Etapa 3 ribadesella colunga

3ª Etapa CCCC Ribadesella - Colunga 16

3 ª E t a p a3 ª E t a p a CCCC R i b a d e s e l l a R i b a d e s e l l a -- C o l u n g a C o l u n g a

Distancia 20,3 Kms. Dificultad: BajaDistancia 20,3 Kms. Dificultad: Baja Tiempo estimado sin contar paradas: 5 h 00’Tiempo estimado sin contar paradas: 5 h 00’

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LOCALIDAD DISTANCIAS EN Kmts . Lugar de Altura

O LUGAR DE PASO Parcia l Etapa Mts. Fa ltan interés Mts.

Ribadesella (Igl. de Sta. María) 0,0 0,0 53,6 391,6 5 Glorieta fin c/ D. Ruisanchez 3,2 3,2 56,8 388,4 5 S. Pedro la Llama 1,0 4,2 57,8 387,4 10 San Esteban (Desvio al albergue) 1,0 5,2 58,8 386,4 Albergue 92 Puente de la Vega 1,5 6,7 60,3 384,9 5 Berbes (Cruce de la Caleyona) 2,6 9,3 62,9 382,3 90 Límite Concejo de Caravia 1,0 10,3 63,9 381,3 25 Arenal de Moris (Aparcamiento) 1,4 11,7 65,3 379,9 10 Arroyo de los Romeros 1,5 13,2 66,8 378,4 10 La Espasa (Zona ajardinada) 1,5 14,7 68,3 376,9 10 Mojón Albergue-Camino 1,5 16,2 69,8 375,4 Albergue 12 Bueño (Capilla y Casa rural) 0,8 17,0 70,6 374,6 35 Capilla de Loreto 2,8 19,8 73,4 371,8 C 25 Colunga (Iglesia Parroquial) 0,5 20,3 73,9 371,3 25

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0,00’.- (5 mts.) Abandonamos la villa riosellana partiendo desde la plaza de la iglesia, para seguir por la calle Manuel Fdez. Junco y girar a la izquierda por Manuel Caso de la Villa, hasta alcanzar el muelle, desde donde continuaremos hacia la izquierda, hasta alcanzar el puente sobre el río Sella.

La razón de dar este pequeño rodeo no es otra que la de pasar por el lugar donde en la antigüedad se tomaba la barca del gremio de Mareantes del puerto, que transportaba a los peregrinos a la otra orilla de la ría.

Una vez atravesado el puente giramos a la derecha, para seguir por la primera calle a la izquierda, y continuar a la derecha porla primera desviación. Se continúa hacia la izquierda para atravesar lo que antaño fuera el arenal de Santa Marina, hoy urbanizado por la calle Dionisio Ruisanchez, escoltada por chalets y urbanizaciones de distintas épocas y estilos. De esta manera se alcanza la rotonda final, en cuyo centro se encuentra, como elemento ornamental, un barco de pesca .

Nuestro camino continúa de frente por la carretera que nos lleva hasta el núcleo de San Pedro, conocido como San Pedro la Llama, en alusión a la cercanía de terreno pantanoso. La travesía de este pequeño núcleo es paso obligado de los peregrinos camino del occidente. Dejada atrás su última y curiosa casa, continuamos por asfalto, iniciando un repecho que paulatinamente gana inclinación hasta coronar La Llama (92 mts.).

En el cruce del alto encontramos el mojón que nos indica por la izquierda la dirección del albergue de Peregrinos. Ocupa el edificio de las antiguas escuelas, situado junto a la iglesia de San Esteban, cuya primera referencia cronológica data de 1259, siendo reconstruida en 1953 después de su destrucción durante la guerra civil, y de la que quedan algunos restos de su primitiva obra. Cerca de este lugar se encontró un yacimiento de época romana, así como dos estelas funerarias, una en memoria de Marcus Licinius, de la

Ascendiendo a San Esteban de Leces.


que posiblemente ha derivado el actual nombre de Leces. Frente a la iglesia se ven los restos de una antigua torre medieval.

Los habitantes de esta parroquia junto con los de Berbes y otras cercanas, complementaban su trabajo agrícola con la dedicación temporal a la cantería, siendo conocidos con el sobrenombre de los “erguinos”, como consecuencia de la jerga gremial, el “ergue”, que utilizaban para comunicarse entre ellos.

