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1 EL ARTE DEL ENGAÑO ALEJANDRA GUALTEROS DUARTE LINA MARÍA PAEZ ESCUELA NORMAL SUPERIOR MARÍA AUXILIADORA ÚNDECIMO A PEII SOACHA 2014

"EL ARTE DEL ENGAÑO" POR ALEJANDRA GUALTEROS DUARTE LINA MARÍA PAEZ

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EL ARTE DEL ENGAÑO

ALEJANDRA GUALTEROS DUARTE

LINA MARÍA PAEZ

ESCUELA NORMAL SUPERIOR MARÍA AUXILIADORA

ÚNDECIMO A

PEII

SOACHA

2014

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EL ARTE DEL ENGAÑO

ALEJANDRA GUALTEROS DUARTE

LINA MARIA PAEZ

JAVIER DANILO MURCIA GONZÀLEZ

ESCUELA NORMAL SUPERIOR MARIA AUXILIADORA

UNDÉCIMO A

PEII

SOACHA

2014

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AGRADECIMIENTOS

Principalmente agradecemos al docente Javier Danilo Murcia quien fue la persona que nos dio las bases para comenzar este proyecto y por el

acompañamiento continuo. A nuestras familias quienes nos apoyaron y fueron motivación primordial para continuar realizando nuestra investigación.

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DEDICATORIA

El proyecto va a dedicado especialmente a la sociedad actual, quien está a tiempo de mejorar el futuro de este país, partiendo de que los derechos propios

empiezan donde comienzan los de los demás. Además, este proyecto va dedicado al profesor Javier Danilo quien fue guía de cada paso que dimos para

llevar a cabo este proyecto.

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TABLA DE CONTENIDO

PRESENTACIÓN…………………………………………………………..6

OBJETIVOS………………………………………………………………....7

CAPÍTULO 1

1. DOLOR DE ESPECTÁCULO………………………………………………………..…...8

1.1. ORIGEN DE LA TAUROMAQUÍA…………………………………...8

1.2. RECUENTO HISTÓRICO DE LAS CORRIDAS COMO TRADICIÓN EN LA CULTURA COLOMBIANA, Y ESPECIALMENTE EN LA CAPITAL…………………………………………………………………….13

1.3. LA TAUROMAQUÍA: ¿ARTE, CULTURA O DEPORTE?..........................................................................................15

1.5. METODOLOGÍA…………………………………………………...…16

1.6. RESULTADOS…………………………………………………….....17

ANEXO-IMAGEN…………………………………………………………...20

CAPÍTULO 2

2. LA TAUROMAQUÍA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN……..…………………………….................................21

2.2. RESULTADOS………………………………………………………….22

CONCLUSIONES……………………………………………………………25

APARTADO DE EDUCACIÓN……………………………………………..26

APERTURA INVESTIGATIVA……………………………………………...27

CYBERGRAFÍA………………………………………………………………28

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PRESENTACIÓN

Salta al ruedo una vez más el debate sobre la llamada "fiesta brava", un nombre contradictorio que expresa la barbarie de los que la patrocinan, la ejecutan y la siguen: las fiestas son para divertirse y si la palabra "brava" acompaña a "fiesta", la fiesta deja de ser fiesta para convertirse en un espectáculo salvaje.

Como hace unos dos años, cuando surgió la misma polémica acerca de acabar con este espectáculo sangriento y criminal, distinguidos columnistas sacan sus espadas para defender sus gustos (sanguinarios) como si fueran dogma de fe.

Publica este mismo diario apartes de una carta firmada por "Antonio Caballero; Alfredo Molano; Víctor Diusabá; Germán Castro Caycedo" en defensa de lo que no tiene defensa. He aquí una cita de la misma:

"Las corridas de toros, como las conocemos hoy, datan en España y en la América española de la época de la Ilustración (l750-l850)."

Grandes intelectuales y escritores que deciden ignorar la historia y como cualquier político de pueblo, en una mentira ensartan otra. Esto es lo que dice al respecto Jesús Mosterín en una columna de opinión de ELPAÍS.COM:

"Toda Europa había sido un hervidero de supersticiones y crueldades; de censuras, quemas de herejes y represiones, y de torturas públicas de animales humanos y no humanos, incluidos el lanzamiento de gatos desde las torres de las iglesias, las peleas de perros y de gallos y de perros contra osos, y los encierros, acuchillamientos y corridas de toros. Frente a tanta sordidez y violencia, la Ilustración trajo a Europa la apertura de las mentes y la suavización de las costumbres. Las tradiciones más sanguinarias fueron abolidas en casi todas partes. Sin embargo, en España apenas hubo Ilustración y Fernando VII cortó de cuajo sus débiles brotes, restaurando la Inquisición y la tauromaquia, entre otros horrores. España se convirtió en una excepción y anomalía, la famosa España negra, caricaturizada por Goya, una anacrónica bolsa de crueldad y cutrerío alejada de cualquier ciencia y compasión".1

Refuta con hechos los afirmados por nuestros intelectuales y periodistas que se desayunan con sangre de toro y que fuera de eso pretenden meternos gato por liebre con su "sapiencia". La Ilustración, como dice Mosterín, apenas se conoció en España y Fernando VII lo que hizo fue restaurar la Inquisición y la Tauromaquia. Y, ni es de extrañar que lo hiciera pues la una se alimentaba en

1 Disponible en: http://www.escritoresyperiodistas.com/NUMERO56/mario.htm

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la otra. Torturar a un animal inocente y matarlo era un espectáculo que ayudaba a justificar la tortura y ejecución de seres humanos.

