la vestimenta, también calzaron botas de cuero, primero hechas de guanaco y luego de potro. En todos estos soportes se observa un estilo común: motivos simples, principalmente geométricos (puntos, líneas, círculos y grecas); pero incorporando también figuras naturalistas, la más común fue la impronta de manos.

Así mismo destaca el juego de naipes, al que llamaron berrica o birk, asimilado del contacto con los barcos de paso o por la movilidad que les otorgó el caballo. Manejaron tanto la baraja española como la inglesa, pero especialmente la adornada con sus propios motivos. Las hacían con cuero de guanaco, de un tamaño de unos 8 x 5 centímetros. Igualmente incorporaron los dados que fabricaron con huesos de huemul.

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América en los siglos XVI y XVII: en amarillo, la zona hispanoamericana, en gris, los territorios indígenas.

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Fuentes, referencias y uso

Recursos propioswikipedia.orgCommons.wikimedia.orgMuseo Chileno de Arte Precolombino (precolombino.cl/)pueblosoriginarios.com/Slideshare.net

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