Educación para la autonomía

responsable

Alam Tonatiuh Aguilar Cortés

UNAM, FES Acatlán

Filosofía y teoría de la educación

Resumen: La educación ha sido pensada con muchos fines distintos. Esto se ha

visto reflejado en el pensamiento de pedagogos, filósofos, sociólogos, etc. Cada

quien ha expuesto su ideal de educación, pensando en lo que para ellos es mejor

para el individuo. Los estudios y trabajos antropológicos han contribuido al

entendimiento del ser humano como un ser social, y que es indispensable en el

proceso educativo. Las propuestas, en muchas ocasiones no respetan al ser

humano en su condición más natural, su libre albedrío, es decir su capacidad para

decidir sobre sí mismo y de actuar por medio de las normas y/o principios que él

mismo elige sin la intervención de algún agente externo. La educación debe tener

como fin la autonomía de un sujeto por medio de su desarrollo potencial individual

y no del potencial que otros quieran para una persona. Y para esto se debe lograr

un individuo autónomo y responsable, ya que la responsabilidad le permitirá vivir

con los demás en sociedad.

Palabras Clave: Ser humano, autonomía, responsabilidad.

En el presente trabajo presentaré mis ideas acerca de un ideal de educación que

para mí es lo mejor que se puede hacer. No será una propuesta educativa

concreta, sino más bien una propuesta pedagógico-filosófica, pues aún necesita

ser trabajada para tener una sistematización y poder ser llevada a la práctica. Para

esto trataré de definir lo que es la autonomía y la responsabilidad, y explicaré lo

que es la libertad, puesto que ésta es una parte que está implicada dentro de la

autonomía. Asimismo hablaré de lo que para mí es el ser humano, ya que

entender esto es fundamental e indispensable para entender cualquier propuesta

educativa, puesto que la educación es un acto únicamente humano, sin el cual no

podría darse este proceso.

En los últimos dos años y medio he escuchado diversas propuestas acerca de lo

que debería ser la educación, o cómo debería ser, o cuál debe ser el fin de ésta.

En la carrera de pedagogía he escuchado muchas de estas propuestas por parte

de mis profesores y también de mis compañeros. Y algunas de éstas han tenido

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influencia en la manera de cómo se concibe la educación dentro de las clases. De

alguna manera, el concepto de educación siempre es, a mi parecer, un poco

utópico, abstracto e indefinido.

Una idea que escucho con frecuencia es la de la educación integral. Pero al tratar

de explicar este término, la mayoría de las veces se dice que debe abarcar todos

los aspectos del ser humano, pero jamás se dice qué es lo propio del ser humano,

o del hombre, o como quieran llamarlo (en lo personal prefiero el uso del término

“ser humano” y no “hombre”, ya que éste último, a mi consideración es una forma

machista de expresarse). Pocos son los que se molestan en entender primero lo

que es el ser humano, para luego hablar de él y de lo que requiere en su vida. Por

lo tanto muchos dan sus opiniones sobre lo que la educación debe aportar al ser

humano. Y así, la educación integral se ve interpretada de diferentes maneras. Por

esto, he intentado comprender lo que es el ser humano y qué es lo propio del ser

humano, puesto que el objeto de la pedagogía es la educación, y ésta se entiende

como un proceso humano que sólo puede llevarse a cabo mediante la interacción

entre dos de éstos, debemos, pues, entender al sujeto que lleva a cabo el proceso

de la educación.

Por otro lado algunos autores nos dicen que la educación debe ser un medio para

lograr la socialización de los individuos, es decir que debe inculcar en las personas

los valores, normas, conocimientos, y habilidades necesarios para poder vivir en

sociedad. Esta postura ha sido defendida por Emilio Durkheim, quien en su texto

Educación y sociología (1999:32) nos dice:

…la educación es la acción ejercida por las generaciones adultas

sobre aquellas que no han alcanzado el grado de madurez

necesario para la vida social. Tiene como objetivo suscitar y

desarrollar en el niño un cierto número de estados físicos,

intelectuales y morales que exigen de él tanto la sociedad política

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en su conjunto como el medio ambiente específico al que está

especialmente destinado.

De esta manera, Durkheim ha sido uno de los que ven la educación como un

proceso de enculturación y socialización. Pero yo pienso que la educación debe ir

más allá de un proceso para insertar al individuo en la sociedad.

Algunos autores han criticado el que se eduque con el fin de hacer del ser humano

un ser social, que responda únicamente a lo que la sociedad demanda de él. Y

han propuesto, por otro lado, una educación centrada en el individuo y en sus

necesidades e intereses personales. Sin embargo, muchas veces los intereses de

una persona no son los que parecen ser, ya que pueden llegar a ser influenciados

por otros con distintos fines. Es evidente que los seres humanos estamos siempre

influenciados por las personas que nos rodean; desde el idioma que aprendemos

y que en cierta manera nos determina el mundo hasta los gustos que llegamos a

tener por medio de otros. Por lo tanto no podemos renunciar a todas las

influencias que tenemos, pero sí podemos lograr discernir entre las que

aceptamos y las que no, lo cual todo ser humano es capaz de hacer, pero no

todos lo logran llevarlo a cabo y suelen hacer lo que otros dicen, y no logran darse

cuenta de los ellos mismos quieren, y por lo tanto no pueden perseguir sus propias

metas.

