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EL RENACIMIENTO EN ESPAÑA HISTORIA DEL ARTE 2º BACHILLERATO

El Renacimiento en España

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Presentación en imágenes sobre la arquitectura, escultura y pintura renacentistas en España.

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Page 1: El Renacimiento en España

EL RENACIMIENTO EN ESPAÑA

HISTORIA DEL ARTE 2º BACHILLERATO

Page 2: El Renacimiento en España

1. INTRODUCCIÓN

En España no podemos hablar de Renacimiento hasta el siglo XVI. Hay que subrayar la pervivencia de la tradición medieval, debido al arraigo de las formas góticas y mudéjares y a la situación social y religiosa, poco propicia a la apertura hacia las ideas renacentistas. La unificación religiosa, tras la conquista de Granada y la expulsión de los judíos, reforzó la influencia de la Iglesia española que se convirtió en el mayor comitente de obras artísticas. Los monarcas fomentaban la creación como instrumento de propaganda al servicio de la monarquía. La mayoría de la nobleza era cortesana y terrateniente y estaba influida por los gustos de los monarcas. Solo algunas familias nobiliarias como los Mendoza actuaron de mecenas, importando obras de Italia o patrocinando a artistas que incorporaban la nueva estética.

Page 3: El Renacimiento en España

1. INTRODUCCIÓN

El contexto histórico del s. XVI español coincide con el final

del reinado de los Reyes Católicos, el Imperio de Carlos V y la

Monarquía de Felipe II. Carlos V reunió en sus manos los

territorios de la monarquía española, heredados de los Reyes

Católicos, junto con el patrimonio que recibió en Europa por

ser duque de Borgoña y archiduque de Austria. Durante su

reinado también se conquistó y colonizó gran parte del

territorio americano. Intereses americanos y europeos fueron

los dos polos en que se desenvuelve la política española de

esta época. Ambos aspectos tuvieron consecuencias en el arte,

como la recepción de la influencia italiana, por una parte y, por

otra, el trasvase de formas artísticas a tierras americanas.

Page 4: El Renacimiento en España

1. INTRODUCCIÓN

Con Felipe II, cuyo reinado abarca casi toda la segunda

mitad del siglo, la monarquía hispánica se convirtió en

campeona del catolicismo. La defensa de los principios del

Concilio de Trento y de la pureza religiosa, promovidos

desde la corona, se convirtió en objetivo prioritario de la

cultura española.

Page 5: El Renacimiento en España

2. ARQUITECTURA

Los primeros brotes de arquitectura renacentista

surgieron en España en los últimos años del reinado de

los Reyes Católicos, bajo el patronazgo de los Mendoza.

El arquitecto de esta familia e introductor del

Renacimiento en España fue Lorenzo Vázquez, formado

en Italia. Es autor de la Portada del Colegio de Santa

Cruz, en Valladolid, en que emplea balaustres y

paramentos almohadillados.

Page 6: El Renacimiento en España

Colegio de la Santa Cruz de Valladolid, de

Lorenzo Vázquez

Tiene la fachada

decorada con

sillares

almohadillados,

arcos de medio

punto,

entablamento,

motivos

heráldicos y

remate en

balaustrada.

Page 7: El Renacimiento en España

Colegio de la Santa Cruz de Valladolid, de

Lorenzo Vázquez

Esta obra, fundación de un hombre muy

poderoso, el cardenal Mendoza (“el tercer

rey de España”), hay que enmarcarla en el

conjunto de edificios que se elevan en las

ciudades universitarias: Valladolid, Alcalá de

Henares y Salamanca.

En la fachada del colegio de Santa Cruz se

plasma la arquitectura del primer

renacimiento español, con una

ornamentación de claro estilo italiano. Las

formas arquitectónicas de la fachada definen

los elementos más importantes del

renacimiento español:

1. Puerta con arco semicircular.

2. Columnas y pilastras flanquean la puerta

de entrada.

3. Entablamento rematado en frontón.

4. Uso del almohadillado.

Page 8: El Renacimiento en España

Palacio de Medinaceli en Cogolludo, de

Lorenzo Vázquez

Su fachada es almohadillada rematada con una cornisa, tiene dos cuerpos y diversas

ventanas flanqueadas por columnillas y rematadas con una cornisa de decoración

plateresca. La puerta de entrada es adintelada, con un frontón semicircular sobre el

que se encuentra el escudo de los marqueses de Cogolludo entre dos tallas de ángeles.

Hay una clara reminiscencia de lo gótico

Page 9: El Renacimiento en España

2. ARQUITECTURA

A lo largo del siglo XVI se suele aludir a tres

modalidades o etapas arquitectónicas. Es una división

de carácter didáctico, ya que la caracterización no es tan

clara y, en ocasiones, las etapas se solapan.

Page 10: El Renacimiento en España

2.1. Plateresco (1500-1530)

El término proviene del escritor Ortiz de Zúñiga (s. XVII) que

comparaba la menuda decoración arquitectónica con la labor

de los plateros. No representó un corte radical con el arte de

los Reyes Católicos sino que por el contrario las estructuras

arquitectónicas siguieron siendo góticas. Lo más característico

del Plateresco es el predominio de la decoración para la

que empleaban elementos renacentistas como pilastras,

grutescos, acantos, amorcillos, medallones, veneras, columnas

abalaustradas, etc. Seguían usando, también, algunos motivos de

la tradición gótica hispano flamenco, como los temas

heráldicos o las estatuas en hornacinas. En los primeros

tiempos la talla era fina, plana y detallista; con el paso de los

años se hizo más abultada y plástica.

Page 11: El Renacimiento en España

2.1. Plateresco (1500-1530)

En la etapa plateresca fue muy importante la

arquitectura religiosa, pero tuvo también un auge

notable la arquitectura civil, como consecuencia de la

integración de la nobleza en el mundo urbano. Sus

palacios tienen patio porticado, torres angulares, galerías

en el piso alto y, a veces balcón de esquina.

Page 12: El Renacimiento en España

2.1. Plateresco (1500-1530)

El principal foco del plateresco fue Salamanca. La obra

más conocida es la fachada de la Universidad, de autor

desconocido, que está concebida a modo de retablo,

delimitado por dos grandes pilastras y dividido en calles y

cuerpos. La decoración es muy variada, más detallista en

la zona inferior y más ruda en la parte alta. Otras obras

interesantes son la fachada de San Esteban, obra de

Juan de Álava, y el palacio de Monterrey. En Burgos

trabajó Diego de Siloé (Escalera dorada de la Catedral)

y en Toledo Covarrubias (Escalera del hospital de

Santa Cruz).

Page 13: El Renacimiento en España

Fachada de la Universidad de Salamanca

Page 14: El Renacimiento en España

Fachada de la Universidad de SalamancaEsculpida en el primer tercio del siglo

XVI, se divide en tres cuerpos por

encima de dos arcadas, en el primero

aparece un medallón con los Reyes

Católicos y una inscripción en griego,

en el central se encuentra el escudo

imperial de Carlos V, y en el superior

se halla la figura del Papa con dos

cardenales; se trata de una fachada muy

decorada, que recuerda a un retablo,

con calles y cuerpos, con medallones,

escudos, motivos heráldicos, remates

en crestería, decoración calada

imitando a una cresta, con elementos

ornamentales que imitan candelabros u

otros elementos constructivos,

arquitectónicos o simplemente

abstractos, con grutescos, etc.

Page 15: El Renacimiento en España

Fachada de la Universidad de Salamanca

Page 16: El Renacimiento en España

Fachada de la Universidad de Salamanca

Page 17: El Renacimiento en España

Fachada de la Universidad de Salamanca

Page 18: El Renacimiento en España

Fachada de la Iglesia de San Esteban de

Salamanca, de Álava

Page 19: El Renacimiento en España

Fachada de la Iglesia de San Esteban de

Salamanca, de Álava

Uno de los más bellos ejemplos

de plateresco, está concebida

como portada-retablo formando

un arco de triunfo bajo cuya

bóveda de medio cañón se

despliega la abundante

decoración característica del

estilo; en su centro se representa

el martirio de San Esteban y por

encima un Calvario.

Page 20: El Renacimiento en España

Fachada de la Iglesia de San Esteban de

Salamanca, de Álava

Page 21: El Renacimiento en España

Palacio de Monterrey de Salamanca, de Gil

de Hontañón

Page 22: El Renacimiento en España

Palacio de Monterrey de Salamanca, de Gil

de HontañónPrototipo del palacio

con torres y decoración

rica y suntuosa, erigido

por la gran nobleza;

consta de tres pisos con

molduras y rematado

por una típica galería de

crestería y arcadas

renacentistas con

medallones en las

enjutas; los balcones y

ventanas tienen

ornamentación

plateresca; en las

esquinas leones y

animales fantásticos

sostienen escudos de

armas.

Page 23: El Renacimiento en España

Escalera Dorada de Diego de SiloéEsculpida con una gran riqueza iconográfica,

motivos vegetales, animales fantásticos,

esfinges, bichas y otros animales que se

distribuyen a lo largo de los muros y arcos

de la escalera; destaca también por su

clasicismo y el aprovechamiento de tan

escaso espacio.

Page 24: El Renacimiento en España

Escalera Dorada de Diego de Siloé

Page 25: El Renacimiento en España

Equilibrio,

proporción

simetría

Tramo inicial con

Peldaños convexos

Bifurcación en

Tramos

tangenciales

Hornacinas

abovedadas

Enmarcadas con

dintel

(arcos de triunfo)

Barandilla con

grutescos

Y medallones con

bustos.

Bicromía

Supera el desnivel

Entre transepto y

puerta exterior

Escalera Dorada de Diego de Siloé

Page 26: El Renacimiento en España

Fachada Hospital de Santa Cruz en Toledo,

autor desconocido

Page 27: El Renacimiento en España

Escalera del Hospital de Santa Cruz, de

Covarrubias

Page 28: El Renacimiento en España

Escalera del Hospital de Santa Cruz, de

Covarrubias

Es de tres tramos, cubierta con artesonado y

revestida con compleja ornamentación, con

grutescos, heráldica, entre otros elementos.

Page 29: El Renacimiento en España

Fachada del Ayuntamiento de Sevilla, de

Diego de Riaño

Page 30: El Renacimiento en España

En conclusión, ¿qué es el plateresco?

Básicamente lo plateresco es el uso incontenible de los

elementos decorativos, que llegan a cubrir por entero las

superficies, creando una imagen como de bordado.

