Por: Fernando Alonso, Donna Otavalo y Laura Salafranca 1º C

Ulises y sus hombres regresaron a la isla de Circe, donde celebraron un banquete. Circe les recuerda los peligros que les aguardaban y les explicó en qué consistían: las sirenas y los dos monstruos Caribdis y Escila.

Ulises y sus compañeros zarparon a la aurora despidiéndose de Circe para siempre. Pasado un tiempo la brisa de Circe cesó y escucharon por primera vez a las sirenas. Ulises pidió a sus marineros que le ataran al mástil y que por mucho que lo pidiera no le desataran. Los marineros se taparon los oídos con unas pequeñas bolas de cera.Al oír el canto de las sirenas, Ulises intentó desatarse y gritó para que le ayudaran pero sus compañeros no le oían y se alejaron de la isla aumentando la velocidad de la nave.

Sirena EscilaCaribdis

Tras superar este reto, desataron a Ulises y no tardaron mucho en enfrentarse al siguiente desafío. Dos rocas emergían del mar, en el peñasco de la izquierda estaba Caribdis y en el peñasco de la derecha otro monstruo llamado Escila. Por otra parte también había unos abruptos arrecifes. Solo podían pasar por el estrecho entre Escila y Caribdis.Caribdis era capaz de destruir la nave, así que fueron al lado de Escila, que sólo se comía a algunos hombres. Ésta cogió con cada una de sus cabezas a un marinero, que desaparecieron en la oscuridad de la cueva. Ulises y sus hombres remaron hasta divisar una isla verde y acogedora.

Ulises recordó la advertencia de Tiresias sobre el ganado del Sol y ordenó que siguieran remando, pero uno de sus hombres se reveló diciendo que necesitaban descansar y que la isla sería un buen lugar para hacerlo, los otros lo apoyaron. Finalmente, Ulises cedió aunque les hizo jurar que no tocarían el ganado del Sol. Al llegar a la isla estaban muy cansados y se durmieron. Zeus mandó una gran tormenta que duró un mes. Ulises salió a pedir ayuda a los dioses. Mientras estaba fuera, los hombres no le hicieron caso, se comieron y sacrificaron parte del ganado del sol. Éste desencadenó una tempestad que destruyó la nave. Todos los marineros murieron ahogados. Ulises sobrevivió y llegó a la isla de la ninfa Calipso.

En la Mitología Griega Caribdis (en griego, ‘succionador’) es un horrible montruo marino, hija de Poseidón y Gea, que tragaba enormes cantidades de agua tres veces al día y las devolvía otras tantas veces, adoptando así la forma de un remolino que devoraba todo lo que se ponía a su alcance.

Caribdis

Habitaba junto a Escila, otro monstruo marino, en un estrecho paso marítimo. Los dos lados del estrecho estaban al alcance de una flecha, tan cercanos que los marineros que intentaban evitar a Caribdis pasaban demasiado cerca de Escila y viceversa. La expresión «entre Escila y Caribdis» ha llegado a significar estar entre dos peligros de forma que alejarse de uno hace que se caiga en el otro.

EscilaEste ser habitaba en un estrecho paso marítimo en el lado opuesto a su contraparte Caribdis. Los lados del canal estaban dentro del alcance de una flecha, de modo que los barcos que intentasen evitar a Caribdis deberían acercarse a Escila, y viceversa. Con el tiempo fue transformada por los dioses en una roca, aún existente, que suponía graves peligros para los navegantes.

En la mitología griega, Escila es un monstruo marino que anteriormente fue una hermosa ninfa hija de Forcis y Hécate.

Escila es descrita como un monstruo con torso de mujer y cola de pez, así como seis perros partiendo de su cintura con dos patas cada uno, haciendo un total de doce; según otras versiones, sería un ser con seis largos y serpentinos cuellos con cabezas gigantescas , mientras que sus doce patas serían de otra naturaleza; finalmente, según otras fuentes, compartiría algo de ambas descripciones. Sin embargo, se dice siempre que poseía en cada cabeza tres apretadas hileras de afilados dientes, así como que emitía un aullido similar al de un perro.

Sirenas Las sirenas cuyo nombre

significa‘encadenado’ son seres fabulosos. Se las suele describir como hermosas mujeres con una cola de pez, aunque

también las muestra como híbridos de mujer y ave. Es por ello que muchas lenguas

no latinas distinguen la sirena original clásica de la sirena con cola de pez que

hechizaban a los marineros con sus cantos.

Según la mitología griega, las sirenas son criaturas de origen

ligeramente desconocido, probablemente ligado al mundo de los muertos. Según los mitos

originales se trataba de seres con cuerpo de pájaro y rostro o

torso de mujer, a las que siempre se distingue por el

hecho de tener una voz prodigiosamente atractiva e

hipnótica. La tradición las hacía habitar en una isla del

Mediterráneo frente a Sorrento, en la costa de la Italia

meridional (en ocasiones se alude concretamente a Capri). Algunos griegos creían que las sirenas eran las encargadas de transportar las almas al Hades.