OBJETIVOS

GENERAL:

1. Reconocer los aspectos más relevantes de la Tauromaquia a lo largo de la historia y su trascendencia en Colombia.

ESPECIFICOS:

a. Dar a conocer el concepto de Tauromaquia y su influencia en la sociedad.

b. Explicar la información que presentan los medios de comunicación frente a la problemática antes mencionada.

Con estos objetivos se busca promover en el espectador conciencia sobre la “fiesta brava” que día a día toma más auge debido a la falta de conocimiento y rechazo de la sociedad frente al maltrato. Además, dicha problemática está siendo admitida por el gobierno y omitiendo las opiniones de las personas del común que rechazan la actividad taurina y se emite la información por los medios de comunicación, que en su mayoría relatan todo a su conveniencia y no por el bien de la sociedad, mucho menos por la víctima en este caso, EL TORO.

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CAPÍTULO 1

1. DOLOR DE ESPECTÁCULO

"Y de repente el toro miró hacia mí. Con la inocencia de todos los animales reflejada en los ojos, pero también con una imploración. Era la querella contra la injusticia inexplicable, la súplica frente a la innecesaria

crueldad".

Antonio Gala

1.1. ORIGEN DE LA TAUROMAQUIA

Desde la prehistoria paleolítica, el ser humano ha cazado toros. De este hecho, conservamos variedad de pinturas rupestres. El toro salvaje, el bos primigenius taurus, fue domesticado en el período neolítico. Era utilizado como animal de tiro para el arado en las actividades agrícolas y, en menor medida, como recurso cárnico. Desde nuestras raíces prehistóricas, este animal ha sido dotado de una compleja simbología. Este rumiante, en diferentes civilizaciones y culturas, ha simbolizado la fuerza, la virilidad, la capacidad para engendrar, la fertilidad, la deidad protectora de la agricultura etc...

En los últimos y decadentes años del Imperio Romano, tenemos documentadas las primeras noticias sobre la participación de toros en espectáculos, cuya finalidad era ofrecer violencia gratuita. Estas prácticas eran llamadas venerationes, luchas en que animales luchaban contra otros animales, hombres luchaban contra animales o hombres y mujeres eran lanzados a las fieras como castigo deshonroso, ya sus muertes, se convertían en una diversión para el pueblo. Estos espectáculos duraban horas y se ofrecían en diversas modalidades.

Julio César fue quien introdujo los toros de Hispania en las venerationes que se organizaban en el Coliseo de Roma. Un conocido matador de toros fue un tal Karpóforo. Ovidio describe que usaba una tela roja para llamar la atención del

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animal para que embistiera y luego lo mataba armado con una espada y un escudo. La mayoría de estos luchadores, llamados bestiarrii, eran condenados, prisioneros de guerra, desertores del ejército, esclavos condenados o voluntarios de clase humilde, los cuales se sentían atraídos por la posibilidad de dejar su condición de miserables, ya que los combatientes que conseguían salir vivos de las fieras, eran aclamados por el pueblo y gozaban de una gran popularidad.

Organizar estos espectáculos conllevaba grandes costes económicos, en los que participaba muchísima gente. Desde los cazadores que organizaban expediciones para capturar animales salvajes, hasta los encargados de hacer publicidad del evento.

La finalidad política que perseguía toda esta faena era entretener al pueblo, y en especial, a la gran masa de desocupados que había en el imperio decadente, que incluso llegaron a ser mantenidos por el propio Estado. De esta manera, se evitaban manifestaciones para reclamar derechos políticos, el reparto más justo de la propiedad y los disturbios en la ciudad. Al emperador Nerón le encantaba bajar a la arena de Coliseo a exhibirse matando leones. El historiador Suetónio nos cuenta que antes tomaba la precaución de limarles las uñas y los dientes, y debilitarles sin darles ni agua ni comida y con alguna sustancia aturdidora. El pueblo, que ignoraba tales trampas, aclamaba a su emperador porqué podía matar leones desarmado, como si nada. Esta política se conoce como el pan y circo (panem et circenses).