Page 31: El Renacimiento en España

En conclusión, ¿qué es el plateresco?

Destacan los siguientes elementos decorativos:

Columnas abalaustradas, medallones clásicos,

emblemas heráldicos, figuras humanas entrelazadas

con animales y tallos formando figuras fantásticas

(grutescos).

Es frecuente que los paramentos exteriores de los muros

estén almohadillados.

Se emplea el arco de medio punto, aunque con frecuencia se

recurre al arco carpanel de tradición gótica.

Page 32: El Renacimiento en España

En conclusión, ¿qué es el plateresco?

Destacan los siguientes elementos decorativos:

Las cubiertas de los edificios siguen siendo Bóvedas de

crucería, pero las naves se decoran con rosetas clásicas,

florones o medallones. También se emplean bóvedas de cañón

con casetones.

Los edificios se rematan, con frecuencia, con cresterías y

candelabros que equivalen, con motivos italianos, a las siluetas

erizadas y caladas de los edificios góticos.

En general las proporciones no son clásicas y algunos

elementos arquitectónicos se emplean con mucha libertad,

buscando más el efecto decorativo.

Page 33: El Renacimiento en España

2.2. Purismo (1530-1560)

En esta etapa se impone la austeridad y la claridad de las

formas arquitectónicas. La arquitectura se liberó de los

elementos góticos sustituidos por la bóveda de cañón, la

cúpula, el arco de medio punto y los órdenes clásicos. La

decoración se limita a algunas partes del edificio en torno

a los vanos y la portada. En los ejemplos más antiguos aún

encontramos elementos decorativos platerescos como

ocurre en la fachada de la universidad de Alcalá de

Henares, obra de Gil de Hontañón.

Page 34: El Renacimiento en España

Fachada de la Universidad de Alcalá de

Henares, de Gil de Hontañón

Page 35: El Renacimiento en España

Fachada de la Universidad de Alcalá de

Henares, de Gil de HontañónDe tres cuerpos

con gran número de

elementos

decorativos, frontón

con las armas

imperiales y galería

tradicionalmente

española; sus arcos

de medio punto, las

columnas corintias

adosadas y los

frontones

semicirculares en

los vanos suponen

una evolución hacia

normas de más

claridad y

clasicismo.

Page 36: El Renacimiento en España

2.2. Purismo (1530-1560)

El primer arquitecto propiamente purista fue Alonso de

Covarrubias, quien trabajó para el emperador Carlos V, en

Toledo, en la puerta de Bisagra y en el Alcázar un

edificio que influyó notablemente en la posterior

arquitectura palaciega y en El Escorial. Tiene planta

cuadrada, con un patio monumental y cuatro torres

angulares, señaladas en planta y culminadas con chapiteles.

Page 37: El Renacimiento en España

Puerta de Bisagra de Toledo, de Covarrubias

Puerta de acceso

a la ciudad de

Toledo en la

muralla, con la

entrada está

flanqueada por

dos torres y la

decoración, a

base de

frontones y

sillares

almohadillados,

está presidida

por un gran

escudo heráldico

del emperador.

Page 38: El Renacimiento en España

Patio del Hospital de la Santa Cruz de

Toledo, de Covarrubias

Page 39: El Renacimiento en España

Patio del Hospital de la Santa Cruz de

Toledo, de Covarrubias

Edificio en el que

intervienen desde

finales del siglo XV

varios maestros

isabelinos y

platerescos, pero

Covarrubias

impondrá una

mayor

monumentalidad y

sobriedad

decorativa, sobre

todo en sus

arquerías y

escaleras, típicas

renacentistas.

Page 40: El Renacimiento en España

Alcázar de Toledo, de Covarrubias

Page 41: El Renacimiento en España

Alcázar de Toledo, de Covarrubias

Page 42: El Renacimiento en España

Fachada del Alcázar de Toledo, de

Covarrubias

Page 43: El Renacimiento en España

Fachada del Alcázar de Toledo, de

Covarrubias

Edificio de fuerte geometrismo, con planta

cuadrada en torno a un patio central también

cuadrado con torres angulares; la fachada

muestra gran horizontalidad, con tres cuerpos,

que rematan en balaustrada; entre elementos

típicamente renacentistas, citamos los frontones

de las ventanas, los arcos de medio punto, los

sillares almohadillados, y la decoración con

escudos; el patio con columnas y arcos de medio

punto.

Page 44: El Renacimiento en España

2.2. Purismo (1530-1560)

En Granada destacaron Machuca y Siloé. Pedro Machuca,

influido por Bramante, fue autor del palacio de Carlos V

en la Alhambra, la obra más italiana del Renacimiento

español y, por ello, la más estrictamente purista. Llama la

atención, en un edificio que tiene planta cuadrangular y

masa prismática, el patio circular, que servía para

espectáculos; podemos considerar que es una

contradicción propia del Manierismo. El patio, con doble

altura de columnas toscanas y jónicas superpuestas,

destaca por la sobriedad arquitectónica. En la fachada, más

decorada, emplea el almohadillado.

Page 45: El Renacimiento en España

Palacio de Carlos V en Granada, de Pedro

Machuca

Page 46: El Renacimiento en España

Palacio de Carlos V en Granada, de Pedro

Machuca

Page 47: El Renacimiento en España

Palacio de Carlos V en Granada, de Pedro

Machuca

Page 48: El Renacimiento en España

Palacio de Carlos V en Granada, de Pedro

Machuca

Page 49: El Renacimiento en España

Palacio de Carlos V en Granada, de Pedro

Machuca

Page 50: El Renacimiento en España

Palacio de Carlos V en Granada, de Pedro

Machuca

Page 51: El Renacimiento en España

Palacio de Carlos V en Granada, de Pedro

Machuca

La fachada tiene dos

cuerpos, el inferior de

sillería almohadillada con

ventanas cuadradas y

circulares y el superior con

columnas adosadas y vanos

adintelados, todo el

conjunto remata en una

enorme cornisa; se utiliza la

superposición de órdenes,

tanto en el patio como en

el exterior, toscano en el

cuerpo inferior y jónico en

el superior.

Page 52: El Renacimiento en España

2.2. Purismo (1530-1560)

Diego de Siloé se encargó de las obras de la catedral de

Granada. Las había comenzado Enrique Egas en el solar

de la antigua mezquita mayor, con una planta gótica de

cinco naves y doble girola, que Siloé adaptó al estilo

renacentista. Para ello modificó la cabecera disponiendo

en la capilla mayor una cúpula sobre tambor, a modo de

rotonda, a la que se accede mediante arco de triunfo.

Mantuvo las naves previstas pero transformó los pilares

adosándoles columnas clásicas, con su correspondiente

entablamento, y aumentando la altura con otro tramo de

pilar superpuesto en que se apoyan los arcos de medio

punto.

Page 53: El Renacimiento en España

Catedral de Granada, de Diego de Siloé

Page 54: El Renacimiento en España

Catedral de Granada, de Diego de SiloéComenzada por Enrique Egas en estilo gótico, Siloé

tuvo que adaptarse al plano primitivo y buscar un

sistema moderno que se adaptara a sus elevadas

proporciones, una vez desechados los elementos

constructivos góticos, convirtiéndola finalmente en uno

de los edificios más destacados del estilo renacentista

español; destaca la organización de su cabecera, como

un enorme espacio central cubierto con una gran

cúpula, al modo de los edificios funerarios de la época

romana; en el sistema de alzados se pueden observar

referencias al arte de Filippo Brunelleschi con unos

grandes pilares sobre cuyos frentes se apoyan medias

columnas corintias, duplicando la altura de las naves

con un segundo cuerpo de soportes sobre el

entablamento del primero; sobresale también la

portada del Perdón, concebida a modo de un gran arco

de triunfo.

Page 55: El Renacimiento en España

Catedral de Granada, de Diego de Siloé

Page 56: El Renacimiento en España

Catedral de Granada, de Diego de Siloé

Page 57: El Renacimiento en España

Catedral de Málaga, de Diego de Siloé

Page 58: El Renacimiento en España

Catedral de Málaga, de Diego de Siloé

Page 59: El Renacimiento en España

Catedral de Málaga, de Diego de Siloé

Page 60: El Renacimiento en España

2.2. Purismo (1530-1560)

Es también importante Andrés de Vandelvira

(Catedral de Jaén).

Page 61: El Renacimiento en España

Catedral de Jaén, de Vandelvira

Page 62: El Renacimiento en España

Catedral de Jaén, de Vandelvira

Page 63: El Renacimiento en España

Catedral de Jaén, de Vandelvira

Page 64: El Renacimiento en España

San Salvador de Úbeda, de Vandelvira

Page 65: El Renacimiento en España

San Salvador de Úbeda, de VandelviraCapilla funeraria que comenzó a construirse

bajo la dirección de Diego Siloé, sustituido

cuatro años más tarde por Vandelvira, que

incorporó las portadas laterales y la sacristía,

Esteban Jamete desarrolló la fachada principal

del templo, con un mensaje escultórico alusivo a

la muerte, la gloria familiar, al honor y a Cristo

Salvador.

Page 66: El Renacimiento en España

Palacio de las Cadenas de Úbeda, de

Vandelvira

Muestra de la

arquitectura civil

del renacimiento

andaluz de gran

clasicismo y

originalidad;

destaca su

fachada, con

elementos

clásicos, como los

frontones, y

animada con

claraboyas

elípticas y

cariátides en el

piso superior.

Page 67: El Renacimiento en España

En conclusión, ¿qué es el purismo?

Esta corriente está mucho más atenta a las pautas constructivas que caracterizan la arquitectura italiana de la época.

Lo espacial y lo constructivo prevalecerán sobre lo decorativo.

Esta corriente es, en muchos casos, simultánea al Plateresco. Esto se ilustra con el hecho de que los mismos arquitectos realizan obras que siguen las pautas de ambos estilos.

Se imponen la columna clásica, los entablamentos y las cúpulas.

La decoración se reduce a los elementos arquitectónicos.

Page 68: El Renacimiento en España

2.3. Herreriano (1560-1600)

La arquitectura herreriana está ligada cronológicamente al

reinado de Felipe II, y estilísticamente a la personalidad de

Juan de Herrera. Se caracteriza por:

La simplicidad geométrica, que se manifiesta en los

volúmenes cúbicos, en la regularidad y monumentalidad de las

formas, en la sencillez arquitectónica, en las ventanas

adinteladas seriadas, las cubiertas de pizarra con buhardillas, los

chapiteles en las torres...