En este tópico podemos recordar lo que Rousseau nos plantea en El Emilio acerca

de la educación (Rousseau, 2007). Él nos propone que la educación del niño debe

ser libre de influencias de la sociedad, por lo menos en un principio, y que no es

sino hasta la etapa de la adolescencia que debe ser introducido en ella, cuando ya

es capaz de ponerse en el lugar de otros e ir más allá del egoísmo que suele

haber en los niños. Así, yo pienso que si bien debe haber un educación que

inserte al individuo en la sociedad –ya que si esto no se realiza, nunca se logrará

convivir con los demás-, lo primordial es el desarrollo del individuo sin las ataduras

y condiciones que impone la sociedad de manera intencional o no intencional.

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Por todo esto, mi propuesta es una educación para ejercicio de la autonomía

responsable, lo que implica, en cierta forma, el ejercicio de la libertad. Para

entender esta propuesta, primero deberé hacer un breve explicación de lo que son

estos conceptos.

En primer lugar, tenemos a la libertad, que es definida por muchos autores

(filósofos, sociólogos, pedagogos, etc.) y de muchas maneras diferentes.

Siguiendo a Pico della Mirandola (2006), la dignidad del hombre consiste en su

libre albedrío, pues es el único ser que tiene la capacidad de decidir qué quiere

ser, hablando por supuesto de decidir qué quiere hacer, a qué se quiere dedicar,

qué estudiar, cómo vivir, etc. Pero como ya he dicho antes, a veces esta libertad

no siempre puede ser ejercida correctamente, pues no siempre se logra tener un

pensamiento propio que permita actuar a uno por sí mismo. Las propuestas sobre

el fin de la educación siempre conllevan lograr que un individuo actúe de tal o cual

manera, ya sea que se tengan buenas o malas intenciones. Es decir, una persona

puede querer lo mejor para otra persona, pero siempre implica un ideal del primero

sobre el segundo, pensando que lo mejor es lo que el primero piensa. Pero

muchas veces no pensamos en lo que la otra persona quiere o lo que es mejor

para ella.

Por todo lo que hasta este punto he explicado, propongo una educación que tome

en cuenta los intereses del individuo, y eso sólo se puede hacer si se respeta su

libertad. Por supuesto el individuo tiene derecho a ejercer su libertad, pero siempre

respetando a los demás, pues si no lo hace estaría violando la libertad del otro,

con lo cual perdería su propio derecho a la libertad. Ya sea que una persona

quiera vender tortas en una esquina o que quiera dedicarse a investigar las leyes

de la física, o a ayudar a los pobres, debemos respetar las decisiones que los

demás tienen sobre su persona, pero siempre que sean decisiones responsables

que no tengan consecuencias negativas sobre terceros.

Esto me lleva a la parte de la autonomía. La autonomía “se refiere a la regulación

de la conducta por normas que surgen del propio individuo” (Moderna, s.f.). Es

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decir que el individuo se rige a sí mismo, tomando decisiones razonadas desde lo

que él mismo piensa, basándose en las creencias, principios, etc. que ha ido

construyendo e interiorizando por medio de su experiencia.

Quizá una persona pueda hacer lo que quiera de manera responsable, pero tal

vez no sepa valerse por sí mismo en la vida. Por ejemplo, si un joven decide vivir

de tocar con una banda sin talento, y nunca sale de la casa de sus padres, y

nunca aporta nada al gasto de la casa, no estaría siendo responsable. Pero si sus

padres lo corrieran y no tuviese a dónde ir, y no supiera cómo vivir solo y “ganarse

la vida”, no sería algo correcto, moralmente, pues dejarían a alguien indefenso si

no lo educaron para ser autónomo, es decir, que se rige a sí mismo y que puede

actuar según su propio criterio sin complacer el deseo de los demás y sin

depender de otros tanto para subsistir como para actuar.

Conclusiones

Por esto es que un individuo debe ser educado para ser autónomo y responsable,

y para desarrollarse como tal en su individualidad (los intereses propios y

particulares de cada quien) y en su cualidad de ser humano libre.

Además de la defensa que hago de la dignidad del ser humano, las consecuencias

sociales que habría si tuviésemos seres autónomos y responsables serían muy

benéficas. Teniendo una población con esas condiciones probablemente

disminuirían los índices de delincuencia, puesto que estas personas al ser

responsables y se rigen a sí mismas, no necesitan de otros para saber lo que está

bien y lo que está mal, y si lo formamos bien, no necesitaría un castigo (como

prisión) para comportarse responsablemente. La responsabilidad, si se interioriza,

es efectiva. Si un individuo aprende que si se porta mal habrá consecuencias

negativas para él, cuando no haya normas o autoridades que lo sancionen

probablemente hará lo que le plazca sin pensar en los demás; pero si acepta que

la responsabilidad es un valor importante ante cualquier situación adversa y la

toma para sí, logrará ser auténticamente responsable.

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Sólo mediante la adquisición de la autonomía plena se puede decidir por uno

mismo sin tener que recurrir a otros, con lo cual se puede llegar a la plena

realización del ser, pues el sujeto llega a ser quien decide ser o quien es

realmente.

Referencias

Rousseau, J. (2007). El Emilio o de la educación. México: Porrúa.

Durkheim, E. (1999). Educación y sociología. España: Altaya.

Modelo de Desarrollo Económico de Navarra. (s.f.). Documentación sobre las competencias. España: Autor. Recuperado de http://educacion.navarra.es

Pico, G. (2006). Discurso sobre la dignidad del hombre. Colombia: Pi.

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