En la Hispania romana, también existían anfiteatros y circos, como los de Mérida, Tarragona, Itálica o Satelices. En la capital de cada provincia se organizaban venationes como las de Roma, según sus posibilidades y recursos. En 206 a.C, bajo el dominio de Roma, llegó a la Península Ibérica, el culto a Mitra. Entre los ritos ceremoniales a este dios, existía uno en que se sacrificaba a un toro con un puñal y se bautizaba al fiel con su sangre. Cuando Roma cayó, se formaron diversos reinos independientes. En Hispania se formó el reino godo. Este cayó bajo la conquista de los árabes, que empezó en 711. En 722, con la victoria cristiana en la Batalla de Covadonga, y en 732, con la victoria en la Batalla de Poitiers, empezó la Reconquista, y la formación de nuevos reinos cristianos.

Durante el período de formación de los reinos cristianos, el primer espectáculo taurino formalizado que conocemos tuvo lugar en León, en 815, aún bajo dominio árabe, aunque sus organizadores eran cristianos. El primer anuncio público de una corrida, del cual tenemos constancia, es el motivo de la celebración de la boda del infante Sancho de Estrada en 1080. También hubo una corrida en 1107 para celebrar la boda de un tal Blasco Muñoz, en la localidad de Varea (Logroño). Para celebrar la coronación de Alfonso VII

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(1133), se corrieron varios toros, y en León en 1140, se festejó de la misma manera la boda de su hija.

La tradición de correr a los toros (esta es la forma que desde el siglo XIII encontramos en los documentos para referir-se a estas matanzas) se ejecutaba para festejar bodas, coronaciones, bautizos, victorias en batallas, homenajes fúnebres, canonización de santos etc... Cualquier ocasión daba lugar a correr toros. Este entretenimiento, solía ser practicado a caballo por la nobleza e imitado a pie por el pueblo llano. En sitios como en la Plaza Mayor de Valladolid y a partir de 1619 en la de Madrid o en el parque de Buen Retiro, se solían practicar torneos medievales donde caballeros se enfrentaban entre sí, y más tarde, se soltaban toros que si embestían eran atacados y muertos con lanzas o eran perseguidos por una cuadrilla de jinetes que les clavaban lanzas (juegos de toros y cañas). En estos torneos, cuya finalidad era embrutecer al pueblo, se valoraba el toreo a caballo, que por definición era como lo realizaban los aristocráticos. La acción auxiliar que podían hacer los plebeyos para llamar la atención al toro, no merecía ninguna mención por parte de los cronistas oficiales. Cabe tener en cuenta, que en todos estos espectáculos medievales, se mataban toros, pero también se perdían muchas vidas humanas.

En la Edad Moderna, empiezan aparecer las críticas más severas contra esta práctica tan abominable. Las críticas se basan, sobretodo, debido a la gran cantidad de muertes humanas que provocaban. Estas muertes, no eran solamente a causa de las embestidas de toros, torear generaba peleas entre hombres, que acababan clavándose las lanzas entre ellos, así, como muertes debidas a avalanchas para asistir y poder ver de cerca tales espectáculos.

En 1567, el Papa Pio V emitió la bula De Salutatis Gregis Domici, en la cual prohibía los espectáculos taurinos, al ser calificados como cosa del Demonio, ajena a lo cristiano, debido a la gran cantidad de muertos, heridos y lisiados que provocan. La Iglesia amenazaba con excomulgar a los que desobedecieran al papa y en no enterrar en tierra sagrada a los que murieran en estas prácticas. Sin embargo, se hizo caso omiso de esta orden papal, y por desgracia, su vigencia doró poco. El Papa sucesor, Gregorio XIII, con la bula Nuper Siquidem, en 1575, consentía de nuevo correr a los toros, ya que según le había informado el rey Felipe II, correr a los toros era tan beneficioso para sus reinos. En realidad esto no era así, todo esto era debido a su propio vicio y a las presiones que recibía por parte de la corte. El poeta Francisco de Quevedo en su epístola Contra las costumbres presentes de los castellanos, dirigida al Conde-Duque Olivares, se muestra crítico contra la crueldad infligida al animal y porqué estas matanzas descontroladas, tenían consecuencias nefastas para la agricultura.

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En 1700, llegó a España la dinastía borbónica, con el rey Felipe V. En motivo de su llegada, se festejó corriendo a varios toros. Felipe V, procedente de una corte parisina mucho más avanzada y refinada que la castellana, consideró el espectáculo una fiesta bárbara, cruel y de mal gusto, que sólo daba mal ejemplo al pueblo. La nobleza castellana pudo acceder a unos nuevos usos y costumbres traídos por Felipe V, y de esta manera, los nobles abandonaron el toreo, considerado una costumbre castiza y medieval, y adoptó un comportamiento aburguesado y más refinado.