0,50’.- Cruce de San Esteban. La ruta hacia Oviedo sigue

de frente a través de un magnífico camino, que en ligero descenso, y por un agradable entorno, nos conduce hasta una carreterilla asfaltada, la cual seguiremos en ascenso hacia la derecha (71 mts.), y que al poco trecho se transforma en un camino rehabilitado que desciende hasta el pueblo de Vega . Durante la travesía de este núcleo, cuyos vecinos son conocidos con el apodo de “jarraperos”, podremos ver varios hórreos y paneras, junto a algunas casas de magnifico porte, así como la capilla de María Magdalena, construida en 1922 sobre los cimientos de otra anterior. La travesía de Vega finaliza al alcanzar el aparcamiento y varios establecimientos situados junto a la playa y al puente La Vega.

1,30’.- Puente y playa de La Vega. (5 mts.) Atravesamos

el río del Acebo por el actual puente de madera, que sustituyó al antiguo de piedra, del que podemos ver a nuestra izquierda sus restos, arrasado por una gran riada en 1988.

Cruce de San Esteban, al fondo iglesia y albergue.


La traza sigue por un camino en el que todavía se ven restos de su antiguo empedrado, para seguir por la orilla de la zona dunar hasta alcanzar una zona de prados, desde donde se inicia el ascenso hacia Berbes, caminando entre restos de antiguas explotaciones mineras.

Otra opción es la de continuar por la arena, hasta alcanzar el final de la playa, resultando sin duda un hecho ciertamente curioso. En este caso la ruta continúa por un camino bien marcado, pero sin señalizar, por el que se asciende hasta alcanzar una pista de mejor firme, para seguir el ascenso hacia la izquierda, hasta alcanzar un mojón y las primeras casas de Berbes.

¡Atención! Si al alcanzar la pista, en la segunda opción, continuamos hacia la derecha, daremos un considerable rodeo sobre el pedrero de la playa, para una vez finalizada la pista, tener que trepar hasta una antena de telefonía, y después retroceder hacia la izquierda para alcanzar el núcleo de Berbes.

2,05’.- Berbes. (90 mts.) Seguiremos la señalización que

nos lleva a través de las casas de este pequeño pueblo, que dispuso hasta 1702, de hospital para hospedaje de peregrinos. Este asentamiento, y casi la totalidad del concejo de Caravia, tiene yacimientos de fluorita, cuyas explotaciones destruyeron, no solo el subsuelo, sino que afectaron también a núcleos de población, como sucedió con el barrio de La Ordiera de Berbes.

Alcanzada la N-632, debemos cruzarla para seguir de frente, descendiendo por un tramo de camino rehabilitado, conocido como La Caleyona (75 mts.), cuyas paredes demuestran que su trazado fue tallado en roca caliza hace siglos. De nuevo, y de manera breve, al asfalto, hasta tomar por la derecha un corto camino que nos hará retomar la N-632, para en esta ocasión transitar por ella alrededor de un kilómetro.

Nada más superar el puente sobre el arroyo de la Reguta alcanzamos el cartel que indica el inicio del concejo de Caravia (25 mts.). En este punto dejamos el asfalto para tomar por la derecha un camino, que siguiendo por el ramal izquierdo, asciende hasta el prado de La Campona, donde probablemente entre la maleza, haya un mojón (90 mts.) que indica hacia la derecha el inicio del descenso hacia el arenal de Morís. Al principio de la bajada podremos rodear las zarzas, pero un poco más abajo debemos entrar de lleno por un sendero, que entre “cotolles” y “escayos”,


desciende hasta introducirse en un eucaliptal por el que continuamos hacia la izquierda, hasta entrar en un prado por el que seguimos sobre el arenal de Morís. Se alcanza otro eucaliptal, que a través de una marcada senda nos conduce sobre el paseo de la playa, hasta alcanzar la carreterilla que da acceso al paseo y al arenal.

2,45’.- Arenal de Morís. (10 mts.) Nuestros pasos

continúan por la carretera que asciende desde el arenal hasta Caravia. Al poco de iniciar el ascenso dejamos el asfalto por la derecha a través de un magnífico camino que nos lleva por la rasa del litoral caraviense, donde la mar, las gaviotas, los prados, alguna vaca, y la sierra del Sueve pasan a ser nuestros compañeros (60 mts.). Durante este trayecto se cruzan algunos prados, por lo que no debemos olvidar cerrar a nuestro paso las portillas y cierres.

