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I. EL RENACIMIENTO a. El Renacimiento (S. XV-XVI) se fundamenta en los ideales griegos clásicos y romanos, Se opone críticamente a la época anterior, la Edad Media. b. El término “renacimiento” se refiere a la renovación de pensamiento del individuo utilizando su propio criterio sin estar pendiente de Dios, Canon en la escultura y la belleza Con las formas plásticas el artista intenta llevar la materia a la perfección llamada Belleza. El canon (kanon) es el término que se aplica a partir del arte clásico al conjunto de proporciones ideales para la representación perfecta del ser humano. Mirón (490-430 a.C.), uno de los grandes escultores del clasicismo griego , aplica las leyes de la proporcionalidad y la armonía , el canon, a sus esculturas (aquí tenemos una de sus obras más famosas: El Discóbolo. El autor quiere capturar en su obra cuerpo y movimiento en plenitud. La Idea En Filosofía Y La Verdad El filósofo intenta llegar por el análisis de lo contingente en la naturaleza a la perfección de la Verdad. Para Platón (427-347 a. C.), uno de los grandes filósofos de la antigüedad, la idea (eidos) queda definida como la esencia inmutable de las cosas, la verdad de las cosas. En sus textos nos cuenta cómo el filósofo ha de indagar en el mundo para hallar esa verdad de la idea. Buenos ejemplos son estos párrafos del Crátilo y del Fedón. El arte griego viene determinado por una serie de características generales que se encuentran ligadas profundamente a la esencia del pensamiento griego clásico. Podríamos sintetizarlas en los siguientes apartados. Los griegos sentían una necesidad profundamente arraigada de descubrir un orden en el flujo de la experiencia física y psicológica. Los griegos pretendían hallar un orden (cosmos) que explicase la experiencia ante la ansiedad que les producía la irracionalidad aparente de la experiencia. Por ello basaron su arquitectura en la medida y la proporción. La medida y la proporción de las formas singulares da lugar, una vez que se inserta en un conjunto, a la armonía. Todos los elementos singulares del edificio deben estar basados en la proporción. El todo, compuesto por esas singularidades, dará lugar a la armonía. La armonía, basada en la medida y la proporción del hombre, constituye la idea de belleza que rige toda la producción artística griega. Los griegos representarán lo específico a la luz de lo genérico, esto es, una idea de belleza cuyo referente es el hombre, derivada de una explicación racional del universo. La escultura griega plantea un estilo naturalista, que pretende imitar la realidad, pero idealizado, esto es, en función de un ideal de belleza que se basa en la proporción, la simetría y la armonía. c. Por ello, el renacimiento fue un movimiento que estuvo acompañado por otro pensamiento, el “Humanismo”. d. El Humanismo movimiento que se centra en el uso de la razón a las repuestas cotidianas y del entorno. Los Humanistas trataban de revitalizar la cultura clásica, como la realización más alta de las posibilidades del ser humano. La “edad de en medio” no sirve para nada, no tiene identidad propia. Hay dos movimientos principales en el Renacimiento (o dos maneras de entenderlo), que se dieron en oposición:

El renacimiento y el desarrollo de una nueva ideología

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I. EL RENACIMIENTO

a. El Renacimiento (S. XV-XVI) se fundamenta en los ideales griegos clásicos y romanos, Se opone

críticamente a la época anterior, la Edad Media.

b. El término “renacimiento” se refiere a la renovación de pensamiento del individuo utilizando su propio

criterio sin estar pendiente de Dios,

Canon en la escultura y la belleza Con las formas plásticas el artista intenta llevar la materia a la perfección llamada Belleza. El canon

(kanon) es el término que se aplica a partir del arte clásico al conjunto de proporciones ideales para la representación perfecta del ser humano. Mirón (490-430 a.C.), uno de los grandes

escultores del clasicismo griego , aplica las leyes de la proporcionalidad y la armonía , el canon, a sus esculturas (aquí tenemos una de sus obras más famosas: El Discóbolo. El autor quiere

capturar en su obra cuerpo y movimiento en plenitud.

La Idea En Filosofía Y La Verdad

El filósofo intenta llegar por el análisis de lo contingente en la naturaleza a la perfección de la Verdad. Para Platón (427-347 a. C.), uno de los grandes filósofos de la antigüedad, la idea

(eidos) queda definida como la esencia inmutable de las cosas, la verdad de las cosas. En sus textos nos cuenta cómo el filósofo ha de indagar en el mundo para hallar esa verdad de la idea.

Buenos ejemplos son estos párrafos del Crátilo y del Fedón.

El arte griego viene determinado por una serie de características generales que se encuentran ligadas profundamente a la

esencia del pensamiento griego clásico. Podríamos sintetizarlas en los siguientes apartados.

Los griegos sentían una necesidad profundamente arraigada de descubrir un orden en el flujo de la experiencia física

y psicológica. Los griegos pretendían hallar un orden (cosmos) que explicase la experiencia ante la ansiedad que les

producía la irracionalidad aparente de la experiencia.

Por ello basaron su arquitectura en la medida y la proporción. La medida y la proporción de las formas singulares da

lugar, una vez que se inserta en un conjunto, a la armonía. Todos los elementos singulares del edificio deben estar

basados en la proporción. El todo, compuesto por esas singularidades, dará lugar a la armonía.

La armonía, basada en la medida y la proporción del hombre, constituye la idea de belleza que rige toda la producción artística griega. Los griegos representarán lo específico a la luz de lo genérico, esto es, una idea de belleza cuyo

referente es el hombre, derivada de una explicación racional del universo.

La escultura griega plantea un estilo naturalista, que pretende imitar la realidad, pero idealizado, esto es, en función

de un ideal de belleza que se basa en la proporción, la simetría y la armonía.

c. Por ello, el renacimiento fue un movimiento que estuvo acompañado por otro pensamiento, el “Humanismo”.

d. El Humanismo movimiento que se centra en el uso de la razón a las repuestas cotidianas y del entorno. Los Humanistas trataban de

revitalizar la cultura clásica, como la realización más alta de las posibilidades del ser humano. La “edad de en medio” no sirve para

nada, no tiene identidad propia.

