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Via Crucis de la Infancia-

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Señor Jesús, que tienes a los niños entre tus predilectos, hoy queremos meditar sobre el camino de dolor, que sigues viviendo

hoy en los niños que sufren.

Tú sigues sangrando en las heridas de los hombres y de las mujeres de hoy.

Todos somos víctimas del sufrimiento pero también somos culpables de que muchos sufran.

Ayúdanos a reconocer nuestros errores y sembrar amor en nuestro corazón.

Amén.

Por la señal de la Santa Cruz....En el Nombre del Padre… 

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Señor Jesús: cuando Pilato te condeno a muerte quisiste reclamar tu inocencia.

Pero callaste. Miraste a lo lejos y viste las caritas de los niños que lloran por la muerte de sus padres, víctimas de

la violencia y preferiste unirte a su dolor.

Siguen siendo caritas de miles de niños destruidas por el hambre, rostros de niños marcados por el cansancio, desplazados

por el hambre y la violencia.

Perdónanos, Señor, porque no hemos aprendido todavía a respetar la vida humana.

Nos permitimos condenar a muerte a la criatura que haz creado

a tu imagen y semejanza.

I Estación Jesús es condenado

Lc 23,13-25

Jesús carga con la cruzJn 19,17

Señor Jesús, cuando te han cargado la cruz, la has abrazado con cariño porque

tu amor te ayudaba a llevarla.

Imaginamos que recordabas a tantos niños que cada día trabajan como adultos;

que realizan tareas pesadas que sobrepasan sus fuerzas, otros lo hacen en lugares

insalubres. Señor Jesús, te pedimos perdón

Por los que han inventado esclavos por todas partes, porque cargamos a nuestros

propios amigos y hermanos con tareas que nos corresponden, porque nos olvidamos de ayudarles a llevar incluso su propia cruz.

II Estación

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

Señor Jesús, cuando caíste bajo el peso de la cruz, te olvidaste de ti mismo

y preferiste recordar a tus pequeños hermanitos que caen en las redes de hombres

crueles que los entrenan para la guerra, los obligan a disparar y les hieren mortalmente su propio corazón.

El fusil es su propia cruz; aprenden a manejarlo, a cargarlo, brillarle

y por la noche a ponerlo de almohada.

Cuando duermen sus sueños son turbados con pesadillas terribles.

Jesús cae por primera vez Is 50,6

III Estación

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

Señor Jesús, cuando tu madre se acercó a ti en el camino del Calvario

hubiera querido gritar al mundo entero su enorme dolor, pero en cambio,

prefirió llorar en silencio.

Ella como nadie comprende el dolor de perder a un hijo y acompaña en este dolor

a las madres de tantos niños mutilados por la guerra, atrofiados por la enfermedad,

encarcelados, desnutridos, ofendidos, humillados y explotados.

Tu santísima madre ha unido su dolor al de aquellas madres que han perdido a sus hijos

a causa de la droga, de la violencia y de los accidentes de tránsito...

Jesús encuentra a su Madre Lucas 2,35

IV Estación

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

V Estación

Señor Jesús, cuando te vieron agotado y casi a punto de derrumbarte de nuevo, te dieron la ayuda de Simón el Cirineo,

que venía cansado de trabajar en el campo pero que no se negó a ayudarte,

sino que puso su espalda bajo tu cruz para aliviar tu carga y tu dolor.

Seguramente con esa ayuda has podido descansar un poco y has pensado en tantas

personas buenas que muchas veces se olvidan de sí mismas y de sus problemas

para ayudar a otros.

Tal vez has pensado especialmente en tantos misioneros que con entusiasmo y amor

van por el mundo entero en ayuda de sus hermanos.

Jesús es ayudado por el Cirineo Lc 23, 26

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

Jesús, queremos refrescarte en los hermanos que hoy sufren por el desprecio y la injusticia.