Retomado el camino, y después de un ligero descenso, se alcanza el arroyo de la Beciella, popularmente conocido como el “arroyo de Los Romeros” (10 mts.). En un vallecillo, a unos doscientos cincuenta metros de este lugar, sitúa la tradición y algún historiador el cenobio de San Jacobo de Caravia, así como una hospedería regentada por la orden de los Templarios.

Cruzado el puentecillo de madera que sobre el arroyo de Los Romeros separa Caravia la Alta de Caravia la Baja, continuamos por un camino que inmediatamente se convierte en una magnífica senda que casi de manera permanente nos llevará, junto a la mar, hasta las primeras construcciones y al paseo

Restos de nieve cerca de la cruz de Pienzu, cumbre del Sueve.


marítimo de La Espasa (10 mts.). En este lugar suele estar abierto durante todo el año un bar restaurante, donde podremos reponer fuerzas si es menester. Se sigue el paseo marítimo hasta el final, para alcanzar la N-632, por la que continuaremos hacia la derecha, para cruzar el puente sobre el río La Espasa, cauce que separa los concejos de Caravia y Colunga, por el que transitaremos a partir de este momento.

Durante un corto trecho caminamos por la N-632, dejando a la derecha la antigua Venta de La Espasa, para desviarnos por esta misma dirección a través de un camino que girando a la izquierda sigue junto a las vallas de algunos chalets hasta alcanzar nuevamente la N-632, ahora provista de acera.

Se sigue hacia la derecha durante un corto trecho, ya que las señales del camino nos desvían por la izquierda para dar un pequeño e innecesario rodeo, conduciéndonos de nuevo a la N-632, para retomar la acera de manera muy breve, pues inmediatamente se alcanza el mojón (4,00’) (12 mts.), que marca a la derecha la dirección del albergue y a la izquierda la continuidad del camino.

El albergue esta situado en el núcleo de La Isla, un tanto alejado del camino, lugar que acogió una villa romana datada entre los siglos I y III, de la que se hallaron numerosos vestigios. Además se encontró un asentamiento castreño probablemente anterior a la villa, y en tiempos más recientes dispuso de castillo, y del monasterio de “Sanctae Mariae de Tona quae uocatur insula”.

En la actualidad podemos ver algunas casas de los S.XVIII y XIX, la iglesia del S. XIX, y disfrutar de su magnífica playa. El tramo siguiente es ciertamente curioso, ya que después de pasar por la terracilla de una casa, se continúa por buen camino pasando

junto al puente de mando de un barco convertido en vivienda. Nos encontramos un poco más adelante un curioso puente C, y un muro que salvan el arroyo de Bueño, para continuar por un camino encharcado y resbaladizo. Se gira a la izquierda hasta

alcanzar las primeras casas y la pequeña capilla de Bueño (35 mts.), lugar junto al que se encuentra un establecimiento hotelero.

Puentes sobre el arroyo de Bueño C.


Desde aquí seguimos por asfalto atravesando este diseminado núcleo, para continuar por una empinada diagonal hacia la derecha y atravesar las casas de Covian hasta alcanzar y cruzar la AS-260.

Debemos continuar de frente por la carretera de Ferrero, que discurre junto a los centros escolares de Colunga y nos conduce hasta el barrio de Loreto. Este barrio pasa por ser el más representativo de la villa colunguesa, no solo por los palacetes y casas de indianos que en él se levantan, sino porque lo preside la capilla de La Virgen de Loreto C (25 mts.) patrona de Colunga.

La capilla se funda en 1633, por iniciativa de la cofradía que fundara el navegante italiano Joseph de Misso, náufrago de esta costa, que fue acogido en el hospital de Colunga, terminando su vida como ermitaño.

5,00’.- Colunga. (25 mts.) Dejado atrás el barrio de Loreto,

entramos de lleno en el casco urbano de esta pequeña villa, atravesada por la N-632. La población está presidida por la iglesia Parroquial, construida a finales del S.XIX. En las cercanías del templo hay varios edificios que destacan, como la casa de los Alonso Covián, del S.XVI, el edificio del Ayuntamiento, del S.XVII, y alguno que otro de arquitectura modernista.

Colunga adquiere su carácter de villa o pola en tiempos de Alfonso X, y cuenta con gran tradición jacobea. Tuvo hospital de peregrinos, hoy desaparecido, a cuya sombra se fundó la cofradía de Loreto en el S.XVII, existiendo con anterioridad la de Santa Ana, cuyos estatutos datan del S.XVI.

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