Entonces, la plebe continuó la fiesta a su manera, casi siempre sin caballos, ya que resultaba un animal demasiado costoso para esas gentes. A partir de este momento empezó a configurarse el toreo como hoy lo conocemos, en que el protagonista es un hombre que torea a pie. Aunque la dinastía real intentó terminar con estas prácticas, tuvo que ceder y permitirlas debido al fuerte arraigo entre los españoles. Es durante el reinado de Carlos III (1759-1788) cuando se empiezan a construir las plazas de toros, cuyo antecedente arquitectónico es el anfiteatro romano. No todos los españoles veían con buenos ojos este desarrollo de la tauromaquia, sobre todo a partir de la construcción de las primeras plazas, las de Ronda, Sevilla, El liberal José Picón en su obra Pan y Toros alude, directamente, al carácter embrutecedor que tení-a el circo romano, ya que veía en esta actitud taurina una forma de alejar al pueblo de la cultura cívica y de la política.

El cartel de toros más antiguo que conocemos data de 1763, para promocionar la inauguración de la temporada en Sevilla. En 1771 murió, cogido por el toro en la plaza, el primer torero de fama, cuyo nombre conocemos: José Cándido.

El inventor de la corrida moderna fue Joaquín Rodríguez Costillares (1743-1800), empleado del matadero de Sevilla, como toda su familia. Organizó las cuadrillas de toreros, los tercios de la lidia, el toreo de capa y la verónica, mejoró el uso de la muleta para que se clavara mejor en las carnes, inventó la estocada y el volapié, así como modificó el traje de torear.

El primer tratado de tauromaquia fue escrito en 1796, por José Delgado Guerra, un discípulo de Costillares.

Cuando llega el siglo XIX, en toda Europa han empezado a erradicarse las costumbres en que se maltratan animales para entretener. Sin embargo, en España empieza un nefasto siglo taurino. Ahora, el torero que ha hecho fama entre el pueblo, es recibido en las cortes del rey como un héroe. El rey Fernando VII, el último rey absolutista, cerró la Universidad y abrió las escuelas de tauromaquia, desde donde se promocionó la tauromaquia que hoy conocemos. Cabe decir, que la tortura pública de animales humanos (brujas, herejes, delincuentes, etc...) y no humanos era corriente en toda Europa hasta

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el siglo XVIII, y en el XIX, se suprimieron. Por poner un ejemplo paralelo en Inglaterra eran frecuentes los bull-baitings, peleas entre perros y toros o mutilación de toros por seres humanos. Estas prácticas fueron prohibidas en 1824 y el mismo año se fundó The Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals. Inglaterra fue la cuna de la Ilustración, movimiento que en España casi no existió. La Ilustración no fue tan sólo un movimiento político e intelectual, fue también un movimiento moral. Los ilustrados siempre se opusieron a la tortura pública, como cosa degradante y embrutecedora, tanto infligida a personas como a animales.

El siglo XIX tiene innumerables ejemplos de lo que conllevaba la barbarie taurina. La ciudad taurina por excelencia, en aquel momento, fue Barcelona, esta ha sido la única ciudad del Mundo en toda la Historia que ha mantenido tres plazas de toros activas a la vez. Hay que tener en cuenta, que Barcelona deviene taurinísima paralelamente a su proceso industrialización. Barcelona fue el motor industrial de la España del XIX, por lo tanto, es donde vivían la mayorí-a de obreros. Las condiciones de vida de la clase obrera española del XIX, estaban entre las peores de Europa. Sólo en Rusia, la esperanza de vida era más baja que en España. Las vidas de los hombres y mujeres de aquel entonces eran bastante frustrantes. En las fábricas se trabajan unas catorce horas, las viviendas de los trabajadores no reunían las mínimas condiciones de salubridad, en la ciudad industrial se podía encontrar trabajo pero también la pobreza se hacía más visible y no se encontraba mejor calidad de vida, podía ser el escenario de las peores degradaciones. Como métodos de evasión se consumían grandes cantidades de alcohol y se iba a los toros. En 1835, en la plaza de la Barceloneta, El Toril, salieron seis toros mansos, es decir, que no embestían y destripaban a los caballos. El público indignado por la mala calidad de la corrida, salió a la calle arrastrando un toro y se fue a quemar conventos e iglesias, con lo cual, gran cantidad de patrimonio artístico y documentos históricos de la ciudad, se hicieron humo. Si el toro era manso, y no cumplía las expectativas del público con ganas de ver sangre, se le clavaban banderillas de fuego con pólvora, con lo cual se le causaba todavía más sufrimiento. Esta práctica se prohibió en el siglo XX, durante la dictadura de Primo de Rivera. Todavía, a principios del siglo XX, la bravura de las reses se medía con el número de caballos que el toro destripaba, los cuerpos de los cuales no se retiraban de la plaza, sino que allí permanecían, como parte del espectáculo. Caballos muertos y agonizando destripados, era el reclamo del público, siempre irascible, que lanzaba al coso todo tipo de objetos y animales, práctica que se prohibió, para garantizar la seguridad del torero.

