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LOS ZAPATOS MÁGICOS DE LOS LEPRECHAUNS

Los zapatos mágicos de los leprechauns

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cuento irlandés,

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LOS ZAPATOS MÁGICOS DE LOS LEPRECHAUNS

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Hace mucho, mucho tiempo los leprechauns, unos duendes zapateros remendones llegaron desde la isla de Irlanda a Galicia.

Se establecieron por todas partes. Vivían escondidos entre las hojas de las viñas, en el Monte Pindo, bajo las aguas del río Xallas… Disfrutaban con sus travesuras y lo peor es que no dejaban dormir a nadie porque pasaban las noches cantando y bailando.

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Otras veces golpeaban las piedras con sus matillos. ¡Ruido y más alboroto!

En las noches de luna llena se dedicaban a fabricar zapatos para las hadas bailarinas, príncipes, duendes y meigas de Galicia.

Y, mientras, cantaban esta canción:

«Grandes botas de caza, zapatillas de salón blancas de boda y rosas para bailar. Así, así, fabricamos un solo zapato y nos enriquemos a cada puntada.

¡Tick-tack-tuck...! ¡Tick-tack-tuck...!

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Los habitantes de esta tierra protestaban:

-¡Estamos hartos! ¡Dejadnos en paz! ¡Volved a Irlanda, que es vuestra tierra!

A veces se reunían para salir en la busca y captura de los leprechauns. Siempre le ofrecían comida, instrumentos musicales… pero nunca los capturaban.

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Hasta que una noche de luna llena el hada Bolboreta decidió echarles una mano a los humanos. Conocía a dos niños que eran muy amigos suyos . Tras explicarle el problema y pedir su ayuda decidieron ir hasta el lugar donde dormían plácidamente los hombres pequeños y del que sólo el hada tenía conocimiento.

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Los niños sabían que para someter a un leprechaun había que mirarlos fijamente a los ojos. Así fue como los sorprendieron.

Los pequeños hombres pensaban que venían por sus ollas de oro y se negaron a dárselas ya que sabían que la codicia del hombre siempre ocasionaba disgustos, guerras y problemas.

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-¿Qué nos podéis dar entonces? Le preguntaron.

¡Ni te imaginas lo que le regalaron! ¡Un zapato dorado, precioso, pequeño! ¡Un zapato mágico! Al desviar la vista hacia el zapato los leprechauns desaparecieron y decidieron regresar a su país por fin.

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Así fue como los gallegos quedaron tranquilos.Pero lo que no sabes es que aquel zapato mágico fue el modelo para los zapateros y fabricantes de zapatos.

Por eso es muy importante que nunca tires un zapato cuando te quede pequeño o esté estropeado. ¡Mira que desciende de un zapato mágico!