Hay dos movimientos principales en el Renacimiento (o dos maneras de entenderlo), que se dieron en oposición:

1. Ruptura total con la Edad Media. Dos elementos: a. Individualismo: el individuo es un valor por sí mismo, y no hay que

referirlo a ningún grupo (clases sociales, gremios); el individuo no está condicionado previamente; su esfuerzo y trabajo puede

romper todas las barreras.

b. Antropocentrismo: las realidades terrenas tienen valor o sentido propio, sin necesidad de fundamentación metafísica o

religiosa.

2. Renacimiento Religioso, o Renovación Religiosa. Hacen que la vida religiosa del hombre ya no gire en torno a las

instituciones, insistiendo más en la vida interior, en la relación interior de cada individuo con Dios (Mística católica; Reforma de

Lutero). Pero de hecho algunas de estas reformas supusieron una vuelta a la Edad Media: por ejemplo, Calvino, con un Dios

vengativo, vetero testamentario, que cree en la predestinación o fatalismo, y organiza una sociedad teocrática en Ginebra mucho más rígida que la papal romana.

Aprovecho para resumir muy brevemente la Reforma Protestante que tuvo lugar en esta época. Martín Lutero en 1517 se

rebela contra varias normas y dogmas de la Iglesia Católica en las 95 Tesis. Muy en resumen afirma que:

- Las indulgencias no aseguran la salvación.

- Lo único que salva es la fe, y no las buenas obras.

- Cada persona puede interpretar libremente la Biblia.

- Sólo hay 2 sacramentos: Bautismo y Eucaristía.

- Afirma el Sacerdocio universal.

- Se ha de suprimir el culto a la Virgen y los santos.

e. El Luteranismo se extiende rápidamente después de la excomunión de Lutero en la Dieta de Worms en 1521 y, sobre todo, tras la

Dieta de Spira (1529) en la que los príncipes alemanes aprovecharon esta reforma para

“Protestar” contra las decisiones del Emperador Carlos V.

f. Tras una serie de guerras entre los Príncipes alemanes y el Emperador, se llega a la Paz de

Augsburgo (1555) en la que se toma una decisión más medieval que moderna: “Cuius regio

eius religio”, es decir, cada gobernante es libre de practicar la doctrina religiosa que quiera, y los súbditos

deben acatar la religión de su gobernante.

Otros reformadores, como Calvino (radical) o Enrique VIII en Inglaterra (que, para ir

contra la autoridad del Papa de Roma, se autoproclama jefe de la Iglesia de Inglaterra).

Otro cambio que se da, frente a la Edad Media, es la lucha entre la autoridad de la Tradición y la de la Racionalidad.

Hasta el Renacimiento no existe conciencia individual: uno está en un grupo, sustentado y fundado por una tradición, lo cual

dificulta la innovación. Al cobrar importancia el individuo, éste puede invocar como criterio su Racionalidad, dejando al margen el

grupo y la tradición. Pero... ¿puede cada individuo rehacer desde cero toda la cultura? En realidad, en el Renacimiento existe la fuerte

autoridad de una tradición: la de la Cultura Clásica, porque encarna la máxima Racionalidad.

Como sabéis, esta “Cultura Clásica” no es homogénea, no se puede tomar en bloque. Surge un imposible intento de conciliación del

platonismo y el aristotelismo, y continúa la lucha entre las dos escuelas. Esta lucha es semejante a la tensión entre humanistas y

científicos. A los primeros les interesa el arte y una concepción del individuo que no interesa a los segundos. Además en la Ciencia

renacentista hay mucha mezcla entre rigor, magia, poesía, misticismo,...

- El Platonismo propone una renovación religiosa. Pero choca con alguna tesis renacentista, ya que (como sabéis) es elitista: a la sabiduría sólo llegan unos pocos.

- El Aristotelismo se mueve más por el campo científico.

Para terminar, hacer alusión a la Nueva Concepción Del Mundo, facilitada por los siguientes factores:

- Descubrimientos geográficos: nuevas civilizaciones con otros valores y desarrollos. Lo nuestro no es “lo Natural”. La

naturaleza humana se amplía para asumir todo el nuevo arco de pluralidades.

- Aumento de comunicación. Nuevo concepto del comercio: capitalización, banqueros, moneda, poder económico.

- Nueva imagen del Universo: el cosmos es muy grande, y la tierra no tiene necesariamente que ser el centro.

II) EL Racionalismo: Movimiento propio de la Edad Moderna. El término “moderno” se opone a “Antiguo” (clásico), pero lleva

en su interior la tensión de intentar recuperar lo clásico, frente a la búsqueda de la innovación.

El Racionalismo es una Escuela filosófica que se desarrolla principalmente en la Europa Continental durante los Siglos. XVII-

XVIII. Es la primera gran teoría filosófica que rompe con la Fª Medieval: trata de problemas distintos; y también cambia

profundamente el Método de exposición y enseñanza de la Filosofía.

Se puede decir que el problema fundamental que va a tratar el Racionalismo es el de aplicar adecuadamente un Método lógico,

seguro, para poder producir siempre conocimiento científico.

Surge como reacción a la orientación filosófica medieval puesta en crisis por las nuevas ideas del Renacimiento que, entre

otras cosa renueva el individualismo, el escepticismo de los antiguos; por el espíritu de la Reforma protestante que mina el

principio de autoridad doctrinal; y por los éxitos del método científico impulsado por la revolución científica.

Los principales autores de esta escuela son:

Descartes (1596-1650), Malebranche (1638-1715), Spinoza (1632-1677), Y LEIBNIZ (1646-1716)

.

Principales Características del Racionalismo

1. Exaltación Absoluta de la razón humana como facultad cognoscitiva

La razón es la primera fuente y origen del conocimiento científico, y el tribunal supremo para decidir en última instancia lo que

es verdadero o falso (en el campo del conocimiento), y lo que es bueno o malo (en el campo del comportamiento).