1.2. RECUENTO HISTÓRICO DE LAS CORRIDAS COMO TRADICIÓN EN LA CULTURA COLOMBIANA, Y ESPECIALMENTE EN LA CAPITAL

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Si existe una tradición ligada a la historia de la nación colombiana, es precisamente la de las corridas de toros, lejos de ser una fiesta de élites, como hoy erróneamente se quiere hacer ver, la fiesta de la tauromaquia, en el contexto colombiano ha estado ligada a las fiestas populares tanto en las grandes ciudades como en la provincia. Para poder argumentar la tesis de las corridas de toros como elemento estructural de la nación, es importante poner de presente, que estas han estado presentes desde la misma fundación de la incipiente nación colombiana –independiente de España– en el caso en concreto se tomará como ejemplo la capital, al respecto señala Tavera Aya:

“Tan sólo nueve días después del 20 de julio de 1810, día de la Independencia, se celebró la primera corrida republicana. En efecto, el día 29 hubo misa de

gracias con gran solemnidad y en la tarde corrida de toros con mucha alegría y regocijo. Con motivo de la instalación del Congreso, en la tarde de los días 23,

24 y 25 también hubo toros, que fueron breves, y en la noche iluminación. (1995).”

Pero no solo el grito de Independencia fue celebrado por medio de la celebración de espectáculos taurinos, su conmemoración, y luego la gesta independentista de Bolívar también llevarían consigo tardes de toros, tal como la cuenta el texto de Fernando Tavera Aya:

“Finalizando el año de 1811, el 24 de diciembre, tuvo lugar la elección de presidente del Estado en propiedad, designación que recayó en Antonio

Nariño, quien de paso diremos era muy aficionado a los toros. Al día siguiente, de pascua, se lidiaron toros magníficos, función que se repitió el día 27

amenizada por la banda de sargentos y cabos de Milicias. El advenimiento de 1812 fue celebrado con gran pompa: casi todos los habitantes de la ciudad

salieron con máscaras de variadísimos y muy curiosas invenciones. Los enmascarados se reunieron y en gran comparsa, unos a pie y otros a caballo, fueron a correr toros por las calles como era la costumbre. El 21 de enero de

1815 Simón Bolívar se hizo cargo del ejército patriota y a pesar de que los bogotanos no estaban muy contentos, el día 22, que fue domingo, se celebró un gran festejo taurino, destacándose los jinetes sabaneros que competían

valerosamente con los osados toreadores de a pie. Después de gran inquietud en la ciudad, el 26 de mayo de 1816 entró el pacificador Pablo Morillo, y su

presencia en Santafé increíblemente fue celebrada con una corrida de toros en su honor, el día 30, con la que festejaban su cumpleaños. Durante el tiempo que Morillo estuvo en Bogotá se jugaron muy pocos toros. […] Después de la

Batalla de Boyacá, el 7 de agosto de 1819, se reanudó la tradicional costumbre de celebrar los acontecimientos importantes, tanto en el orden civil como en el religioso, con corridas de toros. En estos festejos prevalecía nutrida asistencia ya que indudablemente eran el espectáculo preferido. Las fiestas se iniciaban en la parroquia Las Nieves, continuaban en Santa Bárbara y terminaban en San Victorino, para lo cual se aprovechaba la plazoleta del mismo nombre,

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hasta que por orden del gobierno se implantó la costumbre, a partir de 1846, de celebrar el 20 de Julio como aniversario de la proclamación de la

Independencia en la Plaza Mayor, hoy Plaza de Bolívar. (1992).”2

Pero la historia del toreo, y las celebraciones populares en la capital colombiana no se limitaron a los primeros años de la independencia, de hecho “solamente hasta el año de 1890, llegan a Santafé las verdaderas corridas de toros, organizadas con toreros profesionales y a la usanza española, vistiendo sus vistosos trajes de luces, con cuadrillas organizadas de banderilleros subalternos” (Tavera Ayala, 1995),

Si se continúan revisando los registros históricos se encontrará que hechos como el final de la Guerra de los mil días también fue celebrado con espectáculos taurinos, es decir, este oficio llegado de España, se incorporó a la vida nacional con la misma profundidad que lo hicieran el lenguaje y la religión legada por los conquistadores. Para cerrar este breve recuento histórico, que no tiene otro fin, que ilustrar los antecedentes a las discusiones que hoy se dan desde lo jurídico en torno al tema taurino en la capital de Colombia, y que de una u otra forma se ha extendido a lo largo del país, valdrá la pena recordar que:

“Entre 1890, cuando se construyó la Plaza de La Bomba, y 1931 cuando se erigió la Plaza de Toros Santa María, funcionaron en la capital diecinueve

plazas de toros más o menos estables en distintos sectores de la ciudad. Pero fue en febrero de 1931 cuando se cumplió el gran anhelo de don Ignacio Sanz

de Santa María de entregar a la afición de Bogotá una gran plaza de toros, además de cristalizar la mayor aspiración de su vida, la fundación de una ganadería de casta española en la sabana de Bogotá, lo que consiguió

plenamente. La corrida inaugural, que presidió el presidente Enrique Olaya Herrera, no contó con el éxito esperado, lo que sí aconteció durante las once

corridas restantes de la temporada inaugural.[…]” (Aya Tavera, 1995).