La sobriedad decorativa es absoluta con los paramentos

lisos y los vanos enmarcados por molduras planas. Únicamente

hay columnas de orden gigante y frontones en las fachadas,

bolas y pirámides sobre las cornisas y algunas estatuas.

Page 69: El Renacimiento en España

2.3. Herreriano (1560-1600)

El edificio arquetípico es el monasterio de San Lorenzo

de El Escorial, mandado construir por Felipe II para que

sirviera de panteón y residencia reales, además de templo,

monasterio y centro de estudios (biblioteca).

Conmemora el triunfo de las tropas españolas en San

Quintín, el día de san Lorenzo, por lo que su forma

recuerda una parrilla, el atributo del santo.

Page 70: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

de Juan de Herrera

Page 71: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

(planta), de Juan de Herrera

Page 72: El Renacimiento en España

2.3. Herreriano (1560-1600)

Para el diseño del edificio, Felipe II buscó un arquitecto

prestigioso. Juan Bautista de Toledo había trabajado junto

a Miguel Ángel en San Pedro. Concibió el proyecto como

un gigantesco edificio rectangular provisto de doce torres

(de la que sólo se harán seis), en el que destacaba

visualmente la iglesia sobre el resto. Las obras dieron

comienzo bajo su dirección en 1563.

Page 73: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

de Juan de Herrera

Page 74: El Renacimiento en España

2.3. Herreriano (1560-1600)

Cuatro años después murió Juan Bautista de Toledo y Juan

de Herrera se hizo cargo de la dirección de las obras

hasta la conclusión del edificio. Simplificó el juego de

volúmenes y elevó el exterior del edificio al doble de la

altura prevista, por lo que la iglesia resalta mucho menos.

Page 75: El Renacimiento en España

2.3. Herreriano (1560-1600)

La planta forma un gran cuadrilátero de 200 x 160 m,

con un eje central de simetría compuesto por el patio de

los Reyes, la iglesia y el palacio real (construido en

torno a la cabecera de la iglesia sobresaliendo del

rectángulo). A ambos lados, el edificio se organiza

alrededor de patios, de los que el más interesante es el

de los Evangelistas, en el área monástica. El rigor

geométrico de la planta queda de manifiesto, por ejemplo,

en que el perímetro puede inscribirse en una

circunferencia, y en que desde los extremos de la fachada

principal hasta el altar mayor puede trazarse un triángulo

equilátero.

Page 76: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

(planta), de Juan de Herrera

El monasterio construido entre

1563-1584 tiene una planta

rectangular y con cierto

simbolismo de parrilla, donde fue

martirizado San Lorenzo. La parte

central está rodeada por los

espacios destinados a convento, el

palacio y por la iglesia; en torno a

ésta se levantan varios patios que

presentan una disposición en

forma de cruz como los antiguos

hospitales góticos, delante de la

iglesia se encuentra el amplio patio

de los Reyes.

Page 77: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

(planta), de Juan de Herrera

Palacio de los

Borbones

Colegio

Patio de los

reyes

BibliotecaPatio de los

Evangelistas

Habitaciones

Felipe II

Panteón Salón del

trono

Page 78: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

Patio de los Reyes

Page 79: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

Patio de los Evangelistas

El patio de forma cuadrada, está

rodeado por dos órdenes de

arquerías de medio punto,

separadas entre sí por

columnas dóricas en el piso

inferior y jónicas en el superior.

Todo ello rematado por una

balaustrada de piedra

fragmentada por unos tramos

lisos y rematados por bolas de

granito.

Page 80: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

Patio de los Evangelistas

En el centro del cuadrado, se sitúa un

templete, inspirado en San Pietro in Montorio.

Como él, tiene planta circular y está dividido

en dos pisos por una balaustrada de piedra. En

la parte inferior se abren 4 puertas

enmarcadas por columnas dóricas alternadas

por superficies cóncavas horadadas por unas

hornacinas en las cuales aparecen las figuras

de los 4 evangelistas que dan nombre al patio.

Page 81: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

interior de la iglesia

El altar mayor está situado en alto sobre el

panteón real, quedando casi a igual altura que

el coro situado a los pies del templo. Todo la

arquitectura de la iglesia es austera.

Los aposentos reales del palacio se inspiran en

los de Carlos V en Yuste, con una disposición

que permite ver el altar mayor de la iglesia

desde el dormitorio del rey.

Page 82: El Renacimiento en España

2.3. Herreriano (1560-1600)

El exterior se caracteriza por la apariencia tectónica y

horizontal. La sensación de pesadez y de masa se deriva

de la enorme amplitud de la construcción, que se ve

reforzada por las líneas horizontales de los cuatro pisos

de ventanas, las cornisas y las buhardillas. De esta mole

maciza sobresalen las torres angulares con sus chapiteles

de pizarra, la cúpula y las torres del templo. En la fachada,

la doble altura de columnas de orden gigante compensa

un poco la horizontalidad del conjunto.

Page 83: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

fachada sur

Predominio de las líneas rectas horizontales resaltadas por: 4 hileras de ventanas en las

cuatro fachadas; cornisas y ventanas de las buhardillas. Sólo se ve aliviado por 4 torres

en cada uno de los ángulos y las torres y la cúpula de la iglesia.

Page 84: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

fachada sur

Renuncia a toda

decoración: sólo

repetición manierista de

las ventanas enmarcadas

por molduras planas y los

remates de esferas. Muros

lisos sólo interrumpidos

en la fachada principal por

3 frontones que

sobresalen del tejado y

cuya misión es realzar 3

puertas de los 3, el más

importante es el que

remata la portada

principal enmarcada con 4

colosales columnas que se

reducen a 2 por encima

del tejado.

Page 85: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

fachada meridional

La decoración

ha quedado

reducida a una

estudiada

combinación

de elementos

constructivos,

muros-vanos y

algunas formas

como las

pirámides que

cubren las

torres y las

bolas de

granito.

Page 86: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

fachada principal

Page 87: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

fachada principal

Page 88: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

portada principal

Page 89: El Renacimiento en España

2.3. Herreriano (1560-1600)

Son numerosos los rasgos manieristas. Por citar

algunos podemos aludir a la fachada principal que

recuerda la de una iglesia pero que en realidad da acceso

al patio de los Reyes, donde hay otra fachada; también

podemos considerar manierista que en esta segunda

fachada, la de la iglesia, las torres laterales surjan de las

crujías del patio; el templete del patio de los Evangelistas

es, asimismo, una versión manierista del Templete de San

Pietro in Montorio.

Page 90: El Renacimiento en España

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

Patio de los Reyes

Page 91: El Renacimiento en España

2.3. Herreriano (1560-1600)

Otra obra herreriana es la inacabada catedral de

Valladolid.

Page 92: El Renacimiento en España

Catedral de Valladolid, de Juan de Herrera

Page 93: El Renacimiento en España

3. ESCULTURA RENACENTISTA

ESPAÑOLA

Page 94: El Renacimiento en España

3.1. Características generales

Las intensas relaciones políticas con Italia y la existencia

de dominios españoles en tierras italianas, favorecieron la

llegada de la influencia renacentista a la escultura

española.

Page 95: El Renacimiento en España

3.1. Características generales

En lo que se refiere a los materiales, apenas hay

escultura en bronce. Los sepulcros se hacen de mármol.

El material más utilizado y característico es, con

diferencia, la madera tallada y policromada. Para

policromarla empleaban el estofado, consistente en

pintar (encarnar) al óleo las partes desnudas y dorar las

vestiduras con pan de oro. Posteriormente, sobre la

superficie dorada se aplica color al óleo y, por último, con

un punzón, se levanta parte de la pintura formando

labores decorativas que imitan brocados. A veces estas

labores se pintaban directamente a punta de pincel sobre

las superficies doradas.

Page 96: El Renacimiento en España

La técnica en esculturaPara dar color se empleaban dos

técnicas, el estofado,

generalmente sobre las vestiduras,

que se recubrían de pan de oro,

que salía después de aplicar el

color y raspar; y el encarnado,

sobre las zonas desnudas, que se

cubrían de yeso antes de dar el

color.

Page 97: El Renacimiento en España

3.1. Características generales

La temática es casi exclusivamente religiosa, para

retablos, sillerías de coro y sepulcros. También adquiere

importancia la escultura procesional.

Page 98: El Renacimiento en España

La imaginería y la talla policromadaTécnica:

1. Se talla en el bloque de madera:

queda una “escultura en blanco”.

2. Se apareja la escultura en blanco:

se plastece con yeso fino, sin

ocultar la calidad de la talla.

3. Sobre esta capa de yeso se aplicaba

en las zonas de carne y en las de

vestido una arcilla rojiza muy fina.

4. Sobre estas superficies se aplicaban

panes de oro sobre los que, una

vez bruñidos, se aplicaban los

colores lisos mediante el

estofado.

5. En las zonas correspondientes a las

carnes se procedía al encarnado.

La madera

(preferentemente de pino)

se considera el material

más idóneo para la

expresión o fomento de la

devoción. Existe, además,

una rica tradición medieval

de tallistas.

Page 99: El Renacimiento en España

3.1. Características generales

Predomina el realismo expresivo y por lo común se

trata de un arte apasionado y dinámico. Por ello, se

escogen momentos temáticos tensos y llenos de

dramatismo. Sólo en segundo término buscan la belleza

formal, tan importante para los italianos.

Page 100: El Renacimiento en España

3.2. Evolución y ejemplos

En el primer tercio del siglo XVI pervivió la tradición

gótica, pero también llegaron artistas (y obras) italianos,

como Fancelli (sepulcro de los Reyes Católicos) o

Torrigiano (San Jerónimo penitente). Pronto se

adhirieron a la tendencia renacentista autores españoles,

entre ellos Bartolomé Ordóñez (sepulcro de Felipe el

Hermoso y Juana la Loca) y Felipe Bigarny (sillería de

la catedral de Toledo).

Page 101: El Renacimiento en España

Sepulcro del Príncipe Don Juan en Santo

Tomás de Ávila, de Fancelli

Realizado en

mármol de

Carrara, de

decoración

tallada de

manera muy

fina, inicia en

España el tipo

de sepulcro

exento con los

lados en talud.

Page 102: El Renacimiento en España

Sepulcro de los Reyes Católicos, de FancelliSu obra cumbre,

mantiene el tipo exento,

de lecho horizontal,

ahora más grande para

dar cabida a las dos

figuras yacientes de los

reyes, y lados en talud,

revestidos con

medallones y

hornacinas, con

originales grifos en las

esquinas y cuatro

estatuas sedentes de los

Padres de la Iglesia

velando en los

extremos de la cornisa

el sueño de los

monarcas.