Por eso, debemos liberar a la Razón de todos los poderes que históricamente la han sometido:

a) La autoridad de los grandes filósofos y científicos, que no es Razón intrínseca de objetividad, pues también

ellos se han equivocado. Sí hay que conocer sus teorías, y respetarlas, pero debemos analizar sus razones para

llegar a la conclusión sobre el valor objetivo de sus teorías.

b) El credo religioso. La Teología tiene su propio campo de aplicación, y ahí debe ser respetada. Pero fuera de él, la

Teología no puede determinar a la razón. Descartes propugna una separación total entre conocimiento revelado y conocimiento natural.

c) El saber universal, el todo el mundo lo dice, el sentido común,... tampoco es razón intrínseca de verdad, porque

estamos plenamente convencidos de que ese saber universal también se ha equivocado (¿El Sol gira alrededor de la tierra?)

2. Desprecio Del Conocimiento Sensible

El Racionalismo desprecia el conocimiento sensible. Pero, ¿qué quiere decir ese desprecia? ¿Es afirmar que siempre es

falso, y que por tanto no sirve para nada? No. Descartes afirma que la Sensación a veces se equivoca, y no es ella capaz de

descubrir por sí sola su propia equivocación, sino que tiene que ser la Razón la que descubra el fallo. Y esto es por la propia

naturaleza de la experiencia sensible, y sus limitaciones.

3. La afirmación de la existencia de las Ideas Innatas.

Según Descartes, la razón produce en sí misma, por sí misma y desde sí misma, es decir, sin ninguna influencia de la

experiencia, algunas Ideas Innatas. Éstas son pocas, pero fundamentales para todo conocimiento racional. Estas Ideas son

producto de la naturaleza de la razón, y por eso son siempre las mismas y son las mismas para todos los seres

racionales.

En último término, el que todos tengamos estas mismas ideas es la garantía de que podamos entendernos al comunicar

nuestro pensamiento.

Pero, el que Descartes llame In-natas a estas ideas no quiere decir que se encuentren ya desarrolladas en la mente del recién

nacido, sino que las producirá la razón de forma totalmente independiente de la sensación o experiencia .

La forma característica de argumentación racionalista excluye el recurso a la experiencia y al conocimiento que

proviene de los sentidos, y se remite exclusivamente a la razón, a la claridad y distinción de ideas y a la suposición de

que el buen pensar coincide forzosamente con la realidad: conocer es conocer por la razón.

4. La Ciencia Positiva como Modelo de Conocimiento (Cierto y Seguro)

Hasta ahora había sido la Filosofía el modelo de conocimiento para todos los pensadores. Sin embargo, a partir de ahora,

incluso la Filosofía intentará desarrollarse siguiendo la estructura de la Ciencia. El Conocimiento científico aparece como un

conocimiento absoluto, universal, inmutable, en progreso y seguro. La Filosofía intentará asemejarse a este conocimiento.

La Fase Cartesiana tomará como modelo las Matemáticas de Euclides, mientras que el Empirismo tomará como modelo la

Física de Newton. Descartes intentará desarrollar un Filosofía matematizada al modo de Euclides, en la cual, a partir de

unas primeras proposiciones o principios que, si bien son indemostrables, son evidentes (los Axiomas de Euclides), se

demuestran por una lógica férrea otras proposiciones o juicios que no eran directamente evidentes (los Teoremas). Una

vez demostrado algo, ya todo el mundo está de acuerdo para siempre.

Si la Filosofía y la Física no acababan de dar respuestas satisfactorias y aceptadas por todos, no era por una incapacidad de la

Razón para conocer adecuadamente la naturaleza, sino por la falta de un Método riguroso que permitiera aplicar de manera

segura las leyes de la Razón.

5. Aspiración A Una Filosofía Universal

Como consecuencia de la característica anterior, está la aspiración de crear una Filosofía Universal, válida para todos los

tiempos y libre del cúmulo de tantas escuelas que se suceden unas a otras, siempre negando la última lo que afirmaba la anterior.

Representa, por tanto, una visión general del mundo y del conocimiento armoniosa, ordenada, racional, geométrica, y estable.

René Descartes

1. Vida Y Obra (1596-1650)

El mayor filósofo francés de todos los tiempos, padre de la filosofía moderna, e iniciador del racionalismo.

Nació en La Haye, en Turena, en el seno de una familia de la pequeña burguesía. En 1606 ingresa en el colegio de los jesuitas de

la Flèche, fundado dos años antes, y una «de las más celebres escuelas de Europa, de la que dijo que lo que allí aprendiera no le

servía para nada.» Abandona esta escuela y, queriendo leer el «libro del mundo», se enrola en el ejército y participa en la

guerra de los Treinta Años.

Conoce a Isaac Beeckman, un investigador holandés, momento a partir del cual Descartes se interesa por la investigación

científica, que une la matemática y la física. En noviembre de 1619 descubre en sueños «los fundamentos de una ciencia

maravillosa», que se considera el punto de arranque de su nuevo método. Sigue de 1620 a 1629 un período de 9 años de viajes,

de los que hay que destacar que, en 1622, adquiere un patrimonio familiar que le permite autonomía económica. Hacia 1625-1627

se halla en París, y luego, hacia 1629, se instala definitivamente en Holanda.

En este país, extrañamente aislado, aunque en contacto epistolar con científicos y filósofos, y cambiando continuamente de

lugar de residencia para no ser molestado, encuentra la paz de espíritu necesaria para desarrollar sus investigaciones,

matemáticas primero y luego filosóficas, con la intención de hallar razonamientos filosóficos más evidentes que los

geométricos.