Es así como del recuento histórico brevemente planteado se puede señalar que lejos de hacerse una ruptura con el factor cultural de las corridas de toros, en la independiente República, las gentes, tanto de las élites que gobernaban, como el pueblo que disfrutaba y hacía parte de los festejos, hicieron como parte de su propia cultura el legado taurino, el cual se estructura formalmente en el siglo XX con la aparición de las temporadas taurinas de las grandes ciudades (Manizales, Medellín, Cartagena de Indias, Cali y Bogotá), así como un sinnúmero de pueblos en donde sus fiestas patronales, como se haría en siglos anteriores, no eran concebidas sin las corridas de toros.3

2 Disponible en: http://www.oocities.org/mov_antitaurino/campanas/argumentos_toros/resena_historica/resena_historica_d.htm3 Disponible en: http://www.javeriana.edu.co/juridicas/pub_rev/univ_est/documents/6-REV.UNIVERSITAS-GARCIALATAUROMAQUIA.pdf

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1.3. LA TAUROMAQUÍA: ¿ARTE, CULTURA O DEPORTE?

La definición de deporte según la RAE: "actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas"; hasta aquí estaríamos de acuerdo. Pero, decir que el toreo es un deporte de competencia igualitaria entre dos rivales, es falso, pues esta condición no se cumple. Los sucesivos escándalos por el afeitamiento de los toros (cortar o limar la punta de los cuernos al toro para que su lidia resulte menos peligrosa) o las investigaciones que han dejado ver la manera en que los toros son preparados para la corrida en toriles; dejan mucho que desear a una afirmación como que el enfrentamiento se da entre dos rivales en iguales condiciones. Hoy una corrida de toros es un espectáculo de engaño y falsedad, donde los machos se enfrentan a un animal completamente minado en sus facultades físicas mediante el cansancio y el dolor.

El arte es un proceso de creación y construcción, que da vida, no la quita. Como interpretación de una representación mental, algunos autores han definido al toreo como seductor, en tanto niega lo absurdo y trágico de la muerte humana, trascendiendo y humillando la animalidad del toro. Para Hilda Salmerón, el toro le recuerda al hombre la angustia por lo limitado de su naturaleza animal, y se proyecta en una superioridad simulada ideando instrumentos de tortura y lidiando al toro con ellas a través de las diferentes suertes o lances de la corrida. Con ello, el torero representa la trascendencia a su propia condición mortal, a su propia condición animal. Sin embargo, lo que sucede no es el enfrentamiento de toro con torero, sino un animal contra el arsenal del torero. Éste destruye y aniquila, en búsqueda de la ansiada "inmortalidad" que consigue efímeramente bajo el disfraz de la fama, de salir por la puerta grande y de premiar al diestro a merced de las orejas y/o la cola de un pobre animal que ha sido el fantoche en la farsa. Este arte no construye ni da valor. Antes bien, destruye todo lo enaltecedor del arte para la vida humana.

En 1980, la UNESCO, máxima autoridad mundial en materia de cultura, emitió su opinión al respecto: "La tauromaquia es el malhadado y venal arte de torturar y matar animales en público y según unas reglas. Traumatiza a los niños y a los adultos sensibles. Agrava el estado de los neurópatas atraídos por estos espectáculos. Desnaturaliza la relación entre el hombre y el animal. En ello, constituye un desafío mayor a la moral, la educación, la ciencia y la cultura". La cultura entendida según la RAE como "conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc." sólo será constructiva y válida mientras apueste por dar valor al ser humano, transformarlo en un ser más sensible, más inteligente, y más civilizado. La crueldad que humilla -a humanos o animales- y destruye por el dolor jamás se podrá considerar cultura. Esas sólo serán costumbres odiosas contra el mundo y contra sí mismos. Aún así, la AIT (Asoc. Internacional de Tauromaquia) ha pedido a la Unesco que la

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tauromaquia sea considerada parte de los "Bienes Intangibles del Patrimonio de la Humanidad". Si la violencia, la crueldad y la barbarie son consideradas "Patrimonio de la Humanidad", esta petición será acogida.4

Es por todo esto que se puede concluir que las corridas de toros no tienen relación al concepto de Arte, Deporte y Cultura debido a los actos insensibles y crueles que se presentan en el “show”.