Page 103: El Renacimiento en España

Sepulcro de los Reyes Católicos, de Fancelli

Page 104: El Renacimiento en España

Sepulcro de los Reyes Católicos, de Fancelli

Page 105: El Renacimiento en España

San Jerónimo Penitente, de TorrigianoLa escultura en barro se obtiene mediante el modelado. La

docilidad de la materia, que obedece en todo momento a las

manos del artífice, permite obtener los mayores logros en el

campo realista. San Jerónimo estuvo penosamente entregado

a duras penitencias y de ello da testimonio esta cabeza, fiel

reflejo de un ser angustiado. A esto hay que añadirle una

policromía minuciosa, que refuerza los efectos realistas.

Page 106: El Renacimiento en España

Retablo Mayor de la Catedral de Huesca, de

Damián Forment

El basamento es de estilo italiano, con siete

escenas de la Pasión en altorrelieve, pero el

resto, con la Crucifixión en la calle central, sigue

fiel a la tradición gótica.

Page 107: El Renacimiento en España

Sepulcro de Alonso de Madrigal, el Tostado,

de Vasco de Zarza

Su decoración tiene tondo central,

entablamento, etc.; el difunto se representa

vivo, sentado, leyendo y con los atributos

propias de su cargo.

Page 108: El Renacimiento en España

Sepulcros de Juana la Loca y de Felipe el

Hermoso, de Ordoñez

Sigue el tipo de

túmulo adoptado

por Fancelli, pero

no en talud, sino

vertical como los

tradicionales;

decorados con

tondos,

guirnaldas y

escudos, en los

ángulos aparecen

los cuatro

evangelistas.

Page 109: El Renacimiento en España

Sillería de la catedral de Toledo, de Felipe

Bigarny

El contrato con Bigarny y Covarrubias para

realizar la sillería alta del coro de la catedral

de Toledo lo firma Berruguete en 1539, sin

la colaboración de Siloé y la poca conocida

del famoso rejero burgalés Cristóbal de

Andino, que se ocupa de las cupulillas de

alabastro.

Page 110: El Renacimiento en España

3.2. Evolución y ejemplos

En el tercio central del siglo se consolidó la primacía

de la Escuela de Valladolid a la que pertenecen

Berruguete y Juni, ambos con claros rasgos manieristas.

Page 111: El Renacimiento en España

3.2. Evolución y ejemplos

Alonso Berruguete estuvo en Italia donde conoció a Miguel Ángel, de cuya obra adoptó la tensión y apasionamiento. También recibió la influencia de Donatello y del Laocoonte. Dio a sus personajes un sentido angustioso y dramático, de modo que son figuras nerviosas, de proporciones alargadas, de musculatura tensa, que parecen retorcerse en posturas inestables. Hizo el retablo mayor de San Benito de Valladolid (hoy en el Museo Nacional de Escultura) al que pertenecían las pequeñas figuras de San Sebastián y de El Sacrificio de Isaac, tal vez sus obras más populares. Posteriormente recibió el encargo, junto a Bigarny, de tallar la sillería del coro de la catedral de Toledo, de madera sin policromar, donde su puede apreciar su genialidad en los desnudos.

Page 112: El Renacimiento en España

San Sebastián, de Alonso BerrugueteLa mayoría de las figuras que componen el retablo de San Benito

de Valladolid, son exponentes singulares de la formulación por

parte de Berruguete de los conceptos manieristas aplicados a la

escultura con fines devocionales. La gran expresividad de sus

figuras, sus formas y proporciones estilizadas, y la variedad de

recursos emocionales enfatizados por el uso de la policromía

configuran una opción radical donde se combinan, de forma

dramática, las más refinadas licencias del Manierismo con unas

actitudes patéticas en consonancia con los valores más expresivos

de la tradición goticista. Fue esta concepción singular de la imagen

en Berruguete la que llevó al escultor a acentuar deliberadamente

ciertas deformaciones que, en obras como el San Sebastián del

Museo de Valladolid, suponen un intento de sustituir el canon de

Bigarny por otro más estilizado y alargado, dando pruebas de su

interés por el tema de las proporciones, aunque éste fuera

asumido con una intención antinormativa, típicamente manierista.

El San Cristóbal y el Sacrificio de Isaac son sus compañeros.

Page 113: El Renacimiento en España

San Sebastián, de Alonso BerrugueteRecursos manieristas,

anticlásicos. Busca la

persuasión y exaltación de

las imágenes religiosas.

Podemos ver las

características anticlásicas,

que se apartan de la norma,

la proporción y el equilibrio.

Page 114: El Renacimiento en España

Sacrificio de Isaac, de Alonso Berruguete

Procedente del retablo de San Benito, este

grupo constituye un singular exponente de la

formulación de los conceptos manieristas

aplicados a la escultura con fines devocionales.

La gran expresividad de las figuras, sus formas y

proporciones estilizadas, y los mecanismos

emocionales enfatizados por el uso de la

policromía, caracterizan la producción de Alonso

de Berruguete donde se combinan, de forma

dramática, las más refinadas licencias de

manierismo con unas actitudes patéticas,

consonantes con los valores más expresivos de

la tradición goticista. El San Cristóbal es su

compañero.

Page 115: El Renacimiento en España

Sacrificio de Isaac, de Alonso Berruguete

Destacan la expresividad y el

movimiento de la figura de

Abrahán y la actitud asustada de

Isaac.

En el Sacrificio de Isaac

apreciamos la influencia de

Laocoonte, con gran expresión

trágica en los rostros.

Page 116: El Renacimiento en España

Sacrificio de Isaac, de Alonso Berruguete

Sacrificio de

Isaac, de

Donatello

Page 117: El Renacimiento en España

Sillería del Coro de la Catedral de Toledo, de

Alonso Berruguete

Aquí juega con las posturas de los personajes y

las composiciones de plegados en los ropajes

en su búsqueda de movimiento y

expresionismo, además de que realizará un

magnífico estudio psicológico de las emociones

humanas.

Page 118: El Renacimiento en España

Sepulcro cardenal Tavera, de Alonso

Berruguete

Page 119: El Renacimiento en España

3.2. Evolución y ejemplos

El borgoñón Juan de Juni muestra la influencia de Claus

Sluter y, como consecuencia de su estancia en

Italia, también de Miguel Ángel. En su obra, tallada en

madera y pintada con excelente policromía, representa

figuras musculosas y monumentales, en posturas

manieristas, con gestos forzados, y expresión apasionada y

angustiosa, incluso exagerada. En los grupos cuida con

mimo el equilibrio de la composición. Su obra más

importante es El entierro de Cristo, grupo escultórico

de rigurosa simetría y tenso patetismo.

Page 120: El Renacimiento en España

Grupo del Santo Entierro, de Juan de Juni

Page 121: El Renacimiento en España

Grupo del Santo Entierro, de Juan de JuniGrupo escultórico en

madera policromada, de

gran patetismo,

mostrando el dolor

físico y espiritual a

través de los rostros y

los gestos de las figuras,

que actualmente se halla

en el Museo de

Escultura de Valladolid;

se trata de una

composición bien

ordenada, con San Juan

y la Virgen en el centro

y a los lados dos figuras

que actúan de

paréntesis, Cristo se

encuentra yaciente.

Page 122: El Renacimiento en España

Grupo del Santo Entierro, de Juan de Juni.

Detalle Cristo muerto

Page 123: El Renacimiento en España

Virgen de los Cuchillos, de Juan de Juni

Page 124: El Renacimiento en España

3.2. Evolución y ejemplos

En el último tercio, coincidiendo con el reinado de

Felipe II, trabajaron en España los Leoni, broncistas de

procedencia italiana. Leone Leoni es el autor de Carlos V

venciendo al Furor, tan manierista que la estatua puede

aparecer desnuda o vestida con su armadura.

Page 125: El Renacimiento en España

Carlos V dominando el furor, de León Leoni

El emperador, con bella

armadura desmontable

sobre el magnífico desnudo,

aparece en ligero

contraposto sobre la figura

de la Furia a sus pies, bello

desnudo en violento

escorzo. La bella postura

de Carlos contrapuesta a la

de la Furia presenta

recuerdos de la Antigüedad,

del Laooconte y del Torso

Belvedere también de sus

contemporáneos, con el

sentido iconográfico de la

Virtus, personificado en el

Héroe, que vence al Vicio,

según aclara la inscripción.

Page 126: El Renacimiento en España

Carlos V, de Pompeyo LeoniCarlos V, Isabel de

Portugal, su hija María

de Austria, sus

hermanas María de

Hungría y Leonor de

Francia.

Page 127: El Renacimiento en España

Felipe II, de Pompeyo LeoniFelipe II, su hijo el príncipe Carlos y

su madre, su primera esposa Mª de

Portugal, su tercera esposa Isabel

de Portugal y su cuarta esposa Ana

de Austria.

Page 128: El Renacimiento en España

4. PINTURA ESPAÑOLA DEL

RENACIMIENTO

Page 129: El Renacimiento en España

4.1. Introducción

El intenso arraigo de la tradición gótica flamenca en

España, explica el retraso en la difusión de las

características de la pintura italiana. Cuando la pintura

española se incorpora al Renacimiento, ya en el siglo XVI,

no lo hace imitando a los pintores del Quattrocento,

salvo en algún artista de transición como Berruguete, sino

que recibe la influencia de los maestros de la Escuela

florentino romana e, inmediatamente, la del Manierismo.

Page 130: El Renacimiento en España

4.1. Introducción

Algunos pintores se formaron en Italia y fueron ellos

quienes difundieron el estilo en nuestro país. Por otra

parte, sobre todo en la época de Felipe II, varios artistas

italianos se instalaron en España.

Page 131: El Renacimiento en España

4.1. Introducción

Igual que ocurría en la escultura, en nuestra pintura

renacentista predomina el sentimiento religioso por

encima de la belleza formal. El afán primordial es

promover la devoción piadosa.

Page 132: El Renacimiento en España

4.1. Introducción

La técnica preferida fue el óleo sobre tabla, ya utilizada

desde el siglo anterior por influencia flamenca. Más tarde

se difundió como soporte el lienzo. La pintura mural al

fresco apenas tuvo importancia.

