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EL MEJOR REGALO DEL MUNDO Había una vez dos niñas llamadas Patricia y Olivia. Patricia era alta, con un pelo castaño precioso y unos ojos azules como el mar. Olivia también era alta, con un pelo rubio igual de largo que su hermana y unos ojos verdes esmeralda que destacaban. Vivían en un piso en una urbanización que tenía parque, piscina y jacuzzi y pista de tenis. Un día volvían del colegio, era el último día y aún no tenían la carta de Navidad escrita. Sus padres las llevaron a varias tiendas de juguetes para coger catálogos. Llegaron a su casa y decidieron bajar al parque. Allí se encontraron con su vecina Duna, esta les preguntó: -¿Qué habéis pedido para Navidad? Las hermanas contestaron a la vez: -Aún nada, lo único que queremos es un hermano más. Duna les invitó a pasar a su casa. Allí empezaron a charlar y se pusieron a merendar. Más tarde se fueron a su casa y echaron un vistazo a los nuevos catálogos. Después pusieron el árbol de Navidad lo decoraron pensando aún en sus regalos. Se fueron a dormir. Al día siguiente era Nochebuena. Estaban felices y decepcionadas porque aún no tenían la carta de Navidad escrita. Al día siguiente pusieron en la carta de Navidad que querían un hermano aunque pensaban que iba a ser una tontería. Más tarde desayunaron, se ducharon se vistieron y se fueron a comprar la cena. En la puerta del supermercado encontraron a un hombre y a una niña pequeña pidiendo dinero ellas se compadecieron. Después se hizo la hora de comer y fueron a comer a casa de sus abuelos. Sus padres aprovecharon de que estaba toda su familia para contarles una noticia, dijeron: -¡Vamos a tener un bebé! Las niñas no se lo podían creer, era el mejor regalo del mundo, fueron corriendo a darle un abrazo a su madre y luego se quedaron pensando en la niña y el padre que había en el supermercado. Cogieron unos cuántos juguetes y un poco de dinero y lo llevaron a la puerta del supermercado donde se encontraban el padre y la hija. Al llegar al supermercado les dieron el dinero y los juguetes, se llevaron una gran alegría el hombre les dijo: -¡Es el mejor regalo del mundo! Muchísimas gracias. Las niñas regresaron a su casa y muy contentas de haber hecho una buena obra, cenaron y pusieron en la carta cosas para su hermano.

El mejor regalo del mundo

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Page 1: El mejor regalo del mundo

EL MEJOR REGALO DEL MUNDO Había una vez dos niñas llamadas Patricia y Olivia. Patricia era alta, con un pelo castaño precioso y unos ojos azules como el mar. Olivia también era alta, con un pelo rubio igual de largo que su hermana y unos ojos verdes esmeralda que destacaban. Vivían en un piso en una urbanización que tenía parque, piscina y jacuzzi y pista de tenis. Un día volvían del colegio, era el último día y aún no tenían la carta de Navidad escrita. Sus padres las llevaron a varias tiendas de juguetes para coger catálogos. Llegaron a su casa y decidieron bajar al parque. Allí se encontraron con su vecina Duna, esta les preguntó: -¿Qué habéis pedido para Navidad? Las hermanas contestaron a la vez: -Aún nada, lo único que queremos es un hermano más. Duna les invitó a pasar a su casa. Allí empezaron a charlar y se pusieron a merendar. Más tarde se fueron a su casa y echaron un vistazo a los nuevos catálogos. Después pusieron el árbol de Navidad lo decoraron pensando aún en sus regalos. Se fueron a dormir. Al día siguiente era Nochebuena. Estaban felices y decepcionadas porque aún no tenían la carta de Navidad escrita. Al día siguiente pusieron en la carta de Navidad que querían un hermano aunque pensaban que iba a ser una tontería. Más tarde desayunaron, se ducharon se vistieron y se fueron a comprar la cena. En la puerta del supermercado encontraron a un hombre y a una niña pequeña pidiendo dinero ellas se compadecieron. Después se hizo la hora de comer y fueron a comer a casa de sus abuelos. Sus padres aprovecharon de que estaba toda su familia para contarles una noticia, dijeron: -¡Vamos a tener un bebé! Las niñas no se lo podían creer, era el mejor regalo del mundo, fueron corriendo a darle un abrazo a su madre y luego se quedaron pensando en la niña y el padre que había en el supermercado. Cogieron unos cuántos juguetes y un poco de dinero y lo llevaron a la puerta del supermercado donde se encontraban el padre y la hija. Al llegar al supermercado les dieron el dinero y los juguetes, se llevaron una gran alegría el hombre les dijo: -¡Es el mejor regalo del mundo! Muchísimas gracias. Las niñas regresaron a su casa y muy contentas de haber hecho una buena obra, cenaron y pusieron en la carta cosas para su hermano.