Aprendiendo a orar

En Mateo 6:9-15, encontramos lo que tradicionalmente se le ha llamado: “el Padre Nuestro”. Y que lamentablemente muchas de las veces no se le da la importancia que tiene, sino mas bien se ha convertido esta oración en un simple ritualismo.

Cuando detenidamente observamos el contenido de esta oración, nos damos cuenta que solo aquellos que han reconocido a Jesucristo como su Señor, deberían de repetir estas palabras; ya que implica responsabilidad y compromiso.

Se le ha llamado tambièn la oración modelo porque nos enseña la manera perfecta de dirigirnos a nuestro Padre Celestial, por lo que todas las veces que hablemos con El, debemos tomar en cuenta cierto orden y no olvidarnos de la responsabilidad que como hijos tenemos ante su presencia.

Este modelo de oración se divide en dos partes, que a su vez tienen subdivisiones.

La primera tiene que ver con Dios, al darle el lugar supremo que le corresponde.

1. Se le llama Padre nuestro, esto afirma una relación que ningún otro dios(ìdolo) tiene con sus adoradores. Mateo 23:9

2. Que estas en los cielos, es reconocer el lugar en donde se encuentra, que es lo mas sublime que existe. Isaías 66:1

3. Santificado sea tu nombre, esto se dice de algo o alguien que es diferente a todos los demás, y mas que eso es reconocer su naturaleza y carácter como lo describen los escritores bíblicos. Salmo 9:10 y 20:7

La próxima semana continuaremos con la reflexión sobre la oración modelo, para mejorar nuestra comunión con Dios; mientras tanto pongamos en practica lo que hemos aprendido hasta ahora y enseñemos también a otros.

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