Page 133: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

El primer maestro con rasgos renacentistas fue el

castellano Pedro Berruguete. En el taller de Piero della

Francesca aprendió el uso de la perspectiva y el valor

plástico de la luz. Mantiene aún muchos rasgos góticos

como el tratamiento detallista de los objetos y el empleo

de los dorados. Destacan, entre sus obras, el Auto de Fe,

del Museo del Prado. A principios del siglo XVI pintó

también el valenciano Yáñez de la Almedina (Santa

Catalina) seguidor de Leonardo.

Page 134: El Renacimiento en España

Auto de Fe, de Pedro de BerrugueteEsta obra viene de la Iglesia de Santo Tomás de Ávila,

aunque su origen puede proceder de otro retablo.

Mediante su amplia perspectiva logra acentuar el

dramatismo de la escena. Se representa la quema de los

herejes por el tribunal de la Inquisición. El santo se

encuentra sobre una tribuna con dosel y está rodeado

por seis jueces. Uno de ellos viste el hábito dominico,

mientras que otro sostiene el estandarte del santo

oficio. Otros doce inquisidores completan el grupo. Hay

dos herejes desnudos que ocupan a la derecha su sitio

en la pira mientras que otros dos aguardan su turno al

pie de la misma. Los letreros enuncian "condenado

herético". La realidad se plasma con gran precisión y

esto viene de la influencia del Renacimiento italiano,

que Pedro Berruguete aprendió en su estancia italiana y

sobre todo en la Corte del Duque Federico de

Montefeltro.

Page 135: El Renacimiento en España

Santa Catalina, de Yañez de la Almedina

Santa Catalina de Alejandría fue mártir, lo cual apenas se

indica en una palma abandonada sobre el libro a la

izquierda de la figura. A la derecha está la corona de reina.

En la mano sostiene la espada y a sus pies la rueda del

martirio. Nada indica sin embargo que esta hermosa joven

haya sido objeto de violencia, pues ofrece un semblante

sereno y una pose dulce. El tratamiento del tema es

completamente diferente al que tan sólo unas décadas

antes podía haber hecho del mismo Fernando Gallego, en

su Martirio de Santa Catalina. Aquí se ha elegido la sola

figura de la santa, lejos del lugar del martirio y de la acción

del mismo, a diferencia del hispano-flamenco, que eligió el

momento más dramático.

Page 136: El Renacimiento en España

Santa Catalina, de Yañez de la Almedina

La santa responde indudablemente al modelo de belleza

de Leonardo, con un rostro suavemente difuminado,

inclinado con ternura hacia un lado y con una pose

distinguida. Sus labios dibujan esa sonrisa triste, cuya

ambigüedad hizo famoso al italiano. Sus vestidos son los

de una princesa, con una túnica dorada de adornos

turcos. Las joyas rodean su cuello, como el collar de

hileras de perlas. Esta figura monumental se encuentra

respondida en sus proporciones armoniosas por un fondo

de arquitectura que sigue las medidas canónicas de

Bramante, el principal teórico de la arquitectura

renacentista. Yáñez pues, nos muestra un resumen

espléndido de las teorías del Renacimiento aplicadas a la

pintura, con un resultado de hermosa contemplación.

Page 137: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

Durante el reinado de Carlos V se difundieron en España el estilo de Rafael y el manierismo, que encontramos en la obra del valenciano Juan de Juanes y del extremeño Morales, respectivamente. Juan de Juanes pintó la Santa Cena, en un estilo rafaelesco de formas blandas y dulces. Luis de Morales fue la figura más interesante de manierismo español, un pintor de gran éxito popular, tanto que le apodaban el Divino. Sus lánguidas figuras de rostros delicados, sus esfumados contrastes de luz y sombra, la plasmación de un sentimiento místico y efectista, su capacidad técnica para pintar calidades táctiles… están patentes en la Virgen con el Niño, del Museo del Prado.

Page 138: El Renacimiento en España

Santa Cena, de Juan de Juanes

Page 139: El Renacimiento en España

Santa Cena, de Juan de JuanesCualquier aficionado al arte

reconoce en seguida los rasgos de

la Ultima Cena de Leonardo,

cuadro en el que se inspira tanto

para la composición como para la

dulzura de los colores y los

rostros. Esta dulzura está lograda

mediante la técnica del sfumatto,

inventada por el italiano, que

consiste en una suave difuminación

de las sombras y los contornos del

rostro. Juan de Juanes, autor del

cuadro e hijo del valenciano

Vicente Maçip, fue uno de los que

más rápidamente adaptaron al

Renacimiento Español las

características del Cinquecento

representado por Leonardo y

Rafael.

Page 140: El Renacimiento en España

Ecce Homo, de Juan de Juanes

Page 141: El Renacimiento en España

Virgen con el Niño, de Luis de MoralesLuis Morales era apodado "el Divino", dada su

dedicación a los temas sacros, y a la magnífica

calidad y refinamiento con los cuales los llevaba

a cabo. Quiso conjugarse en su leyenda su

calidad con una supuesta devoción extrema,

casi en la tradición del misticismo del siglo XVI;

pero esto era más un elemento del aura de

prestigio que debía rodear a todo buen pintor

que una realidad. En este cuadro, Morales nos

presenta una imagen extraordinariamente

íntima de la Virgen sosteniendo a su Niño, con

una delicadeza en los rasgos, los colores y las

poses de los dos personajes, que fueron lo que

hicieron de su autor uno de los pintores de

mayor éxito en su época.

Page 142: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

En época de Felipe II la pintura española vivió un

momento interesante:

Pintores de Corte, como Sánchez Coello. Sus retratos, como

el del príncipe Don Carlos y el de la princesa Isabel Clara

Eugenia, hijos de Felipe II, son de notable penetración

psicológica.

Page 143: El Renacimiento en España

El príncipe Carlos, de Sánchez CoelloEl príncipe don Carlos fue hijo

varón de Felipe II, que como casi

todos sus hermanos murió joven

por una enfermedad crónica, que

minó su salud desde su primera

infancia.

Sánchez Coello, pintor del rey, ha de

emplear su arte para realizar un

retrato idealizado del adolescente,

que parece fuerte y arrogante en

esta imagen, pese a la extrema

palidez. Estos retratos se empleaban

como símbolos de poder allí donde

el emperador no podía estar

físicamente, por lo tanto habían de

ofrecer la promesa de un rey fuerte

en la figura del joven príncipe.

Page 144: El Renacimiento en España

El príncipe Carlos, de Sánchez CoelloEl tipo de retrato es de tradición

flamenca, según los modelos que

había establecido Antonio Moro. Es

un retrato de tres cuartos, sobre

fondo neutro, con una ventanita

abierta sobre el paisaje a la

izquierda del personaje. Por esta

ventana se observa a un águila

volando, portando entre sus garras

una columna. Este es parte del

emblema de la casa española de los

Austrias.

Page 145: El Renacimiento en España

Isabel de Valois, de Pantoja de la Cruz

Page 146: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

Pintores que decoran El Escorial. El único pintor español

destacable que colaboró en la decoración del monasterio fue

Navarrete el Mudo. Felipe II no consideró adecuados ni a

Morales ni a El Greco, y contrató pintores italianos, muchos de

ellos mediocres.

Page 147: El Renacimiento en España

Bautismo de Cristo, de NavarreteArtista sordomudo, nacido en el seno de

una familia acomodada, se formó en el

riojano monasterio de la Estella (Logroño),

en la región donde nació. Tras completar su

educación en Italia, hacia 1565 entró a

formar parte del servicio de Felipe II,

pintando por entonces el Bautismo de

Cristo, hoy en el Museo del Prado.

Page 148: El Renacimiento en España

Martirio de Santiago, de NavarreteEl 6 de marzo de 1568 Navarrete es nombrado

pintor del rey. Desde ese momento su salud

empezará a resentirse, aquejada de problemas

estomacales. En 1571 envió cuatro lienzos a El

Escorial entre los que se encuentra el Martirio de

Santiago, su obra más significativa. El padre Sigüenza

considera que lo más importante de esta obra es la

verosimilitud, “la actitud y movimiento es, quando passa

el cuchillo por la garganta del Apóstol, con tanta

propiedad y naturaleza, que jurarán los que le vieren que

comienza a expirar”. En este sentido, Navarrete

confiere al cuadro piadoso el realismo, la dignidad y la

sobriedad que exigía la Iglesia española de la

Contrarreforma.

Page 149: El Renacimiento en España

Martirio de Santiago, de NavarreteAsí, el santo aparece en primer plano junto a su

verdugo, arrodillado, abriendo las manos en actitud de

admitir el martirio. El verdugo exhibe su potente

anatomía tomada de Miguel Ángel. Al fondo podemos

advertir un fondo de lucha, envolviendo el conjunto

una sensación atmosférica tomada de la escuela

veneciana, especialmente de Tintoretto.

Page 150: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

El Greco (1541-1614) representa la genialidad entre pintores

de calidad media. Considerado como un personaje

extravagante por sus mismos contemporáneos, y sólo

comprendido por una minoría intelectual, su figura fue muy

pronto olvidada, hasta ser revalorizado desde el siglo XIX.

Page 151: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

Es un pintor muy personal con unos rasgos estilísticos que,

aunque claramente manieristas, son personales e

inconfundibles. Espiritualiza la realidad desde una óptica

próxima a los místicos. Sus figuras son alargadas, de canon

desproporcionado, anatómicamente huesudas y hasta

descarnadas. Parecen ingrávidas, sensación acentuada por los

ropajes, que aparecen despegados de los cuerpos. Las posturas

inestables, a veces serpentinatas, dan sensación de extraño

movimiento.

Page 152: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

Emplea una técnica de pincelada suelta, con un claro

predominio de lo pictórico. El colorido es independiente de las

formas y de la realidad: colores fríos e intensos, de tradición

veneciana, que aplica a manchas, sin demasiados matices; el

verde jade, el rojo carmín, un amarillo estridente, malvas,

azules…son algunos de los tonos característicos de su paleta.

La luz es irreal, un tanto onírica y, en sus últimos cuadros,

fantasmagórica.

Page 153: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

No le interesó la representación del espacio, del que llega a

prescindir, sustituyendo el paisaje por un celaje tormentoso. En

ocasiones usa la perspectiva inversa o introduce en la

composición un doble punto de vista (diopsia), lo que provoca

el vaivén del ojo del espectador.

Page 154: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

Su vida y su obra pasan por tres etapas: Creta, Italia y España.

En Creta, donde nació se mantenía vigente la tradición

estilística bizantina. La influencia de los iconos pervive como

una constante en su obra; lo vemos en la construcción del

espacio y en algunos tipos iconográficos.