1.4. METODOLOGÍA

Los paradigmas que se llevaron a cabo en la investigación fueron:

1. El Hermenéutico: “Interpreta y comprende los motivos internos de la acción humana, mediante procesos libres no estructurados, sino sistematizados, que tiene su fuente en la filosofía humanista”

2. Critico-Social: “Comprensión de la totalidad social, así como la búsqueda de mejoras de la misma utilizando la crítica ideológica, es decir, pretende que los individuos analicen la realidad y se incorporen en la evolución de los valores para mejorar su calidad de vida y aprender de sus experiencias”.5

1.5. RESULTADOS

Encuestas realizadas a la población de Soacha frente a la problemática abordada.

1) ¿PARA USTÉD QUE ES LA TAUROMAQUIA

4 Disponible en: http://www.taringa.net/posts/info/4652395/Ni-arte-ni-cultura-esto-es-tortura.html5 Disponible en: http://javierdanilo.blogspot.com/search?updated-min=2013-01-01T00:00:00-08:00&updated-max=2014-01-01T00:00:00-08:00&max-results=50

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Según los resultados obtenidos de esta pregunta , podemos inferir que gran parte de las personas considera que la tauromaquia es un acto bélico aunque existen algunas que aseguran que este tipo de actividad es cultura .

2) ¿ Está usted a favor o en contra de las corridas de toros ?

La gran mayoría no apoya este espectáculo y está en contra de la tauromaquia , por eso de difiere que apoyaría la abolición de esta

3) ¿ ha sido participe de algún evento taurino ?

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Pocas, personas de Bogotá han participado en algún momento en su vida en un evento taurino

De los resultados obtenidos en la encuesta realizada en la ciudad de Bogotá podemos concluir que la gran mayoría asocia la tauromaquia con un acto bélico y está en oposición pero aun así no conoce mucho con respecto a este espectáculo, también, notamos que las personas que asocian la actividad taurina con cultura son personas que han asistido a una corrida de toros y además de ello que en este tipo de opiniones se derivan las que están de acuerdo y las que no opinan acerca de este tema.

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CAPÍTULO 2

“Ni como naturalista ni como biólogo puedo ser partidario de las corridas de toros. Los carnívoros matan porque no saben alimentarse de otro modo, matan porque lo necesitan para vivir. Es asombroso que exista un público que disfrute y sienta placer viendo como un hombre mata a un animal en la plaza de toros.

La mal llamada fiesta nacional es la máxima exaltación de la agresividad humana”.

Félix Rodríguez de la Fuente

2. LA TAUROMAQUÍA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Debido a la problemática que se ha presentado con la Tauromaquia en gran parte de la sociedad, los medios de comunicación influyen mayoritariamente en la información que se le brinda al espectador frente a esto. En casos comunes, las informaciones presentadas son manipuladas, ¿por qué?, basados en absurdos argumentos y paradigmas defensivos de índole cultural y artística que manejan con decisión y astucia y plasmar en el individuo una imagen de la “fiesta brava” como algo no tan importante.

En medios tales como lo son la televisión, se manifiesta el poco interés que se tiene frente a la problemática iniciando por el mismo gobierno que no escucha opiniones de los que están en contra de la actividad taurina, lo que se hace es aceptar la actividad con tal de atraer demanda y generar ganancia para su

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beneficio, ¿Y el de los toros?, pregunta que está en espera e incluso, que se acerca a ser guardada nuevamente, entonces, ¿Qué se espera de la sociedad si el mismo gobierno infunde en ignorar la actividad?

Otro medio son las redes sociales, en este caso hablaremos de la red social Facebook, en la cual se encuentran grupos en pro y contra de la actividad. Estos grupos organizan eventos tales como: Marchas, reuniones, conferencias etc… Esto ha sido algo relativamente efectivo debido a que gran parte de la sociedad Colombiana ha tomado conciencia sobre los derechos de los animales, en este caso, El toro.

2.1. RESULTADOS

-ANÁLISIS DE DISCURSO:

Se realizó este método en las redes sociales de Twitter y Facebook en páginas anti taurinas y taurinas.

Esta imagen fue extraída de la red social Twitter donde se puede evidenciar el maltrato realizado hacia el toro, la indignación de la persona que la publicó y se da una definición de Tauromaquia; “#Tauromaquia es CRUELDAD”.

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Esta imagen fue sacada de Twitter, en la que se observa una figura de un toro hecha con velas en la ciudad de Manizales como significado de dignidad y respeto a la vida del toro. Un antitaurino felicita la acción de los ciudadanos y manifiesta con signos de exclamación; “¡No a #ManizalesTaurina!”.

Imagen extraída de la página en Twitter del noticiero MVS (Bogotá) En donde se observa personas en contra y a favor de la actividad taurina situadas en la Plaza de Bolívar en manifestación tras el fallo del Alcalde de Bogotá Gustavo Petro sobre la prohibición de las corridas de toros en la Plazoleta de Toros La Santamaría en Bogotá.

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Imagen que manifiesta que personas a favor de la fiesta taurina afirman que las corridas de toros son patrimonio cultural en Colombia. Esto da a entender que el significado de cultura y arte es muy distinto al que se conoce comúnmente, sin tener en cuenta los derechos del toro.