En 1637 aparece el “Discurso del método”. En 1640, mueren su padre, su hermana y su hija de cinco años («el dolor más

grande de su vida»). En 1641 publica una redacción en latín de “Meditationes de prima philosophia” (traducidas como

Meditaciones Metafísicas) -iniciadas hacia 1628-, junto con las objeciones y las respuestas de Descartes. En 1644 aparecen,

también en latín, los “Principia philosophiae”: con ellos intenta ofrecer un manual de su propia filosofía, redactado al estilo de

los que entonces se utilizaban.

Su Filosofía adquiere fama en toda Europa, hasta el punto de que la Reina Cristina de Suecia lo invita a que se la explique en

agradables clases matinales a las cinco de la mañana. Y él, sin poder desairar a la dama, sabiendo que era friolero crónico, allá

fue para, en cinco meses,... morir (el 11 de febrero de 1650, a los 53 años de edad). Tras la muerte de Descartes, en las universidades holandesas comenzaba el cartesianismo.

No es un filósofo fácil. Sus interpretaciones siguen originando divergencias. Pero ha sido aceptado unánimemente como “padre

de la Filosofía Moderna”.

2. El problema y el punto de partida

La Filosofía de Descartes es una Filosofía elaborada en tiempos de confusión y decepción. Y en estos tiempos se trata de

buscar certezas a las que amarrarse para no perder el rumbo. ¿Y qué es una Certeza? La Certeza es una característica por la

cual una idea se nos presenta como indubitable: la imposibilidad de pensar una idea de otro modo.

Su punto de partida sería la Primera Certeza, sobre el cual se monta todo el desarrollo de su filosofía. Pero para llegar a él, se

necesita un complejo proceso.

Para llegar a ella, va a comenzar poniendo en duda todo lo anterior (como ya vimos en las características del Racionalismo),

puesto que la razón ha sido utilizada por caminos equivocados.

Por todo esto, se necesita un nuevo Método. Pues las ideas que se nos aparezcan como Ciertas coincidirán con la Verdad

cuando se piensen de acuerdo a las reglas del Método. Para ello comenzará su reflexión integrando el Método mismo como

cuestión filosófica esencial.

Pero antes de entrar en él, hemos de hablar de otro presupuesto fundamental.

3. La Unidad de la Razón y su Dinamismo Interno (Carácter Unitario Del Saber)

LA Razón Es Una Y Única. Es la misma en todos los seres racionales, y la misma para todo tipo de conocimiento, para todas las

ciencias y disciplinas. Todas las diversas Ciencias no son otra cosa que las diversas facetas de la Sabiduría Humana.

Esto se debe a que la Razón tiene su propia Naturaleza, y conoce según su naturaleza. Sólo poseemos Una Única Razón

tanto para distinguir lo verdadero de lo falso en el campo del conocimiento, como lo bueno de lo malo en el ordenamiento

práctico de la conducta.

Al ser la Razón Una Y Única, y proceder siempre según las leyes y principios de su propia naturaleza, se impone una

investigación rigurosa para descubrir esas leyes y los principios de la razón: Descubrir De Qué Manera La Razón

Puede Producir Conocimiento Verdadero, Conocimiento Objetivo. Una vez descubiertos tales Principios Y Leyes, entonces

podremos aplicarlos de manera sistemática, Metódica, y así producir un conocimiento científico.

A partir de esas afirmaciones, Descartes llega a la conclusión de que la Razón humana, según su propia naturaleza, utiliza

siempre dos modos de conocimiento: la intuición y la deducción.

A) Intuición: Es el conocimiento directo e inmediato de una proposición tan simple y sencilla que resulta

inmediatamente evidente, y por eso la razón ya no puede Dudar de su verdad. La Intuición conoce en primer lugar las

mismas ideas que de manera espontánea produce la razón sin la intervención de la experiencia: Ideas Innatas que no han de

ser demostradas ni contrastadas, ante las que no queda posibilidad alguna de duda o error. (Como veis, esta Intuición

Cartesiana coincide con la Noesis o contemplación platónica).

B) Deducción: Es el segundo modo de conocer que posee la razón. Consiste en el encadenamiento lógico de diversas

intuiciones. La Razón descubre las Conexiones Lógicas existentes entre las diversas Naturaleza Simples, entre las

diversas Intuiciones. La Deducción es un proceso lógico, un razonamiento, una demostración. (Se asemeja, también, a la

Dianoesis o dianoia platónica).

Utilizando la Deducción, la razón alcanza el conocimiento de aquellas proposiciones que no son inmediatamente evidentes,

sino que su Evidencia sólo se alcanza mediante las Conexiones lógicas con otras proposiciones que ya tenemos por evidentes.

Intuición Y Deducción son los dos únicos modos de conocer que posee la razón humana, y constituyen su dinamismo

intrínseco: La razón siempre procede por Intuiciones y Deducciones, porque tal es su naturaleza.

4. El Método Cartesiano

Una vez establecidos los modos de conocer que posee la razón según su propia naturaleza, debemos disponer un Método o

Sistema que nos permita la aplicación rigurosa de estos modos de conocer de la Razón, y así producir siempre un

Conocimiento Científico: conocimiento absoluto, universal, inmutable y progresivo. Precisamente su obra, el Discurso del

Método, nos propone un Sistema para aplicar correctamente la Razón y producir Ciencia, siendo el único método seguro.

Desarrolla su sistema o método a través de cuatro leyes principales o principios:

a) Primera Ley del Método cartesiano: El Criterio De Verdad Es La Evidencia: No podemos aceptar ninguna

proposición que no nos sea Totalmente Evidente. Sólo cuando el juicio o proposición muestre a la razón todo su

contenido de manera clara y distinta, entonces la Razón podrá estar Segura, Cierta de la verdad de ese juicio y

sólo entonces lo podremos admitir para constituir un conocimiento científico.

b) Segunda ley del Método cartesiano: El Análisis; se aplica en segundo lugar un Proceso De Análisis que constituye

en dividir cualquier proposición en cuantos elementos cognoscitivos fuera posible, hasta llegar a los

elementos simples. Estos átomos del conocimiento son ya naturalezas simples que se hacen por sí mismas

evidentes, y la razón conoce todo su contenido sin poder dudar de su verdad.