Page 155: El Renacimiento en España

La dormición de la Virgen, de El GrecoLa tradición del ICONO RELIGIOSO

marca su formación inicial, caracterizada

por la rigidez propia de la plástica

bizantina, el carácter abstracto de las

formas, que no han sido tomadas del

natural, y el cromatismo sin

intervención de la luz.

Page 156: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

En Italia, estuvo en Venecia donde aprendió el colorido, la luz y

la pincelada suelta de Tiziano y Tinttoreto. Más tarde, en Roma,

recibió la influencia de Miguel Ángel y de los manieristas, que

se manifiesta en algunas composiciones y en las posturas

zigzagueantes. La obra más conocida de su estancia en Italia es

El Soplón.

Page 157: El Renacimiento en España

Bautismo de Cristo, de El GrecoSe aprecia en este tríptico su síntesis de la

tradición bizantina y el nuevo arte italiano,

así como temas y composiciones que El

Greco repetirá en su obra posterior.

Page 158: El Renacimiento en España

La Anunciación, de El GrecoSe traslada a Venecia (1567-1570), donde

aprenderá el uso del color de los

maestros venecianos. Tiziano, Veronés y

Tintoretto influyen en la utilización de un

cromatismo cálido, mórbido y

encendido. El gusto por los escorzos

atrevidos, las grandes composiciones

divididas en estancias, los choques

brutales de color y el nerviosismo

ondulante del dibujo, aprendido, sobre

todo, del Tintoretto, se incorporan a su

estilo. La influencia de Tiziano y del

Tintoretto se aprecia no sólo en el manejo

del color, sino también en el tipo de

arquitectura y en la posición de la Virgen.

Page 159: El Renacimiento en España

Cristo expulsando a los mercaderes del

templo, de El Greco

La estancia en

Roma (1570-1576)

le permite conocer

la obra de Rafael y

de Miguel Ángel,

aproximándolo al

poderoso estudio

de la anatomía

humana y a la

terribilitá

miguelangelesca.

Page 160: El Renacimiento en España

Cristo expulsando a los mercaderes del

templo, de El Greco

Los referentes

de El Greco:

Tiziano, Miguel

Ángel, Giulio

Clovio y Rafael

o Correggio.

Page 161: El Renacimiento en España

El Soplón, de El GrecoTradicionalmente, se ha considerado esta

imagen como una muestra de la influencia de

Jacopo Bassano en la pintura de El Greco. Sin

embargo, en la actualidad se piensa que

intentaría reproducir una pintura de la

Antigüedad. Este tipo de obras sería muy

habitual en el Renacimiento y recibía el

nombre de ecfrasis; surgió gracias al contacto

cada vez más intenso entre pintores y

humanistas, facetas que encontramos en

Doménikos y en el círculo de intelectuales

que se reunía en el palacio Farnesio bajo la

"dirección" del bibliotecario Fulvio Orsini,

deseosos todos ellos de demostrar cómo en

pintura y escultura se había superado la

tradición clásica. Un joven trata de encender

una vela aprovechándose del fuego de un

ascua.

Page 162: El Renacimiento en España

El Soplón, de El GrecoPara avivar la llama sopla pacientemente: éste

es el tema del cuadro, donde la luz artificial se

convierte en la protagonista. El resplandor del

ascua incide de diferente manera en la camisa,

el rostro o las manos del muchacho,

destacando ese fogonazo de luz sobre el

fondo oscuro que impide ver cualquier

referencia espacial. Los colores adquieren

diferentes tonos dependiendo de cómo les

afecte la luz. El gesto del protagonista

evidencia la elevada calidad de los retratos de

Doménikos, como el de Giulio Clovio,

realizado en esos momentos en Roma. Existe

otra versión del Soplón en la Galleria

Nazionale di Capodimonte en Nápoles. El que

aquí observamos está firmado en letras

capitales: Doménikos Theo... habiendo

desaparecido el resto de la firma.

Page 163: El Renacimiento en España

La Anunciación, de El Greco

Page 164: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

Alcanzó la madurez artística en España, a donde llegó en

1576. Con seguridad tenía la esperanza de integrarse en el

equipo de artistas que decoraban El Escorial. Pasó los primeros

años entre Madrid y Toledo y realizó sus primeras grandes

obras españolas. Para la catedral de Toledo pinta El Expolio, en

el que resulta difícil elegir entre el asombroso color de la

túnica escarlata o la intensa expresividad del rostro de Cristo.

También realizó en Toledo La Trinidad, que hoy está en el

Museo del Prado. Por encargo de Felipe II pintó San Mauricio

y la Legión Tebana, destinada al Escorial, obra que no gustó al

rey, quien no le encargó más trabajo. A partir de esta

contrariedad, en 1583 El Greco se estableció definitivamente

en Toledo.

Page 165: El Renacimiento en España

La Asunción de la Virgen, de El GrecoLa falta de oportunidades que Italia le ofrecía indujo al

Greco a instalarse en España, con la intención de

trabajar en Madrid al servicio de la Corte.

Habían pasado diez años desde su salida de Creta y el

pintor ya se había formado en la estética manierista.

Page 166: El Renacimiento en España

La Trinidad, de El GrecoEn Toledo se le encargaron los retablos de la iglesia de

Santo

Domingo el Antiguo nada más llegar. La Trinidad estaba

colocada en la parte superior del retablo que decoraba

el altar mayor. Recoge el momento en que Dios Padre

acoge a su Hijo muerto, por lo que la escena está

cargada de tensión. Este momento indica al católico

que la muerte de Cristo ha cumplido su objetivo:

redimir a la humanidad.

La obra muestra una clara influencia de las formas

miguelangelescas (recuérdese la Piedad de Florencia) y

del cromatismo veneciano. La posición serpentinata de

Cristo es un claro rasgo manierista, en un conjunto

donde predominan las líneas quebradas, en zigzag, así

como la sensación de horror vacui, que será ya una de

sus señas de identidad. Los colores ácidos e

incandescentes impregnan la mística atmósfera de esta

obra.

Page 167: El Renacimiento en España

La Trinidad, de El Greco

Page 168: El Renacimiento en España

La Trinidad, de El GrecoEl canon de belleza clásico, en el que la cabeza es la

séptima parte del cuerpo, es aumentado por el

cretense, siendo sus figuras muy alargadas. Aquí lo

apreciamos en el enorme cuerpo de Cristo y en el

ángel que está de espaldas introduciéndonos en la

escena, en recurso muy manierista. El eje de simetría en

el que siempre se colocan los tres miembros de la

Trinidad está roto al salirse de él la cabeza de Dios

Padre, organizándose la composición a través de líneas

zigzagueantes que se continúan en las piernas de Jesús.

La pincelada empleada por el artista es algo suelta,

siendo al

final de su vida una auténtica mancha como podemos

apreciar en la Adoración de los pastores.

Page 169: El Renacimiento en España

El Expolio, de El GrecoTema poco frecuente en la Edad Moderna.

No hay referencia perspectívica. De forma alargada y

de tema religioso, representa a Cristo cuando va a ser

despojado de sus vestiduras, con una multitud pero

no respeta la descripción evangélica ya que introduce

a las 3 Marías en la escena (ángulo inferior izquierdo).

Por este hecho, tuvo problemas con el cabildo de la

catedral de Toledo para aceptar el cuadro, al que

también recriminó la existencia en la composición de

algunas cabezas más altas que la de Cristo, rompiendo

con ello la jerarquía tradicional de la iconografía

religiosa.

Page 170: El Renacimiento en España

El Expolio, de El GrecoLa túnica de Jesús, roja como la sangre, es el

símbolo del calvario de Cristo, al que va

descendiendo acompañado por la multitud que lo

insulta y escarnece.

A la izquierda las tres Marías, con la Virgen en el

centro. A la derecha el personaje de verde está a

punto de arrebatarle la túnica a Cristo, de ahí lo de El

Expolio.

Cristo, en el centro de una composición de forma

romboidal, con el rostro vuelto al cielo. El rojo del

sayón destaca poderosamente sobre la multitud de

figuras, en un espacio agobiante y desequilibrado,

fuertemente expresivo y dramático. La figura de

Cristo es alargada, lo que aumenta el misticismo y

espiritualidad que quiere expresar, así como el

sentimiento que transmite su rostro.

Page 171: El Renacimiento en España

El martirio de San Mauricio, de El Greco

Pintada para el rey Felipe II, con la intención de

establecerse en Madrid como pintor de la Corte,

no gustó al monarca, por lo que el pintor se

trasladará a Toledo, donde fijará su taller y

residencia hasta su muerte en 1614.

El tema de este cuadro, extraído probablemente de

la Leyenda Dorada de Jacobo de Voragine,

representa el martirio de San Mauricio y sus

legionarios cristianos por orden del emperador

Diocleciano a fines del s. III al negarse a hacer los

sacrificios de los dioses paganos. Encargado por

Felipe II para la iglesia del monasterio de El

Escorial, fue rechazado por el rey, quien lo

sustituyó por otro de idéntico asunto realizado

por Rómulo Cincinato.

Page 172: El Renacimiento en España

El martirio de San Mauricio, de El Greco

Los elementos claves de la composición:

• Los oficiales del primer término.

• La legión en un plano intermedio

dispuesta para ser decapitada.

• El ámbito celestial o mundo del más allá, donde

se sitúan los ángeles con las palmas del martirio en

agitados escorzos.

Atentos al tratamiento estilizado de las

figuras y a la serenidad de los rostros y actitudes,

expresión de la espiritualidad visionaria y mística

del pintor y del momento representado.

La gama de colores fríos y el tratamiento del

Tema no fue apreciado por el rey, lo que le

Impedirá convertirse en pintor de la corte.

Page 173: El Renacimiento en España

El martirio de San Mauricio, de El Greco

Page 174: El Renacimiento en España

El martirio de San Mauricio, de El Greco

Page 175: El Renacimiento en España

El sueño de Felipe II, de El GrecoEsta composición ha sido objeto de

diversas interpretaciones, aunque

generalmente se admite que se trata de una

alegoría sobre la victoria de la Santa Liga en

Lepanto en 1571. En primer término se

encuentran los protagonistas: Felipe II, de

perfil y vestido de negro; a su derecha, de

frente, el Papa Pío V; don Juan de Austria,

con armadura de guerrero romano;

Marcantonio Colonna, arrodillado, y el dux

Alvise Mocenigo, de espaldas, con manto de

armiño. A la derecha, un enorme monstruo

representa al Infierno según la tradición

medieval, mientras al fondo aparece el

Purgatorio como un puente entre la vida y

la muerte y arriba los ángeles adoran al

nombre de Jesús (IHS).