Imagen extraída del Periódico Universal de Colombia, en la que se evidencia al procurador Alejandro Ordoñez que dice en palabras textuales “Espero ir en enero a la Santamaría” quien da a entender que fue una de las personas que apoyó el fallo de las corridas de toros en Bogotá y que espera con ansias ir a ver un espectáculo en la Plazoleta de Toros el próximo año.

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Imagen extraída de la red social Facebook, un grupo antitaurino de Bogotá en la que se convoca a la comunidad a firmar por un referendo que protege y acolita los derechos y la dignidad del toro, en la que hay un límite de firmas para que se cumpla con éxito el referendo solicitado.

CONCLUSIONES

Se puede concluir que en el Capítulo 1 Con paso lento, pero seguro, los colectivos que se oponen a la lidia de toros han ido ganando espacios en objetivos de defensa contra la crueldad y tortura a que son sometidos los ejemplares taurinos en la corrida de toros. Las corridas de toros, en su sentido moderno, nacen en España en el siglo XVIII y desde entonces han despertado críticas y desatado polémicas entre seguidores y detractores. Los argumentos han ido cambiando a lo largo del tiempo, según el momento histórico, y ha tenido para uno y otro bando justificaciones muy variadas: religiosas, morales, económicas, estéticas, políticas y culturales entre otras. En virtud de ello, se han expedido leyes y sentencias de la Corte Constitucional que al día de hoy protegen el espectáculo taurino como manifestación cultural de la nación. En el Capítulo 2 se puede concluir que la información que se transmite a los espectadores en su mayoría de casos es manipulada por entidades de comunicación masiva para dar una imagen distinta sobre lo que en realidad pasa en una plazoleta de toros, todo a conveniencia económica y turística.

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APARTADO DE EDUCACIÓN

En nuestro proyecto de investigación, la Tauromaquia es una problemática que abarca temas tanto morales como sociales. Mientras se realizó el campo de investigación externo por medio de encuestas hacia la comunidad del municipio de Soacha, se pudo evidencia el poco interés que se tiene frente a esto y el poco conocimiento sobre dicha problemática. Nuestros derechos empiezan donde comienzan los derechos de los demás.

Por otra parte, los medios de comunicación influyen mucho debido a que se presenta una información en la que se da a entender el poco interés que se tiene por la integridad del toro y que el Gobierno no tiene en cuenta las opiniones de las personas que están en contra de dicho acto macabro, pero en este país como urge la necesidad de avanzar económicamente, es más importante realizar ferias y fiestas para atraer turismo que la humillación y la agresión pública que se le hace a un animal.

Este proyecto busca promover en el espectador conciencia sobre las corridas de toros y la fiesta brava en la que se atenta contra la vida de un animal por atraer turismo, también que el espectador analice la información que se

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presenta en los medios de comunicación debido a que los derechos de los animales pasan a un segundo plano.

APERTURA INVESTIGATIVA

Otro enfoque que se le puede dar a este proyecto sobre la vida de los animales en los zoológicos, que cuidados tienen, alimentación, enfermedades, higiene y trato de las personas hacia los animales tanto cuidadores como visitantes.

Se realizaría la investigación en zoológicos Santa Cruz (San Antonio del Tequendama) y El zoológico del parque Jaime Duque (Briceño-Sopo Cundinamarca) Y se tendrán en cuenta los aspectos mencionados anteriormente. Además, se le preguntará a la comunidad que opinan sobre los zoológicos, a las personas encargadas de los zoológicos su sentimiento al tener como responsabilidad un animal y que tanto amor tiene por su vocación.

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BIBLIOGRAFÍA

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• Disponible en: http://somostaurinos.com/index.php?doc=defensa Un poco de Toros. Defensa de la fiesta brava.

• Disponible en: http://www.taringa.net/posts/info/4652395/Ni-arte-ni-cultura-esto-es-tortura.html Ni arte ni cultura, esto es tortura.Taringa.net

• Disponible en: http://www.elespectador.com/opinion/cinco-patas-de-tauromaquia-columna-514538 Periódico El Espectador. catalina ruiz navarro. 3 sep 2014

• Disponible en: http://www.animanaturalis.org/840 Octubre 1/2014

• Disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/TauromaquiaAntonio J. Albardonedo Freire, La Génesis de la Tauromaquia Moderna: la Presidencia de la Autoridad y la Construcción de Tribunas, en Laboratorio de Arte. 2005

• Disponible en: http://www.escritoresyperiodistas.com/NUMERO56/mario.htm La Hojarasca. Septiembre 15/2014.

• Disponible en: http://www.lafm.com.co/audios/agudo-debate-por-tauromaquia-166923 Rcn radio. Agosto 25/2014. Vicky Dávila

• Disponible en: http://portaltaurino.net/criticos/pizarroso.htm PortalTaurino. Viernes, 18 de enero´2001. Alejandro Pizarroso