John Locke (1632-1704):

Los temas en la Edad Moderna fueron entre la metafísica y

epistemología, la Política y otros. Fue una época de

formación para las revoluciones; la Inglesa (1688), la

norteamericana (1776) o la Francesa (1789).

El concepto político más innovador fue el de “Contrato

Social”, creado para fundamentar teóricamente la

legitimidad de la soberanía o poder político en una época en

la que comienza a ponerse en cuestión la autoridad. Los

teóricos que lo desarrollaron son llamados

“Contractualistas”, entre los que destacan Hobbes,

Rousseau y Locke. Este contrato se sitúa en un tiempo

originario (imaginado) llamado “Estado de Naturaleza”.

A continuación en resumen los pensamientos de John

Locke.

1.- Las Ideas Políticas De J. Locke

El pensamiento político de John Locke se encuentra desarrollado en las "Cartas sobre la tolerancia", (de

1689, 1690 y 1693), y en los "Tratados

sobre el gobierno civil", de 1690,

especialmente en el segundo (siendo el primero de carácter fundamentalmente polémico).

Las primeras suponen un alegato en favor de la

democracia, y en las últimas Locke intenta fundamentar filosófica y políticamente el Estado, buscando en su origen su legitimidad. Expone, además,

los postulados básicos del liberalismo. Se ha interpretado esta obra como una simple justificación de la Revolución de 1688, aunque es evidente que su intención es más amplia.

2.- El Estado de Naturaleza y La Ley Moral Natural.

El Estado De Naturaleza se caracteriza por la libertad e igualdad de todos los hombres, en ausencia de una autoridad

común. Los hombres se mantendrán en ese estado hasta que, por su propia voluntad, se conviertan en miembros de una

sociedad política.

A diferencia de Hobbes (con una visión muy pesimista del ser humano), para Locke el estado de naturaleza no se identifica con

el estado de guerra. Más bien al contrario: el estado de guerra constituye una violación, una degeneración del estado de naturaleza, mediante la imposición de la fuerza en ausencia de todo derecho, una desvalorización de lo que el estado de

naturaleza debe ser. Pero ¿cómo sabemos lo que debe ser el estado natural? Porque existe una ley moral natural que lo

regula, y tal ley puede ser descubierta por la razón. Esta ley es universalmente obligatoria, promulgada por la razón humana

como reflejo de Dios y sus derechos... Esta ley se impone a los hombres en ausencia de todo Estado y legislación.

La ley moral natural proclama, al mismo tiempo, la existencia de unos derechos naturales y sus deberes correspondientes.

Entre ellos, Locke destaca: el derecho a la propia conservación, a defender su vida, a la libertad, y a la propiedad privada...

3.- El Derecho Natural De Propiedad Privada.

Puesto que el hombre tiene el derecho y el deber a la propia conservación, tendrá derecho a poseer las cosas necesarias para

ese fin. Por ello, para Locke, el derecho a la propiedad privada es un derecho natural.

El título de propiedad es el trabajo. Es cierto que Dios no ha dividido la tierra ni distribuido sus riquezas, sino que ésta pertenece por igual a todas las criaturas; pero la razón nos enseña que la existencia de la propiedad privada está de acuerdo

con la voluntad de Dios, ya que aquello que el hombre obtiene mediante su trabajo (de ese dominio común natural: la tierra) le

pertenece tanto como su propio trabajo. Según esta interpretación, el trabajo constituye tanto la fuente de apropiación de

bienes como su límite, ya que sólo aquellos bienes sobre los que el hombre ha invertido su propio trabajo le pertenecen. Por

otra parte, admite Locke también el derecho a heredar la propiedad, basándose en que la familia es una "sociedad natural",

naciendo ya sus miembros con el derecho a la herencia.

4.- Los Orígenes de la Sociedad Política: EL Pacto.

Aunque los hombres poseen (en el estado de naturaleza) una ley natural, no se sigue de ello que todos la respeten de

hecho, ni que respeten los derechos de las demás. Por ello, es de interés del ser humano, dice Locke, constituir una sociedad

organizada para la más efectiva preservación de sus derechos y libertades, mediante un Acuerdo o Pacto establecido

entre ellos.

La constitución de una sociedad civil supone Renunciar A Ciertos Derechos; pero conlleva unos Beneficios que Locke resume en los siguientes términos:

1. Los hombres disponen de una ley escrita (positiva) que define la ley natural.

2. Se establece un sistema judicial que goza del reconocimiento general y evita arbitrariedades.

3. Se crea un poder capaz de castigar crímenes, y de obligar a ejecutar las sentencias.

4. Se conserva la propiedad privada.

La sociedad civil y el gobierno establecido se basan, en fundamentos racionales, en el consentimiento. Las restricciones

que la sociedad civil impone al estado de naturaleza sólo se pueden justificar mediante el consentimiento : nadie puede

ser sacado del estado de naturaleza y ser sometido al poder politice sin su propio consentimiento.

En el origen de la sociedad civil y del gobierno nos encontramos, pues, con un pacto, con un Contrato; y en el pacto el

hombre renuncia a sus poderes legislativos y ejecutivos en favor de la sociedad; pero no renuncia a su libertad, aunque sí la

restringe. Esta dejación de poderes tiene por objeto, precisamente, el disfrutar con más seguridad de su libertad.

5.- Constitución y Disolución Del Gobierno. La División de Poderes.

Para Hobbes el mismo acto del contrato generaba simultáneamente la sociedad civil y el Estado. Para Locke no es éste el

caso: la relación entre el gobierno y sus súbditos queda definida como mandato, es decir, como el encargo de una tarea... Así, mediante el pacto se constituye la

sociedad civil y, posteriormente,

el pueblo se constituye en

asamblea y elige un gobierno al

que confía una tarea. Ambos

momentos constitutivos están

claramente diferenciados.