Page 176: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

Sin Toledo es imposible entender su obra pictórica. Se daba

allí la atmósfera adecuada para un temperamento místico. La

antigua capital, conservaba su ambiente cultural y una intensa

vida espiritual, fruto de la multitud de clérigos que vivían en

torno a la Sede primada. En su etapa toledana El Greco pintó

retratos, algún paisaje y muchos cuadros religiosos.

Page 177: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

Sus retratos carecen de elementos anecdóticos, en aras de la

espiritualidad. La fuerza expresiva de las manos y la intensidad

de las miradas son el centro de atracción que nos transmite la

vida interior del personaje: El Caballero de la mano al

pecho.

Page 178: El Renacimiento en España

El caballero de la mano en el pecho, de El

Greco

El caballero pertenece a la Orden de

Santiago y se llama Juan de Silva, Marqués de

Montemayor.

Los retratos de El Greco reflejan la

austeridad y sobriedad de la España de

la Contrarreforma, imbuidos de una

profunda espiritualidad y severidad

cromática. Son de gran realismo y

profundidad psicológica. La luz se

concentra en dos puntos: el rostro y la mano,

subrayando la intensidad religiosidad del

personaje

Page 179: El Renacimiento en España

El caballero de la mano en el pecho, de El

Greco

Podemos observar en este cuadro todas las

características del retrato particular que se

fijan desde la época de Antonio Moro y que

se rastrean en todos los pintores coetáneos

del Greco: retrato de busto, con las ropas de

terciopelo oscuro que se estilaban en la

corte madrileña y escurialense, adornado tan

sólo por una cadena fina con una medalla,

con el puño y la gola almidonada de encaje, y

todavía en este momento de radio pequeño,

lejos de las excentricidades que se pondrán

de moda unos años más tarde. También el

fondo es una característica de época, neutro,

sin alusiones espaciales a mobiliario o

arquitectura.

Page 180: El Renacimiento en España

El caballero de la mano en el pecho, de El

Greco

El pomo riquísimo de la espada española que

presenta en primer término, así como el

gesto de la mano sobre el pecho, alude al

rito de la "Fe del caballero", una dignidad

otorgada sólo a ciertos personajes

destacados. La expresión del caballero, del

que no se sabe a ciencia cierta su identidad,

es grave y melancólica, lo que desató en su

momento las especulaciones. Estas

especulaciones se vieron reforzadas por la

indefinición del contorno de la figura sobre

el fondo, ya que parece manco del brazo

izquierdo (y no es así).

Page 181: El Renacimiento en España

El caballero de la mano en el pecho (tras su

última limpieza)

Page 182: El Renacimiento en España

Retrato de un caballero, de El GrecoSobre un fondo negro se destaca el rostro,

que nos mira de manera intensa y expresiva.

Sobre el cuello la golilla blanca, típica de la

moda de la época, y la vestimenta negra,

típica de la nobleza española, que cubre la

figura de medio cuerpo.

Page 183: El Renacimiento en España

Retrato de Antonio de Covarrubias, de El

Greco

Don Antonio de Covarrubias era uno de los

mejores amigos de El Greco en Toledo.

Prestigioso jurista y maestrescuela de la catedral

toledana, aparece representado ya en una edad

avanzada, observándose ligeras muestras de su

decadencia. Se había quedado sordo hacía

tiempo y casi podemos apreciar en este retrato

su aislamiento del mundo exterior, contrastando

su expresión tranquila y sosegada con los

violentos pliegues de su capa negra. La asimetría

de los ojos y de la boca realza el realismo de la

imagen y refuerza la ancianidad del modelo. Las

tonalidades grisáceas del cabello avivan el tono

melancólico del conjunto. La figura se sitúa en

primer plano, recortándose sobre un fondo

neutro como había puesto Tiziano de moda en

Venecia. La luz incide de pleno en el rostro del

personaje, sin apenas crear sombras.

Page 184: El Renacimiento en España

El cardenal Niño de Guevara, de El Greco

Considerado como su obra maestra de retrato. El

Gran Inquisidor General de Toledo parece captado

probablemente cuando presidía, digno y severo,

algún auto de fe. La suntuosa seda púrpura que lo

envuelve con su cálido colorido hace más dura, por

contraste, la frialdad aristocrática e inquietante de

una mirada que filtran los anteojos. El retrato de

figura entera es muy insólito en la galería que nos

dejó este pintor excepcional.

Page 185: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

Entre los paisajes es muy original la Vista de Toledo, una

visión subjetiva, onírica, casi mística, de la realidad física

toledana.

Page 186: El Renacimiento en España

Vista de Toledo, de El GrecoLos paisajes que pinta de Toledo

nos remiten a un mundo onírico

de atmósferas angustiadas y

agobiantes, que serán muy

valorados por los pintores

simbolistas del s. XIX.

Page 187: El Renacimiento en España

Vista y plano de Toledo, de El Greco

Page 188: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

Su producción más importante es la religiosa, con El

Bautismo de Cristo, La Coronación de la Virgen, varios

Apostolados, etc. Su gran obra religiosa es El Entierro del

Señor de Orgaz, cuyo tema, una tradición toledana, le sirvió

para hacer una excelente galería de retratos. En sus últimas

obras, El Greco acentúa lo espiritual y deshumaniza aún más las

formas. La Adoración de los Pastores estaba destinada a ser

colocarla en su capilla funeraria sobre su tumba.

Page 189: El Renacimiento en España

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

Según cuenta la leyenda, durante el

entierro del piadoso señor en el año

1323, los santos Esteban y Agustín

descendieron a la tierra para acoger al

difunto. La renuncia a datos concretos de

tipo espacial permitió al Greco

representar de forma separada y global a

la vez, lo celestial y lo terreno. En las

puertas del cielo aparecen la Virgen y San

Juan Bautista como intercesores ante

Cristo en el Juicio Final. Este cuadro,

considerado la obra principal de su época

de transición a la madurez, ayudó al

Greco a conseguir otros encargos

importantes.

Page 190: El Renacimiento en España

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

Las razones de que este encargo se

realizase en 1586 habría que buscarse el

pleito que años atrás mantuvo el párroco

Nuñez con los vecinos de Orgaz al negarse

éstos a continuar beneficiando a la iglesia

de Santo Tomé, tal y como lo había dejado

escrito su señor antes de morir; este

pleito es ganado por Nuñez, quien a partir

de ese momento decide levantar una

capilla sobre la tumba, encargar un epitafio

al humanista Alvar Gómez de Castro con

el fin de recordar de una manera más

directa al fiel la necesidad de la caridad

para lograr la salvación, y encargar de la

misma forma un lienzo que rememorare el

hecho milagroso y la lectura que se ha de

extraer de él.

Page 191: El Renacimiento en España

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

El Greco por tanto tiene que representa

una pintura conforme al contrato y

encargo de Nuñez, origen más directo de

la obra.

Page 192: El Renacimiento en España

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

Esta obra constituye, sin duda alguna, la

obra maestra del retrato. El entierro

del Señor de Orgaz se convierte en una

excusa para retratar a los personajes más

importantes del Toledo de la época.

Contiene, además, todos los elementos

propios de su estilo: el nivel terrenal y

celestial, el cromatismo encendido y

contrastado, el agobio y la confusión

espacial, las figuras alargadas y la intensa

espiritualidad.

Page 193: El Renacimiento en España

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

El cielo

La tierra

CONTRASTE

Page 194: El Renacimiento en España

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

Page 195: El Renacimiento en España

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

Expresividad de las manos, en difíciles escorzos: son “manos que hablan” (transmiten

emociones interiores de los personajes).

Page 196: El Renacimiento en España

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

Page 197: El Renacimiento en España

Son muestra de

una depurada

técnica pictórica...

…y el efecto de

transparencia de

la blanca sobrepelliz

del clérigo sobre

el color negro de

su sotana.

los brillos metálicos

de la armadura del

caballero...

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

Page 198: El Renacimiento en España

… un friso ininterrumpido de cabezas

...no hay monotonía en los rostros: individualidad y variedad de actitudes y

movimientos de las cabezas…

...rostros “metafísicos”: trascendentes, espirituales = fervor místico (profundo

sentimiento religioso...)

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

Page 199: El Renacimiento en España

SIGNIFICADO

una alusión

a los

Novísimos o

Postrimerías.

FUNCIÓN

religioso-

didáctica,

conmemorativa,

decorativa.

Significado

y función

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

Page 200: El Renacimiento en España

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

En el nivel terrenal, de composición horizontal, los santos Esteban y Agustín entierran

al conde, mientras que todos los hombres importantes de Toledo contemplan la

escena. El conde está representado mediante un profundo escorzo y vestido con

armadura.

Page 201: El Renacimiento en España

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

En el nivel celestial aguardan para recoger el alma del conde, transportada por el ángel,

Cristo, San Juan, la Virgen María, Noé, Moisés, San Pedro y los Apóstoles.

Page 202: El Renacimiento en España

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

El hijo de El Greco, Jorge Manuel, nos señala el

centro de la escena, retratado con la misma

severidad que los adultos que asisten al

entierro.

Page 203: El Renacimiento en España

El entierro del Señor de Orgaz, de El Greco

Obsérvense

los expresivos

rostros de

arrobo

espiritual de

muchos de

los caballeros

retratados, la

piel cerúlea

de la cara y la

extraordinaria

calidad del

detalle en la

casulla de San

Agustín.

Page 204: El Renacimiento en España

Cristo penitente, de El GrecoLas obras de carácter religioso son, junto a

los retratos, las más abundantes de su

producción pictórica. La clientela estaba

formada, por lo general,

por clérigos, aristócratas o burgueses, deseosos

de decorar sus capillas e iglesias.

Page 205: El Renacimiento en España

La Anunciación, de El Greco

Page 206: El Renacimiento en España

La Sagrada Familia, de El Greco

Page 207: El Renacimiento en España

La Sagrada Familia con María Magdalena,

de El Greco

Page 208: El Renacimiento en España

La Anunciación, de El GrecoEsta es la Anunciación más hermosa de las que realizó

el maestro, aunque curiosamente fue considerada

indigna de mostrarse en el Museo del Prado por lo que

fue cedida al Museo Balaguer de Vilanova i la Geltrú en

Barcelona en el año 1883. La composición se organiza

con una doble diagonal que forma un aspa, situando en

el centro la paloma del Espíritu Santo que une el

mundo celestial del rompimiento de Gloria, con los

ángeles músicos, y el mundo terrenal, con María y el

arcángel Gabriel, que viste túnica verde y lleva las alas

desplegadas. María ha abandonado su lectura -por eso

vemos el reclinatorio con un libro junto a ella- y

arrodillada mira al arcángel.