Que sepamos imitar el gesto de compasión y valentía de cuantos

son como Verónica.

Que el dolor ajeno no nos deje insensibles.

Te presentamos a los niños asesinados, mutilados, perseguidos, violentados

y danos valor para luchar por sus derechos

Verónica limpia el rostro de Jesús

VI Estación

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

Existen además personas que no tienen escrúpulos en reclutar niños

para actividades criminales, especialmente para el tráfico de drogas, con el riesgo,

entre otras cosas, de que de hagan adictos.

Jesús cae por segunda vez Is 53, 4-5

VII Estación

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

Señor Jesús te pedimos por todas las madres que sufren el dolor de sus hijos dales el consuelo que necesitan.

Por todas las mujeres que han querido ser madres pero no pudieron engendrar,

dales hijos del corazón.

Por aquellas madres que interrumpieron su embarazo porque se creyeron

dueñas de la muerte, haz Señor que tomen conciencia de su crimen y se arrepientan.

Jesús encuentra a algunas mujeres Lc 23, 27-28

VIII Estación

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

IX Estación

El futuro de los niños usados en la guerra está con frecuencia marcado.

Después de años de servicio militar, algunos son simplemente licenciados y enviados

a casa, y a menudo no logran reintegrarse en la vida civil.

Otros, avergonzándose de haber sobrevivido a sus compañeros, acaban en la delincuencia

o en la droga.

¡Quién sabe los fantasmas que continuarán turbando sus ánimos!

¿Podrán alguna vez desaparecer de sus mentes tantos recuerdos de violencia

y de muerte?

Jesús cae por tercera vez1 Jn 4, 10

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

Señor Jesús, contigo también han hecho lo que hacen con los pobres: se han llevado

todo y te han dejado sin nada.

En el mundo se da el contraste entre millones de niños que mueren de hambre y miles de niños que están sobrealimentados.

Niños que no pueden asistir a la escuela mientras que muchos otros no quieren

aprovechar el estudio.

Niños que tiran la comida y niños que buscan en la basura para encontrarla.

Jesús es despojado de su ropaMt 27,35

X Estación

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

Señor Jesús, cuando te han clavado en la cruz has experimentado el dolor

de tantos niños y niñas que han sido heridos por las minas explosivas.

Con ellas se ha arruinado la vida de millones de seres humanos que han

perdido sus piernas, sus brazos, sus ojos.

Señor, perdona nuestra crueldad y danos fuerza para desarmar las minas de la envidia

y el rencor que llevamos camufladas en nuestros corazones.

Jesús es clavado en la CruzJn 19,25

XI Estación

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

Nos dice el Papa:

"La muerte deliberada de un niño constituye una de las manifestaciones

más desconcertantes del eclipse de todo respeto por la vida humana."

Jesús entrega su Espíritu al PadreLc 23,44

XII Estación

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

No son pocos los niños que acaban por tener como único lugar de vida la calle: escapados de casa, o abandonados

por la familia, o simplemente privados para siempre de un ambiente familiar, viven precariamente, en estado de total

abandono, considerados por muchos como desechos de los que hay que desprenderse.

Jesús es bajado de la cruzJn 19,30

XIII Estación

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

María está de pie junto a la cruz donde muere su Hijo.

En ese momento solemne, Cristo nos la entrega como Madre.

María, Madre nuestra, enséñanos a imitarte en la aceptación por amor del dolor,

para que Cristo sea conocido y amado.

Virgen María, danos tu ternura y tu amor para seguir junto a ti,

los dolores de Cristo.

Jesús, danos esperanza de saber que siempre triunfa el amor y la Vida.

Jesús es puesto en el sepulcro Jn 19,38

XIV Estación

“Te adoramos Cristo y te bendecimos porque con tu Santa Cruz

redimiste al mundo”

Señor Jesús, tu que has vencido a la muerte, infunde en los corazones de todos los niños que sufren,

la esperanza de la vida.

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