ORILLAS DEL ÓRBIGO

Pablo Alonso Pomareta y Mario Fernández Álvarez

El primer asentamiento prehistórico en La Bañeza era un castro como el de la imagen, que se encontraba en el mismo lugar donde hoy podemos situar la iglesia del Salvador. Esta posición elevada les protegía de las grandes riadas del Duerna, que por entonces recorría otro cauce. Además de este castro, había otros por la margen derecha del río Duerna, en ambas Cabreras, Valdería, la zona de Vidriales y Santiago de la Valduerna, los cuales fueron creciendo a lo largo de la Edad de Broncey de la Edad de Hierro

Los hombres de esta zona fueron descritos por los historiadores romanos como gente leal y valiente. La agricultura se dejaba en manos de las mujeres, mientras los hombres cazaban y guerreaban, las bodas eran celebradas al uso griego, comían sentados en poyos y se abstenían del vino, en los banquetes la mejor comida era cedida a los ancianos y los huéspedes, dejaban a los enfermos en los caminos para ver si los viajeros podían ayudarles, usaban como moneda la plata…

En esta zona también era conocida la presencia de metales preciosos como la plata y el oro, motivo que posiblemente condujo a los griegos a adentrarse más allá del río Sil, desde Galicia hasta el Bierzo.

Las principales causas de la llegada de los romanos a la comarca bañezana fueron la gran cantidad de yacimientos mineros localizados en las cuencas altas del Eria y del Duerna, la del Turienzo y los yacimientos más interiores y más ricos como Las Médulas, lago de Carucedo, Castropodame, puente de Domingo Flórez, río Cabrera...

LAS MÉDULAS

LAGO DE CARUCEDO

El convento astur, cuya capital se encontraba en Astúrica Augusta (Astorga), era un importante enclave tanto económico como miltar, por lo que fue dotado de infraestructuras como puentes de piedra sobre el Turienzo y el Órbigo(Hospital de Órbigo y Cebrones), acueductos(San Martín), villas de recreo(Quintana del Marco), templos(Astorga), mansiones o ciudades(Astúrica, Argentiolum, Petavonium, Bedunia…)

PUENTE DE HOSPITAL DE ÓRBIGO

Los romanos crearon un cinturón de protección en torno al Teleno para proteger la zona minera con numerosos campamentos militares como Cohorte IV Gallica (Castrocalbón), Ala II Flavia (Fuentencalada) y las Legio VII Gémina, Cohorte I Gallica, Ala II Flavia y la Cohorte I Celtíbera (Villalís). Todos estos campamentos iban desde Petavonium (Fuentencalda) hasta Legio, pasando por Astorga y bordeando los macizos más montañosos.

CAMPAMENTO DE PETAVONIUM

Entre la Romanización y la Reconquista, en el año 452, tuvo lugar la batalla que determinó la desaparición del reino Suevo, la cual tuvo lugar en los alrededores de la dehesa de Hinojo.

La zona del Órbigo fue una zona fronteriza y conflictiva durante la ocupación musulmana, hasta que los reyes cristianos ampliaron la frontera hasta el Duero. Con ello se pudieron fundar nuevos pueblos y construyeron castillos como Azares, Boisán, Castrillo y Velilla, Castrotierra, Cuevas, Fresno, La Bañeza, La Isla, Miñambres, Oteruelo, Palacios del Jamuz, Palacios de la Valduerna, Posada y Torre, Priaranza, Quintanilla de Somoza, Rabanal del Camino, Redelga, Requejo, Rivas de la Valduerna, Robledino, Robledo, Sacaojos(Santiago), San Mamés y San Pelayo, Santiago de Millas, Santibáñez de la Isla, Tabuyuelo, Tabuyo, Tejados, Toral de Fondo, Toralino, Torneros, Valle, Villalís, Villamontán, Villanueva del Jamuz, Viforcos…

PALACIOS DE LA VALDUERNA

VILLANUEVA DEL JAMUZ

A finales del siglo XV La Bañeza cobra más fuerza como centro económico, y pasa a tener más importancia que Palacios de la Valduerna. Este crecimiento en La Bañeza se debe en parte gracias a las fundaciones eclesiásticas y monacales como la iglesia del Salvador y el Convento de Santa Marina del siglo XI; la ermita de San Roque, la de Nuestra Señora de los Ángeles y el Convento de San Andrés situados cerca de la calzada romana que conducía a Bedunia; la ermita de la Piedad fundada en el siglo XIV; la iglesia de Santa María y el Convento de Carmelitas Descalzos del siglo XVII. IGLESIA

DE SANTA MARÍA

IGLESIA DEL SALVADOR

EDAD MODERNACabe destacar el paso de las tropas napoleónicas por nuestra ciudad. Tal y como describe la Crónica del Barón de Marbot, Napoleón se encontraba muy impaciente y ordenó la marcha forzada, por lo que algunos de los soldados llegaron incluso a suicidarse por la desesperación. Después de esta atenuante caminata, las tropas se resguardaron en La Bañeza, y se cuenta que uno de los oficiales también se suicidó, en este caso por desamor.

EDAD MODERNADurante el siglo XIX se llevaron a cabo numerosas obras públicas y se echaron abajo los antiguos muros que protegían la ciudad. Algunas de estas nuevas edificaciones fueron el Teatro Municipal, el arreglo de la fuente pública, se reconstruye la torre de la iglesia de Santa María, se amplia el camino de León, se instala el alumbrado, se renueva el puente de Requejo, se crea el matadero municipal, se inaugura el ferrocaril…

PUENTE DE REQUEJO

EDAD MODERNAMás tarde en el siglo XX se acrecentó el interés por la cultura con nuevas publicaciones periodísticas desde El Independiente en 1899 hasta el actual Adelanto Bañezano, pasando por La Democracia y el Diario Republicano, La Crónica Bañezana, El Eco Bañezano, El Imparcial Bañezano, La Crónica Bañezana, El Mercantil Bañezano…

LOPE DE VEGA

El famoso escritor pasó por La Bañeza de camino a Segovia tras irse de casa con uno de sus amigos, aunque al final acabó arrestado y enviado a Madrid.De este viaje se conoce poco, siendo incluso posible que se tratase de otra persona con el mismo nombre la que había fallecido en La Bañeza según recoge la Cofradía de Clérigos de la Piedad.

Juan de Ferreras fue un precursor del llamado Siglo de las Luces.Tuvo una amplia formación, aunque era un hombre más de conocimiento que de ambición.Los caminos del estudio y de las letras le llevaron a estar entre los fundadores de la Real Academia de la Lengua y ser su primer secretario, y más tarde a ser el bibliotecario Mayor del Rey de España.

JUAN DE FERRERAS