Page 209: El Renacimiento en España

La Anunciación, de El GrecoLa figura de la Virgen es gigantesca ya que aun estando

arrodillada -se ven los pliegues de su túnica- tiene una

estatura anormal; igual ocurre en el ángel, cuyo canon

es muy estilizado, como vemos en San Andrés y San

Francisco. Entre ambas figuras se observa la zarza

ardiendo, utilizando a Moisés como prefiguración de

Cristo. La luz es la gran protagonista de la escena, una

luz muy blanca y potente que donde incide anula el

color como en la túnica de María. La pincelada es cada

vez más suelta, aplicada con gran rapidez y soltura.

Page 210: El Renacimiento en España

El bautismo de Cristo, de El GrecoLa composición se divide en dos planos. Una inferior,

terrenal, en la que Juan el Bautista está bautizando a

Jesucristo, y otra superior, celestial, en la que aparece

Dios Padre. Ambas están separadas por la figura del

Espíritu Santo en forma de paloma.

En la zona terrenal puede verse a ángeles que sostienen

un manto rojo por encima de la figura de Cristo. San

Juan está derramando agua con una venera sobre la

cabeza de Jesús, mientras que su otra mano adopta una

postura típica de El Greco: unión de los dedos anular y

corazón. En la zona celeste hay otros ángeles pequeños

que ascienden en un movimiento centrífugo; se

retuercen en distintas posturas, con lo que consiguen dar

dinamismo a la composición.

El centro del cuadro está dominado por el monumental

cuerpo de Cristo, representado según las proporciones

tradicionales y alejado de la estilización de las figuras que

dominan en obras posteriores de El Greco.

Page 211: El Renacimiento en España

La crucifixión, de El GrecoEl Cristo crucificado está acompañado por la Virgen, la

Magdalena y San Juan Evangelista. Es destacable el

ambiente exageradamente espiritual que El Greco da a

esta obra y en general a todas las de tema religioso,

característica que le proporcionó numerosos encargos.

El característico alargamiento de las figuras y la cuidada

composición para que las distintas acciones simultaneas

se compaginen en un mismo lienzo demuestran la

imaginación desbordante de El Greco.

Page 212: El Renacimiento en España

La Resurrección de Cristo, de El GrecoRefleja el apasionado misticismo de la época en Toledo. Se

pone de manifiesto la verticalidad de la obra, donde la figura

de Cristo se retuerce y se eleva en el espacio disolviéndose

en la luz. La composición es plana, con desprecio a la

perspectiva.

Page 213: El Renacimiento en España

Pentecostés, de El GrecoComo en los demás cuadros del encargo, el artista ha

empleado un triángulo para organizar la composición, en este

caso invertido. Las dos figuras de primer plano están vistas

en una perspectiva diferente, posiblemente para acercarlas al

espectador. Son las más interesantes de la escena ya que

muestran mayor dinamismo que sus compañeros. La Virgen,

sentada, preside la imagen y a su alrededor se agrupan los

Apóstoles y la Magdalena, en una clara muestra de isocefalia

que recuerda al mundo gótico. La luz procede de la paloma

del Espíritu santo hacia la que buen número de personajes

elevan la mirada. Es una luz fuerte y clara que provoca la

pérdida del color allí donde incide, especialmente en la túnica

de María o en las figuras de primer plano. El maestro emplea

una figura arquetípica en sus obras, alejada totalmente del

canon clásico de belleza, en el que la proporción y la belleza

son la clave. Así, el cretense estiliza la silueta al desarrollar un

canon de uno a trece, es decir la cabeza es la treceava parte

del cuerpo.

Page 214: El Renacimiento en España

Pentecostés, de El GrecoSe crean esas largas figuras con la cabeza muy pequeña y

envueltas en amplios ropajes que impiden ver su anatomía,

totalmente contrario a sus orígenes en los que la

personalidad de Miguel Ángel dejó una profunda huella en la

obra del cretense. Como ocurre en la mayor parte de sus

escenas, el recurso del paisaje o de la arquitectura para dar

efecto de perspectiva es eliminado al recurrir a un fondo

neutro casi innecesario en este caso al ocupar las figuras

toda la superficie pictórica. El colorido usado por el artista

es muy variado, predominado los tonos fuertes en los que la

luz hace estragos. Esta utilización teatral de la iluminación

puede asegurarse que fue aprendida en Venecia, junto a

Tintoretto. La pincelada es rápida y vibrante, aplicada a base

de manchas.

Page 215: El Renacimiento en España

La Virgen de la Inmaculada Concepción, de

El Greco

La Inmaculada Concepción para la capilla Oballe de Toledo

es una de sus grandes obras tardías, los alargamientos y los

retorcimientos nunca antes habían sido tan exagerados o

tan violentos, la forma alargada del cuadro concuerda con

las figuras que se elevan hacia el cielo, lejos de las formas

naturales.

Page 216: El Renacimiento en España

La adoración de los pastores, de El Greco

Este lienzo estuvo en el altar de una de las capillas de la

iglesia de Santo Domingo el Antiguo de Toledo, en cuya

cripta fue enterrado El Greco. Se trata de una de las

obras más importantes de la última etapa del artista.

Toda la composición gira alrededor del Niño quien,

envuelto por blancos pañales, se convierte en el

principal foco luminoso. Las figuras de los pastores

representan la espiritualizada esbeltez característica de

los modelos de la fase final de su producción, a la que

también corresponde la deformación visionaria con la

que concibe toda la escena. En ella destaca, asimismo, la

gesticulación expresiva de los personajes, desde la

serenidad de la Virgen y la veneración de San José al

asombro del pastor que cierra la composición en el

lateral izquierdo.

Page 217: El Renacimiento en España

La adoración de los pastores, de El Greco

Los efectos lumínicos anticipan ya algunas de las

claves del tenebrismo barroco. El juego de luces y

contraluces, además de las múltiples perspectivas en un

mismo cuadro, aumenta la espiritualidad de la escena.

Page 218: El Renacimiento en España

San Martín y el mendigo, de El GrecoPintura del altar de la Capilla de San José, Toledo (1597-

1599).

Las pinturas de santos y mártires ocupan una parte

importante de su producción.

Page 219: El Renacimiento en España

San Francisco orando, de El Greco

Page 220: El Renacimiento en España

San Andrés y San Francisco, de El Greco

Las parejas de santos van a ser muy habituales en

la pintura de El Greco, siendo San Andrés -con su

cruz en aspa- y San Francisco -con su hábito y sus

estigmas- los más populares. No es muy habitual

que el maestro coloque sus figuras al aire libre,

cuando lo hace las sitúa en primer plano y en un

espacio muy reducido de terreno, que se corta

como si fuese un precipicio, representando al

fondo la ciudad de Toledo, como homenaje al lugar

que le acogió y donde obtuvo fama. Ambas figuras

están muy estilizadas, son muy alargadas por lo

que la cabeza es proporcionalmente muy pequeña.

Y es que El Greco ha sustituido el canon clásico

de belleza -en el que la cabeza es la séptima parte

del cuerpo- por un canon muy personal en el que

la cabeza es la treceava parte, resultando unas

gigantescas figuras.

Page 221: El Renacimiento en España

San Andrés y San Francisco, de El Greco

Esto siempre se ha querido explicar por

problemas visuales del artista, pero debía ser un

motivo estético que tuvo aceptación en su

momento por el amplio número de obras que

realizó. Si en la Trinidad las figuras eran heredadas

de Miguel Ángel al ser muy escultóricas, aquí el

maestro otorga prioridad a las telas que, con tanta

amplitud, dan la impresión de cobijar a unas figuras

descarnadas, al ser planas y no dar ninguna

muestra de anatomía. El colorido es muy vivo, con

azules, verdes y grises muy intensos, aplicados con

una pincelada suelta característica del pintor.

Page 222: El Renacimiento en España

Las lágrimas de San Pedro, de El GrecoLa figura aparece en el interior de una cueva

(lugar tradicional de penitencia) vistiendo una

túnica oscura y manto amarillo, según los

convencionalismos del Renacimiento italiano.

Cruza las manos a la altura del pecho y eleva

su mirada al cielo, suplicando el perdón; sus

ojos están llenos de lágrimas reiterando el

arrepentimiento. La figura es tratada con gran

naturalismo, como si se tratara de un

pescador. En la pared de la cueva

contemplamos un tronco con hojas mientras

que en la zona izquierda se muestra al ángel

guardando el sepulcro y la Magdalena

huyendo. El ángel proyecta un enorme foco

de luz y la Magdalena aparenta unir ambos

episodios. La amplitud de la figura está

inspirada en Miguel Ángel cuya influencia será

difícil de olvidar para Doménikos.

Page 223: El Renacimiento en España

La visión de San Juan de la resurrección de

los muertos, de El Greco

La extraña modernidad de esta

pintura, una de sus últimas obras,

sitúa al pintor en la línea de los

grandes e inclasificables genios de la

pintura.

Page 224: El Renacimiento en España

4.2. Evolución de la pintura renacentista

española

Al final de su vida se acercó también a la temática mitológica,

interesante por lo novedoso del tema en la pintura española,

en El Laocoonte.

Page 225: El Renacimiento en España

Laocoonte y sus hijos, de El GrecoÚnico tema

mitológico y su

último cuadro.

Sitúa la escena a

las puertas de

Toledo. Es un

tema muy

confuso. Las

figuras de la

derecha

representan a

Apolo y

Artemisa.

Page 226: El Renacimiento en España

Laocoonte y sus hijos, de El GrecoSobre el fondo

paisajístico de

Toledo se narra

el episodio del

sacerdote

troyano

Laocoonte, con

la aparición

onírica del

caballo de Troya

transmutado en

un caballo real

que cabalga hacia

la ciudad de

Toledo,

oscurecida por

un cielo plomizo

de tormenta.

Page 227: El Renacimiento en España

Laocoonte y sus hijos, de El GrecoLos desnudos

filiformes, el frío

cromatismo, el

dinamismo

compositivo de

la escena y la

lividez de los

cuerpos subrayan

la desazón y el

drama del

momento.