Además, el poder del Estado no puede estar concentrado en los mismos representantes (contra el absolutismo). Más bien al

contrario: la garantía de que no se produzca abuso de poder radica en una estricta división del mismo en tres ámbitos

diferenciados que deben ser detentados por personas distintas.

La división de poderes se estructura como sigue:

1. El poder Legislativo constituye el poder supremo en sentido estricto (Asamblea), pero no es un poder absoluto: tiene que

responder de la confianza puesta en él y respetar la ley moral natural.

2. El Poder Ejecutivo es el encargado de realizar los mandatos del legislativo.

3. El Poder Federativo encargado de la seguridad del Estado y de las relaciones con el exterior. (Nota: para Locke el poder

judicial no es un poder independiente, siendo sólo un aspecto del ejecutivo).

Un gobierno se disolverá siempre que se de alguna de las siguientes situaciones:

a) Disolución por causas externas: cuando la sociedad que gobierna no pueda perdurar al ser conquistado el

Estado por un Estado enemigo.

b) Por causas internas:

o Siempre que el legislativo sea modificado arbitrariamente o sometido a un poder absoluto que le

impida actuar libremente.

o Si el detentor del poder ejecutivo es incapaz de poner las leyes en vigor.

o Si el ejecutivo o el legislativo obran contrariamente al mandato encomendado.

Cuando un gobierno queda disuelto por cualquiera de estas causas, la rebelión de los súbditos queda justificada.

c) Tercera ley del Método cartesiano: La Síntesis

Una vez que hemos alcanzado esas naturalezas simples, debemos buscar las relaciones lógicas que se dan entre ellas

para alcanzar conocimientos más complejos. La Síntesis es ya un proceso demostrativo (Deducción)

d) Cuarta ley del Método cartesiano: La Comprobación

Para estar seguros de que no se nos haya introducido el error, debemos determinar sistemáticamente comprobaciones del

proceso desarrollado hasta el momento.

Como hemos dicho, este Método no es arbitrario. Es más, es el Único Método que responde a la Dinámica Interna de la

Única Razón que tenemos.

5. La Duda Metódica

Vamos ahora a aplicar estas cuatro leyes a la Filosofía, en un intento de producir una Filosofía Científica. Descartes va a

intentar construir una Filosofía “more matemático”, a imitación de las Matemáticas de Euclides. Por ello, su primera

preocupación será encontrar al menos Una Proposición Totalmente Evidente, sobre cuya verdad no quepa ni la más mínima

duda. Esta proposición será un Axioma para la Filosofía.

Iniciará esa búsqueda analizando la evidencia de las proposiciones filosóficas. Sin embargo, nuestro autor no va a analizar todas y cada una de las proposiciones que se hayan formulado en Filosofía (porque no acabaría nunca), sino que va a someter a

examen a las diversas fuentes o niveles del conocimiento, a ver si alguna de estas fuentes produce en un momento dado

un conocimiento totalmente evidente.

Descartes desarrolla un Método, un sistema de Dudas

para examinar, analizar la evidencia de las diversas

fuentes del conocimiento en las condiciones más

extremas. A este Sistema de aplicar la duda como un

Análisis de evidencia, se le da el nombre de La Du da

Metódica Cartesiana.

Primera duda metódica: duda sobre el valor objetivo

del conocimiento sensible.

Descartes recalca que El Conocimiento Sensible a veces se equivoca. Y el problema radica en que, cuando se

equivoca la sensación, ella no es capaz de descubrir por sí sola su equivocación, pues se equivoca por su

propia naturaleza.

Llega a la conclusión de que por el momento no podemos fiarnos de lo que nos da la sensación, porque, ¡a lo

mejor!, es un engaño. Por el momento, ningún conocimiento sensible, ninguna experiencia podemos

asumirla como axioma para fundamentar sobre ella el edificio de una Filosofía Científica.

Segunda duda metódica: LA Imposibilidad De Distinguir Con Seguridad El Estado De Vigilia De Un Estado

Onírico.

Todos tenemos la experiencia de que, al estar dormidos y soñar, las imágenes oníricas nos parecen reales, ónticas,

extramentales, y por eso vivimos intensamente ese estado. Sólo después de despertar caemos en la cuenta de que

aquellas imágenes eran solo una producción de la fantasía, sin ningún otro valor objetivo.

De la misma forma podemos suponer que esta otra realidad a la que llamamos estado de vigilia y a la que consideramos

realidad objetiva, extramental, no es más que el producto de una fantasía: cada uno de nosotros podría estar soñando lo

que llama su propia existencia.

Es verdad que podemos decir que tal situación resulta muy improbable; sin embargo, no la podemos negar de manera

absoluta, porque para ello tendríamos que despertar a otro nivel de realidad, y así analizar el valor objetivo de esta realidad en

la que vivimos. Pero como dar este paso nos resulta imposible, entonces podemos racionalmente dudar del valor objetivo de

todos nuestros conocimientos, porque, a lo mejor, no son más que fruto de nuestra fantasía.

En este segundo nivel de duda, Descartes deja en suspenso todo nuestro conocimiento, incluido el conocimiento

intelectual.

Filosofía Moderna: Empirismo y Racionalismo.

Tercera duda metódica:

La posible existencia de

un genio maligno

Habiendo ya negado la

evidencia absoluta de

toda proposición, de todo

posible conocimiento (no

sólo el producido por la

sensación, sino también el

producido por la razón),

nuestro filósofo aún no

está satisfecho: Teme que

tal vez algunas

proposiciones hayan podido esquivar el examen de la duda. Teme que haya algunas proposiciones que sean indiferentes

al estado de vigilia u onírico y que, por lo tanto, no se vean afectadas por esas distintas situaciones. ¿Y cuáles pueden ser?

Tal vez algunas proposiciones pertenecientes a las Matemáticas, y por eso no se vieron sometidas al examen anterior.

