“Esperando en el crisol”

“Mas el fruto del Espíritu es […] paciencia”

(Gál. 5:22)

“Debemos aprender a tener paciencia

mientras se acerca el fin del tiempo y esperamos en el

crisol”.

Pensamiento Pensamiento ClaveClave

1. Saber que Dios quiere que ten-gamos cosas buenas, pero que las tengamos en el momento correcto para nuestro desarro-llo espiritual.

2. Sentir que la entrega y la sumi-sión sean hechas en el tiempo de Dios: en otras palabras, te-

ner paciencia.

3. Hacer peticiones a Dios para que nos dé la paciencia que no nos viene en forma natural, y a permanecer abiertos a aceptar los tiempos de Dios.

Se hizo un experimento con niños para ver si podían esperar hasta que se les dé los dulces después de volver de un quehacer. Muchos no esperaron y los comieron sin consentimiento de los científicos.

Estudiaron a estos niños hasta la adolescencia y descubrieron que los que habían esperado, resultaron mejor adaptados, mejores estudiantes y de mayor confianza propia que los que no lo hicieron.

Parecía que la paciencia era indicadora de algo mayor, algo importante en el carácter humano.

¡Dios quiere que desarrollemos paciencia!

-Por naturaleza somos impacientes. Queremos las cosas rápido y si no es así nos impacientamos y nos irritamos.

-Rom. 15:4,5 nos insta a tener la pacien-cia que tuvo Cristo, o sea su mismo sentir

-Esperar es doloroso por definición. En hebreo la palabra “esperar pacientemen-te” viene del hebreo “tener mucho dolor”, “sacudir”, “temblar”, “estar triste”.

-Aprender paciencia no es fácil.

-Cuando esperamos tenemos que fijarnos en Aquel que tiene todas las cosas en sus manos, Aquel que está al control.

-Rom. 5:6 “..a su tiempo murió Cristo…”

-Gál 4:4 “llegado el cumplimiento del tiempo”

-Dios actúa en el tiempo y en el tiempo exacto. Cuando debe hacerlo lo hace.

-Importantes razones para esperar:

1. Reenfoca nuestra atención en Dios

2. Enfocar mejor nuestros motivos y deseos

3. Edifica la perseverancia, vigor espiritual

4. Desarrollamos las fortalezas espirituales

5. Permitimos a Dios obrar en nuestra vida

6. No saber la razón de porque esperamos

-1 Sam. 16: 1-13, nos muestra a David ungido como rey pero esperando por mucho tiempo hasta llegar a serlo.

-Autor de música, fue un héroe, estuvo fugitivo. Saúl y Jonatan sabían que David estaba destinado a ser el futuro rey, pero David no hizo nada para adelantar lo que Dios tenia planeado para él.

-David rehusó matar al rey, obedeció los principios eternos y esperó en Jehová.

-Los dones de Dios siempre se reciben mejor de Su Mano y en Su tiempo.

-Esperar en Jehová trae recompensa.

-La confrontación en el Monte Carmelo había concluido. Había caído fuego del cielo, la gente reconoció al verdadero Dios y los falsos profetas habían muerto.

-Uno puede pensar queElías ahora era más fuerte espiritualmente que antes, pero no, repentinamente algo lo aterrorizó y deseó morir y no haber nacido (1 Rey. 19:1-9).

-Esto nos ilustra que muchas veces nos podemos apresurar y perder el control de las cosas y terminamos en el lugar equivocado.

-Muchas veces la ambición, la ira, la pasión, la falta de fe, un supuesto “celo” por Dios, nos llevan hacia donde nunca deberíamos haber ido. La fe es un don que debe ser cultivada. Debemos guardarla celosamente.

-”Deléitate asimismo en Jehová, y él te con-cederá las peticiones de tu corazón” Sal 37:4

-Obtener los deseos de tu corazón se articula con el tener un corazón que se deleita en Dios

-¿Qué aconseja David hacer cuando nos encontramos con personas que actúan contra Dios y contra nosotros?

-Primero que nada dice “confía en Dios”

-Recordar que Dios está al control.

-Deleitarse en Dios significa vivir en un estado de confianza perfecta. Nada puede alterar nuestra paz, porque Dios esta aquí y obrando. Podemos alabarlo y sonreir.

-¿Cómo podemos deleitarnos en Dios?

“Al Señor no le agrada que nos alejemos de los brazos de Jesús a causa de nuestra impaciencia y nuestra zozobra. Es necesario que haya más espera y vigilancia serenas. Pensamos que no vamos por el camino correcto a menos que tengamos la sensación de ello, de modo que persistimos en contemplarnos interiormente en busca de alguna señal que cuadre a la ocasión; pero no debemos confiar en nuestros sentimientos sino en nuestra fe” (2 MS 277).

“Cuando clamamos a Dios por ayuda tenemos que esperar que Dios actúe. El lo hace a su tiempo, el conoce todas las cosas y sabe qué es lo mejor para cada uno de nosotros.

No debemos apresurarnos ni desesperarnos, nuestra fe debe fortalecerse y nuestro corazón debe llenarse de gozo al saber que Dios es un Dios que obra por amor.

Si David recibió la bendición por esperar, Elías sucumbió por no saber esperar en Dios. Cada uno de nosotros debemos aprender a esperar confiados en nuestro amante Dios.

Confía en Jehová y El hará”.

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