Así, para que ninguna proposición pueda eludir este examen sobre su Evidencia, Descartes desarrolla otro nivel de duda

mucho más radical y totalmente absoluto: ¡Quién sabe!, tal vez pueda existir un ser dotado de infinito poder y sabiduría

que se ocupe en manipular la mente humana para que a ésta le parezca verdadero lo falso y viceversa. Tal vez pueda

darse un dios de la maldad cuyo entretenimiento consista en manipular nuestra razón. En este caso no podríamos estar

seguros de la evidencia, del valor objetivo, de ninguno de nuestros conocimientos: absolutamente de ninguno.

Y de nuevo se dirá que esta situación es muy improbable. Pero nadie puede rechazar de manera absoluta esta posibilidad,

porque ante cualquier argumento que se pueda aducir en contra de esta posibilidad, yo puedo sostener que, en ese preciso

momento, mi contrincante está siendo manipulado por ese supuesto Genio Maligno.

Llegamos a una conclusión en este tercer nivel de duda: la razón humana no puede afirmar, con seguridad, absolutamente

ninguna proposición. La razón humana no puede tener ninguna certeza, ninguna seguridad acerca de la verdad de ningún

juicio.

En este momento, Descartes no ha logrado encontrar un axioma sobre el que fundamentar la Filosofía Científica que andaba

buscando. El estado filosófico en el que estamos es de un absoluto escepticismo (teoría que le niega a la inteligencia humana

la capacidad de conocer objetivamente la realidad).

6. la primera proposición evidente para descartes: Pienso, luego existo

Después de la tercera duda, la posible existencia de un Genio Maligno, Descartes queda sumido en el más radical de los

Escepticismos: la razón humana no puede afirmar con certeza, con seguridad, la verdad objetiva de ningún juicio. Es

decir, ningún juicio es tan EVIDENTE que pueda anular de manera absoluta cualquier TEMOR a equivocarse, cualquier DUDA de

su verdad.

Pero será de este mismo hecho de DUDAR de donde surgirá la primera certeza:

... Pero entonces no cabe duda de que si me engaña (el “engañador” todopoderoso y astutísimo), es que yo soy; y,

engáñeme cuanto quiera, nunca podrá hacer que yo no sea nada, mientras yo estoy pensando que soy algo. De manera

que, tras pensarlo bien y examinarlo todo cuidadosamente, resulta que es preciso concluir y dar como cosa cierta que

esta proposición: YO SOY, YO EXISTO, es necesariamente verdadera, cuantas veces la pronuncio o la concibo en mi

espíritu.

Efectivamente, si yo soy engañado, si dudo,... entonces es absolutamente necesario que yo exista para poder ser engañado; pues de lo contrario, si yo no existiese, ni podría ser engañado, ni podría dudar de algo. Esto es lo que se quiere expresar con la

famosa frase: Pienso, Luego Existo (cogito, ergo sum).

Esta afirmación, Pienso, Luego Existo, (el llamado “Cógito Cartesiano”) se presenta a Descartes como la primera evidencia

capaz de resistir al ataque de la duda más radical. Es una verdad INTUIDA. Es la primera verdad, tan firme y segura que

Descartes se propone construir sobre ella el edificio de la filosofía científica: la va a convertir en el AXIOMA inamovible, capaz

de sostener todo el desarrollo filosófico posterior.

Aunque su formulación parece expresar una consecuencia, «existir» (sum) y «pensar» (cogito) son más bien dos intuiciones

que parecen simultáneas. En el hecho de pensar, se nos muestra, de manera inmediata, por intuición, que existimos.

7. El Criterio De Evidencia Cartesiano: La Idea clara y distinta

A Descartes le impresiona fuertemente la evidencia de la proposición: Pienso, luego existo. Una evidencia capaz de

soportar el ataque de la duda más radical. Entonces desarrolla un proceso para descubrir cuál es la causa de una evidencia tan

potente. El resultado al cual llega es que el juicio pienso, luego existo se trata de una idea clara y distinta.

Idea Clara: En su realidad intramental, la idea muestra a la razón todo su contenido: la idea muestra todas sus

características, y entonces la razón conoce perfectamente esa idea y la distingue de todas las demás ideas, sin poder

confundirla con ninguna otra idea.

Idea Distinta: Se refiere a la realidad óntica, extramental, expresada por esa idea y representada en ella. Esa realidad

objetiva queda perfectamente representada y diferenciada de otras realidades próximas sin que se puedan confundir.

Entonces Descartes establece como criterio de evidencia, la Idea Clara Y Distinta, es decir, esta primera idea clara y

distinta se convierte en la unidad patrón para medir la evidencia de cualquier juicio que se me pueda presentar. En

adelante, dice Descartes, cualquier idea que se me pueda presentar con la misma claridad y distinción, será para mí una idea

evidente, y yo la podré aceptar con total seguridad para construir un conocimiento científico.

8. La segunda proposición evidente para descartes: la existencia de Dios

Ya ha afirmado Descartes de una manera evidente la existencia de la razón en el momento de estar pensando, porque esa

razón se aprehende a sí misma de manera directa e inmediata. Pero, por ahora, la razón sólo conoce su propia existencia. Para

poder continuar su edificio del saber, Descartes tiene ahora la necesidad de poder afirmar la existencia de una realidad

distinta de la propia razón, para no quedarse en un puro SUBJETIVISMO. Tiene la necesidad de afirmar la OBJETIVIDAD de

algún juicio que pretenda darnos un conocimiento de algo exterior a la misma razón: hemos de diferenciar con seguridad al

sujeto cognoscente y al objeto conocido. Como se suele decir: está forzado a tender un puente entre su subjetividad y lo

demás.

Este paso lo va a dar demostrando la existencia de Dios. Si el genio maligno, que es superior al hombre, lanza la posibilidad

de que la otra orilla del puente sea un espejismo, sólo podrá ser contrarrestado por un ser superior al propio genio maligno,

por lo que Descartes va a

“necesitar” un Ser Absoluto.

Así, la primera función de Dios va

a ser la garantía radical de la

Veracidad, no de las ideas como

tales (pues con la sola presencia

al sujeto ya basta), sino de la

realidad de sus contenidos

objetivos.

Descartes aduce diversas

demostraciones de la existencia

de Dios, típicamente

racionalistas, como, por ejemplo,

el “Argumento Ontológico” de

San Anselmo.

Además del Argumento Ontológico, en el “Texto 4” podemos ver el desarrollo de otra argumentación.

Habiendo demostrado esa existencia de Dios, superaría la situación de Puro Subjetivismo en la que se encontraba cuando sólo

podía afirmar la evidencia del pienso, luego existo. Ahora, cuando ya es evidente la existencia de Dios, ya no existe en

soledad el sujeto pensante, el Yo Pensante, sino que existe también otro objeto del conocimiento distinto del sujeto

cognoscitivo; existe una realidad Extramental, objetiva: Dios.

Descartes está recuperando a la vez, después de la duda metódica, el valor objetivo de nuestro conocimiento, y la existencia de una realidad extramental.

Y, sin darnos cuenta, hemos dado otro paso muy importante: con la “demostración” de la existencia de Dios, Descartes anula

totalmente la posibilidad de que exista un Genio Maligno, porque no puede existir más que un solo Dios, y este Dios

necesariamente tiene que ser Bueno. Un Dios maligno y perverso es un absurdo, es contradictorio, no tiene explicación lógica (pues Dios es el creador tanto de mis ideas, como de toda la realidad, con lo cual tiene que haber una adecuación). Ya no puede

existir ese genio perverso que estuviera manipulando mi razón.

9. La Tercera proposición evidente para Descartes: La Existencia del Mundo Físico

En este momento, Descartes va a buscar demostrar la realidad extramental del mundo físico. Y el Ser Supremo va a actuar

como puente definitivo entre el sujeto y las realidades externas, con la función, a primera vista desmesurada, de garantizar

definitivamente un conocimiento seguro del Mundo.

Va a desarrollar, en este caso, un proceso típicamente racionalista, pues no va a arrancar desde el conocimiento sensible,

sino desde la Idea del mundo que tiene nuestra razón. Sólo se puede llegar a la existencia real de cosas materiales desde

su idea, garantizada por Dios como clara y distinta.

10. Las tres sustancias cartesianas

El desarrollo visto del Método Cartesiano, ya nos permite afirmar con seguridad la existencia de tres tipos de realidades:

La Razón o el Yo pensante; El Ser Infinito o Dios; Y la Realidad Extensa y Móvil o El Cosmos. Éstas son Las Tres

Sustancias Cartesianas. Toda la realidad existente, todos los entes existentes pertenecen a una de estas tres clases de

realidad.

A cada una de estas clases de realidad, Descartes la denomina Substancia. El mismo filósofo define la Substancia como

aquella realidad que existe por sí misma y no necesita de las demás realidades para poder existir. Apremiado por las

críticas, Descartes admite que si se tomara al pie de la letra esta definición, sólo Dios podría ser sustancia, ya que es la única

realidad totalmente independiente, autónoma y autosuficiente; mientras que las otras dos realidades dependen de Dios. Sin

embargo, explica que, lo que él quiere recalcar es que los conceptos de estas tres realidades se explican por sí mismos, sin

necesidad de recurrir o apoyarse en las otras realidades, y que en ningún caso se puede dar el paso de un ser desde

una substancia a otra. Además, aunque las substancias pensante y extensa dependen de Dios, como efecto de la causa, sin

embargo las tres substancias aparecen como independientes y cerradas sobre sí mismas.

Atributos y Modos de Las Tres Substancias

Cada una de estas tres substancias tiene sus Atributos y sus Modos.

Los Atributos son las características propias de una substancia, según las cuales, cada substancia se diferencia de las

otras dos (Aquello por lo que una substancia se distingue de otras y es pensada en sí misma). Los Atributos se dan en todos

los entes pertenecientes a esa substancia.

Los Modos son la manera concreta como los Atributos están presentes y se realizan en cada ser concreto

perteneciente a esa substancia. Los Modos diferencian entre sí a los seres pertenecientes a una substancia y son

aquellas propiedades que pueden variar en una cosa sin que varíe la sustancia.

En la Substancia Infinita o Dios, propiamente no se da distinción de Atributos y Modos, porque Dios es substancia SIMPLE y, por lo tanto, en Él no pueden darse distinciones o diferencias. Sin embargo, nosotros, por las limitaciones de nuestra razón,

establecemos características y las diferenciamos para poder conocer a ese Dios simple. Por eso, el Atributo que mejor

distingue a Dios es el de la Infinitud: Dios es el Ser Infinito, es decir, posee todas las cualidades posibles y sin limitación

alguna. A partir de aquí, nosotros, racionalmente, diferenciamos algunas cualidades: todopoderoso, omnisciente, eterno,

infinitamente justo, infinitamente bueno,... Pero éstas no son más que distinciones de la razón, y no distinciones reales.

Tampoco se dan en Dios Modos, porque los modos son aquello que diferencia entre sí a los diversos seres que pertenecen a

una substancia. Sin embargo, Dios es el ser único que agota toda la substancia, y no puede darse otro Dios.

En La Substancia Pensante, el Atributo es la Racionalidad, la cual comprende a la Inteligencia y a la Voluntad. La

Inteligencia desarrolla el conocimiento racional, mientras que la Voluntad toma decisiones libres, es decir, se determina a

actuar según los dictámenes de la razón.

Los Modos de la Substancia pensante son la Racionalidad concreta que posee cada ser perteneciente a esta substancia. Los

Modos constituyen la manera concreta como se realiza la racionalidad en cada ser humano y así se distinguen unos de otros. En

la Substancia Extensa, o Mundo, el Atributo es la Extensión. Los Modos son la extensión concreta de cada ser material, la

cual determina, en primer lugar, la figura de cada ente material, y el ocupar un lugar concreto en el espacio.

El Debate Racionalismo–Empirismo

Racionalismo y Empirismo son las dos grandes teorías de la Edad Moder